La educacion como promotora de valores para el futuro ciudadano

October 4, 2017 | Autor: Carolina Pinzon | Categoría: Facultad De Educacion, Metodologias Da Investigação Educacional
Share Embed


Descripción

La educación como promotora de valores para el futuro ciudadano
Presentado por: Carolina Pinzón

¿Educación para el mercado o formación para la ciudadanía?

Como educadores muchas veces nos hemos preguntado sobre la responsabilidad que tenemos en la formación de nuestros estudiantes y cómo influenciamos en ellos para generar cambios. El educador, es una figura importante en el crecimiento de una persona porque éste no solo le entrega información valiosa para su vida sino que debe lograr que el alumno, a través de su propio discernimiento, transforme su carácter y tome una consciencia más global. Es precisamente en este punto que la educación hoy en día, a pesar de sus múltiples intentos de renovar los sistemas de evaluación, continúa teniendo grandes falencias. Tal vez, su punto más crítico y álgido es el de que aún la educación se sigue centrando en la transmisión de datos y conocimientos específicos que tiene como objetivo la formación de profesionales o técnicos especializados en sus áreas pero que no son verdaderamente conscientes de su responsabilidad como ciudadanos hacia la sociedad y como pueden generar cambios en pro de la democracia y la paz perpetua. Es aquí, precisamente en donde me quiero enfocar porque veo la necesidad de replantear la educación hacia la formación de ciudadanos responsables consigo mismos, con los otros y con su entorno; que estos ciudadanos del futuro sean capaces de generar nuevas alternativas hacia un cambio social significativo.
Para plantear una nueva forma de ver la educación, es necesario ver varias propuestas de distintos autores que nos darán una visión más amplia, profunda y nos ayudarán en este proyecto. En primera instancia, empezaré con el concepto de ciudadanía y humanidades que Guillermo Hoyos nos plantea en su texto "Comunicación, Educación y Ciudadanía, ya que él nos señala la importancia de las humanidades como eje central de la educación, puesto que estas ciencias se preguntan por el ser y cuestionan la verdad generando reflexión y critica. Si se incentiva la auto reflexión en las personas estás se cuestionarán sobre su posición en el mundo y su relación con los otros, entendiendo así la diferencia y aceptándola. Es importante recalcar aquí la visión de Hoyos sobre la enseñanza, él considera que el papel fundamental de la educación es el de formar ciudadanos que no sean competitivos sino cooperativos para que se logre una democracia y un sentido más amplio de sociedad comprometida con los otros y el medio ambiente, "Esta concepción de la cooperación parte de un punto de vista ético y moral: el reconocimiento del otro como diferente en su diferencia y por tanto como interlocutor válido, es decir como participante en procesos de construcción de sociedad" (Hoyos 2007). Vemos pues, que debemos aplicar este concepto en nuestra nueva propuesta educativa; una educación reflexiva que amplía el conocimiento técnico hacia el conocimiento humano para concientizar al ser sobre su responsabilidad consigo mismo, con el otro y con el medio ambiente. Este nuevo ciudadano del mundo será capaz de cambiar su entorno a partir de la reflexión, la crítica y entenderá nuevos puntos de vista, aceptará a los demás con sus diferencias y será tolerante, buen ciudadano y trabajará con los otros en esta transformación.
Un segundo concepto importante que debe ser implementado en la nueva educación, es el de la transmisión de experiencias a través de la narración y el no olvido de nuestra historia para que esta no se repita. Como nos señalan Mèlich, es su texto Narración y Hospitalidad, y Adorno, en su texto Educación después de Auschwitz, el olvido es el principal causante de las desgracias humanas por que el que olvida está condenado a repetir incesantemente su historia y jamás logrará transformar su presente. Actualmente es muy difícil que el relato tome la importancia necesaria porque los medios de comunicación se han encargado de llenarnos de cifras y números de muertos, informándonos acontecimientos que terminan siendo vacíos y lo único que generan es indolencia e indiferencia. Es en este contexto, es en donde el maestro debe ser el responsable de transmitir los relatos de las víctimas, no solo para darle el valor que merecen las victimas diarias de este conflicto, sino que debe sensibilizar a sus educandos frente a esas historias de vidas para construir una identidad, no una identidad individual sino colectiva, una identidad del ser colombiano; esta se construye a partir de entender nuestra historia, de realmente ahondar en las raíces de nuestro conflicto para no seguir eligiendo a los mismos y sobre todo cambiando nuestras actitudes como ciudadanos colombianos. En relación con este contexto Javier Suárez, en su texto Compasión y Solidaridad política desde la educación, nos señala la importancia de inculcar en la educación el sentimiento de compasión y solidaridad, compasión entendida como entendimiento del sufrimiento del otro, "la compasión es un sentimiento que le permite al hombre reconocer en el otro su dignidad de ser fin, aunque realmente carezca de ella, pues gracias a esto se abren posibilidades hacia la reconciliación del individuo con la humanidad." La educación debe estar comprometida en inculcar la compasión del otro porque es así como realmente entendemos al Otro y su diferencia para lograr la convivencia. Para lograr esta transformación en la educación, Adorno nos señala que está debe hacerse desde la primera infancia porque es en esta etapa de la vida en donde se puede comenzar a formar el carácter para evolucionar en una persona autocrítica y autónoma, "cuando hablo de la educación después de Auschwitz hablo de dos ámbitos: en primer lugar, la educación en la infancia, sobre todo en la primera; seguidamente, ilustración general llamada a crear un clima espiritual, cultural y social que no permita una repetición; un clima, pues, en el que los motivos que llevaron al horror se hayan hecho en todo modo conscientes". Nuestro gobierno tiene completamente abandonada a la infancia, sobre todo a la de bajos recursos y rurales, aunque cree proyectos innovadores y socialmente justos pero que en el momento de ponerlos en práctica no se pueden realizar, no hay el presupuesto, o simplemente no aplican a esa población que tenía otras necesidades y muchos otros se quedan en el papel. Es necesario que el gobierno realmente se comprometa con el agro y la educación en las zonas rurales, puesto que es allí en donde la guerra, la injusticia y la desigualdad han hecho más mella y las huellas son más difíciles de borrar. Para que se logre el anhelado cambio hacia el perdón, la justicia y la democracia se debe apostar a la educación, las humanidades, el arte y el deporte como nos menciona Adorno.
Otro concepto, que nos puede ayudar en nuestra empresa, es el Richard Rorty en su texto educación sin dogmas y Jaques Derrida con su artículo Universidad sin condición. Entre estos dos autores podemos plantear la educación libre, una educación que se base en el desarrollo del pensamiento crítico del estudiante para que este asuma su mayoría de edad, de la que habla Kant. El propósito de ésta educación sin condición es la de eliminar las imposiciones de los pensamientos políticos para lograr buscar la verdad y esta se logra a través de la libertad; si somos libres encontraremos la verdad y la manera de llegar a ella es por la vía de la socialización e individualización. Cada alumno interpreta de muchas maneras el conocimiento, no existe un solo camino para llegar a la verdad, de hecho no existe una sola verdad; por eso es tan importante que el profesor entienda la diferencia de cada estudiante, comprenda los procesos individuales, obviamente sin aceptar la falta de rigurosidad y fundamento. Somos libres en la medida en que nos permitan explorar nuestro conocimiento, en donde se aliente la curiosidad. Por muchos siglos el conocimiento y la verdad fueron sinónimos de brujería y actualmente, en nuestro tiempo, es sinónimo de peligro. Es peligroso el estudiante que piensa y crítica el sistema, es peligroso todo aquel que se atreva a divulgar la verdad. En este país muchos intelectuales han sido asesinados por ser partícipes de movimientos sociales que se han levantado en contra del gobierno. Reclamar libertad de conocimiento es primordial en este contexto de violencia y somos los educadores los responsables de generar en los estudiantes un pensamiento crítico para que ellos puedan producir cambios; es esencial incentivar la mayoría de edad para que estos ciudadanos críticos tengan los fundamentos para proponer. Georg Lukács a comienzos del siglo XX dijo que al sistema capitalista le interesa que los especialistas sepan hacer muy bien su tarea, pero también le interesa que no tengan una visión crítica, de la totalidad, de los fenómenos sociales, es precisamente por esta razón que es importante que el conocimiento crítico debe ser la base para la democracia por venir.
Hilando todas estas propuestas que estos autores nos proponen, considero que la educación no se debe centrar únicamente en formar profesionales capacitados para el mercado sino que ésta debe ser generadora de conciencia. Debe crear espacios de debate, de crítica para que sea propositiva. La educación del futuro debe enfocarse en el ser, en ese ser que se cuestiona a sí mismo, el Dasein que habla Heidegger, para que este ser tome conciencia de su función en la sociedad y entienda que no está solo, que hace parte de la sociedad por lo tanto debe buscar la armonía y la democracia para ser felices. Para lograr este camino, la educación del futuro de Colombia debe crear un nuevo paradigma que sea único, que no copie a ninguno puesto que este país tiene su propia complejidad enmarcada desde el pluralismo. Somos multiétnicos, multiculturales, multilenguaje; por lo tanto, es necesario generar un nuevo modelo educativo que se ajuste a estas necesidades en donde la inclusión sean eje principal para que la tolerancia se promueva y nuestra identidad sea rescatada desde nuestras raíces. En nuestras manos está promover el cambio, el cambio que tanto necesita nuestro país. Colombia necesita ciudadanos comprometidos que cambien nuestra historia sangrienta. Ya se ha derramado mucha sangre innecesariamente, es hora que el gobierno invierta en la educación y deje las armas. Todo cambio es lento pero es posible si hay compromiso por parte de los entes gubernamentales y de la sociedad. La educación es la herramienta que logrará generar este cambio tan anhelado.








Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.