La conservación de los grabados rupestres gallegos. Una revisión general del problema

Share Embed


Descripción

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

LA CONSERVACIÓN DE LOS GRABADOS RUPESTRES GALLEGOS. UNA REVISIÓN GENERAL DEL PROBLEMA1. Fernando Carrera Ramírez Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia. [email protected]

Durante todos estos años, me resistí a creer lo que el silencio y las ruinas me mostraban claramente Julio Llamazares, La lluvia amarilla. Si se hiciera en Galicia una encuesta para saber qué tres yacimientos-tipo puede identificar con prontitud la gente, es muy probable que fueran señalados, no necesariamente en este orden, los siguientes: castros, dólmenes y petroglifos. Esto reafirma la capacidad de esos "iconos" de igualarnos ante un pasado común, de identificarnos como pueblo, como parte de una cultura reconocible. En definitiva, confirma la importancia del valor simbólico que poseen. Aunque la idea anterior no aflore en los individuos como proceso racional, y no sea por tanto un valor habitualmente asignado al Patrimonio Arqueológico, es para nosotros la más importante de las razones que justifican cualquier propuesta que se haga en el sentido de favorecer su preservación, y en un grado mayor, de exponer públicamente algunos ejemplos relevantes de cada uno de los tipos señalados. Esta reflexión, lo sabemos, no es novedosa, pero sirve para presentar otra que será eje de lo que viene a continuación. A saber, que hace ya tiempo que tanto Administraciones como profesionales compartimos la idea de la necesidad de mejorar los mecanismos de protección del grupo galaico de arte rupestre al aire libre, los petroglifos. Asimismo parece haber un

1 Como en otro artículo reciente, algunas de las ideas aquí expresadas provienen de productivas conversaciones con J.

Carlos Castro Carrera. A él y a los que, como él, creen sinceramente en la vertiente social de nuestra profesión va dedicado este escrito.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

general acuerdo en cuanto a la necesidad de exhibir2 adecuadamente algún conjunto significativo de grabados.Y sin embargo, al día de hoy no podemos sino señalar la ausencia de una política de protección definida o efectiva, ni se ha desarrollado con éxito plan alguno de exhibición, puesta en valor o musealización de conjunto alguno de petroglifos. Bien al contrario, se podría hacer con facilidad una historia de los desastres recientes lo que resulta, en los Eurotiempos que vivimos, simplemente insoportable. ‑

En fin, nos gustaría plantear un artículo en el que se debatiese sobre virtudes y defectos de las acciones ejecutadas, e intentar proponer soluciones alternativas a algunos de los casos. Por desgracia, eso no puede ser realizado, sino más bien reiniciar una aburrida relación de los procesos de alteración más frecuentes y de las soluciones que pueden ser sugeridas. Firmes defensores de una ciencia positivista, renunciamos a hacer teoría a falta de apoyo empírico. Sin embargo, y por eso he citado el adjetivo "aburrido", con mayor o menor detalle todo lo anterior ha sido ya descrito por nosotros y otros autores. Y por tanto no nos queda otra posibilidad que citarnos y citarles, revisar ideas, reflexiones y, en la escasa medida de lo posible, aportar modestas novedades a un tema que nos produce un cierto sentimiento descorazonador. UNA CUESTIÓN PREVIA: LOS ARQUEÓLOGOS Y LA CONSERVACIÓN Aunque no tenga relación directa con el tema que nos ocupa, no podemos dejar de dedicar unos instantes al análisis del porqué la situación es la antes descrita. Si uno tuviese que identificarse con alguna corriente de pensamiento, podríamos elegir alternativamente el "idealismo ingenuo" o el "comunismo intelectual", corrientes ambas por otra parte inexistentes. Y si al tiempo tuviera que describir sus fundamentos, difícilmente podría añadir algo más que el pleno significado que aportan dos conceptos simples y manidos: confianza y tolerancia. Para mi gusto -en un resumen calificable de simplista- el desuso de ambas actitudes resume cabalmente el origen de problemas más complejos que atenazan desde hace tiempo la actividad arqueológica en Galicia. En efecto, la falta de confianza y una cierta arrogancia intolerante dominan pesadamente la actividad arqueológica, condicionándola hasta el punto de que el cruce de espadas ocupa más tiempo que el empleado en el honroso discurrir de la pluma en el papel. Así, por ejemplo, podemos comparar la inversión financiera en arqueología y la real producción de conocimiento, observando un clamoroso abismo que todos procuramos ocultar. Y aunque 2 Algunas precisiones terminológicas. Personalmente, y bajo el mismo criterio que aceptamos el "imperfecto" término

"Neolítico", acepto como útil el de "Petroglifo", aunque suene antiguo. Y otra precisión, ahora respecto a cómo denominar las actuaciones que tienden a facilitar la comprensión de un resto arqueológico por parte del gran público (paneles, dotaciones informativas, circuitos, etc.), y que superan las meras tareas de conservación. Ya sean los italianos ("musealizzazione"), los franceses ("mise en valeur") o los ingleses ("presentation", "exhibition"), todos han acuñado un termino preciso que nosotros nos hemos limitado a traducir: musealización, puesta en valor, exhibición, etc. Aunque los utilizaré indistintamente, parece interesante llegar a un acuerdo, y concedo mi voto al que me parece menos lastrado de matices difusos, "exhibición".

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

reconozco no ser el más indicado, muchos coincidirán conmigo en afirmar que necesitamos con urgencia nuevos "micro-paradigmas" para la prehistoria gallega, que sobrevive a duras penas con ideas rancias y sólo ocasionales puntos de luz. Ilustrativo es, por ejemplo, el caso de los "lujosos parados": brillantes arqueólogos, casi despectivamente llamados investigadores, barridos de la escena ante el imparable ascenso de la nueva "arqueología de gestión". Su desaparición ha sido falazmente razonada como incompatibilidad entre esta arqueología y la "inamovible" forma de pensar y trabajar de aquéllos, pero al ojo avispado no se le oculta un último deseo de eliminarlos. Permítaseme un símil tal vez poco afortunado pero esencialmente cierto: ¿sabemos apreciar la enorme sabiduría de un abuelo?. Pues quien no sea capaz, está perdido. En un plano más próximo a los objetivos de este escrito, hemos criticado hasta la saciedad la escasa preocupación de muchos colegas hacia cualquier otro aspecto que no fuera el contenido histórico del objeto (sitio, artefacto) arqueológico. Y aunque –obviamente- ese componente es muy relevante, no es el único (simbólico, estético, económico, etc.). Es más, tampoco le compete enteramente a él la valoración del interés de cada uno de esos elementos arqueológicos. Es verdad que la actuación y el análisis arqueológico han permitido la generación de un conocimiento que a la postre favorece la creación y asunción por parte de la Sociedad del concepto Patrimonio Arqueológico. Pero precisamente ese momento nos ata, porque en la esencia del concepto patrimonio está el hecho de que se trata de un bien común, compartido por un grupo social dado –nacionalidad, por ejemplo-.Y en consecuencia, ya no somos nosotros quienes definimos/decidimos porqué debe o no ser conservado, sino que esa enorme responsabilidad debe ser transferida, ya sea a organismos más amplios, ya a grupos interdisciplinares, o incluso a nosotros mismos si intentamos, eso sí, el empleo de parámetros más amplios de los que estamos habituados a utilizar. El arqueólogo es y será el encargado de enriquecer el patrimonio, de aportar y explicar “hallazgos”, pero paradójicamente se ha cargado ahora con la paralela responsabilidad de garantizar su conservación. Y ni siquiera, repito, nos compete en exclusiva la simple valoración de su relevancia cultural, entendida ésta en su sentido más amplio. Así, llegamos a la paradoja de haber colaborado a la creación de una conciencia patrimonial y haber perdido, al tiempo, nuestra independencia como simples investigadores de la Historia. Al final, se nos exige tanto generar conocimiento como garantizar la conservación de los bienes arqueológicos, si es que ambos conceptos pueden ser separados. Y en este momento que existe una cierta inclinación de la actividad arqueológica hacia problemas antes "inexistentes", como es la preservación, parece haber una cierta sensación de que se trata de un pastel a repartir, y que hay que tomar los trozos rápido y, a riesgo de indigestarse, cuanto más grandes mejor. De esa manera, los anteriores problemas y enfrentamientos se están trasladando ahora a nuevos ámbitos (la gestión, la protección), pero las maneras persisten. La falta de confianza, la inexistencia de la presunción de inocencia, la imposibilidad del trabajo en equipo, el escepticismo a una real interdisciplinaridad, el dominio en suma del personalismo sobre una profesionalidad abierta, se mantienen activos envenenando una actividad tan apasionante como la nuestra. Esa culpa debe ser repartida entre todos, no pertenece exclusivamente a quien detenta el poder. Y para adelantarme a la crítica, reconoceré que en este rápido reparto de culpas uno sale

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

asimismo malparado. Terminaré aquí para no convertir este escrito en las actas de unos ejercicios espirituales. Para aclarar ideas, y como prólogo a un escrito en el que se trata un problema que nos afecta a todos, he venido hablando no de epistemología, tipología o datación radiocarbónica. Es mucho más simple, he querido hablar de ética. UN RÁPIDO ESBOZO DEL PROBLEMA. En tanto que problema complejo, no resulta fácil identificar escuetamente los múltiples orígenes que afectan a la conservación de los petroglifos. Y como veremos con posterioridad, a orígenes complejos le acompañan soluciones asimismo variadas e interrelacionadas. Tal vez fuera bueno comenzar por definir si en verdad existe un problema. A saber, aceptando que los petroglifos se están degradando activamente, será bueno reflexionar sobre si este problema resulta una auténtica preocupación desde la perspectiva de la generalidad del cuerpo social, o por el contrario es algo que molesta a un reducido grupo de "expertos". La verdad, a la mayoría de la gente estos asuntos le dejan más o menos indiferente, lo que nos lleva al resbaladizo asunto de la "rentabilidad social" de la arqueología (Benítez de Lugo, 1992). Estos aspectos han sido muy ocasionalmente abordados por los arqueólogos, pero se presentan como el origen profundo de la mayoría de los problemas de conservación del patrimonio arqueológico. Sin pretender entrar a una diagnosis precisa, hemos querido citarlo puesto que su consideración nos coloca ante la necesidad urgente de asumir las facetas "sociales" de nuestra disciplina, que podrían resumirse en la urgencia de mejorar la valoración que del Patrimonio Arqueológico establece la Sociedad (Barbi & Carrera, 1993). Como veremos, el problema no es menor puesto que las mayores alteraciones provienen de las -inconscientes o no- acciones dirigidas por el hombre, ese individuo poco o nada comprometido en un problema que, sin embargo, va a llenar las siguientes y pesadas páginas. La solución, volveremos sobre ello, radica tanto en políticas complejas como en sencillas actitudes personales. Existe otro grupo de razones que calificaríamos como de carácter interno: la especificidad del emplazamiento de los petroglifos en el territorio. Así, se trata de un patrimonio al aire libre e inmueble, lo que lo expone irremediablemente a la acción de una serie de agentes atmosféricos que tienen, lo veremos, una incidencia más o menos profunda en su degradación. Para complicar las cosas, otra característica es su dispersión en un paisaje característico: rocoso, habitualmente montañoso, etc. Esa dispersión impide su tratamiento como conjunto y, por el contrario, exige soluciones -aunque semejantes- individualizadas. Problemas que describiremos como la acción del fuego se basan asimismo en esta dispersión, y exigen de soluciones impactantes (talas generalizadas, por ejemplo). Relacionado con lo anterior, otra característica que se puede argumentar es su escasa visibilidad, o si se quiere su fácil camuflaje en el paisaje en el que se emplaza: un dolmen se ve, no un petroglifo. Muchos procesos destructivos (pistas, obras en general) tienen este origen. Volviendo el argumento del revés, hacer visibles los petroglifos (carteles, rutas, etc.), ha sido señalado (de la Peña, 1995, 268), no sin razón, como el origen de la mayoría de las

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

alteraciones que tienen como expresión el vandalismo. Por último, en este rápido recuento de razones "estructurales", quisiera señalar algunas culpas que debemos asumir los especialistas, y que en parte no son sino concreciones detalladas de problemas señalados en el crítico epígrafe anterior. En principio, no nos ha preocupado especialmente el problema de la preservación del patrimonio arqueológico. Por fortuna, el olvido de esa faceta ineludible se ha venido solventando últimamente, y es necesario reconocer que se ha debido tanto al personal convencimiento como a la acción imperativa de las Administraciones. En todo caso, el problema permanece y, mezclado con el también citado escepticismo frente al trabajo interdisciplinar, queda bien reflejado por ejemplo en la nula penetración en el mercado de trabajo de los restauradores especialistas en arqueología. Aceptando, no obstante, un cierto cambio de mentalidad que como he dicho se puede haber fundamentado en la iniciativa de las Administraciones de Patrimonio, se han ejecutado algunos proyectos, la mayoría fallidos por haber sido concebidos desde una perspectiva calificable, al menos, como poco ambiciosa. Y en particular, por haber nacido del miedo que acompaña al desconocimiento, porque la ignorancia ha dominado muchas de las iniciativas tendentes a la conservación/exhibición del Patrimonio. Se reconoce, enseguida entraremos en ello, la dificultad en diagnosticar las alteraciones y sugerir los medios para la preservación de los petroglifos. Pero al día de hoy todavía no se ha planteado siquiera el diseño de un proyecto interdisciplinar que aborde la valoración la incidencia de las alteraciones, y este trabajo es necesariamente previo a cualquier otra propuesta. Por fortuna, la redacción de este artículo coincide con la puesta en marcha de un Proyecto de Actuación en el conjunto de arte rupestre de Paredes (Campo Lameiro, Pontevedra), lo que nos hace confiar en que algunas de las reflexiones de este escrito queden rápidamente desfasadas. Nuestros leves contactos con el equipo que lo coordina nos hace ser optimistas respecto a la aplicación de criterios y metodologías de trabajo inteligentes. Aunque, no podía ser de otra manera, permanecen algunos de los defectos de siempre3. ‑

Por último, está en el debe de las Administraciones la ausencia de legislación eficaz o, en su caso, de mecanismos que permitan su aplicación efectiva. Desde la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español a la ley 8/1995 do Patrimonio Cultural de Galicia, pasando por regulaciones menores y leyes semejantes en otras Comunidades del Estado, se han dado en los últimos años enormes pasos en la redacción de textos legales cuyo fin último es la protección de dicho patrimonio (Querol & Martínez, 1996). Posiblemente las cosas vayan cambiando lentamente, pero en nuestra percepción es un proceso tenue y demasiado lento. Recurrir a la escasez de recursos financieros sólo justifica parcialmente la ineficacia constatada de la ley. Algunos de los defectos han sido certeramente señalados en otros escritos (de la Peña, 1995,265-266), (Carrera et al. ,1994,48-50) y que podríamos resumir en la autocomplacencia administrativa ante el feliz alumbramiento de una ley que paradójicamente afecta sobre todo a los profesionales. El reto puede ser no la búsqueda de una rígida aplicación, sino de mecanismos paralelos que faciliten y aceleren su eficacia. Y, 3 Cómo calificar la ausencia en ese equipo de alguno de los investigadores más señalados en el estudio de petroglifos

(especialmente en Campo Lameiro) como Antonio de la Peña, Antonio Álvarez Núñez o Jose M. Vázquez Varela.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

como veremos, esos mecanismos pueden ser de extraordinaria simplicidad, aunque requieren -como el buen cocinero- de un toque de imaginación. ALGO MÁS DE DETALLE: SOBRE DEGRADACIÓN De la consulta de los escritos que profundizan en los procesos de alteración que se están verificando sobre el Grupo Galaico de Arte Rupestre (Álvarez, 1982), (Vazquez, 1985), (Carrera, 1988), (Costas & Novoa, 1993), (Carrera et al. ,1994),(de la Peña, 1995), parece haber un general acuerdo en diferenciar dos tipos de agentes: naturales y antrópicos. Empecemos por la responsabilidad del hombre, la más agresiva y que, por desgracia, parece mostrarse más activa. De hecho, la aceleración de la degradación constatada por muchos estudiosos se explica en general por procesos de origen antrópico. Siguiendo la excelente diagnosis realizada por A. de la Peña (1995, 267-269), se establecen cinco procesos diferenciados, a los que ese autor añade la ineficacia de la Administración y la pasividad de los propios arqueólogos: 1. Extracción de piedra. Este tipo de alteración, relacionada con sistemas económicos tradicionales, se presenta en proceso de desaparición. Las grandes explotaciones que las sustituyen son, en teoría, más fácilmente regulables por la legislación patrimonial antes citada. 2. Obras e infraestructuras. Relacionado con la particular distribución de la población gallega, la gran cantidad de pequeñas o grandes obras, especialmente viarias, que se realizan en el ámbito rural explica que resulte "poco menos que imposible su control arqueológico" (de la Peña,1995,267). Esta verdad no oculta las iniciativas que, promovidas por variadas Administraciones, hacen caso omiso de las regulaciones de Patrimonio. No parece ser envidiable la situación de los técnicos que, desde la Administración de Patrimonio, se enfrentan a este tipo de problemática, posiblemente condicionada por superiores intereses políticos. Pero me pregunto si se ha hecho todo lo posible por intercomunicar los intereses de todas las Administraciones, si las agresiones hechas, por ejemplo, desde la Consellería de Agricultura provienen de la mala fe -lo dudo- o de la simple ignorancia. Y desde luego, no es aceptable la aplicación de unas normas y unas sanciones a particulares que ven a su lado cómo entidades superiores (una Administración, una gran empresa) las obvian repetidamente. 3. Repoblación forestal. Sobre este tipo de actuaciones, que conllevan sensibles intervenciones sobre el terreno (pistas, cortafuegos, aterrazamientos) podría aplicarse lo dicho en el punto anterior. A las alteraciones reseñadas podría añadirse otros factores indirectos de no siempre fácil valoración (de la Peña, 1995, 267-268): modificación del paisaje, proliferación de organismos de biodeterioro, acción de las raíces, acidificación del suelo y, sobre todo, su directa influencia en el deterioro inducido por los incendios forestales. 4. Incendios forestales. Hay un acuerdo generalizado en la nefasta influencia de este proceso en el rápido deterioro que sobre los petroglifos se ha observado en tiempos recientes: "Las

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

altas temperaturas alcanzadas durante la combustión del bosque, el diferente grado de expansión térmica de los diferentes minerales del granito, y las diferencias de temperatura entre interior/exterior o zonas cubiertas/descubiertas, son los agentes que traen consigo la aparición de escamaciones (termoclastos) sobre la superficie" (Carrera et al. , 1994, 42). 5. Vandalismo. Con respecto al triste pero siempre presente vandalismo, podría hacerse un auténtico catálogo de las diversas maneras que, tomando como soporte un petroglifo, muestran las asimismo variadas expresiones de la arriesgada ignorancia. La batalla se presenta larga y difícil, lo que no resta estímulos para proponer y ejecutar los mecanismos de lucha que existen, en esencia acciones sobre la ideología. Por fortuna, otras influencias indirectas de la acción humana (contaminantes atmosféricos), y que son la causa principal de la alteración de materiales pétreos en ambientes urbanos, no parecen tener una especial relevancia en Galicia, ni en las ciudades (Guitián et al., 1987, 37), ni menos aún en los ámbitos rurales en los que frecuentemente se localizan los petroglifos. Por último, englobamos bajo el epígrafe "alteraciones naturales" todos aquellos procesos degradantes cuyo origen se basa en la interacción de una serie de agentes característicos del ecosistema sobre la roca (granítica)4 expuesta a él. Esos agentes son variados: lluvia, humedad ambiental, temperatura, viento, luz, gases: O2, CO2, etc., y sus interrelaciones (hielo-deshielo, etc.). Asimismo incluimos en este grupo las alteraciones inducidas por organismos vivos característicos de este ecosistema, por otra parte mayoría. Todos estos procesos son conocidos, e incluso ha sido descrita hace tiempo su influencia sobre los petroglifos (Carrera, 1988, 9-18), por lo que nos limitaremos a hacer un breve resumen del estado de la cuestión. ‑

La climatología de Galicia, esencialmente "atlántica" (especialmente en las áreas donde se concentran la mayoría de los petroglifos) condiciona el carácter de los procesos de alteración (meteorización), de origen químico. Esto coincide plenamente con el cuadro (fig. 1) de regímenes climáticos de meteorización propuesto por Peltier (Rice, 1983). En concreto, la hidrólisis y disolución de algunos de sus minerales (feldespatos y micas) parece ser el origen de la más frecuente forma de alteración de los petroglifos: una generalizada pero muy lenta pérdida de material, que redondea las formas y reduce el surco, pero de desarrollo tan atenuado que ha permitido una aceptable conservación de esos grabados hasta nuestros días. Los procesos de meteorización de marcado carácter físico, como la abrasión directa por agua o viento no parecen tener una influencia muy acusada, más bien localizada en posiciones topográficas (zonas de escorrentía) o microclimáticas (cercanía del mar) especiales. Algo parecido se puede decir de los fenómenos que se derivan de presiones sobre las paredes de capilares y poros (cristalización de sales, congelación de agua), que tanto por razones inherentes a la roca (baja porosidad) como a las condiciones climáticas 4 Aunque existen petroglifos sobre otros soportes rocosos, al menos en el estado de nuestro conocimiento, son

excepcionales. Por esa razón lo que se describe a continuación es aplicable a una amplia variedad de rocas graníticas, que comparten un mínimo de propiedades suficiente como para exhibir procesos de alteración semejantes.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

(baja frecuencia de heladas, lavado de sales) no parecen influir especialmente en la degradación de los petroglifos, excepción hecha de algunas violentas alteraciones de grabados expuestos al (fuertemente salino) spray marino. Los fenómenos físicos por cambio de temperatura (cambio de volumen de los minerales) se presentan limitados a los relacionados con los incendios forestales. Todo lo anterior habría que matizarlo en función tanto de los diversos tipos de granito (textura, porosidad, grado de diaclasación y microfisuración, etc.) como de los diversos microclimas en los que se pueden localizar los grabados. Ese grado de detalle en el estudio se presenta inviable en el momento actual, lo que enlaza con otro problema largamente señalado (Vázquez, 1985,27): la ausencia de estudios científicos sobre los procesos de alteración de petroglifos, y la necesidad de realizar dicho proyecto interdisciplinar. En efecto, todo lo dicho -y lo que queda por decir- sobre alteración puede calificarse de meramente hipotético. Por fortuna, la investigación dirigida al estudio de los procesos de deterioro de rocas graníticas se ha activado sensiblemente5 en los últimos años (Vicente et al. , 1993), (Vicente et al, 1996), pero falta la corroboración y el detalle aportado por un estudio aplicado a los petroglifos. ‑

Por último, falta una referencia al complejo mundo de los procesos dirigidos por los organismos vivos, exceptuando al ya citado hombre. A las acciones de organismos superiores, animales o plantas, se les podría asignar un cierto papel erosivo, aunque difícilmente cuantificable. Por lo que respecta a los microorganismos, y sin rechazar el potencial degradante de bacterias y hongos, nos interesa destacar, sobre todo, el papel intensamente degradante de los líquenes, y que tradicionalmente ha sido infravalorado. En efecto, las últimas investigaciones no hacen sino insistir en la profunda acción meteorizadora de estos organismos en una "relativamente corta escala temporal" (Seaward, 1996,19). Personalmente creemos que se trata del principal agente de alteración natural para los petroglifos gallegos, siendo indudable su doble acción mecánica (penetración de rizoides, contracción-expansión de talos) y química (retención de agua, secreción de compuestos químicos y producción de gases). Como en casos anteriores, es necesario profundizar en la investigación concreta de la acción de los líquenes sobre los petroglifos, y en las variadas interacciones que entre éstos, el clima y la acción humana se producen, lo que ya se está realizando en otros tipos de monumentos (Vicente, 1996), (SEM, 1996). Que se trata de procesos en constante evolución lo demuestra la observación de cambios (desaparición, sustitución) de la colonización liquénica de algunas rocas grabadas, muy posiblemente como consecuencia de los incendios forestales. SOBRE CONSERVACIÓN PREVENTIVA "Todo el patrimonio cultural se deteriora, hagamos lo que hagamos. Lo máximo que 5 En concreto, en Galicia contamos con un equipo de reconocido prestigio en estudios sobre deterioro de granito:

Grupo de Estudio de Alteración y Conservación de Monumentos. Facultad de Farmacia, Dpto. Edafología y Química Agrícola. 15706 - Santiago de Compostela.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

esperamos hacer es reducir la velocidad de pérdida a través de medidas preventivas, un uso inteligente, unas medidas apropiadas y una buena conservación,..." (Agnew,1997,4). En suma, en los complejos asuntos en los que nos vamos a introducir no hay recetas mágicas y sí mucha cantidad de sentido común. A la paralela separación entre alteraciones antrópicas y naturales que antes señalábamos, debemos ahora enfrentar las propuestas que pretender atenuar unos u otros agentes. En este sentido, la mayoría de las alteraciones antrópicas deben ser eliminadas mediante acciones indirectas: incidiendo algunas sobre la ideología, otras sobre aspectos socioeconómicos y, sobre todo, mediante una adecuada gestión de los recursos culturales. Aunque normalmente tendrán una menor urgencia, expondremos nuestra opinión sobre qué actuaciones directas pueden ser emprendidas sobre la roca grabada y su entorno inmediato. Finalmente, se sugerirán algunas acciones "ideales" tendentes a la pública exposición de algunos complejos de petroglifos que se consideran especialmente significativos. En realidad, cualquier acción que se emprendiese, con independencia de su volumen debería, para ser eficaz, formar parte de un programa más amplio en el que cada una de esas acciones serían partes que completan un proyecto común. Las acciones “modélicas” (un parque arqueológico, un yacimiento musealizado, etc.) tienen un notable carácter ejemplificador, pero es evidente su ineficacia si se considera el problema desde una perspectiva global. La falta de un proyecto final definido que engrane todas las iniciativas, aplicado en este caso a los petroglifos, era la crítica de fondo de un escrito (Carrera et al. , 1994) en el que se proponía la redacción de un Plan de Gestión del Patrimonio Rupestre Galaico. Retomando aquel argumento, intentaremos matizar y completar la propuesta, considerando que todo lo que se haga debe formar parte de un sistema unitario. El primer trabajo debe ser la determinación de recursos, una tarea de catalogación por otra parte bastante avanzada. Se establecen, no obstante, una serie de matizaciones que deberían enriquecer los sistemas tradicionales de catalogación, actualmente carente de ciertas aproximaciones que mejoren su eficacia. En ese sentido, se proponen dos novedades: la existencia de una ficha de catalogación específica (para petroglifos) y, en esa misma, la introducción de datos que sirvan para establecer una diagnosis del estado de conservación y de los mayores riesgos de alteración. La idea de una ficha de diagnosis ha sido ya desarrollada (Carrera, 1997) e incluso puesta en práctica6, y aunque hemos reconocido que generalizar su uso resultaría complejo, lo esencial es el cambio conceptual introducido respecto al objetivo final de una catalogación. Estas informaciones pueden resumirse en una representación gráfica, los llamados mapas de alteración, que a su vez pueden ceñirse al afloramiento (fig. 2) o asimismo al entorno cercano (fig. 3). Es más, nos parece aún más relevante la caracterización de los riesgos de alteración y la sugerencia –en términos de urgencia y volumen- de posibles medidas dirigidas a atenuar dichos riesgos. Yendo más allá, consideramos interesante relacionar ese trabajo (diagnosis) con los parámetros microclimáticos de cada una de las áreas naturales-tipo en que habitualmente se encuentran ‑

6 Agradecemos a Santiago Vázquez Collazo y a Rosa Benavides García el habernos mostrado el excelente trabajo de

catalogación y diagnosis realizado, a instancias de la Dir. Xeral do Patrimonio, sobre el conjunto rupestre de Paredes (Campo Lameiro, Pontevedra).

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

los grabados, lo que es en sí mismo un proyecto de investigación. En esa misma línea, y de cara a definir el potencial de los riesgos antrópicos, creemos necesario contar con algún tipo de estudio socioeconómico que abarque cada uno de los ámbitos (ahora humanos) en que habitualmente se encuentran los petroglifos: sistemas de explotación de recursos, tendencias socioeconómicas, etc. Ambos trabajos interdisciplinares (geógrafos, meteorólogos, economistas, sociólogos) no son especialmente complejos y tienen, en nuestra opinión, una enorme relevancia a la hora de precisar lo que insistentemente reclamamos: medidas eficaces a largo plazo. Parece claro que, a efectos de definición de mecanismos de protección, es aconsejable enriquecer las prácticas de catalogación al uso, sobre todo en los asuntos que afectan a la relación del hombre con el entorno (ahora “patrimonial”) que le rodea. Y para la definición de estas interacciones, cuya trascendencia ya hemos aclarado, convendría proponer mayores ambiciones en el componente “social” del proceso de catalogación. Y no nos vamos a extender sobre el tema porque nos llevaría a reflexiones más complejas, pero quién duda del interés de datos que nunca hemos registrado (mediante encuestas, por ejemplo): el sentimiento que inspiran los petroglifos, ¿se conocen?, cuáles son las entidades (menores: comunidades de montes, asociaciones de vecinos) de asociación vecinal, y cual es su relevancia en la explotación del entorno, en la destrucción o protección del Patrimonio, etc. Por último, y sabemos que es una preocupación en algunos colegas, no se ha aprovechado la oportunidad de la catalogación para hacer una paralela tarea de promoción-difusión a cargo de los propios arqueólogos que tenga por objeto dar a conocer (e involucrar en su protección) el patrimonio arqueológico en el entorno humano inmediato. ¿Cuántos de nosotros hemos ofrecido una charla a los vecinos en el transcurso de cualquier trabajo de campo?¿Seguimos siendo, más bien, un moderno (y opaco) representante de la tradicionalmente lejana relación entre el hombre del rural y el “estudiado”?. Como trabajo intrínseco a la catalogación se contempla el registro de una documentación gráfica más o menos exhaustiva. Y en ésta rápida revisión de imperfecciones no estaría de más hacer, aunque breve, una referencia a este tipo de trabajos. La mejora y estandarización del registro gráfico de los petroglifos es, y esto si que es una mera perspectiva arqueológica, el primer sistema de protección. Reconociendo la enorme dificultad de un registro preciso, tal vez nos hayamos acostumbrado a unos sistemas que, aunque imperfectos, nos resultan útiles. Desde una perspectiva científica, sin embargo, la precisión de este registro es tan variable como arqueólogos hay. En el grabado, por fin, el frotage (Costas, 1989, 47) ha aportado una cierta objetividad en la definición de los surcos, pero su transposición a un plano es errónea (no son proyecciones horizontales) por lo que faltaría, como mínimo, registrar la pendiente aproximada del plano en que se realizó el calco (fig. 4). O, en su defecto, hacer proyecciones planas de motivos que habitualmente se presentan en planos inclinados (fig. 5). Por último, se ha sugerido (Carrera, 1997, 104) el extraordinario interés de registrar los petroglifos en planos microtopográficos, lo que sólo con la generalización de la fotogrametría podrá ser viable. Mientras tanto, la digitalización y tratamiento de imágenes (fotográficas) por ordenador parece convertirse en una alternativa aceptable y simple. Además, evita el trabajo directo sobre el petroglifo. Como trabajo final de esta fase de catalogación y diagnosis, creemos urgente, ya lo hemos

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

dicho muchas veces, la puesta en práctica de un proyecto de investigación interdisciplinar (Carrera et al, 1994, 48) que defina con detenimiento el potencial de las alteraciones detectadas, y muy especialmente la relevancia y actividad de las llamadas alteraciones naturales. Como mínimo, deberían iniciarse trabajos que resolvieran las siguientes lagunas de la investigación: • Catálogo de líquenes, condiciones de vida (longevidad, etc.), acciones sobre piedra (secreción de substancias químicas), formación de pátinas, tratamientos de control y/o eliminación. • Estudio y definición de procesos de alteración: meteorización química y física, acción del fuego. Variabilidad de las formas en función de la variedad petrológica o textural de los diversos granitos. • Otros procesos de alteración: cristalización de sales, etc. Relación entre regiones climáticas y procesos. En fin, como conclusión a esta apretada propuesta de trabajos, queremos dejar claro que además de catalogar y documentar aspectos arqueológicos, será básico ampliar esos datos a informaciones sobre alteraciones y riesgos, específicos a cada emplazamiento. Esa información, tan exhaustiva, permitirá considerar el origen potencial de las alteraciones futuras y, por tanto, proponer actuaciones preventivas eficaces. Ese tipo de “libro blanco” sobre los petroglifos, también llamado Carta de Riesgo es un trabajo previo a cualquier proposición de actuación directa sobre el conjunto de arte rupestre galaico, y está pendiente de realización. Sólo su ejecución permitirá un conocimiento preciso de las líneas de trabajo que seguir para mejorar la conservación de los petroglifos gallegos puesto que las intervenciones son muy complejas y variadas. Mientras todo eso se lleva a cabo, quisiéramos aprovechar la oportunidad que nos brinda este escrito para adelantar algunas ideas que consideramos esenciales. Este trabajo no pretende ser exhaustivo, porque cada uno de los que han trabajado en petroglifos, y en función de las alteraciones y riesgos que haya observado, podría sugerir ideas de interés. Hemos dividido esas propuestas en dos grupos diferenciados: acciones urgentes y acciones a medio/largo plazo. Las acciones urgentes deberían ser pocas y muy aquilatadas, pues es imposible definirlas hasta tanto no exista un catálogo de riesgos inmediatos. Se trataría básicamente de la puesta en marcha de acciones legales contra aquellas entidades (empresas, administraciones) que estén afectando negativamente a la preservación de algún petroglifo. Al tiempo, y con carácter puntual, podría considerarse la necesidad de ejecutar alguna medida correctora urgente. La batería de medidas que nos interesan son, sin embargo, las que hemos calificado como de aplicación a largo plazo, en tanto que formarán parte de un programa de actuación coherente. E iniciando la proposición de soluciones con el mismo amplio criterio con el que se inició el relatorio de problemas, sería bueno señalar algunas acciones que vayan a los orígenes. En este sentido, se ha señalado con gran frecuencia la necesidad de acciones sobre la Sociedad civil (educativas, etc.), siempre con un tono de utopía que las hacía nacer

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

muertas. Pues bien, queremos reclamar ahora la atención sobre esas acciones indirectas, a largo plazo, que actúan sobre la ideología de la Sociedad para hacerla más sensible a la protección del Patrimonio. Y quiero citar expresamente las acciones sobre los escolares, y me pregunto si resulta utópico la formalización de proyectos de colaboración entre las Administraciones encargadas de la educación y las de Patrimonio. Y como no hay nada mejor que los ejemplos, citaré el caso de un colega portugués que, por iniciativa pública, lleva varios meses paseándose por los centros de enseñanza primaria de una región con una exposición itinerante sobre el patrimonio arqueológico de la misma. En la misma línea, pero afectando ahora al entorno humano en torno a los petroglifos, citábamos antes la necesidad de involucrar a las entidades asociativas menores en la protección. Si bien este trabajo, decíamos, debería ser iniciado en la fase de catalogación, podría igualmente programarse un plan de difusión/exposición que permita el conocimiento del patrimonio arqueológico a los habitantes de su entorno inmediato. Para que no parezca que no dejamos de mirarnos el ombligo, no insistiremos en el paralelo cambio ideológico que, al igual que exigimos a otros ámbitos de la Sociedad, debe ser exigido a los propios arqueólogos en cada uno de las variadas facetas en que desarrollan su actividad y que podría traducirse, por ejemplo, en una mayor fe en la importancia de su aportación individual a esa tarea de difusión. Existe otro trabajo de difusión, tan importante como el anterior, que debe ser realizado por la Administración de Patrimonio, y que tiene como objetivo reducir la negativa influencia de aquellas Administraciones que se hayan considerado más agresivas. En efecto, existe un importante trabajo que tiene como objetivo convencer a esos grandes destructores no sólo de que el Patrimonio debe ser protegido, sino de que existen unas leyes que lo tutelan. Esto parece una obviedad pero nunca, que sepamos, se ha diseñado una operación de marketing del Patrimonio arqueológico con unos objetivos tan precisos. Mención aparte merece la vinculación de los Ayuntamientos al problema, y que en la práctica se ha convertido en una casi total despreocupación de los problemas del Patrimonio Histórico, transfiriéndolo a los organismos que para tal fin tiene la Administración Autonómica. El potencial de los municipios debe ser explotado convenientemente, pues el eje de la mayoría de las propuestas es, en nuestra opinión, gestionar el patrimonio desde ámbitos más cercanos. Por supuesto, existen otros mecanismos de protección-difusión, como aquellos cuyo objetivo es la pública exposición de los grabados y cuya expresión máxima lo constituyen los Parques Arqueológicos. Es evidente la importancia de este tipo de actuaciones, que antes calificábamos de “modélicas”, y sobre las que volveremos con posterioridad. No obstante, entre esas grandes actuaciones y la nada existen grados que pueden tener notable interés para el cumplimiento final del objetivo que perseguimos. Y en ese sentido, como instrumentos válidos, nos gustaría citar las pequeñas guías de campo (de la Peña et al. , 1993), (Domínguez &Rodríguez, 1993), (Costas et al. , 1998), que favorecen la visita individualizada a los petroglifos por parte de un público interesado, una experiencia que combina el turismo natural y cultural que debe ser potenciada. Además son pequeños testimonios de la vinculación a la gestión y protección del Patrimonio por parte de los Ayuntamientos. En un plano todavía menor, y siguiendo una argumentación anterior que reclamaba una mayor vinculación de las entidades menores en la protección de los grabados rupestres, creemos que ciertos trabajos directos que describiremos con posterioridad (rozas, etc.)

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

deben ser ejecutados por ellas. Si estudiamos el régimen de propiedad de muchos terrenos en los que se localizan grabados rupestres, observaremos que son montes comunales. Las asociaciones que regulan la gestión de esos montes (comunidades de montes) suelen gozar de notable salud económica7 y asociativa: al igual que las asociaciones de vecinos, son instituciones que se solapan a la tradicional parroquia, y sustituyen a ésta en su carácter de elemento de “cohesión interna” (Lisón, 1977, 65). Uno de los reflejos de ese carácter de autoidentificación es, al igual que los “santiños” de la Iglesia, cualquier muestra del Patrimonio que ejerce esa función simbólica que antes otorgábamos a los petroglifos. Pues bien, habría que aprovechar esas características, a las que se añade la citada existencia de recursos, para vincular estas asociaciones a la protección de los grabados, ya sea desde una mera tarea de control y vigilancia como con actuaciones directas que serán propuestas más adelante. Además, y aunque excede con mucho las pretensiones de este escrito, no sería descabellado sugerir modificaciones a ciertas prácticas (o ausencia de prácticas, por ejemplo, rozas) de explotación del monte. En ámbitos socioeconómicos tan reducidos –y tan poco variados- no se pueden proponer actuaciones intensas (talas, por ejemplo) sin sugerir alternativas económicas. En todo caso, cualesquiera que sean las acciones que se propongan, y en la relación con este tipo de entidades menores, se insiste en el papel “comunicador” que debemos aportar los profesionales. ‑

Finalmente, deben ser considerados otros aspectos legales (Carrera et al. , 1994, 48), que se sumen a la protección legal específica ya existente (la máxima, por otra parte, dada la inherente condición de BIC de los grabados rupestres). En ese sentido, se ha sugerido su declaración como Patrimonio de la Humanidad o, incluso, la necesidad de profundizar en desarrollos de la ley que toquen aspectos específicos no contemplados ni regulados en la norma vigente. SOBRE CONSERVACIÓN ACTIVA Encuadramos en este epígrafe lo que consideramos actuaciones de protección sobre el terreno, tendentes a frenar procesos de deterioro activos o factores de riesgo potenciales. Por tanto, lo que contemplamos en este capítulo son tareas de conservación o de prevención, nunca de difusión o exhibición. A su vez, se plantean dos tipos de actuaciones: sobre el afloramiento grabado (conservación de la piedra) y sobre el entorno inmediato al mismo (eliminación de riesgos). El primer trabajo a realizar –de nuevo- es una fase de estudio interdisciplinar que resuelva algunas de las dudas que actualmente existen con respecto al tratamiento de petroglifos. En un breve resumen, podríamos citar: • Tratamientos de restauración: biocidas, limpieza, consolidación, hidrofugación, etc., y su influencia sobre la roca. 7 Aunque a muchos nos parezca una desgracia, no podemos olvidar que las repoblaciones han supuesto un sensible

incremento de la productividad del monte gallego, del que se han beneficiado, entre otros, las comunidades de montes.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

• Tratamientos de la vegetación superior: herbicidas y tratamientos subsecuentes de regeneración del suelo. • Tratamientos específicos de exhibición (pintado, moldeado, etc.) que pueden comprometer la conservación de la piedra. En otro orden de cosas, se plantea la urgente necesidad de proponer medidas activas que eliminen riesgos para la preservación de algunos grabados rupestres. Tomando como ejemplo los afloramientos grabados de Auga da Laxe III y IV (Costas, 1984, 43-79), observamos una serie de situaciones de riesgo que podríamos caracterizar de típicas: un afloramiento afectado por el paso de una pista forestal y otro en grave riesgo al estar absolutamente rodeado de árboles (fig. 3). Las soluciones a esta situación son razonablemente sencillas (fig. 6): eliminación especies forestales en un entorno que, como mínimo, debería alcanzar los 20 m. en torno al afloramiento y eliminación de las pistas innecesarias y agresivas. Como se decía anteriormente, se trata de actuaciones que pueden ser ejecutadas por la comunidad de montes (en este caso la de Vincios, Gondomar, Pontevedra, por otra parte muy activa). Se conseguiría liberar a la Administración de una tarea inasumible para la totalidad del Grupo Galaico de Arte Rupestre. Al mismo tiempo, una tarea eficaz de mantenimiento sólo puede ser llevada a cabo por una administración menor (Ayuntamiento) o entidad del tipo de la citada. Porque, y enlazamos con otro asunto, resulta ingenuo pretender desde la Administración el control del monte en torno a todos los grabados rupestres de Galicia. Las experiencias realizadas con anterioridad demuestran la ineficacia de las campañas dirigidas a la roza y/o tala de arbustos/árboles en el entorno de los petroglifos. En todas ellas -y son acciones costosas- la falta de mantenimiento ha producido la vuelta a la situación anterior al cabo de pocos años. Y mientras tanto, se ha perdido un tiempo precioso en estudiar alternativas razonables al problema. En primer lugar, y dada la rápida capacidad de rebrote de algunas especies arbustivas (tan frecuentes, por otra parte, como el tojo), debe ser considerada la necesidad de ejecutar trabajos enérgicos: como inicio un tratamiento herbicida (2,4 D, MCPA, MCCP, 245T, etc.) en época de máximo crecimiento (primavera avanzada), seguida inmediatamente de la roza y mantenida con tratamientos herbicidas de control (hasta dos años después). En estas zonas deberá implantarse vegetación sustitutiva, pues de otra manera el tratamiento será, a largo plazo, ineficaz. Existen otras alternativas a la solución anterior (eliminación del tojo), como mantenerlo pero en un volumen menor mediante tratamientos químicos: reguladores del crecimiento y potenciadores de la floración. Además, y desde perspectivas ecologistas, los tratamientos eléctricos pueden ser un adecuado sustituto a los herbicidas químicos, posibilidad que apenas se ha considerado. El caso de los árboles es parecido, aunque el problema del rebrote es menor o, dicho de otra manera, la tarea de mantenimiento es más fácil. En todo caso, recomendamos el uso de herbicidas, ya sea con anterioridad o posterioridad (en el tocón) a la tala.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

Como se está viendo, la complejidad de las tareas de control y mantenimiento de la vegetación del entorno de los petroglifos tiene la suficiente entidad como para constituir un proyecto de investigación en sí mismo. El diseño de estrategias de control, e incluso de productos químicos específicos para un área arqueológica ya se ha realizado en otros países (Catizone, 1993) y, considerando la relevancia del problema, se nos antoja una tarea urgente. A este proyecto habría que añadir, y de ahí la insistencia en caracterizarlos como interdisciplinares, otros aspectos como la posible interacción de los productos empleados con la piedra grabada o con el entorno humanizado. Por último, también podría asumir algunas intervenciones más profundas sólo ejecutables en espacios en los que se pretenda la puesta en valor. En estos casos (parques arqueológicos) pueden proponerse tratamientos de enriquecimiento del suelo y posterior introducción de especies herbáceas colonizadoras y/o forestales autóctonas. Dada la variedad de situaciones que existen y por tanto, la multiplicidad de riesgos presentes en cada área con grabados, la propuesta detallada de las medidas correctoras (eliminación de riesgos) exigiría un proyecto específico para cada una, lo que aparenta ser, al menos a corto plazo, inabordable. Esta dificultad puede ser solventada mediante la elaboración de recomendaciones, donde se den pautas más o menos genéricas de las medidas correctoras ideales: control de la vegetación, corrección de obras impactantes o agresoras, instalación de límites, etc. El segundo tipo de medidas, la conservación de la piedra, no parece ser urgente por todo lo visto hasta ahora. Eso es una verdad a medias, porque aun carentes de urgencia (y no siempre) son igualmente necesarios. Eso sí, en tanto que se actúa directamente sobre el Bien Cultural, este tipo de intervenciones deben ser profundamente meditadas para no cometer errores insalvables. Además, y en tanto que trata de frenar procesos de alteración natural, debemos ser realistas a la hora de considerar que nuestra actuación va a ser definitiva, más aún dado el tipo de emplazamiento de los petroglifos. Todo lo dicho no hace sino agudizar la precaución con que debe ser asumido este tipo de trabajo: limitado a lo estrictamente necesario, evitando transformar las propiedades de la piedra, etc. Cuando se piensa en un tratamiento de una roca grabada, el primer impulso es proponer una tarea de limpieza. En realidad, esa labor no es más que la eliminación de organismos vivos, y muy especialmente de líquenes. En efecto, en la mayoría de los casos, la "suciedad" observada no es más que la pátina creada como consecuencia de la prolongada exposición a los agentes naturales y que produce un cierto oscurecimiento de la piedra. Esa pátina no está formada sino por pequeños organismos, habitualmente líquenes. Sobre esta superficie sucia, además, se han desarrollado otros líquenes de mayor tamaño que son los que identificamos ahora con facilidad. En paralelo, se observan con cierta frecuencia otras pátinas coloreadas como consecuencia tanto de lixiviación de óxidos de hierro como -suponemos- pátinas de oxalatos consecuencia de la acción de los líquenes. Especialmente en el segundo caso, y dado que ni siquiera sabemos su origen, desconocemos la dificultad y consecuencias de su eliminación. En ninguno de los dos casos parece necesario y menos urgente su limpieza.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

Volviendo al principio, excepto casos puntuales (tiza, otras manchas), la limpieza no será sino la eliminación de la capa de líquenes que cubren la mayoría de las piedras. Y llegados a este punto tenemos que volver a reconocer nuestra inseguridad para dar una opinión terminante. Primera consideración: si bien agreden, ralentizan la acción de otros agentes de alteración; segunda: una vez instalados, su eliminación no haría sino exponer a la acción natural una piedra deteriorada; tercera: la eliminación de la parte superficial resulta sencilla, las partes internas (rizoides) prácticamente imposible; cuarta: la eliminación de un liquen no impide, sino se eliminan las condiciones que favorecieron su instalación (agua, luz), nuevas colonizaciones en un plazo más o menos corto. Todo lo anterior explica la cautela que adoptamos ante una posible recomendación de limpieza/eliminación de los líquenes. En todo caso, conviene decir que se han hecho pruebas de limpieza con buenos resultados, especialmente mediante la aplicación de biocidas a base de sales de amonio cuaternario seguidos de tratamiento mecánico (Prieto, 1996) y que, en apariencia, no existen efectos secundarios reseñables. Un tratamiento más cauteloso podría consistir en atacar los líquenes, ya sea con biocidas o por eliminación de la luz (Brightman, 1985), para frenar su acción meteorizadora, pero sin eliminación directa (mecánica) para evitar subsiguientes procesos degradantes. Enérgicamente rechazamos, eso sí, los tratamientos mecánicos de "limpieza" ejecutados por manos inexpertas y con metodologías agresivas (cepillados, etc.) con intención de mejorar la visión de los grabados y/o documentarlos. Ya sea como consecuencia de la acción de los líquenes o por cualquier otra razón, en muchos casos será necesario aportar un efecto consolidante a una piedra gravemente alterada. La consolidación de cualquier objeto tiene como objetivo proveer a aquel de la coherencia perdida como consecuencia de los diversos procesos de alteración. Este proceso, al buscar una cierta modificación de las propiedades del objeto (adhesión de partículas disgregadas, reforzamiento), puede considerarse como irreversible a efectos prácticos. Por otra parte, y al tratarse de una aplicación al aire libre, tanto la durabilidad del adhesivo, la estabilidad de la relación (adhesiva) entre éste y el objeto, y la interacción entre las propiedades de ambos deben ser cuidadosamente consideradas. A todo esto habría que añadir multitud de factores colaterales (tipo de piedra, condiciones de aplicación, etc.) que condicionan una efectiva consolidación (AA.VV. , 1987,123-131). Dicho de manera simple, una errónea consolidación compromete gravemente la conservación del objeto que se pretendía proteger. Así, se han propuesto una serie de requerimientos mínimos para los productos consolidantes que van a ser empleados al aire libre (Agnew, 1990): • • • • • • •

Profunda penetración Mejora de la resistencia mecánica Elasticidad Transparencia, no modificación en las propiedades ópticas del objeto. Debe permitir el movimiento de agua (mantener la porosidad abierta, si es el caso). Repelencia del agua Reversibilidad

Por complicar todavía más el discurso, en el caso de los petroglifos existen algunas

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

características específicas que suponen incrementar las dificultades: resulta imposible aislarlos del terreno (no se puede eliminar una cierta penetración de agua capilar, lo que incrementa los riesgos); el granito es una roca poco porosa en términos generales (reduce el ámbito de elección del producto) y las condiciones de aplicación, aunque variables, son en general dificultosas e impiden el empleo de maquinaria sofisticada. Como se podrá comprender, resulta difícil encontrar un producto que cumpla todos los requerimientos. No obstante, consideradas las dificultades anteriores y tras un proceso de investigación y prueba (Delgado, J., 1994), habrá que plantear la consolidación en aquellos petroglifos que lo necesiten. Sin entrar a un farragoso análisis crítico de los diversos productos empleados en consolidación de piedra8, podríamos citar como los más empleados los polímeros termoplásticos (acrílicos) y los silicoorgánicos, o bien mezclas entre ellos. Por razones que sería largo de explicar, parece que, de entre todos, los silicatos de etilo pueden convertirse en el material más adecuado para el caso que nos ocupa. ‑

Ya sea como tratamiento alternativo, ya paralelo, la aplicación de tratamientos de hidrofugación pueden tener un notable interés. Aunque no resuelven problemas de falta de cohesión, la hidrofugación tiene varios efectos positivos: por un lado, al evitar el acceso de agua pluvial, minimiza los procesos de meteorización química; por otro, y por la misma razón (ausencia de agua) se convierte en un eficaz elemento de control de los procesos de biodeterioro (Caneva et al. , 1994, 141). El requerimiento más estricto que se le debe exigir a un producto de este tipo es, aparte del efecto hidrofugante, el mantenimiento de la porosidad de la piedra (permeabilidad al vapor). A la gama de productos que existen en el mercado (siliconas) se han sumado últimamente otros productos que, por propiedades, durabilidad y efectividad, parecen venir a sustituir a los anteriores (Luxán, 1997). Por último, existen otros tratamientos cuya ejecución estará limitada a casos puntuales o situaciones específicas. Nos estamos refiriendo a procesos como desalación, adhesiones (de termoclastos, de piedras rotas), y otros cuya discusión pormenorizada - tememos que a estas alturas ya haya ocurrido -, aburriría al lector. SOBRE EXHIBICIÓN “The Age of chivalry exhibition at the Royal Academy early in 1988 was equally disturbing, if not more so. Here the visitor`s experience was akin to that of entering a darkened temple full of sacred objets ministered to by the high priests of heritage, who had been good enough to release them for our reverential gaze for a while, accompanied by labels written in arcane language. Only hushed murmuring was allowed." (Greeves, 1989, 662). El estupendo párrafo anterior viene a apoyar una idea que desde hace tiempo se defiende 8 La bibliografía sobre el tema de los consolidantes es, afortunadamente, extensa. A la bibliografía

ya

citada

podrían

añadirse,

en

castellano,

las

siguientes

referencias:

Fort

(1996), Cabrera (1989) o Esbert (1997). Para mayor abundamiento, se recomienda la consulta de las actas de los International Congress on Deterioration and Conservation of Stone, que se celebran cada cuatro años.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

pero escasamente se practica, y es la necesidad de hacer más evidente, más legible, el mensaje histórico que como arqueólogos vamos descifrando. Y aunque este artículo versa esencialmente sobre conservación, no nos resignamos a dejar de hablar, aunque sea brevemente, de las magníficas oportunidades que brindan los proyectos de musealización para mejorar la difusión de nuestro modesto mensaje. El caso que nos ocupa, los petroglifos, es especialmente interesante al poder integrar aspectos paisajísticos (humano, histórico) con los meramente arqueológicos. Antes de nada convendrá decir que los mejores mensajes se dan a través de los mejores contenidos y que, en consecuencia, es necesario establecer un previo proceso de selección de los grupos de arte rupestre que nos parece tienen un mayor potencial como recurso cultural. Este argumento se resume en simple aplicación de unos criterios más o menos objetivos (Carrera & Barbi, 1992), que nos permitirán conocer qué grupos son de mayor interés para el gran público. Nada especialmente complicado y conceptualmente imprescindible. Establecido lo anterior, los pasos a dar son, en esencia, los mismos que se han definido para la generalidad del arte rupestre (catalogación, diagnosis, riesgos), tal vez ahora con un mayor grado de detalle. Asimismo, las fases de estudio antes propuestas deben ser desarrolladas, si es que -sería lo lógico- no lo han sido ya. Ahora, sin embargo, los aspectos legales son mucho más claros, pues todo esto pasa por la conversión del espacio en un Parque Arqueológico a través de la figura de protección (Zona Arqueológica) que contempla la ley (Carrera el al. , 1994, 49-51). Sobre los diversos aspectos del diseño del Parque no me extenderé, en parte por ignorancia, en parte porque la bibliografía es rica y extensa (Diputación General de Aragón, 1990) (Ministerio de Cultura, 1993), tan sólo remarcar como esencial la integración en las decisiones de los aspectos sociales (condicionantes e interacciones entre el parque y su entorno social, impacto-comprensión de los restos por parte del visitante) (Martín de Guzmán, 1993). En general, las experiencias en otros paises (entre otros: Unesco, 1983; Unesco, 1986; Strecker & Taboada; 1995, Rosenfeld, 1988) proponen acciones que tocan aspectos muy semejantes: • • • • • • • • •

Sistemas de gestión del parque. Sistemas de gestión y control del público: visitas guiadas, horarios, etc. Infraestructuras informativas (carteles, publicaciones, etc.) Acciones “educativas” a medio/largo plazo. Introducción de infraestructuras (caminos, vallas, pasarelas) que faciliten la visita y sirvan en paralelo como sistemas de protección. Ocasionales tratamientos de conservación de la piedra, pintura, o cualquier elemento sensible. En el caso de grabados, no es infrecuente (Escandinavia, Italia) el pintado, ya sea del surco, ya de la superficie pétrea. Asimismo, en casos particulares se ha propuesto la erección de cubiertas sobre conjuntos especialmente relevantes y delicados. Establecemiento de una infraestrura de investigación permanente.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

En un plano más concreto, y para terminar, nos gustaría señalar algunos aspectos técnicos relacionados con propuestas sugeridas para su aplicación en algún posible parque arqueológico con petroglifos (Carrera et al. , 1994, 52-52). En primer lugar, y sin entrar a la discusión conceptual previa, se ha propuesto el ocasional pintado de los surcos para facilitar la observación de los grabados. En todo caso, la pintura debe cumplir una serie de requerimientos técnicos mínimos que, de no alcanzarse, invalidarán la propuesta: que no interaccionen con el objeto mediante la formación de subproductos indeseados (sales, etc.); que no favorezcan –más bien reduzcan- los riesgos por biodeterioro; que sean reversibles y que no interrumpan el sistema poroso de la piedra. Asimismo, el moldeo y reproducción de petroglifos debe considerarse tanto una estrategia de difusión como de documentación. Tradicionalmente empleadas técnicas más o menos agresivas, se propone una fase de ensayo con un espectro amplio de técnicas y materiales que permita establecer la metodología más adecuada. Los criterios que podrían considerarse para esta selección podrían ser: inocuidad para los grabados, calidad, rapidez, sencillez y economía. Como asunto final, se ha considerado la posibilidad de excavar algunos petroglifos parcialmente tapados. Aceptando el interés de la propuesta, quisiéramos señalar únicamente el riesgo a que se expone a los grabados que llevan largos años en un ecosistema de conservación aceptable. Tal vez fuera bueno retrasar estas intervenciones al momento en que estén decididas las técnicas de conservación de la piedra. CONCLUSIÓN. Tal vez se hubiera esperado un mayor detalle, una perspectiva más cercana y concreta (descripción de alteraciones y sugerencia de recetas). Hemos huido de esa pretensión porque estamos convencidos de que las acciones directas son inútiles si no van acompañadas de medidas con intenciones más amplias. Esto, que es válido para todo el patrimonio arqueológico, lo es especialmente en el caso de un patrimonio tan disperso e integrado en el paisaje como son los petroglifos. Quisiera remarcar, ahora que terminamos, algunos de los puntos esenciales de todo el discurso, a saber: que se trata de un compromiso en el que todos tenemos responsabilidad; que existe una urgente necesidad de profundizar en el conocimiento; que las actuaciones aunque complejas- deben iniciarse con inmediatez; que debemos diversificar las estrategias hasta ahora ensayadas y que, por último, debe considerarse la necesidad de garantizar el mantenimiento a largo plazo. Y aunque muchas de las acciones, en una aproximación simplista, puedan ser tachadas de idealistas, esa crítica tan sólo esconderá una desesperanza paralizadora que ha caracterizado en buena parte la historia de nuestro pueblo. Fernando Carrera Ramírez Vigo, Mayo 1998 Los dibujos han sido realizados por Ana Mª Freiría Martínez (figs. 4 y 5) y Gonzalo Buceta Bruneti (figs. 2, 3 y 6). En el trabajo de campo han colaborado, además, los alumnos de la

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

especialidad de arqueología de la E.S.C.R.B.C.Galicia. Las fotografías, excepto las de los afloramientos de Auga da Laxe, son todas de F.J. Costas Goberna.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

BIBLIOGRAFÍA. AA.VV., 1987. Science for Conservators, Book 3, Adhesives and coatings. Museums & Galleries Commission. London. Agnew, N., 1990. Earthen materials: deterioration, protection and chemical consolidation. Notes (unpublished) of the course: Conservation of excavated sites. The Getty Conservation Institute. Paphos, Chipre. Agnew, N., 1997. La conservación de los sitios arqueológicos: una visión holística. Conservación, vol 12, nº 2, The Getty Conservation Institute, pp. 4-8. Álvarez, A., 1982. Los petroglifos de Campo Lameiro. Tesis de licenciatura inédita. Dpto. Historia I, Facultade de Xeografía e Historia, Universidade de Santiago. Barbi, V., Carrera, F., 1993, La protección del Patrimonio Arqueológico inmueble: un incómodo reparto de tareas y responsabilidades. Actas del XXII Congreso Nacional de Arqueología, Vigo 1993, pp. 241-245. Benítez de Lugo, L., 1992. La rentabilidad social de la Arqueología. Arqrítica, nº 4. Madrid. Brightman, F.H.; Laundon, T.R., 1985. Lichens in churchyards. British Lichen Society Bulletin, nº 57. University of Sheffield. Cabrera, J.M., 1991. Materiales de reparación: sus mecanismos de actuación y criterios de selección (limpieza y protección de fachadas). Jornadas sobre Restauración y Conservación de Monumentos. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Madrid, pp. 81-100. Caneva, G., Nugari, M.P., Salvadori, O., 1994. La biologia nel Restauro. Nardini Editore, Firenze. Carrera, F., 1988. La conservación de los petroglifos de Campo Lameiro, Pátina, Revista de la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, nº3, Madrid, pp. 9-18. Carrera, F., 1997. Una ficha para la diagnosis del estado de conservación de los petroglifos gallegos. Castrelos 9-10, 1996-97, pp. 91-108. Carrera, F.; Barbi, V., 1992. Criterios de selección para yacimientos arqueológicos susceptibles de ser conservados. Coloquios Galegos de Museos, Orense, 1992. Carrera, F.; Costas; F.J.; de la Peña, A.; Rey, J.M.; 1994. El Arte Rupestre Galaico: una reflexión crítica sobre el presente y una propuesta para el futuro. Trabajos de Prehistoria, 51, nº 2, pp. 41-54. Catizone, P.; Tibiletti, E.; Miravalle, R.; Corallo, F., 1993. Gestione della vegetazione nei siti

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

archeologici: le esperienze di Pompei e Selinunte. Archeologia, Recupero e Conservazione. Nardini Editore, Firenze, pp. 185-203. Costas, F.J., 1984. Petroglifos del litoral Sur de la Ría de Vigo. Publicaciones del Museo Municipal "Quiñones de León", Nº 8,Vigo. Costas, F.J., 1989. Petroglifos: levantamiento de calcos y fotografía. Castrelos, 1-2, 1988-89, Vigo, pp. 47-49 Costas, F.J.; Novoa, P., 1993. Los Grabados Rupestres de Galicia. Monografías nº 6, Museu Arqueolóxico e Histórico de A Coruña, A Coruña. Costas, F.J., Hidalgo, J.M., Ferreira, F., 1998. Arte Rupestre nos montes do Mauxo. Museo Municipal “Quiñones de León”.Vigo. De la Peña, A.; Costas, F.J.; Rey, J.M., 1993. El Arte rupestre en Campo Lameiro. Ayuntamiento de Campo Lameiro, Pontevedra. De la Peña, A., 1995. La degradación actual de los grabados rupestres gallegos. Actas del XXIII Cogreso Nacional de Arqueología, Elche, 1995, pp. 265-272. Delgado, J., 1996. Assessment of the efficacy of consolidants in granites. En: Vicente, M.A.; Delgado-Rodrigues, J.; Acevedo, J., (eds.) Protection and Conservation of the European Cultural Heritage. Research Report nº 5. Diputación General de Aragón, 1990. Jornadas sobre Parques con Arte Rupestre, Zaragoza 1989. Domínguez, M.; Rodríguez, J.M., 1993. Vigo, rutas arqueolóxicas. Concellería de Patrimonio Histórico e Medio Ambiente. Concello de Vigo. Esbert, R.; Ordaz, J.; Alonso, F.J.; Montoto, M., 1997. Manual de diagnosis y tratamiento de materiales pétreos y cerámicos. Manuals de diagnosi 5. Col.legi d`Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona. Barcelona. Fort, R., 1996. La conservación de la piedra monumental. En: Mingarro, F. (dir.): Curso de verano de El Escorial: Degradación y Conservación del Patrimonio Arquitectónico. Editorial Complutense. Madrid, pp. 481-492. Greeves, T., 1989. Archaeology and the Green movement: a case for perestroika. Antiquity 63, pp. 659-666. Guitián, F.; Casal, M.; Silva, B.; Guitián Rivera, F., 1987. O estado da pedra nos monumentos galegos: diagnose. A Pedra no Restauro, Dirección Xeral do Patrimonio Histórico-artístico. Santiago de Compostela, pp. 33-43.

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

Lisón, C., 1977. Antropología cultural de Galicia. Siglo XXI Editores, Madrid. Luxán, P.; Dorrego, F.; Sotolongo, R., 1997. Morteros de cal y yeso, tecnologías tradicionales y soluciones actuales. Restauración & rehabilitación, nº 1, pp. 90-92. Martín de Guzmán, C., 1993. Vertiente Social del Parque Arqueológico. En: Ministerio de Cultura, 1993. Seminario de Parques Arqueológicos. I.C.R.B.C., Madrid 1989. Ministerio de Cultura, 1993. Seminario de Parques Arqueológicos. I.C.R.B.C., Madrid 1989. Prieto, B.; Rivas, M.T.; Silva, B.M., 1996. Effectiveness of biocide treatments on granite. En: Vicente, M.A.; Delgado-Rodrigues, J.; Acevedo, J., (eds.) 1996. Degradation and conservation of granitic rocks in monuments. Protection and Conservation of the European Cultural Heritage. Research Report nº 5. Querol, Mª.A., Martínez, B., 1996. La gestión del Patrimonio Arqueológico en España. Alianza Editorial, Universidad Textos 161, Madrid. Rice, J., 1983. Fundamentos de Geomorfología. Editorial Paraninfo, Madrid. Rosenfeld, A. Rock Art conservation in Australia. Australian Heritage Publication Series, 2. Australia Government Publishing Service, Camberra. Seaward, M.R.D., 1996. Major impacts made by lichens in biodeterioration processes. III International Symposium on Biodeterioration and Biodegradation (Abstracts). Sociedad Española de Microbiología, Santiago de Compostela, pp. 19-21. SEM, 1996. III International Symposium on Biodeterioration and Biodegradation (Abstracts). Sociedad Española de Microbiología, Santiago de Compostela. Strecker, M. & Taboada, F. (eds.), 1995. Administración y conservación de sitios con arte rupestre. Contribuciones al estudio del Arte Rupestre Sudamericano, nº 4. Sociedad de Investigación del Arte Rupestre de Bolivia (SIARB), La Paz. Unesco, 1983. Preservation and Presentation of Rock Art. 1981-1983. International Seminar and consultation of specialists on the study, documentation and conservation of Rock Art. Valcamonica, August 1981. Centro Camuno di Studi Prehistorici, Capo di Ponte, Italie. Unesco, 1986. Rock Art in the Sahara: conservation methodology and management. Studies and documents on the cultural heritage, nº 13. Unesco, Paris. Vazquez Varela, J.M., 1985. Informe sobre la situación actual del Arte Rupestre prehistórico al aire libre en Galicia. Informe inédito depositado en la Consellería de Cultura, Xunta de Galicia, Santiago de Compostela. Vicente, M.A.; Molina, E.; Rives, V., (coord.) 1993. Alteración de granitos y rocas afines,

Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia / coord. por Fernando Javier Costas Goberna, José Manuel Hidalgo Cuñarro, 1998, ISBN 84-930104-0-5 , págs. 69-96

empleados como materiales de construcción. CSIC, Madrid. Vicente, M.A.; Delgado-Rodrigues, J.; Acevedo, J., (eds.) 1996. Degradation and conservation of granitic rocks in monuments. Protection and Conservation of the European Cultural Heritage. Research Report nº 5. LISTADO DE FIGURAS Y FOTOGRAFÍAS A- Figuras: • 1. Regimenes climáticos de metorización (tomado de Rice, 1983) • 2. Mapa de alteraciones del afloramiento Auga da Laxe IV (Costas Goberna.....). • 3. Croquis del entorno inmediato a los afloramientos grabados de Auga da Laxe III y IV: situación actual. • 4. Grabados (parcial) de Auga da Laxe III. Proyección sobre plano de pendiente 50%. • 5. Planimetría y topografía del afloramiento grabado de Auga da Laxe IV (equidistancia entre curvas: 10 cms.) • 6. Croquis del entorno inmediato a los afloramientos grabados de Auga da Laxe III y IV: medidas correctoras. B- Fotografías: El afloramiento de Auga da Laxe III Parcial de Auga da Laxe III: trabajos antiguos de cantería Parcial de Auga da Laxe III: obsérvese el arbol creciendo a través de una diaclasa El afloramiento de Auga da Laxe IV. Parcial de Auga da Laxe IV: excoriaciones producidas durante la realización de la pista forestal inmediata. • Afloramiento inmediato a Auga da Laxe II: trabajos antiguos de cantería. • Calco (parcial) de los grabados de Auga da Laxe III. • • • • •

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.