La Ciudad y el Puzzle

Ushuaia, la ciudad y el Puzzle
Por Olaf Jovanovich
Arquitecto – Especial para el Instituto de Estudios Fueguinos
"Un puzzle de madera no es una suma de elementos que haya que aislar y analizar primero, sino un conjunto... No son los elementos los que determinan el conjunto, sino el conjunto el que determina los elementos: el conocimiento del todo y de sus leyes, del conjunto y su estructura, no se puede deducir del conocimiento separado de las partes que lo componen".
(George Perec)

Creo que esta definición de puzle empleada en 1978 por el escritor francés George Perec para referirse a un rompecabezas, puede ser utilizada para definir el concepto de ciudad, aún mucho más que otras dadas por la literatura especializada en la materia, si bien le falta una aclaración: de la relación entre las piezas nacen las características del conjunto.
Las ciudades constituyen sistemas complejos y por ello no podemos conocerlas ni definirlas por sus partes. Ni por el soporte físico, ni por el (sub)sistema político, ni por el (sub)sistema económico, ni por el (sub)sistema de salud, ya que considerados por separado no nos dicen nada sobre la ciudad como totalidad.
Cuando hablamos de ciudades seguras, sustentables, eficientes, estamos hablando de esta totalidad como unidad, donde la parte pierde su sentido individual. Por ello no existen economías seguras, sistemas de salud seguros, o ambientes seguros en ciudades inseguras. La ciudad determina sobre sus piezas restricciones e incrementos de sus propias características. En otras palabras, y contra intuitivamente, la ciudad es más y a su vez menos que la suma de sus partes
Paradójicamente, las políticas públicas en muchas ciudades se construyen y comprenden desde principios contrarios. Un mundo de sectores e intereses sectoriales se cruzan sobre un mismo territorio, no siempre de manera articulada. La acción sobre la parte manda, impone, desarma. Y entonces emerge el sentido vacío de la pieza suelta. La ciudad desaparece y, en el mejor de los casos, surgen las viviendas, los hospitales, las escuelas, todos ellos fragmentos huérfanos de una ciudad tratando de construir el sentido que pierden en el mismo momento de separarse, de desarticularse.
En este escenario, cada sector se construye y justifica a sí mismo. Disputas de presupuestos, egos de protagonistas, especialistas de todo tipo que enfrentan de forma sesgada a la realidad. Mientras la ciudad desaparece y los ciudadanos se transforman en números, en estadísticas sin sentido alguno más allá de su uso específico, de su rol de argumentador del sector que lo trae a la luz.
Generalmente se evalúa a las políticas públicas en términos de cantidad de obra producida. Así, lo que pesa es la cantidad de caños, de vivienda, de asfalto. No hay una vinculación con la realidad urbana que se genera (o degenera), no hay relación con la estructura general que le da sentido, razón de ser. Es importante entonces remarcar que la vida en las ciudades no depende exclusivamente de los hospitales y de las viviendas. No obstante la producción de urbanidad, la ciudad como un todo, nunca es el parámetro de evaluación.
En ese marco la ciudad crece, ¿Pero crece en tanto ciudad? El crecimiento urbano está atado a la urbanidad de su propio crecimiento. En este sentido, la vida urbana es más que la suma de las resoluciones de las necesidades específicas, más allá que no exista urbanidad posible sin resolverlas, cuestión que, categóricamente, está fuera de cualquier discusión.
Así, un día nos encontramos sin arraigo, con ciudades enteras que no poseen identidad, que se devoran a sí mismas, ciudades que crecen en población, pero no en pobladores, en individuos pero no en identidades. De ese modo, el rompecabezas cada día tiene más piezas, mejor definidas, más funcionales a sí mismas, y cada día se alejan más de la concepción urbana.
Entonces, pensando en lo local: ¿Cómo se construye una ciudad como Ushuaia y su urbanidad? ¿Hay crecimiento de ciudad o de piezas sueltas? ¿Cómo se vinculan las piezas, qué las ordena, qué les da sentido?
Ushuaia, su desarticulación y su crecimiento sin urbanidad.
Hasta que un día las viviendas se comieron al piedemonte, se cercenaron de su propio paisaje. Y las piezas se independizaron, calles que no llevan transportes públicos, viviendas sin servicios, centros urbanos plagados de "foráneos", barrios sin otra identidad que no sean las necesidades sin resolver. Y la ciudad desaparece. Ushuaia desaparece.
Por el contrario, aparece el afán de la pieza, la locura de la parte, la resolución de un problema desarticulado con lo que le da origen. Aparecen viviendas, calles. Y Ushuaia desaparece.
Así, huérfanas, las piezas sueltas tienen una suerte de destino inútil, inasible y, muchas veces, peligroso. Viviendas que se comen montañas (y que en algún momento se pueden transformar en montañas que comen viviendas). El soporte físico no deja de existir porque no sea articulado con lo que crece arriba de él, su condición de zona sísmica no desaparece por la razón de desentenderse de ella. De este modo, caemos en cuenta que ese puzzle no se trata solamente de un juego inofensivo, sino, por el contrario, el sentido absoluto de la pieza muchas veces se torna peligroso.
Pero no se trata aquí de caer en pesimismos apocalípticos, sino de entender que la ciudad, y la condición de su propia complejidad, nos dan herramientas. Abren la puerta a la inevitable necesidad de la coordinación, de la inter relación, ya que no hay adición posible de partes que garanticen la urbanidad. Todo se debe tejer en conjunto.
En ese marco se deben mover las ideas y las acciones urbanas. También necesita, obviamente, de ideas y proyectos específicos, pero estos inevitablemente deben formar parte de políticas más generales y amplias que podamos denominar "urbanas", grandes rumbos, que doten de sentido a las piezas sueltas. Necesitamos de Ushuaia y su propia urbanidad.
La ciudad es el rompecabezas que da sentido y orden a todo. Y allí donde nada es estático debemos intervenir, debemos construir estructura. La solución está en ese gigantesco rompecabezas, no en cada una de sus piezas. Uno vive en la ciudad, no solamente en la vivienda, en el hospital o en la escuela.




Docente de la Universidad Nacional de la Plata. Postgrados en planificación y Urbanismo.