La Caída del Muro de Berlín

August 19, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Berlin
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Descripción

La Caída del Muro de Berlín

Fernando Álvarez Simán*
http://mx.geocities.com/feralvarezsiman/

Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes.

ISSAC NEWTON

Un funcionario del partido comunista de Alemania Oriental, Günter
Schaboski, pasó a la historia porque anuncia el 9 de noviembre de 1989 en
una conferencia de prensa cubierta por corresponsales de todo el mundo, que
a partir de esa fecha, toda persona que lo desee puede viajar libremente a
la zona occidental de Berlín. El que formula las dos últimas preguntas de
la célebre conferencia de prensa es el periodista italiano de origen judío-
polaco Riccardo Ehrman que preguntó: Señor Schabowski, ¿cree usted que fue
un error introducir la Ley de Viajes hace unos días?, refiriéndose a la
apertura de fronteras en Hungría, a lo que el funcionario contesta; que los
ciudadanos de Alemania Oriental podrán viajar a donde lo deseen sin
pasaporte ni visa, entonces Ehrman no cede y vuelve a la carga preguntando
¿a partir de cuándo? y Schaboski responde muy nervioso "Ab sofort"
(inmediatamente).

A partir de esas declaraciones, la gente se reúne frente al Muro de Berlín
y lo derriba. Curiosamente; con esta apertura de la frontera, lo que el
régimen socialista buscaba era evitar que la República Democrática de
Alemania colapsara, pero el movimiento social que siguió al derribo del
muro, provocó exactamente lo contrario.




A lo largo de la historia humana diversas culturas han construido muros,
murallas y fuertes para protegerse de invasiones, aislar pueblos, evitar la
migración y resistir en caso de ataques sorpresa de tropas enemigas. Las
murallas de Constantinopla, las Aurelianas, la gran Muralla China y las
fortalezas de muchas ciudades del Caribe son algunos ejemplos. Más
recientemente con la zona desmilitarizada de Corea o paralelo 38, la
barrera israelí de Cisjordania, y el Muro fronterizo Estados Unidos–México
se ha pretendido, sin mucho éxito, resolver conflictos bélicos y
migratorios.




Sin embargo, en el imaginario mundial el Muro de la ciudad de Berlín;
Alemania ocupa un lugar preponderante, a este lo formaban Cuarenta y cinco
kilómetros, que dividían la ciudad desde el 13 de agosto de 1961, fecha
cuando se inició la construcción, primero con alambres de púas y poco
después con ladrillo y concreto; esta obra era el símbolo más importante de
la llamada "Guerra Fría" y en los hechos partía en dos a un país,
geográfica, política y económicamente; la llamada República Democrática
Alemana (socialista) y la República Federal Alemana (capitalista).

Los antecedentes del muro son inmediatos a la derrota de las tropas de
Adolfo Hitler en la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos,
Inglaterra y Francia unieron fuerzas para contrarrestar el avance soviético
en Europa; sin embargo, muy pronto los ingleses y franceses se retiran de
la Alemania derrotada, primero porque la ocupación resultaba muy costosa,
monetariamente hablando, y segundo, para atender su propia reconstrucción,
lo que dejó frente a frente a las dos grandes potencias de la posguerra:
Estados Unidos y la URSS. Por eso es tan simbólico el muro, pero el hecho
que posibilitó su construcción fue el constante flujo migratorio de oriente
hacia occidente; así, las cifras hablan que entre los años de 1949 y 1961,
poco más de 3.5 millones de alemanes orientales abandonaron sus hogares,
algunos porque no profesaban el socialismo y otros porque a pesar de que la
República Democrática Alemana tenía quizá el más alto nivel de vida de las
naciones socialistas, no podía compararse con el nivel económico de la
República Federal Alemana ni con la libertad política y social, estos dos
aspectos que desembocan en la migración era una fuente constante de
conflictos y tensiones entre la URSS y las naciones de occidente.


Es por ello que las autoridades de la República Democrática Alemana deciden
levantar el muro, el cual tuvo vigencia casi veintiocho años, con la carga
política, económica y sobre todo familiar que la convivencia de dos
sistemas políticos conlleva. En este sentido el cine recrea la atmósfera
social que se vivía en la Berlín de esa época, por ejemplo se recomienda
ver Good bye, Lenin! de 2003 y La vida de los otros (Das Leben der Anderen)
del 2006, dos obras maestras que pueden encontrarse en cualquier tienda de
videos.



Ahora bien, si su construcción estuvo ligada a un período de la historia
mundial caracterizado por el choque entre dos sistemas económicos, su
derrumbe se explica en el contexto del colapso de ese mundo bipolar y de la
desaparición de la URSS. En este escenario, en 1985 asume el poder
Soviético Mijaíl Gorbachov y muy pronto encabeza un proceso de reformas
políticas y económicas (Perestroika y Glasnost) que como efectos
colaterales relajaron el férreo control político sobre los países
satélites. Primero Polonia con la lucha del sindicato Solidaridad iniciada
en 1980 y culminada con el ascenso a la presidencia en 1990 de su líder
Lech Walesa. Después en mayo de 1989 Hungría decide abrir la frontera con
Austria provocando con ello la apertura de una nueva ruta hacia el exilio
para muchos alemanes del oriente; a pesar de esta ola de cambios y de la
negativa de Gorbachov de intervenir en los asuntos de los países bajo la
influencia soviética, Erich Hoenecker el máximo líder de Alemania Oriental,
se negaba a realizar reformas. Pronto las ciudades de Leipzig y Dresde
fueron escenario de multitudinarias manifestaciones que evidenciaban
primero la incapacidad gubernamental de detener el impulso de los
manifestantes y segundo, la urgencia de que el gobierno adoptara reformas
para modernizar el sistema político y económico.





De esta manera, entre el los días tres y siete de noviembre de 1989
renuncian 25 altos funcionarios comunistas y para el 9 de noviembre, se
declara la total apertura de las fronteras. Esa noche, miles y miles de
personas se reúnen en torno al Muro y comienzan a derribarlo. Era el
principio del fin del régimen comunista porque para diciembre de 1991 se
disuelve oficialmente la URSS.


Aún hasta nuestros días, la caída del muro fue un parteaguas en muchos
aspectos; el mundo no ha sido el mismo, aunque al principio la comunidad
mundial aseguraba que su derribo significaba el comienzo de unas relaciones
internacionales marcadas por la paz y la cooperación. Aparte de la
unificación alemana, lo primero que provocó la caída del muro, fue que
posibilitó el fortalecimiento de la Unión Europea, puesto que este
organismo garantizaba la estabilidad europea en medio del colapso comunista
y la aparición de nuevos países (fin del Pacto de Varsovia). También
evidenció conflictos étnicos y regionales que mientras la Unión Soviética
tuvo vida, permanecían estáticos. Por ejemplo, el conflicto de-Bosnia al
desmembrarse Yugoslavia y la guerra en Chechenia y el casi colapso de las
economías de Hungría, Bulgaria y Rumania.

En el fondo y en la forma; el mundo occidental consideraba al muro de
Berlín una afrenta. Era importante porque existía y era más importante
porque era necesario derribarlo, recordemos el discurso de Ronald Reagan en
1987 en Berlín cuando exclama "Señor Gorbachov, haga caer ese muro". Además
la filosofía dio un giro puesto que los estudios marxistas pasaron a un
plano secundario en los centros de enseñanza, con el consecuente
fortalecimiento de la llamada globalización, el sistema económico
neoliberal y de Estados Unidos como única potencia mundial.


En este sentido, el politólogo americano de origen japonés Francis Fukuyama
y el también americano Samuel Phillips Huntington publican polémicos
artículos en revistas especializadas que poco después se hacen libros,
donde intentan explicar lo que a raíz de la desaparición del mundo bipolar
pasaba.





El primero publica "El fin de la Historia y el último hombre" (The End of
History and the Last Man), obra donde plantea que la historia como lucha de
ideologías ha terminado y que a partir de ahora la historia será
determinada por los descubrimientos científicos, especialmente los
relativos a la biología. Por su parte, Huntington en la obra El choque de
civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, (The Clash of
Civilizations and the Remaking of the World Order), documento que se
explica un nuevo orden mundial donde "los actores políticos principales
del siglo XXI serían las civilizaciones y que los principales conflictos
serían los conflictos entre civilizaciones (no entre ideologías, como
durante la mayor parte del siglo XX ni entre estados-nación)".


Estos dos ensayos en su momento, provocaron un gran revuelo mundial y una
lluvia de críticas de numerosos intelectuales que han pensado que estos dos
politólogos lo que hicieron con sus obras es justificar la injerencia
norteamericana en los asuntos de otros países en el marco del triunfo del
mercado y de Estados Unidos sobre la URSS. Para ello se ha acuñado el
término de Neoconservadurismo (Neocons) que se caracteriza por promover una
política exterior norteamericana muy agresiva hacia todo el mundo, siendo
su mejor agente el gobierno de George W. Bush.

Pero la crisis económica actual ha obligado a replantear de nueva cuenta la
conformación sociopolítica del mundo, además de haber permitido el regreso
de los defensores del estado de bienestar y en muchos casos de nuevas ideas
marxistas, conocida hoy esta corriente como el posmarxismo, que en su
concepción incorpora dos elementos centrales: el primero es que no exista
más la superposición del conflicto de clases sobre otros conflictos, de
esta manera se da entrada a las luchas de género, étnicas, culturales entre
otras y segundo, se promueve la apertura de las sociedades civiles y la
defensa de la democracia, una cuestión muy diferente al llamado socialismo
real.

Pero, más allá de que este próximo 9 de noviembre se cumplan los primeros
veinte años de la caída del muro de Berlín, de que el mundo haya cambiado
para bien o para mal y de que los restos de lo que fue sirvan de para
decorar las propiedades de muchos coleccionistas, políticos y museos del
mundo, se necesita que los líderes mundiales hagan caer los muros que
separan el desarrollo del subdesarrollo, las barreras que no permiten que
el que menos tiene, supere y viva mejor.

Para el mundo hoy hay nuevos retos, pero también muchas más oportunidades
que hace veinte años, la tarea entonces es acercar los recursos de
cualquier tipo que sean a quien realmente lo necesite y esa es tarea de los
tomadores de decisiones. Absolutamente nadie sabe qué nueva sorpresa le
espera al mundo, sobre todo en esta época que los hechos y que el tipo de
vida que llevamos transcurre con más rapidez, las dos únicas conclusiones
que podemos dar es que la caída del Muro de Berlín ha provocado cambios que
todavía no terminan de configurarse y que sobre todo, nunca más un muro, ni
material, ni ideológico y menos de carácter económico.

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas
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