La filosofía como autoconstrucción práctica. pp. 21-22

Share Embed


Descripción

Espacio de ejercicio del pensamiento �ilosó�ico

CENTRO DE ESTUDIANTES Pedagogía en Filoso�ía Universidad de Valparaíso

Revista Repliegue.

AÑO II | NÚMERO 2 | JULIO 2015 Valparaíso – CHILE

COORDINADOR GENERAL Ignacio Cortés González

COMITÉ EDITORIAL Paloma Alegría González, Francisca Monsalve Montoya, Javiera Latorre Carrera

CONTACTO [email protected] http://revistarepliegue.blogspot.com/

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN [email protected]

RESPALDO Centro de Estudiantes Pedagogía en Filosofía Universidad de Valparaíso

Índice 1. Introducción.

/3

I. Ética 2. La amistad entre humanos: un comentario crítico sobre el De Amicita de Cierón. Juan Manuel Romero Martínez 3. Persistir incrustado en lo fluyente, Borges y el devenir. Claudio Molina Vega 4. Heráclito y el Logos. Mario Brignardello 5. Realidad del mundo. Rodrigo Cervantes G.

II. Educación

6. Diversidad Cultural y Práctica Educacional. Moisés González 7. La educación y sus paradojas. Rafael Félix Mora Ramírez 8. La filosofía como autoconstrucción práctica Jairo Alberto Cardona Reyes

/4 /7 /9 /11 /14 /17 /21

III. Arte 9. Utopías dentro del mundo imposible. Amaranta G. Méndez Castro 10. Summertime en la interpretación de John Coltrane. Derken Castillo Caussin 11. "Amelié se equivocaba: Son malos tiempos para los que no sueñan contigo". Cynthia Uceda 12. "Imagina" Cynthia Uceda 13. Poesía como resultado de una reflexión. Cristian Fuentes

/23 /26 /28 /30 /31

IV. Filosofía de Género 14. Relaciones interpersonales en la actualidad: ¿Despojándose de la heteronormatividad o insertándose en el consumo? /33 Arlette Cifuentes

V. Reseñas 15. Black Arcadia, de Tadeus Arguello. Editorial Anagrama. 16. Moisés González

/36

VI. Homenaje 17. Los Nadies / Breve biografía Eduardo Galeano

/37

2

Introducción El quehacer filosófico tiene que ver con una forma de pensar que busca fundamentar el sentido de las cosas, de la realidad, de nosotros mismos. Fundamentar es llevar la pregunta a la máxima expresión, resaltando así más el rol de la pregunta que el de la respuesta. Cuestionarse por el mundo actual, donde todo parece dado de una manera obvia e inmutable, es dejar de lado los supuestos y mirar hacia una trama más general y desenmascarar realidades que permanecen invisibles para el pensamiento cotidiano, y que gracias a aquella ignorancia, nos mantiene funcionales a un sistema que muchas veces deshumaniza e idiotiza. La Revista Repliegue se ha iniciado como un proyecto gestionado por los estudiantes de Pedagogía en Filosofía de la Universidad de Valparaíso, surge con la pretensión de crear un espacio donde el ejercicio del pensamiento filosófico se proyecte contra la alienación y el conformismo, donde la comunidad pueda encontrar -de un modo ameno y cercano- publicaciones de trabajos breves, ya sean ensayos, reseñas, artículos o columnas, que le permitan descubrir la labor filosófica, a la vez que se descubre a sí misma. A diferencia de las publicaciones tradicionales de Filosofía que actualmente existen, la revista presenta, por medio de trabajos breves, reflexiones en torno a diversos temas de actualidad, como también explicar temas propios de diferentes disciplinas filosóficas que por lo general suelen ser complejos y poco accesibles a la comunidad. Es por esto que pretendemos construir un espacio donde estudiantes de filosofía respondan a los desafíos sociales y culturales propios de nuestro tiempo, exponiendo reflexiones, dialogando y generando debates en torno a las diversas miradas propias de la disciplina. A la vez que revitalizan el rol que históricamente tuvo la filosofía como uno de los ejes del pensamiento occidental. Agradecemos a cada uno de los autores de artículos pertenecientes al presente número, los cuales le dan forma y fondo al mismo. Con los dichos aportes recibidos, logramos estructurar una obra que se caracteriza por tener sus fuertes en las secciones de ética, arte y educación. Finalmente, destacamos el apoyo brindado por el Centro de Estudiantes de Pedagogía en Filosofía de la Universidad de Valparaíso, por acoger e impulsar la realización de este proyecto y la continuidad del mismo, a través de un nuevo número ya comprometido.

Ignacio Cortés González Coordinador General Revista Repliegue

3

La amistad entre humanos: un comentario crítico sobre el De Amicita de Cierón. Juan Manuel Romero Martínez Universidad de Granada, Facultad de Filosofía y Letras, España.

Comenzaré el artículo presuponiendo, a la manera en la que lo hacen los metafísicos, que lo que define al ser humano son tres (cosas) dimensiones: racionalidad, emotividad y libertad; en segundo lugar intentaré una breve definición de ellas, ya que la literatura filosófica es muy vasta al respecto y aún no me queda claro en qué sentido estamos hablando de ellas; en tercer lugar relacionaremos estas tres definiciones con el tratado filosófico de Cicerón De Amicitia: acerca de la amistad. De Amicitia, es un diálogo escrito por Marco Tulio Cicerón en el que Lelio, unos de los personajes principales, expone que la amistad supone virtud, cariño, amor, lealtad y respeto entre los hombres buenos. Siglos antes de la ilustración nos está proponiendo Cicerón un sentido de la amistad que trate al otro que es como fin en sí mismo. Éste podría considerarse el modelo de racionalidad que Inmanuel Kant sostiene tanto en su Metafísica de las costumbres como en Crítica de la razón pura un modelo que define al ser humano como racional en su esencia y, por ello, es aplicado universalmente a todos los individuos que componen la humanidad (e inlcuso a aquellos que, sin ser humanos, son racionales como los ángeles); sin embargo, el elitista romano no es aún un ilustrado del XVIII, ya que la razón lo es sólo entre hombres virtuosos, romanos bajo el signo de los buenos. El origen del sentido el sentido de razón que atraviesa toda la obra de Cicerón es deudor del mundo helénico, ya que se remite al lógos griego. El lógos que es palabra, razón y nómos (ley), aquello que se da en la articulación apofántica, que es el decir algo de algo con sentido: “Sócrates es hombre”, “Sócrates es bueno”. El lógos que, tanto Platón como Aristóteles, proponen como rebasamiento de la animalidad, posibilita la palabra y abre la vida en común de la pólis, en la que se discute acerca de lo mejor y lo peor, de lo bueno y de lo malo para el ciudadano; aquel que provee el debate eterno acerca de la ley y la costumbre. ¿Pero entonces, para Cicerón quiénes son los buenos, los auténticos hombres que hacen uso de su racionalidad? La categoría de los boni comprende a los hombres virtuosos de la humanitas(1)romana, la traducción al mundo latino del proyecto de ciudadano de la paideia griega que busca la areté. Sólo el bueno es humano y, por lo tanto, los criterios de racionalidad no instrumental sólo a él deberían aplicarse, al que es ciudadano de Roma y sus provincias, que además ha demostrado ser un caballero de la virtud, no por pertenecer a la élite de una tribu o una casta patricia, sino por realizar en sí el ideal de lo que debe entenderse por humano: hombre (no niño ni mujer), romano (no ajeno al dominio de Roma)(2), nacido libre (no esclavo) y virtuoso, estar en posesión de la virtus romana, el catálogo de virtudes de la Roma pre-imperial, que coincide mucho con la lista de buenas aptitudes que Lelio nos ofrece para caracterizar al amigo. 1 Cf. Heidegger, Carta sobre el humanismo, pp. 21-22, Alianza. Ed: Madrid (1989) 2 Cicerón, De amicitia, http://losdependientes.com.ar/uploads/18391679b.PDF, p. 9: “Pues así me parece percibir que nosotros hemos nacido de tal manera que entre todos hubiera una cierta sociedad; pero mayor según cada uno se acercase más próximamente. Y así los ciudadanos son preferibles a los extranjeros, los parientes, a los ajenos”

4

En pocas palabras, la racionalidad moral es sólo aplicable al bonus, y no al resto que no pertenezca a esta categoría, tampoco al hostis (el enemigo del Estado), ni al inimicus, el enemigo personal e íntimo(3). A todos estos que no forman parte de la humanitas se les puede aplicar una racionalidad de tipo instrumental sin caer en degeneración moral, porque no son humanos. En pocas palabras, la racionalidad de la que hacen gala tanto el mundo griego como el latino no es universal, cosa que sí pretende la modernidad (en Descartes la razón es lo mejor repartido en el mundo), la cual ha acuñado el concepto de razón que ha estado en boga hasta hace pocos años y que aún sigue estándolo, sobre todo entre los “re-ilustrados”. No todo el mundo es susceptible, entonces, ni de ser amigo ni de ser humano(4); hace falta para eso ser virtuoso y, además, que aquél que se parezca a uno, sea igual de humano que uno mismo (igual de bonus, de libre y de romano): “Pues quien contempla a un verdadero amigo contempla un retrato de sí mismo” Es la libertad, otra más en el catálogo de las virtudes, otra más también ensalzada por el mundo ilustrado tanto en un sentido positivo, autonomía de la voluntad en Kant; como en un sentido negativo, no injerencia en el ámbito de lo privado por parte del Estado y los otros que no son uno, en Locke y el resto de empiristas. ¿En qué sentido se entiende la libertad en el tratado de Cicerón? Tal vez el tratado de Cicerón esté algo más cercano al primero, el kantiano: la racionalidad le hace a uno saber que se es libre de manera indirecta, por el concurso de la ley moral. La razón se nos da como ley moral en nuestra vida en común con otros y, al ser ésta un factum (conocimiento sin intuición sensible), deviene ratio cognoscendi de la libertad (deviene lo que hace posible conocernos como libres). Porque somos racionales sabemos que somos libres; porque somos libres, somos en esencia racionales (libertad como ratio essendi de moralidad, como razón de ser de la moralidad): mentir es ir en contra de la racionalidad del romano y del ilustrado. Así demuestra Lelio esto último cuando expone las reglas mediante las cuales debe guiarse la amistad, de las que una de ellas es la de evitar la simulación. En la amistad nacida de manera “natural” como “amor”, no de la necesidad y de la debilidad, dada entre iguales virtuosos y romanos, no es necesaria ni deseable la simulación y el mentir, si así fuera ya no sería aquello “amistad”, sino simple conveniencia. Mentir es ir en contra de la libre donación que supone la libertad. Pero vallamos más allá de las propuestas de racionalidad en la amistad de clásicos e ilustrados, y adentrémonos en nuestra llamada época contemporánea, para pensar bajo la luz de nuestros días lo oculto en el pensamiento de Cicerón. Ya no sólo es el mentir que subvierte la racionalidad moral y la amistad; sino que la donación interpersonal no puede hacerse de manera gratuita. Éste es el concepto de Libertad que por ejemplo Heidegger tiene en mente: el del Lassen-Sein, el dejar ser y no imponer las fabulaciones de la subjetividad sobre aquello que se dona en su gratuidad, el ser de la amistad. Tanto es así que la disposición afectiva de fondo que el diálogo nos expone como condición de posibilidad de la amistad, el amor, brota de la coincidencia natural entre los amigos acerca de lo

3 Cf. Schmitt, C., El concepto de lo político, pp. 58-60, Alianza. Ed: Madrid (1990) 4 Cicerón, Op. cit, p. 9: “Pero cuánta es la fuerza de la amistad puede entenderse especialmente a partir de esto, porque, de la infinita sociedad del género humano, la cual concilió la propia naturaleza, este hecho se ha contraído y reducido a algo estrecho, de tal manera que todo amor se juntara o entre dos o entre pocos

5

divino y lo humano; más aún, de lo divino y lo humano mismo: del ser(5), del hecho de que se es, diría Agamben. El amor de la amistad tiene como fondo un presupuesto existencial, que Cicerón expresa claramente en la definición de “amistad”. Es aquí donde encontramos la dimensión emotiva, como tono anímico de fondo, que surge de la concordia con el otro acerca del ser:6[6] es que es el amor el que liga lo divino y lo humano; cielo y tierra (la cuaternidad de Hölderlin): “Pues la amistad no es otra cosa a no ser el acuerdo de todas las cosas divinas y humanas con benevolencia y amor”. Sólo mediante la benevolencia del bonus, del virtuoso que deja ser al otro (que es como él, humano), además del amor que surge gratuitamente de manera “natural” y libre, es posible la amistad.

5 Heidegger, Op. Cit., p. 16: “Adueñarse de una cosa o de una persona en su esencia, quiere decir amarlo, quererla. Pensado de modo más originario este querer significa regalar la esencia. Semejante querer es la auténtica esencia del ser capaz, que no logra esto o aquello, sino que logra que algo se presente mostrando su origen, es decir, que hace que algo sea”. Alianza. Ed: Madrid (1989) 6 Cf. Agamben,”La amistad” : http://www.lanacion.com.ar/741397-la-amistad

6

Persistir incrustado en lo fluyente, Borges y el devenir. Claudio Molina Vega Universidad de Chile. Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges funden un personaje que escribe por la noches, en algunos de esos instantes el personaje Honorio Bustos Domecq produjo la historia "en búsqueda de lo absoluto". La historia cuenta que en el escritorio de Nierenstein un investigador se encontró con que escribía sus historias menos refinadas, menos pulidas para posteriormente escribirlas definitivas. Luego de indagar y caer una frustración al no saber el por qué, el investigador abre su sospecha, el finado contaba las historias mal pues sabía que el tiempo se habrá de encargar de pulirlas. Y sólo en lo perdido perduramos -que deviene en letras de molde: Persistir incrustado en lo fluyente. De igual forma este ensayo no es nada más que algunas reflexiones en torno a lo que tiempo ha pulido en Heráclito, a través de una ramificación: el pensamiento borgiano. El viejo Borges narra la historia1 de una despedida fatal con una amiga. Una vez despedidos Delia desaparece al cruzar la calle entre el rio de vehículos. El escritor dice que al año después de la despedida se entera que su amiga había muerto, al saber esto se pregunta: ¿Que hay detrás de la despedida? respondiendo que no hay nada más que la infinita separación. Entonces ¿porqué jugamos a despedirnos, si sabemos que no hay necesidad de que nos encontremos en el futuro?. Jugamos a despedirnos porque de algún modo nos sentimos infinitos, o en palabras de Borges nos creemos inmortales. Pero detrás de esa máscara hay la más rotunda fragilidad, un profundo miedo que ha sido vestido y ha transmutado en una aparente certeza, un aparente dominio al ser, aparente digo pues este dominio del que el hombre se ha jactado durante siglos se resquebraja en cada lugar y en cada instante, pero pesar de ello seguimos insistiendo. La tragedia de esta problemática radica en que en cada vez que nos vestimos de inmorales, infinitos y dominadores, estamos ocultando nuestra finitud y el devenir. Nuestra verdadera vestimenta la hemos transformado en nada más que la des-potencia y la debilidad. Ortega y Gasset dijo alguna vez por ahí que el hombre es el único animal en pura potencia de la naturaleza, esto significa desde su inversa que los otros animales no tienen la posibilidad de ser potencia pues su verdad es ser lo que ya son, en otras palabras, un perro nace siendo perro y muere siendo perro. En cambio, el hombre nace hombre pero no es nada más que pura potencia, es decir, tiene la posibilidad de dejar jugar de otra forma, de ser o no-ser su deseo. Desde luego que sabemos tirar los dados, el problema es el olvido de jugar. Desde niño que soñamos con tigres, un tigre que se auto-impulsa donde el tiempo transcurre y el azar es parte de la vida, jugamos de otra forma, nuestro modo de relacionarnos con la vida es distinto, como si el 1

Borges, Jorge, El hacedor, Buenos Aires, Emecé, 2005, p.25-26.

7

tiempo se prolongara más de lo habitual, pues el miedo al incontrolable devenir aún no nos viste. Al llegar la adultez el hombre olvida lo que fue, este tigre no puede ni saltar, transformándose en un impotente, cobarde y tembloroso, el tiempo le transcurre más rápido, porque la vida se vuelve cálculo, operatividad, ya no sabe jugar, no sabe relacionarse con el ser como cuando era niño, no sabe vivir sin miedo, el tigre se ha quedado sin impulso. El hombre es potencia pura de ser y no-ser, ¿podríamos jugar a no-ser?, dejando de ser, podemos ser el tigre del que soñábamos cuando niños, pero este salto no es sin correr riesgo es un salto fatal, "no es una probabilidad repartida en varias veces, sino todo el azar en una vez; no una combinación final deseada, querida, anhelada, sino la combinación fatal, fatal y amada, el amor fati"2. Amor al factum, amor al destino, amor a al devenir azaroso de la vida, en otras palabras, abrazar la vida en todas sus formas. Podemos hacer de la vida una obra de arte, pero para ello, debemos arrojarnos a la posibilidad del éxtasis, es decir, dejar de ser hombres.

2

Deleuze, Gilles, Nietzsche y la filosofía, Barcelona, Anagrama, 1998, p.43.

8

Heráclito y el Logos1. Mario Brignardello Universidad de Valparaíso, Chile.

El Logos, el discurso nace, nació más allá del mito. El rebelde acto de observar, el valiente y secreto paso de preguntar, de preguntarse. Hombres normales y a la vez especímenes profundamente extraños. Hombres sin época, situados quizás por caprichos divinos o designios mortales en los albores del tiempo, nuestro tiempo. ¿Qué los movió?, ¿la Physis gigante, inconmovible?, ¿lo que no se captura, no se detiene?, ¿lo que siempre estuvo, está y estará?. El Logos se volcó, habló, dio su discurso. El miedo primordial, lo inevitable, la muerte, el tiempo. La búsqueda desatada que prontamente se hizo palabra, sonido; lo más sabio, lo que no se desconoce. ¿Es quizás el Logos el concepto de los conceptos del mundo antes de Sócrates?. Heráclito de Éfeso y su obsesión por los contrarios, por el todo, dan y posibilitan el escuchar a la sabiduría misma. ¿Qué los motivaba?, ¿qué clase de locos eran?. Más allá de las preguntas a esas otras “descuadradas” preguntas de estos hombres, su legado, sus legados, sus huellas, terribles, profundas. Como quien corta la piel dura de los mitos sagrados y provoca la Hybris perpetua.

1

En base al Fragmento 1, Respecto del Logos.

Cl. Ramnoux, Héraclite, ou l´homme entre les choses et les mots, Paris, Societé de`édition “Les belles letres”, 1959. M. Conche, Héraclite – fragments, Paris, P.U.F, “coll. Épiméthée”, 1998, (Cuarta edición).

9

Sus dudas, nuestras dudas, sus Logos, nuestros Logos. Actual, permanente, inmanente, secreto y a la vez omnipresente. ¿Quiénes somos los numerosos de hoy?, ¿quiénes eran los de Heráclito?. ¿Seguimos sin pensar las cosas tal cual las encontramos?, ¿aún somos incapaces de entenderlo?. El Logos, a saber de palabras del sabio: se revela, como el todo, el uno, la experiencia. ¿Serán quizás estos numerosos hombres, en su incapacidad, sus miedos, sus verdades particulares, los depositarios del Logos sin saberlo?. ¿Hemos incluso hoy, requerir de una segunda ayuda, de ese “empujón” al vacío, para descubrir al Logos?, o quizás no es el Logos, quizás sólo el valor de mirar para atrás, detenerme, vernos, verles. El sabio Heráclito en cortos fragmentos de lúcida rebeldía, abre la puerta. No lo vemos, no lo veían aquellos muchos, el “gran número”. Pero el Logos sigue y seguirá allí. Fluyendo, inmutable. Hablando a todos, pues todos son experiencia. Con la palabra eterna, que reina sobre incluso los dioses y sabios. Con la plenitud de la existencia de esa Physis, creadora de esas dudas, la duda. Que movió a estos hombres gigantes a develar al más grande de todos, el Logos, que nos habla siempre y por siempre; que siempre oímos, más no comprendemos, y más aun, olvidamos, como olvidamos lo que hicimos dormidos.

10

Realidad del mundo. Rodrigo Cervantes G. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México.

En el mundo actual se suele dar por hecho que la ciencia nos dice cosas reales y efectivas acerca de cómo es el mundo. Nadie duda de los avances tecnológicos y de conocimiento que tienen la medicina, la astronomía, la biología, y todas las ciencias. El ser humano ha sido capaz de realizar incontables y maravillosos logros en éstas materias, como por ejemplo la exploración del terreno marciano, las operaciones con laser, la predicción moderada de fenómenos naturales como las tormentas o los terremotos, el uso de tecnologías computacionales, como por ejemplo el internet, e incluso la capacidad que con el conocimiento científico ha desarrollado el ser humano para aplicaciones negativas de la ciencia como las tecnologías usadas en la guerra, las amas, las bombas, las armas biológicas etc. Es por lo anterior que en el siglo XXI parecería descabellado, si bien que absurdo, dudar que aquello que nos dice la ciencia en su conjunto (lo que podemos conocer al leer algún libro, revista de divulgación científica, o en algún documental en la televisión o internet) realmente exista y sea verdadero. Podemos ir más lejos e incluso dudar que el mundo que las ciencias buscan conocer y en el cual nosotros vivimos nuestro día a día exista. ¿Cómo puede ser esto al menos concebible? ¿Es acaso alguna exagerada idea de aquella extraña disciplina, quizá alejada del mundo y extraña, llamada filosofía? ¿O son sólo las preguntas de algunos fans de la película Matrix que se tomaron muy enserio esta trama? Muchos podrán ya saber que Matrix está basada en hechos reales. Reales para el pensamiento filosófico, al menos. Los antecedentes de Matrix y nuestra duda inicial de si el mundo del que nos habla la ciencia y en el que damos por supuesto que vivimos todos nosotros en todos nuestros días existe realmente o no, se remonta prácticamente al inicio de la filosofía y del pensamiento occidental. Platón consideraba que el mundo y todo lo que hay en él no era más que una forma muy similar a lo que es realmente y es Eterno y Verdadero, esto es, las Ideas, para Platón eran lo que realmente existía y el mundo en el que vivía el ser humano era una participación, bastante imperfecta del mundo de las Ideas. Más tarde, en el siglo XVII el filósofo francés, René Descartes considera que la única manera de tener un conocimiento verdadero es dudar de todo cuanto se pueda hasta encontrar algo que sea indudable. Una de las cosas que resultan negadas en éste proceso es el mundo y todo lo que contiene; Descartes llega a una conclusión, lo único de lo que no se puede dudar es que se está dudando, así, al dudar, y esto es, al pensar le corresponde de forma sustancial el existir, y si una persona piensa y existe es natural, según Descartes, que una sustancia más perfecta e infinitamente superior exista, de esta forma éste filósofo afirma la existencia de Dios. Por lo tanto, Dios para Descartes se convierte en el puente que une a las personas pensantes con el mundo, lo cual significa que para el pensamiento de Descartes no hay una evidencia inmediata de la existencia del mundo. Posteriormente, en el siglo XVIII el filósofo Berkeley afirmaba que el mundo y los mismos seres humanos no existían de una forma natural e independiente de Dios, es decir, la materia no existía ya que todo lo que podamos ver, tocar, incluso los seres humanos mismos, son ideas en la mente de Dios. Hume lleva este pensamiento a su extremo al afirmar que no podemos estar seguros ni

11

siquiera de la relación de causa-efecto de los fenómenos, tal es así que por ejemplo, del hecho que amanezca todos los días desde el inicio del tiempo hasta hoy no podemos dar por supuesto que mañana lo hará también. Tales argumentos sobre la inexistencia de la materia y del mundo tuvieron una solución a finales del siglo XVIII con el filósofo alemán Immanuel Kant. Éste afirmaba que todas las formas de pensar el mundo, esto es relaciones entre fenómenos, cualidades y cantidades de los objetos y el tiempo y el espacio en que son pensadas las cosas son debido a la forma del pensamiento humano sobre el mundo exterior, al cual jamás podernos conocer tal cual es ya que no podríamos tener acercamiento a él si no es a través de nuestras capacidades de pensamiento. A su vez, ha habido distintas posturas en contra del pensamiento que acabamos de mencionar y negaban que quienes estaban a favor de defender la inexistencia de la materia y del mundo tuvieran razón. Esta postura terminó dándole forma a la filosofía positivista de Comte en Francia, y a todo pensamiento de corte científico, que se remonta desde el siglo XVII con Isaac Newton. La fuerza de éste pensamiento se vio debilitado a mediados del siglo pasado, con algunos filósofos que pensaban el mundo a partir del conocimiento que brinda la ciencia. En esta situación son importantes los puntos de vista de Thomas Kuhn y Michel Foucault. Ambos afirmaban que todo conocimiento, incluido el científico, dependía del contexto en el cual se desarrollaba y no existía algo como una verdad independiente del momento histórico y cultural donde surgía. Se puede afirmar que la realidad del mundo, y en particular la que mostraba la ciencia, no era la misma que en un tiempo pasado y no sería la misma en un tiempo futuro, lo cual tampoco significaba que existiera algún tipo de progreso científico. Esto es, la ciencia, ni ninguna forma de pensamiento, pueden dar ninguna afirmación del mundo y no podemos saber nada de éste que no dependa del tiempo histórico y cultural en el cual nos encontramos. Podríamos ser cerebros en una cubeta conectados a alguna supercomputadora que nos haga creer que el mundo en el que vivimos y la ciencia con la cual lo investigamos son reales. De lo cual se desprende un importante problema ético, si sólo somos cerebros en una cubeta, o algo por el estilo, y no podemos afirmar nada del mundo ni de la existencia de los otros ¿qué importancia tiene que dañe a los demás o contribuya sin remordimientos a la destrucción del mundo? En 1981 el filósofo Hilary Putnam buscó resolver éste problema y las consecuencias éticas que se desprenden de éste. El lenguaje es el medio que disponemos para interactuar en el mundo y con otras personas, es por ello que mediante el lenguaje podemos conocer que hay otras personas que poseen un conocimiento del mundo desde puntos de vista muy distintos y de los cuales podemos aprender, es decir, el lenguaje de un físico no es el mismo que el de un biólogo o un experto en hierbas medicinales, o algún obrero. Sin embargo, todos ellos pueden interactuar y comunicarse debido a que el uso del lenguaje permite la comunicación entre personas que manejan lenguajes muy distintos. Putnam llama a esto “la división del trabajo lingüística”. Este primer elemento nos dice que no hay un mundo tal cual, y que a partir de la pluralidad de lenguajes podemos encontrar muchas interpretaciones válidas del mundo. Sin embargo, que muchas interpretaciones sean válidas, no significa que todas las interpretaciones del mundo que se puedan hacer sean verdaderas; para ello el mismo mundo y lo que queremos nombrar de él nos da una pauta para interactuar de determinada manera. Es decir, hay un mundo que restringe las interpretaciones posibles que se pueden hacer. Podemos entender que la existencia del mundo no sólo depende de nuestro trato individual con él, únicamente de un punto de vista, necesita además de la comunicación y aprendizaje mutuo con otras personas y otras culturas, incluso de tiempos remotos que nos proporcionen bases más amplias para tener una mayor perspectiva de aquello que nos rodea y cómo lo pensamos y lo vivimos.

12

De tal manera, los problemas éticos de la negación del mundo son superados y encausados desde el punto de vista de Putnam, al ser necesaria la interacción y comunicación con otras personas con vidas y culturas totalmente distintas a las nuestras, para así conocer otros puntos de vista respecto al mundo y ampliar nuestro conocimiento de él. Por otro lado, el mundo no es solamente lo que un individuo o grupo de individuos piensen y hagan de él, ya que no todas las interpretaciones del mundo son posibles ni válidas, tenemos que recurrir a nuestro trato directo con él para tener una mejor aproximación a nuestro conocimiento del mundo en el que vivimos y así, rechazar acciones que lo perjudiquen y dañen a quienes vivimos en él.

Bibliografía. DESCARTES, René (2009). El discurso del método. Ed. Akal. KANT, Immanuel (2003). Crítica de la razón pura. Ed. Losada. KUHN, Thomas (2010). La estructura de las revoluciones científicas. Ed. FCE. LECOURT, Dominique (2007). Para una crítica de la epistemología. Ed. Siglo XXI. MARÍAS, Julián (2008). Historia de la filosofía. Ed. Alianza. PUTNAM, Hilary (2006). Razón, verdad e historia. Ed. Tecnos.

13

Diversidad Cultural y Práctica Educacional. Moisés González Universidad Autónoma de Querétaro, México.

Es inevitable hoy en día asumirnos como unos individuos libres y ajenos al sistema-mundo en el cual nos encontramos y, aun más, como un país ajeno a las revoluciones tecnológicas que marchan con gran fuerza e inundan nuestro sistema cultural y de educación. La educación que se recibe, hoy día, en todos los niveles desde pre-escolar hasta nivel superior tiene la característica de qué forma a individuos absolutamente ajenos, ciegos a una realidad que se presenta, muchas de las veces, cruel y problemática. Claramente si estamos hablando de educación, estamos tocando la arteria ideológica y cultural del cual se compone. En este sentido, entonces podemos decir que los sistemas educativos son diversos; no existe una cultura o solo una tendencia a pensar, lo cual nos quiere decir que la educación es un instrumento que nos llega a ofrecer maneras diversas para el buen vivir. ¿Pero cuál es la mejor manera para vivir? ¿Existe sólo una manera o varias? Es precisamente lo que se pregunta Marcelo Dascal, ya que como vemos arriba la educación forja el eje donde los individuos adquieren actitudes y aptitudes para el desenvolvimiento social. El tipo de educación que recibe Occidente, por lo menos, es una educación que se basa en las transacciones o en los depósitos, es decir, una educación bancaria que reproduce la lógica autoritaria y la ignorancia del sistema-mundo; el salón de clase aparece como un espacio donde se encuentra el avasallador y el vasallo; es decir, un lugar donde existe una verdad y donde el alumno no puede cuestionarla. Me llama mucho la atención aquello de lo que Dascal habla sobre que toda nuestra vida pasa únicamente para prepararnos para vivir, y cuándo empezamos verdaderamente a vivir. El sistema-mundo en el cual nos encontramos usurpa y extingue las diversas facetas en las que la vida y las costumbres pueden ser interpretadas; Occidente nos ofrece una y es la acumulativa y la hermética. ¿Cuáles son los elementos de los que se tiene que nutrir una buena educación? Por lo menos Paulo Freire insiste en que la educación tiene que brindarnos una actitud reflexiva y liberadora; es en este sentido donde propone lo siguiente: 1.- una educación liberadora es aquella que nos hace conscientes de que la realidad no es dada, es decir, de que los paradigmas que se construyen en una época específica pueden ser criticados y reemplazados. 2.- la educación no tiene por que salirse del plano ético-político, es más, tiene que forjarse y dirigirse hacia esos niveles; su tarea es sensibilizar al individuo dentro de su contexto. 3.- una educación libertaria y crítica es una educación problemática. 4.- una educación problemática no es una educación jerárquica e impuesta, sino dialógica; regresar a la vieja mayéutica. 5.- el antídoto o el desacelerador para la invasión cultural es no negar y poder llegar a aceptar el horizonte de culturas y de formas de pensar al cual nos enfrentamos día a día.

14

Es en este sentido que nos preguntamos ¿Qué significa educar? Y para qué nos educamos. La palabra educación tiene diferentes significados, lo podemos ver, por ejemplo educare viene del latín y significa conducirnos al conocimiento. En este sentido, por ejemplo, los Griegos tenían una forma muy particular de ‘conducirse’, es decir, una manera en que los jóvenes atenienses eran nutridos de ciertas capacidades como el control de sí mismos y el forje de un carácter humano para ejercer sus deberes cívicos. Son cuatro los objetivos a alcanzar, característica de esta formación, por parte del joven ateniense y son la libertad, la felicidad, la madures intelectual y la creatividad. Así que, el propósito, el núcleo fundamental de este ‘sistema educativo’ clásico (Paideia) versaba sobre los elementos necesarios para la integración, la perpetuación—de la Polis Griega—y la aceptación de los individuos dentro de un sistema social. Es decir las distintas estructuras educativas en la historia como, la Paideia griega, como clásicamente se conoce; posteriormente la Humanitas—la forma en que el ciudadano romano era educado—la pedagogía cristiana—cuyo objetivo era que por medio de el antiguo testamento y la palabra de Cristo se instaurara el reino de los cielos en la tierra, buscando siempre la justicia y la verdad—y el periodo formativo del siglo XVI a la actualidad— influenciado por las ciencias positivas y la revolución industrial característica de la modernidad— enriquecerían la cultura y separarían al ilustrado, al hombre de fe y al hombre virtuoso del bárbaro, el inmoral y al plebeyo. Bajo lo anterior, podemos entonces decir que la educación es una especie de elitización social, es decir, que solo los que están en una determinada plataforma social como los Aristócratas, los padres de la iglesia y los grandes intelectuales del renacimiento pudieron tener acceso a determinados conocimientos. En este sentido me parece pertinente ver la relación estos dos cuestiones que hasta ahora han surgido: elitización y educación. La elitización social ha estado presente desde el origen y consolidación de las hordas sociales o primeras comunidades, es decir, las clases sociales siempre se han diferenciado entre sí ya que indudablemente la clase social más poderosa—la burguesía, los Aristócratas y el clero—han tenido el control total de los medios de producción, esto es, las bases materiales de existencia. En este sentido entonces a lo largo de la historia ha habido un importante distanciamiento de las clases sociales por la manera en que se miden estas, esto es, por el conjunto de bienes materiales y el estatus social; por ejemplo Marx hace una descripción puntual de las peculiares estructuras económicas y como éstas se traducen en las distintas configuraciones sociales. Para Marx una sociedad está compuesta por una estructura-base donde se consolidan las formas en que se va a trabajar, a producir, para dar el sustento necesario a la edificación social. Pero también se necesita de organismos que reproduzcan un determinado modelo cultural, es decir, una determinada formación y determinación para producir individuos socialmente responsables, generar cohesión y aceptación de los individuos a la idiosincrasia establecida traduciéndolo como necesario y oportuno. Durkheim inspirado por la crisis económica y la desintegración social en Francia, motivado en ese sentido, pensó y concluyó que la labor de la educación versaría en producir sujetos unidos y solidarios y dejar atrás los conflictos e impulsar la cohesión social. En este sentido la educación nos haría personas sociables. Podemos ubicar esta concepción desde el plano funcionalista ya que el funcionalismo ve a la sociedad como un todo orgánico, asemejándose al cuerpo humano, este está conformado por partes y cada una de ellas tiene la tarea de equilibrar al ‘todo’ de una manera correcta, así mismo el funcionalismo percibe a la sociedad como un gran sistema donde sus organelos: las instituciones, la cultura y la educación serán participes del sistema fomentando el equilibrio y produciendo siempre a sujetos que la sociedad requiera y no como la naturaleza los ha creado, egoístas. El egoísmo es la característica más particular—según Durkheim y otros autores como Hobbes— del hombre ya que está en su naturaleza velar solamente por sus propios intereses estando siempre en estado de conflicto unos con otros, bajo lo anterior podemos ver que la educación es, desde esta perspectiva, una herramienta humanizadora y sociabilizadora, reflejando el sentimiento de unidad y de interés común.

15

Dicho todo lo anterior me parece que la educación, en las distintas épocas y situaciones que la hemos encontrado, ha cumplido sin duda con las necesidades sociales y de conservación. En ese sentido, la educación forma parte importante del desenvolvimiento histórico-social. Si vemos la educación como impulsora del desarrollo económico de un país, prepara para el trabajo, es responsable de la reproducción social de los valores y abate la pobreza de los individuos. ¿Qué es lo que está mal hoy día en la educación? ¿Qué es lo que paso con los valores más elementales que constituían el bien común social? Como diría David Orr politólogo estadounidense en el libro Educar ¿para qué?: la educación no garantiza, la prudencia ni la sabiduría (…) ¿qué tipo de actores ocasionaron el holocausto, los grandes genocidios? Actores bien educados herederos de Kant y Goethe, su educación no fue obstáculo para la barbarie 1 Lo que dice el autor es muy angustiante y concuerdo con él ya que los seres humanos segados por el saber ponen más énfasis en las teorías que en los humanos, en las abstracciones y axiomas que en la concientización, en las respuestas y no en las preguntas. En este sentido bajo estas finalidades de querer conceptualizar la naturaleza, y querer dominarla se hace de la educación una herramienta extremadamente peligrosa. Yo creo que, más bien, lo que debemos administrar—más allá de los recursos humanos y recursos naturales—es administrar nuestros deseos y nuestras pasiones ya que estas son infinitas y jamás satisfechas. Bajo este marco podemos concluir que la educación es fundamental para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, en tanto que es un factor indispensable en la lucha contra la ignorancia y el atraso pero también constituye una expresión de dominio que permite perpetuar la desigualdad en la distribución del poder y el conocimiento y con ello la persistencia de desigualdades económicas y sociales. Creo que es necesario regresar, bajo estas lo antes dicho, al concepto de Paideia ya que como lo hemos visto el propósito de aquella educación era la del dominio de nuestra persona y no el dominio de algún área del conocimiento, respecto a esto David Orr dice lo siguiente: así como se usa el cincel y el martillo para esculpir un bloque de mármol , usamos las ideas y el conocimiento para forjar nuestro ser (…) creemos que el fin de la educación es saturar la mente del estudiante con teorías, métodos, técnicas sin considerar cómo o para qué se usarán2. En este sentido la educación que se imparte cumple varias funciones en la sociedad como son la económica, política, ideológica y cultural pero también constituye un elemento eficaz para contribuir a la liberación de los grupos sociales en la medida en que el progreso educativo implica un proceso de concientización sobre la realidad histórica en que viven los individuos.

1

Sánchez Hernández, Miriam y López Fernández, Marcela, Educar ¿para qué?, Ciudad México D.f., Galeatea, 2009, Pág. 15 2 Ibíd. pág. 14

16

La educación y sus paradojas. Rafael Félix Mora Ramirez Universidad Nacional Mayor de San Marcos, México. 1. La educación y sus fines La educación, según Salazar Bondy en Didáctica de la Filosofía (1967), es una actividad humana en la que un hombre amparado por los modelos educativos modifica la naturaleza del otro, no para su propio beneficio, sino para lograr la personalización y la socialización del educando. Es decir, la educación busca beneficiar al educando para que se desarrolle tanto interna como externamente, logrando así su integración en la sociedad. La Constitución Política del Perú (1993) en su artículo 13 nos dice lo siguiente: “La educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana”. Y, en su artículo 14 nos dice: “La educación promueve el conocimiento, el aprendizaje y la práctica de las humanidades, la ciencia, la técnica, las artes, la educación física y el deporte. Prepara para la vida y el trabajo y fomenta la solidaridad”. Siendo así, nos preguntamos ¿la educación que actualmente se está aplicando cumple estos objetivos constitucionales? ¿La educación que promete la Constitución política peruana se está consiguiendo? 2. Formas de la educación Según Salazar Bondy, existen dos formas de educación: la adaptativa y la suscitadora. La educación adaptativa busca transmitir el conocimiento desde un sujeto que sabe las “reglas del juego” hacia un sujeto que no sabe dichas reglas. Se trata de imponer (autoritaria y dogmáticamente) al alumno de modo coactivo patrones de comportamiento pre-establecidos. Estos deben ser obedecidos por el sujeto que aprende como si se tratara de un autómata. Ahora, evaluaremos la educación sugerida por Platón para saber si es o no adaptativa. Para ello, vamos a presentar su Alegoría de la caverna de La República. Imaginemos una caverna en la que hay personas que viven atadas de manera tal que no pueden ver a sus espaldas sino que solo pueden ver la pared del fondo de la caverna. Detrás de ellos, hay un muro que los separa del resto de otras personas que están detrás del muro sosteniendo marionetas. Detrás de estas personas, hay un fuego encendido de forma tal que la luz se proyecta hacia la pared del fondo de la caverna. Los prisioneros, las personas encadenadas, ven las sombras de las marionetas pero como eso es lo único que conocen piensan que son reales, que son auténticas, que son la esencia del mundo. Pero, de hecho, las sombras que ven no son lo real. Supongamos que un prisionero lograra salir de la caverna. Él se daría cuenta de que las cosas reales están fuera de la caverna. Allí es donde se encuentran los objetos, los árboles y los verdaderos seres humanos, animales y minerales que no están iluminados por un fuego artificial sino por el Sol. Ahora bien, simbólicamente las cosas que percibimos forman parte de lo que Platón llama ‘el mundo sensible’. Del mundo sensible solo podemos tener meras opiniones, doxa. Es por eso que mi noción de justicia puede ser diferente a la de otro. Pero, a través de la razón, puedo trascender esta existencia cotidiana y ascender a lo que Platón llama ‘el mundo inteligible’ donde puedo tener conocimientos verdaderos, episteme. Metafóricamente, la idea principal del mundo inteligible es la idea del Bien que cumple el mismo papel que el Sol cumple para la Tierra. Siguiendo con la suposición, después de que el prisionero saliera de la caverna y conociera toda la verdadera realidad, se daría cuenta de la situación de ignorancia en la que aún viven sus antiguos compañeros de la caverna y bajará a buscarlos para ayudarlos a salir de ese estado inconsciente de confusión en el que se encuentran. Sin embargo, cuando él diga que todo lo que ellos creen real no 1

17

lo es, será considerado un demente. Las prisioneros de la caverna habrán desarrollado tal apego y aprecio por la forma de vida que llevan que, antes que escucharlo, preferirán ignorarlo, o peor aún, planearán matarlo, tal y como sucedió con Sócrates. Si interpretamos políticamente el texto platónico en análisis, podremos afirmar que la filosofía debe ser el principal oficio de los gobernantes. La filosofía se construye piramidalmente a partir de un fundamento incuestionable, a saber, la idea platónica del Bien a la que se llega por medio de los estudios matemáticos de la dianoia. El filósofo es quien sabe como llevar las riendas del gobierno y él se debe encargar de “manipular” el aparato estatal para beneficio de todos con la ayuda de sus seguidores. Sin duda, la educación implícita impartida en este tipo de régimen será una del tipo adaptativo. La educación suscitadora no busca imponer conductas sino activar el poder creador del sujeto, es decir, aquello que hay de más libre y original en su ser personal. Se busca que el alumno asuma ideas nacidas de su propia reflexión en contacto con el mundo y elija los valores preferidos por su ‘yo’ más auténtico. Así, se educa para preparar, vigorizar y ejercitar la capacidad de concebir ideas, inventar valores y adoptar nuevas formas de conducta. Pero, notemos que si bien la educación suscitadora es, en rigor, una educación para la libertad ésta no puede prescindir de lo establecido en la naturaleza y en la cultura. Lo que no se quiere es que estos factores inerciales de acabamiento y consumación predominen sino que más bien estén al servicio de la novedad, la cultura y la autenticidad personal. Ahora bien, tal y como lo hicimos antes evaluaremos de nuevo la propuesta educativa de Platón para saber si es suscitadora o no. Para ello, repasaremos un pasaje de La República: “Ciertos hombres afirman que si falta ciencia en un alma, ellos la proporcionan, como su infundieran visión a unos ojos ciegos. -Por cierto que lo afirman-dijo Glaucón. -Pero lo que estamos diciendo- proseguí- nos hace ver que cada cual tiene en su alma la facultad de aprender y el instrumento destinado a ese uso y que, a semejanza del ojo que no podría volverse de las tinieblas a la luz sino en compañía de todo el cuerpo, del mismo modo este instrumento debe apartarse en compañía de toda el alma de las cosas perecederas, es decir de lo que nace, hasta poder soportar la contemplación del ser y de lo más luminoso del ser, que hemos llamado el Bien. ¿No es así? -Así es-dijo Glaucón La educación -dije- es el arte de dirigir este instrumento y encontrar para ello el método más fácil y eficaz. No se trata de infundirle la visión, porque ya la tiene; pero está desviada y no mira hacia donde debiera. Esto es lo que importa corregir”

De acuerdo a este pasaje, la educación explícita que Platón propone sería una del tipo suscitadora pues considera que es más valioso dirigir la inteligencia del educando que tratar de imponerle contenidos adrede. El ser humano conoce pero, o no sabe explicar los fenómenos, o los explica torpemente. Ante esto, se debería buscar mejorar la didáctica educativa para provocar gradualmente en el estudiante el interés por investigar y lograr nuevos conocimientos. 3. Paradojas de la educación A continuación, presentaremos cuatro paradojas sobre el tema tratado y al final de cada una de ellas plantearemos una forma tentativa de solución. 3.1. Paradoja de la educación suscitadora

2

18

Tomando en cuenta la teoría de la evolución nos daremos cuenta de que la educación de estos hombres de diferente grado evolutivo (los afarensis, ergaster, habilis, erectus, cromagnon, etc.) no pudo haber sido suscitadora. La necesidad de saciar la sed o de buscar nuevas fuentes de alimento hace que la educación en este caso sea adaptativa. Vemos, entonces, que la educación adaptativa es condición para la suscitadora. Y, siendo la adaptativa una condición para la suscitadora, podemos decir que, en principio, sólo hay educación adaptativa, siendo la suscitadora una consecuencia posterior y de menos importancia. Solución: No es que sólo haya educación adaptativa. Lo que sucede es que la educación depende de la complejidad social, de una concepción antropológica en un momento histórico dado. Si una sociedad recién comienza, su educación tendrá que ser adaptativa. Si una sociedad ya está avanzada, entonces su educación podrá ser suscitadora. 3.2. Paradoja de la innovación en educación El conocimiento nuevo se logra mediante la investigación, pero el querer o tener ganas de investigar sólo se puede lograr gracias a determinada educación. Sin embargo, aún cuando la pedagogía se encarga de proponer modelos educativos, la educación siempre estará en desventaja en relación al desarrollo social latente. Ella debe procurar lograr aptitudes beneficiosas para la búsqueda de conocimiento pero debido a que la sociedad siempre cambia o está progresando nunca podrá estar a la vanguardia: la innovación es imposible en educación. Solución: La educación es como un entrenamiento para la vida en sociedad (Constitución Política del Perú). Sólo se enseña lo conocido, no lo desconocido. El descubrimiento de nuevos conocimientos es algo posterior y se logra mediante la investigación pero no depende de la enseñanza, al menos no de modo directo, aunque sí con respecto a la formación de la aptitud investigadora. Esto no quiere decir que la ciencia de la educación (la pedagogía) no aporte nuevos conocimientos. Ella se apoya en otras ciencias tales como la psicología, la sociología, la economía, etc. La educación tiene que estar modificando sus fines de acuerdo con los nuevos conocimientos y los cambios sociales. Ella debe aproximarse lo más que se pueda a éstos de tal modo que procure más conocimiento y crecimiento económico para la sociedad. 3.3. Paradoja (o dilema) de la educación democrática Si un estado determinado adopta un sistema único que incide en cuanto a la solidaridad social, entonces se retrasará el desarrollo de las mentalidades superiores; y si, por el contrario, éste adopta un sistema dual como el característico de Europa en la segunda mitad del siglo XX que se preocupaba por el desarrollo de los caudillos y los súbditos en dos sistemas separados, entonces se abrirá una grieta social entre las dos clases. (Cunningham, Filosofía de la educación) Solución: Podemos adoptar una educación que se preocupe tanto por la cohesión social como por el desarrollo de las mentalidades superiores. El reto de los genios estará en estudiar por su cuenta y en involucrarse con los demás. El reto de los cohesionados radicará en no dejarse llevar por el conformismo para así poder producir investigaciones de calidad. Los sabios necesitan discípulos; la sociedad requiere líderes que expresen sus preocupaciones. Esta es una simbiosis de dependencia mutua. 3.4. Paradoja de la educación y la realidad laboral La escuela debe provocar el desarrollo de conocimiento, ideas, actitudes y pautas de comportamiento que le permitan al educando una incorporación eficaz al mundo civil, al ámbito de 3

19

la libertad en el consumo, de la libertad de elección y participación política, de la libertad y responsabilidad en la esfera de la vida familiar. Pero, estas características son distintas a las que se requieren para que un individuo se incorpore sumisa y disciplinadamente al mundo del trabajo asalariado. (Trillo, La educación en actitudes y valores) Solución: Los jóvenes tanto antes como ahora no parecen preocuparse por participar en la transformación científica y política del mundo. Por ello, la educación debe interesarse por reorientar la concepción del mundo del educando eliminando la infelicidad del saber cómo están emocionalmente y la intranquilidad del no saber qué podrán hacer cuando terminen sus estudios. De ser exitosa la educación, la búsqueda del sustento económico pasará a ser consecuencia del grado de conocimiento y cohesión social alcanzados por el educando. Referencias bibliográficas CUNNINGHAM, William (1972). Filosofía de la Educación. Buenos Aires: Ateneo. SALAZAR BONDY, Augusto (1967). Didáctica de la filosofía. Lima: Arica. TRILLO, Felipe (2003). La educación en actitudes y valores. Rosario: Homo Sapiens.

4

20

La filosofía como autoconstrucción práctica Jairo Alberto Cardona Reyes Universidad del Quindío, Colombia. Tanto enseñar filosofía como aprenderla es un compromiso en la construcción de la misma. Es desprenderla de aquel lugar en que hoy está, las bibliotecas. La subsistencia de la filosofía depende de su práctica, pues a través de ella sabemos que continúa en el mundo. Tendríamos que preguntarnos si aquella inutilidad de que se le acusa es culpa de los mismos filósofos, estudiantes o profesores, que pueden ser eminencias en una corriente, una época o en algún filósofo; pero de los problemas concretos por fuera de las facultades no se dice mucho. Hay que jugarle a lo nuevo, a la transversalidad; que sólo puede darse con un compromiso, en el surgimiento de iniciativas, en la búsqueda de soluciones, de respuestas para las sociedades en las que vivimos. El compromiso comienza con el “filósofo hecho”, el maestro. El debe destruir todo prejuicio, abandonar cualquier tendencia, dudar de todo presupuesto (al estilo de Descartes) para entrar en la presencia de lo desconocido. No es caer en lo ya pensado, sino más bien reconocer la recursividad de la filosofía, como una serpiente que se autodevora, cada vez que el círculo se recorre a sí mismo ya es algo diferente. La filosofía es y debe seguir siendo una herramienta perturbadora que rompe sistemas para vivir: Hay que filosofar por la necesidad de filosofar, en la búsqueda constante de algo. La filosofía debe abrirse a los problemas y necesidades de los hombres, pues la interpretación no está separada de la práctica y toda reflexión se hace sobre algo. El mundo irreal de los filósofos es sólo otra forma de ver el mundo real. El maestro debe seducir al estudiante, animarlo para que ponga los pies en la tierra, para que salga de los libros y vea el mundo como es ¿Por qué a nadie se le ocurre una salida de campo para los estudiantes de filosofía? Por lo menos deberían de promoverse e incluirse en la formación de manera permanente experiencias que ayuden en la edificación académica y filosófica, al igual que para conocer la realidad social de nuestro entorno regional; ya que parece que se nos ha olvidado que la filosofía es una ciencia humana ¿pues, qué significa humana, que la estudian humanos o que se dedica a lo humano? Tal vez ese calificativo de humana también los filósofos lo hayan convertido en algo decorativo, como la misma filosofía. Ya que el maestro enseña para aprender, el alumno debe aprender a desaprender, a arriesgarse, a filosofar sobre lo estudiado. Ya estamos acostumbrados a los bultos que dificultan la entrada del salón, el lastre que algunos deben arrastrar durante toda la carrera. Se conforman con hacer la tarea y ven su propia carrera como un relleno en el horario. Por otro lado están las enciclopedias ambulantes que, al pedirles cualquier opinión responden: “Según Kant… Descartes dice… Hegel afirma…” Tienen miedo a decir algo nuevo, pues, al carecer de soporte (o por lo menos uno que les haga la mayoría del trabajo) piensan que su trabajo no sirve. Es necesario comprender que enseñar y aprender filosofía es impulsarse hacia lo nuevo. Un estudiante no puede escudarse en su condición para no proponer (filosofar), pues hasta de lo incoherente puede rescatarse algo. El miedo es el causante de esto, el miedo al profesor que oprime y reprime para que se diga lo que él quiere escuchar y poner en evidencia al alumno ante los demás para acrecentar su ego. El maestro tiene que medirse, respetar el ritmo del estudiante, pues no todos los grupos son iguales, ni los individuos que los integran. Debe respetar el ritmo de avance del estudiante durante los procesos de construcción de conocimiento, antes que señalar, debe valorar las

21

diferencias individuales no sólo respecto a los conocimientos previos sino también respecto a la velocidad de aprendizaje (apropiación de la filosofía). Los estudiantes necesitan tiempo para construir sus propias relaciones entre ideas y hechos. Debido a lo anterior, es necesario fomentar espacios para el ejercicio de la filosofía, en donde, tanto alumnos como maestros generen una retroalimentación del sistema. De tal manera que se logre una participación activa en donde la discusión racional se adquiera y se fortalezca. A la luz de textos filosóficos y una buena interacción, se desarrollará un espíritu crítico y creativo. Así, la filosofía seguirá pariendo filósofos para el mundo. De todo esto nos queda que la filosofía se aprende en la práctica. El profesor debe presentarse como un orientador en el aprendizaje, comprender al alumno desde su particularidad y promover el diálogo en el que se respeta y se retoma lo que los estudiantes proponen y en el que se valoran sus preguntas. Los alumnos deben seguir al maestro en aquello que él sabe hacer y ellos estarán abiertos a la corrección para mejorar su trabajo, que estará cada vez mejor cimentado; hasta poder superar al maestro. Pero el profesor también aprende al desaprender sus métodos y ver todo con los ojos de otro. Es un movimiento de interacción, un diálogo existencial y una búsqueda entre compañeros. Entonces, ¿estamos llamados a refundar la filosofía? Parece que Sócrates hoy tiene la respuesta que nos puede llevar a una nueva filosofía y que ha sido olvidada por mucho tiempo o tal vez relegada a ciertos espacios. El filósofo cada vez se ve obligado a salir de su soledad, de su mundo restringido para internarse en un nuevo pero viejo campo, el diálogo maestro-discípulo.

Fuentes Bibliográficas: Rabossi, Eduardo A. Enseñar filosofía y aprender a filosofar. En: Cuadernos de filosofía y letras. Bogotá, 1984. Oboils, Guillermo. La enseñanza de la filosofía como práctica filosófica o la ruptura del dualismo. En: Una introducción a la enseñanza de la filosofía. Lyotard, Jean-Francois. ¿Porqué filosofar? Barcelona. Paidos, 1989.

22

Utopías dentro del mundo imposible. Amaranta G. Méndez Castro Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Ver como nunca se ha visto, de eso se trata. Construir una realidad que no queda sólo en la instalación sino que se traduce a una experiencia sensible en el espectador, aun fuera de ésta. Tomás Saraceno nos muestra el horizonte del contexto actual; en el exterior no hay nada por decir. Sin embargo, es en la interioridad de la persona en donde encuentro un símil con la obra. Cierto filósofo afirmó que vivimos en el mejor de los mundos posibles pero en efecto, ese filósofo jamás conoció la precariedad de nuestro tiempo, quizás no, en este extremo. Uno podría pararse frente a un globo terráqueo, señalar con los ojos cerrados y hallar en cualquier parte de éste algún tipo de indigencia. Pienso por ejemplo en la población más pobre de China a la que se le obliga a vivir en jaulas o sin ir lejos, pienso en Latinoamérica, en los puentes y alcantarillas que sirven de “hogar”. Es así como dentro de este tejido de distopías no evoco al político que aprieta los nudos de su venda para evitar ver lo inmediato. Pienso en el artista que los deshace y observa la vida como es, como podría ser. De esta forma recuerdo una fotografía en particular, una que refleja otros mundos posibles. Me refiero a Tomás Saraceno, quien es parte de esa región de artistas que juega a inventarle otra “historia” a la humanidad creando realidades paralelas que más van allá de una mirada indiferente o aletargada. Aparece entonces frente al espectador una nuevo horizonte para ver su realidad concreta. Se abre un mundo de poesía dentro del caos que rompe con las ideas preconcebidas culturalmente; el artista argentino ha referido querer desaprender y dejar de asumir los límites que culturalmente establecen nuestras formas de vida. Lo anterior lo lleva acabo a través de utopías artísticas. “Cosmos Poético de la Respiración” es el nombre de la instalación del artista argentino en la cual Saraceno permite que permanezca un momento breve; tal como decía Bachelard, el poeta detiene el tiempo y menciona aquello que permanece. Así en la fotografía observo el instante de un mundo posible capturado en los ojos del receptor quien, a pesar de ser participante de una realidad efímera, conservará y evocará las imágenes reflejadas del mundo flotante de Saraceno. La instalación está hecha de un material inflable a manera de un manto que se alimenta simbólicamente de la respiración de sus espectadores; un elemento primordial pues es así como se conservan las “paredes” de colores similares a los de una aurora boreal. Ya dentro del manto el espectador recrea los paisajes que son vistos a través de las paredes del material tornasol, en donde nada dentro de la utopía del artista, se mira de la misma forma. Así nace la utopía de mundos flotantes, de un manto que toma el papel de una casa que está más cerca del cielo que de la tierra. Se nos muestran otras miradas y perspectivas de la realidad; imágenes que se evocarán una y otra vez. Ahora bien, frente a la imagen del Cosmos Poético de la Respiración recuerdo una pintura del romanticismo alemán: “Monje a la orilla del mar”, en la que puede observarse un monje frente al horizonte de olas indefinidas y tonalidades oscuras. En el cuadro de Friedrich se nos muestra la dureza de la vida, la finitud y la soledad. Somos ínfimos frente al cielo y la bastedad del mar. Nada puede hacerse. Ahí la realidad se mira desde la tonalidad de la crudeza. En estos términos la utopía no tiene cabida, pues ni la idealización ni la comprensión de la realidad están en donde uno se arroja con fatalidad ante éste.

23

Sin embargo, regreso al mundo del artista argentino y me encuentro a mí misma en un horizonte; si de indigencia actual, si de crudeza dentro de mi contexto, pero a diferencia del horizonte de Friedrich reparo en la mirada utópica de Saraceno. Ciertamente no se trata tanto de comparaciones como de perspectivas. El artista nos muestra, en efecto, que la mirada depende ‘del color con que se mira’. Adentro de la instalación nada está resuelto ni siquiera la obra es la misma, a cada momento la luz interfiere con los colores y lo que parecía de un color en instantes ya no lo es, incluso, la forma del manto tornasol cambia con el viento. Y la realidad justo aquello que pareciera imposible de cambiar, se transforma. El espectador no puede rehusarse a entrar en el juego del artista pues, ¿no es él mismo un cosmos poético de la respiración, no están dentro de él las posibilidades de ver el mundo desde otras perspectivas? Frente a la imagen del espectador que observa la obra, me adentro en la idea de que cada humano es un cosmos poético con diferentes tonalidades para intervenir en su entorno.

Autor: Tomás Saraceno “Cosmos Poético de la Respiración”, 2007

24

Autor: Caspar David Friedrich

“Monje a la orilla del mar”, 1809

25

Summertime en la interpretación de John Coltrane1 Derken Castillo Caussin

De las muchísimas interpretaciones del Tema de la ópera Summertime de Gershwin y Du Bois la que traduce de una manera original los sentimientos de amor , ternura, protección y otros sentimientos más en que las palabras son insuficientes para poder expresar. Este tema que a pesar de no ser de su autoría, es interpretado con esa subjetividad única, cuasi-escondida, nocturna, sufrida, íntima que nos muestra en este arreglo por demás sui generis de Coltrane. En éste tema, que no le pertenece pero llegó a sus oídos, él se consagra en la categoría de maestro, pues no sólo interpreta sus propias creaciones sino que interpreta composiciones de otros autores; obra o ejecuta con relevante mérito una virtuosidad única entendida como hábil ejecución técnica del saxo. Virtuosidad porque saliendo de la estructura musical hecha por sus creadores llega a través de su ejecución a un nivel de genialidad, de maestría en la interpretación. En la ejecución de lo ajeno llega al cenit de su plenitud ontológica que lo constituye como músico, en el sentido de sentir la máxima plenitud de su vida. El tema empieza con un floreo de Coltrane en el saxo como un clamor de justicia, de ese dolor insoportable que se torna queja existencial, un pedido de justicia social que exige desesperadamente una respuesta, un bálsamo que calme esa angustia de vivir, dirigido hacia arriba, hacia esa región llamada por los esotéricos como: el mental superior, a ese cielo ausente de dolor, a eso que llamamos Dios. Pero también se lo puede sentir en el plano afectivo-emocional porque toca las fibras más íntimas de nuestra interioridad donde residen los sentimientos más nobles, donde la esperanza justifica el esperar mejores días. Esperanza que contiene y justifica incluso el mismo dolor; acaso no dicen los místicos que a través del dolor se llega a la perfección. Luego viene el solo del piano para sumergirnos en un horizonte de ternura y protección para de nuevo recordar esos brazos que nos mecieron en los primeros meses de vida. Como un consuelo de la felicidad ida. A continuación viene el solo del contrabajo presentándose sólido, íntimo, como eco de uno mismo, como una voz muda que solo puede ser oída a través del instrumento, sumergido en esa circunstancia, pleno en su sentir, firme, enfrentando a los peligros de la noche para hacernos conocer su sentir con-penetrado de ese dolor existencial, la batería esperando, para entrar en una carrera paralela, un querer acoplarse a un solo sentimiento de llegar a decir a través del punteo del contrabajo y la percusión de tambores y platillos de la batería su forma de sentir el dolor ajeno, pero que lo expresan cada uno con su propia subjetividad. Coltrane, maestro músico o un músico maestro. Se es maestro cuando no solo interpreta sus propias creaciones, sino cuando también se interpreta creaciones ajenas, el del otro, el de los otros y mayor es el mérito cuando se lo interpretó en vivo, como es el caso de esta versión musical. Para poder notar estos sentimientos tan elevados por supuesto que se tiene que estar en un estado especial. Este estado llamado por los neuropsicólogos: Arousal, es decir el estado de máxima percepción.

1

Artículo editado por el Comité Editorial de Revista Repliegue para la publicación en el presente número de la revista.

26

He aquí una pieza musical para coleccionistas, para melómanos. Un verdadero alimento metafísico para las almas hambrientas de espiritualidad humana. Una interpretación memorable, única, a pesar que se la grabó en la década de los sesenta, en el álbum “My favorite things” (Mis cosas favoritas). Interpretación de gran rendimiento, de buen “performance”, imprescindible para poder comprender un proceso histórico supuestamente superado como es la discriminación racial en el siglo XX.

27

"Amelié se equivocaba: Son malos tiempos para los que no sueñan contigo". Cynthia Uceda Universidad de Sevilla, España.

"Imagina a Amélie dentro de una película de Wes Anderson. Imagina que tiene los ojos de Caperucita y la boca del lobo. Imagina un bolso amarillo, una sudadera gris, los labios rojos. ¡Imagina! Mirarte es contemplar una estatua de Bernini al borde de la destrucción más absoluta, analizando su belleza hasta el último segundo, antes de romperse en mil pedazos. —Algo tan irreparable como yo, supongo—. A nadie le gusta saber hasta qué punto es un cobarde, y yo fingí armarme de valor para llenarte la boca de flores. Aún no sé si fue un acto de valentía o me poseyó el miedo de escuchar a la nada más que a ti. Y qué ingenua. Supe que eras tú cuando te vi bailar con el silencio y no eché de menos la música. Pero, ¿cómo le explicas a un pájaro que te has enamorado de las alas que le arrancaron? A ver quién coño le explica ahora al Sol que prefiero verte amanecer a ti.

28

Deséame con suerte, que me he perdido en el Triángulo de las Bermudas que tienes en tu mano izquierda y estoy dispuesta a encontrarte a besos por la Osa Mayor que llevas tatuada a lunares en tu brazo derecho. —Como si perderse y encontrarse en la misma piel no fuera suficiente señal—. Deseémonos, amor; que la tierra no se cansa de mirarte cuando pasas frente a fantasmas de mirada vacía. Y qué envidia. Nunca escribo poemas a chicas de las que no me acabo enamorando. Y siento decirte que no podré [evitar] convertirte en poesía."

29

"Imagina" Cynthia Uceda Universidad de Sevilla, España.

"La luz rosácea del amanecer, el olor a azahar, el sonido de las uñas de los perros abandonados paseando por el asfalto. La miel, su sabor, el tacto de una jarra de cerveza congelada encima de la barra de tu bar favorito. La luz de las velas reflejada en la piel de la persona a la que amas. La sonrisa de tu hermano pequeño, el olor a libro nuevo, las ganas de aprender, el sabor del primer beso, tu primera vez. La expresión de unos ojos cuando reciben un regalo inesperado, los cuadros de Klimt, de Dalí, de Frida Kahlo, pisar la hierba con los pies descalzos, el sonido de un saxofón, la música de Bethoveen, de Metallica, de Jorge Drexler, la fidelidad de los perros, el ronroneo de los gatos el cine de Kubrick, de Buñuel, la poesía de Lorca, de Pizarnik, de Alfonsina Storni, los arco iris, las estrellas, el atardecer, la rutina. Imagina que todo eso desaparece a golpe de bomba. Imagina tu vida en Palestina."

30

Poesía como resultado de una reflexión. Cristian Fuentes Universidad de Valparaíso, Chile. El poema que podrán apreciar al final del texto fue escrito durante un momento de mi vida en el cual todo andaba bien, según yo, me sentía feliz gracias a que me encontraba estable económicamente y además podía apreciar como mis objetivos se iban cumpliendo poco a poco, a pesar de sentirme feliz, sentía un vacío en el alma que no dejaba manifestar satisfactoriamente mis emociones, como si las cadenas de la felicidad rodearan los demás sentimientos los que gritaban desesperadamente por salir a la luz. Empecé a reflexionar profundamente con el fin de encontrar la plenitud en la que pudiese sentir felicidad sin aprisionar mis otras emociones, de pronto gracias a esto, dentro de mi conciencia se encendió una luz divina , aquella del mundo de las ideas, esta misma me llevo a la siguiente conclusión; necesitaba un equilibrio emocional. No todo puede ser felicidad dado que está es relativa y para ser feliz se necesita superar obstáculos como el dolor y el miedo. Por ende esto vendría siendo un complemento constante a lo que podemos llamar éticamente una praxis, que recae dentro del ser. Entonces mi nuevo desafío fue ver de qué manera complementar la felicidad y uno de mis miedos más profundos es decir: la soledad en la oscuridad de la muerte según mis creencias. Dado que soy uno de los tantos que cree que al morir solo quedaría la infinitud de mi mente y como no tendría un cuerpo físico no podría ver absolutamente nada, solo sería yo un intangible intelecto junto a una eterna, profunda y oscura soledad. Luego de la reflexión anterior surgieron las siguientes preguntas ¿cómo puedo sentir ese miedo que tanto necesito para sentirme en equilibrio? Y ¿de qué manera lograre revivir este miedo para que me ayude a sentir esa plenitud las veces que lo necesite? La respuesta a estas Interrogantes me llevó a la acción de intentar crear la escena de mi mente en una oscura soledad. Así que una tarde cualquiera entre a mi cuarto, corrí los muebles para obtener un espacio con el fin de reducir en lo posible mi sentido del tacto, luego apague la luz y en un cerrar de ojos llego un hermoso silencio junto a una oscuridad de aquellas que solo se obtienen cerrando los ojos dentro de una noche sin estrellas. Al fin por primera vez en mi corta vida pude sentir lo que para mí sería estar muerto lo cual fue acompañado con la desesperación de intentar soportar cueste lo cueste estas negras tinieblas que impedían la estimulación de la vista, además una absoluta soledad que podría generar a cualquiera la costumbre de no necesitar jamás nunca de nadie. Así que luego de un tiempo decidí salir, mejor dicho escapar puesto que me encontré con sentimientos tan oscuros que generaron al fin ese miedo que tanto sentía con respecto a la muerte el cual puede servir para experimentar aquel equilibrio que he estado buscando. Para la segunda pregunta que llegue a plantarme ¿De qué manera lograre revivir este miedo como ayuda para sentir esa plenitud las veces que lo necesite? La respuesta fue : se puede revivir o experimentar emociones a través de una obra artística como en este caso un poema en el que describo las sensaciones que logre obtener con respecto al contexto de una muerte llena de soledad y oscuridad. Gracias a esta reflexión cada vez que necesito encontrar el equilibrio con respecto a mi situación de felicidad leo el poema en el que plasme las emociones con respecto a mi gran miedo es así como empiezo a revivir de la nada esta emoción que tanto necesito para encontrar mi plenitud.

31

Recuerdos de una oscuridad

Solo en silencio Entiendo lo que hablan los muros Es que yo me he encerrado En este helado cuarto oscuro

Hoy siento pánico Dolido en la ansiedad De estar soñando con la muerte Y tal vez nunca despertar

Se acaba el aire. Y el ambiente se vuelve tenso Indefenso es mi nombre Porque me siento propenso

A darle un beso a la vida Viajando en su mejilla No le doy los buenos días Puesto que es la despedida

32

Relaciones interpersonales en la actualidad: ¿Despojándose de la heteronormatividad o insertándose en el consumo? Arlette Cifuentes M. Universidad de Santiago de Chile.

Michel Foucault en "Historia de la sexualidad I: La voluntad de saber", describe como la heteronorma fue imponiéndose en el inconsciente colectivo de la sociedad con la ayuda de los discursos generados por la ciencia, patologizando cualquier tipo de conducta que no se adaptara a la normalidad impuesta a través de las instituciones (educación, medicina, justicia y la iglesia). Fue así como sodomitas, polígamos, homosexuales e incluso solteros, fueron estereotipados en el ámbito de la enfermedad durante la época victoriana. De esta manera el placer corporal solo era bien visto mientras fuese practicado dentro del matrimonio, que habría de constituirse entre un hombre y una mujer, todo lo demás será visto como pecaminoso, inmoral, repulsivo y vergonzoso. Para ese fin Foucault propone la “hipótesis represiva” que se manifiesta por medio del “(…) régimen de poder-saber-placer que sostiene en nosotros al discurso sobre la sexualidad humana.” 1 A lo anterior Bauman lo describe como "Revolución Sexual", dado que se hablaba de sexo en todos lados de manera "educativa" y represiva por medio de la scientia sexualis.2 Donde se toma en consideración “el “hecho discursivo” global, la “puesta en discurso” del sexo.” 3 A mediados del siglo pasado se generó la "segunda revolución sexual" que consiste en "el desmantelamiento de todo lo que reunió la primera (...)"4, la píldora hace su entrada de la mano de la revolución de las flores que transmitía el mensaje del amor libre, en medio de un época dividida por la cortina de hierro y de una economía comandada por el keynesianismo ad portas de ser desarmada por el neoliberalismo. Es precisamente durante esta “segunda revolución sexual” que Foucault escribe: “(…) si a partir de la edad clásica la represión ha sido, por cierto, el modo fundamental de relación entre poder, saber y sexualidad, no es posible liberarse sino a un precio considerable: haría falta nada menos una que una transgresión de las leyes, una anulación de las prohibiciones, una irrupción de la palabra, una restitución del placer a lo real y toda una nueva economía en los mecanismos del poder, pues el menor fragmento de verdad está sujeto a condición política.”5 Efectivamente con el cambio de modelo económico los valores fueron mutando hacia otras perspectivas como la flexibilidad, que se traduce a la capacidad de adaptación a los cambios que son cada vez más instantáneos y a la capacidad de generar esos cambios, para obtener la libertad la movilidad es fundamental; la solidez que el Estado benefactor ofrecía con el keynesianismo se fue evaporando. Esto se debe a la propiedad líquida o fluida de la nueva modernidad; la modernidad líquida; llamada así por el filósofo Zygmunt Bauman ya que “lo que cuenta es el flujo del tiempo

1

Foucault M, Historia de la sexualidad I; la voluntad de saber, España, Siglo Veintiuno, 1998, p.18.

2

Cft. Ídem.

3

Ídem. p.19.

4

Bauman Z., La posmodernidad y sus descontentos , España, Akai, 2001, p.182.

5

Foucault, M., Historia de la sexualidad I; la voluntad de saber, España, Siglo Veintiuno, 1998, p.09.

33

más que el espacio que puedan ocupar: ese espacio que, después de todo, sólo llenan “por un momento”. En cierto sentido los sólidos cancelan el tiempo; para los líquidos, por el contrario, lo que importa es el tiempo.” 6 En la actualidad, lo anterior es aplicado a todos los ámbitos de la vida, si bien en un inicio comenzó por las políticas públicas, privatizándolas poco a poco7, después se sobrepuso en el ámbito de la vida de los individuos; el trabajo ya no es para toda la vida y los lazos afectivos tampoco; principalmente porque requieren tiempo para solidificarse. En este sentido el matrimonio y la familia, la llamada "base de la sociedad" ha mutado de distintas formas, manteniendo el nombre, pero no su conformación habitual, papá, mamá e hijos y menos aún su ideal de duración. El sexo, ya no es razón para atarse al otro "hasta que la muerte nos separe". ¿A qué se puede deber este cambio en las relaciones humanas, especialmente en las relaciones amorosas? Podemos obtener dos lecturas: una de ellas es el desarme de la heteronormatividad como postura política en contra de los valores conservadores impulsados por el capitalismo en algún momento. Otra es la inserción del consumo en la vida de los individuos y la relevancia que le han dado en sus vidas. En este último, el dilema surge debido a que dentro de nuestra sociedad de consumo “Al buen consumidor no lo atormenta la satisfacción de su deseo, sino que los tormentos de deseos jamás experimentados ni sospechados los que vuelven más tentadora la promesa.”8 Convivir o la exclusividad sexual se transforma en una encerrona en la sociedad de consumo, más aún el compromiso a largo plazo como el matrimonio y más si ese compromiso viene con descendencia de por medio, vendría a coartar la movilidad del individuo. La felicidad pasa a ser sinónimo de "una felicidad sin temor a efectos secundarios y alegremente despreocupada de sus consecuencias, una felicidad del tipo "sino está completamente satisfecho, devuelva el producto y su dinero le será reembolsado": la encarnación misma de la libertad, tal como lo han definido la sabiduría popular y las prácticas de la sociedad de consumo." 9 Los objetos no son los únicos desechables hoy en día, las personas también. Estoy en todo mi derecho abortar misión, si siento que el compromiso me sobrepasa, limita mi libertad y más aún mi movilidad. La sociedad de consumo tiene como slogan «ser libre», «ser quien tú quieras ser», propaga el no estar atado a nada, idea tomada y desvirtuada desde otros sectores intelectuales y libertarios que ponen sobre la mesa la discusión sobre las relaciones amorosas o sexuales con exclusividad como una forma de represión, de privatización del otro cuerpo, una práctica en la que se generan dinámicas de dominación. “Si los sentimientos del ser humano están inclinados hacia la inconstancia; si su amor no puede fijarse sobre el mismo objeto, como pretenden aquellos que quieren reglamentar las relaciones sexuales, ¡qué nos importa! ¿Qué podemos nosotros hacerle? Puesto que, hasta el presente, la opresión no ha podido impedir nada, pues sólo nos ha dado nuevos vicios, dejemos libre la naturaleza humana, dejémosla evolucionar hacia donde la conducen sus tendencias, sus aspiraciones. Ella es, en la actualidad, bastante inteligente para saber reconocer lo que le es útil o perjudicial; para reconocer, con su experiencia, en qué sentido debe evolucionar.”10 6

Bauman, Z., Modernidad líquida, Argentina, Fondo Económico de Cultura (FCE), 2012, p. 09.

Cft. Curtis A. (dir.) (c2007) The Trap: What happened to ours dreams about freedom. [DVD]. [Reino Unido]: BBC. 7

8

Bauman Z., La globalización, consecuencias humanas, Argentina, FCE, 1999, p.109.

9

Bauman Z., Amor Líquido, Argentina, FCE, 2006, p.68.

10

Baigolia O., Amor Libre, Eros y Anarquía, Argentina, Utopía Libertaria, 2006.

34

La diferencia crucial entre estas dos posturas sobre la libertad y la fragilidad del relacionarse amorosamente y/o sexualmente es que desde el consumo, el otro no es más que un objeto de satisfacción, se cosifica la humanidad del sujeto, no es reconocido en torno a su individualidad, por lo tanto, pasa a ser desechable sin considerar sus necesidades o inquietudes. La relación con el otro dura en cuanto se satisfaga mi deseo. La segunda, reconoce a los individuos como libres en su actuar y pensar y, es desde esa misma libertad en que los individuos pueden encontrarse y relacionarse de igual a igual, considerando las necesidades e inquietudes de cada uno. Si el vínculo ha de ser finalizado, se da desde el mismo ámbito de libertad de acción de ambos y conscientes de la libertad de cada uno. El sistema actual tiene la capacidad de desublimar las ideas que incitan a liberarse de él11, en esta ocasión no es diferente. Las posturas libertarias transgreden los discursos de la sexualidad establecidos, el sistema toma estas ideas y las vende, reduciendo el carácter transgresor y lo transforma en objeto de consumo. De esta manera la heteronormatividad aún impera sobre los cuerpos, tal vez en menor grado que en antaño, pero la cosificación de los individuos no es un hecho tan oculto después del todo, sólo basta con entrar a internet o prender la televisión para ver como la erotización inunda nuestras pantallas, diciéndonos cómo ser deseables para los otros, diciéndonos cómo funcionan las relaciones hoy en día; dándonos un manual de cómo ser un consumidor y de cómo ser un objeto de consumo.

Cft. Marcuse, H. (1993). “La conquista de la conciencia desgraciada: una desublimación represiva.” en El hombre unidimensional Argentina: Planeta-Agostini. 11

35

Black Arcadia, de Tadeus Arguello. Editorial Anagrama. La Ciudad que perdió su nombre. Moisés González Universidad Autónoma de Querétaro, México. ¿Cuál es el papel de la poesía en el hombre? Y más aún, ¿qué papel tenemos nosotros como personas en la poesía, en un mundo que se ha construido a si mismo lo largo de la historia; ¿qué poema estamos construyendo ahora? Tadeus Arguello desde sus trincheras se está haciendo esta misma pregunta a lo largo de Black Arcadia, su último libro de poemas, donde muestra su preocupación por el poema en el mundo contemporáneo. En la actualidad, el poema es incierto, al igual que la ciudad moderna. ¿Poema y ciudad están invadidos por el capital privado? En esta arcadia negra que es la civilización occidental, el hombre se confronta consigo mismo, arde desde su propia sed de violencia, arde su lenguaje y arde cada letra que va calcinando las razones que sostenían su horizonte, sobre todo en el poema “Díptico de una Sola Pastilla”. La construcción del mundo, si es una construcción realmente ordenada y racional, ¿es reflejo de las capacidades, cualidades, deseos, caprichos, en suma, de todo lo que le acontece propiamente al hombre? ¿No es acaso el arte expresión de lo que le sucede al ser humano? Yo me pregunto también lo siguiente: ¿qué sentía y que pasaba por la mente de Tadeus al elaborar sus poemas descarnados y oscuros? Sus poemas reproducen el sonido de la condición humana, donde lo mecánico anula lo impredecible, donde la violencia exige su cuenta en las páginas en blanco del poema llamado “Film”. El hombre de Black Arcadia ya no piensa en él como un modelo, es una entidad incluso ajena de sí mismo donde el desarrollo técnico cubre su auténtica máscara” El hombre de Black Arcadia ya no piensa en él como un modelo, es una entidad incluso ajena de sí mismo donde el desarrollo técnico cubre su auténtica máscara que se define por las simples y vanas transacciones de emociones y divisas; un mercado de cuerpos y sentimientos ofrecidos al mejor postor. De ahí la fría persecución sobre el asaltante que termina en el diagnostico clínico de su defunción en “El Acto Mecánico de Vigilar”, como también el cardenal que aparece en el poema llamado “El Cubo de la Atmósfera”, sea la reencarnación del poder y la corrupción que existe desde la antigüedad. Si antes era el universo y Dios quienes legitimaban al hombre, es decir, quienes podían determinar como algo bueno la existencia del ser humano, ahora, ¿es la ciencia, el poder técnicocientífico, la economía? ¿Es realmente este humanismo un intérprete y asegurador del hombre que servirá de guía permitiéndole a éste ser dar respuesta a su condición de extraño, de extranjero ante este mundo que se muestra literalmente perdido, desencantado, donde el impulso vital del asombro ahora es solamente una actividad sin gran significado? Leyendo Black Arcadia ¿hay posibilidad de que existan realmente las respuestas? El libro de poemas Black Arcadia es una especie de radiografía profunda de las pasiones de la sociedad moderna, aunado a un malestar dentro en la historia criminal de las ideas, que plasma sintéticamente el derroche, la vanidad, la promiscuidad, las ideologías en nombre del capital y en nombre de un falso progreso.

36

Los Nadies

Eduardo Galeano.

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

37

Eduardo Galeano nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940, en el seno de una familia católica de clase media, bajo el nombre de Eduardo German María Hughes Galeano. Hijo de un empleado público y de una gerente de librería, fue criado en un ambiente de profundas convicciones católicas. Tuvo una larga carrera tanto en el plano personal (estuvo casado tres veces) como en el profesional. Con tan sólo trece años empezó a publicar caricaturas para el diario "El Sol", un periódico socialista en Uruguay, bajo el pseudónimo de «Gius» por la dificultosa pronunciación en castellano de su primer apellido. Desde muy joven empezó a trabajar; fue obrero en una fábrica de insecticidas, recaudador, pintor de carteles, mensajero, mecanógrafo, cajero de banco y editor. Desde sus inicios estuvo vinculado a causas políticas y fue defensor de la ideología de izquierdas. En esa misma línea y siendo miembro de la juventud socialista, iba de pueblo en pueblo a hablar de socialismo ante la mirada atónita de aquellos pocos que se paraban a escucharle. La publicación de su libro “Las Venas Abiertas de América Latina” en 1971 coincide con una época plagada de enfrentamientos sociales, políticos e ideológicos en América Latina. Entonces, Galeano trabajaba como periodista, editor de libros y empleado en el Departamento de Publicaciones de la Universidad de la República. Sobre dicha obra el mismo Galeano se refirió una vez: “Yo creo que ese libro es un disparate que proviene de la imaginación colectiva. Muchos de los relatos los recogí en los caminos que anduve por América, y otros son producto de la imaginación. Pero tanto en un caso como en el otro, yo creo que lo que el libro expresa, es una porfiada fe del autor en un hecho humano fundamental, que es el derecho de soñar […] sin el cual, la pobre esperanza se moriría de hambre […] ¿qué podríamos creer?, ¿qué podríamos esperar?, ¿qué podríamos amar? Porque, en el fondo, uno ama al mundo a partir de la certeza de que este mundo, triste mundo convertido a veces en campo de concentración, contiene otro mundo posible. Ese mundo posible, que hoy estamos viendo asomar en América Latina”. En la década de los setenta, un grupo derechista militar uruguayo lo encarceló. Por esta causa se marchó a Argentina. Sin embargo, allí ocurrió lo mismo. El régimen de Videla tomó el poder tras un sangriento golpe militar y su nombre fue agregado a la lista de aquellos condenados por los escuadrones de la muerte. En su obra "Días y noches de amor y de guerra" de 1978, plasmó su experiencia vivida en los días de la dictadura argentina y uruguaya. Luego, se exilió en Cataluña, España, donde publicó en revistas, colaboró con una radio alemana y un canal de televisión mexicano. En este periodo escribe su famosa y premiada trilogía "Memoria del fuego". La cual, publicada entre 1982 y 1986, nos cuenta la historia de América Latina, desde la creación del mundo hasta nuestros días, a través de pequeños relatos en forma de prosa. En 1985 regresó a Uruguay, donde fundó y dirigió su editorial llamada “El Chanchito” y varios semanarios. Una de sus facetas más conocidas fue su pasión por el fútbol, la cual se ve reflejada en su libro "Fútbol a sol y sombra" de 1995. En la cual se lamentaba de que los intelectuales no hubieran sabido captar su verdadero significado y de que siempre se haya creído que el fútbol atrofia la conciencia del pueblo y le impide pensar con la cabeza. El propio autor reconocía que de niño quiso (como todos los uruguayos) ser jugador de fútbol, pero que por su absoluta falta de talento no tuvo más remedio que hacerse escritor.

38

Recibió en vida numerosos premios, reconocimientos, distinciones ydoctorados Honoris Causa por universidades internacionales. Abogó constantemente por las ideas que condenan el neoliberalismo y continuó apostando por un socialismo real. Insistía en la crítica situación en la que se encontraba y encuentra- Latinoamérica, sobre todo entre las nuevas generaciones que no creen en la democracia. Según él, cuando un gobierno adopta soluciones que comprometen a diferentes generaciones, tiene la obligación de consultar al pueblo, porque son soluciones que tendrán repercusiones durante mucho tiempo. Eduardo Galeano falleció el pasado lunes 13 de abril a los 74 años de edad, a causa de un cáncer de pulmón, en su ciudad natal, Montevideo Uruguay. En Galeano han convivido el periodismo, el ensayo y la narrativa, pero será sobre todo reconocido como un cronista certero y valiente que recordaba el pasado para analizar el futuro que estamos dejando. De trato cordial y perpetuo buen humor, creía que el mejor de sus días «Es aquel que debe todavía estar por venir».

39

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.