La grandeza y la miseria del hombre en períodos trágicos de la Humanidad

August 27, 2017 | Autor: Victoria Meneghetti | Categoría: Holocausto, Historia Contemporánea
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Descripción

La grandeza y la miseria durante períodos oscuros de la historia de de la humanidad. “La ladrona de libros” de M. Zusak y “La lista de Schindler”

Autores: Luciana Formento, Victoria Meneghetti, Macarena Passadore. Año: 2008.

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Índice 1. Introducción………………………………………….. 3 2. Contexto Histórico…………………………………… 4 3. La lista de Schindler…………………………………. 5 4. La ladrona de libros………………………………….. 9 4.1 Argumento………………………………………. 9 4.2 Análisis…………………………………………..10 5. El hombre en busca del sentido………………………17 6. Conclusión……………………………………………17

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1) Introducción

El presente trabajo de investigación trata de forma introspectiva uno de los períodos más oscuros de la historia de la humanidad, el holocausto judío, contextualizado en la Segunda Guerra Mundial y bajo el régimen totalitario Nazi de Adolfo Hitler. El objetivo de la tarea es el análisis de las dos posibles actitudes ante el hecho histórico mencionado. Durante este período dantesco, hubo quienes sometieron a millones de judíos a la degradación total de su condición humana; pero hubo también aquella minoría que, firme a sus convicciones éticas y morales, sacrificaron sus vidas y familias para proteger a muchos judíos, corriendo el riesgo de ser sometidos al mismo castigo de aquellos a quienes amparaban. Se conocen varios ejemplos de estas osadas actitudes, los cuales han sido relatados hasta la actualidad; algunos se han mantenido a través de tradiciones orales, otros han sido recogidos en novelas o autobiografías, así como también se han producido películas al respecto. Esto demuestra cuán tremenda, impactante y hasta espeluznante resulta la reflexión sobre esta cuestión. Para el desarrollo del tema elegido, nos hemos basado en la novela “La Ladrona de Libros” de M.Zusak y la película “La lista de Shindler”. El método utilizado para realizar el objetivo de la investigación ha sido la lectura de la novela y la película. A partir de ello, se ha puesto en común las posibles reflexiones y análisis de citas y escenas, seleccionando aquellas que se consideraron más pertinentes para tratar el contenido del trabajo. Entre los temas en cuestión, se ha seleccionado el presente, puesto que nos parece que es un asunto que no murió junto a Hitler ni se desmoronó con la disolución del partido nacional socialista alemán. Es decir, trasciende más allá de un mero acontecer de hechos históricos que tiene tanto raíces como consecuencias filosóficas, sociológicas, políticas y económicas.

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El nazismo, a pesar de tener muchos puntos en contacto con el fascismo italiano, tiene raíces típicamente alemanas: el autoritarismo y la expansión militar propios de la herencia prusiana; la tradición romántica alemana que se oponía al racionalismo, al liberalismo y a la democracia; diversas doctrinas racistas según las cuales los pueblos nórdicos( a los que les llaman arios puros) que no solo eran físicamente superiores a otras razas, sino que también lo eran en cultura y en moral; determinadas doctrinas filosóficas, especialmente las de Frederich Nietzche, que idealizaban al Estado y exaltaban a los que eximia de atacar las limitaciones convencionales. El holocausto, encabezado por Hitler, cristalizó, en hechos concretos, la mentalidad racista contra los judíos u otras sectas étnicas que ya coexistían en la sociedad alemana. Se forjó una filosofía de vida, una división sociológica, una segregación social y racial y una limitación económica. Luego de estos hechos se culpó de toda las calamidades acaecidas al líder del movimiento. Es cierto que la ideología era impuesta por la fuerza con todo lo que la misma implica, pero ¿cómo explicar el hecho de que hubo personas que fueron en contra del régimen: más allá de ser judíos, civiles, soldados o nazis? ¿Cómo explicar que hoy en día, acabada la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto, la Guerra Fría, creada la ONU entre otros avances en materia social y política, haya grupos neonazi en ejercicio? ¿Cómo explicar el hecho de que los judíos sigan siendo discriminados y segregados, que siga existiendo el término racismo? ¿Cómo explicar que hayan personas que puedan verse diferentes a otras en un mundo en donde ante la ley todos somos iguales? Recaemos en lo que será el hilo conductor de esta pequeña imparcialidad de lo que verdaderamente fue el holocausto: el uso y domino de la libertad interior. Más allá de lo impuesto por fuera, las personas por su propia esencia, se inclinarán o no en cuanto les siente y actuarán o no en conformidad con su mentalidad.

2) Contexto histórico

En primera instancia, para comprender el tema de las obras a tratar, es importante explicar qué fue el nazismo advirtiendo el contexto en que se dio. 4

El nazismo fue un régimen que rigió en Alemania entre los años 1933 y 1945. Todo lo que este régimen significó gira en torno a la figura del líder carismático Adolfo Hitler quién, una vez llegado al poder, lo centró de manera totalitaria y militar. Se enfocó en llevar a cabo su ideología que estaba plasmada en el libro que escribió en 1923, durante su reclusión en prisión, “Mein Kampf”. El nacional socialismo alemán, fue en sí un régimen de gobierno, pero por su carácter totalitario, implicó una serie de consecuencias ideológicas y sociales. El Estado contaba con absolutos poderes que recaían en la figura del Fürer: el mismo sentó las bases de lo que llamaron, el Tercer Reich. En cuanto su ideología era antiliberal, semita, comunista e intelectual. Tuvo como fin, la supremacía de la raza aria, la pura, la superior, la verdadera y por tanto, la que debía desarrollarse plenamente y gobernar al mundo. Para lograr su objetivo se valió del argumento de la reunificación de la antigua confederación germana exigiendo así, la necesidad del Espacio Vital (espacio mínimo indispensable para su desarrollo como nación). De aquí deriva la concepción de racismo que caracterizó al nazismo de Hilter. Partiendo de la base de la superioridad de la raza aria, colocó al margen inferior de los mismos a los que llamó “parásitos de la sociedad”. Aunque encabezados por los judíos, este nuevo estrato social estaba compuesto a su vez por gitanos, negros, eslavos y latinos. A medida que iba transcurriendo el tiempo y su poder y fuerza iban en ascenso, fue nazificando al Estado alemán mediante una serie de elementos: la disolución del parlamento (Reichstag); la Ley de Defensa del Pueblo y del Estado; la ley provisional de unificación del Länder; la prohibición de los partidos políticos y sindicatos (1 poder, 1 Estado, 1 partido, 1 líder); etc. Así se sucedieron los episodios simbólicos de la noche de los cuchillos largos, y la de los cristales rotos como prefacio de lo que sería el nuevo y aparentemente inexpugnable gobierno. Como digno régimen totalitario, las libertades naturales e individuales se vieron agredidas y eliminadas. Existían o no en tanto al Fürer le pareciera. Al analizar la situación no resulta fácil creer cómo, un hombre que ni su nombre era ario, pudo convencer, mover e incluso ser objeto de admiración, de uno de los pueblos más cultos del mundo, como lo es el alemán.

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Hay una serie de explicaciones históricas y antecedentes que nos inducen a una parcial comprensión del tema: Alemania estaba destruida. Habían perdido la Gran Guerra, habían sido humillados ante el mundo con los Tratados de guerra, particularmente el de Versalles, hecho que determinó la pérdida de su orgullo nacional. La república de Weimar estaba debilitándose; la caída del marco en 1922 junto con la crisis del 29 que generaron una sensación de inestabilidad y la necesidad de un gobierno fuerte que impusiera orden; “el miedo rojo” al creciente comunismo, entre otros. Pero, a nuestro entender, todos estos evidentes antecedentes, recaen en la figura de un personaje, de un carisma que no se vio nunca y se verá, que supo ganarse el afecto de todo el pueblo alemán. Se centró en la exaltación de las masas: le devolvió al pueblo germano el orgullo perdido mostrándoles de lo que eran capaces. Supo en definitiva, cómo ganarse a la gente y una vez conquistada, centrar todo el poder y su fuerza en torno a su último fin, la supremacía y posterior reinado de la raza aria. Radica aquí el tema central de este trabajo, un régimen político, un líder carismático, promesas de gloria a un pueblo entusiasmado que a su vez se cree capaz de ello. Se trata del mejor y más claro ejemplo de cómo, a pesar de que el fin en si mismo no sea malo, los medios utilizados no sean los más indicados, los más convenientes. Pero, ¿qué sentido tiene relatar la gloria del pueblo alemán si se deja de lado lo que verdaderamente conmovió al mundo?, lo que verdaderamente marcó un antes y un después en la historia de la humanidad: el radical racismo. Como nunca antes visto se trató a los disgregados, se les realizaron las atrocidades más apocalípticas que puedan imaginarse. Con esto, nos referimos a una rebajación tal que se les negó el derecho a la vida. Murieron en el holocausto alrededor de 6.000.000 de judíos sin contar el resto de los parásitos de la sociedad. De los que sobrevivieron, quedaron familias desterradas, disueltas, psicológicamente afectadas y total y absolutamente desorientadas. Una vez muerto Hitler y acabado el nazismo, los judíos encontraron un arduo trabajo para su reincersión en la sociedad. El odio, producto de este periodo de la humanidad, no se desvaneció con la caída del régimen y aquí radica la verdadera y miserable tragedia.

3) La lista de Schindler 6

La película “La lista de Schindler”, dirigida por Steven Spielberg, está basada en la novela de Thomas Keneally. La trama se desarrolla en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y del holocausto, término genérico mediante el cual se condenó a una raza entera. La novela comienza describiendo la figura de Oskar, personaje de extrema elegancia que vivía en Cracovia, Polonia. Se trata de un hombre que se presenta como una especie de ingeniero y un brillante y perspicaz negociante, de cierta influencia dentro de la aristocracia del partido nazi, debido a su creciente desarrollo económico como consecuencia de la guerra. Evidentemente, en un país cuya economía se encuentra neutralizada, este tipo de personalidades son las que, además de auxiliar

las

necesidades de una nación que así lo exige, se enriquecen de manera extraordinaria. Así, Oskar Schindler comenzó a ascender tanto económica como política y socialmente.

A continuación, se desarrollará el argumento de la película conjuntamente con la contextualización histórica del suceso en cuestión, con el objetivo de que se comprenda mejor el mismo.

En marzo de 1941 los alemanes crearon en Cracovia el ghetto para los judíos y lo ubicaron en el barrio Podgorze forzándolos a trasladarse allí. En sólo 320 edificios colocaron alrededor de 15000 personas y rodearon el territorio de muros con la forma de laúdes judías (macevas), de modo que sus víctimas se sintieran como dentro de un cementerio.

El gueto en Cracovia tuvo cuatro puertas vigiladas por los alemanes. Los mismos controlaban la salida y entrada de gente al barrio. También eran responsables del control de papeles y de no permitir la entrada a los polacos de fuera. El ghetto fue reducido en dos oportunidades, y la gente no apta para trabajar fue enviada al campo de concentración en Belzec. En marzo de 1943 el ghetto fue liquidado totalmente y los habitantes fueron enviados al campo del trabajo en Cracovia – Plaszow o a los otros campos

de

concentración

en

Polonia

(Auschwitz).

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Desde el principio los alemanes usaron a los judíos del ghetto y luego a los del campo en Plaszow como esclavos en sus fábricas tanto en la ciudad como campos cerca de Cracovia.

En estos años, Schindler era un empresario que se mostraba ambicioso por dinero. Dada la habilidad de los judíos en el ámbito financiero y a la miserable situación en que se encontraban, entró en contacto con ellos para la realización de un nuevo negocio. Así, mientras que el protagonista se enriquecería, los judíos podrían subsistir con la retribución mínima que él les brindaba. De esta forma, se involucra con un judío llamado Isaac Stern, quien había tenido éxito llevando la contabilidad de una empresa. Oskar le ofrece el mando de la compañía y le pide entre en contacto con los judíos del mercado negro para la compraventa de la mercancía necesaria. Cabe señalar que el protagonista, en aquel entonces, no tenía ningún interés ni pretensión en mejorar la situación deplorable de los judíos.

Schindler crea entonces la DEF. (Deutsche Emalien Fabrik) en el barrio Zablocie, la cual resulta ser un éxito. A partir de 1943 se ubicó allí el campo Plaszow. Al año siguiente los alemanes liquidaron los dos campos en Cracovia y decidieron matar a todos los trabajadores enviándolos a Auschwitz. Schindler, una vez enterado de esta política, decidió comprar una fábrica en Brunnlitz (en la actualidad, República Checa) y continuar sus negocios allí. En este episodio se refleja su grandeza, ya que pagó por todos los trabajadores judíos que su bolsillo le permitió y los libró de un destino fatal. Surge así su famosa lista que contenía los nombres de la gente que debía ser enviada a la fábrica nueva (aproximadamente 1100 Judíos). De esta “inversión” no obtuvo ganancia alguna, pues su producción era de mala calidad y no abalada por los Controles de armamento. Por esta razón, comenzó a comprar productos ya fabricados, lo que implicó un aumento en sus gastos. Así, al final de la guerra Schindler estaba en bancarrota; hasta su muerte, fueron los judíos que se habían salvado por él los que lo ayudaron a subsistir enviándole dinero. Finalmente Oskar Schindler murió en Frankfurt, Alemania, en 1974, y según su deseo fue enterrado en el cementerio católico en Israel. 8

Resulta inesperado cómo este hombre, que al comienzo solo le interesaba generar ganancias y le era totalmente indiferente la condición de los judíos, se sensibilizó hasta tal punto que arriesgó su propia vida para salvar la de muchos de ellos. Este cambio en su persona se dio de manera lenta y progresiva y se manifiesta claramente en los episodios que se analizarán posteriormente. Los mismos se desarrollarán a través de la antítesis que se produjo en la postura Schindler, de miseria y grandeza, con respecto a la cuestión judía.

En primera instancia se señalará la miseria del personaje Como mencionado anteriormente, al comienzo de la obra, Schindler, deseoso de obtener ganancias a raíz de la situación de guerra crea una fábrica, la DEF. Para la misma contrata judíos, puesto la mano de obra de estos era más económica en comparación con la de otro tipo de trabajadores. Se citará a continuación el episodio en que unos alemanes ordenan a ciertos trabajadores judíos de la fábrica de Schindler a quitar la nieve del pavimento. Uno de ellos, anciano, se vio incapacitado de realizar efectivamente la tarea exigida, razón por la cual le disparan. Schindler, que estaba observando este suceso, le reclama, al jerarca nazi que estaba junto a él, el atentado pues le significaba no solo la pérdida de un trabajador, sino una reducción en la producción de su fábrica que en sí, implicaba menos ingresos.

En otra ocasión, sentado en su balcón que miraba hacia le campo de concentración que se situaba junto a su casa, se afianza de un arma y balea a un par de judíos. Se marca claramente la visión de Oskar para con los judíos, mera indiferencia. Nunca procuró matarlos ni repudiarlos. Nunca se proclamo a favor o en contra de la nazificación, simplemente velaba por sus propios intereses.

Se muestra durante este periodo de su vida, un hombre lleno de codicia que como la propia definición del término lo establece, es tan inagotable nunca llega a saciarse. Figura aquí el vacio que termina en indiferencia de Schindler, que lo llevo a llenar su vida de elementos materiales. Solo había una certeza en su vida: ganar dinero para ser 9

feliz. No supo dilucidar que la felicidad la encontraría por otro camino y que la mismo estaba llamando a su puerta. Radica aquí la miseria pura puesto que se trata de un hombre que, ante una situación global catastrófica, no solo en cuanto a términos raciales sino mundiales (guerra mundial), antepuso sus propios intereses incluso deseando que la guerra no acabase para seguir enriqueciéndose. Miseria en cuanto a falta de pobreza de alma frente a una situación que así lo exige: miseria frente a la situación en donde miles de personas estaban siendo desterradas de su hogar para ser llevados a la esclavitud y posteriormente cruelmente asesinados; miseria frente al mundo que lo rodea, un mundo que estaba siendo bombardeado y destruido.

En el acontecer de los hechos su situación personal de indiferencia dará un giro y se tornará no sólo compadecente frente a la realidad que se le presenta, sino que también fructiferante y ejemplar. Su cambio inicia cuando, en la casa del comandante Amon Goeth, se enfrenta con la atroz realidad de una joven judía, Helen Hirsch. La misma había sido situada en la casa del comandante con carácter servil. Helen recibía constantemente, por parte del comandante, abusos físicos y morales. La humilló de tal modo que, incluso, no la violaba por su estirpe. Esto significa que la indolente, no poseía si quiera, el derecho de ser violada puesto que causaba repugnancia a su jefe. De todos modos se trató de un juego de apariencias, según las observaciones de Herr Oskar, a Goeth, Helen le atraía, como cita la novela de Keneally “No la matará, porque usted le gusta, Helen. Tanto que no le permite usar la estrella. No quiere que nadie sepa que una judía le agrada a tal extremo. (…)Usted… es una indecencia, Helen. Pero es la vida”. De este fragmento se extrae claramente el miedo que posee esta pobre chica quién sufrió una de las humillaciones más grandes. El comandante estaba enamorado de ella y por su condición racial se castigaba a sí mismo golpeando a la muchacha. Se cristaliza aquí la imagen de un hombre cuya miseria se destaca ampliamente. Mientras a lo largo de la historia, la literatura, e incluso la vida misma, ha revelado que el amor es capaz de trascender más allá de la muerte, aquí se muestra un hombre, que no es capaz de guiarse por sus sentimientos. En cambio se enfurece consigo mismo y se cree miserable al verse sumergido en la tragedia de haberse enamorado de una judía. Se

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trata de un caso, aunque menor, donde una persona puede haber mostrado nobleza de espíritu al ubicar al amor por encima de todo. Schindler al notar las marcas en su rostro, bajó al sótano a conversar con la joven. Al interesarse y escuchar su situación se compadeció de ella y le regalo una barra de chocolate junto con un cálido oído dispuesto a escuchar e incluso a consolar su critica situación y preocuparse por su salud “Cuide su salud, repitió el” Ella le entrega dinero, para que se los entregara a su hermana. “Le volvió la espalda, se dirigió un aparador, lo separo de la pared con un fuerza que en un muchacha tan devastada sorprendió a Herr Schindler. Retiró un ladrillo de la pared y sacó del hueco un fajo de 4000 sloytz de la ocupación. Mi hermana está en la cocina del campo –le dijo-.. Es más joven que yo. Quiero que trate de rescatarla si alguna vez la quieren llevar en los vagones de ganado. Creo que usted muchas veces sabe estas cosas de antemano. –Me ocuparé- dijo Schindler”.Se muestra aquí que la atención que le brindó este nazi a la judía fue cálidamente recibida e inclusive objeto de confianza. Demuestra la pureza que demostró Schindler. Se mostró auténtico y ella confió en él.

Claramente, esta insólita situación con la que entra en contacto Oskar, le hace comenzar a notar lo que verdaderamente era la miseria humana, incluso dentro de una chica cuyas compañeras la envidiaban por el cargo que se le habían asignado, es decir, una serie de condiciones privilegiadas. Más adelante, le informan que cerrarán el campo de Plaznov, y enviarán a todos los trabajadores del mismo, inclusive a los de su fábrica, a Auschvitz para ser exterminados. Allí decide crear un campo propio donde refugiaría a cuantos judíos pudiese. Al ver la intransigencia de los nazis que procuraban llevárselos sin ceder, les ofreció comprarlos. Pagó por alrededor de 1100 judíos, e inauguró un campo en Checoslovaquia. Perceptiblemente el capital no le dio para comprar a todos los segregados que estaban llevando a Auschvitz, dado su número, y por lo tanto, procuró llevarse a todos aquellos que le habían ayudado a lo largo de su ascenso. Realiza la lista procurando no olvidarse de ningún nombre de los trabajadores con los que tuvo algún contacto. Se evidencia claramente que todos aquellos judíos con los que interactuó personalmente le dejaron 11

una huella, y de manera especial, Helen, por quien tuvo que pagar un precio más alto para convencer a su dueño de que se la venda. El día que los estaban trasladando era extremadamente caluroso Cuando y centenares de judíos eran metidos en un mismo ferrocarril, de modo que el aire les faltaba y el calor los sofocaba. Entretanto, los militares nazis disfrutaban contemplando la situación de los judíos con refrescantes bebidas y baños de mangueras. Schindler entonces, toma la manguera y les arroja agua a las ventanas del ferrocarril para refrescar un poco a los pobres condenados. Se hace notoria la compasión que los judíos le estaban causando.

Una vez instalado su campo, dio a los militares nazis extremas órdenes: ninguno de ellos podía actuar por sí mismo sin haber consultado a Oskar, por lo tanto no podían maltratar a los trabajadores, y mucho menos matarlos. Si no cumplían con esta orden serían sometidos a juicio. Por otra parte, a los judíos les permitió la celebración de la misa. Evidentemente, a ellos, una misa en una situación de tal gravedad, les generaba una sensación plena de bienestar y esperanza. Aunque tenían que trabajar, Schindler no les exigió mucho. Se puede decir que a partir de ese momento, todos esos trabajadores judíos estaban salvados. Cuando Hitler cae, Schindler los reúne a todos, e inclusive a los militares, y les cuenta los acontecimientos que acababan de acaecer. La guerra había finalizado y los aliados pronto vendrían a rescatarlos. El mundo se estaba dividiendo en dos grandes bloques de las potencias vencedoras de la guerra (Estados Unidos y la Unión Soviética). Les pidió unos minutos de silencio por las víctimas de guerra y les anunció su libertad. También les informó que debía huir pues seria sometido a un juicio, por ser nazi, que formalmente se llamarían “los Juicios de Nüremberg”. A la madrugada se despide de sus mil y pocos judíos, en una actitud realmente impresionante. Mira su auto, su vestimenta, e incluso los accesorios, criticándose a sí mismo el haber despilfarrado dinero hubiese logrado la salvación de algunas vidas más. Por su lado, los judíos le escriben una carta con la firma de cada uno de ellos para ayudarle en los cargos que le impondría la nueva realidad.

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Herr Oskar Schindler partió, con su esposa, una pequeña maleta y en total bancarrota, huyendo de las autoridades buscando refugio y dejando atrás una generación de judíos que vivirían y dejarían un legado, de la verdadera grandeza de un hombre que, a pesar de que tarde, supo pararse frente a una realidad destrozada y resolver a su manera y de acuerdo a sus posibilidades, el problema judío.

4) La ladrona de libros

“La ladrona de libros” fue escrita por Markus Zusack, australiano de ascendencia alemana y austriaca que se inspiró en recuerdos familiares para narrar esta novela.

4.1. Argumento La Ladrona de Libros es una novela contextualizada en la Alemania Nazi de la Segunda Guerra Mundial que describe las peripecias de una niña alemana de nueve años desde que es dada en adopción hasta el final de la guerra. Las vivencias de Liesel Meminger son narradas desde la perspectiva de la muerte, la que hace de esta historia un relato enormemente original, además de fascinante. Tras la desaparición de sus padres(los indicios parecerían revelar que su madre era comunista, y, por consiguiente, disidente del régimen), la niña es dada en adopción a una familia alemana que vivía en las afueras de Munich, específicamente en Molching. Su madre adoptiva era una mujer de carácter áspero y tosco, aunque de gran calidad humana; se contraponía a su esposo, Hans Hubbermann, quien actuó como una luz en medio de la oscura llegada de Liesel a Molching tras haber perdido a su familia legítima. A través de él, la niña se introdujo en la literatura, tras el “hurto” de un libro en el entierro de su hermano(“El manual del sepulturero”)que actuó como catalizador de su curiosidad por la lectura. A partir de aquí se muestra el cambio que se va operando en la sociedad alemana hacia el racismo, especialmente hacia el

antisemitismo, así como la creciente

popularidad de Adolfo Hitler y el convencimiento que inspiró en los arios de pertenecer a una raza superior.

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Quien parece resumir las calamidades a las que fueron sometidos los judíos en la Alemania Nazi es el personaje de Max Vandemburg, judío que se ocultaba en el sótano de la famila Hubberman. No sólo por ser un hombre que valoraba la justicia, si no como pago a quien había salvado su vida durante la primera guerra mundial, Hans Hubberman decidió amparar al judío. Max Vandemburg era hijo de quien supo ser el mejor amigo del padre adoptivo de Liesel cuando joven; éste lo había salvado de morir en el frente de lucha y Hans nunca lo olvidó. Enseguida Liesel entabló muy buena relación con el judío que sus padres adoptivos escondían en el sótano, quien llegó a convertirse en una especie de mejor amigo para ella. A partir de ese momento, la niña fue construyendo un mundo paralelo, empleando otros libros que fue robando poco a poco y las páginas que escribía Max Vandenburg para ella, quien llegó a blanquear las hojas del "Mein Kampft" para poder llenarlas de palabras nuevas. Los libros acabaron convirtiéndose en un soporte vital para Liesel y las personas que la rodeaban. Durante los bombardeos, la lectura en voz alta de fragmentos de estas novelas mientras las bombas caían fuera del refugio en que se hallaban escondidos, proporcionaba a los Hubermann y a sus vecinos un consuelo ante tanta destrucción; era una manera de mantener la atención en algo que no fuera el estruendo de la misma guerra. Avanzada la novela, se percibe que Liesel tuvo que volver a vivir episodios tremendos. Su padre adoptivo fue llamado a cooperar con las acciones bélicas, y Max tuvo que huir del hogar de los Hubberman porque el régimen ya tenía algunas sospechas de que Hans simpatizaba con los judíos. El desenlace de la novela resulta algo trágico y regocijante a la vez. Por un lado, muchos ciudadanos de Molching mueren tras un bombardeo, entre ellos, los padres de Liesel. La niña sobrevivió por estar escribiendo una especie de autobiografía (“la ladrona de libros”) en el sótano de su casa en el momento exacto del bombardeo. Años más tarde, terminada la guerra y derrocado el régimen Nazi, en un episodio que desborda júbilo, Liesel se reencontró con Max Vandenburg.

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Liesel Meminger muere cuando anciana, lejos de Alemania. En ese momento, la muerte le obsequia el libro que ella había escrito( se había desechado en el bombardeo) y que le había salvado la vida.

Como se ha señalado anteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial se practicó el antisemitismo más despiadado de la historia de la humanidad, se atentó contra el derecho de igualdad entre las personas en su máxima expresión, se convenció a toda una nación de que eran superiores a otros y reinaron los más terribles vicios humanos. No obstante, como se ha podido observar en el transcurso de la lectura de la novela en cuestión, no todo fue sombra y penumbra. Zusak intenta recrear, con La Ladrona de Libros, la otra cara de la guerra, mostrando a ese pequeño porcentaje de alemanes que se negó a respaldar los postulados de Hitler y que estuvo dispuesto a arriesgar su vida y la de sus familiares por ocultar a un judío en su vivienda; es este el perfil que comparten los pequeños héroes que protagonizan la novela. Claramente, quien encarna el prototipo de esto es Hans Hubermann, cuya actitud es valorada como enormemente heroica.

4.2 Análisis A continuación se analizará en profundidad el mensaje que pretende transmitir la novela, aludiendo al tema de la presente tarea, es decir, las dos posibles actitudes frente a la situación de vida antes mencionada.

Primeramente, es necesario aclarar que, en Ladrona de Libros, se hace especial hincapié en el poder de las palabras. Se ha demostrado que las palabras tienen mucha influencia, y Adolf Hitler así lo manifestó a toda una nación, cuando con palabras bien escogidas logró convencerlos de la existencia de una plaga judía. Por otro lado, la protagonista de la novela, Liesel, logra descubrir que las palabras poseen un uso que trasciende la situación y que la literatura posee un poder cautivador.

Como se ha mencionado anteriormente, el narrador de esta novela es la muerte; desde el comienzo se dan indicios para deducir su insólita identidad. Esta estrategia del 15

escritor, no está solamente dirigida a provocar suspenso y fascinación a través de la lectura sino que también representa y cristaliza el período que está siendo narrado. Dicha época tuvo como nota más característica la agonía y defunción de innumerables seres humanos: niños, adultos y ancianos, civiles y militares, judíos y nazis. En definitiva, la muerte rondó cada segundo de la existencia de millones de personas. Sin embargo, el retrato que logra transmitir Zusak sobre la curiosa narradora se aparta de la imagen tradicional que las personas tienen de ésta. La muerte no aparece como algo siniestro o macabro, si no con características ¨humanas¨ (¨…no llevo ni hoz ni guadaña. Sólo cuando hace frío visto un hábito negro con capucha. Y no tengo esos rasgos faciales de calavera que tanto parece que os gusta endilgarme.¿Quieres saber que aspecto tengo en realidad? Te ayudaré. Ve a buscar un espejo mientras sigo.¨). Se interpreta que el escritor desea acercar la imagen de la muerte a la de un ser humano común y corriente, aspecto que esconde una determina opinión del autor. No es la muerte la que viene por los hombres sino que estos son quienes corren a su encuentro, impulsados por odios y muchos otros vicios que los dominan.

Otro aspecto que parece pertinente destacar es la existencia de vidas paralelas entre Max Vandenburg y Liesel Meminger. Ambos personajes presentan varias cosas en común.

En primera instancia, ambos habían llegado al hogar de los Hubberman en un agonizante viaje en tren; Liesel perdió a su hermano en el trayecto y Max sufría cada segundo que transcurría, inundado de miedo y terror, deseando no ser descubierto. Tanto la niña como el judío logran arribar a su destino, dejando atrás a sus familias. Una extraña sensación de soledad los invade al comienzo, pero la cálida recepción de Rosa y Hans Hubberman les da una nueva oportunidad, un aliento para continuar con sus vidas y ser felices, fin último que persigue todo ser humano. Tanto Liesel como Max supieron ser parte de peleas a puñetazos; Liesel en el colegio con aquellos que se burlaban de ella, y Max en su juventud con sus amistades. Ambos eran “luchadores”. Esto tiene un especial sentido simbólico. A pesar de todas las contrariedades que se les presentaron en sus vidas, supieron tener la fortaleza necesaria para enfrentar los obstáculos que les deparaba su destino. Es decir que se 16

levantan una y otra vez, son ellos los que no corren en busca de la muerte si no que la enfrentan, son verdaderos supervivientes. Parecería que este paralelismo tiene la finalidad de mostrar que todos los seres humanos son iguales, y que la cualidad de luchador es una de las características de una persona íntegra.

En la novela, la miseria del judío consiste en la degradación humana y la económica. Está representada por la figura de Max Vandemburg.

“Viajaremos un poquito, hasta un almacén secreto, y ya veremos que encontramos. < VISITA GUIADA AL SUFRIMIENTO > A su izquierda, Tal vez a su derecha, Incluso puede que al frente, Hay una pequeña habitación a oscuras. Allí espera sentado un judío. Apesta. Está famélico. Está asustado. Por favor, intenta no apartar la vista.

A cientos de kilómetros al noroeste, en Stuttgart, lejos de ladrones de libros, mujeres de alcaldes y Himmelstrasse, un hombre esperaba a oscuras. Habían decidido que era el mejor sitio. Es más difícil encontrar a un judío en la oscuridad(…) Lo único que había comido en lo que él consideraba semanas había sido el sabor repugnante de su famélico aliento, es decir, nada. En ocasiones oía voces que pasaban al lado, y a veces, deseaba que llamaran a la puerta, que la abrieran, que la sacaran a rastras de allí, hacia la insoportable luz. Sin embargo, por el momento sólo podía seguir sentado en su sofá maleta, con las manos debajo de la barbilla y los codos quemándole los muslos. Tenía que combatir el sueño, un sueño voraz, y la desesperación del duermevela, y el castigo del suelo.”

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“Max dividió el pan en dos. Se concentró en el que tenía la mano, masticando y engullendo, forzándolo a pasar por el árido desfiladero de su garganta. Al tragar notó la manteca fría y dura, que de vez en cuando se resistía. Unos buenos tragos de agua la despegaron y enviaron hacia abajo(…) los dientes se le partían cada vez que daba un mordisco.(…) al cabo de un rato, cuando los ecos lo abandonaron y reunió el valor para comprobar que todos los dientes seguían en su sitio, le alivió encontrarlos intactos”

Estos episodios revelan el estado de Max Vandenburg antes de trasladarse clandestinamente al hogar de la famila Hubberman. Un alemán amigo suyo lo ayudó a evitar ser aprehendido por el régimen y enviado a los campos de concentración. De todas formas, la situación en la que se desarrollaría su intento de supervivencia seguiría siendo inhumana, por el simple hecho de tener que vivir el resto de sus días oculto y las condiciones de vida que esto acarrea.

“Podría objetarse que Liesel Meminger lo tuvo fácil. Y sería cierto si la comparáramos con Max Vandenburg. Sí claro, su hermano casi murió en sus brazos. Y su madre la abandonó. No obstante, cualquier cosa era mejor que ser judío”

Liesel Meminger, protagonista de la novela, aparece como una niña muy desdichada. Fue separada de su madre a muy temprana edad por el régimen. El destino también quiso apartarla de su único compañero, su hermano, quien falleció en el tren que transportaría a ambos niños a Molching, a la casa de los Hubberman. No obstante, todo tipo de desventura o desgracia quedaba minimizada ante el mero hecho de ser judío. Esto refleja que pertenecer a esta etnia era el más calamitoso de todos los infortunios; por lo tanto, estos indicios que aporta la novela llevan a deducir el deplorable trato al que eran sometidos los judíos en la Alemania Nazi, al punto de no ser reconocidos ni por su esencia de seres humanos.

“Liesel calculó que todavía hubo cuatro sesiones más con Frau Holtzapfel antes de que hicieran desfilar a los judíos por Molching(…) El soldado que estaba al mando aplastó el pitillo y les hizo una pregunta turbia: ¿cuándo fue la última vez que sacamos a esas 18

ratas a tomar aire fresco?(…) Otras personas se movían alrededor de ellos o los adelantaban. Vieron acercarse a los judíos como un torrente de colores…muchos de ellos morirían. Me saludarían como a su último amigo del alma, con sus huesos de humo y sus espíritus a la saga.(…) Los enormes ojos sobresalían en los escuálidos cráneos. Y la suciedad. La suciedad florecía en ellos como el moho. Sus piernas flaqueaban cuando los soldados los empujaban: una forzada carrerita incontrolada antes del lento retorno a un paso famélico(…) las expresiones atormentadas de hombres y mujeres extenuados se volvían para suplicarles, no ayuda-ya habían renunciado a ella-, si no una explicación. Algo con lo que acallar la confusión. A penas podían levantar los pies del suelo. Llevaban estrellas de David cosidas a las camisas, en las que se inscribía la desdicha como si de una tarea se tratara. (…) los soldados desfilaban a su lado, ordenándoles que se apresuraran y deejaran de lamentarse. Algunos no eran más que niños, pero el Führer se reflejaba en su mirada. Contemplándolos, Liesel estaba segura de que eran las almas vivientes más desgraciadas que había visto. El tormento constreñía sus rostros descarnados. El hambre los devoraba al caminar. Algunos miraban al suelo para evitar la mirada de la gente en las aceras. Otros observaban suplicantes a los que habían ido a contemplar su humillación, el preludio de sus muertes. Otros rogaban que alguien, quien fuera, diera un paso al frente y los cogiera en brazos. Nadie lo hizo.(…) un hombre, mayor que los demás, avanzaba en medio de un pequeño claro abierto en la procesión. Llevaba barba y ropas raídas. Sus ojos tenían el color de la agonía a pesar de su ligereza, sus piernas todavía lo sostenían”.

Se utiliza una serie de adjetivos específicos para calificar el deplorable estado en que se encontraban los judíos: “escuálidos”, “atormentadas”, “descarnados”, “raídas”, etc. La narradora señala que “muchos de ellos morirían” y que la “saludarían como a su último amigo”. Esto se establece en tono de afirmación para enfatizar que el estado en que se encontraban aquellos judíos no traería otra consecuencia que la muerte. Esto se vincula con la frase “el preludio de sus muertes”.

No era solamente desdichado el estado en que se encontraban los judíos que desfilaban por Molching .La despreciable actitud de los ciudadanos alemanes que 19

observaban lo que estaba sucediendo se puede definir como totalmente miserable. El simple hecho de organizar un desfile de los judíos por el pueblo es cruel; pero la actitud de indiferencia por parte de los espectadores es totalmente mezquina.

“Nadie lo hizo.” Esta frase cristaliza la miseria de los alemanes espectadores del desfile de judíos. Es una frase breve que sintetiza la actitud de indiferencia, marcada por un punto que le da aún más contundencia a lo que se quiere transmitir.

“…vio que 4 hombres arrojaban ladrillos a una tienda de confecciones llamada Kleinmann´s… en el interiorun hombre bajo tartamudeaba caminando arriba y abajo, pisando los cristales rotos mientras limpiaba. En la puerta habían pintad una estrella color mostaza. Los bordes de la descuidada letra con que habían escrito BASURA JUDÍA goteaban…Hans se acercó un poco más y asomó la cabeza. –¿Necesita ayuda? El señor Kleimann levantó la vista. Tenia un aire impotente…-No Hans, por favor váyase. – Mañana vendré y le repintaré la puerta – aseguró. Así lo hizo…tal como había prometido madrugó más de lo habitual… Hans lo secó. Encontró un color lo más parecido al de la puerta que un humano puede conseguir y le dio una buena capa… un nuevo comentario antisemita apereció pintado en la puerta en menos de dieciséis horas.” Este episodio resume de manera evidente la miseria en relación a la actitud de aquellos alemanes que se ciñeron al régimen y adoptaron la postura de discriminación racial que ordenaba el partido Nazi. Quizás no haya actitud más miserable que deshonrar a otro ser humano. Basura judía. La inscripción en la puerta del negocio del judío implica la violación a uno de los derechos más imprescriptibles e inalienables del hombre: el honor de su persona. Para hacer especial hincapié en la gran miseria que reinaba en aquellas gente, se menciona que, a pesar de que Hans Hubberman repintó el negocio del Sr. Kleinmann, “un nuevo comentario antisemita apareció en la pared en menos de dieciséis horas.” La escena sintetiza, además, uno de los días más crueles del período de persecución de judíos, la Kristallnacht o Noche de los Cristales Rotos, cuando los miembros del partido Nazi destruyeron centenares de negocios judíos y estos fueron expulsados y perseguidos. 20

Como ya se ha señalado, la novela enfoca dos aspectos diferentes de la guerra y la discriminación racial. Habiendo analizado aquellas situaciones que mejor retratan la miseria y desventura, es preciso realizar lo mismo con las que exponen una actitud de grandeza. Ésta, radica en la actitud heroica de aquellas personas que, como la familia Hubermann, arriesgaron su existencia para prevenir que le sucedieran calamidades a otras; aquellas personas que, más allá de la devastadora situación que atravesaba Alemania en vísperas de la guerra, no se dejaron hipnotizar por el carisma de un hombre. En un sentido más profundo y aludiendo, no sólo a la escala de valores morales, si no la ilusión o desesperanza que reinan en el alma humana en situaciones tan difíciles, nos referiremos aquí a la libertad interior.

Es oportuno hacer mención de que en la novela se le da especial importancia a los colores y a cómo estos caracterizan a las personas y objetos. Un ejemplo claro lo encontramos en los ojos de Hans. A estos se les atribuye el color gris, color plata. Los ojos de Hans son brillantes porque él actúa como una luz en la vida de otras personas. Así lo hizo con su hija adoptiva, Liesel, y así lo hizo con Max Vandenburg.

Como antítesis a la actitud mencionada de los alemanes en la cita anterior, aparece la ilustre figura de Hans Hubberman. La actitud de repintar la inscripción antisemita por voluntad propia y sin ningún tipo de remuneración muestra la enorme grandeza de este personaje. Es una persona que, fiel a lo que le dicta su corazón y su conciencia, se compadece de las calamidades a las que están siendo sometidos los judíos

“La vida había dado un giro de 180 grados, y, sin embargo, era esencial que actuaran como si nada hubiera ocurrido. Imagínate que tienes que sonreír después de recibir un bofetón. Y luego imagínate que tienes que hacerlo las 24 horas del día. En eso consistía ocultar a un judío” Se emplea una especie de comparación para que el lector pueda darse cuenta de lo que implica esconder a un judío en un régimen Nazi y, de esta forma, hacer énfasis en la grandeza de dicha actitud

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El hecho de que la familia Hubberman se determinase a esconder a un judío en su casa resulta de extrema nobleza. Este gesto refleja claramente que, incluso frente a un período tan oscuro, hay una pequeña parcela de gente que se ciñe a sus convicciones de lealtad y de bondad.

La protagonista de la historia, Liesel, también demuestra tener un corazón noble para con el judío.

“Evidentemente Liesel subió corriendo las escaleras. Se detuvo a unos pasos de la puerta manchada a escupitajos y se volvió en redondo observando el cielo. Cuando se volvió al sótano, se lo contó. –Hoy el cielo está azul, Max, y hay una enorme nube alargada, desenrollada como una cuerda. Al final de la nube el sol parece un agujero amarillo…”.

Con intención de entretener al judío que residía en su sótano, la niña realizaba tareas como darle el informe metereológico de cada jornada, o agarrar diarios de los recipientes de basura para llevárselos a fin de que leyera y se entretuviera con los crucigramas. Otras veces le leía, y así, realizaba muchas otras cosas que tenían la finalidad de hacer la oscura vida de Max en el sótano un poco más agradable y llevadera.

En el mundo exterior, todos los días Liesel salía escopeteada del colegio con la esperanza de que Max estuviera mejor(…)media hora después, cuando la insólita presencia de un coche reventó el balón, Liesel encontró su primer regalo para Max…en cuanto entró en casa se fue drecha a su habitación, sacó el balón para Max y lo dejó a los pies de la cama(…)esa noche ni cenó ni fue al lavabo. No bebió nada(…) había decidido que esa noche acabaría el libro y que Max Vandenburg iba a escucharla. Que iba a despertar”

Hubo un período en que el organismo del judío estaba tan debilitado por la permanencia en el gélido sótano y la mala alimentación, que permaneció inconciente por un largo período, al punto que la familia Hubberman pensó que había muerto. Sin 22

embargo, Liesel siempre tuvo la esperanza de que Max sobreviviría. Por eso, se pasaba horas leyéndole, obsequiándole objetos que recogía por allí, deseando que su nuevo amigo finalmente se despertara. Se manifiesta en Liesel otra forma de grandeza; su cariño y atención, producto de un fuerte vínculo de amistad. Se puede concluir que Liesel es una auténtica heroína. A lo largo de la novela lucha por lo que quiere y no se resiste a perder a las personas que aprecia. Da la impresión de que parte de esa fuerza reside en su amor por los libros, a los que se aferra cual en los momentos más dramáticos. La literatura le sirve como instrumento para sobrevivir, para hacer frente a la desgracia.

Por último, se vuelve a mencionar que también interpretamos la grandeza como la capacidad de enfrentar la adversidad, de luchar y ganar una fiera y sangrienta batalla, en la que el contrincante es nada más ni menos que la muerte. Muchos judíos aprehendidos en este oscuro período de la historia de la humanidad bajaron los brazos y se dejaron caer, se rindieron. Pero hubo también aquellos que, cultivando la perseverancia y resguardándose tan sólo en el bunker de sus almas, no se dejaron vencer ni se entregaron, sino que se pusieron en guardia y enfrentaron al mayor temor de los seres humanos. Quizás Max Vandenburg no es un estereotipo de esta actitud, pero se puede observar que en algunos episodios de la novela lucha por sobrevivir.

Varios capítulos hacen alusión al judío como “el luchador”. El narrador define a Max como un luchador porque combate por su propia existencia. A pesar de la desesperanza que pueda reinar en él por ser judío y dar por sobreentendido que había llegado su fin, busca una salida para continuar viviendo. Se enfrenta a la vida y la muerte al mismo tiempo, optando por la primera y eludiendo los golpes de la segunda.

“Tenia 24 años pero seguía fantaseando. –En el rincón azul- comentaba en voz baja-, tenemos al campeón mundial, la perfección aria: el Führer. Y en el rincón rojo, tenemos al aspirante judío cara de rata Max Vandenburg (…)Hitler saltaba apoyándose primero en un pie y luego en otro, y sonreía. Su sonrisa se hizo más ostensible cuando el presentador enumeró sus muchas victorias, rabiosamente aplaudidas por la 23

multitud(…)¡invicto! ¡Vencecdor de judíos y de cualquier otra amenaza que se cierna sobre el ideal alemán!(…) Ante todo quiero una pelea limpia, a no ser, herr Hitler , que empiece a perder, claro está. En ese caso, estaría dispuesto a hacer la vista gorda ante cualquier táctica inadmisible que pudiera emplear para machacar sobre la lona este montón de maloliente basura judía…en el sótano del numero 33 de Himmelstrasse, Max vandenburg sintió los puños de toda una nación. Uno a uno, subieron al cuadrilátero y lo vapulearon. Lo hicieron sangrar(…)¿ te he contado que tengo un nuevo sueño?- le preguntó a Liesel(…) todas las noches espero en la oscuridad y el Führer baja por esos estos escalones. Nos pasamos horas peleando(…)-¿Quién gana?preguntó la niña. – Yo- contestó Max.

A Max Vandenburg lo invadían innumerables pesadillas y alucinaciones. Este episodio muestra cuando el judío alucina que está peleando una lucha de boxeo contra Adolfo Hitler, el Führer. La alucinación de la mera lucha física posee un valor simbólico. Esta escena se interpreta de la siguiente forma. La lucha de boxeo en el cuadrilátero es una metáfora de la lucha entre el judío y la muerte. El Führer representa a la muerte, pues él creó la conciencia en la sociedad alemana de que los judíos eran una plaga que no merecía otro fin que el exterminio. El hecho de que la “multitud” apoye eufóricamente al Führer indica cómo millones de alemanes nazis fueron seducidos por el enorme carisma de Hitler e incorporaron sus palabras y discursos a sus convicciones. La victoria de la pelea la obtiene Max Vandenburg; esto es importante, ya que se interpreta como que el judío se resguarda en su libertad interior y así sobrevive a la muerte, otorgándole un sentido a su existencia.

Para finalizar, culminamos el análisis de la novela “La Ladrona de libros” aludiendo a una cita en la que la muerte, narradora, expresa su perspectiva sobre Max Vandenburg. Entendemos que es una cita clave para reflejar la conclusión a la que se pretendía llegar con esta tarea, pues aquí se define la libertad interior.

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“Un pasaje nocturno. Bastante más tardee caí en la cuenta de que ya había visitado el numero treinta y tres de Himmelstrasse por esa época. Debió ser una de las pocas veces en que la niña no estaba a su lado, pues lo único que vi fue un hombre postrado. Me arrodillé. Me preparé para meter las manos por debajo de las sábanas y entonces sentí un resurgir, una lucha a muerte por sacárseme de encima. Me retiré y, con todo el trabajo que tenía por delante, fue agradable que me expulsaran de esa habitación a oscuras. Incluso me permití una pausa, un breve disfrute de la serenidad, con los ojos cerrados, antes de salir de allí” 5) El hombre en busca del sentido

A través de la reflexión sobre algunos pasajes de “El hombre en busca del Sentido” (escrito por Víctor Frankl) se profundizará en el tema de la libertad interior, tomando el argumento de este médico psiquiatra judío como conclusión y reflexión final del presente trabajo.

“Tas un intento de presentación psicológica y explicación psicopatológica de las características típicas del recluido en un campo de concentración, se podría sacar la impresión de que el ser humano es alguien completo e inevitablemente influido x su entorno pero ¿y q decir de la libertad humana? ¿No hay una libertad espiritual con respecto a la conducta y a la reacción ante un entorno dado? ¿Es cierta la teoría que nos enseña q el hombre no es mas q el producto de muchos factores ambientales condicionantes, sean de naturaleza biológica, psicológica o sociológica? ¿El hombre es solo un producto accidental de dichos factores? Y, lo que es mas importante, ¿las reacciones de los prisioneros ante el mundo singular de un campo de concentración, son una prueba de q el hombre no puede escapar de la influencia de lo q lo rodea? ¿Es que frente a tales circunstancias no tiene posibilidad de elección? (...) Las experiencias de vida en un campo demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. Los ejemplos son abundantes, algunos heroicos, los cuales prueban que puede vencerse la apatía, eliminarse la irritabilidad. El hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física” 25

"Los que estuvimos en los campos de concentración recordamos a los hombres q iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el ultimo trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en numero, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias-para decidir su propio camino. Y allí siempre había ocasiones para elegir. a diario se ofrecía la oportunidad de tomar una decisión, decisión que determinaba si uno se sometería o no a las fuerzas q amenazaban con arrebatarle su yo mas intimo, la libertad interna, que determinaban si uno iba o no a ser el juguete de las circunstancias, renunciando a la libertad y a la dignidad, para dejarse moldear hasta convertirse en un recluso típico.”

6) Conclusión

Se ha abordado el trabajo enfocado en torno al subtema de la libertad interior por lo que la conclusión se orientará del mismo modo. En un período como el holocausto, bajo un régimen como el nazi, es difícil dilucidar qué es la verdadera grandeza y miseria de las personas, pues han sido modificadas y subjetivizadas en torno a la ideología del régimen imperante. La libertad, que se define como la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos, es lo que ha movido al actuar del hombre a lo largo de los siglos. Al globalizarse el término en la Revolución Francesa, se dieron indicios de que, la misma, nunca volvería a ser violada. La historia lamentablemente mostró lo contrario. Pero, hay una libertad que más allá de su expresión exterior, no puede ser trasgredida ni quitada, se trata de la libertad interior. Es fácil nombrarla, poseerla e incluso utilizarla, pero, en períodos adversos de la historia de la humanidad es cuando realmente surge, donde se encuentra su punto más elevado de auge, donde aflora, dónde verdaderamente se siente y existe. Hoy en día resulta fácil juzgarla e incluso comprenderla parcialmente pero es importante entender que, en dichos períodos, significó, para unos, una esperanza y sentido en la 26

vida, y para otros un paso para ayudar a los demás. Estos son los casos que se narran en las obras analizadas en el trabajo. Sin dejar de establecer y comprender lo difícil de la tarea, de permitir la libertad interior aflorar y guiarse por ella, resulta notable la actitud de aquellos que, vivieron y viven por ella. Se encontraban en un mundo subjetivo, donde las personas eran meros objetos y títeres de una voluntad superior. Claramente lo desarrolla Frankl en su obra “El hombre en busca del sentido”, donde se diferencian los que querían seguir viviendo de los que no, por la posesión de la libertad interior que les permitió, más allá de las atroces situaciones vividas en los campos de concentración, tener un brote de esperanza que les permitiera seguir con sus vidas. Por ello, el objetivo de este trabajo fue, a través de la miseria humana (dejarse caer, sentirse verdaderamente uno mas de los parásitos, dejarse influir e incluso disminuir) marcar la verdadera grandeza del hombre. Aquel que, frente a un mundo que dice lo contrario, donde los valores han sido cambiados, donde una palabra o un acto de más pudo haberles significado la vida, desarrolló la libertad interior a su máxima potencia y procuró, dentro de los caudales de lo posible, solucionar la profunda y deplorable situación en tanto pudieron. Herr Oskar Schindler y Hans Hubberman encarnan en toda su expresión la actitud mencionada. Este tema trasciende al holocausto, las guerras y los periodos trágicos. Se muestra latente en la esencia de todo hombre de toda época. La enseñanza que se puede extraer de este proyecto es que, si se pudo en un período como el holocausto, lograr no dejarse caer ni rebajar por nada ni nadie y ser una luz dentro de las sombras, en la actualidades también posible. Estamos en un mundo donde el masivo desarrollo de la comunicación y el decaimiento de los valores humanos han desmoronado la verdadera y pura ética del hombre. Entonces, la libertad interior HOY debe ser desarrollada también, pues son los ejemplos de vida del pasado los que nos narran con orgullo la historia de la actualidad. Así deberán nuestros sucesores contar la historia de nuestro presente.

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Fuentes/ Bibliografía

Libros

 “La lista de Schindler”, Tomas Keneally  “La ladrona de Libros, Markus Zusak  “El hombre en busca del sentido” Víctor Frankl

Páginas de Internet

 http://www.nortecastilla.es/20070926/cultura/markus-zusak-habla-poder20070926.html. 25/09/08  http://libros.linkara.com/libro/la_ladrona_de_libros 25/09/08  http://esdll.wordpress.com/2008/03/25/la-ladrona-de-libros 25/09/08

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