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La Caballería en el Quijote.



"(Muchos son los andantes( dijo Sancho.

(Muchos( respondió Don Quijote(, pero pocos los que merecen el nombre de
caballeros"

Miguel de Cervantes Saavedra.

Hablar sobre el Quijote es algo que ha perdurado y que nunca se
agotará. Estamos frente a la obra más importante para la lengua española y
de gran trascendencia e importancia a nivel mundial. El Quijote salió a la
luz en 1605, y es una obra de estilo manierista, situada entre el
Renacimiento y el Barroco. Es, además, la primera novela moderna; ya que
los juegos que sostiene Cervantes con la ficción son algo nuevo para la
literatura; pero el hablar de la ficción no nos corresponde en este
momento. Hablaremos sobre la concepción de caballería para el Quijote,
movido por este ideal a través de todo el libro.

Cervantes se propone hacer una crítica a los libros de caballería, una
crítica a las formas en las que se escribía y sobre todo a los lectores de
estos; que en esta época no eran vistos como cultos, al contrario esa
literatura estaba estigmatizada y se le veía de puro entretenimiento banal.


Uno de los grandes cambios más importantes que se tiene es la de la
creación de un personaje nunca antes vista. "Hasta entonces había en ella
[la Literatura] caracteres solamente de buenos y de malos, salvadores y
traidores, santos y criminales, pero ahora el héroe es santo y loco en una
persona"[1]

Tenemos que tener presente, como ya dijimos anteriormente, que la
caballería es un Leitmotiv; porque el Quijote es una crítica a ello, porque
el heroísmo va de la mano de la caballería, porque las acciones de nuestro
caballero andante van siempre pensando en el actuar y el deber del
caballero. Basado en las novelas de caballería que el había leído y que
conocía muy bien. "El texto caballeresco es pues construido principalmente
por el discurso y las acciones de Don Quijote"[2]

Y nos preguntamos nosotros ¿Quién es Don Quijote? Y podríamos decir que es
un personaje de un libro, un hidalgo que un día de tanto leer se le secó el
cerebro de manera que vino a perder el juicio y se empezó a creer
caballero y actuar como tal. " En efecto rematado ya su juicio, vino a dar
en el mundo más estraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo y fue
que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de la honra como
para el servicio de la república, hacerse caballero andante."[3] Pero la
explicación no es tan simple; en efecto es un personaje literario
importantísimo, es un personaje que nos conmueve, que no hace reír,
llorar, reflexionar, que tiene enseñanzas. Don Quijote no es mas que un
Héroe, que pasa de lo ridículo a lo sublime. El se sabe heredero de toda
una tradición caballeresca "…yo nací por querer del cielo, en nuestra edad
de hierro, para resucitar en ella la de oro, o la dorada, como suele
llamarse. Yo soy aquel para quien están guardados los peligros, las grandes
hazañas, los valerosos hechos. Yo soy, digo otra vez, quien ha de resucitar
los de la Tabla Redonda, los Doce de Francia y los Nueve de la Fama…"[4]

El personaje del Quijote desde un principio sabemos que es una sátira a las
novelas caballerescas; por su aspecto, su edad, además de que no conoce el
arte de las armas; cosa necesaria para ser un caballero. Quijote es el que
saltará a defender al débil, el que vivirá en un mundo de fantasía, el que
visitará castillos, defenderá princesas, el que tratará de cumplir a su
palabra, el que vencerá gigantes y dará consejos a todo en la vida, desde
como ser un caballero andante hasta como ser un buen padre. Quijote es
sabiduría, terquedad y sobretodo justicia.

Bien lo dice Don Quijote cual es su profesión: "… pues es mi profesión
favorecer y acorrer a los necesitados deste mundo, también lo seré para
acorrer y ayudar a los menesterosos del otro mundo, que no puedan ayudarse
por sí propios"[5]

"Sabe que aunque siga leyendo muchos libros de caballería eso no producirá
en él un cambio importante, no adquirirá los rasgos que le permitan
desarrollarse como caballero hasta que lleven a la acción, la
intencionalidad y adquiera de ese modo las virtudes."[6] Es por eso que lo
primero que busca nuestro caballero andante son las armas, no puede salir a
defender a quien lo necesita. Don Quijote tiene que poner en praxis y
seguir su ideal de caballero. Éste basado sobre todo en el que se maneja
en Amadís de Gaula y los textos de su descendencia. No se puede decir que
es fiel, como lo hemos dicho es una sátira y uno de los grandes cambios del
caballero es que sus peleas no son por la iglesia ni para el rey. El tiene
su porque en su dama, el que lo mueve a ser un caballero es: Dulcinea del
Toboso. La dama es a quien sirve el Quijote, no a Dios ni al rey. Dulcinea,
personaje que a nuestro parecer hace el papel que jugaba Dios en los
textos anteriores, nos atrevemos a decir esto porque si hacemos una
analogía entre Dios y Dulcinea puede funcionar. Dios nunca es visto, pero
creen en él, al igual Dulcinea, que existe sólo en visiones y es nombrada
durante todo el texto. Sancho se azota para desencantarla, Amar a Dulcinea
es un acto de fe. "Cervantes siempre se muestra cauteloso a la hora de
aparecer como un buen católico, no leemos Don Quijote como si fuera una
obra devota"[7] No estamos diciendo que vaya en contra del catolicismo y se
tenga olvidado y sea una sustitución total de Dios, porque no es así. Sólo
como dice Harold Bloom, no es una obra devota; porque para Quijote al igual
ser cristiano es esencial para el caballero andante .

Como sabemos, Don Quijote es el heredero de la tradición caballeresca de la
Edad Media. Mencionamos el porque Quijote es una sátira del caballero
medieval, pero uno de los rasgos en común que tenían era el de la religión
católica. Durante toda la obra se hace alusión a Dios, a la religión, todo
con la doctrina cristiana. En el capítulo VIII de la segunda parte, hay un
monólogo muy interesante de Quijote con su fiel escudero; en el cual habla
sobre los hechos que se hacen para ganar fama y como los ve nuestro
caballero andante con los valores cristianos. Es un discurso en contra de
la vanidad, de la soberbia, donde al final lista que dice tienen que
combatir los pecados capitales como buenos cristianos, lujuria, soberbia,
gula, ira, etc..

"Todas estas y otras grandes y diferentes hazañas son, fueron y serán obras
de la fama, que los mortales desean como premios y parte de la inmortalidad
que sus famosos hechos merecen puesto que los cristianos, católicos y
andantes caballeros más que habemos de atender la gloria de los siglos
venideros, que es eterna en las religiones etéreas y celestes que la
vanidad, que a la vanidad de la fama que en este presente y acabable siglo
se alcanza; la cual fama, por mucho que dure, en fin se ha de acabar con el
mesmo mundo" [8]

Y al final remate Don Quijote diciéndole a su escudero "nuestras obras no
han de salir del límite que nos tiene puesto la religión cristiana que
profesamos."[9] Don Quijote seguirá las buenas costumbres y combatirá a
sus enemigos en nombre de Dios en algunas partes, porque entra la sátira y
ya no es nombre de Dios, sino de Dulcinea del Toboso. Los derrotados
tendrán que aceptar la belleza de ella sobre todo las cosas, esto entra en
lo que intentamos decir con la analogía. Don Quijote es conciente de que
hace el bien y es lo que busca como buen cristiano, y la caballería es una
trinchera para ganarse el cielo "religión es la caballería, caballeros
santos hay en la gloria"[10].

Todo buen caballero andante tiene que tener un escudero, Quijote lo
encuentra en su labrador vecino Sancho Panza; personaje carnavalesco porque
es el que representa los instintos del hombre, es la sabiduría del vulgo;
las acciones menos sublimes las vemos en él. Sancho es ambicioso y es por
eso que en un principio va con Quijote, al igual que por ignorante; Sancho
va por su ínsula, por riqueza y por fama y el noble Caballero se lo promete
y el acepta. "( Has de saber, amigo Sancho Panza, que fue costumbre muy
usada de los caballeros andantes antiguos hacer gobernadores a sus
escuderos de las ínsulas o reinos que ganaban…"[11]

Sancho es el fiel acompañante del Quijote durante toda la obra, sólo se
separan cuando Sancho va a "gobernar" su "ínsula", de ahí en fuera están
siempre juntos desde que se une Sacho a la aventura. Los son personajes
totalmente diferentes, Quijote representa lo sublime, Sancho lo bajo, el
instinto de comer, de ambición, de dormir, etc., pero es fundamental la
relación que se tiene entre escudero y caballero ya que entre los dos
forman un personaje, Bloom dice que es la innovación en cuanto a personaje,
la mezcla de los dos y el ente que se forma. "La relación entre don Quijote
y Sancho, cariñosa y a menudo irascible, constituye la grandeza del
libro"[12]

Es interesante ver el crecimiento que tienen los personajes centrales de la
obra, quizás el más notorio es el de Sancho, que se va educando conforme
convive con el Quijote. "cada día Sancho( dijo Don Quijote(, te vas
haciendo menos simple y más discreto."[13] El cambio de Sancho es más
notorio en el segundo tomo. Sancho en un principio no es conciente de la
locura del Caballero; después se sorprende un poco y consciente de que su
amo está loco; pero lo acepta por su ínsula, después Sancho ya se puede
decir que está tan loco como Don Quijote y quizás sea el que más disfruta
de la aventura y Don Quijote se gana la admiración de él, lo defiende, lo
protege, lo promociona "(Mi señor Don Quijote de la Mancha (…) que sabe
latín y romance como un bachiller, y en todo cuanto trata y aconseja
procede como muy buen soldado…"[14]

Sancho es una burla al igual a los escuderos, es impertinente, contradice a
su amo, es quejumbroso, el no quiere ser un caballero, llega a mandar a
Quijote, lo interrumpe "(Nunca he visto escudero( replicó el del Bosque(
que se atreva a hablar donde habla su señor" [15] no sigue el canon de la
caballería en cuanto al comportamiento de un escudero.

El caballero andante al igual necesita de una dama, y Don Quijote encuentra
la suya en Aldonza Lorenzo una campesina que amo en secreto en su juventud,
según el primer capítulo del primer tomo, ya que más adelante dirá que
nunca la ha visto. Aldonza Lorenzo es transformada en Dulcinea del Toboso.
El Quijote está lleno de contradicciones como ya vimos y las son más al
hablar de Dulcinea; pero es algo que no importa para nuestro tema.

Quijote vive enamorado de ella, pero como hablamos un poco cuando hablamos
de religión. En los libros de caballería el caballero dedica sus victorias
y al igual Quijote; pero todos conocían y sabía su dama quien peleaba por
ellos, En Quijote no, Dulcinea jamás se entera de esto. Quijo te nos dice
"…en todos los días de mi vida no he visto a la mujer sin par Dulcinea, ni
jamás atravesé los umbrales de su palacio, y que sólo estoy enamorado de
oídas y de la gran fama que tiene de hermosa y de discreta"[16]

Nuestro caballero vive enamorado de una dama, de un ideal que se formó en
sus cabeza, vive buscándola y pronunciando su nombre.

Don Quijote se trata de comunicar con ella por medio de una carta; pero
Sancho la pierde. Es la forma en que los caballeros se comunican con su
dama, sólo que Cervantes hace burla a ello, haciendo que Sancho la perdiera
y la falsa respuesta de la carta.

Sancho y Quijote deciden ir a buscar a la dama al Toboso, y se encuentran
con un avatar de Dulcinea, hecho por Sancho, siguiendo el juego del
Quijote, ya que si unos molinos pueden ser gigantes, alguna aldeana puede
ser Dulcinea. Don Quijote lo que esperaba ver era unos ojos "deben ser
verdes esmeraldas rasgados, con dos celestiales arcos que le sirven de
cajas; y esas perlas quítalas de los ojos y pásalas a los dientes" [17]
Pero lo que encontró fue una transformación de ese ideal, que no se
asemejaba para nada, "…no se contentaron estos traidores de haber vuelto y
transformado a mi Dulcinea, sino que la transformaron y volvieron en una
figura tan baja y tan fea como la de aquella aldeana"[18]

Así es que Don Quijote no podría ser un caballero andante sin su dama y sin
pelear en nombre de ella. "(Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del
mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi
flaqueza defraude, esta verdad. Aprieta, caballero, la lanza y quítame la
vida, pues me has quitado la honra"[19]

Don Quijote " " lo primero que hizo fue buscar unas armas que habían sidote
sus bisabuelos" [20] y después va por su viejo rocín, algo muy importante
para él es el nombre, no puede tener alguno ya conocido, tiene que ser
recordado, "…después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió,
deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación al fin le vino a llamar
Rocinante, nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo…"[21]

Después de esto, el caballero necesita el nombre y decide ponerse el ya tan
mencionado "don Quijote" con todo y su lugar de origen como Amadís no
sólo era Amadís sino Amadís de Gaula, así fue que el famoso caballero antes
de partir a sus aventuras ya tenía los elementos necesarios. Después su
escudero lo bautizaría como Caballero de la Triste figura y después se
ganaría que lo llamaran Caballero de los leones. Estaba listo para "… irse
por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y
ejercitarse en todo aquello que él había leído…"[22], sólo fue que le
faltaba el nombramiento de caballero que no podía ser por cualquiera sino
por una señor en castillo.

En Quijote no son sólo estos elementos lo que hacen a un caballero, sino al
igual lo hacen las virtudes. Éstas las vemos muy bien retratadas en nuestro
prudente caballero, hacedor del bien siempre, peleando por los débiles. Lo
que creemos aquí es que no hay una sátira en términos generales a los
valores caballerescos. El Quijote es tan trascendente por lo mismo, por ser
fiel a lo que cree, por defender la virtud, persiguiendo la fama, pero en
nombre de Dulcinea.

En conclusión podemos decir que la caballería en el Quijote es el tener un
caballo con nombre que sea recordado, tiene que tener un nombre de
caballero, ser nombrado caballero, tener un escudero, ser cristiano,
defender con armas la virtud, tener una dama a quien dedicarle sus
victorias. Don Quijote es mucho más que caballero andante es quien nos da
consejos para todo, don Quijote es el personaje más trascendente de la
literatura universal.

"¡viva la andante caballería sobre cuantas cosas hoy viven en la
tierra"[23]



Bibliografía

BLOOM, Harold, El canon occidental, 4 ed., Compactos Anagrama, Barcelona,
2005, pp. 552.

CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la
Mancha, 25va ed.,
2vols., ed. John Jay Allen, Cátedra, España, 2005, Tomo I pp.664, Tomo II
pp. 640.

HAUSER Arnold, Historia social de la Literatura y el Arte I, 2da ed.,
DeBols!llo, Barcelona, 2005, pp. 552.

PÉREZ Ángel, El buen juicio en el Quijote, Pre-textos, 2005, p. 44

STOOPEN María, Los autores, el texto, los lectores en el Quijote, 2da ed.,
Seminarios, México, 2005.

-----------------------
[1] Arnold Hauser, Historia social de la Literatura y el Arte I, 2da ed.,
DeBols!llo, Barcelona, 2005, p. 468.
[2] María Stoopen, Los autores, el texto, los lectores en el Quijote, 2da
ed., Seminarios, México, 2005, p. 180.
[3] Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la
Mancha, 25va ed.,
2vol., cap. VIII, ed. John Jay Allen, Cátedra, España, 2005, p.117.
[4] Ibíd., I Cap. XX, p. 279.
[5] Ibíd., II Cap. LV, p. 489-490.
[6] Ángel Pérez, El buen juicio en el Quijote, Pre-textos, 2005, p. 44 .
[7] Harold Bloom, El canon occidental, 4 ed., Compactos Anagrama,
Barcelona, 2005, pp. 139-140.
[8] Cervantes, op cit., II, Cap. VII, p. 93.
[9] Ibídem..
[10]Ibíd., II, Cap. VIII, p. 95.
[11]Ibíd., I, Cap. VII p. 164.
[12] Harold Bloom, op cit., p. 143.
[13] Cervantes, op cit., II, Cap. XII, p.122.
[14] Ibíd., II, Cap. XXVII, p. 265.
[15] Ibíd., II, Cap XII, p. 127.
[16] Ibíd., II, Cap IX, p. 100.
[17] Ibíd., II, Cap. XI, p. 115.
[18] Ibíd., II, Cap. X, p. 112.
[19] Ibíd., II, Cap LXIV p. 572.
[20] Ibíd., I, Cap. I, p. 117.
[21] Ibíd., I, Cap. I, p. 118.
[22] Ibíd., I, Cap. I, p.117.
[23] Ibíd., II, Cap. XXVI, p. 255.