La golosa de Pepa. Metodología para la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín

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Descripción

La golosa de Pepa

Metodología para la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín.

Título: La golosa de Pepa. Metodología para la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín. 1.ª edición: diciembre 2014 © 2014 todos los autores © Universidad de Antioquia, Colciencias, Corporación Con-vivamos y Corporación Corpades Editor académico Alberto León Gutiérrez Tamayo Autores Gutiérrez Tamayo Alberto León, Román Cárdenas Martín Humberto, Melo Ruales Alejandro, Hincapié Ballesteros, Luis Alberto, Giraldo Vélez Nataly, Villada Ríos María Alejandra, Arias Betancur Luisa Fernanda Diseño y diagramación Ana Isabel Maya Salazar y María Cecilia Cardona Gaviria Fotografías Fotofijas realizadas por la Corporación Ciudad Comuna en el marco de la investigación “Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo: experiencia de innovación social. Estudio de caso comunas 1 –Popular- y 8 –Villa Hermosa- de Medellín” año 2014 Impreso en Colombia ISBN físico: 978-958-8890-15-9 ISBN digital: 978-958-8890-16-6 Impreso por La Patria Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual. Obra de distribución gratuita.

Ficha catalográfica: La golosa de PEPA. Metodología para la apropiación social del conocimiento: proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín, 2004-2012 / Alberto León Gutiérrez Tamayo y otros; ilustradoras Ana Isabel Maya Salazar, María Cecilia Cardona Gaviria.-- Editor Alberto León GutiérrezTamayo. -- Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 2014. 64 páginas: fotos, tablas, dibujos; 25 cm. 1. Planificación y desarrollo regional- Medellín (Colombia) - 2004-2012 2. Comunas- Estudio de casos- Medellín (Colombia) - 2004-2012 3. Desarrollo económico- Medellín (Colombia)- 2004-20124. Administración del conocimiento I. Gutiérrez Tamayo, Alberto León II. Román Cárdenas, Martín Humberto III. Melo Ruales, Alejandro IV. Hincapié Ballesteros, Luis Alberto V. Giraldo Vélez, Nataly VI. Villada Ríos María Alejandra VII. Arias Betancur, Luisa Fernanda VIII. Maya Salazar, Ana Isabel, ilustradora IX. Cardona Gaviria, María Cecilia, ilustradora. 338.986126 cd 21ed. A1466524

TABLA DE CONTENIDOS Introducción

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El patio de juegos: marco de la metodología

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La golosa: metodología para la apropiación social del conocimiento

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Dibujo, piedrita y actitudes en juego: concepción de la metodología

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Forma operativa: cuadro a cuadro por la golosa

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Proyección ¿Quién juega a ‘la golosa de Pepa’?

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Referencias bibliográficas

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INTRODUCCIÓN

Grupos de investigación, universidades, organizaciones no gubernamentales, organizaciones sociales, cívicas y comunitarias, entidades gubernamentales, gremios y empresas, en fin, todos los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación colombiano –SNCTI, con interés en la apropiación social del conocimiento – ASC requieren de metodologías que orienten estos procesos; este texto es un avance en la materia, una de las opciones metodológicas que posibilita la ASC. Su sentido está orientado por la premisa según la cual, apropiar socialmente un conocimiento posibilita mejorar el hacer y que este hacer está dirigido a la transformación de la realidad. Es decir, conocerhacer-transformar se constituyen en la triada que orienta tanto la concepción como la forma operativa de la metodología. Los sujetos actúan conforme lo que conocen o dicho de otra forma, sus acciones reflejan lo que saben; de allí que cuando un nuevo conocimiento es apropiado, las acciones también resulten modificadas y por la relación que estas acciones guardan con la realidad construida, la transformación acompañe el cambio en la acción. Esta metodología está diseñada bajo esta premisa. Su construcción deviene de la concepción elaborada por el equipo de investigación y la documentación del proceso de planeación del desarrollo local adelantado en las comunas 1 y 8 de Medellín. Comprenderla, implica entender tanto su concepción como su forma operativa constitutivas de la MASCPDL, además del escenario en que se diseña, la proyección prevista y las relaciones entre estos asuntos. Para ilustrar cada asunto, se opta por el símil de la metodología vista como una golosa. La ‘golosa’, juego popular de la infancia, ilustra cómo proceder para una persona o un grupo de personas apropiar el conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín, es decir, ilustra la metodología para su apropiación social. A la golosa se juega en un lugar específico, con un dibujo diseñado sobre un terreno todavía más específico, pasando por una serie de recuadros que conducen hasta un ‘cielo’ que definen los jugadores, con una piedrita que les dice dónde van, yendo y viniendo cada vez por todos los cuadrados, fijándose en cual ocupa la piedrita para recogerla y llevarla hasta el siguiente. Al igual que el juego, la Metodología para la Apropiación Social del Conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín –MASC-PDL, comparte estas características.

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INTRODUCCIÓN

Está diseñada en un lugar específico: el que delimitan las ciencias sociales y humanas, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia –SNCTI, la Convocatoria 587 de 2012 realizada por el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación –Colciencias y la alianza conformada por el grupo de investigación Medio Ambiente y Sociedad –MASO, la Corporación Con-vivamos y la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social –Corpades. El terreno más específico en que se dibuja la golosa, representa el proceso de Planeación del Desarrollo Local en las comunas 1 y 8 –PDLC1C8, enmarcado por el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de Medellín –PPLPP; esto quiere decir, que así como es distinto si el dibujo de la golosa se realiza sobre tierra, asfalto o algún otro material, y que el terreno sea plano, inclinado o con subidas y bajadas, es distintivo de la MASC-PDL estar diseñada para apropiar el conocimiento generado por este proceso en las comunas referidas. De allí que la golosa sea ‘de Pepa’, como es posible apodar la planeación participativa y no de ‘Pepe’, como se escucharía la abreviatura del Presupuesto Participativo si tenemos la imaginación dispuesta para ello. El ‘cielo’ definido en la metodología son los conocimientos a ser socialmente apropiados; su concepción, es el dibujo mismo: así como las líneas del dibujo permiten saber lo que es la golosa de lo que no es, la conceptualización tiene el mismo efecto con la metodología. Por su parte, los cuadros en esta golosa representan los momentos por los que se pasa para generar la apropiación social del conocimiento que se ubica en el cielo y al igual que en otras golosas, en ‘la golosa de Pepa’ cuando se juega en uno hay que pasar por todos los otros, antes de recoger el resultado de cada momento y avanzar hacia el siguiente. La ‘piedrita’ que nos sirve para saber en qué momento estamos, simboliza el horizonte de sentido que nos jugamos en cada fase de la metodología: saber para qué se apropia el conocimiento es sustancial para avanzar a través de la ‘golosa de Pepa’. Estas asociaciones tienen como objetivo ayudar al lector con su recorrido por el texto. Si acepta el símil propuesto, le será más sencillo comprender que la metodología tiene un marco en el que está diseñada, un horizonte de sentido al que apunta, una concepción que la define, unos principios que la orientan y una forma operativa para proceder con la apropiación social del conocimiento; comprendido esto podrá concordar, complementar, debatir o descartar tanto la aplicabilidad de la metodología en sus propios procesos, como las proyecciones que se proponen al final del documento. En desarrollo de cada asunto, quien lee encontrará la siguiente estructura.

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INTRODUCCIÓN

En primer lugar, se presenta el marco en que está diseñada la MASC-PDL. Allí se argumenta al lector que esta metodología se encuentra enmarcada por las Ciencias Sociales y Humanas, con su consecuente interés por hacer socialmente útil el conocimiento; además, que responde a una necesidad del SNCTI colombiano por encontrar formas de generar apropiación social de la ciencia, la tecnología y la innovación –ASCTI. Se presenta también, la convocatoria emitida por Colciencias dirigida a avanzar en satisfacer esta necesidad, la alianza constituida para el diseño de la metodología y los actores involucrados en las actividades de la investigación de la que deriva; así mismo, se da cuenta del proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8, enmarcado por la experiencia del programa de planeación local y presupuesto participativo de Medellín y, finalmente, de los conocimientos generados por este proceso que han de ubicarse en el ‘cielo’ de la golosa. Asúmase este marco como el lugar donde se dibuja y pone en juego la ‘golosa de Pepa’ y para hacerlo agradable, conviene imaginarlo como el patio de juegos mejor recordado de la infancia; un patio que con sus condiciones delimita desde los colores con que se pinta la golosa, pasando por la forma del dibujo, hasta el modo de jugar. En segundo lugar se despliega la golosa misma. Son sus partes constitutivas el horizonte de sentido que guía la metodología hacia la democratización del conocimiento mediante la triada conocer-hacer-transformar; su concepción como proceso y estrategia apoyada en nociones de Metodología de Intervención Social –MIS, Investigación Acción Participativa –IAP y Apropiación Social del Conocimiento; los principios de participación, formación y comunicación que la orientan y la forma operativa por la que se realiza. Se refuerzan en cada punto las asociaciones con los elementos del símil elegido para ilustrar la MASC-PDL: piedrita, dibujo y recuadros. Para terminar, en tercer lugar se expresan las posibilidades y retos en la proyección de la metodología. La formación en los niveles de pregrado y posgrado sobre la MASC-PDL, su aplicación, validación y generalización como forma posible para apropiar conocimientos en otros casos, experiencias y procesos sociales, son parte del camino a recorrer en el constante devenir de la triada conocerhacer-transformar. Es esta ‘la golosa de Pepa’, la Metodología para la Apropiación Social del Conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín.

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EL PATIO DE JUEGOS:

MARCO MARCO DE DE LA LA METODOLOGÍA METODOLOGÍA El patio, símbolo de recreo dispuesto para el juego, servirá como ilustración del marco de la MASC-PDL delimitado por las ciencias sociales y humanas, el SNCTI,

la convocatoria 587 y la alianza ya anunciadas. Imagine cada asunto como tres casas colindantes: frente a usted se encuentra la casa de las ciencias sociales, construida con materiales de todas las épocas que evocan su larga historia de acumulación de contenidos, tan al fondo que ofrece un amplio espacio para adentrarse en el juego; a su derecha, se encuentran las puertas, ventanas y andenes de la casa SNCTI, elaborada con los materiales más recientes disponibles y encontrados, cuyos linderos tocan con la casa ciencia; hacia la izquierda, se erige una casa elaborada con parte de los materiales de las otras dos, más los implementos tomados de la calle donde la vida transcurre, reelaborados en una arquitectura propia de sus diseñadores: es la casa de la alianza. La calle, lector, está a su espalda; con toda su cotidianidad permanente simboliza la complejidad de la vida misma, fruto de todos los actos que transcurren en ella en todas direcciones. Usted no ha abandonado la vía, sólo se ha detenido en esta parada para prestar atención al patio donde se juega a ‘la golosa de Pepa’. El patio se encuentra entre las tres casas y la calle, delimitado por el frente que se alcanza a ver de cada una. Si el lector ha dibujado esta imagen en su mente, ya habrá notado que ver el frente no significa conocer todas las habitaciones de cada casa y que no puede permitirse explorarlas a profundidad. Es decir que ya tiene el marco definido de la Metodología para la Apropiación Social del Conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín. Por un lado, este marco responde al reto de la ciencias sociales y humanas por hacer útil el conocimiento; por otro, a la necesidad del Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación colombiano por generar apropiación social de la ciencia, la tecnología

10 y la innovación, la cual se concreta en la convocatoria 587 de 2012 realizada por Colciencias. El tercer frente lo delimita la alianza que se define para atender el reto, aprovechando la convocatoria, en la experiencia del programa de planeación local y presupuesto participativo de Medellín, con su proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8. Para las ciencias sociales y humanas, tanto el conocimiento científico como aquel que se produce en la experiencia misma requieren de apropiación, con el interés porque sea socialmente útil. Hoy se comprende y asume que el conocimiento se genera, produce, emerge y se transforma en y desde la actividad humana cotidiana, la experiencia vivencial, el transcurrir de la existencia y en la actividad científica en las diversas esferas de interés humano; en las relaciones sinérgicas sujeto y objeto (Hessen, 1960). Ya se ha entendido que no se trata del conocimiento, en singular, sino de conocimientos, en plural, es decir, diversos, plurales, múltiples y en ocasiones, divergentes, contradictorios u opuestos. También, que con base en ellos se guía la actividad humana: conforme se conoce se actúa; aún en medio del desconocimiento las personas hacen, piensan y reaccionan conforme conocen, ya sea desde el nivel más empírico posible o las cumbres más elevadas de la ciencia. De ello se desprende que el conocer esté ligado (Gutiérrez, 2006) al hacer, especialmente al hacer con sentido, con finalidades preestablecidas; un hacer no inocente, ni meramente casuístico sino intencionado. Ahora, si el hacer intencionado y consciente está asociado con el conocimiento, resulta obvio deducir que entre más se conozca, en mejores condiciones se está de ser asertivo y viceversa; así mismo, entre menos se conozca, menos opciones se tienen de acertar. De allí deviene como reto para las Ciencias Sociales y Humanas, el hacer socialmente útil el conocimiento presente y el que a diario surge, con la finalidad de orientar la acción societal y convertirse en soporte de las necesarias transformaciones que le son propias a las sociedades humanas, en su contexto temporal y espacial. Esta es la utilidad que tiene la apropiación social del conocimiento – ASC; como reto, está asociado con la necesidad de contribuir a la transformación positiva de la realidad, enmarcada en escenarios éticos, políticos y culturales, a partir del accionar

11 individual y colectivo de quienes la construyen, habitan y modifican a diario, guiado por la apropiación del conocimiento disponible. A partir de ello, es posible aportar al fortalecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación –SNCTI colombiano, interesado en la temática con mayor énfasis en la apropiación social de la ciencia, la tecnología y la innovación –ASCTI. Al interior del SNCTI existe el interés por la ASCTI desde 1996, cuando la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo utilizó por primera vez el término, entendiéndolo como el mecanismo que permitiría la inclusión de la ciencia y la tecnología en la cultura colombiana (Daza, 2011). Casi una década después, la ASCTI es prioridad en la política científica, cuando en 2005 se formula la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación –PNCTI. A partir de ella se pretende convocar y movilizar a la sociedad en torno al compromiso con la ciencia y la tecnología, de modo que se posicione en las políticas públicas y en la sociedad en general, llevando a que el conocimiento sea útil, comprensible y validado. Y desde 2009, es función de Colciencias generar estrategias de ASCTI que permitan consolidar una sociedad y una economía inspiradas en el conocimiento (Colombia, Ley 1289 de 2009). La importancia ganada por la ASCTI como prioridad en la política científica viene acompañada por vacíos en su definición y las formas de generarla. Para atenderlos, en 2010 Colciencias define la Estrategia Nacional de Apropiación Social de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación –ENASCTI, constituyéndose en “importante avance en la búsqueda por democratizar la ciencia y la tecnología, en Colombia” (Lozano, 2011, p. 136). Con la ENASCTI se propone un “…cambio de foco en las concepciones de divulgación y apropiación del conocimiento, que conciben la responsabilidad de los agentes dedicados a la producción de conocimiento limitándola únicamente a la divulgación del mismo en una sociedad que consideran externa a su producción” (Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación -Colciencias, 2012, p. 2). La estrategia propone que la producción de conocimiento no es una construcción que se da por fuera de la sociedad, más bien, está basada en sus dinámicas y que la apropiación no es una recepción pasiva y acrítica del conocimiento, sino un ejercicio reflexivo e interpretativo (Colciencias,

12 2012). Como líneas de acción define la participación ciudadana en políticas de CTI, la comunicación sobre las relaciones ciencia, tecnología y sociedad, el intercambio y transferencia de conocimiento, y la gestión del conocimiento para su apropiación social. Esta última, requiere definir participativamente metodologías cualitativas y cuantitativas que permitan identificar diferentes maneras de apropiar el conocimiento socialmente e indicadores sobre su percepción y apropiación. Fue en el marco de esta línea que Colciencias realizó la Convocatoria 587 de 2012, dirigida a conformar un banco de proyectos elegibles para el diseño e implementación de metodologías y herramientas conceptuales en la materia. De esta forma, la convocatoria con soporte en la estrategia concreta la necesidad del SNCTI por generar ASCTI e invita a los diferentes actores del sistema, a la construcción conjunta de metodologías y herramientas conceptuales sobre el asunto. Además, se constituye en oportunidad para los grupos de investigación en ciencias sociales y humanas avanzar en el reto por hacer socialmente útil el conocimiento, en trabajo conjunto con otros actores del SNCTI. En correspondencia con los postulados de la estrategia nacional de ASCTI, en los términos de la convocatoria se requirió la “conformación de alianzas de trabajo colaborativo interdisciplinaria, entre grupos de investigación, organizaciones que promueven la apropiación social de la CTeI, y las comunidades sujeto a partir de su participación activa y propositiva en el proceso” (Colciencias, 2012, p. 3), además, de “vincular al desarrollo de los proyectos a entes gubernamentales y autoridades locales, para que participen activamente y contribuyan a la identificación y solución de las distintas problemáticas” (Colciencias, 2012, p. 4). Para el caso de la MASC-PDL, la alianza está constituida por el grupo de investigación Medio Ambiente y Sociedad –MASO, la Corporación Con-vivamos y la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social –Corpades; como comunidades sujeto se vincularon a las actividades de investigación líderes de las comunas 1 y 8 de Medellín, y como autoridades locales, a servidores públicos de la Secretaría de Participación Ciudadana y el Departamento Administrativo de Planeación de la Alcaldía de Medellín. La alianza asume el reto de las ciencias sociales y humanas

13 por encontrar formas de apropiar socialmente el conocimiento y aprovecha la convocatoria para avanzar en la materia, al tiempo que contribuye a satisfacer la necesidad del SNCTI por generar formas de ASCTI; por ello decíamos que en el símil propuesto para la metodología, esta casa se encuentra construida con parte de los materiales de las otras dos. Además, la complementan las experiencias vividas por las organizaciones no gubernamentales en relación con sus apuestas por evidenciar la generación de conocimientos en escenarios no institucionales y también ajenos a la ciencia y la tecnología. De la conjunción de intereses entre las tres entidades resulta la tercera delimitación para la MASC-PDL. Con esto quedan definidos los límites en el patio de ‘la golosa de Pepa’, el marco de la metodología. Más aún queda pendiente definir el material de que está hecho este espacio, es decir, el terreno más específico en que se dibuja la golosa. Ello se refiere a la experiencia del programa de planeación local y presupuesto participativo de Medellín y en ella, al proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de este municipio. Como se anunció, así como las curvas de un terreno definen posibilidades al dibujo, igualmente la experiencia, el proceso y las comunas en las que ocurre, hacen lo propio con la metodología. Referenciarlos, hace falta para terminar de enmarcar la MASC-PDL.

14 CIENCIAS SOCIALES C Y HUMANAS

SIS CIE TEMA NC IA, NACIO INN TECNO NAL DE OVA L CIÓ OGÍA E N

A

ANZ

ALI

MASO

INTERÉS POR EL CONOCIMIENTO

CONVIVAMOS CORPADES

POLÍTICA NACIONAL CT+I ENASCTI

MARCO DE LA METODOLOGÍA

CONVOCATORIA COLCIENCIAS S 587 DE 2012

El programa de planeación local y presupuesto participativo de Medellín –PPLPP, es una experiencia con diez años de aplicación. En ella convergen tanto intereses de la administración municipal por promover la gobernabilidad democrática mediante la participación de la población, como la exigencia ciudadana por espacios de decisión. Tal exigencia se soporta en las experiencias ya vivenciadas por la ciudadanía en materia de planeación participativa, anteriores al PPLPP. Durante la década de 1990, las organizaciones sociales de Medellín vivenciaron procesos de participación en ejercicios de planeación y presupuesto municipal: el Plan Alternativo Zonal de la Zona Nororiental, la formulación del Acuerdo 43 de 1996, los Planes de Desarrollo Zonal, la Consejería Presidencial para Medellín, el Programa de Mejoramiento Integral de Barrios y el Plan Operativo Anual de Inversiones participativo, se cuentan entre el acumulado de experiencias participativas experimentado en Medellín. La reducción de estos espacios entre 2000 y 2003, conllevó la movilización de las organizaciones

15 sociales exigiendo la garantía de su derecho a participar, especialmente en lo que refiere a los ejercicios de planeación zonal liderados por la base social en la década anterior. Esta exigencia, sumada a las condiciones de pobreza, corrupción y violencia vivenciadas en Medellín, conformaba un clima de ingobernabilidad y desconfianza hacia la institucionalidad que conllevó a que la administración municipal definiera estrategias dirigidas a recuperar la confianza. Una de ellas fue el PPLPP en el que se condensaba tanto la propuesta institucional de realizar presupuesto participativo en Medellín, como la exigencia de las organizaciones sociales por adelantar ejercicios de planeación desde sus comunas. Lo exigido en el periodo electoral de 2003, fue concretado en 2004 por quien fuera electo alcalde. La inclusión del proceso de planeación del desarrollo local –PDL en el PPLPP es un distintivo en la dinámica del programa. En efecto, al interior de la experiencia pueden encontrarse múltiples procesos que atienden a las necesidades sociales, económicas, ambientales, espaciales y culturales de la población y toman forma en las iniciativas de presupuesto participativo; más a diferencia de las otras, el proceso PDL ordena, soporta y coordina propuestas dirigidas a la satisfacción de estas necesidades por medio de líneas, programas y proyectos definidos por la ciudadanía en los planes de desarrollo de sus comunas y corregimientos, genera escenarios y estrategias de participación adicionales a las dispuestas por el programa y establece su propia agenda de trabajo en razón de movilizar a la población en torno a las propuestas elaboradas en el proceso e incluirlas al debate público que conlleve su realización. Esta dinámica, deviene del arraigo de la planeación participativa incorporado por las organizaciones sociales de las comunas a partir de sus experiencias anteriores. Sin embargo, aun con sus dinámicas propias, el proceso PDL no está exento de las dificultades del programa que lo enmarca. Al igual que otros procesos, el de PDL también toma forma a través de iniciativas priorizadas en el presupuesto participativo y se ve envuelto en las tensiones generadas entre instancias representativas y nuevos escenarios de participación; también, por las dificultades en la contratación pública con organizaciones sociales, falencias en la comunicación entre administración

16 municipal y sociedad civil; discrepancias por los procedimientos para priorizar, destinar y ejecutar el presupuesto participativo; fragmentación entre organizaciones originadas en competencias por los recursos; críticas a instituciones externas a las comunas que ejecutan proyectos con recursos priorizados en ellas; prácticas de corrupción y clientelismo que permean la experiencia del PPLPP; influencia en el programa de grupos desmovilizados que inciden en organizaciones de base o crean sus propias organizaciones para participar. Tanto las dificultades como las potencialidades señaladas definen su impronta para la MASC-PDL; de allí que la metodología se ajusta a las particularidades del proceso, la golosa se adapta al terreno. Más la manera como el proceso ocurre en Medellín se reviste de particularidades en cada comuna y corregimiento, de allí que la manera como sucede en el caso de las comunas 1 y 8 es también referente para el marco de la metodología. En ambas comunas se vivenciaron experiencias de planeación zonal durante la década del noventa, aunque con diferencias: en la comuna 1 fue por iniciativa de sus organizaciones sociales desde el comienzo de la década, mientras en la comuna 8, se vivenció con los ejercicios de planeación zonal promovidos por la administración municipal a partir de 1998. Esta distinción es clave para explicar el comienzo de los planes de desarrollo local en ambas comunas. En la comuna 1, el proceso de planeación del desarrollo local comenzó con la implementación del PPLPP priorizando recursos para el diagnóstico y formulación de su PDL, dando continuidad a su experiencia acumulada en planeación zonal. Por su parte, la comuna 8 priorizó recursos para su plan de desarrollo local solo hasta el2006, luego que el Departamento Administrativo de Planeación de Medellín destinara cincuenta millones de pesos para el diagnóstico. El tránsito para llegar a priorizar recursos ese año, pasa por la promoción del ejercicio de planeación por parte de algunos de sus líderes, sin efectos hasta antes de la inversión realizada con recurso ordinario y sólo para cuando el proceso de planeación local ya estaba avanzado en la municipalidad; pocas comunas, incluida la 8, estaban pendientes por comenzar su proceso.

17 En ambas comunas, una vez terminado el diagnóstico se procedió con la formulación de los planes. Los diagnósticos realizados en ambas comunas obedecían a una estructura temática derivada del interés por las dimensiones del desarrollo que concebían los actores en el proceso de planeación. El diagnóstico se estructuró con base en las dimensiones socio cultural, económica, político institucional, físico espacial y ambiental (Alcaldía de Medellín y Corporación Convivamos, 2009). Estas dimensiones, también dieron forma a la estructura de los Planes de Desarrollo Local conformada por líneas, ejes, componentes, programas y proyectos según cada caso, a los cuales se les asignaron objetivos, las actividades para lograrlos y su presupuesto estimado. En el PDLC8, tras la consulta de las fuentes secundarias y su convalidación con la participación comunitaria, se derivaron los ejes, componentes, programas y proyectos que estructuraron el plan (Corpades y Alcaldía de Medellín, 2007). Así pues, la formulación de los PDLC1C8 sobrevino luego de realizado el diagnóstico, aunque al igual que la fase predecesora, la formulación de ambos planes se dio en tiempos distintos. La formulación del PDLC1 ocurrió en 2006 (Alcaldía de Medellín y Corporación Convivamos, 2009, p. 32), mientras la del PDLC8 se realizó en 2008, inmediatamente terminadas las actividades del diagnóstico (Corpades y Alcaldía de Medellín, 2007). A partir del diagnóstico y formulación del proceso de planeación, se consignaron los planes de desarrollo local cuyo contenido expresaba los enfoques de planeación y desarrollo que fueron adoptados y declarados. Estos documentos, incluían además un contenido estratégico expresado en la misión, visión y objetivo general de los PDLC1C8, cuyo elemento común es la calidad de vida de los habitantes en cada comuna, su vinculación en el proceso de planeación y la definición de un horizonte temporal a diez años. Los planes de desarrollo local, resultado de las fases de diagnóstico y formulación del proceso de planeación en las comunas 1 y 8, denotan un conjunto de novedades tanto en el procedimiento para su construcción como en su contenido. Estrategias como los comités barriales de planeación, las asambleas barriales, la división interna de las comunas por nodos barriales que incluyen sectores no reconocidos por la administración municipal, tienen su origen en la construcción de los planes (Actor social 9, entrevista personal, mayo 9 de 2014; Encuentro Diálogo

18 de Saberes Comuna 8, mayo 13 de 2014; Encuentro Diálogo de Saberes Comuna 1, mayo 14 de 2014; Actor social 7, entrevista personal, junio 11 de 2014). A ello se suman otras acciones aplicadas en las comunas relacionadas también con el proceso de PDL, como lo fueron las labores de seguimiento a la inversión de PP o la situación de desobediencia civil vivenciada en la comuna 1; frente al seguimiento, hay evidencia de que a la par que se formulaban los planes de desarrollo local, las comunas 1 y 8 adelantaron ejercicios de veedurías ciudadanas y comisiones de vigilancia y control a la inversión realizada con PP, (Alianza para el Desarrollo de la Comuna 1 –Popular- y Alcaldía de Medellín, 2010; Agudelo, 2011a; García, 2013).

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2004 - 2007 Fortalecimiento y desarrollo del sistema municipal de planeación

2008 - 2011 Planeación Participativa y Desarrollo local

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21 Definido el marco e identificado el terreno, hace falta señalar el conocimiento generado por el proceso PDL en las comunas 1 y 8, el cual se propone apropiar con la metodología: el reconocimiento del territorio, el fortalecimiento del tejido social y la aprehensión del escenario político institucional. Cada uno es parte constitutiva de un conocimiento mayor que los agrupa: el de la planeación participativa del desarrollo. Así es como aparece ‘Pepa’ en la metodología, es ella la que define los conocimientos a apropiar socialmente y la forma de apropiarlos está definida por la golosa diseñada. Imagine que ‘Pepa’ ha dibujado en el cielo de la golosa los tres conocimientos aludidos, entendiendo por cada uno lo siguiente.

22 Con el reconocimiento del territorio se alude a la manera como los actores de las comunas 1 y 8 han aprendido a referirse a su comuna en el proceso de planeación, ya no solo a su barrio o sector como testimonian haberlo hecho antes. Cabe ahora un pensamiento por las necesidades, recursos y propuestas de la comuna, entre las que se incluyen las iniciativas barriales y sectoriales; además, hay una identidad frente a lo que se vivencia al interior de los límites administrativos que definen esta unidad administrativa que impulsa una imagen de colectividad. Este conocimiento es fruto de recorridos por los barrios y sectores de las comunas, al punto que cuentan con información sobre cada uno de ellos y saben dar cuenta de la situación general en la que se encuentran respecto las dimensiones del desarrollo. Este conocimiento está asociado con dos cambios en la acción por parte de quienes participaron del proceso de planeación del desarrollo local. El primer cambio es el paso de priorizar iniciativas en presupuesto participativo dirigidas a atender necesidades específicas en un barrio o sector de las comunas, hacia ordenarlas en ejes, líneas, programas y proyectos al interior de cada plan de desarrollo local, con miras a orientar la inversión para generar desarrollo. Antes…era muy difícil pelearle a cada organización que iba con su iniciativa concreta, fueran físicas o sociales, pero iniciativas muy de cada uno, […] Además, porque en el caso de la Comuna 8 que hasta ese momento no tenía identidad de Comuna 8, […] Comuna 8 no significaba nada en el lenguaje popular, no, la gente participaba por su organización, por su barrio y sabía que eso hacía parte de una comuna, pero la comuna no era una unidad cultural, una unidad identitaria, comuna es simplemente un asunto de administración político-administrativa (Actor social 7, entrevista personal, junio 13 de 2014). El cambio se evidencia en la priorización de recursos de presupuesto participativo para la realización de las fases de los planes de desarrollo local en las Comunas 1 y 8, y en el direccionamiento de la inversión según los programas y proyectos consignados en cada plan. “Ellos son clarísimos en decir, estas son las necesidades y con eso esto es que yo discuto y a partir de esas lecturas es que

23 ellos discuten con el Plan de Ordenamiento Territorial” (Actor social 14, entrevista personal, junio 11 de 2014). Se pasó del mero interés por la priorización, destinación y ejecución de recursos año a año mediante presupuesto participativo, hacia el ejercicio de planeación a una década. El cambio se demarca especialmente en 2005 en la Comuna 1 y en 2008 en la Comuna 8, cuando se priorizaron recursos de presupuesto participativo para la formulación de los respectivos planes de desarrollo local. Este cambio denotó como aprendizaje la necesidad de orientar la inversión en las comunas a partir del conocimiento de las necesidades allí existentes. … hay una conciencia de que hay que ser estratégico, de que hay que planear y que hay que incluir a todo el territorio, ese es el antes y el después. El antes es como el recurso, las priorizaciones, los dolores de la comuna eran segmentados, cada líder desde su lado, sus ángulos, desde el plan de desarrollo se conciben como un ejercicio, como un territorio, pues el tema de apropiación territorial es una realidad en la comuna 8 a partir del proceso de planeación (Actor social 14, entrevista personal, junio 11 de 2014). Si bien ocurre en años distintos para cada comuna, en ambos casos sucede luego de la fase diagnóstica desatada en el proceso de planeación del desarrollo local. Como lo muestran las referencias al proceso en cada comuna, las necesidades y requerimientos de inversión se ordenaron al interior de los PDL y hubo un periodo entre 2008-2010 en que los planes direccionaron la priorización de iniciativas en el presupuesto participativo y la búsqueda de recursos para realizar sus proyectos. Un cambio en las prácticas que denota no solo el conocimiento de la situación social, económica, política, cultural, ambiental y espacial de las comunas, sino también de los procedimientos de planeación y gestión requeridos para actuar ante esa situación. “Lo que ven ahí es una herramienta pues como complementaria a la acción, un poco ya entrar a el escenario de la propuesta, de la argumentación” (Actor social 6, entrevista personal, junio 11 de 2014). … aprendimos que ya no vamos a gestionar el murito de mi barrio sino que vamos a gestionar las obras de mitigación de toda la comuna, aprendimos que la

24 gestión no es un muro sino que es la parte social que también es muy incluyente, nosotros no lo sabíamos, yo no lo sabía, aprendimos que las necesidades mías son muy amplias porque ya es para toda la comuna, yo brego a que mi sector esté incluido pero las necesidades siempre van a ser de todas parte y que las necesidades no son ni una, ni dos, sino que son muchas las necesidades y aprendimos que los lideres no trabajábamos como antes trabajábamos por el murito que era muy buen presidente si hacía muchos muros (Actores sociales 3 y 4, entrevista personal, junio 11 de 2014). El ejercicio de planeación devino en conocer cuál era el estado de las comunas en relación a las situaciones que requerían cambiar. En consecuencia, los planes adelantaron un diagnóstico que daba cuenta de las dimensiones social, cultural, económica, ambiental y espacial de las Comunas 1 y 8. De allí que se derivaran aprendizajes sobre cuál es la extensión territorial de la comuna, los barrios reconocidos y no reconocidos institucionalmente, su origen y proceso de poblamiento, el número de habitantes, su situación socioeconómica, nivel de escolaridad, situación de servicios públicos y vivienda, nivel de riesgo geológico, las organizaciones sociales existentes y el tipo de relaciones establecidas entre ellas. Los líderes “reconocen tanto su barrio, la comuna y la zona nororiental (…) en toda la ciudad” (Encuentro Diálogo de Saberes Comuna 1, mayo 14 de 2014). El plan permitió “el reconocimiento de la comuna, del territorio, de cuáles son nuestros barrios, de barrios que no conocemos, […] es que yo me quedé de una pieza, realmente yo no conocía mi comuna” (Encuentro diálogo de saberes Comuna 8, mayo 13 de 2014). Se argumenta este conocimiento como generado, en tanto permitió proceder de manera distinta en el direccionamiento de la inversión de las comunas: fue posible generar nodos barriales según la proximidad entre barrios, orientar iniciativas de presupuesto participativo y proyectos de recurso ordinario a partir de las necesidades y prioridades en los barrios, para lo cual, los planes definieron programas, proyectos, ejes y líneas de acción. Además, los actores sociales refieren al paso de priorizar

25 En relación con el fortalecimiento del tejido social, se incluyen los aprendizajes de los actores respecto sus formas de relación tanto en los escenarios de participación como en la cotidianidad. Han emergido nuevas organizaciones o se han vinculado al proceso aquellas que no participaban de otros escenarios de representación; se han aprendido modos de relacionarse en escenarios como el consejo o comité de planeación; la movilización de los actores sociales a través de sus mesas de trabajo se ha visto fortalecida; la cualificación de líderes mediante procesos formativos en diversos temas es recurrente, junto con la imagen de colectividad que realiza propuestas de comuna al municipio. Además, también anuncian el reconocimiento entre líderes en sus espacios cotidianos generando nuevos vínculos. El cambio asociado con la generación de este conocimiento, lo anuncian los actores en relación con las redes, mesas, agencias y alianzas que generaron para la gestión de los planes de desarrollo local. Mencionan que fue necesario establecer estrategias colectivas para ganar en la incidencia que pudieran ejercer para orientar la inversión que llegara a las comunas; el Comité o Consejo de Gestión, según cada caso, se conformó con este propósito además del de organizar la base social que soportaría el proceso de planeación del desarrollo local garantizando su permanencia. Ello se genera una vez que los actores identifican que cada organización de manera independiente podría lograr atender las necesidades e iniciativas que se demandaban en forma aislada unas de otras, más para direccionar la inversión en razón de los propósitos de los planes de desarrollo local era necesario contar con escenarios colectivos en los que construir acuerdos previos que se presentarían luego en el encuentro con los actores cuya centro no es exclusivamente la comuna. En el plan de desarrollo aprendimos una cosa a que nosotros si somos capaz de trabajar en equipo que no nos incluyan es otra cosa, aprendimos de que nosotros teníamos voz y voto pero que nos ha tocado pelear para que nos den el reconocimiento porque la administración no le da el reconocimiento a los líderes, ellos siempre hacen aparecer que esto se hace es porque ellos los ordenaron, no por la gestión que hicieron estos líderes desde acá (Actores sociales 3 y 4, entrevista personal, junio 11 de 2014)

26 A decir de los actores, el tejido social se vio fortalecido tanto en sus organizaciones como en sus relaciones cotidianas el solo hecho de reconocernos nosotros como líderes y ya el saber que ya todos nos reunimos a conversar, a planear, a construir, a consultarnos, qué estás haciendo, en qué vas, cómo vas, el solo hecho de saber cuántas personas tenemos en nuestra comuna, el solo hecho de saber cuántos grupos de adulto mayor tenemos, el solo hecho de decir cuántas instituciones educativas, cuántas quebradas, todo eso, pues, eso nos ha hecho a nosotros mirar que realmente el reconocimiento (…) convivir el diciembre juntos, a una natilla, a un canelazo, a una bella noche de luna llena, de una lunada hermosa con sus estrellas (Encuentro Diálogo de Saberes Comuna 1, mayo 14 de 2014). El proceso implicó el reconocimiento de los actores en las comunas con quienes se realizarían los planes. “Nos encontramos un tejido de organizaciones muy importantes, una interlocución con organizaciones comunitarias en los diferentes nodos y franjas que se establecieron para dinamizar el plan de desarrollo local” (Actor social 8, entrevista personal, junio 11 de 2014). Con el proceso “se trasciende del yo personal o del yo individual a un hacer y reencuentro con los otros” (Actor social 12, entrevista personal, junio 6 de 2014). Las comunidades tenemos una ventaja y es que nos reconocemos entre nosotros mismos y que nosotros mismos ya somos conscientes que tenemos que unirnos para poder cumplir nuestras metas, […] y eso es lo que nos da esa fuerza para seguirle trabajando al tema de la planeación (Encuentro diálogo de saberes Comuna 8, mayo 13 de 2014). Este conocimiento generó un cambio en la acción en tanto los planes se realizarían en forma colectiva y para ello fue necesario conformar alianzas, redes, comités, equipos y otras formas organizativas que reunieran los actores sociales dispersos en las comunas en torno a la planeación del desarrollo local. Más para ello, fue necesario reconocer las relaciones que se establecían entre las organizaciones y procurar vincularlas en torno al plan; conocer las organizaciones y articularlas cambia el accionar con la priorización de recursos en tanto se orientaría la inversión en presupuesto participativo hacia proyectos más estructurados en correspondencia con

27 lo planeado y no sólo según lo previsto en el plan de desarrollo municipal. Al vincular las organizaciones en el proceso de planeación, fue necesario formar los liderazgos en las herramientas requeridas para ese ejercicio y de allí, se generaron aprendizajes sobre la gestión y formulación de proyectos y la construcción de indicadores; así mismo, se generaron ejercicios de formación sobre los enfoques de desarrollo que guiarían el plan. Más conocer las condiciones existentes en las comunas a partir del reconocimiento del territorio y el trabajo colectivo que implicó el fortalecimiento del tejido social, eran insuficientes para generar su transformación. Fue necesaria la formulación de los planes para definir la ruta de cambio que se elaboraría en Comuna 1 y Comuna 8, y con ello, se generaron aprendizajes asociados tanto con la justificación del proceso de planeación en los marcos constitucionales y legales existentes, para establecer relaciones con el ente gubernamental. Esto denota la aprehensión del escenario político-institucional, que incluye el aprendizaje sobre las normas, procedimientos y parámetros del ejercicio de planeación participativa. El soporte del proceso en la Constitución Política de 1991 y su desarrollo legislativo en materia de planeación, participación y ordenamiento territorial está incorporado al discurso de los actores partícipes del proceso. Además, se han generado procesos formativos en relación con la formulación de proyectos, su seguimiento y evaluación bajo diferentes metodologías. El nivel argumentativo de los líderes frente a iniciativas institucionales es también parte de este conocimiento. Ha sido muy importante el relacionamiento y la interlocución política con el Estado porque ha permitido y ha fortalecido pues unas estrategias de movilización y del papel político que tienen las comunidades en la construcción de ciudad” (Actor social 8, entrevista personal, mayo 11 de 2014). En el proceso de planeación local del desarrollo se invocó la participación como principio constitucional, los principios de la Ley 152 de 1994, y el Acuerdo Municipal 043 de 2007, como las normas más referenciadas para soportar el proceso. Esto denota un aprendizaje por parte de los actores, sobre el marco jurídico en que se inscribe el proceso y las posibilidades que brinda en su práctica cotidiana. También,

28 se conocía el planteamiento de los planes de desarrollo municipal y que el contenido de sus programas y proyectos no se correspondía con el de los planes de desarrollo local; el contexto político de corrupción y clientelismo, y la presencia en las comunas de grupos armados al margen de la ley con influencia en el proceso. A través del proceso de planeación del desarrollo local La gente que empieza a acercarse al conocimiento de la estructura del estado y del funcionamiento del gobierno y lo que más llama la atención es el reconocimiento de cómo se organiza al Estado, cómo se estructura para organizar sus programas y proyectos, reconocer de que las políticas públicas son un instrumento para la incidencia política (Actor social 12, entrevista personal, junio 6 de 2014). Más también, para sentar una posición frente a las dimensiones del desarrollo, definieron sus propios enfoques sobre desarrollo y nociones asociadas como participación, planeación participativa, planeación alternativa, vivienda y hábitat, construcción social del hábitat, territorio, enfoques poblacionales, de género y de derechos humanos. “Nosotros también nos vamos formando como líderes para poder incidir en esa interlocución con la administración sobre Plan de Desarrollo, qué es POT, qué es Sistema Municipal de Planeación, todo eso, ya no tan crudos como cuando llegaba y decían POT, no sé, qué es eso?” (Actor social 13, entrevista personal, junio 6 de 2014). Con las concepciones elaboradas en el proceso, la acción cambia en razón a que emergen otras variables en las dimensiones del desarrollo que antes no estaban consideradas; además, se genera identidad en torno a las concepciones en tanto son una reelaboración propia de los conceptos y se define una nueva actitud en la relación el ente gubernamental. “Las comunidades organizadas poco a poco han trascendido la cultura de súbdito, no de los políticos de turno, los políticos tradicionales y han comenzado a generar dinámicas de exigibilidad” (Actor social 8, entrevista personal, junio 11 de 2014).Como se lee, a partir de la necesidad por suplir necesidades del proceso de planeación se han generado los conocimientos susceptibles de apropiación social. En la necesidad por generar información más

29 específica de la comuna, las actividades del diagnóstico en el proceso de planeación conllevaron el reconocimiento del territorio que se afianzaría en las fases siguientes a través de la actualización de información diagnóstica y la identidad generada para adelantar proyectos conjuntos. Ha sido en la necesidad por incidir en las decisiones políticas que afectan el desarrollo de sus comunas, que los actores sociales han tenido que idear estrategias de gestión y movilización, de lo cual es resultado el fortalecimiento del tejido social. En complemento, la aprehensión del escenario político institucional refuerza esta incidencia a partir del conocimiento jurídico y los procedimientos por los cuales tramitar los reclamos ante el ente gubernamental. En esencia, ha sido resolviendo las dificultades y aprovechando las potencialidades a través de las diferentes fases, que se han generado los conocimientos susceptibles de apropiación social. En conjunto, reconocimiento del territorio, fortalecimiento del tejido social y aprehensión del escenario político institucional son parte del hacer constitutivo de la planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8, es decir, son conocimientos generados por este proceso. Más la situación actual del programa de planeación local y presupuesto participativo y en particular, del proceso PDL en las comunas 1 y 8, refleja que este conocimiento no necesariamente está apropiado. Actualmente el proceso está en crisis, debido a cambios en los procedimientos del PPLPP, la falta de ejecución de los recursos destinados al proceso desde 2012, una fragmentación entre las Juntas Administradoras Locales, las Asociaciones de Juntas de Acción Comunal, las organizaciones no gubernamentales que han liderado el proceso y otras organizaciones sociales de las comunas que han participado del mismo. Entre ellas se ha avivado la percepción de financiamiento de las organizaciones coordinadoras del PDL en las comunas, a través de la contratación de las iniciativas que destinan recursos a las diferentes fases del proceso; a ello se suma un clima de desconfianza por la influencia que pueden tener grupos al margen de la ley en el PPLPP; la incomprensión ciudadana frente a los cambios de procedimiento en el programa y demandas al soporte jurídico definido para la planeación local y el presupuesto participativo en Medellín.

30 Estas situaciones complementan el marco de la metodología. Al sugerir que la apropiación del conocimiento generado está por darse, plantean un camino para la proyección de la MASC-PDL: en el marco definido su implementación contribuiría a resolver las situaciones descritas. Si como se iniciaba el texto, se actúa conforme se conoce y la apropiación de nuevos conocimientos cambia la acción dirigida a la trasformación de la realidad, entonces, apropiar el reconocimiento del territorio, el fortalecimiento del tejido social y la aprehensión del escenario político institucional permite a los actores involucrados en el proceso de planeación del desarrollo local de las comunas 1 y 8 de Medellín, actuar distinto frente a las prácticas desestimulan el proceso PDL. Este marco ha dejado en claro los límites en que está diseñada la metodología: el interés de la ciencias sociales y humanas por hacer socialmente útil el conocimiento, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación colombiano, que demanda metodologías para la apropiación social del conocimiento, la alianza conformada para atender esta demanda y el proceso de planeación del desarrollo local al que está dirigida la MASC-PDL. Más para aplicarla en este u otros procesos similares que la quieran tomar como referente, hay que comprender en qué consiste y cómo opera, algo de lo cual se encarga el siguiente numeral.

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LA GOLOSA:

METODOLOGÍA PARA LA APROPIACIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO Delimitado el marco de la MASC-PDL, ahora se presenta en que consiste como metodología. Recuérdese que para facilitar su comprensión se acude al juego de la golosa como figura ilustrativa y que hasta ahora solo se ha visto el patio donde está dibujada. Más para jugar a la golosa hay que entender cuáles son sus elementos, especialmente porque en la ‘de Pepa’, cada uno tiene su significado. Cuando alguien va a jugar a la golosa debe tener claro qué es el juego y cómo jugarlo, dos ideas que para el caso de la MASC-PDL significan su concepción y forma operativa. Para quien haya jugado antes a la golosa le parecerá innecesario definirla o explicar las reglas para avanzar en el juego, pero si considera que no jugará sólo y que en la indefinición cualquiera puede presumir llegar al cielo sin siquiera moverse de su sitio, concordará en que es más acertado convenir con sus congéneres en qué consiste el juego. Agregue a su consideración que el juego tiene muchos otros nombres según la región donde se encuentre: rayuela, tejo, pata coja, carroza, reina mora, avión, avioncito, amarelinha, peregrina, pisé, mundo, descanso y así, hasta completar una larga lista de variaciones regionales e idiomáticas. Por supuesto, para cada caso se definen sus propias formas de jugarlo, los dibujos son distintos, cada cielo es particular y

ni que decir de los terrenos; todo, sujeto a la creatividad de los jugadores. Convenga pues en la importancia de definir en qué consiste una golosa y la forma de jugarla. Un efecto similar ocurre con la metodología para la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8; la ‘golosa de Pepa’ no escapa a la necesidad por definirse conceptual y operativamente. Quien quiera apropiar el reconocimiento del territorio, el fortalecimiento del tejido social y la aprehensión del escenario político institucional generados con este proceso, debe comprender primero que la metodología para ello se define a partir de su conceptualización, que incluye un horizonte de sentido y los principios orientadores

33 de participación, formación y comunicación en los que incorpora enfoques de género, poblacional y territorial; segundo, que cada uno de ellos se plasma en los momentos de análisis preliminar, diagnóstico, programación, divulgación, gestión, ejecución, seguimiento y evaluación, y sistematización, constitutivos de la forma operativa de la MASC-PDL. Y tercero, que el paso por cada momento involucra los otros, al tiempo que completar el ciclo redefine un nuevo comienzo; es decir, que la forma operativa de la metodología se comporta de manera cíclica, vinculante y sinérgica. A continuación se presenta cada uno de estos elementos en los dos grandes componentes que los agrupan: concepción y forma operativa. En la concepción se parte por asociar la definición de la MASC-PDL con el dibujo que se pinta de la golosa. Este dibujo se diseña con tres tintas provenientes de la paleta de colores de las ciencias sociales y humanas: Metodología de Intervención Social, Investigación Acción Participativa y Apropiación Social del Conocimiento; con fundamento en ellas se define la MASC-PDL como proceso y estrategia. Luego se presenta el horizonte de sentido: conocer, hacer y transformar se constituyen como la triada que sintetiza este propósito y la manera de asumir el desarrollo aparece para definir el tipo de transformación anhelada. La figura de la piedrita, servirá para ilustrar por qué es este y no otro el horizonte que guía la metodología y la necesidad de tenerlo presente en todo momento. Finalmente, en la concepción se expresan los principios orientadores de la metodología que en el símil pasan a ser las actitudes en juego de ‘la golosa de Pepa’. Expuesta la concepción, el segundo componente presenta la forma operativa de la metodología. Allí se apela a la manera de avanzar por los recuadros pintados de la golosa en las relaciones que establecen unos con otros. Análisis preliminar, diagnóstico, formulación y divulgación, ejecución y gestión, seguimiento y evaluación, y sistematización, son presentados individualmente para llamar la atención sobre las implicaciones de poner el horizonte de sentido en juego en cada uno, así como la piedrita de cualquier otra golosa ocupa sus casillas progresivamente hasta llegar al cielo. Concepción y forma operativa, permitirán luego presentar la proyección de la metodología en el marco definido.

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Dibujo, piedrita y actitudes en juego: concepción de la metodología

Así como el dibujo de una golosa posibilita distinguirla del entorno donde se juega, identificarla, visualizarla y definirla, igualmente la MASC-PDL está conceptualizada para distinguir lo que ella es de lo que no; en la práctica, esto evita aplicar acciones que no se corresponden con lo concebido o ir a la deriva sin una concepción aparente. En particular, el dibujo de ‘la golosa de Pepa’ está hecho a partir de tres tintas: las nociones sobre Metodología de Intervención Social, Investigación Acción Participativa y Apropiación Social del Conocimiento. Con fundamento en las ciencias sociales, cada una contribuye a concebir la MASC-PDL como proceso y estrategia.

35 En primer lugar, la Metodología de Intervención Social –MIS, posibilita reconocer el sentido de una metodología más allá de la acción operativa por sí misma. Las discusiones sostenidas en ciencias sociales y humanas, particularmente en trabajo social, han posibilitado comprender que además de la forma procedimental aplicada se deben considerar dimensiones conceptuales, contextuales y ético políticas, articuladas en la dimensión operativa y que esta, se presenta de forma cíclica, dinámica, secuencial, participativa y lógica (Gutiérrez, et al., 2014). Con esta noción se supera el hacer por el hacer, en tanto es hacer reflexivo, crítico y fundamentado epistemológica e ideológicamente (Barreix y Castillejos, 1997; Mendoza, 1990). Aparece allí la relación entre acción y conocimiento: la conjunción de estas dimensiones está dirigida a la transformación positiva de la realidad, a partir de los conocimientos acumulados y disponibles y a su vez, a partir de la misma intervención emergen otros saberes que orientan la acción. Así las cosas, en una dirección la intervención parte por la identificación y aceptación de un conocimiento generado que determina y orienta el hacer hacia la transformación de la realidad. En la otra dirección la transformación lograda incidirá en el nuevo accionar, que al reflexionar sobre sí mismo posibilitará recuperar el saber generado con la acción contribuyendo a vigorizar el conocimiento acumulado. Por tanto, conocimiento, acción y transformación constituyen base de la metodología de intervención social participativa y fundamentan la MASC-PDL. La MIS, aporta a la concepción de Metodología para la apropiación social del conocimiento el poder reconocer la generación de saber en el hacer. En segundo lugar, la noción que se propone de Investigación Acción Participativa –IAP le confiere tanto la rigurosidad científica para recuperar el saber al hacer, como la sensibilidad para reconocer a los sujetos en la práctica como portadores de saberes y experiencias que se dan en sus contextos particulares. La IAP se asume como transformación social desde los procesos de apropiación de conocimiento, basado en los saberes gestados por los sujetos implicados en las prácticas sociales (Gutiérrez, et al., 2014). Esta pretensión nace desde la multiplicidad de saberes, ofreciendo métodos, técnicas y procedimientos que invitan a la participación, la relación teoría-práctica, la emancipación, las convergencias entre el pensamiento popular y la ciencia académica,

36 la postura ética y política y la redefinición del sujeto como protagonista. El sentido conferido a la IAP, le otorga a la concepción de MASC-PDL formas de relacionamiento entre los sujetos y sus prácticas, finalidades del conocimiento que se expresan en principios, valores éticos y políticos que iluminan la concepción. Se destacan entre ellos, las relaciones sujeto/sujeto, la democratización del conocimiento como principio rector, el aporte a la construcción de la democracia y la transformación social como sus finalidades superiores. En tercer lugar la Apropiación Social del Conocimiento –ASC delimita el campo temático para el cual se concibe la metodología. Se la entiende como construcción social participativa y contextualizada en torno al conocimiento que permite a los sujetos que lo generan, reflexionar, aprehender, usar y potenciar sus saberes para la transformación positiva de su realidad (Gutiérrez, et al., 2014). Como construcción social participativa implica la creación y fortalecimiento de lazos y vínculos de humanidad, confianza y respeto mutuo, así como de escenarios de deliberación para la toma de decisiones y la inclusión en ellos de diferentes actores, intereses y perspectivas; por tanto, estos espacios deben posibilitar la formación de ciudadanías altamente reflexivas, creativas, autónomas y comprometidas en la definición conjunta de horizontes de sentido desde el diálogo de saberes. La ASC concebida en estos términos, tiene como finalidad aportar a la concreción de la democracia, en particular la de enfoque participativo; esto es, la profundización de la participación ciudadana en tanto base para la consolidación de la sociedad civil y para el ejercicio de las diversas y múltiples ciudadanías. Tratándose de la ASC, enmarcada por metodologías de intervención social participativa y procesos de investigación acción participante, en los términos expuestos, resulta lógico asumir como base conceptual de la MASC-PDL, la orientación de la acción transformadora hacia el fortalecimiento del proyecto democrático, especialmente el participativo, a partir del conocimiento gestado desde la experiencia misma de la intervención social empírica promovida por MIS, el generado por los procesos científicos de IAP o el proveniente de su combinación.

37 MIS, IAP y ASC, desde sus nociones particulares, comparten un asunto común que las interrelaciona: el conocimiento, especialmente aquel que se gesta desde los saberes, desde el hacer consciente empírico, científico o su mixtura. MIS, aborda procedimientos lógicos fundamentados en dimensiones epistemológicas, contextuales, conceptuales, ético-políticas y operativas que permiten reflexionar para, a partir del conocimiento existente, intervenir la realidad social en procura de su transformación consciente; IAP, discute sobre formas de construirlo desde los saberes provenientes de las bases sociales, las intervenciones de la realidad y las prácticas que ello implica en la relación de quién y con quiénes se investiga; ASC, como núcleo temático, basa sus discusiones sobre la importancia del conocimiento para la sociedad y la consecuente necesidad de apropiarlo en el marco de la ciencia, la tecnología y la innovación. Con soporte en ellas, se plantea la MASC-PDL (Gutiérrez, et. al, 2014) como proceso estratégico para la apropiación de los conocimientos generados por la planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín, mediante una construcción participativa y contextualizada que permita su reflexión, comprensión y potenciación, en dirección de la transformación positiva de la realidad de los sujetos que la usan y vivencian. Proceso consciente e intencionado, con su propia estrategia operativa, en tanto obedece a un conjunto de momentos que despliegan acciones colectivas lógicas, coherentes, sostenibles, secuenciales e intencionadas; y, estratégico, dado que se corresponde con horizontes de sentido que tienen sus propios órdenes y estructuras definidas a partir de las dimensiones conceptual, contextual, ético-política y operativa. Como proceso estratégico, la MASC-PDL está orientada hacia la apropiación social del conocimiento generado en las comunas 1 y 8 de Medellín a través de su ejercicio de planeación local en el marco del PPLPP; por consiguiente, la concepción también define una forma de comprender la planeación que se corresponde con lo expuesto. Se adopta la perspectiva de planeación participativa y ascendente (Corpades y Alcaldía de Medellín, 2012; Corporación Con-Vivamos y Alcaldía de Medellín, s.f.), cuestionando la planeación técnica e instrumental cuya orientación adolece de una perspectiva democrática, de la visión sectorial del desarrollo y de la inclusión de diferentes actores por fuera de la lógica partidista, además que establece relaciones verticales y distantes entre la ciudadanía, la

38 sociedad civil y las estructuras gubernamentales del Estado (Corporación Con-Vivamos y Alcaldía de Medellín, s.f.). En el dibujo a tres tintas de la ‘golosa de Pepa’ que permite reconocer la metodología como proceso estratégico dirigido a la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de PDL en las comunas 1 y 8, ya está definido el ‘cielo’ al que se llega a través del recorrido por los recuadros de la golosa. Más tener identificado el conocimiento que se apropia es tan importante como saber para qué se apropia el conocimiento: esto es, su horizonte de sentido; de allí que la figura representativa en el símil sea la piedrita que se pone en juego en la golosa, así como en la metodología se pone en juego en todo momento el horizonte de sentido. De niños era más fácil notar que no existen dos piedras iguales por muy similares que sean sus formas, también que según el terreno de juego y la forma de la piedrita habría mayores o menores posibilidades de errar en el tiro por un posible rebote de la piedra; por ello se seleccionaba la piedrita con sumo cuidado y se la lanzaba con la precaución de no ir a perderla. Así como en el juego no cualquier piedrita sirve, en la MASC-PDL no cualquier horizonte de sentido orienta la apropiación social del conocimiento y al igual que la piedrita se lanza en cada recuadro, también en la metodología el horizonte de sentido se pone en juego en cada momento del proceso; tenerlo claro, es fundamental para avanzar hacia la apropiación social del conocimiento.

39 El horizonte de sentido confiere intencionalidad a la MASC-PDL en razón a que los conocimientos que se apropien conduzcan a las transformaciones que aspiran los habitantes de las comunas 1 y 8 a través del tipo de desarrollo que definen. De esta forma, en el proceso estratégico de apropiar socialmente el conocimiento el vínculo queda establecido como sigue: partiendo por el conocimiento acumulado para adelantar el proceso de planeación se genera la acción que conduce al desarrollo anhelado, esto es, la transformación de la realidad pretendida; más conseguir tal transformación implica que en la práctica se apropian progresivamente el reconocimiento del territorio, el fortalecimiento del tejido social y la aprehensión del escenario político institucional. Así, en cada momento de la metodología se avanza un paso en la apropiación de estos conocimientos y mediante ella en el tipo de desarrollo definido. A su vez, la transformación lograda implica la generación de nuevas formas de acción, es decir, nuevos saberes sobre la manera de intervenir la realidad, provenientes de la reflexión intencionada del hacer, recuperándole su propio saber; al tiempo, este saber vigoriza el conocimiento del cual se partió, potenciándolo. En suma, la MASC-PDL otorga la posibilidad de hacer consciente e intencionadamente y a la vez, de recuperar el saber que ello contiene al procurar transformar la realidad, fortaleciendo el arsenal de conocimiento disponible. Conocer-hacer-transformar quedan vinculados por esta vía en el proceso de apropiación social del conocimiento. Ahora, a partir de la fundamentación de la MASC-PDL en las nociones de MIS, IAP y ASC que la definen como proceso estratégico, y en correspondencia con su horizonte de sentido, la concepción de la metodología define sus propios principios y valores constitutivos de su dimensión ético-política. Es ética en tanto promueve los derechos y deberes de los seres humanos en un marco de conducta de convivencia, respeto, tolerancia y solidaridad con los otros y su entorno natural; por ello no sólo reivindica los derechos, también demanda las responsabilidades individuales y colectivas consigo mismo y la comunidad. Genera hábitos hacia el respeto a unos derechos, el aprecio a unos valores y la estima de una actitud dialógica (Cortina,1999, p. 81), con un claro horizonte de sentido: construir un mundo verdaderamente humano (Cortina, 1999, p. 86), a través del proyecto político democrático participativo.

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Es política, en tanto su ámbito es el de la acción (Barber, citado en Cortina, 1997, p. 102), por el compromiso ciudadano que incentiva a través de la participación crítica y consciente de los pobladores en el presente y devenir de su propio desarrollo y el de su comunidad, mediada por discursos y lenguajes de comunicación que propician el encuentro y discernimiento de intereses e intencionalidades, con un profundo significado de justicia y de pertenencia por su realidad y consecuente transformación. Igualmente motiva la intervención de los ciudadanos en procesos de formación dirigidos a fortalecer el desempeño en los asuntos públicos, mediante la participación significativa de los individuos en la vida política como único modo de realizar en serio su autonomía (Cortina, 1997, p. 92) para transformar positivamente su realidad. Estos principios y valores, entendidos como los bastiones de la actuación de la MASC-PDL, son la participación, la comunicación y la formación. Como principios que constituyen la dimensión ético-política son a la vez razón fundamental de su concepción y norma que rige su actuación, en tanto son base orientadora y acción viva en la cotidianidad de los sujetos sentipensantes (Fals-Borda, 1999), vinculados al proceso de apropiación social del conocimiento. Desde esta apreciación participación, comunicación y formación son una fuerza de sentido, comprensión y actuación sobre la realidad a transformar de manera positiva. Como principios orientadores, rigen la acción de todos los actores en el proceso de apropiación social de los conocimientos generados por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín. Es por ello que con el símil de ‘la golosa de Pepa’ se asumen como las actitudes en juego que concibe la metodología; ‘en juego’ porque al igual que con el horizonte de sentido, perderlas o no tenerlas claras aleja a los atores de la apropiación social de conocimiento pretendido. La participación es un principio fundamental en el proceso de reflexión, creación, decisión y acción colectiva alrededor de la solución de situaciones problema o de la potenciación de capacidades para la organización social o la intervención ciudadana en el espacio de lo público, con el propósito de mejorar la calidad de vida.

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Es precisamente en este accionar donde se generan nuevos saberes, que hechos conscientes, es decir, interiorizados y comprendidos, son apropiados, utilizados y constituidos en conocimiento. La participación incide en la esfera pública y en la deliberación concebida, no sólo como la posibilidad de llegar a consensos, asimismo como escenario de desencuentro y de confrontación de intereses (Gutiérrez, et al, 2014, p. 41). Es clave para la construcción de democracia, al permitir el control de la gestión pública, la inclusión de las propuestas e iniciativas ciudadanas, la tramitación de los conflictos y, la generación de acuerdos para hacer menos costosa la toma de decisiones políticas (Alianza para el Desarrollo de la Comuna 1 –Populary Alcaldía de Medellín, 2010, p.29). Por tanto, evoca una ciudadanía interesada en asuntos públicos, que aprecia las diferencias, favorece la comprensión intercultural y fortifica vínculos sociales (Alianza para el Desarrollo de la Comuna 1 –Popular- y Alcaldía de Medellín, 2010).

42 La participación posibilita la potenciación de capacidades para generar vínculos con otros y otras diferentes, expresados en prácticas colectivas. En consecuencia, la participación es sustancial para la MASC-PDL, en tanto posibilita la vinculación e intervención de los distintos actores en su quehacer cotidiano. Ente gubernamental, Juntas de Acción Comunal, Juntas Administradoras Locales, Organizaciones no gubernamentales, organizaciones sociales, culturales, cívicas y comunitarias, de mujeres, jóvenes, niños, adultos mayores, LGBT, de población desplazada, afrocolombiana, indígena, en situación de discapacidad, escuelas, colegios, universidades, agremiaciones, empresas y en general todos los habitantes de las comunas 1 y 8 están convocados para apropiar los conocimientos generados por el proceso de planeación del desarrollo local adelantado en sus comunas. En la interacción de su quehacer cotidiano, se construyen saberes dotados de sentido para el proyecto común de vida, que al ser aplicados son susceptibles de ser apropiados y divulgados como conocimiento socialmente generado. De igual manera, la participación promueve seres capaces de autonomía, capaces de proyectos vitales y dotados de un sentido de la justicia (Cortina, 1997, p. 144), componentes esenciales en procesos de reconocimiento, inclusión social, empoderamiento y actuación responsable frente a su propio desarrollo y el de su comunidad. Ahora, la participación es posible por un acto comunicativo que expresa y manifiesta la voluntad, el compromiso y la decisión de hacer parte de un proyecto colectivo. Es así como participación y comunicación, principios de la dimensión éticopolítica, se enlazan, entrecruzan e integran en el objetivo de apropiar conocimiento de la MASC-PDL. La comunicación es hacer común, entre unos y otros, sentidos, intereses, propósitos compartidos o argumentaciones diversas. El concepto de comunicación está hilvanado a otros como cultura, ciudadanía, democracia y movilización social, pues es una comunicación que pretende trasformar la sociedad y sus estructuras sociales (Cortés y García, 2012, p. 26); por lo tanto, comunica conocimiento, educa y forma, además de informar, genera lazos y relaciones de confianza y solidaridad, facilita el intercambio y la construcción de saberes (Toro, 2014). La comunicación en tanto mediación que posibilita el encuentro entre diversos actores para reconocer los saberes y a la vez aquellos que pueden potenciar sus capacidades, infiere el

43 establecimiento de relaciones horizontales (sujeto-sujeto), de diálogo de saberes y de la inclusión y promoción de la diversidad; posibilita la apertura a otros lenguajes no racionales que producen sentidos críticos; es un vehículo que tiene como finalidad la emancipación en vías de fortalecer un proyecto político democrático (Gutiérrez et al, 2014, p. 41). A través de la comunicación se dinamiza la apropiación del conocimiento. Asumida más allá de la divulgación y difusión, posibilita la movilización social a partir de la construcción colectiva de sentidos y significados sobre las realidades de los sujetos y, del fortalecimiento de vínculos, que repercutan en el mejoramiento de su calidad de vida. El uso de los medios y canales de los actores para comunicarse es importante: periódicos comunitarios, cartillas, boletines, ferias, tomas culturales y páginas web son parte del arsenal al que se acude para apropiar el conocimiento generado. Más importante aún son los medios de interacción cara a cara, como los Consejos Consultivos Comunales y Corregimentales, los animadores barriales, los encuentros del Comité de gestión de la comuna 1 y el Consejo de Planeación y Gestión del Desarrollo Local de la Comuna 8, mediante los que se genera interlocución entre la ciudadanía y de esta con el ente gubernamental u otros actores al tiempo promueven la participación de nuevos liderazgos (Corporación Con-Vivamos, 2009). En esencia, para la MASC-PDL la comunicación se establece como proceso de intercambio y entendimiento, suscitado por la participación colectiva en los diversos momentos de encuentro y acción, entre ellos los procesos de formación e intervención directa en el desarrollo local, en cuya implementación se forjan saberes en el hacer. El principio de la formación se asigna a sujetos políticos sentipensantes, en tanto ciudadanos en interacción con lo público y lo privado, capaces de generar sus propios conocimientos y de apropiarlos para incidir en la evolución de sus realidades; son sujetos que asumen una postura crítica frente al contexto histórico y a las múltiples lecturas que hacen de él, planteando opciones para su transformación, reconociendo que otros modos de ser, estar y conocer son posibles (Gutiérrez, et al, 2014, p. 42); es la estructuración de una ciudadanía reflexiva con formación del pensamiento crítico o autónomo (Bárcena, 1997, p. 49), para actuar en consonancia como individuo y colectivo en pos de construir una humanidad digna.

44 La formación que se encamina a ayudar a desarrollar las capacidades de autonomía y autorrealización supone potenciar la actitud dialógica en un doble sentido: en el intersubjetivo, que propone la ética dialógica, y en el intrasubjetivo, en el que un sujeto se pregunta por sus irrepetibles proyectos de felicidad (Aranguren en Cortina, 1997, p. 142). Este proceso de formación incluye, además, los aprendizajes comprehensivos en torno a los saberes, o sea, la construcción y deconstrucción de los mismos, de forma crítica y consciente, para su posterior apropiación y aplicación en la transformación positiva de la realidad de los sujetos sentipensantes (Fals-Borda, 1999). El aprender-haciendo se convierte en una constante del proceso, orientado a permitir la creación de escenarios y estrategias de encuentro entre diferentes actores y la formación de una ciudadanía comprometida con la construcción conjunta y diversa de lo público; particularmente, desde el enfoque de la educación popular, se rescata la importancia de la construcción conjunta del conocimiento a partir del análisis y la reflexión de condiciones contextuales y, del reconocimiento e intercambio de los diversos saberes y experiencias de los actores partícipes, que trasciende la asimilación de conceptos y teorías. En razón del proceso al que está dirigida la MASC-PDL, la formación incluye el desarrollo de capacidades en pensamiento político, derechos humanos, medio ambiente, gestión del desarrollo local, planeación, veeduría y participación, familia, drogadicción, emprendimiento, formación para el trabajo, economía solidaria, normatividad urbanística, territorio, adulto mayor, género, juventud, niñez (Echeverría, Mayo, Múnera, Franco, Gutiérrez, Hincapié y Yépez, 2013, p. 11). En fin, todos aquellos temas que posibilitan a los actores conforme apropian el conocimiento comprender mejor su hacer en el proceso de planeación conducente a la transformación que se intenciona lograr. El principio de la formación no es sólo un eje conductor pedagógico que infiere un proceso permanente de formación en investigación y ASC. Va más allá: trasciende hacia que el hombre y la mujer se convierten en ciudadanos que participan consciente y activamente en el bien común (Delors, 1997, 48), intervienen en los asuntos públicos, en cuyo seno se promociona el individuo como ciudadano,

45 como actor social capaz de cambiar su propio destino a través de la participación en la vida política (Cardoso en Fals Borda, 1998, p. 11). La participación, la comunicación y la formación son eslabones que se integran, entrecruzan y estructuran como principios y acciones de la dimensión éticopolítica, constitutiva de la MASC-PDL en su proceso de generación, apropiación, uso y divulgación colectiva de los saberes causados por el hacer. Al concebirse en la metodología están orientados a vincular todos los actores en el proceso de apropiación de conocimientos, teniendo en cuenta las particulares condiciones con las que se vinculan; por tanto, se valen de los enfoques poblacional, territorial, de derechos humanos y de género. Los enfoques complementan los principios de participación, comunicación y formación en la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín. De esta manera, la ASC está dirigida hacia mejorar las formas de proceder de los actores en su hacer, la planeación, con miras a fortalecer, revisar y esclarecer sus apuestas de desarrollo, sus particularidades poblacionales, “territoriales” y de género, involucrando su participación en el proceso, garantizando prácticas de comunicación que favorecen la interacción y fomentando la formación requerida para la toma de decisiones. Con ello queda expuesta la concepción de la ‘golosa de Pepa’, la forma como se define (dibujo), su horizonte de sentido (piedrita) y los principios orientadores que la rigen (actitudes en juego). Con soporte en las nociones de MIS, IAP y ASC adoptadas, se ha concebido como proceso estratégico dirigido a la apropiación social del reconocimiento del territorio, el fortalecimiento del tejido social y la aprehensión del escenario político institucional, conocimientos generados en el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8 de Medellín. Su horizonte de sentido está dado por la triada conocer-hacer-transformar, en la que los conocimientos se apropian para mejorar el hacer, la planeación participativa, con miras a la transformación de la realidad en el sentido del desarrollo que se planea en las comunas 1 y 8. Los principios de participación, comunicación y participación, con

46 atención en los enfoques de género, poblacional, derechos humanos y “territorial” guían el proceso. Ahora, jugar tiene una manera de ponerse en práctica que remite a la forma operativa de la MASC-PDL: análisis preliminar, diagnóstico, programación y divulgación, ejecución y gestión, seguimiento y evaluación y sistematización. Como momentos del proceso de apropiación social, definen la ruta que se transita con el horizonte de sentido puesto en cada momento hasta llegar al ‘cielo’: los conocimientos generados por el proceso PDL en las comunas 1 y 8 de Medellín.

Forma operativa:

Cuadro a cuadro por la golosa Antes de explicar la forma operativa de la MASC-PDL, hay que recordar primero el procedimiento para jugar en una golosa convencional. Se dibuja el ‘cielo’ y para llegar hasta allí, se ubican una serie de recuadros por los que se avanzará impulsando la piedrita en cada turno; cada vez se va y vuelve pasando por todos los cuadritos y al regreso se recoge la piedrita para volver al inicio. Esta mecánica del juego al trasladarla a la metodología, va como sigue. Ya se ha dispuesto que el ‘cielo’ son los conocimientos que se apropian con la MASC-PDL, recuérdese: reconocimiento del territorio, fortalecimiento del tejido social y aprehensión del escenario político institucional. Se ha dicho también que la piedrita es el horizonte de sentido: conocerhacer-transformar; que el hacer está asociado al ejercicio de planeación participativa y la transformación al desarrollo que se planea. Y que se asumen unas actitudes en juego: los principios de participación, comunicación y formación con atención en los enfoques poblacional, de derechos, de género y territorial. Por tanto, falta conocer los recuadros ya anunciados en otras partes del texto: análisis preliminar, diagnóstico, formulación y divulgación, ejecución y gestión, seguimiento y evaluación, y sistematización. Como en toda golosa, algunos van solos y otros van lado a lado; en la ‘de Pepa’, van juntos los que tienen una ‘y’ uniéndolos: trescuatro, cinco-seis, siete-ocho (ver figura 1). En cada uno se va poniendo el horizonte de sentido en juego mientras se va y viene en torno aquel donde se está jugando; a esto se le llama carácter vinculante, aduciendo a que cada momento de la metodología incluye

47 los otros. Y el acto de volver al inicio luego de llevar la piedrita hasta el cielo, representa el carácter cíclico de la metodología. En efecto, una vez recorrida toda ‘la golosa de Pepa’ se han apropiado los conocimientos generados por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8; en consecuencia la perspectiva es distinta, permitiendo iniciar un nuevo ciclo.

48 Para la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8, los momentos se comportan de la siguiente manera. En el análisis preliminar se resuelve la conformación del equipo que orienta la aplicación de la MASC-PDL integrado por investigadores científicos, organizaciones sociales coordinadoras del proceso PDL y líderes de las comunas, con comprensión suficiente de la metodología y roles diferenciados entre ellos. Se procede con la identificación del contexto del proceso PDL en el marco del PPLPP, considerando las condiciones sociales, culturales, políticas, económicas en las que ocurre. Se identifican los actores involucrados en el proceso de apropiación social, entre los que se deben considerar representantes del ente gubernamental directamente relacionados con el PDL en las comunas 1 y 8, tanto de la administración central como de organismos de control; la junta administradora local de cada comuna, las juntas de acción comunal y sus respectivas Asocomunales; las organizaciones sociales, cívicas y comunitarias constituidas en la comuna en torno a ejes temáticos (sociales, culturales, económicos, ambientales, físico espaciales, servicios públicos, salud, vivienda), tipo de población (mujeres, jóvenes, adultos mayores, LGBT, población afrocolombiana, en situación de discapacidad, desplazados); agremiaciones, empresas u organizaciones privadas en las comunas; colegios y universidades que potencien el proceso de apropiación social; alianzas, mesas, consejos o comités de gestión en los que se agrupan varias organizaciones; delegados al presupuesto participativo que no se recojan en ninguna de las anteriores categorías y en general, habitantes de las comunas interesados en la apropiación social del conocimiento generado por el proceso de planeación del desarrollo local para potenciarlo. Su identificación, más que un inventario, corresponde al reconocimiento de los intereses y posiciones que cada actor establece ante la apropiación social del conocimiento, a partir de sus experiencias anteriores o percepciones frente al conocimiento, el proceso de la MASC-PDL, los orientadores de este proceso y los demás actores involucrados. Con el horizonte de sentido puesto en juego en el análisis preliminar se avanza en la identificación del espacio geográfico, la imagen objetivo, las temporalidades, intencionalidades, delimitación de la temática, proyecciones con base en el qué y para qué de la apropiación social del conocimiento. Todo ello,

49 constituye el denominado análisis previo o preliminar de la realidad a intervenir y a partir del cual se desata el diagnóstico. El diagnóstico implica el conocimiento de la realidad con la participación activa de los actores, ubica contexto, prioridades, análisis riguroso de viabilidades y factibilidades. Lo anterior se torna insumo básico para la toma de decisiones respecto al rumbo que direcciona el proceso de apropiación social del conocimiento, siendo

fundamento y soporte de los momentos posteriores (Gutiérrez y Sánchez, 2009). Consiste en el reconocimiento, análisis e interpretación del proceso de planeación del desarrollo local como generador de conocimiento en las comunas 1 y 8, entre los años 2004-2014; se reseñan sus características, actores, actuaciones, efectos e impactos. Esto es, la identificación en forma participativa de los problemas y potencialidades que se manifiestan en la experiencia del programa de planeación local y presupuesto participativo, el proceso PDL y como a partir de ellas se ha generado reconocimiento del territorio, fortalecimiento del tejido social y aprehensión del escenario político institucional. En relación con las dificultades, se identifican las tensiones en el proceso PDL, sus falencias y las razones por las que pese haber generado conocimiento, este no ha sido apropiado. También hay que reconocer la base normativa vigente que lo condiciona; la base teórica en la que se soporta y los resultados que de ella se derivan. Las nociones de desarrollo, participación, planeación participativa, educación popular, gestión, construcción social del hábitat, habitabilidad, sostenibilidad, tejido social y los enfoques de derechos, género, territorial y poblacional, son parte de los elementos a comprender en este sentido. También lo es la estructura de los planes en sus objetivos, líneas, componentes, programas y proyectos, el estado de ejecución de los mismos, el seguimiento aplicado y los cambios generados con ello. Todo esto permite identificar en qué potenciar el hacer del proceso de planeación mediante el proceso de apropiación social del conocimiento. En atención a la participación, comunicación y formación con enfoques de género, poblacional, territorial y de derechos como principios de la MASC-PDL, en el diagnóstico se concilian las diferentes percepciones sobre las potencialidades

50 y dificultades de la experiencia. Debe tenerse en cuenta que cada actor puede ofrecer interpretaciones distintas e incluso contrarias a las de los otros, según su grupo poblacional, el lugar que habita y sus particulares situaciones de derechos y de género. Más no por ello, las posiciones han de excluirse; al contrario, a través de la comunicación abierta y el diálogo establecido en los espacios de encuentro se median las diferencias, identificando sus aportes para superar las dificultades y aprovechar las potencialidades de la experiencia. El objetivo principal del diagnóstico es aportar los elementos suficientes que permitan el conocimiento colectivo, histórico, analítico, estratégico y vivencial del proceso PDL para, con base en ello, definir las acciones que lleven a la generación programada de saberes que sean objeto de su apropiación. Este momento precisa la vinculación de los actores de la experiencia quienes a partir de sus conocimientos, intereses y posibilidades la recrean; además, requiere conocer la situación previa, programar su realización definiendo prioridades, temporalidades y recursos disponibles, diseñar el seguimiento y evaluación de lo programado para su realización y, finalmente, proceder con su ejecución. El resultado esperado de este momento es la caracterización, análisis y visibilización del PDL como proceso generador de conocimiento en el marco de la experiencia PPLPP, aportando las bases necesarias para dar paso al momento de programación. Con base en los resultados que el diagnóstico arroje, continúa la programación y divulgación. Esta se desarrolla conjuntamente para definir el qué hacer, con quiénes y cómo hacerlo y de ello se deriva la formulación del plan, de sus estrategias, metas y cronograma. Se estiman recursos y fuentes de financiación y, además, demanda la revisión y actualización del diagnóstico. Implica definir conjuntamente con los actores partícipes las acciones que han de propiciar la apropiación de los conocimientos generados por el proceso PDL; adicionalmente, la manera secuencial y lógica en que serán llevadas a la práctica evitando la improvisación. En este momento se acuerda con la participación de los actores de la experiencia el qué hacer, por qué hacerlo, cómo hacerlo, con quiénes, en qué tiempos y espacios y qué recursos demanda, basándose en los elementos brindados por el diagnóstico. La divulgación abre

51 posibilidades a la vinculación de nuevos actores al proceso de ASC, que en principio no hayan sido identificados o se hubieren mostrado desinteresados y ahora adopten una nueva postura. Si bien la divulgación del proceso es permanente, su énfasis asociado con la programación está determinado por la necesidad de una amplia difusión de lo programado para conocimiento y claridad de todos los actores involucrados. De este momento se deriva como resultado la formulación del plan de acción, precisando objetivos, estrategias, técnicas e instrumentos que permitirán la concreción de las decisiones acordadas, en marcos espaciales y temporales predefinidos; por tanto, expresa la forma en que los actores esperan que sea apropiado el saber del proceso PDL, en el marco de la experiencia PPLPP y, a las vez, ofrece las bases necesarias para el diseño del sistema de seguimiento y evaluación que permita en el momento de la ejecución, llegar a la transformación esperada. Una vez diagnosticada la realidad y programado el proceso de intervención social a desarrollar, se diseña el sistema de seguimiento y evaluación a partir de indicadores de gestión y de logro, para evaluar el antes o ex-ante, durante o concurrente y después o ex – post de la apropiación social, lo cual puede implicar ajustes en la programación. Aunque aquí se presente luego de la ejecución y gestión, debe tenerse en cuenta que su construcción se realiza en el mismo momento de la programación y su aplicación es paralela a todos los momentos. Este momento orienta con el fin de proyectarse en situaciones futuras, visualizando estrategias, tiempos, líneas de acción, instrumentos, los cuales responden a las características de los sujetos y su contexto. Se soporta en la consideración lógica de preconcebir, antes de ejecutar lo programado, la manera de controlar y valorar, tanto la implementación del proceso de apropiación social de conocimiento como la generación misma de nuevos saberes durante su aplicación (Gutiérrez, 2006; Gutiérrez y Sánchez, 2009). Se fundamenta en la construcción de indicadores sociales de gestión y de logro en clave del lenguaje, del sentido y de lo simbólico, de la participación y del aprendizaje para potenciar el ejercicio de apropiación después de la programación y antes de la ejecución; tales indicadores de orden cualitativo o subjetivo, permiten “apreciar, valorar y evaluar transformaciones mediante la recolección de opiniones, valores o apreciaciones sobre lo evaluado” (Quintero, 2010, p. 135) y empiezan a operar al mismo tiempo que inicia el momento de ejecución de lo programado.

52 El seguimiento –también llamado monitoreo- permite observar la ejecución progresiva del plan de acción acordado y en consecuencia también posibilita la generación de saberes, así como la identificación de su apropiación social, valorando el cumplimiento de los objetivos propuestos al comparar los resultados esperados con el estado de avance de los mismos; de esta forma, aporta la información suficiente y oportuna para realizar los ajustes que sean requeridos con el fin de lograr los propósitos definidos. La evaluación se centra en la delimitación, producción e interpretación de la información obtenida que aporten insumos para orientar la toma de decisiones y la posibilidad de generar nuevos procesos de apropiación de conocimiento; es un proceso integral y continuo que permite identificar las irregularidades y aporta la información necesaria para definir las medidas preventivas antes (ex ante), durante (concurrente) y después de la ejecución (ex post). El SyE representa el “mapa de navegación” que facilita y promueve la participación de diferentes actores en la reflexión de lo que se hace y en la evaluación de los resultados que de ello se deriva (Gutiérrez y Sánchez, 2009). El sistema de indicadores permite tanto valorar el nivel de apropiación de los conocimientos generados a través de cada momento de la MASC-PDL, como su contribución a la transformación de la realidad a partir de tal apropiación. Es decir se monitorean las acciones conducentes a la ASC, como sus resultados y el avance en el horizonte de sentido fijado. El momento de ejecución y gestión, es la aplicación de las acciones programadas para apropiar el conocimiento generado con base en lo identificado por el diagnóstico y el seguimiento y evaluación diseñados. La ejecución comprende la previsión, a manera de diseño e imaginario de la ruta a la luz de los objetivos acordados; la organización y disposición de los recursos necesarios; la dirección, posibilitadora de la definición de responsabilidades y responsables; y, el control, conocimiento de la acción en detalle de la acción (Gutiérrez y Sánchez, 2009). De esta manera, permite la potenciación y reflexión del proceso de planeación del desarrollo local desde la puesta en discusión de los conocimientos generados, su valoración y significación, delimitados por énfasis temático, actores involucrados, situaciones detonantes, formas en las que se ha llevado a cabo y se ha replicado, si es el caso, expresión en clave

53 de aciertos, desaciertos, limitaciones y retos. La gestión, implica que en las acciones se emplee, recree y apliquen las reglas de juego del contexto societal y normativo, más que acatándolas, aprovechándolas, debatiéndolas y ajustándolas (Gutiérrez y Sánchez, 2009) al proceso de apropiación social de conocimiento. El horizonte de sentido está especialmente en juego con la gestión a través de todos los momentos: debe tenerse claro que las acciones están dirigidas en todo momento a apropiar los conocimientos generados por el proceso PDL bajo los principios orientadores. Simultáneo a los momentos descritos en la forma operativa de la MASC-PDL, se integra la sistematización del proceso, de tal manera que permita la reflexión e interpretación crítica sobre la práctica y desde la práctica (Jara, 2011), con base en la reconstrucción e interpretación del saber que genera el hacer (Gutiérrez, 2006; Gutiérrez y Sánchez, 2009; Torres, 1996), identificando aprendizajes, aciertos, dificultades y retos que vayan surgiendo en sus momentos, desde los actores protagonistas. Se trata de hacer visible el saber que se genera desde el hacer, el saber-hacer (Gutiérrez, 2006; Gutiérrez y Sánchez, 2009; Torres, 1996) que para los propósitos de la ASC, se torna en elemento relevante; de allí que la sistematización sea transversal al proceso. Atendiendo al carácter cíclico de la forma operativa de la MASC-PDL, es preciso decir que el proceso de ASC no termina una vez finalizada la ejecución, dado que no supone ser un producto acabado, sino una construcción permanente que exige acciones renovadas al volver sobre la situación contextualizada, analizada preliminarmente y diagnosticada para, con base en ello, proyectar nuevas intervenciones sociales, acordar nuevos ideales, estimar otras programaciones, diseñar adecuados sistemas de seguimiento y evaluación, llevar a cabo nuevas ejecuciones y, al tiempo, prever renovados procesos de sistematización de lo implementado, de tal manera que se identifique, valore y recupere el saber propio de la intervención social, es decir, del hacer colectivo previsto, intencionado, consciente y transformador de la realidad. A partir de los logros obtenidos se vuelve sobre el diagnóstico inicial para reelaborarlo, considerando nuevas prioridades, otra programación, un nuevo sistema de seguimiento y evaluación y acciones renovadas (Gutiérrez y Sánchez, 2009). Al finalizar la ejecución de lo programado, aplicado el seguimiento y evaluación

54 respectivos, se reflexiona sobre los alcances y logros en el ejercicio de apropiación de los conocimientos generados por el proceso de planeación del desarrollo local; los aprendizajes generados a partir de su proceso de apropiación social; las dificultades afrontadas; los resultados obtenidos; el vínculo de los actores convocados y su actuación en la intervención; se realiza un nuevo análisis preliminar, se reelabora el diagnóstico inicial y se sientan las bases para un nuevo ciclo de apropiación social. En síntesis, si de lo que se trata es de transformar positivamente la realidad construida con el proceso PDL en las comunas 1 y 8, involucrando la diversidad y pluralidad de sus actores, en marcos democráticos y participativos, aprovechando el conjunto de conocimientos disponibles, bajo preceptos ético-políticos claramente establecidos; mediados por formas operativas flexibles, rigurosas, secuenciales y lógicas que estimulen la acción, programen el hacer, prevean el control de la implementación y se ejecuten conforme la dinámica misma de la intervención, la apuesta y propuesta orientadora para el efecto se encuentra en la MASC-PDL. Ello implica, en primer lugar clarificar su horizonte de sentido, alcances, posibilidades y limitaciones: sus finalidades, propósitos e intencionalidades; sus actores y contexto. En segundo lugar, incorporar los principios orientadores de la acción. Y, en tercer lugar, asumir como forma operativa, secuencial, vinculante y lógica, partir del análisis preliminar del proceso PDL; levantar conjuntamente el diagnóstico que ha de generar la síntesis de su situación actual; programar al detalle la acción transformadora; y, antes de iniciar la implementación, diseñar un sistema de seguimiento y evaluación, basado en indicadores de gestión y de logro que permita controlarla y valorarla, dando cuenta no solo de su eficiencia, sino de su eficacia y, por tanto, de su efectividad; realizar la ejecución rigurosa, transparente y efectiva de la acción, conforme lo programado; y, como proceso transversal, sistematizar la experiencia llevada a cabo a fin de obtener el saber del hacer, dando cuenta del saber-hacer que de ello emerge. Las posibilidades que la MASC-PDL ofrece como metodología para la apropiación social de conocimiento, se expresan en su proyección.

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La pregunta, como la metodología descrita tiene intención. La proyección de la MASC-PDL está sujeta a los actores del proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8; a los actores que constituyeron la alianza para su diseño y por extensión a los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Colombiano. La implementación, divulgación, nuevas indagaciones, la formación, validación y generalización de la metodología como forma útil de apropiar conocimientos depende de la disposición de estos actores para tales efectos. Son ellos los invitados a jugar con ‘la golosa de Pepa’. Máxime cuando está visto que a través de la MASC-PDL es posible generar transformaciones a partir de la apropiación social del conocimiento en la relación conocer-hacer-transformar. En últimas, la proyección de la metodología sugiere cambios para la sociedad, por lo menos a través de cuatro frentes: el de la aplicación en el proceso y otros similares, en los escenarios de divulgación y en los de formación. Con los actores del proceso PDL en las comunas 1 y 8, compete la implementación de la metodología. Su contribución positiva al proceso de planeación del desarrollo local en ambas comunas sólo se puede verificar aplicándola; a su vez, a partir de la implementación se evidencian los ajustes requeridos y sirve como referente para que otras comunas y corregimientos en Medellín generen sus propios procesos de ASC. La sistematización de los resultados y sus aportes a la transformación de las realidades a las que se aplica, serán útiles para mejorar el hacer de los actores involucrados, al tiempo que se aproximan la generación de conocimiento científico con el conocimiento vivencial. Son claves en la implementación, los actores sociales que demanden la metodología como medio para acceder y democratizar el conocimiento; los actores gubernamentales facilitando esta democratización disponiendo los recursos institucionales necesarios, al tiempo que procuren mejorar sus propias prácticas; los actores académicos en la promoción de la metodología como forma científicamente válida para la ASC. Con la aplicación, se contribuiría a comprender la situación de “parálisis” que algunos de los actores identifican en el proceso de planeación del desarrollo local. Además de la aplicación, se requiere la divulgación de la metodología en medios de ciencia, tecnología e innovación y otros menos especializados para públicos más amplios. La metodología ha de circular en medios y formatos próximos a los actores vinculados al proceso PDL. La alianza constituida para el diseño de la metodología adquiere especial relevancia; con el liderazgo de un grupo de investigación se llegó hasta ella, más su aplicación compete al liderazgo de las organizaciones no gubernamentales, difundiendo y dinamizando la metodología con los demás actores

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PROYECCIÓN

¿QUIÉN JUEGA A LA GOLOSA DE PEPA? La pregunta, como la metodología descrita tiene intención. La proyección de la MASC-PDL está sujeta a los actores del proceso de planeación del desarrollo local en las comunas 1 y 8; a los actores que constituyeron la alianza para su diseño y por extensión a los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Colombiano. La implementación, divulgación, nuevas indagaciones, la formación, validación y generalización de la metodología como forma útil de apropiar conocimientos depende de la disposición de estos actores para tales efectos. Son ellos los invitados a jugar con ‘la golosa de Pepa’. Máxime cuando está visto que a través de la MASC-PDL es posible generar transformaciones a partir de la apropiación social del conocimiento en la relación conocer-hacer-transformar. En últimas, la proyección de la metodología sugiere cambios para la sociedad, por lo menos a través de cuatro frentes: el de la aplicación en el proceso y otros similares, en los escenarios de divulgación y en los de formación. Con los actores del proceso PDL en las comunas 1 y 8, compete la implementación de la metodología. Su contribución positiva al proceso de planeación del desarrollo local en ambas comunas sólo se puede verificar aplicándola; a su vez, a partir de la implementación se evidencian los ajustes requeridos y sirve como referente para que otras comunas y corregimientos en Medellín generen sus propios procesos de ASC. La sistematización de los resultados y sus aportes a la transformación de las realidades a las que se aplica, serán útiles para mejorar el hacer de los actores involucrados, al tiempo que se aproximan la generación de conocimiento científico con el conocimiento vivencial. Son claves en la implementación, los actores sociales que demanden la metodología como medio para acceder y democratizar el conocimiento; los actores gubernamentales facilitando esta democratización disponiendo los recursos institucionales necesarios, al tiempo que procuren mejorar

58 sus propias prácticas; los actores académicos en la promoción de la metodología como forma científicamente válida para la ASC. Con la aplicación, se contribuiría a comprender la situación de “parálisis” que algunos de los actores identifican en el proceso de planeación del desarrollo local.

Además de la aplicación, se requiere la divulgación de la metodología en medios de ciencia, tecnología e innovación y otros menos especializados para públicos más amplios. La metodología ha de circular en medios y formatos próximos a los actores vinculados al proceso PDL. La alianza constituida para el diseño de la metodología adquiere especial relevancia; con el liderazgo de un grupo de investigación se llegó hasta ella, más su aplicación compete al liderazgo de las organizaciones no gubernamentales, difundiendo y dinamizando la metodología con los demás actores vinculados al proceso PDL. Especialmente, se requiere del intercambio entre quienes han avanzado en la materia con el ánimo de buscar complementariedades entre unas formas y otras de propiciar la ASC. La realización de eventos académicos y especialmente la constitución de redes, es fundamental para tales efectos. Además, la divulgación en revistas especializadas mediante artículos posibilita intercambios con escenarios más amplios a nivel mundial y la acumulación de un acervo de conocimiento escrito. Por la vía de la aplicación y la divulgación, nuevas indagaciones surgen que complementan los avances. Los grupos de investigación deben interesarse por la temática y proponer nuevas preguntas en torno a ella en función de sus actividades. A su vez, en el marco del SNCTI, Colciencias debe disponer los recursos para nuevas convocatorias que permitan continuar fortaleciendo el sistema en relación con la ASC. Conforme se aplica, investiga y divulga a propósito de la MASC-PDL, se la confronta con nuevos escenarios y se la ajusta hasta poderla validar y generalizar como metodología para la apropiación social del conocimiento; ya no solo al generado por el proceso PDL en las comunas 1 y 8, sino tanto al generado por ese proceso en otras comunas y corregimientos de Medellín, como por otros procesos, experiencias y latitudes de Colombia, América y el mundo. La responsabilidad de formar en torno

59 a la temática a partir de la MASC-PDL corre paralela con estas acciones; en los niveles de educación básica y superior, en procesos de educación formal y no formal la vinculación del sentido de la generación y apropiación social del conocimiento contribuyen al proceso formativo a partir de nuevas formas de relacionamiento con el conocimiento, y por tanto, a formar ciudadanos conscientes de su hacer. Son estas las posibilidades de la MASC-PDL, desde las más concretas hasta la más ideales. Todas, posibles a partir de la voluntad de los actores por continuar con la fase de implementación del diseño. Acciones conducentes a un cambio progresivo en las relaciones a partir del mutuo reconocimiento de los saberes de cada uno. Por ello de nuevo la invitación hecha pregunta ¿Quién juega a ‘la golosa de Pepa’?

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