La Ciencia del Bien y el Mal: La Psicología Moral y sus implicancias para el Derecho y los Asuntos Públicos I - II

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La Ciencia del Bien y el Mal: La Psicología Moral y sus implicancias para el Derecho y los Asuntos Públicos1

Publicado en EnfoqueDerecho.com, Themis - 20122

Dante Solano3 Manzana Moral – Laboratorio Web de Psicología Moral4 https://manzanamoral.wordpress.com/

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Este texto resume las dos entregas que se realizaron sobre Psicología Moral, Derecho y Asuntos Públicos para Enfoque Derecho. La primera parte del presente texto apareció el 1 de abril de 2012 en la web de enfoquederecho.com y la segunda apareció el 2 de abril de 2012 en la misma web. Se puede revisar el texto en los siguientes enlaces: http://enfoquederecho.com/otros/la-ciencia-del-bien-y-el-mal-la-psicologia-moral-y-sus-implicas-para-el-derecho-ylos-asuntos-publicos/ http://enfoquederecho.com/otros/la-ciencia-del-bien-y-el-mal-la-psicologia-moral-y-sus-implicas-para-el-derecho-ylos-asuntos-publicos-parte-2/ 2 Citar: Solano, D. (2012). La ciencia del Bien y el Mal: La Psicología Moral y sus implicancias para el Derecho y los Asuntos Públicos I – II. Lima: Enfoque Derecho, Themis – Pontificia Universidad Católica del Perú. 3 Psicólogo Social por la PUCP, con estudios de posgrado en economía por la misma universidad. Cuenta con más de 5 años de experiencia en gestión y política pública trabajando para organizaciones privadas y públicas, nacionales e internacionales, especializándose en la aplicación de las ciencias cognitivas y del comportamiento a diversos temas referentes a la Interculturalidad, la Educación, el Desarrollo Económico Local, la Modernización del Estado y los Recursos Humanos. Actualmente labora en el MINEDU, en el desarrollo de políticas que promuevan el bienestar en los docentes del magisterio. Su investigación académica se ha centrado en entender la Moral, la Cognición Política y el Bienestar Subjetivo en Latino-américa, tanto en poblaciones rurales como urbanas. Dirige Manzana Moral, Laboratorio Web y Blog de difusión e investigación en Psicología Moral. 4 Manzana Moral es un proyecto para la divulgación e investigación de la Psicología Moral en Latinoamérica. Para cualquier solicitud de información o correspondencia: [email protected]

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3 Resumen

Se realiza una breve revisión sobre los orígenes y principales avances de los últimos 20 años en el estudio de la Psicología Moral. Luego de revisar los aportes de la biología evolucionista, los estudios neuro-científicos y transculturales, se explora las posibles implicancias de estos hallazgos para su aplicación en diversas áreas de los Asuntos Públicos y el Derecho como la responsabilidad de los delitos, la moral de los jueces, la gestión de las leyes y los conflictos sociales. Keywords: psicología moral, evolución, cultura, emoción, neurociencia, asuntos públicos.

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4 Introducción

El discutir de la naturaleza de la Moral y la Ética ha sido un tema usualmente asociado a la filosofía. Sin embargo, desde el siglo pasado diversas ciencias sociales y biológicas han venido investigando en diferentes niveles la moral humana, dando importantes aportes a su entendimiento. En los últimos años, estos aportes se han venido integrando en el campo interdisciplinario conocido como Psicología Moral (Doris, Cushman, & Group, 2010; Haidt, 2007; Haidt & Kesebir, 2010), el cual busca entender cómo las personas realizan sus juicios morales y porqué estas se comportan bien o mal (Doris, et al., 2010). Asimismo, la Psicología Moral actualmente tiene relevancia académica y científica (Haidt, 2007), y sus investigaciones están teniendo importantes implicancias en diversas disciplinas como la Gestión (Paharia, Kassam, Greene, & Bazerman, 2009), el Derecho (Darley, 2009; J. Greene & Cohen, 2004), la Educación (J Graham, Haidt, & Rimm-Kaufman, 2008), etc. En el presente texto se presenta, en primer lugar, qué es la Psicología Moral, donde se discuten sus orígenes, sus primeros desarrollos y las tendencias actuales. Por último, se expondrá algunas implicancias que puede tener esta para el Derecho y otros Asuntos Públicos.

La Psicología Moral: Orígenes, Desarrollo y Tendencias Actuales A lo largo de la historia humana, las diversas culturas y sociedades han tratado de definir cuáles son las formas correctas o aceptables de comportarse; elaborando, para ello, leyes, códigos de conducta o manifestándolas en sus narraciones (mitos, leyendas, poemas épicos, etc.). Con la llegada de la Ilustración, los filósofos occidentales se adueñaron del estudio de la moral y la ética, desarrollando teorías sobre estas basándose en una aproximación deductiva lógica-verbal (Moll, Zahn, de Oliveira-Souza, Krueger, & Grafman, 2005), cuyo propósito era identificar

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principios universales que guíen la conducta humana. Si bien las dos corrientes predominantes de esta época, el consecuencialismo y la deontología (Haidt & Kesebir, 2010), diferían en sus aproximaciones, ambas pretendían proponer alguna regla para poder actuar moralmente e insistían en que las decisiones morales debían ser razonadas más que intuidas (Haidt & Kesebir, 2010). Esta tradición en la filosofía moral sería llamada por Edmund Pincoffs (1986) como “Quandary Ethics” o Ética de los Dilemas. Esta tradición inspiraría los primeros trabajos de la psicología del desarrollo moral (Kohlberg, 1976; Piaget, 1965), iniciados por Jean Piaget (1965) y, posteriormente, Lawrence Kohlberg (1976). El objetivo de ambos investigadores era entender los cambios que ocurren en el razonamiento moral desde la niñez hasta la adultez, partiendo de una concepción prescriptiva deontológica de la moral, basada en el valor de la justicia, y sosteniendo que el razonamiento era el elemento más importante en el fenómeno moral. Posteriormente, Carol Gilligan (1982) criticaría el hecho de entender la moral basada solo en el sentido de la justicia; proponiendo así la ética del cuidado como otra dimensión de la moral. En la actualidad, diversos autores concuerdan en que la dimensión moral del daño/cuidado es también un elemento importante de la psicología moral (Gibbs, 2003; Haidt, 2007; Haidt & Kesebir, 2010; Killen & Smetana, 2006). Ambas posturas sobre la moral marcarían los posteriores desarrollos en el estudio de la moral en la Psicología del Desarrollo (Killen & Smetana, 2006; Turiel, 1983); e inclusive, dominarían la discusión de la moral en la Psicología misma. Sin embargo, a partir de la década de los noventa se comienzan a dar una serie de avances en el entendimiento del comportamiento humano que impactarían en el estudio de la moral. Con esto nos referimos a la revolución afectiva, el renacimiento de las ideas evolucionistas y los

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estudios transculturales (J. Greene & Haidt, 2002; Haidt, 2007). En las siguientes líneas se resumen estos aportes al entendimiento del fenómeno moral.

La emoción y la intuición Los avances en cognición social, psicología social y neurociencias permitieron entender que el razonamiento no es la clave del fenómeno moral (J. Greene & Haidt, 2002; Haidt, 2001) ni de la psicología humana (Bargh & Chartrand, 1999). Robert Zajonc (1980) propuso que la mente humana está compuesta por dos sistemas: uno afectivo, antiguo, automático y rápido, y otro cognitivo, nuevo, lento y motivacionalmente débil; donde el sistema afectivo tendría una primacía en el procesamiento de la información, evaluando todo lo percibido de manera automática. Estas premisas fueron llevadas al campo de la moral y Joshua Greene, junto a sus colaboradores, (J. Greene & Haidt, 2002; J. D. Greene, Nystrom, Engell, Darley, & Cohen, 2004) encontraron que las personas activan zonas cerebrales vinculadas a la emoción ante dilemas morales. Asimismo, Jonathan Haidt (2001) propondría el modelo socio-intuitivo de la moral, en el cual plantea la existencia de una primacía de los procesos automático-intuitivos en el juicio moral y que el razonamiento moral, cuando existe, es un proceso post-hoc de búsqueda de evidencia para dar soporte a la reacción intuitiva inicial. Por tanto, el procesamiento de la moral dependería de dos sistemas uno afectivo-intuitivo y otro razonado-consciente (Cushman, Young, & Greene, 2010). A estos avances se suma una extensa evidencia clínica, la cual señala la importancia de ciertas zonas cerebrales relacionadas a la emoción en los juicios morales (J. Greene & Haidt, 2002; Moll, et al., 2005). Por ejemplo, Eslinger y Damasio (1985) observaron que los pacientes

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que sufrieron daño durante la adultez en la Corteza Pre-Frontal Ventromedial tenían una serie de déficits en el comportamiento moral, mas no en el razonamiento moral. Posteriormente, se comprobaría que cuando se afecta esta zona cerebral a edad temprana, se daña tanto el razonamiento como el comportamiento moral (Anderson, Bechara, Damasio, Tranel, & Damasio, 1999; Dolan, 1999). Inclusive, diversos reportes en pacientes psicópatas han señalado la presencia de anormalidades en ciertas zonas cerebrales (Müller et al., 2003) las cuales explicarían los problemas en el comportamiento moral de estos.

La cultura Las investigaciones de corte transcultural ampliarían el panorama de la moral señalándonos la importancia de la cultura en la construcción de la moral (Haidt, Koller, & Dias, 1993; Shweder, Much, Mahapatra, & Park, 1997). Schweder (Shweder, et al., 1997), a partir de sus estudios en diferentes culturas, propondría las “tres grandes” dimensiones en las cuales las culturas construyen su moral: la ética de la autonomía, de la comunidad y de la Divinidad. Posteriormente, Haidt (Haidt, 2007; Haidt & Kesebir, 2010) se inspiraría en estos estudios y propondría, en la Nueva Síntesis de la Psicología Moral (Haidt, 2007), la teoría de los Fundamentos Morales. Esta teoría postula que existen 5 dimensiones universales de la moral (la justicia, el daño/cuidado, la lealtad al grupo, la autoridad y la divinidad), las cuales están enraizadas en nuestra evolución humana y que las culturas difieren en la importancia que le dan a cada una de las dimensiones. Estas propuestas concuerdan con los diversos trabajos en psicología transcultural los cuales han permitido entender que los valores culturales no son universales (Hofstede, 1980; Triandis, 1996); y por tanto, no existirían valores morales absolutos (Moll, et al., 2005).

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La evolución de la especie humana Por último, las aproximaciones evolucionistas al fenómeno moral han permitido entender como esta pudo surgir. La evolución de la cooperación social, a partir de sus diferentes procesos (Hamilton, 1964; Nowak & Sigmund, 2005; Trivers, 1971), habría generado diferentes presiones selectivas para el desarrollo de ciertas zonas cerebrales (Grafman, 1995; Moll, de OliveiraSouza, & Eslinger, 2003) y de mecanismos motivacionales-emocionales (Miller, 2007; Trivers, 1971), que permitan la detección y castigo de los “free-riders” (Fehr & Fischbacher, 2004; Gintis, 2000); es decir, la regulación del egoísmo y permitir la cooperación social (Haidt & Kesebir, 2010).

En resumen, la Psicología Moral es un campo de investigación sobre los mecanismos que nos permiten establecer juicios morales y comportarse moralmente. El estudio de la Psicología Moral partió de la tradición filosófica de la llamada “Ética de los Dilemas”, en específico, de una postura deontológica prescriptiva; y que en su devenir ha venido integrando los diversos avances de la Psicología Social y de la Psicología Transcultural, así como los avances en Neurociencia, Cognición Social, Biología Evolucionista y Ciencias Sociales. Asimismo, las actuales investigaciones apuntan a que el fenómeno de la moral está afecto por elementos de nuestra evolución humana, de los procesos cerebrales cognitivo-afectivos y de la cultura. En la siguiente sección se presentarán algunas implicancias de los diversos estudios que se han desarrollado en la Psicología Moral para el Derecho y los Asuntos Públicos.

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Psicología Moral: Implicancias para el Derecho y los Asuntos Públicos Los estudios en Psicología moral han despertado el interés en diversas disciplinas aplicadas, y se ha comenzado a discutir las implicancias de sus hallazgos especialmente en los espacios académicos norteamericanos y europeos (Darley, 2009; Goodenough & Tucker, 2010; J. Greene & Cohen, 2004). A continuación una serie de temas que podrían ser de interés para el Derecho y otros temas públicos, los cuales ya se han comenzado a discutir en los espacios académicos anteriormente mencionados.

Derecho Con respecto al Derecho, se ha venido discutiendo las implicancias que pueden tener la Psicología Moral y otras ciencias relacionadas en los diferentes aspectos que componen procesos judiciales (Goodenough & Tucker, 2010; J. Greene & Cohen, 2004; Kahneman & Sunstein). Por lo tanto, se presentan temas referidos a la determinación de responsabilidad en ciertos casos, la gestión de la ley y el castigo, y por último, sobre los sesgos que podrían darse por parte de quienes juzgan a los acusados.

Responsabilidad y Moral Como se ha mencionado en la primera parte, que los daños y anormalidades que pueden presentarse en el cerebro humano pueden tener como consecuencia que una persona no se comporte de manera moral (Moll, et al., 2005). Por ejemplo, lesiones cerebrales en las estructuras límbicas y paralímbicas pueden afectar los mecanismos motivacionales básicos, como el impulso sexual o de agresión, que pueden llevar a violaciones morales extremas, como la agresión física no provocada e inclusive la pedofilia (Burns & Swerdlow, 2003;

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Weissenberger, 2001). De la misma manera, se ha encontrado que muchos de los casos de psicopatía se relacionan a anomalías estructurales en el cerebro (Muller, 2003). Por tanto, lo primero a preguntarse es si los diferentes mecanismos judiciales en nuestro país permiten la detección a tiempo de estos casos; lo cual también implica tener personal competente que cuente con este tipo de conocimientos y que existan mecanismos para la sustentación de este tipo de pruebas científicas en los procesos judiciales. Asimismo, habiendo detectado estos casos, surge la segunda interrogante sobre qué hacer con estos casos. La respuesta de enviarlos a la cárcel no sería la óptima, ya que en estas personas se podría dar la tendencia de que sigan cometiendo estos actos delictivos, por lo que una mejor solución debería buscar centros especializados que realmente puedan tratar estas personas y rehabilitarlas efectivamente. El tema de las violaciones morales extremas es importante para nuestro contexto, ya que como vemos en los diferentes medios de información y reportes policiales los casos de violación y pedofilia no son ajenos a nuestra realidad y lo que podríamos estar evidenciando en estos casos son personas con trastornos neurológicos severos, por lo que se deberían formular políticas y estudios para la prevención de estos actos, detectando este tipo de personas con anormalidades a tiempo.

La gestión de la ley y el castigo Los estudios en la evolución han permitido entender que la base de la moral humana se encuentra en la cooperación social (Fehr & Fischbacher, 2003; Fehr & Gachter, 2000, 2002). Por ello, cuando en los individuos de un grupo social detectan a otro individuo que no está cooperando, estos van a tender a infringirle castigo y cooperar entre ellos para poder lograr esto (Fehr & Gachter, 2000, 2002). Este ejemplo, lo podemos ver en aquellos lugares donde los pueblos toman “la justicia en sus manos”. En nuestro país este tipo de actos es muy frecuente,

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especialmente donde no hay una fuerte presencia del Estado. Por tanto, las premisas sobre la cooperación y el castigo nos indican que, en primer lugar, que no basta con la creación de leyes que salvaguarden la cooperación social, sino que es necesario establecer mecanismos facticos para su cumplimiento; de lo contrario la conducta no ética prosperará y minará la cohesión social del grupo. Asimismo, este cumplimiento de la ley debe involucrar en alguna medida a la sociedad, ya que es natural en los individuos buscar mecanismos para castigar al buscar una sensación de justicia. Este último punto ha comenzado a ser un importante punto de discusión (Darley, 2009), ya que un sistema judicial que contemple la psicología del castigo y las percepciones morales de la población pueden mejorar el cumplimiento de las leyes.

Los Jueces y su moral Los valores y los fundamentos morales son los componentes culturales de nuestra moral, que todos los seres humanos tienen y que definen lo que consideramos bueno o malo (Haidt & Kesebir, 2010; Sverdlik, Roccas, & Sagiv, 2011; Uhlmann, Poehlman, Tannenbaum, & Bargh, 2011); y se ha comprado que estos pueden influir en nuestras actitudes y conductas en diferentes aspectos incluyendo temas políticos (Piurko, Schwartz, & Davidov, 2011), de gestión (van der Wal & Huberts, 2008), y también en temas controversiales como el prejuicio, el aborto, la homosexualidad, etc. (Jesse Graham et al., 2011). Por tanto, los valores y fundamentos morales de los jueces pueden sesgar, de manera consciente o implícita (Luo et al., 2006), su accionar priorizando ciertos temas que vayan acordes con sus creencias (Levinson, Cai, & Young, 2009; Nosek & Riskind, 2011). Para evitar en cierta medida esto, es importante que los jueces manifiesten abiertamente sus creencias y valores, lo cual se puede hacer a través de diferentes

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metodologías. Esto deberá permitir una mejor gestión en la asignación o toma de juicios y también una mejor gestión de los procesos.

Asuntos Públicos Con respecto a los Asuntos Públicos, los diversos autores han comenzado establecer una serie de temas de aplicación a diferentes disciplinas aplicadas, que van desde la gestión pública (Quill, 2009), la gestión organizacional (Paharia, et al., 2009), la educación (J Graham, et al., 2008), entre otros. En el texto tocaremos brevemente algunos temas relevantes como la conducta ética, los conflictos sociales y por último la política.

Conducta Ética La conducta ética dentro de las organizaciones humanas se ha convertido en un campo de investigación muy importante. En la actualidad importantes estudios se han venido desarrollando referidos al actuar honesto de las personas (Joshua D. Greene & Paxton, 2009; López-Pérez, 2004); indicando que el comportamiento ético también sigue los sistemas afectivos-automáticos y cognitivos-razonados. Asimismo, se ha comprobado que las personas al actuar de manera deshonesta tienen actividad cerebral en las áreas relacionadas con el ejercicio de control (Joshua D. Greene & Paxton, 2009). Un futuro campo para estas aplicaciones podría ser el sector público, donde se pueda tocar temas referidos a corrupción, así como un mejoramiento del capital humano promoviendo mecanismos de selección e ingreso al aparato público de personas que tiendan hacia valores y un comportamiento honesto.

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Conflictos Sociales Al ser los valores y fundamentos morales elementos que guían lo que las personas consideran bueno o malo, al encontrarse dos grupos diferentes con sus respectivos intereses y formas de ver el mundo, lo más probable es que si estos no llegan a posiciones tolerantes, si no extremas, tiendan a enfrentarse. Un ejemplo de este tipo de problemas se viene dando en el conflicto estudiantil Chileno. En una investigación realizada (Solano & Carrere, 2012) durante el desarrollo de este conflicto se encontraron valores y fundamentos morales totalmente opuestos entre aquellos que apoyaban al movimiento y aquellos que lo rechazaban. Las consecuencias de esto, es que al ser creencias centrales para las personas se predecía la poca viabilidad de una solución consensuada del conflicto, como se puede apreciar hasta ahora. Por tanto, los conflictos que se han venido dando en nuestro país podrían abordarse desde este tipo de perspectivas y ayudando a buscar soluciones reales a estos.

Política Los estudios en valores y fundamentos morales ha permitido establecer que las diversas posturas ideológicas que sostienen las personas pueden estar enraizadas en estos elementos (Jesse Graham, et al., 2011; Piurko, et al., 2011). Por tanto, para buscar un entendimiento mejor sobre nuestros procesos electorales, buscando una mejor participación ciudadana y la generación de un sistema de partidos, es importante saber que valores pueden motivar la participación y compromiso con la política. Para ello, es necesario recoger las propuestas sobre los valores que existen en nuestro contexto (Yamamoto & Feijoo, 2007; Yamamoto, Feijoo, & Lazarte, 2008) y cómo estos participan en los procesos políticos (Solano, Díaz, & Peña, 2012).

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En líneas generales, el presente texto ha presentado lo que es la Psicología Moral como campo de estudio y cómo ha venido dándose su evolución hasta llegar a los actuales conocimientos. Asimismo, una vez tenido este marco referencial, se ha discutido sobre diferentes temas que pueden ser de interés para el Derecho como para los Asuntos Públicos que se pueden desprender de las implicancias del estudio Científico de la Moral.

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