La insuficiencia del lenguaje en el XXY de Lucía Puenzo

July 22, 2017 | Autor: Jacob Rogers | Categoría: Gender Studies, Intersexuality, Languages and Linguistics, Literature and cinema, Cinematography
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Descripción



Jacob Rogers
Span 332
Elena Adell
14 de abril, 2015
La insuficiencia del lenguaje en el XXY de Lucía Puenzo
El XXY de Lucía Puenzo se enfoca en la historia de una persona joven intersexual que tiene alrededor de quince años. Entonces, todos los adolescentes de esta edad tienen problemas de autoestima e identidad en general, pero el/la protagonista Álex (que es un nombre de género ambiguo) tiene además el problema de cómo identificarse a sí mismo en un mundo de binarios de género; es un mundo de "el" o "la", "él" o "ella", no hay una palabra para personas que no se puedan encajar de manera binaria porque tiene aspectos de los dos o de ninguno. Y eso no quiere decir que es un problema del español o de lenguas romances que tienen una dicotomía de género con los nombres en general—como "hijo" contra "hija"—porque este problema también existe en lenguajes como el inglés, el cual todavía tiene un sistema de gendering a la gente con "he" o "she" y "him" o "her." El problema es más evidente en el español a causa de este gendering que es un tema siempre evidente en esta película que retrata a una persona intersexual. Álex y también sus padres deben de identificar quién es, o piensan que es necesario porque para la gente cisgender (gente que tiene el mismo sexo y género que se identifica con su biología natal) es difícil entender cómo pensar de una manera fuera de este sistema binario, ver una persona como alguien que no cabe en la dicotomía de "él" o "ella". Y por eso, y también la presencia siempre evidente de la incapacidad del lenguaje para encajar a una persona que no es cisgender, este filme muestra que vivimos en un mundo que no es abierto para la identificación fácil de una persona como Álex, aunque hay una lucha constante para definirnos a nosotros mismos en nuestro mundo. La película y guía de Puenzo muestra que este mundo y este lenguaje binario de género ya no sirven.
Los padres de Álex en esta película son realmente dos personajes que producen mucha empatía en el espectador, porque su cariño por su hij(o/a) es claro. Se fueron de Argentina para la playa rural de Uruguay para que ella no fuera como una barraca de feria, y como dice Deborah Martin, "Álex's parents decided not to have her operated on at birth to remove her penis, instead deciding to wait until she is old enough to make this decision herself" (36). Pues, en primer lugar es importante aclarar que Martin usa "she" para referirse a Álex porque "Álex has been brought up as a girl", pero este uso concreto del pronombre "she" muestra claramente el problema de binarios de género relacionados con el lenguaje (36). Esta cita de Martin es importante también porque ella afirma la caracterización de los padres de Álex como gente buena; el problema todavía es que ellos no pueden entender cien por ciento la lucha de identificarse uno mismo bajo esta dicotomía. Su madre siempre trata de dirigir a Álex a ser sólo una chica, y su padre Kraken nos parece que siempre ha tenido dudas pero que queda aún con la idea de género binario. Hasta el tiempo de la historia, Álex había tomado corticoides para bloquear sus aspectos masculinos, pero alrededor del tiempo de la historia ha acabado esta práctica. Puenzo presenta esto al comienzo del filme, y por eso la tensión de cómo identificarse está a la frente de la trama.
Esta tensión aumenta por la llegada del cirujano Ramiro y su familia. Su existencia es tan importante en la narrativa por lo que implica: "...the normalizing imperatives of a medical profession which insists that sexual dimorphism be maintained" (Martin 36). La razón de su estancia (Suli, la madre de Álex quiere que él vea a Álex para que pueda hacer una cirugía que quite su pene) es escondida de Álex y Kraken pero la audiencia sabe por qué está allí, entonces su presencia física siempre crea una tensión que viene de esta lucha contra cómo se identifica a Álex. Esto es la maestría de Puenzo, que ella alinea la idea de binarios de género con un personaje que se retrata de manera muy negativa, y de esta manera retrata al alejamiento desde estos binarios como la causa a perseguir. Puenzo se hace positiva al espectador la lucha de Álex de no ser encajonado. Eso es importante porque Puenzo también retrata a Álex como una persona con una individualidad tan fuerte, como una persona, como todos los demás; no es chica o chico sino más que nada es una persona, un ser humano. La repetición de la frase "es igual a mí" de Kraken es bella por causa de eso, porque muestra la afinidad que tiene por su hij(o/a) y también su lucha para entender cómo debe de pensar en Álex, cómo debe de criar a este Álex que claramente ya no más quiera ser una chica (Puenzo, XXY).
De una manera el personaje de Kraken es el mejor ejemplo de la lucha para entender o definir o algo más a una persona intersexual—pues, Álex es el mejor ejemplo de esto, pero Kraken sirve para mostrar el conflicto más allá de la caracterización de Álex. Su visita a un hombre que nació mujer para ver si una transición de lo femenino a lo masculino es posible de una manera social y cultural muestra eso muy claramente, pero lo más interesante de investigar es su uso de palabras. Álex está en un punto liminal en su vida, en que no sabe si quiere ser hombre o mujer, pero el hecho de que tiene que decidir (según la sociedad) es evidente en la escena donde su madre la llama: "hija, hija", al mismo tiempo que Álex está desnud(o/a) frente a un espejo viendo su pene. Quizás sería mejor decir que no hay una decisión siempre frente ella sino una incongruencia que no se puede evitar. Otra vez Kraken sirve como un buen símbolo de esta contradicción de referirse a Álex como chica en el momento en que él se pelea con el padre de Vondo (el amigo pasado de Álex), se llama como "hijo" en vez de "hija". Es un punto de inflexión en la narrativa, en el sentido de que la audiencia ve que Kraken está negociando consigo mismo a la idea de que Álex no es una chica y también sirve para mostrar esta calidad liminal de Álex, que llamarle como "hijo" o "hija" no es incorrecto, aunque no es correcto de verdad. Como dice Martin, la idea de Álex como personaje liminal es enfatizada por el casting de Inés Efron en el papel de Álex, porque Efron es una actriz cuya cuerpo "is coded as liminal" (36). Estas cosas, incluso el cambio de cómo Kraken le llama a Álex, muestran por qué el lenguaje es insuficiente para hablar de gente que no es cisgender. El momento en que Kraken dice "hijo" no es tan fuerte para la audiencia inglesa que lee los subtítulos, pero los que pueden entender el español reconocen de inmediato este cambio de género porque este "hijo" sobresale del resto del diálogo a pesar de que es sólo un cambio de una letra.
Sin embargo Álex no representa la única figura que es difícil de definir en términos binarios. Álvaro, el hijo de Ramiro también es un personaje importante en el retrato de las dificultades de ser cisgender y tener amor por alguien que no es cisgender. Hay un momento en que los dos empiezan a tener una relación sexual y Álex penetra a Álvaro en vez de lo que él espera. Esta escena es muy importante porque muestra cómo no se puede ver a Álex como una chica y, al mismo tiempo, el hecho de que a Álvaro le gusta ser penetrado por Álex pone todo en confusión. Al final de la película Álex dice a Álvaro que "busca otra cosa". ¿Pero eso qué quiere decir? ¿Que es gay? Eso no parece una respuesta definitiva, porque Álvaro se siente atraído por Álex quién no es exactamente un hombre, y por eso no sería justo entenderle como un homosexual. Entonces, el hecho de que Álex sólo usa la palabra "otra" indica que además no hay lenguaje para entender la sexualidad de Álvaro, que le ama a una persona intersexual sino que él es cisgender.
Los comentarios de Tina Escaja sobre la filmación son interesantes a considerar dentro de esta lectura de la película, porque ella dice que la filmación tiene un "ritmo fluido" que "se enfatiza en los planos largos, en los colores fríos que evocan un mundo submarino...[e] incide entonces en su propuesta temática de aislamiento y de espacio privado, el de Álex y el de los seres o 'especies' con que asocia" (240, 241). Continua conectando esta fluidez a la fluidez sexual implicada por este texto en las caracterizaciones de Álex y Álvaro, y además dice que "el carácter inestable de la cámara permite evitar, deliberadamente, una demarcación definida, enfatizando dinamismo y fluidez de límites" (241). Estos comentarios de Escaja son envolventes de toda esta obra cuando los considera al lado del diálogo y las caracterizaciones porque demuestran un muy buen alineamiento de contenido con forma, y viceversa. Puenzo no solo hace a Álex, a Álvaro, a Kraken, y sus luchas con sus caracterizaciones como cosas que engendran simpatía en el espectador, sino que también lo hace de manera sutil con la grabación y la cinematografía. Esto es de la mayor importancia. Que no hay lenguaje propio para expresar la lucha de y la identidad de una persona que no es cisgender es claro, es evidente en el guión de la película, pero Puenzo supera esta incapacidad del lenguaje por su uso de la cámara; lo que no puede decir en su guion sí puede decir con esta fluidez y por la manera en que se centra en el agua a lo largo del filme.
Parece que algo que sugiere este XXY de Puenzo es que necesitamos desarrollar un lenguaje para hablar de estas cosas que no queda en el sistema binario que existe ahora. Aquí en los EE.UU hemos comenzado a tener un discurso mejor sobre el género con la introducción de términos como cisgender, pero todavía hay mucho que nos falta en el lenguaje y en la cultura y la percepción social de asuntos de género como en el caso de personas transexuales. La película sugiere que un entendimiento de que hay un problema no es bastante. Los padres de Álex sí entienden que el mundo no puede aceptarle como persona intersexual, pero aún es difícil para ellos a salirse de los marcos de hombre y mujer en su pensamiento y entendimiento de su hij(o/a). El rol que puede servir el lenguaje es que si hay palabras comunes para encapsular mejor la experiencia de una persona que no es cisgender, será más fácil para esa gente entender y aceptar a este otro grupo de seres humanos. El ver a una persona como Álex como un espectáculo posiblemente dejaría (y con este dejar de ver, posiblemente también terminaría estos asaltos que ocurren a esta gente por su ser "espectáculo", como pasa a Álex) y simplemente sería considerados como seres humanos propios por todo el mundo. Será un mundo mejor si esto ocurre.














Works Cited
Escaja, Tina. "XXY." Chasqui 38.2 (2009): 239+. Print.
Martin, Deborah. "Growing Sideways in Argentine Cinema: Lucia Puenzo's XXY and Julia Solomonoff's El Ultimo Verano de La Boyita." Journal of Romance Studies 13.1 (2013): 34+. Print.
XXY. Dir. Lucía Puenzo. Perf. Inés Efron, Ricardo Darín, Germán Palacios, Valeria Bertucelli, Martín Piryoansky. N.p., 2008. Film.



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