“La democracia necesita de la virtud, si no quiere ir contra todo lo que pretende defender y estimular”.- Juan Pablo II

A DOÑA HELEL SIMAN DE ALVAREZ
(Segunda y última parte)

Fernando Álvarez Simán*
http://mx.geocities.com/feralvarezsiman/

Cada vez que trato de definir como era mi madre, en lo que mas estoy de
acuerdo es que ella era una persona de de recia personalidad y dotada de un
espíritu libre, pues siempre hacia lo que quería en congruencia con lo que
pensaba. Su vida seguramente transcurrió en procesos permanentemente
formativos pues desde que falleció mi abuela en 1946 ella asumió ciertas
responsabilidades inherentes al hogar y a la atención de mi abuelo y de sus
hermanos Adba, Amín, Félix, situación que continuo a la muerte de mi
abuelo. Luego cada uno de los hermanos inicio su vida familiar y es así
como ella se casó con el subteniente de infantería Fernando Álvarez Orea y
después de un tiempo procrearon cinco hijos, con quienes inicio una vida
familiar llena de felicidad y dicha, rica en vivencias y en amor pero
estrecha en satisfactores materiales. Situación que en buena parte
determino que ella, de acuerdo con mi padre, decidiera iniciar un negocio
en la búsqueda de nuevos y mejores horizontes para todos en la casa. Al
poco tiempo de este emprendimiento la situación económica comenzó a
cambiar, a pesar de sus tiempos de trabajo, no hubo día de su vida en que
no la escuchara dar instrucciones a quien le ayudaba en la cocina o en la
organización de las tareas del hogar. Mucho la recuerdo hablando por
teléfono, dándome alguna recomendación y también escribiendo algo, todo al
mismo tiempo. ¡Esa era ella!

Conforme comencé a crecer me di cuenta que en muchas cosas su sentido
practico de la vida le permitía planear y obtener resultados muy positivos
en sus proyectos, recuerdo haberla acompañado muchas veces a la búsqueda de
nuevos negocios y verdaderamente me llamaba la atención su capacidad para
despertar la simpatía y el interés de aquellos a quienes le ofrecía algún
planteamiento. Desde muy pequeño viaje con ella varias veces a la ciudad de
México o a Veracruz por asuntos del negocio de películas y me sorprendía la
capacidad de platica que tenia así como la sensibilidad para conocer a la
persona con la que platicaba, por otro lado su agilidad para hacer negocios
se concretaba con su permanente disposición para compartir las ganancias
con quien tuviera que realizar alguna operación.

Recién termine la universidad en 1976 estuve ayudándola en su negocio
varias semanas, pero al poco tiempo le comente mis deseos de estudiar una
maestría y me dijo que le ayudaría mas tomando el curso que quedándome,
seguramente tenia sus sistemas de organización y control muy sólidos y tal
vez creyó que seria mejor para mi el continuar preparándome, así que me
ayudo a preparar el viaje a la maestría, pero como era un requisito
indispensable hablar otro idioma, decidió enviarme un año a aprender
ingles, justamente a la cuna de la lengua de Shakespeare, razón por la cual
al termino del programa anual de de ingles, en Bournemouth en 1977, decidí
quedarme a estudiar la maestría en Inglaterra.

Estudiando en Inglaterra muchas veces le pedí que me visitara al colegio,
así como lo hacia durante mi estancia en Monterrey, quiero pensar que la
necesidad de un viaje aéreo mas de 10 horas la desanimo y no lo hizo. Ese
temor a los vuelos intercontinentales me parece paradójico pues ella tenía
un fuerte espíritu de aventura y audacia, también siempre le escuche decir
cuanto le gustaría visitar Europa, particularmente España, y lo feliz que
la haría poder visitar Líbano, la tierra de sus padres y de sus
antepasados. Por cierto en febrero de este año me pidió le cambiaran del
formato beta a DVD un video del Líbano, pues le parecía fascinante ver como
era la vida en la antigua Fenicia.

Luego en esos tiempos de los setentas y los ochentas hubo una gran
actividad social de parte de mis padres, eran socios del Club de Leones y
en diferentes años se dio la coronación de mis hermanas como reinas,
particularmente me llamo mucho la atención el tiempo de Maria Eugenia, el
invitado a coronarla fue don Juan Sabines, pero por alguna razón no pudo
estar en Tuxtla y correspondió acudir a la ceremonia a don Jaime Sabines,
quien preparo unas poesía con palabras tan emotivas que lo único que
recuerdo es que le dijo que era difícil coronar como reina a quien había
nacido ya con esa condición, que ciertamente la condición de realeza se
podía ver en ella por muchas razones.

Con el tiempo a mediados de los ochentas supe que los días de las películas
de 16 mm estaban contados pues el concepto de la cinematografía evoluciono
rápidamente, la construcción de muchas salas de cine mas pequeñas y
modernas así como el lanzamiento al mercado de películas de video y venta
de videograbadoras le quitaron un amplio sector del mercado a la renta de
películas, por ello un día me dijo mi mama que debía de cambiar de
actividad. Discutimos varias veces hacia donde debía de dirigirse y dado
que la venta videos se planteaba como promisoria, comenzó a tocar
nuevamente las puertas de los empresarios del video y arranco una nueva
etapa de negocios. Sin embargo esta actividad se volvió más difícil y
errática pues el negocio de videos tenía un carácter mas dinámico, sin
salas de cine, los clientes eran más esporádicos y muchas veces los pagos
por la compra de materiales se hicieron difíciles de recuperar. Esto lo
menciono porque con las películas la forma de trabajo era más laboriosa
pero la calidad de los resultados era mejor y en cuanto a la recuperación
de los pagos no recuerdo de algún caso a donde algún cliente hubiera dejado
de pagar. Finalmente a fines de los ochentas decidió ella por salud
financiera y mental terminar el negocio de los videos.

Ciertamente que extrañaba doña Helel su negocio de películas de 16 mm,
seguro estoy que toda la vida guardó ella el recuerdo y la añoranza de su
actividad anterior. Creo que ese fue el espacio a donde ella pudo
desarrollar al máximo sus capacidades empresariales, sus habilidades
personales, sus relaciones humanas, y desde luego la capacidad de generar
recursos económicos para las necesidades familiares y para garantizarse
ella recursos que le permitieran continuar su vida de adulto mayor dentro
de un marco de mucha dignidad.

Los últimos años de existencia de mi madre se dieron con gran calidad de
vida, invariablemente todos los domingos nos esperaba a comer en su casa y
generalmente nos reunimos todos los hijos (salvo Maru y familia que están
en Cancún), nietos y hasta 2 bisnietos (Valentina y Alejandro). Desde el
viernes caminaba por su cocina con los preparativos para el siguiente
domingo, finalmente creo que ese esfuerzo de llevarnos a su casa los
domingos verdaderamente ha fortalecido mucho la relación entre hermanos y
nos mantiene bastante cercanos y sensibles a nuestra consanguinidad y a
nuestros problemas. Su relación con mi padre creo que fue ejemplar, mi papá
nació en Puebla y estudio en el colegio militar y luego vino a Chiapas, se
conocieron por allá de 1950 y se casaron en marzo de 1951, seguramente su
destino se amarro a esta región en el momento en que conoció a doña Helel,
quien hizo hasta lo imposible para mantenernos viviendo en Tuxtla, la
naturaleza del oficio militar exige gran movilidad a las familias que
terminan por ser de ningún lugar, pues bien eso fue algo a lo que se opuso
me madre y siempre lucho con la ayuda de mi padre por darnos pertenencia y
arraigo a Tuxtla Gutiérrez, lugar al que hemos regresado a pesar de que
todos los hijos tuvimos la fortuna de estudiar fuera y conocer otras
latitudes y a otras gentes.
Pocas relaciones tan sólidas y de tanto respeto he visto como la de mis
padres que compartieron casi cincuenta y siete años de vida, sus
diferencias nunca fueron mayores que su capacidad de conciliación. Su
ejemplo de dignidad y honestidad raya en lo estricto, su habilidad de
remontar condiciones adversas nos sorprendió siempre y ciertamente debo de
confesar que la capacidad de asumir la vida en sus vertientes más
formativas todos los días nos queda como regla.

De esta forma se dan sus tiempos de partida, hasta en esos momentos tuvo
gran decoro, se dio la fortuna de que su transito a la eternidad no fuera
penoso y en todo momento sentimos la presencia de dios, aspecto que nos dio
entereza a TODOS los miembros de la familia para salir adelante. Recibe
madre a donde ahora estés el homenaje de quienes aprendimos de ti lo que es
el amor, la responsabilidad y la honestidad, recibe también los cumplidos y
mejores deseos de todas las personas que nos han expresado un mensaje
solidario y de cariño para ti, descansa en paz en tu nueva vida.



*PROFESOR INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIAPAS