LA GUERRA EUROPEA – FEBRERO 1916

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Descripción

LA GUERRA EUROPEA – FEBRERO 1916

POLÍTICA INTERIOR AUSTRIACA
París (Torre Eiffel) 31, 6 tarde – El gobierno austriaco se muestra
inquieto a causa de la agitación que se manifiesta en Bohemia y continúa la
persecución contra los jefes de los partidos checos; tres diputados acaban
de ser detenidos y trasladados a Viena.

Los periódicos de Viena no se atreven a confesar que este traslado equivale
a una deportación, sino que únicamente indican que los citados diputados se
vieron obligados a elegir Viena como residencia permanente y algunos
solamente anuncian que los políticos en cuestión decidieron establecerse en
Viena.

La censura austríaca ejercitó su acción contra la publicación de los
detalles del debate que se originó en la Cámara húngara al discutirse en la
misma el proyecto de la unión aduanera con Austria y Alemania. Sin embargo,
dejó pasar algunos párrafos del discurso del conde Teodoro Bachynyany,
vicepresidente de las izquierdas independientes. Este afirmó que se oía
decir frecuentemente que la futura unión aduanera crearía en el país
mejores condiciones económicas. "Esto sería verdad"—dijo—"por lo que se
refiere a Alemania; en cambio nosotros no seremos más que un juguete de la
combinación. Desde el momento de concluirse dicha unión los capitales
necesarios para el desarrollo del país vendrán de Alemania y de ningún otro
punto más. Los alemanes tendrán el monopolio de los capitales en nuestro
país y todos sabemos lo que significa esta palabra y lo que cuesta al
país". – La Vanguardia, Martes 1º de febrero de 1916, Página 11, Sección
"Servicio Radiográfico", Cuarta Columna

UN DISCURSO DE POINCARÉ
París, 1 – En la fiesta celebrada esta tarde en el Trocadero en honor de
los soldados condecorados con la Gran Cruz de Guerra, que se hallan
actualmente en París, M. Poincaré[i] ha pronunciado una alocución
declarando que es un incomparable motivo de emoción y orgullo para el
presidente de la República el expresar su reconocimiento a los que
vertieron su sangre por la nación, como también a las enfermeras que bajo
la metralla prodigaron sus cuidados a los heridos, demostrando el afecto,
el valor y la bondad que encierra el corazón de la mujer francesa. Añadió
el presidente: "No hay lectura más consoladora que la de las citaciones que
inserta el Diario Oficial, en las que, a pesar de la sencillez de las
palabras, aparece la inmortal grandeza de los hechos, a cuyo lado palidecen
las lecciones de edades desaparecidas y todas las leyendas de las
antigüedades griega y latina. Las generaciones futuras encontrarán en'
nosotros un sublime ejemplo de patriotismo, resignación estoica y
sacrificio virilmente aceptado. Estas virtudes se han difundido,
magníficamente en el pueblo, que ha elevado a esta alta serenidad, porque,
ante todo, la antigua raza gala conserva latente una inagotable fuerza de
exaltación y de ideal, y también porque jamás se declaró a ninguna nación
laboriosa y pacífica una guerra tan injusta y tan feroz".

Recuerda el presidente todas las concesiones que la nación hizo
voluntariamente a la paz europea desde 1870 y las gestiones hechas la
víspera misma de la guerra para evitar la catástrofe.

"Ninguna mentira alemana" – dice – "puede obscurecer estas verdades, que en
un momento hicieron la unión de todos los franceses v reservaron amargas
decepciones al enemigo durante esta guerra. Francia no quiere ser la
víctima de las iras de un imperio que en la embriagues de su fuerza militar
se creyó un imperio elegido, llamado a dominar el mundo. Francia quiere
guardar intacta su civilización y su espíritu.

Sí el esfuerzo de esta guerra es para nosotros formidable, no lo es menos
para nuestros aliados. Los mismos neutrales que tienen, una noción clara de
su interés permanente, no pueden desentenderse del todo de este conflicto,
en el que tantas naciones están comprometidas. Aquéllos de entre ellos que
tienen por nosotros simpatías velados o declaradas, y aún aquellos cuyas
preferencias parecen inciertas o mal definidas, todos tienen en nuestra
victoria un interés vital.

Ni nosotros ni los aliados mantenemos contra ellos prevenciones o segunda
intención. En cambio tiene que temerlo todo de las potencias invasoras y
pérfidas, que no ven en los tratados firmados por ellos más que trozos de
papel y hallan una salvaje voluptuosidad en aplastar a los pueblos
pequeños.

Vosotros daréis la seguridad a las nacionalidades que viven hoy bajo la
amenaza y la opresión germánicas. Sois los obreros de un mando nuevo y
precursores de una humanidad libertada. Gracias A vosotros, en el universo
rejuvenecido, al puesto de Francia será uno de los más hermosos.

Para que se realicen nuestros anhelos, es preciso que la paz que imponga
nuestras condiciones a nuestros enemigos vencidos, nos devuelva les
provincias de que fuimos desposeídos por la violencia, reconstituya
íntegramente la Francia desmembrada y nos ofrezca serias garantías contra
la locura guerrera de la imperial Alemania".

Terminó de modo siguiente M. Poincaré1: "El día en que traigáis la paz
fuerte y tranquila, entre las galas de las avenidas empavesadas, tendremos
la dicha de ver brillar con vuestros ojos la satisfacción de! deber
totalmente cumplida y Francia, reconocida, estrechará contra tu corazón a
sus hijos que la habían salvado". (HAVAS) – La Vanguardia, Miércoles 2 de
febrero de 1916, Página 13, Sección "La Guerra Europea", Cuarta Columna

LOS DESORDENES EN BERLÍN
Un folleto de propaganda, redactado en francés y editado por el Comité de
la industria alemana de Berlín, se esfuerza en disminuir la importancia do
los desórdenes ocurridos en la capital.

El folleto califica las escenas de accidentes sin importancia que se
desarrollaron delante de alguna tienda de provisiones. De todos modos
reconoce la existencia de los desórdenes, que los viajeros que regresan de
Alemania están de acuerdo en calificar de más graves aún de lo que la
prensa alemana ha referido.

El folleto dice que el encarecimiento de los víveres es la consecuencia
directa de la eficacia del bloqueo. Termina diciendo que Alemania no tiene
ninguna ambición mundial, sólo se niega a someterse a Inglaterra. – La
Vanguardia, Miércoles 2 de febrero de 1916, Página 14, Sección "Servicio
Radiográfico", Cuarta Columna

PREOCUPACIÓN ALEMANA
Las radios alemanas reflejan la preocupación de Alemania en la cuestión del
bloqueo. Es curioso notar que dichos radios se contradicen ellos mismos.
Algunos pretenden que el mar está libre, y otras que Inglaterra quiere
hacer morir de hambre a Alemania. También es interesante notar que en la
entrevista celebrada con el almirante von Holtzendorf[ii], este afirma que
Alemania desea una gran batalla naval; las apariencias hasta ahora no lo
han demostrado así. – La Vanguardia, Miércoles 2 de febrero de 1916, Página
14, Sección "Servicio Radiográfico", Cuarta Columna

LAS OPERACIONES EN AFRICA
Londres, 2—La, nota oficial relativas a las operaciones en el este de
África dice que los ingleses han-hecho grandes progresos en la construcción
de la línea que empalma con la línea de Uganda[iii]. Aquella línea, que ya
llagaba más allá de Maktar y Mhuyuni, llega ahora a Serengueti, de cuya
localidad las tropas británicas se apoderaron el día 24 de enero. La
ocupación de Serendeti y Lodingo limita en mucho la acción de los alemanes
(HAVAS) – La Vanguardia, Jueves 3 de febrero de 1916, Página 11, Sección
"La Guerra Europea", Primera Columna

EL BLOQUEO DE ALEMANIA

Londres, enero, 19
Se ha manifestado el sentimiento, creciente día por día, de que el dominio
inglés de los mares, merced a las poderosas escuadras británicas, no se ha
aprovechado en toda su extensión para hacer verdaderamente efectivo el
bloqueo de Alemania, impidiendo que entrara en dicho país artículos de
primera necesidad y primeras materias para la industria. Se ha dicho que
existiendo de hecho la supremacía de la flota inglesa, debido al descuido
de la Foreign Office no se ha ejercido dicha supremacía. Al efecto en los
periódicos se ha hecho una campaña activísima a favor de la más estricta
aplicación del bloqueo, para lo cual se le recomienda el estudio de las
estadísticas, donde se demuestra que el enemigo se provee de lo que le hace
falta en los países neutrales cuyas puertas no han sido cerradas a la
importación.


Los números tienen una elocuencia terminante, y ellos nos demuestran la
verdad de lo que ocurre, sobre todo por lo que respecta a la exportación de
los Estados Unidos a países neutrales como Holanda y Dinamarca. En los
primeros diez meses de 1913, América exportó 12.000.000 de fanegas de trigo
a Alemania y 19.000.000 fanegas a los países neutrales. En el mismo período
de 1915, la exportación era de 15.000 fanegas a Alemania y 50.000.000 a las
naciones no comprendidas en el conflicto europeo. La exportación
norteamericana de maíz a Alemania era de 6.000.000 fanegas en 1913 y de
15.000 en 1915, mientras los países neutrales recibían 13.750.000 fanegas
en 1913 y 28.950.000 en 1915.

La exportación de tocino, o carne salada de puerco, era como sigue:
1.100.000 libras a Alemania – en 1913, y 273.000 libras en 1915; a los
países neutrales exportaron los norteamericanos 30.900.000 libras de carne
de puerco en 1913 y 95.500 000 libras en 1915. Alemania importó de América,
en dicho primer período, 471.000 pares de botas; el año próximo pasado no
importó ninguno. Los países neutrales compraron, en cambio, a los Estados
Unidos 462.000 pares de botas en 1913 y la enorme cantidad de 4.800.000
pares en 1915.

Los progresos que, según las estadísticas, ha hecho la importación en
Dinamarca, son verdaderamente asombrosos. Sobre todo en la carne de puerco
salada (que por cierto produce Dinamarca en gran cantidad) el aumento ha
sido desde 950, en 1913, a 12.5000 toneladas en 1915, es decir: un 1.300
por ciento. El aceite dé linaza, que se usa mucho en la preparación de
explosivos, y del que ha llegado a importar Dinamarca 14.206 toneladas, en
los diez primeros meses de 1915, no lo necesitaba antes dicho país; pues,
en 1914, sólo compró a la Argentina una tonelada.

Estos números nos dan la impresión de que algunos países neutrales,
especialmente Holanda y Dinamarca, se proveen para proveer, a su vez, al
enemigo. De otra manera ¿Cómo podría explicarse tan notable aumento en su
importación? Debe tenerse presente, sin embargo, que dicho aumento no se
debe exclusivamente al hecho de que dichos países envíen a Alemania lo que
ellos se hacen traer de América. Es el caso que, de Escandinavia, pasa
mucho a Rusia; pero esto no quita que sea igualmente una realidad la
reexportación a los imperios centrales de artículos de primera necesidad y
primeras materias para la industria, contándose entre estas últimas ciertas
substancias necesarias a la fabricación de explosivos. La cuestión está,
pues, ahora en evitar por todos los medios—y al efecto se requiere una
habilísima política—que Alemania encuentre en los países neutrales un apoyo
tan valioso.

Pero esos periódicos ingleses empeñados en esta campaña han perdido de
vista dos consideraciones muy importantes. En primer lugar los países
neutrales tienen derechos que Inglaterra debe respetar. Si disentimos
dichos derechos, si se los regateamos con nuevas y duras restricciones, la
amistad que ahora nos demuestran esos países nos la retirarán, volviéndose
sus simpatías hacia nuestros enemigos.

Se entró en un acuerdo con los países neutrales—comprendiéndose entre
éstos, muy especialmente, Holanda, Dinamarca, Suecia y Noruega—según el
cual podían, importar géneros de todas clases para su uso particular o para
ser reexportados, pero no al enemigo. Este acuerdo, notablemente ultimado
con el Netherlands Overseas Trust[iv], se ha observado con bastante
fidelidad, no obstante las filtraciones por donde haya escapado hacia
Alemania parte de los géneros traídos de América.

Otro importante punto de vista es que, permitiéndose que Alemania se provea
de ciertas materias—y en una cierta escala —en los países neutrales, se
quebrantan sus recursos financieros; pues teniendo que pagar los que compra
en moneda—oro o papel—se hace notable su descrédito, y el resultado se ha
visto en el rápido bajón sufrido por el marco en Nueva York, Copenhague,
Estocolmo, Ámsterdam y en las Bolsas suizas. El precio del marco da la'
medida del crédito de Alemania en el extranjero, y su baja notable y firme,
durante las últimas semanas, es una señal clara de que la estabilidad
financiera de Alemania está en peligro.

Ningún economista que estudie el asunto con perfecta imparcialidad dejará
de reconocer que la política seguida hasta ahora por el gobierno británico
respecto a los países neutrales, no se ha opuesto al derecho de cada quien;
y si alguna objeción puede hacérsele es la de haber sido quizás poco
rigurosa. Pero también con esto se perseguía un fin determinado, y éste
obtenido, cambiará la política. En otras palabras, el bloqueo de Alemania
se hará más estrecho y efectivo. La formal declaración de un bloqueo, de
acuerdo con las leyes internacionales, alcanzara a todos los mares por
donde el enemigo podía proveerse y así continuar sosteniéndose en la
guerra.

Hasta el presente momento, se ha seguido, con éxito feliz, una línea de
conducta bien trazada y en Alemania se experimenta sensiblemente la
carestía de varios artículos de primera necesidad y de primeras materias
para la industria y manufactura. Al mismo tiempo se ha causado una
depreciación alarmante al crédito alemán y se ha mantenido a los países
neutrales más afectados a por el bloqueo—Holanda y Escandinavia—en una
actitud de benevolencia hacia nosotros y nuestros aliados. Si, como ahora
parece, se abandona esta política para estrechar más él bloqueo, ello debe
ser estimado como una buena señal. Yo no pretendo estar en los secretos del
gobierno británico, pero me aventuro a suponer que este cambio de conducta
se debe a razonamientos de este tenor: Alemania desencadenó la guerra sobre
Europa confiando en una rápida y radiante victoria. Esa victoria se le hizo
imposible con la resistencia de Bélgica y la intervención inesperada de
Inglaterra, perdiendo los alemanes la guerra en la batalla del Mame. Pero
Alemania no ha sido derrotada militarmente.

Para esto hay quo pesar por tres períodos durante los cuales los aliados
habían de encontrarse, respecto a Alemania, en un estado de inferioridad
primero, de igualdad después y de superioridad finalmente. El primer
período ha pasado ya y el segundo está a punto de pasar también. Hasta
ahora se ha hecho una magna labor de preparación, reclutando hombres y
acomodando las industrias del país a la necesidad que se sentía de
municiones y material de guerra. Sin duda fue posible, ya en el primer
período e igualmente en el segundo, tener a Alemania encerrada por un
bloqueo el más electivo y riguroso; pero esto, mirado desde un punto de
vista general que abarque los intereses de toda Europa, no podía haber
significado una derrota militar completa de Alemania. Para mayor eficacia
del resultado final, era mejor combinar un sistema de agotamiento militar
(el acordado en el programa del general Joffre) con el dragaste económico o
financiero, y así se aplicó el bloqueo en cierta forma y con cierto
margen.

El segundo período, el de igualdad, está pasando, o acaso ha pasado ya;
mientras el tercero comenzará muy pronto con una superioridad marcadísima
por parte de los aliados, en el campo de batalla, y el estrechamiento del
cerco que tiene confiado, en los mares, la nota británica. Estamos, pues,
en la transición del segundo período la tercera fase de la guerra, que los
aliados tienen confianza en llevar buen término. – J. PARKER HEYES – La
Vanguardia, Viernes 04 de febrero de 1916, Página 13, Sección "La Guerra
Europea", Tercera y Cuarta Columna

EL MARISCAL VON MACKENSEN

Del libro de W. Reuner, recientemente publicado, entresacamos los
siguientes párrafos del capítulo titulado "Madre e hijo": "Muchos hombres
de fama deben lo que más es enaltece a su madre. El mariscal Mackensen[v]
es uno de los ejemplos más brillantes para esta aseveración, Aun vive su
madre, que actualmente cuenta 89 años de edad.

El padre, ingeniero agrónomo, no había visto con muy buenos ojos el ingreso
de su hijo en el ejército; se reconcilió, sin embargo, con este «paso tan
expuesto» al ver la rápida carrera del hijo, quien al ocurrir en 1890 la
muerte de su progenitor, había llegado ya al grado de coronel en el gran
Estado Mayor. Con el fallecimiento del padre, el cuidado de la hacienda
quedó a cargo de la madre, a quien asistió solícitamente su única hija
María. Pero el destino fatal arrebató a ésta en el año 1902, y seis años
después al hijo segundo, quedando la madre sumida en la mayor aflicción. Su
único consuelo fue el hijo que le que dada y con quien la unían los lazos
del más entrañable cariño. Desde los días de su niñez, cuando hubo
abandonado por primera vez la casa paterna, éste no había dejado pasar un
solo domingo sin escribir a su madre. Y fiel a esta, costumbre siguió
enviándola su misiva dominical desde Francia o Polonia, desde
Constantinopla o cualquier punto de los países balcánicos; su primera
ocupación en la mañana del domingo era la carta a su madre".

Casi no es "de extrañar que estos seres tengan también físicamente un gran
parecido. La figura alta, esbelta, erguida, los ojos azules de mirar
profundo, la viveza intelectual, el alto concepto del deber y finalmente la
piedad profunda son rasgos físicos y morales que distinguen tanto al
mariscal como a su madre.


En cuanto a Mackensen, como militar, bastarán los párrafos siguientes para
dar una idea de su carácter y de su actividad: Un día se supo en el Estado
Mayor del noveno cuerpo de ejército que el general Mackensen había sido
destinado a otro mando. Para celebrar la comida de despedida, los oficiales
habían adornado la mesa con violetas; el general deseaba que se
prescindiese de discursos y solo al finalizar la comida se levantó para dar
un ¡viva! al noveno cuerpo de ejército. Luego se dirigió rápidamente hacia
la puerta de la sala, pero antes de abandonarla se volvió hacia los
comensales y les dijo con voz emocionada: «Señores: la hora presente es una
de las más tristes de mi vida.» En la misma tarde abandonó Lody.

"Cuantas sentencias de muerte contiene mi orden de proceder al ataque del
enemigo", escribió a su esposa desde los campos de batalla de Rusia. "Esta
es la idea que me entristece antes de cada batalla. Pero estoy obrando en
virtud de otras órdenes y forzado por la imperiosa necesidad. Cuántos de
estos muchachos jóvenes y animosos que hoy y ayer vi pasar camino hacia el
frente quedarán muy pronto en el campo de batalla para encontrar allí su
último descanso o para ser llevados desde allí al lazareto. Cuántos de
estos ojos que me contemplaron con mirada penetrante van a cerrarse pronto
para siempre; cuantas de estas bocas que ayer aun cantaron alegremente
enmudecerán para siempre. Esto es el adverso de la medalla, o sea los
inconvenientes del cargo de jefe con mando".

Y después de haber obtenido la victoria anhelada escribió: "La victoria se
debe al valor de la tropa. A ella debe ofrecerse la palma y la gratitud de
la patria. Modesta ha sido mi parte en ello".

En otra carta se lamenta de no poder tomar parte en el combate en medio de
sus soldados. Mackensen se hallaba precisamente cenando cuando llegaba el
telegrama que le anunció su elevación al cargo de mariscal. Sin decir
palabra entregó el papel al coronel de su Estado Mayor, quien se apresuró a
dar un ¡viva! al nuevo mariscal. General fue la satisfacción producida
tanto por la toma de Lemberg[vi] como por el galardón otorgado al bravo
militar. – La Vanguardia, Viernes 4 de febrero de 1916, Página 16,
"Lecturas Amenas", Tercera y Cuarta Columna

TROPAS INTERNADAS EN LA GUINEA ESPAÑOLA
En el ministerio de Estado han celebrado esta tarde una extensa conferencia
el presidente del Consejo y el ministro de Estado. Esta conferencia
despertó gran expectación al saberse que para acudir a ella el conde de
Romanones[vii] había interrumpido su entrevista con la comisión de
fabricantes de azúcar. Contribuyó a que se concediera importancia a esta
conferencia su larga duración, pues el conde de Romanones y el señor
Villanueva permanecieron reunidos cerca de dos horas.

Luego se supo que el asunto que motivó la reunión fue una comunicación del
general gobernador de las posesiones españolas del golfo de Guinea,
participando que las tropas alemanas procedentes del Camerún habían
traspasado la frontera española. Añade la citada autoridad en su
comunicación que el punto por donde se habrá verificado la incursión de las
tropas alemanas es el territorio de Bata, fronterizo con la posesión
alemana de Camerún. El total de las tropas alemanas refugiadas en
territorio español asciende a 900 soldados alemanes y 14.000 indígenas al
servicio de Alemania. Estas fuerzas han sido desarmadas por las tropas
españolas y seguidamente se ha procedido a internarlas en nuestro
territorio. Parte de ellas han sido conducidas a Fernando Póo. El jefe del
gobierno y el ministro de Estado se ocuparon de arbitrar con toda urgencia
el crédito necesario para atender a la manutención y estancia en nuestro
territorio de las tropas refugiadas. Una de las medidas adoptadas ha sido
ordenar que se retrase la salida del vapor-correo de Fernanda Póo para
embarcar en él gran cantidad de víveres. – La Vanguardia, Domingo 6 de
febrero de 1916, Página 16, "España", Segunda y Tercera Columnas

DESEMBARCO DE LAS ALIADAS
Nadie sabe por dónde vinieron, ni si su llegada fue cuestión de olfato, de
necesidad, de puro azar o de instinto. Pero lo cierto es que, apenas los
aliados pusieron pie a tierra en Salónica, las "aliadas" desembarcaban tras
ellos como otro numeroso y alborozado ejército, a la manera de esas nubes
densísimas de aves migratorias que atraviesan los mares y los continentes,
guiadas por el afán de vivir según la ley de su naturaleza. Son todas
mujeres jóvenes y aventureras, de esas que en Castilla se llamaron antaño
del partido, que los franceses designan con el nombre de demi - mondaines,
y que los catedráticos de Instituto—al comentar Ovidio, Catulo o Marcial, —
apellidan veladamente hetairas, por no poder llamarlas sin escándalo a la
manera del vulgo.
Sin necesidad de diplomacia ni de tratados solemnes, estas mujeres han
logrado desembarcar en Salónica con más acuerdo y prontitud que la misma
Cuádruple Inteligencia europea. Esta dispone de medios inagotables, de
escuadras omnipotentes, de caudales fabulosos y de transportes innúmeros.
Las "aliadas", por el contrario, no tienen más que un puñado de francos, un
par de vestidos, un estuche de afeites y una enorme caja de sombreros, cada
una de por sí. No obstante, á Salónica los aliados han podido tan sólo
llegar fragmentariamente, representados nada más que por Francia e
Inglaterra. Pero las "aliadas" han desembarcado en masa, unánimes, llevando
la representación completa de su gremio, sin que falten delegaciones de
ninguna metrópoli, ni de la más remota, pobre y raquítica de sus colonias.
Francia ha enviado sus celebérrimas mômes[viii] y jamonas parisienses, y
las más modestas que pululan por el Quinconce de Burdeos[ix], la
Guillotière de Lyon[x] y la turbulenta Cannebière marsellesa[xi].
Inglaterra sus pseudo-miss sentimentales de Hyde Park, sus girls gimnastas
y amuñecadas de los tugurios manchesterianos y liverpulenses, las
floristas del Cairo y las bayaderas de Bombay[xii] y de Arabia. Italia, sus
híbridas afrancesadas de Lombardía y Piamonte, y sus rapazas gitaniles de
Nápoles y la isla sicílea. Rusia sus circasianas de opereta, sus fofas y
blancas bellezas de Odessa y lékaterianos, sus cosacas de orillas del Volga
y sus rubias gigantescas de Sebastopol.

Es por completo indispensable tener en cuenta a este otro ejército femenino
y armado también, a su manera, para hacerse cargo del aspecto actual de
Salónica. Sin él, la ciudad será en absoluto distinta de lo que es, y en el
interior de sus murallas no resonaría más que una sorda efervescencia de
malestar y de ira, contenida por el férreo rumor de los armamentos
guerreros, y la presencia temible de millares de soldados circulando de
continuo por calles y pinzas.

Grados al concurro galante de las advenediza
Salónica comparte sus preocupaciones taciturnas con otras más leves. Las
músicas alternan con los ejercicios de tiro, la excavación de trincheras
con el levamiento de tablados públicos donde se canta y se baila con
diversos estilos de cantinela con los de aires militares, con los que se
llenan en las noches los bares, los almacenes y las perfumerías.

Pero lo más maravilloso del caso está, como decía al principio al averiguar
de qué suerte ha podido verificarse esta confluencia tácita de aliados y
"aliadas". La llegada de los primeros a Salónica ha sido un acontecimiento
público y solemne, cuya realización no tiene nada de extraordinario porque
las grandes potencias que la emprendieron contaban con todos los medios
necesarios al caso. Pero, ¿cómo es posible que las segundas se pusieran tan
unánimemente de acuerdo, para llevar a cabo una empresa tan grave como era
la de venir de sus lejanas tierras a este rincón de Oriente?...

No se trata, sin embargo, de ningún milagro. El revuelo mujeril que ha
seguido inmediatamente al desembarco de los aliados en Salónica se explica,
al parecer, por dos concausas. Es la primera, que la mayor parte de esta
inmigración no ha llegado, en realidad, de tan lejos como a primera vista
parece. En los tiempos dichosos de Homero, había en cada una de las islas
que componen el archipiélago helénico, una familia o colegio de aedos que
rivalizaban entre sí en el canto de los personajes excelsos y las aventuras
fabulosas de la mitología. Pero en la triste edad contemporánea, en que las
epopeyas se hacen pero no se cantan, en vez de esos maravillosos cenáculos
de poesía inmortal hallen todas y cada una de las islas griegas un cafetín
rudimentario, con humos de music – hall europeo, donde se recitan o bailan
con varias décadas de retraso los couplets de París y las danzas de Viena.
En cada uno de estos tenebrosos tugurios, hay su "estrella" de ínfima
magnitud rodeada de una breve corona de satélites o comparsería. Tales
astros empañados y caídos de un cielo mejor, vegetan tristemente gracias a
la solicitud de algunos cortesanos montaraces é ingenuos. Al esparcirse por
el mundo la noticia de la expedición franco-inglesa a Salónica, la
turbamulta de bailarinas, de vedettes y cantatrices desparramadas por las
islas y colonias griegas, creyó llegada la hora de salir de su estrechez y
oscuridad nada halagüeñas. Nadie más que su instinto las puso de acuerdo. Y
abandonando en un impulso de predestinación sus compromisos tediosos y sus
ultras – provincianos refugios, volaron – como Napoleón escapado de Egipto
– a la conquista del mundo.

Pero hay, además, otra circunstancia que explica, la concentración en
Salónica no de las advenedizas allegadas del archipiélago helénico, sino de
las que vinieron de mucho más lejos, del corazón mismo de Europa. Y en que
sus tierras de origen están despobladas y en ellas las gentes que todavía
quedan no ríen ni se divierten como antes, porque la guerra ha acabado con
el humor general, con el dinero sobrante, con las francachelas licenciosas
y con el regodeo que se acompaña de Venus, Baco, Euterpe y Terpsícore. Y
puesto que los Romanos en guerra no van esta vez a buscar a las Sabinas, de
ahí que las Sabinas anden corriendo el mundo en pos de los Romanos
dispersos.

Y en verdad que sólo faltaban ellas en Salónica, para dar a la ciudad la
pincelada más típica de cuantas componen su entreverado y curiosísimo
aspecto. A la confusión espantosa de razas humanas que se advierte por
doquiera; al torbellino de franceses, ingleses, australianos, indios,
senegaleses, búlgaros, esquipétaros, turcos, griegos y judíos; a los
rostros que verían entre el negro de betún, el rojo-pimiento y el amarillo
de candela mustia; a la más complicada delineación de narices y perfiles
que ha visto la tierra; y al galimatías ensordecedor de las lenguas
contrapuestas que se oyen hablar en Salónica, hay que oponer todavía las
más abigarradas estilizaciones del arte del afeite y de la pintura o
esmalte en carne viva: cabelleras oxigenadas o a medio oxigenar, negras
como el ébano, castañas, broncíneas o rubicundas; peinados altos como
pagodas, prietos como casquetes, luengos como cucuruchos o cortos "a la
romana"; mejillas bruñidas, labios falsos, ojos aterciopelados, orejas de
celuloide y pestañas densas como cepillos. Cada una de las «estrellas»
menores que andan vagando por la ciudad, relumbra y deslumbra como ansiosa
de aumentar la magnitud ante las miradas del público atónito. Y el conjunto
es tan aparatoso, odorífero y sobrecargado, que a unos causa asombro, a
otros (muy pocos) consternación infinita, pero a nadie deja permanecer
indiferente o insensible.

Hay que ver, en efecto, atravesar la calle de Sabri-Pachá a uno de esos
prodigios de perversidad de arrabal, ante un grupo estupefacto de
senegaleses. Los sutiles artificios y filtros de Salambó y Cleopatra,
produjeron un efecto despreciable sin duda comparado con el que logra
causar en los almos de esos pobres africanos un collar de quincallería
sobre un cutis de pasta. Cuando termine la guerra y los senegaleses vuelvan
a su tierra natal, más que la visión de los combates feroces y las matanzas
tremendas á que habrán asistido, llevarán en sus adentros el recuerdo
nostálgico e inolvidable de una rara deidad entrevista, al caer de la tarde
y bajo un mechero de gas, por los barrios de Salónica.

Todas las delicias serenas del mundo – sus chiquillos grasientos é ingenuos
– les parecerán despreciables comparadas con esa visión. Y al pensar en
Europa, por la cual derramaron su sangre, la imaginarán siempre como una
jamona mirífica, de ojos cargados de tentación y cinismo, llena de vaga
pedrería y dispuesta a bailar a todas horas ante las candilejas turbias de
un tablado plebeyo.

No es de extrañar, por tanto, que las autoridades del cuerpo expedicionario
franco – inglés, se hayan visto de pronto aturdidas y luego indignadas por
el desbarajuste que podría provocar en sus huestes, la presencia de un
enjambre femenino tan poco favorable a la austeridad de la vida en campara.
Los aliados opinan con perfecta cordura, que su alianza nada tiene que ver
con la de esta pléyade ninfea y emoliente que ha invadido á Salónica. Una
cosa son los aliados y otra las "aliadas". Y aunque la masa anónima de los
primeros no parece mirar con malos ojos la vecindad de las segundas – en
virtud del rarísimo consorcio que entablen siempre la Muerte y el
Libertinaje – las autoridades superiores han decidido limpiar la población
de esas deidades que los senegaleses admiran porque las desconocen.

Tal como vinieron y sin que nadie sepa tampoco por donde se van, las aves
migratorias, con su equipaje ligero de perifollos y vidrios, van a
emprender su regreso. Como en los demás frentes de la lucha europeo, en
Salónica va a comenzar muy pronto el otoño fatal para las golondrinas de
guerra. Sino que esas... esas, ya volverán! Gaziel[xiii]. – La Vanguardia,
Miércoles 9 de febrero de 1916, Página 10, Sección "La Guerra Europea",
Primera y Segunda Columna

LA DEFENSA AEREA DE INGLATERRA
Londres, 8 – El Daily Mail dice que según el nuevo proyecto de defensa
aérea elaborado hoy, Lord French y las fuerzas armadas de la defensa
metropolitana se encargarán en adelante de la protección de Inglaterra
contra los raids aéreos. La nueva organización tendrá la ventaja de
coordinar todos los esfuerzos en la lucha contra las agresiones aéreas.
(HAVAS) – La Vanguardia, Miércoles 9 de febrero de 1916, Página 10, Sección
"La Guerra Europea", Cuarta Columna

LA GUERRA EN LAS COLONIAS
París, 9 – Le Journal escribe que recientes informaciones confirman el
internamiento y el desarme de los contingentes alemanes en la Guinea
Española, los cuáles serán próximamente a un campo de concentración
español. El sur de Camerún va quedando libre de alemanes. Los oficiales
franceses e ingleses se ocupan en organizar la administración de la colonia
(HAVAS) – La Vanguardia, Jueves 10 de febrero de 1916, Página 13, Sección
"La Guerra Europea", Tercera Columna

PRISIONEROS ENFERMOS
Berna, 9 – Esta mañana ha llegado a Montreux el primer convoy de
prisioneros de guerra franceses enfermos, compuesto de catorce oficiales y
cuarenta y ocho soldados. La población de Montreux ha acogido cariñosamente
a los prisioneros (HAVAS). – La Vanguardia, Jueves 10 de febrero de 1916,
Página 13, Sección "La Guerra Europea", Cuarta Columna

COMENTARIOS A LA PAZ
París, 10 – Comenta Le Temps los repetidos esfuerzos que se dicen hechos
por Alemania para llegar a la paz separadamente con algunas potencias
beligerantes, y dice que toda esta campaña parece inspirada por los grandes
financieros alemanes, quienes temen ya las terribles repercusiones
económicas de esta guerra. Añade el citado periódico que si realmente los
financieros alemanes y la Cancillería Imperial son los que han sugerido
esta campaña en favor de la paz sobre la base de statu quo, porque
consideran que esas son las condiciones más favorables a las que Alemania
puede aspirar, proponiendo esa paz ante el temor de que vengan aún peores
situaciones, y agrega Le Temps, "de ser todo eso cierto sería una razón más
para que las naciones de la Cuádruple se negasen a toda discusión y
prosiguiesen a todo trance la guerra hasta que los Imperios Centrales se
declaren vencidos. Sin embargo, esas maniobras alemanas son demasiado
pueriles para que nos impresionen si no es en el sentido de confirmarnos en
nuestra absoluta confianza en la victoria final".(HAVAS) – La Vanguardia,
Viernes 11 de febrero de 1916, Página 11, Sección "La Guerra Europea",
Cuarta Columna

LOS ALEMANES INTERNADOS
Según noticias recibidas en el ministerio de Estado, aunque se dijo que los
soldados alemanes que habían sido desarmados e internados sumaban unos 900,
informes posteriores hacen subir la cifra a 2.600, y todavía se cree que,
como muchos están acompañados de sus mujeres e hijos, ascenderán a cerca de
4.000 los que el gobierno español tendrá que transportar a la península,
Canarias y Baleares. De Cádiz ha salido ya para la Guinea española un barco
conduciendo 500 toneladas de víveres con destino a los alemanes internados.
Todos éstos irán siendo transportados a España y aquí permanecerán, hasta
que termine la guerra.

Su manutención irá a cargo del Estado, y en su día, esto es, finalizada la
guerra, serán abonados esos gastos por Alemania. Calcúlese que en el
transporte a la península de los citados, alemanes se invertirán unos dos
meses, por falta de barcos, disponibles. – La Vanguardia, Sábado 12 de
febrero de 1916, Página 10, Sección "España", Tercera Columna

PARA LOS NEUTRALES
Ámsterdam, 11 – El memorándum que el gobierno de Alemania dirige a las
potencias neutrales dice de este modo: "Ya antes de la guerra, el gobierno
inglés proporcionó a sus buques mercantes cañones y proyectiles y hasta
ponía a disposición de sus capitanes un instructor que enseñase a los
marineros el manejo de esas armas. En seguida de declarada la guerra, los
cruceros alemanes pudieron comprobar que los transatlánticos ingleses
estaban armados. Cierto que la Gran Bretaña estimula que sus buques
mercantes, a pesar de todo, conservaran su carácter pacífico, pues los
cañones que llevaban a bordo no les habrían de servir sino para su propia
defensa en el caso de verse atacados. Esta es la garantía que el embajador
de Inglaterra en Washington daba al gobierno de los Estados Unidos el día
25 de agosto de 1914, a pesar de lo cual la misma Inglaterra, al tratarse
de buques mercantes de otras naciones, consideraba como buques de guerra si
llevaban a bordo cañones.

Si gobierno alemán, por su parte, cree que por el solo hecho de estar
armados, aunque sea sólo para su defensa, los buques mercantes han de ser
considerados como de guerra, y estima que todo acto bélico llevado q cabo
por buques mercantes es contrario al derecho de gentes, aunque no deja de
tenar en cuenta la opinión contraria al tratar a las tripulaciones de esos
buques, no como piratas, sino como verdaderos beligerantes.

Algunos neutrales aceptan la opinión británica, mientras otros son de
parecer opuesto.

En el decurso de la guerra actual los ingleses han practicado en grande
escala el armamento de sus buques mareantes, y los informes navales
alemanes dan cuenta de numerosos casos en que los buques mercantes
británicos han opuesto con sus armas resistencia a los buques de guerra
alemanes y hasta con frecuencia las han atacado bajo falsos pabellones de
que han hecho frecuente uso".

Acompaña al memorándum, una lista de esos pretendidos ataques por parte de
los buques mercantes, añadiendo que esa conducta de los marineros ingleses
ha sido imitada por la marina mercante de los aliados de la Gran Bretaña.
Añade este documento que a bordo de los vapores ingleses han sido hallados
órdenes del Almirantazgo inglés concebidas en el sentido de esa acción. En
estas órdenes, siempre según el memorándum del gabinete de Berlín, se
establece minuciosamente la forma cómo han de comportarse los marinos de
guerra cuando se hallen a bordo de los buques mercantes y se dan
instrucciones para el ataque de los submarinos alemanes aun antes de verse
por ellos atacados, siendo de notar que todas esas órdenes, que el
Almirantazgo recomienda tener secretas, no se circunscriben a la zona
marítima de guerra alrededor de la Gran Bretaña, sino que se hacen
extensivas a todos los mares, todo ello contrario a los convenios
internacionales y en contradicción flagrante con las seguridades que dio
Inglaterra a sus enemigos y a las naciones neutrales; también da el
documento por demostrado que la misma conducta han seguido los buques
mercantes de las naciones que luchan al lado de Inglaterra, y termina de
con estas palabras: "En virtud de los hechos relatado, los buques mercantes
que lleven a bordo cañones no podrán ser considerados como buques mercantes
pacíficos. En consecuencia, después de un corto plazo, que se da sólo en
interés de los neutrales, las escuadras alemanas recibirán la orden de
tratar a esos buques como beligerantes. El gobierno alemán pone esto en
conocimiento de las potencias neutrales a fin de que éstas dejen da confiar
la vida y los bienes de sus hijos a bordo de los buques mercantes armados
de las naciones en guerra contra el imperio alemán".

La mencionada lista que acompaña al documento contiene diecinueve casos
ocurridos entre el 11 de abril da 1915 y el 17 de enero de 1916 (HAVAS) –
La Vanguardia, Sábado 12 de febrero de 1915, Página 11, Sección "La Guerra
Europea", Tercer Columna

DESDE EL TAMESIS
REPRESALIAS POR LOS RAIDS DE LOS ZEPPELINES

Londres, febrero 10
Lo mismo la prensa de la metrópoli que la de provincias continúa ocupándose
con indignación creciente del último raid de los zeppelines alemanes, del
que resultaron perjudicados nada menos que seis distritos, si bien ningún
daño se obtuvo que pudiera tener significación militar, en cambio murieron
2 hombres, 28 mujeres y siete niños, resultando heridos gravemente 48
hombres, 46 mujeres y otras siete criaturas inocentes.

Se aprovecha la ocasión para tronar contra el gobierno por su aparente
negligencia, al no adoptar las medidas adecuadas a la protección del país
contra semejantes ataques aéreos; pero cuantos estudian el caso
desapasionadamente, tienen que reconocer que todas las ventajas de parte de
los agresores, pues que resulta muy cómodo y de poco peligro cruzar el
canal por el aire, cuando las circunstancias lo permiten, y al abrigo de la
obscuridad y de la niebla, llegarse a estas islas, para dejar caer algunas
bombas y retornar a toda prisa a punto de partida.

Los que censuran al gobierno por su supuesto descuido se han visto al fin
primados de su argumento más poderoso. Cuando los primeros raids sobre
París, se dijo que eran debidos a la falta de precauciones para la defensa,
y sin embarco habiéndose organizado en la capital de Francia, un servicio
de vigilancia aérea insuperable, otros raids ha llevado a cabo el enemigo,
con éxito, sobre París; de suerte ante los realizados después contra
Inglaterra ofrecen ya un precedente de inmunidad. Resulta, por tanto, que
les alemanes han dado con una nueva forma de sembrar el terror, cogiéndonos
otra vez desprevenidos. Toda nueva forma de ataque, en la guerra lleva
aparejada una ventila inicial para el agresor que dura lo que se tarda en
descubrir los medios adecuados a una represión eficaz. Es el mismo caso ya
advertido con los submarinos, los cuales valieron a los tudescos grandes y
numerosos éxitos, hasta que la flota británica descubrió el modo de
suprimirlos en el Mar del Norte y en Canal de la Mancha. Otro tanto puede
suceder respecto á loe gases asfixiantes que si al principio dieron a los
germanos ciertas ventajas, después fue arma, que se volvió en su contra.



El problema de la defensa de Londres contra los raids de los zeppelines
ofrece grandes dificultades. La extensión enorme de la gran ciudad
requeriría un cerco de cañones que acaso no podría establecerse. Esto sin
cantar con que la eficacia de los cañones, aun los construidos expresamente
para el caso, es muy dudosa; pues la nave aérea tiene movimientos rápidos y
puede, además, remontarse a tal altura que haga imposible la puntería.
Demos, no obstante, por hecho que Londres pueda organizarse el mismo
servicio de vigilancia eficazmente para la defensa. Pero Londres no es toda
Inglaterra, y se entiende que no cabe en lo posible organizar el mismo
servicio de vigilancia y defensivo en todas las ciudades, grandes y
pequeñas, y en los centros industriales.

Es evidente que apenas una nave aérea hostil llega a situarse sobre una
ciudad cualquiera, por lo mismo que está sujeta a las variaciones del
viento, bastante hará con dejar caer laja bombas y procurar luego ponerse a
salvo; de modo que el ataque no puede ser dirigido deliberadamente contra
un entro de población determinado, muy al contrario de lo que afirman los
periódicos alemanes, suponiendo que se han efectuado raids sobre lugares a
los que los zeppelines no se acercaron jamás, ni en muchos kilómetros.
Puede tenerse preparada una escuadrilla de aeroplanos, para perseguir a los
zeppelines enemigos; pero ¿dónde? En todas partes no es posible, sobre todo
teniendo en cuenta la obscuridad de la noche y los días de niebla. De
suerte que los zeppelines pueden esperar un tiempo favorable y hacer sus
raids sobre ciudades pacíficas, desprovistas de todos los medios de
defensa. Por consiguiente sólo hay un modo de defender 4 todo el país, y es
atacar a los zeppelines en los mismos hangares donde se guarecen. Una
política ofensiva, más que defensiva: no esperar que llegue el enemigo sino
ir a buscarlo a su casa. Esto es lo que puede hacer la escuadrilla de
aeroplanos acercarse a Alemania y destruir los hangares donde se guarecen
los dirigibles.

Por fortuna, lo mismo Francia que Inglaterra cuentan con aviadores
militares que no reconocen rival en intrepidez y valor. Harán lo que se le
ordene, y si no han hecho más hasta ahora ha sido por ceñirse a la
consigna. Pero ha llegado el momento de adoptar una política de
represalias. Los alemanes han arrojado siempre sus bombas sobre ciudades
indefensas, igual castigo debe darse a las ciudades alemanas que se
encuentran en idénticas condiciones. Lo que el enemigo ha hecho sobre
nuestras ciudades podemos repetirlo nosotros sobre Colonia, Dusseldorf,
Mannheim, Stuttgart o Karlsrushe. Los partidarios de esta política
represiva dicen que no hay otro medio de lograr que los germanos se pongan
en razón. Verdaderamente es muy cómodo bombardear ciudades indefensas desde
los aires; pero son ya muchos los que dicen que una atrocidad justifica
otra atrocidad. Defienden la política de represalias, desde las columnas
del Times, hombres tan populares como Lord Rosebury y Sir Arthur Conan
Doyle, famoso creador de Sherlock Holmes.

Este asunto ha sido admirablemente tratado por el profesor J. H.
Morgan[xiv], un perfecto conocedor de las leyes internacionales, quien
estudia las represalias en estos tres aspectos: primero, en si son
legítimas; segundo, en su eficacia y tercero, y en si pueden defenderse y
justificarse desde el punto de vista de la moralidad.

Respecto a lo primero, dice el profesor Morgan que todos los legisladores
internacionales han convenido en que se justifican las represalias cuando
uno de los beligerantes atropella las leyes de Ia guerra, pudiendo entonces
el perjudicado llegar a un hecho de igual carácter como represión o
castigo. Por consiguiente, arguye el profesor, un raid de la flota aérea de
los aliados sobre las ciudades indefensas de Alemania es perfectamente
legítimo. En cuanto a la eficacia de las represalias, dice el profesor
Morgan que cada sistema debe estimarse por sus resultados. El uso de los
gases asfixiantes, como represalia, estaba justificado por el éxito
obtenido con ellos por los alemanes y si los raids por el enemigo llevados
a cabo le dieron a éste une ventaja, otra ventaja igual obtendremos
nosotros al aplicar el mismo medio. Pero el aspecto principal de la
cuestión, según opina el profesor Morgan, es el moral, o sea si hay derecho
a hacer sufrir a la población civil de Alemania las consecuencias de la
guerra aérea. Respecto a este punto, cada cual tendrá su lógica particular
de justicia, y serán muchos, seguramente, los que, recordando las víctimas
inocentes do Inglaterra y Francia, encontrarán justísimo que se haga pagar
a los alemanes pacíficos las culpan de su gobierno. Nosotros en asunto tan
delicado, nos abstenemos de dar una opinión que de todos modos nos sería
doloroso formular. J. PARKER HEYES – La Vanguardia, Domingo 20 de febrero
de 1916, Página 14, Sección "La Guerra Europea", Tercera y Cuarta Columnas



ABANDONO DE CAMERÚN
Ámsterdam, 19 – He aquí el texto del telegrama del gobernador alemán de
Camerún[xv] dirigió al gobierno dándole cuenta del abandono de dicha
colonia: "La falta de municiones me ha obligado a abandonar la colonia de
Camerún y pasar al territorio español con todos mis soldados y el personal
administrativo; todos los enfermos y heridos se hallan en lugar seguro. La
tropa pasó el 4 de febrero la frontera, y ahora el gobierno español se
propone transportar a Fernando Póo todos los individuos procedentes de
nuestra colonia. No han terminado aún las negociaciones con las autoridades
españolas sobre los detalles del internamiento. Este informe lo suscribo en
plena marcha". (HAVAS) – La Vanguardia, Domingo 20 de febrero de 1916,
Página 15, Sección "La Guerra Europea", Quinta Columna

SOBRE EL BLOQUEO
Londres, 23 – Hablando en la Cámara sobre el bloqueo, ha dicho lord
Landsdowne[xvi]: "Podemos con plena confianza pedir a les neutrales que nos
ayuden a distinguir el comercio licito de aquel otro que sirva al enemigo
para sostener y alargar la guerra. Pensamos confiar la dirección de todo lo
referente al bloqueo a un ministerio especial que formará parte del
gabinete. No es posible el bloqueo absolutamente cerrado sin causar
perjuicio a los países neutrales; pero el sistema actual basta para
destruir las exportaciones alemanas; con todo, nuestro bloqueo se hace cada
día más estrecho y aquéllos que lo combaten no han de hacerse sino pasarse
quince días en Alemania, donde se convencerán de la realidad de sus
efectos".

Contestando a varias observaciones hechas por individuos de la Cámara, ha
añadido lord Landsdowne16 que durante el año último no se ha observado el
menor aumento anormal en las aportaciones realizadas por los países
neutrales, pudiendo afirmarse, además, que gracias a las medidas tomadas
por el gobierno de Londres disminuye constantemente la filtración de
mercancías en Alemania, por mediación de ciertos países neutrales. Sobre
todo refiriéndose a artículos que tengan alguna importancia militar,
afirman los funcionarios más experimentados que los países neutrales no los
importan ya en cantidad anterior a la exigida por sus necesidades propias.-
(HAVAS) —La Vanguardia, Jueves 24 de febrero de 1916, Página 13, Sección
"La Guerra Europea", Cuarta Columna

EN LA CÁMARA DE LOS COMUNES
Londres, 24 – En la Cámara de los Comunes, contestando a una pregunta, el
ministro de Marina, Mr. Balfour[xvii], ha declarado: "Es inútil detallar la
organización naval del Mediterráneo, pero puedo decir que el mando en jefe
ha sido confiado al almirante francés D'Artige du Fournet[xviii], y el
mando asiático al duque de Abruzzos[xix], y que otros mandos de secciones
han sido confiados a jefes navales ingleses. Las mejores indicaciones que
puedo suministrar de la tarea realizado por las flotas aliadas en el
Mediterráneo son el transporte, coronado por el éxito, de grandes fuerzas
militares hacia Salónica; la evacuación, entorpecimientos, de los
Dardanelos, y el reciente, pero no menor éxito, del transporte del ejército
serbio de Albania a Corfú, cuyo resultado ha sido debido principalmente a
la habilidad y energía desplegadas por la flota italiana".

Mr. Snowden[xx] habla de la paz. Declara que ha llegado el momento de
iniciar un movimiento en favor de la paz. Los socialistas alemanes – dice
– se muestran favorables a la paz.

Los discursos de Snowden20 y Travolyan[xxi], que hablan en el mismo
sentido, son escuchados, en medio de un silencio glacial. Mr. Asquith les
contesta con energía: "Me felicito que el Parlamento haya demostrado su
paciencia en escuchar los discursos de quienes no representan a una parte
importante de la opinión pública. Incluso duda que estos oradores puedan
responder siquiera su pretensión de hablar en nombre de sus distritos
electorales. En todo caso no hablan en nombre de la democracia inglesa.

Estoy perfectamente de acuerdo con los oradores anteriores en lo que el
país se muestra unánime para exigir las condiciones de paz con tal que sea
alcanzado nuestro fin.

Snowden pretende que existe realmente en Alemania el deseo de paz. ¿Qué
prueba, tiene de esto? Sé que el Canciller alemán, en su discurso del
Reichstag parece haber dicho que acogería con satisfacción las
proposiciones, viniesen de donde viniesen, pero no ha dicho en modo alguno
que esté dispuesto a dar por sí mismo los primeros pasos".

Mr. Asguith comenta con mordaces frases la declaración del Canciller que
pretende que Alemania no es enemiga de las pequeñas naciones. Esta
afirmación, después del modo como se ha tratado a Bélgica y a Serbia es de
una audacia colosal y desvergonzada.

Termina Mr. Asquith con unos párrafos que levantan en peso a la Cámara:

"Vamos, ahora, dice, al fondo de la cuestión. Se nos dice ¿por qué no
definís vuestras condiciones de paz? He expuesto de un modo claro y
explicito cuáles son las bases por las que estamos preparados a discutir la
paz. Las repetiré hoy. San sabidas de nuestros aliados y no las desconoce
el canciller alemán; no envainaremos nuestra espada, que no hemos sacada a
la ligera, sin que Bélgica y ahora añadiré Serbia, hayan recobrado todo y
más de lo que han sacrificado; sin que el derecho a la existencia de
pequeñas naciones de Europa descanse sobre base segura; y sin que la
dominación militar prusiana quede por completo destruida.

¿Dónde se ve la falta de claridad en todo esto? ¿Puedo hacer más
comprensible mi declaración para los dos oradores precedentes y el
canciller de Alemania? ¿Qué más puedo hacer para convencerle a él y a
todos nuestros enemigos de que hasta que se pueda vislumbrarse una paz
semejante y no antes, ni nosotros ni cualquiera de nuestros valientes
disminuiremos una gota de nuestra energía para la continuación vigorosa de
la guerra?" (HAVAS) – La Vanguardia, Viernes 25 de febrero de 1916, Página
11, Sección "La Guerra Europea", Primera Columna

LA BATALLA DE VERDUN
París, 25 – Dice hoy Le Temps, hablando de la continuación de la que se
llama "batalla de Verdún": "Creían los alemanes en el completo
aplastamiento de nuestras fuerzas, y no han logrado sino con su formidable
esfuerzo de ahora, que no hay resistencia humana que pueda prolongar en los
presentes rigurosos días, hacer retroceder un poco nuestra primera línea
avanzada. Han recibido ya refuerzos importantes nuestras tropas, que tan
admirablemente contienen este empuje del enemigo, por lo que podemos tener
la más plena confianza en el resultado de esta acción". (Havas) – La
Vanguardia, Sábado 26 de febrero 1916, Página 12, "La Guerra Europea",
Segunda Columna

LA BATALLA DE VERDÚN
París, 25 – Dice el coronel Rousset en La Liberté que ha hablado con un
médico militar que acaba de regresar de Verdún, el cual presenció los
combates del día 22 en aquel frente y cuenta, entre otras cosas, que vio a
una brigada alemana entera que avanzaba en columna cerrada, quedar
materialmente deshecha y poco írsenos que aniquilada completamente por el
fuego rasante de las baterías francesas. El mismo periódico ha recibido,
por otros conductos, las siguientes noticias sobre los combates librados en
la región de Verdún: "Los alemanes multiplican sin cesar sus furiosos
ataques, y Bolamente en el sector de Haumont realizaron ayer hasta ocho
asaltos sucesivos, todos ellos rechazados con pérdidas enormes para el
enemigo, en uno de esos asaltos han sido diezmados dos regimientos alemanas
por el fuego de tres baterías de 75, cuya situación desconocía el enemigo,
viéndose a los supervivientes retroceder presa del más terrible pánico. De
una y otra parte el consumo de municiones es cosa verdaderamente
fantástica, siendo tan intenso el bombardeo que las trincheras y obras de
defensa quedan por completo destrozadas".

Afirman algunos oficiales superiores que, sin exageración de ninguna clase,
puede decirse que las pérdidas sufridas por los alemanes en estos combates
son muy superiores a las que han tenido en las otras grandes batallas de
la presente campaña. En los centros militares más autorizados se cree que
la batalla de Verdún va alcanzar su puesto culminante. La línea de defensas
del campo atrincherado de Verdún no ha sido en ningún punto rota por el
enemigo, permaneciendo también intactas las posiciones avanzadas y de
sostenimiento. (HAVAS) – La Vanguardia, Sábado 26 de febrero 1916, Página
12, "La Guerra Europea", Segunda Columna

DEL ATAQUE CONTRA VERDÚN
París, 26 – El Daily Mail ocupándose del ataque contra Verdún dice: "El
esfuerzo supremo de las legiones alemanas de abrir una brecha a través de
las líneas francesas ha fracasado, después de un cañoneo terrorífico y de
ataques de infantería que han durado cinco días. En los círculos militares
franceses se opina que el violento ataque enemigo obedeció a la
consideración de que si Alemania esperaba hasta la primavera, debería temer
ataques simultáneos, de resultado peligroso.

Según informaciones que se recibieron ayer, las pérdidas alemanas han sido
las más importantes que se han registrado desde el comienzo de la guerra.
Un cirujano del ejército que ha regresado desde Verdún dice que vio el
martes último toda una brigada alemana en formación cerrada, aniquilada en
un momento por la artillería francesa.

Un testigo afirma que en el frente entre Hautmont y Beaumont vio efectuar
por enemigo ocho ataques consecutivos, y cada vez los cañones de 75 y las
ametralladoras les segaban. Los regimientos fueron diezmados por el fuego
de doce cañones de campaña que se desembocaron de repente. Los pocos
supervivientes se dieron a la fuga". (HAVAS) La Vanguardia, Domingo 27 de
febrero de 1916, Página 12, Sección "Del Extranjero", Segunda Columna

EL KAISER EN EL FRENTE
Ámsterdam, 27. — Un hecho que demuestra la importancia que conceden los
alemanes a la gran ofensiva contra Verdun es que por primera vez desde que
empezó la guerra, los diarios de Berlín anuncian oficialmente la presencia
del Káiser en esta parte del teatro de operaciones.—HAVAS – La Vanguardia,
Lunes 28 de febrero de 1916, Página 6, Sección "La Guerra Europea", Cuarta
Columna

EN EL FRENTE DE VERDUN
París, Torre Eiffel, 27. — Todos los periódicos hacen resaltar la
importancia de las luchas que se desarrollaron ayer en la región de
Douaumont. Esta posición, que fue momentáneamente conquistada, ha sido
recuperada por nuestras tropas en un rápido contraataque. El Journal
observa lo siguiente: "El día de ayer fue de gran importancia, nuestras
tropas lograron sostener el ataque enemigo. Según comprobamos, se trata de
una importante ofensiva; cerca de 800.000 alemanes se lanzaron contra
nuestras líneas, pretendiendo romperlas como en el frente ruso. El
movimiento de retirada, ordenado por el alto mando francés, se realizó con
perfecto éxito. Los alemanes, como los turcos en los Dardanelos, se dieron
cuenta de esta operación cuando ya estaba realizada, o sea 16 horas después
de iniciada". – La Vanguardia, Lunes 28 de febrero de 1916, Página 7,
Sección "Servicio Radiográfico", Tercera Columna

ANTE VERDUN
París.—Torre Eiffel, 27, 10 mañana.—(Vía Aranjuez recibido con retraso).—La
batalla al Norte de Verdun á la cual asiste el Káiser queda convertida en
una batalla de campo raso. La extensión del frente cada vez más se limita.
Los alemanes habían empezado a dirigir su ofensiva contra Malancourt sobre
la orilla izquierda del Mosa hasta Ornes en la derecha del mismo río.

Hoy, los principales esfuerzos se dirigen únicamente contra la región que
se extiende desde el Sur de Beaumont hasta Douaumont. Esta ofensiva costó
tan cara a los alemanes que no han podido continuarla en toda la extensión
de su frente primitivo. Los enemigos empiezan a renunciar al ataque que
habían preparado contra la orilla izquierda del Mosa.

El empuje dirigido contra Champagne cuyas defensas forman la continuación
de las de la región de Verdun quedó estrellado contra las posiciones
francesas en la orilla derecha del Mosa.
Los alemanes sufren pérdidas espantosas que no están en proporción con los
resultados obtenidos ni son los que podría obtener. Es evidente que la
conquista de una plaza fuerte no vale tanto por si misma cuanto por la
importancia de la guarnición que se coge prisionera y cantidad de víveres y
municiones que encierren.

Hace tiempo que en Verdun no quedan aprovisionamientos; por consiguiente es
evidente que la toma de Verdun sería únicamente de efecto moral para
Alemania. – La Vanguardia, Lunes 28 de febrero de 1916, Página 7, Sección
"Servicio Radiográfico", Tercera Columna


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INDICE ONOMASTICO
[i]POINCARÉ, Raymond (Bar le Duc, 1860 – París, 1934). Político francés.
Diputado (1887 – 1903) y senador (1903 – 1913), fue ministro en varias
ocasiones (1893 – 1895; 1906) y presidente del consejo (enero 1912 – enero
de 1913); intentó una política dura frente a Alemania e insistió en la
consolidación de la Triple Entente; en el interior, reforzó el ejército y
la marina, reprimió los movimientos pacifistas e hizo votar una nueva ley
electoral que le enemistó con Clemenceau y la mayor parte de los radicales.
Desde agosto de 1914 fue el principal líder de la "unión sacra de la patria
francesa". Ante los reveses militares llamó a Clemenceau (noviembre 1917),
a quien apoyó; se opuso al armisticio, a la renuncia de la anexión de
Renania y a la presencia de una fuerza interaliada en el Rin. Su periodo
presidencial acabó con la devolución de Alsacia y Lorena a Francia. Volvió
al Senado (1920) y presidió la comisión de reparaciones (1920), de la que
dimitió al no ser aceptada su moción de reparación total. Provocó entonces
la caída de Briand (1922) y fue encargado de formar gobierno (enero 1922 –
marzo 1924). Su política de intransigencia provocó la ruptura con la Gran
Bretaña. La crisis financiera de 1923 le valió perder la presidencia del
consejo en las elecciones de mayo de 1924. La catástrofe financiera de 1926
le devolvió al poder (julio 1926 – julio 1929) Su segundo ministerio fue de
unión nacional, sin el apoyo de los socialistas, y con el respaldo de la
banca y el parlamento, que le concedió plenos poderes (31 de julio de
1926). Promulgó nuevos impuestos, creó la caja autónoma de amortizaciones
(agosto 1926) para la reabsorción de la deuda flotante, reformas
administrativas y permitió la entrada del capital estadounidense. Todo
ello permitió la estabilización del franco (25 de junio de 1928) a la
quinta de su valor de 1914. Por razones de salud dimitió en julio de 1929.
Desde 1926 hasta su muerte se publicaron sus memorias: Al servicio de
Francia.

[ii] HOLTZENDORFF, Henning von (Berlín, 9 de enero de 1853 – Prenzlau, 7 de
junio de 1919). Almirante alemán. Comandante en jefe de la Flota de Alta
Mar de la Marina Imperial alemana desde 1909 hasta 1913. Cuando estalló la
Primera Guerra Mundial fue requerido para encabezar el Estado Mayor de la
marina germana. Convenció de la necesidad de emprender una guerra submarina
sin restricciones, se lo hizo saber al káiser en diciembre de 1916. Según
Holtzendorff la guerra submarina mataría de hambre a los británicos y
forzaría su rendición en cinco meses, antes que los estadounidenses
entraran en la guerra. Su recomendación fue sancionada en la conferencia de
Pless en enero de 1917. Su agresiva táctica de guerra naval fue la causa de
grandes pérdidas de tonelaje para el Reino Unido, pero no pudo forzar su
rendición antes de la intervención de los Estados Unidos. Murió en la
ciudad de Prenzlau el 7 de junio de 1919.
https://es.wikipedia.org/wiki/Henning_von_Holtzendorff

[iii] El ferrocarril de Uganda –también llamado el tren lunático – es una
línea ferroviaria construida por los británicos en África Oriental a fines
del siglo XIX y comienzos del XX. Unía Uganda y el interior de Kenia con el
puerto de Mombasa, Kenia. Su construcción fue un hito en la historia de
África Oriental, pues fue pivote de la desaparición de la esclavitud en la
región. Entre los hechos más conocidos de su construcción estuvo la cacería
de los leones sin manada que asesinaron a 135 trabajadores durante las
obras del puente sobre el río Tsavo. Este incidente fue llevado al cine en
dos ocasiones, en la película Bwana Devil (1952) y The Ghost and the
Darkness (1996). La línea ferroviaria continua siendo utilizada hasta la
actualidad. https://en.wikipedia.org/wiki/Uganda_Railway

[iv] Organización privada de hombres de negocios holandeses formada para la
supervisión de las importaciones y exportaciones holandesas durante la
Primera Guerra Mundial. http://encyclopedia.1914-1918-
online.net/article/netherlands_overseas_trust_not

[v] MACKENSEN, August Anton Ludwig von (Haus Leipnitz, Prusia, 6 de
diciembre de 1849 – Burghorn, zona británica de ocupación, 8 de noviembre
de 1945) General y Mariscal prusiano. Inició formalmente su carrera militar
en 1873, luego de haber sido voluntario en el ejército prusiano en la
guerra franco – prusiana. (1870 – 1871). Fue uno de los comandantes
militares más exitosos de la Gran Guerra. http://encyclopedia.1914-1918-
online.net/article/mackensen_august_von

[vi] Actualmente Lvov, importante ciudad de Ucrania occidental. Fue capital
del reino de Rutenia en el siglo XIII y del Voivodato de Rutenia, provincia
del Reino de Polonia, desde 1339 a 1772. Bajo soberanía austriaca la ciudad
fue rebautizada como Lemberg y fue capital del reino de Galitzia y
Lodomonia. El centro histórico de Lvov ha sido declarado por la UNESCO
Patrimonio Cultural de la Humanidad. https://en.wikipedia.org/wiki/Lviv

[vii] FIGUEROA Y TORRES, Álvaro, (Conde de Romanones) (Madrid, 1863 –
Madrid, 1950). Político liberal y hombre de negocios español. Alcalde de
Madrid, varias veces presidente del Congreso y del Senado, tres veces
presidente de Consejo, jefe del partido liberal y diputado en las Cortes
Constituyentes de la segunda República, en las que mantuvo sus convicciones
monárquicas e hizo la defensa de Alfonso XIII cuando se formuló la
acusación contra éste. Desempeñó durante muchos años la presidencia de la
Academia de Bellas Artes de San Fernando y fue miembro de la Academia de
Historia. Autor ameno, escribió: Brevario de política experimental, Notas
de una vida, …Y sucedió así, Amadeo de Saboya, Doña María Cristina de
Habsburgo y Lorena, Observaciones y recuerdos, y algunas otras.

[viii] Niñas, menores de edad que ejercen la prostitución.

[ix] 'Plaza de los Quincunces', en Burdeos, Francia. Es una de las plazas
más grandes de Europa, con una superficie de aproximadamente 126 000 m².
Fue trazada en 1820 en la ubicación del Château Trompette, con el objetivo
de evitar una rebelión contra la ciudad. Adoptó su forma actual (un
rectángulo alargado redondeado con un semicírculo en uno de los lados
estrechos) en 1816. Los árboles fueron plantados en 1818 dispuestos en
quincunces —la figura del número 5 del dado—, de aquí el nombre de la
plaza.

[x] Barrio de la ciudad de Lyon situado a la orilla izquierda del Ródano.
El barrio está situado principalmente en el 7º arrondissement y roza
también el 3º en la Plaza Gabriel-Péri (antigua Plaza del Puente). Este
barrio se caracteriza por su diversidad social y étnica. Este suburbio de
Lyon se desarrolló en la Edad Media, en la orilla izquierda del Ródano,
desde el puente del Ródano, nombrado rápidamente puente de la Guillotière,
desde la plaza del Puente (ahora Place Gabriel Peri-) en la carretera de
Lyon a Chambéry y a Italia (actual Ruta Nacional 6), llamado Grande rue de
la Guillotière. Era un barrio de cabareteros y posaderos, cuya jurisdicción
fue disputada entre el Lyonesado y el Delfinado. Durante la Revolución
Francesa, La Guillotière se unió inicialmente a la nueva comuna de Lyon.
Pero durante la represión posterior al levantamiento de Lyon de 1793, La
Guillotière recuperó su independencia y se une al departamento de Isère.
Luego fue unida al departamento del Ródano y finalmente a la ciudad de Lyon
en 1852 para formar el distrito 3 (arrondissement).
https://es.wikipedia.org/wiki/La_Guilloti%C3%A8re

[xi] Arteria del centro de Marsella, Francia que tiene 1000 m de longitud y
va de la Iglesia de los Reformados al Vieux Port e incluye, desde 1927, la
Rue Noailles y las Allées de Meilhan. Su nombre procede del provenzal
canebe, que proviene a su vez del latín cannabis, cannabis, m, que
significa cáñamo. En efecto, Marsella era una de los mayores centros
productores de cáñamo del mundo para la fabricación y el comercio de
cuerdas, maromas y cestas. En 1296, el conde de Provenza Carlos II obtuvo
una concesión de la ciudad para instalar allí los astilleros navales.
En el siglo XVII, el rey Luis XIV ordenó la extensión de la ciudad,
así como la construcción del Arsenal de las Galeras en ella, que se instaló
en la Plan Fourmiguier. Los constructores e instalaron en la orilla sudeste
del puerto y los cordeleros en la Rue Corderie. En 1666, se destruyeron las
murallas de la ciudad y empezó la comercialización de los terrenos de los
nuevos barrios. Llamada inicialmente Rue Saint-Louis por el promotor del
proyecto, la primera mención del nombre de Canebière aparece el 23 de abril
de 1672 en una deliberación de la Comisión de la Ampliación, la encargada
de vender los terrenos, elaborar y hacer ejecutar los planes de
urbanización. En 1785 se abandonó el Arsenal de las Galeras, lo que
permitió la prolongación de la Canebière hasta el Vieux-Port. Durante la
Revolución Francesa, se instaló la guillotina a la altura de la Place
Charles-de-Gaulle. Los marineros angloparlantes de principios del siglo XX
traducían Canebière por can-o-beer, es decir, lata de cerveza, a causa de
los numerosos locales de bebidas que había en la calle.
https://es.wikipedia.org/wiki/Canebi%C3%A8re

[xii] Bayadera o devadasi (en sánscrito: 'sirvienta de dios') Chica de la
India del Sur que estaba dedicada a servir y venerar a la deidad de un
templo durante toda su vida. Antes del dominio británico gozaban de un
elevado, aunque ambiguo, rango social. Además de servir a la deidad,
entretenían a los fieles con diversos procedimientos, entre ellos bailes
sagrados como el Bharatanatyam. En teoría ya no existen, tras haber sido
proscritas en India desde 1988. https://es.wikipedia.org/wiki/Devadasi

[xiii] Seudónimo de Agustí Calvet Pascual (San Feliú de Guíxols, Gerona, 7
de octubre de 1887 – Barcelona, 12 de abril de 1964). Escritor y
periodista español. Se hallaba en París al estallar la Gran Guerra, sobre
la cual dio buena cuenta en sus crónicas para La Veu de Catalunya, la
revista de la Lliga Regionalista. Estos trabajos no gustaron a Prat de la
Riba (que dirigía La Veu) y sí, en cambio, a Miquel dels Sants Oliver, que
por entonces era todavía colaborador con el periódico de la Lliga. Esto
llevó a Gaziel a incorporarse a La Vanguardia para escribir sobre el París
de la Primera Guerra Mundial. Sus crónicas sobre la guerra fueron muy
leídas en toda España y le consagraron como periodista.
https://es.wikipedia.org/wiki/Gaziel

[xiv] MORGAN, John Hartman (20 de marzo de 1876 – 8 de abril de 1955).
Abogado, periodista y militar británico. Estudio derecho en la Universidad
de Oxford y la de Berlín. Fue adjunto de la sección militar de la
Delegación Británica en la Conferencia de Paz de París y de la Comisión
Militar de Prisioneros de Guerra. Integró la Comisión Militar Interaliada
en Berlín (1919 – 1923). Fue editor legal de la Enciclopedia Británica y
colaborador del Times de Londres. Fue asesor legal de la Comisión de
Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas (1947 – 1949).
https://en.wikipedia.org/wiki/J._H._Morgan

[xv] EBERMAIER, Karl (Elberferd, 2 de octubre de 1862 – Berniedam
Stamberger, 21 de agosto de 1943). Último gobernador general de Camerún
bajo dominio alemán.

[xvi] PETTY-FITZMAURICE, Henry Charles Keith (Londres, 14 de enero de 1845
– Clonmel, 3 de junio de 1927) Político británico que sirvió sucesivamente
como Gobernador General de Canadá, Virrey de la India, Secretario de Estado
de Guerra, y Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, participando tanto
en gobiernos liberales como en gobiernos conservadores. Después de la
victoria liberal en las elecciones generales de enero de 1906, Lord
Lansdowne fue el encargado de liderar a la oposición conservadora en la
Cámara de los Lores. En 1915, formó parte del gobierno de coalición de
Herbert Henry Asquith como Ministro sin cartera, aunque no continuó en el
gobierno que Lloyd George formó al año siguiente. Lord Lansdowne falleció
el 3 de junio de 1927.

[xvii] BALFOUR, Arthur James (1848 – 1930). Político conservador británico.
Presidente de la Cámara de los Comunes (1891), ministro de Negocios
Extranjeros (1898), primer ministro de 1902 a 1905, y de 1916 a 1919,
ministro de Negocios Extranjeros en gabinete de Lloyd George. Se le debe la
declaración que lleva su nombre para el establecimiento de un hogar
nacional judío en Palestina. Perteneció de 1925 a 1929 al gabinete de
Baldwin y contribuyó a redactar el nuevo estatuto de los Dominios. Se le
deben algunos libros de filosofía, en los cuales defendió el cristianismo:
Los fundamentos de la fe (1895) y otras obras, algunas de texto para
diversas universidades.

[xviii] DARTIGE DU FOURNET, Louis René Charles Marie (Putanges, L'Orne de
marzo de 1856 – Périgeoux, Dordogne, 16 de febrero de 1940). Marino
francés. Comandante de la Flota del Mediterráneo. Rescató a 4.080 armenios
de las acciones genocidas de los turcos (Set. 1915). Comandante en jefe de
la flota aliada en el Bósforo. Es forzado a dimitir de su comando por la
emboscada tendida a un grupo de soldados aliados en Atenas en diciembre de
1916.

[xix] SABOYA, Luis Amadeo (Madrid, 29 de enero de 1873 – Jowhar, Somalia
Italiana, 18 de marzo de 1933) Marino y explorador italiano. Hijo del que
fue rey de España Amadeo I. Ingresó a la Armada Italiana en 1888. En 1893 –
1894 hizo un viaje alrededor del mundo. En 1897 escaló la cumbre del Monte
San Elías (Alaska) y determinó su altura y origen geológico. Exploró el
Polo Norte (1899 – 1900) y alcanzó los 86º33'49'' de latitud. En 1906
escaló las cumbres del macizo de Ruvenzori (Uganda) y en 1915 ascendió a
vicealmirante y, dos años más tarde, a jefe supremo de la Armada Real
Italiana. En sus últimos años se dedicó a ña exploración y colonización de
Somalia.

[xx] SNOWDEN, Philip, 1er vizconde Snowden (Cowling, Yorkshire, 18 de julio
de 1864 – Tilford, Surrey, 15 de mayo de 1937). Político laborista
británico. Primer canciller del Tesoro laborista en dos ocasiones (1924;
1929 – 1931)

[xxi] TREVELYAN, Charles Philip, 3 er Barón Trevelyan (28 de octubre de
1870 – 24 de enero de 1958). Político británico, originalmente liberal,
posteriormente laborista. Al estallar la Gran Guerra renunció al Partido
Liberal y fundó la Unión de Control Democrático, una organización
multipartidaria que reunía a los opositores a la intervención en la guerra.
En 1918 se adhirió al Partido Laborista Independiente y participó en los
dos gobiernos de Ramsay McDonald.
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