La ciudad como sujeto: la historia urbana cultural y la producción social del espacio

July 3, 2017 | Autor: F. Quesada Avendaño | Categoría: Urban History, Historia Urbana
Share Embed


Descripción

FLORENCIA QUESADA AVENDAÑO

150

ESPACI

O

–TIEMPO

Florencia Quesada Avendaño *

LA

CIUDAD COMO SUJETO :

LA HISTORIA URBANA CULTURAL Y LA PRODUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO

A

finales del siglo XIX y comienzos del XX, San José inició una transformación urbana que marcó la pauta y la forma del crecimiento en la capital costarricense a lo largo del siglo XX. ¿Cómo analizar las transformaciones urbanas y culturales, usos y reorganización del espacio durante ese período de cambio en la capital? A continuación planteo algunas propuestas para estudiar la ciudad en general y específicamente San José, Costa Rica en su primera fase de modernización a partir de la historia cultural.

MICROHISTORIA

URBANA CULTURAL

En las últimas décadas, tanto la historia social como la cultural, como analiza la historiadora de la arquitectura de origen estadounidense Nancy Stieber, con respecto a la historia de la ciudad moderna, del espacio urbano, sus usos y sus representaciones, han privilegiado los estudios de microhistoria, alejándose de los análisis a gran escala en tiempo y geografía (grandes narrativas estructuralistas de inspiración marxista o de longue durée de la Escuela de los Anales).

* Florencia Quesada Avendaño (costarricense) es doctora en estudios latinoamericanos por la Universidad de Helsinki (2007), DEA en historia Université Paris 1-Sorbonne (2000). Ha sido investigadora y profesora en el Instituto Renvall de la Universidad de Helsinki e investigadora del Centro de Investigaciones Históricas de América Central. Ha publicado diversos artículos sobre historia urbana y de la arquitectura en Costa Rica y sobre las ciudades latinoamericanas contemporáneas. Su dirección de correo electrónico es [email protected]. © MESOAMÉRICA 51 (ENERO–DICIEMBRE

DE

2009),

PÁGS.

150–157

LA

CIUDAD COMO SUJETO

151

Esta tendencia ha influenciado la investigación de la historia urbana reciente en América Latina con investigaciones centradas en ciudades particulares, como es el caso de San José. ¿Por qué la microhistoria es útil para entender la ciudad? La microhistoria cultural permite entender el aspecto particular de un espacio en un tiempo y geografía determinada, ya que enfatiza la contingencia y la autonomía de las formas culturales. Como señala uno de los fundadores de este método de análisis, el italiano Giovanni Levi, la microhistoria como práctica se basa esencialmente en la reducción de la escala de observación a un análisis microscópico con un estudio intensivo de una gran diversidad de fuentes. La microhistoria se centra en lo específico del proceso y rechaza las simplificaciones o tipologías rígidas. A la vez, permite comprender procesos generales en otro contexto histórico. Por tal razón, aunque la microhistoria se concentra en una ciudad determinada, siempre debe considerar el contexto mayor y el proceso general en que se lleva a cabo, en este caso, la modernización y la modernidad. Como señala el historiador y sociólogo estadounidense Theodore Hershberg, el énfasis en el estudio de una ciudad particular tiene como objetivo indagar el proceso por medio del cual se lleva cabo su construcción, su organización, el cambio social, el papel del desarrollo tecnológico en el proceso de urbanización y de las relaciones claves entre comunicaciones y tecnología en el crecimiento urbano, entre otros. Tomemos el caso de San José a partir de la década de 1880, momento en el que se planteó la idea de transformar la ciudad bajo nuevos cánones modernos, producto de los cambios tecnológicos, ideológicos, económicos y médicos del momento. La capital fue concebida como un organismo al cual había que civilizar y por ende era necesario construir nuevas arterias para su buen funcionamiento (cloacas, cañerías, calles pavimentadas). La construcción de esa infraestructura generó muchos debates, movilización de recursos, introducción de nueva legislación y creación de instituciones públicas para la transformación y control del espacio urbano. El cambio urbano fue propuesto y liderado por una intelligentsia higienista —médicos, ingenieros y/o políticos— que llevó a cabo lo que se conoció como el “Saneamiento de San José”. Esa intelligentsia fue una especie de “preplanificadora” urbana cuyo objetivo primordial fue cambiar el espacio urbano a través de la higiene. Su interés y empeño por instalar las nuevas redes urbanas tecnológicas se explica no sólo por el deseo de mejorar la higiene de la población, sino también porque esa infraestructura representaba los fetiches urbanos de una temprana modernidad y materializaban la ideología de progreso en la ciudad. De la mano con la microhistoria, el análisis de San José es también parte de la historia urbana cultural latinoamericana. Un requisito fundamental de la misma, como apunta el arquitecto e historiador argentino Adrián Gorelik, es hacer “una historia que no separa la historia de la ciudad —en términos mate-

FLORENCIA QUESADA AVENDAÑO

152

riales— de la sociedad —en términos sociales o políticos—, sino que es una historia del modo en que la ciudad, como objeto de la cultura, produce significaciones; es decir una historia cultural de las representaciones de la ciudad. Por ello, la historia urbana cultural está estrechamente relacionada con el estudio de las representaciones, la ciudad imaginada, que contribuyen a entender también las identidades urbanas y abrir nuevos campos de estudio y análisis sobre la ciudad.

LA

CIUDAD COMO SUJETO

¿Si la microhistoria cultural urbana es el método, cómo entender el espacio desde un punto de vista teórico? El espacio social, nos dice el filósofo francés Henri Lefebvre, es un producto social y cada sociedad tiene un espacio peculiar que puede ser “objeto” de análisis. El espacio producido sirve como una herramienta para el pensamiento y la acción y, al mismo tiempo, como un medio de control, de dominación y de poder. La producción social del espacio incluye todos los factores —social, económico, ideológico, tecnológico— cuya intención es la creación física del entorno material. La construcción de redes de infraestructura moderna, nuevos edificios públicos y privados, parques, paseos y monumentos fueron elementos centrales de la producción social del espacio en San José. La ciudad debe ser analizada no sólo como un espacio para las relaciones sociales y de poder, sino también entender el espacio como producto de esas relaciones y una causa mediadora que las rediseña. En San José, las élites liberales, sobre todo a partir de 1880, promovieron la transformación de la ciudad acorde con su ideología del progreso con el propósito de higienizarla y al mismo tiempo “civilizarla”. El urbanismo burgués fomentó nuevos patrones de asentamiento y reorganización urbana, higiene y control social, convicción moral, sociabilidad y prácticas simbólicas en el espacio público. El proyecto cultural de intervención en la ciudad pretendía explicitar el dinamismo comercial, la nueva idea de nación y la creación de infraestructura y medios de transporte modernos que, en teoría, darían orden y cohesión a esos espacios y valores en un paisaje común. Tradicionalmente, los estudios acerca de la ciudad se concentran en analizar la movilidad y el conflicto social, la inmigración, los procesos políticos y electorales y la familia, entre otros, pero la “espacialidad” es frecuentemente ignorada. La ciudad y el espacio no son considerados como un “objeto de estudio”, en suma, no se le da un papel central a la producción del espacio y se pone el espacio de primero. Por tal razón, como proponen los académicos estadounidenses Edward Soja, Diane Davis y Teresa Meade —siguiendo a Lefebvre y al sociólogo español Manuel Castells—, una propuesta para estudiar la ciudad es darle protagonismo al espacio con una perspectiva histórica. Cuando se le da

dónde se cier ran las comillas que se abren en la última línea de la página 2?

LA

153

CIUDAD COMO SUJETO

importancia a la “espacialidad” se tiene una comprensión más amplia del significado y de las acciones de los actores sociales en el espacio urbano, a nivel local, nacional y en el contexto internacional, lo que permite considerar al espacio no de manera neutral, sino como una de las dimensiones materiales fundamentales de la sociedad. Al analizar la ciudad (reorganización del espacio, infraestructura, usos, espacio público, arquitectura, relaciones sociales, representaciones fotográficas y literarias), las expresiones materiales se sitúan en su contexto y con su carga ideológica, como materialización de una transformación cultural plasmada en el espacio urbano, liderada por los grupos sociales dominantes. Como también propone el historiador inglés Peter Clark, el espacio, el tiempo y la sociedad están interrelacionados en el ambiente urbano y el espacio urbano no “existe” per se, sino que es producido, reproducido y moldeado por las acciones de las personas, que se llevan a cabo en un contexto que es específico de un tiempo y un espacio. Un buen ejemplo de la construcción de imaginarios modernos es la vista panorámica de San José en 1922, del fotógrafo Manuel Gómez Miralles (véase Figura 1). Las vistas panorámicas con un ángulo elevado fueron ideales para enfatizar el carácter monumental de la ciudad, con la ausencia de sus habitantes para mostrar los edificios prominentes. Como se privilegian los edificios centrales, la ciudad luce magnificada y elegante con los edificios neoclásicos de dos pisos que, por el ángulo escogido por el fotógrafo, parecen dominar la arquitectura urbana. El fotógrafo ubicado desde la torre de la Catedral captó en un primer plano el Sagrario y a lo lejos los edificios comerciales de la Avenida Central. A la extrema derecha, el techo de la Catedral nos sumerge en la imagen, para chocar visualmente primero con la cúpula de la iglesia y a lo lejos con el Teatro Nacional. Con las palmeras en primer plano y algunos edificios de dos

Figura 1 Vista panorámica de San José desde la Catedral Fuente: Manuel Gómez Miralles, Costa Rica, América Central, 1922 Cortesía del Museo Nacional de Costa Rica, Inventario General de Bienes, 10640

FLORENCIA QUESADA AVENDAÑO

154

pisos, el fotógrafo compuso una imagen y una escala que San José no tenía en este período, caracterizada por casas de un solo piso. Además, escogió como representativo el norte burgués y no el sur popular, enfocando su lente en dirección a la Avenida Central y al eje modernizador de la ciudad y de las islas verdes que se confunden con el horizonte. Al mismo tiempo, un concepto teórico crucial para elaborar un marco para entender la ciudad en América Latina son las teorías del consumo colectivo formuladas por Castells. La provisión y administración de los servicios como transporte, vivienda y otra infraestructura colectivamente distribuida en las grandes aglomeraciones, son un eje central del desarrollo social y espacial de las ciudades. Analizar el “producto” —el espacio construido de la ciudad— permite entender por qué algunas ciudades crecen de forma diferente a otras y cómo se ha llevado a cabo la distribución y organización del espacio urbano y de los servicios e infraestructura; la allocation (asignación) del espacio urbano como lo ha denominado Castells. La allocation no ha sido un proceso accidental en los llamados países en desarrollo, como subraya Meade, sino que la separación de la pobreza de la riqueza y el aislamiento y la segregación de los pobres lejos de los servicios urbanos, han sido planeados. En San José analizamos los orígenes históricos de este proceso desigual en la organización del espacio y de una deliberada segregación espacial y social, que tuvo como consecuencia la creación, en sus dos extremos, de una ciudad “moderna” (noreste y oeste) y otra, la San José popular, en terrenos pantanosos, al sur y al noroeste.

DIVERSIDAD

DE FUENTES

Una de las características de la historia urbana cultural es la diversidad de fuentes y discursos utilizados. Para analizar a San José, escogí un ecléctico repertorio de fuentes primarias para entender el cambio urbano, tecnológico y de infraestructura, la transformación cultural, el contexto ideológico y las representaciones de la modernidad urbana. Además de las fuentes tradicionales oficiales como las Memorias de Fomento, Gobernación y Policía, las Actas Municipales de San José, Mapas y Planos entre otros, fuentes en su mayoría del Archivo Nacional de Costa Rica, también se incluyeron los relatos de viajeros extranjeros y la fotografía (ambas analizadas como fuentes cualitativas y cuantitativas). En el caso específico de la fotografía, es una interesante fuente para ampliar la comprensión de la organización de las ciudades en América Latina y analizar la ciudad desde una perspectiva cultural, de los símbolos, de la memoria y la invención de tradiciones. La nueva estética de representación teatralespectacular junto a la descriptiva y racional, según la historiadora urbana estadounidense M. Christine Boyer, fue paralela al cambio urbano moderno y con-

LA

CIUDAD COMO SUJETO

155

llevó a una reconfiguración de la organización visual de la ciudad en el siglo XIX. En San José, esa reconfiguración quedó patente en los relatos de viajeros y la fotografía que hicieron mapeos urbanos y construyeron una guía formal de cómo conocer la ciudad. Abordamos la teatralidad-espectacular urbana en la fotografía a través del estilo monumental (a partir del grand style, concepto elaborado por el fotógrafo e historiador de la fotografía estadounidense Peter Bacon Hales). El estilo monumental presentó como un hecho el mito en construcción de la salubridad urbana, enfocando el lado ideal de la ciudad con un alto poder persuasivo y eliminando lo no “deseado”. En el caso de San José, lo analizamos en el contexto latinoamericano de la ideología del “orden y progreso” y a la fotografía como un instrumento de propaganda institucional y comercial —como lo propone el historiador estadounidense Robert Levine—, que creó una idealización urbana fotográfica. Muy lejana a esa ciudad higienizada y “moderna” está la muy preciada y casi única imagen de los barrios populares de San José a inicios de siglo XX también de Gómez Miralles en 1912 (véase Figura 2). La imagen presenta las humildes viviendas de madera que comenzaron a construirse en los barrios del sur de la capital. Gómez Miralles, contratado por la English Construction Company para documentar gráficamente los edificios que construía esa compañía en San José, tomó esta imagen para mostrar la calle macadamizada que tenía alumbrado público. No pretendía mostrar a los pobres josefinos que vivían a lo largo de la calle, sino más bien enfatizar las mejoras realizadas por la Municipalidad para entrar a los almacenes y bodegas de la Compañía Constructora, como se consignó en la fotografía (¿sería por esa razón que en la calle también se había instalado el alumbrado público?). Las pobres viviendas de tablones de madera con gallineros en su patio trasero, los niños descalzos y las mujeres agrupadas en el extremo derecho de la fotografía, recuerdan las descripciones de la novela A ras del suelo (1970) de Luisa González en el barrio de la Puebla. La imagen es un ejemplo contrastante de las paupérrimas y duras condiciones de vida que predominaban en los barrios al sur de San José, muy lejos de la atención de los fotógrafos y de la ciudad limpia e higiénicamente idealizada que se representó en el discurso fotográfico imperante. En síntesis, la primera fase de cambio urbano moderno en San José se tradujo en la construcción de un nuevo espacio de poder. La ciudad fue, a la vez, producto y un medio para este juego de fuerzas y discursos. Transformaciones simultáneamente materiales y culturales, promovidas y justificadas en aras de los intereses de “toda la nación” y que fueron parte de un proceso mayor de cambio urbano en las principales ciudades en América Latina. La reorganización de un espacio de poder al noreste de la ciudad constituye un espacio simbólico que hasta el día de hoy tiene vigencia e importancia en el desarrollo

FLORENCIA QUESADA AVENDAÑO

156

político y social de San José (considerado como un eje cívico y cultural). A inicios del siglo XXI, esa allocation, eje central del desarrollo social y espacial de las ciudades, se ha traducido en una segregación y polarización social extrema, producto de la concentración de la riqueza y de las desigualdades sociales. La ciudad como sujeto, en un determinado contexto, espacio y tiempo permite entender la importancia de la transformación del espacio urbano en la capital centroamericana a finales del siglo XIX y sus implicaciones materiales, sociales y simbólicas que se mantienen hasta el presente.

Figura 2 Barriada popular al sur de San José Fuente: Manuel Gómez Miralles, 1912 Cortesía del Archivo Biblioteca Teodorico Quirós, Escuela de Arquitectura Universidad de Costa Rica, Colección Edgar Vargas y Daniel Domínguez

LA

157

CIUDAD COMO SUJETO

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA Bacon Hales, Peter. Silver Cities: The Photography of American Urbanization, 1839–1915. Philadelphia: Temple University Press, 1984. Boyer, M. Christine. The City of Collective Memory: Its Historical Imagery and Architectural Entertainments. Massachusetts: MIT Press, 1996. Castells, Manuel. The City and the Grassroots. London: Edward Arnold, 1983. Clark, Peter (editor). The European City and Green Space: London, Stockholm, Helsinki and St. Petersburg, 1850–2000. London: Ashgate, 2006. Davis, Diane. Urban Leviathan: Mexico City in the Twentieth Century. Philadelphia: Temple University Press, 1994. Gorelik, Adrian. La grilla y el parque: espacio público y cultura urbana en Buenos Aires 1887–1936. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmez, 1998. Hershberg, Theodore. “The New Urban History towards an Interdisciplinary History of the City”. Journal of Urban History 32: 4 (1979), págs. 3–40. Lefebvre, Henri. La production de l’espace. 4ª edición. Paris: Anthropos, 2000. ——. The Production of Space. Cambridge, MA: Blackwell, 1991. Levi, Giovanni. “On Microhistory”. En New Perspectives on Historical Writing, Peter Burke (editor). Cambridge: Polity Press, 1991, págs. 93–113. Meade, Teresa. “Civilizing” Rio: Reform and Resistance in a Brazilian City 1889–1930. Pennsylvania: The Pennsylvania State University Press, 1997. Quesada Avendaño, Florencia. La modernización entre cafetales: San José, Costa Rica, 1880–1930. Helsinki: Yliopistopaino, 2007. Stieber, Nancy. “Microhistory of the Modern City. Urban Space, its Use and Representation”. Journal of the Society of Architectural Historians 58: 3 (1999), págs. 382–391. Soja, Edward. “Writing the City Spatially”. City 7: 3 (2003), págs. 269–280.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.