La eficacia del derecho como garantía de paz social

La eficacia del derecho como garantía de paz social

Por: José Gerardo Arrache Murguía

El Derecho, es una rama del conocimiento humano inspirado por la propia humanidad, es evolución social continua ya que la organización social es sustento de desarrollo y armonía de los intereses colectivos y particulares. En la época moderna, queda claro el dimensionar la realidad fáctica, en muchas ocasiones adelantada a la norma jurídica.
La crisis que envuelve a las instituciones sociales es producto de la crisis que vive el hombre en el conjunto de sus relaciones interpersonales y sociales.
En muchas ocasiones existe la falsa percepción que el exceso de legislación es virtuosismo legislativo, sin embargo choca, al no garantizar esos derechos en una concreción y materialidad fáctica. Lo que deriva en confusiones pragmáticas entre lo legal y lo jurídico, que traducido al campo social y político versa en fabricar "realidades legales", o "injusticias legales".
Así, el Derecho debe ser eficaz en su aplicación, breve en su trámite y expedito en su diligenciación, de esta manera se previene y remedia abusos de poder o diferencias entre particulares.
Los que profesamos el amor a la justicia, como último fin del derecho, precisamos de la ley para instrumentar el acceso a la justicia. Erróneamente la óptica política, cree que el crear más leyes produce un mejor control de las actividades sociales, lo cual es una percepción equivocada. La Sociedad, precisa dentro de un estado de libertades, la armonía de intereses, más no el control de la sociedad.
El sentido de la censura, se articula cuando el uso de libertades críticas atenta contra la estructura ideológica de control político.
Así mismo, la justicia social precisa del actuar del orden público y garantizar así condiciones de gobernabilidad. Desde mi punto de vista el imperio de la ley debe regir como condición al pacto social. Hay una correlación de sana entre la cesión del ciudadano del interés particular al poder público, lo cual suponía en el contrato social, que el estado a su vez garantizara la protección de gobernado. Gobernantes que no aplican la ley atribuyen como excusa una falta de Gobernabilidad, siendo que omitir aplicar la ley, es falta de Legitimidad.
La paz social se logra cuando el derecho y no sólo la ley se aplica, cuando en búsqueda de la Justicia se vuelve tangible en el protagonismo social y democrático. Una democracia debe y se debe sólo al respeto irrestricto de la voluntad soberana plasmada en ley. La delgada línea entre la anarquía y la democracia populista, estriba en la armonía de los intereses personales y colectivos.
Si el derecho no resulta eficaz, se pierde confianza en las instituciones y por ende, el tramado social se resquebraja. No busquemos la paz social en discursos o leyes impracticables, la retórica explica las cosas sociales, aplicar el derecho garantiza la paz, a través de la armonización de los intereses.
El Dilema Socioeconómico

El concepto de eficiencia de Vilfredo Pareto (también llamado óptimo de Pareto, Pareto-optimalidad u óptimo paretiano) es aquella situación en la cual se cumple que no es posible beneficiar a más elementos de un sistema sin perjudicar a otros. Se basa en criterios de utilidad: si algo genera o produce provecho, comodidad, fruto o interés sin perjudicar a otro, provocará un proceso natural de optimización hasta alcanzar el punto óptimo.
Las complejidades sociales y económicas, abordan retos interesantes a la estructura jurídica del Estado. Así la simbiosis de la sociedad y Gobierno, estipulan el derecho del ciudadano en general, para hacer asequibles los derechos que tiene cada ser en lo particular en relación con la colectividad.
La efectividad es la capacidad de lograr un efecto deseado, esperado o anhelado. En cambio, eficiencia es la capacidad de lograr el efecto en cuestión con el mínimo de recursos posibles viable a lo cual, el derecho como instrumento de una democracia deliberante.

Así, la paz social requiere pues de una eficacia del Derecho, que el ciudadano confíe en los instrumentos del Estado como garante de la Justicia Social e Individual. Es desagradable, saber que en mucho países la justicia de propia mano.

Me gustaría citar un pasaje del Quijote, respecto de la interpretación de la Justicia y la Paz, por su contenido se confirma una genialidad al respecto:

"Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico./ Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre./ Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo./ Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia./ Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de su injuria, y ponlas en la verdad del caso./ No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres, las más de las veces serán sin remedio: y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aún de tu hacienda./ Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros./ Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de malas razones."

Carpe Diem #CarmenOlivia