LA ESCUCHA ACTIVA EN LAS MUJERES DE PAZ

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Descripción

SEMINARIO-TALLER MUJERES DE PAZ EN LA NEGOCIACION DE CONFLICTOS MERIDA, 13 DE MARZO 2015 POLITOLOGO GUSTAVO MOLINA TEMA: ESCUCHA ACTIVA La Comunicación desde tiempo ancestrales ha sido la manera común el hombre ha llevado a cabo su proceso evolutivo y sus destrezas para entenderse con los otros, es de esa manera como a lo largo de los años la comunicación se fue perfeccionando poco a poco hasta llegar a la gran explosión de ideas y pensamientos conocidos hoy en día. Somos primordialmente seres “sociales”, en el sentido de que pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas. Por consiguiente, es importante aprender a entenderse con los otros y a funcionar adecuadamente en situaciones sociales. Ciertas habilidades de comunicación nos ayudan a mejorar las relaciones interpersonales. La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que le permite transmitir una información. En la comunicación intervienen diversos elementos que pueden facilitar o dificultar el proceso. De allí en adelante el proceso de comunicación se vuelve interesante y fascinante para quien por medio del habla y la escucha pretende conseguir un objetivo en particular en el desenvolvimiento de sus habilidades interpersonales, laborales o profesionales. Caer bien a los demás es fundamental para desarrollar relaciones personales y profesionales fructíferas. Mantener relaciones estrechas nos permitirá alcanzar nuestros objetivos en nuestra vida. Para caer bien a los demás, ya sea en un primer contacto o en contactos sucesivos, debemos presentar una actitud positiva, establecer contacto visual, sonreír, dar un apretón de manos correcto, llamar a nuestro interlocutor por su nombre, sincronizar el lenguaje corporal y el tono de voz del otro, emplear su

mismo lenguaje, realizar preguntas abiertas, tratar de buscar intereses comunes, y sobre todo, practicar la escucha activa. La mujer cumple un rol esencial dentro de las comunicaciones y más aun en la resolución de conflictos por la versatilidad que ella representa al momento de negociar, todo ello enmarcado en la visión de que la mujer es un ser integral que va mas allá de lo evidente o aparente, es decir la mujer parte de la visión del mundo principalmente como madre y eso en lo particular ya le confiere un punto adicional con respecto al mundo que le rodea poniéndolo en términos generales sin desmeritar el excelente rol que representa el hombre en la negociación. La negociación se presenta ante el individuo de distintas formar por lo que es necesario entender los procesos internos e individuales que nos son propios así como los externos al individuo, El éxito de una negociación depende en gran medida de conseguir una buena comunicación entre las partes. Escuchando creamos un clima propicio para la comunicación. Escuchando demostramos interés por nuestro interlocutor. Escuchando mostramos respeto y compresión. Escuchando podremos encontrar puntos comunes que nos permita desarrollar la relación. Escuchando reducimos los malentendidos y los conflictos. Escuchando nos ganamos la confianza de nuestro interlocutor. Escuchando podremos caer bien a los demás. Por consiguiente, la escucha activa es unos de los ingredientes clave para caer bien a los demás. Es este sentido, debemos entender la escucha activa como aquella escucha que representa un esfuerzo físico y mental para captar la totalidad del mensaje de nuestro interlocutor prestando atención al comunicado verbal, el lenguaje corporal y el tono de voz. Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. El ser humano en general se le complica y dificulta la comunicación en términos general debido a que se escucha para oír y no para entender el mensaje que se emite lo que trae graves consecuencias al momento de ejecutar una acción derivada de la misma que puede llevar a consecuencias no deseadas dentro de la organización, empresa o personalmente, para ello es indispensable conocer y tomar en cuenta la diferencia entre escuchar y oir.

¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar? Existen grandes diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona. La escucha activa nos adentra hacia una mejor manera de enfocarnos y resolver los conflictos en cualquier ámbito en el cual nos corresponde desenvolvernos permitiéndonos entender y dar a entender lo que comunicamos y expresamos en todo momento generando un ambiente idóneo de entendimiento, para ello debemos tomar en cuenta los elementos necesarios que nos facilitan el proceso de una mejor escucha como lo son: Disposición psicológica: prepararse interiormente para escuchar. Observar al otro: identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos. Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.). Teniendo presentes los elementos que nos permiten estar atentos para una mejor comunicación debemos conocer algunos tips que nos harán mejores escuchas y más claros en el momento de expresar nuestras ideas a los demás. La escucha activa plantea una serie de técnicas y métodos que se utilizan para captar con fidelidad el mensaje de su interlocutor. Además, gracias a éstas técnicas, conseguirás ganarte la confianza y estrechar la relación con tu interlocutor, entre ellos podemos se destacan: Tendremos una actitud positiva para la comunicación y para caer bien. La actitud es la motivación para actuar de una determinada forma. Presentaremos una mente abierta y controlaremos nuestras emociones y sentimientos. Realizaremos un esfuerzo físico y mental para prestar atención. Estaremos atentos tanto al comunicado verbal, como al lenguaje corporal y al tono de la voz. El lenguaje corporal lo conforman los gestos y las expresiones. Tanto el lenguaje corporal, como el tono de la voz, emiten su propio comunicado. Para captar la totalidad del mensaje debemos interpretar tanto el comunicado verbal como el lenguaje corporal y el tono de la voz. Nos adaptaremos al estilo de comunicación de nuestro interlocutor y sincronizaremos su lenguaje corporal, el tono de la voz y sus palabras.

Sincronizar es repetir los gestos y las expresiones, es utilizar el mismo tono de voz. Las personas que mantienen excelentes relaciones personales realizan los mismos gestos al hablar, se encuentran sincronizadas. Interpretaremos el mensaje desde el punto de vista de nuestro interlocutor. Nos pondremos en su lugar para entender su comunicado. Mantendremos un contacto visual adecuado, es decir, miraremos a los ojos del emisor. Presentaremos nuestro cuerpo orientado hacia nuestro interlocutor, con una posición relajada. Nos inclinaremos levemente hacia delante desde la cintura para mostrar que prestamos atención. Animaremos a nuestro interlocutor para que hable. Para ello, parafrasearemos sus palabras y asentiremos con la cabeza. Parafrasear es repetir las palabras que emplea el emisor. Asentir es mover la cabeza levemente arriba y abajo diciendo sí con este movimiento. Proporcionaremos respuestas orales que demuestren que estamos prestando atención e interesándonos por el discurso que escuchamos. Utilizaremos la técnica de las preguntas, especialmente las preguntas abiertas, para que el emisor desvele sus sentimientos, secretos, objetivos e intereses. Las preguntas abiertas son aquellas que comienzan con un quién, qué, dónde, cómo, cuándo, cuál y por qué. Las preguntas abiertas obligan al interlocutor a que facilite mucha información. Dejaremos hablar a nuestro interlocutor. No terminaremos sus frases. No interrumpiremos. Evitaremos las distracciones en todo momento. Conocidos algunos puntos interesantes para la puesta en práctica de la escucha activa en el quehacer propio de cada cual, debemos también tomar en consideración como lo es qué no hacer en la escucha activa. Algunos fallos en los que puedes caer cuando pretendes realizar una escucha activa son propios de quienes se dejan llevar por la emocionalidad o superioridad en determinados momentos por ello debemos tomar los siguientes tips: No rechazar las emociones que el otro manifiesta. Las emociones son reacciones automáticas que frecuentemente se dan en determinadas circunstancias; pero que no son obligatorias y no las controlamos. Por eso, decir a una persona que no debería sentir lo que siente implica un reproche sobre una conducta sobre la que la persona no tiene control. Hay que tener en cuenta que no está en su mano modificar ese sentimiento. No juzgar. Recuerda el dicho bíblico: no juzgues y no serás juzgado.

No solucionar el problema. Quien te lo está planteando quiere compartirlo contigo, pero él (ella) es la responsable de solucionarlo. Tú solamente puedes escuchar y dar tu opinión. No interrumpir. Espera a que la otra persona te dé paso, aunque no estés de acuerdo con lo que dice. No cuentes tu propia historia. Recuerda que nadie escarmienta en cabeza ajena. Además, si te está contando algo es para que entiendas su problema y, si cuentas tu historia estaréis centrándoos en la tuya. No des un consejo que no te hayan pedido. No descalifiques cuando des tus opiniones. El proceso de la escucha activa es una serie de actos encadenados lógicamente para obtener la totalidad del mensaje, interpretando el significado correcto del mismo. El proceso de la escucha activa se compone de seis fases:

Comunicación activa y su importancia en la Negociación Saber comunicar es un arte del que muy pocos gozan en general y cuando se trata de negociar y mantener un clima adecuado se amerita de varios elementos indispensable que nos permitirán un clima idóneo para lograr lo que deseamos, la ecucha activa nos permite eso y mas cuando nos hacemos conscientes de las sus herramientas y elementos, hay una serie de pautas generales, ya que en la Negociación se ha de intentar facilitar un ambiente de seguridad y confianza para las partes implicadas:

“vamos a respetar el turno de palabra”. “vamos a considerar que el proceso es confidencial”. Tener claro que: “Todas las partes tendrán las mismas oportunidades de expresas sus visiones, ideas, intereses, propuestas….”.

BIBILIOGRAFIA:      

DE LAS HERAS RENERO, Mª DOLORES Y COLS. Programa Discover. Junta Castilla y León. E. CABALLO, VICENTE. Manual de evaluación y tratamiento de las habilidades sociales. SIGLO XXI. 1999. GOLDSTEIN ARNOLD. Habilidades sociales y autocontrol en la adolescencia. SIGLO XXI. 1999. LUENGO MARTÍN, Mª ÁNGELES Y COLS. Construyendo la Salud. MEC. MARTHA DAVIS, MATTHEW MCKAY. Técnicas de autocontrol emocional. MARTÍNEZ ROCA. 1998. VALLÉS ARANDIGA A. Y VALLÉS TORTOSA C. Programa de refuerzo de las habilidades sociales III. EOS.

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