La escultura en la Catedral de Ávila

June 15, 2017 | Autor: S. Hernández Morales | Categoría: Escultura Medieval, San Vicente de Ávila, Estudios Artisticos, Catedral De ÁVila.
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Descripción

Facultad de letras. 2012-2013

ESCULTURA GÓTICA EN LA CATEDRAL DE ÁVILA

Grado en Historia del Arte. Trabajo realizado por: Silvia Hernández Morales. Dirigido por: Sonia María Morales Cano.

I

I INTRODUCCIÓN

II

El tema de la escultura abulense durante la Baja Edad Media, ya ha sido estudiado con anterioridad, pero siempre con una visión muy general. Los títulos de “Ávila del rey, Ávila de los leales y Ávila de los caballeros”1, ponen de manifiesto la importancia de la ciudad en esta época, pero muy pocos han sido los trabajos realizados de manera concisa sobre su arte escultórico y aquéllos que se han realizado, han sido estudios de carácter parcial, dejando a un lado en muchas ocasiones obras situadas en el interior de la catedral. Por ello y dada mi preferencia personal por el arte gótico y más concretamente por la escultura de este periodo histórico en España, ha sido por lo que he elegido centrar el trabajo, sobre la obra escultórica de este templo. También me ha movido a ello, la constatación personal del mal estado de conservación en que se encuentran algunas de las obras que componen este conjunto, quizás por ser ésta una de las catedrales góticas más desconocidas de la Península Ibérica, a pesar de ser la más antigua en su estilo. El trabajo que se expone a continuación trata de recabar, contrastar y unir información acerca de la escultura gótica en la catedral, con el fin de poder ofrecer una imagen más clara y precisa del tema. Otro motivo que ha llevado a elegir este trabajo ha sido, el de contribuir a un mejor conocimiento sobre las circunstancias y sobre los personajes, que influyeron de forma decisiva en la realización de las obras escultóricas presentes en este espacio sagrado. Entre las circunstancias, es incuestionable, que la Reconquista es el primer motor que alimenta esta empresa y entre los personajes cabe destacar el empeño del rey Alfonso VI como primer monarca en interesarse por la construcción de una catedral, así como la del obispo Diego de las Roelas, de origen toledano, quien se hizo enterrar en el interior de la misma o los importantes maestros de obras, que contribuyeron de forma decisiva al desarrollo del templo, como fueron Fruchel, Ferrand González o Juan Guas. A pesar de los trabajos que ya se han llevado a cabo, de catalogación e inventariado de las obras de la catedral, el período en cuestión y la poca documentación palpable sobre la escultura en ella alojada, supone una gran traba, ya que no siempre se documentaban correctamente las obras y en otras ocasiones se perdían dicha 1

J. Belmonte Díaz, La ciudad de Ávila, Ávila, 1986, p. 181.

III

información de una forma u otra. Por todo ello, el principal objetivo de este trabajo ha sido el de esclarecer la información existente alusiva al tema en cuestión y realizar una catalogación actualizada de las más importantes obras de escultura góticas que posee la catedral, ya sean de bulto redondo, de tipo funerario o monumental. Además, se tendrán en cuenta en el texto las similitudes técnicas y formales, en varios casos, de las esculturas a tratar frente a otras de ubicaciones geográficas diferentes, ya sean nacionales o internacionales. Otro objetivo de este trabajo es el de demostrar la importancia de las relaciones internacionales que surgieron desde esta ciudad y que permitieron en su momento la transición de un estilo consagrado y con amplias raíces en España, como era el románico, hacia las innovaciones y creaciones que irradiaba nuestro país vecino, Francia, con el estilo gótico. Todo gracias a la notable influencia de las clases sociales más privilegiadas y en algunos casos, incluso de la realeza o el clero, que serán grandes precursoras de este nuevo arte. Esta serie de innovaciones dieron forma a la catedral que comenzó siendo románica, pero que se erigió siendo el primer ejemplo en España de esta nueva corriente que perdurará hasta bien entrado el siglo XV. Así, se ve claramente la importancia que tiene dicha transición en nuestro país, gracias a ejemplos tan notables como el de la catedral de Ávila, que será, como se verá más adelante, la primera en acusar estos cambios en la Península Ibérica. El método para llevar a cabo estos objetivos, ha sido el de recopilar bibliografía, tanto general como monográfica del tema a tratar. Y se ha realizado también un trabajo de campo exhaustivo, visitando in situ la catedral y su tesoro, así como otros lugares de la ciudad de Ávila que guardan estrecha relación con ella, como son la Basílica de San Vicente o el Real Monasterio de Santo Tomás, entre otros. Ésto, ha permitido un mejor reconocimiento y un examen más detallado de las obras que se exponen en él, permitiendo a su vez, la precisa y actual ubicación de las esculturas de la catedral. Además, se ha realizado una estancia en la Biblioteca Estatal de Ávila y en la Universidad Complutense de Madrid para una mayor documentación bibliográfica, que ha permitido una ampliación en este apartado y un ahondamiento del tema. El trabajo se estructura de la siguiente manera, con el fin de lograr los objetivos en él expuestos: el primer capítulo abarca el estado de la cuestión, tanto de estudios generales como provinciales y monográficos. El segundo capítulo se centra en el marco histórico que sirve de guía para contextualizar de manera global la situación y desarrollo de la catedral dentro de la ciudad. A continuación, se habla expresamente de la IV

arquitectura del edificio, los planteamientos originarios y los cambios que experimentados más adelante, hasta conformar el edificio que se ve hoy en día. En el siguiente apartado se habla de la importancia de la decoración escultórica que va muy unida a la propia arquitectura, sobre todo en este periodo concreto, donde el adoctrinamiento de las gentes por medio de las imágenes resulta fundamental. Después, se procede al análisis de cada tipología escultórica, dividida en tres apartados y organizada cronológicamente: la escultura monumental, la escultura funeraria y la escultura exenta. Y por último se detallan las conclusiones y reflexiones obtenidas tras la realización de dicha tarea. Cabe señalar también, que para hacer más comprensible este trabajo, se ha añadido una selección de imágenes en cada uno de los apartados con el fin de ilustrar y analizar con más detalle todas las cuestiones tratadas en los mismos, así como la inclusión de una planta con la localización de las obras que han sido objetivo de estudio.

V

ÍNDICE GENERAL

I. INTRODUCCIÓN………………………………………………........

4

II. ESTADO DE LA CUESTIÓN………………………………….........

8

Estudios de carácter general………………………………...............

8

Estudios de carácter provincial……………………………………..

9

Estudios de carácter monográfico…………………………………..

11

III. MARCO HISTÓRICO………………………………………….........

13

Ávila medieval, ciudad de caballeros………………………….........

13

IV. LA CATEDRAL……………………………………………………...

17

V. LA ESCULTURA…………………………………………….............

22

La escultura monumental…………………………………...............

24

La portada de los Apóstoles o septentrional (Siglo XIII).........

25

La portada principal u occidental (Siglo XV)……………......

30

La escultura funeraria………………………………………….........

33

Sepulcro de Don Esteban Domingo (Siglo XIII)……….........

35

Sepulcro de Don Diego de las Roelas (Siglo XIV)…………..

37

Sepulcro de Don Pedro de Valderrábano (Siglo XV)………..

41

La escultura exenta…………………………………………….........

45

Virgen de la Claustra o del Pastel (Siglo XIII)…………........

46

San Cristóbal (Siglo XIII)……………………………………

47

Pila bautismal (Siglo XV)……………………………………

48

Retablo de alabastro inglés (Siglo XV)………………………

49

VI. CONCLUSIONES……………………………………………….........

52

VII. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………...

55

VI

II ESTADO DE LA CUESTIÓN

VII

La escultura gótica, como es bien sabido, experimenta una constante evolución estilística que permite hacer mejoras técnicas y formales, pero al ser una época convulsa en muchos aspectos, se ha dado por una parte la pérdida considerable de documentación y por otra parte un estado de conservación de las obras en ocasiones nefasto, lo que algunas veces le ha supuesto el calificativo de “época oscura”. Por todo ello, es preciso profundizar más en este tema por medio de estudios monográficos que ayuden a adentrarse y esclarecer esta época esplendorosa y en ocasiones poco conocida. El arte escultórico es sin duda uno de los modos más apropiados para ello, debido sobre todo a su contenido simbólico, adoctrinador y tremendamente relacionado con el ámbito social. El estudio de la escultura en la catedral de Ávila puede unirse a las investigaciones que se han venido haciendo sobre los orígenes del gótico en España y sus características más primigenias, ya sea tanto en escultura monumental como funeraria o exenta.



Estudios de carácter general Hoy en día, son muchos los trabajos que podemos encontrar orientados a este

campo de investigación. Y entre algunos de los más notables estudios de carácter metódico y general cabe destacar la extensa labor de Durán Sanpere y Ainaud de Lasarte que, a mediados del siglo pasado, realizaron una amplia monografía que abarca desde el siglo XIII hasta las obras del gótico de transición y el primer renacimiento2. Los autores se limitaron a analizar estilísticamente las obras mencionadas para poder relacionarlas también por maestros y escuelas, dejando entrever la variedad del estilo gótico, así como la evolución que experimenta éste, dejando a un lado la importancia del estudio iconográfico. Y se basaron en dos vertientes: la del artista nativo, que siguió el modelo de la escultura del románico para hacer escultura gótica y la del artista que trabajando a las órdenes de maestros foráneos, comenzó un estilo renovado con trazas del incipiente estilo del norte de Europa.

2

A. Durán Sanpere y J. Ainaud, Escultura gótica (Ars Hispaniae. VIII), Madrid, 1956.

VIII

Por otro lado, Paul Williamson pone de relieve en su obra La escultura gótica, 1140-13003, la importancia del proceso de evolución que la escuela hispana sufrió en el norte de España, debido sobre todo a la influencia francesa, llegándose a hablar de una escultura que bien podría denominarse franco-hispánica. Menciona brevemente la importancia de la portada septentrional de la catedral de Ávila como una novedosa forma escultórica que no se había dado antes en ninguna otra catedral de la Península. Pone así de manifiesto que, en Ávila se dieron algunos de los cambios más significativos para el gótico español, tanto en arquitectura, ya que la catedral es buena muestra de ello gracias al maestro Fruchel, como en escultura, huella visible la dejada por Juan Guas sobre las dos portadas principales de la catedral abulense, entre otras. Por otra parte, el profesor Azcárate también publicó dos obras en las que señaló los comienzos y evolución que el arte gótico experimentó en España4, desde el protogótico y su similitud con el anterior estilo románico, hasta el gótico final mucho más evolucionado y naturalista, pasando por el gótico pleno hispánico y su evolución. Siguiendo esa misma línea, Yarza Luaces enfatiza en su obra además, la importancia de los diferentes talleres, maestros y artistas del gótico español5, haciendo una leve referencia a la Catedral de Ávila y a su portada norte.



Estudios de carácter provincial A pesar de que en España no haya habido tanta tradición de estudio sobre este

tema como en Francia, tienen cabida algunos autores que recientemente han destacado por sus investigaciones en el campo de la escultura gótica y más concretamente de la escultura gótica abulense. Entre ellos, es oportuno resaltar la tarea de Gómez Moreno, que con la colaboración de Pérez Higuera y de la Morena, destaca por su extensa labor de recopilación en el año 1983, en la que sentará las bases para posteriores estudios sobre las obras artísticas de la Provincia de Ávila6 y que se acompaña a su vez por las imágenes de cada una de las obras citadas. Dos años después, Ruiz Ayúcar7 publica un libro sobre las sepulturas de Ávila, ampliamente documentado y muy ilustrativo que también sentará unas bases en esta línea de investigación y servirá de referencia en el 3

P. Williamson, Escultura gótica en Europa, 1140- 1300, Madrid, 1997. J. M. de Azcárate, El protogótico hispánico, Madrid, 1974 y Arte Gótico en España, Madrid, 1990. 5 J. Yarza Luaces, Baja Edad Media. Los siglos del Gótico, Madrid, 1992. 6 M. Gómez Moreno, M. T. Pérez Higuera y A. de la Morena Bartolomé, Catálogo monumental de la Provincia de Ávila. 3, Ávila, 1983. 7 E. Ruiz Ayúcar, Sepulcros artísticos de Ávila, Ávila, 1985. 4

IX

estudio de la tipología de escultura funeraria. En el año 2004, Franco Mata elaborará un exhaustivo y detallado estudio de la escultura en la ciudad de Ávila bajo el título de Escultura gótica en Ávila8, dividiendo su obra ya no sólo por orden cronológico sino también estilístico y tipológico, centrándose particularmente en la provincia de Ávila y apoyándose en sus anteriores estudios de Toledo, León y Burgos9.



Estudios de carácter monográfico Uno de los primeros estudios que se elaboran sobre la evolución arquitectónica

de la catedral de Ávila, pertenece al profesor Rodríguez Almeida10, que muestra un ensayo con motivos arquitectónicos muy detallados y la evolución que siguió el edificio hasta su completa conclusión. Entre la década de los ’70 y los ’80, Félix de las Heras realiza varios estudios, entre los que sobresale el de La catedral de Ávila y el Museo Catedralicio11, pero su labor fue continuada en otros estudios monográficos sobre otros templos de Ávila12 y los obispos que han pasado por la ciudad13. Será por tanto, uno de los grandes estudiosos del arte y la historia de la ciudad de Ávila. En el citado estudio de la catedral, destaca su excelente y detallada introducción histórica sobre la misma y su exhaustividad en el estudio de cada una de las piezas del propio museo, obras escultóricas medievales de diversidad estilística en las que se centra de forma minuciosa, así como un breve pero ilustrativo pasaje dedicado a los ostentosos sepulcros catedralicios del gótico. Un año después, Nieves Panadero publica su Tesis Doctoral, ofreciendo un estudio iconográfico muy detallado de la portada norte de la catedral de Ávila. Logra transmitir a la perfección y paso a paso, mediante gran cantidad de esquemas e incluso dibujos realizados a mano, la ubicación y cronología exacta de las portadas góticas de la catedral14. Más tarde, en 1998, Martínez Frías publica La huella de Juan Guas en la catedral de Ávila15. Un ensayo sobre la influencia de este maestro en el edificio y las obras llevadas a cabo por el mismo. Un detallado estudio del autor 8

Á. Franco Mata, Escultura gótica en Ávila., Ávila, 2004. Ibíd., “Localismo e internacionalidad en el gótico toledano”, en Toletum: boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 31 (1994), pp. 169-235; Escultura gótica en León y provincia, León, 1998; “Escultura gótica en la Catedral de Burgos: Los maestros imprimieron a las escenas”, en Historia 16, 281 (1999), pp. 98-121. 10 E. Rodríguez Almeida, Ensayo sobre la evolución arquitectónica de la catedral de Ávila, Ávila, 1975. 11 F. de las Heras Hernández, La Catedral de Ávila y museo catedralicio, Ávila, 1981. 12 Ibíd., Iglesia de San Vicente y capilla de San Segundo, Ávila, 1991. 13 Ibíd., Los obispos de Ávila, Ávila, 2004. 14 N. Panadero Peropadre, Estudio iconográfico de la portada norte de la catedral de Ávila, Ávila, 1982. 15 J. M. Martínez Frías, La huella de Juan Guas en la catedral de Ávila, Ávila, 1998. 9

X

Juan Guas a su paso por Ávila y sus obras más destacadas sobre la catedral protogótica. Y ya en el año 2004, Barrios García publica un extenso estudio centrado íntegramente en Ávila y su catedral, llamado Documentos de la catedral de Ávila: (siglos XII-XIII), logrando ser uno de los trabajos más laboriosos y amplios sobre el conjunto históricoartístico abulense, que actualmente sirve de referencia para cualquier estudio o indagación sobre el tema16, ya que logra reunir toda la información, artículos y documentación de época medieval en una misma obra. Por último, cabe señalar la también exhaustiva labor que Sonia Caballero llevó a término en 2006. En ella, se muestra el estudio sobre todo iconográfico y estilístico de las sepulturas en el interior de la catedral abulense17. Se centra sobremanera en la descripción y análisis artístico, y hace a su vez unas notables comparaciones y referencias a otros destacados casos de sepulcros góticos en la Península, como las adscritas al foco toledano de Ferrand González y Juan Guas.

16 17

Á. Barrios García, Documentos de la catedral de Ávila: (siglos XII-XIII), Ávila, 2004. S. Caballero Escamilla, Escultura gótica funeraria de la catedral de Ávila, Ávila, 2006.

XI

III MARCO HISTÓRICO

XII

Uno de los hechos históricos más significativos para la ciudad de Ávila durante la Edad Media es, sin duda, el asentamiento de las tropas musulmanas en la Península Ibérica, puesto que con este hecho, muy pocos son los núcleos urbanos que ofrecen una verdadera resistencia a la inminente conquista del territorio. Por ello, tras caer Toledo en el 711 sin apenas resistencia, se instaura un nuevo orden. Así pues, territorios tan estratégicos por su enclave geográfico, como la ciudad de Ávila, son sometidos en varias ocasiones por las tropas sarracenas18. Y así, cayendo bajo el dominio musulmán a comienzos de siglo, Ávila llegó a estar deshabitada en los primeros tiempos de la Reconquista, debido a que los continuos intentos de repoblación cristiana fueron frustrados en más de una ocasión por las tropas de Al- Mansur. Tendremos que esperar hasta el año 1085 para que el rey Alfonso VI, apodado “El Bravo”, tome posesión de Toledo y le encargue a su yerno don Raimundo de Borgoña que comience a repoblar el centro peninsular19. Más tarde, con el fin de proteger Toledo, también repobló y amuralló las ciudades de Salamanca, Segovia y Ávila.



Ávila medieval, ciudad de caballeros. Con esta repoblación llegan gentes de diversas procedencias y las que llegan a

Ávila son sobre todo de los alrededores de Asturias y Burgos. Hemos de tener en cuenta que durante la conquista musulmana y su avance por la Península, hay un gran repliegue de cristianos hacia el norte y noreste de la misma. Esto, es debido a que gran parte de la resistencia más acérrima a la conquista musulmana se daba en dichos lugares20. Por todo ello, hacia el 1090 se inicia en la ciudad la construcción de sus nuevas defensas y de un templo que se adosará a ellas, formando así un auténtico bastión que caracterizará de manera singular a ésta ciudad hasta nuestros días. Para la construcción de las murallas se encarga la tarea a dos arquitectos foráneos, uno italiano llamado Casandro Romano y otro francés, Florín de Pituenga, con el apoyo del obispo don Pelayo21. Estos arquitectos trabajarían después en Salamanca y 18

Á. Barrios García, Historia de Ávila. op. cit., p. 271. N. González y T. Sobrino, La catedral de Ávila. Catedrales de España, León, 1986, pp. 89-91. 20 J. Díaz Belmonte, op. cit., pp. 171-173. 21 F. de las Heras Hernández, op. cit., p. 7. 19

XIII

otras ciudades españolas al lado del maestro Petrus Petri, bien conocido por su labor en la catedral de Toledo. Pero la construcción de la catedral de San Salvador, sin embargo, será más lenta, ya que no se finalizará hasta ya entrado el siglo XV. La ciudad comienza a expandirse intramuros y extramuros, y la población se articulará en barrios y arrabales respectivamente, aunque siempre en torno a una iglesia o parroquia. Comienzan a crearse lugares de diversa índole para las tareas institucionales, de servicios o comerciales en el interior, ya que el espacio era insuficiente para alojar todo tipo de servicios, incluyendo actividades ganaderas o agrícolas. Todo ello en pos de un posible asedio. Y aquellas actividades consideradas como más molestas eran efectuadas extramuros, en los arrabales. Actividades relacionadas normalmente con hospitales de enfermedades contagiosas, los ruidosos batanes o las tenerías22. Durante los siglos XI y XII Ávila fue la ciudad fronteriza, tierra de guerreros y caballeros, pero también se reveló como núcleo de oficios en auge como canteros, tallistas, plateros… todos ellos auténticos artistas creadores de nuevas formas de belleza que sentarían un precedente en la ciudad. Estos siglos significan la reinstauración ciudadana y la consolidación de una ciudad como núcleo predominante. Pero serán los siglos posteriores, los que marcarán sin duda la decadencia en cierto sentido de la ciudad. Y así, los siglos XIII y XIV supondrán un cambio de vida en la ciudad que va a dejar de ser frontera. Por lo que la expansión y la desaparición de un enemigo cercano, harán que merme significativamente la actividad militar que antaño tuvo. Arrastrando con todo ello no sólo la recaída de popularidad sino problemas económicos para los caballeros y arrendatarios abulenses. Incrementado también por el fenómeno de la concentración comercial en Sevilla, al incorporar la Andalucía Bética a la Corona de Castilla23. Ya durante el siglo XV y en adelante la vida de estas ciudades peninsulares, como Ávila van tomando más fuerza y consiguiendo riquezas. Belmonte Díaz24 nos habla ya de que los caballeros, las cabezas de linajes locales, los ricos mercaderes e incluso los agricultores de la época se esmeraban en lograr y conservar un status social que se veía reflejado en la edificación y reforma de sus moradas y palacios. Así, las familias descendientes de los repobladores y las añadidas más tarde lograrían construir

22

Á. Barrios García, op. cit., p. 291. J. Belmonte Díaz, op. cit., pp. 174-176. 24 Ibíd., op. cit., p. 180. 23

XIV

un bloque cerrado, que sigue dominando en la esfera civil ciudadana y manteniendo también su influencia en el ámbito eclesiástico, debido a los diversos apoyos que prestan a la Iglesia abulense. Por lo que la “clase nobiliaria” de nuevo, toma fuerza y sobresale con hacendados y grandes fortunas; Dominando esta novedosa nobleza por encima de la propia burguesía e interviniendo activamente en muchos de los acontecimientos de la época: actuando en la corte, influyendo en cierta manera ante el rey y continuando con actividades guerreras y de revueltas del siglo. Era esta una nobleza que ya empezaba a proyectar, construir y habitar sus palacios, que eran más elegantes y ostentosos que sus anteriores casas fuertes y que debían de proteger sirviendo de apoyo también a la ciudad en caso de ataque25. Podemos encontrar en documentos y sobre todo en el arte sepulcral de la época algunos de los linajes más significativos de la nobleza abulense. Linajes como los Velada, Valderrábano, Núñez o Sánchez Dávila, serán importantes para el desarrollo, protección y potenciación de la ilustre ciudad de Ávila26. Pero el siglo XV también estará marcado de intrigas palaciegas y revueltas, con un hecho histórico que marcará a la ciudad: “La farsa de Ávila”, un destronamiento y una serie de intrigas protagonizadas por un grupo de poderosos nobles y el joven infante Alfonso apodado “El Inocente”. Será durante esta época cuando se termine la construcción de la catedral y más tarde se dé el gran momento de esplendor de la misma, con el surgimiento de grandes personalidades y escritores, figuras del misticismo que, potenciarán la popularidad de la urbe y asegurarán una fama que se conservará hasta nuestros días. Así pues, Ávila será apodada, como anteriormente se ha mostrado, como: “Tierra de Caballeros”, “Ciudad de los Leales” y “Ciudad de los Santos”27. Caballeros y personalidades de santos que alcancen la dignidad serán enterrados en la catedral con fastuosas exequias. Arte que tendrá un nombre propio y un espacio en la historia de la ciudad, llevado a cabo por artistas que, en algunos casos, pasarán al más profundo anonimato.

25

J. Belmonte Díaz, op. cit., p. 177. J. Yarza Luaces, op. cit., p. 144. 27 J. Belmonte Díaz, op. cit., p. 181. 26

XV

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