La aproximación femenina del arte y la creatividad

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La aproximación femenina del arte y la creatividad

Por: LDG Ma. Antonieta Heredia


En este estudio abordo el tema del arte y la creatividad femenina a través del análisis de la fotógrafa Mariko Mori. He elegido como manifestación artística la fotografía pues es un genero que conlleva implicaciones artísticas, convirtiendo a la creatividad en un vehículo de comunicación visual hacia implicaciones sociales. Dentro de este análisis hago un acercamiento a una artista femenina, pues considero que se potencia el juicio social, ya que como menciona Sandra Harding: ofrece una perspectiva privilegiada, pues al estar situadas en los márgenes, potencian la crítica viendo las cosas desde otro punto que no es el habitual.

A partir del concepto de Harding, las artistas femeninas han buscado una identidad que las resitúe poniendo en duda la masculina. Muestra de ello lo encontramos en mujeres fotógrafas de distintas épocas y nacionalidades: Claude Cahun, fotógrafa francesa surrealista (1894-1954); de su gusto por el teatro extrae una auténtica pasión por la puesta en escena y fotografía, tanto de sí misma como de otros objetos. Cindy Sherman, fotógrafa estadounidense (1954); Sherman se utiliza a sí misma como un vehículo para una variedad de temas del mundo moderno, planteándose preguntas sobre el papel de la mujer en la sociedad. Shirin Neshat, (1954), Irán; su obra se centra en las dimensiones sociales, culturales, políticas, religiosas e ideológicas propias a los conflictos que viven las mujeres en las sociedades islámicas contemporáneas; Mariko Mori, Japón (1967); En todas sus obras ella aparece como la protagonista principal de una serie de paisajes, fantásticos, arquitectónicos y comerciales, representa a las nueva sociedad japonesa tecnificadas y masificadas de gentes solitarias.



Las mujeres, la creatividad y el arte

Las mujeres han encontrado muchos obstáculos para poder desarrollar su creatividad mediante el arte, especialmente la devaluación por parte del mundo masculino, el rechazo social, juicios familiares, el anonimato o la asignación de su obra a un hombre cercano a ellas.
La década de los 60s, marca un parteaguas, en Estados Unidos a partir del pensamiento feminista, generando un arte conscientemente comprometido. El artículo "Why have been no great women artists?" publicado por Linda Nochlin, en 1971, marca un detonante para el análisis de varios autores acerca de la participación de la mujer dentro del arte. Enfocándose en la discriminación, la interrogación de normas y valores establecidos en la historia, la recuperación de artistas olvidadas o no reconocidas, la revisión crítica de la imagen de la mujer en el arte, la aplicación de valores feministas al arte y la crítica patriarcal, ente otros aspectos. Se inicia un cambio acerca del conocimiento que se tenía sobre las mujeres artistas. Esta situación resulta importante para poder superar las limitaciones ideológicas y culturales que han creado insuficiencias y desviaciones en el arte femenino.

En el libro "What is art for?" de Helen Dissanayake, nos menciona que el arte y la creatividad se convierten en muchas ocasiones en un acto de supervivencia pues nos hacen encontrar mundos paralelos a la realidad que no siempre es como la deseamos. Nos ayuda a enfrentar conflictos dando nuevas percepciones para crear reflexiones que nos den respuestas.
La unión de estos dos conceptos convierten al arte representado por mujeres en el reflejo de la sociedad femenina reprimida constantemente, reflexión que lleva al camino que han tenido que recorrer y que aun deben enfrentar hoy en día.

El Retrato

La fotografía y en especial el retrato, es un medio de comunicación visual que permite transmitir emociones, vivencias y recuerdos de nuestro día a día. Es reflejo del ser humano dentro de la sociedad. Al igual que otras artes visuales, es un medio para concientizar, logrando construir nuevos significados e historias ajenas al discurso social existente. Desde los inicios de la fotografía, las mujeres han estado involucradas en este género, teniendo la oportunidad de expresar sus emociones e ideas. Representan con ella el mundo que nos rodea dándole un lenguaje muy propio. Esta visión feminista, crea un concepto alejado del punto de vista masculino, logrando un espacio propio de realidades concretas. El retrato, especialmente mediante la auto definición ae ha convertido en una herramienta que define la identidad de las fotógrafas. El poner su propio cuerpo como sujeto de sus fotografías, permite a las artistas, por una parte, denunciar la mirada masculina que generalmente cosifica a la mujer. Por otra parte constituye una forma de expresión de emociones, sentimientos y vivencias. La representación de sí misma, pone a la artista en un lugar importante pues la convierte tanto en el sujeto fotografiado como en el sujeto que fotografía. A partir de estas observaciones me permito abordar el trabajo de una fotógrafa contemporánea asiática. Ella ha recurrido precisamente a la auto representación, como un medio de comunicación y denuncia, de la situación social que prevalece en el país al que pertenece. Mariko Mori, quien alternan entre el video y la fotografía, razón por la cual se le considera fotógrafa y artistas multimedia.

Mariko Mori nace en Tokio en 1967. Estudia Diseño de Moda en la Universidad de Bunka en Tokio, a finales de los años ochentas trabaja como modelo. Se va a vivir a Londres, su decisión para abandonar su país se da a partir del deseo de expresarse libremente, ya que en Japón las rígidas convenciones sociales limitan la libertad de expresión individual. En la década de los 90 madura su visión artística. Su formación como diseñadora de modas y su acercamiento al arte la llevan a una configuración y re significación de un todo a partir de la estética de la cultura de masas. En sus primeros trabajos multimedia, la japonesa combina el performance, la moda, la tecnología y el arte, además de su propia representación como cyborg girl, para la interpretación carnal de las vanguardias tecnológicas. Su propia imagen y el uso de disfraces que ella misma diseña, le sirven para auto identificarse. Afirma en una entrevista con Kunié Sugiura, fotógrafa japonesa: "Me encanta documentarme a mi misma con imágenes diferentes y considero que mi trabajo ha evolucionado a partir de esta actividad".

Lo que hace a esta artista especial es su capacidad de utilizar símbolos. Mariko Mori acude a imaginarios para hacer tangible su manera de interpretar el mundo, reflejando su libertad en lo femenino a través de sus fotografías. El elemento central en la producción de Mariko, es el uso del cyborg objeto que utiliza para unir arte, tecnología y espiritualidad. El cyborg es una criatura híbrida compuesta de organismo y máquina que representa el prototipo de una identidad fracturada con capacidad de vivir en los márgenes que de ello resulta. Es un ente crítico, que toma conciencia de una sociedad en la que los valores se han desmoronado, quedando el odio, la violencia, el control, la ansiedad de poder y sumisión. Acepta su fragilidad ante el mundo con resistencia, nunca renunciando a su necesidad de expresarse y compartir su experiencia. Como menciona Donna Haraway: "El cyborg es una especie de yo personal, postmoderno y colectivo, desmontado y vuelto a montar. Es el yo que las feministas deben codificar".

Mediante el uso de la "cyborg girl", Mariko evoluciona con su persona y la tecnología evidenciando la transición que se ha dado de lo natural a lo artificial, de lo real a lo virtual y de lo humano a lo tecnológico, mediante este ícono viviente representa una nueva era. Su obra es un trabajo fotográfico y multimedia cuyo tema tiene que ver con la compleja e hiper tecnológica sociedad japonesa.

El tiempo que vive en Nueva York, la hace madurar en su arte a partir de la mezcla cultural y étnica que ahí encuentra. Despierta en ella la necesidad de preguntarse acerca de sus orígenes y el sentido de ser una mujer japonésa, situación que le permite reconciliarse con su origen.
Mori presenta fotos creadas a partir de cuentos metropolitanos, fantasías que retratan a la artista, interpretando diferentes roles femeninos en un escenario urbano.










Ceremonia del té
En esta fotografía Mariko se presenta como una asistente de oficina que tienen la tarea de servir el té, delante de un edificio del distrito financiero de Tokio sorprendiendo a los ejecutivos. Utiliza un vestido de geisha-androide que se inclina en señal de sumisión. Esta fotografía presenta una critica feminista hacia el sistema social japonés.







Metro

En la fotografía "Metro", Mori se presenta como un cyborg vestida con un flamante traje plateado hi-tech, rodeada de gente pero aislada en un vagón de metro que nos sugiere una nave espacial. El mensaje que transmite a través de esta fotografía es que nuevos seres surgirán pero solos e incomprendidos. Visualiza estos nuevos seres mecanizados y los sitúa en la frontera de lo técnicamente posible en una era dominada por la promesa de inteligencias artificiales, la utopía de una vida más satisfactoria y plena en el espacio virtual.
"El Nacimiento de una Estrella", marcan un cambio de sentido en su obra. Mori se presenta a sí misma, sola ante un fondo blanco, mientras pelotas de colores flotan a su alrededor. Va vestida como si se tratara de una estrella del pop, mezcla estilos de los sesenta y los noventa. Lleva unos enormes auriculares, minifalda, medias de plástico y dos lazos amarillos de plástico, al estilo de un personaje del mango. Es una crítica a la invasión con la que el medio televisivo ha impuesto a la cultura oriental modelos de vida y entretenimiento.








Su obra sigue evolucionando y en 2003 presentó Wave UFO, una cúpula de seis mil kg en la que los visitantes, mediante electrodos conectados a su cabeza, podían entrar para observar pinturas y gráficos proyectados en sus "paredes". Estas imágenes eran el resultado de la lectura de las ondas cerebrales. La pieza propuso experiencias dinámicas a través de conectar la tecnología y la espiritualidad por medio de un sistema computarizado.








El renacimiento (2013), es una de sus obras mas recientes, es un espacio transformado a través de 35 esculturas, dibujos, fotografías, sonidos y videos que, en conjunto, cuentan una historia a través de los tres momentos del hombre: nacimiento, muerte y renacimiento. El ciclo de la vida expuesto desde una visión cósmica.












Su obra ha sido presentada en la Royal Academy of Arts, en Londres; el Aros Aarhus Kunstmuseum, en Dinamarca; el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio, Japón; el Centro Georges Pompidou, en París; la Fundación Prada, en Milán y el Museo de Arte de Brooklyn, Nueva York, entre otros. Su trabajo, también, ha sido incluido en las principales bienales de todo el mundo.
Mariko Mori ha logrado a partir de su interpretación femenina, llevar una visión holística del mundo a partir de la representación de la nuevas tecnologías uniendo la cultura japonesa tradicional con las prácticas de la ciencia y la tecnología. Mediante ello logra en su obra piezas que muestran la mística de las culturas ancestrales con una estética futurista.
Considero que Mori logra transmitir a través de los elementos utilizados en la fotografía la situación social en la que se encuentra su país actualmente así como un análisis de la mujer japonesa, no solamente en esta nueva visión el milenio sino a través del rol que ha desempeñado en su país.




Bibliografía

Dissanayake, E. (1988). What is art for? Seattle: University of Washington Press. p 404

Haraway, D. (1991) Simians, Cyborgs, and Women. The Reinvention of Nature. Disponible en https://books.google.com.mx/,+D.+Simians,+Cyborgs,+and+Women. (Consultado 1/7/15)
Harding, S. (2005). New feminist approaches to social science methodologies. Chicago, IL: University of Chicago Press.

López F. Cai, M. (2000). Creación Artística y mujeres. Recuperar la memoria. San Sebastián. Narcea. p 9

Mori, M. "Contemporary Art" . Disponible en: http://www.jca-online.com/mori.html (Consultado 5/6/2015)

Nochlin, L. (1971). Why have been no great women artista? Of Art News, vol.69. pp 22-39

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