“La Diplomacia Ciudadana en los 90: Espacios Multilaterales como espacio de interacción ciudadanía - gobiernos. De la Historia hacia los Futuros Escenarios”

July 18, 2017 | Autor: Susana Cruickshank | Categoría: Global Civil Society, Global Governance, Governance and Civil Society, Global Economic Governance
Share Embed


Descripción

“La Diplomacia Ciudadana en los 90: Espacios Multilaterales como espacio de interacción ciudadanía - gobiernos. De la Historia hacia los Futuros Escenarios”. Susana Cruickshank Introducción Los 90 fueron una década declarada como “década perdida” por Naciones Unidas en su informe de Desarrollo Humano del 2005, al señalar que el 40% de la población mundial aún se encontraba en la pobreza en esos momentos (actualmente alrededor del 48% de la población mundial se encuentra en pobreza)1. Las políticas de ajuste estructural impuestas por los organismos financieros internacionales a partir del Consenso de Washington2, dieron como resultado estancamiento y polarización de la riqueza. En la década de los 90 los movimientos sociales y las organizaciones ciudadanas comenzaron a trasladar sus demandas de las instituciones nacionales a estos organismos, pues las decisiones de política económica a nivel nacional, no se tomaban en el ámbito nacional, sino en el internacional. Así fue como surgió lo que se ha llamado por algunos analistas como “Diplomacia Ciudadana”. Actualmente, son pocas las organizaciones y movimientos que no están contribuyendo a generar cambios en los organismos internacionales, en sus discursos y sus políticas de una u otra manera. ¿Qué escenarios se plantean para la Diplomacia Ciudadana ante el 1

Informe sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas 2005. El consenso de Washington marco lineamientos económicos a seguir por los países en desarrollo. Fueron establecidos en la década de los 90 por las Instituciones Financieras Internacionales (IFI).Román Morales, Luis Ignacio. ¿Qué es el Ajuste Estructural? Racionalidad e Irracionalidad de las políticas económicas del libre mercado. ITESO, SIMORELOS. México, 2000. 2

constante cambio del Estado Nación? ¿Qué retos enfrentan los movimientos y las organizaciones no gubernamentales y las redes internacionales que éstas conforman? ¿Qué estrategias se deben generar desde la ciudadanía ante crisis sin precedentes a nivel mundial en el medio ambiente, la inseguridad y el hambre en el mundo?, ¿Cómo los están enfrentando? En este artículo se hará un breve recuento y análisis de algunas experiencias. Los espacios institucionales internacionales a los que se hará referencia son el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización Mundial del Comercio y la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas para el Cambio Climático. Finalmente plantearé algunos de los posibles futuros escenarios La reflexión se da en torno a las formas de articulación, los mecanismos y las estrategias que las redes internacionales de organizaciones y movimientos generan frente al poder. Las fortalezas y las ausencias, los retos, los imaginarios y el sentido de la acción colectiva en el ámbito nacional y en el ámbito internacional. La Ciudadanía como un Nuevo Actor Internacional: Destino y Origen de la Diplomacia Ciudadana

Comenzaré por recurrir a un concepto clave en el artículo: Diplomacia Ciudadana. La Diplomacia Ciudadana, como aquella que ejerce la ciudadanía organizada frente a los gobiernos y organismos internacionales, Thorup3 la conceptualiza de la siguiente manera: 3

Estudiosa de la relación México – Estados Unidos. Citada en Heredia, Carlos y Hernández, Ricardo. La Diplomacia Ciudadana en la Era de la Globalización. DECA, Equipo Pueblo.

“…son las acciones de la ciudadanía de un país —y los grupos no gubernamentales que ellos forman— respecto a otros países. Implica la apropiación de roles previamente considerados como exclusivo dominio de actores gubernamentales. En contraste con los grupos de interés doméstico que se desarrollan dentro de una marco nacional específico, la Diplomacia Ciudadana tiene lugar en el exterior o en instancias internacionales”. Hay que aclarar que Diplomacia Ciudadana no son todas las actividades de la ciudadanía a nivel internacional. Para serlo deben definirse en función de la presión e influencia política que hacen estos en los centros de poder mundial. Los objetivos de cambio (o blanco) de la Diplomacia Ciudadana son gobiernos extranjeros y/o Organismos Multilaterales o de representación internacional. Para Thorup y para organizaciones que han reflexionado sobre la acción de la ciudadanía de influir en organismos multilaterales, un factor relevante para que la Diplomacia Ciudadana sea tal, es que no debe considerar intereses individuales o de un grupo de interés, sino debe tener objetivos de incidencia política, debe buscar el bienestar común. Por ejemplo, la defensa del medio ambiente, de los derechos humanos, de los derechos laborales, la democracia, la participación, la transparencia, el diseño o demanda de las políticas económicas. La sociedad civil es un nuevo actor clave de la diplomacia por ser clave en el desarrollo y democratización de un país.

Para quienes han incursionado en la incidencia a nivel global desde la sociedad civil, otra condición sin equa non para que exista la Diplomacia Ciudadana es que

“debe ver hacia arriba y hacia abajo”; es decir, debe tener al poder en su mira para transformarlo, pero también debe tener como insumo la defensa, propuesta o demanda legítima de la ciudadanía afectada.

La organización local, un factor básico para la Diplomacia Ciudadana Para que la Diplomacia Ciudadana sea efectiva, debe tener bases de organización en redes locales, nacionales e internacionales. La actuación de las organizaciones ciudadanas a partir de demandas locales y nacionales, le da contenido a la negociación en el ámbito internacional. La organización en estos dos primeros ámbitos –el local y el nacional- es básica para tener logros en el ámbito internacional. El estudio de las redes4 deja ver que mientras más redes construye una organización, mientras más sinergias logra, más fortalece su tejido de alianzas y consigue sus objetivos de cambio. En el análisis de las redes, varios factores entran en juego, por ejemplo; el tipo de liderazgo que se genera internamente y hacia afuera, la forma de relacionamiento entre las organizaciones que la conforman (horizontal o vertical), el uso de tecnologías, la forma de toma de decisiones, etcétera. Sin embargo, cada caso es diferente y efectivamente es importante analizar qué tipo de organizaciones participan en las redes (OSC, Movimientos sociales, instituciones académicas, cooperativas, individuos) con qué carácter se incluye cada una, el grado de pertenencia y el factor que permite la pertenencia o no de cada organización a la 4

Louffat Olivares, Enrique. Interacción entre Redes Organizacionales, Alianzas Estratégicas y Negociaciones: Un estudio Multicaso.

red, la existencia o no de fondos para el trabajo articulado, con qué contribuye cada organización en las alianzas o coaliciones, qué espera cada una de estar participando en la misma. Todo esto es importante, ya sea que las redes se construyan de manera coyuntural, o que se construyan como redes a mediano y largo plazo. En ambos casos se construyen estrategias, formas de participación y toma de decisiones que son parte de una o varias estrategias encaminadas a logros comunes. Cuando se habla de alianzas entre organizaciones de sociedad civil, se piensa en alianzas que pueden ser coyunturales, o alianzas a mediano y largo plazo, dependiendo del objetivo, la estrategia, la coyuntura política o económica del contexto. Cuando se habla de redes, se habla de una estructura que intenta estabilizar el cambio y el movimiento hacia el logro de objetivos comunes. Ambas han sido formas de lograr objetivos de cambio institucional y social. Sin embargo hay analistas que hacen una clara diferencia entre alianzas y redes. Haciendo énfasis en la menor formalidad de las alianzas. En cualquier caso, las sinergias que se generan y la suma de recursos de todo tipo permiten un mayor alcance, ya sea en alianzas o en redes. Algunos espacios Multilaterales y la Diplomacia Ciudadana. La Banca Multilateral de Desarrollo. Entonces, cuando hablamos de la participación de la sociedad civil en espacios multilaterales, no se debe concebir ésta como aislada del ámbito nacional, más

bien, se debe tener presente que fue gestada ahí y que muchas de sus demandas se localizan en ese espacio y que en él hay una base de articulación. En el libro coordinado por Carlos Heredia y Ricardo Hernández “La Diplomacia Ciudadana en la era de la Globalización, Un punto de vista desde México”5, los autores hablan del surgimiento de la Diplomacia Ciudadana en México como un movimiento que comenzó a surgir debido a un hecho evidente: el control de las relaciones financieras y económicas mundiales desde las elites políticas y económicas globales, particularmente, en el caso de México, este surgimiento se situó en la frontera entre Estados Unidos y México 6. La Diplomacia Ciudadana surgió buscando romper con las voces hegemónicas en el ámbito global en diferentes temáticas-, siendo la defensa de los derechos humanos uno de los ámbitos pioneros en la década de los 90. El libro destaca además la necesidad de la construcción de alianzas entre los sectores afectados, es decir, los movimientos populares y las organizaciones no gubernamentales de apoyo: “La diplomacia del pueblo, reconoce la necesidad de una estrategia de doble vía, articulando una intervención a nivel de base con un activismo a nivel macro. Es con una efectiva vinculación de la base con lo nacional, así como con las iniciativas internacionales para el cambio, como las ONG para el desarrollo y las organizaciones populares pueden inclinar el balance a favor de la paz, los derechos humanos, etcétera…”7. Las protestas iban del libre comercio a la banca multilateral y la exigencia del cumplimiento a los derechos básico; en los 90, la banca multilateral de desarrollo 5

Editado por la organización no gubernamental DECA, Equipo Pueblo, A.C. Idem, pág. 9 7 Idem, página 10 6

fue blanco de múltiples protestas y demandas, ya que llevó a cabo una gran cantidad de proyectos en los países de América Latina, Asia y África, en el marco de las políticas de ajuste estructural. En el caso de México, tres organismos de la sociedad civil dieron seguimiento a proyectos, programas y políticas tanto del Banco Mundial (BM) como del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): Trasparencia, DECA, Equipo Pueblo y la Banca Multilateral en la Mira de las Mujeres. En el caso del Banco Mundial, tres fueron las demandas específicas de cambio planteadas por estas organizaciones en México: 1) Que los proyectos con préstamos de los bancos estuvieran escritos en español 2) Que hubiera un centro de documentación del banco mundial en México y 3) Que el llamado Country Assistance Strategy8 (CAS), no fuera elaborado sólo desde el banco, sino que se elaborara en coordinación con el gobierno mexicano, que participaran en su elaboración las organizaciones de la sociedad civil, incluidas las organizaciones de la sociedad civil y que fuera revisado por el poder legislativo, pues en él se plasmaba la estrategia del BM para México y el nivel de endeudamiento que adquiría el país con esta entidad. El tema de la pobreza generada por las políticas de ajuste estructural, la inclusión de la participación de las mujeres y la política de difusión del banco también fueron materia de amplios diálogos con funcionarios del banco mundial. El nivel de interacción al que llegaron estas organizaciones para llevar sus demandas de manera tenaz y constante, fue un proceso que llevó tiempo, 8

Documento de diagnóstico que el Banco Mundial realiza del país y con la estrategia del banco para el mismo por cuatro años (en algunos casos se realiza cada dos años). En él se plasma el marco de políticas, las líneas que adoptará el banco en su apoyo al país así como la existencia de socios y el aporte interno. Revista Bretton Woods Project, Update N° 70, April 2010

construcción de alianzas, de saberes, de estrategias conjuntas. Trasparencia trabajó en Oaxaca, demandando al banco, en particular, la traducción al español de los proyectos que el banco tenía en el estado. Organizaciones ciudadanas estadunidenses fueron de gran apoyo entonces: Working Group on Latinamerica (WOLA) el Bank Information Center (BIC). La forma de acceder a documentos internos del banco, documentos de políticas y de proyectos era sólo a través de filtraciones de amigos o amigas dentro de estas instancias multilaterales. La transparencia de la banca a comienzos de los 90 era algo impensable. Fue una ardua lucha ciudadana la que logró que hubiera una política de información pública en el BM en Washington, un centro de información del banco mundial en México y a fines de la década de los 90, los proyectos del BM en el idioma del país. Por otro lado, la apertura para la participación en el CAS fue también un largo proceso que pasó por varios momentos en los que las alianzas entre las organizaciones mencionadas no sólo se mantuvieron constantes, sino que además abrieron su estrategia a informar a otras organizaciones y movimientos. La clave para la fortaleza era dar información de lo que el banco mundial hacía en México y cómo operaba, a otras organizaciones populares y de sociedad civil. Mitos ideológicos acerca de su funcionamiento permeaban el discurso y era fundamental difundir las formas de trabajo de estos organismos para poder incidir en ellas. Así, se tuvieron diferentes encuentros entre organizaciones y funcionarios del banco mundial. En febrero de 1996, DECA, Equipo Pueblo convocó a un foro denominado “Sociedad Civil, Actor de Gobernabilidad”, en el que alrededor de cien

organizaciones de base y funcionarios del banco comenzaron un diálogo. Salomón Nahmad, entonces analista del banco y especialista en temas de sociedad civil, planteó el comienzo de una relación de los organismos internacionales con la sociedad civil, más allá de la relación con los gobiernos9. Más tarde, en 1997, se realizó un seminario con la LVII Legislatura de la Cámara de Diputados (primera legislatura en la que el Partido Revolucionario Institucional dejó de tener mayoría), en el que se informó a los diputados y a más de 100 organizaciones de todo el país qué era el CAS y la importancia de pedir rendición de cuentas al Ejecutivo sobre la negociación de la deuda con el banco para diferentes programas públicos, deuda basada fundamentalmente en el diagnóstico y la estrategia plasmada en dicho documento elaborado hasta entonces, exclusivamente por el banco. Sin duda se realizó un trabajo intenso tanto con la Cámara de Diputados como con el Senado, pero el trabajo de cabildeo con el Poder Legislativo aún se debe repetir cada tres años, y la educación a los diputados y senadores sobre el funcionamiento de la banca en México se debe hacer allá de cada legislatura, siendo ésta muy necesaria aún. En ese entonces, el trabajo de cabildeo nacional con diferentes actores, fue muy importante para la consolidación de las alianzas, para la generación de base social a partir de la información, pero también para que funcionarios del banco mundial, legisladores y funcionarios del poder ejecutivo estuvieran enterados de la existencia de las redes de organizaciones que daban seguimiento al tema de la deuda con la banca multilateral y sobre todo, a sus políticas y préstamos.

9

Becerra, Laura. Revista La Otra Cara de México, N° 49, DECA, Equipo Pueblo. México, mayo – junio de 1996.

La formación de redes a nivel regional en América Latina sobre estos temas fue también un factor que dio mucha fuerza a las demandas de la sociedad civil ante la banca multilateral de desarrollo. La deuda de los países de América Latina comenzaba a crecer, y con los mismos programas de ajuste que intentaron asegurar el pago de la deuda, se preparó el camino para instalar completamente paradigma del libre comercio en la región. El Grupo de Trabajo de ONG sobre el banco mundial, fue un grupo integrado por 5 organizaciones de América Latina y El Caribe: La Asociación Latinoamericana de ONG, la Fundación Augusto César Sandino de Nicaragua, DESCO de Perú y DECA Equipo Pueblo de México. Este grupo convocó en diferentes ocasiones a funcionarios del banco mundial para mantener diálogos sobre participación de la sociedad civil, difusión de la información del banco, género, pobreza, el CAS y temas del impacto ambiental de los proyectos de la banca10. Por otro lado, a nivel global, en 1994 se creó la campaña “50 años basta”, frente a las instituciones parte de las Naciones Unidas (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional) de la cual estas coaliciones nacionales y regionales mencionadas antes, formaron parte. La denuncia fundamental fue que estos organismos, creados para el desarrollo, generaban más injusticia y desigualdad en el mundo que desarrollo. Diferentes estrategias se generaron desde esta campaña: talleres, foros y seminarios a nivel internacional, cabildeo ante el banco mundial así como manifestaciones y marchas durante las reuniones anuales de éstas (las reuniones anuales son dos: las de primavera y las de otoño). La consigna de las mujeres en 10

Editorial, Revista La Otra Cara de México N° 47, DECA Equipo Pueblo, México julio – agosto de 1996

estas reuniones en el 96 fue “without gender justice, there can be no economic justice” El tema de género, aunque emergió dentro del banco en la década de los 60, no fue sino hasta la década de los 70 que se contempló en las políticas del banco mundial a las mujeres como actoras clave en el desarrollo. Es a mediados de la década de los 90, después de la Conferencia de la Mujer de Beijing (1995), que el banco mundial comienza a elaborar programas y documentos con el tema género y desarrollo. Con su política de “mainstreaming gender” el banco priorizó la perspectiva de género en todos sus programas. Sin embargo, la perspectiva de las organizaciones de mujeres y feministas de esa década era que no sólo debía haber alguien encargado de revisar que en cada proyecto y programa se tomara en cuenta la perspectiva de género, sino que se pedía que hubiera una unidad de género que revisara todos los programas y las políticas con una perspectiva de “justicia de género”, que más tarde cambiaría a “equidad de género”11.

Además de las redes mencionadas, hubo otra Red que marco momentos importantes dentro del Banco Mundial y dentro del BID: la Red Bancos, red latinoamericana y del Caribe sobre la banca multilateral de desarrollo integrada por organismos de sociedad civil, que agrupó a cerca de 15 organizaciones a nivel regional: el Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos (ILSA) y CENSAT Agua Viva de de Colombia, Ríos Vivos de Paraguay, el Instituto del Tercer Mundo de Uruguay, DECA Equipo Pueblo y la Banca Multilateral en la Mira 11

Frade, Laura. Revista La Otra Cara de México, N°49, DECA Equipo Pueblo, México noviembre – diciembre

1996

de las Mujeres de México, Centro de Estudios Ambientales, de Argentina, Instituto Brasileiro de Análisis Sociales y Económicas (IBASE) de Brasil, Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) de Perú, Fundación para el Desarrollo Alternativo (FUNDEAL) de Ecuador, Centro de Estudios del Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) de Bolivia y algunos otros. Esta Red concretó diversas alianzas con otras redes internacionales como la Red del Tercer Mundo (Third World Network), Our World is not in Sale (OWINS) en la revisión de proyectos y políticas concretas del BID y del Banco Mundial, así como en la generación de información y difusión. Se hicieron manuales, campañas, manifestaciones, cabildeo intenso; todos instrumentos apuntando a concretar los objetivos fundamentales de esta Red que fueron fundamentalmente: 

Fortalecer el papel de las ONG y de los movimientos sociales en la región en relación a los proyectos y las políticas de la BMD;



Fortalecer la capacidad de las ONG y de los movimientos sociales para la formulación de alternativas de desarrollo;



Fortalecer la capacidad de las ONG y de los movimientos sociales para exigir una mayor transparencia y responsabilidad de la banca en sus políticas y proyectos

Las formas de trabajo en esta red eran la facilitación de información en reuniones y foros regionales, el intercambio de experiencias de proyectos; la realización de diálogos temáticos de alto nivel con funcionarios de la banca, además de las formas de trabajo que cada organización tenía en el ámbito nacional. Sin embargo, en momentos específicos de cabildeo –en reuniones anuales del banco

mundial o en asambleas de gobernadores del BID12- se establecían reuniones con él o la funcionaria del BID o del BM que fuera el responsable de cierta política o el representante de algún país al que hubiera que presentarle alguna demanda o solicitud con respecto a algún proyecto en particular (La Presa Yaciretá y el Plan Puebla Panamá fueron dos casos que a comienzos del 2000 estuvieron en la agenda de la Red), y toda la Red estaba presente, haciendo énfasis en que el o la representante de la organización era parte de una amplia coalición. Cada organización planteaba cuál era la prioridad para su país en relación a las políticas y préstamos del banco. Se discutían temas generales y se hacían comunicados y cartas a nombre de la Red. El Caribe y Centroamérica priorizaron la política hacia pueblos afroamericanos e indígenas durante la década de los 90. Hay que mencionar que un importante logro, fue en su momento el Octavo Aumento de Recursos del BID13, durante la Presidencia de Enrique Iglesias. Éste incluyó a la sociedad civil como un actor en el desarrollo, estableció también la obligatoriedad de realizar estudios de factibilidad que consultaran con las poblaciones afectadas en cada proyecto del BID, estableció políticas de salvaguardia y estableció los CASC o Consejos Asesores de la Sociedad Civil (ahora llamados Consoc : Consejos de Sociedad Civil). Las políticas de salvaguardias y reasentamientos involuntarios, y las salvaguardas ambientales fueron políticas que tanto el BID como el banco mundial desarrollaron a partir de 12

La Asamblea de Gobernadores del BID es la reunión anual en la que se reúnen los representantes del cada gobierno (gobernadores) en el BID, generalmente son los Ministros de Hacienda, además de los Directores Ejecutivos que son la representación del gobierno dentro del BID en Washington. A éste lo designa también el Ministro de Hacienda y su representación puede incluir a más de un país. 13 Documento en el que el banco estableció su 8° aumento de recursos hacia la región, en 1994, siendo la principal fuente de financiamiento para los países de América Latina en ese momento.

las diferentes demandas presentadas por organizaciones y movimientos sociales. Además, gran parte del trabajo realizado por esta red también derivó en lo que hoy es la oficina de atención a sociedad civil y las reuniones anuales que actualmente se programan con organizaciones de la sociedad civil. En la Red Bancos, los fondos para las diferentes actividades venían de cada organización, excepto en campañas conjuntas o en foros y seminarios regionales. La Fundación Mott (Fundación estadunidense) apoyó por un periodo de tiempo considerable a la Red Bancos. Actualmente esta Red no está funcionando activamente y el trabajo sobre la banca multilateral de desarrollo se ha reducido sustantivamente en la región. Después de algunos años de lobby intenso con el banco mundial y en el poder legislativo (No con el Poder Ejecutivo ya que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha estado totalmente cerrada a la participación ciudadana, negando el acceso a la sociedad civil a temas que para su dirigencia son totalmente técnicos) finalmente el CAS fue abierto a la participación de la sociedad civil a fines de la década de los 90. El trabajo de lobby también se hizo en el Senado en dos ámbitos: La deuda pública adquirida con la banca multilateral y su supervisión por parte del Senado y la representación de México ante estos organismos, basado en el Artículo 133 Constitucional, el Senado debe aprobar la deuda externa planteada con organismos internacionales y ratificar los nombramientos de los y las representantes de México en organismos internacionales. En este sentido, en junio del 2002 y en marzo del 2003, se trabajó intensamente desde las redes nacionales existentes realizando foros y seminarios con la Legislatura LVIII.

Para finalizar con la revisión a la Diplomacia Ciudadana en la banca multilateral de desarrollo, no quisiera dejar de mencionar tres experiencias más: 1) El seguimiento y monitoreo cercano a las políticas estratégicas de estos bancos. Por un lado, la política de energía que fue una política que a finales de los 90, ambos bancos pusieron a consulta pública. En México se trabajó en particular sobre la política energética del BID pues este banco tuvo préstamos destinados a energía fósil en gran parte y se impulsó en el sentido de incluir en la política de los bancos la ampliación de sus préstamos a energías renovables; la alianza con académicos que trabajan esos temas fue fundamental, así como con organizaciones ambientalistas. Equipo Pueblo, trabajó en la consulta y su seguimiento, pero también dio seguimiento

y

acompañamiento

denominado

“Proyecto

para

la

a

proyectos

concretos,

como

Conservación

Ecológica

del

el

Área

Metropolitana de la Ciudad de México”, dicho proyecto, de cerca de 100 millones de dólares, fue instrumentado por CORENA (Comisión de Recursos Naturales, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal). La organización dio acompañamiento a los colonos en la demanda de participación en la instrumentación del proyecto, teniendo poco éxito. El cabildeo se hizo tanto con el gobierno local, como con el BID en Washington. A pesar de que se hicieron diferentes esfuerzos porque la comunidad participara y en los documentos del BID se dijo que había participación, ésta no se logró14. 14

Hernández, Ricardo. La Otra Cara de México 51, DECA Equipo Pueblo, México, marzo abril de 1997

2) El Panel de Inspección del banco Mundial. Sin lugar a dudas, éste fue uno de los grandes logros de la sociedad civil en el banco mundial15. Este mecanismo es un mecanismo independiente del banco mundial, que sólo recibe denuncias sobre las violaciones a las políticas del banco en materia social y ambiental. Aún es muy complicado presentar casos. Hay que documentar que no se cumplió con todas las políticas del banco en la implementación de algún proyecto, sin embargo a la fecha han sido presentados cientos de proyectos a revisión, pocos con éxito16. 3) El ejercicio denominado CASA (Assesment Structural Adjustment) SAPRIN (Structural Adjustment Participatory Review Initiative Network). Su importancia radica en que fue la primera vez que el banco mundial y algunos gobiernos decidieron evaluar junto con la sociedad civil sus políticas de ajuste estructural. Ambos ejercicios (CASA y SAPRIN) fueron una revisión ciudadana del ajuste estructural, CASA sin la participación del gobierno nacional, como fue el caso de México y de Filipinas; SAPRIN, un ejercicio con la participación de los gobiernos, como fueron el caso de Bangladesh, Ecuador, Mali, Ghana, Uganda, El Salvador y Argentina. En ambos ejercicios, el banco mundial colaboró brindando seminarios e información así como estableciendo diálogos de alto nivel con la sociedad civil. Se tuvieron múltiples reuniones de trabajo para explicar la metodología 15

El Panel de Inspección es un mecanismo establecido en 1993 que fue impulsado por redes ciudadanas. Este mecanismo permite que los beneficiarios o afectados directos de los proyectos del banco presenten pruebas de la afectación que les generan estos en materia ambiental o social. Clark, Dana, Fox, Jonathan y Treakle, Kay. Derecho a Exigir Respuestas. Reclamos de Sociedad Civil ante el Panel de Inspección del Banco Mundial, Siglo XXI Editores, Argentina 2005, 16

Página del Panel de Inspección del Banco Mundial consultada en noviembre del 2012: http://www.web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/EXTINSPECTIONPANEL/0,,contentMDK:21692308~men uPK:64129250~pagePK:64129751~piPK:64128378~theSitePK:380794,00.html

de la evaluación, alcances del proyecto y finalmente las recomendaciones hechas desde la sociedad civil. El área del banco que atendió este ejercicio, fue la Vicepresidencia del mismo en el periodo de James Wolfensohn. El objetivo de la investigación, fue demostrar que las políticas de ajuste estructural de primera, segunda y tercer generación17 no habían resultado eficaces en la generación de desarrollo y por el contrario, habían polarizado la economía. La metodología de investigación fue “Investigación – Acción – Participativa”. Las organizaciones académicas, de sociedad civil y organizaciones de base que integraron el ejercicio en México, hicieron un llamado al gobierno de la administración zedillista recibiendo negativas por parte de la Secretaría de Hacienda. Fue entonces un ejercicio ciudadano de evaluación. Después de dos años de realizar talleres regionales que intentaron abarcar toda la republica y a la mayor parte de los sectores, los resultados de la investigación en México se presentaron ante el banco mundial en Washington. La presentación de los resultados estuvo a cargo del investigador que coordinó el ejercicio, el economista Ignacio Román, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). El proceso de construcción de alianzas en este ejercicio fue muy intenso en estos dos años y se hizo entre academia, ONG, y organizaciones sociales. No fue fácil coordinar los diferentes intereses y formas de trabajo. Los fondos se manejaron por DECA Equipo Pueblo, generando sistemas de rendición 17

Las políticas de Ajuste Estructural de primera generación se refieren a las políticas que el banco impulsó en el marco del Consenso de Washington. Las de segunda generación, las que apuntaron hacia la focalización, es decir, a destinar una enorme cantidad de subsidios a la población más pobre, como fue el programa de solidaridad, progresa y oportunidades en México. Las de tercera generación, se le llamo el ajuste con rostro humano, aplicando políticas vinculantes con los acuerdos de derechos humanos económicos, sociales y culturales.

de cuentas y manejo de los recursos consensuado18 con el fin de generar legitimidad y credibilidad con el resto de la coalición. Dentro de muchas razones, sabemos que parte de lo que hizo cambiar al banco sus políticas de ajuste en esta década, este ejercicio fue importante al presentar resultados de impacto negativos de diferentes países. En el

informe anual más importante del banco (World

Development Report) del 2000, Attaking Poverty, el banco reconoció que sus políticas de ajuste no habían sido exitosas. En todos los casos citados, la tecnología fue un instrumento básico y fundamental. Tanto para facilitar las comunicaciones, como para difundir la información a través de páginas de internet, al mismo tiempo que conocer la información que los bancos han hecho pública. Es destacable que las organizaciones de la sociedad civil que difundían la información poseían un nivel de información de los bancos importante y que consideraron fundamental transmitirlo a las organizaciones populares mediante diversos mecanismos, dentro de los cuales, el internet fue fundamental, pero para alcanzar las áreas rurales, el trabajo de campo fue insustituible. El gran reto que las sociedades enfrentamos actualmente se plantea tanto para la banca multilateral de desarrollo como para la ciudadanía. La búsqueda de participación y cambio al enfrentar las fuertes crisis mundiales desde la ciudadanía debe implicar nuevas formas de enfrentar los problemas públicos. La seguridad, el cambio climático, la pobreza y la hambruna en el mundo son temas que sin duda merecen la actuación conjunta de instituciones y ciudadanía universal, sin nacionalidad.

18

Página web SAPRIN: http://www.saprin.org, consultada el 22 de noviembre del 2012.

Otro espacio para la Diplomacia Ciudadana: La Organización Mundial del Comercio (OMC) La OMC ha sido el blanco de muchas demandas y manifestaciones ciudadanas también. Sólo recordar que en 1999, en Seatle, se formó la primera movilización masiva de los movimientos sociales mal llamados “globalifóbicos” en contra de esta organización. Digo mal llamados globalifóbicos, porque eran y son movimientos que se mueven en la globalización de la información y que la utilizan constantemente; sin embargo, se manifestaron por primera vez de esta forma frente a lo que este organismo representaba para ellos: la polarización económica y social, la pobreza generada por el paradigma del libre comercio. La OMC es tal vez, el organismo que genera más polémica y polarización ideológica dentro de los movimientos críticos. Los que opinan que el Libre Comercio debe desaparecer de inmediato y transformar al sistema en un sistema de intercambio (trueque), “descarrilando a la OMC” frente a quienes asumen que ciertamente el libre comercio mundial no ha sido libre y ha generado una enorme desigualdad, pero que sostienen que haciendo reformas a la OMC, las injusticias entre los países que imponen las reglas y las que las obedecen, desaparecerán. 1999 en Seattle, 2003 en Cancún y 2006 en Beijing, fueron escenarios que hicieron evidente el enojo y la denuncia. La Diplomacia Ciudadana no apareció, o apareció muy poco en los medios de comunicación, sin embargo existió intensamente en las negociaciones. Organismos internacionales críticos, como Oxfam Internacional, The Third World Network, La Fundación Henrich Boell, la Alianza Social Continental, y otros muchos, sostuvieron reuniones con altos

funcionarios de la OMC. El Dr. Supachai, Director General del Organismo en el 2003 y Pascal Lamy, Director General del organismo en el 2006, sostuvieron infinidad de reuniones con redes sociales internacionales (otro tema es si tuvieron implicaciones

estas

reuniones

para

los

cambios

que

planteaban

las

organizaciones). La interlocución con ellos implicaba un nivel de conocimiento sobre las negociaciones que pocos delegados de la sociedad civil tenían. La necesidad de generar estrategias desde la sociedad civil que permitieran construir la denuncia y la resistencia al mismo tiempo que la demanda técnica específica, fue y ha sido una constante tanto en este espacio como en otros, haciéndose la OMC el más evidente. Son muchas las organizaciones que trabajan sobre las demandas generales a las políticas de los organismos internacionales y pocas las que trabajan sobre las cuestiones técnicas de cada tema en específico. Ahí es en donde fundamentalmente se generan las diferencias. Se han generado rupturas hacia el interior de las alianzas que argumentan desde los movimientos sociales que las ONG son técnicos que no entienden la necesidad de denuncia y demanda política y por otro lado, algunas ONG no comparten las estrategias de los movimientos sociales; pero también se han generado rupturas por diferencias en temáticas muy específicas, con implicaciones políticas19. En la V Reunión Ministerial de la OMC celebrada en Cancún en septiembre de 2003 se pretendía concluir las negociaciones iniciadas en la Ronda de Doha dos años antes. Incluía la revisión de los acuerdos; el Acuerdo sobre Agricultura (Asa); el acuerdo sobre servicios (GATS), el acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual (TRIPS) y el 19

Ver el documento de la organización Focus on the Global South “El debate entre Walden Bello y Oxfam

frente a la OMC” del 2002 así como la respuesta al mismo por parte de Oxfam Internacional. El debate político, no deja de lado el debate técnico que plantean ambas organizaciones.

acuerdo sobre mercancías no agrícolas (NAMA)20. Está reunión fue conocida como la reunión en la que fracasó la Ronda de Doha. Los movimientos sociales se adjudicaron la derrota de las negociaciones. Sin embargo un análisis más fino puede arrojar como resultado que las causas estuvieron en las muchas tensiones que existen entre las diferentes agrupaciones dentro de la OMC21. Los países ricos responsabilizaron a los más pobres en ese momento y viceversa. No hubo voluntad política para las negociaciones. En este caso me referiré sólo a los casos del 2003 y el 2006. La formación de la coalición en México frente a las Reuniones Ministeriales de la OMC, en ambos casos, llevó varios meses antes de la ministerial con llamados, reuniones preparatorias, reuniones de diálogo con el gobierno mexicano y reuniones de cabildeo en Ginebra, la sede de la OMC. Desde la coalición mexicana, en la que se encontraban la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC, integrante de la Vía Campesina en México), la Asociación Nacional de la Industria de la Transformación (ANIT), la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA, integrante de la Vía Campesina en México), DECA Equipo Pueblo, Oxfam Internacional, La Fundación Henrich Boell, la Red de Mujeres en la Economía, CIEPAC, la Red de Todos los Derechos para Todos, entre otras muchas, se organizó el evento alternativo. Previamente se tuvieron foros temáticos sobre 20

Página oficial de la OMC: http://www.wto.org Sólo recordar que las formas de agrupación de los países funciona muy diferente a la agrupación dentro de las Naciones Unidas. Ver la página oficial de la OMC y la página de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, “El ABC de la OMC”. 21

propiedad intelectual, temas arancelarios en la agricultura. Se generaron documentos de posicionamiento desde diferentes organizaciones, la más destacada en México fue la RMALC y la Vía Campesina. Se realizó también un foro indígena frente a la OMC días antes de la ministerial. La demanda particular del Foro Indígena se sumó a la de la Vía Campesina que fue y es sacar a la agricultura de la OMC y descarrilar a la OMC o incluso desaparecerla. Aunque también se construyeron posicionamientos muy puntuales por el líder campesino francés José Bové así como por otro gran líder, el boliviano Evo Morales, ambos integrantes

de

organizaciones

internacionales

campesinas

y

de

la

red

latinoamericana Alianza Social Continental y de la Vía Campesina. Mientras, la RMALC construyó posicionamientos cercanos a los de las redes internacionales OWINS (Nuestro Mundo no está en Venta) y el IATP (Institute for Agricultural and Trade Policy) en los temas más álgidos, como propiedad intelectual y compras gubernamentales, esto, sin dejar de posicionar fuertemente las demandas generales: No a la reducción de subsidios al campo ni a la pequeña y mediana industria en los países en vías de desarrollo, eliminación de los subsidios al campo en los países desarrollados, eliminación de las barreras arancelarias y no arancelarias de los países ricos a los productos agrícolas de los países pobres y en vías de desarrollo. También la forma de tomas de decisión en la OMC es un tema que genera rechazo, a pesar de formalmente estar establecidas por consenso, se toman decisiones por grupos reducidos de países ricos, sin que haya posibilidades de tener mecanismos democráticos de toma de decisión, además, las grandes empresas transnacionales tienen una enorme capacidad para cabildear con altos funcionarios de la OMC.

El gobierno mexicano en el caso de la OMC ha sido completamente apegado a la defensa de las reglas del “Libre Comercio”, tanto en gobiernos priistas como en ls dos administraciones panistas. En el caso de las dos reuniones ministeriales, la de Cancún y la de Beijing, la interlocución se dio con la Secretaría de Economía. En el 2003, ésta estuvo encabezada por Fernando Canales Clariond, pero con una importante participación del entonces Canciller Luis Ernesto Derbéz. Las diferentes reuniones que tuvo la coalición mexicana con él, no tuvieron repercusiones sustantivas en el cambio del rumbo de la posición de México en el organismo. El gobierno de Vicente Fox mostró apertura a la voz de la sociedad civil, sin realmente mostrar signos de cambio en su política económica y comercial a pesar de tener cifras claras sobre las implicaciones de la apertura sin restricción a diferentes productos de países ricos y el poco y mal dirigido subsidio al campo en México. Como se dijo anteriormente, por ser México país sede, la Secretaría de Relaciones Exteriores también jugó un papel importante en el episodio del 2003, mediante la Unidad de Vinculación con las Organizaciones de la Sociedad Civil, pero también por tener estos gobiernos una visión de la política exterior como la síntesis de acuerdos comerciales. Con acuerdos y desacuerdos ante las distintas estrategias, se formaron los liderazgos que encabezaban las negociaciones. En particular, la reunión ministerial del 2003, por ser en México, convocó a muchas organizaciones que no trabajaban sobre temas comerciales ni económicos, complicando aún más las alianzas al interior de la coalición de organizaciones sociales y por otro, complicando también la estrategia gubernamental hacia esta coalición y hacia otras organizaciones. La orientación del diálogo estaba a cargo

de las organizaciones no gubernamentales que aceptaron entrar a espacios de diálogo con los gobiernos y con funcionarios de la OMC. También la difusión de información sustantiva sobre las negociaciones dentro de la OMC hacia organizaciones no expertas en el tema, fue parte de la estrategia de la sociedad civil en este espacio. Tanto las organizaciones de sociedad civil, como los gobiernos de países sede de cumbres o conferencias de organismos internacionales, tienen una enorme oportunidad de fortalecer las capacidades y educar a la sociedad en general sobre la temática a tratar en tal o cual cumbre o conferencia. En el 2003 la sociedad civil logró colocar sus posicionamientos en los medios de comunicación, dentro de la OMC y entre la sociedad en general. Las organizaciones internacionales como Oxfam dejaron imágenes inolvidables como las fotografías de grandes cabezas de líderes en una alberca de Cancún, denunciando la falta de voluntad y compromiso de los liderazgos mundiales. La inmolación del agricultor surcoreano Lee Kyon Hae marcó también esta reunión, además de las múltiples manifestaciones y el gran fracaso de la Ronda de Doha. En el 2006, la VI Reunión Ministerial llevada a cabo en Beijing China, tampoco sacó adelante la Ronda de Doha. En el ámbito nacional nuevamente se construyó la coalición mexicana con la articulación con las redes regionales e internacionales. El diálogo con el gobierno mexicano se comenzó a abrir a nivel nacional, se pidió el apoyo del gobierno mexicano para establecer reuniones con

altos funcionarios y se siguieron impulsando las demandas mencionadas para la V reunión ministerial. La interlocución entre las organizaciones civiles y sociales mexicanas pasaba entonces por rupturas dentro de las organizaciones campesinas integrantes de la Vía Campesina, pasaba también por la desconfianza que Oxfam Internacional generaba en los movimientos sociales y las ONG locales, al ser una organización internacional con gran peso en las negociaciones internas de la OMC y con un peso muy importante en los medios de comunicación. La estrategia de Oxfam tuvo entonces que ser diferenciada en el ámbito nacional, bajando el perfil de sus demandas, pero no dejando de impulsar el lobby en Ginebra y en la misma reunión ministerial. La construcción de posiciones comunes entre movimientos y ONG, siempre ha sido compleja en la OMC, como se explica anteriormente. A la fecha no se ha logrado la Ronda de Doha y aún quedan esperanzas de que en Hong Kong en diciembre del 2012 se saque adelante. No obstante la Vía Campesina sigue intentando descarrilar a la OMC. Las COP y la COP 16 en México: La Diplomacia Ciudadana en el Cambio Climático La primera de las COP se dio en Berlín, Alemania, en 1995, después de que la Conferencia Mundial sobre el Clima y el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (formado a instancias del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y de la Conferencia Mundial sobre el Clima, surgida en 1979) insistieran en la necesidad de un régimen mundial climático. En 1992, la Cumbre de Río abrió

las negociaciones para la firma de un Tratado sobre cambio climático y finalmente en 1994 entró en vigor la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas. Anualmente se realizan reuniones en el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención. En el marco de estas negociaciones, en el 2005 se acordó el Plan de Bali, creándose el Grupo de Trabajo a Largo Plazo (AW-LTA) y el Grupo de Trabajo sobre el Protocolo de Kioto (AW-KP), grupos de trabajo sobre los cuales se da la negociación actualmente. Muchas organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales han dado seguimiento a este proceso de negociación internacional sobre el clima. Algunas construyendo propuestas —muchas veces en alianza con la academia— y otras demandando a sus gobiernos y a los organismos internacionales que los compromisos de cada Estado parte sean equivalentes al nivel de urgencia del problema; algunas otras organizaciones realizan ambas actividades: proponen y demandad mediante resistencia pacífica o manifestaciones de inconformidad. Según algunos expertos, año con año las negociaciones en el marco de las COP se han incrementado en dificultad, debido a la evidencia natural de los impactos del cambio climático en varias partes del mundo y a la evidencia de la vulnerabilidad de la sociedad en general. Ya que si bien las poblaciones más vulnerables al cambio climático son las de menos recursos y grupos como mujeres, niños y ancianos, el nivel socioeconómico no es un factor de exclusión de la vulnerabilidad ante el fenómeno del cambio climático. Ciudades enteras han sido devastadas por desastres naturales atribuibles a éste.

Otro factor que ha influido en que el proceso de negociaciones, en el marco de las COP, se haya complejizado e intensificado, es que ya no sólo es sólo una negociación de Estados parte de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, es en realidad una negociación comercial y financiera en la que entran actores con intereses económicos muy claros, pero también actores de sociedad civil que reclaman que no debe ser una negociación de intereses económicos y financieros, sino una negociación sobre una problemática de la que depende la vida en el planeta tal y como lo conocemos ahora. El reconocimiento de la sociedad civil en este espacio de las Naciones Unidas, le corresponde al Secretariado de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (el aparato administrativo y normativo de la Convención). Éste ha identificado claramente como observadores a nueve grupos de incidencia a los que denominan “constituencies” y que en otros espacios internacionales se llaman “caucus”;

a

saber:

jóvenes

(youngos);

mujeres;

investigadores

(ringos);

ambientalistas (engos) –en este grupo se encuentran las grandes organizaciones ambientalistas como Greenpeace, WWF, Friends of the Earth y CAN (Climate action Network); sindicatos (unions), campesinos (farmers); sector privado (bingos) y pueblos indios22. Estos grupos acuden regularmente a las negociaciones durante las COP y en las negociaciones intermedias (que se llevan a cabo en Bonn, sede de la Convención, en junio y agosto de cada año), hacen lobby con sus gobiernos y con grupos de gobiernos ad hoc, entran a las negociaciones temáticas, proponen, hacen documentos de análisis, se manifiestan pacíficamente dentro de 22

Revisar la página oficial de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático: http://www.unfccc.int

las instalaciones, difunden la información de las negociaciones diariamente mediante medios de comunicación como la revista ECO, entre otros; todo siempre en el marco de la normatividad que el Secretariado maneja. En fin, los observadores son actores que en muchos momentos pueden cambiar el rumbo de una negociación, para avance o para estancamiento. En el caso de la COP16 llevada a cabo en Cancún, México en noviembre del 2010, la participación de diferentes actores en el proceso fue sustantivamente interesante y de aprendizaje tanto para el Secretariado, como para los grupos de organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales, como para los Estados parte, fundamentalmente para México. Afortunadamente la sociedad civil, (incluidos en esta los movimientos sociales) nacional e internacional dedicada a temas ambientales y de derechos humanos y desarrollo se conciben a sí mismos como actores relevantes y con poder de cambio. Así se conducen y así debe ser. A partir de diferentes estrategias, el objetivo era lograr que las negociaciones avanzaran, que se llegara a acuerdos que implicaran cambios de políticas en los países desarrollados, en los emergentes y en los países menos desarrollados. Pero no sólo eso, la sociedad civil llevó a las negociaciones temas de migración ambiental, la perspectiva de género, la inclusión del impacto en las poblaciones indígenas y otros temas que, incipientes, aún no son abordados de manera efectiva dentro de la COP. De manera general, la sociedad civil se agrupó por intereses y demandas específicas —sin por eso dejar de tener sus demandas y propuestas

particulares— Así, se conformaron grupos y redes nacionales e internacionales que desde sus demandas locales y globales apelaron y apelan al cambio de modelo de desarrollo como la única solución real para detener el cambio climático. Las organizaciones internacionales campesinas con el llamado a respetar y cuidar los derechos de la Madre Tierra. Algunas redes nacionales e internacionales suscribiendo lo anterior, pero dando seguimiento a las negociaciones y a los grupos temáticos y documentos emanados de las negociaciones internacionales. Con propuestas técnicas y conocimiento concienzudo tanto en el marco de las negociaciones, como de la problemática en campo. Participando en lobby con gobiernos clave, pero también de manifestaciones pacíficas de presión las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales reafirmaron que la difusión de información y los Foros temáticos construyen ciudadanía, pero también generan base social. Mediante campañas internacionales de presión al mismo tiempo que generando documentos de investigación serios, construyendo alianzas con think tanks, con academia, con movimientos sociales e incluso con algunos gobiernos, dependiendo el tema y las posiciones, la diplomacia ciudadana estuvo intensamente presente en la COP 16, lo estuvo durante 15 COP anteriores y lo seguirá estando frente al cambio climático, que es, junto con la inseguridad, uno de los grandes retos de la humanidad hoy por hoy. La apertura gubernamental y de los organismos internacionales, el reconocimiento de la importancia de la inclusión de la sociedad civil y el reconocimiento de su diversidad son bases importantes para el desarrollo de la Diplomacia Ciudadana. Algunos escenarios Futuros para la Diplomacia Ciudadana

Los espacios multilaterales como el G20 en la gobernabilidad mundial, son los espacios que toman la delantera en la preferencia de los gobiernos de los países ricos para la toma de decisiones. Ahí se están debatiendo ya temas ambientales, de cambio climático, de salud, de agricultura, financieros y de desarrollo. Las agencias de Naciones Unidas son un estorbo por la enorme burocracia que representan y por lo difícil que se gestionan las decisiones en los espacios de negociación. Sin embargo, los organismos históricos como las instituciones de Bretton Woods, la banca multilateral de desarrollo y las Naciones Unidas en sus diferentes agencias y regiones, han sido ya escenarios de demandas sociales y han cambiado hacia el reconocimiento y la generación de mecanismos de transparencia e inclusión de la participación social, mientras que el G20, la APEC y espacios de negociación como el G7, no reconocen aún a la sociedad civil como interlocutor válido, no tienen mecanismos de participación de la sociedad civil, ni hacen rendición de cuentas. Esto lleva a la necesidad de fortalecimiento de la sociedad civil frente a sus gobiernos, en aras de demandar rendición de cuentas de las decisiones tomadas por estos en dichos espacios de decisión internacionales. Los organismos de la sociedad civil tienen retos muy grandes al interior de sus propios espacios, frente a sus gobiernos y frente a las instancias internacionales de toma de decisión.

Por un lado, se ha hecho evidente la necesidad de construcción de redes y alianzas para generar cambios institucionales. Teniendo en cuenta que el cambio institucional y social puede derivar de diversos factores, cambio en la cultura de la población, cambio en las instituciones, en las élites políticas y económicas, la sociedad civil y los movimientos sociales requieren urgentemente de fortalecer sus estrategias de alianzas al interior y frente a los interlocutores públicos. Los espacios que las organizaciones y los movimientos generan con los gobiernos así como los espacios que los mismos gobiernos construyen para el diálogo con la sociedad, son aún la incipiente semilla de espacios ordenadores de demandas y propuestas ciudadanas, tan necesarios en la construcción de la gobernanza internacional. No espacios legitimadores de los gobiernos, no espacios exclusivos de demandas y denuncias, sino espacios de interlocución real. Espacios que traigan a cuenta las demandas y necesidades locales, tejiendo en redes y aprendiendo de otros espacios y que canalicen de manera adecuada las diferentes voces ciudadanas. Esto se construye sólo con voluntad de todos los actores, con la fortaleza interna de los actores ciudadanos, con apertura, respeto y rendición de cuentas por parte de los actores gubernamentales. Fortaleza que demanda conocimiento, diálogo, reglas claras, rendición de cuentas, confianza y credibilidad de ambas partes.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.