La construcción retórica de la zoología de Rudolph Philippi en Chile 1853 – 1902.pdf

May 25, 2017 | Autor: Felipe Vilo Muñoz | Categoría: History of Science, History of Zoology, History of Scientific Books
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Descripción

La construcción retórica de la zoología de Rudolph Philippi en Chile 1853 – 1902. Felipe Vilo Muñoz1 Resumen Gran parte de las obras realizadas por Rudolph Philippi son artículos de revistas académicas. Estos escritos exponen las investigaciones que involucran el campo de la historia natural, entre las que destaca la zoología, que ocupa dos tercios de su producción científica. La construcción de estos textos debe entenderse desde el propio relato que se fabrica a partir de una: estructura, formato, argumento, prosa y estilo de presentación coherente al status de cientificidad del periodo. De este modo nuestro trabajo realiza desde el campo de la historia de la ciencia un examen retórico a los artículos zoológicos de Rudolph Philippi. Los que en primera instancia comprenden la identificación cuantitativa y cualitativa de la bibliografía de artículos publicados y las principales revistas académicas encargadas de su producción durante los años 1853 – 1902. En segundo lugar se examina el formato y estructura que presentan estos textos a partir de las divisiones y elementos incorporan para construir un perfil de cientificidad. En tercer lugar se examinan las categorías que componen la publicación zoológica, desglosando: argumentos, discusiones/comentarios, notas a pie, soportes cuantitativos e iconográficos. Finalmente se identifican los actores que se evidencian desde el relato del texto, caracterizando el papel que ellos presentan en cada sección y categoría. Las fuentes de esta investigación son los mismos textos. Los cuales se elevan al total de 62 publicaciones. De forma complementaria se añaden documentos administrativos que comprenden desde informes ministeriales a cartas que Philippi envía al Ministerio de Instrucción Pública y a la Universidad de Chile. Bibliografía que se trabaja con la metodología de la retórica de las ciencias. Campo que al aplicarse a la zoología chilena de la segunda mitad del siglo XlX, evidenciará las transformaciones de una ciencia en formación que avanza desde la modernidad hacia la contemporaneidad reciente. Palabras clave: Retórica científica, zoología, Rudolph Philippi, Museo Nacional de Santiago.

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Programa Magister en Historia Universidad de Chile. Tesista FONDECYT regular Nº 1130593: “El saber en una vitrina: El Museo Nacional de Santiago de Chile (1853-1929)”. Profesor responsable: Dr. Carlos Sanhueza.

Introducción Desde las últimas décadas el campo de la historia de la ciencia ha resituado el término saber (knowledge) bajo una mirada constructivista. Este camino transforma el concepto estático e inerte del conocimiento a una dimensión móvil que abarca la construcción retórica del texto, que para el caso de la zoología abarca: artículos y libros zoológicos. Inicialmente no se puede dar inicio a una investigación si no se comprenden las inscripciones textuales que se desarrollaron entre los años 1850 – 1900. Medio siglo de construcción y maduración que Alan Gross estudia a partir del campo de la historia de la retórica de las ciencias. Disciplina que toma entre sus puntos de mayor discusión los cambios que en ella transcurren en esta época que presenta transformaciones en los: criterios de cientificidad, incremento de la razonamiento cognitivo de sus autores, altos estándares de evidencia, aumento en el volumen de la información y el uso cada vez más recurrente de notas a pie de artículos científicos.2 Elementos que elevan el estándar de calidad, siendo la base de una ciencia empírica que empuja un motor de conocimiento más exigente. Todas las transformaciones del siglo condujeron a un proceso de cambio en el propio argumento de los textos. En este sentido, Alan Gross afirma que la retórica se presenta bajo los llamados: “tópicos comunes”3, que son las diversas estrategias bajo las cuales el científico/naturalista recurre para moldear sus diálogos y mezclarlos con diferentes categorías: juicios emocionales (pathos), estilo (style) de presentación y un orden jerárquico en la forma en cómo estos argumentos se presentan (order). No obstante, existen variados campos de la ciencia y cada uno de ellos presenta una particular manera de utilizar estas prácticas. Por esta razón, Gross ha optado por especificar una retórica para ciertas disciplinas, bajo el nombre de: “tópicos especiales”,4 que en específico refiere a la zoología bajo una retórica de uso “forense”5, enfocando su prosa en la serie de descripciones de las respectivas extremidades de los animales, que como una verdadera clase de anatomía, configuran el paisaje de los diversos colores, texturas y medidas que presentan las especies del mundo animal. Siguiendo estos pasos podemos resumir que el siglo XlX fue una etapa de madurez científica. Para el caso de la zoología Alan Gross finaliza argumentado que existe una fascinación por lo factual unido con una sistematización a una articulada teoría. La taxonomía será uno de los puntos centrales bajo la cual esta disciplina clasifica la naturaleza midiendo y comparando sus propiedades con el fin de tener las evidencias que permiten tener un criterio de cientificidad acorde al ambiente académico de la época6.

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Gross, Alan; Joseph Harmon; Michael Reidy. Communicating Science: The scientific article from the 17 th Century to the Present. Oxford University Press, 2002, Pp. 29. 3 Gross, Alan. Starring the text: The place of Rethoric in Science Studies, Southern Illinois University Press/Carbondale, 2006, Pp. 24. 4 Ibid., Pp. 25. 5 Idem. 6 Gross; Harmon; Reidy. Communicating Science… Op. Cit., Pp. 158 – 159.

La ciencia natural en el Chile de R.A. Philippi 1853 – 1898. La cultura desarrollada durante la segunda mitad del siglo XlX debe ser entendida desde la formación de una república estable, la que a partir del año 1830 permitió la edificación material e institucional desplegada a partir de una serie de espacios para su desarrollo político, económico y cultural7. En este último plano destaca la ciencia que desde comienzos del siglo XlX “recibió una dirección gubernamental basada en la institucionalización de la educación laica, la apropiación del pensamiento positivista y científico, constitución de diversas disciplinas en los ámbitos de las ciencias y el desarrollo de un inventario y taxonomía de la realidad mineral, animal y vegetal del país” 8. La ciencia en este sentido se desarrolla bajo instituciones científicas, las que poseen diversas configuraciones, destacándose, por ejemplo, el Instituto de Hidrografía 9 y los diversos centros dependientes de la Universidad de Chile, como ocurre con el Observatorio Astronómico Nacional y el Museo Nacional de Santiago. Dichos espacios del saber no pueden ser entendidos sin los especialistas que los dirigen, los que en gran medida son científicos o naturalistas que provienen del extranjero. La incidencia de estos especialistas procedentes del viejo continente ha sido entendida bajo el fenómeno de ciencia transnacional10 que se genera a partir de la migración, no solo de los investigadores, sino también de sus particulares contribuciones que ejercen al interior de los establecimientos científicos. Los quehaceres prácticos desarrollados por los naturalistas les permiten una interacción permanente con las instituciones que forman parte, por esta razón existe un intercambio recíproco entre la ciencia que se construye y el Estado que consolida los diversos establecimientos tanto educacionales, como otros propiamente científicos. De este modo la relación ciencia – Estado logra materializar un conjunto de saberes como ocurre con la existencia de revistas de difusión de los contenidos científicos, presentes en el ámbito de los medios de comunicación de la época11 A mediados del siglo XlX la relación entre científicos y las instituciones se encuentra en ascenso y se concentra particularmente en Santiago, punto neurálgico y de encuentro para los acuerdos desarrollados por los científicos, naturalistas y el propio gobierno 12. Los intereses conjuntos que ambas partes poseen generan un contrato diferente a la ciencia construida en los últimos veinte años, debido a que quedarán establecidos bajo las variadas expediciones encargadas de extender el alcance del conocimiento del territorio, la flora o la 7

Subercaseaux, Benjamin. “Ilustración positivista: cultura laica y científica”. En Benjamín Subercaseaux Historia de las ideas y cultura en Chile Vol. 1 Tomo ll. Editorial Universitaria, Santiago, 1997, pp. 398 – 407. 8 Ibid., Pp. 399. 9 Muñoz, Jorge y Francisco Ther. El pescador en el imaginario científico durante la etapa de formación de la academia ictiológica chilena, 1829-1909. Historia, ciencias, Saude-Manguinhos, Vol. 20, N°4, 2013, pp. 1621 – 1633. 10 Schell, Patience. The Sociable Sciences: Darwin and His Contemporaries in Chile, Palgrave Macmillan, New York, 2013. 11 Saldivia, Zenobio. La ciencia en el Chile decimonónico, Ediciones Universidad Tecnológica Metropolitana, Santiago, 2005, Pp.38. 12 Ibíd., Pp. 52.

fauna de los diversos rincones de un país que necesitaba dotarse de conocimiento que hasta entonces permanecía desconocido 13. Adicionalmente este vínculo entre ciencia y Estado generó la creación de sociedades científicas en las cuales los naturalistas lograban compartir sus trabajos académicos, impulso que derivo en verdaderos círculos de intelectuales como es el caso de la Sociedad de Agricultura y Beneficencia 14. El conjunto de científicos en nuestro país elaboran la construcción de diversas disciplinas que comienzan a abrirse paso gracias a los trabajos de sus principales naturalistas. Claude Gay inaugura este proceso a partir de 1828 al ser nombrado educador para la enseñanza de las ciencias naturales en el Colegio de Santiago 15. Sus conocimientos sobre la historia natural lo harán director del Museo Nacional de Santiago (1830). Institución pionera del desarrollo científico, impulsando su trabajo en múltiples áreas en las cuales destacan sus trabajos sobre botánica y su despliegue cartográfico que inician un proceso de divulgación política y social del desarrollo nacional que se evidenció a través de los bosquejos y grabados exhibidos en sus mapas y representaciones de modelos sociales, ambientes propios, tareas y diversiones características de la cultura nacional 16. La prematura partida de Gay deja inconclusa gran parte de sus labores científicas. Para encauzar este camino en 1853 se nombra a Rudolph Philippi director del Museo Nacional de Santiago 17 cargo que mantendrá hasta el año 1898. Los trabajos que desarrolló se relacionan bajo una idea humboldtiana de la ciencia evidenciada como el modelo de investigación, 18 que condicionó los múltiples campos en los cuales desarrolla su aporte, como es el terreno de la botánica, la entomología, la osteología, zoología vertebrada e invertebrada e inclusive mineral y etnográfica19. Tales disciplinas no habían tenido cabida bajo la dirección precedente de Gay, las razones de este desarrollo, se debieron al crecimiento de las condiciones económicas y materiales con que el gobierno y los científicos habían desarrollado para estos años, construyendo una importante red de actores que a partir de su trabajo consiguen establecer mejores condiciones a las expediciones que desarrollan las cuales encuentran una mejora en él: financiamiento, tipo de público lector, formato e idioma de publicación20. Con estas condicionantes el trabajo expedicionario de Rudolph Philippi se desarrolla desde múltiples lugares; Osorno, Chillán, Juan Fernández, son solo algunos nombres que fueron 13

Ibíd., Pp. 47. Ibíd., Pp. 48. 15 Sagredo, Rafael. “El Atlas de Gay. La representación de una nación”, en Rafael Sagredo Baeza (Coord.), reedición de Claudio Gay, Atlas de la historia física y política de Chile Tomos l y ll, Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile, Cámara Chilena de la Construcción-DIBAM-Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2010, pp. lX – LXXVl. 16 Sanhueza, Carlos. “El gabinete de Historia Natural de Santiago de Chile (1823-1853)”. En Achim Miruna y Podgorny Irina, Museos al Detalle: colecciones y antigüedades e historia natural 1790 – 1870, Prohistoria ediciones, Rosario, Argentina, 2014, pp. 203 – 221. 17 Barros Arana, Diego. El Doctor Don Rodolfo Amando Philippi. Su vida i sus obras, Imprenta Cervantes, Santiago, 1904. 18 Sanhueza, Carlos. “He sentido mucho no haber podido penetrar más lejos hacia el Sur. Alexander von Humboldt y Chile”, Revista Internacional de Estudios Humboldtianos, Universität Postdam, HIN, XI, 20, 2010a, pp. 135 – 143. 19 Larroucau, M. Rudolph Amandus Philippi (1808 – 1904): vida y obra. Ediciones Universidad Austral de Chile y Pehuen Editores, Santiago, 2003, pp. 27 – 28. 20 Sanhueza, Carlos. “Circulación de intelectuales alemanes en Chile y chilenos en Alemania (fines del siglo XIX y comienzos del XX)”. En Revista Historia, Questoes & Debates, UFPR, N°53, 2010b, pp. 141. 14

precedidos por la denominada expedición de Atacama (1853-54) la que constituyó el esfuerzo particular de una empresa colectiva: la de dar cuenta del estado despoblado del territorio ubicado al norte del país, para así poder ejercer mecanismos efectivos de soberanía y el conocimiento nacional acerca de los animales que habitan y sobreviven en él (Bruna y Larroucau, 2008)21. La experiencia colectiva de Philippi lo condiciona a interactuar con un conjunto de personas, que en algunos casos resultan ser expertos como Luis Landbeck y Guillermo Döll, compatriotas de origen erradicados en Valdivia y en otras partes del sur de Chile22, y por otro lado Philippi interactúa con el interés espontáneo de lugareños y colonos que ayudan a encontrar los diversos especímenes que necesita. Mención aparte merece su hijo Federico Philippi que desarrolló una inclinación por la botánica y llegó a dirigir las expediciones que hacia fines del siglo XlX su padre Rudolph se vio impedido de seguir desarrollando por motivos de su avanzada edad. Todas estas contribuciones que Philippi sostiene consiguen capturar los objetos en la naturaleza, ya sea en su flora y principalmente su fauna, catalogando cerca del 7,2% de la fauna conocida hasta el día de hoy23. Los saberes de la historia natural y en específico de la ciencia zoológica comienzan a materializarse desde el propio Museo Nacional de Santiago, punto central de interacción entre ciencia y el Estado. En este lugar Rudolph Philippi en su posición de director se transforma en un articulador de redes tanto en su esfera pública como científica. Por esta razón su trabajo como director del museo se relaciona con el esfuerzo de nutrirlo como una plataforma de la ciencia natural, colaborando de forma estrecha con la Universidad de Chile, institución que tenía bajo tuición el recinto museológico y en donde realiza cátedras de historia natural (botánica y zoología). Estas disciplinas no solo las fortalece desde el aula, sino también desde sus principales publicaciones desarrolladas a partir de la Revista Anales de la misma Universidad 24. Para 1875 se inicia la apertura del nuevo edificio en la Quinta Normal y desde ese año hasta el final de su dirección (1898) las plataformas de conocimiento y saberes de la zoología se multiplican. En efecto, la última década del siglo XlX se genera el Boletín del Museo Nacional de Santiago de Chile que se transforma en la receptora de trabajos científicos de la zoología nacional a partir del primer número editado en 189725. La construcción de los textos Los años de dirección de Rudolph Philippi en el Museo Nacional de Santiago 1853 – 1898 coinciden con su mayor etapa de producción académica. Su papel dentro de la institucionalidad pública se materializa con la producción de 349 textos26. A pesar del 21

Bruna, Augusto y Andrea Larroucau. “La Epopeya de un sabio: Rodulfo Amando Philippi en el desierto de Atacama”. En Rafael Sagredo Baeza (ed.), Rodulfo Amando Philippi, Viaje al desierto de Atacama, Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile, Cámara Chilena de la Construcción-DIBAM-Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2008, pp. Xl – LiX. 22 Larroucau, Andrea, 2003, op.cit. pp. 22. 23 Castro, Sergio. Ariel Camousseight, Melica Muñoz-Schick, Fabián Jaksic, 2006, Pp.139. 24 Serrano, Sol. Universidad y nación. Chile en el siglo XlX. Editorial Universitaria. Santiago, 1994, Pp. 112. 25 Duarte, Regina. “Between the national and the universal: Natural history networks in Latin America in the Nineteenth and Twentieth centuries”. ISIS, University of Chicago Press, Vol. 104, N°4, 2013, 777 – 787. 26 Barros Arana, Diego. El doctor Rudolph Philippi i sus obras, 1904, Pp. 221.

nutrido corpus documental, este estudio solo considerará las obras de zoología que en la época implicaban tanto animales vertebrados como invertebrados. Áreas que involucran: mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces, insectos, crustáceos, moluscos, gusanos, equinodermos y zoófitos. No obstante también se agrega la categoría de paleontología que en estos años se encontraba circunscrita al área de la mineralogía o geología. El desglose de publicaciones zoológicas asciende a 171. Es decir la mitad de sus textos. Adicionalmente cerca de dos tercios de ellas se presentan en idioma alemán (117). Dejándonos un total de 67 artículos y libros que presentan alguna o total relación con la zoología desarrollada en Chile durante los 50 años en que Rudolph Philippi escribió estos textos. Este total se distribuye en 5 libros y 62 artículos. Las revistas fueron los espacios de mayor producción destacándose el periódico Anales de la Universidad de Chile (AUCH) y Anales del Museo Nacional de Santiago. La participación que ambos espacios de publicación poseen se resume en la tabla N°1: Cuadro N°1: Desglose de artículos de zoología de Rudolph Philippi en Chile según revista producidos entre 1854 – 1902 Revista Anales Universidad de Chile (Desde 1854) Anales Museo Nacional de Santiago (Desde 1892) Total

N° publicaciones 51 11 62

En específico los artículos no poseían un formato homogéneo, teniendo nomenclaturas que se circunscriben a una tipología basada en una ciencia empírica construida bajo criterios de investigación forense. De este modo los ítems observación, descripción y estudios monográficos representan el 81% de la totalidad de las publicaciones en revistas académicas chilenas. El cuadro N°2 resume estos aspectos. Cuadro N°2: Tipología de los artículos de zoología de Rudolph Philippi en Chile 1854 – 1902. Nomenclatura artículos



Año inicio y Revista de procedencia termino Observaciones 6 1855 – 1899 Anales UCH Catálogos 3 1861 – 1887 Anales UCH/MNS Descripciones 18 1854 – 1902 Anales UCH/MNS Comparaciones 1 1893 Anales UCH Comentarios 1 1867 Anales UCH Contribuciones 2 1864 – 1900 Anales UCH Estudios monográficos* 26 1857 – 1901 Anales UCH/MNS Otros 5 1857 – 1894 Anales UCH/MNS *Poseen títulos como: “sobre los tiburones”. En alguno casos solo dicen las especies de estudio: “Las especies chilenas del jénero Mactra”.

Las tipologías de los artículos representan un perfil de publicación que se estructura a partir del análisis que entrega el documento, al tipo de información que utiliza e inclusive a la misma extensión del texto. La heterogeneidad de las inscripciones académicas se concentra bajo mecanismos de comunicación que varían desde una forma de presentación, estructura y formato, estilo y prosa, grado de cientificidad, soportes cuantitativos e iconográficos. Aspectos que pueden ser resaltados o disminuidos. Por otro lado, la tendencia de la publicación no tuvo una fluctuación variable durante los 45 años estudiados. Sin embargo, la calidad de las publicaciones y el grado de cientificidad que estas poseen comienza a profundizarse a medida que nos acercamos a la última década del siglo XlX. Explicación que se debe a la creación de la revista de Anales del Museo Nacional de Santiago, que confecciona artículos bajo un criterio académico mayor al de Anales de la Universidad de Chile (AUCh), esto se fundamenta en la extensión de las páginas, la cantidad de información y en el uso de cromolitografías que se distancian de las litografías sin color existentes en AUCh. De este modo la tendencia de los artículos se resume en que no es solo cuantitativa, sino también, cualitativa. Las dos revistas académicas encargadas de la publicación de los artículos de zoología poseían diferentes formas de exhibición del texto. En Anales de la Universidad la presentación se oriento hacia una reproducción múltiple de los artículos que los profesores de la institución realizaban. Por esta razón la revista colocaba un texto tras otro sin separación de páginas destacando solamente el encabezado que presentaba la fecha del trabajo y el titulo de este. La revista del Museo difería de este parámetro. Evidenciando una cuota de profesionalismo en la estructuración de los artículos. En ellos se observan separaciones de páginas y por supuesto la especialización temática de los contenidos que abarcaban cada área de la historia natural. Estas diferencias no son para nada un inconveniente. Reflejan en cierto modo el perfil de publicación y la orientación de las revistas. Para el caso de la Universidad de Chile esta misión se incorporo en el año de 1850, cuando se formula su programa estandarizado. En él se propone dividir la publicación en dos secciones. La primera denominada como “parte literaria” y la segunda como “parte oficial”. Los trabajos expuestos por Philippi forman la sección inicial que reúne: “(…) La elección, i en ciertos casos, la redacción de los artículos se harán por la Facultad a que correspondan (…) En lo que toca a las Ciencias Físicas, Matemáticas i Médicas, se insertarán las secciones literarias de ambas facultades reunidas, redactadas poco mas o ménos en la misma forma que las publicadas hasta ahora en la Revista de Santiago: Observaciones meteorolójicas de Santiago i de las provincias, ya en su totalidad, ya en extractos o en resultados jenerales: i la Estadística de los Hospitales, según vaya formándose27” Esta nueva formulación de la publicación se ofreció la muestra mensual. Presentándose los días 30 de cada mes a partir de una orientación similar a la de un periódico de semanal. De este modo, la Universidad no pensaba en cultivar una revista especializada sino al contrario un documento que pudiese ser cercano a su público universitario general. Condiciones que reflejan la periodicidad de los artículos. Los cuales se escribían por partes publicándose cada mes una sección literaria de un determinado autor. Philippi no posee esta cualidad, sin 27

Anales Universidad de Chile (AUCh), Programa, N° 7, 1850, Pp. lV – V.

embargo, sus publicaciones son reiteradas y mayoritarias en esta revista. No obstante los artículos que escribe son de una extensión reducida y se realizan de forma puntual a una especie determinada. Distinto es el caso de Anales del Museo Nacional. Publicación que se realiza en tomos. Especializándose en las áreas de la historia natural: botánica, zoología y mineralogía. Tres campos que se cultivaban desde el mismo Museo. En cuanto a los textos, estos se escriben en extenso. Teniendo artículos que superan las 30 páginas. Y otros que aglomeran la mitad de un tomo. Rudolph Philippi cumple con estas características publicando el texto: “Las focas chilenas del Museo Nacional” 28. De 48 páginas más un suplemento de litografías a pincel y acuarela. También destaca la: “Figuras i descripciones de aves chilenas”29. Verdadero libro de 114 páginas, sin mencionar el suplemento de 51 láminas. Escritos que representan el eje de la revista al interesarse por la inscripción de catálogos que funcionan como a modo de manuales académicos de lo que el Museo posee dentro de sus inventarios. Dicho perfil y orientación son parte de un interés gubernamental que se explica por: “(…) los jefes de sección se encargó en el artículo 7.° inciso 5.° Formar un catálogo de los objetos de su ramo; y en el inciso 1.° del mismo artículo, “Clasificar y describir todos los objetos nuevos para la ciencia que ingresen al Museo, y publicar la descripción en el periódico del Museo. Este periódico lleva el título: Anales del Museo Nacional de Santiago. Sus entregas se publican a medida que hay un material para ellas y han salido a la luz hasta ahora 17 entregas30”. De este modo los trabajos Rudolph Philippi en Anales del Museo poseen una presentación que intenta compendiar los objetos que se encuentran disponibles en el recinto museológico. Las diferencias con la revista de la Universidad quedan entonces demostradas. AUCh se transforma en un periódico de recepción universitaria y en donde colaboran sus principales intelectuales y la revista del Museo se transforma en la publicación del material académico de sus naturalistas. Estas diferencias también retratan el espíritu cualitativo de ambos trabajos. Siendo la Universidad transmisora de una heterogeneidad de escritos, memorias, documentos oficiales, etc. diversidad que configura un formato ambiguo y sin una estandarización en la presentación de la publicación. Anales del Museo, al contrario, elabora textos específicos y con una presentación congruente separada por las mismas secciones que componen la institución. Sección 1: zoología; Sección 2: Botánica; Sección 3: Mineralogía. Espacios que aglutinan a los especialistas y directores de estas áreas. Finalmente las diferencias que se representan en estas publicaciones tienen como se demostró un perfil y una orientación distinta. Sin embargo, a esto se debe añadir la distancia temporal, que condiciona el porqué una revista creada en 1843 (AUCh) no tenga el mismo grado de cientificidad que los textos publicados en el Museo Nacional de Santiago en su primer número del año 1892. Diferencias que no solo se traducen en décadas, sino también, en la construcción de una ciencia que da salto desde la modernidad al mundo contemporáneo. Las categorías que siguen a continuación complementan de manera notable esta posición. 28

Philippi, Rudolph. Las focas chilenas del Museo Nacional. En: Anales del Museo Nacional de Chile, N°1 1892. 29 Philippi, Rudolph. Figuras i descripciones de aves chilenas. En: Anales del Museo Nacional de Chile, N°15, 1902. 30 Philippi, Federico. Historia del Museo Nacional de Santiago. En: Boletín del Museo Nacional, Tomo l, Imprenta, litrografía i encuadernación Barcelona, 1908. Pp. 16.

Los libros son la segunda inscripción que reúne cinco textos que presentan un perfil condicionado a espacios académicos – institucionales. Vinculo que se transmite según la orientación y perfil de presentación. La estructura también resulta variable y la razón guarda relación nuevamente al escenario dual en el que se inscribe. Rudolph Philippi comienza sus primeros trabajos en el año de 1853. Año en que se hace cargo del Museo Nacional de Santiago y en donde se le solicita formar una expedición hacia la región de Atacama durante este periodo. El fruto de esta investigación será el libro publicado hacia el año 1860. Que lleva como título: “Viage al Desierto de Atacama Hecho de orden del gobierno de Chile verano de 1853 – 1854.” Encabezado que ya moldea la dualidad académico institucional que irradia el texto. A continuación la portada se moviliza al propio autor el que se presenta como: “Doctor Rodulfo Amando Philippi. Profesor de botánica y zoología en el Instituto Nacional, Director del Museo Nacional de Chile”. Añadiendo también el extenso currículo que para esos años lo había involucrado como:”Miembro de la Universidad de Santiago, de las Academias Reales de Napoles i e Turin, de las sociedades de historia natural de ACl Reale, Berlín, Bolonia, Cassel, Catania, Francfurt, Hamburgo, Hildesheim, Halle, Magonza, Marburg, Monteleone, Nuernberg, Ratisbona, la Wetteravia, de la sociedad geográfica de Berlín, de la sociedad de horticultura de Berlín, de la sociedad de agricultura de Hessen electoral, etc.” finaliza el encabezado teniendo como auspiciador al: “Gobierno de Chile”. El contenido de esta portada condiciona la presentación total del texto. El que se encuentra enfocado en un objetivo que avanza mucho más allá del interés de un naturalista. En efecto, el libro se plantea como un diario de ruta de las actividades que Philippi narraba a medida que se adentraba en los parajes desconocidos del norte. Lugares remotos que desde la administración central ansiaban conocer para comprender el verdadero valor del sitio. Tales antecedentes el propio autor los deja claros a partir de las dos primeras páginas del prólogo: “(…) Diré unas pocas palabras sobre el plan que he seguido en esta obra. Me ha parecido lo mejor referir las observaciones que hice día por día, a pesar de que la obra será por eso menos amena para ser leído, en la persuasión que este método era indispensable para convencer al lector de la veracidad de mis aserciones, y eso tanto más porque son opuestas a las ideas generalmente admitidas sobre el Desierto, sobre los inmensos arenales, valles longitudinales, cadenas de cerdos etc., que se suponen generalmente en estas tristes regiones.”31 Esta tendencia también se ocupa en los capítulos entendiendo que de los 8 capítulos la mitad tienen relación con el relato del viaje. El que incorpora el contexto geográfico, demográfico e inclusive cultural. La otra parte involucra un análisis académico encontrando un análisis similar al de los artículos. La zoología en esta última parte destaca por sobre manera al encontrarnos con un desglose de cada una de sus géneros y familias. Esta primera inscripción será la que inicie la relación académica e institucional de Philippi. Vinculo que en los textos siguientes sufrirá aprendizajes, agregando modificaciones sutiles a la manera de exponer el texto o presentar contenidos en él.

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Philippi, Rudolph. Prologo. En: Viage al Desierto de Atacama, Librería Eduardo Anton, Santiago, 1860, s/n.

La segunda oportunidad en la cual Rudolph Philippi publica libros referentes a la zoología será en su camino de apertura al mundo pedagógico. Labores que se ligan a la docencia realizada en la Universidad. De este modo, la iniciativa de un compendio o manual será el camino hacia lo que será Elementos de Historia Natural. Este resultó ser editado en cuatro oportunidades: 1866; 1872; 1877 y 1885. Espacios de tiempo en los que el autor corrige y aumenta dichas obras32. Estas ediciones presentan un formato de tapa dura en donde se acoplan a una colección mayor dedicada de forma exclusiva a la enseñanza. Esta orientación y perfil de publicación queda de manifiesto en su prólogo. Que el autor titula como “Advertencia”. En ella Philippi se refiere a dos puntos fundamentales sobre la presentación del texto. En primer lugar menciona la importancia de la instrucción acerca de los temas de historia natural y en segunda instancia al papel gubernamental en el apoyo de dichas disciplinas. N°1 Instrucción de la historia natural: “(…) Creo superfluo decir en el año de 1864 algo sobre las ventajas i la necesidad de estudiar la historia natural, esta ciencia que nos hace conocer los seres con quienes estamos diariamente en contacto, i nos revela el hacedor supremo en sus obras milagrosas. Me limitaré a copiar lo que el célebre Cuvier dijo en 1798, cuando publicó sus Lecciones Elementales de Zoolojia: “Este estudio no se ha prescrito para hacer sabios, aunque indudablemente ha de contribuir a aumentar su número; pero todas las clases de la sociedad participarán de los beneficios que resultarán de él (…), el empleado público que tiene a su cargo el fomento del comercio i fábricas, el de los bosques, el beneficio de las minas i el fomento de la agricultura, sacará del conocimiento de la Historia Natural los datos para decidirse siempre por las providencias más ventajosas.” 33 N°2 Orientación gubernamental: “(…) Si el gobierno continúa protegiendo i alentando la instrucción pública; si los profesores de las ciencias continúan con el actual celo, i si los padres los ayudan con su confianza, no se tardará en percibir los felices resultados de dicha providencia que ha jeneralizado el estudio de la historia natura, i del poderoso influjo que tendrá este conocimiento en la prosperidad publica i particular” 34 N°3 La cuarta edición del texto modifica el prólogo agregando: “(…) Hacen ahora veinte años que publiqué la primera edición de esta obra. En este lapso de tiempo las ciencia ha hecho grandes progresos, que he seguido con atención; sin embargo he creído que no debía cambiar mucho en este nueva edición considerando que mi tratado es solo un libro elemental, en el cual es preciso consultar únicamente los hechos que se imprimen con facilidad en la memoria juvenil, i que tienen un interés práctico. He prescindido, pues, de todas las cuestiones puramente científicas, por interesantes que sean para el filosofo i el naturalista de profesión.”35 De este modo los perfiles de publicación de las ediciones de Elementos e Historia Natural presentan una estructura dual abarcando el espacio académico – pedagógico y el 32

El autor ocupa en las portadas de la segunda, tercera y cuarta edición: Segunda edición, “obra correjida”; Tercera edición y Cuarta edición: “obra correjida i aumentada.” 33 Philippi, Rudolph. Elementos de Historia Natural, 1° edición, 1866, Pp. 3. 34 Ibid. Pp. 3 – 4. 35 Philippi, Rudolph. Elementos de Historia Natural, 4° edición, 1885, Prólogo de la Cuarta edición.

gubernamental. Ambas piezas condicionan la manera en que Philippi publica sus obras y que contenido presenta mayor extensión y tratamiento de las fuentes de estudio. El contrato académico – institucional evoluciona desde un ritmo diferente en los siguientes tres textos. En efecto, las publicaciones sobre los “fósiles terciarios i cuartarios”, “fósiles secundarios” y el “suplemento de los Batraquíos”. Se construyen sobre la base de una cooperación diferente, en donde el factor académico se eleva en marcada importancia. En primer lugar se dará inicio a este examen con los textos paleontológicos, que involucran dos libros. Fósiles terciarios i cuartarios editados en 1887 y Fósiles secundarios del año 1899. Ambos trabajan sobre una misma temática y poseen un perfil de presentación coherente. Que resulta en la búsqueda de evidencias sobre especímenes que deambularon en estas épocas. En su mayoría la pesquisa de estos objetos corresponde a especies de moluscos o crustáceos. Área de investigación zoológica de la que Philippi se había forjado como especialista: “(…) Ganado reconocimiento en el plano internacional con varios trabajos [previos a su llegada a Chile]: Enumeración de los moluscos de Sicilia, en dos volúmenes en 1836 y 1844, seguida de “Figuras y descripciones de conchas nuevas o poco conocidas”, en tres volúmenes en el año 1845 y su “Manual de Conquiliología i Malacología” de 1853. El formidable complemento de una obra bien estructurada, lo llevó a ser una de las estrellas de su tiempo en la malacología.” 36 Estos antecedentes también se complementan con los trabajos que hasta ese entonces había desarrollado en la revista Anales de la Universidad de Chile. En 1855 edita las publicaciones: “Observaciones sobre las conchas de Magallanes”; “Observaciones sobre las especies del jénero Helix”. Y para 1875 sus trabajos continúan con: “Observaciones sobre conchas fósiles terciarias de Chile”. Último trabajo que el propio Philippi menciona en la introducción del libro Los fósiles terciarios i cuartarios de Chile: “(…) Quiso la casualidad, que por muchísimos años no me fuese dado visitar los lugares, donde existen depósitos del período cretáceo i terciario. (…) Con todo, el número de las especies así adquiridas era poco comparable con el de las descritas por D´ Orbigny i Hupé (en la obra de Gay). Pero cuando D. José Toribio Medina obsequió al Museo considerable número de fósiles, que había colectado en Navidad, de donde Darwin llevara a Inglaterra muchas especies clasificadas en seguida por Sowerby, me dediqué a la clasificación de los fósiles de Chile i a su exámen comparativo, i comuniqué el resultado a que me había conducido esta investigación en nuestra Facultad de Ciencias físicas i matemáticas, véanse los Anales de la Universidad de Chile 1875. Tomo 47, p. 7037” La experiencia académica que de aquellos años gozaba Philippi no significa que derechamente la institucionalidad y la burocracia se alejan de condicionar este propósito. Al contrario, las publicaciones de fósiles se encuentran patrocinadas por “Orden del gobierno de Chile” cumpliendo una exigencia normativa existente desde la confección de catálogos que durante la última década del siglo se desarrollan de forma periódica en la revista del Museo. 36

Pequeño, German. Aporte de Rudolph A. Philippi a la zoología. En: Larroucau, Andrea. El orden prodigioso del mundo natural, Universidad Austral de Chile y Pehuen editores, Valdivia, 2003, Pp. 33. 37 Philippi, Rudolph. Los fósiles terciarios i cuartarios de Chile, Imprenta de F. A. Brockhaus, Leipzig, 1887, Pp. 1.

Finalmente la publicación sobre los Batraquios Chilenos se trabaja sobre la nomenclatura de: suplemento. Es decir no puede reconocerse como un simple libro, más bien se lo debe interpretar como una obra que refuta y actualiza los datos e información de Claude Gay sobre el conjunto de estas especies. El origen de este trabajo versa sobre el conjunto de objetos sin identificación que el Museo Nacional de Santiago posee: “(…) No podía colocar los animales en el Museo, sin nombre; cuando encontraba entre ellos uno ú otro que me parecía nuevo para la ciencia he hecho su descripcion, i si el tiempo lo permitia, también su dibujo i así ha resultado que las descripciones de los reptiles a mi juicio nuevos, datan de tiempos mui diferentes; algunas descripciones han sido hechas ya hace mas de veinte años, i las últimas hace uno, dos o tres años. Tenía siempre el propósito de reunir todas estas descripciones i figuras en una entrega de los Anales del Museo, pero para esto era indispensable revisarlas todas, cotejarlas con libros publicados o llegados a mis manos después de la descripcion de una ú otra especie.” 38 De este modo las publicaciones de Gay se actualizan a partir de las evidencias que Philippi ha adquirido en su medio siglo de producción científica. Actualizando a partir de manuales zoológicos y personales estos antecedentes. Dando a conocer una obra con un genuino perfil de publicación académica. Conclusiones En primer lugar los artículos producidos durante los años 1854 y 1902 por los periódicos Anales de la Universidad de Chile y Anales del Museo Nacional de Santiago representan un salto hacia el refinamiento de los trabajos que para la segunda mitad del siglo XlX comienza un proceso de profesionalización caracterizado por el aumento de requisitos en la producción de esta inscripciones. La presentación del texto posee una tendencia hacia la estandarización de sus reglas de producción. Construyendo un verdadero manual de reglas hacia la forma en que se debe publicar. Por esta razón la última década se presenta bajo publicaciones de corte catalogo a diferencia de la anterior que presenta una diversidad en la nomenclatura de los trabajos zoológicos. Por otro lado, el formato y estructura también han presentado una importante transformación, elaborando una construcción rígida en sus espacios de introducción y desarrollo, sin embargo, la conclusión aun no se asume como una etapa obligatoria del documento científico. Otro elemento de cambio y que se convierte en el motor del cambio es la categoría sobre el grado de cientificidad que se presenta bajo las discusiones con otros autores, el uso de citas, notas a pie, elementos cuantitativos dentro del texto y el uso de tabulaciones o mediciones estandarizadas a los pesos y medidas universales. Estos elementos se entregan con mayor detalle y cantidad. Los elementos cuantitativos e iconográficos rodean la legitimidad científica del texto. En él se expondrán evidencias que el lector no podrá cuestionar ni mucho menos criticar su forma al no poder haber tenido contacto físico con el espécimen. 38

Philippi, Rudolph. Suplemento a los Batraquios Chilenos, Descritos en la Historia Física i Política de Chile de Don Claudio Gay, Librería Alemana de José Ivens, Santiago, 1902, Pp. V – Vl.

Los libros en segunda instancia también poseen cambios, pero estos, no apuntan a su formato, sino más bien, a su orientación. La que se nos presentó como diversa y bajo un estrecho vínculo institucional, que posee la facultad de condicionar gran parte de sus publicaciones como: expediciones o manuales de texto pedagógico. A pesar de la interrogante la zoología en los libros construye un avance al diversificarse en públicos variados que antes no existían para su uso. Por lo demás el contrato académico – institucional evoluciona desde una tendencia más apegada a la segunda hacia la primera. Encontrándonos con libros desarrollados y auspiciados por la administración pública, sin embargo, los últimos años de vida de Philippi representan un giro hacia los textos de catalogo monográfico similares a los producidos por la revista Anales del Museo Nacional de Santiago. Finalmente el conjunto de estos antecedentes podrán reducirse a la propia zoología chilena que evidencia una transformación que involucra una mayor participación y autonomía con respecto al conjunto de la historia natural. Es el caso de la cantidad de artículos y libros de esta área. Nombres de publicaciones que se identifican con áreas cada vez más específicas: ictiología, entomología y ornitología. Son solo algunos nombres de disciplinas que serán de uso recurrente en los textos de uso académico y de una comunidad académica que comienza a crecer y desvincularse del mundo amateur. Bibliografía Fuentes documentales 1) Revista Anales de la Universidad de Chile (AUCh), N° 7, 1850. 2) Philippi, Rudolph. Viage al desierto de Atacama. Hecho por orden del gobierno de Chile en el verano de 1853 – 1854. Librería Eduardo Anton, Santiago, 1860. 3) Philippi, Rudolph. Elementos de Historia Natural, 1° edición, 1866 4) Philippi, Rudolph. Elementos de Historia Natural, 4° edición, 1885 5) Philippi, Rudolph. Los fósiles terciarios i cuartarios de Chile, Imprenta de F. A. Brockhaus, Leipzig, 1887. 6) Philippi, Rudolph. Las focas chilenas del Museo Nacional. En: Anales del Museo Nacional de Chile, N°1, 1892 7) Philippi, Rudolph. Suplemento a los Batraquios Chilenos, Descritos en la Historia Física i Política de Chile de Don Claudio Gay, Librería Alemana de José Ivens, Santiago, 1902 8) Philippi, Rudolph. Figuras i descripciones de aves chilenas. En: Anales del Museo Nacional de Chile, N°15, 1902. 9) Philippi, Federico. Historia del Museo Nacional de Santiago. En: Boletín del Museo Nacional, Tomo l, Imprenta, litrografía i encuadernación Barcelona, 1908. Literatura secundaria 1) Barros Arana, Diego. El Doctor Don Rodolfo Amando Philippi. Su vida i sus obras, Imprenta Cervantes, Santiago, 1904.

2) Bruna, Augusto y Larroucau, Andrea. “La Epopeya de un sabio: Rodulfo Amando Philippi en el desierto de Atacama”. En Rafael Sagredo Baeza (ed.), Rodulfo Amando Philippi, Viaje al desierto de Atacama, Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile, Cámara Chilena de la Construcción-DIBAM-Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2008, pp. Xl – LiX. 3) Larroucau, Andrea. Rudolph Amandus Philippi (1808 – 1904): vida y obra. Ediciones Universidad Austral de Chile y Pehuen Editores, Santiago, 2003. 4) Castro, Sergio. Ariel Camousseight, Melica Muñoz-Schick, Fabián Jaksic. “Rodulfo Amando Philippi, el naturalista de mayor aporte al conocimiento taxonómico de la diversidad biológica de Chile”, Revista Chilena de Historia Natural, N°79, 2006, pp. 133 – 143. 5) Duarte, Regina. “Between the national and the universal: Natural history networks in Latin America in the Nineteenth and Twentieth centuries”. ISIS, University of Chicago Press, Vol. 104, N°4, 2013, pp. 777 – 787. 6) Gross, Alan; Joseph Harmon; Michael Reidy. Communicating Science: The scientific article from the 17th Century to the Present. Oxford University Press, 2002 7) Gross, Alan. Starring the text: The place of Rethoric in Science Studies, Southern Illinois University Press/Carbondale, 2006. 8) Muñoz, Jorge y Francisco Ther. El pescador en el imaginario científico durante la etapa de formación de la academia ictiológica chilena, 1829-1909. Historia, ciencias, Saude-Manguinhos, Vol. 20, N°4, 2013, pp. 1621 – 1633. 9) Sanhueza, Carlos. “He sentido mucho no haber podido penetrar más lejos hacia el Sur. Alexander von Humboldt y Chile”, Revista Internacional de Estudios Humboldtianos, Universität Postdam, HIN, XI, 20, 2010a, pp. 135 – 143. 10) Sanhueza, Carlos. “Circulación de intelectuales alemanes en Chile y chilenos en Alemania (fines del siglo XIX y comienzos del XX)”. En Revista Historia, Questoes & Debates, UFPR, N°53, 2010b, pp. 67-84. 11) Sanhueza, Carlos. “El gabinete de Historia Natural de Santiago de Chile (18231853)”. En Achim Miruna y Podgorny Irina, Museos al Detalle: colecciones y antigüedades e historia natural 1790 – 1870, Prohistoria ediciones, Rosario, Argentina, 2014, pp. 203 – 221. 12) Sagredo, Rafael. “El Atlas de Gay. La representación de una nación”, en Rafael Sagredo Baeza (Coord.), reedición de Claudio Gay, Atlas de la historia física y política de Chile Tomos l y ll, Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile, Cámara Chilena de la Construcción-DIBAM-Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2010, pp. lX – LXXVl. 13) Saldivia, Zenobio. La ciencia en el Chile decimonónico, Ediciones Universidad Tecnológica Metropolitana, Santiago, 2005. 14) Serrano, Sol. Universidad y nación. Chile en el siglo XlX. Editorial Universitaria. Santiago, 1994. 15) Schell, Patience. The Sociable Sciences: Darwin and His Contemporaries in Chile, Palgrave Macmillan, New York, 2013. 16) Subercaseaux, Benjamín. “Ilustración positivista: cultura laica y científica”. En Benjamín Subercaseaux Historia de las ideas y cultura en Chile Vol. 1 Tomo ll. Editorial Universitaria, Santiago, 1997, pp. 398 – 407.

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