La epistemología de la museología

May 18, 2017 | Autor: Arturo De Gules | Categoría: Epistemology, Museum Studies, Museology, Museography
Share Embed


Descripción

La epistemología de la museología;
Apertura del debate sobre el movimiento del conocimiento en los museos

Carlos Arturo Rojas Pérez

Fernand Braudel, hace ya casi 60 años, promulgaba que la historia era una ciencia en crisis, lo cual sucedía a espaldas de las ciencias sociales, que tenían el orgullo de llamarse ciencias. Según Braudel la crisis estaba en la incapacidad de la historia de encontrar herramientas propias o un lenguaje conceptual que no fuera prestado de otras disciplinas. Para esta época la historia como disciplina profesional tenía más de medio siglo de andanzas, y si bien la misma escuela de los Annales, a la que Braudel perteneció, había superado, por decirlo de manera simplificada, los postulados positivistas que habían advocado a la historia al cientificismo en los años de Leopoldo Von Ranke. Es decir que para mitad del siglo XX la historia no tenía ni idea de donde estaba parada y si bien Braudel en ese mismo ensayo propuso las herramientas del tiempo de larga duración (Braudel, 1958) como piso epistemológico de la historia todo fue vuelto girones cuando la posmodernidad paso, y pasa, como huracán despiadado desnudando las falencias de una disciplina de más de un siglo de vida.
Para el caso de la museología el problema hasta ahora empieza a asomar, según mi imberbe punto de vista. Es casi natural, y necesario, que la museología traiga términos, conceptos, lenguajes completos y metodologías de otras disciplinas, e incluso ciencias propiamente dichas, para configurarse como una ciencia en si misma o por lo menos, si no es la obligación del conocimiento humano terminar siendo ciencia, configurar su propia epistemología y encausar su propio camino en un mundo que cada vez más siente lejano su pasado gracias a su frenético presente.
Dudo mucho que en este escrito logre conjurar un tema que por razones obvias me sobrepasa, sin embargo es bueno mirar el tema para tratar de encontrar que es eso particular que tiene la museología que no tiene la sociología, la historia, la antropología, la medicina o la economía.
Para ello debemos definir el componente más importante de la museología, el espacio expositivo, la exhibición propiamente dicha. En dicho espacio es donde el conocimiento de la museología, el modo en que la museología configura el conocimiento, se escenifica y, precisamente, se expone. En este proceso la curaduría, el acto de la configuración de un discurso, tiene su papel más importante puesto que aterriza un discurso (ya problematizaremos este tópico) a un mundo real tangible, un mundo al que un artículo de cualquier ciencia social no llega si no pasa precisamente por la museología, el mundo de la madera, el plotter de corte, la luz, el recorrido, y sobre todo, aunque parezca cuestionable, los objetos. Ellos, los objetos, la cultura material de la humanidad es donde arranca todo el andamiaje de la museología, en la configuración de ellos que hace un curador creando un discurso propio para explicar o ilustrar un algo. Estos objetos ya habían sido tenidos en cuenta por la escuela de los Annales quienes argumentaban que no solo los documentos tenían rastros de pasado, sino que los objetos podían ser leídos como documentos, sería interesante estudiar las premisas de dicha escuela como pioneras de la museología, eso da para otro escrito. Para desenredar un poco el entramado podríamos decir que el andamiaje del conocimiento para la museología está en su capacidad para, a través de la curaduría, configurar discursos a través de testimonios materiales del pasado o del presente. Es tal vez la forma más complicada de decir que descubrimos el agua tibia, pero esta capacidad gigantesca de la museología crea un escenario nuevo que no la aísla de las demás disciplinas, sino que le da el poder de potenciar esas disciplinas al meter a un sujeto en un recorrido espacial que acerca a cualquier tipo de población a conocimientos separados por barreras simbólicas casa vez más débiles.
Esta configuración de un discurso que crea la curaduría de una exposición tiene su razón de ser en un espacio que se recorre, que se siente, de manera cada vezmás sensiblemente progresiva, y que incluso llega a un nuevo sitio al que las "ciencias" no llegan, al entretenimiento, a la diversión, al juego como realidad alterna donde lo humano se hace tan evidente como el lenguaje mismo (Huizinga, 1938) terrenos donde los procesos de aprendizaje se hacen más cercanos a lo que el ser humano en verdad es, a una nueva visión del sujeto como complejidad entre cuerpo y mente más acorde a la posmodernidad (Hooper-Greenhill, 2007). Esto nos lleva a pensar que la museología, más como disciplina profesional que como practica empírica, tal vez por su corto pasado, no ha tenido que cargar con el lastre de la configuración del conocimiento del siglo XIX, aunque el proceso de liberación que el museo debe hacer de su génesis decimonónica no está consumado, pero si es visto como necesario. Por dicho proceso tal vez pueda dar pasos más certeros hacia su configuración epistemológica.
En este sentido ¿Dónde puede la museología plantar sus pies para iniciar su construcción de conocimiento? Es el objetivo de este escrito argumentar que el sitio de donde está el verdadero suelo de la museología es precisamente el espacio real, es decir, la configuración de un relato a partir de una realidad "objetiva" que esta apuntalada en objetos propios de la cultura materia humana, a manera de que un sujeto (visitante, usuario, etc.) lo recorra en un tiempo determinado, esta habilidad, propia de la museología, es donde el conocimiento se configura para el museo, y es donde dicho conocimiento tiene fin, y es al que otras disciplinas no logran llegar, por lo menos no con el acierto teórico y practico que la museología ha desarrollado, puesto que la museología es la única disciplina que logra englobar muchas de las problemáticas y soluciones de otras disciplinas para generar experiencias de conocimiento y para generar de igual manera cambios de pensamiento en los usuarios de los museos.
Solo hasta el momento en que la museología, por lo menos en Colombia, logre entender la increíble capacidad que tiene como mediadora entre el conocimiento y la sociedad, logrará desmarcarse de un papel secundario que las supuestas ciencias le han asignado para pasar a condicionar y configurar la manera en que dichas ciencias se comunican para que se haga a la manera en que solo la museología sabe hacer, la cual será la manera más efectiva en que el conocimiento teórico se convierte en experiencia real, es decir, espacial y temporal.
________________________________________________________________
Referencias
Alonso, Martín, 1988, Enciclopedia del Idioma, Tomo II. Madrid, Aguilar, Subtítulo: Diccionario histórico y moderno de la Lengua Española (Siglos XII al XX) etimológico, tecnológico, regional e hispanoamericano.

Huizinga, Johan. 1938, Homo ludens, España, Alianza.

Fernand Braudel. 1958. . La Historia y las Ciencias Sociales. Anales E.S.C. n. 4, oct – dic. 1958.

Hooper-Greenhill, Eilean. 2007, Education, pomodernity and the museum. En: Museum Revolutions: How museums change and are changed. Simon J. Knell, Suzanne MacLeod, Sheila Watson. (ed.): 367-377. Londres. Taylor & Francis.

Pabón de Urbina, José M., 2004, Diccionario manual Griego (Griego Clásico-Español), Barcelona, Vox, 18ª ed.
Pimentel Álvarez, Julio, 2004, Breve Diccionario, Latín-Español, Español–Latín, México, Porrúa.


Historiador de la Universidad Nacional de Colombia, Diseñador Gráfico de la Corporación Unificada de Educación Superior (CUN) y Magister en Museología y Gestión del Patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia. Museógrafo del Museo de Bogotá, del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural y diseñador de CURA-Soluciones museográficas en Lima – Perú.
di = diá, que es: preposición y adverbio y significa: "a través de" (Pabón, 2004, p. 136). Vers =versum supino de verto = verter, voltear, volver las espaldas (Pimentel, 2004, p. 551), se podría decir que se llega a una nueva versión de algo a través de un giro o de trastocar lo aparentemente cotifiano.
Estos objetos pueden o no pueden existir, simplemente ser construcciones culturales como el caso de una exposición de ciencia ficción (un ejemplo puede ser la muestra denominada 11 mil metro por segundo en el Claustro de San Agustín) donde un objeto puede ser una nave de Star Wars que sin existir es y representa mucho en nuestra sociedad.



Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.