La eternidad

La eternidad
La eternidad es donde sea que el tiempo no importa
Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde la eternidad y hasta la eternidad. Y todo el pueblo diga: Amén. ¡Aleluya! Salmos 106:48
Al reflexionar sobre la eternidad, me puse a pensar en el tiempo. Tú y yo, vivimos no muchos años. Nacemos, crecemos, vivimos, y morimos. Pero nunca alcanzamos la eternidad. Pues sí, la eternidad es algo que queremos. La eternidad es el deseo que el momento perdure. La eternidad es desear que algo nunca acabe. Eternidad es que este momento entre los dos sea para siempre.
Lamentablemente, el tiempo se volvió un impedimento desde que entro el pecado. Dios creo el tiempo y era bueno, pero cuando el ser humano peco, el tiempo se volvió como un enemigo, pues mediante el tiempo sabríamos que un día llegaría nuestra muerte. El plan de Dios era que tú y yo, viviésemos por la eternidad, pero nuestra vida se llegó a acortar con el pasar de los años. Cada vez se vive menos y se muere más rápido.
Por eso cuando pienso en la eternidad también pienso en el gran sacrificio hecho por Cristo. Jesús vivió una vida eterna, cada segundo e instante fue y ha sido eterno. Pero el mayor evento eterno que el universo no podrá jamás olvidar es el mayor evento que tú y yo no podremos jamás desechar, la muerte de Cristo en el calvario. Porque en la cruz de Cristo se clavó definitivamente la condenación del pecado, y se abrió el camino para perdón por medio de Cristo. El pecado aun es nuestro enemigo, pero Cristo imputa su justicia para que seamos salvos, por medio de su sacrificio se ha hecho la paga eterna de los pecados, siempre y cuando nos acerquemos confiadamente con arrepentimiento a él. Toda la vida de Cristo fue eterna, porque hizo de cada momento como el más importante.
Y por último pienso en una buena noticia para ti, la eternidad aún sigue siendo el plan de Dios. Y me permito decir que Dios nos creó con el deseo de ser eternos. No podemos volver al pasado, el tiempo continua y todo avanza. Pero aun así hay momentos que son eternos. Por eso, cuando hemos hablado juntos, muchas veces no nos dimos cuenta del tiempo, es porque hicimos del tiempo algo eterno. La verdad. quiero que este momento sea eterno entre los dos. Y ya lo es porque Dios nos permitió tenerlo.
Nuestra vida es un regalo de Dios. Y cada segundo, cada minuto, cada instante es un suspiro que se desvanece por completo. Pero aun así Dios nos dio la capacidad de disfrutar de nuestra vida. Dios nos dio este día para hacer algo importante, buscarlo, amarlo, y reflejarlo. Dios también quiere un momento eterno contigo, y quiere que tú puedas llegar a entregarte completamente a él, por unos segundos te pido que podamos orar a Dios y decirle que este momento sea eterno. Que podamos llegar a disfrutar de un adelanto de lo que será para siempre nuestro futuro, y nuestra vida. La eternidad nos espera, te gustaría empezar a disfrutarla.