La complejidad del pasado
Descripción
Universidad de Viña del Mar Escuela de Educación y Humanidades VI Jornada de Encuentro y Debate 30 y 31 de octubre de 2006
La complejidad del pasado Por Esteban Mizrahi
I.
Introducción
Para advertirlo basta sólo con recordar la aparición en 1818 de la novela
El estimulante pensamiento de Edgar
epistolar Frankenstein, Or the Modern
Morin acerca de la complejidad reedita
Prometheus de Mary W. Shelley,
de alguna manera varias de las
probablemente el documento más
objeciones que a comienzos del siglo
conocido y más despiadado del
XIX los románticos hicieran al
romanticismo en el que se denuncia la
pensamiento ilustrado y a la vida
ceguera congénita del dispositivo
cotidiana emergente de esa
científico moderno y sus devastadoras
constelación de pensamiento. Es
consecuencias.
cierto que se trata de una reedición No menos romántico es el rol
crítica pues difícilmente puedan
privilegiado atribuido por Morin a la
sostenerse hoy muchos de los
historia en cuanto disciplina que
presupuestos que animaban la visión
“tiende a convertirse en la ciencia de
romántica del mundo. Nociones claves
la complejidad humana”.2
del romanticismo como “absoluto”,
Precisamente, autores de la talla de
“nación” o “genio”, por nombrar sólo
Schiller, Herder o Hegel a fines del
unas pocas, están disponibles en la
siglo XVIII y principios del XIX habían
actualidad más como metáforas
rehabilitado la validez del
exaltadas que como realidades
conocimiento acerca del pasado frente
sustantivas. Sin embargo, el énfasis
a las pretensiones de un saber
integrador y la denuncia sistemática
científico que se orientaba
de las aberrantes consecuencias
excluyentemente hacia el futuro y para
teóricas y prácticas del imperio del
el cual el pasado constituía el reino del
paradigma de la simplificación, del
error y del prejuicio dogmático. Claro
análisis, de la reducción y la compartimentación del conocimiento
1994. En forma sumaria, también en los caps.1 y 2 de Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, Buenos Aires, 2001. 2 Edgar Morin, La cabeza bien puesta, Buenos Aires, 2002, p. 34.
son de clara inspiración romántica.1
1
Edgar Morin, El método. Vol. 1: el conocimiento del conocimiento, Madrid,
1
que esta rehabilitación del pasado
externos”.4 Por eso, Morin sostiene
practicada por los exponentes más
que si la historia como disciplina está
destacados de la Filosofía de la
evolucionando hacia una ciencia
Historia (Geschichtsphilosophie)
multidimensional es porque está
estaba cargada de gruesos
siendo capaz de integrar explicaciones
presupuestos metafísicos. Por
de orden económico y antropológico,
ejemplo: que la historia era una, única
sin cerrarse por ello a la emergencia
y universal, análoga a las
del acontecimiento, del azar y la
características del sujeto que en ella
contingencia.5
se determina; que tenía un sentido y
Ahora bien, sin ánimo de entrar en
que este sentido podía ser conocido;
una discusión pormenorizada con los
que el índice temporal era ascendente
historiadores respecto de la
por cuanto el mero devenir era
caracterización que Morin realiza de la
interpretado como desarrollo o
historia como disciplina y de su
progreso, etc.
posible evolución como ciencia de la
Por cierto que la ciencia histórica de la
complejidad humana, me gustaría
que habla Morin dista mucho de esa
detenerme un poco en la
versión romántica en la que campean
consideración de un hecho que, por
los grandes hombres, su destino y la
obvio, puede pasar desapercibido. La
determinación necesaria y progresiva
disciplina que Morin considera
del espíritu nacional (Volksgeist). Pero
modélica respecto del paradigma de la
también difiere de una historia regida
complejidad, es decir, la historia, tiene
por férreas leyes técnico-económicas,
por objeto de estudio una realidad
aunque despojada de acontecimientos
ausente: la realidad pasada. De ella
y grandes hombres. Se trata más bien
conservamos mínimos pero
de una visión de la historia abierta al
importantes indicios, todos ellos
juego aleatorio y “a menudo rotativo
discursivos, en función de las cuales
entre lo económico, lo sociológico, lo
nos aprestamos a realizar nuestra
3
técnico, lo mitológico, lo imaginario”.
experiencia del mundo. Pero de esto
Para Morin la historia es a la vez
se sigue una serie de interrogantes:
creadora y destructora, “avanza no de
¿Qué conservamos en rigor del
manera frontal, como un río, sino por
pasado? ¿Con qué procedimientos?
desviaciones que proceden de
¿Cómo está disponible esa realidad
innovaciones o creaciones internas, o
ausente?
de acontecimientos o accidentes 4 3
5
Cf. Morin 2002, op. cit., p. 44.
2
Cf. Morin 2001, op. cit., p. 79. Cf. Morin 2002, op. cit., p. 45.
Dado que Morin reconoce a Hegel
prepara los materiales para su ulterior
como un precursor importante del
realización. Explicaciones que se
pensamiento complejo hemos de
orientan en uno u otro sentido han
valernos de su ayuda para esclarecer
sido ensayadas y no es posible dirimir
algunas de estas cuestiones.
con justeza cuál de ellas está más
II.
próxima a la verdad.
Compleja disponibilidad del pasado
No obstante, sea como fuere que esta selección se lleva a cabo, sí es posible
No parece requerir demasiada
afirmar que en ausencia de una
fundamentación la tesis de que cada
práctica continua de conservación de
sociedad dispone de diversos
una parte significativa del pasado
procedimientos para conservar su
cada generación comenzaría de cero
pasado. No todo, dado que esta
su experiencia del mundo y toda
empresa sería inútil e imposible. Pero
acumulación social de conocimiento
sí aquella porción de la realidad que
sería virtualmente imposible. Por
por alguna razón se considera más
tanto, al menos parte del pasado debe
significativa.
estar disponible en el presente para Georg Simmel denomina “enigma de
orientar la acción social y resolver con
la valoración” (Rätsel der
su auxilio situaciones problemáticas
Wertsetzung),6 precisamente, a los
actuales semejantes a aquellas que
procedimientos selectivos que
han sido superadas en otras
discriminan lo valioso de lo que no lo
ocasiones. En este sentido, autores
es y, no desprovistos de cierta
clásicos del pensamiento social
arbitrariedad, conservan determinados
contemporáneo, como Berger y
acontecimientos, hechos, anécdotas,
Luckmann, afirman que no es posible
textos y personajes del pasado,
“comprender adecuadamente qué es
mientras que sepultan todo el resto en
una institución, si no se comprende el
la noche de los tiempos.
proceso histórico en que se produjo”.7
Esta selección puede ser atribuida
Pues allí se encuentra la génesis de la
tanto a la obra del azar, como a una
retórica institucional. De la misma
necesidad imperiosa que actúa en pos
manera que, a la inversa, en el
de la conservación social o bien en
discurso institucional está objetivada
función de una razón sustantiva que
la historia de la institución misma.
6
Georg Simmel, Probleme der Geschichtsphilosophie, en: Gesamtausgabe, vol. II, Frankfurt/M, 1989, p. 396.
7
Peter L. Berger – Thomas Luckmann, La construcción social de la realidad, Buenos Aires, 1972, p. 76.
3
Pero antes, y como condición de
colectiva, se confundía con ella. Los
posibilidad de esta primera
primeros historiadores surgen de
especialización social del saber
manera tardía. Autores como
acerca de la realidad pasada en las
Heródoto o Tucídides, para
diversas retóricas institucionales, está
permanecer dentro de la tradición
operando una herramienta ancestral y
cultural de occidente, han inaugurado
siempre eficaz para transmitir
y desarrollado una manera singular de
experiencias significativas. Me refiero
acceder al pasado. Se trata de un
al lenguaje natural, en especial, a la
procedimiento que dispone los hechos
lengua materna. Éste es el medio
y los acontecimientos para que
elemental en el que aparecen
subsistan en su propia ausencia.
sedimentadas las experiencias
Hegel ha denominado a esta manera
significativas de las generaciones
de hacer historia “historia originaria”
pasadas. Cuando aprendemos
(ursprügliche Geschichte). Y advierte
nuestra lengua incorporamos sin
que para poner en juego este
advertirlo la rica y vasta historia de
dispositivo discursivo “no es suficiente
aquellos que la hablaron antes. Esos
haber sido contemporáneo de los
mismos que, como nosotros, también
sucesos, tampoco haberlos visto de
se vieron obligados a forjar términos y
cerca, haber estado en el caso, o
giros gramaticales para dar cuenta de
tener buenas noticias; el escritor
su experiencia del mundo. De modo
mismo tiene que haber sido del
que ya en el lenguaje natural está
estamento, del círculo, de los puntos
disponible e interpretada la realidad
de vista, modo de pensar y cultura de
pasada. Y sólo a partir de ahí los
los actores que él describe”.8
discursos institucionales alcanzan sus
Hegel considera que la tarea central
múltiples sentidos.
de estos historiadores debía limitarse
Ahora bien, más allá de estos dos
a transformar su realidad presente y
niveles discursivos en los que la
viviente “en una obra de la
realidad pasada está disponible
representación para la representación”
(lenguaje natural y retórica
del mundo venidero.9 Con esta
institucional), las sociedades
narración del pasado también queda
tradicionales delegaron en actores
trazado el límite entre prehistoria
específicos el saber acerca del
(Vorgeschichte) e historia
pasado. Ancianos, sabios, poetas
8
G.W.F. Hegel, Sämtliche Werke, vol. XVIII A, “Die Vernunft in der Geschichte”, Johannes Hoffmeister (Hrsg.), Hamburg, 1955, p. 10. 9 Cf. Hegel, op. cit., pp. 5-6.
detentaban este conocimiento y su memoria era sin más la memoria
4
(Geschichte). El pasaje de la una a la
categorial.11 La tarea de la segunda
otra no tiene que ver con el carácter
consiste en la sistematización de la
de los acontecimientos, es decir, con
historia a partir de una convicción que
el contenido, sino con la necesidad-de
constituye su único y fundamental
y capacidad-para que el mero
presupuesto: “que la razón domina el
recuerdo se objetive en historiografía
mundo, que en consecuencia también
(Geschichtsschreibung), es decir, en
puede accederse racionalmente a la
10
historia universal (Weltgeschichte)”.12
una práctica escrituraria.
Demás está aclarar que ésta ha sido
Esta actividad expresiva tiene muchos
su propia posición y constituye desde
puntos de contacto con la del poeta y
entonces una de las bases del
en esa misma medida no era neutral,
concepto de historia propio de la
ni objetiva, ni exhaustiva, ni rigurosa.
Filosofía de la Historia, esto es, que la
No obstante, esto no le impide ser
historia es un proceso unitario cuyo
eficaz en su propósito: conservar los
sujeto es la humanidad y que, por eso
acontecimientos valiosos del pasado y
mismo, este proceso puede ser
dejarlos disponibles en forma de
conocido.
representación.
Sin embargo, la Filosofía de la Historia
Hegel reconoce también otros dos
ha recibido en sus pretensiones al
modos de escribir historia: la historia
menos dos reveces importantes. Por
reflexiva (reflektierte Geschichte) o
un lado, hacia fines del siglo XIX y
historia que reflexiona (reflektierende
principios del XX, su validez fue
Geschichte) y la historia filosófica
cuestionada por el programa crítico de
(philosophische Geschichte). La tarea
la historia científica que bajo el
principal de la primera no es el
reinado del positivismo apeló a
pronunciamiento de una época sino la
conocimientos empíricamente
elaboración del material histórico con
fundados sobre la base de una
la distancia que le ofrece al historiador
indagación rigurosa de las fuentes y
pertenecer a otro horizonte epocal y
testimonios. El control metodológico garantizaba la veracidad de los conocimientos acerca del pasado al
10
Wolfgang Bialas, “Das Geschichtsdenken der klassischen deutschen Philosophie: Hegels Geschichtsphilosophie zwischen historischem Erfahrungsraum und utopischem Erwartungshorizont”, p. 39. En: Wolfgang Küttler, Jörn Rüsen, Ernst Schulin (Hrsg), Geschichtsdiskurs, vol. 3: Die Epoche der Historisierung, Frankfurt/M, 1997, pp. 29-44.
tiempo que convertía a la historia en una ciencia específica. Este 11
Cf. Hegel, op. cit., pp. 10-11. G.W.F. Hegel, Vorlesungen über die Philosophie der Geschichte, p. 20; en: Werke, vol. XII E. Moldenhauer – K. M. Michel (Hrsg), Frankfurt/M, 1970. 12
5
movimiento no sólo dio por tierra con
las posiciones relativas de los pueblos
las pretensiones de un saber filosófico
e individuos; 3) se revela entonces
acerca del pasado, también sustrajo
que esta narrativa no es objetiva ni
de la vida cotidiana la posibilidad de
ingenua sino que enmascara intereses
acceder a un conocimiento histórico
materiales al tiempo que justifica
confiable, reduciendo dicha
ejercicios de dominación; 4) la cultura
disponibilidad al nicho especializado
occidental desde sus centros de poder
de quienes cultivan científicamente
se encarga de gerenciar dichas
esta disciplina.
prácticas; 5) la heterogeneidad del contenido fáctico propio de las
Pero el hecho de que la historia, tanto
diferentes experiencias históricas
como las demás ciencias sociales,
realizadas en el marco de cada una de
hayan quedado depositadas en manos
las diversas culturas es insuperable y
de los expertos condujo, como afirma
no se deja reducir a ningún sentido
Morin, a la paradójica situación de que
histórico abarcador.14
“actualmente las ciencias humanas son las que hacen el aporte más débil al estudio de la condición humana y
14
Jörn Rüsen argumenta que si bien es cierto que una de las consecuencias historiográficas de este tipo de crítica ha sido la proliferación de micro-historias que se desembarazan de toda pretensión universalizante y aleccionadora en la reconstruccón del pasado, no lo es menos que este proceder ha sido el signo distintivo de las prácticas historiográficas premodernas. Por esta razón, la actitud postmoderna en historia se revelaría como un retorno a la premodernidad. Un contrargumento a la posición de Rüsen en defensa del pensamiento débil lo oferece Lutz Niethammer sosteniendo que las posiciones postmodernas critican, justamente, esta construcción de sentido moderna de las que se vale Rüsen para retrotraer las nuevas prácticas historiográficas a posiciones del pasado, suponiendo así no sólo la linealidad de lo histórico sino también unicidad allí donde acontecen múltiples e inconmensurables procesos. Cf. Jörn Rüsen, “Moderne und Postmoderne als Gesichtspunkte einer Geschichte der modernen Geschichtswissenschaft” (pp. 17-30) y Lutz Niethammer, “Die postmoderne Herausforderung. Geschichte als Gedächtnis im Zeitalter der Wissenschaft”, pp. 31-49. En: Wolfgang Küttler, Jörg Rüsen, Ernst Schulin (Hrsg.), Geschichtsdiskurs, vol I: “Grundlagen und
esto sucede, precisamente, porque están desunidas, fragmentadas y compartimentadas”.13 Por otra parte, más recientemente, el pensamiento posmoderno, haciendo pie en Nietzsche y Benjamin, ha terminado por desembarazarse de las premisas centrales que configuraban el concepto de historia específico de la Filosofía de la Historia. De manera concentrada, el grueso de la crítica posmoderna puede ser presentada en los términos siguientes: 1) la visión de una historia única y comprehensiva es mera ideología; 2) constituye un relato con pretensiones magistrales en la medida en que atribuye a la historia un sentido y reorganiza en función suyo 13
Cf. Morin 2002, op. cit., p. 43.
6
Por lo tanto, si los embates contra las
sino el nuevo ordenamiento del
premisas fundamentales de la Filosofía
ahora”.15
de la Historia están justificados, y
Esto implica la pérdida de los
razonablemente parecen estarlo, cabe
potenciales integradores del pasado,
preguntarse: ¿Qué nos queda
que aparece destituido en su
entonces de la historia? ¿Cómo
capacidad para orientar la acción.
disponemos hoy del pasado? ¿Quién
Conocer historia ya no es necesario
prepara los materiales para los
para actuar con eficacia en el presente,
historiadores del futuro? ¿Habrá acaso
porque el presente está organizado por
historia en el futuro? Muchos y
un conjunto de sistemas regidos por
variados interrogantes para los que
leyes de funcionamiento precisas
hay apenas esbozos de respuestas. III.
aunque en constante redefinición.
El pasado en una época sin
Precisamente, la actualidad es el topos
pasado
donde se establecen y caducan esos
Sin duda uno de los rasgos centrales
mismos sistemas auto- e inter-
de nuestra época lo constituye el
regulados. En este contexto, la historia
hecho de que el mundo entero trabaja
ya no es un lastre para la vida, como
en red. Este acaecer global simultáneo
pretendía Nietzsche, porque ya no
encuentra su condición de posibilidad
determina ni condiciona las decisiones
en las diferentes formas de
relevantes en ninguna de las esferas
telecomunicación en tiempo real que
significativas de saber y de acción.
comienzan a funcionar con creciente
¿Qué ocurre, entonces, con el pasado
fluidez recién a partir de la segunda
en una época sin pasado? Ninguna
mitad del siglo veinte. Globalización es
sorpresa: se trata de un muerto que
el término acuñado para dar cuenta de
goza de excelente salud. Con toda
este fenómeno planetario que supone,
probabilidad jamás estuvo a
entre otras cosas, la irrupción de una
disposición de los hombres tanta y tan
conciencia temporal distinta que
variada información acerca del
privilegia la simultaneidad horizontal
pasado. Y esto según las más
por sobre la proyección vertical de
diversas culturas, en múltiples
asimultaneidades. En tal sentido, “el
idiomas, desde los más variados
problema de la historia globalizada ya
enfoques, sobre una multiplicidad casi
no es el supuesto atraso de los otros,
increíble de objetos, en un arco que va de los imperios al queso, de los 15
Wolf Schäfer, Ungleichzeitigkeit als Ideologie, Frankfurt/M, 1994, p. 13.
Methoden der Historiographiegeschichte”, Frankfurt/M, 1993.
7
estados-nacionales a la moda,
sujeto de esa experiencia? ¿Puede
pasando por las mujeres, la vida
haberla sin historia? Este es el punto
privada y el gusano de seda. Sin
en que me gustaría volver al
embargo, la vida cotidiana parece
paradigma de la complejidad de Morin.
estar inmunizada contra la arremetida
IV.
Conclusión
de los conocimientos históricos. Morin entiende que el mismo Un problema no menor vinculado al
paradigma que produce una cultura es
ordenamiento del ahora lo constituye
el encargado de su reproducción. Por
la selectividad de la información.
esta razón, el modo de organización
Como es sabido cada medio
del conocimiento sigue la lógica de la
desarrolla su propio dispositivo de
organización social y la refuerza.
selección y determina también el
Hacia el final de L'intelligence de la
contenido de sus comunicaciones
complexité afirma: “Hoy, el principio de
posibles porque tanto las temáticas
disyunción, de distinción, de
como su tratamiento deben poder
asociación, de oposición que gobierna
adaptarse a sus requerimientos
la ciencia no solamente controla las
16
internos. Los medios tecnológicos
teorías, sino que al mismo tiempo
del mundo globalizado nos enfrentan a
comanda la organización tecno-
la disponibilidad inmediata de un
burocrática de la sociedad. Esa
material informativo infinito, que
división, esa hiperdivisión del trabajo
sumada a la experiencia cotidiana de
científico aparece de un lado,
un bombardeo audiovisual
evidentemente, como una especie de
permanente y a la presión constante
necesidad de desarrollo intrínseco,
ejercida por los imperativos sistémicos
porque desde que una organización
de control (básicamente el dinero y el
compleja se desarrolla, el trabajo se
poder administrativo), atenta contra la
especializa mientras que las tareas se
capacidad misma de configurar no ya
multiplican para llegar a una riqueza
un sistema de conocimientos sino una
más compleja. Pero ese proceso, no
narrativa en la que el flujo informativo
solamente es paralelo, sino que está
sea subjetivamente asimilable.
ligado al proceso de la división del
Bajo el supuesto de que esto sea
trabajo social, al proceso de la
efectivamente así: ¿hay experiencia
heterogeneización de tareas, al
en el mundo globalizado? ¿Cuál es el
proceso de la no-comunicación, de la parcelación, de la fragmentación de
16
Niklas Luhmann, “The Form of Writing”, en: Standford Literature Review , 9, I (1992), pp. 25-42.
8
las actividades humanas en nuestra
científica. Razón por la cuál se hace
sociedad industrial”.17
tanto más urgente la toma de conciencia a partir de una
Uno de los resultados del progreso
comprensión compleja del hombre y el
tecnocientífico ha sido la
mundo. Para desarrollar esta
globalización. Globalización también, y
comprensión se requiere de una
no en última instancia, de las
reforma planetaria de las
amenazas mortales que se ciernen
mentalidades y ésta ha de ser, según
sobre el género humano en su
Morin, la tarea fundamental de la
conjunto. Desastres nucleares,
educación del futuro.19
proliferación de nuevos virus producto de la manipulación genética y el efecto
Ahora bien, ¿es lícito, posible,
invernadero constituyen amenazas
deseable, recuperar a la humanidad
globales que nos invitan de manera
como sujeto de experiencia? ¿No se
imperativa a superar el paradigma
trata en verdad de un universal
vigente y a tomar conciencia de la
abstracto que hasta aquí sólo ha
identidad humana, no sólo como una
justificado las peores calamidades en
comunidad de origen apoyada en un
pos de su realización? ¿Basta el
mismo equipamiento biológico sino
riesgo planetario y la conciencia global
también como una comunidad de
de ese riesgo para trasformar en
destino por estar sometidos todos a
concreto y positivo este universal ya
18
los mismos peligros.
cuestionado y cuestionable? Y aún cuando así fuera: la eficacia de la
Justamente, la posibilidad de
educación en la comprensión de la
experiencia en un mundo globalizado
complejidad y en la consecuente toma
está estrechamente vinculada con la
de conciencia ¿no está presuponiendo
superación del paradigma de la simplicidad y la emergencia de una
ya la presencia de un sujeto de
toma de conciencia planetaria de la
experiencia cuya existencia no se
identidad humana a partir de la
verifica en las actuales
necesaria e irreductible pertenencia al
circunstancias? Estas son algunas
planeta tierra.
preguntas, posibles y complejas,
Desde luego, se trata de una
que el paradigma de la complejidad
posibilidad incierta, no de una
no tiene más remedio que
promesa histórica o de una certeza
enfrentar.
17
Edgar Morin, L'intelligence de la complexité, París, 1999, p. 74. 18 Cf. Morin 2002, op. cit., pp. 76-78.
19
9
Cf. Morin 2001, pp. 102-103.
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