La dinámica postclásica y la capital del área maya del norte: Chichen Itzá, su relación con Tula

Inestable, conflictivo, decadente, etc., éstos y otros términos han sido utilizados por diferentes investigadores para describir un período un tanto oscuro, a comparación de sus predecesores períodos, en la investigación histórica de mesoamérica. Cuando se ingresa a una nueva etapa en la cronología de la historia mesoamericana siempre ha llegado cargada de cambios que son visibles ya sea en su estructura económica, política, militar, material y arquitectónica. Es decir que los cambios ocurridos durante el postclásico fueron muy profundos en las civilizaciones mesoamericanas (Bahn, 2003). El período postclásico fue dividido en dos épocas por los investigadores: el Postclásico Temprano o Formativo que inicia más o menos desde el 900 al 1,200 d.C. y el Postclásico Tardío que va desde ca. 1,200 al 1,500 d.C. (Sharer, 2003). Probablemente los cambios que se registraron en este período se mantuvieron hasta que este llegó a su culminación, es decir hasta la entrada de los españoles en la península de Yucatán por el año de 1517 (Ivic de Monterroso, 1999).