«La hija del aire de Mónica Raya. El teatro sin límites». Los Universitarios 35 (2003): 54-58.

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Descripción

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a• lTa alre .ae oruca ./

E[ teatro sin

aya

limites A. Rob cr t La u c r

El D r. A. Robert Lauer, profesor de lenguas rnoderna s en la Universidad de Okla hom a, presenr6 esre texro dedicado a una produ cci6n de la UN AM en el XXVI II Festival de Siglo de Oro de El C ham izal, realizado del 27 de febrero al 9 de marzo de este afio en El Paso, Texas.

H ace dos afios tuve la fortuna de asistir al estreno de la primera part e de La hija del aire de Pedro Calder6n de la Barca (1600- 1681) en el teatro Juan Ruiz de Alarc6n de la Universidad Nacional Aut6noma de M exico. La comedia era un a adaptaci6n diri gida pa r la conocida escen6g rafa mexican a M onic a Raya, qui en debutaba como directora en esta obra. Subsiguient emente , el l ode marzo de 2002, el Parqu e Nacion al Conmernorativo del C ha miza l (C hamizal National M emorial, EI Paso, Texas) y los consulados de M exico y los Estados Un idos lograron present ar en EI Paso esta producci6n , la cual forma part e de la campania de Repertorio de la Facultad de Filosoffa y Letras y de la ento nces D irecci6n de Teatro y D anza de la UNAM . Esa representac i6n fue un gran exito y, al contesrar a un a pregunta de un miembro del publico durante la mesa redo nda qu e la sucedi6, la directors M 6ni ca Raya prom eti6 traer la segunda part e de La hija del aire al C hamizal en una furur a ocasi6n. EI 27 de febrero de este afio, M6nica cumpli6 su palabra y trajo no solo la pro-

metid a segunda parte sino la obra cornpleta, dividid a en dos, de La hija delaire. La obra calderoniana de La hija del aire (ca. 1637) versa sobre la mitico-Iegend aria Semi ramis, reina de Asiria y fundadora de Babiloni a en el afio 800 a. de C. La pieza teatral basada en parte en La tragedia de fa gran Semiramis (Ma dr id, 166 9) del neo-senequista C rist6 bal de Virues, cuenta la hisroria de esta insigne Figura desde su nacimient o rnirico - producto de un acto de violencia autorizado por la diosa Venus y censurado por la casta Diana- pasando par su liberaci6n pa r el general Menon , su casamiento con el rey Nino de N Inive y su usurp aci6n del poder real despu es del regicidio de este y el secuestro del prlncipe heredero N inias. A diferencia de La tragedia de la gran Semiramis, Lahija delaireelimina los aspectos meramente humanos del tfpico usurp ador barroco, qui en raras veces se deja llevar par su lujuri a 1

I

A. Robert Lauer. Tyrannicide and Drama. Archivum Ca lde-

ron ianurn 4. Stuttgart: Franz Steiner. 142.

en el caso de Semiramis, el incesto con su hijo Ni nias. La Semira mis de Ca ldero n es un a insigne m ujer qu e, a pesar de su dest ine tragico, logra superar su primer encarcelam iento y, al abando nar a su liberta dar y prot ector Me no n, logra ascender al mas alto puesto posible de su epoca: reina y, hasta cierto punto, semid iosa. Da das las circuns0,

tancias de los no bles egoistas, el pu eblo voluble y el heredero inutil de la segun da parte, la figura de Semira m is, a pesar de su amb icion, no puede decaer en la vista del publi co. Nosot ros los espectadores la hemos conoc ido desde su nacimient o y creo que seria incon cebible no senrir lasrima par ella cua ndo pierde el pod er por razones ajenas a su person a, en este caso como consecuencia de la venganza del rey Lido de Lidia. Desde un pu n to de vista estrictarnente politico, el un ico erro r de Semiramis fue no haber destru ido a su enemigo Lido cuando pudo. La adapracio n de Mo nica Raya al prese ntar la historia de Semiramis fue un gra n exito por

Russel Alvarez y M agali Mara co mo Lisfas y Cha ro cn Lahijadelaire

varias razones. En esta ocasion me lim ito estrictame nte a abordar solo tres . En primer lugar, la act riz Betsab e Irafs, qui en or iginalme nte iba a h acer el papel de Men on , fue abso lutamenre genial en el pap el de reina, pu es logro conve ncernos desde el p rin cip io de que era una desafortu nada victima de los d ioses. Su parcial desnudez, sus desgarradores gem idos y la fuene coercio n de su gu ardi an T iresias, papel desemp efiado por otra excelente actriz (Ana Cordel ia Alda ma), 10graron mo strar in icialm ente a Semiramis en su aspecto mas vulnerable. Al ser liberad a por Menon (el acto r pro fesion al Alfon so Carcarno), Semirami s se da cuenta de qu e ha dejado un a prisia n fisica (la carcel de Ven us) po r un a metafisica (Ia carcel de Himen eo qu e Me no n Ie ofrece) . No es cru eldad sino un deseo inn ato de superv ivencia 10 qu e lamoti va a desdefiar al desa fortunado Menon para casarse co n el rey Ni no , qui en Ie ofrece no solo un trono sino la libertad absoluta qu e siem pre ha afiorado. Esta victima, obvia-

mente, tien e qu e ejercer gran fuerza de voluntad en la segunda parte para desha cerse de cualqui er carcel human a y convert irse en tiran a 0 mujer fuerte. Por 10 tanto , sin ningun rerno rdimiento, aparentemente envene na a Nino y, despu es de multiples victo rias milit ares, secuestra a su propio hijo Ninias para ocupar su pu esto cua ndo sus egofstas vasallos se sublevan contra

Russel Alvarez y M agali Mara en escena

Berenice Caballero como Andro nio

ella. Aqu f la vfctirna se ha vuelto opresora y la genial actri z Betsabe Irafs logra convence rnos de su cam bio de ca rac te r, Sin embargo, al morir esta reina en un acto de guerra , la actriz tien e qu e con move rnos de nu evo para pro vocar lastirna hacia esta insign e figura, qui en en efecro 10 pierd e tod o por no haber podido dej ar de ser qui en es, un a semidiosa. No podrf a imagin arm e

Betsab e Ira is es Semiramis

otra actr iz del reparto qu e hub iera captado con tanta maestrfa los marices necesarios para representar este dificil pape!. Lo mismo dirfa de Nino, papel suma me n te di ficil a cargo de Bereni ce Ca ballero en la segunda parte, quien fue bastante convi nce nte como varon. O tro aspecto imp ortan te qu e perrnirio el exito de esta obra fue el uso de la escenificacion, luces y vestuario, tod o ello debid o a la genial M oni ca Raya. Dado el caracter semi-salvaje de Semira mis, creo qu e habrla sido un erro r enfocar esta pu esta en forma naturalista, como han hecho algunas cornpa fiias p rofesion ales de teatro clasico con otros montajes del reatro aureo, La hijadelairees una ob ra rnlt ica, do nde los dioses inte rvienen en los asuntos humanos. Reflejar esta doble condicion de los personajes es el gran lagro de la produccion de Mo nica Raya. Paraeste proposiro, usa sabiament e metod os de teatro asiatico, sobre todo de la danza dram atics hindu llamada kathakali. Curiosament e, este estilo se desarrollo precisamente en el siglo XVII en la Indi a, al mismo tiern-

po qu e se escribia La hija del aire, cuya accion ocurre en el Medio Oriente. El teat ro kathakali es de ambienracion sagrada y sirve no para crear la pu rgacion de hubris, funcion tfpica del teatro griego, sino para involucrar variasernociones que transforman la exper iencia humana en algo agraciado. inmate rialo de adbbuta rasa, que es Ia experiencia mistica de alto s niveles metaffsicos. ~o es accidental qu e la Semiramis de :-'Ion ica Raya. al morir, se levant e de n uevo al final y quede total ment e iluminada . De esta man era, la Semi ramis de Raya se asemeja mas al prototipo del capitan C risto bal de Virues, al morir transforma da, segun la narracion de Zameis: "E n una herrnosfsirna paloma / " [. .. J / la cual, mirand o al cielo, el buelo torna / hazia el O riente con un a alta punta."2 Debem os de record ar asim ismo, qu e la Semi ramis calderoniana mu ere "iluminada" pero

2 C ristobal de Virue s. Tragedia de fagranSemiramis. Poetasdramaticos valencianos. Ed. E. Julia Ma rtin ez. Madrid: Ti p. De la Rev. De Archives, 1929. Vol. 1:25-57 (56)

Betsabe Irals en La bija delaire

no arrepenrida: "E n fin , D ian a, has podido / mas qu e la deidad de Venus, / pu es solo me diste vida

los elementos de enajenacio n de esta produccioncoreograffa (a cargo de Ratti Platas), escenog raffa

/ hasta cumplir los severos / hados que me arne-

(Monica Raya, And rea Poceros, Alberto O rozco),

nazaron / co n prodi gios, co n portentos, / ha de

produccion (Cha rleen D uran), esgrima (javier

ser tiran a, cruel, homicida y d e soberbio / espfriru,

Licon a), luces (Monica Raya), vestua rio (Monica

hasta morir / despenada de alto puesto. / [. .. ] / Hija

Raya, Jorge O rtiz del Ca mpo, Gus tavo Ga zucho,

fui del aire, ya / en el me desvan ezco'T'

Teresa Go nzalez y Ed uardo G ut ierrez), musica,

Por ultimo, M oni ca Raya usa ton os musicales

cantos , gestos y bailes hicieron que la leccion mo-

hindues y ch inos, cantos en lenguas desconocidas,

ral -por asf decir-

sobresaliera, pu es se pod ia

asf co mo un violonchelo y varios instrumentos de

aplicar a rod os los tiempos y espacios posibles. Sin

viento y percusion (mag istra lmente ejecutados

metern os en d ibujos, el me nsaje de la obra seria

por Rebeca Vareli, Angelo M oroni y Ricardo Sua-

sim pleme n te que en la vida hay lfrnites que si se

rez), qu e had an im posible fijar ellugar

el tiem-

sobrepasan pu eden ocasiona r consec uencias ne-

po de la accion. Esto creo un Verftemdungseffiktde

fastas para reino s e ind ividu os. Los tristes acon te-

cierta frialdad ahisro rica y atem poral. No obstante, este distanciamiento fue, en mi opin ion, un gran

cim ientos en el m ism o espacio geografico de la an-

acierto . H ay que tomar en cuenta qu e el publico

meditar en 10 effmeros qu e son el pod er y la liber-

0

tigua Babiloni a hoy dia pod rfan acaso hacernos

mod ern o no va al teatro para instruirse con algun

tad cuando elementos externos a nosotros - ya

ejem plo moral qu e se Ie pon ga a la vista. Empero,

sean dioses paganos

si fuera al teat ro con ese proposito, no creo qu e

ernpefian en esfuma rlos.

0

fuerzas extra njeras-

se

lograra captar un a moraleja aplicable tal vez solo a

La hija delairede Mo nica Raya demuestra 10

un tiempo y espacio determinados, en este caso el

que pued e oc ur rir cua ndo u na bu en a d irector a

Me dio O riente en el afio 800 a. de C. Por 10 tan to,

Ie pierde el tem or a un texto y logra transforma rlo de tal man era que 10 un iversaliza, sin qui tarle su esenc ia trigica

3 Ped ro Ca ldero n de la Barca. La hija del aire. Part e segu nda.

Comedias de don Pedro Calderon de la Barca. Ed . ] . E. H arrzen bu sch . Biblioreca de Aurores Esparioles 12. Madrid: Arias, 1932.

23-66 (65).

0

su espfrit u barroco. Los hin-

dues llam arfan a este p roceso adbhuta rasa 0 felicida d mistica, Yo simplemen te 10 llam o un gran exito teatral.

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