La Ilustración Española y Americana ante la mayoría de edad de Alfonso XIII

July 24, 2017 | Autor: Carmina López | Categoría: Monarchy, Historia Contemporánea de España
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Descripción

La Ilustración española y americana ante la mayoría de edad de Alfonso XIII



Carmina López Sánchez
Universidad Carlos III


La muerte de Alfonso XII en el Palacio de El Pardo el 25 de noviembre de
1885 a causa de una tuberculosis, acabó con un reinado de tan sólo diez
años. El que fuese conocido como "el Pacificador" dejaba dos hijas de corta
edad y a la reina María Cristina a la espera del nacimiento de un tercer
hijo. Las imágenes más conocidas de este hecho son las que aparecieron en
La Ilustración Española y Americana, especialmente las realizadas por
Comba, que siguen siendo a día de hoy uno de los documentos gráficos más
importantes de la muerte del rey.[1]

En 1870 Isabel II había abdicado en su hijo y unos años más tarde, tras el
pronunciamiento del general Martínez Campos, el 29 de diciembre de 1874,
Alfonso XII había iniciado su reinado. La muerte del joven rey conmovió al
país. Unas palabras aparecidas en estos días en La Ilustración Española y
Americana nos muestran lo que era el sentimiento de una gran parte de los
españoles, o al menos, el sentimiento de los lectores a los que iba
dirigida la publicación: Aquello era imponente: no era el entierro de un
hombre lo que veíamos pasar, sino el entierro de un periodo histórico;
acaso de la paz pública; era una esperanza envuelta en un sudario.[2]

Ante esta situación, la esposa de Alfonso XII, María Cristina de Austria,
iniciaba una larga regencia. Los dos principales líderes políticos, Antonio
Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta, decidieron no nombrar reina
a la primogénita de los reyes, la infanta María de las Mercedes, a la
espera del nacimiento del que sería hijo póstumo de Alfonso XII. Hasta este
momento, España no tendría más que una reina regente.

El 17 de mayo de 1886 nacía Alfonso XIII. Su nacimiento, aunque muy
deseado, no tuvo en prensa la repercusión que cabría esperar, debido a que
unos días antes, el 12 de mayo, había habido un huracán muy importante en
Madrid. De esta forma, La Ilustración Española y Americana, en su portada
del 22 de mayo, recoge los efectos del huracán y no el nacimiento del rey.
En sus páginas interiores, un único dibujo de Comba, del momento en el que
el presidente del Consejo de Ministros anunciaba el nacimiento del nuevo
rey. La "Crónica General" escrita por José Fernández Bremón,[3] está
también dedicada al recién nacido.

Se iniciaban 16 largos años de regencia, según establecía la Constitución
de 1876 en su artículo 66. El año 1902 era el señalado para que Alfonso
XIII ocupase de forma efectiva el trono de España.



La Ilustración Española y Americana

La prensa española vivió importantes cambios durante el siglo XIX.[4] El
avance en los medios de comunicación como el telégrafo o el teléfono
permitieron la posibilidad de una mayor comunicación en el país; además, el
ferrocarril o la reducción de las tarifas de correos permitieron una mayor
difusión de la prensa desde Madrid a otras provincias.[5]

Los periódicos españoles van a dejar ser el altavoz de los grupos
políticos, periódicos de partido, para convertirse en periódicos de
empresa, lo que no impedía que tuviesen una línea ideológica clara. La
prensa en España en esta época llegaba a un reducido número de personas
que compraban o estaban suscritos a aquel periódico con el que compartían
la ideología, no era todavía un medio informativo sino meramente político,
en el que el lector se reafirmaba de sus convicciones políticas. Pero esta
situación comenzaría a cambiar con la aparición de nuevos periódicos como
La Correspondencia de España (1859) o El Imparcial (1867). Se produjeron
cambios en el contenido que sería esencialmente informativo, con noticias,
y hubo además cambios en el modo de gestionarse, ya que parte de sus
ganancias procedían de los anuncios. A estos cambios hay que sumar otros en
el ámbito legislativo, como fue la libertad de prensa que establecía la
Constitución de 1869,[6] año en el que apareció por primera vez La
Ilustración Española y Americana.

Junto a la prensa diaria de un cariz más político, aparecería otro tipo de
prensa denominado "prensa ilustrada" que comenzaba a desarrollarse ya a
inicios del siglo XIX. Si en un primer momento la ilustración no era más
que un adorno, poco a poco fue evolucionando para convertirse en un apoyo
del texto al que acompañaba. Pero el poder de la imagen era aún mayor, y se
descubrieron las posibilidades de la imagen como medio informativo en sí
mismo. Fue precisamente esta capacidad de las imágenes para informar lo que
propició la aparición de este tipo de revistas "ilustradas" que llegarían a
España a mediados del siglo XIX, siguiendo el modelo de otras revistas
europeas como The Illustrated London News en Inglaterra o L'Ilustration
Française en Francia.[7]

Este tipo de revista gráfica solía tener una periodicidad semanal o
quincenal y estaban dirigidas a la burguesía, que buscaba en este tipo de
revista un periodismo más pausado y más alejado de planteamientos políticos
más combativos. Esta prensa que solía llevar el subtítulo de "científica y
literaria", aumentó su presencia entre 1860 y 1910.[8]

En un contexto de cambios en la comunicación, tanto del contenido como de
la estructura en la prensa, aparece La Ilustración Española y Americana. De
hecho, la Constitución de 1869 es promulgada el 6 de junio y La Ilustración
aparece el 25 de diciembre de este mismo año. Esto podría llevarnos a
pensar que La Ilustración Española y Americana es una de esas publicaciones
que surge como consecuencia de la libertad de prensa recogida en la
Constitución de 1869, sin embargo, La Ilustración era la continuación de
otra revista ilustrada, Museo Universal: periódico de ciencias,
literatura, artes, industria y conocimientos útiles (1857-1869). La
aparición en enero de 1857 de El Museo Universal había acabado con otras
publicaciones de contenido similar como La Ilustración. Periódico Universal
(3 de marzo de 1849-6 de julio de 1857)[9] y del Semanario Pintoresco
Español (3 de abril 1836-20 de diciembre de 1857), fundado por Mesonero
Romanos.[10] A partir de este momento la publicación ilustrada por
excelencia sería El Museo Universal, que más tarde pasaría el testigo a La
Ilustración Española y Americana.[11] El Museo Universal salía a la calle
por primera vez el 15 de enero de 1857 y su gran contribución a la prensa
ilustrada iba a ser la del diseño prioritario del producto a partir de la
imagen.[12]

Don Abelardo de Carlos, que era ya propietario de otra publicación en
Cádiz, La Moda Elegante (1849-1927), decidió comprar El Museo Universal e
iniciar una nueva aventura empresarial en Madrid. La idea de su dueño era
mejorar la revista, introduciendo cambios en el contenido así como otros de
carácter formal como la mejora en la calidad del papel y la impresión. La
Ilustración Española y Americana va a ser de mayor tamaño que su
antecesora, y constará de 16 páginas a tres columnas, además de la que
sería su gran seña de identidad, los grabados. Era una revista elegante,
dirigida principalmente a los gustos de la burguesía decimonónica.[13]

Como ya hemos señalado, La Ilustración sería una continuación de El Museo
Universal, algo que se observa en su primer número de 25 de diciembre de
1869. Conserva el subtítulo de Museo Universal. Periódico de ciencias,
artes, literatura, industria y conocimientos útiles, y además en la
numeración del año aparece "año XIV" siguiendo con la de El Museo
Universal.[14]

El título La Ilustración Española y Americana ya indicaba varios aspectos
propios de la revista. La palabra "ilustración" llamaba la atención sobre
la importancia que van a tener para la revista las ilustraciones. Otra cosa
importante era "Americana", pues, efectivamente, la revista iba a llegar a
América, en concreto, "Habana y Puerto Rico", "Filipinas y demás Américas".
En su cabecera se recogían los precios de las suscripciones de estos
lugares, además de Portugal y "extranjero", señalaba sin más. En fechas
posteriores se incluyen además los precios para Cuba y Asia.

Un mes más tarde de la aparición de La Ilustración Española y Americana
aparecía La Ilustración de Madrid, ligada a El Imparcial. Sin embargo, esta
publicación sólo permanecería en el mercado durante dos años. Tras su
desaparición, gran parte de las personas que trabajaban en La Ilustración
de Madrid pasaron a formar parte de La Ilustración Española y
Americana.[15]

Sin lugar a dudas, La Ilustración Española y Americana iba a ser la revista
gráfica por excelencia durante el periodo de la Restauración. Entre 1877 y
1890 duplica su capital, en unos años de prosperidad de la este tipo de
prensa.[16] Utilizaba imágenes propias y otras que intercambiaba con
revistas ilustradas de otros países europeos. A ella debemos las imágenes
de la entrada de Alfonso XII en Madrid en 1875 o las de su muerte en 1885,
uno de los grandes documentos gráficos de la época, varios de ellos
realizados por Comba.[17] La Ilustración va a estar presente durante toda
la regencia de la reina María Cristina, a la espera del reinado de Alfonso
XIII.

Abelardo de Carlos, dueño de La Ilustración Española y Americana, muere el
8 de abril de 1884, tan sólo un año antes de la muerte de Alfonso XII.
Desde el año 1881 había dejado al frente de la revista a su hijo Abelardo
José de Carlos y Hierro, quien sería su director hasta 1898. Bajo su
dirección se publicaron las primeras fotografías en La Ilustración (1895),
así como las primeras ilustraciones en color.[18] Cuando Alfonso XIII
alcanza su mayoría de edad, el director de la revista es Alejandro Moreno y
Gil de Borja, cuñado de Abelardo José de Carlos. La revista permanecería en
manos familiares hasta 1914 en que fue vendida a Rafael Picavea. Pero La
Ilustración Española y Americana ya ha iniciado su decadencia, a juicio de
Jean- Michael Devois, debido a causas económicas, técnicas y de
contenidos.[19] Recordemos que en 1891 había aparecido Blanco y Negro, su
gran competidora, dirigida a un público más amplio;[20] y Nuevo Mundo
aparecía en 1894.[21] Todas ellas competirían a finales del siglo XIX y
principios del XX por ser la de mayor circulación dentro de su género.[22]



La mayoría de edad de Alfonso XIII en La Ilustración Española y Americana

Alfonso XIII había sido rey desde su nacimiento, pero fue el 17 de mayo de
1902 cuando asumió la Jefatura del Estado, tras la larga regencia de su
madre, María Cristina de Habsburgo Lorena.

La temprana muerte de Alfonso XII, dejando una mujer viuda y embarazada y a
dos hijas pequeñas, habían ayudado a crear una imagen muy romántica del
rey. Además, Alfonso XII había logrado una época de calma aparente en el
país, gracias al fin de las guerras carlistas, la paz de Zanjón y el
establecimiento del turnismo. La Ilustración Española y Americana había
dicho a la muerte Alfonso XII, que era una esperanza envuelta en un
sudario. Del mismo modo, su hijo Alfonso XIII, iba a ser desde su
nacimiento una esperanza para los españoles. Pero cuando Alfonso XIII tiene
que asumir la Jefatura del Estado en 1902, todavía está muy reciente la
pérdida de las últimas provincias de Ultramar; España asiste a importantes
movimientos sociales, al nacimiento y desarrollo de los nacionalismos y, el
turnismo, ha perdido en 1897 a Cánovas del Castillo, principal artífice de
la Restauración. Además es el último gobierno de Sagasta, que moriría poco
después, el cinco de enero de 1903. España llega al cambio de siglo con
nuevas figuras políticas y un rey muy joven, un rey que tendrá que crearse
su propia imagen.

Uno de los elementos más importantes para crearse esta imagen es, sin duda,
la prensa. Sin embargo, un estudio de 2001, La imagen pública de la
monarquía. Alfonso XIII en la prensa escrita y cinematográfica, que analiza
la imagen pública del monarca en la prensa diaria y política, en los
periódicos ABC, La Época, El Liberal, El Sol, La Veu de Catalunya y La
Gaceta del Norte, llega a la conclusión de que la influencia de la prensa
diaria en España es muy escasa.[23] Esto se debe a que los sectores
populares no leen la prensa y los periódicos que existen están dirigidos a
un público muy concreto que busca en su lectura la reafirmación de sus
propias ideas. Según este mismo estudio, las apariciones de Alfonso XIII en
prensa se debían sobre todo a actos oficiales. Añade además, que el momento
de la mayoría de edad del rey y el de su boda, son los dos momentos en los
que, en estas publicaciones antes mencionadas, hay más noticias positivas
sobre el rey, en lo que denominan "euforia inicial del reinado y su
prolongación por la boda real".[24]

En este momento de "euforia inicial del reinado" es en el que vamos a
fijarnos, en una publicación muy concreta, La Ilustración Española y
Americana (1869-1921). En la revista caben contenidos históricos,
científicos, literarios, artísticos y de actualidad. El juramento de
Alfonso XIII como rey de España era de plena actualidad, además de un
acontecimiento histórico, y más para una revista como esta, de corte
tradicional y con un público muy concreto, la burguesía y las clases altas
de la sociedad española.

La Ilustración Española y Americana es una revista que se vende por
suscripción,[25] y lo que busca es agradar los gustos de su público, es
decir, La Ilustración no necesita crear a su propio lector porque ya lo
tiene y tiene un perfil muy definido. De esta manera, va a publicar dos
números seguidos dedicados a la mayoría de edad de Alfonso XIII, el del 22
y el 30 de mayo de 1902. Así lo explica en la primera página del número del
día 22:

A nuestros suscriptores

El presente número abarca la información gráfica de las principales
escenas de las fiestas de la jura de S.M. el Rey hasta el momento de
salir de Palacio la regia comitiva. Las posteriores solemnidades,
desde el acto del juramento en el Congreso de los Diputados, figurarán
en el próximo número extraordinario de La Ilustración, que será el que
realmente refleje, en gran tamaño, las más importantes ceremonias
celebradas con motivo de la mayoría de S.M. El referido número, así
por la valía de las firmas que autorizarán sus dibujos, como por las
notables fotografías que publicará y el excepcional interés de los
asuntos, constituirá un documento de gran valor artístico e
histórico.[26]

Es importante señalar que ser una revista semanal le permitía un análisis
más pausado de las noticias, así como una mayor organización que las
publicaciones diarias, con noticias más precipitadas y menos elaboradas.
Además, la propia revista señala que la publicación del día 30 va a ser
"un documento de gran valor artístico e histórico". El valor histórico lo
tenía el acontecimiento en sí mismo pero el valor artístico lo aportaría la
publicación. Aquí estaba su principal cometido, ilustrar a sus lectores con
las mejores fotografías, grabados y dibujos de un hecho tan destacado como
era el juramento de un nuevo rey. Pensemos que más allá de los habitantes
de Madrid y los grandes de España desplazados a la capital con motivo de
este acontecimiento, la mayoría del resto de los españoles no vieron nunca
una imagen de este día. Las revistas ilustradas, en este caso La
Ilustración Española y Americana, eran las encargadas de hacer llegar este
documento gráfico al resto del país, aunque a personas muy concretas, a
sus suscriptores.

Lo habitual de esta publicación era tener unas 15 o 16 páginas, se llegaba
hasta alrededor de las 20 cuando había suplementos, y en el caso de
acontecimientos importantes el número de páginas variaba. Así ocurrió por
ejemplo con la muerte de Alfonso XII en sus números de 30de noviembre y 8
de diciembre de 1885. En el caso de la mayoría de edad de Alfonso XIII el
ejemplar del 22 de mayo salió con 19 páginas dedicadas a los días previos
de la mayoría de edad del rey así como del mismo día del juramento de la
Constitución; el número del 30 de mayo estaba compuesto por 28 páginas, y
como ya se adelantaba en la nota a los suscriptores del día 22, se ocuparía
de todos los hechos posteriores al juramento en el Congreso de los
diputados, unas celebraciones que durarían hasta el día 24. El aumento del
número de páginas se debe básicamente al aumento del número de imágenes.



IMÁGENES DE LA MAYORÍA DE EDAD DE ALFONSO XIII APARECIDAS EN LA ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA Y AMERICANA

" "
"DÍA 22 DE MAYO DE 1902 DÍA 30 DE MAYO DE 1902 "
"JURA DE ALFONSO XIII OTRAS TOTAL JURA DE ALFONSO XIII"
"OTRAS TOTAL "
"IMÁGENES* 49 2 "
"51 35** "
"0 35 "


*Fotografías, grabados y dibujos

**Hemos incluido el suplemento de Mariano Benlliure



Si comparamos el número de imágenes de estos dos días, aunque hay un mayor
número el día 22, se debe básicamente a que la revista incluye un gran
número de retratos de los representantes oficiales de otros países, hay un
total de 27 retratos en la publicación del día 22 de un tamaño menor, de
medallón. Sin embargo, el día 30 encontramos imágenes de mayor tamaño, hay
hasta 16 imágenes que ocupan una página entera, uno de ellos sería el
retrato del rey Alfonso XIII.

Respecto a las portadas, la del día 22 muestra en su cabecera los precios
de la suscripción a la revista e indica además el lugar de la redacción y
talleres: Paseo de San Vicente, número 20. A parte de la cabecera, lo único
que encontramos es una fotografía del rey, que según señala la propia
revista, es el último retrato de Alfonso XIII antes de su mayoría de edad,
firmado por Franzen.[27] Lo que observamos es la imagen de un rey todavía
muy niño. Más adelante, en la sección "nuestro grabados" se indica al
lector que el rey aparece con el "modesto uniforme de alumno, siendo
capitán general desde su nacimiento"[28]. Ciertamente, el hecho de que el
rey no apareciese con el uniforme militar, es algo que podría llamar la
atención ya que ésta habría sido una forma de contrarrestar esa imagen de
niño y exaltar la imagen de rey-soldado que Cánovas buscó para su padre,
pero estábamos en otros tiempos y, La Ilustración Española y Americana no
necesitaba mostrar la imagen de un rey-soldado. Alfonso XIII no tenía
ninguna batalla a la que acudir a la altura de 1902.

La portada del día 30 reduce su cabecera, no incluye los precios de las
suscripciones, y elige como imagen un medallón que la propia revista dedica
al rey para conmemorar el acto de la jura. Se trata de un bajo relieve de
Lorenzo C. Valera al que acompaña una frase: Per progeniem successio, in
spiritu continuatio.

Con esta portada y la frase bajo el medallón, La Ilustración deja ver una
de los rasgos distintivos de la monarquía, su carácter hereditario. A lo
largo de sus páginas, en sus crónicas y en sus grabados, muestra a un
Alfonso XIII digno heredero de su padre, joven, pero preparado para asumir
esta tarea. Es importante señalar también, esta idea de la continuidad, ya
que los españoles, o al menos los lectores de La Ilustración Española y
Americana, tenía muy buen concepto Alfonso XII y lo que esperaban del nuevo
rey era una continuidad de la labor emprendida por su padre, y así se
expresa en el propio número de La Ilustración del día 30: "Don Alfonso
XIII, es por la sangre, heredero de D. Alfonso XII, y está llamado a ser,
por su espíritu progresivo, el continuador de la gran obra emprendida por
su augusto padre".[29]

La Ilustración Española y Americana contaba habitualmente con una serie de
secciones fijas, como era la "crónica", que en este caso y, durante gran
parte de la historia de La Ilustración, estaría firmada por José Fernández
Bremón. Se trata de la crónica de lo que ha ocurrido en España y en el
resto del mundo en los últimos días; es por ello, por lo que no sólo recoge
las fiestas en honor a don Alfonso XIII, sino que se detiene también en
otros temas, como es por ejemplo la construcción de un panteón para los
hombres ilustres de las letras y las artes.[30] Otra de las secciones
imprescindibles era "nuestros grabados", firmada el día 22 por Carlos Luis
de Cuenca[31] y sin firma en el caso del día 30. Esta sección incluía una
descripción muy detallada de los grabados, fotografías y dibujos que
recogía la publicación. En otros números había otro tipo de artículos
dedicados a las artes, a la literatura o a la ciencia, pero en el caso de
estos dos números hay un espacio muy reducido para este tipo de noticias y
sólo en el número del día 22 encontramos la sección "Campañas teatrales"
que firma Eduardo Bustillo, en la que hay una crítica al prólogo de la obra
teatral Alma y vida de Galdós, estrenada el 9 de abril de este mismo año en
el Teatro Español, y al tratamiento que los críticos teatrales habían hecho
de ésta. Otra de las secciones aparece bajo el título de "La catástrofe
del globo pax" que firma José Marvá y Mayer, coronel de ingenieros, sobre
un accidente del globo "pax" en el que habían muerto el aeronauta brasileño
Severo y el francés Sachet. Las últimas páginas están dedicadas a los
anuncios, otra de las secciones fijas de la revista, y en la contraportada
del día 22 puede verse una fotografía de un concurso de "football"
celebrado en el hipódromo de Madrid entre el Club Vizcaya y el New Madrid
hecha por Baglieto. Hay también en esta contraportada una pequeña sección
dedicada a los libros presentados a la redacción, uno de ellos de poemas
dedicados a don Alfonso XIII.

No faltan las palabras dedicadas al rey, en este caso escritas por Pérez de
Guzmán.[32] El texto de Pérez de Guzmán, hace un breve recorrido por la
historia del siglo XIX español, señalando cómo el reinado de Alfonso XIII
va a ser el único en que la sucesión se realice de una manera "pacífica y
normal" desde 1788. Se exalta sobre todo la figura de don Alfonso XII y los
rasgos que su hijo ha podido heredar de él. De la reina, el joven rey
habría heredado su prudencia y discreción. Pérez de Guzmán escribe de un
modo muy literario y sin grandes ademanes monárquicos, lo que ayuda a
convencer a su público de lo acertado de su juicio.

Pero lo más destacado de una publicación como La Ilustración Española y
Americana son sin duda sus imágenes, dibujos, grabados y fotografías, estas
últimas habían empezado a publicarse en la revista en 1895. La imagen es
en sí misma fuente de información por lo que a través de ellas y, ayudados
por unos pie de fotos de carácter informativo, sus lectores podían conocer
de cerca la crónica de este día.

La publicación del día 22 está más centrada en los días anteriores a la
mayoría de edad de Alfonso XIII. Presta especial atención a la llegada de
representantes extranjeros de toda Europa, de América e incluso otros
llegados de lugares como Siam, China o Japón. Se recogen numerosos retratos
así como fotografías del momento de su llegada a la Estación del Norte el
día 15 de mayo, estas últimas son fotografías de Antonio Cánovas en su
mayoría, aunque hay alguna de Baglietto. Se detalla además cómo ha sido el
orden de entrada de la comitiva en Madrid, y de quien iba acompañado cada
uno de ellos, por supuesto grandes de España, como el duque de Wellington,
el duque de Arión, o el Marqués de Santa Cruz. La Ilustración Española y
Americana quiere dejar claro que estas embajadas no son simples visitas de
cumplido por parte de los diferentes países sino "actos internacionales de
reconocimiento de un reinado".[33]

Unos días antes, el día 13, el rey había asistido a la colación de la
primera piedra para la construcción de grupos escolares de diferentes
distritos de Madrid, momento que capturaron de nuevo Cánovas y Baglietto;
este último fue también el encargado de recoger las imágenes del momento en
el que el rey pasaba revista a las academias militares en el campamento de
Carabanchel. El resto de imágenes que se recogen en el número del día 22
corresponden a la salida del Palacio Real así como a la llegada al
Congreso, todas ellas hechas por Antonio Cánovas.

Llama la atención el dibujo de Luis Palao de la iluminación que presentaban
las calles de Madrid durante estos días. La iluminación fue sin duda, una
de las grandes atracciones de todos los actos celebrados en honor del rey,
eran un símbolo de modernidad. Dice el cronista: "los elementos ya no son
fuego, aire, tierra y agua; sino crédito, industria, electricidad y
artillería".[34] Nuevos tiempos habían llegado. Refiriéndose a las
celebraciones, dice este mismo autor:

La portada del nuevo reinado ha sido espléndida; un día sereno, la
muchedumbre acudiendo de todas las provincias; los balcones
engalanados, y en todas partes pañuelos agitados al viento y voces
dando vivas: los entusiasmos de la esperanza, el influyo de la
historia, los desengaños y el buen efecto personal: el día 17 fue un
gran día: a los aplausos aristocráticos del salón del Congreso se
unieron los populares de la calle de Toledo.[35]

Efectivamente, estos aplausos populares de la calle de Toledo son recogidos
por un único dibujo de Enrique Simonet en el que se muestra la "ovación
popular tributada a S.M. el Rey en la puerta de moros al dirigirse a San
Francisco el Grande". Es un momento que se describe este número del día 30,
en el que una joven, Carlota del Hoyo, entrega al rey un ramo de rosas y
claveles en el barrio de La Latina. Es la única imagen en la que el
protagonista es el pueblo, el resto de imágenes recogidas en La Ilustración
tanto en el número del día 22 como en el del día 30, son imágenes que
podríamos denominar oficiales o en las que podemos ver las celebraciones de
los grandes de España. Sin embargo, esta única imagen sirve a La
Ilustración, junto con la colocación de la primera piedra de los grupos
escolares, para mostrar a sus lectores obras benéficas, gestos de
acercamiento al pueblo, que vienen a ensalzar la figura del rey.

La publicación del día 30 ya recoge los momentos de la entrada y salida del
rey del Congreso. Además, este número incluye un suplemento que es un
dibujo de Mariano Benlliure[36] con el interior del Congreso en el momento
del juramento de Alfonso XIII. De esta manera La Ilustración muestra cual
es el momento más importante de los actos celebrados durante estos días,
con un gran suplemento a cuatro páginas, siendo además, la única imagen del
interior del Congreso que recoge la revista.

Todavía queda un último acto oficial este día 17, el Te Deum en San
Francisco el Grande. Son numerosas las fotografías recogidas por La
Ilustración Española y Americana que muestran la comitiva regia que sale
del Congreso y se dirige por la calle de Alcalá hacia San Francisco el
Grande. El texto que acompaña a los grabados, la sección "Nuestros
grabados" es muy minuciosa en la descripción de los coches y
personalidades, tanto servidumbre como grandes de España, que acompañan al
rey en este recorrido. De nuevo el interior de la iglesia se nos muestra a
través de un dibujo de José Carnelo.

El resto de información que recoge La Ilustración pertenece a las
celebraciones que se prolongaron durante varios días en la ciudad de
Madrid. Corridas de toros[37], ópera en el Teatro Real con la
representación de Don Juan de Mozart, actos culturales y la colocación de
la primera piedra para levantar el monumento en honor a Alfonso XII en el
Parque del Retiro. Pero el acto que ocupa más páginas en La Ilustración
Española y Americana es la garden-party celebrada en el Campo del Moro el
día 23. Aunque este tipo de actos pertenecerían más a una sección de
sociedad, el gusto de los lectores de La Ilustración se impone.

El valor de la imagen que encontramos en La Ilustración Española y
Americana es algo que ha vuelto a aparecer recientemente tras la abdicación
del rey Juan Carlos I y la proclamación del rey Felipe VI. Los principales
periódicos españoles como El Mundo, El País, La Razón o ABC no dudaron en
incluir secciones bajo el título de "una vida en imágenes" o ediciones
especiales con un gran número de fotografías, en una dura competencia por
lo que en este sentido pueden ofrecer otros medios de comunicación como la
televisión o internet.



Conclusiones

La Ilustración Española y Americana cumple a la perfección con sus
objetivos: informar a las altas clases de la sociedad española de tradición
decimonónica de un acontecimiento histórico. Como revista ilustrada va a
mostrar a través sobre todo de la imagen, la legitimidad al trono de
Alfonso XIII, presentándolo como fiel continuador de la obra de su padre.
Se detiene principalmente en mostrar el esplendor de la monarquía reflejada
en los grandes actos, aunque no se olvida de incluir en sus páginas algunos
elementos populares que muestren la afabilidad del rey. Pero todo esto lo
hace de un modo elegante, sin estridencias, sin necesidad de grandes
panegíricos, lo que hace que sus lectores no se sientan abrumados por una
fuerte dosis de monarquismo sino que a través de sus páginas vean este
nuevo reinado que ahora empieza como una continuación del período que se
inició en 1875: Per progeniem successio, in spiritu continuatio.







-----------------------
[1] Véase: Miguel B. MÁRQUEZ: Juan Comba y García, cronista gráfico de "La
Restauración", Ámbitos, Revista Internacional de Comunicación, nº 15, 2006,
pp. 365-404. Recuperado de internet
(http://grupo.us.es/grehcco/ambitos%2015/15marquez.pdf). Patricia AYRAULT,
"El reportaje gráfico en La Ilustración Española y Americana y Juan Comba
en en Université Paul Valéry-Montpellier III: La prensa ilustrada en
España. Las Ilustraciones 1850-1920, Coloquio internacional, 1996, pp. 99-
118.

[2] La Ilustración española y americana, 30 de noviembre de 1885, página 3,
segunda columna.

[3] José Fernández Bremón (1839-1910): escritor y periodista español que
colaboró con diferentes publicaciones de la época como Nuevo Mundo, Blanco
y Negro, El Bazar, El Liberal o La Época entre otros. En La Ilustración
Española y Americana escribió la "Crónica entre 1876 hasta 1910, año de su
muerte. Sus cuentos han sido reimpresos recientemente bajo el título Un
crimen científico y otros cuentos.

[4] Puede resultar interesante leer el artículo "Cincuentenario de La
Época. La evolución de la prensa", publicado el 6 de enero de 1898 en la
portada de La Época, segunda columna, para conocer cómo veían los coetáneos
la evolución de la prensa en la segunda mitad del siglo XIX.

[5] Ángel BAHAMONDE, Luis Enrique OTERO y Gaspar MARTÍNEZ LORENTE: Las
comunicaciones en la construcción del Estado contemporáneo en España, 1700-
1936, Madrid, 1993.

[6] Título primero de la Constitución de 1869, "De los españoles y sus
derechos", artículo 17: "Tampoco podrá ser privado ningún español: del
derecho de emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por
escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante." Esta
libertad de prensa, recogida en la Constitución, favoreció la aparición de
nuevas publicaciones, como ya ocurriese en 1808 al establecerse la libertad
de imprenta que se plasmaría en el artículo 371 de la Constitución de 1812:
"Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus
ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna
anterior a la publicación, bajo las restricciones y responsabilidad que
establezcan las leyes". Aunque este no fue el caso de La Ilustración
Española y Americana, que fue la continuación de otra publicación, Museo
Universal.

[7] María Cruz SEOANE y María Dolores SAIZ: Cuatro siglos de periodismo en
España. De los avisos a los periódicos digitales, Madrid, Alianza
Editorial, 2007.

[8] Marta PALENQUE: Gusto poético y difusión literaria en el realismo
español. La Ilustración Española y Americana (1869-1905), Sevilla,
Ediciones Alfar, 1990, p. 15.

[9] Véase: Ángeles QUESADA NOVÁS: "La Ilustración. Periódico Universal
(1849-1857). Panorámica general", Anales, 25 (2013), pp. 239-251.
Recuperado de internet
(http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/35966/1/ALE_25_11.pdf)

[10] Véase: Enrique RUBIO CREMADES: Periodismo y literatura: Ramón de
Mesonero Romanos y el Semanario pintoresco español, Publicaciones de la
Universidad de Alicante, 2000.

[11] Borja RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ: "La narrativa en La Ilustración (1849-
1857): la "serie B" del Semanario Pintoresco Español", Anales, 25 (2013),
pp. 283-303. Recuperado de internet
(http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/35968/1/ALE_25_13.pdf)

[12] Juan Miguel SÁNCHEZ VIGIL: La documentación fotográfica en España.
Revista La Esfera 1914-1920), Tesis doctoral, Universidad Complutense de
Madrid, 1995, p. 94. Recuperado de internet
(http://biblioteca.ucm.es/tesis/19911996/S/3/S3005502.pdf)

[13] Marta PALENQUE: Gusto poético y difusión literaria… p. 17.

[14] Véase: Miguel B.MÁRQUEZ: "D. Abelardo de Carlos y La Ilustración
Española y Americana", Ámbitos, Revista Internacional de Comunicación, nº
13-14 (2005), pp. 185-209. Recuperado de internet
(http://grupo.us.es/grehcco/ambitos13-14/11mbmarquez.pdf)

[15] María Cruz SEOANE y María Dolores SAIZ: Cuatro siglos de periodismo en
España…, pp.125-126.

[16] Jean –François BOTREL: "A. de Carlos y La Ilustración Española y
Americana: el empresario y la empresa", en Université Paul Valéry-
Montpellier III: La prensa ilustrada en España. Las Ilustraciones 1850-
1920, Coloquio internacional, 1996, p. 95.

[17]Véase: Rafael FERNÁNDEZ SIRVENT: "La forja del rey conciliador: Alfonso
XII bajo el prisma se La Época y de La Ilustración Española y Americana",
en J.A. CABALLERO LÓPEZ, J.M. DELGADO IDARRETA y C. SÁENZ DE PIPAÓN IBÁÑEZ
(eds.): Entre Olózaga y Sagasta. Retórica, prensa y poder, Logroño,
Instituto de Estudios Riojanos, 2011.

[18] Véase: Miguel B.MÁRQUEZ: "D. Abelardo de Carlos…, pp. 185-209.
Recuperado de internet (http://grupo.us.es/grehcco/ambitos13-
14/11mbmarquez.pdf)

[19] Jean-Michael DEVOIS: "El fin de las Ilustraciones: el caso de Madrid,
en en Université Paul Valéry-Montpellier III: La prensa ilustrada en
España. Las Ilustraciones 1850-1920, Coloquio internacional, 1996, pp. 343-
348.

[20] Blanco y Negro realiza un gran seguimiento de la mayoría de edad de
Alfonso XIII en su número del día 17 de mayo con más de cincuenta páginas.
Incluye secciones como un recorrido por la historia de los Borbones, los
atributos de la realeza, posesiones reales y guardia personal del rey,
representantes extranjeros e incluye un desplegable en color. En el número
del 24 de mayo aparecen algunas noticas, sobre todo de los festejos
celebrados con motivo de la jura de Alfonso XIII. El precio de Blanco y
Negro era en este momento de 30 céntimos, pero el día 17 se incluye un
número extraordinario por 20 céntimos.

[21] Nuevo Mundo publica un número extraordinario el 19 de mayo de 1902,
con más de cincuenta páginas y con un precio de 50 céntimos. Destacan por
ejemplo las páginas dedicadas a la reina María Cristina, otras dedicadas a
la infancia y educación del rey, unas páginas dedicadas a los Borbones en
España o varios retratos en color. Según su publicación posterior, se
vendieron un total de 85.000 ejemplares de este número extraordinario,
25.000 en Madrid y 60.000 en provincias.

[22] María Cruz SEOANE y María Dolores SAIZ: Cuatro siglos de periodismo en
España…, p. 141.

[23] Julio MONTERO DÍAZ, María Antonia PAZ, José J. SÁNCHEZ ARANDA: La
imagen pública de la monarquía. Alfonso XIII en la prensa escrita y
cinematográfica, Barcelona, Ariel Comunicación, 2001, p. 143.

[24] Julio MONTERO DÍAZ, María Antonia PAZ, José J. SÁNCHEZ ARANDA: La
imagen pública de la monarquía…, p. 126.

[25] En la portada del 22 de mayo de 1902, podemos ver los precios de la
suscripción a La Ilustración Española y Americana: en Madrid el precio
anual es de 35 pesetas y en provincias 40; en el extranjero 50 francos y en
Estados de América, Asia y Oceanía (pagaderos en oro) 60 francos anuales.

[26] La Ilustración Española y Americana, 22 de mayo de 1902.

[27] Chirstian Franzen y Nissen (1864-1923): fotógrafo danés instalado en
Madrid que fotografió a toda la alta sociedad madrileña, incluida la
familia real. Fue el primero en realizar en España las fotografías con
magnesio que aparecieron en publicaciones como La Ilustración Española y
Americana, Blanco y Negro o Nuevo Mundo.

[28] Carlos Luis DE CUENCA: "Nuestros grabados", La Ilustración Española y
Americana, 22 de mayo de 1902.

[29] "Nuestros grabados", La Ilustración Española y Americana, 30 de mayo
de 1902, p. 27.

[30] José FERNÁNDEZ BREMÓN, "Crónica general", La Ilustración Española y
Americana, 30 de mayo de 1902, p. 10.

[31] Carlos Luis de Cuenca (1849-1927): poeta, ensayista, dramaturgo y
periodista, destacó sobre todo en el teatro, además de en la zarzuela. Como
periodista colaboró en periódicos como ABC, El Heraldo de Madrid o La
Ilustración Española y Americana.

[32] Juan Pérez de Guzmán (1841-1928): periodista, polígrafo e historiador
malagueño, miembro electo de la Real Academia de la Historia. Fue redactor
de La Época y colaboró entre otras publicaciones, con La Ilustración
Española y Americana. Sus estudios históricos estuvieron centrados en el
reinado de Carlos IV y en la Guerra de la Independencia.

[33] José FERNÁNDEZ BREMÓN: "Crónica general", La Ilustración Española y
Americana, 22 de mayo de 1902.

[34] José Fernández BREMÓN: "Crónica general", La Ilustración Española y
Americana, 22 de mayo de 1902.

[35] Ibid.

[36] Mariano Benlliure (1862-1947): escultor español nacido en Valencia, se
estableció definitivamente en Madrid en 1887 donde se encuentran numerosas
obras de su producción, destacando sobre todo sus monumentos públicos y
funerarios. A pesar de que su dedicación principal era la escultura
colaboró en varias ocasiones con La Ilustración Española y Americana.

[37] Hay dos imágenes hechas por Antonio Cánovas. En la "Crónica General"
del día 22, José Fernández Bremón se refería a las críticas que había
recibido la celebración de estas corridas.
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