\"La conservación del arte rupestre Patrimonio Mundial\"

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Descripción

actas

Jornadas técnicas La conservación del arte rupestre: Sostenibilidad e integración en el paisaje Salamanca /Siega Verde, 15-17 de octubre de 2013

Actas Jornadas técnicas La conservación del Arte rupestre: Sostenibilidad e integración en el paisaje

Jornadas técnicas La conservación del Arte rupestre: Sostenibilidad e integración actas en el paisaje Salamanca / Siega Verde, 15 ~ 17 de octubre de 2013

La colección DOCUMENTOS PAHIS está integrada por estudios y memorias técnicas de proyectos promovidos por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura y Turismo en los que se recopilan las líneas estratégicas, los programas y acciones desarrollados sobre el patrimonio cultural de Castilla y León de acuerdo con las previsiones establecidas en el Plan PAHIS 2020. La información, criterios, opiniones y propuestas que recogen estos documentos han surgido en trabajos y encargos gestionados y supervisados por diferentes servicios técnicos y programados en el seno de la Dirección General de Patrimonio Cultural, y pretenden servir de difusión y de reflexión de las intervenciones, de las metodologías empleadas y de las previsiones sobre los bienes culturales en sus diferentes aspectos y tipologías. La redacción de los textos, las imágenes y documentación gráfica es responsabilidad de cada uno de los autores, a quienes corresponde su propiedad intelectual.

© 2015, de esta edición JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN Consejería de Cultura y Turismo © De textos e imágenes los autores

D.L. VA 501-2015 Coordinación: Milagros Burón Álvarez y Jesús M. del Val Recio Fotografía de portada: Siega Verde (Salamanca). Archivo CCRBC. © Alberto Plaza Diseño y arte final: dDC, Diseño y Comunicación

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN. Arte rupestre. Conservación y sostenibilidad

.........................................................................

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1. Valoración de los sistemas de protección física ubicados en los entornos de las pinturas rupestres en Cataluña para la prevención de las agresiones .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pere Rovira i Pons. Conservador-restaurador de pintura mural.

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Coordinador de la especialidad de pintura mural y escultura en piedra asociada a la arquitectura. Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya

2. Conservación del Arte Rupestre en la Comunidad Valenciana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rafael Martínez Valle. Institut Valencià de Conservació i Restauració de Bêns Culturals.

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CulturArts Generalitat

3. La protección y conservación del arte rupestre en Castilla-La Mancha. Estrategias de actuación a partir de la ley 4/2013, de 16 de mayo, de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . María Perlines Benito. Jefa de Servicio de Patrimonio y Arqueología.

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Consejería de Educación, Cultura y Deportes. Castilla-La Mancha

4. Estrategia de conservación de los conjuntos de Arte Rupestre de la Región de Murcia: sostenibilidad e integración en el paisaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Miguel San Nicolás del Toro. Jefe de Servicio de Patrimonio Histórico. Dirección General de Bienes Culturales.

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Consejería de Educación, Cultura y Universidades. Región de Murcia

5. El Programa de investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso de la Cueva de Altamira . . . . Concha Cirujano Gutiérrez. Sección de Conservación Preventiva.

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Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE)

6. El Arte Rupestre en Andalucía: desde la investigación a la difusión para una gestión sostenible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Isabel Santana Falcón. Arqueóloga. Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

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Consejería de Educación, Cultura y Deporte

7. Un difícil tránsito: de la investigación a la gestión en el arte rupestre .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hipólito Collado Giraldo. Jefe de Sección de Arqueología. Dirección General de Patrimonio Cultural.

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Consejería de Educación y Cultura. Gobierno de Extremadura. Grupo de Investigación CUPARQ; Grupo de Investigación Quaternario e Pre-Historia

8. Conservation et fréquentation du patrimoine culturel souterrain: l’exemple de Font de Gaume (Dordogne, France). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jean-Jacques Cleyet-Merle. Directeur. Musée National de Préhistoire (Vallée de la Vézère, Francia) 9. Altamira y su futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Antonio Lasheras, Carmen de las Heras, Alfredo Prada y Eusebio Dohijo. Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

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10. A conservação da arte rupestre do Vale do Côa: ponto da situação em meados da segunda década do século XXI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . António Pedro Batarda Fernandes. Coordenador do Programa de Conservação do Parque Arqueológico

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do Vale do Côa, Fundação Côa Parque

11. El complejo equilibrio entre arte rupestre y paisaje: el plan de conservación de la zona arqueológica de Siega Verde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Milagros Burón Álvarez. Directora. Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León Cristina Escudero Remírez. Restauradora. Servicio de Planificación y Estudios.

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Dirección General de Patrimonio Cultural. Consejería de Cultura y Turismo. Junta de Castilla y León

12. Protección, conservación y gestión sostenible de las cuevas con arte rupestre en la Cornisa Cantábrica . . . . . . . . . Roberto Ontañón Peredo. Director. Museo de Prehistoria y Arqueología y de las Cuevas Prehistóricas

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de Cantabria. Dirección General de Cultura. Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de Cantabria

13. Actuaciones de registro, documentación y conservación preventiva en sitios con arte rupestre en Asturias . . . . . Beatriz García Alonso. Departamento de Conservación-Restauración, Museo Arqueológico de Asturias

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14. Conservation of rock art sites in Valle Camonica (Italy) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Raffaella Poggiani Keller. Soprintendente per i beni archeologici della Lombardia

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15. Nuevas tecnologías aplicadas al arte rupestre: los modelos de las cuevas de La Griega (Pedraza) y Candamo (Asturias) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . María Soledad Corchón Rodríguez. Universidad de Salamanca. Departamento de Prehistoria 16. Petroglifos y paisaje social: de la conservación preventiva a la configuración del relato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Manuel Rey García. Director. Parque Arqueolóxico da Arte Rupestre Campo Lameiro. Consellería

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de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria. Xunta de Galicia

17. Actuaciones de conservación de arte rupestre en la Comunidad Autónoma de Aragón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . María Ángeles Hernández Prieto. Jefa del Servicio de Prevención y Protección de Patrimonio Cultural.

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Dirección General de Patrimonio Cultural. Gobierno de Aragón

José Ignacio Royo Guillén. Arqueólogo. Servicio de Prevención y Protección de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural. Gobierno de Aragón

18. La conservación del arte rupestre patrimonio mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cristina Lafuente Martínez. Secretaría de Estado de Cultura. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Alicia Torija López. TUFTS University

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Actas Jornadas Técnicas “La Conservación del Arte rupestre: Sostenibilidad e integración en el paisaje”. Octubre de 2013 [pp. 197/210]

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La conservación del arte rupestre patrimonio mundial Cristina Lafuente Martínez* Secretaría de Estado de Cultura. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Alicia Torija López** TUFTS University “Rock stays, Earth stays (…) Ground and rock, he can’t move. Cave, he never move. No-one can shift that cave, because it dream. It story. It law. This law, this country, this people, no matter what people, red, yellow, black or white, (…) My people all dead. (…) Young people, I don’t know if they can hang onto this story. But, now you know this story, You responsible now. Might be you can hang on. Hang on to this story. To this earth.” Bill Neidjie “We don’t know how many thousand years that painting was there. Our Aborigine never writing, no date, no anything. No one bin make everything … only painting and stone axe. Ironwood - spear, bamboo … all burn, you can’t see.” Bill Neidjie Abstract

Resumen

The rock art is a very vulnerable heritage. Therefore the World Heritage list should reflect its importance, in order that real efforts be made for their protection and conservation. There are many dangers that threaten this Outstanding Universal Value: natural disasters, armed conflicts, uncontrolled urbanization, excessive impact of tourism, etc. It becomes necessary therefore that we bear in mind the particularities of this type of cultural heritage to approach the study, cataloguing, research, inventoried or mapping, fundamental steps to enforce effective conservation. The UNESCO has established several mechanisms for monitoring the state of conservation of properties, such as periodic reports, reactive monitoring and reinforced monitoring. Spain, with a total of 774 shelters and caves with rock art inscribed on the World Heritage List, is aware of the need to apply exceptional measures for the conservation of this type of heritage.

El arte rupestre es un patrimonio muy vulnerable. Por ello la Lista de Patrimonio Mundial debe reflejar su importancia, con el fin de que se realicen verdaderos esfuerzos para su protección y conservación. Los peligros que atentan contra este Valor Universal Excepcional son muy numerosos, tales como desastres naturales, conflictos armados, urbanización descontrolada, o un excesivo impacto del turismo. Se hace necesario por tanto tener presente las particularidades específicas de este tipo de bienes para abordar su estudio, catalogación, investigación y cartografiado, pasos fundamentales para hacer efectiva la conservación. La UNESCO ha establecido varios mecanismos de seguimiento del estado de conservación de los bienes, a través de informes periódicos, monitoreo reactivo y seguimiento reforzado. España, con un total de 774 abrigos y cuevas con arte rupestre declarados Patrimonio Mundial, es consciente de la necesidad de aplicar medidas excepcionales para la conservación de este tipo de patrimonio.

* [email protected]

** [email protected]

CRISTINA LAFUENTE MARTÍNEZ / ALICIA TORIJA LÓPEZ [ 196 ]

del patrimonio cultural y natural de todo el mundo considerado especialmente valioso para la humanidad. Este objetivo cristalizó en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural aprobada por la UNESCO en 1972, que establece de esta forma un marco apropiado para la preservación de nuestro patrimonio común, en beneficio tanto de las generaciones actuales como de las futuras. (Figura 1). El Valor Universal Excepcional (VUE) de los bienes del patrimonio natural y cultural se atestigua mediante la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial, asegurando así su conservación y protección a través de una estrecha cooperación entre naciones. La inclusión de un bien en la Lista de Patrimonio Mundial implica como primer paso la presentación de una propuesta de inscripción a partir de la preparación de un expediente que incluye conceptos fundamentales como la declaración de Valor Universal Excepcional del bien y la descripción detallada del mismo y de su estado de conservación.

Figura 1. Montaña sagrada de Sulaiman-Too. Kirguizistán. Foto: cesión Sulaiman-Too Cultural Landscape Managers.

El arte rupestre, testimonio de creencias y pensamiento conceptual del hombre en las sociedades tradicionales, ha perdurado mucho más que cualquier otra tradición artística del mundo. Se remonta a hace más de 30.000 años en muestras situadas en paredes de cuevas o abrigos. Las manifestaciones de arte rupestre se comportan como un idioma mundial en términos de universalidad geográfica, documentándose una enorme concentración de representaciones con un amplio factor de durabilidad y continuidad. Su cantidad, calidad, duración y expansión son atributos recurrentes en todas las geografías del planeta, sin olvidar que lo que queda hoy es una pequeña fracción de lo que existía. Entre los cometidos que tiene la UNESCO está el de promover la identificación, la protección y la preservación

Los organismos consultivos de la Convención –ICOMOS, ICCROM y UICN– tienen como tarea fundamental la evaluación de nuevas candidaturas, examinando in situ el bien objeto de la propuesta para verificar su valor y grado de conservación, así como para informar sobre el seguimiento del estado de conservación de los bienes declarados. El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), organización no gubernamental con sede en París, tiene como objetivo principal promover la aplicación de la teoría, la metodología y las técnicas científicas a la conservación del patrimonio arquitectónico y arqueológico. Su labor se basa en los principios de la Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de Monumentos y Sitios (la Carta de Venecia) de 1964. Es en concreto uno de sus comités especializados, el Comité Científico Internacional de Arte Rupestre del ICOMOS, (CAR) quien se ocupa de la aplicación de la Convención en relación a la singularidad y peculiaridad de los sitios de arte rupestre. El Comité de Patrimonio, órgano responsable de la aplicación de la Convención, es quien adopta en su reunión anual, la decisión final sobre la inscripción de las candidaturas en la Lista de Patrimonio Mundial.

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Figura 2. Refugios rupestres de Bhimbetka. India. Foto: cesión Bhimbetka Cultural Landscape Managers.

El compromiso para la conservación del arte rupestre de los sitios declarados Patrimonio Mundial se garantiza gracias a los planes de gestión. Cada bien propuesto deberá contar con un plan de gestión adecuado o con otro sistema de gestión documentado que especifique cómo se conservará el Valor Universal Excepcional del bien. El sistema de gestión tiene por objeto asegurar la protección eficaz del bien propuesto para las generaciones presentes y futuras. El plan de gestión no sólo se referirá a las manifestaciones rupestres, sino que deberá también indicar con precisión cómo se protegerán los lugares rupestres a fin de mantener su integridad. En este sentido, es fundamental establecer una estrategia de conservación adecuada que comprenda tanto el arte rupestre como el lugar en el que se encuentra. La Convención de Patrimonio Mundial considera patrimonio cultural no sólo el elemento aislado o formando un

conjunto, sino también su integración en el paisaje del que forma parte. El arte rupestre está ligado al paisaje, y su conservación sólo puede entenderse conservando también el paisaje en el que se inserta. Un sistema de gestión impulsado por valores universales debe basarse en un enfoque amplio que se apoya en una orientación teórica y metodológica que incluye por tanto este paisaje, y que incluye el territorio (yacimiento/yacimientos) entendido como un espacio cultural y social y que debe describirse en sus términos geológicos, geográficos, geomorfológicos y bioclimáticos (condiciones pasado/presente), explicando así la intención cultural para intervenir en el paisaje. Es fundamental entrelazar valores de conservación natural con valores culturales de algunos sitios que han sido inscritos en la Lista como paisajes culturales, sitios mixtos o lugares naturales sin obviar en ningún caso la autenticidad.

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No resulta difícil ver las ventajas que supone incluir un bien en la lista de Patrimonio Mundial: se reconoce que ese bien posee un valor excepcional y que lo hace singular a nivel mundial. Se cuenta además con el aval de la UNESCO, organismo que aporta su experiencia y prestigio con lo que el bien pasa a ser conocido por una mayor cantidad de personas y aumenta el número de visitantes. El potencial del concepto de Patrimonio Mundial reside en su énfasis en la igualdad humana, el destino común y la administración compartida de la tierra, lo que en definitiva supone una confrontación a los enfoques que se “apropian” del patrimonio como un arma más para el conflicto y la dominación. Según las últimas publicaciones sobre el tema (Sanz, 2012) hay 35 sitios con arte rupestre en el mundo declarados Patrimonio Mundial. Siguiendo con la categorización del WHC hay ocho en África, cuatro en Países Árabes, cinco en la región de Asia-Pacífico, trece en Europa y Norteamérica y cinco en la región de Latinoamérica y Caribe. Estos datos se ven modificados año tras año con la inclusión de nuevos sitios, así en este 2014 se incorporó a la lista la Cueva del Pont d’Arc (Francia), conocida como Cueva de Chauvet. Analizando la Lista de Patrimonio Mundial y, en concreto, los bienes de arte rupestre inscritos, se hace necesario destacar una serie de aspectos recogidos ya en numerosa bibliografía (Sanz, HEADS Programme y otros). En primer lugar la existencia de gran cantidad de manifestaciones localizadas en un mismo sitio arqueológico, y la continuidad de éstas en el tiempo. En este sentido podemos mencionar el caso de Tzodilo (Botswana) con 4.500 pinturas correspondientes a 100.000 años de historia dispersas en 10 kilómetros cuadrados. Otro hecho a resaltar es la representación de ceremonias, rituales y prácticas económicas que muestran formas de vida en comunidad y representaciones de control simbólico y productivo del territorio, y que siguen en uso hasta hoy, como en el caso de Chongoni y Matobo Hills, en Zimbabwe. En este sentido existen lugares donde las representaciones rupestres pasan a formar parte del imaginario de poblaciones actuales, reproduciendo imágenes en sus espacios domésticos o ceremoniales contemporáneos, como en el caso de Bhimbetka, en India. (Figura 2). En un número significativo de esos lugares, los sitios rupestres han

permanecido en el imaginario de las comunidades durante siglos e incluso milenios. Con relación al territorio y al paisaje, existen lugares directamente relacionados con formas de migración animal, que prueban la adaptabilidad cultural humana en geografías de cambio estacional significativo, como en Tassilli n’Ajjer, en Algeria. Sin embargo, a pesar de ser la expresión artística de mayor duración y universalidad, no llegan a 40 los lugares inscritos de los 1007 bienes culturales y naturales que incluye la Lista de Patrimonio Mundial. Se trata sin duda de una selección muy restringida, más teniendo en cuenta que no todos se encuentran incluidos en la lista por su categorización como arte rupestre. La problemática de estos sitios de arte rupestre inscritos es muy diversa, debido a la diferente situación en la que se encuentra cada bien. En la Lista de Patrimonio Mundial nos encontramos desde lugares que se inscribieron recientemente a otros que lo fueron hace más de treinta años; el parque nacional de Kakadú (Australia), inscrito en el año 1981, aunque con distintas ampliaciones y reformulaciones, fue el primer lugar con arte rupestre declarado en la Lista de Patrimonio Mundial por la diversidad de técnicas y sitios, así como por contar con asentamientos humanos actuales. (Figura 3). En la lista en general hay tanto yacimientos arqueológicos donde las comunidades locales son esenciales para conservar una vida cultural contemporánea del lugar, como sitios donde los visitantes son la única comunidad significativa en el área protegida; desde lugares muy conocidos y en áreas accesibles, hasta lugares situados en algunas de las geografías más remotas de nuestro planeta. Al analizar la Lista de Patrimonio Mundial y la problemática existente se evidencia la necesidad de inscribir el arte rupestre de algunas culturas arqueológicas que ya están representadas en la Lista, pero de las que no existe expediente de inclusión de sus manifestaciones rupestres. Un ejemplo sería la cultura maya, donde las manifestaciones rupestres en cueva no han dado pie a un expediente, como es el caso de la cueva de Naj Tunich, en Guatemala. Otra de las cuestiones a tener en cuenta sería la necesidad de fomentar formas de cooperación que permitieran inscribir sitios seriados, atendiendo al carácter vinculante

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de manifestaciones artísticas que no entienden de fronteras institucionales o políticas. Es fundamental la cooperación y el trabajo en común para inscribir sitios con manifestaciones rupestres que se encuentran en diferentes países o regiones pero que pertenecen a un mismo conjunto artístico y cultural. Otra de las reflexiones sería la de plantear un estudio etnográfico y antropológico combinado con la conservación e interpretación del arte rupestre. En este sentido sería interesante integrar registros orales que complementaran su significación como testimonio de la práctica y significación de las manifestaciones rupestres. La conservación del arte rupestre es un esfuerzo de colaboración que requiere la contribución de arqueólogos, etnógrafos, antropólogos, lingüistas, conservadores, población local y asesoría técnica internacional. Actualmente, los expertos responsables de procesos de nominación en marcha examinan los puentes metodológicos entre las manifestaciones de arte rupestre, la antropología y la arqueología, y solicitan ayuda de institutos de investigación aplicada a la conservación.

Figura 3. Nabulwinjbulwinj (Anbangbang Gallery) en Parque Nacional de Kakadú. Australia. Foto: Alicia Torija.

Dentro de este enfoque podríamos incluir los modelos etnográficos de producción y significado del arte. La etnografía también señala otros hechos importantes, demostrando que el rupestre es un arte que está situado dentro de la vida real. Es necesario, por tanto, tener en cuenta la importancia cultural de los vínculos de las manifestaciones rupestres con las prácticas rituales, ceremonias o peregrinaciones rituales, y encontrar soluciones de compromiso entre el uso social del sitio y las agendas internacionales sobre conservación. En consecuencia, el plan de gestión deberá describir la filosofía y dirección necesarias para respetar este espíritu, reconciliar intereses encontrados e identificar prioridades para la asignación de recursos disponibles. En general, la conservación del arte rupestre es tan variada y compleja como el arte rupestre en sí mismo; y en un sentido resumido se trata de una preocupación unifi-

cadora de gestión, academia y arqueología pública afrontada desde distintos ángulos. La conservación (Walderhaug, 2000) es una cuestión no ya de intereses, si no una obligación moral. Cuidar, mantener vivo, continuar la práctica de costumbres, preservar en su forma original y proteger de cualquier daño, pérdida o cambio, en definitiva “congelar” de algún modo el pasado (remoto o no) en el presente y para el futuro. Evidentemente todo el arte rupestre inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial tiene valor universal, pero se han planteado en la bibliografía las siguientes cuestiones: ¿es representativo el arte rupestre inscrito respecto al existente? ¿Cuál es el arte rupestre de valor universal que debe inscribirse? ¿Son suficientes las inscripciones de arte rupestre? Teniendo en cuenta que en muchos lugares el arte rupestre es el único testimonio del pensamiento simbólico

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Figura 4. Dibujo de la sala de polícromos de Altamira (Cantabria, España). Publicado por M. Sanz de Sautuola en 1880. Dominio Público.

de la humanidad desde nuestros orígenes, y es además la más universal de las categorías, podríamos afirmar que no está ni suficiente, ni equilibradamente, presente en la Lista de Patrimonio Mundial. Formar parte del grupo de bienes declarados Patrimonio Mundial supone no sólo un reconocimiento al Valor Universal Excepcional que encarna dicho elemento, sino un compromiso con su conservación y protección. España, con un total de 774 abrigos y cuevas con arte rupestre declarados Patrimonio Mundial, es consciente de la necesidad de aplicar medidas excepcionales para la conservación de este patrimonio. (Figura 4). Por ello, son varias las iniciativas que lleva a cabo nuestro país desde un punto de vista multidisciplinar, teniendo en cuenta las particularidades específicas de este tipo de bienes para abordar su estudio e investigación, catalogación, inventariado y cartografiado. Entre ellas podemos destacar el Programa HEADS que se lleva a cabo desde el Centro de Patrimonio Mundial, con la financiación de los Fondos Extrapresupuestarios Españoles. Sus focos centrales de actuación son la Evolución Humana, el Arte Rupestre y los Sitios Prehistóricos.

El programa HEADS (Human Evolution Adaptations, Dispersals and Social Developments), nace de la Decisión 32 COM/10A, aprobada durante la 32ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial que se celebró en Quebec, Canadá, con la Iniciativa Temática «Prehistoria y Patrimonio Mundial». Tras reconocer que la Prehistoria estaba infrarrepresentada en la Lista del Patrimonio Mundial, se decidió iniciar una serie de debates sobre Prehistoria y Patrimonio Mundial, y presentar posteriormente los resultados en la 33ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial que tuvo lugar en Sevilla en junio de 2009. Así, se llevó a cabo un exigente proceso a lo largo de todo un año a través de consultas a expertos académicos, instituciones científicas, representantes de órganos consultivos y miembros del Comité del Patrimonio Mundial para determinar las prioridades de la cooperación sobre Prehistoria y arte rupestre. El Programa fue diseñado para conseguir resultados en relación con la conservación, creando iniciativas de hermanamiento entre sitios con arte rupestre para compartir información en cuestiones de conservación preventiva y de buenas prácticas. Asimismo, con relación a la formación, fomentando una colaboración entre expertos,

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universidades, instituciones, órganos consultivos y el Centro de Patrimonio Mundial para desarrollar programas de capacitación sobre gestión y conservación de los sitios prehistóricos. Otra línea de actuación es la revisión de las Listas Indicativas nacionales y regionales a la luz de los estudios temáticos llevados a cabo por los organismos consultivos. Con relación a la comunicación, uno de los objetivos es la creación de una red global de intercambio de información y un foro en línea, así como la de facilitar la publicación de monográficos sobre la Prehistoria. Otro de sus focos más reseñables es fomentar el conocimiento de estas manifestaciones por parte de la comunidad local, como vestigio vivo de su pasado, como parte de su patrimonio, del patrimonio de todos, como fuente de riqueza cultural y como posible foco de desarrollo. (Figura 5). Desde 1992, la categorización de Paisaje Cultural en el seno de la Convención permite una mejor forma de contextualizar todo lo que acompañaba a la cultura de los sitios rupestres. Las manifestaciones excepcionales de arte rupestre se encuentran con mucha frecuencia en áreas naturales protegidas que se han inscrito en la Lista como propiedades naturales, y su conservación debería tener en cuenta tanto los valores naturales como culturales de un yacimiento. El arte rupestre está ligado al paisaje, al relieve y a la hidrografía, aunque en los milenios transcurridos desde su creación el paisaje haya cambiado y sea hoy muy diferente. Su conservación sólo puede entenderse –sólo debe hacerse- conservando también el paisaje en el que se inserta, que a menudo mantiene el valor singular y rico que lo hizo elegido por gentes remotas para su realización. Además, por su dispersión y accesibilidad, conviene garantizar su conservación implicando a las poblaciones locales actuales. Por otra parte, al conservar y valorar su entorno podemos garantizar la conservación de los depósitos arqueológicos vinculados a los grupos autores del arte correspondiente. (Figura 6). El cambio climático mundial aumenta también el riesgo de catástrofe sobre los bienes patrimonio mundial y los sistemas ecológicos. Cualquier modificación en el clima conduciría a la desestabilización de las condiciones ambientales y sociales alrededor del planeta. Los ciclos climáticos asociados a episodios de sequía e inundación,

Figura 5. Portada de uno de los libros promovidos dentro del programa HEADS. Imagen de elaboración propia.

y las variaciones del nivel del mar y el cambio de configuración de tormentas e inundaciones vinculadas al cambio climático aumentan el riesgo de catástrofes en las áreas protegidas. Estas perturbaciones podrían poner en peligro la conservación de ecosistemas naturales y la sustentabilidad de sistemas socioeconómicos. El año 2006 estuvo marcado por el inicio de un nuevo capítulo en el compromiso del Centro del Patrimonio Mundial con los problemas relativos al cambio climático. A instancias del Comité del Patrimonio Mundial tuvo lugar un encuentro de expertos para analizar la naturaleza y la escala de los riesgos ligados específicamente al cambio climático, a los cuales los bienes del Patrimonio Mundial están sometidos, y discutir sobre los impactos actuales y futuros.

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Figura 6. Paisaje cultural de arte rupestre de Gosbustán visto desde la montaña de Beyukdash. Azaerbayan. Foto: cesión Gobustan Rock Art Cultural Landscape Managers.

Los estudios, recogidos en varios memorandos y ratificados en el Comité de Vilnius, concluyeron que el cambio climático ya está afectando a la conservación de los bienes del Patrimonio Mundial, tanto natural como cultural. Dentro de la Lista, los yacimientos arqueológicos en general y el patrimonio rupestre en particular, resultan especialmente sensibles por su fragilidad a estos cambios. Actualmente en varios sitios del Patrimonio Mundial están siendo llevados a cabo estudios para observar los impactos del cambio climático y planear las medidas de adaptación adecuadas. Pero la red del Patrimonio Mundial es también una herramienta apropiada tanto para compartir lo aprendido y promover las mejores prácticas, como para despertar la conciencia del público respecto de los impactos del cambio climático, utilizando su alto valor simbólico. En este sentido se han publicado ya trabajos referidos a bienes arqueológicos como Chan Chan y Chavín en Perú, o Ivvavik en Canadá. (UNESCO, 2009). En esta imperiosa necesidad de examinar cómo afrontar los problemas globales que se refieren al Patrimonio Mundial, se incluirían los esfuerzos relativos a la gestión

general de “desastres” con los esfuerzos realizados por el ICCROM, que incluyen tanto cursos que refuerzan capacidades y ayudan a autoridades y gestores, como la publicación de un manual en varios idiomas sobre la Gestión del Riesgo de Desastres para Patrimonio Mundial. En este apartado conviene recordar también que entre estos riesgos se encuentra la presión masiva que en muchos casos ejerce el turismo. Las mayores amenazas para la conservación del arte rupestre, tienen, en opinión de diversos autores (Stanley-Price, 2000; Renfrew, 2008), un origen humano. Los desastres naturales, los conflictos armados, la urbanización descontrolada, las guerras o el excesivo desarrollo turístico plantean enormes problemas de conservación en los sitios de Patrimonio Mundial de arte rupestre. Por ello, cuando se pone en peligro el Valor Universal Excepcional que encarna un bien y existe una amenaza en la conservación del mismo, éste puede ser incluido en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro (en la actualidad ningún lugar con la categoría de arte rupestre se encuentra en esta lista), y se examina con mayor atención su evolución.

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Se trata de un mecanismo previsto por la Convención para la mayor protección sobre determinados bienes y la implicación de la comunidad internacional, que colabora, desde un punto de vista económico o técnico, con los Estados que no pueden asumir la conservación de sus bienes. La noción de sostenibilidad se hace absolutamente necesaria cuando hablamos de actuaciones que se aplican a un territorio con un patrimonio natural, histórico, humano y turístico. España tiene 44 sitios declarados Patrimonio Mundial, de los cuales 35 son culturales, 3 naturales y 2 mixtos. De entre ellos se incluyen en la categoría de arte rupestre: Altamira, declarado en 1985, y ampliado con el Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica (17 sitios más) en 2008; el Figura 7. Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. Fuente del Trucho. España. Arte Rupestre del Arco Mediterráneo declaFoto: Pilar Fatás. rado en 1998. A ellos hay que sumar el reconocimiento en 2010 para el conjunto de Siega Verde, que con sus 645 grabados se une así a la unificar las distintas acciones, desde el catálogo y modelo declaración portuguesa de Yacimientos de Arte Rupestre de base de datos hasta análisis de arte rupestre. Se han Prehistórico del Valle del Côa inscritos en la Lista desde realizado ciclos de conferencias en Lisboa y Salamanca. 1998. Se trata por tanto de una declaración transfronteRespecto a las acciones de difusión, destacamos la exporiza que sin duda constituye el conjunto de arte rupestre sición itinerante “El arte de la luz. Vale do Côa Siega paleolítico al aire libre más relevante de Europa. No Verde” que ha estado en lugares Patrimonio Mundial podemos tampoco dejar de mencionar aquí la Cuenca como: Salamanca, Lisboa, y Burgos. Se ha realizado asiarqueológica de Atapuerca declarada en el 2000 y que mismo un mapa con las rutas de los recursos culturales contiene un conjuntos significativo de arte rupestre de la explicando el territorio. En el caso del Arte Rupestre del Prehistoria reciente (entre 4.000 y 2.800 a.C.). Arco Mediterráneo de la Península Ibérica (ARAMPI), la dificultad radica en tratarse de un bien formado por 757 Independientemente de la naturaleza, número de eleabrigos situados en 6 Comunidades Autónomas diferenmentos o localización de los mismos, cuando un bien es tes: Andalucía, Murcia, Valencia, Aragón, Cataluña y declarado Patrimonio Mundial es necesario que exista un Castilla La Mancha. (Figura 7). Para aunar trabajo es órgano de gestión que centralice toda la comunicación necesario un órgano que ponga en comunicación a todos con el WHC (Centro de Patrimonio Mundial) y se ocupe los agentes implicados, administraciones y técnicos. En de recopilar toda la documentación en respuesta a sus este caso se trata del Consejo de Arte Rupestre del Arco requerimientos; ya sean cuestiones cartográficas, declaraMediterráneo de la Península Ibérica (CARAMPI). ciones, o informes periódicos, todo debe proceder de un En el caso de la Cueva de Altamira y Arte Rupestre Palemismo órgano. En el caso de Siega Verde, se trata de un olítico de la Cornisa Cantábrica, se creó una Comisión bien transfronterizo, y para su gestión se firmó un acuerdo de Coordinación el 11 de octubre de 2007 que quedó entre administraciones para establecer un seguimiento y

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constituida el 4 de febrero de 2008 con el objeto de formalizar una estructura permanente de cooperación entre las Comunidades Autónomas de Asturias, Cantabria, País Vasco y el Ministerio de Cultura. El fin último es el desarrollo de las tareas de conservación, protección, investigación, gestión y difusión del bien Cueva de Altamira y Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica. Dicha comisión se dotó de un estatuto y se completó con una comisión técnica. La IV reunión de la Comisión de Coordinación y de la Comisión Técnica tuvo como principal objetivo aprobar el texto de Buenas Prácticas en la gestión de las cuevas con arte rupestre paleolítico, figurando la conservación como una parte relevante de las mismas (Lasheras, et alii., 2012). Dentro de las actividades de difusión podemos destacar la exposición itinerante “Un viaje planetario. Arte Rupestre Patrimonio Mundial” que invita a recorrer los cinco continentes a través del arte rupestre representado en la Lista de Patrimonio Mundial. La UNESCO ha establecido varios mecanismos de seguimiento del estado de conservación de los bienes. En primer lugar los informes periódicos, que se llevan a cabo cada seis años y proporcionan un balance de la aplicación de la Convención de Patrimonio Mundial facilitando información actualizada y registrando posibles cambios en el estado de conservación de los bienes. En el ámbito de los bienes de arte rupestre es fundamental definir unas líneas metodológicas que ayuden a los países a mejorar las formas de conservación integrada de estos sitios. En segundo lugar, se utiliza el mecanismo de monitoreo reactivo, consistente en el seguimiento de un bien que se encuentra amenazado por alguna circunstancia. Por último, y para casos de máxima urgencia, existe el seguimiento reforzado, cuando es necesario un seguimiento más continuado y constante el cual se activa cuando existe un peligro, real o potencial, de pérdida o afección al Valor Universal Excepcional en un bien incluido en la Lista de Patrimonio Mundial. Repasemos, para ir concluyendo, las estrategias que se han planteado desde distintos ámbitos para afrontar los problemas globales en la conservación de arte rupestre (Herráez, 1996; Clark, 2004; Walderhaug, 2000; Documento Marco, 2013):

• Aplicación proactiva de la Convención del Patrimonio Mundial para promover la conservación a gran escala. • Conforme a lo dispuesto en la Carta de Venecia, la conservación y restauración debe ir siempre acompañada de un programa de documentación bien definido. • Elaborar directrices de evaluación de impacto arqueológico para los sitios. • Implementación de metodologías de bajo costo para supervisar VUE in situ. • Promover la investigación aplicada a la conservación insistiendo en la investigación y la tecnología (fotografías multiespectrales, termografías…). Uso de un enfoque proactivo y buscando en lo posible métodos no intrusivos que eviten el uso de sustancias nocivas. • La evaluación de factores intrínsecos y extrínsecos de deterioro, medioambientales, biológicos y geológicos, antrópicos, etc.; análisis de conservación física de los yacimientos (en aspectos tanto observables como no observables). La fragilidad del lecho de roca que soporta el arte rupestre y que acelera la erosión. La pérdida de integridad física de la roca soporte. • Monitoreo de los diferentes parámetros que afectan a la conservación para ayudar en la comprensión adecuada de los procesos, reforzando los trabajos en curso, y evaluando la efectividad de los trabajos de conservación ya realizados. Esto permitirá por tanto el mantenimiento o reformulación de los planes de conservación ya existentes. • Desarrollar protocolos y / o normas internacionales sobre la intervención tanto en cuevas como en abrigos. Protocolos que deben consensuarse, actualizarse y “globalizarse”. Cualquier actuación directa se hará bajo la supervisión de equipos interdisciplinares. • Jerarquización en las zonas que deben ser protegidas, dando prioridad a las que requieran una mayor atención. Aunque resulte dramático, es realista pensar que los recursos son siempre limitados, por lo que habrá que elaborar un método que seleccione en función de su singularidad, los resultados del monitoreo, etc. las zonas de conservación prioritaria. • Apoyo a los programas de conservación ya existentes, y elaboración de manuales de buenas prácticas.

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Figura 8. Sitios de arte rupestre prehistórico del valle del Côa y Siega Verde. Siega Verde. España. Foto: Museo de Altamira.

• Desarrollar mecanismos para evaluar el impacto del turismo viable para los sitios relacionados. Realizar un control de acceso a los sitios o mantenerlos cerrados al público, es un método de conservación. Existen ejemplos que demuestran lo valioso que resulta el acceso controlado a los sitios en España, Portugal y Malawi (zona de arte rupestre de Chongoni), aunque a la vez debe tenerse en cuenta que esto acarrea también algunos inconvenientes: un menor número de visitantes puede suponer menores ingresos para la gestión del sitio, y se debe explicar a los visitantes la importancia de cumplir con el protocolo de conducta en los sitios de arte rupestre. • Deben incluirse protocolos de uso turístico, y si es posible se debe fomentar que los administradores/gestores del sitio reciban formación o reentrenamiento en gestión turística. Muchos administradores de este tipo de sitios se sienten frustrados por no contar con recursos suficientes para el patrimonio, aun estando insertos en el Patrimonio Mundial.

• Se estudiará de manera pluridisciplinar la idoneidad (o no) de que todos los enclaves sean accesibles al público. En cualquiera de los casos se deben estudiar modos que permitan a las personas discapacitadas disfrutar también del sitio –en este sentido, las páginas web y los centros de interpretación pueden resultar útiles–. • Adecuación de cerramientos perimetrales que detengan procesos de degradación y recuperen la visibilidad de los conjuntos. Reforzamiento del mantenimiento del equilibrio ecológico del entorno natural, combinada con arreglos cuidadosos para limitar el acceso, tanto para los visitantes como a los animales de pastoreo. • Trabajar en las mejoras necesarias referidas a la legislación que rige, legislación que debe proteger no solo las zonas con arte rupestre declarado, sino también sus entornos. • Proporcionar y promocionar estudios de casos de investigación avanzada para la conservación, aumentando los

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estudios que incluyen una mayor cooperación entre instituciones y países. • Debe potenciarse una revitalización de la labor del WARA (World Archive of Rock Art) a efectos de implementar adecuadamente la Convención de Patrimonio Mundial. • Asegurar que los procesos de valorización, conservación y gestión deben ser social y culturalmente participativos. El arte rupestre es un patrimonio muy vulnerable, y lo que ha llegado a nosotros es una ínfima parte de lo que existió. La Lista de Patrimonio Mundial debe reflejar su importancia, y para ello se ha hecho hincapié en la necesidad de llevar a cabo estudios temáticos, se han elaborado pautas de buenas prácticas, y se ha puesto de manifiesto la necesidad de armonizar las Listas Indicativas de los países incluyendo sus sitios rupestres; así como de establecer la posibilidad de crear candidaturas rupestres seriadas en las que se incluyan manifestaciones relacionadas. (Figura 8). El resultado de todas las investigaciones y estudios relacionados con el arte rupestre, llevados a cabo por el programa HEADS o por cualquier otro nivel institucional, deben aunarse para mejorar la protección de este frágil patrimonio. El estado de conservación en el que ha llegado a nuestros días, unido a su naturaleza y emplazamiento, son las principales causas que dificultan su protección. Pero junto a la problemática que encarna esto, encontramos factores

positivos como la oportunidad de desarrollo para pequeños lugares alejados de núcleos urbanos. El carácter simbólico de los sitios del Patrimonio Mundial es un importante valor que puede ayudar a despertar la conciencia y el entusiasmo del público, y por lo tanto a obtener su apoyo para tomar precauciones y medidas preventivas de adaptación al cambio climático y al resto de riesgos que amenazan estos bienes. La conservación de los sitios del Patrimonio Mundial es observada y evaluada con atención, y cualquier impacto adverso es sistemáticamente comunicado al Comité del Patrimonio Mundial, que recomienda las medidas correctivas apropiadas. La conservación del patrimonio constitutivo del arte rupestre es un argumento central de máxima importancia, considerando que es irremplazable e inalienable. Pinturas y grabados proporcionan las mejores evidencias de la transmisión de pensamientos y creencias a través del arte. El incremento en la protección de estos lugares tan vulnerables, ya estén inscritos o en proceso, así como el desarrollo de investigaciones científicas que amplíen nuestro conocimiento y comprensión sobre el comportamiento del ser humano, son el mejor modo de CONSERVAR para las generaciones futuras el precioso legado que nos ha sido confiado. Hacerlo adecuadamente es nuestra responsabilidad, y debe ser nuestro compromiso cumplir con el desafío.

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