La acción tutorial como factor estratégico para la mejora de la calidad de la educación superior

July 3, 2017 | Autor: Carmen Lamela Viera | Categoría: Learning And Teaching In Higher Education
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Descripción

LA ACCIÓN TUTORIAL COMO FACTOR ESTRATÉGICO PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD DE
LA EDUCACIÓN SUPERIOR

María José Andrade-Suárez, Carmen Lamela-Viera[1] y Obdulia Taboadela-
Álvarez

Facultad de Sociología (Universidade da Coruña)

Introducción

El presente trabajo versa sobre el vínculo entre alumnado y profesorado
universitario durante la carrera en cuanto "capital social". El estudio
tiene su origen en la demanda de un Plan de Acción Tutorial (PAT)
específico para el Grado en Sociología. En este sentido, con la finalidad
de "traducir" a nuestro ámbito y experiencia estas nuevas demandas
asociadas al EEES, nos preguntamos: ¿qué tiene de "nuevo" la tutoría
universitaria?; ¿Cómo lo hemos hecho hasta ahora?; ¿Qué hemos hecho bien y
qué debemos corregir en este sentido? Es decir, indagamos en el pasado, a
través de los egresados; pensando, además, que "el tiempo pone las cosas en
su sitio".
En términos generales, buscamos identificar las funciones de orientación y
acompañamiento que desde las prácticas tradicionales, aunque informales,
generan capital social entre el alumnado y su institución académica de
referencia. En última instancia, se trata de captar un intangible de
calidad en las relaciones académicas entre alumnos y profesores que pueda
ser sistematizado en el diseño de objetivos y actuaciones de un Plan de
Acción Tutorial. Por otra parte, tratándose de "egresados", también estaba
en juego el análisis de la vinculación entre alumno e institución, es
decir, que queda en el tiempo, que permanece… o no. En otras palabras,
ampliamos nuestros objetivos para considerar también el proceso de
"fidelización" del alumnado universitario.


Metodología

Se parte de una revisión de la bibliografía más reciente sobre el tema y,
de este modo, constatamos que ya es abundante, interdisciplinar y
relevante. Asimismo, se buscaron datos estadísticos que contextualizaran
nuestro estudio y, en este sentido, se encontraron algunas encuestas a
egresados para valorar, entre otros aspectos, su inserción en el mercado de
trabajo. No obstante, los resultados de estas encuestas no alcanzan a
recoger los argumentos de los propios alumnos, sus explicaciones de lo que
creen que resultó útil en mayor o menor medida y las razones que lo
justifican. En este sentido, se ha optado por la realización de entrevistas
semi-estructuradas a seis egresados de la Facultad de Sociología de la
Universidad de A Coruña que han finalizado sus estudios en los últimos
quince años. De este modo, se construyó un guión organizado en diferentes
bloques que indagan acerca de la influencia del vínculo entre alumnos y
profesores universitarios en el rendimiento académico, en la evolución
profesional posterior así como en el apoyo o "lealtad" hacia la
institución.
¿Qué se busca abstraer a través de las entrevistas? Reflexiones reposadas
de las virtudes y defectos de su formación universitaria y conexiones
posteriores entre exalumnos y profesores que hayan podido incidir
positivamente en el desarrollo profesional.
¿A quiénes se ha entrevistado y por qué? Partimos de que había alumnos a
los que recordábamos por su vinculación con el profesorado y su implicación
en la facultad, a los que todavía le seguimos la pista; y alumnos que
pasaban desapercibidos, y de los que no sabemos nada actualmente. Ambos
extremos fueron identificados revisando las orlas para proceder a la
selección y tener así dos tipos de perfiles muy distintos.


Resultados
En líneas generales, los discursos recogidos remiten a recuerdos selectivos
y difusos. Es decir, con frecuencia no se recordaban o se cambiaban los
nombres de los profesores y de las materias cursadas. Este hecho da cuenta
de una vinculación débil con la carrera o especialmente con el plan de
estudios puesto que la mayor parte de los discursos valoran la formación
recibida como amalgama de materias sin contenidos claros.
Asimismo, prevalece un discurso por el que se asocia el éxito y el fracaso
académico durante la carrera a las virtudes del docente tal y como se
ilustra en las citas expuestas:
"se requería memoria para aprender el nombre de entre 500 y 600 autores,
y leer detenidamente su libro, por lo que era bastante complicado obtener
una buena nota" (Hombre, 33 años, Promoción 1997-2002)

"Me hizo ver que la Sociología no era una mandanga,…pero a nivel
profesional no me valió demasiado…" (Hombre, 33 años, Promoción 1997-
2002)

Los discursos recogidos reflejan una diversidad de dimensiones bastante
separadas entre si de "la vida o carrera universitaria". En concreto, (1)
las relaciones con el profesorado y las relaciones entre el alumnado,
remite a mundos separados; y (2) la identificación y socialización entre
iguales se limita a pequeños grupos, no a la totalidad de la promoción.
Así, por ejemplo, cuando al final de las entrevistas se contempla la
posibilidad de retomar la relación con la Facultad y con la Universidad,
resulta evidente que el egresado reflexiona respecto a dos ámbitos
distintos: volver a ver a los compañeros, como relación social; frente a
volver a formarse. La vinculación de ambos aspectos dentro de una misma
relación con la institución no forma parte de la cultura de nuestros
egresados universitarios.
Y, en cuanto al sentido de identidad del alumnado como "promoción",
predominan las relaciones y los afectos respecto a una minoría de
compañeros más íntimos. Por uno u otro motivo, para bien y para mal, las
relaciones más significativas entre compañeros de curso se juegan a pequeña
escala tal y como se refleja seguidamente:
"En mi clase había varias pandillas, era normal tomar algo más por
ahí, fiestas en pisos…" (Mujer, 36 años, Promoción 1993-1998)


Por otra parte, son varios los argumentos empleados para negar la
influencia de la institución universitaria en la evolución profesional
posterior. En términos de prestigio institucional, se encuentra un discurso
que niega relevancia al tema porque entiende que el paso por la universidad
es más una cuestión de esfuerzo e interés personal que de reconocimiento o
prestigio institucional.
"La universidad hoy en día, pero no Coruña, todas, son una fábrica de
parados… Pero no es un desprestigio, estudiar nunca es un
desprestigio… tampoco me arrepiento" (Mujer, 39 años, Promoción 1991-
1996)

En términos de importancia vivencial, varios destacan que la ruptura entre
institución universitaria y carrera profesional posterior es absoluta y,
además, una evolución natural:
"Me desvinculé totalmente. Es que creo que no volví a pisar la
Facultad desde aquella" (Mujer, 39 años, Promoción 1991-1996)


Por otra parte, se ha considerado interesante vincular esta reflexión
acerca de la valoración que hacen los egresados sobre la influencia de la
Facultad en su evolución profesional, con la valoración que les merece la
Sociología como carrera universitaria. En este sentido, en la mayor parte
de las entrevistas aparece una misma reflexión: la observación del carácter
poco aplicado de la Sociología o su escasa vinculación con el mercado
laboral. En líneas generales, esta reflexión tiene dos caras: una de
connotación crítica que remite a carreras desvinculadas del mercado
laboral; y otra elogiosa que alude a una amplitud de perspectiva que
permite la adaptación a cualquier campo. Ambas connotaciones aparecen al
juzgar (1) la formación académica y (2) la propia experiencia laboral En
relación a la formación académica, la connotación crítica suele asociarse a
una denuncia de la escasa formación en técnicas de investigación y
excesiva en teoría:
"veo que tengo una formación buena… pero no en investigación social, en
instrumentos, en técnicas" (Mujer, 36 años, Promoción 1993-1998)

Y es que la connotación crítica, cuando se desarrolla evaluando la
experiencia laboral, se muestra muy escéptica sobre cualquier virtud de la
formación recibida:
"Me decían -a ver, que tu eres la socióloga-… pero, no sé, yo creo
que lo decían porque yo hablo mucho, no por otra cosa, eh?" (Mujer, 39
años, Promoción 1991-1996)


La connotación positiva en relación a la experiencia profesional suele
aparecer como toma de conciencia, casi como descubrimiento:
"No tendremos muchos conocimientos de Economía, pero lo que la carrera
aporta de cultura general --porque vemos tantos campos, tantos ámbitos-
-, no se puede comparar a ninguna otra carrera" (Mujer, 32 años,
Promoción 1999-2004)


Con frecuencia, ambas connotaciones aparecen en la misma entrevista,
incluso a veces en el mismo discurso o afirmación:
"sabemos de todo y, a la vez, de nada" (Mujer, 36 años, Promoción 1995-
2000)

De hecho, se llega a la conclusión de que la indefinición de la carrera y
la traslación de esta indefinición al mercado de trabajo, marca la
percepción de la trayectoria académica y profesional, durante y después de
los años de formación. No obstante, es importante entender que la
indefinición remite a un debate abierto, no a una realidad constatada. En
todo caso, se parte de la hipótesis de que la fuerza de ese discurso logra
incluso limitar el efecto de las oportunidades ofrecidas durante la carrera
para hacer prácticas, participar en trabajos de investigación, etc. Todas
esas actividades son recordadas y valoradas, pero más como oportunidades
para la sociabilidad informal, que por su carácter formativo y profesional.

Conclusiones
¿Qué tipo de vinculación entre profesorado-institución-alumnado es deseable
durante y después de la carrera? En base a los resultados obtenidos, cabe
indicar que, por una parte, la formación continua es una necesidad y una
demanda. En este sentido, hay lugar para activar otros vínculos asociados
al mundo profesional (conferencias, coloquios…) ya que espacio no se está
cubriendo ni en sus vidas profesionales ni en la actualización formal del
propio plan de estudios.
Además, se constata la necesidad de insistir, durante la carrera, sobre
temas que son debilidades que se arrastran; en concreto: sobre la
aplicabilidad de la Sociología y su definición profesional así como sobre
la formación de posgrado (no solo limitada a la propia Universidad).
En base a estos argumentos, se ha considerado oportuno incluir una cita
recogida del informe sobre "La construcción del capital social en las
universidades" (2006, p.5):
En cierta ocasión le preguntaron a K. B. Clarck, decano de la Business
School de Harvard, qué razones justificaban los 54.000 dólares que
pagaban sus alumnos por la formación que recibían. El breve extracto que
sigue recoge sus respuestas al periodista que le entrevistaba:
- … nosotros educamos líderes. Y no es un eslogan: mire dónde están
nuestros viejos alumnos hoy. Y después piense en la red de relaciones
que se tejen aquí y sirven para toda la vida.
- Una red de influencias.
- Sí, eso es muy positivo.
- En nuestra cultura es sospechoso: se llama amiguismo.
- En Harvard es un orgullo.
(La Vanguardia, 10-4-2000, contraportada)


En definitiva, se pone de manifiesto la necesidad de promover un mayor
grado de relación, de carácter institucional, entre profesorado-alumnado
para integrar a la globalidad del alumnado (y no solo a unos pocos) en la
vida institucional del centro y de la universidad; porque los esfuerzos
personales tienen un alto coste para el profesorado y son poco eficaces
como huella en el alumnado; para eludir y combatir la paranoia del
favoritismo; porque los profesores que "inspiran" por su excelencia
académica siempre estarán ahí, y no es suficiente…


Referencias
Elliot, K.M. & Healy, M.A. (2001). Key factors influencing student
satisfaction related to recruitment and retention. Journal of Marketing for
Higher Education, 10 (4), 1-11.

Schertzer, C.B.& Schertzer, S.M.B. (2004). Student satisfaction and
retention: a conceptual model. Journal of Marketing for Higher Education,
14 (1), 79-91.

Villar Hoz, E. (2005). La construcción de capital social en las
universidades. Un análisis motivacional de las estrategias de "networking"
de los estudiantes Girona: Universitat de Girona. Servei de Publicacions. 


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