La biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc.

June 28, 2017 | Autor: Carmen Pérez Valerio | Categoría: Bibliotecología y Ciencias de la Información
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Descripción

La biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. Una iniciativa privada de acceso público con 140 años de historia Carmen Pérez Valerio Agradezco la invitación que nos ha hecho la directora de la Biblioteca Juan Bosch de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, la señora Aida Montero, y al equipo organizador de esta 1ª Jornada del Conocimiento “Los centros de información: Motores del cambio que transforman vidas”, para compartir en este escenario la experiencia de la biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. Resulta imposible resumir en una presentación de veinte minutos la historia completa de una biblioteca con 140 años de servicio público, con una riqueza patrimonial atesorada a lo largo de su historia, y un desarrollo de actividades vinculadas al quehacer de la sociedad cultural que le dio origen. Por consiguiente, solo pretendo ofrecer una visión panorámica del origen, la evolución, los servicios y el acervo bibliográfico, hemerográfico y documental de una biblioteca centenaria, patrimonio de la República Dominicana, que ha ido conformando su historia como centro de servicio y de acopio de información, con los aportes de instituciones públicas y privadas, y personas comprometidas con el desarrollo de la sociedad. A los alcances materiales se suma el esfuerzo de muchos hombres y mujeres que a través del tiempo y en múltiples administraciones, han puesto sus conocimientos, su pasión por la cultura y su trabajo desinteresado al servicio  

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de la institución, para mantener sus puertas abiertas y adecuar su quehacer a los requerimientos de cada época histórica que le ha tocado vivir Perfil institucional El  Ateneo  Amantes  de  la  Luz,  Inc.  define  su  perfil  como  una  institución   con   personalidad   jurídica,   de   carácter   autónomo,   no   estatal,   destinada   a   difundir   la     cultura,   la   ciencia,   las   letras   y   las   bellas   artes   en   todas   sus   manifestaciones  y  especialmente  servir  como  biblioteca  pública  y  centro   de  acopio  bibliográfico,  hemerográfico  y  documental.     El perfil institucional del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. se describe en el Capítulo 1, Art. 1 y 2 de los Estatutos, que tratan sobre su fundación, naturaleza, base legal y objetivos de la sociedad cultural, en los cuales se expresa lo siguiente: Capítulo I, Art. 1 El Ateneo Amantes de la Luz, Inc., conforme a la declaración de su fundador, Manuel de Jesús de Peña y Reinoso, en el acto de instalación el 4 de junio de 1874, se denominó “Sociedad Amantes de la Luz”.

Fue incorporada mediante Decreto

No.1510-bis, de fecha 9 de mayo de 1936.

En Asamblea

celebrada el 13 de marzo de 1945 se aprobó el cambio de nombre por el de “Ateneo Amantes de la Luz, Inc.” Capítulo I, Art. 2 El Ateneo tiene por objetivos: 2.1. La difusión y promoción de la cultura, las ciencias, las letras y las artes en todas sus manifestaciones.  

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2.2. La promoción de valores éticos y democráticos a favor de la cultura de la paz, la justicia y la equidad. 2.3. El estudio y la preservación del patrimonio históricocultural y natural. 2.4. Fungir como biblioteca pública. Como se puede observar, la biblioteca es inseparable del quehacer de la Sociedad, puesto que forma parte de sus objetivos fundamentales y surge conjuntamente con los Amantes de la Luz. Sobre la sede De  1874  a  1881,  los  miembros  de  la  Sociedad  se  reunían  en  residencias   particulares  de  los  socios,  y  fue  en  la  calle  Del  Sol  de  Santiago  donde  se   declaró    instaurada  la  entidad.    En  1881,  en  la  Calle  Del  Sol  esquina  San   Luis,   se   erige   el   primer   local   de   la   institución,   y   desarrolla   allí   sus   actividades  hasta  el  año  1926,  cuando  fue  preciso  buscar  otra  sede  por   asuntos  de  espacio.     Gracias  a  los  empresarios  Anselmo  Copello  y  Yapur  Dumit,  la  Sociedad   adquiere   en   1926   el   local   situado   en   la   calle   30   de   Marzo,   esquina   Duvergé   y   16   de   Agosto,   frente   a   la   Catedral   Santiago   Apóstol   y   el   parque  Duarte.     En   1976,   el   gobierno   dominicano   ordena   la   construcción,   en   terrenos   del  Estado,  en  la  calle  España,  esquina  avenida  Central,  hoy  avenida  27  

 

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de  Febrero,  de  una    edificación  de  tres  niveles,    diseñada  especialmente   para  albergar  la  Sociedad  y  su  biblioteca  .     El   edificio   lleva   el   nombre   del   ilustre   dominicano,   presidente   de   la   República   en   1876,   Ulises   Francisco   Espaillat,   como   homenaje   al   centenario   de   su   ascenso   al   poder.   Para   unirse   al   homenaje,   la     Asociación  para  el  Desarrollo  de  Santiago,  Inc.  entregó,  en  donación,  a  la   biblioteca   del   Ateneo   Amantes   de   la   Luz,   los   libros   de   la   biblioteca   del   presidente  Ulises  Francisco  Espaillat.   Órgano de gobierno Conforme a lo establecido en los Estatutos, la máxima autoridad de la institución descansa en la Asamblea General de socios (Cap. 6, Art.20). La dirección y administración de la Sociedad es ejercida por la Junta Directiva, nombrada en Asamblea General, cada dos años, para esos fines (Cap. VIII, Art. 44). Actualmente, la Junta Directiva del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. 20132015, presidida por quien les habla, está integrada además por Danilo   Gómez   (vicepresidente), Carlos   Manuel   Estrella   (Secretario   general),   Petruzca   Sméster   (Tesorera), Santiago   Núñez   (Secretario   de   actas),   Elsa   Brito   de   Domínguez   (Directora   de   biblioteca), Blas   Caba   Peralta   (Director   de   arte   y   cultura) y Darío   Fernández   (Director   de   comunicaciones). También, los vocales  Carlos  Rodríguez  Calvo,  Arnulfo   Rivas y   Radhamés   García   González,   así   como   los   suplentes   Eudocia   Mojica  y  Danilo  de  los  Santo.

 

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Aunque la Junta Directiva contempla un director de biblioteca, cabe señalar que esta es una función directiva, con la responsabilidad de velar por la conservación y preservación del acervo bibliográfico y hemerográfico y contribuir al enriquecimiento de su patrimonio. Además, sirve de enlace entre el quehacer de la biblioteca y el organismo que estatutariamente rige la institución. Historia y evolución La biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. lleva el nombre del fundador de la institución, Manuel de Jesús de Peña y Reinoso, quien fue un gran  civilista,  político  y  educador  de  múltiples  facetas,  nacido  en  Licey,   provincia  de  Santiago,  el  2  de  diciembre  de  1834.    Este  gran  dominicano   participó   en   Cuba,   junto   al   General   Manuel   de   Céspedes,   en   la   primera   Guerra   de   Emancipación   contra   el   dominio   español   y   en   la   Guerra   de   Independencia   junto   a   Máximo   Gómez.     Estuvo   en   Cuba   de   1857   hasta   1873,  cuando  regresa  a  su  patria  y  reinicia  su  fecunda  labor  educativa,   cultural   y   de   orientación   política.     Fundó   y   dirigió   varios   centros   educativos  y  culturales,  y  órganos  de  difusión  noticiosa  y  cultural,  tanto   en  su  tierra  natal  como  en  Cuba,  donde  murió  el  2  de  agosto  de  1915.         El   4   de   junio   del   año   1874,   Peña   y   Reinoso   reafirma   su   pensamiento   civilista,  creando  la  Sociedad  Literaria  Amantes  de  la  Luz  en  Santiago  de   los  Caballeros,  junto  a  un  grupo  de  munícipes,  que  se  dieron  a  conocer   como   “Los   amantes   de   la   luz”,   inspirados   en   el   conocimiento   y   en   los   ideales  democráticos.    La  literatura  fue  tomada  como  arma  de  combate,  

 

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de  instrucción  y  difusión  del  conocimiento.    El  13  de  marzo  de  1945,  en   la   sesión   de   la   Junta   Directiva   presidida   por   Mario   Fermín   Cabral,   se   aprobó  el  cambio  de  nombre  de  la  Sociedad,  la  cual  se  denominaría  en  lo   adelante  “Ateneo  Amantes  de  la  Luz,  Inc.     Peña   y   Reinoso   convocó   a   sus   coetáneos,   sobre   todo   a   la   juventud,   a   ilustrarse   y   a   crear   conciencia   civilista,   como   responsables   de   dirigir   los   destinos   de   la   patria.     Los   llamó     a   salir   de   la   oscuridad   de   las   conspiraciones   y   las   guerras   civiles,   y   a   fortalecer   los   ideales   republicanos.         En   su   discurso   inaugural,   el   fundador   plantea   el   propósito   de   su   creación   y   deja   definido   el   objetivo   de   contribuir   modestamente   a   la   “instrucción   y   mutuo   socorro   de   sus   miembros   y   la   difusión   de   la   verdad”.     Como   estrategia   para   el   logro   de   este   propósito,   propone   trabajar   “sin   descanso   en   el   establecimiento   de   una   biblioteca   pública,   en  la  creación  de  un  círculo  literario,  en  la  fundación  de  un  periódico  y   en  la  apertura  de  escuelas  dominicales…”.       Además,  Peña  y  Reinoso  expresa  en  su  discurso  lo  siguiente:  “Ayudadme   a  conspirar,  Señores!  –Influid  para  que  se  afilien  jóvenes  entusiastas  en   esta   Sociedad,   aumentad   su   naciente   biblioteca,   ora   proporcionándole   libros,   ora   tomando   parte   en   la   colecta   comunal   que   se   hará   con   este   laudable   objetivo;   sostened   su   periódico   con   vuestro   favor   o   con   vuestras  luces;  poblad  con  vuestra  influencia  sus  escuelas  dominicales:  

 

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trabajad   conmigo   por   la   libertad,   por   el   orden,   por   la   paz,   por   el   bienestar  de  la  patria…”.     La   biblioteca   se   empezó   a   conformar   con   los   aportes   bibliográficos   de   los  primeros  miembros  fundadores  y  quedó  abierta  al  público  el  13  de   septiembre   de   1874,   es   decir,   tres   meses   y   nueve   días   después   de   fundada  la  sociedad  cultural.     Esta   biblioteca,   como   es   del   conocimiento   de   muchos,   es   considerada   como   la   primera   biblioteca   pública   del   país,   puesto   que   nació   de   las   aspiraciones   propias   del   pueblo   dominicano   y   de   igual   manera   fue   conformando   su   acervo   bibliográfico,   hemerográfico   y   documental.     Incluso,   en   el   periódico   El   Dominicano,   fundado   por   Peña   y   Reinoso   (1873),   el   31   de   mayo   de   1874,   días   antes   de   la   fundación   de   la   institución,  se  publica  la  siguiente  nota:  “El  jueves  inmediato  se  instalará   públicamente  la  Sociedad  Amantes  de  la  Luz.    Merece  pues  la  protección   del   público,   y   nosotros,   que   hemos   contribuido   eficazmente   a   su   formación,   nos   atrevemos   a   suplicar   a   nuestros   favorecedores   de   esa   población   que   extiendan   su   favor   a   ella,   regalándole   cada   uno   un   libro   útil,   a   fin   de   que   establezca   pronto   la   Biblioteca   que   establecer   se   propone”.     La   biblioteca   Peña   y   Reinoso   del   Ateneo   Amantes   de   la   Luz,   Inc.   tiene   como   antecedente,   según   refiere   el   historiador   Vertilio   Alfau   Durán,   la   primera   biblioteca   pública   fundada   en   Santo   Domingo   en   1867,   la   cual   fue   disuelta   en   1904.       Esta   tuvo   como   primera   sede   el   Palacio   de  

 

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Gobierno,   posteriormente   una   sala   de   La   Casa   del   Sacramento   (centro   educacional   religioso   y   laico,   rectorado   por   el   presbítero   Fernando   Arturo   de   Meriño)   y,   finalmente,   la   Sociedad   Literaria   Amigo   del   País.     Sin  embargo,  los  fondos  bibliográficos  de  esta  biblioteca  provinieron  de   la  biblioteca  personal  del  venezolano  Rafael  María  Baralt,  quien  residió   en  el  país  por  muchos  años.1     Los primeros libros fueron donados por los socios Ulises Franco Bidó, Nicolás y Joaquín Hungría, Genaro Pérez, Juan Antonio García, así como Manuel de Jesús de Peña y Reinoso y otros ciudadanos. Los socios fundadores aportaron, además, RD$30.00 para compra de libros. Al mes de fundada, ya la biblioteca contaba con 50 volúmenes de libro. Los primeros útiles para la biblioteca fueron donados por el Ayuntamiento de Santiago el 28 de julio de 1874. También el Ayuntamiento donó varios volúmenes de libros, así como ciudadanos e intelectuales dominicanos residentes en el extranjero. En 1881, se dio inicio a la publicación de un catálogo de libros existentes en la biblioteca.

Su importancia fue tal, que en el año 1900, el 50% del

producto de la Lotería Municipal se donó a la Sociedad Amantes de la Luz para la construcción de su local.

Para la compra de libros los socios

destinaron RD$20.00 mensuales. Para 1904, ya la biblioteca contaba con 806 volúmenes de distintas áreas del saber, y continuaba recibiendo donaciones.                                                                                                                 1   (Valdez, Diógenes (1992). “Biblioteca

Nacional de la República Dominicana”. Boletín de la ANABAD, Tomo 42, Nº 3-4, págs. 423-424. Consultado el 18 de julio de 2014, en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=224187)

   

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En 1930, una comisión de trabajo designada por la Junta Directiva que presidia que presidia Persio Franco, trabajó en la elaboración de un índice de la biblioteca, la cual tenía en ese momento 1,045 volúmenes. Para ese año, la biblioteca contaba también con ocho mesas de lectura y una significativa cantidad de periódicos y revistas nacionales. Para finales de 19981, la biblioteca tenía 17,892 ejemplares de libros, de los cuales, se había catalogado un total de 10,116. En la actualidad, el acervo bibliográfico alcanza alrededor de 30 mil ejemplares, de los cuales, 22,109 libros están registrados y colocados en los anaqueles. Muchos de estos libros son primeras ediciones y publicaciones desde el siglo XIX hasta hoy. Entre sus tesoros se conserva una autobiografía manuscrita de Gregorio Luperón y otras publicaciones únicas. En la actualidad, la hemeroteca del Ateneo Amantes de la Luz, que lleva por nombre “Presbítero Manuel de Jesús Gonzáles”, cuenta con 140,429 números de periódicos, encuadernados hasta el año 2009 en 2,940 tomos. Esta atesora los periódicos “El   Dominicano”,   primer   periódico   aparecido   después  de  la  Independencia  Nacional,  editado  en  1845;  periódicos  del   siglo   XX   ya   desaparecidos,   como   “El   Día”,   “La   Nación”,   La   Opinión”,   “El   Sol”   y   “La   Noticia”;   y   las   colecciones   de   “La   Prensa”,   de   1895,   “El   Orden”   de   1874   y   “El   Diario”   de   1902.     A   estas   publicaciones   se   suman   las   colecciones   de   los   periódicos   La   Información,   Listín   Diario,   Periódico   Hoy,  El  Caribe,  El  Día,  Nuevo  Diario,  Diario  Libre,  entre  otros.

 

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Asimismo, posee más de cinco mil ejemplares de revistas, entre ellas, dos   de   las   más   importantes   colecciones   de   las   revistas   dominicanas   “Cuna   de   América”   y   “Renacimiento”,   dedicadas   a   las   ciencias,   las   artes   y   las   letras.     También,   las   revistas   Bahoruco,   Quisqueya,   Ateneo,   Antorcha   Estudiantil,   Ahora,   Brecha,   Blanco   y   Negro,   Anales,   Clío,   Eme-­‐Eme   Estudio   Dominicanos,   entre   muchas   otras;   así   como   Boletines   y   la   Gaceta  Oficial  desde  1892.       Forman   parte   del   acervo   de   la   institución,   la   biblioteca   del   jurista   Sánchez   Lustrino   y   la   biblioteca   completa   de   Rafael   Díaz   Diese,   entre   otros  fondos  bibliográficos  de  bibliotecas  personales  donados  al  Ateneo   Amantes  de  la  Luz,  Inc.     La biblioteca cuenta, además, con una rica galería de retratos de personas ilustres, varias de las cuales fueron presidentes de Amantes de la Luz. La mayoría de estos retratos de notables, que conforman la pinacoteca de la institución, fueron pintados y obsequiados al Ateneo por el profesor Federico Izquierdo, quien también fue presidente de la institución en 1973. Labor editorial La biblioteca también ha desarrollado una labor editorial, que si bien no ha sido amplia, si ha sido muy significativa. Entre las obras publicadas por la institución, bajo su responsabilidad, apoyo o investigación, cabe destacar en 1906 la Revista Científica Literaria y la obra Flores del Trópico de Manuel Jiménez. También, Cartas de Espaillat (escritos del expresidente Ulises Francisco Espaillat) la memoria del expresidente José Antonio Salcedo y la

 

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Biografía del General Luperón e Historia de la Restauración de Manuel Rodríguez Objío.

Además, la reimpresión, en 1932, de dos tomos de

Historia de la Restauración, de Gregorio Luperón. En esta labor, se trabajó en la localización de obras inéditas, de interés nacional, con la finalidad de contribuir a difundir la literatura nacional y el conocimiento sobre el país. Ferias del libro Con la finalidad de promover la lectura en la región, en 1979 se comenzó a celebrar las ferias del libro, en la que participaban las librerías y las instituciones educativas y culturales. Paralelamente a la venta y exposición de libros se desarrollaba un amplio programa de actividades culturales, con la participación de destacados conferencistas del país (Juan Bosch, Pedro Mir, Marianne de Tolentino, Wilfredo García, entre muchos otros). Aunque en la actualidad no se realizan las ferias de libro, quise referirlas por la importancia que tuvieron en su momento. Período de renovación y situación actual En el año 2000, la   institución   dio   inicio   a   un   proyecto   de   captación   de   recursos  económicos  con  miras  hacia  la  modernización,  actualización  y   ampliación   de   los   servicios   que   se   venían   ofreciendo.     Gracias   a   las   iniciativas   llevadas   a   cabo,   en   el   año   2002,   con   el   apoyo   financiero   de   ADEMI,  se  inició  el  proceso  de  automatización  de  la  biblioteca  y  el  área   administrativa.    Se  compró  y  se  instaló,  en  una  red  de  4  computadoras,   del  Sistema  SIABUC  y  se  inició  el  proceso  de  digitalización  de  las  fichas   bibliográficos.   También   se   procedió   a   la   compra   de   materiales   en   soportes  de  papel  y  electrónico  para  actualizar  la  bibliografía.  

 

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  En   el   año   2003   se   puso   en   servicio   una   sala   de   Internet   donada   por   la   entonces   empresa   de   telecomunicaciones   CODETEL.   En   la   actualidad,   funciona  en  la  biblioteca  una  sala  de  Internet  donada  por  INDOTEL.     En  el  período  siguiente  se  dio  inicio  a  varios  convenios  con  instituciones   culturales,  lo  que  dinamizó  las  actividades  culturales  y  educativas  de  la   Institución  y  fortaleció  considerablemente  la  biblioteca.  Estos  convenios   incluyeron   la   Academia   Dominicana   de   la   Historia,   con   el   Ateneo   de   Santo   Domingo,   con   la   Universidad   Autónoma   de   Santo   Domingo   – CURSA-­‐,  con  la  Unión  Nacional  de  Escritores  y  Artistas  de  Cuba  –UNEAC-­‐   (1997),  con  el  Archivo  General  de  la  Nación,  entre  otras.         La relación con el Archivo General de la Nación ha facilitado la conformación de un fondo digital y la preservación de algunos materiales relevantes, sin embargo, la condición del fondo antiguo, patrimonio no solo de la institución, sino del país, sufre daños irreparables al ser trasladados para su digitalización. De hecho, es un material que necesita una pronta intervención, de lo contrario corre el riesgo de desaparecer en poco tiempo. Existe en la actualidad un elevado número de materiales bibliográficos no registrados, debido a que la institución, por falta de recursos, no cuenta con profesionales, excepto los miembros de la Junta Directiva. El personal que labora en la biblioteca es básicamente de servicio, algunos con la experiencia del tiempo y otros que, aunque han recibido entrenamiento mediante cursos y talleres de bibliotecología, tienen un bajo nivel de

 

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instrucción. Por consiguiente, la catalogación de los libros se hace generalmente por contratación. La biblioteca tiene definida su política y reglamento, acorde con los Estatutos de la Sociedad, pero la puesta en marcha de estas disposiciones se ve afectada por la falta, sobre todo, de un director de biblioteca con la preparación requerida. A esto se suman las exigencias de aclimatación y cuidado que requiere una biblioteca, más aún cuando la mayor parte de su fondo bibliográfico es antiguo. En un intento por preservar la riqueza patrimonial que atesora la biblioteca, el Ateneo sometió un proyecto a la actual gestión del Ministerio de Cultura para la instalación en la biblioteca de un centro técnico con los equipos necesarios y el personal calificado para clasificar, priorizar y digitalizar el fondo hemerográfico y documental existente y, al mismo tiempo, ofrecer este servicio desde el Ateneo Amantes de la Luz a las demás bibliotecas públicas y archivos de la provincia de Santiago y la región. Esperamos que en un tiempo no lejano, los organismos gubernamentales revaloricen el patrimonio de la biblioteca Amantes de la Luz y su impacto en la sociedad. Asimismo, que se asuma no solo como una sociedad cultural sin fines de lucro, sino como la biblioteca pública que es, y se destinen para ella, en el presupuesto nacional, los recursos que permitan contar con el personal y las condiciones adecuadas para su buen funcionamiento y preservación de su patrimonio. 5º Aniversario de apertura al conocimiento / 1ª Jornada del Conocimiento “Los centros de información: motores del cambio que transforman vidas” Biblioteca Juan Bosch, 23-24 de julio de 2014  

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