LA DIMENSIÓN MEDIOAMBIENTAL

J. L. VALVERDE. LA DIMENSIÓN MEDIOAMBIENTALEspaña en el momento de su incorporación a la Comunidad Europea se encontró con enormes dificultades. Había necesidad de asimilar muchos y muy variados textos legales. Al desafío de la transposición de la legislación comunitaria se sumaba la necesidad de ejecutarla. En ninguno de estos ámbitos ha habido una decisión firme de los Gobiernos sucesivos para afrontar, con decisión y eficacia, el desafío. Sí ha habido un esfuerzo de estudiar y definir los problemas publicando informes anuales sobre la situación del medioambiente en España y promocionar estudios especializados en sectores concretos. Esos trabajos son una buena base de partida. Falta la decisión política de exigir el cumplimiento de los textos legales. La tarea tampoco es simple. No se puede olvidar la Constitución y las responsabilidades diferenciadas del Gobierno central y Gobiernos autonómicos. Los parlamentos autonómicos se han puesto a elaborar normas sin tener muy en cuenta que existe todo un arsenal jurídico comunitario que, además, tiene primacía y es de obligado cumplimiento. El problema más grave, actualmente, es la coordinación por parte del Gobierno central, de toda esa selvática legislación autonómica y exigir el cumplimiento de la legislación de la Comunidad Europea.Pero frente a estos desafíos formales hay que subrayar otra faceta esencial.En la última década el medio ambiente ha dejado de ser una política sectorial paratransformarse en una dimensión del resto d e las políticas. Lo que conlleva una auténtica revolución en la forma de enfocar muchos problemas de nuestra sociedad.La Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, en 1992, supuso la consolidación mundial de la preocupación medioambiental y la asunción general del concepto de desarrollo sostenible que ha sido definido por la Comisión Mundial sobre el Medioambiente y el Desarrollo (WCED) como un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las propias. En este contexto la expresión desarrollo sostenible se ha de interpretar con el significado de mejorar la calidad de la .vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan.Por su parte, una economía sostenible es el producto de un desarrollo sostenible.Mantiene su base de recursos naturales y puede continuar desarrollándosela adaptación y mediante el aumento de los conocimientos, la organización, laeficiencia técnica y el saber en general.Una sociedad sostenible es la que vive de forma concordante para conseguirestos objetivos. Por tanto se han de respetar principios esenciales como son elrespetar y cuidar la Comunidad de los seres vivientes; mejorar la calidad de lavida humana; conservar la vitalidad y diversidad de la tierra; mantenerse dentrode la capacidad de carga de la Tierra; modificar las actividades y prácticas personales; responsabilizar a las comunidades para cuidar de su medioambiente; establecer un marco local, regional, nacional, continental y mundial para la integración del desarrollo y la conservación.Como se ve el medioambiente se ha movido desde la periferia al corazón delproceso de toma de decisiones económicas, sociales, culturales y políticas.La política económica hay que redefinirla a la luz de la exigencia del desarrollosostenible. La aplicación de instrumentos económicos y fiscales en la protección del medioambiente exigirá cambios profundos en la política fiscal. Impuestos verdes sustituirán cargas sociales al trabajo . La internalización detodos los costes medioambientales conllevará cambios profundos en la políticade precios de los productos. La necesidad de que los fabricantes se responsabilicen no solo de los productos que fabrican sino de recuperar todo tipo de residuos, incluidos los envases y los embalajes, conllevará profundos cambios en las estrategias de fabricación y distribución de productos. El alto coste medioambiental del transporte por carretera conllevará toma de decisiones drásticas.Sin mencionar las interacciones de medioambiente y la agricultura y conservación del espacio rural que es una de las consecuencias más visibles actualmente.La incidencia de la llamada cláusula medioambiental ha sido uno de los debates estrella de la negociación del GATT y constituirá un elemento de regulación en el futuro funcionamiento de la Organización Mundial del Comercio.  Sin mencionar todos los estudios en marcha para integrar la dimensión medioambiental en las contabilidades nacionales.Este breve repaso de algunos de los sectores principales que necesitan unaremodelación de estrategias, es más que suficiente para visualizar el gran desafío que se avecina. La dimensión medioambiental condicionará toda política moderna y renovadora. El Parlamento europeo está trabajando, muy intensamente,estas nuevas concepciones.