LA GARANTIA DEL APRENDIZAJE EN LOS SISTEMAS A DISTANCIA

LA GARANTIA DEL APRENDIZAJE EN LOS SISTEMAS A DISTANCIA.

Artículo elaborado originalmente para presentarlo a la empresa Productos
Lácteos Santa Anita. Se publicó en la Gaceta Mercantil de la CANACO, y se
envió al diario El Occidental para su publicación a través de la Jefatura
de Difusión de UNIVA.

Por: Pilar Pérez Chavira y
Rubén González de la Mora.*

¿En qué consiste la garantía del aprendizaje? Hablar de la garantía del
aprendizaje a partir de lo enseñado en una institución educativa consiste
en asegurar que, si una persona se inscribe y sigue las indicaciones de la
institución, el estudiante aprenderá, por lo menos, los conocimientos y
habilidades seleccionados para lograr los objetivos del curso, programa o
plan de estudios en cuestión. Prácticamente todas las instituciones
educativas pueden, en principio, garantizar el aprendizaje del estudiante,
pues de lo contrario resultaría absurdo ofrecer sus cursos, programas o
planes de estudio; no se ofrecerían a sabiendas de que no se lograrán los
objetivos.

Sin embargo, ninguna institución seria puede garantizar por completo que un
estudiante en particular efectivamente aprenda los conocimientos y
habilidades enunciados en los objetivos curriculares, dado que además de la
posibilidad de fallas en la estructuración curricular y en la conducción de
la enseñanza, existe una gran cantidad de variables de las que depende que
una persona aprenda. Algunas de estas variables se han denominado como:
adecuación del medio, lugar, significado, tiempo y ritmo del aprendizaje,
interés, responsabilidad y repertorio previo del estudiante.

Gran parte del fracaso de muchos estudiantes respecto al logro de los
objetivos se debe a la falta de adecuación de tales variables.
Desafortunadamente gran parte de las instituciones educativas, y de
capacitación en general, han reproducido, muchas veces de manera acrítica,
las condiciones tradicionales en las que se ha intentado enseñar. La
estrategia de enseñanza-aprendizaje de los estudios a distancia, ofrece
alternativas para adecuar las condiciones que facilitan el logro de los
objetivos que plantea por varias razones:

Los medios impresos y de otro tipo que utiliza han sido elaborados
exprofeso para los programas de enseñanza a distancia por especialistas en
la materia, bajo supervisión académica y en colaboración con especialistas
en tecnología educativa, encuadramiento y asesoría académica para adultos.

Se han eliminado restricciones y condiciones especiales respecto al lugar
en el que el estudiante aprende, pudiendo ser su hogar o el mismo centro de
trabajo; esto último puede facilitar la aplicación inmediata y la
confrontación crítica y activa entre lo aprendido y la situación concreta a
la que se enfrenta la persona.

Además de lo anterior, el aprendizaje significativo se promueve no sólo por
los ejemplos y estrategias didácticas empleadas para enseñar, sino por el
hecho de que lo que se enseña es producto de investigaciones recientes en
México sobre las necesidades a resolver actualmente y en los próximos años,
dadas nuestras particulares condiciones sociohistóricas, económicas,
políticas y culturales. Los contenidos son desarrollados por expertos de
cada área de conocimiento supervisados por especialistas en educación,
favoreciendo la relación entre lo que se enseña y su aplicación inmediata a
la realidad del estudiante.

El ritmo y tiempo de aprendizaje se refiere a cuando se inician y terminan
las actividades conducentes al aprendizaje. El respeto al ritmo de
aprendizaje de cada estudiante es una de las variables que más influyen en
incrementar la probabilidad de lograr los objetivos, ya que de esta manera
se elimina el riesgo de que por la excesiva velocidad en el discurso
didáctico se cometan omisiones o distracciones de atención del estudiante,
así como el riesgo de desánimo y aburrimiento provocado por la lentitud de
dicho discurso. En la enseñanza a distancia, se optimizan ambas variables
dado que es el propio estudiante quien determina cuándo inicia y cuándo
termina sus períodos de estudio, eliminando los efectos de las presiones
por ajustarse a fechas para acreditar. También desaparece la posibilidad de
concluir un curso, programa o plan de estudios, sin haber cubierto la
totalidad de los objetivos y contenidos de aprendizaje.

La falta de interés del estudiante depende de muchas variables que por lo
general escapan al control de la institución educativa. Las condiciones que
propician desinterés en el estudio muchas veces se presentan o se
incrementan debido a la manera como tradicionalmente se ha enseñado;
también debido a la poca utilidad de lo aprendido, por lo menos de manera
inmediata, así como a la desvinculación de la teoría con la práctica
profesional.

La enseñanza a distancia orienta sus planes de estudio, los materiales y
actividades de aprendizaje y las estrategias de enseñanza al hacer
profesional, con fundamentos teóricos para saber por qué se hace y cómo
podría mejorarse la práctica. A la vez, motiva al estudiante a la
investigación y creación por el tipo de actividades de aprendizaje y
evaluación del mismo y de su proceso.

Para que pueda darse el proceso de enseñanza-aprendizaje intervienen tres
elementos sustanciales: a) quien enseña, b) lo que se enseña y c) quien
aprende. En la enseñanza a distancia, la institución es quien asume la
responsabilidad de enseñar, para lo cual asegura la calidad de la función
de lo que se enseña y quien enseña a través de los materiales de estudio,
el paquete didáctico y los servicios de asesoría académica.

Al tercer elemento del proceso enseñanza-aprendizaje, quien aprende, le
corresponde asumir la responsabilidad de aprender, sin embargo la
institución no abandona al estudiante en esta función, sino que favorece la
calidad de su participación y su responsabilidad al ofrecer los servicios
de encuadramiento y asesoría para lograr la autogestión en el aprendizaje,
así como en el seguimiento y evaluación de su proceso, respetando en todo
momento la importancia del papel del estudiante.

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