La Gazeta Constitucional de Nuevo León, breve recuento de sus funciones durante la primera república federal (1826-1835), Senado de la República, Red de historiadores de la Prensa, 1a. edición 2015, México, D.F., pp. 79-103.

Share Embed


Descripción

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

ADRIANA PINEDA SOTO COORDINADORA

SENADO DE LA REPÚBLICA RED DE HISTORIADORES DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA

LC. PN4930 R44 2015 Los periódicos oficiales en México. Doce recuentos históricos / Adriana Pineda Soto, Coordinadora. -1ª ed.- México: Senado de la República y Red de Historiadores de la Prensa y el Periodismo en Iberoamérica, 2015 328 p.: il. ; 21.6 cm x 30.5 cm. Incluye referencias bibliográficas ISBN 978-607-424-567-7 1. Periodismo-México-Historia-Siglo XIX 2. Periodismo-México-HistoriaSiglo XX 3. Estado-Relaciones Públicas-Prensa .

Diseño y formato de interiores: Editorial Morevalladolid, S. de R. L. de C. V.

Los periódicos oficiales en México. Doce recuentos históricos Coordinado por Adriana Pineda Soto

Primera edición, 2015 México, D. F. Derechos reservados conforme a la ley © Senado de la República © Red de Historiadores de la Prensa y el Periodismo en Iberoamérica ISBN: 978-607-424-567-7 Queda prohibida la reproducción parcial o total del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito del titular, en términos de la Ley Federal de Derechos de Autor, y en su caso, de los tratados internacionales aplicables. La persona que infrinja esta disposición, se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes. Impreso en México / Printed in Mexico

Índice

Presentación



















































Los periódicos oficiales decimonónicos. Apuntes para una discusión conceptual y metodológica Fausta Gantús ○



































Los periódicos oficiales de Jalisco, siglo XIX Jaime Olveda ○















































































































































































































La Gazeta Constitucional de Nuevo León Breve recuento sobre sus funciones durante la primera República Federal, 1826-1835 Miriam Martínez Wong ○































Del Diario de Veracruz al Periódico Oficial del Estado La prensa oficial veracruzana durante el sigo XIX Miguel López Domínguez ○

















































El Periódico Oficial de Zacatecas. Un recuento, 1828-1934 Marco Antonio Flores Zavala ○























































































































































































































13

55

79

105





9

43





Los Periódicos Oficiales en Michoacán: caleidoscopios sociales, 1829-1917 Adriana Pineda Soto ○







Los Periódicos Oficiales: una fuente olvidada de la historiografía oaxaqueña, 1825-1920 Carlos Sánchez Silva y Francisco José Ruiz Cervantes ○



127

159

Los Periódicos Oficiales en Chiapas, o la construcción de la esfera pública desde la óptica gubernamental. Sarelly Martínez Mendoza 193 ○































































Los Periódicos Oficiales de Guanajuato, 1829-1876. Aproximaciones a su estudio José Elías Guzmán López ○

























Publicaciones oficiales en el Estado de México: Vestigios de las transformaciones políticas Laura Edith Bonilla de León ○

































































































































225

257

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

La Sombra de Arteaga. La consolidación del Periódico Oficial del Estado de Querétaro Margarita Espinosa Blas ○





























Centro de poder y periferia en la comunicación: La Gaceta Oficial del Distrito Federal Luis Felipe Estrada Carreón ○

Nota sobre los autores





















































8















































































































































273

295 323

Presentación E

de la prensa una vertiente documental la constituyen los periódicos oficiales. Los primeros impresos nacieron vinculados a las monarquías absolutas y se identificaron como Gacetas —La Gazeete de France, de 1631; la Gazeta de Madrid, de 1661; la Gaceta de México, de 1722—; el significado histórico de los periódicos oficiales nos acercará al Estado-Nación que con las revoluciones burguesas se impulsarían. Más allá del valor documental para rastrear leyes, medidas y acciones para la implantación y desarrollo de los distintos niveles de la administración, el periódico oficial ofrece claves para la interpretación histórica tanto por lo que publica —y su valor documental— como por quién lo publica —y los intereses que defiende—, llegando a convertirse en medio decisivo en el proceso histórico de la construcción del Estado liberal. Conectando administración con administrados, Estado con ciudadanos, lo que igualmente se tradujo en la configuración colectiva de la idea simbólica de patria. Explorar la capacidad comunicativa que desarrollaron los periódicos oficiales en México es el estudio que ofrecemos a ustedes. Sin duda, la historia de la prensa y el periodismo en México se despliega en tantas direcciones discursivas como públicos. Los periódicos oficiales no son una excepción de esa diversidad, ya que tras su aparente continuidad, este tipo de publicaciones nos permiten conocer no sólo el corpus jurídico, que de acuerdo con los Artículos 72 y 120 constitucionales tienen la obligación de difundir para su debido cumplimiento, así como las normativas particulares que cada entidad federativa promulga; sino que el devenir de estos periódicos oficiales también constituye una manifestación del entramado de relaciones políticas, sociales e ideológicas implicadas en su estructuración, amén de la articulación de circunstancias culturales, económicas y técnicas que han condicionado su producción a lo largo de la historia. En la actualidad, los periódicos oficiales de las distintas entidades de la federación pueden consultarse en portales electrónicos y desde la época de la Revolución Mexicana queda claro que sus contenidos refieren: actas, acuerdos, avisos, bandos, circulares, convenios, convocatorias, declaratorias, decretos, dictámenes, edictos, leyes, normas, programas, reglamentos, sentencias, relaciones y demás actos expedidos por los poderes del Estado, en sus respectivos ámbitos de competencia, a fin de que sean aplicados y observados. Sin embargo, los periódicos oficiales tuvieron una peculiar historia en apego a los N LA HISTORIA

9

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

distintos contextos; así como por las vicisitudes administrativas del país y las formas de entender el ejercicio de poder, como el deber del Estado. Por ello advertimos que al atender el sentido histórico que desempeñaron estas publicaciones nos acercamos a las formas y modos que administraron sus contenidos, que igual nos advierten al público que lo destinan y a sus contexto. Por ello, el libro que el lector tiene en sus manos es producto de un esfuerzo, que un grupo de destacados investigadores han emprendido con la finalidad de documentar el desarrollo de los periódicos oficiales en la República Mexicana, y desentrañar el complejo proceso político que propiciaron, debido a que estos impresos no escaparon a la ideologización de los grupos en el poder, por el contrario, en muchos momentos alentaron propagandas según los credos de liberales o conservadores decimonónicos. Las investigaciones compiladas en este volumen, también mostrarán la forma en que, con la experiencia administrativa adquirida al paso del tiempo, las publicaciones oficiales delimitaron paulatinamente sus contenidos; y del mismo modo, podremos advertir el valor comunicativo específico que representaron, apreciar las competencias de sus encargados e impresores, y conocer los avatares de los contextos en que circularon. Así nos adentramos a la historia de la prensa, que se traduce en otra lectura de la historia de México, donde más allá de las “batallas de la pluma”, las prensa oficial incursiona desde distintas geografías a integrar a la Nación, compartiendo batallas e incertidumbres para certificar a la ley como la brújula y abonar en la construcción de un estado de derecho; las acciones por editar los periódicos —también imbuidas de un fervor romántico— encontraban su sustento en la norma, a la que se sometieron centralistas o federalistas, liberales o conservadores; los gobiernos, cumpliendo su rol y sorteando carencias, impulsaron la edición de los periódicos oficiales para ratificar que el Estado instituye un orden jurídico. Por otra parte, las publicaciones, más allá de ser herramientas estratégicas muy útiles socialmente para la comunicación, constituyen un legado para el estudio de la Historia; así advertimos que los periódicos oficiales también han sido fuente para preparar los compendios de la legislación mexicana, prueba de ello, es el gran auxilio que brindaron para la compilación que cada entidad realizó a finales del siglo XIX; sólo por mencionar un ejemplo, tenemos que los periódicos oficiales fueron el gran sustento que tuvieron los abogados Manuel Dublán y José María Lozano a la hora de publicar, a partir de 1876, la Colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la Independencia de la República; asimismo, los periódicos oficiales han sido fuente documental para un sinnúmero de investigaciones principalmente de corte historiográfico, porque sin la prensa, no se acabaría de entender ni la política, ni la cultura mexicana desde los siglo XIX al presente.

10

PRESENTACIÓN

Este libro congrega doce investigaciones que abonan a la historia de la prensa mexicana. ¿Cuál ha sido el papel de los periódicos oficiales en la historia de la comunicación? ¿Qué entender por órgano oficial en el surgimiento de una república en definición? ¿Cómo Jalisco, Oaxaca, Chiapas, Zacatecas, Veracruz, Michoacán, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro, el Estado de México y el Distrito Federal concibieron y generaron la producción de periódicos oficiales? ¿Cómo se liga la prensa oficial y la historia de México? ¿Cómo fue delimitando funciones y contenidos este tipo de prensa?, éstas y más inquietudes son expuestas por los autores de cada capítulo que generosamente, acogieron la invitación formulada y se dieron a la tarea de profundizar en la comprensión de lo que fueron esos órganos en sus contextos. El grupo académico que se integró para emprender este proyecto, se nutrió de varios investigadores de distintas universidades mexicanas, quienes procuraron abordar este tema a partir de la manera en que estas publicaciones contribuyeron, como productos culturales, instrumentos políticos y medios sociales, a un proceso histórico de comunicación. A propósito de explorar y entender lo que el concepto oficial refiere para el siglo XIX comparado al que se tiene en la actualidad, despunta la investigación de Fausta Gantús; sobre la producción oficial en Jalisco se ocupa la pluma de Jaime Olveda; sobre Oaxaca hacen lo propio Francisco José Ruiz Cervantes y Carlos Sánchez Silva; sobre Chiapas, Sarelly Martínez; del legado histórico de Zacatecas, Marco Antonio Flores; sobre Veracruz, Miguel López; de Michoacán, Adriana Pineda; sobre Nuevo León, Miriam Martínez; de Querétaro, Margarita Espinosa; de Guanajuato, José Elías Guzmán; del Estado de México, Laura Bonilla de León y de lo que, a raíz de la reforma recientemente aprobada, fuera el Distrito Federal —Ciudad de México—, Luis Felipe Estrada Carreón. Como coordinadora de este libro quiero dejar constancia de mi gratitud hacia mis colegas; mi amplio reconocimiento por su trabajo, generosidad, confianza y paciencia; cada uno en su momento se solidarizó, sin más aliciente que contribuir al rescate de la prensa. Sus aportaciones son, sin duda, lo fundamental y valioso de esta obra; ellos contribuyen y nos trazan un camino para seguir con futuras metas; pues este volumen lo consideramos un primer esfuerzo, para continuar con el rescate del legado de la prensa oficial en el resto de los Estados de la República Mexicana. Asimismo, un agradecimiento a las instituciones donde se desempeñan y respaldan su compromiso con la educación e investigación: el Instituto José María Luis Mora, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, El Colegio de Jalisco, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la Universidad Autónoma de Chiapas, la Universidad Autónoma de Zacatecas, la Universidad Autónoma de Querétaro, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad de Guanajuato, la Facultad de Estudios Superiores-Acatlán, El Colegio de México y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. De la misma forma, un reconoci11

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

miento a la Red de Historiadores de la Prensa y el Periodismo en Iberoamérica, pues ha sido un vínculo para contribuir con el diálogo y reto académico. Por último, expresamos nuestra gratitud a todos los que, de un modo u otro, han apoyado este proyecto en sus fases de investigación y proceso editorial, mención especial a los miembros de la LXIII Legislatura del Senado de la República, puesto que este libro no sería posible sin su respaldo. Particularmente, nuestro reconocimiento a la sensibilidad de los senadores Zoé Robledo Aburto y Adolfo Romero Lainas, respectivamente presidentes de la Comisión de Biblioteca y Asuntos Editoriales, impulsores claves para concretar este proyecto. Los acervos documentales de nuestro país custodian, entre muchos valiosos documentos, más de 400 títulos de periódicos oficiales, que asimismo constituyen un legado muy estimable que despierta inquietudes y va, en este libro, un empeño colectivo a valorarles. Nuestro reconocimiento a la Hemeroteca Nacional, al Archivo General de la Nación, a la Hemeroteca Universitaria “Mariano de Jesús Torres” de la Universidad Michoacana, por facilitarnos las imágenes que reproducimos. Adriana Pineda Soto Noviembre, 2015

12

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES DURANTE LA PRIMERA REPÚBLICA FEDERAL, 1826-1835

Miriam Martínez Wong

6

L

en México ha hecho importantes progresos en los últimos años, pues a medida que se estudia a la prensa, desde sus propios orígenes, rasgos, contenidos, y se intenta dar una explicación de la función de los mismos, se favorecen los esfuerzos por construir una visión más plural e íntegra sobre el estudio del fenómeno periodístico. En esa línea de investigación, el presente trabajo abordará un recuento sobre dos de las funciones que cumplió el órgano primigenio del periodismo de Nuevo León: La Gazeta Constitucional durante el periodo de la Primera República Federal.1 Para ello, se estudiarán los elementos distintivos del periódico, describiremos sus principales características físicas y se hará un análisis de los discursos contenidos en el periódico bajo dos ejes. El primer eje será el de la idea de nación y la conformación del ciudadano. A través de ellos, se verá el propósito de la élite de difundir en sus discursos una cultura política moderna que entremezcla valores modernos y tradicionales como: libertad, igualdad, patriotismo, religión. El segundo eje ligado a la idea del estado de Nuevo León en la Gazeta, examinará la manera en que el periódico difundió proyectos de orden económico-político social, con el fin de asentar el nuevo sistema de gobierno republicano federal, la Constitución y sus leyes. Se resumirán los proyectos que configuraron la visión que de Estado autónomo elaboró la clase política dirigente. Para abordar el estudio de la prensa, definiremos algunos conceptos claves del espacio público como fue teorizado por Habermas, retomado por John B. Thompson, y adaptado al mundo hispánico por Francisco Xavier Guerra y Pablo Piccato. Habermas considera que el “espacio público o esfera pública”, es aquel espacio en el que las personas privadas se reúnen en calidad público para hacer uso público de la razón.2 Su origen tuvo lugar en Inglaterra, Francia y Alemania durante el siglo XVII. Se define por dos características: la primera es que el espacio público se constituye como un elemento diferenciador de A HISTORIA DE LA PRENSA

79

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

la esfera de lo íntimo, y de la influencia del poder público; es decir, el espacio público es el lugar donde se construye la discusión y crítica de cosas públicas que refieren a la autoridad del Estado. La segunda característica, se relaciona con su composición. El espacio público es conformado por individuos que discuten de manera informada sobre temas de interés común. Su origen se diferencia en lo social, pues los individuos no son parte de la Corte ni el público en general, sino que crean un público de origen “burgués” que tiene como su centro, la ciudad. La ciudad, es el sitio donde se inician las discusiones sobre asuntos literarios, luego la discusión emerge en los lugares de casas de café, salones de té, y los grupos de sociabilidad de los países de Francia, Inglaterra y Francia durante el siglo XVII y XVIII. Discutir en público asuntos de interés común, admite al punto tocar temas que eran antes monopolio de las autoridades eclesiásticas y estatales. Si bien, en la discusión hay un público que se va ampliando y diversificando con diferentes espectadores, lectores y oyentes, quién se sitúa como su principal portavoz, educador y representante es la burguesía ilustrada. El ejercicio del debate racional en el espacio público, es el presupuesto que crea la opinión pública. La aplicación de las ideas de Habermas al contexto latinoamericano dio lugar a una serie de prolíficos debates sobre sus implicaciones teóricas. El término burgués, por ejemplo, es analizado por Piccato3 para comprender que si bien, no podemos hablar de una clase burguesa, en su estricto sentido económico, podemos usar a cambio, el concepto de ciudadano. Lo anterior, matizaría el supuesto sobre el acceso a la esfera pública, pues se entiende que la condición de ciudadanía da a los individuos la posibilidad de adquirir bienes culturales, y en consecuencia, se les permite ser partícipes de la discusión crítica. Se señala entonces, que pese a que México y probablemente en Latinoamérica no existe la burguesía como clase social en gestación, sí existe una élite ilustrada con intereses económicos y políticos concretos. En esa conceptualización, se observa la difusa división entre lo público y lo privado, la cual, coexiste con la explícita exclusión étnica y de género de una esfera pública moderna con fuertes lazos coloniales.4 Por otro lado, una referencia importante para tocar el tema de la modernidad lo constituye el estudio de Modernidad e Independencias de Francisco Xavier Guerra.5 Guerra retomó el modelo del espacio público de Habermas y especificó la dicotomía de cambio cultural entre antiguo y moderno régimen6 para explicar dicha transición en Latinoamérica. La invención del individuo como un hombre nuevo en una sociedad nueva, da la pauta para establecer nuevos imaginarios sociales, ideas y valores que se hacen presentes a través del surgimiento de las sociabilidades y del desarrollo de la prensa escrita. El autor 80

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

sostiene que las prácticas culturales crearon redes que hacían circular libros, manuscritos, e impresos, lo que estructuró un “germen de espacio público” en las ciudades novohispanas del siglo XVIII. La modernidad es un tema que Thompson retoma a través del estudio e importancia de los medios de comunicación en la teoría de la esfera pública. Su propuesta consiste en ver a los medios como instrumentos que han generado formas de acción e interacción con la sociedad, nuevos tipos y maneras de relacionarse con los otros y con uno mismo.7 Para estudiar las transformaciones del mundo moderno, el autor, nos invita a centrarnos en el análisis de las formas simbólicas y en los modos de producción y circulación del mundo social, haciendo énfasis en el desarrollo de los medios de comunicación y su impacto en la transformación cultural de la vida social y sus instituciones.8 En el siguiente trabajo, como ya se mencionó, analizaremos los propósitos y funciones que tenía la élite local al fundar la Gazeta, es decir, “la manera en que éstos retoman o utilizan una tecnología de impresión, determinando así, las formas en que se alteran las redes de comunicación y las formas de poder”.9 Desde 1808, fecha en que los grupos ilustrados novohispanos aprovecharon la coyuntura de 1808 para participar y difundir el nuevo lenguaje político en favor de la libertad y de la opinión en los discursos patrióticos,10 hasta la expansión de la prensa insurgente y su ideario revolucionario dirigido a obtener la simpatía de estratos cultos,11 la prensa se aseguró como el medio para debatir cuestiones políticas. Lo anterior, se reflejó en el aumento de la publicación de periódicos, folletos, pasquines y libelos que libraron durante el siglo XIX una intensa batalla en la propaganda de ideas del denominado periodismo político. Bajo ese contexto, la prensa se convirtió en un elemento insustituible de los nuevos gobiernos republicanos en México. Cada Estado fundó órganos de prensa regionales que presentan similitudes, pero también, diferencias respecto a sus funciones y propósitos. La hipótesis planteada en la presente investigación sugiere que el periódico la Gazeta Constitucional de Nuevo León sirvió como instrumento de la difusión de la nueva cultura política centrada en la formación de la idea del ciudadano y sus prácticas políticas, además de ser el principal propagador de las bases de organización republicana del estado de Nuevo León. La Gazeta Constitucional de Nuevo León. Contexto, fundación y características Al comenzar la República Federal, Nuevo León era un Estado soberano con 83,871 habitantes, de los cuales, 12,300 residían en la ciudad capital Monterrey.12 Las condiciones económicas en que se encontraba la región eran de austeridad y precariedad. Se practicaba la ganadería mayor y menor, así como 81

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

la actividad agraria. La producción de autoconsumo se enfocaba en el cultivo de maíz, frijol, chile y garbanzo. La minería, tan representativa en los tiempos coloniales, era apenas indispensable. No obstante, el comercio de los cultivos ya mencionados, en conjunto a los del piloncillo y la caña de azúcar, jugaban un papel importante en la economía regional.13 La practicidad de la actividad económica de los grupos regionales del Norte, se mostró también en las lentas y sencillas edificaciones que adornaban a Monterrey, como ciudad capital del Nuevo Reino de León. Existió una sola institución educativa: el Colegio Seminario. Fundado en 1773 y regulado por el poder eclesiástico, el Seminario fue el único establecimiento educativo del Norte14 donde se formaron importantes personajes de la política, el más representativo, es sin duda, fray Servando Teresa de Mier. La capacidad e impulso que las autoridades eclesiásticas ejercieron en la educación y cultura, se manifestó igualmente en las múltiples tareas que llevaban a cabo, éstas iban desde el establecimiento de escuelas, la construcción de hospitales, levantamiento de censos poblaciones, hasta otras actividades más concernientes al desarrollo económico. En asociación al poder eclesiástico, apareció al mando, una nueva clase política que se aglutinó en la ciudad capital y ocupó en forma alternada puestos en las instituciones corporativas, civiles y eclesiásticas. Entre las características que definieron a este grupo, se cuentan su origen criollo, su capital significativo, y su capacidad para diversificar actividades en las áreas del comercio, la promoción de industrias, y otras actividades productivas.15 Las principales influencias de esta élite giró en torno a dos personajes: fray Servando Teresa de Mier y Miguel Ramos Arizpe. Desde la instalación de la Junta Gubernativa de Monterrey de 1823, tanto Mier como Arizpe, ejercieron actividades que tuvieron una gran repercusión para consumar la disolución de las Provincias Internas de Oriente y configurar territorialmente el Noreste.16 En cuanto a su composición social, podemos dividir al grupo 82

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

nuevoleonés en tres ámbitos, el político, militar y de letras. En lo político, destacan desde miembros notables e ilustres, como doctores en canónes don José León Lobo Guerrero y José Ángel Benavides, miembros notables e ilustres, hasta hombres de leyes como el decano fundador de la Cátedra de Derecho, Lic. José Ángel Treviño y Gutiérrez, y los egresados de la misma cátedra que fungieron como presidentes del Tribunal Superior de Justicia, Juan Nepomuceno de la Garza y Evia y José de Jesús Dávila y Prieto, En lo militar, es hasta mediados de siglo, que nuevoleoneses como Manuel Z. Gómez, Trinidad Garza Melo, Mariano Escobedo, entre otros, tomarán las armas para aprestar la defensa de la frontera a causa de las frecuentes incursiones de indios bárbaros. 17 Por último, destacaron los hombres de letras, que ya sea como jurisconsultos o legisladores, defendieron sus intereses. Algunos de ellos son: José Alejandro Treviño y Gutiérrez, José María Parás, Manuel María de Llano y Simón de la Garza Melo.18 A partir del conocimiento sobre la clase política de Nuevo León es posible inferir algunas ideas contenidas a través de la imprenta y los propósitos de la Gazeta. Lograr la eficaz comunicación de medios impresos entre los habitantes de la región Noreste fue uno de los primeros objetivos implícitos al fundar el periódico.19 Empero para concretarlo, era necesario obtener una máquina impresora. Las primeras imprentas de la región se conocieron en la primera década del siglo XIX. La primera fue la máquina que trajo el insurgente texano José Álvarez Toledo en 1815. Sin embargo, una derrota militar hizo que éste entregara la máquina al Jefe Político de las Provincias de Oriente, Joaquín Arredondo. El mismo personaje decomisó dos años más tarde la famosa imprenta que Javier Mina y fray Servando Teresa de Mier usaron en Soto La Marina20 para imprimir el Boletín Auxiliar (sic) de la República Mexicana. A la par del decomiso, se capturó al impresor Samuel Bangs. Al quedar libre, Bangs continuó ejerciendo su oficio en las ciudades de Saltillo, Ciudad Victoria y Monterrey.21 Cuando se estableció el estado de Nuevo León en 1824, los políticos discutieron la necesidad de hacerse de una nueva imprenta para mejorar la circulación de oficios a los distritos, pero nunca se llegó a un acuerdo respecto a los fondos para efectuar la compra. Dos años más tarde, la publicación de un impreso donde se criticaba al Congreso local y se proponía una enmienda de 8 reformas a la Constitución de marzo de 1825,22 motivo al presidente del Congreso local Francisco Arroyo, a emprender un “papel semanario de gaceta de gobierno”.23 El prospecto de la Gazeta del gobierno de Nuevo León se lanzó el 7 de julio de 1826. En éste se definió como principal objetivo el salvaguardar el bienestar del individuo, su seguridad, su propiedad, todo a cambio de sujetarse a la ley, en especial a la Constitución estatal, código en el que se asentó el nombre de la publicación. Su primer número se lanzó el 3 de agosto de 1826, se 83

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

compuso de ocho secciones,24 y se publicó semanalmente cada jueves en el formato de cuarto común.25 Se eligió como epígrafe una cita de Cicerón que se traduce del latín como: “Lo mismo que una tutoría, así se han de ejercer los cargos públicos; no para utilidad de los que gobiernan sino para los gobernados”. En sus inicios, el periódico conformó un equipo editor-redactor que contó a personajes como el Dr. Francisco Arroyo, quien fungió como editor, y a los redactores Felipe de Mier y Antonio Melo. Tiempo después colaboraron en la redacción: José María Parás, Lázaro Garza Ayala y Ballestero, Felipe de Mier, Diego Cenobio de Chica, Rafael y Julián de Llano, Pedro y Juan de la Garza Ayala y J. Valdés.26 El grupo de impresores de la Gazeta entre los años de 1826-1834 fueron: Manuel María Mier, Sixto González, Trinidad de Mier, Antonio González Dávila, Francisco del Pozo, Francisco Molina y Froylán Mier. La principal fuente de información de la Gazeta lo constituyó la tan habitual práctica del canje de noticias con otros periódicos como, El Sol, El Telégrafo, El Águila y otros. Su costo era de 6 y medios pesos la suscripción mensual, dicha cantidad podía ser recibida en adelanto por años, semestres y trimestres. Su circulación se destinó principalmente a los distritos municipales de Nuevo León, en Monterrey podía ser obtenida en la imprenta de gobierno, y en México en la imprenta de El Águila, y en las administraciones de correos de otros estados. A partir de su circulación y fondos oficiales, se sigue que el lector directo del periódico lo constituyeron los letrados, los abogados, eclesiásticos, terratenientes, prestamistas, y todo aquel ciudadano interesado en comentar las noticias del país.27 Por otro lado y considerando la actividad agrícola-comercial que se derivó a partir de la apertura legítima del Puerto de Matamoros en 1823, y del crecimiento de los grupos de carpinteros, herreros, sastres, alfareros, curtidores, plateros, albañiles, jarcieros, barberos, panaderos, entre otros artesanos,28 es conveniente suponer la diversidad de receptores del periódico. Esos lectores posiblemente se reunieron a comentar las noticias, en lugares como el primer cuadro de la ciudad: la Catedral de Monterrey, la plaza, el Convento de San Francisco. La lectura en voz alta o el rumor pudieron haber corrido en los mercados, expendios de carne y pan o seguramente, en las 14 tiendas de ropa, 30 pulperías o tendajones de ropa que hasta entonces se contaban en la ciudad.29 Ser patriota: discursos y prácticas culturales difundidas en la Gazeta Constitucional Recalcar que la Gazeta sirvió como instrumento para circular noticias nacionales, y aprestar las disposiciones de orden legislativo, sería limitar su carácter 84

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

y contenido. Así, integrado a dicho fin, aparece un primer objetivo latente del periódico: la difusión de un sentimiento de pertenencia a la nación mexicana. La clase política local fue consciente respecto al tema de construcción de una retórica patriótica, y participó en ella, a través de mecanismos como los ritos de conmemoración de las fiestas de Independencia mexicana, la elaboración de discursos cívicos, y la instauración de espacios como las sociedades patrióticas. Así mismo, la incorporación de la idea del ciudadano, punto central relacionado con el surgimiento de la modernidad, fue retomada por la élite dentro de una cultura política del republicanismo. En referencia a la creación de símbolos de una patria “territorialmente ubicada y en la que se comparten un conjunto de deberes, derechos, obligaciones y tradiciones comunes”,30 el periódico reprodujo el imaginario social de valores sobre los que se fundó el mito de nación: la construcción de héroes y discursos que exaltan los valores de amor a la libertad, la igualdad y la patria mexicana. La tradición del ritual del grito de Independencia se siguió puntualmente por la Gazeta publicándose detalles acerca de la formación de las “junta cívicas o junta patrióticas”,31 la identidad de sus doce integrantes,32 las labores y comisiones a su cargo, y sobre todo, la descripción del lustre ceremonial. Posteriormente, el periódico se anunciaba en lo principales parajes públicos para conocimiento del pueblo.33 A continuación, resumimos las formas de celebración del 16 de septiembre en Nuevo León. Los festejos de Independencia comenzaban temprano anunciados por el repique de campanas y las salvas de artillería, las calles de la ciudad eran limpiadas y decoradas con detalles alusivos, destacaron las banderas y colgaduras. Atestiguaban el acto las principales instituciones de gobierno,34 y el clero oficiaba una Misa en “reconocimiento a los libertadores [de la Patria].35 Los funcionarios republicanos participaban desfilando por calles y plazas de la ciudad, otro repique de campanas daba la señal para que las diferentes autoridades marcharan en “procesión silenciosa, acompañados de danzantes, banderas y carros alegóricos”.36 La representación figurada de la nación mexicana se hacía presente en la alegoría de los carros, pues tirados por niños “pobres vestidos uniformemente”,37 se adornaban con el escudo de armas de la nación mexicana: “el águila con la víbora en las garras y pico, parada sobre un nopal natural”, y una niña sentada en el coche representaba la América ricamente vestida.38 Otra forma en que participaban funcionarios y ciudadanos de Monterrey en las ceremonias, era mediante la pronunciación de lecturas, en particular, el acta de Independencia y el Plan de Iguala;39 se incluyó la elaboración de himnos y cánticos, como aquel que declamaba: “Ya leoneses la patria está libre / los tiranos no volverán más; / A los jefes que debió tal gloria / himnos tiernos venid a entonar./ Cuando el sol en oriente aparecen / Y en Dolores 85

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

gritan libertad, / Mil valientes luego se congregan / Que les juren fielmente auxiliar (…)”.40 Durante los dos o tres días que duraba la celebración, se empleó también la representación de discursos donde se escenificaban escenas con el valor que se quería exaltar. De tal manera que, para mostrar el júbilo de la Independencia en 1827, se armó un tablado en la plaza, y se mostró una escena donde se abatía la estatua del “monarca Nerón Fernando”, quedando en su lugar el pabellón mexicano “con el gorro de la libertad en la punta del asta y con sus trofeos indianos”.41 De forma dramática, el valor fraternal de la igualdad, tomó fuerza cuando el político Trinidad Arrese decidió emancipar a diez individuos, manifestándolo entonces en una correspondencia: “[…el derecho hereditario me constituyó dueño, casi desde mi tierna edad, de posición de personas sujeta a dicha condición; pero careciendo de las comodidades (…) para mantenerlas y educarlas, no queriendo tampoco enriquecer con el precio de la humanidad, ni menos sujetarlas al carácter o dura servidumbre de otro señor, tomé el partido de permitirles se mantuvieran como sirvientes en casas particulares (…) cuando vemos que las autoridades del Estado invitan a sus conciudadanos a celebrar el aniversario de independencia, tenemos el honor de poner en manos de V.E manumitirlos (….)”.42

En cumplimiento del Art. 12 que rezaba la prohibición para introducir esclavos al Estado de Nuevo León, así como la obligación que tenían los individuos de emanciparlos, el gobernador Manuel Castro libertó en acto público a los diez sujetos en 1827.43 Como se ha visto, la forma de legitimar el acto cívico de los festejos de Independencia, hacen referencia a un lenguaje que recoge valores modernos como la libertad, la igualdad, el patriotismo, pero también subsisten valores tradicionales como la fidelidad a la religión, y ahora al gobierno republicano. En ese sentido, las prácticas culturales descritas, recogen elementos simbólicos de las ceremonias y juramentos de la Monarquía española y sus reyes.44 Esta era una manera de revestir las tradiciones y prácticas culturales bajo las nuevas formas republicanas.45 Asimismo, la retórica republicana se enriqueció y legitimó con el trabajo de construcción de los héroes nacionales y de la creación de una identidad nacional. En Nuevo León, se afianzó la figura de Miguel Hidalgo y Costilla,46 y la Gazeta reprodujo desde los primeros números un escrito sobre el prócer: “Hoy Tula, ciudadanos, celebra el Fausto Día que nuestra suerte/nos concedió en Dolores, por las manos Del Héroe desgraciado, varón fuerte, que cubriendo oprobio a los hispanos, Grito lanzó de Independencia o Muerte (sic)”.47 De la misma forma que las descripciones de las fiestas patrias locales reafirman la imagen del prócer, se legitima el orden republicano federal: “Viva la religión, 86

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

la independencia, la Federación, la Libertad (…)”, eran los papeles tricolores, mientras que en el recién construido puente Hidalgo se leía un gallardete con la leyenda: Nuevo León agradecido al héroe de Dolores, D. Miguel Hidalgo y Costilla. Ser patriota no significa sólo participar en los ritos ceremoniales de Independencia, incluyó también colaborar en el proceso de construcción de la nación y bienestar del Estado. Los nuevoleoneses fueron parte de ese objetivo a través de la creación de las primeras sociedades patrióticas y lo que podríamos llamar la educación patriótica. Las sociedades patrióticas,48 antecedente de la formación de las asociaciones económicas modernas,49 fueron un espacio de representación que posibilitó la reunión voluntaria de ciudadanos que tenían un especial interés en la protección y fomento de la actividad económica.50 La idea era que los miembros procuraran propagar conocimientos sobre el valor del desarrollo de la economía y la riqueza de bienestar de la sociedad en las áreas de agricultura, minería, tráfico, economía doméstica y rural, ciencias exactas, auxiliares y otras.51 El fomento al pensamiento ilustrado, la educación científica y cultural, y la difusión de conocimientos útiles para mejorar la producción,52 era un objetivo bien compartido por los editores de la Gazeta en la sección sobre noticias útiles, sobre agricultura, artes y ciencias.53 Incluso, sabiendo que algunos de los miembros de la sociedad patriótica colaboraron en otras instituciones de orden político,54 es factible que intervinieran y se interesarán en leer la temática de contenidos antes descrita.55 Además, el deseo de la sociedad patriótica, de contribuir al progreso social, con la difusión de luces de la Ilustración, se resumió también en prácticas de “utilidad y servicio común” para mejorar la patria,56 como lo fueron la ya mencionada organización de celebraciones cívicas y religiosas, la recaudación y contribución de fondos para obras de defensa, y la instalación de escuelas educativas para adultos.57 Por último, otro elemento a destacar dentro de la formación del patriotismo en la Gazeta, resultó ser la sección titulada “Variedades” que se publicó en varios números durante el año de 1831. En ella, se explicó el concepto de patria como el amor que sentía todo hombre por su país, es decir, se expuso como sentido de pertenencia: “así al lugar que por primera vez aparecimos en el cuadro de seres, de donde recibimos, las más gratas impresiones […] cuya memoria siempre nos recrea, la multitud de objetos a lo que estamos unidos por vínculos sagrados”.58 Se instruía así a los lectores que la Patria era símbolo de la madre a la que hay que cuidar y defender, “ya que el hombre no se desprecia así mismo, tampoco se desprecia ni sufre que se desprecie su patria que reputa como parte suya”.59

87

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

Ser patriota, era entonces una “virtud cívica” que habría que cultivar y también probar. Así, en el contexto de las luchas partidistas entre grupos masónicos, la idea del patriota, era utilizado en 1831, para señalar al grupo de masones yorkinos como “traficantes del patriotismo” que se dejaban de llevar por “un interés de aspiración individual”. En dicha opinión, se reafirma al “verdadero patriota cívico” como el hombre que contribuye con sus luces y recursos al bien de la patria y cuida de no contrariar a la opinión general que produce un mejor efecto que la particular”.60 El tema sobre las representaciones culturales y prácticas políticas no estaría descrito sin el punto sobre la construcción de la ciudadanía. Hablar de modernidad, como se citó más arriba, es hablar sobre la invención del individuo. La élite local nuevoleonesa hizo emerger en sus discursos al individuo —un hombre, como lo menciona Guerra, “desligado de sus vínculos con la sociedad de antiguo corte estamental y corporativo—”61 como el sujeto normativo de las instituciones y valores que se crearon en el sistema republicano federal.62 Así, el tipo de vínculo jurídico-político que se asentó entre el Estado y el individuo63, mostró ser en Nuevo León, un pacto consistente en reconocer a los individuos como los sujetos a los cuales procurarles goces, bienes, protección y seguridad, en sus personas y propiedades, a cambio de que queden sujetos a las leyes y obedezcan a sus mandatarios.64 En relación a la noción del ciudadano, fueron los propios políticos locales los que definieron sus características. De dicha clasificación legislativa se distinguen que: el ciudadano nuevoleonés mantiene el supuesto ideal marcado la legislación gatidana que identifica al individuo por ser nombrado como natural en oposición al extranjero, le otorga una condición de supuesta “igualdad y le da un connotado de vecindad”.65 El concepto de ciudadano es además incluyente, en el sentido que es concedida a todo aquel individuo que haya participado en la lucha de Independencia, a los extranjeros americanos con residencia de tres años, o a cualquier extranjero católico que cumpla con una residencia de seis años y cuenten con “familia, bienes raíces o alguna industria útil”.66 Por otro lado, excluye de este derecho, a todo aquel individuo que se naturalizará extranjero, por sentencia de suspensión bajo: sentencia ejecutoria, incapacidad física o moral, por ser deudor, no tener caudal, renta, oficio o modo de vivir conocido, por ser sujeto de proceso criminal, o no tener 21 años de edad.67 Como titular de los derechos políticos, el ciudadano tiene como obligación cumplir con deberes como contribuir a la seguridad del Estado (ya sea en impuestos o militarmente), contribuir con su voto al buen gobierno, y ser patriótico, “veraz, justo, benéfico, en suma virtuoso”.68 Hasta aquí, podríamos señalar las siguientes sentencias, la concepción del ciudadano nuevoleonés presenta una normativa amplia en su carácter de igual88

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

dad e individualidad y sentido de pertenencia a una nación abstracta.69 Sus atributos se confunden con el del vecino,70 pues retoma el origen de nacimiento y lo vincula a nociones morales de un estado privilegiado en que la dignidad, la virtud y la capacidad de deber colectiva de la comunidad, son condiciones para ejercerla y conservarla.71 No obstante, su carácter de inclusión, en la práctica el ejercicio ciudadano se limitó casi exclusivamente a los individuos pertenecientes a la élite local republicana. De cualquier manera es importante registrar a la Gazeta como un elemento crucial para transmitir la serie de principios que sobre el ciudadano ideo el grupo político. Así se comparte una visión de inclusión72 en cuanto a prácticas culturales que consistieron en la lectura sobre los preceptos de la constitución y el modelo cívico ciudadano en las escuelas,73 y que fueron reforzadas a través de proyectos educativos y asistenciales, que evidencian el propósito de educar a los ciudadanos en sus derechos y obligaciones. Imaginando el estado de Nuevo León: creación de instituciones republicanas Como órgano oficial del Estado, la Gazeta publicó en su agenda temática toda la información y discusión concerniente sobre tareas legislativas y la ejecución de cargos políticos, en función de legitimar la correcta organización del orden republicano. Por ello, resultó fundamental verter en el periódico cada uno de los proyectos-leyes de orden político social-económico, con los que la élite local quería consolidar su propia visión de un Estado autónomo, eficiente, y capaz de regular el territorio y la vida de sus habitantes. De los proyectos que se plantearon durante la primera República federal en Nuevo León señalaremos tres tipos: el Tribunal de justicia, los planes sobre educación elemental y superior, proyectos de asistencia social, y agrupaciones económicas. El primer tema urgente en la agenda política, trata el derecho sobre ejercer e impartir justicia dentro del propio Estado. Los antecedentes sobre la instauración de un Tribunal de Justicia en el territorio, son las peticiones hechas por Ramos Arizpe para que Saltillo fuera su sede principal. La postura del Ayuntamiento de Monterrey fue argumentar las cualidades de la metrópoli para exigir en ella su instalación y no en Saltillo.74 Una vez autónomo el Estado, el proyecto se consolidó en el decreto 30 (20 abril 1825). La Gazeta incluyó en sus páginas detalles sobre la financiación, el número de magistrados, la estipulación de un reglamento, el tipo de procedimiento para resolver causas criminales, entre otras bases de la institución.75 Por último, se informó la elección de los magistrados, el Lic. José Alejandro Treviño, Pedro Agustín Ballesteros y Rafael de Llano. Todos ellos, iniciadores de la jurisprudencia en forma práctica y educativa. 89

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

Por otro lado, un segundo tema de carácter social que trataron ampliamente los funcionarios locales, por ser la “base fundamental de todo gobierno constituido, [...] firme áncora de la libertad de los gobiernos representativos”,76 fue la educación. Con el objetivo de formar y educar a los nuevos ciudadanos cívicos, el gobierno tomó medidas para difundir la educación pública gratuita,77 por lo que decretó un Plan de instrucciones públicas y prevenciones generales.78 Este documento de características ilustradas y liberales es una de las primeras leyes79 que concierne a la enseñanza pública en las escuelas de primeras letras y otras instituciones sociales, como la Casa de Beneficencia Pública. El Plan de enseñanza comprendió elementos como: permitir la libertad de enseñanza, promover licencias para fundar escuelas elementales, enseñar la doctrina cristiana a la par de la formación cívica,80 la nula mención sobre difundir la enseñanza mutua del sistema lancasteriano,81 así como en puntualizar sus propios métodos educativos, libros, materias y ejercicios.82 Las ideas en torno a extender la instrucción pública continuaron en la teoría de fundar un nuevo instituto para enseñar nociones de urbanidad,83 e incluso, se mencionó la intención de crear un organismo o Intendencia de Instrucción Pública84 que coordinará sistemáticamente la educación. No obstante, la realidad se impuso con cifras que apuntaron que entre 1827 y 1831 existieron de 27 a 30 escuelas, la mayoría atendidas por particulares y padres de familia.85 La situación no cambió mucho hasta la década de los sesentas del siglo XIX, cuando a consecuencia del desarrollo económico, la educación tomó un renovado impulso y crecimiento. Vale la pena mencionar también el tema de la educación superior. Un giro sustancial se dio en 1827 cuando por decreto se habilitaron lo grados de Teología y Derecho en el Seminario Conciliar de Monterrey. Tiempo antes el gobierno circuló una invitación86 para que algún individuo que quisiera fundar en la capital de Monterrey cátedras educativas, pero quien inauguró la Cátedra de Derecho Civil y Canónigo, fue el Lic. José Alejandro Treviño Gutiérrez. Así, con la resolución y disposiciones elaboradas por la clase local para otorgar finalmente los títulos universitarios,87 se logró abrir un espacio de ascenso social que formó a los primeros abogados de Nuevo León: José de Jesús Dávila y Prieto, Juan Nepomuceno de la Garza y Evia y Bernando Ussel y Guimbarda.88 De forma similar, resultó el proyecto de instaurar la cátedra de medicina y cirugía del Estado. El Plan de instrucción pública (1826) señaló en los puntos 35 al 37, la necesidad de destinar una vacante de profesor a un médico cirujano de “virtuoso talento”. En 1829, apareció un sujeto idóneo para ocupar el puesto. Este doctor fue Pascual Constanza, personaje de origen italiano, que aceptó la invitación del gobierno para establecer la primera escuela de medicina. Habiéndose discutido suficiente el asunto, se realizó una contrata para 90

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

que el Estado anticipara el pago de los servicios del médico por una cantidad de 800 pesos anuales, a razón de 6 años y con el arreglo de que el Dr. Constanza se hiciera cargo de asistir el hospital de la ciudad en atención a las autoridades eclesiásticas encargadas de administrarlo.89 Constanza llegó a Nuevo León dispuesto a fundar las cátedras de medicina y anatomía, pero la condición de su salud y la decisión del gobierno para rescindir el contrato, debido a la falta de fondos concluyo con la corta vigencia de la escuela de medicina.90 Las consecuencias fueron desalentadoras para los cinco estudiantes inscritos: Francisco Gutiérrez, Carlos Ayala, Pedro González Anaya, Antonio Cuéllar y José María Carillo. De ellos, sólo dos, pudieron finalizar sus estudios, Francisco Gutiérrez, quien se educó en París y lamentablemente murió al poco tiempo de regresar a México; y Carlos Ayala, quien se graduó en Guadalajara y ejerció su profesión en Monterrey.91 Como ya se ha visto, el gobierno local tenía un particular interés en difundir la Ilustración en la educación, por ello, resolviendo adjudicarse una tarea reservada por años a la Iglesia, y motivada por el deseo de administrar con orden y utilidad a los individuos de la sociedad, decidió establecer una Casa de beneficencia que fuera no sólo caritativa y asistencial, sino también correctiva y educativa para el Estado.92 Sus propósitos consistían en: “1. socorrer al verdaderamente necesitado, y 2. volver al ciudadano útil a la sociedad en todo lo que perjudica y turba con sus vicios, que gasta en forma ociosa el sudor y el trabajo de los ciudadanos laboriosos y honrados”. Se planteó que las personas destinadas a beneficencia serían: • En beneficencia: muchachos desamparados o vagabundos, quienes sus padres no cuidan bastantemente; los locos que no cuidan sus deudos para que no perjudiquen; los mendigos verdaderamente necesitados de socorro; los que buscan trabajo y no encuentran; los que piden voluntariamente estar ahí porque así les conviene. • Por corrección podían ir: los muchachos quienes sus padres quieran poner allí por incorregibles; los que piden limosna por no trabajar; los que no tienen oficio o modo de vivir conocido o teniéndolo no lo ejercitan; los vagos jugadores ebrios; amancebados; viciosos y ociosos de cualquier género; los peones o criados amancebados que se reúnen devengar con su leal trabajo el dinero recibido a cuenta de él; los malcriados; las mujeres ociosas o rameras”.93 El método de corrección que se formuló era el siguiente: cualquier persona que calificara en el perfil de ingreso descrito, debía ingresar a la Casa y ponerse a cargo de un “amo honrador, labrador o empresarios”, el cuál les enseñaba su oficio. A la inversa, los mismos jefes o maestros podían hacer petición de personas más a propósito para su empresa, trabajo o industria. El Artículo 10 91

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

del Plan de instrucción pública lo señaló así: “Se exhorta a los dueños de tenerías, obrajes y otras fábricas y a los maestros de oficios mecánicos a que en pro de sus semejantes y de toda la sociedad sean liberales y francos en admitir aprendices celosos en su enseñaza y arreglo”.94 Por otro lado, las personas destinadas a la beneficencia —nos referimos a los niños huérfanos, las personas sin oficio, vagos, etc.— tenían la misma obligación de aprender alguna industria útil, si sus padres no les habían podido instruir en alguna, educarse en la enseñanza elemental y principios cívicosreligiosos. El método incluyó una clara separación de los sexos y sus respectivos empleos, a las niñas se les consideró para instruirlas en la elaboración de cintas, zapatos, y ropas o en la elaboración de cigarrillos, en cambio, a los hombres “sanos y robustos”, se les pensó para emplearlos en labores u oficios de tipo más mecánico.95 Con este proyecto y método, el Estado quería así incursionar en la resolución de asuntos públicos, como lo son la pobreza, la vagancia o el desamparo.96 En el proceso se observó la visión de un carácter paternal y un marcado interés por fomentar la instrucción de las artes e industria en esos individuos, por regenerarlos en su moral y considerarlos en cuanto a su capacidad de ser útiles y generar riqueza para el bien común. Anteriormente se trató el tema de las asociaciones individuales con el ejemplo de la sociedad patriótica. Junto a ella, existieron también otras manifestaciones escritas y prácticas de carácter ilustrado. Este es el caso de la invitación de “Un nuevo-leonés”, artículo impreso en la Gazeta en el año de 1827, que habla sobre la necesidad de fundar asociaciones económicas en el estado de Nuevo León. El escrito pronunció su marcada admiración por el espíritu de asociación inglés en contraposición al español, pues éste permitía fundarlas, favoreciendo al empresariado, “de suerte que no hay objeto ni necesidad, utilidad, beneficencia o industria que no esté promovido por alguna asociación voluntaria”.97 Alrededor de los escritos de la época que caracterizaban a Nuevo León como un Estado pobre y de corto capital, surgió la adopción por los grupos de asociación para fomentar la economía, así lo señaló el nuevoleonés: “Creo que al Estado pobre de Nuevo León le sería muy útil y ventajoso que en sus habitantes se generalizaran las asociaciones voluntarias o compañías, porque lo que no puede uno solo, pueden muchos juntos, y porque siendo sus capitales muy cortos, pueden por sí solos emprender cosas grandes sin la unión y protección de otras personas. Por tanto me tomo la libertad de invitar y suplicar a los conciudadanos de este Estado, a que se reúnan en compañías, tanto para aumentar el comercio, como para fomentar la agricultura y perfeccionar la industria”.98

92

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

A través de la Gazeta, el autor llama a sus conciudadanos a ejercer su patriotismo, fomentando la agricultura de cultivos como el cáñamo, la viña, la grana y otros que según el autor, podían producirse en el territorio. Respecto a la industria, propone establecer, la que sería una de las industrias pioneras de la industrialización de Nuevo León, una fábrica de hilado y tejidos. Asimismo, se mencionan un par de sugerencias más respecto a los proyecto del gobierno local: la educación y la beneficencia. En ese tema, las exhortaciones del nuevoleonés, fueron escuchadas, al menos parcialmente, pues en lo que se refiere al caso de la Casa de beneficencia pública, su idea sobre poner al mando una junta de ciudadanos ilustrados ricos y benéficos que promoviera contratos industriales con la mano de obra de los internos con el mismo Estado, fue verídica. Ese ejemplo lo constituyó un grupo de mujeres que regenerándose en la Casa, trabajaron elaborando algodón en el año de 1831.99 No obstante no ha sido hallada evidencia que muestre que dicha industria haya tenido un carácter más formal. Por último, es poco lo que se puede decir del segundo proyecto: la fundación de una escuela siguiendo el sistema Lancasteriano, es bien documentada la atención prestada al método de enseñanza mutua desde la época de Iturbide y su reconocimiento educativo hasta la década de los cuarentas del siglo XIX. Fue en esas mismas fechas cuando Nuevo León fundó la primera sociedad lancasteriana.100 No obstante, lo infructuoso de los resultados, la élite nuevoleonesa continuó alimentándose del ideario ilustrado a través de la prensa, ya sea que los editores de la Gazeta reprodujeran un artículo subrayando la necesidad de las asociaciones para alentar la industria y a la agricultura como fuente de riquezas,101 o retomaran la noticia de instalación de la sociedad mexicana de agricultura e industria.102 Sin embargo, promover las actividades industriales ya sea por impulso del gobierno o por la labor de las juntas, fue un objetivo que se concretó hasta la siguiente década, cuando se fundó en 1842 la primera “junta de fomento”. Entonces, sujetos claves para el desarrollo del capitalismo y la industria nuevoleonesa de finales del siglo XIX y XX, se asociaran en las juntas revisoras de establecimiento industriales (1842) y en la junta de minería (1852). Personajes como: Gregorio, Zambrano, Rafael Francisco de la Garza, Benito Martínez, Ramón Quiroz, Pedro Calderón, Jacinto Lozano, Santiago Belden, Felipe Sepúlveda, Francisco L. Mier, Juan Clausen, Juan de la Garza Martínez, entre muchos otros nombres, se convertirán en los promotores de las industrias de trigo, destilería de azúcar, licores, tenerías y talabarterías.103 Al mediar el siglo esta élite se encaminará hacia la acción de la acumulación de capital y la fundación de empresas e inversiones.

93

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

Conclusiones Como hemos visto, en la Gazeta Constitucional del estado de Nuevo León de la época del primer federalismo mexicano, se descubren dos funciones. Una se relaciona con su capacidad para ser utilizada como un instrumento propagador de las bases republicanas y sus instituciones. Así tenemos que la clase política le instituyó un carácter de órgano oficial destinado a circular órdenes y decretos entre el público lector. La Gazeta era entonces como una ventana donde se podían conocer las leyes, a más de observar los actos de sus gobernantes y funcionarios. El periódico tomó el papel de difundir la visión que formularon los políticos sobre un Estado soberano y capaz. Con el establecimiento del Tribunal, se otorgó el derecho de ejercer la soberanía jurídica para poder resolver las “causas criminales y reclamos de poder” que hacían los habitantes. Por otra parte, la capacidad representativa del Estado se extendió a la administración de la educación y la beneficencia. Respecto a la primera, vemos como se reconoció a la educación como la institución responsable de ilustrar y formar a los nuevos ciudadanos cívicos. Por ello, el esfuerzo en elaborar la primera ley de instrucción pública, que aunque limitada en su práctica, constituyó un esfuerzo significativo por expandir (con ayuda de otros actores) la educación básica en los municipios. En tanto, el impulso a la educación superior, denotó el interés por profesionalizar las carreras de derecho y medicina. Gracias a ello, el Seminario, continuó siendo por muchos años más, un espacio de trascendencia insoslayable para la formación y ascenso de los individuos que suplieron la necesidad que había de puestos de letrados durante la segunda mitad del siglo XIX. Sin el mismo éxito de permanencia, la escuela de medicina evidenció la preocupación del gobierno para formar especialistas que atendieran la salud de la población. Todo un problema, considerando la asistencia de patronas, curanderos y de falsos médicos, que la misma Gazeta señaló en repetidas ocasiones. En cuanto a la beneficencia pública, se creó una institución que se distinguió por su carácter caritativo-asistencial a más de ser correctiva-educativa. El propósito del establecimiento era volver al ciudadano virtuoso y útil al Estado, instruyéndolo en la educación y principios religiosos, a más de fomentar en él valores como el trabajo, la cooperación, la obediencia. En tanto, el escrito del nuevoleonés alude a crear grupos de asociación para fomentar la economía en los rubros de agricultura e industria. El espacio dado para alentar la formación de asociaciones económicas, y en particular, de la práctica de las sociedades patrióticas, plantea un primer cercamiento en torno a lo que sería los inicios de una esfera pública (literaria). Se advierte también que pese a que la sociedad sigue los lineamientos de estar organizada con base a la razón y con el carácter “supuestamente” igualitario de sus miembros, su principal objetivo es difundir el ideario ilustrado con 94

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

base al progreso, y no verter la discusión de asuntos de interés público. El énfasis puesto en las asociaciones residió en su capacidad de reunir a una serie de individuos interesados en solventar los problemas inmediatos de su Estado o población. En relación a la formación del patriotismo como virtud cívica, encontramos una segunda función de la Gazeta, la de ser instrumento difusor de la modernidad centrada en el ciudadano y sus prácticas políticas. El primer impulso para sentirse parte de la nación mexicana se construye a partir del código de representaciones y patrones culturales que hemos descrito en las ceremonias del 16 de septiembre. La adopción del lenguaje moderno está presente en los discursos y símbolos. En ellos, la patria es vista como la madre que hay que cuidar y defender, la libertad es el valor máximo asociado al derecho de ser una nación libre e independiente. En ese mismo sentido, se entiende a la igualdad, pues eliminada la condición de esclavitud para cada individuo, se es libre. Una idea ilusoria, ya que en los discursos del periódico subsisten argumentos que alientan la conservación del orden y la estratificación social, como lo sugiere el mismo concepto de ciudadano. Para cerrar el trabajo, diremos que la Gazeta transmitió un modelo ciudadano que se podría resumir en una frase que repitieron constantemente los políticos de la época y que resumió el interés del grupo local por difundir el ideal de ciudadanía que sentó las bases para hablar de los inicios de una identidad local: “amar a la patria, ser justo, benéfico, virtuoso”. Es decir, el ciudadano debía conocer sus derechos, cumplir con las obligaciones marcadas por la Constitución local, contribuir con su voto en las elecciones, formarse en los principios cívicos y religiosos, acudir a defender la nación y el Estado; pero sobre todo, respetar y defender las leyes, además de obedecer a sus mandatarios. Ese era el pacto jurídico entre el Estado y el individuo, y finalmente, la principal razón de la creación y el título del periódico, así lo expresó la misma publicación en su número 262: “el título de la Gaceta gobierno institucional, ¿qué otra cosa quiere decir este periódico en que se defiende la constitución, y las leyes y las autoridades constituidas por éstas mismas leyes? (sic)”.104

L 95

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS

Notas 1

A lo largo de su historia la Gazeta Constitucional de Nuevo León ha cambiado de nombre y frecuencia de publicación. A partir de 1867 y hasta el presente se edita con el título de: Periódico Oficial del estado Libre y Soberano de Nuevo León. En la presente investigación nos ocuparemos de estudiar su primera etapa que va desde agosto de 1826 hasta el término de la Primera República Federal en 1835. En ese periodo el semanario presenta una interrumpida continuidad de publicación, sólo alterno con el primer periódico de oposición El Antagonista, publicado durante algunos meses de 1831. 2 Habermas, Jürgen, Historia, 1990, p. 56. 3 Sacristán, Cristina y Pablo Piccato, Actores, 2005, p.12. 4 El tema de la exclusión de las mujeres en la esfera pública ha sido de las mayores críticas que se le han hecho al modelo de Habermas, ya que “sólo los hombres están capacitados para despojarse de su identidad privada y ser los únicos capaces de expresarse políticamente en término de interés general (Landes en Piccato, Actores, 2005, p. 17). Al respecto, Habermas afirmó que tal exclusión debe ser considerada como un rasgo constitutivo de la construcción histórica de la esfera pública, puesto que “las estructuras domésticas de autoridad habría sido concebidas bajo esa división de género; Habermas en Piccato, Actores, p. 17. 5 Guerra, Francisco Xavier y Annick Lempèrière, Modernidad e Independencia. Ensayos sobre las revoluciones hispánicas, México, México, FCE-MAPFRE, 2000. 6 Piccato ha criticado el modelo dicotómico del análisis régimen-modernidad de Guerra, previene que es mejor pensar en términos menos cargados de “connotaciones culturales”, a cambio, ha reconocido las objeciones que Guerra y Lempèrière hicieron del modelo de Habermas, entre ellos: la acentuación que hizo a las formas escritas y elitistas, por encima de los medios discursivos más accesibles, como el libelo, el chisme y el rumor; así como la escasa de atención prestada a las prácticas representativas, o de la ausencia de una burguesía entre otros, en Piccato, Actores, p. 22-23. 7 Thompson, Media, p. 17. 8 Thompson, señala cuatro cambios que se pueden documentar en relación a la modernidad: la primera es el papel jugado por la Iglesia y su pérdida en el monopolio del poder simbólico político; el segundo cambio, trata de la expansión del conocimiento científico y el pensamiento secular, lo que llevó al racionalismo. Un tercer cambio, relacionado con éstos dos últimos, es el desarrollo de la imprenta y los medios de comunicación, en Thompson, op. cit., 1998, p. 78-80. 9 Ibíd., 1998, p. 100. 10 El lenguaje político del ciudadano en favor de la libertad, contra la despotismo, y donde se difundieron rápidamente como opinión, pueblos y soberanía, en Del Palacio, Disputa, 2001, p. 27. 11 Guerra, Modernidad, 2000, pp. 313-330. 12 González, “Formación”, 2002, vol. 1, pp. 21-40. 13 Archivo General del Estado de Nuevo León (AGENL), Fondo Memorias de Gobierno, Informe del gobernador Manuel Gómez Castro, 1827. 14 Desde las postrimetrías del siglo XVIII la élite hablaba de la conveniencia de sumar un nuevo organismo de carácter religioso y educativo, pero debido a la situación económica, el Seminario permaneció como única institución hasta el advenimiento del Colegio Civil en 1857, véase Galindo, Provincialismo, 2005, p. 81, 83. 15 Gracias al carácter mixto de la propiedad, la clase económica de Nuevo León consiguió diversificar sus actividades comerciales en otras esferas, como: la herencia, la transferencia de bienes raíces y el desarrollo incipiente del comercio, véase, Galindo, Provincialismo, 2005, p. 167. Según un análisis de Rocío González, sería esta capacidad de diversificación de capital en conjunto a la protección de sus propios intereses a través de los puestos públicos, la que daría a la

96

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

élite nuevoleonesa la ocasión de constituirse en clase acumuladora de capital y más posteriormente, conformarse en la burguesía promotora de la industrialización a finales del siglo XIX, véase, González, “Formación”, 2002, vol. 1, pp. 23-24, 29. 16 En el Archivo Histórico Municipal de Monterrey (AHM) y el Archivo General del Estado de Nuevo León (AGENL) se encuentran las actas y documentos sobre la correspondencia epistolar que Mier mantuvo con el eclesiástico y miembros del Ayuntamiento, Bernandino Cantú. Por su parte, Arizpe, tuvo una marcada influencia en las ideas liberales de figuras locales como José María Parás y Manuel María de Llano. 17 González, Nuevo, 2006, p. 86. 18 Ibídem. 19 Gazeta 1, 3 de agosto de 1826. 20 La segunda imprenta fue recuperada por órdenes que Mier dirigió al eclesiástico Bernandino Cantú, consular AHM, Principal, vol. 2, exp. 16 y exp. 20. En la actualidad, la máquina impresora es exhibida en el Museo Regional del Obispado de Monterrey. 21 Bangs practicó el oficio en las ciudades señaladas durante algunos. Posteriormente, volvió en forma definitiva hacia Estados Unidos, ver Yzcoa, Prensa, 1997. 22 Respecto al documento que mencionan la reforma del Alcalde Manuel María de Llano consultar: AHM, Impresos II, correspondencias, vol. 20, exp. 10, folio 2. Para más detalles, sobre la circulación del impreso de Llano, véase la investigación inédita de Derbez, manuscrito, 2007. 23 Ibídem. 24 Las ocho secciones fueron: Series de Leyes y Decretos y Extractos de las Actas de Congreso, secciones donde se publicó leyes y proyectos del Congreso local. La tercera sección de Memorias. Notas, estados y planas, registraron documentos de orden económico social, por ejemplo, estados de escuelas de primeras letras, estados de contribución de impuestos, entre otros. La cuarta sección corresponde a Extractos de autores clásicos, ahí se publicó a los clásicos pero también, información relacionada con la agricultura, artes y ciencias. La sexta sección es sobre Noticias nacionales y extranjeras, donde las reproducciones ocupan la mayor parte de las páginas del periódico. Algunos de los temas más relevantes fueron: la Conspiración del Padre Arenas, las leyes de expulsión de los españoles en 1827, el problema del Patronato Real, la masonería, la forma de gobierno, entre muchos otros. La séptima sección la de Avisos es de contenido misceláneo, las notas van desde anuncios de ciudadanos que ofrecen sus servicios profesionales, cartas sobre el aspecto de la ciudad, noticias sobre fugas de reos, por mencionar algunos. Por último, la sección de Comunicados y suplementos, se encuentran invitaciones para la creación de asociaciones con el fin de alentar el comercio y la industria, así como algunas exposiciones sobre altercados con las autoridades municipales y textos instructivos sobre cómo debe conducirse un ciudadano. 25 Pliego formado por cuatro páginas, a dos columnas y con un tamaño de 20 a 22 centímetros. 26 Garza, Algunos, 1995, p. 200 27 Una lista de suscriptores hallada en el Archivo del municipio de Santa Catarina, ejemplifica la clasificación económica expuesta de los lectores, véase Derbez, manuscrito, 2007. 28 Torres, Periódico, 2001, p. 16. 29 Ibídem. 30 Harmondwirth y Penguin en Thompson, Media, p. 17. 31 Se nombraba Juntas cívicas a las juntas creadas para organizar el ceremonial de la Independencia de México. Posteriormente, se les designó juntas patrióticas en los gobiernos centralistas, sobre todo, cuando el asunto refería a su papel como receptoras de fondos o contribuciones para la guerra, y la procuración de recursos entre miembros de la élite, ya fuera para sostener en las fiestas cívicas a la escolta militar que garantizaba la seguridad de las personas o para reforzar la defensa de la Intervención norteamericana en territorio mexicano en 1846, en González, “Formación”, 2002, vol. 1, p. 27. 97

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS 32

Ibídem. Entre los años de 1845 y 1852, las juntas cívicas alcanzaría un grado de desarrollo importante, incorporando en sus filas a miembros con renombrada carrera político-militar, tal es el caso de Mariano Arista, Francisco Mejía, Antonio María Jáuregi y María Ortega, por mencionar algunos. Durante esa temporalidad la comisión de fondos de la junta se dividió en cuatro: un grupo de comerciantes, otro grupo de eclesiásticos, un grupo compuesto de médicos, abogados, empleados, y en un último grupo, los militares. Lo anterior se data como un ejemplo de la recomposición e importancia de la económica que tomó la élite nuevoleonesa a mediados del siglo XIX. 33 Gazeta 273, 13 de octubre de 1831. 34 Los funcionarios que se reunían para atestiguar y participar en el acto eran: el gobernador, diputados del Congreso local, la junta cívica, magistrados del Tribunal de Justicia, el jefe militar, personal de Hacienda y Secretaría, en sí “todos los empleados que disfrutan del Estado y la federación, AGENL, Fondo Correspondencia, caja 13, septiembre de 1827. 35 Gazeta 273, 13 de octubre de 1831. 36 AHM, Correspondencia, serie Ayuntamiento de Monterrey, vol. 20, exp. 7, 13 de septiembre de 1831. 37 El compromiso de vestir a 6 niños pobres de escuelas fue parte de labor social de las comisiones de la junta cívica de los festejos del 16 de septiembre de 1831, en Gazeta 273, 13 de octubre de 1831. 38 Gazeta 273, 13 de octubre de 1831. 39 AHM, Actas de Cabildo, vol. 3, exp. 64, 18 de noviembre de 1821. 40 El himno completo se lee en la Gazeta 273, 13 de octubre de 1831. 41 Ibídem. 42 AHM, Correspondencia, serie Ayuntamiento de Monterrey, vol. 20, exp. 7, 13 de septiembre de 1827. 43 AGENL, Correspondencia de Gobernadores, caja 12, septiembre de 1827. 44 Desde el entramado de la plaza pública con sus adornos, el desfile (sin distinción) de autoridades, el gesto de caridad de vestir niños pobres, o las lecturas y/juramentos, son elementos que ya habían sido utilizados en actos del antiguo régimen español. Para comprender algunos de estos elementos simbólicos, ver Fraquet, “Alteza”, en Mínguez y Chust (comp.), Imperio, 2004, pp. 254-276. 45 Ríos, Formar, 2005, p. 23-24. 46 El mito y origen de la nación mexicana tuvo como base dos fechas de orden simbólico: la insurrección de Miguel Hidalgo y la entrada de Agustín de Iturbide y el ejército Trigarante a la ciudad de México. La predilección de una y otra figura por parte de los políticos fue obra de acontecimientos políticos, sociales y económicos, en Ríos, Formar, 2005, p. 183-185. En Nuevo León, existen elementos que constatan que pese a la ambigüedad de la clase política para elegir héroe, ésta optó por Hidalgo. Los hechos que respaldan la sentencian son: el rechazo del Ayuntamiento de Monterrey para realizar la jura del “libertador de Patria” Agustín de Iturbide, acompañada de la acusación hecha por el Jefe Político Gaspar López por suspender indefinidamente la jura hasta la resolución del Congreso Nacional. Al final, la postura del Ayuntamiento se uniformó con el resto de las provincias a favor de la disolución del Congreso Nacional de Iturbide y el Plan de Casa Mata. Consultar: AHM, Actas de Cabildo, vol. 3, exp. 38, 30 de mayo de 1822, exp. 42 y 45, con fechas de 10 a 26 de junio, respectivamente. 47 Gazeta 9, 28 de septiembre de 1826. 48 Las sociedades patrióticas de amigos del país se originaron en Europa en la segunda mitad del siglo XVII. En América Latina, se crearon diversas sociedades en las ciudades de Guatemala, la Habana, Lima y Granada. En la Nueva España, Veracruz y Chiapas (entonces provincia de Guatemala) establecieron sin éxito sus propias sociedades. En 1822, se presentó un proyecto de funda98

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

ción de sociedades a cargo de Juan Wenceslao de la Barquera, político y letrado de la época, sin embargo, no prosperó a causa de la instauración del régimen federal de 1824, Ríos, Formar, 2005, p. 90. 49 Gil Novales y otros estudiosos han planteado que las Sociedades Económicas formadas en el último tercio del siglo XVIII en España fueron un espacio de reunión para personajes intelectuales, economistas y políticos. Las sociedades ejercieron una influencia decisiva en la formación de las Sociedades Patrióticas de Amigos del País, y éstas a su vez en el origen de las instituciones económicas modernas, Gil Novales en González, “Formación”, 2002, vol. 1, pp. 27. 50 La estructura interna de la Sociedad patriótica funcionaba de la siguiente manera: el ciudadano que pedía su afiliación a la sociedad debía mandar en forma voluntaria una solicitud de admisión, luego era validado mediante la votación de los integrantes. Igualmente la misma sociedad podía proponer espontáneamente el nombramiento de socio a los individuos que poseyeran “las cualidades o actitud” para influir en sus fines. Los nombramientos tenían vigencia por un año y tenían el carácter de ser reelegibles, en Decreto 83 sobre las sociedades patrióticas, en AHCENL, tomo 4 de debates, sesión 1 de marzo de 1827. 51 Gazeta 33, 15 de marzo de 1827 y Decreto 83 sobre las sociedades patrióticas, consultado en AHCENL, tomo 4 de debates, sesión 1 de marzo de 1827. 52 Ríos, Formar, 2005, 90. 53 En mención al tema se reprodujeron las siguientes notas en el periódico: el anuncio sobre la instrucción del cultivo de lino y su beneficio, hilado y tejido proporcionado por Beltrán Videgaray en la tenería de don José Antonio Rodríguez (1826), la reflexión sobre la necesidad de generalización de asociaciones voluntarias para lograr el fomento económico (1827), la copia de la solicitud de los artesanos de Veracruz para instalar en su seno una junta protectora de artes (1828), las recomendaciones para leer las obras académicas del prebístero D. Antonio Alzate (1831), entre otros. Ver: Gazeta 22 (22 dic. 1825), 25 (18 enero 1827), 84 (6 marzo 1828), 268 (8 septiembre 1831). 54 Nos referimos principalmente a espacios como el Ayuntamiento, el Congreso o incluso, los grupos de sociabilidad, donde se rotaron personajes como: El Lic. Juan Nepomuceno de la Garza y Evia, Manuel María de Llano, el canónigo José Ángel Benavides, todos ellos miembros de la mesa directiva de la sociedad patriótica de 1841. Se incluyen también en el registro, los nombres de Domingo Martínez, Juan de la Garza Treviño, el presbítero Juan José García, cura del Sagrario de la Catedral; Felipe Sepúlveda y Francisco Zambrano, en González, “Formación”, 2002, vol. 1, p. 28. 55 La Sociedad Patriótica tenía el plan de suscribirse a algún periódico de interés, sin embargo, no existe documentación que indique que se llevó a cabo tal efecto. Por tal motivo, la conjetura de que la sociedad patriótica influía en los contenidos temáticos ilustrados del periódico, y que éstos a su vez eran lectores habituales, toma fuerza en la figura clave de Juan Nepomuceno de la Garza y Evia, magistrado de Justicia, quien se distinguió por ser socio en la Sociedad y escritor en la Gazeta. 56 Sobre el carácter de las sociabilidades modernas académicas comenta Guerra: “lo verdaderamente importante era que, puesto que la luz “las luces” está llamada de por sí a iluminar todas las cosas, todos los temas se convirtiesen en objeto posible de reflexión y que se pensase que su solución dependía del sólo uso de la razón bien empleada”, en Guerra, Modernidad, 2000, p. 28 57 En 1856, la sociedad cooperó de manera obligada con 200 pesos de sus fondos para construir cañones para el ejército del Norte. Por otro lado, en relación a las escuelas para adultos, éstas se fundaron en 1970, cada una contó con 16 y 25 alumnos. Las clases fueron gratuitas y fueron impartidas por los mismos miembros de la asociación, en González, “Formación”, vol. 1, p. 28. 58 Gazeta 270, 22 de septiembre de 1831. 59 Gazeta 271, 29 de septiembre de 1831. 60 Gazeta 273, 13 de octubre de 1831. 99

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS 61

Guerra, Modernidad, 2000, p. 13 La ciudadanía parte del supuesto de reconocer a los individuos como miembros de la nación a y sujetos a su jurisdicción. A su vez, el gobierno se compromete a cumplir con los derechos y obligaciones hacia los individuos, en Ríos, Formar, 2005, p. 19. 63 Venegas en Escalante, Ciudadanos, 2009, p. 19. 64 Gazeta 1, 3 de agosto de 1826. 65 Revisar los Artículos 13 al 16 de la Constitución de Nuevo León de 1825, en: Madero, Nuevo, 1998, p. 63. 66 Ibídem. 67 De dicho caso, sólo se exceptuaron a los sujetos casados que contarán con 18 años de edad. Posteriormente, en 1840 se legisló que no entrarían en uso de sus derechos civiles quienes tuvieran 40 y fuera analfabetas, Artículos 18 y 19 de la Constitución en Madero, Nuevo, 1998, p. 63. 68 Ibídem, Artículo 11. 69 Guerra, “Soberano”, 1999, p. 44. 70 Ibíd., p. 47. 71 Rosavallón en Guerra, “Soberano”, 1999, p. 47. 72 Para ver la formas de inclusión en espacios de formación de ciudadanía —prensa, asociaciones cívicas, escuelas, y otros— en el caso de Zacatecas, consultar Ríos, Formar, 2005. 73 La enseñanza y difusión de la Constitución local fue programada en las escuelas de primeras letras. Se solicitó a los ayuntamientos de cada distrito el cuidar de esa disposición, mientras que los párrocos eran encargados de explicar la Constitución en sus doctrinas, pues se quería formar un ideal de ciudadano cívico, moral y religioso, revisar decreto 44 con fecha de 16 de julio de 1826 en Gazeta 17, 23 de noviembre de 1833. 74 Según la ley, los habitantes del noreste de México debían resolver sus problemas de impartición de justicia en la Audiencia de Guadalajara o de la Intendencia de San Luis Potosí. Lo anterior, representó un problema debido a la carencia de tiempo y de recursos para efectuar dicho precepto. Con base a esa problemática, Ramos Arizpe presentó en 1811 un proyecto de intendencia para la ciudad de Saltillo. Sin embargo, la Corona Española rechazó la solicitud. Diez años más tarde, realizó una nueva petición para Tribunal de justicia, esta vez, ante la Junta Superior Gubernativa. En respuesta a la pretensión de Arizpe, el Ayuntamiento de Monterrey acordó enviar una exposición para exigir en su suelo: Tribunales Superiores de Audiencia, Silla Episcopal, Diputación Provincial, Comandancia General y Tesorería Nacional, ver AHM, Actas de Cabildo, vol. 3, exp. 59, 18 de diciembre de 1821. 75 Gazeta 11, 12 de octubre de 1826. Para revisar la composición de la Audiencia y su número de magistrados, consultar: Madero, Nuevo, 1998, pp. 88-90. 76 Matías Dávila Prieto, un ciudadano de Nuevo León de aquellos tiempos, dirigió al gobierno sus pensamientos acerca de lo que consideraba que era la educación, acompañándolo además de una propuesta para abrir en Monterrey una escuela de enseñanza elemental con sus objetivos, materiales y costos, consultar en AGENL, Fondo Concluidos, caja 16, exp. 27, enero-junio de 1831. 77 El título XVIII, artículos 253-255 de la Constitución, resume los ideales de educación gratuita sobre las bases de protección y fomento de la enseñanza de las ciencias, artes e industrias, como una base para enfrentar y extinguir la ociosidad y otros vicios, ver Madero, 1998, Nuevo, pp. 106-107. 78 Gazeta 149, 20 de mayo de 1829. Consultar también: Decreto Provisional 73, con fecha de 27 de febrero de 1826 en AHCENL, tomo 4, sesión 16 de febrero de 1826 y AHM, Impresos II, serie educación, planes y programas, vol. 6, exp. 3, folio 9, no. 1. 79 Dorothy Tanck de Estrada (1984) asienta en el artículo Ilustración y liberalismo en el programa de educación primaria de Valentín Gómez Farías que la primera ley de educación promulgada por los Estados republicanos fue la de Guadalajara (29 de marzo 1826), a ésta le seguiría la de Nuevo León, que aunque decretada en forma provisional (27 febrero 1826) fue sancionada con 62

100

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

fuerza de ley el 7 abril 1829, lo cual, indica que fue previa la promulgación del Plan General de Enseñanza Pública del estado de Zacatecas con fecha de 9 de junio de 1831. 80 Gazeta 149, 28 de mayo de 1829. Nuevo León difundió su propio “catecismo social” mediante sesiones de lectura de la Constitución en las escuelas de primeras letras, donde los párrocos, debían “explicar oportunamente la Constitución en su doctrina”. La lectura de la Constitución se destinó también para los estudiantes de Derecho, cada sábado por la tarde o en cualquiera otra clase, Gazeta 17, 23 de noviembre de 1826. 81 En México se adoptó el método lancasteriano en tiempos de Iturbide, pero hasta 1842, se reconoció su importancia para el desarrollo de la educación de las primeras letras en Ríos, Formar, 2005, pp. 142-143. Tomando en cuenta los problemas que pasaba por la educación en Nuevo León a comienzos del siglo XIX, particularmente, la carencia de fondos para fundar y mantener las escuelas, la falta de profesionalización de los maestros, y del constante auxilio de los vecinos y del clero eclesiástico en las tareas educativas; es comprensible que el impulso a las compañías lancasterianas surgiera hasta el año de 1844, cuando en mejores condiciones, el gobernador Manuel María de Llano fundó la sociedad lancasteriana de Nuevo León, Galindo, Provincialismo, 2005, p. 117. 82 En el Plan de instrucción se citan materiales educativos como los de Fleuri, Pintón y Torio, para más exactitud de estos detalles, revisar artículos 15-10 del Plan de instrucción pública en Gazeta 149, 28 de mayo de 1829. 83 AGENL, Fondo Memorias de Gobierno de Joaquín García, caja 2, 1831. 84 Galindo, Provincialismo, 2005, pp. 114-115. 85 Ibídem. 86 La invitación se circuló a través del Plan de instrucción pública, puntos 34-35, en Gazeta 150, 4 de junio de 1829. 87 El arreglo de los cursos de Teología y Derecho y todo lo referente a lo académico se resolvió con base a las constituciones de la Universidad de Guadalajara, para revisar los detalles consultar la Gazeta 32, 24 de mayo de 1827. 88 Galindo, Provincialismo, 2005, pp. 299-103. 89 Consultar la contrata entre el médico Constanza y Manuel María de Llano y Dr. José Simón de la Garza, en Gazeta 134, 19 de febrero de 1829. 90 AHCENL, Tomo 3, sesión 1 de junio de 1827 y en AGENL, Fondo Memoria de Gobierno de Joaquín García, caja 2, 1831. 91 Galindo, Provincialismo, 2005, p. 100. Sobre la estructura interna de la Casa de Beneficencia, costos y reglamento, consultar AHM, Impresos II, reglamentos, decretos y circulares, serie municipales, vol. 20, exp. 8, folio 12. 92 AHM, Correspondencia, serie Ayuntamiento de Monterrey, vol. 16, exp. 5, folio 1. 93 Gazeta 150, 4 de junio de 1829. 94 Ibíd., 149, 28 de mayo de 1829. 95 Ibíd. 96 Lamentablemente no hay suficiente información que dé cuenta sobre los alcances o beneficios de la Casa de beneficencia, pues fuera del dato de la corrección de las mujeres regenerándose en la elaboración de algodón (1831), todo parece indicar que entre 1832-1833 se sufrió una crisis de escasez de erario, lo que hizo que paulatinamente, la Casa quedara en el olvido. AHM, Impresos II, reglamentos, serie vida cotidiana, vol. 21, exp. 3, folio 11 y AGENL, Fondo Correspondencia de Alcaldes Primeros, caja 4, oficios 1833, 1834 y 1852. 97 Gazeta 25, 18 de enero de 1827. 98 Ibíd. 99 AHM, Impresos II, reglamentos, decretos y circulares, serie vida cotidiana, vol. 21, exp. 3, folio 11. 101

LOS PERIÓDICOS OFICIALES EN MÉXICO. DOCE RECUENTOS HISTÓRICOS 100

Revisar la cita 81 de este mismo trabajo que habla sobre la educación elemental y el sistema lancasteriano. 101 Artículo de la sección Variedades en Gazeta 105, 31 de julio de 1828. 102 El Águila 203 en la Gazeta 106, 7 de agosto de 1828. 103 González, “Formación”, 2002, vol. 1, p. 29 104 Gazeta 262, 22 de julio de 1831. Es importante aclarar que el presente trabajo se concentró en mostrar brevemente dos de las funciones del periódico. Recordemos que la Gazeta se fundó con la intención de mejorar la comunicación y las disposiciones del gobierno a la población, pero en el fondo, su creación respondió a limitar y censurar la crítica hecha hacia los gobernantes y la Constitución [ver página siete]. Esa intención de defensa de la Constitución se irá haciendo más palpable hacia el último lustro de la primera República federal. En ese momento, será perceptible la modificación de contenidos sobre “cosas útiles que refluyan en el

bien común”, para tornarse hacia contenidos más politizados sobre temas de discusión del momento (la contienda partidista local de grupos masónicos de 1828, la disputa de cambios de modos de gobierno, reformas políticas liberales, entre otros), hallándose así otra función del periódico que consistió en concebir a la Gazeta como el principal portavoz de la elite nuevoleonesa.

Fuentes Hemerografía La Gazeta Constitucional de Nuevo León, 1826-1835. Versión digital disponible en el AGENL. Archivo General del Estado de Nuevo León (AGENL). Fondo Concluidos, 1831. Fondo Correspondencia Alcaldes Primeros. Fondo Correspondencia de Gobernadores, 1827. Fondo Memoria de Gobierno, Informe del gobernador Manuel Gómez Castro, 1827. Fondo Memoria de Gobierno, Informe de gobierno de Joaquín García, 1831. Archivo Histórico de Monterrey (AHM) Colección Actas de Cabildo. Colección Impresos II, Sección, Reglamentos, serie Vida cotidiana. Colección Impresos II, Sección, Educación, serie Planes y programas. Colección Impresos II, Sección, Gacetas y periódicos. Colección Correspondencia, Serie Ayuntamiento de Monterrey. Colección Principal, Sección, Reglamentos, decretos y circulares, serie municipales. Colección Principal, Sección, Reglamentos, decretos y circulares, serie vida cotidiana Archivo del Honorable Congreso del Estado de Nuevo León (AHCENL) Diario de debates, tomo 3-4 (1826-1827). Bibliografía Chartier, Roger. El mundo como representación. Estudios sobre Historia Cultural, Barcelona, Editorial Gedisa, 2003. Del Palacio Montiel, Celia, La disputa por las conciencias. Los inicios de la prensa en Guadalajara 1809-1835, México, Universidad de Guadalajara, 2001 , (comp.), Siete regiones de la prensa en México, 1972-1950, México, Universidad de Guadalajara, 2006. 102

LA GAZETA CONSTITUCIONAL DE NUEVO LEÓN: BREVE RECUENTO SOBRE SUS FUNCIONES

Derbez, Edmundo, Manuscrito sin título, Monterrey, 2007. Escalante Gonzalbo, Fernando, Ciudadanos imaginarios, México, COLMEX, 2009. Frasquet Ivana, “Alteza versus Majestad. El poder de la legitimidad del Estado-Nación Mexicano: 1810-1724”, en Mínguez Cornuelles, Víctor y Chus Manuel (comps.), El Imperio Sublevado: Monarquía y Naciones en España e Hispanoamérica, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2004, pp. 254-276. Galindo, Benjamín, El provincialismo nuevoleonés en la época de Parás Ballesteros 1822-1850, AUNL, 2005. Garza Cantú, Rafael, Algunos apuntes acerca de las letras y la cultura de Nuevo León en la centuria de 1810 a 1910, México, Conarte, 1995, pp. 115-172. González Maíz, Rocío, Formación de las élites locales en Monterrey, primera mitad del siglo XIX, en Actas Revista de Historia de la AUNL, vol. 1, número 1, enero-junio, Monterrey: Secretaría de Extensión y Cultura–Centro de Información de Historia Regional de la AUNL, 2002, pp. 21-40. “Nuevo León en la República”, en Cavazos Garza Nuevo León Historia de un Gobierno, México: Museo de Historia Mexicana, 2006, pp. 59-89. Guerra, François Xavier y Annick Lempèrière, Los espacios públicos en Iberoamérica, México, Fondo de Cultura Económica, 1998. “El soberano y su reino. Reflexiones sobre la génesis del ciudadano en América Latina”, en Sabato Hilda, Ciudadanía política y formación de las naciones, México, Fondo de Cultura Económica-Colegio de México, 1999, pp. 33-61. Modernidad e Independencias, Ensayos sobre las revoluciones hispánicas, México, México, Fondo de Cultura Económica-MAPFRE, 2000. Habermas, Jürgen, Historia y crítica de la opinión pública. Transformación estructural de la vida pública, Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 1990. Madero Quiroga, Adalberto, Nuevo León a través de sus constituciones. Serie La Historia y el Derecho, Monterrey, Congreso del Estado de Nuevo León, LXVIII Legislatura, 1998. Ríos Zuñiga, Rosalina, Formar ciudadanos, sociedad civil y movilización popular en Zacatecas, 1821-1853, México, UNAM, 2005. Sacristán, Cristina y Pablo Piccato, Actores, espacios y debates en la historia de la esfera pública de México, México, UNAM-Instituto Mora, 2005. Thompson, John B., Los media y la modernidad. 2ª ed. Paidós, 1998. Torres López, Erasmo, El periódico oficial de Nuevo León. Un periódico con 175 años de vida. Monterrey, AGENL, 2001. Yzcoa Flores, Raymundo, La prensa regiomontana. Apuntes para su historia 1826-1996, Monterrey, Presidencia Municipal Monterrey, 1997. Revistas González Maíz, Rocío, “Formación de las élites locales en Monterrey, primera mitad del siglo XIX, en Actas Revista de Historia de la UANL, vol. 1, número 1, enero-junio 2002, Monterrey, pp. 5-40. Fuentes electrónicas Covo, Jacqueline. La prensa en la historiografía mexicana. Problemas y perspectivas, pp. 699-710. (En línea), . (consulta: enero de 2015). Celis de la Cruz, Martha, La prensa oficial mexicana: De la Gazeta de Gobierno de México (18101821) al Diario de Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos (1855-1846). (En línea), < http://www.bibliojuridica.org/libros/5/2289/12.pdf. (consulta: junio de 2011). 103

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.