LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS Y EL FUTURO LATINOAMERICANO

August 16, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Latinoamerica
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Descripción

LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS Y EL FUTURO LATINOAMERICANO

Fernando Álvarez Simán*
http://mx.geocities.com/feralvarezsiman/

"Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de
nuestras repúblicas"
Fragmento del Ensayo Titulado "Nuestra América" 1891
José Martí

En la ciudad de Miami, Florida en diciembre de 1994 se realizó la llamada
primera Cumbre de las Américas; a partir de entonces los mandatarios de los
países de la región salvo Cuba, se han reunido en Bolivia, Chile, Canadá,
Argentina y recientemente en Trinidad y Tobago, en este último país se
contó con la presencia por primera vez del nuevo presidente americano,
Barack Obama. La realización de estas cumbres ha tenido la finalidad de
examinar y tomar decisiones sobre los temas de relevancia para el conjunto
de las naciones de este hemisferio. Cabe resaltar que a pesar de que la
Cumbre de las Américas se realiza bajo el auspicio de la Organización de
Estados Americanos (OEA), siempre se ha contado con la participación del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe, de las Naciones Unidas (CEPAL), la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), el Banco Mundial (BM) y la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). También participan como invitados
especiales representantes de la sociedad civil, el sector privado,
instituciones académicas y medios de comunicación social, entre otros.

El mecanismo de seguimiento a los acuerdos de la cumbre que han autorizado
los mandatarios se llama: Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres
(GRIC), este se reúne tres veces al año y tiene nivel de secretarios o
ministros de estado.

Desde 1994 y hasta la fecha, la característica principal de la cumbre
fueron las cíclicas crisis financieras en las que se vio envuelta la
región; "el efecto Tequila" en 1994; "el efecto Samba", en 1999, y "el
efecto Tango", en 2001. Pero el contexto cambió para la cumbre realizada en
Trinidad y Tobago, en primer lugar padecemos una grave crisis económica,
conocida ya como el "efecto jazz", y como su nombre lo indica, es
conveniente resaltar que esta no viene del tercer mundo, ni de
Latinoamérica. En segundo lugar; hoy existe un presidente indígena en
Bolivia (Evo Morales), un presidente afroamericano en Estados Unidos
(Barack Obama), una Chilena emanada de la resistencia a la dictadura,
(Michelle Bachelet), un ex guerrillero (Daniel Ortega de Nicaragua), un
socialista (Hugo Chávez), dos que repiten en el cargo, como el caso de los
presidentes de Perú y de Costa Rica y un presidente electo de oficio
comunicólogo, encumbrado en la presidencia de El Salvador por el partido
político que agrupa a la ex guerrilla. Es decir, esta no era una cumbre
más, o mejor dicho, no debería ser una cumbre más. De hecho, no lo fue en
muchos sentidos.

Así, durante los últimos tres lustros que cubren el período de la cumbre,
siempre se habló de las virtudes del libre comercio y de la desregulación
arancelaria para fomentarlo. Es verdad que algunos presidentes no estaban
preparados para aceptarlo y que por lo tanto no hubo afirmaciones formales
y explícitas, pero Barack Obama ni siquiera de pasadita mencionó la palabra
comercio. Los expertos predicen que es posible que esta cumbre marque el
fin por lo menos en el corto plazo de la llamada Área de Libre Comercio de
las Américas (ALCA), propuesto desde la primera cumbre de Miami, pero sobre
todo de la política americana hacia la región que ha recibido el nombre de
"Consenso de Washington", porque engloba el pensamiento de los ejecutivos
de los diversos organismos con sede en la capital americana como son; el
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Congreso americano, la
Reserva Federal, los bancos internacionales y las consultoras en materia
económica.

Recordemos que por ello, con ese nombre se conoce a la doctrina del
profesor John Williamson elaborada en 1989, a partir de un memorándum a
varios de sus colegas pensando en la economía latinoamericana; los diez
puntos de la doctrina eran: 1)disciplina fiscal, 2)reordenamiento de las
prioridades del gasto público, 3)reforma Impositiva, 4)liberalización de
las tasas de interés, 5)tasa de cambio competitiva, 6)liberalización del
comercio internacional, 7)liberalización de la entrada de inversiones
extranjeras directas, 8)privatización, 9)desregulación y 10)derechos de
propiedad. Quizá la única expresión positiva de esta doctrina en
Latinoamérica fue que contuvo la INFLACIÓN. Pero hoy lo que se hace
necesario es un nuevo contrato económico que permita hacer crecer
sustentable y sostenidamente a la región.

Es necesario, porque ya nada es igual, la crisis hizo por lo menos
tambalear el llamado "Consenso de Washington", no solo en Latinoamérica,
sino también al interior del nuevo gobierno americano y de la opinión
pública norteamericana. Los medios informativos han hecho eco de ello, por
ejemplo, Barack Obama ha prometido renegociar el TLC con México y Canadá,
sobre todo en los capítulos de medio ambiente y de relaciones laborales,
pero también ha prometido reexaminar las políticas comerciales de su país:
en conclusión está buscando la manera de cambiar el modo americano de ver
el capitalismo. En ese sentido, hoy la palabra mágica que deberá mover las
voluntades de la región es "cooperación". Por lo pronto; este encuentro ha
servido también para mejorar el tono diplomático entre los Estados unidos y
Latinoamérica, así; Obama saludó cortésmente a los presidentes Evo Morales
de Bolivia y Daniel Ortega de Nicaragua, dos críticos acérrimos de las
políticas externas de su antecesor George Bush, entre otros mandatarios.
Una victoria en cierta forma para la izquierda continental lo representa el
nuevo trato americano hacia la Isla Caribeña de Cuba. Además la cumbre
significó una grata sorpresa porque a pesar del origen ideológico diverso
de los Presidentes, esta vez presentaron sus opiniones en bloque:
Sudamérica estuvo representado por Cristina Fernández de Argentina, y
Centroamérica representado por el presidente de Nicaragua.

De esta manera, todos los países, excepto Estados Unidos de Norteamérica y
Canadá apoyaron el regreso de Cuba a la OEA. Adicionalmente hoy existe una
verdadera confianza en el hemisferio que la política externa del gobierno
de Obama será muy diferente a la de George W. Bush, quien se limitó a
promover el armamentismo y el libre comercio. Por ello, las conclusiones de
la V Cumbre de las Américas quedan por definir. La resolución final no ha
sido firmada por varios países en protesta por la influencia de EEUU en
perjuicio de Cuba.

Pero; el balance de esta Cumbre representa un avance muy positivo para la
región, porque abre la posibilidad de un mejor entendimiento entre
Washington y Latinoamérica, quienes se necesitan uno al otro en muchos
aspectos, pero sobretodo económicamente en este momento de crisis
financiera y económica global.

La crisis económica global y la situación de Cuba tendrán que formar parte
de esta nueva agenda hemisférica basada en la cooperación. Así, a pesar de
que la nota preocupante fue que el documento final o declaración que firman
los Jefes de Estado y de Gobierno no fue avalado por Bolivia, Venezuela,
Honduras y Nicaragua, porque, precisamente, el contenido excluía el reclamo
de estas naciones a Estados Unidos por mantener el bloqueo económico a la
isla. Sin embargo, A pesar de la exclusión a Cuba, el secretario general de
la Organización de Estados Americanos (OEA), José Manuel Insulza, consideró
que la cumbre sirvió de acercamiento entre Latinoamérica y Estados Unidos,
ya que Barack Obama inició acercamientos con mandatarios enfrentados con su
país, entre ellos, Hugo Chávez y consolidó un acercamiento con el
Presidente Lula Da Silva de Brasil. Más aún, apenas el viernes, En un
artículo de opinión de la hija de Robert Kennedy; en el Washington Post,
Kathleen Kennedy expresa su deseo de que su país avance más allá de
permitir que sólo los cubano-estadounidenses viajen libremente a la isla y
abordar los derechos de todos los estadounidenses, la mayoría de los cuales
no tienen la libertad de ir.

En resumen, este es un gran momento para Latinoamérica, si hacemos memoria,
desde los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, la
preocupación de la administración Bush se centró en la guerra contra el
terrorismo y prestó menos atención a los países latinoamericanos, lo que
causó un alejamiento en las relaciones. En una palabra, este periodo en las
relaciones del continente puede definirse en una sola palabra:
INDIFERENCIA. En ese sentido, las relaciones de Estados Unidos con
Venezuela y con Bolivia se deterioraron a tal grado que los dos países
latinoamericanos expulsaron a los embajadores estadounidenses y Estados
Unidos a los dos latinoamericanos.

En este contexto, el presidente de Venezuela fundó la Alternativa
Bolivariana para las Américas con el fin de desafiar el ALCA. Además, se
fundó otra organización, la Comunidad Sudamericana de Naciones, a través de
la promoción del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.
Actualmente, pocos países latinoamericanos muestran interés en el ALCA
promovido por Norteamérica.

Sin embargo, la mayoría de los líderes latinoamericanos han adoptado una
actitud conciliatoria hacia el Gobierno Americano, más aún; después de las
elecciones en las que resultó ganador Barack Obama, esto porque no debemos
perder de vista que el pragmatismo nos dice que el mayor mercado de consumo
mundial sigue siendo Norteamérica; no acceder a ese mercado representaría
la desaceleración de las economías de nuestro hemisferio". Por ejemplo,
Lula Da Silva dijo durante una visita a Washington en febrero pasado,
"Estamos en un continente democrático y pacífico y Estados Unidos debe
observar la producción y desarrollo, no sólo el tráfico de drogas y el
crimen organizado". Hugo Chávez también ha dicho "Deseamos lograr un
reacercamiento en cualquier momento. Tenemos intención de regresar al nivel
de relaciones que teníamos con el ex presidente Bill Clinton, las cuales,
aunque no eran fáciles, eran tolerantes".

Los países latinoamericanos desean que Estados Unidos incremente las
importaciones de la región para frenar el proteccionismo que ha estado
surgiendo. Muchas economías de países latinoamericanos dependen en buena
medida de Estados Unidos. (El comercio con Estados Unidos constituye cerca
de 50 por ciento del volumen de comercio total de la región).

La Cumbre concluyó entonces con la esperanza de que vengan mejores días
para el continente americano y marca una diferencia sustancial y notable en
la historia reciente de los pueblos de la región, esperemos que nuestros
gobernantes estén a la altura de las circunstancias actuales y que los
americanos cambien de una vez por todas la percepción que tienen de
Latinoamérica como su patio trasero. Esperamos que la buena estrella del
presidente Barack Obama no se apague, por lo pronto ha sabido conjuntar el
pragmatismo político con el cumplimiento de sus promesas de campaña.
Latinoamérica necesita crecer, necesita estabilidad y para lograrlo
requiere unidad. Si logra un acuerdo de cooperación con Norteamérica basado
en el respeto mutuo sería un hito histórico, si no, sería una oportunidad
perdida.

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas
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