La importancia de la precipitación de niebla

Share Embed


Descripción

La importancia de la precipitación de niebla Luis Antonio Gómez González y Ángel B. Fernández López

no de los rasgos más característicos del monteverde canario son los ambientes nublados asociados a su área de distribución. Esta zona de nieblas frecuentes se extiende en la vertiente norte de las islas de mayor relieve en una franja altitudinal que oscila aproximadamente entre los 700 y los 1500 metros, y que llegan a afectar a las cabeceras de la vertiente sur cuando las dorsales insulares no superan esa ultima altitud, como es el caso de La Gomera. Su formación esta asociada a las masas de aire fresco y húmedo transportadas por los vientos alisios que al encontrarse con las masas insulares se ven obligadas a ascender por sus vertientes norte, expandiéndose y enfriándose, hasta alcanzar finalmente el punto de condensación. Cuando las nieblas atraviesan los bosques de mon-

U

teverde, depositan por contacto pequeñas gotas de agua, que se forman sobre los obstáculos que el entramado vegetal interpone a su paso. La concentración posterior de las minúsculas gotas atrapadas en la vegetación, forman nuevas gotas de mayor tamaño que terminan cayendo al suelo, fenómeno que se conoce como precipitación de niebla. La formación, distribución e incidencia de las nieblas depende mucho de la orografía y en concreto del grado de exposición a los alisios, así como de la altitud. Por todo ello, las nieblas contribuyen de un modo esencial a la heterogeneidad ambiental y, consecuentemente, a la formación del complejo mosaico de bosques que caracteriza al Monteverde, al mismo tiempo que son un elemento fundamental del funcionamiento de su ciclo hidrológico.

Pie de foto Chorro de Meriga. (Foto A. B. Fernández)

92

93

La importancia de la precipitación de niebla

El estudio de la precipitación de niebla: antecedentes

Precipitación de niebla captada por un pino en el Alto de Garajonay. (Foto A. B. Fernández)

Mar de nubes cubriendo las zonas bajas del monte en el Barranco del Cedro. (Foto A. B. Fernández)

A pesar de las numerosas especulaciones que se han realizado en torno a la importancia de la precipitación de niebla en el monteverde canario, lo cierto es que sólo recientemente se han realizado estudios rigurosos que evalúan este fenómeno. Santana (1987) fue el primero en abordar de una manera parcial este tema, así como Marzol et. al. (1994) y Aboal (1998). Las mayores limitaciones de estos trabajos se debían a las pocas situaciones topográficas consideradas y los cortos períodos de tiempo estudiados. Más recientemente, la precipitación de niebla ha despertado mucho interés debido a su posible utilización como recurso hídrico para la población de las zonas de medianías en Canarias. De este modo se han realizado estudios sobre la captación de agua de nieblas con dispositivos captanieblas cuyo período de muestreo abarca varios años (Marzol, 2001, 2002; Marzol y Valladares, 1998; Marzol et al., 1997), habiendo sido todos ellos desarrollados en Tenerife. De hecho, actualmente,

en los archipiélagos de Canarias y Madeira, se ha comenzado el desarrollo de la red DYSDERA, a través del proyecto INTERREG III- B de captación de aguas atmosféricas, que promueve la distribución comercial de estaciones de recogida que, a la vez que producen agua para consumo, facilitan datos climatológicos destinados a construir un perfil de rendimientos y costes, así como una metodología de instalaciones, exportable en su momento a otros puntos de la Unión Europea. En lo que concierne a la captación de nieblas por la vegetación, uno de los estudios más completos ha sido el realizado en el Parque Nacional de Garajonay (Gómez-González y Fernández, 2003), en el que se cuantifica la precipitación debida a las nieblas en los diferentes tipos de bosques del Parque, teniendo en cuenta diversos componentes de la precipitación (precipitación normal, precipitación penetrante y escurrido cortical), así como la descripción de su variación temporal. Por último, también dentro del Parque Nacional de Garajonay, se han realizado trabajos más detallados, aunque más limitados en el espacio y en el tiempo, abarcando los principales componentes del ciclo hidrológico (García-Santos et al. 2004, Ritter et al. 2005).

Nieblas ascendentes sobre vertientes inclinadas. (Foto A. B. Fernández)

ISLA DE LA GOMERA NUBOSIDAD

Nubosidad frecuente. N. de horas de sol anual menor de 1800. Nubosidad media. N. de horas de sol anual 1800 - 2600.

El Programa de Seguimiento Ecológico y el estudio de la precipitación de niebla en el Parque Nacional de Garajonay. Materiales y métodos

En determinadas condiciones climatológicas, cuando las nieblas rebosan las cresterías afiladas, se forman gigantescas cascadas de niebla. (Foto A. B. Fernández)

Nubosidad escasa. N. de horas de sol anual mayor de 2600. Área de contacto frecuente con niebla incluso en verano. N. de horas de sol anual menor de 1800. Área de contacto frecuente con niebla. N. de horas de sol anual menor de 1800 - 2000. Área de contacto regular con niebla, salvo en verano que son esporádicos. N. de horas de sol anual 2200 - 2600. Límite del Parque Nacional de Garajonay Límite de protección del Parque

Mapa de nubosidad de la Isla de la Gomera. (Foto A. B. Fernández)

94

El Parque Nacional de Garajonay viene desarrollando desde el año 1994 un Programa de Seguimiento Ecológico que se articula en base a un Plan Básico de estudio de la vegetación y diversos Planes Complementarios, que profundizan en el conocimiento de los elementos bióticos de sus ecosistemas y el medio abiótico en el que se desarrollan. Entre los factores abióticos que actúan como condicionantes de la distribución de las especies vegetales destaca por su importancia la precipitación de niebla. El Programa de Seguimiento dedica parte de sus esfuerzos a la cuantificación de este pará-

Dispositivas para el estudio del escurrido cortical y la precipitación penetrante. (Foto A. B. Fernández)

95

La importancia de la precipitación de niebla

metro y al estudio de su variación espacial y temporal en diferentes ecosistemas. Estos trabajos se desarrollan tanto en parcelas denominadas de Nivel Detallado, donde se concentra la toma de datos correspondientes a diversos estudios ecológicos, como en otros puntos con estaciones pluviométricas correspondientes al Plan Complementario Meteorológico del Parque. Se contempla, en la medida de lo posible, la mayor parte de situaciones topográficas existentes, teniendo en cuenta orientación, altitud y exposición, entre otros parámetros. Dado que el estado de conservación de la vegetación influye muy probablemente en la captación de las nieblas, se situaron, además, estaciones en parcelas de estudio que presentaban distintos grados de degradación. Estas parcelas se localizan, bien en áreas que presentan diferentes estadíos de desvitalización (decaimiento del dosel por razones no bien conocidas), bien en matorrales de substitución, o bien en zonas que han sufrido cortas a hecho (formaciones de escaso porte, muy densas). En estas últimas se incluyen además zonas sometidas a tratamientos de restauración (experiencias de aclareo), con

el fin de evaluar los efectos de la gestión. Tras integrar y comparar la información procedente de los bosques bien conservados y sus manifestaciones alteradas, puede obtenerse una visión lo más completa posible del efecto de la precipitación de niebla en el Parque. Los parámetros pluviométricos considerados son dos: la precipitación normal y la precipitación neta. La precipitación normal (PN) es aquella cantidad de agua que cae en campo abierto o sobre la copa de los árboles, sufriendo en este último caso una redistribución debido a la estructura de la bóveda forestal. Por otro lado, la precipitación neta (Pn) es un parámetro compuesto por otros dos factores, la precipitación penetrante (Pp, que atraviesa la bóveda forestal hasta el suelo) y el escurrido cortical (el agua que escurre por la superficie de ramas y troncos hasta el suelo. Para recoger la precipitación normal se utilizan pluviómetros de la red del Instituto Nacional de Meteorología. Cada uno de ellos se toma como referencia para la parcela de estudio de seguimiento más cercana, allí donde fue posible.

Para la recogida de la precipitación penetrante se utilizan pluviómetros fabricados con botellas de polipropileno que se sitúan al azar en las coordenadas de una malla cuadrangular, situada al lado de cada parcela. Para registrar los valores del otro componente de la precipitación neta, el escurrido cortical, se seleccionan varios árboles de diferentes especies, que son tipificados en función de diversas características de su copa y tronco. Alrededor de este último se sitúan unos anillos de caucho, dotados de un orificio en el que va conectado un tubo que conduce el agua que escurre sobre su superficie hasta el depósito de recogida. El escurrido cortical ha sido estudiado en todas las parcelas de nivel detallado, y los valores porcentuales obtenidos se emplearon para calcular los valores hipotéticos en estaciones situadas en ecosistemas de similares características.

Resultados obtenidos y discusión En la tabla 1 se muestran las localidades incluidas en este estudio, sus características topográficas más sobresalientes, el tipo de ecosistema que se encuentra en ellas en la actualidad y los valores anuales medios de precipitación normal, precipitación neta (penetrante y escurrido cortical), expresadas en mm, así como los valores porcentuales respectivos. En la tabla 2 se muestran los valores mensuales medios correspondientes a los tipos de precipitación considerados, la precipitación normal o incidente, la precipitación penetrante y la precipitación neta (precipitación penetrante y escurrido cortical), expresados en mm.

Inmediatamente llama la atención que la relación entre la precipitación neta y la normal o incidente varía mucho dependiendo de la altitud. Las áreas de laurisilva de cuenca, situadas en los fondos de las cuencas de la vertiente N en torno a los 950 m, la laurisilva de ladera situada en la vertiente norte, en torno a 1100 m, y las de fayal-brezal (maduro y degradado) en vertiente sur, donde la altura de la dorsal es inferior a 1100 metros, lo que permite el rebose frecuente de las nieblas hacia esta vertiente, son las que presentan una relación Pn/PN próxima a 1, es decir, tienden a igualarse. En estas áreas, y de una manera especial durante los periodos de invierno y de transición del verano al otoño, existe una pérdida de precipitación penetrante, siendo la cantidad de agua que penetra en el bosque inferior a la exterior. El resto del año la precipitación neta es, en general, superior, existiendo pues un aporte suplementario que compensa y excede la precipitación normal. Esto es especialmente importante en marzoabril y el período de verano. Asimismo, no se observan diferencias sustanciales entre la parcela desvitalizada y la que se presenta en buen estado. En la figura 1 se pueden observar estos resultados. Sin embargo, en las áreas de laurisilva de til, situadas a cotas algo inferiores, por debajo de los 800 m en vertiente norte, la acción del mar de nubes es más limitada, y sólo en verano la precipitación penetrante es algo superior, como puede observarse en la figura 2. Por otro lado, en la figura 3 pueden apreciarse las variaciones anuales de los valores de precipitación en las áreas de fayal-brezal orientado al sur, donde existe un régimen anual de precipitaciones muy similar. Estas áreas, aún a pesar de estar situadas en la vertiente SW, están influidas por el mar de nubes que rebasa las cumbres y avanza a favor de la pendiente, originando

Chorro de Meriga. (Foto A. B. Fernández)

96

97

La importancia de la precipitación de niebla

PRECIPITACIÓN NETA mm - %

PRECIPITACIÓN PENETRANTE mm - %

ESCURRIDO CORTICAL mm - %

664,5

1068.2

160.7

1050.8

158.1

17.4

2.6

1999-2005

792,7

1238.3

156.2

1216.1

153.4

22.2

2.8

LN

2001-2005

569.9

725.0

127.2

713.6

125.2

11.4

2.0 (e)

Laurisilva de niebla

LN

1999-2005

796,4

907.1

113.9

891.5

111.9

15.6

2.0

LCVD

1999-2005

651,2

674.9

103.6

661.6

101.6

13.3

2.0

ALTITUD (m)

SITUACIÓN

ORIENTACIÓN

TIPO DE ECOSISTEMA

CÓDIGO

PERÍODO DE FUNCIONAMIENTO

PRECIPITACIÓN NORMAL (mm)

BAILADERO

1025

Cumbre

N

Brezal de Erica scoparia

BCES

1999-2005

TAJAQUÉ

1225

Cumbre

N

Brezal de Erica arborea

BCEA

APARTACAMINOS

1000

Cumbre

NW

Laurisilva de niebla

NORUEGOS

1275

Ladera

N

LOCALIDAD

ARAMAQUÉ

950

Cuenca

N

Laurisilva de cuenca desvitalizada (Persea indica)

PALOS PELADOS

975

Ladera

SW

Fayal-brezal degradado

FBD

1999-2005

645,7

644.3

99.8

600.8

93.0

43.5

6.7

ACEVIÑOS

950

Cuenca

N

Laurisilva de cuenca de Persea indica

LCV

1999-2005

651,2

632.1

97.1

628.6

96.5

3.5

0.5

CAÑADA DE JORGE

980

Ladera

SW

Fayal-brezal

FB

1999-2005

645,7

617.7

95.7

585.1

90.6

32.6

5.1

AGUATOSCA I

1250

Ladera

SW

Fayal-brezal

FB

2001-2005

694.8

603.2

86.8

567.8

81.7

35.4

5.1 (e)

CEDRO

1000

Ladera

NE

Laurisilva de ladera

LL

1987-2005

723.2

619.7

85.7

607.5

84.0

12.2

2.0 (e)

ARGUMAME

1300

Ladera

S

Fayal-brezal

FB

2001-2005

694.8

528.6

76.1

493.2

63.2

35.4

5.1 (e)

FUENSANTA II

1000

Ladera

NE

Fayal-brezal degradado aclarado

FBD

2001-2005

572.2

406.3

71.0

370.6

64.8

35.7

5.1 (e)

LA MESETA

775

Cuenca

NE

Laurisilva de cuenca de Ocotea foetens

LCT

2001-2005

599.1

413.7

69.1

410.7

68.6

3.0

0.5 (e)

FUENSANTA I

1000

Ladera

NE

Fayal-brezal degradado

FBD2

2001-2005

572.2

328.5

57.4

281.6

49.2

46.9

6.7 (e)

AGUATOSCA II

1250

Ladera

SW

Jaral de Cistus monspeliensis

JCM

2001-2005

694.8

350.8

50.5

350.8

50.5

-

-

Tabla 1. Parcelas estudiadas, principales características topográficas y valores anuales medios y porcentajes correspondientes a la precipitación normal, precipitación penetrante y escurrido cortical) en cada una de las parcelas muestreadas. Los porcentajes de precipitación penetrante y escurrido cortical se han calculado con respecto al total de precipitación normal. * (e) escurrido cortical estimado a partir de datos de ecosistemas análogos

98

99

La importancia de la precipitación de niebla

ECOSISTEMA

LOCALIDAD

BCES

BAILADERO

BCEA

TAJAQUÉ

LN

APARTACAMINOS

LN

NORUEGOS

LCVD

ACEVIÑOS

LCV

ARAMAQUÉ

FBM

CAÑADA DE JORGE

FBD

PALOS PELADOS

LL

CEDRO

FBD

AGUATOSCA I

LCT

LA MESETA

FBD

LOMO DEL DINERO

FBD

ARGUMAME

FBDA

FUENSANTA II

JCM

AGUATOSCA I

FBD

FUENSANTA I

PREC. **

E

F

M

A

M

J

J

A

S

O

N

D

TOTAL (l/m2)

PN

84,3

64,6

61,3

40,4

12,0

1,3

0,0

2,0

11,4

80,6

129,0

177,6

664,5

Pn

112,1

80,9

94,1

92,1

63,2

64,4

63,1

42,7

33,7

110,8

135,0

158,6

1050,8

PN

101,8

83,5

96,0

56,1

17,4

8,6

1,6

4,9

20,4

106,1

151,0

145,4

792,7

Pn

128,7

110,5

130,5

112,2

77,7

53,3

31,7

25,6

27,3

107,3

188,3

223,2

1216,1

PN

80,5

56,2

71,6

35,5

9,0

4,2

3,1

2,2

12,1

54,3

117,6

123,6

569,9

Pp

86,4

70,4

80,0

52,7

38,8

25,9

25,6

22,7

20,1

53,8

105,4

131,7

713,6

PN

90,9

84,9

94,3

51,3

14,6

6,4

0,9

3,0

16,1

91,6

154,8

187,6

796,4

Pn

102,2

85,6

104,2

62,6

23,8

14,8

4,4

4,2

9,8

93,3

170,1

217,2

891,6

PN

111,0

64,8

64,9

38,7

15,1

3,6

4,6

3,6

10,1

84,3

97,7

152,9

651,2

Pn

99,9

55,2

70,2

57,0

10,5

13,5

7,0

3,8

15,4

85,0

112,6

131,4

661,6

PN

111,0

64,8

64,9

38,7

15,1

3,6

4,6

3,6

10,1

84,3

97,7

152,9

651,2

Pn

99,6

53,2

71,3

54,3

9,3

12,1

5,6

3,8

7,9

67,8

112,1

131,9

628,7

PN

87,2

75,2

75,9

35,7

12,5

5,9

1,4

1,1

6,9

76,4

118,1

149,3

645,7

Pn

71,1

47,5

64,8

41,1

27,5

23,9

14,9

7,1

8,6

59,1

102,2

117,2

585,1

PN

87,2

75,2

75,9

35,7

12,5

5,9

1,4

1,1

6,9

76,4

118,1

149,3

645,7

Pn

93,3

50,2

69,3

43,3

15,4

18,0

10,6

5,1

13,6

55,6

107,4

119,0

600,8

PN

98,1

55,1

89,0

45,5

17,6

10,1

6,7

1,3

16,7

86,7

120,0

176,3

723,2

Pp

91,4

64,1

69,5

37,2

13,2

15,1

7,5

5,2

15,2

57,6

99,7

132,0

607,5

PN

71,1

91,2

101,1

24,8

13,7

5,5

0,9

2,7

10,6

68,6

147,4

157,1

694,8

Pp

64,1

70,0

91,1

31,3

9,3

5,8

0,5

1,1

4,0

47,3

91,7

151,7

567,8

PN

95,9

75,5

46,8

34,1

6,6

1,8

0,0

3,4

10,3

63,2

111,3

150,3

599,1

Pp

58,0

43,7

56,9

20,4

7,9

2,7

3,2

3,6

5,7

41,0

80,1

87,5

410,7

PN

76,8

48,7

65,1

32,8

16,0

11,7

5,0

2,5

16,6

74,2

95,7

127,1

572,2

Pp

50,6

35,8

43,1

21,2

6,6

3,2

1,7

1,5

7,9

49,1

68,1

84,5

373,3

PN

71,1

91,2

101,1

24,8

13,7

5,5

0,9

2,7

10,6

68,6

147,4

157,1

694,8

Pp

58,4

67,2

72,7

18,2

7,7

1,5

0,1

0,8

3,2

46,1

66,3

151,1

493,2

PN

76,8

48,7

65,1

32,8

16,0

11,7

5,0

2,5

16,6

74,2

95,7

127,1

572,2

Pp

49,7

47,9

50,2

25,6

5,1

0,4

8,1

1,2

4,2

40,0

72,4

65,7

370,6

PN

71,1

91,2

101,1

24,8

13,7

5,5

0,9

2,7

10,6

68,6

147,4

157,1

694,8

Pp

50,5

40,9

53,5

12,6

3,5

2,6

0,0

0,7

2,1

30,2

53,1

101,1

350,8

PN

76,8

48,7

65,1

32,8

16,0

11,7

5,0

2,5

16,6

74,2

95,7

127,1

572,2

Pp

34,5

37,3

38,8

19,4

3,7

0,3

5,0

0,9

3,4

31,9

53,6

52,9

281,6

Tabla 2. Valores mensuales medios correspondientes a la precipitación normal, precipitación neta (penetrante y escurrido cortical) en cada una de las parcelas muestreadas . * LN: laurisilva de niebla; LCV: laurisilva de cuenca de viñátigo; LCVD: laurisilva de cuenca de viñátigo desvitalizada; FBM: fayal-brezal maduro; FBD: fayal-brezal degradado; FBDA fayalbrezal degradado aclarado BCEA: brezal de cumbre de E. arborea; BCES: brezal de cumbre de E. scoparia ssp. Platycodon; LCT: laurisilva de cuenca de til; JCM: Jaral de Cistus monspeliensis. ** Prec.: Precipitación; PN: normal o incidente; Pn: neta (penetrante más escurrido cortical); Pp: penetrante. En azul+negrilla se denota el valor del tipo de precipitación que resulta superior en cada mes, así como en el total

100

101

La importancia de la precipitación de niebla

Cuando la niebla satura de humedad el bosque, éste nos muestra su cara mágica. (Foto A. B. Fernández)

Figura 2. Variación anual de los valores medios de precipitación normal y precipitación penetrante en LCT: laurisilva de cuenca de til

una situación especial que permite que en verano existan valores altos de precipitación neta. El período durante el cual la precipitación en el interior del bosque es menor a la precipitación normal o incidente es más continuo, desde septiembre hasta marzo (con la excepción del mes de enero en el fayal-brezal degradado). No se observan diferencias acusadas entre el fayal brezal maduro y el degradado, aunque en este último caso el bosque no se encuentra en una etapa inicial de degradación, sino que ya ha alcanzado un cierto porte y ha tenido lugar un importante autoaclareo. Si se comparan estas áreas de fayal brezal, localizado en cotas inferiores, con otras de cotas más elevadas (Aguatosca y Argumame), situadas también en la misma vertiente, se advierte que, al ascender en altitud, la relación entre precipitación penetrante y precipitación normal desciende, lo que denota el menor flujo de las nieblas en la vertiente sur a medida que la dorsal insular alcanza mayores altitudes. En la figura 4 se puede observar la distribución de los valores medios anuales de los diferentes tipos de precipitación de los brezales de cumbre. Las parcelas seleccionadas se hallan situados en las cresterías orientadas al norte de la isla, aunque a altitudes diferentes (1025 m en el de tejo -Erica scoparia- y 1225 m en el de brezo -Erica arborea-), y que son lugares de paso de nieblas entre las vertientes norte y sur. En ellos se registran los valores más altos de precipitación neta, muy superiores

Figura 1. Variación anual de los valores medios de precipitación normal, precipitación penetrante y escurrido cortical en áreas de laurisilva de cuenca. LL: Laurisilva de ladera; LCV: laurisilva de cuenca; LCVD: laurisilva de cuenca desvitalizada

102

103

La importancia de la precipitación de niebla

El programa de seguimiento ecológico del Parque mantiene una importante red de estaciones para el seguimiento de variables hidrológicas y meteorológicas. (Foto A. B. Fernández)

a los valores de precipitación normal, especialmente durante los meses de verano. Esta diferencia es especialmente acusada en el brezal de tejo, afectado de lleno por las nieblas durante el período estival, mientras que en el de brezo la incidencia es menos acusada en esta estación por hallarse con frecuencia por encima del nivel de nieblas. Por el contrario, en el brezal de tejo no se registran diferencias apreciables entre los dos tipos de precipitaciones en los meses invernales de noviembre y diciembre, existiendo sin embargo un aporte bastante apreciable de precipitación de nieblas en el brezal de brezo. En estas estaciones las precipitaciones registradas en el interior del bosque son casi siempre muy superiores a las registradas en el exterior. Este mismo fenómeno ocurre en la laurisilva de nieblas, situadas en algunos casos cerca de las cresterías, por debajo del brezal de cumbre, a unos 1275 m de altitud, así como en otras áreas próximas a cumbres más bajas, sobre los 1000 m, donde se observan también valores altos de precipitación neta. En estas últimas áreas, correspondientes a cumbres más bajas con influencia plena del mar de nubes en verano, los valores de precipitación neta se acercan a los registrados en el brezal de cumbre de Erica scoparia. De este modo, en estos bosques se registran valores altos de precipitación neta que compensan la carencia de precipitación normal en esa estación del año. La variación anual de los valores de precipitación correspondientes a estas estaciones puede ser observada en la figura 5.

Las precipitaciones más altas en el interior del bosque correspondieron a los brezales de cumbre, tanto al de brezo (1216.1 mm) como al de tejo (1050.8 mm), seguidas por las dos estaciones correspondientes a la laurisilva de nieblas. Los valores más bajos se registraron en el fayal-brezal degradado (estaciones de Fuensanta) situado en la vertiente norte, en un estadio de vegetación de poco desarrollo y muy enmarañada. En estas parcelas, que forman parte de un experimento de aclareo de monte (resalveo), encaminado a acelerar los procesos de restauración, se observa que la parcela control no llega a superar los 300 mm de precipitación neta mientras que la parcela aclarada presentaba una precipitación superior (unos 100 mm por encima de la media de esa misma parcela). Asimismo el jaral de Aguatosca presentaba una reducción muy acusada de la precipitación neta respecto al fayal brezal próximo que sirve de referencia. Todo ello parece confirmar las graves consecuencias que tiene la degradación de la cubierta vegetal para la captación de agua de nieblas por parte de la vegetación. Si expresamos la precipitación recogida en el interior del bosque como porcentaje de la precipitación recogida en el exterior (Pn/PN), los valores más altos corresponden al brezal de cumbre de tejo (158,1 % de la precipitación normal), y ligeramente más bajos en el de brezo (153.4 % de la precipitación normal). Si no consideramos las diferencias debidas al estado de conservación del bosque, los valores más bajos se registran en zonas de cotas bajas de la vertiente norte (La

Torreta con sensores de variables meteorológicas para el seguimiento comparativo de las variables ambientales en el interior y en el exterior del bosque. (Foto A. B. Fernández)

Figura 3. Variación anual de los valores medios de precipitación normal, precipitación penetrante y escurrido cortical en áreas de fayal-brezal. FB: fayal-brezal ; FBD: fayal-brezal degradado

104

105

106

107

La importancia de la precipitación de niebla

Meseta) v en cotas elevadas de la vertiente sur (Argumame), debido a la baja incidencia de las nieblas. Por último, los mínimos de Pn/PN están claramente asociados a áreas que sufren un deterioro de la vegetación, registrándose en el fayal-brezal degradado (49.2 % de la precipitación normal) y matorrales de sustitución de jara (Cistus monspeliensis), de un 50.5 %, por las razones apuntadas en el párrafo anterior. En la figura 6 se puede observar la distribución de los valores medios anuales de los diferentes tipos de precipitación de estas dos localidades. Éstas son las situaciones estudiadas en las que se registran las precipitaciones netas más bajas. Respecto a la importancia del escurrido cortical, casi la totalidad de la precipitación recogida en el interior del bosque corresponde a precipitación penetrante (aquella que atraviesa la cubierta vegetal y llega al suelo), oscilando entre un 92.8 y un 99.4 de ésta. El resto se recoge en forma

de escurrido cortical, alcanzando éste su valor máximo en el fayal-brezal degradado, llegando hasta los 46.6 mm (6.7 % de la precipitación normal). La precipitación neta registrada en los diferentes ecosistemas del Parque alcanza pues, en casi todos los casos, valores próximos a los de la precipitación incidente, cuando no los superan claramente en situaciones favorables a lo largo de la vertiente norte de las cumbres. Esto viene a confirmar la importancia de la precipitación de nieblas, que es la responsable de compensar la intercepción de la precipitación incidente por parte de la bóveda del bosque y de superar ese valor en numerosos casos. Téngase en cuenta, como referencia, que en bosques perennifolios sin presencia de nieblas, la intercepción oscila entre un 30 y un 40%, cantidades aproximadas a las registradas en estaciones situadas en zonas con escasa incidencia de nieblas, como ocurre con la laurisilva de cuenca con til ó el brezal de Argumame.

Figura 4. Variación anual de los valores medios de precipitación normal, precipitación penetrante y escurrido cortical en áreas de brezal de cumbre. BCES: Brezal de cumbre de Erica scoparia ssp. platycodon; BCEA: Brezal de cumbre de Erica arborea

108

ISLA DE LA GOMERA PRECIPITACIÓN HORIZONTAL

Mayor de 400 mm. 150 - 400 mm.. 50 - 150 mm. 0 - 50 mm. Nada Límite del Parque Nacional de Garajonay Límite de protección del Parque

Mapa de precipitación horizontal

Figura 5. Variación anual de los valores medios de precipitación normal, precipitación penetrante y escurrido cortical en Laurisilva de nieblas (LN)

109

La importancia de la precipitación de niebla

Respecto a la distribución a lo largo del año de la precipitación neta, en la mayor parte de los ecosistemas del Parque tiene una distribución anual similar a la de la precipitación normal. Los ciclos anuales no se alteran considerablemente. Una excepción a esta regla son los brezales de cumbre, particularmente los de tejo, y la laurisilva de nieblas de cota baja donde la precipitación neta en los meses centrales del año es considerable.

Pie de foto

¿Qué sucede en otros bosques de niebla del planeta?

En estudios anteriores realizados en la laurisilva de Tenerife se había obtenido un valor de la precipitación penetrante de un 52% de la precipitación normal, muy inferior, en general, a las cantidades halladas en este estudio. Ello podría deberse a las agudas condiciones de sequía del año en que se obtuvieron las observaciones, a la baja altitud de la esta-

Figura 6. Variación anual de los valores medios de precipitación normal y precipitación penetrante en Fayal brezal degradado (FBD) y Jaral de Cistus monspeliensis (JCM). El monteverde canario esta estrechamente ligado a la zona de nieblas de las Islas. (Foto A. B. Fernández)

110

111

ción elegida, factor que como se ha visto en este estudio, interviene de modo crucial en el grado de incidencia de las nieblas. En menor medida, parecía deberse también al estado de conservación del bosque de Tenerife, que presentaba altas densidades del arbolado y escaso desarrollo de los individuos, todo lo cual denota una inferior condición que la mayor parte de los bosques muestreados en este estudio. De cualquier manera, los resultados obtenidos no son en principio sorprendentes en un tipo de bosque considerado como bosque de nieblas. Especialmente en la época veraniega, los aportes de la precipitación de nieblas son vitales para la estabilidad hídrica de los ecosistemas. En las islas Hawai se detectó que en los tres meses más

secos del año la precipitación de niebla era de un 1254% de la precipitación incidente. En el Parque Nacional de Garajonay se obtienen valores de Pn/PN extremadamente altos para los meses más secos (junio, julio y agosto), alcanzándose un 5075.76%. En la estación de brezal de cumbre de E. arborea el porcentaje era de un 718.28%, y de un 368.93% en el fayal-brezal degradado. Conviene matizar, no obstante, que se parte de unos valores absolutos de la precipitación normal muy bajos. De todos modos, los valores de precipitación penetrante obtenidos son bastante altos si los comparamos con otros registrados en otros bosques de nieblas del mundo. En algunos bosques de Honduras con valores algo más altos de precipitación media

Mar de nubes con la isla de la Palma en el horizonte. (Foto A. B. Fernández)

anual normal, se llega a superar los valores de Garajonay (una proporción precipitación penetrante/normal de hasta el 179%). Estos registros se obtuvieron en áreas de laderas expuestas al mar de nubes y próximas a la costa, características compartidas con las zonas donde se detectaron las más altas cantidades en el presente estudio. Valores altos de precipitación penetrante se recogieron también en Puerto Rico (de hasta un 125% de la precipitación normal), así como de escurrido cortical (10%). En los bosques atlánticos de lluvias en Costa Rica, se hallaron valores de precipitación penetrante que variaban entre el 82% y el 99% de la precipitación caída fuera del bosque, con una media de un 92%. Asimismo, se ha registrado una precipitación penetrante de un 90% de la exterior en bosques de nieblas de Venezuela.

Conclusiones finales Se constata en este trabajo la importancia de la precipitación de nieblas en buena parte de las formaciones de monteverde del Parque Nacional de Garajonay, tanto en la laurisilva como en el fayalbrezal, así como las importantes diferencias existentes entre los distintos ecosistemas. Éstas surgen como consecuencia de la acción de diversos factores, relacionados con la orografía, en concreto el grado de exposición a los vientos alisios y la altitud, y con el estado de conservación de la vegetación. Destaca la importancia de la precipitación de nieblas en los ecosistemas de cumbres orientados al norte que forman una faja estrecha de extensión limitada en el conjunto forestal. Este es el caso de los bre-

Pie de foto

112

113

La importancia de la precipitación de niebla

zales de crestería y bosques lauroides ricos en epífitas (laurisilva de nieblas), que son los que en nuestro estudio han mostrado la precipitación neta media anual más alta, y donde se llega a producir una distribución anual de la misma que presenta valores relativamente altos en los meses centrales del año. Esto distingue a estos ecosistemas del régimen climático mediterráneo típico con sequía estival marcada. Asimismo, en las zonas de laurisilva orientadas al norte y en áreas de fayal-brezal orientadas al sur, siempre que estén bajo una cierta influencia de los vientos alisios, la cantidad de agua que alcanza finalmente el suelo del bosque se acerca a la que incide sobre las bóvedas, compensando en buena medida la precipitación de nieblas las pérdidas debidas a la intercepción de las copas y su evaporación directa a la atmósfera. No obstante, algunas condiciones parti-

culares del relieve o de dinámica del aire conducen a que existan localidades con valores de precipitación neta claramente inferiores a la precipitación normal. Esto es lo que ocurre en las cotas bajas del monte en la vertiente norte, por debajo de 850 m de altitud, ó en la vertiente sur cuando la dorsal supera los 1300 m de altitud aproximadamente, donde la incidencia de las nieblas es baja. En otros casos es el estado de la vegetación el factor limitante más importante. Así, las áreas de fayalbrezal muy degradado y los matorrales bajos de sustitución, en general registran valores muy bajos de precipitación neta, debido posiblemente a la eficaz intercepción que hacen de las precipitaciones normales, impidiendo su llegada al suelo, además de presentar un escaso poder de captación de agua de las nieblas a causa de su estructura. Estas formaciones vegetales surgen durante los procesos de sucesión secundaria que tienen lugar tras

Neblinas y cascadas temporales después de episodios de intensas lluvias. (Foto A. B. Fernández)

114

alteraciones graves del medio, como son las cortas a matarrasa ó los incendios forestales. De aquí la importancia de preservar las estructuras forestales de monte alto, mediante su protección por medio de normativas ó bien mediante la adopción de medidas de prevención y extinción de incendios. Se observa, por lo tanto, que la precipitación de niebla es un factor importante en la diferenciación bioclimática de los ecosistemas de Garajonay que, además, favorece el equilibrio hídrico de las comunidades vegetales influidas por ella en proporciones superiores a las de muchos otros bosques de nieblas del planeta. Asimismo, la existencia de áreas de bosque maduro, con una estructura heterogénea, es claramente favorecedora de la incorporación de la precipitación al suelo, disminuyendo la intercepción y contribuyendo al mantenimiento de la humedad en el medio edáfico superficial. Esto es, además, de vital importancia en los suelos forestales del monteverde de La Gomera, con un componente elevado de hidrofobicidad; estos suelos, si sufren una desecación de su capa superior, tienden a hacerse impermeables, provocando que el agua no se absorba e impidiendo su infiltración. Esto, que de por sí es ya un fenómeno negativo, permite un incremento de la escorrentía superficial y favorece la erosión, con la consiguiente pérdida de suelo. La degradación del bosque y la proliferación consiguiente de matorrales secundarios perjudican la conservación del medio y provocan, consecuentemente, un deterioro de nuestro patrimonio natural y una pérdida de recursos naturales muy importantes, como son el suelo y el agua. La conservación de estas áreas forestales, en especial de las cabeceras de las cuencas, es de una extrema importancia, al comportarse no sólo como reguladores del ciclo Precipitación de niebla captada por un pino en el Alto dePie Garajonay de foto

115

La importancia de la precipitación de niebla

GÓMEZ GONZÁLEZ, L.A. y FERNÁNDEZ LÓPEZ, A.B. (2003): Primeros resultados del seguimiento de la precipitación de nieblas en el Parque Nacional de Garajonay (La Gomera, Islas Canarias). pp.: 233-246. En: Arozena Concepción, M.E., Beltrán Yanes, E. y Dorta, P. La Biogeografía: ciencia geográfica y ciencia biológica. II Congreso Español de Biogeografía. La Gomera 2002. Colección Documentos Congresuales, Universidad de La Laguna, S/C Tenerife. HÖLLERMANN, P. (1981): “Microenvironmental studies in Laurel Forest of Canary Islands”. Mountain Research and Development. 1, p.: 193-207. JUVIK, J.O. & EKERN, P.C. (1978): A climatology of mountain fog on Mauna Loa, Hawaii Island. Water Resources Research Center. University of Hawai’i. Technical Report No 118. 63 p. KÄMMER, F. (1974): “Klima und Vegetation auf Tenerife besonders in Hiblick auf Nebelniederschlag”. Scripta Geobotanica, vol. 7. Ed. Erich Goltze KG. Göttingen. Neblinas y cascadas temporales después de episodios de intensas lluvias. (Foto A. B. Fernández)

hidrológico, sino también como captadores y productores netos de agua, un recurso cada vez más escaso en el archipiélago canario. Esta circunstancia cobra especial relevancia tomando en consideración que, según recientes predicciones, una consecuencia posible del cambio climático en las Islas Canarias podría ser el descenso en altitud del mar de

nubes y la reducción de su espesor y carga de humedad. Ello conduciría, de no evitarse, a la redistribución de los ecosistemas, a la relocalización de los fenómenos de precipitación de nieblas y a la reducción de su importancia, alterándose todos los procesos de dinámica forestal, así como los aportes de agua procedente de estos ecosistemas forestales.

Bibliografía ABOAL, J.R. (1998): Los flujos netos hidrológicos y químicos asociados de un bosque de laurisilva en Tenerife. Tesis Doctoral. Departamento de Biología Vegetal. Universidad de La Laguna. 186 p.

116

MARZOL, M.V. (2001) Fog: drinking water for rural zones. En: Schemenauer, R. y Puxbaum, H. (eds.) Proceedings of the Second International Conference on Fog and Fog Collection, 15-20 Julio, St. John’s Canada, p. 247-250. MARZOL, M.V. (2002) Fog water collection in a rural park in the Canary Islands (Spain). Atmospheric Research. 64, p. 239-250. MARZOL, M.V., DORTA, P., VALLADARES, P., MORIN, P., SÁNCHEZ-MEGÍA, J. y ABREU, M. (1994) La captation de l’eau a Tenerife (Iles Canaries). L’utilisation des brouillards. En Maheras, P. (ed.) Publications de l’Association Internationale de Climatologie. Vol. 7. p. 83-91. MARZOL, M.V., DORTA, P., VALLADARES, P. y PÉREZ, R. (1997) Le potentiel hydrique de la base de la mer de nuages a Tenerife (Iles Canaries). En Publications de l’Association Internationale de Climatologie. Vol. 10, p. 93-101. MARZOL, M.V. y VALLADARES, P. (1998) Evaluation of fog water collection in Anaga (Tenerife, Canary Islands). En Schemenauer, R. y Bridgman, H. (eds.) Proceedings of the Second International Conference on Fog and Fog Collection, 19-24 Julio, Vancouver, Canada, p. 449-452.

CÁCERES, C. (1981) Importancia hidrológica de la intercepción horizontal en un bosque muy húmedo premontano en Balalaica, Turrialba, Costa Rica. Tesis Doctoral, CATIE, Turrialba, Costa Rica. 98 p.

RITTER, A., REGALADO, C.M., ASCHAN, G. y GÓMEZ, L.A. (2005) Contribución hídrica de la captación de niebla al balance de un bosque de laurisilva en el Parque Nacional de Garajonay. Estudios de la zona no saturada del suelo, vol. VII. Pp. 351-358. Ed. F.J. Samper Calvete y A.Paz González.

FERNANDOPULLÉ, D. (1976): “Climatic characteristics of the Canary Islands”, en Kunkel, G. (Ed.), Biogeography and Ecology of the Canary Islands. Junk, La Haya, pp. 185-206.

SANTANA, L.M. (1987): Las precipitaciones de niebla en Tenerife. ICONA. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Puerto de la Cruz, 28 p.

GARCÍA-SANTOS, G., REGALADO, C.M., RITTER, A. y MARZOL, V. (2004) Hydro-Meteorological dynamics on a laurel montane cloud forest basin from Garajonay nacional Park (La Gomera, Spain).

VOGELMANN, H.W. (1973): “Fog precipitation in the cloud forests of eastern México”. Bioscience, 23(2), p.:96-100.

117

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.