Kuélap: Fuentes de abastecimiento del agua en tiempos Prehispánicos

June 14, 2017 | Autor: Arturo Ruiz Estrada | Categoría: Archaeology, Amazonas, Kuelap, Fuentes de agua, Luya
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Descripción

Setiembre - Octubre

Después de más de una década añadimos algunas ideas sobre el abastecimiento de agua en Kuélap. Varios estudiosos sugieren que la construcción de Kuélap ocurrió hacia el siglo VIII después de Cristo cuando en el territorio amazonense habitaban colectividades fragmentadas e independientes. Uno de los grupos humanos pobló el espacio de Kuélap cuando todavía no se había construido la llamada Fortaleza, hecho que comprobamos por los restos que identificamos en profundos estratos bajo las construcciones. Los primeros restos corresponden al Período Intermedio Temprano (siglos 111 a.C. al V d.C.) cuando en otras partes del territorio Andino florecían las sociedades Moche y Nasca por ejemplo. Una segunda etapaocurrió entre los siglos V al VIII d.C. aproximadamente, tiempo en el cual ocurrieron contactos con la sociedad Cajamarca, pero aún no se había erigido la Fortaleza.La tercera ocupación se produjo entre el siglos VIII al X d.C., etapa en la cual debió construirse la Fortaleza y continuó vigente en el denominando Período Intermedio Tardío (siglos X al XV d.C) hasta la conquista incaica. Los Incasllegaron después de haber ganado los pueblos de la margen derecha del río Utcubamba. Finalmente, Kuélap fue ocupado por los españoles quienes incluso lo bautizaron con el nombre de Santiago de Kuélap. En esa condición continuó en tiempos coloniales hasta convertirse en una extensa hacienda o fundo que incluía las «paredes»

de Kuélapy fue sucesivamente pasando por varios propietarios. Finalmente, a principios del siglo XX,el año 1902, el fundo Kuélap fue vendido por don José María Anduaga a favor de doña María Villavicencio enmil trescientos soles de plata. La escritura indica que hay 7 cuadernos sobre los títulos y fue firmada por la hija de María o sea Manuela Rubio Villavicencio casada con Exequiel Bardales, quienes heredaron la propiedad para luego cederla a sus descendientes Mariano, Constantino, Rosa, Mercedes, Laura, Gregoria y Juan Bardales Rubio. En años posterioresel fundo se fue fragmentando paulatinamente. EL PROBLEMA DEL ABASTECIMIENTO DEL AGUA Hasta hoy,el conocimiento sobre la forma de cómo se proveían del agua los antiguos habitantes de Kuélap, fue una incógnita para algunos investigadores, toda vez que al interior de la llamada Fortaleza no se detectó fuente alguna para su consumo. Pero, como lo advertimos hace tiempo, esta Fortaleza es solo una parte de un complejo más vasto que se extiende por la ladera Este hacia las colinas de Quiúquita-Lahuancho con varios asentamientos arqueológicospróximas. Entonces, si estos conjuntos estuvieron habitados desde tiempos precristianos es porque allí existían y existen al presente varias fuentes de agua.Y quienes vivieron en La Fortaleza tenían el agua a su alcance, a corta distancia sin necesidad de salvar grandes tramos, hacia los ríos Utucubamba, Tingo o el de Selcas. Igualmente, el poblamiento colo-

nial obedeció a que el área de Kuélap ofrecía buenas condiciones de vida. Los pozos de agua más conocidos y subsistentes en la actualidad se distribuyen hacia la ladera Este y son los de Bebedero a no más de quince minutos de la Fortaleza. Luego prosigue El Tache, algo más alejado y, además, Chorrillos hacia el centro de la meseta de Kuélap. Continúa Milpo, el Aliso, el Siogue y, finalmente aparece el Subterráneo. Tres conservan su designaciónoriginal, las de Toche,Milpo ySiogue. Las otras tienen nombres modernos como El Bebedero, Chorrillos y el Subterráneo pero aluden a la existencia de flujos hídricos permanentes. Por el Subterráneo, que es una pequeña caverna, discurre agua permanentemente y lo utilizan para procesar el tarhui o chocho.Y sólo cito aquellos lugares donde el agua es suficiente en tiempos de verano, porque en las laderas adyacentes a Kuélap abundan los ojos de agua durante la época de lluvias. Hay otros pozos más, pero los nombrados son las fuentes de mayor volumen hídrico que demuestran la existencia del agua bien cerca de la llamada «ciudad fortificada Kuélap». El sistema social en el que se

desenvolvió la elite asentada en la Fortaleza les permitió acceder al agua en vasijas abastecidas por los pobladores que los servían. Los constructores de las grandes plataformas amuralladas, es decir los ancestrales kuelapinosde la antigua provincia de Luya, debieron utilizar dichas fuentes para culminar sus obras con el apoyo de otros grupos humanos establecidos a su entorno inmediato. Debe entonces descartarse la idea que sus antiguos pobladores hayan descendidohasta el río Utcubamba para proveerse de agua, pues el descenso y la vuelta demora por lo menos seis horas. Asimismo, el acceso al río próximo de Selcastarda unas dos horas. Lo cual, naturalmente,no fue razonable para los habitantes prehispánicos. Actualmente continúan viviendojunto al sitio arqueológico deKuélap, que ya es un anexo del Tingo, muchas familias y éstas nunca bajaron ni bajan al rio Utcubamba o al de Selcas para abastecerse del agua. Pensamos que los antiguos pobladores aprovecharon los pozos antes mencionados desde tiempos preincaicos y continuaron durante tiempos coloniales y actuales.

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