La influencia del liderazgo en el sistema de partidos: Análisis comparado de López Obrador, Velasco Coello y Alfaro Ramírez en México.

July 11, 2017 | Autor: D. Montaño Reyes | Categoría: Leadership, Political Elites, Party Politics
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Descripción

Ponencia preparada para el Congreso “Élites y Liderazgo en tiempos de cambio” Salamanca, España 10 y 11 de Junio 2015 La influencia del liderazgo en el sistema de partidos: Análisis comparado de López Obrador, Velasco Coello y Alfaro Ramírez en México. Mónica Montaño Reyes1 En la presente ponencia se discute el significado del líder en el naciente contexto competitivo de México, así como su impacto para la transformación de los sistemas de partidos. Se analiza el apoyo electoral y la fortaleza institucional de los líderes y su verdadero impacto en el sistema de partidos y contexto político. A través del análisis de tres partidos (PRD, PVEM y Movimiento Ciudadano) y sus líderes, se propone el término de liderazgo efectivo y cómo pueden estudiarse las recientes manifestaciones de liderazgo que buscan alterar sistemas partidistas que hasta hoy se habían considerado consolidados. Palabras clave: Liderazgo, sistemas de partidos, democracia Introducción El marco de análisis del sistema de partidos ha servido para observar y evaluar el avance democrático de México después de la apertura de un sistema hegemónico de 70 años hacia una primera alternancia acordada en el año 2000 (Cansino 2000; Moch Arias 2002) y que dio paso a un bipartidismo en los siguientes años2. En este escenario incipiente de competitividad comienzan a cobrar importancia los liderazgos, tanto para incentivar al electorado como para hacer a los partidos políticos realmente competitivos para una contienda electoral.

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Doctora en Ciencia Política por el Istituto Italiano di Scienze Umane, Italia. Profesora en el Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Guadalajara. 2 El camino que marcó esta apertura inicia con el primer triunfo del Partido Acción Nacional en municipios y en el estado de Baja California en la década de 1980 así como el triunfo del Partido de la Revolución Democrática en la ciudad de México en 1997, el fortalecimiento del IFE en estos años y finalmente la alternancia presidencial en el 2000. A partir de entonces, el PRI y el PAN dominaron la presencia política en el Congreso de la Unión, gubernaturas y la mayoría de las alcaldías del país.

Si bien después del primer sexenio del PAN, en 2006 el antiguo partido hegemónico se recupera y muestra signos de su recuperación3, el contexto político es diferente y se vislumbra el camino que va tomando la oposición en México para incidir en el sistema político: su construcción y organización a partir de liderazgos locales. En las elecciones de 2006 llega al mayor punto de popularidad el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador al quedar a 0.56% de votos recibidos para presidente de la República con el Partido de la Revolución Democrática. En 2012, Manuel Velasco Coello se convierte en el primer gobernador del Partido Verde Ecologista de México en Chiapas. También en 2012 aparece en la escena de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez quien rompe con el bipartidismo de Jalisco al vencer al PRI y al PAN en las elecciones para gobernador con un nuevo partido, Movimiento Ciudadano4. El análisis de estos casos nos permite analizar la nueva forma de liderazgo de México como un recurso de la oposición para abrirse paso en el sistema de partidos. ¿Cómo se manifiesta este liderazgo? ¿Qué impacto puede lograr en el sistema político? Los líderes y el sistema de partidos Si bien durante décadas las instituciones dominaron el avance democrático y el comportamiento electoral del país, después de la primera alternancia en el año 2000, el liderazgo vuelve a tomar importancia en la escena política. Pero no nos referimos al liderazgo partidista (Navarrete Vela 2009) o presidencial (Méndez Martínez 2013) para explicar la fuerza de los partidos que dominan la política mexicana. En este caso vamos a analizar los liderazgos que desde la oposición buscan influir en ella. Se ha considerado al sistema de partidos como el reflejo institucional de las preferencias políticas, de la conciencia colectiva y sobre todo de la fortaleza institucional de los partidos políticos. El primer cambio del sistema de partidos se dio a partir de una serie de acontecimientos que iniciaron en 1980, cuando el PAN empieza a ganar sus primeras alcaldías, 3

En las elecciones de 2006, los curules del Congreso de la Unión vuelven a ser del PRI. Además, fue una campaña llevada a cabo en redes sociales, ya que el partido no contaba con los tiempos en radio y televisión suficientes para competir. Cabe recalcar que debido a la alianza PRI-PVEM en dicha elección, Alfaro no pudo ganar la gubernatura. Sin embargo, obtuvo más votos él con su partido que el PRI y el PAN (ver Gráfica 3). 4

después en 1988 gana su primer gubernatura en Baja California y en el 2000 gana la silla presidencial. Esto sin olvidar también el avance del PRD desde 1988 cuando se supone el fraude electoral y su subsecuente triunfo en 1997 en el gobierno del Distrito Federal. Según la tipología de sistemas de partidos (Sartori 1976), México pasa de ser un sistema hegemónico a uno bipartidista y después multipartidista (Navarrete Vela 2009), sobre todo a partir de las elecciones presidenciales del año 2000. Según la naturaleza de los partidos, lo que necesita un partido político para sobrevivir en el sistema político es sobre todo el apoyo electoral y su configuración institucional (R. S. Katz and Mair 1995; Michels 1911; Sartori 1976). Por ello, para que un liderazgo de oposición sobreviva y pueda influir en el sistema de partidos, tiene como objetivo influir en ambas dimensiones (ver figura 1). Figura 1. Dos dimensiones teóricas para sobrevivencia de los partidos políticos

Fuente: Elaboración propia

El año 2000 es el inicio de la promesa democrática, cuando hay un cambio en el escenario político y queda demostrado que un partido político distinto puede ocupar la silla presidencial después de 70 años de sistema hegemónico. Los actores políticos que vivieron por décadas bajo el régimen hegemónico ven en la competencia electoral la oportunidad para sobrevivir en el sistema político en los próximos años. Esta aparición de líderes locales y sus posibilidades de enfrentar a los partidos establecidos como PRI y PAN, puede considerarse un

indicador importante de la consolidación democrática, en términos de la aceptación de las reglas del juego o the only game in town (Linz and Stepan 1996) para obtener el poder. Vamos a analizar de qué manera el liderazgo puede influir en el cambio del sistema de partidos (Ver Figura 2) a partir del análisis de tres casos: Andrés Manuel López Obrador, Manuel Velasco Coello y Enrique Alfaro Ramírez.

Figura 2. El liderazgo como variable para alterar el sistema de partidos.

SISTEMA DE PARTIDOS

LIDERAZGO

Fuente: elaboración propia

Estos tres casos son relevantes debido a que se trata de tres personalidades políticas que sobresalieron en un partido pequeño o poco competitivo en la política nacional y local de México, Chiapas y Jalisco (Tabla 1). Tabla 1. Los actores analizados Candidato

Partido político

Estado/País

Año

PRD

Sistema de partidos que busca alterar Nacional

Andrés Manuel López

México

2006-

PVEM

Local

Chiapas

2012-

Enrique Alfaro

MOVIMIENTO

Local

Jalisco

2012-

Ramírez

CIUDADANO

Obrador Manuel Velasco Coello

Fuente: elaboración propia

Si bien no hay una definición consensuada sobre liderazgo político, podemos partir de que involucra dos elementos: la personalización y el ejercicio del poder. El liderazgo tiene que ver con la forma en que un individuo ejerce el poder (Blondel 1987; Weber 1919) sobre otros actores o sobre las instituciones para obtener fines políticos. La idea de líder como estímulo del

comportamiento electoral la encontramos en Schumpeter (1942) quien afirmaba que la voluntad de los pueblos y de los grupos pueden estar latentes, incluso por décadas, hasta que son llamadas a la vida por algún líder político que los convierte en factores políticos. El líder organiza y estimula estas voluntades y las incorpora a su plataforma electoral. En estudios más actuales, se resalta la importancia de la dirección y comunicación (Brand 2005; Dewan, T., Myatt 2007; Dewan, Torum y Myatt 2008; Levi 2006) como la habilidad del líder de hacer de esta plataforma electoral en comprensible para sus seguidores y crear así un entendimiento común para perseguir los fines5. Y la importancia del uso de la indignación y la esperanza, emociones necesarias de los partidos de oposición para influir en la movilización del electorado ante un sistema de partidos que se resiste a la apertura (Castells 2012). A partir de estas perspectivas, vamos a entender aquí al líder como aquel personaje que tiene un mensaje en conflicto con el partido establecido, que centra la campaña en su persona y logra comunicarlo de manera efectiva para obtener el apoyo de los votantes. Se entenderá como líder a aquél que cuente con al menos dos de estas características a partir del análisis de los siguientes indicadores:



Utiliza un mensaje y plataforma electoral en conflicto con los partidos establecidos. Es decir, logra estimular la voluntad de los votantes y los convierte en su plataforma electoral (Schumpeter 1942).



Centra la campaña en su persona. El líder es más fuerte que el partido político que conduce y a través de su figura logra influir en el comportamiento de los votantes (Blondel 1987)



Logra comunicarse de manera efectiva. Es buen comunicador y por ello logra influir en los pensamientos y creencias de los votantes y movilizarlos a través de la indignación y esperanza (Castells 2012; Dewan, Torum y Myatt 2008; Levi 2006).

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Para Levi (2006) el liderazgo puede hacer que los votantes transformen o revisen sus creencias. Dewan, Torum y Myatt (2008) dicen que un comunicador claro es un líder cuyo uso del lenguaje lleva a un entendimiento común del mensaje que comunica y las implicaciones del mensaje.

En la siguiente tabla se presentan los casos analizados y su relación con estos indicadores: Tabla 2. Los indicadores de liderazgo en los casos analizados Candidato

Andrés Manuel

Mensaje en conflicto con los partidos establecidos Sí

Campaña centrada en su persona

Logra comunicarse efectivamente



No

No











López Obrador Manuel Velasco Coello Enrique Alfaro Ramírez

Fuente: elaboración propia

El candidato López Obrador construye su discurso atacando las consecuencias del aparato priista en el poder y su complicidad con el partido recién llegado, por lo que el 2006 parece la elección que realmente rompe con el sistema de partido hegemónico apelando a la opinión pública crítica y anti-PRI. Logra una campaña personalizada, ya que resalta sus logros en el gobierno del Distrito Federal e impulsa dicha agenda a nivel nacional. Además tanto sus propuestas como los ataques de la oposición giran en torno a su personalidad (García Bartolo 2006; Lund 2006; Merolla and Zechmeister 2009). Sin embargo, no logra comunicarse de manera efectiva ya que si bien intenta promover la esperanza con un mensaje anti-sistema hegemónico, recurre en errores de comunicación en cuanto a su participación en debates y al mal manejo de la guerra sucia, respuesta natural del sistema que busca su estabilidad6. En el caso de Velasco Coello, no cuenta con una plataforma electoral en conflicto con el sistema de partidos establecidos, ya que la estrategia política del PVEM (Cedillo Delgado 2007) estaba enfocada en alianzas con partidos en desde el 2000 con el PAN y en 2006 y 2012 con el

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En la resolución del TRIFE se reconocen las guerra sucia y la intervención del presidente Vicente Fox, pero se declara válida la elección.

PRI. Por ello, su liderazgo no tiene un sentido de oposición y el mensaje que maneja es similar al del entonces candidato a presidente Enrique Peña Nieto, basado en la exaltación de su imagen, el discurso al público femenino, el apoyo de las televisoras y las dádivas del sistema (Maldonado, Romeo V., Florez López 2012). Sin embargo, estos elementos le permiten tener una campaña centrada en su persona y comunicarse de manera efectiva con los votantes debido a su fuerza institucional. Por otra parte, el candidato Alfaro Ramírez sí contó con un mensaje en conflicto con los partidos consolidados, debido a que en Jalisco el descontento hacia el PAN perfilaba un regreso del PRI a la gubernatura, por lo que usa un mensaje en contra del bipartidismo (AlatorreRodríguez 2013). Tiene un mensaje personalizado, ya que resalta sus logros en el gobierno municipal de Tlajomulco e impulsa dicha agenda a nivel estatal, del mismo modo resalta su imagen en el desarrollo de la campaña (Morales, Guillermo Ruiz, Ponce Pérez 2012). Logra comunicarse eficazmente debido a que cuenta con una estrategia de comunicación ejemplar que incluso se vuelve tendencia nacional en términos de comunicación política7 de donde resaltan frases de la campaña que pudieron conectar con el elector y movilizarlo. Del mismo modo, provoca una respuesta en los partidos establecidos ante la amenaza que representaba al sistema (Foronda, M., González, A., Soto, M. y Strozzi 2012). Sin embargo, la existencia de líderes políticos en la oposición no es suficiente para transformar el sistema de partidos. Para que el liderazgo sea efectivo y su influencia tenga consecuencias, se analizarán los casos según las dos variables que afectan al sistema de partidos: apoyo electoral y fortaleza institucional. El liderazgo efectivo: apoyo electoral y fortaleza institucional Según nuestro análisis, para que el liderazgo tenga un verdadero impacto en el sistema de partidos, debe lograr un equilibrio entre el apoyo electoral y la fortaleza institucional. Es decir, un líder que logre mantener el apoyo electoral por encima de los partidos políticos establecidos y 7

En el caso de Enrique Alfaro, sobresale la Consultoría Política eu-zen como parte fundamental de la actividad política del líder. Además resalta el hecho de que en la campaña de Velasco Coello, hubo plagio a la canción de Alfaro Ramírez.

pueda unificar su proyecto personal en una estructura de partido que sea aceptada por la clase política, tendrá éxito en la alteración del sistema de partidos (Figura 3). Figura 3. El liderazgo efectivo y la alteración del sistema de partidos LIDERAZGO EFECTIVO

APOYO ELECTORAL

Fuente: Elaboración propia.

FORTALEZA INSTITUCIONAL

La alteración al sistema de partidos es en términos generales, la apertura de las hegemonías hacia un sistema representativo y competitivo (Dahl 1989). Esto se puede observar en el cambio del comportamiento electoral, por la decisión de permanencia o cambio en un partido a partir de los intereses y conflictos existentes en la sociedad (Seymour, Lipset, Rokkan 1967), así como por los factores políticos, en este caso el liderazgo para influir en las negociaciones políticas y de élite (Higley, John y Gunther 1992; Mainwaring 1998). El apoyo electoral, se entenderá como la obtención de votos al partido del líder, por encima de los obtenidos por los partidos establecidos. Los indicadores a analizar en los tres casos son los siguientes: •

Ventaja en los votos obtenidos.



Cambio en el comportamiento electoral. La presencia del líder influyó en los intereses y conflictos de los votantes, así logra modificar la tendencia electoral de las últimas elecciones (Seymour, Lipset, Rokkan 1967).

En la Tabla 3 se observa cómo los casos analizados lograron un alto impacto electoral y alterar la tendencia histórica. Tabla 3. Los indicadores del apoyo electoral Candidato

Apoyo electoral

Andrés Manuel

Alto

Rompe con la tendencia de las últimas 2 elecciones Alto

Alto

Alto

Alto

Alto

López Obrador Manuel Velasco Coello Enrique Alfaro Ramírez

Fuente: elaboración propia

En el caso de López Obrador (ver gráfica 1) es evidente cómo su figura logra romper con la tendencia histórica de las últimas elecciones en que el PRI y el PAN dominaban el naciente sistema de partidos competitivo nacional. En el caso de Velasco Coello es más complejo (gráfica 2) debido a el accidentado comportamiento electoral de Chiapas después del levantamiento zapatista. En el año 2000 se alían todos los partidos (incluido el PVEM) contra el PRI y sólo así pueden ganar con esta alianza electoral. En 2006, la alianza PRI-PRD-PT obtiene el triunfo sobre PRI-PVEM por poco más de 6 mil votos, sin embargo no hay datos electorales que registren los votos del PRI y del PVEM por separado. En el 2012, se incrementa el número de votantes así como la ventaja de más del doble de votos que en 2012. Del mismo modo, contamos con datos que separan al PVEM y al PRI donde se observan casi 50 mil votos para el PVEM por encima del PRI. En el caso de Jalisco, la tendencia bipartidista es clara y del mismo modo, es superada por la campaña de Alfaro Ramírez y rompe con la tendencia electoral (gráfica 3). La fortaleza institucional se analizará como la capacidad de sobrevivencia del proyecto del líder, en términos institucionales del partido que representa. Los indicadores que se analizarán en cada caso son:



Organización del partido. Es decir, logra organizar la estructura del partido a nivel de élite (Michels 1911; Sartori 1976)



Convierte votantes en militantes. Conserva el apoyo electoral y transforma a seguidores y simpatizantes en base de apoyo del partido político.



Negociación con las élites. Logra puntos de acuerdo con la élite establecida en términos institucionales (Higley, John y Gunther 1992; D. Katz 1973; Mainwaring 1998).

En la tabla 4 podemos podemos ubicar a los casos analizados: Tabla 4. Los indicadores de la fortaleza institucional Candidato

Liderazgo partido

del

Construye militancia

Andrés Manuel

Bajo

Medio

Puntos de encuentro con la élite establecida Bajo

Alto

Medio

Alto

Alto

Alto

Medio

López Obrador Manuel Velasco Coello Enrique Alfaro Ramírez Fuente: elaboración propia

En el caso de López Obrador es evidente que la fortaleza institucional ha sufrido cambios después de su momento cúspide en 2006. No logra tener el liderazgo en el PRD Nacional y son otros grupos los que logran controlar el partido. Después de las acciones posteriores a 2006 pierde una parte de sus seguidores y en 2012 va al segundo lugar de las preferencias (Ver Gráfica 4), esta vez por encima del PAN. En 2014 registra el partido de Movimiento de Regeneración Nacional y en 2015 será su primera prueba8 en las urnas para observar si logra consolidarse como un líder partidista y convertir a sus simpatizantes de 2006 en militantes en 2015 y hacia 2018. En cuanto a los puntos de acuerdo con las élites es difícil afirmar que se haya logrado un

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Pueden verse las encuestas que muestran ya la diferencia el apoyo a López Obrador del PRD.

acercamiento. Por el contrario, después del Pacto por México en 2012, López Obrador ha conservado su distancia de las cúpulas del PRI y del PAN. Por su parte, Velasco Coello, ha seguido una estrategia mediática en cuanto a la promoción de su imagen en todo el país como en su momento lo hiciera Peña Nieto, de quien tiene todo el apoyo. El apoyo electoral no es evidente por ahora ya que aún no termina su gestión de gobernador. Del mismo modo no hay manera de medir el impacto en sus votantes respecto a convertirlos a militantes, ya que sus jugadas han sido sobre todo institucionales. Su matrimonio con una actriz de la farándula, reafirma que es un caso a analizar en cuanto a su relación con las televisoras y la élite establecida. Su negociación de la élite es evidente pues es aliado del partido en la presidencia y vuelven a ir juntos en las elecciones de 2015. Si bien Alfaro Ramírez no ganó la gubernatura, tuvo una buena estrategia después de la derrota en 2012. Durante tres años supo llevar a cabo una estrategia con sus cinco diputados locales en el congreso, los actores claves en el partido político y la comunicación con los simpatizantes. En su actual contienda por la alcaldía de Guadalajara ha demostrado haber convertido a sus seguidores en militantes y hasta ahora su popularidad le da ventaja en las encuestas9. En cuanto a los puntos de encuentro con las élites, tiene acercamiento con la clase empresarial de Jalisco y organizaciones civiles, pero sigue en frontal conflicto con la élite priista de Jalisco, así como con difíciles relaciones con el grupo de la Universidad de Guadalajara. A partir del análisis de dichos indicadores, se puede clasificar a los tres casos analizados en el cuadrante del liderazgo efectivo según la influencia que tendrán en el sistema político (Ver figura 3).

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Pueden observarse las encuestas de preferencia electoral para Alfaro Ramírez en Guadalajara, Pablo Lemus en Zapopan y apoyo al voto por el partido Movimiento Ciudadano en las elecciones locales de Jalisco de 2015. Además la campaña de Alfaro Ramírez es considerada de las mejores en 2015.

Figura 3. El liderazgo y la alteración del sistema de partidos

Fuente: Elaboración propia.

Si bien López Obrador contaba en un inicio con gran apoyo electoral y débil fortaleza institucional, en los últimos años se ha situado en la parte central del cuadrante, aún con el gran reto de fortalecerse institucionalmente y de recuperar el apoyo electoral perdido. A partir de los siguientes años su reto será ser una opción de partido nacional e influir en el sistema político nacional a través de sus nuevos actores locales. Velasco Coello es un líder cuya fortaleza depende sólo de la fortaleza institucional y de las alianzas con el sistema, por lo que será difícil que logre influir en el sistema político e incluso implementar una agenda política distinta a la de los partidos políticos establecidos. El caso de Alfaro Ramírez es el que más se acerca al liderazgo efectivo debido a que guarda un equilibrio entre el apoyo electoral y la fortaleza institucional. Su reto será conservar el apoyo electoral ante la estrategia ofensiva de los partidos establecidos y la capacidad de encontrar puntos de acuerdo con la élite establecida para poder influir en el sistema político de Jalisco.

Conclusiones Es pertinente analizar el liderazgo y el sistema de partidos como indicadores de la democratización mexicana y del desarrollo de la oposición. El ejercicio del liderazgo en México había sido valorado sólo a partir de la gobernabilidad y la obtención de resultados, debido nuestro fuerte sistema presidencial y régimen hegemónico con el que contábamos. Ante la apertura del sistema político a la oposición, se observaron los recientes liderazgos en términos anti-institucionales e incluso de denigración por haber logrado conectar con las masas (Laclau 2005). Con esta propuesta de definición se puede analizar de manera objetiva el rol que tiene el liderazgo y sus consecuencias en términos institucionales en la democracia. En este trabajo mostramos que el liderazgo es importante en una democracia ya que aporta elementos básicos para la competencia y la pluralidad de las preferencias presentes en un régimen democrático. Al partir de la definición aquí discutida, el líder comprende los problemas políticos, los ofrece como plataforma electoral, los comunica de manera efectiva para influir en el comportamiento de los votantes y compite con otras plataformas y otros líderes. Este comportamiento del líder es fundamental en la democracia competitiva. El apoyo electoral es el primer paso para construir a un líder, debido a que el mensaje y la plataforma electoral lograron conectar con los votantes y se refleja en resultados electorales. Este es sólo el primer paso para influir en el sistema de partidos y posteriormente en el sistema político. La fortaleza institucional es la segunda dimensión necesaria para la consolidación del liderazgo en el sistema de partidos. Sólo a partir de la transformación de seguidores en militantes y en élite del partido y de el encuentro de puntos de acuerdo con la élite establecida, podrá influir de manera efectiva en la toma de decisiones. Sin duda, a partir de las elecciones de 2015 y en el desarrollo de estos gobiernos, podremos tener mejores conclusiones sobre la utilidad del concepto y la influencia del liderazgo en las democracias actuales. Por otro lado, el enfoque del liderazgo efectivo podría usarse para analizar el impacto que tendrán las candidaturas independientes, recién aprobadas en México,

sobre todo en el caso de El Bronco10 en Nuevo León o Kumamoto en Jalisco11. En el caso de Italia y España podríamos analizar del mismo modo lo que ha significado Beppe Grillo y el Movimento Cinque Stelle, así como el fenómeno Podemos y Ciudadanos, que son manifestaciones que buscan alterar el sistema de partidos de los contextos políticos específicos, estos últimos tomando en cuenta el parlamentarismo y la preponderancia de los partidos políticos sobre los actores. BIBLIOGRAFÍA Alatorre-Rodríguez, Felipe J. 2013. “La Zona Metropolitana de Guadalajara  : Sus Movimientos Ciudadanos, Tendencias Y Retos.” In Precarización Y Cambios En Las Zonas Metropolitanas de México, ed. M. Becerra-Pozos, L. y López-Menéndez. México, D.F.: Red Mexicana de Investigadores Juan Pablos Editor. Blondel, Jean. 1987. 19 Presidential Studies Quarterly Political Leadership: Towards a General Analysis. SABE Publications. Brand, H. W. 2005. Andrew Jackson: His Life and Times. Doubleday. Cansino, César. 2000. La Transición Mexicana 1977-2000. México, D.F.: Ediciones Centro de Estudios de Política Comparada. Castells, Manuel. 2012. Redes de Indignación Y Esperanza. Madrid: Alianza Editorial. Cedillo Delgado, Rafael. 2007. “Organización Y Estrategias de Los Partidos Políticos Emergentes En México: Partido Verde Ecologista de México, Partido Del Trabajo Y Convergencia.” Espacios Públicos 10: 110–26. Dahl, Robert. 1989. La Poliarquía. Tecnos Mad. Dewan, T., Myatt, P. 2007. “Leading the Party: Coordination, Direction and Communication.” American Political Science Review 101(4): 823–43. Dewan, Torum y Myatt, David. 2008. “The Quality of Leadership: Direction, Communication and Obfuscation.” American Political Science Review 102(3).

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Quien ya cuenta con dos de los indicadores del líder mencionados: apoyo electoral en las encuestas que rompe con las tendencias históricas. Además ya fue sujeto de guerra sucia por parte de actores nacionales como Felipe Calderón, quien volvió a usar los adjetivos negativos de López Obrador pero esta vez para el candidato independiente Jaime Rodríguez “el Bronco”. 11 Igual candidato independiente, pero cuyo proyecto aún no parece ser una amenaza para los partidos en el poder, debido a que en las encuestas aún no muestra ventaja y no ha recibido guerra sucia.

Foronda, M., González, A., Soto, M. y Strozzi, A. 2012. Violaciones a La Ley; Documentación de Violaciones a La Ley Electoral En Materia de Comunicación, Durante El Proceso Electoral Local de 2012. México, D.F. García Bartolo, Moisés Sinuhé. 2006. “La Construcción de Un Liderazgo: Esbozo Biográfico de Andrés Manuel López Obrador.” El Cotidiano 21(141). Higley, John y Gunther, Richard. 1992. Elites and Democratic Consolidation in Latin America and Southern Europe. Cambridge University Press. Katz, D. 1973. “Patterns of Leadership.” In Handbook of Political Psychology, San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Katz, Richard S., and Peter Mair. 1995. “Changing Models of Party Organization and Party Democracy: The Emergence of the Cartel Party.” Party Politics 1: 5–27. Laclau, Ernesto. 2005. La Razón Populista. Fondo de Cultura Económica. Levi, M. 2006. “Why We Need a New Theory of Government.” Perspectives on Politics 4(1): 5– 19. Linz, Juan José, and Alfred C. Stepan. 1996. “Toward Consolidated Democracies.” Journal of Democracy 7(2): 14–33. Lund, Daniel. 2006. “La Candidatura de Andrés Manuel López Obrador: Hacia Un Estudio de Caso En Política Electoral.” Revista Mexicana de Opinión Pública 2. Mainwaring, Scott. 1998. “Rethinking Party Systems Theory: The Importance of Party System Institutionalization.” (October 1998): 37. Maldonado, Romeo V., Florez López, Sélica. 2012. “Manuel Velasco Coello, ¿fenómeno de Popularidad En Chiapas?” El Cotidiano, Universidad Autónoma Metropolitana Univedad Azcapotzalco 175: 91–100. Méndez Martínez, José Luis. 2013. Liderazgo Político. México, D.F.: Editorial Siglo XXI. Merolla, Jennifer L., and Elizabeth J. Zechmeister. 2009. “Las Percepciones de Liderazgo En El Contexto de Las Elecciones Mexicanas de 2006.” Politica y Gobierno: 41–81. Michels, Robert. 1911. La Sociologia Del Partito Politico Nella Democrazia Moderna: Studi Sulle Tendenze Oligarchiche Degli Aggregati Politici. Torino: UTET. Moch Arias, Rita. 2002. “La Paradoja de La Democratización Nacional Y Local En México.” Convergencia 9(30): 27–46.

Morales, Guillermo Ruiz, Ponce Pérez, Guadalupe Arisbeth. 2012. “El Proceso Electoral de Jalisco: Una Sorpresa Esperada.” El Cotidiano 176: 87–100. Navarrete Vela, Juan Pablo. 2009. “El Papel Del Liderazgo Partidista En El Sistema de Partidos En México.” CONFines 5(10): 55–69. Sartori, Giovanni. 1976. Partidos Y Sistema de Partidos. 2005th ed. Alianza Editorial. Schumpeter, Joseph A. 1942. Capitalismo, Socialismo Y Democracia. folio. Seymour, Lipset, Rokkan, Stein. 1967. Party Systems and Voter Alignments: Cross-National Perspectives. New York: The Free Press. Weber, Max. 1919. El Político Y El Científico. 2001st ed. Alianza Editorial.

Gráficas Gráfica 1. Apoyo electoral Andrés Manuel López Obrador para Presidente de la República 2006 20,000,000   18,000,000  

17,181,651  

16,000,000  

15,104,164  

14,000,000  

12,654,930  

12,000,000   10,000,000   6,000,000  

14,683,096   PRI   9,237,000  

9,146,841  

8,000,000  

14,916,927  

5,852,134  

PAN   PRD  

5,842,589  

4,000,000   2,000,000   0   1994  

2000  

2006  

Fuente: Elaboración propia con datos del IFE Gráfica 2. Apoyo electoral Manuel Velasco Coello para gobernador de Chiapas 2012 1,400,000   1,242,275  

1,200,000  

PRI-­‐PVEM  

1,000,000  

PRI  

800,000   600,000   400,000  

525,050   468,110  

553,270  

646,044  

546,988  

596,231  

PVEM   PRD-­‐PT-­‐MC  

348,506   PAN-­‐PRD-­‐PT-­‐PVEM-­‐ Convergencia-­‐PCD-­‐PAS-­‐PSN  

200,000   0   2000  

2006  

2012  

Fuente: Elaboración propia con datos del IEPC Chiapas

  Gráfica 3. Apoyo electoral Enrique Alfaro Ramírez para gobernador de Jalisco 2012 1,400,000   1,200,000  

1,296,745   1,187,822  

1,113,562  

1,000,000   800,000  

1,161,622  

983,502   936,657  

965,470   PRI  

783,601   672,904  

600,000  

PAN   MC  

400,000   200,000   0  

17,829   2006  

6,920   2000  

0   1994  

2012  

Fuente: Elaboración propia con datos del IEPC Jalisco.

Gráfica 4. Apoyo electoral Andrés Manuel López Obrador para Presidente de la República 2012 25,000,000  

20,000,000   17,181,651  

15,104,164  

14,916,927  

15,000,000   12,654,930   10,000,000  

5,000,000  

12,786,647  

5,842,589  

0   1994  

2000  

Fuente: Elaboración propia con datos del IFE/INE.

2006  

PRI   PAN   PRD  

9,237,000  

9,146,841   5,852,134  

14,683,096  

15,896,999  

2012  

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