La educación como modelo de cambio

September 11, 2017 | Autor: Edwuin Z | Categoría: Political Philosophy, Social Choice Theory
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Descripción

La Educación como Modelo de Cambio Por: Edwuin Z Agudelo Badillo El país atraviesa por una crisis al igual que muchos otros, esta crisis permite percibir una brecha no sólo generacional en el racionamiento humano, sino además, en la misma forma de asumir y pensar la vida, se han cambiado poco a poco los intereses de una sociedad por los intereses individuales, aquellas motivaciones que generan el consumo y supuesto bienestar de la mayoría, de manera que se cambiaron las prioridades de las personas sin éstas darse cuenta, pues a medida que avanzamos en el tiempo van apareciendo nuevas corrientes y necesidades ingertas por quienes dirigen las tendencias. Es de esta manera que he llegado a plantearme una epojé que me abstraiga de la cotidianidad para poder entender cómo nuestra cultura se ha permeado por modelos culturales totalmente agenos a nuestra identidad, de tal forma que se ha generado una perdida de sentido hacia la vida misma y hacia asumir una posición de compromiso y de entrega por aquello que nos caracteriza y nos define. Pues, no es posible mantenerse en medio de un mundo de sombras sin que éstas no alteren nuestras percepciones y nuestro pensamiento, es por eso que se hace necesario aplicar una sana skepsis que nos permita distanciarnos para poder volver con una mirada crítica hacia nuestra realidad a fin de poder identificar algunas de las falencias que existen debido a la perdida de rigor y disciplina en la elaboración de juicios, alimentada quizás por carecer de modelos estructurados de educación que orienten los caminos y acciones de parte del Estado. Para orientar el proceso de revisión de la realidad de nuestro país resalto dos aspectos fundamentales que se deben tener en cuenta para impulsar, construir y armonizar la vida en su interior, estos son la educación y la salud, de la mano de estas dos van el bienestar y comodidad que se pueden generar en su población, pues debido al goce de estos dos factores se mejora la calidad de vida de quienes participan del Estado. A través de ellas se puede no sólo mejorar las condiciones de vida sino brindar un progreso en el desarrollo de todos los aspectos de la vida humana. Con la educación se producen nuevos conocimientos que van a permitir generar avances, descubrimientos e inovación de los procesos que acompañan nuestra vida. Si contamos con modelos creativos que ayuden a consolidar nuevas propuestas de pensamiento e innovación tecnológica se podrá crear ciencia que guíe el progreso en el país y lo lleve a un status de autosuficiencia que le permita resolver sus dificultades económicas elevándolo a una posición relevante en el mundo global en el cual nos encontramos. De otro lado nos encontramos con la salud, y es que ninguna nación puede llegar al progreso sino cuenta con una población sana que pueda hacer frente a las dificultades por las cuales atraviesa, sobra decir que las condiciones de seguridad social en nuestro país necesitan un serio y bien pensado cambio, orientado preferiblemente hacia el fortalecimiento de las instituciones que brindan este servicio sin ninguna mediación económica, ni de intereses de tal forma que se pueda atender realmente las necesidades de la población mejorando su calidad de vida.

Pero no voy a profundizar en este tema, por ahora quiero enfocarme en las falencias qe tiene el modelo de educación colombiano que no nos permite avanzar hacia una solución a las dificultades que agobian a Colombia, sin desconocer que se han dado algunos pasos para empezar a cambiar esta realidad pero no han sido lo bastante contundentes. Primero será necesario señalar cuáles son los pilares que deben soportar este cambio y también nuestra reflexión, pues desde allí hilaremos nuestra reflexión. Continuando con esta mirada encontramos tres aspectos fundamentales que quiero abordar y que se han convertido en líneas de acción del ministerio de educación en los últimos años, los cuales son acceso a la educación, equidad en la educación y participación de la sociedad en el proceso de cambio educativo, y frente a los cuales conservo una mirada distinta. Como primer punto es necesario tener en cuenta que la labor del Estado, a través del ministerio de educación, es precisamente brindar la oportunidad de acceder a la educación con estándares de calidad que permitan generar un cambio en el país, pero no cualquier tipo de cambio, sino un que conduzca a orientar los talentos innatos de muchos colombianos, que debido a la falta de recursos terminan desperdiciados o a merced de “otros” 1. Siguiendo por este sendero en abril del 2000 en Senegal, se realizó el Foro Mundial 'Educación Para Todos', que determinó los objetivos académicos comunes entre los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU). De esta manera los asistentes asumieron el compromiso de velar por ellos y contribuir para que en el año 2015 se avance en seis puntos básicos: 1. La extensión y protección a la educación en la primera infancia. 2. Que todos los niños tengan acceso de manera gratuita y obligatoria a la enseñanza básica primaria. 3. Atender las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos en programas de preparación para la vida útil. 4. Aumentar el número de adultos alfabetizados a un 50%, particularmente en mujeres y facilitar a todos el acceso equitativo. 5. Lograr la igualdad de géneros en enseñanza básica y secundaria. 6. Mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación garantizando parámetros más elevados. Estos compromisos permiten vislumbrar grandes cosas para países como el nuestro pero si esas tareas no son acompañadas de voluntad política se tiende a caer en simples intenciones de personas de otro país que quiere hacer algo, aunque no encuentren eco en los necesitados. Sin embargo, no deja de ser algo inquietante la idea de cómo llevar a cabo estos objetivos en nuestro país, miremos algunas cifras que nos ayuden a ubicarnos en la realidad y mirar hacia donde vamos. Por ejemplo, de acuerdo con la información reportada por las Secretarías de Educación en el año 2010 asistieron a educación básica y media 11.122.874 estudiantes, de los cuales 9.418.237 (84,7%) fueron atendidos por el sector oficial y 1.704.637 (15,3%) por el sector no oficial, alcanzando una tasa de cobertura bruta en educación básica y media de 104,0% y 1

Por otros se puede entender bien sea algún grupo al margen de la ley o en el mejor de los casos otro país.

una tasa de cobertura neta del 89,7%. A su vez del total de estudiantes matriculados 8.408.066 fueron atendidos en establecimientos educativos localizados en la zona urbana y 2.714.808 en establecimientos ubicados en la zona rural. De los 23.414 establecimientos educativos existentes en el país 13.670 son oficiales y 9.744 no oficiales (Ministerio de Educación Nacional, 2010). Haciendo un análisis a estas cifras se percibe que hay un gran afán de cumplir con cobertura aunque para ello se sacrifique calidad, pues a pesar de haber una diferencia bastante marcada de cobertura en comparación con los colegios privados, éstos tienen un número significativo de instalaciones que pueden mitigar en algo la cobertura si se estableciera un convenio regulado por leyes lógicas y convenientes para los estudiantes, el Estado y no para los bolsillos de los dueños, pero bueno por ahora no hablaré de esto. Siguiendo con las estadísticas, ahora en la Educación Superior, en el 2010 asistieron cerca de 1.7 millones de estudiantes, lo que significó un incremento de aproximadamente 13 puntos en la tasa de cobertura bruta en los últimos 8 años al pasar de una tasa del 24.4% en 2002 al 37.2% en 2010. En 2010 el 55% de la matrícula fue atendida en Instituciones de Educación Superior Públicas y el 45% restante en Instituciones privadas (Ministerio de Educación, 2010). Luego de las estrategias adoptadas por el gobierno de ese momento se empezó a dar un crecimiento significativo de matrícula en los niveles de formación técnica y tecnológica que pasaron de representar en 2002 el 19.5% del total de la matrícula en pregrado al 34% en 2010. Para el 2010 se cuenta con 292 Instituciones de Educación Superior principales en el país, de las cuales 81 son oficiales y 211 privadas (Ministerio de Educación, 2010). Con esto se empezó a generar mano de obra más económica y a estratificar la educación de tal forma que sólo quienes tenían cómo costearse una carrera profesional podía aspirar a ella, de lo contrario tendría que conformarse con hacer una carrera tecnológica y conformarse con las oportunidades laborales que este tipo de formación brinda2. En el caso de la Constitución Política de 1991 y la Ley General de Educación – 115 de 1994, se estableció la política educativa en función del ideal de ciudadano y ciudadana que esas mismas normas proyectan a través de los derechos y deberes que les atribuyen. En esencia, toda la legislación y la política administrativa colombianas consagran el derecho fundamental de las personas a acceder a educación y asumen la responsabilidad de garantizar la calidad del servicio educativo, lo mismo que su prestación a todos los sectores y grupos humanos. En la normatividad se perfila, igualmente, una política progresiva, que asegure a todos un desarrollo personal y colectivo en beneficio de toda la sociedad (Ministerio de Educación Nacional, 2001). Si somos optimistas y pensamos que eso se da de esta manera y que el promedio de los colombianos es consciente de la importancia que tiene la educación estaríamos obrando de forma acertada al proponer que debemos brindarle acceso a todos, pero la pregunta que 2

No lo digo de forma peyorativa, sólo quiero hacer énfasis en el hecho que de acuerdo al nivel de estudio se puede pensar en mejorar también la calidad de vida, además que las ventajas y opciones que hay para un profesional no son las mismas para un técnico.

surge y salta a nuestra reflexión es ¿todos tenemos las capacidades para llevar a cabo un proceso de formación exigente y disciplinado? ¿El sólo hecho de brindar el acceso a la educación a todos ya garantiza un mejor país? ¿Podemos contar con mejores ciudadanos por el hecho que estos se formen en los actuales colegios públicos? Son muchas las preguntas que nos podemos hacer en torno al hecho de brindar el acceso a la educación a todos, pero de la misma manera también es importante preguntarnos por relevancia de mantener en las instituciones a estudiantes que no alcanzan el nivel necesario, ni la disciplina para continuar con el proceso. ¿Qué pasa con estos estudiantes? ¿Se debe mantener un estudiante en un colegio quitándole la oportunidad a otro que si tenga las capacidades y el interés sólo por el derecho al acceso a la educación? Pienso que este derecho se pierde cuando el estudiante no pone de su parte y además no llega al nivel necesario para mantenerse, no podemos olvidar que no todos tenemos las mismas capacidades y por eso las condiciones cambian para los estudiantes. Con el desarrollo del programa de ampliación de cobertura y mejoramiento de la calidad de la educación Secundaria (PACES) a partir del año 1992, con una duración de seis años, se logró ampliar la cobertura contribuyendo a la permanencia de los estudiantes de básica dentro del sistema y al reingreso de muchos estudiantes que habían culminado el 5º grado de primaria sin encontrar cupo para continuar con la secundaria. Esta ampliación de cobertura fue posible con el desarrollo de diferentes estrategias como la cofinanciación entre la nación y los entes territoriales para la construcción de aulas y el mejoramiento de instalaciones físicas, el mantenimiento de subsidios a estudiantes en colegios privados cuando la oferta oficial no fue suficiente, la capacitación de los docentes y la ejecución de recursos significativos para la adquisición de materiales educativos, que aportaron al mejoramiento de la calidad de la educación (Ministerio de Educación Nacional, 2001). Entre las acciones desarrolladas por el sector educativo en búsqueda de mejorar la calidad de la educación se cuentan las encaminadas a la producción por parte del Ministerio de Educación de los Lineamientos Curriculares Básicos a nivel nacional, generales y por áreas de estudio y a la definición de indicadores de logros, dentro del proceso de flexibilización y la autonomía curriculares emanadas de la Ley General de Educación (Ministerio de Educación Nacional, 2001). De esta forma se busca estandarizar la educación a fin de que la brecha, que cada vez se ve más marcada entre la educación básica de los colegios públicos y de los privados, no sea tan grande, como se muestra en las pruebas de estado, en donde los resultados que se obtienen son muy diferentes de acuerdo a los porcentajes de estudiantes que los presentan. La política de calidad que la Revolución Educativa ha puesto en práctica, es un sistema ordenado y coordinado que supera la concepción de una educación centrada en la transmisión de conocimientos para consolidar prácticas pedagógicas orientadas al desarrollo de las competencias de los estudiantes. Esto representa pasar de un aprendizaje de contenidos y de una formación memorística y enciclopédica a una educación pertinente y conectada con el país y el mundo y concebir la educación como un proceso permanente que no se agota en el sistema educativo ni en el paso de los estudiantes por los centros de

aprendizaje, sino que se extiende a toda la vida y se configura en interacción con el mundo de la vida y del trabajo (Ministerio de Educación Nacional, 2001). Se ha dejado de lado el referente formativo y estructurado que se busca a través de la educación como motor de desarrollo de un país, para dar cumplimiento a políticas que conserven una apariencia frente a las exigencias del nuevo siglo, sacrificando el bienestar de la mayoría al limitar los procesos formativos desde las bases, pues no se puede pensar que con el estilo de formación de cantidad sin importar la calidad se va a llegar a preparar toda una nación para asumir los retos que han llegado. De la mano de estos procesos que ha liderado el ministerio se ha dejado de lado la participación de los principales afectados por los cambios, en la constante lucha por imponer normas y proyectos se abandono el diálogo de los diferentes protagonistas de la educación, pues no sólo las soluciones deben venir del gobierno, es más fácil proponer desde la realidad, desde la cotidianidad de la educación en donde se perciben de manera directa las necesidades que se reflejan en la sociedad, y es que la pérdida de sentido que tiene hoy la generación de adolescentes y jóvenes del país es en parte resultado de la falta de políticas claras que orienten y articulen el trabajo en torno a la educación. Al buscar abrir espacios de participación y de postular nuevos caminos para la educación se ha confundido la cobertura con el contenido que se debe ofrecer, además de pretender dar educación a todos aunque haya un buen número de estudiantes que no aprovechan la oportunidad de acceder a la educación para mejorar su calidad de vida, sino que se convierte en un requisito para poder trabajar, pues prima encontrar un sustento que desarrollar capacidades intelectuales, esto abre todo un abanico de problemas que se manifiestan en la sociedad, desde la generación de subculturas hasta la acentuación de vicios en la conducta humana, sobre todo en el ámbito público. Se ha olvidado consolidar una personalidad formada íntegramente teniendo en cuenta en ella el SER, no como algo inacabado que se debe construir, sino como posibilidad y horizonte de sentido que puede dar un giro y proporcionar un cambio a la realidad, es permitir desarrollar las capacidades del mismo para utilizarlas en retribución del “otro”, de tal forma que se pueda hablar de construcción de país. Sólo en la medida que se vea a la educación como un medio será posible cambiar la teleología en la cultura colombiana y generar acciones que procuren una nueva mirada de la realidad, no es posible cambiar nuestra perspectiva si en la cantidad se quiere proyectar calidad, pues en los resultados que se pueden observar nos encontramos que la educación entre más pública tiende a deteriorarse, primero se debe fortalecer la visión de lo público, del papel del ciudadano, de la necesidad de tener conciencia no sólo de los derechos sino también de los deberes, pues son los que nos aseguran que haya una responsabilidad compartida que apunte hacia un mismo telos colectivo que asegure los recursos invertidos en la educación en Colombia y que a la vez brinde una consolidación de Estado. Es necesario hablar de modelos educativos que tengan en cuenta a la persona como algo integral y como parte de un Estado, para que se vea una retribución de ella hacia el órgano que la cobija y ampara. No se puede pretender generar progreso y desarrollo sin cambiar las

bases de nuestra educación, esto implica una mayor inversión no sólo en la educación Básica sino también en la Superior, a fin de poder optimizar los esfuerzos y enfocar los resultados hacia lo que el Estado busca. Pues, al ampliar la inversión que se hace actualmente en la educación se puede hablar de avances tecnológicos y desarrollo científico que asegure una presencia de la sociedad del conocimiento en nuestro país. El cambio llegará con la participación de un ciudadano formado, académica y políticamente en las instituciones del Estado, que no sea necesario desestimar el trabajo de lo privado sino al contrario se articulen esfuerzos para que los estándares educativos se proyecten hacia la construcción de un mismo horizonte como la nueva sociedad del conocimiento, de la cual haga parte el Estado en todas sus representaciones, desde el ciudadano hasta los funcionarios públicos (senadores, presidente,…). No se puede pensar en el cambio de un país sin establecer los caminos para alcanzarlo, es por eso que la educación, la inversión en ella y los objetivos precisos serán pieza clave en el engranaje que asegurará el inicio de un cambio de mentalidad de la población que será imprescindible para lograr resultados, no basta con leyes que sólo calmen “el hambre” de algunos cuando la mayoría necesita cambios radicales que propongan una nueva sociedad, que empuje la generación de la nueva sociedad necesaria para liderar un nuevo país en un nuevo siglo. Bibliografía Ministerio de Educación. (2010). Estadísticas del Sector Educativo. Recuperado el 30 de 09 de 2012, de http://menweb.mineducacion.gov.co/seguimiento/estadisticas/ Ministerio de Educación Nacional. (2010). Acciones y Lecciones. Bogotá DC: Panamericana formas e impresiones SA. Ministerio de Educación Nacional. (2010). Estadísticas. Recuperado el 30 de Septiembre de 2012, de http://menweb.mineducacion.gov.co/seguimiento/estadisticas/ Ministerio de Educación Nacional. (2001). Informe Nacional sobre el Desarrollo de la Educación en Colombia. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional.

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