La colonización francesa de principios del siglo XX y los conflictos derivados de la fragmentación del sistema tradicional de organización socio-política en el oasis de Figuig, Marruecos EN PRENSA

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MODERNIDADES AFRICANAS: ENTRE EL EUROCENTRISMO, EL ISLAMISMO Y EL CAPITALISMO CONFUCIANO

COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT HUMANIDADES MANUEL ASENSI PÉREZ

Catedrático de Teoría de la Literatura y de la Literatura Comparada Universitat de València

RAMÓN COTARELO

Catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia

Mª TERESA ECHENIQUE ELIZONDO Catedrática de Lengua Española Universitat de València

JUAN MANUEL FERNÁNDEZ SORIA

Catedrático de Teoría e Historia de la Educación Universitat de València

PABLO OÑATE RUBALCABA

Catedrático de Ciencia Política y de la Administración Universitat de València

JOAN ROMERO

Catedrático de Geografía Humana Universitat de València

JUAN JOSÉ TAMAYO

Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Universidad Carlos III de Madrid

Procedimiento de selección de originales, ver página web: www.tirant.net/index.php/editorial/procedimiento-de-seleccion-de-originales

MODERNIDADES AFRICANAS: ENTRE EL EUROCENTRISMO, EL ISLAMISMO Y EL CAPITALISMO CONFUCIANO Coordinadores CLAUDIA BARONA CASTAÑEDA, MARCO ANTONIO REYES LUGARDO INDIRA IASEL SÁNCHEZ Revisión y Edición académica a cargo de: Óscar de los Reyes Heredia

tirant humanidades Ciudad de México, 2017

Copyright ® 2017 Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito de los autores y del editor. En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant Humanidades México publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com/mex/

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Claudia Barona Castañeda Marco Antonio Reyes Lugardo Indira Iasel Sánchez

EDITA: TIRANT HUMANIDADES DISTRIBUYE: TIRANT LO BLANCH MÉXICO Río Tiber 66, PH Colonia Cuauhtémoc Delegación Cuauhtémoc CP 06500 Ciudad de México Telf: (55) 65502317 [email protected] www.tirant.com/mex/ www.tirant.es ISBN: 978-84MAQUETA: Tink Factoría de Color Si tiene alguna queja o sugerencia, envíenos un mail a: [email protected]. En caso de no ser atendida su sugerencia, por favor, lea en www.tirant.net/index.php/empresa/politicas-de-empresa nuestro Procedimiento de quejas.

Índice Introducción ................................................................................................................. Marco Antonio Reyes Claudia Barona Castañeda Indira Iasel Sánchez Bernal

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EL ISLAM EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA REPÚBLICA DE MALI David Nievas Bullejos

EL ISLAM EN EL PERIODO PREINDEPENDENCIA .................................. LA FORMACIÓN DEL MOVIMIENTO ANTICOLONIAL Y EL PAPEL DE LOS MUSULMANES ............................................................................... EL ISLAM EN LA CONSTRUCCIÓN DEL MALI INDEPENDIENTE ....... EL ISLAM BAJO EL RÉGIMEN DE MOUSSA TRAORÉ ............................... EL AUGE DE LA CORRIENTE REFORMISTA ............................................... EL ISLAM EN LA TRANSICIÓN Y EN LOS AÑOS DE LA DEMOCRA CIA MALIENSE ............................................................................................... EL FRACASO DEL ESTADO Y LA ISLAMIZACIÓN DE LA ESFERA PÚ BLICA ................................................................................................................ BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

19 23 28 32 35 39 47 50

LA RESIGNACIÓN AL NO CAMBIO POLÍTICO EN MARRUECOS: RUMBO A LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS DEL AÑO 2016 Indira Iasel Sánchez Bernal

EL PRELUDIO DE LAS ELECCIONES DE 2015 ............................................. ELECCIONES COMUNALES Y REGIONALES DE SEPTIEMBRE DE 2015 EN EL CAMINO A LAS ELECCIONES DE 2016............................................. BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

57 66 71 73

A CADA BAILARINA SU ZAPATEO: EL SUFISMO MARROQUÍ FRENTE AL MAKHZEN Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA POLÍTICA DEL MESTIZAJE Abdelilah Bouasria

LA MAKHZENISATION DEL SUFISMO O LA VISIBILIZACIÓN DEL SHEIKH ............................................................................................................. EL SILENCIO COMO ADN DE LA ORDEN DE BOUTCHICH .................. EL REINADO DE GESTIÓN TECNÓCRATA.................................................. LA MISTIFICACIÓN DEL ESTADO O LA INVISIBILIDAD DEL SULTÁN

80 82 84 86

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Índice

LA AUTENTICIDAD ............................................................................................ LA POBREZA COMO UN CAPITAL DE LA GOBERNABILIDAD ............ LA PRÁCTICA DE SOTTO VOCE ...................................................................... EL BASTÓN DE MOHAMED 6........................................................................... LA CHILABA DE LA SEÑORA BENKIRANE ................................................. KSAR EL KEBIR O LA REGRESIÓN DE LUGARES SIMBÓLICOS EN LA HISTORIA DE MARRUECOS ...................................................................... BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

88 89 89 90 92 94 96

LA POLÍTICA EXTERIOR ESPAÑOLA Y LOS MOVIMIENTOS ISLAMISTAS: DE LA VICTORIA DEL FRENTE ISLÁMICO DE SALVACIÓN FIS A LA PRIMAVERA ÁRABE Ana I. Planet Miguel Hernando de Larramendi

LA POSICIÓN ESPAÑOLA ANTE LOS MOVIMIENTOS ISLAMISTAS ... ESPAÑA Y LOS MOVIMIENTOS ISLAMISTAS EN EL MAGREB .............. LA POSICIÓN ESPAÑOLA ANTE HAMAS Y HIZBULLAH ....................... LA RELACIÓN CON EL ISLAM POLÍTICO, UN DEBATE MARGINAL PERO EXISTENTE .......................................................................................... INSTRUMENTOS Y ESPACIOS DE INTERACCIÓN CON EL ISLAM POLÍTICO......................................................................................................... ESPAÑA Y LOS MOVIMIENTOS ISLAMISTAS TRAS LA “PRIMAVERA ÁRABE” ............................................................................................................. BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

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LA COLONIZACIÓN FRANCESA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX Y LOS CONFLICTOS DERIVADOS DE LA FRAGMENTACIÓN DEL SISTEMA TRADICIONAL DE ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTICA EN EL OASIS DE FIGUIG, MARRUECOS F. T. Azul U. Ramírez Rodríguez

INTRODUCCIÓN ................................................................................................. EL MARRUECOS PRECOLONIAL Y EL PERIODO ACTUAL ................... EL OASIS DE FIGUIG Y SUS HABITANTES: AYER Y HOY......................... EL SISTEMA DE ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTICA TRADICIONAL DE LOS SEDENTARIOS Y SU ÍNTIMA RELACIÓN CON LA AR QUITECTURA VERNÁCULA...................................................................... LAS SOCIEDADES PASTORILES EN FIGUIG ................................................ LA ECONOMÍA MIXTA DE LAS SOCIEDADES PASTORILES Y SU RE LACIÓN CON LOS SEDENTARIOS ........................................................... PARTICULARIDADES DE LAS TRIBUS ÁRABES EN LA REGIÓN DE FIGUIG ..............................................................................................................

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Índice

FIGUIG EN LA ACTUALIDAD .......................................................................... AGRADECIMIENTOS .......................................................................................... BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

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LA PRESENCIA DE CHINA EN ÁFRICA Juan Carlos Gachúz Maya Nancy Patricia Lozano Vázquez

RESUMEN ............................................................................................................... INTRODUCCIÓN ................................................................................................. PERSPECTIVA ECONÓMICA ............................................................................ IMPLICACIONES .................................................................................................. BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

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LOS HIDROCARBUROS EN EL GOLFO DE GUINEA: EL CASO DE GUINEA ECUATORIAL Myrna Rodríguez Añuez

INTRODUCCIÓN ................................................................................................. LA IMPORTANCIA GEOESTRATÉGICA DEL GOLFO DE GUINEA....... EL PETRÓLEO GUINEANO Y LAS TRANSACIONALES PETROLERAS EL IMPACTO DEL BOOM PETROLERO ......................................................... CONSIDERACIONES FINALES ......................................................................... BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................... ANEXO I .................................................................................................................. MAPA DE GUINEA ECUATORIAL ................................................................... ANEXO II ................................................................................................................ MAPA DE LOS RECURSOS PETROLEROS Y GASÍSTICOS DE GUINEA ECUATORIAL. ................................................................................................. ANEXO III ............................................................................................................... IMPORTACIONES ESTADOUNIDENSES DE PETRÓLEO CRUDO Y PRODUCTOS PETROLEROS DE GUINEA ECUATORIAL EN MI LES DE BARRILES .........................................................................................

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LOS HOMOSEXUALES EN ÁFRICA. LA PROPUESTA DE LEY ANTIHOMOSEXUALES EN UGANDA: LA COLONIALIDAD DE LA SEXUALIDAD Y LOS MECANISMOS ACTUALES DE LA NEGACIÓN DE LA SIMULTANEIDAD DE LA CORPOSEXUALIDAD AFRICANA Marco A. Reyes Lugardo

INTRODUCCIÓN ................................................................................................. DESARROLLO ........................................................................................................

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Índice

Las tres modernidades y la “Balsa de Piedra” europea ................................. EL SUBDESARROLLO DEL CUERPO Y SEXUALIDAD AFRICANA: UNA POLÍTICA FALAZ DE BLANQUEAMIENTO SEXUAL............... LA HOMOSEXUALIDAD AFRICANA ANTES DE LA COLONIZA CIÓN .................................................................................................................. LAS SEXUALIDADES DE LA MODERNIDAD AFRICANA ........................ NORDOMÍA, HETERONOMÍA Y PATRIARCADO CAPITALISTA EN EL PERIODO COLONIAL ............................................................................. CRISTIANISMO Y MODERNIDAD COLONIAL ........................................... MUSEVENI Y LA COLONIALIDAD DE LA PROTESTA EN UGANDA... CONCLUSIONES ................................................................................................... BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

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LOS PROCESOS DE DESCOLONIZACIÓN Y LOS DILEMAS POST COLONIALES EN EL CONTINENTE. CASO DE LA RD CONGO Ntumbua Tshipamba

CONTEXTO SOCIOHISTÓRICO DE LA DESCOLONIZACIÓN DE LA RD CONGO ...................................................................................................... BREVE BALANCE DE LA INDEPENDENCIA................................................ GRANDES DILEMAS Y EL FUTURO DE LA RD CONGO? ...................... PROLEGÓMENOS DE UN ESTADO DE DERECHO EN RD CONGO O CONSTRUCCIÓN DE UN ESTADO DE DERECHO .............................. PARA TERMINAR ................................................................................................. BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

244 250 254 257 260 262

LA TENSIÓN ENTRE LA VIVENCIA DE LOS VALORES DEL COMUNITARISMO E INDIVIDUALISMO EN ÁFRICA Jean Bosco Kakozi Kashindi

INTRODUCCIÓN ................................................................................................. VALORES DEL COMUNITARISMO Y EL INDIVIDUALISMO .................. El Comunitarismo como valor........................................................................ El Individualismo como valor ......................................................................... COMUNITARISMO AFRICANO ....................................................................... Uso y abuso del trabajo comunitario.............................................................. EL INDIVIDUALISMO EN ÁFRICA ................................................................. REFLEXIONES FINALES ..................................................................................... BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................

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La colonización francesa de principios del siglo XX y los conflictos derivados de la fragmentación del sistema tradicional de organización socio-política en el oasis de Figuig, Marruecos F. T. Azul U. Ramírez Rodríguez1 IΓẒAR N SIYN Imuzar day-k zzman waxxa cek ttesɣded, waxxa ttunuḍed i yixef-nnec teggid axminni wer ttessind, maca lux wer tettu aqqa arzaf nni i tejjid ɣer iḍennadt ar ɣer-k idd ɣar yidwl2 El río Sena (Paris) Se embraveció el tiempo en ti aunque tú guardas silencio y te encerraste en ti mismo actúas como si no supieras nada! 1 2

Egresada del posgrado en Arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Este poema fue escrito en amazige rifeño que se habla en el Norte de Marruecos.

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pero ahora no te olvides que la visita que hiciste ayer regresa hoy a ti! Ouajd karkar (poeta rifeño)

INTRODUCCIÓN Es mi opinión que todo análisis del fenómeno migratorio hacia los países europeos debería partir de un recuento histórico, especialmente hoy día que Europa parece haber olvidado las raíces colonialistas de su desarrollo económico al enfrentarse con una de las crisis migratorias más graves de su historia, cuya resolución representa un complejo reto para los gobiernos actuales que se enfrentan con una variedad de problemas de tipo ideológico, económico y social. Un recuento histórico de los procesos que han favorecido circunstancias caóticas de toda clase puede ser breve o muy amplio —según los objetivos que se deseen alcanzar—. Es prudente indicar que este trabajo es sólo un esbozo de algunas problemáticas cuya génesis puede ubicarse en el periodo de la colonización francesa en Marruecos, por lo que el mismo se centra en algunos aspectos que —según mi opinión—, constituyen los detonadores primarios que propiciaron las primeras oleadas migratorias de la población rural norafricana hacia los países europeos más prósperos, así como hacia las zonas urbanas de sus países de origen. Considerando la posibilidad de entender esta problemática a partir de un estudio de caso, este ensayo hace alusión a los cambios que se produjeron en una pequeña comunidad —que hoy se ubica en una zona fronteriza entre Argelia y Marruecos—, a consecuencia de la colonización francesa. El análisis aquí presentado forma parte de una investigación posdoctoral desarrollada en el oasis de Figuig sobre la arquitectura tra-

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dicional y la organización socio-política3, dos temas considerados como partes indisociables de un solo sistema que he definido con el término local aghrem (aɣrem) en lengua amazige (bereber4), o qsar en árabe. Una palabra que, en términos coloquiales, hace referencia a un conjunto urbano fortificado construido con materiales locales (adobe y productos derivados de palmera), y que en el pasado (por lo menos antes de la intervención francesa de principios del siglo XX), representaba una unidad social políticamente autónoma y económicamente autosuficiente, basada en la producción agrícola (palmerales y jardines irrigados), a partir de la cual se estableció una relación simbiótica con sociedades cuyo modo de vida se centró en el pastoreo. Para los primeros migrantes la idea de trabajar en los países europeos resultaba atractiva debido a que la forma tradicional de subsistencia en sus comunidades de origen había sufrido un deterioro a raíz de la colonización europea, y posteriormente, se incrementó a causa de los procesos de descolonización y las transformaciones económicas y políticas que tuvieron lugar después de consolidarse la independencia. No podemos decir lo mismo de las generaciones siguientes cuyas razones para migrar a Europa se originan en un contexto derivado principalmente de cambios de tipo ideológico más que propiamente económico. Es decir, podríamos decir que del mismo modo que muchos mexicanos atraviesan las fronteras hacia los Estados Unidos de 3

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La estancia posdoctoral que fue auspiciada por el CONACYT en el marco de su programa de becas posdoctorales al extranjero (2014-2015), y esta se llevó a cabo en la Universidad Moahamed I, Facultad de Ciencias, de la ciudad de Oujda, Marruecos, del 1 de Noviembre de 2014 al 31 de Octubre de 2015. Los pueblos originarios del Norte de África son conocidos como bereberes en documentos históricos y en gran parte de la literatura antropológica, sin embargo, el etnónimo utilizado por ellos mismos es amazige (amazigh) que se traduce com “hombre libre”, a diferencia del término bereber que significa “bárbaro o salvaje”, y es la forma en que los romanos denominaron a todos aquellos que no formaban parte de la civilización greco-romana, por tal motivo, estos pueblos prefieren ser nombrados como amaziges (imazighen).

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forma ilegal, inspirados por “el sueño americano”, sin que en todos los casos exista una necesidad económica insuperable, la mayoría de los norafricanos contemporáneos se aventuran a cruzar el mediterráneo persiguiendo un “sueño europeo” (aunque las condiciones de vida en sus lugares de origen puedan ser óptimas de acuerdo con los parámetros tradicionales). Siendo su meta el llegar a residir definitivamente en el extranjero, a diferencia de las primeras generaciones de migrantes que anhelaban retornar a casa e invertir sus ahorros en tierras y/o en la mejoría de las actividades tradicionales (como son la cría de ovejas y cabras, el cultivo de palmeras datileras, o la producción de aceite de olivo, etc. según el caso y lugar de origen). En el oasis, por ejemplo, muchos hombres mayores que son productores de dátiles, se preguntan con tristeza por qué sus hijos prefieren “sufrir hambre en Europa, en lugar de ocuparse de las tierras heredadas de sus antepasados” (es decir, de los palmerales) (Trabajo de campo, Figuig, Febrero de 2015), la respuesta, sin lugar a dudas, puede hallarse en un cambio en la manera de pensar de estos jóvenes. Francia —que es el país colonizador que nos atañe en este ensayo—, tiene una larga historia migratoria que comienza en el siglo XVIII, por lo que en la actualidad es uno de los países europeos con mayor población de origen foráneo (me refiero en general a migrantes nacionalizados, indocumentados y franceses hijos de migrantes) y el que tiene el más alto índice de musulmanes. Como parte del proceso de industrialización en conjunción con la baja taza de natalidad, se experimentó una escasez de mano de obra en el siglo XVIII y XIX, motivo por el cual se implementaron políticas que propiciaron la llegada de las primeras generaciones de inmigrantes. Más tarde, para aliviar la disminución de la población que provocó la guerra franco-prusiana (1870-71) y la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se establecieron acuerdos para el reclutamiento de trabajadores foráneos con Italia (1904, 1906, 1919), Bélgica (1906), Polonia (1906) y Checoslovaquia (1920). A principios de la década de 1930 Francia era el segundo país más importante para migrar (el primer lugar lo ocupaba Estados Unidos),

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de tal suerte que para ese momento el 6% de población era de origen extranjero (2.2 millones de habitantes). Posteriormente, después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), debido a un incremento económico, nuevamente fue reclutada población (en su mayoría varones), de Italia, Portugal, España, Bélgica, Alemania, Polonia y Rusia, al mismo tiempo que aumentaba la población originaria de las colonias francesas debido a las guerras de independencia y los procesos de descolonización. Entre 1962-64 como consecuencia de la guerra en Argelia, un gran número de franceses asentados en ese país y argelinos pro franceses se mudaron a la metrópoli, mientras que la inmigración marroquí también iba en aumento. Durante la crisis económica de 1970 Francia siguió el ejemplo de otros países europeos y en 1974 suspendió el reclutamiento de trabajadores foráneos. Desde la década de 1990 a la fecha se implementaron diversas estrategias para frenar la inmigración (cfr. Engler, 2007), las cuales no son mencionadas aquí por no ser una parte central del tema que nos ocupa. Sin embargo es importante señalar que detrás de toda estadística y de todo convenio de reclutamiento de trabajadores, existen circunstancias que motivan fuertemente a la gente para cambiar su lugar de residencia, parte de esas motivaciones puede vislumbrarse en las circunstancias particulares provocadas por la ambición y el individualismo de los países colonizadores que crecieron económicamente a costa de sus colonias provocando desastres ecológicos y económicos, además de fracturar de manera irreparable los sistemas de organización socio-política tradicional de muchos pueblos, creando conflictos de gran alcance cuyas resoluciones no se han logrado plenamente en la actualidad. Se trata de un tema que los modernos estados europeos y algunos de sus ciudadanos parecen desconocer, especialmente cuando —de forma amnésica y compulsiva—, diseñan y/o apoyan políticas excluyentes, o ejercen acciones xenófobas en contra de la población originaria de sus antiguas colonias y/o protectorados como es el caso de Argelia y Marruecos. Desafortunadamente los procesos de colonización, a la larga, parecen haber generado más problemas que soluciones, por ello, la re-

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solución de todo conflicto derivado de estos constituye un gran reto para Europa y quizás, podríamos decir que para el mundo entero. Esta afirmación puede ser plenamente aceptable si se toma en cuenta que ningún país es ajeno a otro en la actualidad. Está comprobado, por ejemplo, que los desastres ecológicos en un remoto lugar del globo terráqueo afectarán tarde o temprano a la totalidad del mismo, de igual modo, se puede decir que la guerra en Siria, además los problemas económicos y/o sociales de las grandes potencias afectan en diversas maneras al planeta entero. Para finalizar esta sección es relevante indicar que, en términos sociales, el fenómeno migratorio podría definirse como una “estrategia de supervivencia” que tiene lugar cuando las posibilidades de persistir se reducen en la propia tierra natal. En tal sentido cabe señalar que al hablar de “supervivencia” me referiré en adelante a este término como un concepto que abarca necesidades de tipo ideológico más que propiamente biológico. Es decir, si bien somos entidades orgánicas que requerimos de alimentos para mantenernos con vida, los fenómenos de migración e inmigración en las sociedades humanas son —salvo en casos muy extremos como el hecho de huir de una guerra o de un territorio devastado por un desastre natural, por ejemplo—, el producto de necesidades culturales dinámicas cuyo ritmo de cambio está sujeto hoy día a las modas dictadas por la cultura dominante (entre otras cosas), y no tan sólo una acción encaminada a la obtención de alimentos. Esto explica por qué las nuevas generaciones desdeñan los oficios tradicionales esperando convertirse en citadinos con autos relucientes antes que en campesinos o pastores como sus padres y abuelos. En tal sentido es importante señalar que las motivaciones para migrar cambian de una generación a otra (lo mismo que de un sector social a otro), es así que en este trabajo se pretende mostrar algunos de los factores que impulsaron a una primera generación a dejar su lugar de origen. El relato que sigue intenta, en primer lugar, mostrar al lector algunos de los problemas locales que surgieron a partir de la colonización francesa, los cuales, en mi opinión, constituyen los de-

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tonadores que propiciaron la migración de las primeras generaciones de marroquíes hacia Europa, y en segundo lugar, pretende resaltar las particularidades culturales de ciertos grupos de migrantes con la finalidad de contrarrestar la visión homogénea (y en muchos casos negativa), producida por el imaginario europeo. Es así que se ha tomado como estudio de caso un pequeño oasis sahariano que bien podría ejemplificar otras comunidades norafricanas.

EL MARRUECOS PRECOLONIAL Y EL PERIODO ACTUAL Antes de la intervención europea de principios del siglo XX se consideró que el actual territorio marroquí estaba compuesto por dos sistemas de organización socio-política distintos que tácitamente estaban unificados bajo la figura de un sultán. Los conceptos que usaron los historiadores franceses para describir ambos sistemas fueron: a) las áreas de gobierno o blād al-Mahzn y b) las áreas de desorden o disidencia tribal, denominadas como blād Sībah (Hart, 1976:3). El blād al-Mahzn podría delimitarse espacialmente en las zonas urbanas (ciudades amuralladas) y una pequeña periferia conformada por grupos sociales aliados, o sometidos, a la dinastía en el poder —es decir, éstos pagaban impuestos regularmente al sultán y en algunos casos ayudaban a cobrarlos por la fuerza a otros—. Se trataba de tribus mayoritariamente arabohablantes (de origen árabe o bien amaziges arabizados), mientras que el blād Sīban, que comprendía las zonas rurales —principalmente montañas y desiertos—, estaba poblado por tribus políticamente autónomas (en su mayoría amaziges y en menor medida grupos árabes que llegaron en el siglo XI con la invasión hilaliense), que reconocían al sultán sólo en el contexto religioso, como Amīr al-M’minīn (comendador de los creyentes), es decir, como la máxima autoridad religiosa entre los musulmanes. Aunque, por lo general, estas tribus no pagaban impuestos y si bien algunas de ellas estaban nominalmente aliadas al-Mahzn,

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dichas alianzas se hacían manifiestas sólo en tiempos de conquista o rebelión. En periodos de paz al-Mahzn hacía algunos esfuerzos para mantener relaciones con quienes consideraba sus aliados potenciales invistiendo con algún cargo (Qāid, Sayh, Amīn, Wālī, BāŠā etc.), a los notables de las tribus que tácitamente estaban bajo su mando. En la práctica éstos funcionarios no ejecutaban ninguna orden que viniera del Maḫzn, su autoridad derivaba de circunstancias internas que el sultán aprovechaba en un intento por extender su potestad hacia el Sībah con poco o nulo éxito —según el caso—, por lo que estos títulos tan sólo brindaban un cierto prestigio social en aquellas tribus que simpatizaban con la dinastía en el poder (cfr. Dunn, 1977). Por otra parte, cuando el sultán nombraba funcionarios foráneos, aunque podían ser tratados de forma hospitalaria, aunque fracasaban en sus intentos por extraer impuestos para el Mahzn y su influencia a nivel político era inocua, en la práctica tan sólo servían como espías o mensajeros del Sultán. Anne Levinck, una viajera que visitó Figuig a finales de 1800, menciona que “la acción imperial del sultán” consistía en mandar cada año a un oficial para cobrar impuestos a los habitantes de Figuig, sin embargo, la mayoría de las veces, aunque este representante del sultán era recibido con grandes honores, fallaba en su misión principal (Levinck, 1882:17). Cuando se trataba de funcionarios a quienes se les ordenaba residir en lugares distantes a las zonas realmente controladas por el Maḫzn, incluso solventar sus propios gastos les era difícil ya que no contaban con un salario, de tal suerte que el ser nombrado como funcionario del sultán en una tribu lejana —como fue el caso de Figuig— (Dunn, 1977:150-157), en la práctica, dicho nombramiento podía llegar a representar una “carga” para el individuo investido del mismo, en lugar de ser un “cargo” acompañado de grandes beneficios.

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Los sistemas de organización socio-política de las tribus del blād Sībah —en su mayoría sistemas acéfalos5—, solían complementarse por santos hereditarios6, que fungían como árbitros neutrales en la resolución de conflictos a diferentes escalas, de modo que en el periodo previo a la colonización europea funcionaron como mediadores entre una tribu y otra —o entre el Maḫzn y las tribus—, y más tarde, entre las autoridades francesas y las tribus (cfr. Gellner, 1969 y Dunn, 1977). Para quien encabezaba el Maḫzn era importante mantener buenas relaciones con estos hombres santos (Šhurfā’), ya que éstos también eran sultanes potenciales que podían rebelarse contra la dinastía gobernante en cualquier momento. Si la rebelión tenía éxito el santo que encabezaba la revuelta se convertía en el nuevo sultán y fundaba su propia dinastía. Una revisión de la historia oficial del Marruecos islamizado precolonial nos muestra una clase de movimiento cíclico en donde una dinastía era sustituida por otra una vez que perdía el apoyo de las tribus que la habían llevado a convertirse en la cabeza del Mahzn, de modo que el verdadero poder de éste residía en las tribus, así que la clave para ser un sultán respetado y querido estaba en el ingenio y carisma que éste tuviese para establecer alianzas con las tribus del Sībah y los neutrales profesionales de mayor influencia (cfr. Gellner, 1969 y Gellner, 1997). Por tanto, el Mahzn y el Sībah no deben visualizarse como dos entidades antagónicas, sino más bien como un sistema de organización socio-política complementario en el cual: El Sībah funcionaba como un “proveedor de dinastías gobernantes” que reemplazaban a la anterior a través de rebeliones cíclicas cuya función, a la larga, fue la de fortalecer este sistema socio-po5 6

Es decir, sistemas de organización no centralizados en el que la responsabilidad de gobernar recae, en una asamblea de notables. Por lo general se trataba de descendientes putativos del Profeta Mohamed a quienes también se le ha nombrado como neutrales profesionales, que además, se consideraba eran poseedores de baraka, una clase de gracia o poder divino.

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lítico complementario que Gellner denominó como un “casi estado tribual”, el cual no sufrió modificaciones estructurales sino hasta la instauración del Protectorado franco-español (1912) y la Independencia de Marruecos (1956) (cfr. Gellner, 1997 y Ramírez en prensa). Figuig es un asentamiento que fue fundado en el siglo VII por amaziges (bereberes) zenetas de pastores, que se transformaron definitivamente en agricultores sedentarios con la introducción de una tecnología que les permitió extraer agua de pozos artesianos y cultivar intensivamente (Bancheriffa y Popp, 1999:29-30). Los alrededores de este oasis fueron poblado por diversas tribus árabes dedicadas primordialmente al pastoreo, quienes arribaron al Norte de África en el siglo XI (durante el periodo de la segunda invasión árabe, por lo que la mayor parte de ellos parece ser descendiente de los Banu Hilal) (cfr. Ibn Jaldún, 1863 [1377], 1987 [1377]; Fage, 1978 y Fage y William, 2002), y en el siglo XVIII a la región de Figuig (Bancherifa y Popp, 1999:30). Todos estos grupos mantuvieron su autonomía política hasta antes de la intervención francesa de principios del siglo XX. Los grandes cambios en Figuig se dieron a partir de 1903, año en que una guarnición francesa bombardeo el oasis transformando para siempre su sistema de organización socio-política y su economía que hasta ese momento era autosuficiente. El bombardeo ocurrió en respuesta a la inseguridad de las zonas fronterizas y al fracaso del Protocolo de 1901, según el cual, Argelia y Marruecos se comprometían a cooperar entre sí para mantener la paz y la seguridad en las indefinidas fronteras con la finalidad de impulsar actividades comerciales en la región. Grupos árabes (sociedades pastoriles) renuentes a la ocupación francesa, solían atacar algunas guarniciones militares del lado argelino (como una manera para obtener armas, algunas de las cuales eran vendidas después en Figuig), refugiándose después del lado marroquí, en donde la penetración militar no estaba autorizada según el tratado de Lalla Marnia de 1845. Debido a que Figuig fue señalado como un lugar de refugio para quienes participaban en estas redadas y en respuesta al poco entusiasmo con el que recibieron el Proto-

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colo de 1901 los sedentarios del oasis (que lo interpretaron como una clara intromisión que atentaba contra su autonomía política), los franceses tomaron la decisión de bombardear el oasis en 1903 perpetuando así la ocupación de la región, en un contexto en el que claramente aprovecharon la debilidad del sultán en turno. Es poco probable que los sedentarios de Figuig participaran en estas redadas que era más bien una práctica común entre las sociedades pastoriles árabes (Duun, 1977: 157-160;193-196).

EL OASIS DE FIGUIG Y SUS HABITANTES: AYER Y HOY Figuig forma parte de los espacios oasianos que se alinean bajo la franja mediterránea del Magreb en el contacto con el bioma desértico, ubicados entre el bioclima árido e hiper árido (Seva et al., 2012:43), de modo que se ubica en una zona limítrofe entre un espacio propicio para el pastoreo (principalmente de ovinos y caprinos), y el Gran Erg Occidental (Peyré, 1956:401). Al Noroeste de este oasis se encuentra la cadena montañosa del anticlinal del Jbel Grouz (1192 m.s.n.m), al Sur se ubican las montañas Jbel Melias (1128 m.s.n.m), Jbel Zenaga (1051 m.s.n.m), Jbel Taghla (1117 m.s.n.m) y Jbel Sidi Youssef (1065 m.s.n.m) que actualmente conforman la frontera con Argelia. Hacia el Este se encuentra una amplia llanura formada por los aluviones del río Zousfena —oued Zousfena— (ver mapa 1), que también divide naturalmente Marruecos y Argelia (Carmona et.al.s/a:1). En esta región el clima está catalogado como sahariano con temperatura mínima media en Enero de 3.8ºC y media máxima en Julio de 41.3ºC (El Hachemi, 2012 en: Seva et al, 2012:45).

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Mapa 1. Ubicación del oasis de Figuig en Marruecos.

El criterio para delimitar el Sahara al Norte está determinado por la precipitación anual, en tal sentido, podemos decir que Figuig se encuentra exactamente en una zona limítrofe entre dos regiones: aquella ubicada en el Sur es muy árida, mientras que hacia el Norte la precipitación pluvial es mayor, por lo que la región del Norte es propicia para el pastoreo y la agricultura. Como fue mencionado previamente, Figuig fue fundado en el siglo VII por amaziges (bereberes) zenetas que ocupaban sus alrededores (Bancherifa y Popp, 1999:29-30), y se convirtió paulatinamente en un centro de gran importancia para el comercio transahariano. Las grandes rutas de comercio que cruzaban el Sahara pasaban por una serie de puertos ubicados en la franja norte del desierto en cuyos mercados los bienes traídos desde lejos pasaban de una caravana a otra antes de ser embarcadas a su destino final, es decir, hacia la costa mediterránea y de ahí hacia Europa, hacia el Sudán, o bien en dirección del Oriente y viceversa (Dunn, 1977:107). A través de estas

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rutas se formó un enorme tejido de relaciones de toda clase entre el Mundo Mediterráneo, el África Subsahariana y el Medio Oriente. Durante la primera mitad del siglo XIX llegaban a Figuig caravanas que iniciaban su viaje en Touat o en el Sudán. Hacia el norte las rutas comerciales culminaban en Fes, no sin antes pasar por Debdou y Taza. Otra ruta hacia el norte pasaba directamente por Ras-el Aïn en dirección de Oujda, mientras que otras llegaba hasta Tlemcen y otros pueblos argelinos (ver mapa 2) (Dunn, 1977:107). Los numerosos cambios derivados, en primer lugar de la intervención francesa en Argelia y Marruecos, y posteriormente de la independencia de estos países, transformaron para siempre las milenaria interacción que existía entre los pueblos que, viajando de un puerto a otro, navegaron por este gran océano sahariano formado por extensas dunas, hammadas (mesetas rocosas), regs (extensiones cubiertas de guijos), montañas y macizos de considerable altura (Peyré, 1956:403-404). Las fronteras actuales que delimitan los países norafricanos son un producto de la colonización que acabo con el comercio de larga distancia y por tanto con ese gran tejido que unía a regiones distantes. En 1845 se firmó el tratado de Lalla Marnia para delimitar la frontera entre Argelia (que era colonia francesa desde 1830) y Marruecos, sin embargo, en dicho documento no se especificaban adecuadamente los límites del Sur, de modo que solamente se definían algunos pueblos y grupos humanos como marroquíes o argelinos. Los oasis de Figuig e Ich (que se ubica aproximadamente a 50 km de Figuig), fueron declarados como marroquíes, lo mismo que algunas tribus de pastores cuyas actividades productivas requerían de ciertos patrones de nomadismo que abarcaban una parte de ambos territorios en diferentes momentos del año, una situación que más adelante generó grandes problemas para los miembros de estas tribus cuyos clanes y linajes terminaron divididos entre una frontera y otra con el paso del tiempo.

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Mapa 2. Las principales rutas de comercio transahariano en el siglo XIX (tomado de Dunn, 1977:113).

Figuig siguió siendo un centro de comercio de gran envergadura hasta antes de la intervención francesa en Argelia, por lo que en la década de 1840 su importancia disminuyó notablemente. Antes de esa fecha tribus especializadas en el comercio de larga distancia o el pastoreo, así como agricultores y comerciantes de distinto origen étnico formaron redes simbióticas que involucraron aspectos de orden económico, político y simbólico, a través de los cuales se edificaron instituciones sociales de gran arraigo, algunas de las cuales desaparecieron completamente, mientras que otras aún pueden observarse en forma fragmentada. Al establecerse con mayor claridad la frontera con Argelia, y cerrarse definitivamente en 1980, las rutas hacia el África sub-sahariana y el Medio Oriente desaparecieron completamente mientas que algunas ciudades marroquíes se convirtieron en paso obligado al llegar el trans-

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porte motorizado, las carreteras, el ferrocarril y los aeropuertos. De este modo Figuig quedó inevitablemente ligado a Oujda que hoy día es una moderna y prospera ciudad marroquí en la cual se habla mayoritariamente el dāriğah (árabe dialectal marroquí), el francés constituye la segunda lengua para la población medianamente educada y un número considerable de personas habla alguna de las tres variantes del amazige marroquí7. Actualmente en este centro urbano se encuentra la fuente de empleo para muchos Figuiguíes, además de constituir el lugar de abastecimiento para los comercios del oasis y otros poblados ubicados a lo largo de la ruta Oujda-Figuig. De igual modo, en este sitio se ubica la universidad más cercana a la cual acuden gran número de jóvenes que provienen de las áreas rurales, así como un aeropuerto internacional por el que transitan numerosos trabajadores migrantes hacia Paris y otros destinos europeos, mientras que algunos turistas franceses —muchos de ellos hijos de marroquíes que han nacido en Francia—, visita la región durante el verano concentrándose especialmente en las playas turísticas de Saidia en la costa mediterránea, aunque el oasis en cuestión y otros pequeños poblados también reciben algunos turistas en la misma época. Figuig es asentamiento urbano que actualmente cuenta con aproximadamente 10 mil habitantes, en su mayoría amaziges sedentarios dedicados primordialmente a la agricultura de riego (el cultivo de palmeras datileras ha sido una actividad tradicional en la región), y

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En Marruecos se hablan tres variantes del amazige, que es una lengua que pertenece a la familia de las lenguas afroasiáticas. En el sur domina la variante conocida como tasusit, en las montañas atlas el tamazight y en la zona norte el tarifith o amazige rifeño. En Figuig se habla una variante muy cercana al tarifith.

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en menor medida al comercio, así como a actividades burocráticas u otros oficios vinculados con la municipalidad. En el siglo XIX la división de la población en clases sociales era muy marcada entre los sedentarios de éste y otros oasis marroquíes,

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Los Morabitos eran reconocidos como los descendientes de un santo local de buena reputación, y aunque al igual que a los shurfa, se les consideraba como poseedores de baraka y descendientes del profeta Mohamed, tenían un status menor que éstos, quizás esto se debía más que otra cosa a las cualidades personales que cada individuo poseía —en virtud de los servicios ofrecidos a su clientela política—, más que a su ascendencia. Los diversos cambios en la organización socio-política del siglo XX dieron lugar a la transformación de la mayoría de los linajes santos en laicos (con excepción de la dinastía alawita que encabeza la actual monarquía marroquí). En algunos casos los shurfas y morabitos más influyentes llegaron a formar parte de la nueva burocracia gubernamental después de la independencia de Marruecos en 1956. Hoy día quedan como recuerdo de su gran influencia innumerables tumbas sacras distribuidas a lo largo y ancho del territorio marroquí, algunas siguen siendo cuidadas por sus descendientes, mientras que otras han caído en el abandono. Aunque en la mayoría de los casos continúan siendo objeto de diversos rituales ligados a la fertilidad o a la cura de distintas enfermedades (ver Gellner 1969, Duun, 1977, Cornell, 1998, Ramírez y Karkar, 2012, Ramírez, 2013 y Ramírez 2014). Los agricultores comunes —también llamados hombres nacidos libres—, en el caso de Figuig han sido tradicionalmente amaziges sedentarios, aunque en otras regiones las tribus pastoriles árabes y amaziges también poseían algunas parcelas con palmeras datileras, por lo que sus patrones de nomadismo estaban ligados a la producción datilera (Dunn, 1977:43). En la actualidad la propiedad de la tierra y del agua irrigable es individual, sin embargo, es probable que en el pasado ambas hayan pertenecido colectivamente a linajes patrilineales. La tierra no se dividía hasta que fallecía el hombre que fungía como cabeza de linaje (amghar), o cuando la unidad doméstica sobrepasaba su capacidad. Por lo general la unidad domestica estaba constituida por tres generaciones, de modo que cuando se generaba una cuarta generación y aún estaba viva la generación fundadora, se dividía la tierra para que esa cuarta generación fundara un nuevo linaje que adoptaba una variante del nombre de su linaje de origen para distinguirse del primero. Es decir, por ejemplo, de los Marduk salían los Marduki y de los Marduki los Mardukin etc. más tarde estos nombres de linaje se convirtieron en apellidos (Comunicación personal de Ibrahim Marduk, Noviembre de 2015).

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por lo que podían distinguirse con claridad seis categorías: 1) Shurfa, 2) Morabitos9, 3) Agricultores comunes10, 4) Haratin10, 5) Esclavos11 y 6) Judíos12 (cfr. Dunn, 1977). Al abolirse la esclavitud, los negros que habían sido esclavizados se unieron a las familias de sus amos, mientras que las familias judías migraron a Israel en la década de 1950 y los santos se laicalizaron quedando de éstos algunas vistosas tumbas que aun son objeto de veneración. Asimismo, algunos pastores que comúnmente eran concebidos como nómadas, se vieron obligados a asentarse en los alrededores del oasis y en menor medida al interior del mismo. La población actual incluye también marroquíes de otras regiones y algunos extranjeros que suelen instalarse en el oasis por temporadas relativamente largas (especialmente aquellos

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Este grupo social compuesto por hombres libres de piel oscura debido a una ancestral mezcla con población negra del África Subsahariana, era visto como más bajo que los anteriores mencionados y realizaba las tareas más duras en el oasis. Su origen es todavía un debate, algunos consideran que son el resultado de una mezcla que tuvo lugar en el periodo neolítico, mientras que otros los consideran los descendientes de los árabes y amaziges que se mezclaron con esclavos negros. Algunos haratin eran propietarios de su propia tierra, mientras que la mayoría trabajaba por un tanto de la cosechas. Por lo general estos grupos tenían una estructura de linaje débil y no podían trazar genealogía más allá de dos generaciones (Dunn, 1977:44). Para finales del siglo XIX el número de esclavos había disminuido en los oasis de la franja del Sahara marroquí debido al decline del comercio con el África Occidental. Las tribus trashumantes eran quienes tenían un mayor número de esclavos y ocupaban a éstos como trabajadores domésticos o como pastores. Una vez que la esclavitud fue abolida se integraron a las familias de sus amos con quienes tenían fuertes lazos, razón por la cual se les atribuía un estatus más alto que a los haratin (Dunn, 1977:44). Diversos Oasis tenían una sección con residentes judíos quienes ocupaban una sección especial denominada como Mallah. La concentración más grande de judíos estaba ubicada en Tafilalt y otros grupos se hallaban a lo largo del río Ziz, el alto Guir y en Figuig (Duun, 1977:44). En algunos de estos lugares la población judía migró en su totalidad desde 1949 en adelante, al fundarse el Estado de Israel en el antiguo territorio Palestino, por lo que las áreas habitadas antiguamente por este grupo étnico son objeto de investigaciones arqueológicas en algunos lugares como es el caso de Figuig (Vallat, 2014).

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que participan en proyectos de beneficio social encabezados por asociaciones foráneas). La identidad local de los sedentarios originarios del oasis se define, según el contexto, en relación al nombre de su linaje, a la manera en que se denomina su lugar de residencia, o bien, de sus jardines y palmerales (que por lo general es un patrimonio heredado de sus ancestros patrilineales), mientras que la identidad de los árabes asentados en el oasis y sus alrededores, está ligada a la tribu a la que pertenecen y no a una casa, ni mucho menos a un pedazo de tierra en particular. Estas diferencias generan algunos conflictos de convivencia entre unos y otros que incluso impactan en la conservación de la propia arquitectura tradicional del oasis como se explica más adelante.

EL SISTEMA DE ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTICA TRADICIONAL DE LOS SEDENTARIOS Y SU ÍNTIMA RELACIÓN CON LA ARQUITECTURA VERNÁCULA El oasis de Figuig está constituido por siete unidades urbanas fortificadas, (una cifra que ha variado a lo largo del tiempo) con torres de vigilancia y puertas diseñadas para cerrarse por las noches impidiendo el paso a los extraños. Estas fortificaciones son denominadas como aɣrem (en amazige, cuyo plural es iɣerman) o qsar (en árabe, que en plural es qsr), y originalmente fueron construidas en su totalidad con adobe y materiales locales, sin embargo, en la actualidad son muy pocas las áreas de cada qsar que se conservan como antaño. Los siete iɣerman o qsr de Figuig son: Zenega (que es el núcleo más grande, más antiguo y mejor conservado); Loudaghir; Lmaiz; Ouled Slimani; Laabidat; Hammam Foukani, Hammam Tahtani (ver mapa 3)13. En el pasado cada iɣerman constituía una unidad sociopolítica autónoma en cuyo interior varios sub grupos de linajes

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La ortografía de estos conjuntos urbanos puede variar de un autor a otro.

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patrilineales (que se agrupaban en barrios divididos internamente por grandes puertas que separaban a cada grupo), conformaban una estructura de organización socio-política segmentaria cuyo máximo órgano de gobierno estaba constituido por un concejo (ğma’ah), constituido por las cabezas de los linajes patrilineales de cada aɣrem.

Mapa 3. Los conjuntos urbanos de Figuig (Tomado de Popp, 1991:82).

Un sistema de organización segmentaria puede ser definida como una “estructura tipo árbol”, compuesta por facciones formadas por grupos más pequeños (teóricamente similares en tamaño y fuerza). En este modelo teórico el nivel más alto de la estructura segmentaria es denominado como tribu y los niveles más bajos como clan, sub-clan, linaje y sub-linaje, según el caso (ver por ejemplo Gellner,

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1969 y Hart, 1976). Las características principales de estos sistemas de organización pueden ser resumidas como sigue: 1) Son organizaciones no centralizadas en la que no existen instituciones encargadas del mantenimiento del orden como policía o ejército, entre otras, así como ninguna clase de burocracia; 2) los grupos corporativos que conforman la estructura social no siempre están conformados con base a la estructura de las relaciones de parentesco, más bien, existen una serie de lealtades cruzadas entre los individuos que conforman facciones rivales; 3) las lealtades cruzadas evitan el surgimiento de conflictos de forma abierta entre estas facciones rivales (cfr. Gluckman, 2009 [1955]); 4) cuando un individuo comete una infracción, el conflicto debe resolverse a nivel grupal y no individual; 5) una de las características más importantes de estos sistemas de organización socio-política es que no poseen jefes únicos, sino representantes a distintas escalas que conforman asambleas de notables que de manera general se encargan de regular la vida social; 6) cuando los conflictos rebasan el nivel tribal, se recurre a una autoridad neutral para su resolución (por ello se dice que estos sistemas de organización se complementan con neutrales profesionales). En el siglo XIX los santos musulmanes ejercían la función de árbitros neutrales (cfr. Gellner, 1969; Duun, 1974 y Ramírez, 2013). En Figuig cada conjunto urbano tenía un concejo de notables (compuesto por representes de grupos corporados), que funcionaba de forma autónoma antes de la intervención francesa, aplicando el derecho consuetudinario para la resolución de conflictos internos y regulando la participación colectiva en actividades productivas y defensivas, entre otras posibles. Sin embargo, a partir del siglo XIX, los poderes coloniales fragmentaron, y en algunos casos, desarticularon completamente este sistema con la finalidad de controlar a la población, en un intento por convertir hombres tribales en ciudadanos y sujetarlos a una autoridad centralizada de tipo estatal. Cuando era pertinente los franceses aprovechaban el poder político de algunos santos y jefes tribales para gobernar de forma indirecta, no obstante, cuando esto no era posible terminaban por desarticular

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completamente al concepto14. En la actualidad la única asamblea que resistió los embates del tiempo es la de Loudaghir (trabajo de campo 2014 y 2015), aunque la base del sistema se encuentra en forma fragmentada en todos los aɣrem. Ésta puede observarse, por ejemplo, a través de la organización que regula el acceso al agua de riego al interior de cada aɣrem y en las asociaciones civiles que agrupan a numerosos jóvenes, y cuya razón de ser, por lo general, es la de recibir fondos del gobierno marroquí o de otras instituciones extranjeras, para realizar actividades productivas de tipo agrícola, artesanal o educativo, entre otras posibles. La interacción entre los miembros de estas asociaciones constituye un extraordinario ejemplo de cómo funciona un sistema de facciones rivales, las cuales, no pueden involucrarse en conflictos abiertos debido a que sus miembros viven insertos en un sistema de lealtades cruzadas que involucra facciones de diversa índole como son clanes, linajes, grupos de edad, grupos conformados por los usuarios de un mismo canal de agua o parcelas contiguas etc. Aunque estas asociaciones sirven de vez en vez para activar lazos solidarios en circunstancias especiales, no son lo suficientemente efectivas para mantener al sistema aɣrem como un modelo políticamente autónomo y económicamente autosuficiente. Como en otras cosmovisiones a lo largo del mundo, es mi opinión que el sistema de organización socio-política segmentario en Figuig, era una clase de modelo ideal del cuerpo humano y de su funcionamiento. El conjunto urbano constituye su correlativo arquitectónico compuesto de barrios que bien podrían representar los órganos del cuerpo (clanes, linajes y sub-linajes), los cuales, si bien puede moverse de forma independiente, no puede hacerlo sin los demás. Quizás sea por eso que en amazige los grupos corporados que componen a una tribu (taqbilt) son denominados como iɣess (hueso).

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En Figuig existen documentos de la época que han permitido hacer un análisis detallado de este proceso a otros investigadores, sin embargo, por falta de espacio este tema se menciona aquí de forma breve.

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Un cuerpo requiere de la dirección de una cabeza que en la práctica es un grupo de cabezas que representan a cada uno de los órganos (cabezas de linaje), por ello las desiciones que se toman en una asamblea se hacen de forma colectiva, no por votación, es decir, no se llega a una resolución hasta que todos los miembros estén a favor o en contra. En un sistema así no cabe la posibilidad de ser, o expresarse, como un individuo —o por lo menos, no de la manera en que éste se concibe en la sociedad occidental—. Un hombre existe siempre en relación a su linaje y en un nivel más bajo (en la estructura tipo árbol), al lugar que ocupa jerárquicamente en la unidad doméstica —que en el siglo XIX estaba conformada por familias extensas patrilineales en las que el hombre más viejo era quien tomaba la mayoría de las desiciones—, de manera que si este individuo cometía una infracción, el conflicto generado involucraba a la totalidad de su linaje o de su facción, así, el honor o la vergüenza de uno de sus miembros era un asunto que involucraba a la totalidad del grupo. La estructura arquitectónica del aɣrem da cuenta a detalle de este aspecto simbólico del sistema de organización socio-político, así como de sus ideales colectivos e igualitarios. Al interior de estos conjuntos urbanos las unidades habitacionales están concatenadas, de tal suerte que un muro sostiene a dos o tres unidades habitacionales a la vez, esto no permite actuar de forma independiente, no se puede modificar o tirar un muro porque se corre el riesgo de tirar la casa del vecino y a su vez, todo el aɣrem por efecto domino. Un grupo de casas constituye un clan y un grupo de clanes a la totalidad de un aɣrem. Todos unidos arquitectónicamente a partir de un sistema de callejuelas techadas que son como un laberinto para el extranjero, en el cual, no es posible distinguir una puerta de la otra, ni inferir el estatus de una familia desde el exterior, la riqueza se muestra en el ámbito de lo privado a través de la hospitalidad, no a través de los diseños externos de una casa que dan cuenta de una ideología que promueve el igualitarismo a nivel grupal (ver Figura 1, 2 y 3). Los extraños siempre son observados desde ventanas angostas y poco visibles por las que sólo los fusiles podían asomarse. Al interior

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de las casas una ventana más amplia en la cocina comunicaba con la casa del vecino, de este modo se advertía discretamente la presencia de un extraño. Por estas ventanas circulaban, además de los gatos y las palabras, el fuego para prender el fogón por las mañanas y también se compartían los alimentos (Comunicación personal de Hassan Benamara, febrero de 2015). Figura 1. Callejuelas techadas en Zenaga, Figuig (Fotografía de la autora, Noviembre de 2014).

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En su interior las casas reflejaban un sistema colectivo y jerárquico. Los dormitorios no eran individuales, sino que albergaban familias nucleares que conformaban al linaje. La habitación más vistosa —que además estaba vinculada con el almacén de la casa—, era la del amɣar (término amazige que se usa para designar al jefe del linaje y/o al jefe tribal) que era el hombre más viejo y/o más apto para tomar decisiones en beneficio de la colectividad (ya sea que se tratase del abuelo, o el hermano mayor en algunos casos)15. Por otra parte, el adobe y los materiales locales tienen propiedades térmicas que mantenían a la totalidad de aɣrem fresco durante el verano y cálido en invierno, además de servir como refugio contra el viento en distintos momentos del año. Sin embargo, pese a sus extraordinarias cualidades, estos materiales no son tan duraderos como uno podría imaginar al explorar la historia de estas milenarias construcciones que para mantenerse en pie requieren de un mantenimiento anual. Figura 2. Unidad habitacional de adobe, del linaje Marduk, Zenaga (Fotografía de la autora, Marzo de 2015).

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La llave de esta habitación y de la puerta principal era resguardada por la esposa del aɣrem en su cinturón.

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Durante el verano cada unidad domestica elabora cierta cantidad de adobes y prepara otros materiales que utilizará en las labores de mantenimiento de su unidad habitacional, y en general, para las áreas comunes como la plaza o la mezquita, entre otras. En cada temporada de lluvia era necesario que la asamblea organizara jornadas de trabajo colectivo (twiza) para mantener en pie al conjunto urbano16, de igual modo, al tratarse de una organización sin policía ni burocracia, era la ğma’ah quien se encargaba de establecer un sistema de vigilancia nocturno compuesto por los varones más jóvenes, así como de organizar a los contingentes de guerreros en caso de conflictos mayores etc. Estos jefes tribales eran hombres honorables a los ojos de la comunidad, con plena autoridad moral, elegidos y respetados por sus cualidades (Trabajo de campo, 2013, 2014 y 2015)17.

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El núcleo de adobe y materiales locales más grande y mejor conservado es Zenaga, aunque Loudaghir ha conservado y restaurado también gran parte de su arquitectura tradicional ya que en años recientes se llevó a cabo un proyecto de restauración de la zona más antigua de este núcleo urbano que involucró la colaboración del gobierno local y asociaciones europeas. Desafortunadamente no podemos decir lo mismo de los demás iɣerman, especialmente después del año 2014 en que llovió torrencialmente durante el mes de Noviembre, dicha situación terminó por destruir algunas de las casas de adobe más antiguas de los núcleos urbanos más deteriorados (Trabajo de campo, Noviembre de 2014). Sin un sistema de organización colectiva la reparación y mantenimiento de estas construcciones antiguas es una tarea imposible. El término amɣar en amazige, da cuenta de las cualidades que un jefe tribal debe poseer para formar parte del concejo, esta palabra viene del verbo “crecer”, “hacerse mayor”, por lo que un amɣar es un hombre cuya sabiduría emana de la experiencia, así como del pleno conocimiento y respeto de las costumbres de su pueblo.

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Figura 3. Los palmerales de Zenaga, Figuig (Fotografía de la autora, Noviembre de 2014).

Es importante notar que la plena conservación de estos conjuntos arquitectónicos depende completamente del sistema tradicional de organización socio-política —y no de la durabilidad de los materiales locales— (ver Ramírez, 2015 en Daneels, 2016). Por lo que el deterioro de éstos antiguos núcleos urbanos muestra la fractura del sistema de organización tradicional y por tanto de todas las instituciones que permitían al aɣrem ser un sistema económico autosuficiente. Este deterioro se observa no sólo a partir de la desaparición de la asamblea de notables, sino de la emergencia de la familia nuclear y de la mano de obra asalariada (para hombres y mujeres), que sustituye poco a poco a la familia extensa como unidad de producción. Si bien es cierto que el comercio era de gran importancia para la economía del oasis, también es cierto que el sistema económico de Figuig mostró que podía sobrevivir aún después de la intervención francesa y la disminución del comercio, esto fue posible gracias a que algunas instituciones tradicionales se mantuvieron en pie a pesar de la desaparición de algunos concejos, mientras que otros quedaron sujetos a la intervención de las autoridades centrales y coloniales

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francesas. Entre las instituciones que siguieron funcionando, destaca la organización doméstica conformada por el linaje (familia extensa) como unidad de producción y la organización que prevaleció para distribuir el agua de irrigación (los canales y el derecho al agua son de propiedad colectiva). En Marruecos es muy conocido un dicho en árabe dialectal que dice: Rāh fq Figuig que literalmente se traduce como “estás por encima Figuig”, el cual se utiliza para decirle a alguien que tiene abundancia económica. Este dicho tuvo su origen en el periodo de la segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando todo el país sufrió de una terrible hambruna a causa se este conflicto internacional y de un periodo de sequía. Se dice que en aquel tiempo mientras la gente caía muerta a causa de una escasez de alimentos por todo el territorio marroquí, en Figuig nadie sufrió hambre ya que los almacenes familiares, administrados por el jefe de la unidad domestica, se encontraban llenos de dátiles y granos. Esto no se dio gracias a una economía basada en el comercio de larga distancia, si no a la extraordinaria organización de la familia extensa como unidad de producción que no era completamente independiente, ya que, por un lado mantenía relaciones solidarias con otras unidades del mismo tipo, y por otro, estaba ligada en una relación simbiótica con un linaje de las tribus árabes pastoriles de los alrededores de Figuig, de tal suerte que nombraban a ese linaje con el que mantenían relaciones de diversa índole como aεrab-nneɣ (es decir, “nuestros árabes” en amazige) (Comunicación personal de Ibrahim Marduk, Febrero de 2015, ighrem Zenaga, Figuig). En el sureste marroquí, y en general por todo el Sahara, las sociedades pastoriles se veían inmiscuidas en pleitos entre facciones al interior de los iɣreman/qsur, aprovechando las circunstancias para imponer su dominio sobre los sedentarios cobrando incluso una especie de tributo a cambio de protección. Sin embargo, Figuig fue un caso particular en ese sentido ya que, por lo menos en el siglo XIX, sus habitantes nunca llegaron a sentirse intimidados por las tribus que deambulaban por los alrededores como era el caso de los sedentarios del sureste marroquí que vivían bajo la presión de los Ayt Atta, la confederación tribal ama-

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zige más grande que aún practica la trashumancia en el Marruecos moderno, cuyo territorio —por lo menos hasta el siglo XIX—, delimitaba al occidente con los de otras pequeñas tribus amaziges que a su vez colindaba con los territorios Bani Gil (ver mapa 4). En Figuig las tribus árabes pastoriles, a saber, los Bani Gil, los Amur, los Dawi Maní y los Awlad Jarir, mantenían relaciones pacíficas y provechosas con los sedentarios del oasis cuyas particularidades se explican en seguida (Dunn, 1977:97). Mapa 4. Territorios tribales de las sociedades pastoriles en el siglo XIX (Tomando de Dunn, 1977:37).

LAS SOCIEDADES PASTORILES EN FIGUIG La región que rodea a Figuig, como fue indicado antes, está habitada por diversas tribus árabes que arribaron al Norte de África en el siglo XI (cfr. Ibn Jaldún, 1863 [1377], 1987 [1377]; Fage, 1978 y Fage y William, 2002), y en el siglo XVIII a la región de Figuig (Bancherifa y Popp, 1999:30). Los Amur y la confederación de los Bani Gil son las tribus árabes que actualmente ocupan la mayor parte de los alrede-

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dores del oasis —y en menor medida se han instalado en su interior, ya que la mayoría de los que se han sedentarizado lo han hecho en Bouarfa, un pueblo cercano a Figuig—, mientras que entre los meses de Marzo y Septiembre llegan a la región algunos Ayt Atta —que se dedican mayoritariamente al pastoreo de ganado ovino y caprino—. Estas sociedades árabes pastoriles aún viven en tiendas de lana semi-circulares (ver Figura 4), aunque por presión del gobierno local, muchos de ellos se han visto obligados a construir casas de materiales modernos (en muchos casos éstas cuentan con tan solo una habitación multifuncional). Los Ayt Atta, que se instalan en región solamente durante el verano, duermen en tiendas triangulares de lana, aunque tienen casas fijas en otras regiones e incluso palmerales en otros oasis (cfr. Gellner, 1969 y Dunn, 1977). Figura 4. Un linaje Bani Gil, del clan de los Ouled Ibrahim asentados en las orillas de Figuig hace aproximadamente 8 años (Fotografía de la autora, Marzo de 2015).

hayan

Es probable que los Ayt Atta hallan hayan aprovechado los numerosos cambios de orden político solicitando permiso al gobierno local para pastorear sus rebaños en la región, algo que era impensable en el siglo

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XIX —si no se recurría a un mediador profesional18 o se tenía alguna relación de reciprocidad con la otra tribu que controlaba el territorio aledaño—. Sin embargo, aunque los movimientos trashumantes de estos pastores están regulados por el actual gobierno marroquí, existen diversos conflictos que se general al momento de compartir los puntos de agua y pastizales con la tribus que tradicionalmente han ocupado la región (Trabajo de campo Noviembre de 2014 y Febrero de 2015). En el siglo XIX, cuando aún no existía una frontera plenamente definida entre Argelia y Marruecos, los Amur ocupaban un territorio más amplio que abarcaba una zona del actual territorio argelino, por lo que en la década de 1980 cuando fue cerrado el tránsito entre ambos países, la tribu quedó dividida entre Argelia y Marruecos, de tal suerte que muchas familias quedaron fragmentadas. Esta situación también afectó a los sedentarios de Figuig que —según explican—, para ver a sus parientes, tendrían que hacer un viaje de miles de kilómetros, ir primero a Rabat a solicitar la visa argelina, viajar hasta Oran y descender por la frontera marroquí. Una situación irónica cuando se piensa que la separación territorial entre ellos es de tan sólo 2 o 3 km. Desde luego hay quien se aventura a cruzar la frontera de noche, algo cada vez más peligroso, especialmente en estos tiempos en que la seguridad se ha intensificado ante la amenaza del grupo terrorista denominado como “Estado Islámico” (ISIS).

LA ECONOMÍA MIXTA DE LAS SOCIEDADES PASTORILES Y SU RELACIÓN CON LOS SEDENTARIOS Con respecto a la diversidad de grupos humanos que transitaban por el Sahara y sus diversos ecosistemas, para el siglo XIII Ibn Jaldún menciona que: Los que viven de los productos del ganado, de ovejas y vacunos, son ordinariamente nómadas, buscando pasturajes y agua para sus

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Santo etc.

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animales, a los cuales, además el cambio de lugar hace bien. A estos últimos grupos se les designa con el nombre de “shauia” (pastores de ovejas), porque sólo se ocupan de las ovejas (shah) y de los bovinos. No penetran mucho en el desierto, dada la falta de buenos pasturajes allí. En el número de estos grupos se cuentan bereberes, eslavos, turcos y turcomanos, hermanos de éstos (Ibn Jaldún, 1977 [1377]:265). Mientras que otros pueblos que: […] se sustentan de la cría del camello, deambulan más que aquellos [a saber, aquellos que crían ovejas, cabras o vacas] y avanzan más lejos en el desierto. Ello se hace preciso en vista de que la pastura, las hierbas y los arbustos de las altas mesetas no nutren lo suficiente a estos animales. Los camellos necesitan apacentar los arbustos del desierto, beber sus aguas salobres y recorrer sus espacios durante el invierno, a efecto de evitar el daño del frío y de disfrutar de una atmósfera tibia […] se sabe que los pequeños camellos, desde su nacimiento hasta su destete, son extremadamente difíciles de criar, siéndoles indispensable durante esa época un ambiente caluroso. Por tanto la gente dedicada a estos animales, se ve obligada a hacer largos recorridos con su ganado […] Tales son los árabes y demás grupos de similares costumbres, a saber los berberiscos nómadas, los Zanata de la Mauritania occidental, los kurdos, los turcomanos y los turcos de los países del Oriente (Ibn Jaldún, 1977 [1377]:266-267). De acuerdo con esta descripción, parecería que cada grupo humano mencionado se especializaba en una sola actividad económica, sin embargo, debido a la incertidumbre de las condiciones climáticas que ponderan en el Sahara y a circunstancias de orden político, de acuerdo a descripciones etnográficas recientes de distintos pueblos pastores a lo largo del mundo, podría pensarse que desde una época muy temprana las sociedades que han habitado a lo largo de esta región del mundo se han visto obligadas a desarrollar economías mixtas y una amplia red de relaciones de orden político y social para sobrevivir, por lo que la descripción de Ibn Jaldún podría ser más bien una referencia a los principales quehaceres de estos pueblos.

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Entre las actividades económicas complementarias de las sociedades pastoriles se incluye algunas de tipo comercial y agrícola, así como de caza y recolección. Incluso la obtención de botín asaltando caravanas o poblados, era considerada como una actividad complementaria que se practicaba de vez en vez, especialmente en épocas de malas cosechas o sequía. Muchas de estas actividades se organizaban a partir de la puesta en marcha de distintos patrones de nomadismo y diversas combinaciones de divisiones de labores como pueden ser género, edad, grupos de parentesco etc. De este modo, siguiendo a Salzman (Salzman, 2004:41), en lugar de hablar de “nómadas y seminómadas”, considero apropiado referirme a las sociedades árabes que habitan los alrededores de Figuig y a las distintas estrategias de supervivencia que han implementado a lo largo del tiempo, ya que, como puntualiza el citado autor, resulta de mayor utilidad para un análisis antropológico el pensar en “estrategias de nomadismo”, en lugar de elaborar una definición reduccionista de estos grupos humanos, cuando el nomadismo es sólo una estrategia de supervivencia —entre otras posibles—, para estas sociedades cuyo modo de vida se basa principalmente en la cría de borregos, cabras, vacas y camellos (para el caso que nos ocupa). Las tribus árabes que transitaban por los alrededores de Figuig mantenían relaciones estrechas con los habitantes de Figuig, intercambiaban lana, carne y productos lácteos con los sedentarios, quienes fabricaban tapetes y djelabas (traje tradicional de lana de una sola pieza), que más tarde canjeaban nuevamente con ellos por otros bienes (los trabajos artesanales de lana de sedentarios y pastores son muy distintos, lo mismo que la calidad de la lana producida por unos y otros). Es probable que debido a la naturaleza pacífica de estas relaciones Figuig haya servido de refugio temporal para algunos árabes que participaban en redadas contra los franceses como se indicó al inicio, e incluso, podríamos suponer que las relaciones que ambos grupos mantenían, tenía un fin más político que económico, ya que en realidad, el iɣrem podía mantenerse como unidad de producción completamente autónoma, sin embargo, aliarse con los grupos pas-

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toriles no sedentarios, garantizaba por un lado, el no ser atacados por ellos (y a su vez, constituye una protección contra otras tribus pastoriles más agresivas), y por otro, el contar con un aliado potencial en caso de enfrentar algún conflicto entre ellos mismos (a lo largo de la historia se registran distintos conflictos entre los conjuntos urbanos de Figuig). Estas alianzas desde luego también beneficiaban a las tribus árabes: En una región apenas gobernada o sin gobierno alguno, los granos o los dátiles se intercambian por carne o productos lácteos, pero la naturaleza de ese intercambio no suele estar determinada exclusivamente por los principios del mercado. La naturaleza de ese trueque puede interpretarse como una especia de combinación entre precios, tributos, derechos de protección y una póliza de seguro contra una mala cosecha (Gellner:1997:206). En resumen, como apuntaba Gellner, en estas regiones los agricultores vulnerables y los pastores agresivos se complementaban —políticamente hablando—, y eran económicamente simbióticos (Ibidem).

PARTICULARIDADES DE LAS TRIBUS ÁRABES EN LA REGIÓN DE FIGUIG En el siglo XIX la tribu de los Bani Gil, que estaba compuesta por 15 o 20 mil personas, dependía de la cría de ovinos en mayor medida que otras tribus de la región, por lo que seguían patrones de trashumancia en los que recorrían extraordinarias distancias, llegando incluso hasta el actual territorio argelino, no obstante, algunos hombres poseían palmerales en Figuig, Aïn Chaïr y otros pequeños oasis. Sin embargo, ningún Bani Gil era sedentario, por lo que todos vivían en tiendas de lana durante todo el año (Dunn, 1977:38). Se cuenta que los Bani Gil intercambiaron las tierras de los alrededores del ighrem Loudaghir a cambio de protección (debido a los diversos conflictos que surgieron en distintos momentos entre zenaga y Loudaghir a causa del agua), de modo que instalaban sus tiendas de lana en los alrededores de este ighrem por largas temporadas. Este

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grupo de pastores, lo mismo que los Amur, también son productores de cereales que almacenan en cuevas naturales y artificiales (cavadas en la piedra y la tierra por ellos mismos) adaptadas como graneros cuya ubicación es casi imperceptible para el extranjero (Trabajo de campo, 2013, 2014 y 2015). Algunas de estas tribus árabes se dedicaron también al comercio, por ejemplo, antes del cierre total de la frontera con Argelia (1980), los Amur traían mercancía argelina de contrabando que vendían en el oasis y en otros poblado (Trabajo de campo, 2013, 2014 y 2015). En cuanto a los Awlad Jarir, Dunn menciona que en el siglo XIX esta tribu tenían al rededor de 5000 camellos, pero también eran cultivadores de dátiles en Béchar y tenían pequeñas parcelas a lo largo del río Zousfana en donde sembraban cereales, aunque su economía dependía en mayor medida de la cría del camello (cfr. Dunn, 1977:39). La obtención de botín también constituía un complemento a la economía de estos pastores, por lo que las redadas se realizaban especialmente en momentos en que había malas cosechas, y más tarde, como parte de una estrategia de resistencia contra la ocupación francesa como ocurrió a principios del siglo XIX (cuando los Amur atacaban las guarniciones francesas para obtener armas). La participación de los jóvenes en estas redadas constituía un rito de paso para ellos. Aunque como sucede con la cría de ovinos o camellos, había tribus cuya economía dependían en mayor medida del botín que de otras actividades, se cuenta que los Amur solían moverse a través de una serie de pueblos ubicados en las franjas de la actual frontera entre Marruecos y Argelia. Saqueaban un pueblo y se movían al siguiente, al otro lado de la frontera, en donde no podían ser perseguidos por las autoridades del país vecino, y así sucesivamente, manteniéndose siempre alejados de las autoridades francesas y de quienes pudieran perseguirlos del lado marroquí en donde, como se ha dicho antes, no existía una autoridad centralizada (Trabajo de campo, Noviembre de 2015). Es importante señalar que el nomadismo es una estrategia que abarca aspectos económicos y políticos (e incluso, en algunos ca-

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sos, podríamos decir que religiosos), en tal sentido, una observación general de Salzman se refiere al hecho de que algunas sociedades practican el nomadismo no tan sólo para alimentar a sus rebaños o para realizar actividades rituales o económicas, entre otras, sino para mantenerse fuera del control político de un poder centralizado (Salzman, 2004:29-33), ese era el caso de los Amur y de muchos de estos pastores. Ahora bien, no es difícil imaginar los numeroso cambios que surgieron a raíz de la colonización francesa en la región, y aunque no tratare a detalle cada uno de éstos, en seguida cito aquellos que me parecen más relevantes desde una perspectiva diacrónica: 1) en una primera etapa se implemento un control de las fronteras (antes de cerrarse definitivamente en 1980), esto afecto a los Amur y a otras tribus acostumbradas a complementar su economía a partir del saqueo. Con un control más firme no sólo no era posible asaltar poblados indefensos, sino que era imposible buscar refugio del otro lado de la frontera, así que estas tribus tuvieron que implementar una estrategia distinta para sobrevivir, por lo que intensificaron la cría de ovinos y/o caprinos, además de otras actividades agrícolas o comerciales. Esto puede verse como algo positivo para los demás, sin embargo, a lo largo del tiempo, la intervención francesa trajo más consecuencias negativas que positivas; 2) más tarde, una vez que Marruecos consolido su independencia, el gobierno marroquí implemento diversas políticas para mantener bajo su control a estas tribus por lo que su autonomía política se perdió completamente (un tema que no será tratado a detalle por falta de espacio), esto implica, entre otras cosas, un control muy débil sobre los territorios ancestralmente ocupados por estas tribus, por lo que se han visto obligados a compartir pastizales y puntos de agua con tribus que, por lo menos en el siglo XIX, no tenían acceso a estos territorios (por ejemplo los Ayt Atta). Asimismo no se toma en cuenta cualquier afectación a su economía y patrones de trashumancia al momento de explotar el territorio de cualquier forma, por ejemplo, hace algunos años el gobierno marroquí construyó una presa a la cual se opusieron algunos pastores por diversas razones, sin embargo, sus voces no fueron escuchadas pues

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la legislación marroquí actual no reconoce los derechos que éstos pudieran tener sobre la tierra de pastoreo; 3) Al cerrarse definitivamente las fronteras algunos clanes y linajes quedaron divididos —como fue mencionado previamente—, y la economía mixta se fragmentó debido a que algunas tribus sembraban cereales del lado argelino, además de vivir también del comercio. Los resultados generales son la sedentarización forzada provocada también por el cambio climático y los procesos de desertificación que le acompañan y desde luego, la migración a los países europeos tanto de amaziges sedentarios como de pastores árabes. Evidentemente, a través de los años, estas circunstancias fracturaron al sistema iɣrem que ya no funciona como unidad de producción autónoma, se trata de una situación que sin lugar a dudas, ha impulsado la migración masiva a las zonas urbanas marroquíes y a los países europeos.

FIGUIG EN LA ACTUALIDAD Sedentarización forzada para los árabes pastores de Figuig significa, en primer lugar, encontrarse con una situación en la que no se es propietario de ningún pedazo de tierra, por lo que eso implica instalar la tienda de lana en los alrededores del oasis por tiempo indefinido (en 2015, algunos linajes Bani Gil señalaron que no han movido sus tiendas desde hace 8 o 9 años), y ser acosado por las autoridades locales que amenazan con quemar las tiendas si permanecen mucho tiempo. Implica también el ser extorsionados por algunas de éstas autoridades que prometen tierra a cambio de dinero, en muchos casos esas promesas no son cumplidas y muchos de estos pastores, que han perdido sus rebaños a causa de las sequías, o por no poder cruzar las fronteras en busca de pastizales etc.. se ven forzados a adentrarse en el desierto para no ser molestados. Aunque también algunos se asientan en las orillas del oasis para que sus hijos puedan asistir a la escuela. En diferentes momentos muchos de éstos árabes han sido contratados por las autoridades municipales para recolectar basura o cuidar la entrada de algunos edificios gubernamentales, de igual modo,

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a muchos de ellos se les han donado transportes motorizados para llevar cosas de un poblado a otro, todo esto como una manera de solventar el problema que genera la sedentarización forzada y proveerles de un empleo remunerado. Asimismo, en un afán de ayudar a estas familias, el núcleo de Loudaghir les prestó (o rento a muy bajo costo) algunas viviendas de adobe al interior del conjunto urbano, desafortunadamente esta clase de estrategias ha terminado en desastre, en primer lugar porque los pastores, acostumbrados al nomadismo, no valoran del mismo modo que los sedentarios una casa, no conocen las técnicas de preparación del adobe y por tanto, no saben darle el mantenimiento necesario después de la temporada de lluvias, de modo que suelen ocupar una habitación y usar las vigas de la misma como leña cuando lo requieren. Una vez que esta habitación se cae, se pasan a la siguiente y cuando la casa se derrumba por completo regresan a sus tiendas de lana y se adentran en el desierto nuevamente hasta que la necesidad de sobrevivir les hace refugiarse de nuevo en los alrededores del oasis. La convivencia entre ambos grupos se torna conflictiva cuando algunos árabes, acostumbrados a complementar su economía a través del botín, entran a los palmerales, o a otras viviendas (cuyas puertas se acostumbra dejar abiertas), a robar —según testimonios de muchos amaziges sedentarios— (Comunicación personal de Si Mustafa Aisaoui, jefe tradicional de Loudaghir, Febrero de 2015). Además, la sedentarización trae consigo no sólo la necesidad de una vivienda, si no, de un trabajo remunerado, algo que escasea grandemente en Figuig. En conclusión, las estrategias que el gobierno local ha implementado para afrontar los conflictos derivados de los procesos de sedentarización forzada no han sido lo suficientemente efectivos como para resolver un problema que no sólo implica cuestiones económicas, sino de orden cultural. Los pastores anhelan siempre la movilidad, su riqueza está en sus rebaños, no en un pedazo de tierra ni en una buena cosecha, a diferencia de los sedentarios que dedicaban (y muchos de ellos aún lo hacen), la mayor parte de su vida al escrupuloso

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cuidado de sus palmerales y jardines, así como al mantenimiento de sus construcciones de adobe. Para finalizar, es importante mencionar que a principios del 2016 el gobierno marroquí, sin previo aviso, ni consulta ciudadana de ninguna clase, ha comenzado a construir una cerca en la frontera argelino-marroquí en el área de Figuig, confiscando la tierra de algunos sedentarios y entregándola a Argelia, según testimonios locales (http: //www. hespress.com/regions/294758.html), estas acciones son un duro golpe a las poblaciones originarias de Figuig. A la larga las malas relaciones entre ambos países y la falta de respeto por los derechos de estos pueblos (que en términos históricos, no podríamos definir ni como marroquíes, ni como argelinos, ya que tanto los sedentarios como los pastores tenían tierras de ambos lados), contribuirán al deterioro de su forma tradicional de subsistencia y por tanto, aumentarán la sedentarización forzada, la migración y el empobrecimiento en estas regiones.

AGRADECIMIENTOS Este trabajo no hubiera sido posible sin la amable asistencia del Dr. Hassan Aouraghe, Amar Abbou, Tayeb Jabri, Ouajd Karkar, Si Moustafa Isawi (Jefe tractional del ighrem/ksar Loudaghir) Hassane Benamara, así como de muchos habitantes de Figuig (amaziges y árabes). Asimismo, es importante señalar que a partir de Noviembre de 2014 la investigación fue financiada por CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), en el contexto de su programa de becas posdoctorales al extranjero. De igual modo, quiero extender mi gratitud a la municipalidad de Figuig por alojarme gratuitamente en elAlbergue Municipal durante las temporadas de trabajo de campo en 2013, 2014 y 2015.

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