La conquista del reino de Granada

May 23, 2017 | Autor: Agustín Gil Camino | Categoría: Reyes Catolicos Fernando E Isabel, MOROS Y CRISTIANOS, Conquista de Granada
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Descripción

La conquista del reino de Granada: Aspectos generales de la contienda y sus pertinentes capitulaciones.

Resumen: El siglo XV significó años de convulsión y agonía para un desgastado reino de Granada. Los conflictos internos y el acuciado sentimiento de reconquista por parte de los cristianos, hicieron mella en las fronteras y en el corazón de los habitantes del último reino musulmán existente en la península. A través de los estudios realizados por Rafael Gerardo Peinado Santaella1 y Miguel Ángel Ladero Quesada2, este trabajo trata esclarecer las características principales en torno al desarrollo de las diferentes contiendas militares, y a la postre sus correspondientes capitulaciones que terminaron por entregar la ciudad a los Reyes Católicos el 2 de mayo de 1492. Palabras clave: Reino de Granada, Reyes Católicos, moros, cristianos, conquista.

Agustín Gil Camino Máster en Estudios Históricos Avanzados. Universidad de Sevilla

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PEINADO SANTAELLA, R.G. El reino de Granada en tiempo de los Reyes Católicos. Boletín Aepe, Nº 40-41. Centro Virtual Cervantes. 2 LADERO QUESADA, M.A. Castilla y la conquista del reino de Granada. ed. Granada: diputación provincial, 1993.

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ÍNDICE

1. Preámbulo a la contienda militar .............................................. 3

2. El desarrollo de la guerra .......................................................... 5

3. Conclusiones ........................................................................... 12

4. Galería de imágenes................................................................ 13

5. Bibliografía ............................................................................. 14

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1. Preámbulo a la contienda militar El reino nazarí tuvo desde su nacimiento una serie de inconvenientes económicos, sociales y políticos que fraguaría en una debilidad maquillada por el magnífico enclave defensivo conformado por el parapeto de las cordilleras béticas. La debilidad del reino de Granada queda de manifiesto en primer lugar, por la precariedad alimenticia en lo referente al cultivo de cereal y actividades ganaderas. Esto deja latente, que el abastecimiento del reino dependía en gran parte del comercio establecido con plazas cristianas y puertos situados al norte de África. La precariedad alimenticia sería un síntoma muy perjudicial durante los años de guerra que estaban por venir. Además, la instalación de los turcos otomanos en los Balcanes va a despertar un sentimiento de aniquilación por parte de los cristianos a razón de controlar el mediterráneo. Esto es lo que llevó a las ofensivas de Enrique III y Fernando de Trastámara, el cual conquistó Antequera en el 1410 e hizo salir a la luz el resto de fragilidades por las que el reino de Granada agonizaría. Por un lado, el miedo ante las ofensivas cristianas hizo que algunos habitantes granadinos (mayoritariamente en la frontera de Murcia) mostrasen su intención de convertirse a vasallos del reino de Castilla en calidad de mudéjares. Pero sin duda, la coyuntura más acentuada sería la crisis interna que protagonizaría la aristocracia musulmán, continuamente ensalzada en enfrentamientos para monopolizar una serie de territorios, mercedes, privilegios e ingresos. En numerosas ocasiones los cristianos eran árbitros de estos enfrentamientos, lo que significó el aumento de deuda en torno al reino nazarí y el desvelo de una gran debilidad política. Debilidad que se vislumbra por los altos impuestos o parias que tuvieron que pagar los musulmanes a cristianos para prolongar la trágica e inevitable guerra. En 1462 se produjo un hecho que marcaría un antes y un después. El caballero y condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo (Belmonte ¿? – Jaén, 1473) cabalgó a través de las comarcas de Cenete para requerir las parias al emir granadino. Sin embargo Abu Nasr Sa´d b. Alí, sultán desde el 1454 al 1464, y más conocido como Ciriza por la historiografía cristiana dijo lo siguiente, refiriéndose al linaje de los Abencerrajes: «tomado he comido las doblas que pechastes para las parias, que a mí no me dieron lugar que las pudiese pagar al rey de Castilla, ni me dexaron llegar a ellas, ni me quieren ayudar a defender la tierra». El fragmento como podemos apreciar desvela, 3

según Ciriza, la imposibilidad de pagar dichas parias a los cristianos debido a la ambición de los Abencerrajes. Tal suceso desembocó en un intento de recuperar el patrimonio real perdido por parte del emir, que finalmente despertó una sublevación que le arrojó del trono, beneficiando así a su primogénito Abu- al- Hassan Alí (1464-1482) más conocido como Muley Hacén 3 . Su gobierno estuvo marcado en parte por la Guerra Civil contra los Abencerrajes, guerra que debilitaría enormemente al reino. A este momento de crisis en el que se intentó fortalecer la figura del emir respecto a los linajes aristócratas hay que sumarle el fin de los conflictos en Castilla por la sucesión de Enrique IV, hechos que se complementarían para dar entrada a una guerra de conquista inminente. Según Pierre Vilar4, los Reyes Católicos ante la coyuntura política, económica y social supieron canalizar las aspiraciones de las milicias urbanas, clero medio y pequeña nobleza para consolidar un bloque aferro a la monarquía frente a las turbulencias ocasionadas con los nobles linajes. Este bloque ideológico se sustentó con la creación de la Inquisición como instrumento al servicio de la monarquía y por el que se abogó por la unión religiosa; de igual forma la expulsión de los judíos y el impulso a las empresas militares. A pesar de los conflictos con la nobleza, en 1480 se reunieron las Cortes de Castilla mediante la cual se consiguió una relación más estrecha con los linajes más nobles del reino. Por y para ello, la guerra de Granada serviría como nexo para consolidar dicho acercamiento, y por ende, formalizar la instauración de un nuevo Estado Moderno5. Isabel I fue quien impulsó la guerra contra el reino nazarí, último reducto musulmán en la península, pero su esposo Fernando fue quien aceptó la responsabilidad militar de la empresa para consolidar la unión dinástica, y obtener así el apoyo castellano en las futuras ambiciones de Aragón. El reino de Granada asestó el primer golpe tras invadir Zahara (Cádiz) a finales de 1481. Con este suceso los Reyes Católicos enviaron cartas al concejo de Sevilla, replicadas

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En, PEINADO SANTAELLA, R.G. El reino de Granada en tiempo de los Reyes Católicos. Boletín Aepe, Nº 40-41. Centro Virtual Cervantes. p.2. 4 VILAR ,P. Historia de España. Ed. Crítica. Madrid, 2000. 5 SUÁREZ FERNANDEZ, L. Los Reyes Católicos: el tiempo de la Guerra de Granada. ed. Rialp. 1989.

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por mosén Diego de Valera (1412-1488)6 en las que dejó de manifiesto el arduo interés de la nobleza andaluza por comenzar la guerra.

2. El desarrollo de la guerra Según la visión de Rafael Peinado Santaella, la guerra granadina tuvo tres etapas en función a la evolución de las intenciones castellanas, los enfrentamientos internos granadinos y la geografía escénica. 

La guerra tradicional (1482-1483)

El 1 de marzo de 1482 la ciudad de Alhama fue tomada por contingentes de la nobleza andaluza y milicias de los concejos de Sevilla. El suceso repercutió muy negativamente para el emir Muley Hacén, ya que su poder y solidez política va a verse cuestionada con tan dura pérdida. La historiografía equipara la magnitud de la toma de Antequera (1410) con la conquista de Alhama; tal magnitud y exclusividad queda recogida en el romance de la pérdida de Alhama7. Posteriormente, intentaría recuperar la ciudad en tres ocasiones, pero la nobleza andaluza pudo resistir gracias a un costoso y continuado abastecimiento. Si fue significativa la conquista de Alhama también lo será la matanza sufrida por los cristianos en 1483 en la Ajarquía de Málaga. Las tropas dirigidas por el marqués de Cádiz y el maestre de Santiago sufrieron una dura derrota a manos de Muley Hacén y su hermano Muhammad b. Sa´d, al- Zagal (1445-1500). Pero los cristianos encontrarían su venganza en el suceso producido en los campos de Baena y Luque. Desde julio de 1482 en el trono de la Alhambra se sentaba Muhammad XII, más conocido como Boabdil, hijo primogénito de Muley Hacén y la sultana Aixa. Con la ayuda de los Abencerrajes consiguió escapar de la cárcel y convertirse en emir del Reino Granadino. Para enaltecer su figura quiso batallar por el Islam, pero como he recalcado anteriormente, su galope por los campos de Baena y Luque desembocaron en la prisión sufrida a manos de los Reyes Católicos. Con ellos en agosto de 1483 firmó un pacto en Córdoba a razón de su libertad y renovando así el pacto de vasallaje. Tuvo que pagar 12.000 doblas castellanas y la redención de 400

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Futuro cronista del reinado. Véase en línea, http://blocs.xtec.cat/lenguayliteratura1batx/romances/romance-de-la-perdida-dealhama/. 7

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cautivos8. A cambio los Reyes Católicos le ofrecieron una tregua de dos años a los lugares que permanecieran fieles a Boabdil. Ante los acontecimientos producidos, su padre regresó a Granada y consiguió que los alfaquíes 9 condenaran la actuación de Boabdil mediante una fetwa 10 que dice lo siguiente: «Haber prestado juramento de fidelidad al príncipe prisionero es obstinarse en los errores y hechos ilícitos a que nos hemos referido e insistir en los crímenes y maldades que ya han perpetrado. Todo aquel que les dé amparo o les ayude de palabra o de obra, presta ayuda a la rebeldía contra Allah Altísimo y se pone en contra de la sunna de su profeta. Y todo aquel que se complazca en lo que hacen, o desee su victoria, tiene el deseo de rebelarse contra Allah en la tierra de Allah con la más grave de las rebeldías. Esta es la cualificación en tanto persistan en tal conducta»11. A raíz, el emir de Granada se trasladó a Guadix. También de esta etapa es destacable la recuperación de Zahara por el marqués de Cádiz en 1483. 

El golpe cristiano y los conflictos internos en el reino de Granada (1484-1487)

Los cristianos llevaron a cabo una estrategia resumida en el control de los puntos más fortificados. Así en 1484 cayeron Alora y Setenil, sumándose la caída de Ronda y su serranía en 1485. La toma de ésta última supuso para Muley Hacén un grave conflicto en el alma, que le llevó a ceder el trono a su hermano al–Zagal. Ya con al-Zagal como emir, tuvo lugar un conflicto interno por la disputa del reino con su sobrino Boabdil. En 1486 la ciudad de Albaizín se alzó a favor del «rey chico»12 por el deseo que tenían sus habitantes de paz. Pero lo que consiguieron en principio fue un largo asedio que desembocó en un entendimiento entre tío y sobrino gracias a la intermediación de los alfaquíes. El póstumo acuerdo entre los combatientes dividió al emirato de Granada; al-Zagal seguiría en posesión del título de emir, y conservaría el control de la capital y las ciudades costeras. Por otra parte Boabdil centraría su dominio en las comarcas orientales del reino. 8

En, PEINADO SANTAELLA, R.G. El reino de Granada en tiempo de los Reyes Católicos. Boletín Aepe, Nº 40-41. Centro Virtual Cervantes. p.3. 9 Fanáticos de la pureza del Islam. 10 Dictamen jurídico. 11 En línea, http://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/69/condena%20de%20Boabdil.htm. 12 Los cristianos le llamaban así a Boabdil para diferenciarlo de su tío al-Zagal o el «rey viejo».

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En el mismo año de 1486 y tras los sucesos anteriores, parece ser que al-Zagal convenció a Boabdil para alojarse en Loja, especulando que los Reyes Católicos no le atacarían por el acuerdo firmado en Córdoba. Pero poco más tarde, Loja caía en manos cristianas y con ello Boabdil de nuevo preso. Su estado de prisionero le obligó a firmar un nuevo tratado por el cual se establecía que si recuperaba Guadix, Baza, Vera, los Vélez y Mojácar antes de enero de 1487 sería nombrado duque de la zona oriental. Sin embargo la fortuna le llevó a instalarse en Albaizín, y aprovechándose del fracaso de alZagal en Vélez Málaga (en manos cristianas desde 1487), pudo hacerse con la colina de al-Sabika; es decir, se hizo con la Alhambra. Las capitulaciones acordadas entre moros y cristianos durante 1484 a 1487 guardan una serie de aspectos en común. Aunque son difíciles de estudiar debido al escaso número de ejemplares contemporáneos o próximos a los sucesos, existen textos íntegros, crónicas y referencias indirectas que nos permiten esclarecer algunos puntos estipulados13: -

En el ámbito político los Reyes Católicos quedaban como la máxima soberanía, y los granadinos, en calidad de mudéjares, vasallos de Castilla. Además tenía que llevarse a cabo la entrega de cautivos cristianos.

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Militarmente los habitantes del reino de Granada tenían que entregar todas las armas de fuego, alcazabas, murallas, torres y fortalezas. La defensa de dichas posiciones estarían en manos de guarniciones cristianas y en algunos lugares del oeste se tiene constancia de la autoridad de alcaides castellanos y recaudadores. La población mudéjar tendría la obligación de vigilar algunas zonas a razón de avisar la llegada de intrusos. Los granadinos tenían prohibido negociar con los enclaves no conquistados y hacer prisiones, ya fueran cristianos o musulmanes.

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Se respetó la religión, la organización social, el régimen hacendístico y la forma de vida de la comunidad musulmana. Se prohibieron los matrimonios mixtos para así separar las dos culturas14.

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Los habitantes de las villas y enclaves que ofrecieron ardua resistencia fueron llamados a abandonar las tierras con derecho a llevar consigo sus bienes muebles. La emigración a África fue en un primer momento fomentada y

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Sirva como ejemplo: La capitulación de Comares. Archivo del patronato de la Alhambra de Granada, L° 167, f.6). 14 LADERO QUESADA, M.A. Castilla y la conquista del reino de Granada. ed. Granada: diputación provincial, 1993. p. 80.

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pagada, pero más adelante era obligatorio el pago de un peaje acorde con los bienes muebles transportados. A pesar de todo, los cultos y los más pudientes conformaron el grueso de los emigrantes a África, significando así que lo más frecuente era que los vencidos continuarán con sus vidas en lugares cercanos tras la conquista. Por otro lado, las ciudades que no ofrecieron resistencia tuvieron un amplio margen de maniobra ya que conservaban tanto los bienes muebles como los raíces, ambos inviolables bajo ley. Podían residir en cualquier lugar del reino de Castilla y se les atribuyó un derecho de comercio más amplio, al igual que si lo deseaban podían emigrar allende. -

En cuanto al trato a las autoridades y personas notables del reino de Granada durante este periodo se tiene poca información, pero según los estudios de M.A Ladero Quesada todo hace indicar que el trato fue muy benigno ya que estos abogarían por comportarse de un modo acorde para obtener influencia política y social dentro del nuevo orden. Además se tiene constancia de numerosas conversiones por las cuales obtuvieron mercedes especiales.



El fin de la guerra (1488-1492)

Es un periodo que podemos comenzar con la toma de Almería por al-Zagal, el cual puso en férrea defensa todo el levante del reino granadino. Desde entonces los planes cristianos estuvieron orientados a solapar las defensas nazaríes en la frontera murciana. Baza sufrió un largo cerco que acabó con su toma en noviembre de 1489, y por consiguiente las capitulaciones más delante de Almería, Guadix, Almuñécar, Salobreña y los últimos reductos de la comarca del Cenete. Durante los siguientes dos años El Zagal sería vasallo de los Reyes Católicos, pero terminaría emigrando en 1491 al norte de África en donde el rey de Fez ordenó que lo cegaran. Por otro lado, Boabdil quiso capitular en un primer momento firmando así los acuerdos del 10 de diciembre de 1490, en los que se le ofrecían suntuosas compensaciones económicas, los señoríos de algunas tahas 15alpujarreñas y del valle del Lecrín. Pero finalmente el emir granadino, posiblemente influenciado por los fanáticos musulmanes, rompió la capitulación y enarboló la bandera de resistencia. 15

Término de origen árabe usado para denominar a los distritos administrativos en los que se dividió en el reino de Granada.

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La campaña militar de 1491 por parte de los cristianos fue crucial y causó gran impacto en la capital del reino. Es una época en la que se funda la emblemática ciudad de Santa Fe para mantener la empresa militar abastecida. Finalmente ante la imposibilidad de sostener el flujo continuo de refugiados de otros pueblos y ciudades hacia la ciudad de Granada, Boabdil se rindió el 25 de noviembre de 1491 y «el apóstol Santiago pudo al fin ser invocado en la Torre de la Vela el 2 de enero de 1492»16. Durante el período de 1488 a 1492, se pueden diferenciar dos fases en las capitulaciones acordadas. Éstas se conocen mucho mejor gracias a la abundancia de datos conocidos17. En primer lugar las de 1488 y 1489, que destacan por lo siguiente: -

Aceptar la soberanía única de los Reyes Católicos. Se concede amnistía por males causados durante la guerra, principalmente se beneficiaron los moros de Chercos y Líjar.

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Los musulmanes podrían conservar sus bienes muebles y en algunos casos podían vender sus rehenes cristianos por altos costes o canjearlos por otros cautivos en manos del vencedor.

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Respecto a lo militar, pudieron conservar sus caballos y armas blancas pero tenían que entregar todo enclave defensivo y las armas de fuego. Además a los vencidos no se les exigió batallar contra al-Zagal.

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Las comunidades musulmanas que permanecieron en el reino gozaron de numerosos derechos. Sus usos y costumbres se respetan al igual que todas las características de su religión. Se permiten mantener los bienes hábices 18 . Es también aceptado el derecho del moro a ser juzgado por su ley “xarçunna”. Los órganos administrativos se mantienen al igual que el régimen tributario del reino nazarí. La comunidad musulmana se vio libre de responsabilidad y de represalias.

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En cuanto a los derechos personales, los más destacables fueron la inviolabilidad de domicilio, respeto a la propiedad, seguridad de no tener que aceptar hospedaje ni dar ropa contra su voluntad, jornal adecuado si se les requería para trabajar y promesa de no ser obligados a llevar señas que les distinguiese. De

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En, PEINADO SANTAELLA, R.G. El reino de Granada en tiempo de los Reyes Católicos. Boletín Aepe, Nº 40-41. Centro Virtual Cervantes. p.5. 17 Algunos de textos que se conservan son: Capitulación de Huéscar, de Almería y el resto de los dominio de al- Zagal o la de Almuñecar. En GARRIDO ATIENZA, M. Las capitulaciones para la entrega de Granada. edit. Granada: Paulino Ventura Traveset. Granada, 1910. 18 Donaciones de particulares al Islam.

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igual forma, tenían derecho a emigrar a África lo cual estuvo incluso favorecido por los reyes. Se conocen los casos de Purchena en el que se reconoce el derecho a emigrar allende, o también la capitulación de Almería por la cual a los emigrantes se les darían navíos siendo gratuito el paso en el primer año. En la mayoría de los casos se estipuló, que los bienes raíces podían ser vendidos ya fuera en corto plazo o tras la venta enviando el beneficio a los poseedores de dicho bien. Sin embargo, la emigración de Huéscar fue diferente ya que era permitida pero se perdían todos los bienes raíces, que no los muebles. -

En lo respectivo al trato a las autoridades y notables se observa según Ladero Quesada una constante en la época: «dar a cada cual según su linaje». Con ello miembros de la realeza granadina obtuvieron apetitosas mercedes. El Zagal obtuvo las tahas de Andarax, Lecrín, Orgiva y Lanjarón, entre otros beneficios. Otro caso sobresaliente fue el de Yahia Alnayar, alcalde y visorrey de Almería. Éste al entregar Baza y ser bautizado obtuvo la alcaldía de dicha ciudad e incluso llegó a ser Alguacil Mayor de la ciudad de Granada. Por lo general, las autoridades y notables sacaron buen beneficio con la llegada de los Reyes Católicos.

En segundo lugar de 1489 a 1492 se produjeron las últimas capitulaciones entre moros y cristianos, fruto del declive final de los nazaríes. Estos acuerdos son muy bien conocidos19. De la capitulación de Granada hay varios ejemplares. Al parecer el conservado en el Archivo de Simancas es el original más primitivo20. En general el conjunto de capitulaciones acordadas entre esos años vislumbran lo siguiente. -

Como en los casos anteriores, lo primordial era pasar a condición de vasallaje y reconocer la soberanía del rey. A cambio prometen amparo y seguro a sus nuevos vasallos, y el envío de autoridades fieles a lo capitulado. Se produjo la amnistía y liberación de cautivos. Los Reyes prometieron a Boabdil liberar a su hijo y a los demás rehenes que tenían desde el acuerdo de Córdoba (1483). Se declaró que todo cautivo moro que huyese y se refugiase en Granada o su dominio sería libre. Si no fuera así, los cautivos sería liberados tras realizar una

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Véanse los trabajos de Garrido Atienza. Interesa también, MORENO CASADO, J. La capitulación de Granada en su aspecto jurídico. Bol. Univ. Granada, 1949, p. 229 a 331. 20

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indemnización a su dueño. En cuanto a los cautivos cristianos también debían ser liberados, excepto aquellos que ya habían sido vendidos allende. -

Militarmente, las condiciones fueron prácticamente iguales que las de otros períodos, aunque hay un punto que sobresale. A sabiendas de la crisis alimenticia por las que pasaba el reino de Granada, la Corona otorgaría 8.000 cadahes 21 y unas 3.000 fanegas de trigo, en compensación por el valor armamentístico entregado. Los musulmanes no serían obligados a luchar contra su voluntad.

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En cuanto a la comunidad musulmana se le reconoce el derecho de preservar sus ritos y creencias. La religión era profundamente respetada hasta el punto de que los creyentes podían ser llamados a oración desde las torres, como se hacía bajo dominio nazarí. Los cristianos no podrían entrar en sus lugares santos a menos que los faquiés se lo permitieran, y por supuesto estaba prohibido todo abuso y señal ya fuera a musulmán o helche (de cristiano a moro). En la mayoría de los casos los enclaves del reino de Granada estarían gobernados por miembros del bando vencedor, pero ello no deja exento los casos en los que conversos tuvieron el poder en una ciudad, como el caso de Pedro de Granada (Yahia Alnayar). Las disposiciones son muy similares a las de años atrás.

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Los derechos personales también guardan una estrecha relación con las capitulaciones anteriores. La propiedad es respetada al igual que su posible beneficio por venta. Derecho a emigrar o vivir seguro bajo el amparo de la Corona castellana.

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Por último, los notables y las autoridades del reino gozaron de amplios privilegios. Es paradigmático el caso de Boabdil, el cual obtuvo las tahas de Berja, Dalia, Márjena, el Boloduy, Luchar, Andarax, Subiles, Ugíjar, Orgiva, El Jubeyel, Ferreira y Poqueira; además de embolsarse la cantidad de 30.000 castellanos de oro. Los reyes le ofrecieron de igual modo la posibilidad de poner a su disposición varias carracas genovesas para él, su familia y sirvientes con el fin de emigrar a cualquier puerto entre Alejandría y el Estrecho de Gibraltar.

Para poner punto y final a este capítulo, Boabdil terminó emigrando a Fez en 1493 poniendo fin así a su estancia en la península ibérica.

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Término empleado en la Edad Media en el campo comercial.

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3. Conclusiones Diversas y complementarias fueron las razones por las que el reino de Granada cayó en manos de la Corona de Castilla. Por un lado el reino nazarí confortaba el último reducto musulmán en la península, por lo que una posible ayuda por parte de otros reinos islámicos era una quimera. A ello hay que sumarle las dificultades comerciales, por las que atravesó el dominio nazarí, que desembocaron en crisis de abastecimiento. El marco de la crisis puede extenderse a otros campos: así el cada vez más alto pago de las parias a los cristianos hizo fraguar a un estado continuamente enfeudado en el que para colmo estaba completamente dividido a razón de otro crisis interna. Por otro lado, los cristianos temían el asentamiento de los turcos en los Balcanes ya que si hubiesen planeado ir a la península ibérica, podrían haberlo hecho a través del reino complementario religiosamente hablando, en este caso el reino nazarí. De igual forma el ideal de reconquista caló en la sociedad castellana que veía con hermosos ojos reunificar la península de una vez por todas y bajo el dominio religioso de la fe cristiana. Por el bando cristiano, Enrique III y Fernando de Trastámara fueron la antesala a la guerra definitiva. Dicha empresa de conquista fue ideada en gran parte por Isabel de Castilla, pero en la mayoría del tiempo llevada a cabo militarmente por su esposo Fernando de Aragón. En las diferentes fases de la contienda tomó un papel crucial la nobleza andaluza que vio como se le presentaba una apetitosa oportunidad para conseguir sus aspiraciones. Por el bando granadino, el reinado de Ciriza desembocaría en una crisis interna debido a los conflictos con el linaje de los abencerrajes. Así subiría al trono Muley Hacén, el cual junto a su hermano El Zagal e hijo Boabdil protagonizarían la resistencia granadina frente a los Reyes Católicos. La conquista de Granada se llevó a cabo gracias a numerosas acciones militares que dieron lugar a las posteriores capitulaciones. Más que una conquista aniquiladora, el último reino musulmán en la península cayó mediante pactos. 12

4. Galería de imágenes He querido introducir este punto para incorporar unas pinturas interesantísimas acerca de los sucesos acontecidos en la época que nos concierne.

Matanza de los abencerrajes a la orden de Muley Hacén. Pintura de Mariano Fortuny, 1870.

Boabdil entrega las llaves de Granada a los Reyes Católicos. Pintado por Francisco Pradilla en 1882

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5. Bibliografía

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PEINADO SANTAELLA, R.G. El reino de Granada en tiempo de los Reyes Católicos. Boletín Aepe, Nº 40-41. Centro Virtual Cervantes.

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LADERO QUESADA, M.A. Castilla y la conquista del reino de Granada. ed. Granada: diputación provincial, 1993.

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VILAR ,P. Historia de España. Ed. Crítica. Madrid, 2000.

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SUÁREZ FERNANDEZ, L. Los Reyes Católicos: el tiempo de la Guerra de Granada. ed. Rialp. 1989.

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MORENO CASADO, J. La capitulación de Granada en su aspecto jurídico. Bol. Univ. Granada, 1949.

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GARRIDO ATIENZA, M. Las capitulaciones para la entrega de Granada. edit. Granada: Paulino Ventura Traveset. Granada, 1910.

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