La historia cultural del humanismo y la pérdida del otro Sebastián Valdivieso Jáuregui Departamento de comunicación, Instituto Tecnológico de Monterrey, Monterrey N.L, México
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Resumen Esta nota ilustra como los procesos de disolución de las fronteras resultan en la desaparición del otro.
Palabras clave: historia cultural, humanismo, yo, otro, fronteras 1. Introducción
maleabilidad que se atribuye a la concepción de lo
“Se entiende por humanismo la determinación teórica de
humano tiene una correlación con elementos ajenos y externos al ser. Externos bajo la premisa de que el
la esencia humana, la formulación de una definición de hombre, y la organización de los factores necesarios para
cambio de la concepción de naturaleza del humano es
definición. En la cultura occidental se han dado varias
producto de un estímulo cuyo origen no debe ser el ser, es decir, el ser no puede ser producto y origen del cambio. Ajenos a la naturaleza del ser, puesto que, en la
definiciones de la esencia humana, según las diferentes
construcción socio-cultural del individuo la única área
épocas, y se han organizado los sistemas sociales y
de crecimiento es aquella que es ajena a él.
culturales correspondientes para su oportuna realización. A lo largo de ese proceso, desde la paideia griega al
A pesar de existir una correlación entre el ser y el
la realización práctica, social, de los elementos de esa
humanismo de la ilustración, se ha producido una universalización y enriquecimiento del ideal de
concepto de humanidad, la aceptación del cambio de la concepción del humano no comienza en el ser, esto se
humanitas.” (Choza, 2009)
debe a que el ser está y es producto de un medio (sociedad y cultura) y a menos que el medio cambie el
No obstante, cómo es posible que este carácter universal que define al humanismo coexista en un mundo post-
individuo permanecerá el mismo. Es esta realidad la que nos lleva a pensar que los grandes cambios en el
neolítico que aún mantiene las fronteras, que abraza algunas diferencias y niega otras. Al igual que abraza las
concepto de humanidad, son producto de una aprobación
similitudes y niega otras. ¿Es acaso la culminación de esta historia del humanismo la opresión del otro?
2. La historia cultural del humanismo Hablar de humanidad en el siglo XXI es referirse a los siete mil millones de personas que habitan alrededor del globo. Sin embargo, a lo largo de la historia esto no siempre fue así, dado que, el concepto de humanidad es un constructo, un constructo maleable que a lo largo del tiempo se ha dotado de nuevas características. Esta
social que legitime el estímulo disonante y se acepte el nuevo concepto de humanidad. Ante tal situación, es relevante puntualizar que el estudio de la concepción de la humanidad no es más que un estudio de la historia cultural de la humanidad, esto implica que “La historia cultural no es la historia de la reflexión y la formulación de conceptos sobre el hombre o sobre cualquier otra entidad. Es, en uno de los modos de entenderse y ejercerse, el análisis de algunos factores
culturales que incluyen decisivamente en la formación y
creencia, normalmente el grupo gira entorno a un líder
revolución de los estilos, instituciones, prácticas, ideas y conceptos en general, y de algunos en particular. (Choza,
espiritual. Durante el neolítico, los factores que
2009)”
2.1.
Del entorno formativo y de la conformación del yo
caracterizaban al paleolítico siguen jugando un papel importante, sin embargo, a estos se le agrega la organización política y la localidad, la sociedad ahora creció, lo que produjo la especialización del trabajo y el surgimiento del discurso predicativo, por otro lado este
El sentido de pertenencia está estrechamente ligado a la
crecimiento demográfico y la mejoría de los transportes
identidad. Es más el sentido de pertenencia es como el individuo se ve reflejado e identificado por un grupo social, aunque este, en algunos casos, le sea inaccesible.
resultó en una disminución de las distancias entre
La caracterización del sentido de pertenencia está relacionado
con
factores
estéticos,
ideológicos,
culturales, económicos, entre otros. Sin embargo, el sentido de pertenecía es mucho más complejo que los factores que describen al entorno en el que vive el individuo, es posible nacer en un entorno tipo A y sentirse identificado con un entorno tipo B cuyas particularidades difieren del anterior. La identidad tiende a ser de carácter volátil y por extensión también lo es el sentido de pertenencia. Sin embargo, la pregunta que
diferentes grupos de humanos, es decir, se forjó el concepto de localidad en la cual regía un poder político que era un reflejo de las interacciones grupales de aquella localidad. Posteriormente, en el periodo post-neolítico se rompe con la exterioridad, es decir los mecanismos comerciales, políticos, culturales, económicos y sociales son capaces de incluir o disolver toda exterioridad e incluirla dentro de su interioridad. Es relevante puntualizar que el carácter abstracto que dio paso al periodo post-neolítico es producto de los mecanismos, procesos, políticas o ideales que surgieron en los
surge es: ¿Tengo conciencia de mi identidad y por lo tanto tengo sentido de pertenencia, o desconozco mi
periodos anteriores. Sin embargo, es en el post-neolítico
identidad, reconozco la de los demás para así reconocerme y formar un sentido de pertenencia?
de desarrollo logrando así un reconocimiento más amplio de las individualidades.
A pesar del carácter dinámico de la identidad, es posible
La pérdida de exterioridades que se le adjudica al
establecer una línea temporal que encapsula, en rasgos generales, los factores que caracterizan la identidad cultural. Es importante recalcar que la identidad cultural se ve englobada por la identidad personal, no obstante como vimos antes, la cantidad de combinaciones que
periodo post-neolítico, parece entrar en conflicto con la
surgen de los factores que la definen hace que sea difícil, si no imposible, generalizar al respecto de esta, es por ello que nos centraremos en la identidad cultural. “Las identidades culturales modernas contrastan fuertemente con las identidades antiguas. Sus factores constituyentes son más débiles, y por eso necesitan reforzarse
más. (Choza,
2009)” El proceso de
construcción de las identidades paleolíticas están determinadas por la lengua y religión, los grupos humanos se conforman por sociedades pequeñas con pocos individuos que comparten una lengua y una misma
que cada uno de estos factores alcanza un nivel máximo
situación en la que nos encontramos en la actualidad, por otro lado, cómo es posible que el alcance de los instrumentos creados por la sociedad occidental sea tal, que no existan elementos ajenos que no puedan ser armonizados dentro del modelo del humanitas. Las increpaciones al modelo de humanitas del período post-neolítico
pueden
contraponemos
la
idea
ser
entendidas
de
eliminación
cuando de
las
exterioridades con la del carácter formativo de la sociedad, es decir la visión de la sociedad como cuna e institutriz de valores y experiencias que promueven el sentido de pertenencia. ¿Cómo es posible gestar una humanitas sin exterioridades, en el seno de una sociedad
que promueve la integración, mediante factores comunes
exterioridad en un mundo de fronteras. No obstante, a pesar del carácter disonante entre estos dos conceptos, es
que propician la formación de fronteras?
posible encontrar cierta reconciliación en instituciones Es en el carácter dogmático de las enseñanzas sociales que el humanitas post-neolítico encuentra una barrera, una barrera que comienza con el individuo y cuya dinámica puede percibirse como “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. (Ortega y Gasset)”
como la Unión Europea o en el carácter universal de los derechos humanos. Cada persona es un mundo y cada persona puede crear un mundo y no existe exterioridad que no pueda interiorizarse. Este es un argumento muy fuerte e implica que conceptos como basura o la pena de muerte deben dejar de existir dentro de un mundo post-neolítico.
2.2.
De las fronteras
Álvar Núñez Cabeza de Vaca cuenta en sus diarios las desventuras que sobrellevaron después de partir en una expedición en 1527, con el capitán Pánfilo de Narváez y seiscientos hombres, la misma que tenía como objetivo buscar y conquistar la fuente de la eterna juventud. En uno de los relatos cuenta que mientras atravesaba lo que hoy son los Everglades, sufrieron numerosos ataques de indígenas. Para infortunio de los españoles los pesados trajes, la baja velocidad de recarga, la falta de comida y bebida, y la conjunción de otros elementos más, resultó en la muerte de centenas de españoles. De dichos sucesos podemos decir que el encuentro de dos culturas se llegó a plantear en términos de competición por los alimentos y la supervivencia. A pesar de la distancia histórica de este evento, se evidencia el papel que juegan las fronteras en la manera como se entablan las relaciones entre individuos o grupos de individuos. La existencia de fronteras implica la existencia de diferencias. Las fronteras pueden ser de muchos tipos:
Es acaso la generalización de lo humano a través de las interiorización de todas las diferencias lo que
hace
posible la coexistencia con las fronteras o la destrucción de las mismas; o es la existencia de las fronteras, la evidencia irrefutable que el concepto de humanitas no es universal y por lo que la integración paulatina del otro significa el moldeamiento del mismo y la perdida de la identidad de este.
2.3.
Del otro y de su establecimiento
Exterioridad, ajeno, diferente, extranjero, extraño el otro; son palabras que son o han sido usadas para evidenciar algún tipo de diferencia que exista entre humanos. Es el mundo de lo no humano y aun así nos enfrentamos a la paradoja de la caracterización del yo a través del reconocimiento del otro o la caracterización del otro a través del autoconocimiento. ¿Es acaso que
el
desaparecimiento del otro implica la pérdida del yo y por lo tanto la falta de una definición de lo humano? ¿Es
ideológicas,
posible vivir en un mundo donde él es, por lo tanto luego soy o es un mundo donde soy y el no es?
políticas, geográficas, temporales, entre otras. Es a
Es esta misma dialéctica y la superación de la
través de las fronteras que identificamos los límites entre diferencias lo suficientemente significativas para
exterioridad que caracteriza al periodo post-neolítico, las que chocan y ponen en duda la veracidad de estos
resaltarse, o más específicamente “Al ponerse nombre,
conceptos. Es más, si tomamos la aceptación de las diferencias como uno de los hitos de la modernidad, estamos aceptando la existencia de otro, un otro que no
culturales,
psicológicas,
religiosas,
los grupos humanos se definen a sí mismos e identifican a los que excluyen. De esta manera se define y se delimita quienes son seres humanos y quiénes no, y en
quepa dentro de mi concepto de mundo. ¿Qué pasa con
qué consiste serlo. (Choza, 2008)”
los demás otros, acaso mi capacidad de aceptación es tal que pude aceptar e interiorizar al otro, o es acaso que mi
El dilema que surge en un mundo post-neolítico es la
percepción limitada generalizó al otro a tal punto que
paradoja que se produce al hablar de la superación de la
este perdió la esencia de lo que lo hace otro y no es más que yo en otro cuerpo? La superación de las exterioridades y la existencia del otro no es más que una posibilidad, el carácter universal del humanismo no es más que una generalización burda que moldea al otro y lo despoja de aquello que lo hace único para que por un bien mayor ahora pueda ser llamado humano.
4. Referencias 1.
J. Choza, “Fronteras; transitoriedad y dinámicas interculturales”, Revista CIDOB d’Afers Internacionals núm 82-83, pp 77-83 (2008).
2.
J. Choza, Historia cultural del humanismo, 1era edición, Thémata, Madrid (2009)
3.
J. Choza, El problema de la aceptación del extranjero, http://www.academia.edu/1372772/EL_PROBLE MA_DE_LA_ACEPTACION_DEL_EXTRANJE RO_ , visitado el 6/10/2014