LA ÉTICA DEL CUIDADO: HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVAS CIUDADANÍAS.

June 30, 2017 | Autor: Derly Rojas | Categoría: Social Psychology, Political Philosophy, Critical Pedagogy, Moral Education, Moral phylosophy
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Descripción

LA ÉTICA DEL CUIDADO: HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVAS CIUDADANÍAS.
DENNYS ANDREA CORTÉS RAMÍREZ
Y GLADYS PARRA ALFONSO.
Según Kohlberg las personas construimos los principios morales evolutivamente, en una especie de proceso en espiral en el que los principios o procedimientos para juzgar son tentativamente aplicados a los problemas morales. Cuando existe una discrepancia entre el principio y nuestras intuiciones, podemos reformular el principio o nuestra intuición moral, si es que pensamos que ésta última era errónea, hasta que alcanzamos un "equilibrio reflexivo" entre nuestros principios y nuestras intuiciones morales sobre casos concretos (Kohlberg, 1992, p. 297).
Palabras clave: socialización política, género, ética del cuidado.
LA CONSTRUCCIÓN DE SUJETO POLÍTICO: LOS PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN:
Las investigaciones realizadas por la psicóloga y filósofa estadounidense Carol Gilligan suponen que el hecho de que las niñas jueguen en grupos reducidos y lugares privados, lleva a que desarrollen la empatía y la capacidad de adoptar el punto de vista del "otro particular". Así, niños y niñas alcanzan diferentes experiencias sociales una vez que han crecido. El modo de razonamiento moral que observa en las mujeres entrevistadas la lleva a una distinción clave de su teoría: los hombres presentan una orientación ética a la justicia y los derechos, y las mujeres, una orientación ética al cuidado y la responsabilidad.
Por lo tanto, para Martín Baró los procesos de socialización constituyen de manera histórica al individuo en tanto lo forma como persona y sujeto de una sociedad cambiante, así que, la socialización se entiende como un proceso histórico y temporal que muestra el desarrollo de identidades en tanto se sitúe a la sociedad como principal eje de construcción humana y social. Para ello, establece una diferenciación conceptual entre: socialización primaria y secundaria.
La construcción social de la realidad (Berger y Luckmann) toman el concepto de Internalización ''Es la aprehensión o interpretación de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado, es decir, en tanto que es manifestación de los procesos subjetivos de otro y en consecuencia se vuelven subjetivamente significativos para el individuo'' (Cortes y Parra, p. 185). En otras palabras, el sujeto se apropia de un saber cuando lo hace suyo, cuando lo internaliza y lo incorpora a su trama mental personal; cuando lo puede seguir aplicando en su vida en contextos diferentes a aquel en el que se originó su adquisición (Kaplún, 1995, p.27).

En base a lo anterior, entiéndase la socialización primaria como la construcción del yo en tanto el sujeto hace parte de manera afectiva ante la sociedad, reconoce su posición subjetiva ante el mundo. Al crear este mundo en consecuencia con los contextos y situaciones sociales éstas se añaden a sus estructuras psicológicas estableciendo un ''marco valorativo de referencia'' que expone de manera corporal las emociones del sujeto teniendo en cuenta la situación de enseñanza-aprendizaje, en otras palabras, la actividad en si misma dando como resultado que la realidad es construida a partir de un juicio ético y estético.

Sumado a esto, el individuo crea una percepción de sí mismo estableciendo una serie de acciones condicionantes de tanto él en su construcción subjetiva como de los otros y sus pensamientos del ''yo'', creando vínculos y relaciones sociales. Por consiguiente, las relaciones que el individuo establece con sus miembros más cercanos determinarán la carga afectiva y las conductas que se puedan generar en los procesos sociales secundarios. Las instituciones serán el eje que edifique un pensamiento objetivo en el sujeto teniendo claro que lo que se busca es un equilibrio para la construcción de la realidad objetiva y subjetiva.
Para Martín Baró (2000) en la socialización primaria la adquisición de identidad sexual, moral y del lenguaje, son procesos que muestran la estructuración histórica de la persona, la cual está conducida por la formación del yo, el cual guía estas socializaciones en los individuos. (Cortés y Parra, 2009).
De esta manera, las autoras realizan un acercamiento teórico a la socialización moral, de género y política haciendo especial énfasis en la socialización política como punto de partida en el que se construyen las demás socializaciones, sus procesos y desarrollos tanto primarios como secundarios.
SOCIALIZACIÓN DE GÉNERO:
Da cuenta de las diferencias por sexo, la transformación de identidades de hombre y mujer, su naturaleza en los procesos de socialización y construcción de la realidad social y los roles de la misma.

Aquí se destacan dos aspectos: En primera, la sexualidad humana como construcción ideológica de la sociedad teniendo en cuenta la ''ideología patriarcal dominante''. La mujer es subordinada ante las cuestiones políticas, la participación en las instituciones requieren de autoridad, jerarquía y el rol de la mujer no es apto para este imperativo político creando conflictos entre los procesos de socialización primaria y secundaria. En segunda, los estereotipos de géneros se transforman a través de una deconstrucción de la naturaleza socio-histórica a partir del análisis de movimientos sociales y estudios de la cultura donde hay que establecer prácticas de socialización que identifiquen y comprendan la diferencia entre mujer y hombre desde una socialización política.



SOCIALIZACIÓN POLÍTICA:
Para el psicólogo Martín Baró la socialización política es la formación del individuo, su identidad y realidad en cuanto comparten o no un sistema político teniendo en cuenta los estudios sociales desde la perspectiva tradicional (conservador o manifiesto) y la perspectiva dinámica (liberal o latente). En ese orden de ideas, la primera se refiere al proceso por el cual se transmite y adoptan ciertas normas y valores aplicados por el sistema sociopolítico actual. La segunda además de incluir dichas pautas y valores se encarga de mostrar los procesos de construcción de aquellas actitudes y normas para la transformación del mismo.
AGENTES DE SOCIALIZACIÓN POLÍTICA:
Son los mecanismos que permiten los procesos de socialización e interacción entre los mismos. Se destacan los siguientes: la familia, la escuela, los grupos de pares y medios de comunicación. Cabe aclarar que hay una distinción entre manifiesto y latente (explícito – implícito) en los procesos de socialización política.
GRUPO FAMILIAR: Es por excelencia el núcleo y escenario de los procesos de socialización primaria teniendo como investigación el estudio clásico de Lazarfield: correlación entre origen social, conducta de voto y valores políticos. En esta investigación el niño y la niña aprende de sus padres las preferencias partidarias hacia un determinado partido político.
Por otra parte, teniendo en cuenta los postulados de Friedmann, Hofstede y Villaroel el proceso de socialización política en espacios primarios como el aprendizaje de valores políticos se asocian a una cultura nacional: la adquisición de una lengua, la existencia de un sistema general de familia dentro de la cultura (Conciliación). A su vez, la familia es fuente de transmisión de valores políticos dependiendo de la situación socio-política del país donde se tiene en cuenta la dimensión socioeconómica: estructura fundamental que afecta las formas de relacionarse en familia, configura características del pensamiento, afecto y sentimientos en los sujetos pertenecientes a una determinada clase social.
ESCUELA: El lugar predominante para las relaciones del devenir socio-histórico en tanto comprende las relaciones de dos agentes para los procesos de socialización: sistema educativo y grupo de pares. Así, Friedmann (1997) establece cinco variantes del aprendizaje político en la institución educativa:
El profesor: Comprensión del rol docente como figura de autoridad, ejemplo de conocimiento político y ejemplo democrático. La atmósfera educativa: actividades democráticas designan resultados positivos, mayor conciencia de responsabilidad cívica.
El currículo: Se entiende a la síntesis de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) que conforman una propuesta político-educativa pensada e impulsada por diversos grupos y sectores sociales cuyos intereses son diversos y contradictorios, aunque algunos tiendan a ser dominantes o hegemónicos, y otros tiendan a oponerse y resistirse a tal dominación o hegemonía. (Alba, 1995, p. 59) teniendo en cuenta la asignación de materias relacionadas con contenidos políticos.
Material y libros de enseñanza: Comprende la existencia de los libros de texto aunque no su ''grado de influencia'' ya que desde la perspectiva de ''currículo oculto'' se evidencian estereotipos de etnias y géneros.
Por último, el escolar: ''Las personas escolarizadas muestran una mayor facilidad para cambiar y justificar sus posibles criterios de clasificación (…) La relación entre escolarización y las destrezas cognitivas puede ser debida, en parte, a las relaciones históricas entre los test de inteligencia y la escolaridad''. (Rogoff, 1997, p. 76). Aquí destacan la educación superior y el ámbito universitario como espacios y agentes socializadores para crear y desdibujar concepciones ambivalentes de ciudadanía y participación social.
GRUPO DE PARES: La relación de los niños y niñas y adolescentes con los pares proporciona maneras de interacción con los otros, sus normas y valores. Así Friedmann, (1997) destaca tres aspectos de actuación:
Grupo de referencia: ''Instancias de autoeducación'' el comportamiento del grupo no es manejado por adultos.
Modelos de vida y agentes de esclarecimiento: Integración de la personalidad por parte de los adultos (modelo de vida) y ayuda a solucionar conflictos de autoridad con mayores (agente de esclarecimiento).
Cumplen una función de descarga y nexo: Integración de los adolescentes al sistema social teniendo en cuenta el ámbito familiar, económico y político.
En consecuencia, la participación activa del ciudadano adolescente en actividades extracurriculares empieza desde sus procesos de socialización entre familia y pares académicos, pues emplean distintos agentes socializadores para establecer un vínculo entre las organizaciones no políticas como de carácter político generando una participación adulta a próximas organizaciones y movimientos sociales.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS MEDIOS EN LOS PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN POLÍTICA Y CUÁLES SUS EFECTOS SOBRE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA?
El televidente consume información a través de la televisión y la radio, en algunos casos los ''esfuerzos cognitivos'' de tanto periodistas como de los miles de receptores que evidencian dichas noticias no son consecuentes con la verdadera acción política que debe cumplir el periodista al informar, los canales y medios de comunicación al transmitir datos y en última la presentación de contenido verdaderamente ''justo'' ante el voyerismo y el reduccionismo de una ''ilusión de los medios'' (Buckingham).
SOCIALIZACIÓN MORAL:
El desarrollo moral es un proceso de construcción subjetiva y objetiva de la realidad, se apropian, elaboran y negocian normas para dar inicio a la construcción del sujeto moral. Tomando como propuesta base la teoría de perspectiva cognitiva-evolutiva de Lawrence Kohlberg.
Para este autor, los estadios se dan de manera universal e invariable y los agentes culturales no cambian el proceso de desarrollo moral sino lo aceleran o detienen. Entendiendo lo anterior, postula tres niveles de desarrollo: Preconvencional (moralidad heterónoma, Piaget) convencional y postconvencional. Convencional significa aquí someterse a reglas, expectativas y convenciones de la sociedad y de la autoridad, y defenderlas precisamente porque son reglas, expectativas o convenciones de la sociedad.
En el nivel preconvencional los individuos no han llegado todavía a entender las normas sociales convencionales. Si se respetan las normas es por evitar el castigo de la autoridad, así el nivel convencional está caracterizado por la conformidad y el mantenimiento de las normas y acuerdos de los grupos más próximos y de la sociedad, porque esto constituye nuestra propia imagen y el buen funcionamiento de la colectividad. (Navas, 2009, p. 9-10)
En el postconvencional, los individuos entienden y aceptan en general las normas de la sociedad en la medida en que éstas se basan en principios morales generales (como el respeto a la vida, o a la dignidad de las personas). Si estos principios entran en conflicto con las normas de la sociedad, el individuo postconvencional juzgará y actuará por principios más que por convenciones sociales.
En ese orden de ideas, el valor de la justicia corresponde a un razonamiento moral en los hombres. Moore (1989) propone un modelo para la compresión política de los niños integrando los tres dominios de socialización política (afectivo, cognoscitivo y moral) en estas etapas:
Etapa pre política: Representaciones de carácter afectivo en cuanto a referencias parentales y de autoridad, ya que estas relaciones de figuras autoritarias serán trasladas fuera del hogar. Identificando así, figuras políticas específicas, de manera generalizada teniendo en cuenta el sistema político nacional.
Etapa neolítica: Aparición de conceptos: justicia y equidad en el nivel concreto según la perspectiva cognitivista y el estadio preconvencional en el desarrollo moral.
Etapa política: Culmina el desarrollo cognitivo según la perspectiva Piagetiana y emerge los juicios morales basados en normas para ejercer lealtad, autonomía sin desmeritar la propia satisfacción y el compromiso tanto en el sistema político como en sistemas alternativos.
Se tiene en cuenta que la construcción de proyectos político democráticos depende del desarrollo moral y autónomo de los individuos, destacando los principios establecidos en la ética de la justicia: libertad, igualdad y reciprocidad y la ética del cuidado: solidaridad, empatía y cuidado de sí mismo y de los demás (Messina, 1997). Suponiendo así, la responsabilidad política y social nutre el desarrollo moral autónomo a partir de la participación de los sujetos ciudadanos en una cultura de la aceptación y la confianza para lograr bases en las cuales el sujeto logre transformar su entorno desde una posición política y de resistencia.
En América Latina para el autor nombrado anteriormente, estos contextos occidentales-globalizados-modernos no se dan las condiciones para que los sujetos logren un desarrollo moral autónomo, gracias a que, en vez de generar dudas y transformaciones a las demandas de la escuela emancipadora y transformadora, se pone de manifiesto la condición del castigo: los sujetos están anclados a dinámicas propias de la modernización, el desempleo, la ideología del patriarcado.
No obstante, la mujer anclada a estos fenómenos del devenir histórico-social de los procesos de socialización política es reconocida en la implementación de una ética del cuidado y el principio de justicia se ve en el hombre teniendo como referente los estudios de Piaget, Freud y Kohlberg en sujetos masculinos. Así se produce la distinción entre el desarrollo moral hombre-mujer. Por lo tanto, las autoras Dennys Cortés y Gladys Parra abordan la perspectiva de la ética del cuidado como vehículo para la construcción de ciudadanía de la mujer.
SOCIALIZACIÓN POLÍTICA Y ÉTICA DEL CUIDADO:
Carol Gilligan fue discípula de Kohlberg en la Universidad de Harvard, y estaba muy familiarizada con sus investigaciones. Sin dudar de la importancia de la exposición sobre el desarrollo moral que hacía su maestro, observó en éste algunas deficiencias.
Gilligan planteó que el problema fundamental de los estudios de Kohlberg fue su limitación a sujetos masculinos, la cual introdujo una desviación de los resultados motivada por la distinta educación vital y moral que recibimos los hombres y las mujeres en la sociedad. Los hombres se moverían en lo formal y abstracto, en el respeto a los derechos formales de los demás, en el ámbito individual y en las reglas (jerarquía de valores). Las mujeres se moverían en lo contextual, en la responsabilidad por los demás, en las relaciones y en una concepción global y no sólo normativa de la moral (lógica de red).
Para la construcción de ciudadanías activas para las mujeres, se haría necesario generar espacios en la familia donde se debata más abiertamente de temas políticos y se visibilicen modelos femeninos de participación social, ya sean de la misma familia o externos (Cortés y Parra, 2005).
La mujer debe estar en condiciones de investigar, participar y transformar procesos de subjetividades ciudadanas, la ética del cuidado propone una visibilización del lugar privado como fuente de conocimiento para reconocer las dinámicas sociales ante la toma de decisiones, el desarrollo postconvencional del que se habla anteriormente debe ejercer un gran poder en todos los gremios, sindicatos y movimientos feministas en cuanto al no limitarse a la preservación y cuidado del otro y de sí mismo sino también a la participación activa de juicios políticos, acceder al voto popular, el razonamiento de leyes, su creación y constante información acerca de los mecanismos de divulgación de información social.
Cabe destacar que aquí no se ejerce un imperativo sino una alianza donde no exista brecha alguna que impida recoger las dinámicas del desarrollo político y moral de tanto hombre como mujer. No se trata de menospreciar el conocimiento vago, sino de emplearlo de manera jerarquizada, teniendo en cuenta los estudios realizados en distintas zonas de Latinoamérica, reconocer las prácticas y estudios culturales como fuente y agente socializador.
En últimas, reconocer el acto educativo como instancia política y democrática en tanto la formación de subjetividades esté acorde a una pedagogía del cuidado, los individuos estén familiarizados con sus contextos socioculturales y el bienestar del Estado-Nación proclame como fin la construcción de ciudadanas y ciudadanos capaces de convivir en armonía, transformando y generando soluciones a los distintos conflictos del devenir histórico de nuestra civilización.










Bibliografía:
De ALBA, Alicia. (1995) ''Las perspectivas'' En: Currículo: Crisis, mitos y perspectivas.
FASCIOLI, Ana. (2010) Ética del cuidado y ética de la justicia en la teoría moral de Carol Gilligan.
KAPLÚN, Mario. (1995) Los materiales de autoaprendizaje: Marco para su elaboración.
NAVAS, Antonio. (2009) La educación moral según Lawrence Kohlberg: una utopía realizable.
RUGGOFF, Bárbara. 1997. Aprendices del pensamiento. Cap III.

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