Universidad de Leiden Departamento de Estudios Latinoamericanos (LAS)
CURSO
Latin American foreign policy 2013 –2014
Docente Dra. M.L. Wiesebron
La cooperación de Brasil en África
Autor: Andrea Tedde Número de estudiante: S1442465 E–mail:
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Introducción Durante los últimos años, Brasil se ha impuesto como un importante actor en la cooperación Sur–Sur y ha identificado a la cooperación entre países en desarrollo un fundamental instrumento de su política exterior. De hecho, el continuo crecimiento económico y la estabilidad política han llevado que el país necesite cada vez menos ayuda de los países desarrollados y vaya asumiendo un papel destacado en la promoción del desarrollo internacional. En este paper, en lo especifico, se analizarán las relaciones de cooperación que existen entre Brasil y el continente Africano. Para ello, después de un breve excurso histórico sobre el comienzo y la evolución de la cooperación brasileña, se analizarán las diferentes modalidades y ámbitos en los que opera en África. Por último, se establecerán unas conclusiones finales. Palabras clave: Brasil, cooperación Sur–Sur, cooperación técnica, desarrollo internacional, África, CPLP, IBSA. La evolución de la cooperación internacional de Brasil El origen de la participación brasileña en la cooperación internacional remontan al 1978, cuando el país se incorporó al Plan de Acción de Buenos Aires sobre la Cooperación Técnica entre los Países en Desarrollo (CTDP) de las Naciones Unidas, mientras en el 1987, se creó la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) para la gestión de los proyectos de cooperación (Valderrama Menes, 2012: 118; Kruschewsky, 2011: 20). Con la llegada al poder de Luiz Inácio Lula da Silva (2003–2010), Brasil actuó una gran restructuración de su ayuda exterior y dio un fuerte impulso a la cooperación Sur–Sur (CSS) para el progreso de la humanidad. Con el presidente Lula hubo una fuerte voluntad de cambiar las relaciones entre las grandes potencias y los países en desarrollo a través de la construcción de coaliciones con otros países emergentes (Kruschewsky, 2011: 19; Ayllón, 2012: 191). Ayllón (2010:s.n.p.) señala como la actual “diplomacia solidaria” sea un instrumento esencial de la política exterior de Brasil, funcional también a sus intereses nacionales y a sus aspiraciones hacia una mayor inserción internacional. De hecho, a través de la cooperación Brasil busca obtener un apoyo de los países en desarrollo para su candidatura a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, expandiendo al mismo tiempo su mercado internacional (Burges, 2014: 292).
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La cooperación de Brasil en África La cooperación brasileña en África se desarrolla a través de acciones bilaterales, multilaterales (IBSA1 y CPLP2) y triangulares3, y según Ayóllon (2010:s.n.p.) “busca saldar la deuda histórica […] derivada de la esclavitud.” Esta cooperación se caracteriza por la amplia variación temática y por el fuerte impacto social y económico de las acciones, priorizando proyectos en la formación profesional, la agricultura y la salud. Entre otras se destacan las iniciativas al combate del VIH/SIDA, debito a la fuerte incidencia de la enfermedad en África; el proyecto para la desalinización del aguas de pozos con intrusiones marinas en Cabo Verde, a partir del exitoso proyecto del Estado de Bahía en Brasil; y el proyecto “Escuela Para Todos” (Kruschewsky, 2011: 29; Soares de Lima, 2005:33; Valderrama Menes, 2012: 129). Además, de particular interés, en el ámbito triangular, es el proyecto que Brasil está realizando en colaboración con el Departamento para el Desarrollo Internacional de Reino Unido (DFID) para trasladar el Programa Bolsa Familia a países africanos (Kruschewsky, 2011: 34). Dentro de la cooperación entre Brasil y África ocupa un papel importante también la cooperación financiera. Brasil suscribió la iniciativa HIPC, otorgando descuentos en las deudas que algunos países africanos tenían con el tesoro brasileño y cancelando las deudas de Mozambique, 332 millones de dólares, Tanzania, 10 millones de dólares, Mauritania, 9 millones de dólares, y Guinea Bissau, 5 millones de dólares (Valderrama Menes, 2012: 122). Conclusiones Durante los últimos años la cooperación brasileña ha experimentado un fuerte crecimiento y se ha caracterizado por su alcance geográfico y la amplia presencia sectorial, como demuestran los varios proyectos realizados en África. Brasil se ha vuelto en un actor protagonista en el ámbito de las relaciones Sur– Sur mas no obstantes los logros alcanzados, la cooperación brasileña se enfrenta a importantes retos. En primer lugar, sería necesaria una mayor trasparecía. De hecho, la inexistencia de un sistema de redición de los recursos exactos dedicados a la cooperación dificulta aportar mejorías y limita el reconocimiento de la contribución del país al desarrollo internacional. 1 El Foro de cooperación entre India, Brasil y Sudáfrica (IBSA) se firmó en el 2003 con el objetivo de crear una alianza estratégica en el ámbito de la cooperación Sur–Sur entre tres poderes regionales que comparten: “la vocación y la practica democrática, el fortalecimiento del multilateralismo y la vinculación de las políticas de desarrollo y lucha contra la pobreza” (Ayllón, 2012: 193). 2 Los miembros de la Comunidad de los Países de Lengua Portuguesa (CPLP) son: Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea–Bissau, Mozambique, Santo Tome y Príncipe, Portugal y Timor Oriental. 3 Los principales socios de la cooperación triangular de Brasil son: Japón, Estados Unidos, España, Francia, Alemania, Italia, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la ONU (Ayllón, 2012: 200).
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En segundo lugar, gran parte de la estructura administrativa y el marco legal que afectan la cooperación de Brasil se basan en la época en que el país era exclusivamente un receptor de la ayuda internacional, por lo tanto sería necesaria una reforma para un modelo de cooperación mas funcional. En tercer lugar, se destaca la necesidad de una mayor continuidad de las acciones de cooperación estableciendo unos objetivos de medio y largo plazo. En definitiva, la cooperación Sur-‐Sur brasileña, y en lo especifico la con el continente Africano, ha avanzado de manera significativa sin embargo se necesitan unos cambios estructurales y una mejor planificación para que sea mas eficaz y funcional (Ayóllon, 2010:s.n.p.; Kruschewsky, 2011: 38). Bibliografía
Ayllón, B.P. (2010). ‘La cooperación de Brasil: un modelo en construcción para una potencia emergente’, Análisis del Real Instituto (ARI), 143, s.n.p., http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/web/rielcano_es/contenido?WCM_ GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/america+latina/ari143-‐2010#_ftn2 Ayllón, B.P. (2012). ‘Contribuciones de Brasil al desarrollo internacional: coaliciones emergentes y cooperación Sur–Sur’, Revista CIDOB d’afers internacionals, 97–98, pp. 189–204. Burges, S. (2014). ‘Mistaking Brazil for a Middle Power’, en: Journal of Iberian and Latin American Research, 19(2), pp. 286–302. Kruschewsky, B.C. (2011). ‘Brasil: en busca del liderazgo regional’, en: Santander Campos, G. (comp.), Nuevos donantes y cooperación Sur–Sur: estudios de caso (19– 40). Pozuelo de Alarcón (Madrid): Instituto Complutense de Estudios Internacionales. Soares de Lima, M.R. (2005). ‘A política externa brasileira e os desafíos da cooperação Sul–Sul’, Revista Brasileira de Política Internacional, 48(1), pp. 24–59. Valderrama Menes, D.D. (2012). ‘El marco de la cooperación económica entre Brasil y África Subsahariana: Angola, Mozambique, Sudáfrica’, Anuario Americanista Europeo, 10(2221–3872), pp. 117–132. Número de palabras: 1142
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