La divulgación de la ciencia y el pensamiento crítico a través de la red. La experiencia de El Escéptico Digital

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PERIODISMO EN RED CONGRESO INTERNACIONAL CD-ROM. ISBN: 978-84-615-6211-4 :: (V) : 175–179 Copyright © 2012 congresoperiodismoenred.es

LA DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA Y EL PENSAMIENTO CRÍTICO A TRAVÉS DE LA RED. LA EXPERIENCIA DE EL ESCÉPTICO DIGITAL Luis Javier Capote Pérez Universidad de La Laguna – [email protected] La presente comunicación pretende abordar la experiencia de un boletín digital en la tarea de divulgar el conocimiento científico y el pensamiento escéptico.

I.- La necesaria labor de divulgación del pensamiento crítico

Uno de los desafíos que actualmente se plantean en el ámbito de la Ciencia es la forma en la que debe afrontarse de forma óptima la tarea de la divulgación.Vivimos en un mundo en el cual los descubrimientos científicos y las invenciones tecnológicas se suceden de forma casi vertiginosa. Los medios de comunicación dedican en muchos casos secciones especializadas en noticias relativas a la actividad científica y a las aplicaciones prácticas que se desarrollan a partir de la misma. Igualmente, empezamos a conocer algunos ejemplos de comunicadores centrados en esos mismos campos que empiezan a ser populares precisamente por ejercer de divulgadores científicos. Sin embargo, junto a la Ciencia han medrado ciertas prácticas, englobables todas ellas bajo la etiqueta de “pseudociencias”, las cuales encubren bajo una falsa condición de conocimiento científico lo que no suelen ser más que vulgares supercherías con un claro fin lucrativo por parte de sus practicantes. Es por ello por lo que se hace necesario abordar, junto a la ya mencionada cobertura de las novedades en el campo de las tareas científicas, otra labor, la de divulgación del pensamiento crítico y el escepticismo, como caminos para conseguir, en definitiva, una sociedad más culta. Como recuerda la Declaración de Granada1, la ciencia es parte de la gran aventura in1 Formulada durante el I Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia.

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176  Luis Javier Capote Pérez telectual de los seres humanos, uno de los muchos frutos de su curiosidad, del intento de representar el mundo en que vivimos. Como producto del pensamiento humano, la ciencia es un componente medular de la cultura, por lo que resulta urgente llevar a la consideración de todos, especialmente de los intelectuales de formación humanista, que la ciencia no es una actividad extraña a la vida y que, por tanto, sus respuestas también son de carácter cultural. Más aún: las ideas científicas, a veces de modo velado, condicionan profundamente las ideas sociales. Es pues, una obligación por parte de las instituciones públicas y de quienes a ellas pertenecen para promover una lucha activa contra el oscurantismo por medio del establecimiento de herramientas de divulgación. Este deber se torna particularmente importante cuando se trata de instituciones académicas financiadas con dinero público, las cuales tienen el trabajo añadido de llevar el conocimiento más allá de las aulas2. Sin embargo, hay que destacar también la existencia de iniciativas provenientes de ámbitos extrainstitucionales, como las concretadas a través de la creación de asociaciones no lucrativas cuya finalidad es la divulgación del conocimiento, del pensamiento crítico y del escepticismo, como pueden ser en el caso de España ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico o el Círculo Escéptico. En el presente trabajo se tratará el ejemplo de una herramienta de comunicación que se ha desarrollado exclusivamente en el ámbito de la Red: el boletín de la entidad ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, El Escéptico Digital.

2. La experiencia de el escéptico digital

ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico es una entidad cultural y científica sin ánimo de lucro constituida por tiempo indefinido, que se rige por los presentes estatutos, por los reglamentos que se desarrollen a su amparo y de acuerdo con la legislación vigente3. En sus objetivos, se plantea que esta asociación impulsa el desarrollo de la ciencia, el pensamiento crítico, la educación científica y el uso de la razón; promueve la investigación crítica de las afirmaciones paranormales y pseudocientíficas desde un punto de vista científico y racional, y divulga la información sobre los resultados de estas investigaciones entre la comunidad científica y el público en general4. Originariamente conocida únicamente por las siglas ARP (acrónimo de “Alternativa racional a las pseudociencias”) la asociación, fundada durante la segunda parte de la década de los ochenta del siglo pasado, abordó rápidamente la tarea que impusieron sus fundadores, los cuales introdujeron como primera herramienta de su labor divulgativa una revista en papel de cadencia cuatrimestral que recibió –y recibe aún actualmente- el nombre de El Escéptico. La publicación se presentó desde su número uno como una decidida “apuesta por la razón” y contrapeso a la existencia de medios de comunicación dedicados al campo de las pseudociencias. El editorial de ese ejemplar expresaba claramente esa idea: Los quioscos están llenos de publicaciones que responden sí a todas estas preguntas y mantienen que vivimos en un mundo plagado de misterios, de enigmas fuera de toda lógica. En las librerías, los desvaríos de ufólogos, parapsicólogos, curanderos y todo tipo de mercachifles ocupan mayor superficie de exposición 2 Un ejemplo de esa labor divulgadora se encuentra en el Aula Cultural de Divulgación Científica de la Universidad de La Laguna, que lleva desde su fundación en el año 2003 desarrollando líneas de colaboración con los medios de comunicación insulares para la difusión del pensamiento crítico. El Aula Cultural de Divulgación Científica se define como un espacio cultural abierto a la comunidad universitaria y a la sociedad en general. Es un aula democrática y participativa, vinculada al Vicerrectorado de Relaciones Universidad Sociedad. Su origen se remonta a los debates de un grupo de profesores e investigadores de la Universidad de La Laguna y del Instituto de Astrofísica de Canarias en una lista de correo electrónico dedicada al pensamiento crítico y escéptico y a la organización e impartición continuada desde el año 2000 del curso de extensión universitaria “Ciencia y Pseudociencias”. Un listado de sus actividades –entre las que se cuenta la creación de una biblioteca audiovisual- se encuentra en la página www.divulgacioncientifica.org 3 Como reza en el artículo 1 de sus Estatutos, consultables en la dirección http://www.escepticos.es/?q=node/4. 4 Como recoge el artículo 4 del citado texto normativo, también publicado en el enlace citado en la nota precedente.

La divulgación de la ciencia y el pensamiento crítico a través de la Red  177 que las obras de divulgación científica. En la radio, los brujos han sustituido a Elena Francis y abunda un tipo particular de profesor, aquél que no ha dado una clase en su vida, pero es experto en ciencias ocultas.Y la televisión es, obviamente, el medio que mayor propaganda ha hecho a las sandeces propaladas desde hace años por un largo etcétera de profesionales de lo oculto. Ésta es la triste realidad, pero no hay por qué plegarse a ella5. La periodicidad de la revista en papel determinó que, en agosto del año 2000, viera la luz un nuevo medio de comunicación, el cual aprovechaba las ventajas de una menor periodicidad, un mayor apego a la actualidad y su condición de gratuito: el boletín El Escéptico Digital. La publicación compartía con su hermana mayor la vocación divulgativa, pero centrándose en un campo bien distinto. Su presentación es bien reveladora: ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, en su compromiso por ofrecer una información veraz sobre la ciencia y la pseudociencia, ha creado el boletín electrónico El ESCÉPTICO para difundir a través de Internet informaciones que pueden ser de interés para mucha gente. Tras más de un mes de pruebas, EL ESCÉPTICO nace con la intención de completar la oferta informativa de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, que edita desde hace dos años una revista dedicada al desarrollo del pensamiento crítico, de la reflexión y la duda en torno a las afirmaciones extraordinarias. Este boletín informará de noticias relacionadas con el mundo de la ciencia, la pseudociencia y el escepticismo, como paso previo a los debates que en torno a las mismas puedan suscitarse en la revista impresa y, en un futuro cercano, en otros foros de Internet que cree la sociedad para que sus socios y simpatizantes puedan expresar sus opiniones. En su primer número, el boletín solamente incluía, aparte de la presentación precedente, una noticia relativa al proyecto SETI y una invitación a participar mediante la realización de colaboraciones o el envío de noticias relacionadas con la temática de la publicación. Durante sus primeras semanas de existencia se realizaron veintitrés números que, en su mayor parte, estaban compuestos por recopilaciones de escritos provenientes de otros medios de comunicación, principalmente de corte generalista. Durante el mes de septiembre aparecieron veintiséis números más, pero a partir de ese momento la cadencia empieza a bajar hasta situarse en diecisiete en el mes de diciembre y bajar a diez en enero de 2001. Durante ese año se estabilizaría en una media de dos números mensuales, aunque no se consiguiera siempre mantener una periodicidad estable. El boletín se presentaba como un archivo en formato TXT que se remitía a las personas suscritas al mismo a través de un sistema de listas de correo que introducía en cada mensaje elementos de publicidad6. Ello permitía una forma relativamente sencilla de acceso a la publicación, la cual ocupaba poco espacio. No hay que olvidar que en 2000 el proceso de implantación de la Red en España se encontraba en proceso de desarrollo, no siendo cosa sencilla la consecución de conexiones de banda ancha a un precio asequible para la mayor parte de la población. En sus primeros años, la reseña de artículos en prensa va dejando paso a una progresiva y creciente presencia de colaboraciones específicamente enviadas por colaboradores habituales y lectores deseosos de participar en la tarea divulgativa. Sin embargo, la irregularidad de las aportaciones, unida al carácter voluntario que conlleva la actividad en asociaciones sin ánimo de lucro, determinó que durante el año 2003 el boletín alcanzara su punto más bajo de publicación, con solo dos números en su haber. 5 Toda la declaración de intenciones de los editores de El Escéptico se puede encontrar en este enlace:http://www.escepticos.es/?q=node/6. 6 Más concretamente el servicio eListas: http://www.elistas.net.

178  Luis Javier Capote Pérez En el año 2004 se produce una primera renovación en el boletín, que logra mantener durante los meses siguientes una periodicidad mínima de un número mensual, subiendo a dos y hasta a cuatro en momentos muy puntuales. De ese período hay que destacar el número fechado el 16 de noviembre de ese año, dedicado a las caras de Bélmez7. En el año 2005 se produce una segunda renovación que aportará la estructura que regirá los destinos de la publicación durante los cinco años posteriores. Así, se concreta una periodicidad mensual, con lo que entre 2005 y 2008 cada año verá la salida de doce números normales y un décimo tercero especial, recopilatorio de los principales trabajos que vieron la luz en aquéllos. Excepcionalmente, se publican algunos números especiales como el de septiembre de 2006, que recoge un manifiesto dedicado a rebatir los argumentos en pro de la implantación de las pseudomedicinas –mal llamadas medicinas alternativas- en la sanidad pública. En cuanto a su estructura, los primeros números de 2005 incluyen tres artículos inéditos y un dossier de prensa integrado por una media de ocho trabajos sacados de la prensa, bitácoras especializadas en la divulgación del pensamiento crítico y gabinetes de comunicación de distintas universidades. A partir del número de julio de 2005, ese dossier se estructura en tres apartados distintos, cada uno de los cuales recoge una selección de publicaciones provenientes de los tres apartados ya mentados. Llevado a formato impreso, cada boletín ocupa una media de treinta a cuarenta páginas, aunque conserve el sistema de envío tradicional en formato TXT. La revista digital desarrolla una doble función de divulgación de la actividad científica y de lucha contra las pseudociencias. Por sus distintas ediciones pasan asuntos tan polémicos como la influencia humana en el cambio climático, los posibles efectos perjudiciales de las antenas de telefonía móvil o la introducción en el ámbito agrario de los trasngénicos. También se hace eco de diversos manifiestos provenientes tanto de la propia ARP-SAPC como de entidades como Círculo Escéptico o el Aula Cultural de Divulgación Científica de la Universidad de La Laguna. En 2009 se introducen nuevos cambios en la forma de publicación y envío del boletín. Las redes de banda ancha son una realidad, pero también lo son los teléfonos inteligentes que incorporan tarifa plana para navegar por la Red. El formato en modo texto empieza a quedarse anticuado, de modo que a partir de ese año empieza a hacerse una doble publicación de la revista, la cual combina el sistema tradicional con otro en una página específica donde los mismos contenidos aparecen con un aspecto más acorde con los avances tecnológicos ya mencionados. Más tarde, en 2010, se incorporará un tercer formato en PDF, para aprovechar el creciente mercado de las tabletas y los libros electrónicos8. La última novedad ha venido dada por la formalización definitiva de la condición de revista, mediante la obtención de un número internacional normalizado de publicaciones seriadas (ISSN). El Escéptico Digital sigue siendo un completo de El Escéptico, pero ha dejado de ser un boletín para convertirse definitivamente en una publicación con entidad propia y contenidos parcialmente exclusivos, a través de la cual se publicitan las actividades de la asociación que la edita en general y las otras publicaciones divulgativas en particular, como la ya mentada versión en papel o la colección de libros ¡Vaya timo! que ARP-SAPC realiza para la editorial navarra Laetoli.

7 La historia de las caras o, como algunos estudiosos han expresado con cierta ironía, los caras de Bélmez, es probablemente una de las historias más delirantes de las pseudociencias en España. En la misma, las manchas aparecidas en el suelo de la cocina de una casa del municipio jiennense pasaron a ser manifestaciones del más allá, conformando un surreal caso de picaresca que todavía hoy sigue resistiéndose a morir. 8 Todos los ejemplares del boletín pueden encontrarse y consultarse de forma gratuita en la Red. Así, los publicados hasta abril de 2009 se encuentran en la dirección http://digital.el-esceptico.org. Por su parte, los posteriores están en http://escepticos.es/?q=blog/10.

La divulgación de la ciencia y el pensamiento crítico a través de la Red  179 En cuanto al grado de difusión, al final de agosto de 2000 el boletín era recibido por 153 suscriptores. Al final de octubre de 2011 esa cifra se había elevado hasta alcanzar los 8208 receptores. En los últimos tiempos, sin embargo, hay que indicar que se ha ido detectando una progresiva ralentización del número de altas, que llegó a superar hace unos años la media del millar por año. Ello se debe a la existencia de otros medios de acceso a la revista digital, como son su propia sección dentro de la página oficial de ARP-SAPC (www.escepticos.es) o la inclusión en la misma de la mencionada versión en PDF. Durante el pasado mes de septiembre de 2011, El Escéptico Digital alcanzó su número 250. Actualmente se intenta mantener una cadencia mensual, aunque de nuevo el carácter voluntario de la actividad así como las tareas derivadas de la corrección de los textos y de su adaptación a tres formatos con necesidad bien distintas han provocado ciertas dificultades a la hora de mantener dicha periodicidad. El Escéptico Digital es, en definitiva, una experiencia donde se combinan la labor comunicadora que requiere la divulgación del pensamiento crítico con la experiencia del periodismo, en parte profesional en parte aficionado. Por sus páginas digitales han pasado comunicadores dedicados en exclusiva a tal función junto a otros que desarrollaban la misma como complemento a una actividad incardinada en el campo de la actividad científica. Su historia refleja la evolución operada en la sociedad a la hora de acceder a la información y plantea el hecho de que las publicaciones digitales han dejado de ser un campo menor, en relación con los medios de prensa. En un ámbito tan volátil e inestable como ha sido la Red, una presencia de más de una década y concretada en doscientos cincuenta números es indicativo de una vocación de permanencia que está directamente vinculada a la ardua tarea de divulgación del pensamiento crítico y de batalla contra las pseudociencias. Durante todo ese tiempo, la publicación ha reseñado los principales avances derivados de la actividad científica y del auge y caída de diversas prácticas pseudocientíficas, pero también ha sido testigo y recoge la creciente presencia de secciones sobre Ciencia y tecnología en la prensa española e hispanoparlante, así como el ascenso y posterior estancamiento de las bitácoras o blogs. Lo que empezó siendo un archivo con unos pocos “k” de información ha pasado a ser una publicación con entidad propia y un público diferenciado que en determinados casos se convierte también en redactor de la revista, bien aportando trabajos para la sección de artículos inéditos, bien enviando noticias salidas de otros medios de comunicación9. La experiencia, sin embargo, sigue planteando el patente desequilibrio existente entre los medios centrados en la divulgación de la Ciencia y los medios dedicados a la promoción de las pseudociencias. Las publicaciones del segundo apartado cuentan con una importante presencia en el mercado, en tanto que las primeras no parecen gozar de tanta popularidad. La tarea de ejercer de contrapeso a la difusión, un tanto desmedida en ocasiones, del oscurantismo inherente a según qué prácticas, se antoja casi quimérica cuando los medios y el índice de impacto en la sociedad son mucho menores. Con todo, la constancia es también indicativa de que la batalla no está ni mucho menos perdida, pero que será permanente y constante en tanto en cuanto exista la dicotomía entre lo que es ciencia y lo que pretende camuflarse como tal.

9 Es menester indicar que la iniciativa de El Escéptico Digital ha creado una pequeña escuela, concretada en la existencia durante doce números de Circular Escéptica, una publicación bimestral organizada por la asociación Círculo Escéptico, diseñada según los parámetros que originalmente se establecieran para el boletín de ARP-SAPC. La publicación puede encontrarse en la dirección http://circular.circuloesceptico.org/ y su último número está fechado en septiembre de 2010.

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