La arquitectura vernácula de Jordania en riesgo de desaparecer

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Descripción

LA ARQUITECTURA VERNÁCULA DE JORDANIA EN RIESGO DE DESAPARECER. Eliana Baglioni Arquitecta e investigadora independiente, Perugia, Italia, [email protected] Tema 5: Conocimiento Local y Regional, Patrimonio Intangible e Impacto Social Palabras claves: arquitectura vernácula, preservación, uso actual. Resumen La arquitectura vernácula es una parte importante de la historia, de la identidad y del patrimonio de todo país, cultura o civilización, y por lo tanto merece ser preservada. La tendencia de la gran mayoría de las políticas de conservación y restauración del patrimonio histórico y arquitectónico es la de privilegiar los sitios arqueológicos y los edificios monumentales cuyo uso se relaciona con el sector turístico- por sobre el patrimonio “menor”, descuidando los conjuntos de uso residencial, los cuales son sin embargo, los que de mejor manera representan la identidad cultural y el vínculo de cualquier civilización con el territorio. La arquitectura residencial vernácula jordana, se puede dividir en tres familias, relacionadas directamente con tres diferentes tipos geomorfológicos territoriales: el desierto, el valle del Jordán, y el altiplano de Transjordania. La vivienda tradicional de la zona desértica es la carpa beduina. Las casas del altiplano están construidas en albañilería de piedra, con un techo plano en tierra compactada. Las casas del valle del Jordán y de la costa del Mar Muerto, están hechas de adobe, también con techo plano. Con excepción de la carpa beduina, las pocas viviendas vernaculares aún habitadas pertenecen a los sectores más pobres de la población y por lo tanto carecen de mantenimiento. Muchas han sido abandonadas y se están convirtiendo paulatinamente, en ruinas; otras se utilizan como refugio para los animales; la mayoría han sido demolidas y muy pocas han sido rehabilitadas. Hoy en dia pareciera que la única arquitectura "tradicional" jordana existente, es aquella conformada por casas mal construidas y poco cuidadas, con estructura de hormigón armado y paredes de bloques de cemento. La pregunta que queremos abrir entonces es: ¿qué merece ser conservado, qué es lo que merece ser habitado y lo que queremos dejar como legado a las generaciones futuras?

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1. INTRODUCION Jordania se encuentra en Medio Oriente, en la región históricamente llamada “Media Luna Fértil”, y actualmente su territorio está dividido en tres zonas principales: el desierto, que ocupa el 60% del territorio; el valle del rió Jordán, que la separa del estado de Israel y Palestina y representa la única área fértil; y el altiplano de Transjordania, donde se encuentran los principales centros urbanos, tanto antiguos como modernos. La actual población está constituida por el 95% de árabes, pero sólo poco más de la mitad son nativos de Jordania, el resto son palestinos que llegaron a Jordania después de las guerras arabo-israelitas de 1948 y 1967. El otro 5% de la población es de origen Caucásica (circasianos, armenios, ceceni), kurdos, que llegaron de los vecinos países de Siria e Iraq, y libanéses (que llegaron con la guerra del 2006). La religión principal es la musulmana suníes, sin embargo, debido a la diversidad étnica, es muy difundida también la religión cristiana en sus diversas variaciones (greca-ortodoxa, católica, ortodoxa-siria, copta, armenia apostólica y armenia protestante), que convive de manera pacifica con la religión musulmana: Jordania representa un buen ejemplo de integración religiosa. Jordania es entonces un país donde se cruzan varias culturas, debido a su posición central entre el mundo occidental y oriental y a su rica historia de conquistas; gran parte de su patrimonio se encuentra bien conservado, sus sitios arqueológicos y sus monumentos históricos y religiosos acogen innumerables turistas, pero lamentablemente, se conserva muy poco del patrimonio arquitectónico “popular”, aquel relacionado con la vida de las personas y el patrimonio cultural rural. Quien viaja por Jordania, puede apreciar que la arquitectura tradicional-vernacular ha prácticamente desaparecido, y en su lugar se encuentra una nueva arquitectura, generalmente de baja calidad debido a la pobreza, construida con materiales industrializados producto de la globalización, totalmente desligada del contexto ambiental y que ha homogeneizado los distintos paisajes, tanto en el valle, como en el desierto, y en el altiplano. Sin embargo una arquitectura vernácula jordana existió, rica y bien diversa, gracias a saberes, ahora desaparecidos, de integración de la arquitectura con el paisaje y sobre todo, de respuesta a las diferentes características ambientales y climáticas, a las actividades económicas -principalmente agrícolas y ganaderas-, y a una cultura nómade o semi-nómade, todavía existente. El uso de materiales locales y de fácil acceso (tierra, piedra y madera) son el testimonio de la capacidad de adaptación a las difíciles condiciones locales, es decir, a un clima muy cálido y seco, y con poca disponibilidad de agua, siendo el 60% del territorio desértico. 2. LA ARQUITECTURA VERNÁCULA JORDANA Lo que que ha sobrevivido de la arquitectura vernácula jordana, aunque presenta soluciones tipológicas bien distintas, de acuerdo con los tres tipos geomorfológicos territoriales (el desierto, el valle del rió Jordán y el altiplano de Transjordania) y con la 2

disponibilidad de materiales, es en general una arquitectura de tipo rural, donde los espacios habitables se unen con los de conservación de los cultivos y de abrigo de los animales, y donde la presencia de un patio juega un papel importante, permitiendo la realización de actividades al aire libre, y representando una extensión de la vivienda. 2.1 La Vivienda Del Desierto En la zona desértica, la vivienda tradicional es la carpa, usada ya desde hace miles de años por las poblaciones beduinas, nómades y semi-nómades, que viven principalmente de la crianza de ovejas, cabras y camellos. La carpa, construida con un denso tejido de fibras sostenido por postes de madera, permite protegerse del fuerte Sol y de las lluvias torrenciales –no muy frecuentes, pero muy fuertes- manteniendo al interior, un clima confortable, necesario sobretodo durante el caluroso día. La carpas tienen medidas variables, y generalmente están divididas en varios recintos –de 2 a 6- de acuerdo a la dimensión de la familia. Durante el día, cuando no es necesario protegerse de las tormentas de arena, uno de los lados más largos de la carpa se mantiene abierto para mejorar la ventilación natural. Además, al interior, generalmente se encienden dos fuegos, uno para la cocina de las mujeres y uno en el estar de los hombres, que acostumbran descansar y conversar de negocios tomando té caliente (Cataldi y Pizziolo,1985).

Fig. 1 - Carpa Beduina (Créditos: internet)

2.2 La Vivienda Del Altiplano De Transjordania La vivienda típica del altiplano, es la casa rural llamada fallahi. La tipología básica está constituida por un único recinto rectangular, dividido al interior en dos áreas a través de un “arco-pared”. La vivienda, de un solo piso, es cerrada por un techo plano al cual se llega del exterior, a través de una rampa. Las paredes perimetrales son realizadas en albañilería de piedra, asentadas “en seco” es decir, sin mortero. Se trata de paredes de grueso espesor, constituidas por tres aparejos (dos exteriores y uno de relleno) tipo “sandwich”, donde la parte externa es de albañilería de piedra y el relleno de tierra compactada mezclada con piedras menores. El espesor de ambos paramentos exteriores de piedra es variable, y generalmente es realizado con más cuidado, por lo tanto con piedras o capas más regulares, y con una buena trabazón de los elementos, por lo menos en las esquinas. Aunque no existen elementos totalmente trasversales –que atraviesen de un lado al otro el espesor del muro-, generalmente se 3

encuentran piedras que llegan más allá de la mitad del espesor total, colocadas de manera alternada entre ambas albañilerías, permitiendo entonces por lo menos la trabazón entre los paramentos externos y el relleno de tierra, haciendo así el muro más estable y garantizando la colaboración estructural entre “las tres capas del sandwich”. La albañilería interna del muro, cuando se encuentra construida con piedras de dimensiones menores y más irregulares, es generalmente asentada sobre un mortero de barro, y es siempre estucada con revoque de tierra.

Fig. 2 - Vivienda fallahi en el pueblo de Iraq Al Amir (créditos: Eliana Baglioni, 2010)

Los “arcos-paredes”, llamados riwaq, son construidos con piedra asentada “a seco”, o sea sin mortero, en un único aparejo o, más raramente con los tres paramentos anteriormente descritos, con un espesor que puede variar entre los 50 y los 100cm. Estos arcos ocupan toda la extensión del vano -por eso la definición de “arco-pared”-, son generalmente del tipo rebajado (más raramente a dos centros o a medio punto) y poseen grandes costados que se traban con las albañilerías perimetrales. La función principal del los “arcosparedes” es la de disminuir la luz entre las paredes y permitir el uso de elementos de maderas menores para realizar la cubierta plana. Perpendicular a los “arcos-paredes”, se generan nichos que son generalmente transformados en silos para el almacenamiento de los cultivos; Éstos se encuentran levantados del nivel del piso a través de bóvedas rebajadas de piedra, rellenadas en su parte superior con tierra compactada con el fin de obtener una superficie plana. El espacio abajo de las bóvedas es usado como bodega. El silo es generalmente cerrado hasta el nivel del cielo, -con una pared delgada también de albañilería de piedra o de estructura de madera con relleno de tierra y paja- y cuenta sólo con dos pequeñas aberturas: una pequeña boca para sacar los cereales conservados, y un orificio, al cual se llega a través de la cubierta, para introducir el material. El interior del silo es totalmente estucado con revoque de tierra y paja, lo que implica que esos revoques tienen que ser hechos antes de la construcción de la cubierta. De hecho, gran parte de la vivienda es usada como bodega; el área usada como estar de día y dormitorio de noche, llamada mastaba, se encuentra también elevada respecto al nivel de piso, y es terminada con un piso de tierra bien prensada, realizada en varios estratos usando un rollo de piedra llamado madhaleh. 4

Arco-pared en aparejo singulo

Arco-pared “a saco” Bóveda rebajada

Silos

Bodega Mastaba Fig. 3 - Arcos-paredes y espacio interior de la vivienda fallahi (créditos: Eliana Baglioni, 2010)

La zona usada para las actividades domésticas, llamada qaal-beit, también tiene un pavimento de tierra prensada, ejecutado con menos cuidado, donde más raramente se usan también láminas de piedra. Las casas presentan una única puerta de entrada (bab) y, cuando existen, pequeñas aberturas con función de ventana, en la parte alta de los muros (Marino y Lodino, 1999). A partir de la tipología básica, hasta ahora descrita, se encuentran muchas variantes o desarrollos, caracterizados por la presencia de 2 o 3 “arco-paredes” paralelos, que subdividen el espacio interior, o de viviendas compuestas por más “células base”. En este segundo caso, se trata o de casas pertenecientes a familias ampliadas, donde cada núcleo familiar tiene su propia vivienda, y donde algunas de las actividades se realizan en conjunto, o de casas, donde viven una o más familias, pero donde las funciones están bien separadas en las diferentes células (espacios para vivir, silos externos y espacios para los animales). La natural extensión de la vivienda fallahi, donde muchas funciones se hacen al aire libre, es el patio, casi siempre orientado hacia el este. Los muros del recinto del patio están construidos con piedras pequeñas, no trabajadas y posadas sin mortero hasta la altura de cerca 2 metros. También, aunque no físicamente, el patio está dividido en áreas bien distintas donde se encuentran el horno (tabun) para el pan, una plataforma para descansar (mastaba) al exterior, una cisterna (birke), otros contenedores de arcilla cocida para almacenar el agua (djarra), y algunos nichos utilizados como bodegas. En muchas casas existe también una rampa para llegar a la cubierta plana, también construida con la técnica de dos paramentos exteriores y un relleno de tierra compactada. Las casas fallahi, se encuentran aisladas o en grupos para formar pequeños pueblos.

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2.3 La Vivienda Del Valle Del Jordán El Jordán es el único río relevante del país, que separa Jordania de Israel y de Palestina, y llega al Mar Muerto. El área entorno al río fue siempre poblada debido a la fertilidad del terreno que permitía una rica producción agrícola. Las casas rurales características del valle del Jordán y de las costas del Mar Muerto, se encuentran generalmente aisladas en “medio” de los terrenos, y son construidas con adobes, es decir con bloques de barro moldeados y secados al Sol. La elección del uso del adobe, está seguramente relacionada ya sea con la disponibilidad de tierra arcillosa, que con la elevada inercia térmica de este material, que permite mantener temperaturas confortables al interior de las viviendas durante los calurosos días, con temperaturas que pueden sobrepasar los 50°C.

Fig. 4 – Ejemplo de vivienda del Valle del Jordán, cerca de la ribera sur del Mar Muerto (créditos: Eliana Baglioni, 2010)

Estas casas, aún siendo de un piso, modulares y con techo plano, se diferencian tipológicamente de las casas de piedra del altiplano. El modulo base es una habitación de forma más o menos cuadrada con una única puerta de entrada desde el exterior, pero muchas veces presenta también ventanas o pequeñas aberturas. A diferencia de la casa del altiplano, raramente la casa del valle es de un solo recinto, y al contrario está constituida de 2 a 5 módulos dispuestos “en linea”, o sea uno al lado del otro. Cada módulo tiene un acceso individual desde el exterior, pero además se encuentran pequeñas puertas internas de comunicación entre los recintos. En muchos casos uno de los módulos tiene dos lados totalmente abiertos, funcionando como patio cubierto y separando entonces la casa en dos sectores. Esta conformación de la vivienda –o sea la presencia de varios recintos- hace pensar a una distinción marcada entre las funciones (que no siempre se encuentra en la vivienda del altiplano), y cuando existe el patio cubierto, a la división entre la parte de habitación (cocina, dormitorios y living) y la parte de bodega y abrigo de animales. Las paredes en albañilería de adobe, tienen un espesor de al menos 50cm y se presentan realizadas con un buen amarre entre los adobes, pero muchas veces carecen de traba entre los muros perpendiculares. Los adobes están constituidos de una mezcla de barro 6

con poca fibra (paja) y varias piedras de pequeñas dimensiones. Para proteger los muros de tierra de la humedad capilar del suelo o de las (raras) inundaciones de los terrenos agrícolas, éstos son erigidos sobre bases de piedra. Al realizar la albañilería, el mortero parece colocado con mayor cuidado en las juntas horizontales (llaga) -entre las hiladas de adobe- que en las verticales (tendel); el revoque de barro, es casi siempre presente, sea interiormente que exteriormente.

Fig. 5 – Ejemplo de vivienda de adobe, con células alrededor de un patio central (créditos: E. Baglioni, 2010)

Las casas más ricas, probablemente pertenecientes a los dueños de las tierras, se encuentran rodeadas por verdes y sombrosos árboles, y son más articuladas, con células que se disponen alrededor de un patio central; a veces se encuentran también versiones tipológicas con habitaciones divididas con arco-paredes, como en las casas fallahi. A diferencia de las casas del altiplano, las casas del valle son raramente cercadas por muros de cierre del patio y viven más en un estado de fusión con el paisaje entorno. 2.4 Las Constantes Tecnológicas Tanto la casa del altiplano como la casa del valle presentan algunas constantes tecnológicas, constituidas principalmente por la cubierta plana y el el uso del revoque de barro. 2.4.1 La Cubierta Plana La cubierta es realizada “en sandwich”, con varias capas que desenvuelven distintas funciones, y que están hechas con diferentes materiales. La estructura de la cubierta es realizada con vigas de madera (khashab) pero presenta diferenciaciones, en función de las luces a cubrir, y de la disponibilidad y tipo de madera. Se reconocen cuatro tipos de estructuras: a único orden, con vigas de pared hasta pared o de pared hasta ”arco-pared”, con distancia entre ejes de 25cm; a doble orden, con una viga central (de pared a pared) y vigas menores, perpendiculares a la primera y con distancia entre ejes de 40-60cm; a doble orden con doble viga central y vigas perpendiculares de pequeña sección; “a entramado”, con vigas de pequeña sección en ambas direcciones. Generalmente la madera disponible posee troncos de sección limitada 7

y de forma irregular, y, no siendo generalmente trabajada, da el particular aspecto de desorden de la estructura. Las vigas del primer orden (principales) poseen una sección circular variable entre 18-25cm, y el largo llega a no más de 3 metros; para el segundo orden (secundarias) son utilizadas ramas de no más de 2,5m de largo y 8-12cm de sección. Las especies más usadas son el pino (snobar), l’ar’ara, un árbol local que se encuentra en las áreas desérticas del sur del país; el enebro, el álamo (hawr) y a veces el roble (ballut). Sobre la estructura de madera se encuentra un entramado (hadjizz), conformado por cañas (qassaba) posicionadas paralelamente, formando una superficie plana, rigidizada a través de una caña colocada trasversalmente. Las planchas así realizadas, son hechas en el suelo, para después ser colocadas arriba de las vigas estructurales. Arriba del hadjizz es colocada una capa de plantas espinosas (ballan), con la función de proteger las cañas de los ratones, y de armar sobre ella una capa de tierra compactada, evitando también el contacto directo con la cañas. Esta práctica es más difundida en el centro-sur de Jordania y en algunos casos reemplaza directamente el entramado de cañas. A veces, para proteger la estructura, en lugar de las plantas espinosas, son usadas pequeñas ramas de adelfa (duffla), las cuales tienen hojas muy fibrosas y venenosas (si se comen) que consiguen mantenerse bien en el tiempo. El elemento más evidente de la cubierta es un estrato de tierra arcillosa (trab), mezclada con paja y, a veces, con pequeñas piedras. La mezcla húmeda de tierra es compactada por capas, a través de rollos de piedra (mahdaleh), o usando manos y pies. La capa total de tierra compactada puede llegar a más de 40cm de espesor con un peso de 400500kg/m2, produciendo un óptimo efecto de aislación y un confort térmico al interior de la casa que no es posible obtener con las nuevas cubiertas de hormigón o planchas de zinc, que se están difundiendo en el país.

Fig. 6 – Dettalle de la cubierta plana tradicional (créditos: Baglioni Eliana, 2010)

Para proteger la capa de tierra compactada, se realiza una última capa de revoque impermeabilizante (tawf), hecho de tierra mezclada a paja molida, junto a agua. 8

Este revoque es preparado directamente arriba de la cubierta y es colocado hasta la parte alta de las paredes perimetrales. Esa última capa, es la que se deteriora más rápidamente, y por lo tanto necesita de una constante manutención, que consiste en rehacer una nueva capa cada año, antes de cada estación de lluvias. La capa de tierra inferior, al contrario, es re-elaborada o mejorada cada 3-4 años (Marino y Lodino, 1999). 2.4.2 El Revoque Aunque hoy en día muchas de las casas vernaculares no aparecen revocadas al exterior, tradicionalmente eran cubiertas de un revoque de tierra (trab) y paja (qash, tibn), que debido al progresivo abandono y a la consecuente falta de manutención, terminó deteriorándose y en algunos casos desapareció por completo. La principal función del revoque es la de proteger, el mortero con que se asientan las piedras, del lavado de la lluvia. El revoque tradicional es constituido de la superposición de tres capas. La primera capa es realizada con una mezcla de barro de tierra arcillosa, y pequeñas piedras, tamizadas por un tamiz de malla ancha para eliminar vegetación y piedras mayores, y directamente puesta a mano sobre las paredes de piedras, de modo de cerrar todas las irregularidades; por eso el espesor de esta primera capa puede variar mucho de un punto a otro, y llegar a los 4cm. La segunda capa es hecha de tierra tamizada fina y mezclada com paja picada, que limita el agrietamiento de la tierra rica en arcilla, y viene puesto en toda la superficie con un espesor entre 2 y 2,5cm. La última capa de acabado, es pasada en varios “estratos” a partir de 2-3 días después de la puesta de la segunda capa, de modo de encontrarla no totalmente seca y de ayudar a la “unión” entre las dos (Marino y Lodino, 1999). 3. PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN Y REVITALIZACIÓN DE LOS PUEBLOS RURALES Lamentablemente las pocas casas aún habitadas pertenecen a los sectores más pobres de la población y por ende carecen de mantenimiento. Muchas son abandonadas y se están convirtiendo, día tras día, en ruinas (khirbeh); otras se utilizan como refugio para los animales; la mayoría han sido demolidas y reemplazadas por casas construidas con los actuales materiales convencionales; muy pocas han sido rehabilitadas, con funciones turísticas como hoteles o restaurantes. En Jordania hace falta una adecuada política y legislación de preservación del patrimonio, lo que ha llevado a la destrucción y a la desaparición de innumerables edificios de valor histórico, lo que queda de manifiesto también en la construcción sobre las antiguas casas, o en su desmantelamiento para reutilizar los materiales en otras construcciones. La única atención hacia el patrimonio, se ha concentrado, sea a nivel local que por parte de investigadores extranjeros, en los centros arqueológicos de origen romano o nabatea que se concentran en los sitios de Jerash, Hum Quais, Petra, y pocos otros, y que están actualmente relacionados sólo con el sector turístico (Al-Nammari, 2003). 9

Las políticas de desarrollo territorial, deberían ser también enfocadas a la rehabilitación/recuperación de lo que queda de los antiguos y ejemplares edificios rurales -que se presentan aislados o en villas-, representativos de la historia más reciente –en comparación con la arqueológica- y de la cultura local jordana. Con esa intención se debiera tener en consideración la participación comunitaria, para conocer las reales necesidades y para elegir las “lineas” de desarrollo, y la puesta en valor de las técnicas constructivas tradicionales, dado sobre todo, sus valores ambientales. La preservación y revitalización de este patrimonio vernacular, pasa claramente por la necesidad de adaptarlo a los nuevos estilos de vida, y podría ser tal vez un argumento que diera respuesta al tema de la vivienda social, en vez de construir nuevas casas totalmente desligadas de las “formas de vida” de los pueblos, y además muy poco integradas con el contexto y las condiciones climáticas ambientales. BIBLIOGRAFIA Al-Nammari F. (2003), The preservation of vernacular architecture en Jordan: Development Chances lost, Managing Conflict & Conservation in Historic City, integrating Conservation with Tourism, Development and Politics, actas del US/ICOMOS International Symposium. Annapolis, Mariland, USA. Baglioni, E. (2009). Tecniche costruttive in terra cruda nella Valle del Drâa, Marocco, tesi de titulo no publicada, Faculdad de Arquitectura de Florencia, Italia. Cataldi G, Pizziolo G. (1985). Territory and tents in Southern Jordan, L’Universo. Firenze: Istituto Geografico Militare. Marino L., Lodino M. (1999). La casa tradizionale nei villaggi di Giordania. Verona: Cierre Edizioni. Curriculum Eliana Baglioni, Arquitecto de la Faculdad de Arquitectura de Florencia, Italia. Ha participado en varias iniciativas relacionadas con la arquitectura de tierra (conferencias internacionales, cursos prácticos, workshop,) y con la bio-construcción y la autoconstrucción, sea como participante que como poniente o capacitador Ha colaborado en proyectos de investigación sobre la arquitectura vernacular y las culturas constructivas locales, en particular sobre el patrimonio construido en tierra. Es colaboradora en un curso sobre las arquitecturas de tierra, en la Faculdad de Arquitectura de la Univerisdad de Florencia, Italia. Ha trabajado en proyectos de restauración y rehabilitación de edificios históricos chilenos construidos en tierra, en la oficina “Arias Arquitectos” (Santiago, Chile).Trabaja en projectos de bio-arquitectura, construida con materiales naturales como tierra cruda, bambu, fardos de paja y teto verde.

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