La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén (ss. XVI-XX)

June 28, 2017 | Autor: José Manuel Marchal | Categoría: Jaén, Historia Moderna, Religiosidad Popular, Cofradías
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Descripción

Misericordia, Señor 4 La alegría de la Resurrección 7 Patrimonio La Capilla de la Virgen del Rosario de Bailén 10 De ruina a museo 16 La pila bautismal de San Bartolomé 20 La Virgen del Transito de la parroquia de San Juan de Jaén 22 Los estatutos de la cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza de 1735 28 Las Ordenanzas de la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario de Valdepeñas (1584) 34 Estudio fonético de un traslado del acta notarial de Villalpando (1570) 50 Agrupación Crónica del Curso Cofrade 62 Pregonero de Pasión 70 Autor del cartel de Pasión 72

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DIRECTOR Antonio Casado Tendero SubDIRECTOR José Manuel Marchal Martínez EQUIPO DE REDACCIÓN Antonio Casado Tendero José Manuel Marchal Martínez COLABORADORES DE REDACCIÓN

Rafael Cañada Quesada Antonio Casado Tendero José Domínguez Cubero Andrés Fernández Cruz

Rafael Frías Marín Rafael Galiano Puy Manuel López Pérez Pablo Jesús Lorite Cruz José Manuel Marchal Martínez

David López Cano Antonio Custodio López García

La Ermita del Calvario un enclave jaenés y cofrade 108

Miguel Lorenzo Martínez Ballesteros Francisco Miguel Merino Laguna

Las Cofradías Laicales de Jaén Pleitos que hubo por su control 124

Serafín Parra Delgado Diseña e Imprime Blanca Impresores, S.L./Jaén Pol. Ind. Llanos del Valle - C/ A-35 www.imprentablanca.com Depósito Legal: J-571-2005 ISSN 2386-9577

Manuel J. Quesada Titos

www.Cofradíasjaen.org e-mail: agrupacion@cofradíasjaen.org

Agrupación de Cofradías y

DONATIVO 3€

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Antes fue “Gloria”

Miguel Ángel Fernández Cruz

Archivo Cofradías y Hermandades

Las Cofradías Laicales de la ciudad de Jaén a finales del Siglo xviii 90

PasiónyGloria

Alberto Bravo Estepa

EQUIPO GRÁFICO

Historia

La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén158

Francisco José Latorre Díaz

Pedro Rodríguez Ortega

Actos y Cultos 86

Aproximación a la bibliografía de la Virgen Docente de Jaén 152

PRESIDENTE

Sergio Ramírez Pareja

Entrevista al Prioste de la Sacramental de San Ildefonso 80

Régimen jurídico para la creación de una Cofradía en Jaén 148

Nuestra Señora del Carmen (Parroquia de San Juan y San Pedro)

José Antonio Mesa Beltrán

Autor del cartel de Gloria 78

Breve estudio de los censos como institución jurídica 144

FOTO PORTADA

Antonio Martínez Nieto

Pregonera de Gloria 76

Las Cofradías de Santa María y de San Luis (Obispo) de los Caballeros 136

Editorial

Sergio Manuel Rodríguez Ortega Miguel Ruiz Calvente Edita Hermandades de la Ciudad de Jaén

De forma equivocada, el pueblo de Jaén en general, y el cofrade en particular, piensa que el fenómeno cofradiero se ha reducido permanentemente a la Sema Santa y, en un segundo plano, casi anecdótico, a las cofradías patronales de la Virgen de la Capilla y Santa Catalina, junto a algunas otras parroquiales. Pero la realidad ha sido diametralmente distinta. Lo anecdótico en nuestra historia ha sido la cofradía pasionista, mientras que las mal denominadas cofradías de Gloria han constituido, siempre, la práctica totalidad del asociacionismo religioso. Fueron y, sobre todo ahora, son conocidas como hermandades de Gloria, como distinción respecto a las anteriores. Si nos atenemos a la semántica de la palabra, difícilmente la cofradía Sacramental de San Ildefonso o las ya extinguidas de las Ánimas del Purgatorio, pueden ser consideradas de Gloria, pero de hecho, hoy día, lo son. A parte de la situación actual, si volvemos la vista atrás comprobaremos que el momento de mayor difusión de las cofradías de Semana Santa, en nuestra ciudad, fue el siglo XVII, donde se alcanzó la exigua cifra de seis hermandades. Sin embargo, un grupo muy heterogéneo de cofradías con fiestas, cultos y fines diferentes, y con la peculiaridad común de no ser cofradías de Pasión, conformaba el grueso del mundo cofrade, desde tiempos medievales.

Un claro ejemplo de esa supremacía, en términos numéricos, de las cofradías de Gloria sobre las de Pasión, lo observamos en las averiguaciones del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, donde el número total de hermandades en la ciudad ascendía a setenta y cuatro, de las cuales sólo tres eran pasionistas. Un porcentaje exiguo frente al resto, consideradas como hermandades de Gloria. Estas cofradías, ahora eclipsadas por el vigor adquirido por las de Pasión en los últimos tiempos, serán el eje que cohesione y vertebre el presente número de la revista Pasión y Gloria, junto a algunos trabajos más generales dentro de la temática propia de esta publicación: la religiosidad popular de Jaén. Continuamos en este segundo número de la nueva etapa, con el camino, iniciado en la Cuaresma pasada, de convertir la publicación emblemática de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la ciudad de Jaén en una referencia, en cuanto los estudios de religiosidad popular se refiere. Difícilmente podemos seguir obviando las muchas relaciones existentes entre los distintos pueblos de la diócesis y la capital; por ello, hemos creído indicado intercalar algún estudio de temática provincial, pues su vinculación con Jaén enriquece nuestro conocimiento y nos abre nuevas caminos, antes ignotos.

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Editorial 3

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Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén

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en la ciudad de Jaén

Orígenes de una devoción: ¿Charcales o Chircales? El origen de la devoción al Cristo de Chircales hay que datarlo a finales del siglo XVI en el paraje de Chircales, en Valdepeñas de Jaén. De donde toma el nombre la devota pintura. En 1566, Juan Ruiz Castellano, uno de los primeros vecinos pobladores de la nueva población de la Sierra de Jaén, constituía un patronato con el fin de crear un recogimiento de ermitaños en aquel lugar. Una obra pía de gran éxito en la que muchos hombres pasaron a vivir en comunidad siguiendo los principios de la vida eremítica: vida campestre, oración y recogimiento. Gracias a una rápida difusión de su excelencia, muchos de los discípulos baezanos de San Juan de Ávila se acogieron a ese estilo de vida, algunos de heterodoxia contrastada, y otros con gran fama de santidad. Nombres como Luis de Noguera, Pedro de Vilches Delgado, Gaspar Lucas o Ginés de Jesús de Nápoles serán los protagonistas de la puesta en marcha de este centro espiritual. Todos relacionados por vínculos familiares, pastorales o económicos con la ciudad de Jaén. Y es que Chircales, y su Cristo tendrán protagonismo en la capital giennense.1 La escuela avilista tuvo una gran devoción por la Cruz y el misterio del Calvario. Aunque el origen del encargo de la pintura sigue siendo desconocido sólo se puede explicar su existencia desde la fuerte devo-

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1  La historia del Cristo de Chircales y las vicisitudes de su Santuario han sido estudiados con detalle por MARTÍNEZ CABRERA, F.: Chircales y su Cristo, Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales de Valdepeñas de Jaén, 2000. Y por LÁZARO DAMAS, Mª S.: “El Santuario del Cristo de Chircales en Valdepeñas de Jaén. Cuestiones históricas y devocionales” en Revista Demófilo, Revista de Cultura Tradicional de Andalucía, 17, 1996, pp. 105-118. La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

ción en torno a la Cruz de la escuela sacerdotal avilista. Diversas tradiciones explican la existencia del Cristo, desde apariciones milagrosas al regalo por parte de un comerciante de paño a la comunidad de ermitaños. Si bien, lo único seguro es que desde 1609 se sabe de la existencia cierta de la pintura del Cristo de Chircales en el Santuario de Valdepeñas de Jaén, gracias a un inventario mandado hacer por el obispo D. Sancho Dávila y Toledo (1600-1615). Desde ese momento la imagen comenzará a adquirir una importante devoción que se materializará en los siglos XVIII y XIX, en todo el ámbito comarcal de la serranía de Jaén y su capital. El cuadro representa el misterio del Calvario, con Jesucristo crucificado, y a sus pies tres personajes. Al lado izquierdo la Virgen María, al derecho el Apóstol San Juan, y a los pies de la Cruz, una figura difuminada y en segundo plano asociada con San Pedro Apóstol, con evidentes rasgos de retrato naturalista e indumentaria de ermitaño con el hábito de San Pablo Ermitaño. Interpretación sostenida en un inventario de 1620 en el que aparece la siguiente referencia: “hallo en la iglesia en el altar un/ cuadro grande de un Cristo crucificado/ con Ntra. Señora y San Juan y San Pedro a los pies/ que es la inspiración”.2 En todas las fuentes documentales e historiográficas, desde el siglo XIV el topónimo del lugar de Chircales aparece indistintamente escrito como Charcales, Chircales, Chirjcales, Chircuales o Chirical. El origen del topónimo 2  Quien mejor ha estudiado la pintura del Cristo de Chircales y su iconografía es: DOMÍNGUEZ CUBERO, J.: “El romanismo miguelangelesco del Santísimo Cristo de Chircales. Su valor sacramental”, en Lugia. Crónica trimestral de la ciudad de de Valdepeñas de Jaén, 105-106, 2013, pp. 61-75. José Manuel Marchal Martínez

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tiene su fundamento en la palabra latina quercus, roble o encina, y en sus formas metalizadas cerquus, cerqua, y chirqua, que al pluralizarse dan lugar a las diversas variantes de Chircales. Un topónimo común para designar en la baja Edad Media a lugares de densa masa de árboles de la familia quercus. Como es el caso del paraje de Valdepeñas de Jaén, conocido por tal al menos desde el siglo XIV .3 De esta forma será común encontrar variantes, hasta tiempos recientes, en la pronunciación y escritura del topónimo del que toma el nombre el venerado lienzo. En cualquier caso, y como veremos, los nombres de Chircales y Charcales estarán unidos y usados indistintamente para designar al Cristo venerado en el Santuario valdepeñero. No sólo en el caso de Jaén, donde pueden existir dudas con respecto al origen local de la devoción al Cristo de Charcales que se venera en la actualidad en el paraje de la Fuente de la Peña, sino en el mismo Valdepeñas de Jaén, donde ambas formas son válidas, comunes y aparecen en las fuentes orales y documentales.

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3  Sobre el origen del topónimo Chircales en Quercus: AEBISCHER, P. “La forme dissimilée *cerquus < quercus dans le latin d’Espagne et d’Italie”en Revista de Filología Española, 21, 1934, pp. 337-360. La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

La distinción en la forma de pronunciarlo ha llevado a equívocos sobre el origen de la devoción en Jaén, y la propia existencia de dos Cofradías en la actualidad, la del Cristo de Charcales, y la del Santísimo Cristo de Chircales de Jaén, tiene su origen en esa confusión. Las vicisitudes de la guerra civil española y la consiguiente desorganización de la Cofradía de Jaén del Cristo de Chircales, la fundada en 1866, llevó a la partición de su cuerpo devocional en dos. Cuestión de la que nos ocuparemos más adelante. Las primeras referencias a la devoción en la ciudad de Jaén por el Cristo de Chircales o Charcales (en adelante Chircales) las encontramos en las testamentarías. Muchos devotos dejaban entre sus últimas voluntades mandatos concretos, fundamentalmente encargos de misas por su alma. Como es el caso, por ejemplo de Jerónima Sabalete Garrido, que realizó testamento en 1777 y mandaba “Y mas otra misa pedida de limosna al SSmo Xpto de Chircales sita en su Santuario en el thermino de Baldepeñas”. Ejemplo de una de los centenares de devotos que acudían con sus últimas voluntades o en persona en peregrinación al Santuario valdepeñero. La búsqueda de éstas referencias documentales en los testamentos de los giennenses de los siglos XVIII y XIX, un trabajo de investigación de envergadura, José Manuel Marchal Martínez

permitiría conocer mejor la primitiva devoción por el Cristo en la ciudad de Jaén. La Ermita4 Pero será en el siglo XIX, cuando las vicisitudes históricas y la devoción lleven a los giennenses a concretar su devoción en torno al Cristo de Chircales, de una forma más clara. Seguramente obligados por la desamortización de 1822, y las siguientes, que vaciaron de rentas el patronato que sostenía el Santuario de Chircales, se hizo difícil sostener esa devoción comarcal. Sea como fuere, al menos desde 1834, con 4  Quién mejor conoce, y más ha trabajado sobre la Ermita de la Virgen de la Peña, o del Santo Cristo ha sido D. Manuel López Pérez en diversas publicaciones: LÓPEZ PÉREZ, M.: “La desaparecida Ermita de Nuestra Señora de la Peña, de la ciudad de Jaén.”, en las Actas de la I Asamblea de estudios marianos, volumen extraordinario de Once de Junio, Miscelánea de Estudios Marianos, Ed. Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Jaén, 1985, pp. 369-396. LÓPEZ PÉREZ, M.: “La romería de hoy. En la fuente de la peña pone hoy una nota de hipismo y tradición. El origen milagroso del Santo Cristo de Chircales (sic)” en Diario Jaén, 8 de Mayo de 1966, pp.18-19. LÓPEZ PÉREZ, M.: “Hoy, la romería del Cristo del arroz”, en Diario Jaén, 11 de Mayo de 1969, pp. 10-12. La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

5  Noticia publicada en el diario La Esperanza, el sábado 7 de febrero de 1857. Ésta nota de hemeroteca y las siguientes han sido consultadas en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. 6  Publicado en el diario El Siglo Futuro, el sábado 14 de junio de 1879. 7  Archivo Municipal de Jaén. Acta capitular, mayo 1905. José Manuel Marchal Martínez

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En 1905, el Ayuntamiento de Jaén sufragó, posiblemente por la ruina irrecuperable de la ermita medieval, la construcción de un nuevo lugar en el que acoger la devoción al Cristo de Chircales.

los cuadros epidémicos de cólera morbo y los hechos milagrosos atribuidos a la intercesión protectora del Cristo, esa devoción se acrecienta y concreta, tanto en Valdepeñas de Jaén, como en otros pueblos de su comarca (incluido Jaén capital) con la creación de cofradías con el Cristo de Chircales como titular. El sábado 7 de febrero de 1857 la prensa local y nacional se hacía eco de un robo sacrílego ocurrido en una ermita de las afueras de Jaén, “en el pequeño nicho o santuario de la Fuente de la Peña, donde se venera una efigie del Santo Cristo de Chircales”5. La puerta del reducido santuario tenía una reja de claros travesaños de hierro por la que los ladrones pudieron hurtar el sudario tejido de plata que cubría la imagen del Santo Cristo, además de diversos exvotos y ornamentos colocados en el altar, todo de muy reducido valor material. El alcalde de la ciudad, D. Juan Pedro Forcada, ante el escándalo generado en Jaén prometió descubrir a los ladrones, y ponerlos ante la justicia. Se trata de la primera referencia a la Ermita del Cristo de Chircales de la ciudad de Jaén. La popular y antigua Ermita de Nuestra Señora de la Peña, desamortizada y arruinada en su fundamento, llamada después del Santo Cristo, y definitivamente llamada del Cristo de Chircales o Charcales. Apenas nada sabemos sobre esa primitiva ubicación de la devoción chircalesa. Únicamente sabemos por los datos dados a conocer por D. Manuel López Pérez y que nos dibujan una ermita con fuertes raíces medievales y con cierta pujanza durante la modernidad, gracias a su situación cerca del camino de Jaén a Valdepeñas, y a la presencia de una cofradía bajo la advocación de Nuestra Señora de la Peña. Y por los ermitaños. La ermita tuvo varios ermitaños a lo largo de su historia. En el año de 1699 lo era Miguel de Valenzuela, viudo de Gabriela Carmona, y él fallece el 22 de noviembre de 1699 con funeral en el Sagrario. Fue sepultado en la misma ermita. Pero los robos no terminaron para la ermita. El 14 de junio de 1879 volvía a figurar la noticia de un nuevo robo sacrílego en “la ermita del Santo Cristo de Chircales, próxima a Jaén”.6 En 1905, el Ayuntamiento de Jaén sufragó, posiblemente por la ruina irrecuperable de la ermita medieval, la construcción de un nuevo lugar en el que acoger la devoción al Cristo de Chircales. 7 Esta vez junto al camino que llevaba a Jabalcuz, Los Villares y a Valdepeñas de Jaén, unos metros más abajo. La nueva

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Romería No sabemos con certeza la antigüedad de la romería en la Fuente de la Peña en honor del Cristo de Chircales. Las primeras noticias documentadas apare8  VV. AA.: Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término, Instituto de estudios giennenses, Diputación provincial de Jaén, 1985, p. 274.

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9  Datos recogidos en el magnífico libro: LÓPEZ CORDERO. J.A.: Jaén tras la muralla. Ed. Caja General de Ahorros de Granada, 2003. Disponible su consulta electrónica en el siguiente enlace: http://www.pegalajar.org/barriosjaen/jaenmur.htm La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

cen en la prensa escrita, lo que nos da idea de una posible mayor antigüedad, cercana al propio momento de la fundación de la cofradía, hacia mediados del siglo XIX. El 19 de Mayo de 1891, en el Diario oficial de Avisos de Madrid aparecía la siguiente noticia: “Según comunican de Jaén ayer se ha celebrado la romería a la ermita del Señor de Charcales situada en el camino de los caños (sic) de Jabalcuz. Formaban la procesión: una música, los cofrades de la capital y los del vecino pueblo de Valdepeñas, con gallardetes y banderas blancas de seda, el clero, autoridades y escolta de la guardia civil. Han acudido unas 8000 personas”.10 El domingo 10 de mayo de 1891 se había celebrado la romería con una asistencia numerosa para la población relativa del Jaén de ese momento, según el diario madrileño unas 8000 personas, y da noticia de la celebración de la procesión acompañada por música, y las dos cofradías del Santísimo Cristo de Chircales, la de Jaén y Valdepeñas acompañadas de sus banderas, con las autoridades eclesiásticas y civiles. Presencia, la de la cofradía valdepeñera, que nos habla de la relación intensa entre las cofradías, en una misma devoción. La romería debió consolidarse y alcanzar gran popularidad, ya que en las Ordenanzas de la ciudad de Jaén de 1900 hablan expresamente de excesos y problemas que acarreaban las celebraciones. El Ayuntamiento ordenaba lo siguiente: “Queda prohibido en los días de romería, tales como los de salida y entrada de las cofradías de la Santísima Virgen de la Cabeza y del Santo Cristo de Chircales (sic), que corran por las calles o carreras de paso, los carruajes o caballerías, debiendo guardar todos los que a las mismas asistan, órdenes de que se dicten por la autoridad, a fin de que el tránsito esté expedito y evitar desgracias. En éstas fiestas no se dispararán armas, cohetes o petardos, ni fuego de artificio, ni se elevarán globos con esponjas o mechas encendidas, dentro de la población y su primer radio”11 En 1914, unos años después, el segundo domingo de mayo la romería es un hecho consolidado y despierta el interés de D. Alfredo Cazabán Laguna por entender su origen y explicar lo tradicional de sus manifestación. El sabio cronista, iniciado el caminar de su Don Lope de Sosa, trataba de historiar las manifestaciones externas de la religiosidad de los giennenses, y veía en lo sencillo de una romería ‘de aldea’ un fondo de humilde fe. “El segundo domingo de mayo se celebra la romería y procesión al Santo Cristo de Chircales (sic), en la Fuente de la Peña. En las rocosas vertientes donde el contestable Don Miguel Lucas de Iranzo corría osos en honor de Enrique IV de Castilla, están los muros de la arruinada ermita de Nuestra Señora de la Peña, uno de los más antiguos santuario de Jaén. Abandonada la ermita solo quedaron en

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ermita se encontraba a escasos metros de los restos de la antigua. Tal y como recoge, con ciertas dudas, entonces, el Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término: “Ermita del Cristo de Charcales. (…) que a comienzos del siglo XX se levantó, tal vez en sustitución de la antigua Ermita de Nuestra Señora de la Peña, que estaba unos metros más arriba, y que existía desde finales del XV”8 Una de las zonas más dinámicas en lo agrario y en el tránsito de personas, y uno de los accesos principales a la ciudad de Jaén. El acceso, y la fuente fueron arreglados, y se construyó además un lavadero público. Un lugar perfecto, y mejorado, para acoger la popular romería que la Cofradía del Cristo de Chircales celebraba desde mediados del siglo XIX, el segundo domingo de mayo. Y el resto de actos que dicha cofradía celebraba, como era la partida en caballerías hacia Valdepeñas de Jaén para participar de la festividad del Cristo de Chircales, los días 13, 14 y 15 de septiembre de cada año. Y desde 1908, con el cambio de fecha de la celebración, los días 1, 2 y 3, como hasta nuestros días viene celebrando. En 1918 y 1927 la pequeña ermita gracias al esfuerzo de los cofrades de Jaén, sufriría nuevas mejores y obras, que le dan el aspecto con el que la conocemos en la actualidad. Pero la dolorosa guerra civil lleva la ruina y la destrucción a la ermita construida treinta años antes. Fue saqueada y destruido su contenido. La imagen que en ella se veneraba del Cristo de Chircales fue destruida, y olvidada. En 1857, en el robo sacrílego de febrero, se hablaba de un paño de plata usado como sudario. Debía pues tratarse de una talla. En 1939, con el intento de reorganización de la Cofradía, se llevaron a cabo los preparativos para celebrar la romería, tan solo a un mes del final del conflicto, el domingo 14 de mayo de 1939. Para ello fue adquirida una imagen de Cristo crucificado, que debió de ser de escasa calidad, en cuanto a que en 1947 se adquirió una nueva, la actual. La nueva talla fue adquirida a propuesta del hermano mayor de la Cofradía, D. Salvador Robles, y de los cofrades D. Antonio Prieto y D. Antonio Salido, y bendecida el 20 de mayo de 1947, con la asistencia de la Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales de Valdepeñas de Jaén.9

10  Noticia aparecida el 19 de mayo de 1891 en el Diario oficial de avisos de Madrid. 11  Ordenanzas Municipales de la ciudad de Jaén, 1900. Tip. de La Regeneración. Jaén, 1904. José Manuel Marchal Martínez

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El Cristo de Chircales en la Parroquia de San Bartolomé de Jaén el día de su regreso a Valdepeñas de Jaén, tras su restauración. 1994.

ella leyendas de duendes y cuentos de tesoros, exagerados por la fantasía del vulgo. Para dar culto al Cristo de Chircales, que allí existía, copia del que se venera en Valdepeñas, se construyó junto al camino un pequeño santuario. Está situado en el ángulo que las rocas forman y la luz que de noche lo alumbra, tiene encantos de piadoso misterio, de mística tristeza, de silencio, de soledad entre las sombras de aquellos grandiosos parajes. El segundo domingo de mayo, el santuario se viste de gala, y lo adornan ramas y flores; y se celebra una misa que acompañan gorjeos de pájaros y rumor de fuentes; y por la tarde unos labradores, que viven en las huertas vecinas, sacan al Cristo en procesión; en una procesión que tiene toda la sencillez, el encanto y la humildad de una fiesta de aldea.”.12 La guerra civil supone un parón para la romería del Cristo de Charcales, del que se recupera con asombrosa rapidez, ya que como veíamos, el mismo 14 de mayo de 1939 se celebró nuevamente la romería. Imaginamos que con un gran choque emocional y espiritual. Años de sufrimientos, daño, dolor en todas las familias, etc. Aunque con un renovado sentimiento religioso, visible en lo masivo de las celebraciones, donde todo Jaén acudía a contemplar el renovado Cristo crucificado y el ambiente sencillo y campestre.

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12  Cazabán Laguna, A.: “ En el Santo Cristo”, en Don Lope de Sosa. Crónica mensual de la provincia de Jaén, Ed. Riquelme y Vargas, 1914, p. 157. La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

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El resto del siglo XX, la romería en la Fuente de la Peña, el segundo domingo de mayo en honor del Cristo de Charcales será un hecho tradicional que contará con la presencia y conocimiento de toda la ciudad. Una fiesta extramuros que llevaba a todos a pasar el domingo en el campo, y celebrar la fraternidad cristiana. Y se enriquecerá y transformará con creces, y con un sentido genuinamente jaenés, en cuanto a que olvidará casi completamente el origen valdepeñero de la devoción, llegando incluso a la creación de todo un aparato devocional nuevo. La Cofradía, las Cofradías La actual división en dos de cofradías distintas en torno a una misma devoción en la ciudad de Jaén es un fenómeno que merece ocupar nuestra atención de forma especial. Ambas tienen un origen común en una misma cofradía, pero con el tiempo y las vicisitudes históricas se vieron separadas y alejadas de su tronco principal. Un fenómeno históricamente muy interesante, y único, y necesitado de interpretación. Como veremos a continuación. La Cofradía del Cristo de Charcales, con sede canónica en la Iglesia Parroquial de la Inmaculada y San Pedro Pascual, y la Cofradía de Jaén del Santísimo Cristo de Chircales, con sede canónica en la Iglesia Parroquial de San Juan de la Cruz, son dos realidades distintas, pero tienen un mismo tronco común y una misma devoción a la que tradicionalmente vienen encaminando sus pasos: el Cristo de Chircales. El origen, el tronco común, está en la Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales de Jaén, fundada hacia 1866 en la Iglesia Parroquial de San Bartolomé de nuestra capital. La cofradía tenía como fines primordiales la peregrinación anual a la festividad litúrgica del Cristo en Valdepeñas de Jaén (que se celebró hasta 1907 el 14 de septiembre, y desde 1908 el 2 de septiembre) , la celebración el día 8 de septiembre de una Fiesta principal de Instituto en la Parroquia de San Bartolomé de Jaén, y la romería campestre el segundo domingo de mayo en el paraje de la Fuente de la Peña. Lugar desde el que partían las peregrinaciones de la Cofradía hacia Valdepeñas de Jaén por el camino de herradura. De ahí que en 1905 se construyera la actual ermita en el camino, y que gozara ésta de tanta popularidad, por las vistosas salidas en caballerías que celebraban los cofrades chircaleses. Era una cofradía genuinamente jaenera, compuesta por cofrades naturales de la ciudad de Jaén, que tuvo unos orígenes convulsos. Previamente a 1866 habían existido dos grupos distintos con intención de fundar una cofradía. Ambas partes habían presentado por escrito al obispado su intención de solicitar la erección canónica de la cofradía, sin resultado. El fiscal general, encargado por el gobernador eclesiástico, llegó a un La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

acuerdo con ambas partes, y el 11 de enero de 1867, el obispo de Jaén, D. Antolín de Monescillo y Viso (1865-77) firmaba los estatutos y con ello la unidad definitiva en la cofradía.13 Por su interés histórico es de singular importancia conocer el acta fundacional de la cofradía, conservada en el Archivo Histórico Diocesano de Jaén, en la que los cofrades giennenses solicitaban la constitución definitiva de la cofradía.14 “Exmo. Señor Obispo de esta Diócesis.- Los individuos que suscriben que componen la Junta Directiva de la Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales, que se venera en Valdepeñas de Jaén, y vecinos de esta Capital a V. E. I. con el debido respeto exponen = Que hace tiempo existe en esta ciudad la citada Cofradía, pero sin estatutos, ni más orden que proporciona el buen deseo de tributar alabanza al Santísimo Cristo. Sin embargo todos los años estos cofrades viajan a Valdepeñas y unidos a la Cofradía de aquel y juntos asisten a las dos fiestas, que una y otra cofradía hacen al divino Señor, y están siempre acordes en su santo culto, más como toda corporación debe tener y guardar sus Estatutos y para la debida representación en todos los actos públicos estar también reconocidos por las autoridades eclesiásticas y civil de acuerdo con la Cofradía en general tenemos el honor de presentar a V. E. I. los Estatutos que en lo sucesivo hacen regir a los devotos del Santísimo Cristo de Chircales. Suplicamos a V. E. I. se sirva dar su superior aprobación previas las formalidades de costumbre, acordar las reformas que en su alta penetración deben hacerse. Esperamos esta gracia de los piadosos sentimientos de V. E. I. pidiendo a Dios Nuestro Señor prolongue su importante vida dilatados años. = Jaén nueve de Mayo, año del sello. El Hermano Mayor, Francisco Andrés y Guzmán, rúbrica. Secretario Primero, Consiliario Segundo, por no saber, Antonio Carrillo, rúbrica. Consiliario Tercero, por no saber firma, Juan de Dios Casanova, rúbrica. Consiliario Cuarto, Fausto Rubio, rúbrica. Consiliario Quinto, José Huesa, rúbrica. Secretario Contador, J. José García Moreno, rubricado. [Jaén 16 de Mayo de 1866, Pase al Señor Fiscal General Eclesiástico para que emita su dictamen. Así lo acordó y firma el Señor Gobernador, de que certifico. = Licenciado Carrasco, rúbrica] [El Teniente fiscal Eclesiástico del obispado en cumplimiento del auto anterior y superior decreto ha examinado los adjuntos estatutos que se presentan por varios devotos de la sagrada imagen del Santísimo Cristo de Chircales; que se venera en Valdepeñas de Jaén, con objeto de obtener la superior y competente autorización del Exmo. e Ilmo. Sr. Obispo, y dice: que atendiendo al espíritu de fervor y devoción que 13  Los estatutos, manuscritos, y magníficamente encuadernados se conservan en el Archivo de la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol de Valdepeñas de Jaén. Con una portada impresa en Jaén en la Imprenta de la Viuda de Guindos, en 1899 a expensas del Hermano Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales de Jaén, D. Juan Francisco Torres de la Casa. 14  Archivo Histórico Diocesano de Jaén. Correspondencia. Valdepeñas de Jaén, 1866. Debo al buen hacer de D. Antonio Luis de la Casa León, del Archivo Diocesano, la reproducción mediante fotocopia del acta fundacional. José Manuel Marchal Martínez

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El origen, el tronco común, está en la Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales de Jaén, fundada hacia 1866 en la Iglesia Parroquial de San Bartolomé de nuestra capital

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La cofradía dejó de participar activamente hacia 1950, cuando fueron falleciendo los cofrades D. Pedro Amate Romero, D. Rafael Palomino Gámez, y D. José Brandi Carazo. En 1980, fallecido D. Rafael Palomino, la cofradía de Valdepeñas de Jaén retuvo en depósito los principales enseres

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15  LÓPEZ PÉREZ, M.: “La desaparecida Ermita de Nuestra Señora de la Peña, de la ciudad de Jaén.”, en las Actas de la I Asamblea de estudios marianos, volumen extraordinario de Once de Junio, Miscelánea de Estudios Marianos, Ed. Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Jaén, 1985, p. 389. La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

condición de la cofradía, peregrina a Valdepeñas de Jaén y anfitriona de la romería del segundo domingo de mayo se hizo incompatible. Y la fuerza y el protagonismo de la institución se concretó en las actividades de Jaén, donde la cofradía se reforzó en diversos sentidos, pero mirando ya únicamente a la romería de mayo. Desde 1947, el nombramiento como Hermano Mayor honorario de D. José Antonio de Bonilla y Mir, de la Cofradía del Cristo de Charcales, concretó la misión a seguir, y se consiguió la adquisición de la imagen actual, sintetizado en la creación de la Cofradía del Cristo de Charcales, con sede canónica en la Iglesia Parroquial de la Inmaculada y San Pedro Pascual. En cuanto a la parte de la Cofradía que peregrinaba a Valdepeñas de Jaén en las festividades litúrgicas de septiembre, su historia fue más breve. Su actividad se centró fundamentalmente en la llegada a Valdepeñas con el recibimiento en el Ejido de San Sebastián, y la participación en las cabalgadas y lanzamiento de voladores que inauguraba la feria valdepeñera. Durante el día 1 de septiembre la cofradía participada del recibimiento en la ciudad del Cristo de Chircales en compañía de la cofradía de Valdepeñas, y el día 2 y 3 en las solemnes fiestas religiosas que ambas cofradías tributaban en honor del sagrado lienzo desde mediados del siglo XIX. La cofradía dejó de participar activamente hacia 1950, cuando fueron falleciendo los cofrades D. Pedro Amate Romero, D. Rafael Palomino Gámez, y D. José Brandi Carazo. En 1980, fallecido D. Rafael Palomino, la cofradía de Valdepeñas de Jaén retuvo en depósito los principales enseres. La desaparición de la parte de la cofradía que peregrinaba a Valdepeñas, originó un profundo vacío en cientos de devotos giennenses que participaban de la devoción al Cristo de Chircales. Esa situación, a la vez que la creciente presencia en la capital de la provincia José Manuel Marchal Martínez

de naturales de Valdepeñas de Jaén con residencia en Jaén, llevó a la refundación de la cofradía, ya con sede en la Iglesia Parroquial de San Juan de la Cruz. En octubre de 1985, y gracias al impulso especial de Doña María Josefa Amate Delgado, recientemente desaparecida, se retomó la actividad de la Cofradía y los cofrades de Jaén retomaron su participación en las celebraciones en torno al Cristo de Chircales en Valdepeñas de Jaén. Situación que continúa felizmente cada año en cada una de las actividades. La hornacina de la Calle Bernardas Una de las manifestaciones visuales de la devoción de la ciudad de Jaén por el Cristo de Chircales se materializa en el número 1 de la Calle de las Bernardas, en la confluencia de la Calle de las Carretas, y a escasos metros de la Basílica de San Ildefonso. Se trata de una hornacina callejera, de gran antigüedad, aunque reformada en la actualidad. Es un destacado elemento, una muy singular pervivencia de la religiosidad popular que empapó la ciudad de Jaén en el siglo XIX. Actualmente el nicho acoge un equilibrado arco de ladrillo en medio punto, coronado con un azulejo que da noticia de la devoción chircalesa, que cobija una cruz de madera con sudario y perizoma, de la que pende un sencillo y anónimo exvoto antropomórfico, todo ello cerrado con una puerta de cristal. El Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término describía y catalogaba en 1985 la hornacina giennense de la siguiente forma: “Sobre la fachada de la casa número 1 de la calle de las Bernardas. La hornacina es muy moderna, pues sustituye a otra anterior, demolida en 1972. El Cristo está pintado sobre la cruz, que al pie lleva pintado el busto de una dolorosa”.16

PasiónyGloria dosmilquince

anima a los que suscriben, a los piadosos fines a que se dirigen sus esfuerzos el Ministerio Fiscal no encuentra reparo en que se acceda a lo que solicitan tan luego como determinen la Iglesia en donde se radique la expresada Cofradía puesto que su párroco ha de presidir las Juntas Generales, y ha de tener el derecho de inspección en las cuentas que se determinan en el Artículo 11 de los Estatutos en cuya parte se acondicionado los mismos, y sin cuyo requisito no podrán aprobarse; estando en todo lo demás conforme por hallarlos basados en las reglas de caridad y piedad que deben animar las dichas asociaciones religiosas V. S. sin embargo con su mayor ilustración resolverá lo que juzgue más arreglo a justicia. En Jaén diez y nueve de Mayo de mil ochocientos sesenta y seis. Ldo. Antonio Clemente, rúbrica.]” D. Manuel López Pérez, en su estudio sobre la Ermita de Nuestra Señora de la Peña y la devoción al Cristo de Charcales en Jaén da noticia de un conjunto documental de singular interés, y desaparecido en la actualidad, perteneciente a la Cofradía y que nos aporta información sobre las principales fechas de la vida de la cofradía durante el siglo XX. Fechas cruciales para entender la división en dos de la primitiva cofradía. Son los siguientes: Libro de Actas de la Cofradía del Santísimo Cristo de Charcales, de Jaén. (1916-1975). de 53 folios. Se iniciaba con un informe previo que comenzaba en 1906. Se incluían dos inventarios y una lista con 122 cofrades.- Libro de Cuentas de la Cofradía del Santísimo Cristo de Charcales. (1914-1948).- Registro de socios (1950).- Nombres y domicilios de señores cofrades (1960).15 La realidad de las fechas, desconocidas las fuentes documentales, nos lleva a pensar que hacia los años 40 del siglo XX, seguramente como alto precio pagado por las vicisitudes de la guerra civil y que los cofrades supervivientes eran bastante mayores, la doble

16  VV. AA.: Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término, Instituto de estudios giennenses, Diputación provincial de Jaén, 1985, p. 280. La devoción al Cristo de Chircales en la ciudad de Jaén

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