La biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc.
Descripción
La biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. Una iniciativa privada de acceso público con 140 años de historia Carmen Pérez Valerio Agradezco la invitación que nos ha hecho la directora de la Biblioteca Juan Bosch de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, la señora Aida Montero, y al equipo organizador de esta 1ª Jornada del Conocimiento “Los centros de información: Motores del cambio que transforman vidas”, para compartir en este escenario la experiencia de la biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. Resulta imposible resumir en una presentación de veinte minutos la historia completa de una biblioteca con 140 años de servicio público, con una riqueza patrimonial atesorada a lo largo de su historia, y un desarrollo de actividades vinculadas al quehacer de la sociedad cultural que le dio origen. Por consiguiente, solo pretendo ofrecer una visión panorámica del origen, la evolución, los servicios y el acervo bibliográfico, hemerográfico y documental de una biblioteca centenaria, patrimonio de la República Dominicana, que ha ido conformando su historia como centro de servicio y de acopio de información, con los aportes de instituciones públicas y privadas, y personas comprometidas con el desarrollo de la sociedad. A los alcances materiales se suma el esfuerzo de muchos hombres y mujeres que a través del tiempo y en múltiples administraciones, han puesto sus conocimientos, su pasión por la cultura y su trabajo desinteresado al servicio
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de la institución, para mantener sus puertas abiertas y adecuar su quehacer a los requerimientos de cada época histórica que le ha tocado vivir Perfil institucional El Ateneo Amantes de la Luz, Inc. define su perfil como una institución con personalidad jurídica, de carácter autónomo, no estatal, destinada a difundir la cultura, la ciencia, las letras y las bellas artes en todas sus manifestaciones y especialmente servir como biblioteca pública y centro de acopio bibliográfico, hemerográfico y documental. El perfil institucional del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. se describe en el Capítulo 1, Art. 1 y 2 de los Estatutos, que tratan sobre su fundación, naturaleza, base legal y objetivos de la sociedad cultural, en los cuales se expresa lo siguiente: Capítulo I, Art. 1 El Ateneo Amantes de la Luz, Inc., conforme a la declaración de su fundador, Manuel de Jesús de Peña y Reinoso, en el acto de instalación el 4 de junio de 1874, se denominó “Sociedad Amantes de la Luz”.
Fue incorporada mediante Decreto
No.1510-bis, de fecha 9 de mayo de 1936.
En Asamblea
celebrada el 13 de marzo de 1945 se aprobó el cambio de nombre por el de “Ateneo Amantes de la Luz, Inc.” Capítulo I, Art. 2 El Ateneo tiene por objetivos: 2.1. La difusión y promoción de la cultura, las ciencias, las letras y las artes en todas sus manifestaciones.
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2.2. La promoción de valores éticos y democráticos a favor de la cultura de la paz, la justicia y la equidad. 2.3. El estudio y la preservación del patrimonio históricocultural y natural. 2.4. Fungir como biblioteca pública. Como se puede observar, la biblioteca es inseparable del quehacer de la Sociedad, puesto que forma parte de sus objetivos fundamentales y surge conjuntamente con los Amantes de la Luz. Sobre la sede De 1874 a 1881, los miembros de la Sociedad se reunían en residencias particulares de los socios, y fue en la calle Del Sol de Santiago donde se declaró instaurada la entidad. En 1881, en la Calle Del Sol esquina San Luis, se erige el primer local de la institución, y desarrolla allí sus actividades hasta el año 1926, cuando fue preciso buscar otra sede por asuntos de espacio. Gracias a los empresarios Anselmo Copello y Yapur Dumit, la Sociedad adquiere en 1926 el local situado en la calle 30 de Marzo, esquina Duvergé y 16 de Agosto, frente a la Catedral Santiago Apóstol y el parque Duarte. En 1976, el gobierno dominicano ordena la construcción, en terrenos del Estado, en la calle España, esquina avenida Central, hoy avenida 27
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de Febrero, de una edificación de tres niveles, diseñada especialmente para albergar la Sociedad y su biblioteca . El edificio lleva el nombre del ilustre dominicano, presidente de la República en 1876, Ulises Francisco Espaillat, como homenaje al centenario de su ascenso al poder. Para unirse al homenaje, la Asociación para el Desarrollo de Santiago, Inc. entregó, en donación, a la biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, los libros de la biblioteca del presidente Ulises Francisco Espaillat. Órgano de gobierno Conforme a lo establecido en los Estatutos, la máxima autoridad de la institución descansa en la Asamblea General de socios (Cap. 6, Art.20). La dirección y administración de la Sociedad es ejercida por la Junta Directiva, nombrada en Asamblea General, cada dos años, para esos fines (Cap. VIII, Art. 44). Actualmente, la Junta Directiva del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. 20132015, presidida por quien les habla, está integrada además por Danilo Gómez (vicepresidente), Carlos Manuel Estrella (Secretario general), Petruzca Sméster (Tesorera), Santiago Núñez (Secretario de actas), Elsa Brito de Domínguez (Directora de biblioteca), Blas Caba Peralta (Director de arte y cultura) y Darío Fernández (Director de comunicaciones). También, los vocales Carlos Rodríguez Calvo, Arnulfo Rivas y Radhamés García González, así como los suplentes Eudocia Mojica y Danilo de los Santo.
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Aunque la Junta Directiva contempla un director de biblioteca, cabe señalar que esta es una función directiva, con la responsabilidad de velar por la conservación y preservación del acervo bibliográfico y hemerográfico y contribuir al enriquecimiento de su patrimonio. Además, sirve de enlace entre el quehacer de la biblioteca y el organismo que estatutariamente rige la institución. Historia y evolución La biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. lleva el nombre del fundador de la institución, Manuel de Jesús de Peña y Reinoso, quien fue un gran civilista, político y educador de múltiples facetas, nacido en Licey, provincia de Santiago, el 2 de diciembre de 1834. Este gran dominicano participó en Cuba, junto al General Manuel de Céspedes, en la primera Guerra de Emancipación contra el dominio español y en la Guerra de Independencia junto a Máximo Gómez. Estuvo en Cuba de 1857 hasta 1873, cuando regresa a su patria y reinicia su fecunda labor educativa, cultural y de orientación política. Fundó y dirigió varios centros educativos y culturales, y órganos de difusión noticiosa y cultural, tanto en su tierra natal como en Cuba, donde murió el 2 de agosto de 1915. El 4 de junio del año 1874, Peña y Reinoso reafirma su pensamiento civilista, creando la Sociedad Literaria Amantes de la Luz en Santiago de los Caballeros, junto a un grupo de munícipes, que se dieron a conocer como “Los amantes de la luz”, inspirados en el conocimiento y en los ideales democráticos. La literatura fue tomada como arma de combate,
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de instrucción y difusión del conocimiento. El 13 de marzo de 1945, en la sesión de la Junta Directiva presidida por Mario Fermín Cabral, se aprobó el cambio de nombre de la Sociedad, la cual se denominaría en lo adelante “Ateneo Amantes de la Luz, Inc. Peña y Reinoso convocó a sus coetáneos, sobre todo a la juventud, a ilustrarse y a crear conciencia civilista, como responsables de dirigir los destinos de la patria. Los llamó a salir de la oscuridad de las conspiraciones y las guerras civiles, y a fortalecer los ideales republicanos. En su discurso inaugural, el fundador plantea el propósito de su creación y deja definido el objetivo de contribuir modestamente a la “instrucción y mutuo socorro de sus miembros y la difusión de la verdad”. Como estrategia para el logro de este propósito, propone trabajar “sin descanso en el establecimiento de una biblioteca pública, en la creación de un círculo literario, en la fundación de un periódico y en la apertura de escuelas dominicales…”. Además, Peña y Reinoso expresa en su discurso lo siguiente: “Ayudadme a conspirar, Señores! –Influid para que se afilien jóvenes entusiastas en esta Sociedad, aumentad su naciente biblioteca, ora proporcionándole libros, ora tomando parte en la colecta comunal que se hará con este laudable objetivo; sostened su periódico con vuestro favor o con vuestras luces; poblad con vuestra influencia sus escuelas dominicales:
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trabajad conmigo por la libertad, por el orden, por la paz, por el bienestar de la patria…”. La biblioteca se empezó a conformar con los aportes bibliográficos de los primeros miembros fundadores y quedó abierta al público el 13 de septiembre de 1874, es decir, tres meses y nueve días después de fundada la sociedad cultural. Esta biblioteca, como es del conocimiento de muchos, es considerada como la primera biblioteca pública del país, puesto que nació de las aspiraciones propias del pueblo dominicano y de igual manera fue conformando su acervo bibliográfico, hemerográfico y documental. Incluso, en el periódico El Dominicano, fundado por Peña y Reinoso (1873), el 31 de mayo de 1874, días antes de la fundación de la institución, se publica la siguiente nota: “El jueves inmediato se instalará públicamente la Sociedad Amantes de la Luz. Merece pues la protección del público, y nosotros, que hemos contribuido eficazmente a su formación, nos atrevemos a suplicar a nuestros favorecedores de esa población que extiendan su favor a ella, regalándole cada uno un libro útil, a fin de que establezca pronto la Biblioteca que establecer se propone”. La biblioteca Peña y Reinoso del Ateneo Amantes de la Luz, Inc. tiene como antecedente, según refiere el historiador Vertilio Alfau Durán, la primera biblioteca pública fundada en Santo Domingo en 1867, la cual fue disuelta en 1904. Esta tuvo como primera sede el Palacio de
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Gobierno, posteriormente una sala de La Casa del Sacramento (centro educacional religioso y laico, rectorado por el presbítero Fernando Arturo de Meriño) y, finalmente, la Sociedad Literaria Amigo del País. Sin embargo, los fondos bibliográficos de esta biblioteca provinieron de la biblioteca personal del venezolano Rafael María Baralt, quien residió en el país por muchos años.1 Los primeros libros fueron donados por los socios Ulises Franco Bidó, Nicolás y Joaquín Hungría, Genaro Pérez, Juan Antonio García, así como Manuel de Jesús de Peña y Reinoso y otros ciudadanos. Los socios fundadores aportaron, además, RD$30.00 para compra de libros. Al mes de fundada, ya la biblioteca contaba con 50 volúmenes de libro. Los primeros útiles para la biblioteca fueron donados por el Ayuntamiento de Santiago el 28 de julio de 1874. También el Ayuntamiento donó varios volúmenes de libros, así como ciudadanos e intelectuales dominicanos residentes en el extranjero. En 1881, se dio inicio a la publicación de un catálogo de libros existentes en la biblioteca.
Su importancia fue tal, que en el año 1900, el 50% del
producto de la Lotería Municipal se donó a la Sociedad Amantes de la Luz para la construcción de su local.
Para la compra de libros los socios
destinaron RD$20.00 mensuales. Para 1904, ya la biblioteca contaba con 806 volúmenes de distintas áreas del saber, y continuaba recibiendo donaciones. 1 (Valdez, Diógenes (1992). “Biblioteca
Nacional de la República Dominicana”. Boletín de la ANABAD, Tomo 42, Nº 3-4, págs. 423-424. Consultado el 18 de julio de 2014, en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=224187)
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En 1930, una comisión de trabajo designada por la Junta Directiva que presidia que presidia Persio Franco, trabajó en la elaboración de un índice de la biblioteca, la cual tenía en ese momento 1,045 volúmenes. Para ese año, la biblioteca contaba también con ocho mesas de lectura y una significativa cantidad de periódicos y revistas nacionales. Para finales de 19981, la biblioteca tenía 17,892 ejemplares de libros, de los cuales, se había catalogado un total de 10,116. En la actualidad, el acervo bibliográfico alcanza alrededor de 30 mil ejemplares, de los cuales, 22,109 libros están registrados y colocados en los anaqueles. Muchos de estos libros son primeras ediciones y publicaciones desde el siglo XIX hasta hoy. Entre sus tesoros se conserva una autobiografía manuscrita de Gregorio Luperón y otras publicaciones únicas. En la actualidad, la hemeroteca del Ateneo Amantes de la Luz, que lleva por nombre “Presbítero Manuel de Jesús Gonzáles”, cuenta con 140,429 números de periódicos, encuadernados hasta el año 2009 en 2,940 tomos. Esta atesora los periódicos “El Dominicano”, primer periódico aparecido después de la Independencia Nacional, editado en 1845; periódicos del siglo XX ya desaparecidos, como “El Día”, “La Nación”, La Opinión”, “El Sol” y “La Noticia”; y las colecciones de “La Prensa”, de 1895, “El Orden” de 1874 y “El Diario” de 1902. A estas publicaciones se suman las colecciones de los periódicos La Información, Listín Diario, Periódico Hoy, El Caribe, El Día, Nuevo Diario, Diario Libre, entre otros.
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Asimismo, posee más de cinco mil ejemplares de revistas, entre ellas, dos de las más importantes colecciones de las revistas dominicanas “Cuna de América” y “Renacimiento”, dedicadas a las ciencias, las artes y las letras. También, las revistas Bahoruco, Quisqueya, Ateneo, Antorcha Estudiantil, Ahora, Brecha, Blanco y Negro, Anales, Clío, Eme-‐Eme Estudio Dominicanos, entre muchas otras; así como Boletines y la Gaceta Oficial desde 1892. Forman parte del acervo de la institución, la biblioteca del jurista Sánchez Lustrino y la biblioteca completa de Rafael Díaz Diese, entre otros fondos bibliográficos de bibliotecas personales donados al Ateneo Amantes de la Luz, Inc. La biblioteca cuenta, además, con una rica galería de retratos de personas ilustres, varias de las cuales fueron presidentes de Amantes de la Luz. La mayoría de estos retratos de notables, que conforman la pinacoteca de la institución, fueron pintados y obsequiados al Ateneo por el profesor Federico Izquierdo, quien también fue presidente de la institución en 1973. Labor editorial La biblioteca también ha desarrollado una labor editorial, que si bien no ha sido amplia, si ha sido muy significativa. Entre las obras publicadas por la institución, bajo su responsabilidad, apoyo o investigación, cabe destacar en 1906 la Revista Científica Literaria y la obra Flores del Trópico de Manuel Jiménez. También, Cartas de Espaillat (escritos del expresidente Ulises Francisco Espaillat) la memoria del expresidente José Antonio Salcedo y la
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Biografía del General Luperón e Historia de la Restauración de Manuel Rodríguez Objío.
Además, la reimpresión, en 1932, de dos tomos de
Historia de la Restauración, de Gregorio Luperón. En esta labor, se trabajó en la localización de obras inéditas, de interés nacional, con la finalidad de contribuir a difundir la literatura nacional y el conocimiento sobre el país. Ferias del libro Con la finalidad de promover la lectura en la región, en 1979 se comenzó a celebrar las ferias del libro, en la que participaban las librerías y las instituciones educativas y culturales. Paralelamente a la venta y exposición de libros se desarrollaba un amplio programa de actividades culturales, con la participación de destacados conferencistas del país (Juan Bosch, Pedro Mir, Marianne de Tolentino, Wilfredo García, entre muchos otros). Aunque en la actualidad no se realizan las ferias de libro, quise referirlas por la importancia que tuvieron en su momento. Período de renovación y situación actual En el año 2000, la institución dio inicio a un proyecto de captación de recursos económicos con miras hacia la modernización, actualización y ampliación de los servicios que se venían ofreciendo. Gracias a las iniciativas llevadas a cabo, en el año 2002, con el apoyo financiero de ADEMI, se inició el proceso de automatización de la biblioteca y el área administrativa. Se compró y se instaló, en una red de 4 computadoras, del Sistema SIABUC y se inició el proceso de digitalización de las fichas bibliográficos. También se procedió a la compra de materiales en soportes de papel y electrónico para actualizar la bibliografía.
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En el año 2003 se puso en servicio una sala de Internet donada por la entonces empresa de telecomunicaciones CODETEL. En la actualidad, funciona en la biblioteca una sala de Internet donada por INDOTEL. En el período siguiente se dio inicio a varios convenios con instituciones culturales, lo que dinamizó las actividades culturales y educativas de la Institución y fortaleció considerablemente la biblioteca. Estos convenios incluyeron la Academia Dominicana de la Historia, con el Ateneo de Santo Domingo, con la Universidad Autónoma de Santo Domingo – CURSA-‐, con la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba –UNEAC-‐ (1997), con el Archivo General de la Nación, entre otras. La relación con el Archivo General de la Nación ha facilitado la conformación de un fondo digital y la preservación de algunos materiales relevantes, sin embargo, la condición del fondo antiguo, patrimonio no solo de la institución, sino del país, sufre daños irreparables al ser trasladados para su digitalización. De hecho, es un material que necesita una pronta intervención, de lo contrario corre el riesgo de desaparecer en poco tiempo. Existe en la actualidad un elevado número de materiales bibliográficos no registrados, debido a que la institución, por falta de recursos, no cuenta con profesionales, excepto los miembros de la Junta Directiva. El personal que labora en la biblioteca es básicamente de servicio, algunos con la experiencia del tiempo y otros que, aunque han recibido entrenamiento mediante cursos y talleres de bibliotecología, tienen un bajo nivel de
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instrucción. Por consiguiente, la catalogación de los libros se hace generalmente por contratación. La biblioteca tiene definida su política y reglamento, acorde con los Estatutos de la Sociedad, pero la puesta en marcha de estas disposiciones se ve afectada por la falta, sobre todo, de un director de biblioteca con la preparación requerida. A esto se suman las exigencias de aclimatación y cuidado que requiere una biblioteca, más aún cuando la mayor parte de su fondo bibliográfico es antiguo. En un intento por preservar la riqueza patrimonial que atesora la biblioteca, el Ateneo sometió un proyecto a la actual gestión del Ministerio de Cultura para la instalación en la biblioteca de un centro técnico con los equipos necesarios y el personal calificado para clasificar, priorizar y digitalizar el fondo hemerográfico y documental existente y, al mismo tiempo, ofrecer este servicio desde el Ateneo Amantes de la Luz a las demás bibliotecas públicas y archivos de la provincia de Santiago y la región. Esperamos que en un tiempo no lejano, los organismos gubernamentales revaloricen el patrimonio de la biblioteca Amantes de la Luz y su impacto en la sociedad. Asimismo, que se asuma no solo como una sociedad cultural sin fines de lucro, sino como la biblioteca pública que es, y se destinen para ella, en el presupuesto nacional, los recursos que permitan contar con el personal y las condiciones adecuadas para su buen funcionamiento y preservación de su patrimonio. 5º Aniversario de apertura al conocimiento / 1ª Jornada del Conocimiento “Los centros de información: motores del cambio que transforman vidas” Biblioteca Juan Bosch, 23-24 de julio de 2014
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