La Educación en América Latina durante el 2015: algunas tendencias (Diciembre 2015)

La Educación en América Latina durante el 2015: algunas tendencias.
Este año que ya se nos va, nos deja una serie de imágenes sobre lo educativo en nuestra región latinoamericana, que se hacen necesarias de resituar en el presente, con miras a intentar realizar un ejercicio de síntesis reflexiva. Este ejercicio se realiza aquí mediante la proposición de una serie de "grandes tendencias", que ayudan a organizar estas múltiples y complejas imágenes.
Una primera tendencia, es de abierta continuidad: la conflictividad docente. El 2015 es un año marcado por grandes y largos procesos de huelgas y manifestaciones, con destaque en Colombia, Uruguay, Chile y varios Estados de Brasil. En este punto, soy un abierto convencido de que las profesoras (mujeres son la abrumadora mayoría del profesorado) y los profesores latinoamericanas se han visto contantemente empujados a movilizarse con el fin de alcanzar mejoras en sus condiciones de trabajo y salariales, como así también, defender el carácter público de la educación, entendida como un derecho social al alcance de toda la población y en condiciones de dignidad. Esta primera tendencia, ha entrado en abierta confrontación con uno de los principales problemas de nuestras sociedades, la criminal e impune violencia policial. Este fenómeno alcanzó una dimensión grotesca, el 29 de Abril en Paraná, cuando la Policía Militar reprimió con una violencia demencial a docentes ubicados en los alrededores de la Asamblea Legislativa, con un saldo de más de 200 personas heridas. Otro ejemplo vergonzoso de este fenómeno, se está desarrollando justamente en estas últimas semanas en México, donde el Estado está obligando al profesorado a someterse a un proceso de evaluación docente por la fuerza. Lo que se ha visto, es que con la ayuda de un costoso e irracional despliegue de fuerzas policiales, se está llevando adelante este proceso de evaluación docente, que no cuenta con un apoyo consensual, ni del profesorado organizado ni de la comunidad académica. La policía ha sido utilizada para obligar y vigilar a los docentes que se evalúan, como así también, para disuadir violentamente diversas protestas magisteriales en contra de este proceso. A la represión general, hay que agregar que el 08 de Diciembre la policía asesinó al maestro de 23 años, David Gemayel Ruiz Estudillo, en Chiapas. De esta manera, cuando hablamos de docencia en América Latina, de una u otra forma, hablamos de un punto de encuentro crucial y privilegiado de diferentes perspectivas de organización/regulación de la vida de nuestras sociedades, con todas sus contradicciones.
Una segunda tendencia, también de continuidad, tiene que ver con la tradición de organizar/reformar algunos aspectos de nuestros sistemas educacionales de manera unilateral, "de arriba hacia abajo", con amplio dominio del proceso y de los fines en manos de las diferentes tecnocracias y con una profunda ausencia de debate/participación de la sociedad. En esta lógica, la regulación de nuestros sistemas educacionales nos es mostrada como el resultado de la deliberación a puertas cerradas de aquellos de efectivamente "saben": técnicos, políticos, especialistas, etc. Dentro de los múltiples ejemplos que podrían ser citados aquí, parecen relevantes los casos de "reorganización" de escuelas de Puerto Rico y del Estado de Sao Paulo. En ambos casos, la línea de acción de las autoridades fue informar a las comunidades del cierre y/o reubicación de múltiples establecimientos educacionales, sin previa consulta o negociación. En Puerto Rico la "reorganización" avanza a pesar de la oposición de estudiantes y sus familias, mientras que en Sao Paulo la "reorganización" ha sido vencida, a lo menos temporalmente, gracias a una vigorosa oposición de las y los estudiantes paulistas organizados. Esta tendencia, nos ayuda a tener en consideración un aspecto fundamental de la manera en que se entiende la educación por parte de nuestras elites políticas y económicas: como algo que no pertenece por derecho propio a la sociedad, sino, como una dádiva, posible de ser retirada o modificada según su voluntad. Contra esa imagen, se han movilizado por décadas miles y miles de personas.
Una tercera tendencia, también de continuidad, tiene que ver con nuestra incorporación "provinciana", "marginal", "periférica", a la denominada "sociedad del conocimiento". Es común encontrar en la discusión de la política pública educacional presente en los medios de comunicación de América Latina, tanto a nivel político como académico, una tendencia a lamentarse por los magros resultados académicos de nuestros niños y jóvenes, docentes, escuelas, universidades, investigadores, etc., en comparación con los resultados que estos mismos alcanzan en los países denominados "desarrollados". Esta tendencia es muy visible y es enarbolada fundamentalmente por aquellos actores que gustarían hacer de nuestra región una versión nueva y mejorada de Europa o Estados Unidos. Así, en la mejor tradición sarmentiana, seremos algo mejor en la medida de que dejemos de ser nosotros y pasásemos a ser como Europa, Estados Unidos o más recientemente, Corea del Sur o Finlandia. Lo interesante de esta tendencia, es su total desconexión con una reflexión sería en torno a las características de las sociedades de nuestra región, que nos permitirían entender por qué alcanzamos los resultados que alcanzamos. Un elemento básico de este análisis no realizado, corresponde a los siempre limitados esfuerzos económicos destinados en los presupuestos nacionales hacia lo educativo. De esta forma, es común encontrar en todos los países de nuestra región, ejemplos vergonzosos de la precariedad material en que millones y millones de estudiantes y trabajadores de la educación sostienen la empresa educativa. Un contraste evidente con esta realidad, es la desproporcionada inversión que reciben las Fuerzas Armadas en parte importante de nuestra región, en comparación con la inversión en educación. Discutir las prioridades de nuestras sociedades en general, es una tarea clave en cualquier debate educacional, tanto a nivel de cada país, como así también, a nivel regional.
Una cuarta tendencia es de quiebre e incertidumbre, es aquella que dice relación con cómo será posible intentar asegurar lo que sí se ha avanzado en material educacional, entendida como derecho social amplio, en aquellos países donde se están desarrollado cambios de algunos aspectos de la dirección gubernamental (Argentina, Venezuela) o procesos de ajuste del gasto fiscal (Brasil). Más allá de las simpatías o antipatías políticas, es indudable que en estos países (como así también en Bolivia y Ecuador) se han desarrollado positivas transformaciones educacionales impulsadas por Gobiernos Democráticos, que potencialmente, hoy en día podrían ponerse en peligro. De esta manera, en aspectos fundamentales de nuestras sociedades, resulta importante llamar la atención en torno a instaurar la perspectiva de Políticas de Estado, que no estén entregadas a la voluntad maleable de cualquier transformación de Gobierno, como así también, menos aún, entregadas al designio de cualquier orientación política de revancha partidista. En otras palabras, a pesar de su dificultad, es importante avanzar en la región al establecimiento de acuerdos de largo plazo en materia educacional, especialmente de aquellas que cuentan con amplio apoyo popular y que han demostrado ser efectivas en la perspectiva de aseguramiento de la educación como derecho humano elemental, protegido y asegurado por el Estado.
Una quinta tendencia, es de proyección y expectativa. Aquí, la educación se posiciona como un espacio de construcción democrática inigualable. Para ejemplificar, resultan importantes los siguientes casos.
En Colombia se sigue avanzando en los "Diálogos de Paz" entre el Gobierno y las FARC. Cualquier avance en las diferentes materias discutidas, ameritará un esfuerzo ineludible por posicionar al sistema educacional como un espacio de posibilidad y viabilidad misma de la paz. De esta forma, si los "Diálogos de Paz" resultan ser efectivos en un acuerdo político/militar de abertura de un nuevo proceso histórico en Colombia, el sistema educacional tendrá que una (entre otras) institucionalidad político/cultural capaz de formar a las nuevas generaciones de colombianas y colombianos capacitados para vivir dignamente este nuevo tiempo. Por ambicioso que eso suene, me parece necesario pensar lo educativo en esa dimensión.
En Chile, a pesar de los avances limitados problemáticos del denominado proceso de "Reforma Educacional" impulsado por el Gobierno de Michelle Bachelet, después de largas décadas de hegemonía neoliberal/empresarial/pinochetista en lo educativo, el modelo cambia (¡muy lentamente!) de eje. En Chile, después de tanto tiempo, se vuelve a instalar una perspectiva pública, como derecho social, de la educación. A pesar de las contradicciones y limitaciones del proceso, esto es una excelente noticia y, ciertamente, es un logro que ha sido posible fundamentalmente gracias al Movimiento Estudiantil, que son sus explosiones de 2006 y 2011 han restituido dignidad y esperanza a la sociedad chilena en general.
En Brasil, más específicamente en el Estado de Sao Paulo, las y los estudiantes de Educación Secundaria, demostraron que, en última instancia, la educación no es propiedad del Gobierno de turno ni de sus gestores, sino, que es patrimonio de la sociedad en su conjunto. Por lo mismo, frente a un autoritario intento de "racionalización" (reubicación y cierre de escuelas) del Gobierno del Gobernador tucano Geraldo Alckmin, se organizaron, tomaron las escuelas y lograron el apoyo de parte importante de la sociedad paulista y brasilera con miras a parar esta decisión. A mi modo de ver, más allá del triunfo momentáneo, lo más importante del movimiento, es justamente la demostración de la efectividad y poder de la organización popular con miras a incidir en la "alta política", además, en un momento de peligro de la estabilidad democrática brasilera. Las y los estudiantes paulistas, en asociación a sus familias y docentes, le demuestran a la sociedad brasilera, y latinoamericana en general, la importancia de organizarnos y movilizarnos por aquello que vale la pena defender, por aquello que ha sido conquistado. En el Estado de Goiás, los estudiantes organizados siguen un camino similar.
Entre continuidades y quiebres, incertidumbres y expectativas, la dimensión educacional ha sido una arena de disputa política vital en nuestra región durante el 2015. Acompañar y participar de esta disputa es urgente y necesario para cualquier profesora y profesor latinoamericano, en cualquier espacio de injerencia y de diferentes maneras. Vamos viendo y actuando en esta dimensión el 2016.
Felipe Zurita Garrido
Académico Facultad de Pedagogía, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Chile
Estudiante Doctorado Latinoamericano en Educación: Políticas Públicas y Profesión Docente, Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil
Belo Horizonte, Diciembre 2015

Referencia:
Zurita, F. (2015). La Educación en América Latina durante el 2015: algunas tendencias. Pensar a Educação, em Pauta. Año III, Edición 110. 18/12/2015.
http://www.pensaraeducacaoempauta.com/#!blank/itgh7