Juventud y gobiernos locales espacios y mecanismos de participación

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Descripción

Entidad consultora Asociación de Comunicadores Sociales Calandria Equipo de trabajo de la investigación SANDRO MACASSI LAVANDER Psicólogo social, investigador principal Brigitte Davey Talledo. Psicóloga, investigadora Arturo Granados Mogrovejo. Comunicador social, experto en gobiernos locales Sandra Apaza Lanyi. Comunicadora social Magda Carrera. Comunicadora social

Equipo de conducción técnica Gerencia de Investigación y Desarrollo de la Comisión Nacional de la Juventud Ruth Jerónimo Zacarías Gerente

Áurea Cadillo Villafranca Especialista

Diseño de carátula: Maricel Gonzales Cuidado de la edición: Rosario Rey de Castro Diagramación e impresión: Tarea Asociación Gráfica Educativa Depósito legal n.º 1501052004-7010 Primera edición, septiembre de 2004 Tirada: 3.000 ejemplares

Agradecimientos

A las y los jóvenes, cuya participación como ciudadanos actores estratégicos del desarrollo continuaremos impulsando. A todos aquellos que aportaron en la realización del estudio reconstruyendo experiencias de participación de la juventud en gobiernos locales, describiendo la situación actual y proyectando ideales hacia el futuro. A la Cooperación Alemana al Desarrollo – GTZ, por su decidido compromiso en el fortalecimiento de espacios y mecanismos de participación de la juventud peruana.

Contenido Presentación

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Resumen ejecutivo

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Resultados del estudio

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Experiencias estudiadas ! ! ! ! ! ! ! ! !

Mesa de Juventudes de Villa El Salvador Mesa de Juventudes de Comas Mesa Multisectorial de Juventudes de Piura y de Morropón Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén Comité Multisectorial de Apoyo a los Adolescentes y Jóvenes de Juli (Puno) Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho La AROJUL y la Mesa Multisectorial por la Juventud Loretana Grupo Agroecológico Chulklachaqui y el Municipio Provincial de Picota Consejo Distrital Juvenil en el Municipio Distrital de La Banda-Shilcayo

Anexo metodológico

57 78 95 117 135 149 169 185 194 201

Presentación AL ASUMIR EL DESAFÍO DE CONDUCIR la Comisión Nacional de la Juventud, ente rector del sistema CONAJU, nos propusimos conocer en profundidad los espacios y mecanismos de participación de la juventud en los gobiernos locales. Así, se revisaron los espacios de participación para la juventud establecidos en el marco legal existente: el Acuerdo Nacional, la ley Orgánica de Municipalidades, la Ley de Bases de Regionalización, y otras más específicas como la Ley del Presupuesto Participativo. Luego se realizaron conversatorios con profesionales peruanos y prominentes expertos latinoamericanos en políticas de juventud, y finalmente se decidió la realización del presente estudio con el propósito de evidenciar los espacios y mecanismos de participación juvenil en los gobiernos locales de Lima y de otras regiones del país. Los resultados obtenidos confirman la existencia de múltiples mecanismos de participación nacidos desde la voluntad y decisión de los grupos juveniles, pasando por los que se gestaron por iniciativa de organismos no gubernamentales, hasta llegar a los promovidos por jóvenes y diversas instituciones locales interesadas en el trabajo concertado. Hay mucho trabajo por hacer con los y las jóvenes para lograr fortalecerlos y empoderarlos en sus comunidades, pero también con las instancias descentralizadas de gobierno, cuyos decisores y operadores requieren mayor información y conocimiento acerca de enfoques y políticas de juventud para desterrar la visión del joven como pasivo, consumista y violento. Renuevo mi compromiso por continuar impulsando la sensibilización social y política de las autoridades, funcionarios, profesionales, técnicos y comunidad en general, para lograr sumar voluntades y se tome en consideración a la juventud como valioso capital del desarrollo humano y como actor estratégico para el desarrollo. También para fortalecer cada día a más jóvenes en el ejercicio de su liderazgo y de su ciudadanía. Carmen Vegas Guerrero PRESIDENTA DE LA COMISIÓN NACIONAL DE LA JUVENTUD CNJ – CONAJU

CADA DÍA LA JUVENTUD DE AMÉRICA LATINA es más consciente de que los gobiernos deben construir modelos de Estado en el marco de los principios de buena gobernabilidad, como la participación, la transparencia y la justicia social. Uno de los cambios más significativos del nuevo milenio es el papel protagónico que adquieren los y las jóvenes en los procesos sociales, culturales y de desarrollo. El Perú no constituye una excepción. La modificación del papel del Estado, además de las novedosas formas de intervención en el plano económico, social y político, hacen indispensable que los y las jóvenes jueguen roles importantes en la función pública y en los procesos de desarrollo nacional. Del mismo modo, deben participar activamente en procesos de descentralización, los cuales permitan a los gobiernos provinciales y municipales facilitar el desarrollo democrático y participativo que la juventud tanto necesita, desea y exige. Una buena política nacional de juventud se nutre de buenas políticas locales de juventud. El estudio Juventud y Gobiernos Locales: espacios y mecanismos de participación es una importante muestra de lo que se debe tomar en cuenta en la construcción de procesos de participación. La falta de procesos de planeamiento estratégico, la participación juvenil supeditada a la voluntad política y la visión estereotipada que tengan muchas autoridades de los y las jóvenes, son otros importantes hallazgos del presente estudio. El fortalecimiento de políticas locales provee oportunidades a los y las jóvenes de acceso al poder político, sobre todo en países muy centralizados donde este acceso prácticamente no existe. Si ellos y ellas pueden ejercitar el poder en algunas áreas locales, entonces también se puede medir su desempeño a ese nivel y no solo escuchar sus críticas. Se requiere una sociedad civil dinámica y fuerte, dispuesta a apoyar este tipo de esfuerzos desde el Estado. Los jóvenes en la sociedad civil necesitan tener capacitación técnica y política para participar en la elaboración de presupuestos, sugerir proyectos, fiscalizar medidas, sostener discusiones, sin dejarse manejar por los deseos o preferencias políticas de sus líderes o de un pequeño grupo en desmedro de las necesidades más amplias de la comunidad. A partir de las experiencias y los logros obtenidos en el asesoramiento a proyectos y programas de políticas de juventudes en más de diez países de América Latina, la Cooperación Alemana al Desarrollo - GTZ tiene claro que el afianzamiento de la democracia, la transformación de la cultura política, el desarrollo económico sostenible así como el logro de una mayor equidad social, dependen de la preparación y de la activa participación de la juventud en la sociedad civil. Nos satisface el privilegio de poder cooperar con el CONAJU, que con esta publicación, entre otros muchos esfuerzos, demuestra una vez más su gran voluntad de hacer públicos los conocimientos y los marcos referenciales de modernas políticas de juventud. Klaus R. Kick ASESOR PRINCIPAL GTZ/CONAJU COOPERACIÓN ALEMANA AL DESARROLLO-GTZ

Resumen ejecutivo

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES: ESPACIOS Y MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN es un estudio que la Comisión Nacional de la Juventud realizó con el concurso de la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria entre diciembre de 2003 y junio de 2004, con el objetivo central de fortalecer el funcionamiento del Consejo Nacional de la Juventud —CONAJU—, a partir de la identificación de espacios y mecanismos exitosos de participación de la juventud en gobiernos locales de diferentes lugares del país. Asimismo, el estudio se propuso sistematizar y difundir información relativa a la participación de los jóvenes en los organismos de los gobiernos locales dedicados al trabajo juvenil, y analizar las perspectivas y las oportunidades de estas experiencias. Para ello se revisaron los antecedentes de estos espacios y los mecanismos con los que funcionaron, y se hizo un mapeo de las diferentes experiencias de participación de la juventud con énfasis en los contextos y condiciones en los que se desarrollaron. Así, se seleccionaron nueve experiencias, a partir de los siguientes criterios: (i) impacto significativo en términos de movilización, interlocución y presencia pública; (ii) trayectoria y continuidad en el tiempo; (iii) procesos de concertación local y multisectorial; (iv) procesos de participación juvenil que involucraron acciones comunitarias y de cogestión con los municipios; y, (v) coincidencia con las regiones priorizadas por el CONAJU en costa, sierra y selva. El estudio ha recogido las versiones de los diferentes actores involucrados en las experiencias, como son los funcionarios, autoridades, grupos juveniles líderes y jóvenes no organizados.

1. Experiencias estudiadas ! Mesa de Juventudes de Villa El Salvador Creada en 1999, es un espacio de concertación plural y amplio entre la sociedad civil y el gobierno local que tiene como fin elaborar un diagnóstico de la situación de la juventud del distrito y discutir propuestas para enfrentar la problemática juvenil.

Participan en ella representantes de organizaciones juveniles y jóvenes no organizados, el gobierno local e instituciones privadas. Las acciones desarrolladas —conversatorios, foros, talleres— han buscado que las organizaciones juveniles cobren protagonismo. La incorporación de nuevas organizaciones juveniles a la mesa ha permitido cohesionar y fortalecer este espacio de concertación y diseñar una estrategia y un objetivo comunes. El gobierno local, a través de la Gerencia de Juventudes, ha mostrado apertura al trabajo concertado. El estudio de la experiencia permite concluir que: • • • • • • •

Los problemas internos suscitados al momento de conformar la mesa provocaron la desconfianza de las organizaciones integrantes en el gobierno local. La Mesa de Juventudes de Villa El Salvador ha logrado posicionarse como un referente en el tema juventudes en los ámbitos local y metropolitano. Los integrantes de la mesa coinciden en señalar que la elaboración de un documento de lineamientos o plan de acción es un proceso aún en marcha. La creación de espacios o redes temáticas paralelas al quehacer de la mesa la han debilitado y ello ha derivado en la duplicación de esfuerzos a la par que generado falsas expectativas. Si bien el gobierno local ha creado una instancia dedicada a la población juvenil, esta no cubre las necesidades de este sector en el distrito. La población juvenil percibe a la municipalidad como benefactora y no como promotora del desarrollo local. Los jóvenes consideran que problemas que más afectan a la juventud de Villa El Salvador son la violencia juvenil, la ausencia y pobreza de la educación y el desempleo.

! Mesa de Juventudes de Comas Fundada en marzo de 1999, es concebida como un espacio de concertación contemplado en el Plan de Desarrollo Integral de la Municipalidad de Comas al 2010. El objetivo de la mesa es elaborar una propuesta concertada y multisectorial de lineamientos, programas, planes y proyectos orientados al desarrollo integral de los jóvenes de Comas. En la mesa participan representantes de organizaciones juveniles y jóvenes no organizados, el gobierno local e instituciones privadas, pero se espera integrar a los diversos organismos públicos que actúan en el distrito. Hasta el momento se han desarrollado acciones orientadas a la elaboración de los lineamientos de políticas de juventud y el plan de acción, para lo cual se han organizado foros, talleres, ferias, escuelas y encuentros juveniles. El estudio de la experiencia permite concluir que: • • • •

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La Mesa de Juventudes de Comas ha logrado posicionarse como un espacio referente en el tema de juventudes en los ámbitos local, conal y metropolitano. Urge incrementar el número de organizaciones que participan en este espacio, pues son muchas y muy diversas las agrupaciones juveniles que no se han incorporado. La elaboración de un documento de lineamientos y un plan de acción es considerado un logro significado por los miembros de la mesa. El gobierno local, a través de la Subgerencia de Juventudes, dedica recursos a la población juvenil, pero no cubre ni sus expectativas ni sus necesidades, lo que evidencia las carencias en el estilo de conducción y gestión de los recursos municipales. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES



Los jóvenes coinciden en señalar que los problemas que más afectan a la población juvenil son la violencia, el embarazo adolescente y la falta de educación y de empleo.

! Mesa Multisectorial de Juventudes de Piura y de Morropón Nació en 1996 por iniciativa de Diaconía, que decidió constituir una instancia de coordinación entre las agrupaciones juveniles y las instituciones públicas y privadas. La mesa surgió como un espacio multisectorial en el que participaban agrupaciones juveniles, ONG, instituciones privadas y organismos del Estado. Desde 1999 el trabajo se organizó en comisiones: las instituciones aportaban los recursos y la asesoría técnica, mientras los jóvenes desarrollaban las actividades. Esta división fue muy útil y dinamizó la labor de la mesa. En sus inicios la coordinación recayó en las instituciones y solo a partir de 2000 se hizo cargo de ella la organización «Clave Juvenil». La mesa se convirtió rápidamente en un referente público: diversas personalidades e instituciones acudían a ella en busca de información y asesoría en el tema juvenil. Las relaciones entre los miembros de la mesa fueron desde el principio muy armoniosas, aunque en 2001 algunos grupos juveniles decidieron reunirse por separado, debido a que cuestionaban el protagonismo de las instituciones. Desde el año 2002 las reuniones de la Mesa Multisectorial de Juventudes de Piura se hicieron más espaciadas debido a que los cambios en las instituciones públicas impedían la continuidad de los representantes. En junio de 2003 la mesa entró en receso porque no existía una coordinadora de juventud. Los jóvenes no tenían una dinámica propia más allá de la mesa y, por lo tanto, actualmente no coordinan con otros grupos juveniles. Tampoco logró cristalizar un trabajo en políticas de juventud ni, mucho menos, elaboró planes estratégicos para sus actividades. En sus seis años de funcionamiento la mesa operó sobre la base de planes por comisiones; sin embargo, no existía un plan maestro que pudiera fijar metas de mediano plazo y asegurar la sinergia en la solución de algunos problemas críticos. Si bien Diaconía está dispuesta a retomar las reuniones de la mesa, su actual proyecto se orienta más bien a involucrar a los grupos juveniles en los procesos de concertación local previstos en la ley (elaboración de presupuestos, Comités de Desarrollo o Consejos de Coordinación Local). En esta región han surgido otros espacios de participación juvenil, como la Mesa Técnica de Juventudes de Morropón (JORDEPAZ) y la Pastoral Juvenil de Chulucanas. El estudio de la experiencia permite concluir que: •







La Mesa Multisectorial de Juventudes de Piura se constituyó en un referente para el trabajo con jóvenes. Tuvo una presencia pública importante y cumplió un papel central en la generación de actividades a favor de los jóvenes. Uno de los efectos positivos de la mesa multisectorial es que la relación de los jóvenes con las autoridades no ha dependido de una sola voluntad política, la del alcalde, sino que la suma de voluntades de las distintas instituciones impulsó las actividades y garantizó su continuidad. La mesa multisectorial permitió a los grupos juveniles una mayor interlocución con el mundo público y, al mismo tiempo, les brindó acceso a una serie de recursos e instituciones para la negociación y la gestión de actividades. El apoyo económico a las actividades juveniles es un paso esencial en un modelo de concertación, pues el desbalance de poder atenta contra ella.

RESUMEN EJECUTIVO

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Para la constitución de la Mesa Multisectorial de Juventudes de Piura fue clave la selección de personas motivadas a favor de los jóvenes en la medida en que dedicaron recursos y tiempos institucionales a impulsar las actividades. Las instituciones no contaban con presupuestos específicos para el trabajo con jóvenes. Ha sido clave la incorporación de los medios de comunicación como miembros de la mesa. El empleo de estos y las acciones públicas contribuyeron al posicionamiento de la mesa como referente en el tema de los jóvenes como actores políticos en la localidad. Fue clave para el éxito de la mesa la claridad conceptual y técnica de Diaconía, institución que contribuyó a darle continuidad y a generar procesos colaborativos. La dependencia de las demás instituciones de las iniciativas y los recursos de Diaconía fue un factor desmovilizador: cuando esta dejó la coordinación y sus representantes salieron de Diaconía, se produjo un vacío que no fue posible llenar. La voluntad política de los alcaldes de los municipios de zonas rurales es determinante: de ellos depende que las experiencias crezcan y los grupos alcancen mayor incidencia. En los municipios rurales, la atención de las actividades de los jóvenes y para los jóvenes no se concentró en la problemática juvenil; no hubo una perspectiva generacional. Los temas de desarrollo están mucho más presentes en estos municipios.

! Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén Entre 1998 y 1999, el Instituto de Promoción Juvenil Solidaridad y Desarrollo de Jaén realizó una serie de reuniones con organizaciones juveniles de esta localidad con el fin de organizar el Primer Encuentro de Organizaciones Juveniles de Jaén en noviembre de 1999. En este encuentro se decidió conformar la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén como un espacio de articulación y concertación entre 17 organizaciones juveniles. Las actividades de la mesa tuvieron el apoyo del regidor Gallardo (gestión 1998-2002), el funcionario Wálter Prieto, el Instituto de Promoción Juvenil Solidaridad y Desarrollo de Jaén, el Instituto de Publicaciones Educación y Comunicación (IPEC) y diversas empresas privadas. El apoyo del Centro de Promoción del Niño, Adolescente y la Mujer (CEPRONAM) le permitió a la mesa contar con recursos económicos provistos por la financiera Tierra de Hombres para realizar algunos eventos. El Segundo Encuentro Provincial se realizó en el año 2000, y luego se han llevado a cabo dos encuentros subregionales para finalizar en el Primer Encuentro Regional en el año 2001. La directiva de la mesa se instaló en este último. Durante la época electoral el municipio provincial realizó dos foros de debate con candidatos a la alcaldía, en los que se suscribieron actas de compromiso. En estos encuentros el actual alcalde, Jaime Vílchez, ofreció crear la Casa de la Juventud, aumentar el presupuesto municipal para el trabajo con jóvenes e invitarlos a participar en la municipalidad. Además, en el 2000 y el 2001 se realizaron foros de debate con los candidatos al Congreso de la República. Finalmente, en el 2003 la municipalidad emitió una ordenanza reconociendo a la mesa como espacio de participación de los jóvenes. De esta manera la mesa ingresó al Comité de Descentralización. La municipalidad participa en la mesa como colaboradora pero sin capacidad de decisión. Debido a la falta de local, la mesa se debilitó en el 2003. Además, no podía pedir financiamiento, porque cuando las organizaciones verificaban que eran pocos los jóvenes que congregaba, no se lo proporcionaban.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Hoy en día la mesa no funciona. Sin embargo, algunos jóvenes continúan reuniéndose con la finalidad de reactivarla. El estudio de la experiencia permite concluir que: •

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El origen de la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén se remonta a una coyuntura electoral, motivo por el cual este espacio no ha tenido continuidad y menos aun representatividad de los jóvenes, la mayoría de los cuales desconoce su existencia. Los jóvenes iniciadores que aún permanecen en la ciudad de Jaén están haciendo esfuerzos por darle continuidad y reconocimiento a la mesa, a pesar del retiro de buen número de ellos. La falta de local ha sido un factor limitante para la continuidad de la organización. Los jóvenes de Jaén necesitan de la influencia de una persona o agrupación de personas adultas para participar en un espacio como la mesa. Hay ausencia de líderes jóvenes que dirijan una experiencia como esta. Una dificultad de la mesa es la inconstancia de algunos grupos en las actividades planificadas. Los jóvenes no saben aún distribuir sus tiempos entre sus diversos quehaceres, aunque también es cierto que la carencia de recursos los obliga a dedicarse a otro tipo de actividades. Después del último evento las organizaciones de jóvenes decayeron y no han surgido nuevos líderes que permitan revertir esta tendencia. Los jóvenes desconfían de las autoridades debido a las promesas incumplidas, la manipulación política, la falta de preocupación por la realidad y problemática que los afecta y la ausencia de espacios para ellos, sobre todo en el sector rural.

! Comité Multisectorial de Apoyo a los Adolescentes y Jóvenes de Juli (Puno) Este comité se constituyó en el 2001 con el objetivo de crear espacios para los jóvenes e incluirlos en la toma de decisiones, así como para promover una mayor participación ciudadana en la vigilancia de sus derechos. En noviembre de 2002 se firmó el documento «Manifiesto de la Juventud», en el que el alcalde, Mariano Portugal, manifestó que la municipalidad tenía la intención de crear la Casa de la Juventud. Entre mayo y julio de 2003 se realizaron reuniones para formar el Consejo de Juventudes, apoyado por la Mesa de Concertación, que ha elaborado un diagnóstico regional sobre las expectativas de la juventud del lugar. Luego, por iniciativa de la cooperación alemana (GTZ) y del Ministerio de Salud se empezó a desarrollar en Juli el Programa Atención en Salud Integral, y se crearon los servicios «diferenciados para adolescentes». Se buscaba obtener la ayuda de otras instituciones para tratar mejor la problemática desde una perspectiva multisectorial y de cogestión. El coordinador multisectorial del Proyecto GTZ, Carlos Cabezudo, elaboró una estrategia orientada a promover el trabajo de las instituciones con adolescentes. Cuando se propuso invitar a las agrupaciones juveniles, se dio con la sorpresa de que estas prácticamente no existían, y de que lo único que había era un Centro de Desarrollo Juvenil (CDJ). En octubre de 2003 juramentó la primera directiva regional del Comité Sectorial de Apoyo a los Jóvenes y Adolescentes (COMAAJ), presidida por la municipalidad y que contaba con la contribución de otras instituciones. El principal objetivo del COMAAJ es el desarrollo de las políticas para la juventud por medio de la cogestión. RESUMEN EJECUTIVO

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Antes hubo una Mesa de Trabajo de la Juventud. Más tarde se sumaron a esta otras instituciones como la Red Integral de los Niños y Adolescentes y diversos movimientos juveniles para constituir el CIAJ. En el 2003 se retomó con fuerza el COMAAJ. La ordenanza municipal 017 de la Municipalidad de Chuquito, Juli, institucionalizó este espacio. Actualmente la municipalidad está creando instancias para la juventud, en las que intervienen directamente la GTZ y otras ONG. El estudio de la experiencia permite concluir que: • • •





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La GTZ tuvo la iniciativa de trabajar políticas para la juventud, lo que favoreció el desarrollo y crecimiento del COMAAJ pero no ha brindado autonomía al proceso. El COMAAJ tiene una influencia reciente en la agrupación de los jóvenes de Juli debido a la ausencia de otras instancias juveniles. Es necesaria una mayor participación de los jóvenes que no se sienten representados por el COMAAJ. Este está conformado solo por instituciones del Estado y actualmente participa en él una ONG que toma todas las decisiones. El trabajo de la GTZ en Juli y la conformación del COMAAJ le han otorgado importancia al tema de la juventud. Ambas instituciones se preparan continuamente en temas de juventud, organización, gestión y políticas. Pese a que las autoridades de distintos sectores participan activamente en el desarrollo de esta localidad, aún no se incluye a los jóvenes como protagonistas porque se desconfía de su capacidad y se teme que fiscalicen a la municipalidad y otras instituciones del Estado. El municipio ha sido muy activo en el desarrollo de actividades deportivas, pero no atiende la mayoría de las expectativas de los jóvenes que demandan educación y trabajo. La falta de diálogo entre las autoridades y los jóvenes ha sido un factor limitante en el proceso. Los jóvenes reclaman porque las autoridades toman decisiones sin conocer la problemática social que los aqueja. La participación de los jóvenes en las organizaciones es limitada pues muchos de ellos se deben dedicar a trabajar.

! Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho Esta mesa nació por iniciativa de un grupo de jóvenes, y coincidió con la participación en la elaboración del Plan de Desarrollo de Ayacucho promovido por el CTAR-Ayacucho en el año 2000. Se constituyó primero una mesa temática sobre jóvenes que después dio lugar a este espacio mayor. Así se creó la Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho (MCJA), antes de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP). La MCJA estaba conformada por la Red de Juventudes para el Desarrollo de Ayacucho, la Coordinadora de Juventudes, la Federación Universitaria, la Red de Líderes Adolescentes, la Coordinadora de Trabajo con Mujeres de Ayacucho (Red Nacional de Promoción de la Mujer, COTMARNP) y un número considerable de organizaciones. El objetivo de la MCJA era conocer la problemática de la juventud y constituirse en un espacio de representación de todos los jóvenes de Ayacucho. En 2001 la MCJA contaba con un Comité Directivo integrado por el CTAR, la Prefectura Departamental, la Asociación Ser, la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), la Coordinadora de Juventudes, la Red de Líderes Adolescentes, la Asociación 14

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

de Scouts del Perú y la Red de Jóvenes por el Desarrollo de Ayacucho, quienes se instalaron y juramentaron el 16 de julio de 2001. Más tarde, con el apoyo del prefecto del departamento, se consiguió un local para el funcionamiento permanente de la MCLCP y otro, contiguo al anterior, para la MCJA. Este hecho creó confusiones acerca de la relación entre una y otra mesa. En un inicio, la MCJA funcionó en este local con la participación de 36 organizaciones de jóvenes. Posteriormente, en asamblea, se constituyó el Comité Electoral, y el viernes 11 de enero de 2002 se eligió, previo debate, el primer Consejo Directivo de la MCJA. Por acuerdo entre las organizaciones juveniles participantes en la MCJA y de conformidad con los planes iniciales, se generaron espacios de debate permanente en torno de temas como jóvenes y política, medios de comunicación, principios y valores y empleo. Estos debates contaron con la colaboración de la UNSCH y Coopop-Ayacucho. Se trabajaron además temas como derechos humanos, formación de liderazgo, gestión empresarial y otros. Las áreas de trabajo de la MCJA se fueron estableciendo desde enero de 2001, conforme las organizaciones juveniles se integraban a la mesa, de manera que para diciembre del mismo año esta ya estaba oficialmente constituida. En septiembre de 2002 la mesa realizó el Primer Congreso Departamental de Organizaciones Juveniles, como resultado del cual se elaboraron los estatutos y se hicieron campañas de capacitación y discusión sobre el servicio militar. La MCJA ha tenido dos coordinadoras elegidas entre las diversas organizaciones juveniles. Se firmó un convenio con la Municipalidad de Huamanga y el CPJ, y en marzo se realizó el Segundo Congreso de Organizaciones Juveniles de Ayacucho. La mesa se ha consolidado como una instancia de coordinación y concertación donde confluyen las organizaciones de adolescentes, jóvenes e instituciones públicas y privadas de Ayacucho comprometidas con la solución de los problemas que aquejan a la adolescencia y a la juventud. El estudio de la experiencia permite concluir que: • • • • • •

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La constitución de la MCJA se debe a la participación de los jóvenes y a su compromiso para alcanzar el protagonismo de la juventud en su ámbito. Con el tiempo este espacio ha derivado en una coordinadora de agrupaciones juveniles, por cuanto las instituciones públicas y privadas han retirado a sus representantes. Las actividades de la juventud ayacuchana se orientan a la creación de políticas de juventudes. Hay un particular activismo de los jóvenes, quienes apoyan en diferentes eventos, y para los cuales son invitados en reconocimiento a su trabajo. La continuidad e ímpetu de los jóvenes permite que la MCJA permanezca y sea reconocida como un espacio representativo de los jóvenes. Una de las principales dificultades de la mesa es la carencia de recursos económicos y la falta de apoyo logístico de la municipalidad y otras instituciones. Otra es la falta de organización de muchas de las agrupaciones juveniles. Los jóvenes participantes de la MCJA han sentido en algún momento la manipulación política de las autoridades, lo que ha generado en ellos cierta desconfianza. La difusión de las actividades de la mesa por los jóvenes organizados ha favorecido que los no organizados tengan pleno conocimiento de ella. La participación es valorada positivamente tanto por los jóvenes organizados como por los no organizados. Unos y otros consideraron que esta abre posibilidades para la acción y el desarrollo de temas de interés de los jóvenes.

RESUMEN EJECUTIVO

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! La AROJUL y la Mesa Multisectorial por la Juventud Loretana A partir de las audiencias de discusión de la ley del CONAJU, algunos grupos juveniles de Loreto se reunieron y tomaron contacto entre sí. Luego de la elección de la representante al CONAJU, en noviembre de 2002, se acordó crear una coordinadora de alcance regional que sirviese como una instancia para que la representante presentase propuestas para ser llevadas a la plenaria del Consejo de Participación de la Juventud (CPJ). La Asociación Regional de Organizaciones Juveniles de Loreto (AROJUL) se propuso desarrollar un plan de trabajo participativo con la presencia de las organizaciones juveniles. Para tal efecto, convocó a un taller de planificación con la finalidad de articular las actividades de la representante elegida para el CPJ. El Comité Directivo de AROJUL funciona como una suerte de comité consultivo de la representante de la CPJ y, al mismo tiempo, define las directrices de lo que la representante presenta al CONAJU. Se realizaron reuniones para tomar acuerdos y formar la AROJUL. Actualmente esta coordinadora tiene 23 miembros, de los cuales 15 asisten a las reuniones mensuales, aunque el Comité Directivo sesiona cada semana. La AROJUL ha formado coordinadoras juveniles en otros distritos de Maynas. Actualmente apoya la formación de dos coordinadoras: una en San Juan y la otra en Iquitos, y están en proceso de consolidación otras coordinadoras en las provincias de Nauta, Yurimaguas y Requena. La Asociación ha ayudado también a algunos grupos juveniles impulsados por la representante al CPJ en distritos de las zonas ribereñas: Tapiche (distrito de Iberia), Genaro Herrera, Maquia y Bagazán, quienes posteriormente formaron parte de la AROJUL. Aun cuando la AROJUL tenía ya elaborado su plan de 2004, así como su reglamento y estatutos, el gobierno retiró del cargo al director de ProJoven, que en ese momento era el presidente de la mesa. A partir del taller que AROJUL realizó en agosto de 2003, surgió la idea de un proceso de concertación en torno de una mesa para conocer los avances de las direcciones de los ministerios respecto del CONAJU. En esa reunión constataron que muchas de las direcciones tenían programas e iniciativas en materia juvenil, pero que no conocían el CONAJU. Entonces, a propuesta del secretario técnico de la MPLCP, y en coordinación con la representante al CPJ, se conversó la idea de constituir una mesa intersectorial basándose en la iniciativa que la MPLCP ha venido promoviendo para el desarrollo de diversos espacios multisectoriales con enfoques temáticos de concertación. Así, se realizó un taller para la exposición e intercambio de los planes de trabajo para el 2004. Asistieron los representantes y responsables de programas relacionados con jóvenes del Ministerio de Trabajo (ProJoven), el Ministerio de Educación (Oficina de Tutoría y Prevención Integral), el Ministerio de Salud (Oficina de Salud del Adolescente) y el MIMDES (Cooperación Popular); además del gobierno regional (a través de la Subgerencia de Desarrollo Social) y del Instituto Municipal de Juventudes (IMJUV) del municipio provincial, grupos juveniles y ONG. El día del taller, y a iniciativa de los organizadores y previa planificación, se propuso a los asistentes la formación de una mesa multisectorial, idea que fue aceptada por la mayoría; luego se firmó un acta de conformación de la mesa. Al principio la coordinadora se reunía cada 15 días, y el pleno cada mes. El funcionamiento fue óptimo hasta diciembre de 2003. La relación de las agrupaciones juveniles con el Municipio Provincial de Maynas ha sido escasa. Durante la gestión de Iván Vásquez (2000) se propuso la creación de la Casa de la Juventud. Los miembros del grupo «La Restinga» se acercaron al alcalde a ofrecerle la infraestructura y su local para que fuese usado por los jóvenes. 16

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

La mencionada Casa fue instalada el 15 de junio de 2002, cuando faltaban seis meses para el fin de la gestión. A partir de septiembre de 2003 la Casa de la Juventud pasó a ser el IMJUV, que depende directamente de la alcaldía y es un órgano descentralizado de la Municipalidad de Maynas. Muchos de los esfuerzos de la mesa multisectorial giraron en torno de la elaboración del reglamento interno que debía regir su funcionamiento; sin embargo, este proceso quedó trunco por el descabezamiento de la mesa directiva. Tal vez la principal actividad desarrollada por la mesa haya sido el megaevento juvenil en coordinación con AROJUL y el CONAJU, que financió la mayor parte de la actividad. El estudio de la experiencia permite concluir que: • • •



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Resulta rescatable la articulación entre la representante al CONAJU y la coordinadora juvenil, en la medida en que ambas instancias se alimentan entre sí. La constitución de la AROJUL responde a la necesidad de fortalecer la dimensión pública de los grupos juveniles para que así ganen visibilidad y puedan acceder a los espacios de negociación. Las instituciones públicas no tienen capacidad para elaborar propuestas para los jóvenes en los procesos de concertación a que dan origen; y cuando lo hacen, se toman demasiado tiempo. Además, el cambio constante de sus representantes impide la continuidad del proceso concertador. Es necesario subrayar la poca importancia que el sector gubernamental le da a la participación juvenil, lo que afecta a la mesa intersectorial. Esta ha sido la causa principal para que el proceso de concertación se trunque. La escasa prioridad que brinda el Estado a la problemática juvenil y a las organizaciones de los jóvenes conduce a que no se generen proyectos nuevos y sostenibles a favor de estos. Es evidente la falta de rumbo y liderazgo de las instituciones públicas en materia juvenil, lo que deja abierto el interrogante de quién debe ser el encargado de alimentar o calificar los procesos de reflexión y desarrollo de propuestas en materia juvenil. Las ONG tampoco están cumpliendo ese papel en Loreto. La participación de los grupos juveniles en la AROJUL y en la mesa multisectorial les permitió ganar visibilidad pública, articularse a otras instituciones y grupos, tener presencia en medios y, aunque en pocos casos, acceder a recursos. Es importante la participación de la AROJUL en los espacios de concertación nuevos como el Consejo de Coordinación Local (CCL), que se encarga de elaborar el presupuesto participativo, aunque este no sea tan receptivo a la participación juvenil ni la temática encaje con una lógica basada en lo territorial, donde la problemática juvenil pierde fuerza. Es destacable el uso que la AROJUL hace de los medios de comunicación y sus estrategias de presión política en el espacio público, situación que no se observa en otras experiencias. Estas estrategias son un instrumento importante para obtener interlocución y visibilidad pública. El gobierno municipal es errático en sus propuestas a favor de la juventud. Asimismo, cada nueva gestión no recupera los aportes de las anteriores. Hay una clara falta de voluntad política que se traduce en la escasez de recursos. Las dos últimas gestiones crearon instituciones que funcionaron precariamente y tuvieron una escasa incidencia en la problemática juvenil. En el mediano plazo, si las propuestas del IMJUV prosperan significarán una superposición de iniciativas a favor de la juventud, con diferentes énfasis políticos y técnicos, lo que hace aun más necesario el fortalecimiento de la mesa multisectorial como espacio de articulación de las demandas juveniles.

RESUMEN EJECUTIVO

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! Grupo Agroecológico Chulklachaqui y el Municipio Provincial de Picota En 1998, a raíz de una serie de charlas sobre temas ambientales, se conformó el Grupo Agroecológico Chulklachaqui, iniciativa juvenil y de cogestión impulsada por estudiantes del Instituto Pedagógico de Picota que buscaban realizar actividades prácticas y demostrativas para otros jóvenes del distrito sobre ecoturismo. Desde sus inicios el grupo cuenta con el apoyo del alcalde Neyra Delgado para la realización de sus actividades, hecho clave para su crecimiento, formación y legitimación en el espacio público local. Además, es necesario poner de relieve que en su primer período (1994-1998) el alcalde desarrolló un presupuesto y un plan estratégico participativos. Con el apoyo económico de diversas instituciones como la Asociación de Municipalidades de la Región San Martín (AMRESAM), ITDG, IDPA y SEDISA, el grupo desarrolló actividades de rehabilitación y señalización de cataratas, y talleres y concursos sobre medio ambiente. Esto le permitió lograr un alcance regional, capacitando incluso a grupos de otras provincias. A partir de 2002 realizó diferentes actividades con la ayuda de AMRESAM, ITDG y CIMA, y firmó un convenio con la Embajada de Finlandia para la publicación del segundo número de la revista Chulklachaqui, la propuesta de Áreas de Conservación Municipal y la administración del parque Cordillera Azul. A lo largo de la experiencia el grupo no trabajó políticas de juventud y tampoco institucionalizó la participación juvenil en el municipio. De hecho, ni siquiera se contaba con una comisión que viera el tema de jóvenes, aunque estaba previsto. Las instituciones que se acercaron a este grupo lo hicieron en función de sus propios proyectos y ejes temáticos. En ningún momento dichas instituciones consultaron sus planes y proyectos para incluir las actividades de los jóvenes relacionadas con el tema. Actualmente el grupo tiene un convenio de actividades con el municipio de Tingo de Saposoa y viene implementando viveros municipales. A partir de 2003, cuando la nueva administración asumió la municipalidad distrital desactivó los procesos de concertación, pues los percibía como parte de la gestión pasada. Al mismo tiempo, algunos de los miembros del grupo pasaron a trabajar a AMRESAM. En la actual gestión, la regidora Iris Chuquimango fue elegida en su calidad de joven; y a pesar de que en su discurso electoral planteó el apoyo a los jóvenes (Comisión de la Juventud, Casa de la Juventud), hasta ahora no se ha concretado nada. El estudio de la experiencia permite concluir que: • • •



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La movilización en torno de un problema nuevo y experimentado por los jóvenes generó participación y aglutinó voluntades. La preocupación por la temática agroecológica no fue suficiente para impulsar procesos sostenibles de participación juvenil. Las acciones desarrolladas por el grupo favorecieron su articulación con las autoridades y su posicionamiento en la opinión pública local. Sin embargo, la naturaleza pragmática del grupo dificultó la preocupación por institucionalizar procesos de participación. La mayoría de actividades se centraron en la recuperación y preservación, dejando de lado las acciones de largo plazo, como una cultura de la población respecto de la necesidad de conservar el medio ambiente.

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

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Se descuidó la necesidad de desarrollar un trabajo a mediano y largo plazo. La relación con el municipio se apoyó en el trabajo de un solo grupo, y no se buscó articular a los demás grupos juveniles y crear una red que amplíe el campo de acción del municipio en la problemática juvenil. Las actividades de los jóvenes requieren el apoyo de alguna institución. Sin el respaldo de la alcaldía, el grupo Chulklachaqui difícilmente hubiera alcanzado la envergadura que tuvo, ni se hubiera empoderado. Los medios de comunicación no fueron utilizados como estrategia de sensibilización o de educación ambiental sino solo para apoyar los procesos de participación o para informar de las actividades.

! Consejo Distrital Juvenil del Municipio Distrital de La BandaShilcayo En 1998 se creó el Centro Peruano de Turismo Juvenil (CPIJ), agrupación compuesta sobre todo por jóvenes profesionales egresados y estudiantes de carreras afines a la agricultura. El objetivo inicial del grupo consistía en difundir el potencial turístico del distrito. La experiencia negativa con las autoridades municipales generó la necesidad de aglutinarse con otras agrupaciones para lograr visibilidad y presencia. De esta manera, en mayo de 2000 se conformó el Consejo Distrital de Juventud (CDJ), coordinadora juvenil que congregó a alrededor de 14 grupos juveniles de diversa índole, inclusive los vinculados a los partidos políticos. Uno de los objetivos del CDJ era conseguir financiamiento para las actividades que realizaban los grupos juveniles. La Fundación Friedrich Ebert, el CTAR y AMRESAM les proporcionaron recursos. Una de las actividades más importantes realizada por el CDJ fue la campaña de recojo de residuos sólidos, en la que hubo una mayoritaria participación de jóvenes. También realizó eventos de capacitación y planificación estratégica en materia de conservación y ecoturismo. La postulación a la alcaldía del presidente del CDJ, Luis Neyra, enfrió aun más las relaciones con el gobierno distrital. Para el 18 noviembre de 2002 el CDJ ya se había disuelto. Actualmente se encuentra trabajando en una propuesta para formar un consejo más amplio que incluya a las agrupaciones juveniles de zonas rurales. El estudio de la experiencia permite concluir que: • •



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Uno de los factores de éxito del CDJ ha sido la articulación entre el quehacer de los grupos juveniles y el de sus profesionales en torno de la ecología. Los jóvenes son vistos como actores del desarrollo económico. No se percibe una acción orientada a la prevención y enfoque de los problemas juveniles clásicos (salud sexual y reproductiva, delincuencia juvenil, educación, etcétera). Los grupos juveniles nacieron bajo la premisa de la necesidad de una acción pública alrededor de diferentes problemas; por lo tanto, su principal objetivo está signado por el hacer más que por la negociación o la formulación de ideas. El papel que se le asigna al municipio es el de canalizador de los recursos en apoyo a las actividades que los jóvenes realizan en cada uno de los grupos juveniles. La pugna política atraviesa el protagonismo de los jóvenes. Es preciso que los grupos se fortalezcan para lograr su actoría social y su capacidad de influencia; sin embargo, atribuyen esta función al municipio.

RESUMEN EJECUTIVO

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2. Principales hallazgos del estudio • • • • •

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Sobre la participación en el gobierno local La intervención de los gobiernos locales en el tema juventud es muy débil y poco sostenida. A las autoridades les resulta difícil convocar a los jóvenes para que se organicen con el fin de planificar estrategias que les permitan resolver sus problemas. Los jóvenes participan en la cogestión realizando actividades por fuera de la planificación anual de los gobiernos locales. Esta participación es discontinua y fragmentaria. La vigilancia y la evaluación son escasas, en tanto los gobiernos locales hacen muy poco en favor de los jóvenes. Los jóvenes tienen dificultades para integrarse a las dinámicas de participación ciudadana ya existentes (Comité de Coordinación Local-CCL, presupuesto participativo, etcétera). Sobre las modalidades de participación Las iniciativas juveniles generaron procesos de participación y de cogestión desde propuestas con una perspectiva activista y de corto plazo. Las coordinadoras juveniles surgen como instancias para ganar presencia y peso político, aunque conviven objetivos de incidencia con los de fortalecimiento y capacidad ejecutiva. Las mesas de juventudes nacen como instancias de concertación pero derivan en coordinadoras debido a sus dificultades para la negociación, el protagonismo juvenil y la visión de poder de los municipios. Existe una confusión respecto de sus funciones. Las mesas multisectoriales son instancias con gran capacidad de intervención que se hacen viables en tanto existan instituciones que las lideren. Sobre la negociación y la concertación Los jóvenes encuentran trabas para acceder a la negociación política; las puertas no siempre están abiertas y se desconfía de sus capacidades. Los jóvenes han desarrollado estrategias diversas para la negociación: desde la apelación directa, el uso de medios de comunicación masiva, el padrinazgo o el ganar peso político mediante el activismo. Los desencuentros intergeneracionales y las mutuas desconfianzas dificultan los procesos de concertación. Estos factores, a los que se suma la escasa preparación de los funcionarios en temas juveniles, causan muchos conflictos. Sobre la institucionalidad pública juvenil La institucionalidad de las organizaciones juveniles es más viable en las zonas rurales que en las urbanas. Existe una demanda de transversalidad en las unidades encargadas, entre diferentes instancias o como una perspectiva para todo el aparato municipal. Se demanda una mayor voluntad política y una mayor presencia de consejos en el organigrama del municipio. La viabilidad de la institucionalización supone ciertas condiciones en términos de voluntad política, recursos, culturas laborales diferentes y manejo de temáticas juveniles.

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

3. Principales conclusiones del estudio A. GOBIERNO

LOCAL Y TRABAJO CON JÓVENES



Sobre las autoridades y la voluntad política Los alcaldes y los funcionarios municipales carecen de voluntad política para tratar la problemática juvenil. No hay apoyo económico a las actividades de los jóvenes, que muchas veces ni siquiera figuran en la agenda de la gestión municipal. Se desconocen experiencias y modelos para trabajar con jóvenes.

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Sobre las dinámicas y culturas políticas locales El intercambio de recursos por apoyo político desalienta la participación. Los partidos y movimientos políticos no son espacios para el debate técnico. La desconfianza y el descreimiento de los jóvenes traban la concertación.

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Sobre los funcionarios y su intervención en lo juvenil No hay marcos conceptuales para el trabajo con jóvenes. Priman los paradigmas del tiempo libre, de riesgos y de movilización política. Se constata un activismo puro, sin lineamientos de política ni planeamientos estratégicos. No hay funcionarios y políticos comprometidos con los temas propios de la juventud.

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Sobre las prácticas de intervención Se opera en el corto plazo con organizaciones y unidades municipales activistas. No hay planificación estratégica ni programática. Los espacios, mecanismos y procesos no se sostienen en el tiempo.

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B. PROCESOS

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DE CONCERTACIÓN MULTISECTORIAL

Sobre el liderazgo y el aporte técnico La participación depende del liderazgo y la confianza de los convocantes. La claridad programática facilita los procesos de concertación. Se requiere de un enfoque técnico. Sobre la participación de las instituciones El cambio constante de representantes traba la concertación. Los participantes comprometidos o con conocimiento del tema facilitan la concertación. Los jóvenes buscan tener más protagonismo y autonomía, desmotivando a las instituciones, que reducen su participación. Sobre la incidencia de las mesas multisectoriales Los procesos de concertación no aparecen en las agendas de las instituciones públicas. Es necesario organizar actividades de impacto o complementar sus acciones. No incorporan en sus planes las agendas de los grupos juveniles.

RESUMEN EJECUTIVO

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Sobre las condiciones para desarrollar la concertación Se requiere sensibilizar a las instituciones respecto de la temática juvenil. Es necesario ponerse de acuerdo sobre los enfoques de trabajo. Hay que desarrollar habilidades de negociación en los jóvenes.

C. RESPECTO

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DE LAS MESAS DE JUVENTUD

Sobre los objetivos de las mesas La confusión de funciones origina conflictos. Es necesario diferenciar una mesa de apoyo a las actividades de un espacio de articulación de los esfuerzos y de otro espacio de consulta. La tendencia es a que la participación de las ONG y la del municipio decrezcan. Se constata una confusión entre la mesa como espacio de los jóvenes y la mesa como espacio para los jóvenes. Hay una demanda por que las decisiones de la mesa sean vinculantes. Sobre los conflictos internos Las actitudes conflictivas están presentes tanto en los grupos juveniles, como en las autoridades. Es necesario desarrollar destrezas y habilidades de negociación para crear consenso y desarrollar el common ground.



Sobre el liderazgo de lo técnico Los aportes técnicos de las instituciones califican los resultados. Es preciso equilibrar los objetivos técnicos con los políticos y con los que apuntan a satisfacer necesidades. Se debe evitar que las mesas sean espacios para reclutar grupos para actividades de las instituciones.

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Sobre la incidencia en el ámbito público La concertación no ha logrado revertir la falta de voluntad política y de presupuesto. Los grupos juveniles han disminuido la presión política y la incidencia pública. Los procesos de concertación deben posicionarse en el espacio público local. El cabildeo o advocacy puede lograr procesos de institucionalización.

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D. INICIATIVAS • • • •

JUVENILES Y COGESTIÓN

La participación es favorecida en tanto evidencie cambios tangibles: reforestación, reparación de canaletas, etcétera. El voluntariado se moviliza para temas de desarrollo. Tienen un impacto en el corto plazo y generan una imagen de actoría social. No tienen una agenda de reivindicaciones juveniles.

E. COORDINADORAS

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JUVENILES

Sobre la naturaleza de las mesas Buscan desarrollar muchas iniciativas y actividades, dispersándose en ciclos cortos. Intentan llevar a cabo procesos de participación de élites de grupos juveniles en espacios locales. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES



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Es importante que concentren sus esfuerzos entre la ejecución de acciones, la negociación política y el fortalecimiento por etapas. Sobre la interlocución política de las mesas Las coordinadoras e iniciativas juveniles no influyen en la política local. Sus actividades no tienen la visibilidad pública necesaria. El uso de medios de comunicación y el manejo del lenguaje masivo son claves.

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Sobre el apoyo y la inversión en las mesas Los gobiernos locales no les reconocen legitimidad. Su crecimiento para ganar peso político está limitado por la escasez de recursos. Los Consejos Distritales de Participación Juvenil y los procesos eleccionarios de los CPJ no las han reconocido.

F.

EXPERIENCIAS

EN ESPACIOS RURALES

Sobre la participación • No disponen de recursos ni reciben apoyo de las ONG. • Se financian sus actividades pero no sus procesos. • Muchas instituciones se ven desbordadas por sus demandas.

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Sobre la institucionalización de lo juvenil Los municipios carecen de recursos económicos y de infraestructura. Son iniciativas de regidores o de las comisiones de regidores. No existe una reflexión y preocupación sobre la situación juvenil. No es viable el desarrollo de políticas locales de juventud en los ámbitos rurales. Existen percepciones negativas sobre el joven que se sustentan en su supuesta pasividad. Se basan en la movilización de jóvenes en apoyo a actividades de desarrollo. La participación de los jóvenes se centra en los problemas locales. La participación es percibida como una oportunidad para el acceso a recursos o empleos.

4. Lecciones aprendidas • • •

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Sobre el marco de la participación Fortalecer el marco conceptual para la intervención con jóvenes. Generar voluntad política a favor de la participación juvenil. Las experiencias de participación y concertación requieren de visiones de mediano y largo plazo. Sobre los procesos de concertación multisectorial El liderazgo y el prestigio de las instituciones convocantes favorecen los procesos de concertación multisectorial. Los procesos de concertación son afectados por la volatilidad de los cargos públicos y el poco apoyo a la representación. Los procesos de concertación deberían afectar las prioridades institucionales. Es necesario desarrollar destrezas en las instituciones y grupos juveniles para concertar.

RESUMEN EJECUTIVO

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Sobre las mesas de juventud La definición de los objetivos del espacio es clave para su funcionamiento. Es necesario separar los espacios de fortalecimiento juvenil de los procesos de concertación. Urge incorporar una perspectiva de manejo de conflictos en los procesos de concertación. El aporte técnico de la sociedad civil es importante para el desarrollo de las mesas. La presión pública y la movilización pueden facilitar los procesos de concertación.



Sobre las iniciativas juveniles y de cogestión Las iniciativas juveniles basadas en el voluntariado generan una participación masiva de los jóvenes. La visibilidad pública de las iniciativas juveniles favorece su actoría política en el espacio local.

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Sobre las coordinadoras juveniles Es necesario contribuir a que definan con claridad su función. Es importante el reconocimiento de las coordinadoras como interlocutores válidos. Requieren apoyo técnico y de recursos para desarrollar sus actividades.

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Sobre las experiencias en espacios rurales La debilidad de la institucionalidad pública limita la acción de los jóvenes. Las problemáticas juveniles son invisibles y no son sentidas como críticas.



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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Resultados del estudio La participación juvenil en los gobiernos locales: dificultades, retos y expectativas

EL PRESENTE INFORME resume y analiza los principales hallazgos en las nueve experiencias estudiadas. En primer lugar contrastamos las premisas que sirvieron de base para la investigación con los principales hallazgos para determinar de qué manera el estudio amplió, complementó o confirmó las tendencias analizadas en anteriores investigaciones. Luego se busca establecer los patrones que permitan comprender la compleja relación que se establece entre autoridades, funcionarios, grupos organizados e instituciones de la sociedad civil en torno del tema de la participación. Para ello exploramos la manera como las experiencias de participación y movilización juvenil desarrollaron espacios, mecanismos y modelos de participación de la juventud desde la práctica. También se analizan las diferentes dificultades que enfrenta la participación juvenil en el proceso de desarrollo de acciones a favor de los jóvenes. Con tal fin revisamos cómo se están incorporando los jóvenes en la planificación, ejecución y evaluación de dichas acciones. Por otro lado, nos detenemos en las diferentes modalidades de concertación, desde las más primarias, como la participación de grupos juveniles, hasta las más complejas, como las mesas multisectoriales. A lo largo del texto incorporamos la visión de los jóvenes —especialmente de los organizados— sobre el papel que debería cumplir el municipio en las problemáticas juveniles; por ello incluimos sus imaginarios de participación e institucionalización del trabajo con jóvenes y sus demandas para incorporar sostenidamente sus opiniones y propuestas.

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I. Resultados generales 1. Participación y concertación: modelos en construcción Modelos de participación y concertación juvenil Los modelos de participación fueron una preocupación a lo largo del estudio. Las premisas de las que partíamos identificaban seis modalidades principales: las iniciativas personales, las mesas de concertación, los programas para jóvenes, las casas de la juventud, los procesos concertados y los modelos de institucionalización de la temática juvenil. Con el análisis de los resultados estas modalidades se han ampliado. En la medida en que nos acercamos a las experiencias descubrimos que no todas respondían a la clasificación inicial. Por ello, en el presente estudio incorporamos once experiencias:1 •

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Experiencias de concertación multisectorial: Mesa de Juventudes de Piura y de Morropón, Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho, Comité Multisectorial de Apoyo a los Adolescentes y Jóvenes de Juli (Puno) y Mesa Multisectorial por la Juventud Loretana. Mesas locales de juventud: Mesa de Juventudes de Comas, Mesa de Juventudes de Villa El Salvador y Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén. Iniciativas juveniles: Grupo Agroecológico Chulklachaqui y Municipio Provincial de Picota (San Martín). Coordinadoras juveniles: AROJUL y la Mesa Multisectorial por la Juventud Loretana, y Consejo Distrital Juvenil en el Municipio Distrital de La Banda-Shilcayo.

Excluimos otros modelos identificados en estudios previos por tratarse de experiencias limitadas en el tiempo y en sus alcances, como las iniciativas de regidores y de los familiares de los alcaldes. Tampoco nos detuvimos en las unidades de los municipios que impulsan acciones a favor de la juventud, pues el estudio se centró en las experiencias de participación y concertación juvenil. El denominador común de estas experiencias es que hay de por medio procesos de concertación y negociación o cogestión entre el Estado y los grupos juveniles. De hecho, algunas de ellas, como la de Picota, suponen un aporte a los modelos planteados, pues se trata de experiencias de cogestión alrededor de actividades que no pasan por mecanismos o espacios de concertación e incidencia como pueden ser las mesas o las coordinadoras. Por otro lado, los modelos evolucionan en el tiempo. Algunas experiencias nacen como espacios de concertación entre el gobierno local, las ONG y el municipio, y derivan luego en espacios de fortalecimiento juvenil (coordinadoras) debido a la desmotivación 1 El estudio contemplaba originalmente nueve experiencias, pero recogimos información sobre dos experiencias en zonas rurales de Piura: Morropón y Chulucanas, a fin de tener un acercamiento más amplio a los procesos de concertación.

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de las instituciones o el impulso de los jóvenes, lo cual debilita los procesos de concertación y participación. En las experiencias estudiadas, la iniciativa surge de diferentes actores: en Ayacucho, La Banda-Shilcayo, Iquitos, Morropón y Chulucanas, de los propios jóvenes; en Puno, Jaén y Piura, de alguna institución que lidera el proceso; en Comas, de los gobiernos locales; y, finalmente, en Villa El Salvador y Picota, de una iniciativa conjunta del gobierno local y los grupos juveniles. Lo cierto es que se asumen modalidades que tienen como referentes otros modelos antes existentes y que son percibidos como «exitosos». En algunos casos no se hizo un debido análisis de las potencialidades internas para desarrollar modelos de concertación intersectorial que suponen una mayor inversión de tiempo y recursos. Y en las numerosas dificultades experimentadas es recurrente la ausencia de liderazgo, de recursos y voluntad política que hagan viables los modelos escogidos de participación juvenil. En otros casos, las modalidades de participación adoptadas surgieron de las propias dinámicas de los actores involucrados. Así, una forma de abordar este problema es la búsqueda por parte de los jóvenes de mayor peso político en la localidad, de manera que la apuesta por la incidencia pública en el distrito fue el factor clave para la formación de una coordinadora (como en La Banda-Shilcayo). En cambio otra experiencia —la de Piura— se origina en la preocupación de las instituciones por impactar en forma sustantiva en las problemáticas juveniles, las cuales deciden impulsar una mesa multisectorial. Es evidente, pues, que no existe un solo modelo. Por ejemplo, la realidad rural descarta los modelos de participación que suponen una multiplicidad de actores y una inversión constante.2 En este contexto tal vez sea más conveniente experimentar con modelos que combinen iniciativas juveniles y coordinadoras con emprendimientos a mediano plazo, en lugar del activismo que actualmente desarrollan y que les impide incidir en forma sustantiva en las problemáticas que los afectan. En las zonas urbanas lo central es comprender cómo evoluciona el tema de la juventud y buscar que la modalidad que se adopte responda a las necesidades de las instituciones, los grupos juveniles y las autoridades. En otras palabras: se debe tomar en cuenta el proceso social y político por el que atraviesa la juventud y sus actores para, en función de ello, proponer soluciones adecuadas en lugar de imponer modelos que no son percibidos como necesarios. Sin embargo, hay que tener muy presentes los factores que favorecen las experiencias planteadas en las premisas del estudio, es decir, la voluntad política, la cultura gerencial de los funcionarios y la madurez de los grupos juveniles, a lo que se puede agregar el liderazgo programático. Estos factores, correctamente equilibrados, son el ingrediente para la generación de buenas prácticas de concertación. Es más: a futuro, todo proceso de intervención debe incluir previamente indicadores que hagan referencia a estos cuatro procesos.

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Por ejemplo, los modelos de unidades municipales centradas en actividades juveniles son inviables en los municipios rurales en vista de sus limitados recursos. RESULTADOS DEL ESTUDIO

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Éxitos y fracasos de las experiencias de participación Durante la realización del estudio ha sido difícil distinguir las experiencias exitosas de aquellas que no lo fueron. De hecho, hemos identificado que estas han atravesado por diferentes períodos. En algunos casos los procesos iniciales fueron los más exitosos (como en Villa El Salvador), pues contaron con una numerosa participación de grupos juveniles o instituciones; en otros, la experiencia maduró lentamente hasta lograr éxitos significativos después de algunos años, como ocurrió en Piura. El éxito varía sustancialmente de experiencia en experiencia. En algunos casos es medido por el número y la importancia de las instituciones involucradas; en otros, por las acciones de impacto o de envergadura realizadas conjuntamente, y en otros por la institucionalización en el municipio de mecanismos y espacios a favor de los jóvenes. En el análisis constatamos que los éxitos y fracasos ocurren en diferentes períodos y respecto de campos distintos. Podríamos afirmar que, salvo la de Comas, el resto de experiencias han fracasado, pues no han podido hacer realidad su objetivo de elaborar políticas locales de juventud o conseguir la sostenibilidad de la participación juvenil en los sucesivos gobiernos locales. Sin embargo, si las abordamos desde la riqueza de los procesos desarrollados, estas mismas experiencias presentan logros importantes en cuanto a la movilización de los jóvenes o la introducción en la agenda local de un tema relativo a su desarrollo.

Enfoques de los marcos conceptuales para la intervención El estudio se propuso también identificar los marcos conceptuales para el trabajo juvenil. Los resultados nos hablan de que la mayoría de los marcos conceptuales desarrollados desde las instancias municipales son pobres y se sustentan en paradigmas del tiempo libre y en menor medida en el paradigma del riesgo. Por lo tanto, las propuestas y actividades desarrolladas solo buscan alejar a los jóvenes de los «peligros» y ocupar su tiempo con actividades recreativas. En las instituciones del gobierno central priman más bien aquellos enfoques que perciben a los jóvenes como pasivos, como simples receptores de beneficios, aunque en algunas ocasiones son consultados.Visiones más modernas sobre las perspectivas más apropiadas para abordar el trabajo con jóvenes, como la actoría social, las culturas juveniles o el paradigma del desarrollo humano, provenían de las agrupaciones juveniles o de una que otra ONG. Sin embargo, no están del todo desarrolladas y aún necesitan demostrar efectividad en problemáticas álgidas como la delincuencia juvenil o el desempleo. Por otro lado, notamos que las experiencias carecen de perspectivas transversales de intervención. No se incorporan al trabajo con jóvenes los enfoques de género, de multiculturalidad o de culturas juveniles. En la medida en que el trabajo con jóvenes requiere de un acercamiento integral, resulta difícil el desarrollo de experiencias exitosas que no incluyan perspectivas transversales en el acercamiento de los jóvenes.

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2. Participación juvenil en el espacio local Participación en el planeamiento estratégico anual En las experiencias estudiadas los jóvenes no han participado en los procesos ediles de planificación de las actividades . En el caso de Villa El Salvador, cuyo municipio cuenta con una Dirección de Juventud y Deporte, la mesa no fue convocada ni consultada para elaborar los planes anuales. En otras experiencias se han realizado consultas con algunas organizaciones juveniles «allegadas a las autoridades», pero que no constituyen un referente orgánico de los jóvenes. En la mayoría de casos las autoridades no tienen claro qué hacer en materia de juventud. A pesar de que durante sus campañas electorales hicieron promesas a los jóvenes, no conocen sus demandas ni los mecanismos para incorporarlos en los planes del gobierno local. En el caso de Maynas ocurrió incluso que los estatutos del Instituto de la Juventud fueron elaborados sin consultar a los jóvenes y sin la participación de la AROJUL, la principal coordinadora de jóvenes del lugar. Por lo tanto, los jóvenes se ven obligados a elaborar los proyectos y a presentarlos luego a los regidores, funcionarios o al mismo alcalde para que estos los aprueben y les entreguen los recursos, como ha ocurrido en Chulucanas, Iquitos o La Banda-Shilcayo, pero en pocos casos se consiguió el apoyo municipal. Debido a la visión de los jóvenes como desempoderados, las autoridades del municipio son incapaces de incluir a las organizaciones juveniles en los procesos de planeamiento. En otras palabras, no confían en las capacidades de los jóvenes a pesar de que ellos muchas veces manejan enfoques más modernos de las problemáticas juveniles.Otra razón que explica esta actitud es la permanente preocupación de las autoridades por manejar políticamente los procesos sociales, lo que los lleva a «invertir» solo en actividades que den rédito electoral o a apoyar únicamente a actores que les puedan servir en el futuro como capital electoral. Incluir a los jóvenes en la planificación dificultaría que su criterio político y de poder se cristalice en las líneas de acción y en las actividades. En el caso de la Mesa de Juventudes de Piura, que es una mesa multisectorial, los jóvenes participaban en cada una de las comisiones del proceso de planeamiento. Sin embargo, había una dificultad estructural al momento de definir las acciones: no se disponía de recursos para llevar a cabo las actividades que los jóvenes proponían, lo que generaba una sutil jerarquización de la agenda de las instituciones por sobre las propuestas de los jóvenes. Ciertamente, el poder de ambos actores de la negociación no es el mismo, y los jóvenes suelen tener un peso bastante menor para incidir en las prioridades al momento de la planificación. Otro hallazgo del estudio es la ausencia de procesos de planeamiento estratégico en materia juvenil. La Mesa de Juventudes de Comas es la única que participó en la realización de un plan estratégico, aunque en las dos últimas gestiones municipales no contó con el apoyo suficiente. Por su parte, la Mesa de Juventudes de Villa El Salvador se propuso desde sus inicios la realización de un plan estratégico, pero aún no ha podido elaborarlo. RESULTADOS DEL ESTUDIO

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Las dificultades para la realización de los planes estratégicos son diversas. Una se refiere a la naturaleza esencialmente práctica de los grupos: se cohesionan para realizar actividades a favor del desarrollo y las acciones de planeamiento son postergadas sistemáticamente. La otra razón consiste en que los jóvenes muchas veces no saben cómo desarrollar el proceso y elaborar un plan estratégico. Hace falta un banco de información que les brinde modelos que puedan guiar su quehacer. Tal vez lo más recomendable sea que antes de la planificación estratégica se realicen consultas a los jóvenes para así tomar en cuenta sus prioridades.

Participación en la gestión y cogestión La participación juvenil, en su forma más básica, es percibida por algunas autoridades como una fuente de mano de obra que puede ser movilizada en apoyo a las actividades del alcalde. Esto ocurre con más frecuencia en las municipalidades rurales, donde los jóvenes participan en jornadas de limpieza o arborización. Se trata de las formas más primarias de participación. No estamos hablando, por cierto, de una participación en la cogestión ni de una delegación de las obras, sino de un complemento para las actividades de desarrollo o de apoyo político al alcalde. La participación de los jóvenes en la cogestión se concreta en la realización de actividades que están fuera de la planificación anual de los gobiernos locales. Usualmente se trata de acciones propuestas por los jóvenes y que reciben el apoyo de las municipalidades, que les permiten utilizar locales para sus reuniones y con menos frecuencia el municipio colabora con refrigerios, materiales y movilidad. Ahora bien: estos apoyos no siempre se cristalizan, como en el caso de La BandaShilcayo o en Chulucanas, y en otras ocasiones no son continuos. Algunas experiencias, como las consultas realizadas por la Mesa de Juventudes de Comas, tuvieron un apoyo intermitente del municipio. Por lo general solo contribuyen con actividades específicas de los jóvenes, pero que no se integran en sus planes de trabajo municipales. Además, en muy contadas ocasiones apoyan procesos como las escuelas de formación, el fortalecimiento de coordinadoras o los ciclos de capacitación. El apoyo se queda en la realización de eventos o actividades estacionales como las vacaciones útiles. La cogestión a veces es viable por medio de una tácita negociación de intercambio entre los grupos juveniles y las autoridades políticas, y consiste en el apoyo de los jóvenes a las actividades de las autoridades a cambio de un respaldo del municipio a las actividades juveniles. En muy pocos casos el municipio busca ejecutar sus planes de trabajo a través de las coordinadoras o mesas. Son contadas las ocasiones en las que delegan o transfieren la ejecución de sus actividades. La mayoría de veces participan grupos juveniles de manera individual o los municipios cuentan con una red de jóvenes que funcionan como promotores y se encargan de realizar las actividades. Aunque se presenta el caso de la Municipalidad de Villa El Salvador, que formó una agrupación paralela a la Mesa de Juventudes.

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Tal vez el modelo más complejo sea el de la Mesa de Concertación de Juventudes de Piura, en la cual los jóvenes participaron para apoyar las actividades impulsadas por las instituciones y, al mismo tiempo, la mesa respaldó con recursos las acciones planificadas conjuntamente. Sin embargo, no todas las actividades de los jóvenes tenían cabida en dicha planificación. En conclusión, la participación juvenil se supedita a la voluntad política de las autoridades y depende de la visión que estas tengan de los jóvenes, usualmente sustentada en la desconfianza y la minusvalía social. Además, con mucha frecuencia los jóvenes se hallan desempoderados frente a la institución municipal y carecen de conocimientos sobre cómo se planifica y opera en las instancias de gobierno. Se constata incluso que los jóvenes no precisan en qué consiste su función: en vigilar, coejecutar, planificar o aprobar. Un factor que favorece la participación juvenil es el apoyo político de terceros actores que respaldan y promueven los procesos de concertación y apoyan el fortalecimiento técnico de los grupos, como ocurrió en la mesa de Piura.

Participación en la evaluación y vigilancia ciudadana En ocho de los nueve casos estudiados no encontramos evidencia de que se incluya a los jóvenes en los procesos de evaluación de las actividades que realizan los municipios. Sin embargo, hay que agregar que dada la informalidad y precariedad de recursos destinados a las actividades, en lo que menos se piensa es en la participación en los procesos de evaluación. Algo similar ocurre con la vigilancia ciudadana de las acciones de los gobiernos locales a favor de los jóvenes: no hay mucho que vigilar, salvo las promesas —por lo general incumplidas— o los criterios con los cuales se selecciona al personal para hacerse cargo de los programas o áreas, con lo cual se plantea una situación de conflicto entre las autoridades y las coordinadoras. La Mesa de Juventudes de Villa El Salvador, por ejemplo, tuvo una actitud muy crítica hacia la Dirección de Juventud y Deporte del municipio; sin embargo, esto no se tradujo en un proceso de vigilancia que tuviese a la opinión pública como referente, sino simplemente en una relación de conflicto entre ambas partes. En Maynas, en cambio, en más de una ocasión la coordinadora AROJUL ha usado los medios para presionar al municipio provincial para que cumpla sus promesas electorales.

Jóvenes y procesos de participación locales Cuando los jóvenes tratan de insertarse en los procesos ciudadanos de participación como el Consejo de Coordinación Local (CCL) o el presupuesto participativo, deben enfrentar una serie de dificultades que, creemos, pueden tener su origen en que la práctica participativa de los jóvenes se centra en la demanda por espacios propios, por el reconocimiento y el protagonismo público. Ser escuchados y poder expresarse es la lógica predominante —aunque no la única— que marca su actuación en el espacio público, RESULTADOS DEL ESTUDIO

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pues se basa en una realidad incontrastable: sus temas y su problemática han sido históricamente desatendidos y aún no tienen cabida en las prioridades públicas, además que su actoría social fue invisibilizada y estigmatizada. Debemos agregar que en estos espacios oficiales el eje prioritario es el territorial, mientras que las demandas de las agrupaciones juveniles se apoyan en acciones que trascienden los límites territoriales . Por lo tanto, ellos se enfrentan a los mismos problemas de priorización de siempre; es decir, se opta por las obras de concreto y cemento, donde el máximo beneficio al que pueden aspirar los jóvenes es la construcción de losas deportivas. Ciertamente, se enfrentan a similares dificultades cuando tratan de participar en los espacios municipales, pues la lógica de la inversión está orientada a lo tangible y la inversión en el desarrollo humano (principal enfoque de los grupos juveniles) no es percibida como prioritaria. La percepción dominante de los líderes adultos de las organizaciones populares sobre el origen de los problemas juveniles se sustenta en que el joven dispone de abundante tiempo libre y tiene una escasa noción del riesgo; por lo tanto, suelen pensar que la recreación y la ocupación «educativa» de ese tiempo son las soluciones a los problemas juveniles, de manera que las actividades más recomendadas son el fomento del deporte y las vacaciones útiles. Por estas y otras razones, la participación en espacios comunes con otras organizaciones populares no les resulta atractiva. Los espacios de los adultos están regidos por una serie de reglas y negociaciones que los jóvenes no siempre están dispuestos a comprender y aceptar.

3. Modalidades de participación en los espacios locales Los grupos juveniles como actores de la participación Ciertas experiencias importantes de participación de los jóvenes en los gobiernos locales se explican por el protagonismo de un grupo juvenil (sin la existencia de coordinadoras o de mesas de juventud o a pesar de ellas), como ocurrió en el caso de Picota y de Morropón. En algunas ocasiones se trata de grupos que tienen una perspectiva específica, como la promoción de la ecología en el caso del grupo Chulklachaqui; en otras, se trata de agrupaciones con una línea de acción a favor del desarrollo, como en Morropón, o con un proyecto de intervención, como en el caso de Chulucanas. Lo cierto es que generalmente son iniciativas parciales y limitadas, pero que lograron movilizar a muchos jóvenes y ganaron un protagonismo público importante. La respuesta del municipio ha sido variada. En algunos casos dependió de las visiones participativas y del papel que se les atribuía a los jóvenes en el proceso de desarrollo. En Picota, el apoyo del alcalde fue clave para que el grupo se formara y creciera más allá de las fronteras de la municipalidad. Tanto en Picota como en Morropón, los municipios de corte más rural, fue el alcalde quien coordinó directamente con los grupos juveniles: se reunió personalmente con ellos

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y planificaron juntos las acciones. La gran ventaja de estas experiencias ha sido el acceso directo a la autoridad política y a los pocos recursos que el alcalde puso a disposición de los grupos. Sin embargo, la línea entre el trabajo a favor del desarrollo y el trabajo de apoyo político a la gestión del alcalde de turno es muy delgada y fácilmente puede ser cruzada por los grupos, sobre todo cuando están en situación de desequilibrio de poder. Además, estas iniciativas están marcadas por un activismo que es bueno para la movilización juvenil pero que no abona a favor de la sostenibilidad e institucionalización de la participación juvenil en el gobierno local. Las estrechas relaciones entre los jóvenes y las autoridades dejaron de serlo cuando las gestiones cambiaron de manos. Mientras más estrechas estas coordinaciones, menores posibilidades de que la concertación perdure con las nuevas autoridades. Por lo general el siguiente alcalde ve con recelo a los grupos que colaboraron con la anterior gestión, busca abiertamente deshacer las relaciones heredadas, le cambia de nombre a los espacios (por ejemplo Casa de la Juventud por IMJUV en Maynas) o simplemente se niega a recibir a los grupos juveniles. Otra dificultad que hay que poner de relieve es que la participación de estos grupos se reduce a procesos aislados, que no se vinculan al quehacer de otros grupos juveniles que no acceden de la misma manera a recursos y coordinaciones. Por ello, al no existir una plataforma de demandas más amplia, se enfrentan a la negociación con los municipios en calidad de beneficiarios. Por ello estos grupos juveniles tienen problemas para influir en la agenda de las actividades municipales, pues la situación es inversa: es el municipio el que pone la agenda o prioriza las acciones de los jóvenes que quiere apoyar.

Las coordinadoras juveniles como plataformas para la concertación Las plataformas o coordinadoras juveniles no siempre surgen por iniciativa de los jóvenes; en algunos casos, como el de Comas, fueron propuestas por las autoridades municipales; en otros, como el de Piura son impulsadas por una ONG. En otras ocasiones son una respuesta de las agrupaciones juveniles a la apatía y a la indiferencia de la municipalidad, animadas por la idea de que si sumaran esfuerzos y fueran más numerosas los municipios estarían más interesados en apoyarlas. El apoyo político depende de diversos factores; el más relevante quizá tenga que ver con la cercanía de las autoridades con las dinámicas juveniles, como en el caso de Picota, donde el modelo de gestión participativo abrió la posibilidad de la gestión local, o en Villa El Salvador, donde la elección de un alcalde que surgió de las canteras de los grupos juveniles facilitó la creación de una dirección dedicada a la juventud. Sin embargo, la existencia de una coordinadora juvenil no necesariamente abre las puertas a la negociación con las autoridades, ni asegura que se lleve a cabo; la experiencia del Consejo de Juventud de La Banda-Shilcayo es una prueba de ello. Ciertamente, las coordinadoras tienen algunas debilidades que son resaltadas por las autoridades para negarles representación, legitimidad o capacidad de actuación. Una de estas debilidades es su escasa representatividad, pues no comprenden a todas las organizaciones existentes en sus respectivas localidades, lo cual en ocasiones les resta capacidad de negociación frente al municipio, que demanda una «representación total». RESULTADOS DEL ESTUDIO

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En ocasiones las municipalidades no toman en cuenta a las coordinadoras juveniles como interlocutoras y crean colectivos cuyos roles y funciones se superponen a los que aquellas. Los jóvenes, por su parte, demandan que los procesos de inclusión se sustenten en el reconocimiento de las coordinadoras como instancias de interlocución y diálogo, mientras que algunos espacios impulsados por el gobierno local o incluso los consejos distritales de participación juvenil (CDPJ) parten de una premisa distinta: la demanda de una representatividad total. El crecimiento de las coordinadoras o mesas de juventudes es, por lo tanto, una prioridad si pretenden alcanzar un impacto público mayor. Sin embargo, este se encuentra limitado por varios factores. Uno de ellos es que, como su capacidad logística y de convocatoria es muy escasa, dado que no disponen de recursos para aglutinar a grandes cantidades de jóvenes, las decisiones son tomadas por muy pocos. Otra limitante es que las coordinadoras aglutinan a jóvenes con quehaceres muy diversos —culturales, artísticos, de desarrollo, de salud, de medio ambiente—, y operan a diferentes ritmos y con distintas orientaciones, con experiencias y niveles organizativos desiguales. Cuanto más grande es la organización, más dispersos los intereses y más difícil encontrar un terreno común. El trabajo en comisiones al interior de las coordinadoras, por el contrario, ha demostrado, en la experiencia de Piura y Morropón, capacidad para involucrar los diversos saberes y destrezas de los jóvenes, sin dejar de lado una visión integral de su trabajo, pues los grupos pueden participar desde su línea de especialización. A las experiencias que, como la de Villa El Salvador, no han adoptado una organización de este tipo, les ha resultado más difícil tomar decisiones, terreno fértil para el surgimiento de conflictos internos. El crecimiento de las coordinadoras juveniles también propicia las dificultades internas, pues muchas organizaciones de carácter más bien activista optan por retirarse en vista de que su funcionamiento se centra en la negociación y elaboración de planes y no en acciones, o simplemente porque se desilusionaron del poco apoyo de la municipalidad. El hecho es que las coordinadoras carecen de los recursos y de la capacidad logística necesaria para convocar y aglutinar a un mayor número de jóvenes. En cambio, municipios como el de Maynas, que sí disponen de ellos, pueden reunir a un gran número de jóvenes en sus eventos, lo que deja en desventaja los esfuerzos solitarios de las coordinadoras juveniles que no cuentan con apoyo. Otro factor es el poco peso que la clase política local le atribuye a los jóvenes. Por ejemplo, la AROJUL, en Maynas, no tiene el suficiente peso político para echar a andar la coordinadora multisectorial. En cambio, las organizaciones gubernamentales que sí lo poseen carecen de voluntad política para invertir esfuerzos en este asunto. Por otro lado, el temor a la manipulación política de las autoridades reduce la capacidad de negociación de las coordinadoras juveniles,. Existen en las coordinadoras grupos que buscan que estas sean espacios para la acción conjunta, pues así su quehacer tendría un impacto mayor. En cambio, otros grupos pretenden que las coordinadoras faciliten la negociación política con las autoridades. Se desconfía de la clase política, que utiliza el tema de la juventud en las campañas electorales, y esta desconfianza opera en 34

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contra del acercamiento con las autoridades. Algunos grupos piensan que la vigilancia debería ser la tarea número uno de las coordinadoras. La principal virtud de las coordinadoras es que se constituyen en espacios de discusión y concertación de voluntades y suelen teñir a las agrupaciones de una perspectiva de desarrollo y de una visión más amplia del quehacer juvenil. También son referentes para la acción de otras instituciones que acuden para sumar esfuerzos, como ocurrió en Villa El Salvador o en La Banda-Shilcayo. Además, satisfacen las demandas de espacios propios y la posibilidad de pensar la problemática desde su propia perspectiva. En el caso de la Mesa de Juventudes de Piura, la ausencia de una coordinadora —o, en todo caso, de un mecanismo de coordinación exclusivamente juvenil— generó problemas en los procesos de concertación y debilitó la presencia de los jóvenes en la mesa.

Mesas de juventud, funciones y dilemas de la concertación La constitución de mesas temáticas de concertación fue una iniciativa difundida a fines de la década del noventa y que alcanzó su auge con la formación en todo el país de las Mesas de Lucha contra la Pobreza. En ese tiempo se desarrollaron algunas experiencias de mesas de la juventud, la mayoría de veces auspiciadas por el municipio o las ONG locales, como en Comas, Piura, Morropón, entre otras. Pero lo cierto es que la voluntad política de las autoridades para concertar fue clave para la formación de estas mesas. La presión y el impulso desarrollado solo desde las organizaciones juveniles no fueron suficientes para echar a andar los procesos de concertación. Los municipios con un modelo participativo, como el de Villa El Salvador y el de Comas, estuvieron dispuestos a la formación de estas mesas; cuando la gestión cambió de manos, el entusiasmo por apoyar estos procesos concertados decayó ostensiblemente. Sin embargo, el funcionamiento de estas mesas ha debido enfrentar algunas dificultades: •





La mayoría de veces funcionaron como coordinadoras, con asesoría y apoyo de las ONG, como en el caso de la mesa de Comas. En otras ocasiones se constituyeron en espacios de fortalecimiento de las organizaciones, para lo cual limitaron la participación de las ONG, como en Villa El Salvador, donde se les dio voz pero no voto. En otros casos las mesas sirvieron como una plataforma para la acción colectiva de los jóvenes, como en Morropón. En segundo lugar, existe una confusión respecto del papel que deben cumplir, pues desde el punto de vista de los jóvenes las mesas debieran servir para que el municipio apoye las acciones que ellos emprenden. Por el contrario, para las autoridades las mesas debieran ser un grupo de apoyo a las actividades del alcalde. Un tercer problema surge en torno de las atribuciones que se arrogan los grupos como representantes de la juventud. En algunos casos, como en Villa El Salvador, la mesa asume que los planes municipales en materia de juventud deberían ser aprobados en esta instancia, mientras que para las autoridades este espacio es meramente consultivo y sus acuerdos no son vinculantes.

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Otra dificultad de las mesas es su dispersión y su heterogeneidad. En ocasiones estas características les permiten responder a los requerimientos de algunas ONG o del propio municipio, combinando danza, teatro y capacitaciones desde una sola instancia, pero para la toma de decisiones esta heterogeneidad ha sido muchas veces un factor que ha dificultado la participación. De hecho, en algunas mesas las diferencias entre los grupos han generado desbalances y hegemonías de los grupos que cuentan con más recursos, experiencia y formación.

Aquellas mesas que se organizaron en comisiones demostraron cierta continuidad en el tiempo, como es el caso de JORDEPAZ en Morropón o de la Mesa de Juventudes de Piura. En Villa El Salvador, en cambio, se propuso trabajar en comisiones, pero esto no ocurrió. Las comisiones facilitan que los intereses y especialidades de los grupos juveniles e instituciones se canalicen mejor, pues la heterogeneidad de temas y enfoques hace difícil ponerse de acuerdo, y el funcionamiento de tipo asamblea desalienta a muchos grupos que están interesados en un solo tema o cuya organización no abarca varios temas, ante lo cual tienen una mejor posición las organizaciones de mayor trayectoria y multitemáticas. A lo largo del tiempo, en algunas mesas, como las de Comas y Villa El Salvador, muchas agrupaciones fueron declinando su participación por diversas razones: porque había demasiados conflictos, porque llegar a acuerdos era difícil o porque sus intereses chocaban con los procesos más lentos y de resultados a mediano plazo. Por lo tanto, la opción de organizarse en comisiones, si bien tiene el riesgo de atomizar el trabajo, facilita un funcionamiento fluido en relación con los intereses de sus participantes, aunque dificulta las visiones de mediano y largo plazo, los procesos de planeamiento estratégico o la elaboración de políticas locales para la juventud. Sin embargo, las mesas no tuvieron éxito en la producción de lineamientos o políticas de juventud locales, a pesar de que muchas fueron formadas con ese objetivo. La de Comas fue la única que elaboró un documento de políticas locales para la juventud. En resumen, las mesas de juventud no se constituyeron en reales espacios de concertación; en ninguno de los casos la concertación ha sido un proceso continuo de negociación de planes, prioridades, estrategias, sino momentos intermitentes. En muchas ocasiones las mesas han sido espacios conflictivos de desarrollo de los grupos juveniles.

Las mesas multisectoriales Las mesas multisectoriales son otra modalidad de concertación, pero tienen objetivos más amplios, sobre todo en un ámbito metropolitano. Por lo general buscan comprometer voluntades de los gobiernos locales, las ONG, las iglesias, las instituciones privadas, los medios de comunicación, los organismos gubernamentales y los grupos juveniles. A diferencia de las mesas de juventudes, en las que el centro son los grupos juveniles, estas mesas tienen como propósito articular las diferentes acciones que se realizan a favor de los jóvenes para que puedan generar una sinergia.

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Estas mesas demandan un mayor esfuerzo de gestión y coordinación que las mesas de juventud. De hecho, resulta más difícil movilizar a un mayor número de instituciones, y en estos casos es alguna institución la que impulsa el proceso y se «compra el pleito» de echar a andar la mesa. Es el caso de Piura, donde Diaconía fue la impulsora y sostuvo el funcionamiento de la mesa. En Maynas, por el contrario, la ausencia de una institución que promueva la mesa es una dificultad latente para que esta pueda despegar. Otro aspecto que es preciso considerar es el liderazgo de las instituciones. Si el camino que hay que seguir, los objetivos de mediano plazo y las premisas sobre el trabajo que se ha de desarrollar están claros, es más fácil lograr procesos concertados. La otra opción, partir de cero e ir construyendo en el camino, es una ruta larga y plagada de dificultades. En Piura, por ejemplo, el liderazgo técnico de Diaconía fue clave para el éxito de la mesa. La conjunción de distintas voluntades no es una tarea sencilla, y si esta carece de rutas el proceso se hace complicado. Además, las instituciones tienen diferentes ritmos e intereses, y en ellas se produce también un encuentro intergeneracional que se debe tener en cuenta, pues algunas instituciones gubernamentales se han acostumbrado a un trato vertical con los jóvenes y difícilmente los ven como interlocutores válidos. Por otro lado, las mesas tienen la gran virtud de distender la relación entre funcionarios municipales y grupos juveniles, que por momentos se vuelve tirante. En cambio, en una mesa multisectorial la relación no es bipolar y demanda un mayor esfuerzo por concertar voluntades. Otra ventaja observada en las mesas multisectoriales es que la movilización de recursos es considerable y la mesa permite un mayor acceso de los jóvenes al espacio público. Además, pueden tener una mayor visibilidad pública que redundaría en un impacto más amplio de sus acciones.

4. Negociación y concertación en los espacios locales A lo largo del estudio encontramos que los jóvenes deben enfrentar muchas dificultades para acceder a la negociación política con las autoridades. Suelen enfrentarse a problemas de acceso a entrevistas y reuniones para plantear sus demandas y proyectos. Las autoridades los perciben como actores sin peso político y cuyas demandas no son prioritarias; o, en todo caso, desconocen la manera de actuar al respecto. En respuesta, los grupos juveniles y las coordinadoras han desarrollado una serie de estrategias para acceder a la negociación política y para mantener óptimos niveles de concertación.

Limitaciones y dificultades para acceder a la negociación El principal obstáculo para negociar con las autoridades fue la falta de confianza de estas en los jóvenes. Las autoridades manejan una serie de estereotipos acerca de la juventud, a la que ven como pasiva, consumista o violenta. Los funcionarios evitaban incluso transferirles recursos, porque creían que estos serían malgastados o no serían bien cuidados. RESULTADOS DEL ESTUDIO

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En las zonas rurales estudiadas —como Morropón, Chulucanas o Picota— la mayoría de autoridades creen que el joven es pasivo y que no se compromete con el desarrollo de su comunidad. En algunas zonas rurales existe la percepción de que la inversión que se hace en los jóvenes se pierde porque ellos suelen migrar a las capitales de las regiones.

Estrategias para el acceso a la negociación El modo más básico para acceder a las autoridades ha sido la interlocución directa que han realizado los grupos juveniles para presentar sus ideas y demandas. Al principio recurren a los regidores o a los encargados de participación ciudadana, desarrollo humano o a la Demuna para pedir apoyo para una acción específica o presentar proyectos, como en el caso de Chulucanas. En otras ocasiones se busca una interlocución directa con el alcalde, trámite que ha tenido éxito en los municipios rurales como los de Morropón o Picota. También buscaron el apoyo de algún regidor o personalidad pública que pueda realizar la función de padrinazgo y hacer las veces de garante. Esta estrategia no solo ha servido para acceder a las autoridades, sino que también ha sido usada por los jóvenes en el proceso de negociación, como en el caso de la Mesa de Juventudes de Comas. La otra estrategia de acceso ha sido la de fortalecerse agrupándose con otras organizaciones para formar coordinadoras, plataformas o grupos alrededor de proyectos, como en los casos de la AROJUL en Maynas, de Morropón o del Consejo Distrital de la Juventud en La Banda-Shilcayo. La premisa de la que se parte es que cuanto más grupos se reúnan y organicen, mayores probabilidades de que las autoridades les presten atención. En muchas ocasiones, sin embargo, la conformación de coordinadoras no ha sido suficiente para obtener apoyo del gobierno municipal; es el caso de La Banda-Shilcayo. El activismo y la consecución de legitimidad pública es otra de las estrategias utilizadas por los jóvenes para negociar con el municipio. Muchos grupos optaron por realizar acciones de impacto y de envergadura para atraer la atención de las autoridades, demostrar sus capacidades y ganar una presencia pública, con el fin de que las puertas del gobierno local se abrieran. Sin embargo, algunos grupos han tocado puertas de manera permanente y sus demandas no han sido atendidas. Ahora dan muestras de cansancio y desconcierto respecto de qué estrategia usar para abrir procesos de concertación con los gobiernos locales.3

Problemas y dificultades en los procesos de negociación El acceso a las autoridades y el establecimiento de canales de negociación o de concertación más formales no resuelven por sí mismos los problemas de los jóvenes. Se trata

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El siguiente testimonio de Ítala Morán ratifica esta situación: «No sé cuál será la estrategia para que realmente exista un proceso de negociación, cuáles son los espacios; hemos hecho lobby político, hemos utilizado todos los medios de comunicación —prensa, radio, televisión—. Pero tampoco vamos a parar. No hay una respuesta que tú digas ‘¡Ah, esto les impactó!’. No, ellos tiene el cuero curtido».

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básicamente de un encuentro intergeneracional, con perspectivas y acentos diferentes que en muchos casos sus actores desconocen, razón por la cual los procesos de concertación y negociación tienen una serie de obstáculos. Una dificultad experimentada por los jóvenes en la negociación política ha sido la falta de conocimiento de algunos procesos formales (procedimientos, funcionamiento administrativo de los municipios, etcétera), lo que les ha restado oportunidad y aceptación a sus propuestas. En otras ocasiones los funcionarios desarrollan relaciones verticales con los jóvenes, usando su mayor conocimiento para ejercer presión y mantener el poder. Les cuesta mucho compartir el poder de decisión y en ocasiones buscan encauzar la participación juvenil hacia sus propias prioridades políticas y de movilización. Uno de los puntos álgidos en el proceso de negociación tiene que ver con las agendas. Dado que son quienes manejan los recursos, las autoridades y funcionarios tienen más posibilidades de hacer prevalecer sus puntos de vista e intereses al elaborar las agendas de acción. Este es el principal obstáculo para que los jóvenes negocien en mejor pie sus intereses. Otro de los factores que operan en contra de los procesos de concertación y negociación es el desgaste que muchos de los jóvenes experimentan, pues la calidad de la participación del Estado deja mucho que desear. La mayoría de los representantes no dominan los temas y desconocen las perspectivas modernas del trabajo con jóvenes.4 Los procesos de concertación se apoyan en el liderazgo y la dirección que algunos de sus actores pueden imprimirles, pero las instituciones públicas lamentablemente no están interesadas o no pueden desarrollarlos. En el caso contrario, cuando el liderazgo es ejercido por los jóvenes, carece del respaldo político necesario como para echar a andar los procesos de negociación, como lo pudimos apreciar en la mesa multisectorial de Maynas.

Visibilidad pública y uso de medios El uso de los medios de comunicación ha servido sobre todo para la difusión de las actividades de los grupos juveniles. Sin embargo, en otras ocasiones fueron utilizados como un mecanismo de presión pública a las autoridades para lograr cambios o el cumplimiento de sus promesas. Al respecto, uno de los puntos importantes es ganar visibilidad pública a través del uso de los medios en los procesos de concertación. En la experiencia de la Mesa de Juventudes de Piura este elemento fue clave para ganar presencia pública y para que los jóvenes se legitimen como actores políticos y del desarrollo. El prestigio ganado por la

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El testimonio de la propia Ítala Morán da cuenta con exactitud de esta idea: «La mitad de los gerentes que estaban allí eran de Perú Posible, y no tenían la más mínima idea de qué hacían en sus cargos. A los tres meses este gerente se fue robando. El otro, de la Beneficencia, hizo exactamente lo mismo: se ha cargado cuanto dinero pudo. Con esta mesa es imposible negociar. Es primero ponerse a explicar cuáles son los derechos del niño [...]». RESULTADOS DEL ESTUDIO

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mesa incentivó incluso la participación de algunas instituciones que no trabajaban directamente con jóvenes pero que deseaban apoyar sus procesos. La visibilidad pública también ha sido utilizada como instrumento para abrir espacios de negociación. En La Banda-Shilcayo, la participación masiva de voluntarios en la limpieza de la ribera del río posicionó al grupo juvenil como un actor importante en la vida política local; incluso se vieron tentados de presentarse a las elecciones para revertir la indiferencia de las autoridades respecto de los temas juveniles y agroecológicos, lo que obligó a los partidos políticos a incluir en sus listas candidatos «juveniles». Por lo mismo, la actual gestión cuenta con regidores «de juventud», aunque a la fecha del estudio los resultados de sus gestiones también se han topado con los mismos problemas de falta de voluntad política de siempre.

5. La institucionalidad pública juvenil De acuerdo con cada realidad, los jóvenes tienen diversas visiones sobre el modo de incorporar en forma permanente el trabajo a favor de ellos en los gobiernos locales. Por eso es pertinente hacer una gran diferencia entre los ámbitos rurales y los urbanos.

Integración en lo rural e institucionalidad en lo urbano En las áreas rurales, dada la pequeña dimensión del aparato gubernamental local, que no tiene direcciones ni unidades especializadas en temas de desarrollo humano, no se suele demandar la incorporación de una instancia especializada en los jóvenes; a lo más, se aspira a conformar una comisión de regidores que aborde el tema. Las demandas en las zonas rurales no se dirigen a la institucionalización del tema de la juventud, sino a encauzar a los grupos juveniles en los procesos de participación existentes e incorporarlos al desarrollo local. La apuesta por la integración del trabajo con jóvenes en las distintas actividades del municipio, como el cuidado del medio ambiente, los trabajos de prevención de desastres, el apoyo comunitario y la limpieza, es percibida como una solución a las limitaciones y posibilidades del propio aparato municipal. En el caso de las urbes el asunto es más complejo. Algunos se oponen a que el municipio asuma actividades a favor de los jóvenes, pues consideran que cuando lo hace suele trabajar en función de criterios políticos y electorales, lo que al final resulta contraproducente para la juventud. Otros, en cambio, piensan que el municipio cumple un papel importante en la promoción de los grupos juveniles y en la solución de los problemas de la juventud. Las propuestas incluyen diferentes perspectivas, como la focalización o la transversalidad.

Focalización vs. transversalidad Los jóvenes y líderes juveniles consultados mostraron diferentes maneras de entender la focalización y la transversalidad. La focalización consiste en trabajar con jóvenes desde 40

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una óptica juvenil, mientras que la transversalidad en sus diversas manifestaciones involucra diferentes entradas y enfoques que a continuación detallamos: •







La transversalidad en un departamento o dirección: cuando las actividades por los jóvenes se vinculan y articulan con las de otros actores. Básicamente se trataba de propuestas que incorporaban en una misma instancia a los jóvenes junto a otros actores como mujeres y discapacitados. Se planteaba que la realización de acciones conjuntas facilitaría que los jóvenes se involucrasen en otras problemáticas distintas de la propia. Transversalidad entre distintas instancias: cuando se busca permear algunas de las direcciones o departamentos para que incorporen actividades y programas a favor de los jóvenes. En algunos casos se propuso que la instancia encargada del tema juvenil cumpliese la labor de coordinadora y orientadora para incluir el tema juvenil en los trabajos de las otras instancias. Transversalidad tipo «malla»: se trata de iniciativas por que el trabajo con jóvenes se incorpore como un enfoque y que permee el conjunto de actividades del municipio; no solo las de desarrollo humano o productivo, sino también, por ejemplo, que en las unidades de recaudación y de planificación urbana se incorpore un enfoque generacional. Transversalidad multisectorial: es la forma de transversalizar el trabajo juvenil que compromete a varias instituciones locales y no únicamente a la municipal.

No obstante, hay que subrayar una diferencia entre estos modelos. Algunos jóvenes establecieron una distinción en los modelos transversales, en los que el tema del joven no está solo en una unidad, en un área, sino en varias. La diferencia consiste en que para algunos la transversalidad debe ser parte de un proceso participativo de los jóvenes en las decisiones sobre asuntos juveniles. Para otros, en cambio, la transversalidad se apoya en un enfoque técnico basado en la incorporación de lo juvenil como una perspectiva. Pero las propuestas de transversalidad también tienen sus contras. Cuando se trabaja únicamente con jóvenes en una sola instancia se produce una mayor especialización y un mejor enfoque de los problemas y en la decisión de los beneficiarios, mientras que cuando se transversaliza se pierde la especificidad, en la medida en que se trabaja con mujeres, ancianos, adultos, jóvenes, adolescentes y niños, por lo que resulta más difícil conocer mejor al sujeto beneficiario. Los modelos de unidades específicas permiten una mayor especialidad metodológica, conceptual y de enfoque. Por otro lado, es muy difícil que otras instancias incorporen los criterios de trabajo con jóvenes y no tengan un trato vertical y paternalista hacia ellos. En algunos municipios observamos por ejemplo que las instancias que trabajan el tema de seguridad ciudadana con jóvenes suelen dar prioridad al control y la sanción; o que las instancias que trabajan con jóvenes desde las unidades de participación ciudadana buscan la movilización política de los jóvenes; o que las unidades de deporte se centran en el uso del tiempo libre. En conclusión, la transversalidad demanda un esfuerzo especial por unificar criterios, que requiere, sin duda, tener a la voluntad política de este lado, algo notoriamente escaso en las experiencias estudiadas.

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Incidencia, concertación y participación Todas las experiencias demandaron una mayor voluntad política de apoyo a los jóvenes; en algunos casos, porque el municipio nunca abrió las puertas; en otros porque, luego de tenerlas abiertas, la siguiente gestión las cerró. Lo cierto es que la voluntad política es una piedra angular para pensar la participación juvenil en el municipio. Por esta razón, muchas demandas de los jóvenes se orientan a que todas las instancias sugeridas a favor de los jóvenes se encuentren cerca de la alcaldía y, por lo tanto, tengan acceso a la toma de decisiones a través de unidades que dependan de la alcaldía o de organismos de coordinación. Otro punto que es preciso poner de relieve es que hay una demanda por incorporar en el municipio instancias de opinión, participación o representación de los jóvenes de manera permanente, de modo que ellos tengan posibilidad de opinar, recomendar o decidir sobre asuntos juveniles. Fueron diversas las formas mencionadas: desde consejos juveniles en los municipios hasta asambleas junto a las otras organizaciones sociales de base. Algunas de ellas por encima de la jerarquía del alcalde, otras como organismos de línea, lo cierto es que existe una demanda por participación permanente y clara, que no esté sujeta a los ciclos eleccionarios y que no dependa de la voluntad de los funcionarios que las implementan.

Condiciones y obstáculos en los procesos de participación juvenil A fin de detectar los aspectos que deben ser fortalecidos en los procesos de participación juvenil revisamos los problemas que los aquejan. Por ello, en esta parte incluimos las principales debilidades de los gobiernos locales para incorporar a los jóvenes. Uno de los puntos ya abordados es la casi absoluta ausencia de voluntad política, pues el tema juvenil no es parte de la agenda urgente de la gestión municipal y se presenta solo cuando alguna autoridad, sea por su trayectoria, como en el caso de Villa El Salvador, o por su estilo participativo de gestión, como en Picota o Comas, apoya la participación de los jóvenes. Los municipios que ya cuentan con unidades de trabajo con jóvenes o comisiones de juventud , presentan problemas con la selección de los responsables. Los encargados son elegidos entre las personas que movilizaron a los jóvenes en apoyo a las candidaturas de los alcaldes. En otros casos son elegidos por ser jóvenes, porque son dirigentes estudiantiles o deportistas, o simplemente como premio por su apoyo en las elecciones. Lo mismo sucede con algunos regidores que pertenecen a los partidos políticos y asumen las responsabilidades de las comisiones de juventud o de deporte, o porque son los más jóvenes de la lista. El denominador común es que la selección de los responsables no responde a criterios técnicos. En algunos casos se da prioridad a la condición juvenil con la idea de que la propia vivencia y la cercanía a sus coetáneos les dará mayores posibilidades de desarrollar un buen trabajo.

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En otros casos percibimos voluntad y compromiso con la población en los encargados de administrar los recursos públicos destinados a la juventud. Sin embargo, encontramos también muchas carencias relativas a la formación en materia de desarrollo juvenil y de propuestas integrales. De acuerdo con las entrevistas realizadas, la mayoría de ellos trabajan en función de paradigmas del tiempo libre para minimizar los riesgos en los jóvenes y carecen de perspectivas más integrales y comprensivas de los fenómenos que atraviesan las vivencias juveniles. En algunos casos, como en La Banda-Shilcayo o en Maynas, esto se suple apelando a los procesos participativos; en otros casos se realizan acciones asistencialistas o de movilización de los jóvenes en apoyo a actividades comunitarias. Percibimos también que no hay en las capas gubernamentales y, en menor medida, en los grupos juveniles, un liderazgo programático. No encontramos, en general, un proyecto de desarrollo que vaya más allá del fortalecimiento de las organizaciones juveniles y de la necesidad de concertación. Lamentablemente, los partidos políticos no son espacios de desarrollo y debate de propuestas técnicas sobre los jóvenes, sino que se limitan a la acumulación de poder. Por ello, muchas de las presiones de los regidores apuntan a fortalecer la movilización por encima del desarrollo humano. En cambio, los funcionarios se inclinan por el desarrollo económico a través de la construcción de obras. Por lo tanto, es necesario impulsar la generación de ideas, propuestas y enfoques que busquen articular las acciones juveniles al espacio gubernamental. En las experiencias estudiadas identificamos la ausencia de especialistas y técnicos en asesoría y en realización de estudios en materia juvenil. El acercamiento a lo juvenil se sustenta todavía únicamente en la experiencia.

6. Democracia y desarrollo: modelos para la intervención a favor de los jóvenes El estudio ha encontrado que existen tres grandes áreas de intervención en apoyo a los jóvenes: la acción a favor del desarrollo en general, las actividades a favor de la problemática juvenil y aquellas vinculadas a fortalecer la participación ciudadana de los jóvenes. La forma de entender estas modalidades nos acerca a la discusión sobre los modelos de intervención con los jóvenes que a continuación detallamos.

Campo de desarrollo en la problemática de la juventud y el desarrollo humano Se trata de experiencias realizadas por municipios y por los mismos jóvenes para enfrentar problemas como el consumo de drogas a través de una red de la ONG Cedro, prevención de violencia en los grupos de Comas con la experiencia MiJato, salud sexual y reproductiva por los esfuerzos de «Arenas y esteras» de Villa El Salvador, entre otras. La mayoría de estos trabajos se orientan a la prevención de conductas de riesgo, y en muchos casos participan de mesas temáticas como las de salud. Otra de las líneas de trabajo RESULTADOS DEL ESTUDIO

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es el área educativa, básicamente por medio de la organización de vacaciones útiles en los meses de descanso escolar, cuando los grupos de danza, teatro, artísticos y culturales capacitan, educan y entretienen a los demás jóvenes. La verdad es que dependen de la actuación de las ONG y, en mucho menor medida, de los gobiernos locales. Los grupos juveniles operan como contrapartes de las ONG limeñas o locales; generalmente se ocupan de convocar, organizar o movilizar a otros jóvenes. Solo en las organizaciones más consolidadas los jóvenes realizan actividades de capacitación y tienen su propia lista de prioridades y planes anuales respectivos. Sin embargo, el constante cambio de las prioridades de la cooperación internacional y en las agendas de las ONG trae como consecuencia que los grupos juveniles que operan para ellas dispersen su intervención. En muchas ocasiones las ONG incorporan al personal de sus proyectos a los líderes más capaces de las organizaciones juveniles, lo que descabeza a las organizaciones y genera un problema para la acumulación de la experiencia. Por otro lado, las organizaciones demandan que la mayor parte de la inversión en jóvenes se dirija a los procesos de capacitación en las redes de las ONG y agencias de cooperación que abordan temas de ciudadanía, liderazgo, planificación estratégica, descentralización y que, sin embargo, no les brindan recursos para desarrollar sus iniciativas y para hacer realidad sus proyectos. Sin continuidad en la intervención es muy difícil que esta tenga una perspectiva estratégica. Los recursos que los jóvenes logran arrancar de los municipios se utilizan por lo general en acciones y actividades específicas como una capacitación o una feria. En raras ocasiones sirven para sostener procesos como escuelas de líderes. Sin una intervención en los procesos se hace difícil la actuación estratégica que genere cambios tangibles y muestre resultados sostenidos en el tiempo. Por ello la inversión es clave para los procesos de participación juvenil en el desarrollo. Es en el área de la problemática donde los grupos juveniles desarrollan más actividades; así, la educación de pares puede ser muy importante para desarrollar procesos más sostenidos. De hecho, el Fondo de Solidaridad Holanda, que opera en Comas, permite que muchos jóvenes realicen actividades a favor de otros jóvenes y adolescentes.

Campo de desarrollo en problemáticas económicas, sociales y ambientales Existen iniciativas importantes de grupos y coordinadoras juveniles para la realización de acciones a favor del desarrollo. En algunas ocasiones estas se hacen en cogestión con los municipios, como en el tema de medio ambiente en la experiencia de Picota. En otras se desarrolla de manera autónoma, como ocurre con el Consejo Distrital de la Juventud de La Banda-Shilcayo en San Martín alrededor del ecoturismo. Sin embargo, el grueso de la intervención cuenta con el apoyo de la cooperación y, en pocos casos, con la colaboración de la empresa privada. Instituciones como la Asociación de Municipalidades de la Región San Martín, AMRESAM, por ejemplo, apoyaron actividades de desarrollo comunitario en San Martín.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Este tipo de actividades tuvieron éxito pues convocaron mucho voluntariado, sobre todo en zonas rurales y semirrurales, donde no se percibe al joven como portador de una problemática sino como pasivo e indiferente frente a los problemas del desarrollo. Por ello, los municipios rurales centran la participación de los jóvenes en apoyo a las actividades de infraestructura y productivas, aunque esto también deja entrever la invisibilidad de las problemáticas juveniles a los ojos de las autoridades. La relación entre jóvenes y procesos de desarrollo tiene mucho potencial, especialmente si se ejecuta una estrategia que use «fondos delegados» o «fondos revolventes». Estos procesos deben estar articulados a los planes de desarrollo distritales o provinciales, de manera que tengan una perspectiva de mediano plazo.

Campo de la participación ciudadana y democracia Este es un campo que tiene muchas dificultades, pues depende de cuatro factores: voluntad política, desarrollo conceptual en funcionarios y operadores, grupos juveniles fortalecidos y posicionamiento en la agenda pública. Dichos factores son claves para garantizar procesos participativos, pues la ausencia de uno de ellos puede complicar la sostenibilidad de los procesos de concertación y cogestión. En ocasiones la participación juvenil es incluida como un componente en la gestión de proyectos y programas. Por lo general se limita a la información o consulta (no vinculante); en muy pocas ocasiones se crean mecanismos o espacios que garanticen una participación sostenida de los jóvenes en los programas y proyectos que se realizan a su favor. Hemos constatado que la inversión se ha concentrado en capacitaciones temáticas y en menor medida en el desarrollo de habilidades por medio de escuelas o cursos. En pocas ocasiones se ha buscado el desarrollo de acciones y procesos de concertación que más bien surgieron de iniciativas juveniles o de los gobiernos locales. La participación juvenil tiene muy poco apoyo de la cooperación y, como veremos en los siguientes acápites, del gobierno local.

Modelos de intervención a favor de la participación Existen tensiones respecto de la inversión en los tres campos estudiados. Hay un divorcio entre los procesos participativos y los de desarrollo. La inversión en la participación es muy escasa. La mayoría de instituciones se acercan a los jóvenes para que lleven a la práctica sus proyectos, pero no se interesan particularmente por su fortalecimiento y constitución como actores del desarrollo. Son pocos los procesos de concertación que culminaron con éxito una etapa de fortalecimiento de la autoría juvenil en el desarrollo o que crearon mecanismos permanentes para la participación de los jóvenes en los espacios locales. A pesar de todo, muchos grupos juveniles tienen una perspectiva de desarrollo (en lo juvenil o en lo socioeconómico), pero no encuentran los recursos ni la voluntad política RESULTADOS DEL ESTUDIO

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para ser incluidos en la toma de decisiones y para que sus esfuerzos confluyan con los de otras instituciones. En muchos casos los procesos concertados se entrampan porque el municipio no satisface las demandas de recursos de los jóvenes. Es necesario construir puentes entre ambos procesos para incorporar espacios de consulta y grupos de referencia en los proyectos que se implementan en la línea de desarrollo y fortalecer las coordinaciones multisectoriales allí donde coinciden ambas perspectivas. De hecho, el grueso de la inversión en lo juvenil viene del gobierno central a través de las políticas sectoriales; sin embargo, las opiniones recogidas evidencian que la perspectiva con la que se implementan corresponden a una lógica de beneficiario de las acciones y no de interlocutor y ciudadano. Además, no existe una normatividad que opere en el ámbito local y regional a favor de la participación juvenil y, por lo tanto, no se crean las condiciones para la institucionalización de procesos de participación. Esto nos conduce a pensar que la participación en el ámbito local pasa por el establecimiento de normas e instituciones que favorezcan la inversión y la apuesta por la participación juvenil, y por una fuerte incidencia en los ministerios para que sus ópticas y perspectivas incorporen a los jóvenes como actores de desarrollo y dejen atrás el paradigma de los jóvenes carentes, sujetos en riesgo o ciudadanos incompletos. Sin embargo, el trabajo en lo local supone un acercamiento específico para fortalecer a los actores que tienen que ver con lo juvenil, demanda un tratamiento focalizado, la creación de voluntades, la generación de una masa crítica de funcionarios, la visibilidad pública juvenil y la incidencia en el espacio público local. No obstante, este proceso debe tener un norte específico, un modelo de participación juvenil que hay que construir, que debe corresponder a los procesos sociales que han madurado en cada localidad. Desde nuestra perspectiva, pensamos que existen al menos tres procesos claves en los cuales debe centrarse la inversión: • • •

la participación juvenil para incidir en la gestión de los asuntos públicos como un ejercicio ciudadano; la participación para favorecer las demandas y necesidades de los jóvenes (desde la perspectiva de la problemática juvenil); la participación para fortalecer la actoría social de los jóvenes en favor del desarrollo local.

Entendemos que estos son los modelos básicos a partir de los cuales se pueden construir otros modelos de participación juvenil, teniendo en cuenta que el fracaso de algunas experiencias se debió a la indefinición del modelo y a la convivencia de diferentes funciones. Además, nos ayuda a pensar la participación no como un objetivo en sí mismo sino en relación con un norte, un proceso en el que queremos incidir para hacer desarrollo desde la participación y una democracia participativa que construya desarrollo.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

II. Conclusiones, lecciones aprendidas y recomendaciones 1. Principales conclusiones A. RESPECTO

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• •

DEL GOBIERNO LOCAL

Sobre las autoridades y la voluntad política La agenda de la gestión edil no le da prioridad a la problemática juvenil. Prima la inversión en infraestructura. El limitado apoyo del alcalde y de los funcionarios de carrera no se traduce en presupuestos para el trabajo con jóvenes. Se privilegia un enfoque político de apoyo a la gestión. En algunos casos desconocen cómo pasar de las promesas electorales a programas de participación juvenil. Sobre las dinámicas y culturas políticas locales El acercamiento de las autoridades a los jóvenes se centra en el intercambio de favores y recursos por apoyo político. Esto desalienta la participación de muchos jóvenes en la política local. Los partidos y movimientos políticos no son espacios de debate técnico y no dan cabida a propuestas de desarrollo juvenil sino a una percepción de la política como conquista del poder que no se comparte. La desconfianza y el descreimiento de los jóvenes atentan contra los procesos de concertación. Sobre los funcionarios y su intervención en lo juvenil La mayoría de los funcionarios desconocen los métodos modernos de trabajo con jóvenes y se rigen por los paradigmas del tiempo libre, la minimización de riesgos y la movilización política. La tendencia es a que no existan planes estratégicos ni metas tangibles para el trabajo con jóvenes; en el mejor de los casos hay una planificación anual sobre la base de actividades. Buena parte de estas actividades no se rigen por líneas de acción ni responden a propuestas de desarrollo juvenil. No existe una masa crítica de funcionarios y políticos comprometidos con el desarrollo de la juventud. Sobre las prácticas de intervención Hay una tendencia a la obtención de cambios tangibles en el corto plazo que se expresa en el activismo de las organizaciones y de las instancias encargadas en los municipios. Existe una débil planificación estratégica y programática. En las experiencias estudiadas no encontramos modelos de intervención claros. No hay una planificación de la sostenibilidad de los espacios, mecanismos o procesos de participación juvenil.

RESULTADOS DEL ESTUDIO

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B.

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• • •

RESPECTO DE LOS PROCESOS DE CONCERTACIÓN MULTISECTORIAL Sobre el liderazgo y el aporte técnico La participación de las instituciones se basa en la confianza en los convocantes. Existe el prejuicio de que los jóvenes no pueden conducir un proceso de envergadura. La claridad en las rutas y el liderazgo facilitó los procesos de concertación multisectorial. Los procesos de concertación multisectorial que incorporaron un enfoque técnico garantizaron la efectividad de la inversión de tiempo y recursos. Sobre la participación de las instituciones El cambio constante de representantes de las instituciones públicas afecta el funcionamiento de las mesas de concertación. La concertación multisectorial se ve favorecida si los participantes tienen un mínimo de compromiso o conocimiento del tema. Las mesas se inician con la participación de las instituciones, pero esta disminuye progresivamente al tiempo que los jóvenes buscan tener más protagonismo y autonomía. Sobre la incidencia de las mesas multisectoriales Los procesos de concertación no influyen en la planificación de las instituciones públicas. Por lo general se concentran en organizar actividades de impacto o complementar sus acciones. No incorporan en sus planes las agendas de los grupos juveniles involucrados. Sobre las condiciones para desarrollar la concertación Se requiere sensibilizar a las instituciones respecto de la problemática juvenil. Es indispensable generar un sentido común en torno del enfoque de los temas juveniles. Es importante que los jóvenes aprendan a desarrollar habilidades de negociación para equilibrar el poder basado en la menor experiencia, disposición de recursos y conocimientos.

C. RESPECTO







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DE LAS MESAS DE JUVENTUD

Sobre los objetivos de las mesas Falta claridad sobre si la mesa es un organismo de apoyo a las actividades de los grupos juveniles, un espacio de articulación de esfuerzos de las instituciones y de los jóvenes, o un espacio para la consulta de los planes municipales. La falta de claridad respecto del papel que la mesa debería asumir ha originado muchos conflictos. Estos giraron en torno de la demanda de los jóvenes por un carácter vinculante de las decisiones de la mesa y la asignación de recursos para las actividades de los grupos juveniles. La tendencia es a que la participación de las ONG y del municipio decrezca, y a que terminen siendo coordinadoras juveniles y se diluya la concertación. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

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Sobre los conflictos internos Muchas oportunidades de coejecución se desperdiciaron por la actitud de conflicto y la intolerancia de los grupos juveniles y las autoridades. Hicieron falta destrezas y habilidades de negociación para encontrar soluciones cooperativas a los conflictos que faciliten consensos y el desarrollo del common ground5 y permitan un funcionamiento armónico de la mesa. Sobre el liderazgo técnico La asesoría y los aportes técnicos de las instituciones calificaron los resultados de las mesas. Cuando estos no existieron, las mesas tuvieron problemas para consolidarse. El desequilibrio entre los objetivos técnicos, los políticos y de satisfacción de necesidades de los jóvenes impidió la consolidación de algunas experiencias. En muchas ocasiones las mesas fueron espacios para reclutar grupos o personas para la realización de actividades de las instituciones. Sobre la incidencia en el ámbito público Los grupos juveniles de las mesas pierden su impulso por la presión política y la incidencia pública; fueron pocos los que emplearon la presión mediática y el cabildeo o advocacy. Los procesos de concertación no se posicionaron en el espacio público local dirigiéndose al ciudadano. Los jóvenes no organizados desconocen estos procesos.

D. RESPECTO • • •

El voluntariado se moviliza en torno de actividades de desarrollo que evidencien cambios tangibles (sociales, económicas). Generan imagen de actoría social a favor de los jóvenes que califican su presencia en el espacio político local. Tienen un impacto en el corto plazo pero no promueven procesos de institucionalización ni estrategias de reivindicación juvenil.

E. RESPECTO





DE LAS INICIATIVAS JUVENILES Y DE COGESTIÓN

DE LAS COORDINADORAS JUVENILES

Sobre la naturaleza de las mesas Son iniciativas dinámicas de ciclos cortos que desarrollan diversas actividades de manera dispersa y apuestan por la participación de élites de grupos juveniles en espacios locales. No está definido si son espacios de ejecución de acciones, de negociación política o de fortalecimiento interno a partir de procesos y etapas.

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Se puede traducir como terreno en común, aquello que los une y motiva un proceso de concertación; a partir de lo cual es posible generar procesos de negociación donde ganen ambas partes. RESULTADOS DEL ESTUDIO

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F.

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Existe una gran heterogeneidad en términos de experiencia, consolidación, conocimiento y disponibilidad de recursos. Sobre la interlocución política de las mesas Los gobiernos locales suelen negarse a hacer de interlocutores argumentando que las organizaciones juveniles no representan al total de jóvenes. Su crecimiento para ganar peso político está limitado por la escasez de recursos. Los Consejos Distritales de Participación Juvenil y los procesos eleccionarios de los CPJ no las han reconocido como tales y han debilitado su función frente al municipio. Sobre el apoyo e inversión en las mesas El municipio y las ONG invierten muy pocos recursos en el desarrollo de las actividades de la mesa. Se financian actividades, no procesos. Muchas instituciones se ven desbordadas por las demandas de las coordinadoras juveniles, pues no tienen unidades especializadas en jóvenes.

RESPECTO DE LAS EXPERIENCIAS EN ESPACIOS RURALES Sobre los sentidos de la participación Existen percepciones negativas sobre el joven, basadas en su pasividad. Los procesos de participación se sustentan en la movilización de jóvenes en apoyo a actividades de desarrollo. Los procesos de participación son vistos por muchos de los jóvenes como oportunidades para el acceso a recursos o empleos.

Sobre la institucionalización de lo juvenil Los municipios carecen de recursos económicos e infraestructura para sostener una institucionalidad juvenil, y son los regidores los que impulsan las actividades. No existe, ni en la clase política ni en la ciudadanía, una reflexión ni una preocupación por la situación juvenil. En los ámbitos rurales no es viable el desarrollo de políticas locales de juventud.

2. Lecciones aprendidas A. • • •

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GENERALES Fortalecer los marcos conceptuales para la intervención con jóvenes favorece la consolidación de objetivos de mediano y largo plazo. Generar voluntad política a favor de la participación juvenil es clave para la sostenibilidad de espacios, mecanismos y la consolidación de procesos participativos. Incidir en los actores políticos locales permite favorecer la continuidad de la participación juvenil. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

B. SOBRE • • • •

El liderazgo y el prestigio de las instituciones convocantes favorecen los procesos de concertación multisectorial. Los procesos de concertación se ven afectados por la volatilidad de los cargos públicos y el poco apoyo a la representación. Los procesos de concertación deben apostar por influir en las prioridades institucionales. Es necesario desarrollar destrezas que permitan concertar y hacer públicas las instituciones y grupos juveniles.

C. SOBRE • • • • •



LAS MESAS DE JUVENTUD

La definición de los objetivos del espacio es clave para su consolidación y desarrollo. Es necesario separar los espacios de fortalecimiento juvenil de los procesos de concertación. Resulta clave incorporar una perspectiva de manejo de conflictos en los procesos de concertación. El aporte técnico de la sociedad civil es importante para la consolidación y el desarrollo de las mesas. La presión pública y la movilización pueden facilitar los procesos de concertación.

D. SOBRE •

LOS PROCESOS DE CONCERTACIÓN MULTISECTORIAL

LAS INICIATIVAS JUVENILES Y DE COGESTIÓN

Las iniciativas juveniles basadas en el voluntariado generan participación masiva de los jóvenes. La visibilidad pública de las iniciativas juveniles favorece su actoría política en el espacio local.

E. SOBRE

LAS COORDINADORAS JUVENILES

• • •

La definición clara de su función favorece su consolidación. Es importante el reconocimiento de las coordinadoras como interlocutores válidos. Es preciso que tengan acceso a apoyos técnicos y de recursos para el desarrollo de sus actividades.

F.

SOBRE

• •

La debilidad de la institucionalidad pública limita la acción de los jóvenes. Existe una invisibilidad de las problemáticas juveniles y estas no son sentidas como críticas.

LAS EXPERIENCIAS EN ESPACIOS RURALES

RESULTADOS DEL ESTUDIO

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3. Recomendaciones de estrategias de intervención para la participación juvenil local y regional

• • • •

Hacer hincapié en las condiciones de viabilidad para la intervención en procesos de participación juvenil Incidir en la voluntad política. Generar condiciones para la inversión y obtención de recursos. Desarrollar una masa crítica de funcionarios que manejen perspectivas actuales de juventud. Fortalecer la actoría social de los jóvenes.

La intervención debe incidir en los diferentes actores en el proceso • • • • •

Alcaldes, funcionarios y regidores. ONG y agencias de cooperación. Grupos juveniles. Opinión pública local Grupos políticos locales y medios de comunicación.

La intervención debe ser focalizada • • •

Debe basarse en un análisis de las condiciones de viabilidad en cada zona de intervención. Es necesario potenciar las acciones desarrolladas por los grupos y coordinadoras juveniles. La intervención debe ser integral articulando actores, recursos y capacitación.

Se deben crear condiciones que favorezcan la institucionalidad pública juvenil • •



Normatividad específica para la participación juvenil en lo local y lo regional (complementar la Ley de Juventud), articulada al sistema nacional. Incidencia política en otras propuestas de normatividad (Ley de Participación, Ley de Municipios Rurales, reglamentos, normatividad regional), para que incluyan a los jóvenes. Se debe promover al interior del Estado central y las regiones el desarrollo de proyectos y programas en apoyo a las iniciativas juveniles.

Se debe empoderar a los funcionarios, líderes juveniles y operadores de políticas en el manejo técnico y temático del fenómeno juvenil • • • •

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Desarrollar propuestas, metodologías y enfoques específicos referidos al tema juvenil. Generar debate público y producir conocimientos que alimenten la intervención. Fomentar el aprendizaje de los factores de éxito y fracaso en las mejores prácticas de participación y concertación. Fomentar la inclusión de componentes de manejo y transformación de conflictos en el trabajo de los municipios y en los programas sectoriales del Estado a favor de los jóvenes. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Articular las intervenciones en la problemática juvenil con los procesos de participación y concertación • •

Apoyar los procesos multisectoriales y transversales en la intervención. Fortalecer las experiencias juveniles de desarrollo socioeconómico y de desarrollo juvenil articulándolas con procesos participativos concertados.

4. Recomendaciones de actividades que hay que priorizar • • • • • • • • •



Línea editorial que genere el debate de modelos, estrategias e instrumentos de intervención juvenil para funcionarios y autoridades. Promover y apoyar a las mesas multisectoriales. Promover la confluencia de la voluntad política de las ONG y conformar mesas regionales de donantes. Intercambiar información sobre experiencias, casos exitosos, lecciones aprendidas y recursos disponibles entre jóvenes, funcionarios de ONG, el Estado e investigadores. Desarrollar escuelas de formación de líderes que incorporen aspectos de negociación y resolución de conflictos. Impulsar el debate público en torno de la problemática juvenil. Otorgar, en las regiones prioritarias, premios a las iniciativas juveniles para legitimar la actuación de los jóvenes. Contribuir con la formación de fondos delegados o revolventes para apoyar las iniciativas juveniles a favor del desarrollo. Incidir en los ajustes a los reglamentos vigentes o a los que están en plena formulación (Ley de Participación Ciudadana, Ley de Municipios Rurales, Ley de Gobiernos Locales). Evaluar los componentes participativos de los programas sectoriales de los ministerios dedicados a jóvenes.

RESULTADOS DEL ESTUDIO

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Experiencias estudiadas

Mesa de Juventudes de Villa El Salvador

1. Descripción de la experiencia a. Antecedentes Luego de ser elegido, y cumpliendo con las promesas de su campaña, el alcalde Martín Pumar propuso la creación en el municipio de una Dirección de Juventudes. El propio Pumar dijo entonces que el mayor obstáculo que debía enfrentar esta iniciativa era una cultura organizacional que no daba importancia al desarrollo humano y a la ciudadanía. A pesar de las resistencias de la oposición política al alcalde elegido que la consideraba una medida prescindible, y gracias a la tenacidad de este último, por primera vez en la historia de Villa se creó la citada dirección con personal y recursos propios. Pumar manifestó que su concepción se inspiraba en el trabajo desarrollado por la Casa Alternativa Joven «con la iniciativa de hacer políticas de juventud vinculadas a la formación, la capacitación y la recreación». Así, sostuvo que el objetivo de la dirección consistía en promocionar la cultura y el deporte.

b. Creación y evolución de la Mesa de Juventudes En este contexto nació la Mesa de Juventudes de Villa El Salvador. Su origen se remonta a las coordinadoras juveniles, pero fue solo a partir de esta nueva gestión cuando se impulsó la elaboración participativa de un Plan Integral de Desarrollo que dio nacimiento a las mesas temáticas, una de ellas la de la juventud. En 1999 se convocó a distintas ONG para que contribuyesen a elaborar la visión del distrito y planteasen sus demandas con el fin de incorporarlas en el plan. La convocatoria alcanzó también a las organizaciones juveniles y de los escolares, así como a grupos

parroquiales. El resultado fue un plan en el que se señala: «Antes de que se apruebe el plan de las direcciones del municipio convocamos a todos los jóvenes organizados y no organizados y en función de eso se hizo el plan con la participación de Calandria, Desco y Fovida». A fines de 2000 se elaboraron los estatutos, que constan de treinta artículos, en los que la Mesa de Juventudes es definida como un espacio de coordinación entre los grupos juveniles. Ahí se señala también que las ONG deben cumplir la función de observadoras y proveer apoyo brindando recursos y asesorías. Asimismo, se señala que el municipio es el ente encargado de tomar decisiones, excluyendo al resto de organizaciones e instituciones de esta función, prohibiéndoles además el derecho a voto. Desde un inicio la mesa se plantea como un espacio autónomo capaz de negociar, con capacidad para presionar al municipio para que implemente políticas a favor de la juventud. Según algunos de sus integrantes, el objetivo del municipio era controlar la mesa. Uno de ellos dice: Al principio la Dirección de Juventudes nos apoyaba con ciertos materiales, pero después, cuando los grupos juveniles empezaron a hacer suyo este espacio, la dirección empezó a salirse y a participar menos. Quisieron controlar el espacio de la Mesa de Juventudes, y al ver que no podían hacerlo simplemente optaron por ir retirándose poco a poco.

La versión del municipio es opuesta. El alcalde Martín Pumar afirma que él siempre quiso que la mesa fuese autónoma: En el caso de la juventud yo la cuidaba mucho, porque no quería que sea manoseada, no quería que dijeran «el alcalde está haciendo política ahí, metiendo a otra gente». No la quería manosear; quería que ellos asuman su responsabilidad, y era consciente de que tenía debilidades.

La consolidación de este espacio de concertación fue un proceso gradual. Uno de los participantes de esta experiencia identifica tres etapas: En los primeros años nosotros dijimos que íbamos a hacer que el espacio sea un espacio conocido por sus actividades por los grupos y las instituciones de afuera. Luego, en el segundo año dijimos que íbamos a conocernos poco a poco por las actividades que realizaríamos de acuerdo con nuestro plan, nuestros objetivos y nuestras metas. Y que el tercer y cuarto año los dedicaríamos a centralizar este espacio.

Al principio el funcionamiento de la mesa se sustentó en sus actividades. Se trataba básicamente de grupos activistas. Así lo recuerda el mismo testimoniante: «A veces los grupos se mueven por el activismo. Por lo general los grupos tienen un tiempo de vida, pero a veces no se plantean grandes cosas. Entonces en el momento sí hay un recambio, hasta donde dure la etapa». 58

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Desde un comienzo se distinguen dos etapas en las que la mesa tenía un mayor dinamismo: durante los talleres de verano y en los períodos de vacaciones escolares de medio año. Sin embargo, el tema de cuál debía ser la naturaleza de la Mesa de Juventudes generó conflictos a su interior. Algunos opinaban que la mesa debía ser un organismo de generación de políticas y de coordinación de sus propias acciones, pero de ninguna manera una instancia de ejecución. Otro de sus miembros dice al respecto: Venía una ONG ‘x’ y decía ‘tengo un proyecto de drogas y quiero ejecutarlo con la mesa’; entonces todas las organizaciones de la mesa tenían que renunciar a sus propios objetivos y ponerse a hacer cosas relativas a la lucha contra las drogas.

Mientras, la concepción de las organizaciones que habían acumulado experiencia en materia de desarrollo y tenían una trayectoria de cooperación con algunas ONG, era distinta: la mesa debía articular esfuerzos y convertirse en una instancia que trabajase por el desarrollo capitalizando las iniciativas y el trabajo con las ONG. Así, este sector rechazaba la articulación y el trabajo con las ONG y apostaba más bien a que el municipio transfiriese recursos y actividades para que fuera la mesa la que las llevase a la práctica. Se presentó además otra disyuntiva: ¿debían ser actores de política o actores de desarrollo? De hecho, las organizaciones más antiguas tenían una trayectoria vinculada a la participación popular y al empoderamiento político. Los miembros más recientes y buena parte de los actuales, en cambio, buscan que las organizaciones juveniles se conviertan en actores de desarrollo y no se queden solo como actores políticos.

c. Procesos políticos de la mesa Los principales conflictos que se suscitaron en la mesa estuvieron relacionados con la Dirección de Juventudes. Esta dirección manejaba alrededor de 230 mil nuevos soles anuales; como no era una suma cuantiosa, sus acciones se veían limitadas. Según Cumpen, ex director de la Dirección Municipal de Juventudes de Villa El Salvador, la estrategia de este organismo consistió en convocar a una reunión de las ONG: «Las convocamos para que no se dupliquen esfuerzos, para ver cómo con el presupuesto del municipio y el de las ONG podríamos abarcar más zonas de Villa». En esta etapa las agrupaciones juveniles empezaron a reclamar que parte de esos recursos se canalizasen a través de la mesa, que, según ellos, tenía ya experiencia en desarrollo local; reclamaban, pues, una mayor participación en las decisiones. En un primer momento, cuando la Dirección de Juventudes estuvo a cargo del señor Simón Huamán, los jóvenes tuvieron una actitud de enfrentamiento: consideraban que esta persona no estaba comprometida con el trabajo en favor de los jóvenes y que la orientación de la dirección iba en detrimento de los objetivos de la mesa. La mesa sostenía que las decisiones que tenían que ver con los jóvenes debían pasar por ella.

MESA DE JUVENTUDES DE VILLA EL SALVADOR

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Luego de un tiempo la Dirección de Juventudes creó una Red de Arte y Cultura compuesta por 27 agrupaciones juveniles. Paul Valenzuela, impulsor de la mesa y empleado de la Dirección de Juventudes, comenta: Nosotros queríamos crear cuatro redes. Cuando hablamos con la Mesa de Juventudes dijimos que íbamos a crear cuatro redes que formen parte de la mesa. Cuando se presenta la posibilidad de las redes era porque la mesa no era representativa en el distrito. Muchos jóvenes no querían participar en la mesa porque no llenaba sus expectativas. Entonces la gran pregunta era cómo vinculamos a los actores del distrito.

Como se puede apreciar, la Dirección de Juventudes creó las redes porque veía que la mesa había perdido representatividad. Valenzuela comenta que la mesa perdió protagonismo en el momento en que empezaron a participar en ella jóvenes que no tenían una visión clara acerca de cuál debía ser el trabajo de esta espacio: «Tuvimos la mala suerte de que nos invitaron a viajar a Holanda. Viajamos cinco grupos representativos de Villa, y cuando regresamos nos dimos cuenta de que la mesa estaba convertida en un espacio de activismo». Otro de sus miembros comenta que la actuación de la Dirección evidenciaba una serie de contradicciones respecto del apoyo a la mesa: «Ellos hablaban de fortalecer el espacio de la mesa en el ámbito distrital y de darnos el apoyo en todo sentido y ayudarnos con los grupos. Eso era lo que decían, pero promovieron únicamente grupos de danza». Esta opinión, sin embargo, no es compartida por todos los miembros de la mesa. Otro de los coordinadores, Gerald Flores, señala: «No creemos que sea paralelismo. Para nosotros es excelente que haya una mesa que tenga que ver específicamente con cultura, porque va a desarrollar uno de los temas importantes para los jóvenes». Mientras, la municipalidad afirmaba que su objetivo era fortalecer la red para, luego, transferirla al trabajo de la mesa, con el fin de que esta estuviera conformada por distintas redes, cada una con distintas especializaciones, y de que las actividades se realizasen en función a estas especializaciones (danza, deporte, religión, entre otras). Según Genaro Soto, actual director de la Dirección de Juventudes de la municipalidad, la formación de esta red no crea un problema de ambigüedad respecto de su posición frente la mesa. Señala que el verdadero obstáculo para esbozar lineamientos es que la mesa se ha constituido a partir de dos grupos con distintas tradiciones, lo que dificulta la concertación.

d. Procesos políticos y conflictos Desde que se inician las actividades de la mesa se plantea la importancia de formular un plan estratégico que guíe su actuación y permita diseñar una política local para la juventud. Sin embargo, parece que los jóvenes integrantes de la mesa no tenían claro lo que esto significaba. Al respecto, Paul Valenzuela nos dice:

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Lo que pasa es que los jóvenes que están participando en la mesa, o han estado participando, no teníamos claro —y yo me incluyo— qué era política de juventud. Es más: creo que hasta ahora los chicos no tienen claro qué cosa es un plan de política de juventud, de la importancia de este plan.

Todo esto llevó a que la mesa se centrara en el desarrollo de una serie de actividades aisladas sin más miras ni objetivos que la simple realización de eventos. Valenzuela continúa: «Caímos en el error de hacer festivales, hacer cosas que definitivamente puede hacer cualquiera. Eso nos quitaba tiempo. Creo que la mesa fue equivocando su rol y su camino». Esto evidenciaría que el activismo distrajo las labores de la mesa e impidió que esta se concentrase en la elaboración de un plan estratégico y que se aprovechasen los recursos existentes.

e. Trabajando el diagnóstico y el plan de lineamientos Los intentos por esbozar los lineamientos de política se circunscriben básicamente a la elaboración de un diagnóstico. En el tercer año, Desco —una de las ONG con mayor presencia en el distrito— y el municipio propusieron la formulación de un plan estratégico de desarrollo de la juventud. Luego el municipio se retiró del proyecto y Desco se encargó de echarlo a andar por su propia cuenta. Como no pudo elaborar el diagnóstico, ya que este fue rechazado por los miembros de la mesa, esta ONG realizó una encuesta. Así, el trabajo quedó reducido a un informe preliminar y se elaboró apenas un marco del plan de desarrollo, documento que forma parte de Plan de la Juventud hacia el 2001. Así, pues, la iniciativa propiciada por Desco no fue aceptada por la Mesa de Juventudes porque esta se consideró excluida del proceso de elaboración del diagnóstico. Así lo explica Gerald Flores, miembro de la mesa, quien sostiene que el documento despertaba desconfianza por no haber sido trabajado por los mismos jóvenes. Ramiro García, de Desco, sostiene que el estancamiento a este respecto de la mesa se debe a razones técnicas y no políticas. Dice García: Es un tema técnico, no político; la actuación de la dirigencia es el marco donde la gente se mueve en estos niveles. Los jóvenes son constantemente bombardeados por una serie de actividades de las distintas ONG que, como Desco, van proponiendo cosas y los van jalando de un lado a otro, y así ellos van transitando entre festivales.

Por otro lado, debido a su temor de ser manipulada por las ONG o la municipalidad, la mesa perdió la perspectiva del espacio como generador de políticas para lograr sus objetivos. García señala que la mesa no supo orientar su actuación ni trabajar las alianzas y negociaciones: «Las mesas pensaban de la siguiente manera: ‘Vamos a hacer esto con esta ONG porque esta nos va a pagar o estos patas son bacanes porque nos prestan computadoras’». MESA DE JUVENTUDES DE VILLA EL SALVADOR

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Con el transcurrir del tiempo, la dirección dejó de tener presencia en la mesa, lo que no fue visto con buenos ojos por las ONG. Según miembros de las ONG, «creían que si iban perdían su tiempo». Respecto de la elaboración actual de los lineamientos, se sostiene que se ha logrado reunir a un equipo de organizaciones juveniles y de jóvenes con capacidad de formularlos. El problema radica, según García, en que hay que contar con un equipo que pueda trabajar en ello, lo que no parece posible porque el trabajo de la mesa está circunscrito ahora a la realización de actividades como el Mes de la Juventud, las vacaciones útiles, entre otras. El discurso de la mesa gira hoy en torno de la creación de lineamientos para trabajar políticas juveniles, lo que, en opinión de García, termina siendo una actividad de segundo plano. El propio García sostiene que esto se debe también al ritmo de las ONG y sus proyectos: no hay ahora una sola ONG que esté apoyando y asesorando el trabajo de la mesa. Gerald Flores, actual coordinador de la mesa, nos cuenta que: «Las organizaciones juveniles ya están proponiendo; lo que queremos hacer nosotros es darles un chequeo por especialistas amigos para que vean si la redacción está bien». Al ser interrogado sobre la metodología empleada para la elaboración de estos lineamientos, Flores sostiene: «No te podría decir cuál es la metodología empleada; simplemente que estamos trabajando en los análisis». Estas aseveraciones dan cuenta del nivel de trabajo metodológico y técnico de los miembros de la mesa. La relación entre las ONG y la mesa es cada vez más tensa. Según algunos de los representantes de aquellas, uno de los principales problemas es que la mesa ve a las ONG como «cajas chicas». En el caso de Desco, por ejemplo, se señala que si la ONG decide hacer un taller de ubicación de necesidades de aprendizaje y contratar con tal fin a un especialista, teme ser criticada por la mesa, que puede creer que las ONG pretenden decidir lo que debe hacer la mesa. La mesa decidía qué cosa se hacía y qué no, ya que las ONG no tenían facultad para tomar decisiones. Esto era visto con buenos ojos por algunas organizaciones, porque, tal como señala García: Nos parecía genial que las ONG no tomen las decisiones, porque como cualquier ONG tu proyecto se acababa y te ibas. Tú puedes haber tomado decisiones que después podían ser positivas o negativas, pero tú ya no estás y has votado a favor de algo, mientras que ellos son los que se van a quedar en la mesa.

Además de la masiva retirada de las ONG de la mesa de Villa, la participación de las organizaciones juveniles también se ve debilitada. Entre las que aún participan están los grupos Quintinilla y Candema. El representante de Desco explica así este hecho: Los jóvenes no actúan como jóvenes sino como viejos, o sea, si llegas a una reunión y hay tres que están en una mesa principal, ‘arman’ una agenda, todos hablan hasta las 11 de la noche, o sea, no son muy funcionales estas reuniones, de manera que los grupos se cansan. 62

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Otro de los factores que propició este distanciamiento entre la mesa y la Dirección de Juventudes es el hecho de que, cuando asume el mando en la dirección, Cumpen critica que las ONG no tengan voto en la mesa, pues él consideraba que si la mesa era un espacio de concertación, todos sus miembros debían tener derecho a voto. Esta actitud hizo que la mesa viera con desconfianza la participación de la municipalidad y se alejara. Hubo además otro asunto neurálgico: el del manejo presupuestal. Durante la gestión del señor Huamán la municipalidad asignó a la citada dirección 120 mil nuevos soles, y luego el Fondo Contravalor Perú-Francia le otorgó 40 mil dólares. Estos fondos se utilizaron en la realización de distintas actividades, pero no para trabajar los lineamientos ni el plan estratégico. Como señala el señor Huamán: Lo correcto habría sido que primero se hicieran los lineamientos y el qué hacer, pero lo que pasa es que primero se crea la Dirección de Juventudes y no se sabe qué hacer y se me encarga a mí, y empezamos a hacer primero un plan de verano y después hicimos la evaluación. Entonces se tenía que ejecutar de manera rápida y generar internamente; los presupuestos hay que ejecutarlos.

2. Opiniones de los grupos organizados sobre el papel del gobierno local a. Ubicación y peso político de la institucionalidad juvenil Aunque Villa El Salvador es el único distrito en Lima Metropolitana que cuenta con un Área de Juventudes, este hecho suele ser desconocido por varios de los jóvenes entrevistados. Muchos de ellos ignoran cómo funciona el municipio, por lo que no tienen claro cómo debería darse la articulación entre las organizaciones juveniles y la institucionalidad juvenil. Respecto de la estructura básica de la municipalidad, hubo consenso sobre la posición del alcalde como cabeza de la institución. La mayoría coincide en señalar lo siguiente: «Nosotros habíamos puesto como cabeza del equipo al alcalde; después habíamos puesto a los directores municipales». Se discutió acerca del peso y la posición que debían tener las instancias dedicadas al trabajo con los jóvenes. Algunos sostuvieron que el estar cerca del alcalde favorecía a los jóvenes, pues así podían obtener más apoyo de este y conseguir, por ende, un mayor peso político.

b. Especialización o transversalidad Otro eje de discusión fue la necesidad de que existiera una instancia especializada en el tema juvenil. Algunos jóvenes sostenían que se debía concentrar esfuerzos en una sola unidad para poder lograr los objetivos, ya que de lo contrario se corría el riesgo de perder tiempo y de que los recursos se dispersasen en el camino. MESA DE JUVENTUDES DE VILLA EL SALVADOR

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Así, señalan: «Hemos pensado en una regiduría exclusiva de juventud que se preocupe por la juventud y por la creación de espacios de recreación y todo tipo de necesidades que tiene la juventud». Muchos jóvenes creen que este es el modelo ideal de trabajo. En vista de que Villa El Salvador tiene una enorme población juvenil, debe haber un área dedicada exclusivamente al trabajo con jóvenes, a la que ellos puedan acudir para manifestar sus demandas. Por otro lado, encontramos jóvenes que opinaban que era más adecuado trabajar el tema desde distintas instancias y de manera transversal. Uno de ellos comenta: «Pienso que debe haber espacios distintos, áreas de juventud, áreas educativas. Después con todas esas áreas se deben formar comisiones para que haya una dinámica de trabajo». Los jóvenes que expresan su acuerdo con esta postura señalan que cada instancia debería tener un presupuesto destinado al trabajo con jóvenes. Desde esta perspectiva, se señala que cuando todos los recursos son destinados a una sola dirección especializada en jóvenes, esta termina por caer en el activismo y no busca ampliar el tipo de acciones que está acostumbrada a realizar. En cambio, si se distribuyen los recursos en varias direcciones, tendrían un efecto más transversal y se cumplirían los objetivos. Estos jóvenes sostienen que tal modelo sería conveniente para ayudar a resolver problemas que aquejan a la juventud, como el desempleo. Así, por ejemplo, se creía que desde la Dirección de Rentas se podría hacer convenios para que tiendas y almacenes incorporen mano de obra juvenil. Al respecto, comentan: Deberían crear los espacios y los puentes necesarios con diferentes espacios laborales que existen en Villa El Salvador o fuera del distrito. En Villa hay toda una zona industrial; hay almacenes inmensos, y los trabajadores de esos lugares son de otros distritos. ¿Por qué no se hace un convenio con esas empresas para que jóvenes del distrito laboren allí?

Critican el modelo de la instancia especializada en el tema juvenil, porque creen que este tipo de direcciones —a diferencia de otras— tienen por lo general muy poco peso real en la toma de decisiones por el municipio.

b. Articulación y concertación En cuanto a los procesos de articulación, se propuso que los espacios de concertación no sean solamente de jóvenes. Se planteó crear un organismo en el que participe toda la sociedad civil, pues de esa manera se puede tener una mayor presencia y más fuerza en la negociación. Algunos apoyaban la presencia de ONG y otras instituciones además de las organizaciones. Se cree que si se hace un trabajo concertado con otras instituciones se pueden alcanzar mayores logros en el trabajo con la juventud. Sin embargo, la mayoría de jóvenes estuvo de acuerdo con la necesidad de que hubiese espacios propios para la juventud, aunque aparecieron ciertas discrepancias en cuanto a la orientación que estos debían tener. Algunos señalaban que debían dedicarse

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a labores educativas y no a la negociación política con el municipio, mientras que otros sostenían que era necesario fortalecer la función política de las direcciones de juventudes para que constituyan un contrapeso en la toma de decisiones.

c. Percepciones sobre el papel del gobierno local en materia juvenil Algunos jóvenes sostuvieron que las instancias municipales deberían generar áreas de recreación y promoción de todo tipo de actividades, así como facilitar espacios e infraestructura para las organizaciones juveniles. Así, el municipio es percibido como un facilitador para la realización de actividades juveniles. Existe otro grupo de jóvenes que cree que el papel del municipio debe estar vinculado al desarrollo y no limitado al mero activismo. Sostienen, por ejemplo, que muchos grupos juveniles que trabajan en las problemáticas de la desnutrición, el trabajo infantil, la prevención frente al consumo de drogas y la salud sexual, no siempre cuentan con recursos para realizar sus proyectos. Creen que si el municipio concertara sus planes de trabajo con las propuestas de los grupos juveniles se lograrían mayores y mejores resultados. Los jóvenes se ven a sí mismos como actores del desarrollo. Muestran interés por articular los procesos de participación de los grupos juveniles con políticas, y critican el hecho de que ningún alcalde se haya preocupado por elaborar políticas juveniles, pues consideran que estas son vitales para el desarrollo de la juventud de Villa El Salvador.

d. Participación juvenil en el municipio Los jóvenes perciben que, a pesar de la existencia de la Dirección de Juventudes en la municipalidad, la participación de los jóvenes y la toma de decisiones al interior de esta son mínimas: La participación de los jóvenes de las asociaciones juveniles en el municipio no es real. Para cumplir esas necesidades es necesaria la participación de los grupos juveniles y las regidurías. Por eso habíamos pensado una serie de reuniones donde vayan representantes que puedan ir demostrando y comprobando que esas necesidades se van cumpliendo.

Los jóvenes son conscientes de que lograr una activa participación y que su voz sea escuchada es muy difícil, debido a la burocracia que existe en el municipio. Señalan que este es un verdadero obstáculo para las relaciones entre los jóvenes y la municipalidad.

e. Evaluación del municipio Los jóvenes que pertenecen a organizaciones reconocen el trabajo realizado por el área de juventud del municipio. Se ve con buenos ojos la creación de la Dirección de Juventudes y el reconocimiento de la Mesa de Juventudes como espacios de trabajo dirigidos exclusivamente a los jóvenes. MESA DE JUVENTUDES DE VILLA EL SALVADOR

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La creación del Consejo de la Cultura y el impulso dado al principio a las mesas de concertación gozan de la aprobación de la población joven, que reconoce también como aciertos la realización del Primer Congreso Metropolitano de Juventudes (que se llevó a cabo en el 2000) y el trabajo que se está haciendo con los alcaldes escolares. También se reconoce el esfuerzo de la municipalidad por realizar obras de infraestructura que han beneficiado a la juventud. La construcción de la Alameda de la Juventud, del estadio municipal, de las casas de la cultura, de losas deportivas y del Coliseo de la Paz, así como la creación de bibliotecas populares, constituyen obras que los jóvenes reconocen que los han beneficiado. Otro de los aciertos de la labor municipal reconocido por los jóvenes es el apoyo de la comisaría, donde hay un comedor en el que los jóvenes que trabajan pueden tomar sus alimentos. A pesar de que está ubicado en la comisaría, se reconoce la participación de la municipalidad en dicha iniciativa. Por otro lado, los jóvenes critican duramente que, a pesar de la creación de la Dirección de Juventudes, el apoyo real a los grupos es mínimo. Además, se percibe que el municipio no busca tener una actoría real en lo que atañe al trabajo con jóvenes, puesto que no convoca a las organizaciones y tampoco promueve los trabajos coordinados con los diversos grupos que existen en el distrito. Se reclama también que no exista una representación real de los jóvenes en el municipio, ya que los planes y la puesta en marcha de las acciones son consultados solo parcialmente, sin recoger las opiniones de la mesa y de los demás grupos. Dicen a este respecto: Hubo una consulta ciudadana para ver algunas cosas sobre Villa El Salvador. Se invitó a muchos dirigentes sectoriales; se dice que muchos de ellos eran de Unidad Nacional, y que no se permitió el ingreso de otras personas. Presentaron un plan estratégico que después iba a ser discutido. Hasta ahora no hay una reunión y muchas cosas son elaboradas solo por el municipio, sin la mesa.

A todo esto se suma, según los jóvenes, la falta de comunicación entre los representantes municipales y los organismos juveniles: «La solución no creo que sea que nos den dinero. Se deben sentar a debatir cosas, que las ideas no sean impuestas». El hecho de que la municipalidad no escuche la voz de los jóvenes ha traído como consecuencia que diversas agrupaciones juveniles y la Mesa de Juventudes se alejen de ella y tengan miedo de ser manipuladas políticamente. Así, nos dicen: El sistema de comunicación no está funcionando. Esta es una de las cosas que falta. Es verdad que la Dirección de Juventudes tiene un taller de danza que realiza sus presentaciones, pero por qué centralizarnos con esos grupos, por qué no descentralizarse y convocar a los demás grupos.

Los jóvenes se quejan ante el municipio por la falta de transparencia en la rendición de cuentas y también porque no habilita un centro de información para la juventud: «Por ejemplo, tenemos conocimiento de que el Ministerio de Trabajo está dando becas para los 66

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jóvenes de Villa El Salvador. ¿Dónde esta el municipio? Por medio de la Dirección de Juventudes desconocemos eso». Se critica también la perspectiva con la que el municipio ha trabajado el tema juventud. Señalan que el mezclarlo con las actividades deportivas y turísticas ha generado un énfasis en la recreación y el uso del tiempo libre, dejando de lado el programa de ayuda social y proyectos a largo plazo. No se realizan acciones a favor del desarrollo humano, la educación y la ciudadanía. Nos dicen: «No hay políticas reales de educación social. El trabajo de desarrollo social se ve como un trabajo voluntario realizado por un grupo de jóvenes que tiene un tiempo libre y hace eso».

3. Percepciones de los jóvenes sobre las acciones municipales a. Taller con escolares Frente a la pregunta «¿Dónde están los jóvenes de Villa El Salvador y qué hacen?», los participantes en el taller respondieron: estudiando en los colegios, en las esquinas «haciendo hora», en las organizaciones juveniles, en losas deportivas, en las discotecas, en sus casas, en los parques, en las pandillas, en las iglesias, en las agrupaciones de danza y, en época de verano, en la playa. Noelia nos cuenta: Al terminar el colegio y no contar con los medios suficientes para conseguir dónde estudiar, lo único que les queda es la esquina. Están con los amigos, practican deportes, etcétera. Los jóvenes están allí en una esquina, ‘haciendo hora’, como dicen, conversando con los amigos, planeando qué van a hacer el fin de semana.

Evelyn, por su parte, ubica a los jóvenes en el colegio y las discotecas: «La discoteca, porque es su centro de distracción, de entretenimiento». A su turno, Juan señala: «Los jóvenes se encuentran en las organizaciones juveniles en muy poca cantidad; más están en sus casas. Se dedican a jugar con los amigos, lo cual es bueno». El problema del pandillaje es identificado por varios muchachos, quienes señalan que: «De 20% a 30% están en pandillas, y los demás estudian». Se afirma que las chicas también están relacionadas con el pandillaje, sobre todo en los colegios. Otro de los lugares preferidos por los jóvenes son las cabinas de internet, donde acuden a ‘chatear’. Frente a la pregunta «¿Cómo creen que la municipalidad podría ayudar a los jóvenes de Villa El Salvador?», respondieron lo siguiente: •

Que se les brinden charlas de orientación en los colegios y grupos comunales para readaptar a los drogadictos y construir centros de rehabilitación o brindarles talleres de danza: «Conozco chicos que han estado en pandillas y después se han pasado a agrupaciones de danzas, porque ellos mismos quieren realizarse como personas», sostuvo una joven.

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Que se apoye a las organizaciones juveniles y los grupos culturales. Se identifica a las organizaciones juveniles como grupos que pueden aportar al cambio. Héctor nos dice: «Que ayuden a las organizaciones juveniles para que puedan captar mas jóvenes y no se pierdan». Que se dicten cursos a los chicos que están en los colegios. Comentan acerca de la importancia de ayudar a este sector de jóvenes, ya que sienten que es allí donde se forman los valores. Por ello, plantean diversas actividades como enseñanza de cursos de liderazgo, autoestima, manualidades, ecología, entre otras. Dice al respecto un joven: «Los de los municipios escolares deben ser capacitados para que ellos puedan salir y participar en organizaciones». Y añade otro: «Enseñarles liderazgo, autoestima, manualidades».

Respecto de si estas tareas deben dirigirse a los municipios escolares o al alumnado en general, un joven comenta: Iría al municipio escolar y también a los alumnos del mismo colegio, porque si bien es cierto el municipio escolar representa al colegio, no puede hacer nada si no tiene el apoyo de todo el colegio.











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Que se creen centros de capacitación en carreras cortas para los jóvenes que salen del colegio. Estos aparecen como una opción para conseguir un empleo rápidamente. Uno de los principales problemas que aquejan a la juventud, nos dicen, es la falta de trabajo. Frente a ello, los jóvenes piensan que si se les enseña, por ejemplo, computación, electricidad, cocina, etcétera, tendrán mayores oportunidades de salir adelante. Noelia nos dice: «De repente el municipio puede crear un centro de capacitación directamente para jóvenes, para que se capaciten en un año y puedan buscar una plaza laboral». Que se organicen campeonatos deportivos. Los participantes señalaron que el deporte es muy importante para alejar a los jóvenes de «los vicios y las malas juntas». Se cree que si el municipio apoya más la actividad deportiva, entonces los índices de violencia, drogadicción y pandillaje disminuirán. Nos dicen: «Organizar campeonatos por sectores y que vengan todos». Que se apoye económicamente a los discapacitados. Los asistentes consideran que los discapacitados constituyen un grupo «marginado por la sociedad». Se sugiere que el municipio los apoye con ayuda financiera. Que se organicen diversas actividades y programas de sano entretenimiento. Los asistentes se quejan de que no existen suficientes áreas de entretenimiento, y porque las que existen se encuentran muy descuidadas. Esto, señalan, es importante, pues los jóvenes no tienen dónde pasar el tiempo de manera sana, razón por la cual muchas veces terminan vinculados al pandillaje. Que se brinde apoyo descentralizado a todos los jóvenes de Villa El Salvador. Manifiestan que existen diversos sectores olvidados en las laderas de los cerros que merecen más apoyo del municipio. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES







Que se creen centros culturales. Se propone la creación de centros culturales donde se impartan clases de danza, pintura, pantomima, etcétera, para atraer la atención de los jóvenes y para que estos se involucren más con el quehacer del distrito. Que se dicten charlas que permitan resolver problemas familiares. Los jóvenes señalan que uno de los principales problemas es que la mayoría de adolescentes no cuentan con una buena orientación en sus hogares, puesto que muchos de ellos vienen de hogares destruidos. Un joven sugiere: «Dictar charlas psicológicas, porque hay muchísimos problemas familiares en sus hogares». Que se cree una casa de la juventud. Muchos de los jóvenes comparten la idea de lo importante que es una casa de la juventud para el desarrollo de los adolescentes del distrito. Es interesante el hecho de que planteen un trabajo concertado y conjunto con las organizaciones juveniles, descartando todo tipo de paralelismo: «Una casa de la juventud, lo que no quiere decir que desaparezcan las organizaciones juveniles, sino que esta casa las fortalezca, que no trabaje haciendo la competencia sino que unan fuerzas para lograr el objetivo final».

Frente a la pregunta de si conocen actividades realizadas por el municipio para jóvenes, la mayoría de escolares identifica un sinnúmero de ellas: la semana de la cultura, conversatorios con municipios escolares, talleres deportivos, olimpiadas interescolares, concursos de belleza, organizaciones folclóricas, campeonatos de ajedrez, entre otras. Dice al respecto una joven: «La Semana de la Cultura es organizada directamente por la Dirección de Juventudes, por el área de cultura». Añade otra: «Se inauguraron talleres deportivos, se dio un gran campeonato, directamente para jóvenes». Y un muchacho: «Ha habido olimpiadas escolares en diciembre». Estas aseveraciones denotan que un gran número de escolares se perciben a sí mismos como beneficiarios del quehacer municipal. Muchos consideran que la municipalidad se preocupa por realizar actividades que los benefician directamente. Por otro lado, se da el caso de escolares que critican al municipio y que señalan que no se ha hecho nada por la juventud más que utilizarla: «La municipalidad no hace nada; utiliza a los jóvenes, a las organizaciones. No erradican a los drogadictos; ellos se saben todas. Hacen malabares, es una corrupción». Una de las principales críticas planteadas a la gestión municipal es que el personal que trabaja en el tema juvenil no es joven. Esto genera desconfianza, ya que piensan que los adultos no están comprometidos con los jóvenes y, además, no entienden bien qué es lo que estos quieren y necesitan: «Nosotros somos jóvenes y sabemos qué quieren los jóvenes. Generalmente en el municipio están señores de 25 o 30 años para arriba. Entonces hay mínima cantidad de jóvenes que podríamos ver eso». Respecto de cómo se imaginan los jóvenes de aquí a diez años, una gran cantidad de los asistentes se proyectaba, básicamente, en el aspecto profesional. La mayoría se imagina con una carrera. El lado afectivo, sin embargo, no es contemplado como parte de las proyecciones de los jóvenes: hay algunos a quienes les cuesta mucho imaginar cómo será su vida afectiva en un futuro.

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Muchos de ellos se imaginan migrando al extranjero en busca de un futuro mejor. Cabe resaltar que si bien es cierto este grupo no ha experimentado aún en carne propia la carencia de empleo, es notorio que sus expectativas de realización en el país y en su propio distrito son mínimas. También aparece la preocupación por vivir en un lugar mejor y con más seguridad para sus hijos. Janet nos dice: «Pienso viajar al extranjero, tener muchos hijos». Otros jóvenes imaginan su futuro en Villa El Salvador: «Una ciudad verde con edificios y yo con un hijo y con una esposa paseando por una avenida principal de Villa. En lo profesional quiero estudiar psicología. Mi sueño es que Villa sea como esa ciudad».

b. Talleres con jóvenes estudiantes Frente a la pregunta «¿Dónde están los jóvenes en Villa El Salvador y qué hacen?», la mayoría de los participantes en el taller ubican a los jóvenes en discotecas, en supermercados, en las calles, andando sin hacer nada, jugando en losas, tomando, fumando, en las cabinas de internet, en las invasiones. Una minoría dice que están en agrupaciones juveniles. Las respuestas obtenidas por este grupo son muy parecidas a las manifestadas por el grupo de escolares. Así, Martín encuentra que «los jóvenes se divierten en discotecas; hay una minoría que participa en agrupaciones juveniles». Nicolás, por su parte, comenta: «Los jóvenes están básicamente en las esquinas, discotecas y cabinas de internet. En las discotecas están los niños con trago y drogas». Frente a la pregunta por los problemas más graves que atraviesan los jóvenes de Villa El Salvador, encontramos que la mayoría destaca la falta de trabajo y de oportunidades. Otro dato interesante es el hecho de que muchos de los jóvenes creen que vivir en Villa El Salvador es un problema a la hora de buscar trabajo, ya que suelen ser discriminados por esa razón. Debido a esto, muchos chicos señalaban que en más de una ocasión habían tenido que mentir sobre su lugar de residencia. Otra de las preocupaciones de este grupo de jóvenes es el abuso sexual existente en los hogares destruidos. Además, resaltaron el consumo de drogas, que relacionan con el uso del tiempo libre. Los jóvenes manifestaron que al terminar el colegio muchas personas salen con la esperanza de conseguir un trabajo y, al no encontrarlo, caen en la frustración, lo que los conduce a vagar por las calles, donde encuentran malas compañías. El exceso de tiempo libre es visto como otro de los problemas que empujan a los jóvenes a salir a las calles. Nos comentan: «Si estoy aburrido en mi casa me voy a las esquinas a conversar con los patas. Me voy y allí sale una ‘chelita’ [una botella de cerveza]». Otro de los problemas identificados por los jóvenes es la escasez de talleres que los ayuden a mantener la mente ocupada. Además, consideran que los talleres son importantes porque ayudan a fomentar el empleo. Piensan que si se realizasen talleres de artesanía, carpintería, etcétera, los jóvenes podrían generar sus propias fuentes de trabajo. Los asistentes al taller manifestaron que muchos de los problemas que aquejan a la juventud se originan en sus casas. Por ello, consideran importante mejorar la comunicación en las familias, para que así los chicos no se sientan desorientados. 70

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Al respecto, hay una tendencia a señalar a los medios de comunicación como los causantes de la falta de comunicación entre padres e hijos. Nos dicen al respecto: «Los jóvenes paran metidos en la radio y la televisión y ya no hay comunicación». Frente a la pregunta sobre qué podría hacer la municipalidad para ayudar a los jóvenes de Villa El Salvador, contestaron: «Construir losas deportivas donde se pueda ir a distraerse y realizar competencias». Los jóvenes sostienen que la municipalidad debería ayudar a crear fuentes de trabajo y ofrecer talleres para que desarrollen habilidades y puedan generar sus propias fuentes de trabajo. Los jóvenes también comentaron que la municipalidad debería fomentar espacios de participación ciudadana donde los adultos respeten las opiniones de los jóvenes y estos puedan expresar libremente lo que piensan. Manifestaron un profundo malestar frente al hecho de que sus opiniones por lo general no sean tomadas en cuenta en los distintos ámbitos, incluida la municipalidad. Comentan: «La Mesa de Juventudes fue al presupuesto participativo; quiso entrar y no se le dejó. Muchos de los adultos se reían. Al joven no le dan la libertad de opinar». Los asistentes se mostraron en contra de que se cobre un precio tan alto por ingresar en los parques. Conscientes de que la práctica del deporte es importante, les parece que estos cobros son una traba impuesta por el municipio para que el joven pase su tiempo de manera sana. También se señaló que debe fomentarse la realización de actividades culturales dirigidas a los jóvenes y a las familias, de manera que se conviertan en espacios para la cohesión y el intercambio. Frente a la pregunta de si conocían actividades para jóvenes realizadas por el municipio, la mayoría dijo que no. Señalaron que esto se debía fundamentalmente a que no hay un correcto canal de información entre la sociedad civil y el municipio. Los asistentes creen que esta situación se podría revertir si la municipalidad hiciera convocatorias casa por casa o mediante parlantes y volantes. Al ser preguntados por cómo se imaginaban de aquí a diez años, la mayoría de los jóvenes anhela tener un futuro lleno de comodidades, con una carrera y una casa propia. Solo una parte se veía casada. Algunos jóvenes ansían trabajar en algo que pueda beneficiar a su comunidad: «Que puedan aprender de mí y digan este ‘pata’ intentó hacer algo. Que mi experiencia sirva para otras personas». Martín señala: «Me veo casado, estudiando publicidad». Juan señala: «Estudiar en el extranjero, conseguir un buen trabajo; me gustaría estar solo». En este grupo percibimos que solo algunos jóvenes sueñan con viajar al extranjero. La mayoría tiene expectativas de quedarse en el país y conseguir un buen empleo en aquello para lo que estudiaron. Algunos señalaron que no se irían de Villa, pues creen que todos los distritos de Lima afrontan, en mayor o menor medida, los mismos problemas. Nos dicen: «Me voy de Villa y quizá no encuentre la misma cantidad de droga pero sí la voy a encontrar».

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c. Taller con jóvenes que participan o han participado en actividades realizadas por la Municipalidad de Villa El Salvador Frente a la pregunta sobre dónde están los jóvenes de Villa El Salvador, los participantes en el taller responden de manera similar a los otros grupos, es decir, en las discotecas, en las esquinas, estudiando en el colegio, en la internet, en la alameda, haciendo deportes, jugando ajedrez, tomando cerveza en cantinas y en los hostales. La mayoría de los jóvenes percibe que la juventud de Villa se encuentra desorientada y que por ello pasa mucho tiempo en la calle, mientras que una minoría participa de organizaciones juveniles. Frente a la pregunta de cuáles son los problemas más frecuentes que atraviesan los jóvenes de Villa El Salvador, hallamos algunas semejanzas con las respuestas anteriores, pero también algunas diferencias interesantes. Entre las semejanzas encontramos la falta de espacios o centros de trabajo, recreacionales y de participación; el problema del pandillaje, la drogadicción y la falta de acceso a la educación, debido al nivel de pobreza en el que vive la mayoría de jóvenes, así como la falta de trabajo y de talleres. Entre las principales diferencias encontramos lo siguiente: •





El mal uso que se les da a los locales comunales. Algunos piensan que el problema no es la falta de espacios. Janet comenta: «Infraestructura tenemos todos los grupos, un montón. Hay locales comunales que no se usan, que los tienen de adorno. Las limitaciones para lograr la transferencia de lo aprendido. Los jóvenes señalan: «Es función nuestra preparar a los otros. Tenemos que ser un referente para los que vienen detrás. Si ahorita no preparamos el camino, el distrito va a seguir como está». Es notorio el compromiso de estos jóvenes con su distrito, ya que se sienten involucrados en su desarrollo y se consideran a sí mismos como sujetos de cambio y desarrollo. La preocupación por la falta de identificación con el distrito. Se señala que esto responde a que no ha habido una transferencia de valores de padres a hijos. Se cree que los adolescentes no conocen la historia del distrito, mientras que otros prefieren no sentirse relacionados con el pasado porque para ellos significa violencia, terrorismo: «Hay una falta de identidad terrible en Villa El Salvador. Hay un nivel de discriminación, pérdida de identidad». Gerald sostiene: Aquí se dio el terrorismo, que marcó fuertemente a la población de Villa. Mucha gente tuvo miedo de venir a Villa porque es la zona roja. Anteriormente decían: ‘no, terrucos; te matan, mejor no’. Desde allí creo que se quedó hasta ahora que aquí es peligroso.

Frente a la pregunta «¿De qué forma la municipalidad podría ayudar a los jóvenes de Villa El Salvador?», los asistentes respondieron lo siguiente: 72

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Brindando seguridad a la población. Se señala que la Policía debería intervenir de manera más efectiva en el resguardo de la seguridad ciudadana. Inculcando valores. Los jóvenes son conscientes de la importancia de inculcar valores a los niños y adolescentes, y proponen que esto se haga en los hogares, ya que es ahí donde empieza la educación. Luego estos valores deberían ser reforzados por el colegio y por actividades impulsadas por el municipio.

También hay coincidencia con los otros grupos en lo que respecta a la creación de espacios de capacitación y recreación. Asimismo, están de acuerdo en que este tipo de actividades ayudan a que la juventud se mantenga alejada de los vicios y el pandillaje. Otra de las preocupaciones del grupo es el funcionamiento de discotecas y la asistencia de los jóvenes a estas. Sugieren que se establezcan horarios y que no se venda alcohol a menores de edad. La discoteca es vista como un lugar de riesgo para los jóvenes, ya que en la mayoría de ellas pueden entrar menores de edad que se exponen al consumo de drogas. No se pide la clausura de estos locales, sino más bien una correcta regulación. Otro de los temas que preocupa a este grupo de jóvenes es cómo mejorar los espacios destinados a ellos. Plantean que se debe trabajar para mejorar la ciudad, para que los chicos se sientan cómodos y felices de pertenecer a este distrito. Nos dicen: «Poner el distrito más bonito. La municipalidad debe hacer juntas con los grupos para tratar de mejorar la apariencia. Eso es lo que falta». También se menciona a los medios de comunicación como canales para difundir programas dedicados a los jóvenes. Nos dicen que el distrito cuenta con una emisora y un canal de televisión, y que estos deben ser aprovechados. Los jóvenes proponen, asimismo, organizar cabildos juveniles que les permitan expresarse sobre diversos temas que son parte de su problemática. Se sostiene que así se puede involucrar a los jóvenes en el trabajo por el distrito. Frente a la pregunta sobre si conocían de actividades para jóvenes realizadas por el municipio, mencionaron las siguientes: visita de los japoneses a la municipalidad, talleres vacacionales de teatro y deporte, vacaciones útiles, talleres de teatro con escolares, festivales de música, embellecimiento de los colegios, campeonatos y olimpiadas interescolares. Algunos jóvenes comentaron que en la actual gestión ha habido mayor apoyo a las agrupaciones que en las anteriores, aunque algunos señalan que esto se debe más a una cuestión amical que al firme compromiso de ayudar a las organizaciones. A pesar de que este grupo es el que conoce más a fondo la gestión municipal y su trabajo con jóvenes, se percibe que la evaluación de la institución es negativa, debido sobre todo a los problemas de convocatoria. Cuando se les hizo la pregunta sobre cómo se veían de aquí a diez años, la mayoría se ve casada y con hijos. Todos se imaginan con una carrera. En el aspecto social la mayoría quiere tener cierto reconocimiento y que se les vea como buenos amigos. Acerca de si se proyectaban o no viviendo en el extranjero, la mitad respondió que sí, ya que no veían cómo podía mejorar la situación de nuestro país en los próximos años. Los que deseaban seguir viviendo en Villa quieren a su distrito más cuidado y más seguro. MESA DE JUVENTUDES DE VILLA EL SALVADOR

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4. Lecciones aprendidas a. Liderazgo y claridad en la concepción de lo juvenil La Mesa de Juventudes de Villa El Salvador nace en medio de una serie de pugnas en el municipio. Quienes se oponían a su creación consideraban que no era una obra que podía ser «reconocida» por los habitantes del distrito. No hubo consenso respecto de la visión del trabajo con jóvenes. El joven era visto como un actor al cual había que «ayudar» en su tiempo libre y no como un actor del desarrollo. Esto lleva a privilegiar el activismo y a dejar de lado las políticas juveniles.

b. Capacidades técnicas para desarrollar proyectos y lineamientos y conducir el proceso Se percibe una falta de horizontes de trabajo a mediano y a largo plazo. No se trabajó una visión global sobre el desarrollo, ni perspectivas de género o multiculturalidad. También se percibe falta de capacidad de la dirección para encauzar el proceso en el ámbito distrital y concertar con otros actores en torno del tema juventud. Si bien es cierto que la mesa cuenta con elementos valiosos y que la municipalidad mostró en un inicio intención política de trabajar el tema juvenil, se carece del conocimiento técnico necesario para impulsar este tipo de espacios.

c. Continuidad en los procesos políticos e institucionalización de la participación juvenil La Mesa de Juventudes de Villa El Salvador constituye un ejemplo de institucionalización del espacio juvenil. Sin embargo, este proceso se ve truncado por la errónea visión que se tiene sobre este espacio. Se destaca el hecho de que la mesa obtuvo reconocimiento y fue impulsada en un primer momento por el municipio, pero con el cambio de gestión este apoyo descendió. La creación de la Red de Arte y Cultura es vista como una acción paralela, ya que distrae el apoyo que se debería proporcionar a la mesa.

d. Organización y fortalecimiento de los grupos La participación de «grupos independientes» en la mesa constituye en cierta medida un obstáculo, ya que esta ha perdido su capacidad de concertación, pues muchos de los jóvenes que asisten se dedican a la realización de actividades dejando de lado el tema de las políticas juveniles. Se cree que los grupos que integran la mesa, lejos de fortalecerse, se han debilitado.

e. Cultura de la negociación y falta de tolerancia Se percibe una falta de capacidad de negociación del municipio y las organizaciones para entablar un diálogo. 74

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Por otra parte, la mesa se mostró renuente a aceptar propuestas del municipio y de las ONG, ya que los jóvenes temían ser manipulados y querían ser ellos los que manejasen los procesos.

5. Factores que hay que tener en cuenta El hecho de que la Mesa de Juventudes de Villa El Salvador haya sido impulsada por el municipio es de fundamental importancia. Esta iniciativa muestra su intención de apoyar los espacios de concertación de los jóvenes. El retiro de las ONG que apoyaban a la mesa es preocupante, pues en la actualidad los jóvenes trabajan un plan de lineamientos de manera improvisada, sin el concurso de instituciones especializadas en el tema. Los jóvenes de la mesa han perdido este apoyo por su afán de protagonizar los procesos sin caer en la cuenta de lo importantes que son las alianzas y la negociación política. La temprana separación de la mesa y del municipio es vista como otra razón de fracaso, pues condujo a un aislamiento y a una pérdida de apoyo político del que aquella gozaba inicialmente. Además, esto fue seguido por una ausencia de estrategias para establecer alianzas y lograr así incidencia política. La visión de la mesa como espacio para formular políticas también ha disminuido en los últimos años. La mesa ha perdido el ánimo concertador que la inspiró. El proceso de elaboración de lineamientos se encuentra aún en una etapa inicial, el diagnóstico, pero la poca capacidad de concertación y la primacía del activismo ponen en peligro este proceso. La desconfianza de los jóvenes respecto del quehacer municipal hace que la mesa no se desarrolle como una instancia de concertación, como señala el ex alcalde: «Era más fácil tirar barro a una persona que sentarse a conversar sabiendo que somos diferentes. El tema de la tolerancia era difícil». Otra razón que puede considerarse como un factor a favor del desarrollo de la mesa es que en el año 2000 se haya destinado 8 mil nuevos soles directamente al rubro Mesa de Juventudes, monto que fue utilizado en el fortalecimiento de las organizaciones. Esto se repitió en 2001, pero con el rubro «Festival Musical». Sin embargo, estos presupuestos, que podrían haberse considerado como una razón de éxito, terminan siendo opacados por supuestas malversaciones. Si bien es cierto que en un momento la Mesa de Juventudes de Villa El Salvador fue vista como un logro en materia de participación juvenil, más tarde los conflictos por el liderazgo y el protagonismo hicieron que los procesos encaminados a lograr la afirmación del joven como sujeto con capacidad de participar en la toma de decisiones y como vehículo de desarrollo se truncaran. Estos conflictos se dan debido a que los distintos grupos de jóvenes no consiguen ponerse de acuerdo sobre cómo debe actuar la mesa. Algunos señalan que debía ser vista como un espacio de creación de políticas, mientras que otros deseaban verla como una instancia de ejecución de actividades. MESA DE JUVENTUDES DE VILLA EL SALVADOR

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Con el cambio de gestión las coordinaciones entre el municipio y la mesa fueron mínimas, y las acciones que se realizaron conjuntamente, muy escasas. Además, la creación por el municipio de la Red de Arte y Cultura fue vista como un ejercicio de paralelismo. Una de las razones que explicarían el fracaso de la mesa sería entonces el retiro del municipio de esta y su poca capacidad para concertar con los jóvenes; en cambio, se optó por crear otro espacio, la Red de Arte y Cultura. Otra razón del fracaso fueron los constantes conflictos con la Dirección de Juventudes, instancia que en teoría debía apoyar y trabajar en coordinación con la mesa. Estos conflictos giraron básicamente en torno del presupuesto: la mesa demandaba mayor participación en el manejo presupuestal (sobre todo en la gestión de Huamán). La participación de los actores es otra de las razones que explican el fracaso de la mesa. Durante su gestión, Cumpen señaló que no era posible que si la mesa era en teoría un espacio de concertación, no tuviesen votos todos los participantes (es decir, las ONG y el municipio), hecho que terminó por distanciar a la mesa de la Dirección de Juventudes. El que hubiese personas que formaban parte tanto de la mesa como de la Dirección de Juventudes fue otra de las razones que explican el fracaso de esta iniciativa. Esa doble pertenencia propició un conflicto de funciones e intereses: no se sabía a nombre qué institución hablaban estos jóvenes.

6. Conclusiones •

• •











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Hay una constante preocupación de los jóvenes sobre el apoyo que se recibe del municipio. No se aprecia un compromiso de la municipalidad para trabajar el tema de juventudes, a pesar de que contaba con una instancia especializada para ello. La institucionalidad juvenil debe tener un mayor peso político que se traduzca en más recursos y mayor participación en la toma de decisiones en el municipio. La municipalidad sustenta su trabajo con jóvenes en la realización de actividades deportivas y recreacionales como solución a los diversos problemas por los que atraviesan. La falta de comunicación es uno de los principales problemas con los que deben lidiar los jóvenes del distrito. Esto imposibilita una actuación coordinada y crea un gran descontento en la juventud, que no se siente escuchada. Se demanda que exista una representación de los jóvenes en el organigrama del municipio, de manera que sus opiniones sean tomadas en cuenta. La institucionalidad juvenil no les garantiza que el proceso se dé de manera participativa. Existen discrepancias en cuanto a la orientación que debe tener la municipalidad. Unos señalan que la Dirección de Juventudes debe ser una instancia que realice actividades a favor de la juventud, mientras que otros sostienen que debe promover proyectos de desarrollo social de largo alcance. Se critica que no haya un reconocimiento de los espacios de concertación ni una voluntad real de concertar. No se consultan los planes ni se involucra a los jóvenes en la toma de decisiones. Existe mucha disconformidad en lo que concierne a las capacidades de los funcionarios del municipio.

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Mesa de Juventudes de Comas

1. Descripción de la experiencia a. Conformación de la Mesa de Juventudes La Mesa de Juventudes de Comas nació en 1999 como producto del diálogo entre representantes del municipio y un grupo de ONG que trabajaban en el distrito, que se proponían impulsar y promover un plan integral de desarrollo. Con tal fin se elaboró un convenio de cooperación interinstitucional y se constituyó la Mesa de Trabajo de Juventudes, en la que participaron un grupo de ONG (Ande, Ceps, Proceso Social, entre otras) y la Municipalidad de Comas por medio de la Oficina de Cooperación Técnica y Participación Vecinal. Al principio los jóvenes no tenían mayor participación. Alfredo Chávez, ex funcionario municipal, nos cuenta al respecto: Se crea gracias al aporte de las ONG. Ellos habían creado una mesa de trabajo para hablar sobre políticas de juventud en el nivel local; más que todo eran ONG. Al inicio el aporte de los jóvenes era mínimo.

Luego los jóvenes empezaron a participar y a trabajar más, hasta que alcanzaron un mayor protagonismo. El camino no fue fácil debido a la actitud que tenían las ONG respecto del trato con los jóvenes, en el sentido de que mantenían una actitud paternalista frente a ellos. El señor Chávez sostiene: «Algunas ONG no entendían. Querían hacer protagonismo con los jóvenes, querían organizar grupos; el enfoque era paternalista». Por otro lado, la municipalidad tenía un enfoque diferente frente al tema de la juventud, basado en la represión: «La municipalidad era represiva, ya que mantenía una

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mirada del joven como causante de problemas a quien había que ‘distraer’ y no un enfoque del joven como protagonista del desarrollo». La mesa inició sus actividades en marzo de ese año, cuando se empezó a discutir sobre las imágenes de los jóvenes y su papel en el desarrollo local. Así, pues, la mesa pasó por un período de preparación de tres meses, en los que se definieron la misión, la visión y las principales líneas de acción, así como un reglamento interno y un plan de trabajo. Algunas instituciones dejaron la mesa en este momento y circunscribieron su labor a la cooperación y coordinación con ella.

b. Definición de la mesa como espacio de concertación Luego de llegar a un acuerdo se integraron a la mesa diversos grupos juveniles como la Red Juvenil Caj-Cono Norte, el Círculo de Comunicadores de Comas, Somos Jóvenes, Trajus, entre otras. La mesa queda definida entonces como un espacio de concertación entre distintos actores: los jóvenes, la municipalidad y las ONG, y se decide que deben ser los mismos jóvenes quienes conduzcan la mesa e impulsen la creación de lineamientos de políticas locales para la juventud. En el mismo proceso se acordó que las organizaciones debían funcionar únicamente como facilitadoras y para ayudar a una mejor conducción de la mesa. Había cierta claridad respecto de las funciones que cada uno de estos grupos debía cumplir en la mesa. Las ONG proveerían los recursos para los refrigerios, los pagos a ponentes, etcétera, además de que se comprometían a asesorar y orientar a la mesa. Los grupos, por su parte, aportaban los recursos humanos para la organización de las actividades. Con la municipalidad se coordinarían algunas actividades o se reforzarían las que ya se hacían, aunque esto muchas veces no se llegó a concretar. Por lo general el municipio brindaba los locales y colaboraba en la difusión con banderolas y volantes.

c. Fortalecimiento de la mesa Como parte del plan de desarrollo del distrito se planteó trabajar los lineamientos de las políticas locales de juventud, y en agosto de 1999 se realizó la Primera Escuela de Liderazgo, en la que participaron distintos grupos de jóvenes que luego fueron invitados a la Mesa de Juventudes. Se conformó un comité encargado de realizar las elecciones para el equipo de coordinación. En esas elecciones solo participaron los grupos juveniles, que eligieron a tres coordinadores. La Mesa de Juventudes de Comas empezó a cumplir un papel importante como un espacio de concertación entre actores que trabajaban a favor de la juventud. A diferencia de las mesas de juventudes de otros distritos, en Comas no había un particular interés por afirmar espacios exclusivos de los jóvenes. Luego se realizó la Segunda Escuela de Liderazgo, incorporada por el municipio a su plan de actividades de verano y que fue una actividad articulada por las tres partes. En este momento la juventud nota que había voluntad política para apoyar el trabajo con 78

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jóvenes, aunque esta no iba seguida de acciones concretas que contribuyeran con las actividades de estos y con su intento por crear espacios de concertación. Rubén Vega señala: «Hasta ahora lo que han hecho es decirte ‘sí, te apoyamos en eso’... te dan la venia, pero cuando se trata de hablar de presupuestos, de programas, no la ven». El municipio tiene cierta dificultad para traducir la voluntad política en líneas de acción estratégicas para su gestión. Las organizaciones sentían más cercanas a las ONG, lo que se explica porque muchos de los grupos juveniles impulsores de la mesa habían sido auspiciados por las ONG que participaron de su constitución. Estos grupos comprendieron que las ONG debían pasar por su propio proceso para aceptar que la mesa sea conducida por los mismos jóvenes y que ellas debían servir como facilitadoras, así como contribuir en la elaboración de los lineamientos para la juventud. Las buenas relaciones entre el municipio y las instituciones se sustentaban en que las ONG que participaban de la mesa también tenían una fuerte presencia en el distrito y apoyaban el proceso de concertación impulsado por el alcalde. Sin embargo, la unidad encargada del trabajo con jóvenes era una instancia pequeña con poco presupuesto que dependía de una Dirección de Desarrollo Humano y compartía funciones —el trabajo con discapacitados, ancianos, etcétera— con la Demuna. Se trataba en realidad de una persona que coordinaba estas actividades, y que prácticamente no contaba con recursos. El nuevo gobierno municipal tomó distancia de la Mesa de Juventudes, porque percibió que esta había trabajado de forma muy estrecha con la anterior gestión. El hecho es que también se distanció de las organizaciones que tuvieron un papel activo en el Codedico (Consejo de Desarrollo Distrital de Comas) impulsado por el anterior gobierno municipal. Muchas de estas instituciones también apoyaron a la mesa. Al parecer el nuevo alcalde, Miguel Saldaña, desconocía el trabajo de la mesa. El señor Chávez señala al respecto: Primero que ni siquiera aceptaron porque pensaban que eran de la antigua gestión, y cómo hacer entender que todo ese proceso ha beneficiado para que la visión sea más clara como un espacio concertador. La nueva gestión creía que ellos eran ‘medinistas’ partidarios.

Mientras que la mesa luchaba por consolidarse como un espacio de creación de políticas, el gobierno local le dio prioridad a un enfoque sustentado en el uso del tiempo libre como alternativa para contrarrestar las conductas de riesgo, proponiendo básicamente el deporte como solución a los problemas juveniles. Los jóvenes entrevistados coincidieron en que las relaciones internas en la mesa eran buenas y que la rotación de los cargos favoreció su mejor desenvolvimiento, así como las prácticas de tolerancia y debate permitieron que la mesa se dedicase a cumplir sus objetivos en lugar de perder tiempo y energías en los conflictos internos. Lisbeth Bedregal, coordinadora de la mesa, señala: MESA DE JUVENTUDES DE COMAS

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Hay una relación en la que todos pueden aportar y lo dicen muy francamente. No hay hipocresías: uno dice las cosas que siente y cómo las siente, y eso hace que el grupo continúe como un buen grupo de amigos y un buen grupo de trabajo.

Las escuelas de liderazgo fueron percibidas por los jóvenes como un mecanismo para capacitar y así consolidar a las organizaciones juveniles, para acercarlas a los problemas distritales y comprometerlas con el desarrollo local. Muchas de las organizaciones que participaron de estas escuelas integraron también la Mesa de Juventudes y participaron en la elaboración de los lineamientos de las políticas para la juventud. La mesa desarrolló una serie de actividades —un foro y diversos talleres— cuyo objetivo fue darse a conocer y comunicar las actividades que desarrollaban los grupos que la integraban. Los miembros de las organizaciones percibían la mesa como un lugar de aprendizaje y capacitación en diversas áreas y también para la negociación política. Martín Moreno añade: «Aprendemos muchas cosas. Nos enganchamos ahí de la mesa, para que nos conozcan que somos una agrupación». Según otros, la Mesa de Juventudes los catapultó a una dimensión política y pública, a pensar en el desarrollo y no solo en el activismo. Gracias a su activa participación en el proceso de elaboración del Plan Integral de Desarrollo (PDI) de Comas y en la conformación del Codedico, la mesa logró tomar parte también de los talleres de planificación distrital. Para los miembros de la mesa su participación en el PDI tenía como objetivo incorporar el tema de juventudes, sus ideas y sus necesidades en todas las líneas: salud, empleo, etcétera; y no solo en el tema juventud. Sin embargo, ellos percibieron que la apertura a la participación juvenil no estuvo a la altura de sus expectativas. Sobre este tema, Rubén Vega señala: No fue en la misma dinámica o expectativa que esperábamos ser considerados. Fue un proceso bastante manejado políticamente que en muchos casos no permitió lograr el protagonismo de los jóvenes en la gestión.

El municipio buscó, según los jóvenes, hacer suyas todas las actividades de planificación de la mesa. Rubén Vega afirma que el estar constantemente a la defensiva frente a la manipulación política, fue uno de los elementos que desmoralizó a los jóvenes que pasaron por la mesa. Sostiene que esta se resistió a ser utilizada por el municipio, sobre todo en el período de elecciones.

d. Lineamientos de políticas locales de juventudes Antecedentes Los lineamientos de políticas de juventud aprobados por el Promudeh (hoy Ministerio de la Mujer y el Desarrollo Social, Mimdes) mediante el decreto supremo 018-2001, constituyen un primer intento por establecer un marco normativo integral que facilite la creación de políticas sectoriales para promover el desarrollo de la juventud. 80

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Un grupo de organizaciones y jóvenes organizados y no organizados y la Municipalidad de Comas, elaboraron el Plan de Acción por la Infancia de Comas 1998-2000, que recogía el trabajo hecho por la Demuna y una serie de instituciones públicas y privadas. En 1999 se inició un proceso de concertación entre los representantes del municipio y las ONG, quienes decidieron impulsar el Plan Integral de Desarrollo para Comas, que hoy es una herramienta que orienta la gestión local. Fue justamente en este período cuando empezó a funcionar la Mesa de Juventudes de Comas.

Elaboración de los lineamientos El desarrollo de la Mesa de Juventudes es parte del proceso de creación de los lineamientos de políticas juveniles. La elaboración del documento que contiene estos lineamientos pasó por cuatro fases. La primera se inició en febrero de 1999, cuando la Mesa de Juventudes aún no estaba constituida como tal y solo existía la Mesa de Trabajo por los Jóvenes. Para la inscripción de las organizaciones juveniles se realizó un primer encuentro denominado «Construyamos nuestro futuro ahora». En este encuentro se hizo el diagnóstico de la situación de los jóvenes de Comas y se plantearon los desafíos. Participaron las organizaciones juveniles, los municipios escolares, los grupos barriales, la Iglesia, los ecologistas, entre otros. Las jornadas se desarrollaron en grupos de trabajo que se reunían desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la noche. En esta etapa se conformó plenamente la Mesa de Juventudes. Como resultado, 156 delegados se encargaron de elaborar un documento de diagnóstico. En la segunda etapa se elaboró una propuesta sustentada en el trabajo de los talleres de liderazgo juvenil. Se realizaron dos Escuelas de Líderes Juveniles en las que participaron jóvenes de 13 a 28 años. Se trabajó la integración entre los grupos y el acercamiento entre las organizaciones juveniles para lograr la promoción de la mesa. Al final se llevó a cabo el segundo encuentro denominado «Voces que se escuchan, caminos para la acción», en el cual el trabajo se dividió por líneas estratégicas: educación, empleo, participación juvenil, tutoría local, medio ambiente y cultura de paz. Las líneas fueron planteadas por la mesa a partir de los resultados del primer encuentro. Se realizó también la Expoferia Juvenil «¿Y tú qué haces?», y se participó en la elaboración del Plan Integral de Desarrollo de Comas al 2010. Los espacios de concertación están conformados por instituciones privadas, organizaciones juveniles, la Municipalidad de Comas y la Mesa de Juventudes. En la tercera etapa se realizaron consultas juveniles zonales. Se le dio una mayor difusión a la Mesa de Juventudes y se prepararon las bases para la formulación de políticas locales (Collique y la parte baja de Comas). Por entonces también se realizó el Tercer Encuentro Distrital de Jóvenes «Dale forma a tus ideas», en el que se trabajó el documento preliminar de lineamientos de política para la juventud. Asimismo, se continuó con la realización de la escuela de líderes juveniles descentralizada zonal 14, en la que participaron jóvenes de 12 a 22 años. Además, se elaboró el Plan de Acción por la Juventud. MESA DE JUVENTUDES DE COMAS

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En esta etapa participaron 110 delegados y diversas organizaciones (municipios escolares, grupos barriales, iglesias, grupos ecologistas, scouts, entre otros). Merece destacarse la participación de treinta mujeres. La cuarta etapa consistió en la realización de consultas a instituciones y organizaciones. Se organizaron conversatorios y talleres para recoger los aportes de todos los sectores que tenían relación con la juventud del distrito. Lisbeth Bedregal dice al respecto: «En el tema del aporte las ONG entran en la parte final, sobre todo por cuestiones de cómo se interrelacionan con ellos, de cómo plantear ideas, compartir aportes». La metodología seguida por la mesa para elaborar los lineamientos fue participativa (talleres y debates). Los jóvenes que integran la mesa perciben que los lineamientos de políticas juveniles recogen el sentir de la juventud comeña. La propuesta de la mesa consistió en trabajar en función de ocho ejes temáticos que atravesaban desde distintos puntos el tema juvenil: educación, estilos de vida saludable, propuestas de política local, empleo, participación juvenil, cultura e identidad local, cultura de paz y medio ambiente. Cada uno de estos estableció sus propios objetivos y propuestas. En el contexto del desarrollo de los lineamientos de políticas locales de juventud del distrito de Comas, y como parte de la estrategia para lograr que los lineamientos se hagan realidad, se piensa establecer alianzas interinstitucionales para realizar trabajos coordinados y articulados. Se espera también gestionar recursos de la cooperación internacional, así como promover el desarrollo humano integral de los jóvenes, utilizando sus capacidades al servicio de la comunidad. Respecto del tema de las alianzas, Martín Ospina, miembro de la ONG Alternativa, señaló: Que sean alianzas más allá de lo que es ahorita. Estamos trabajando con la municipalidad. Creemos que hay instituciones importantes en Comas, como por ejemplo Paulo Freire y Cueto Fernandini. Si establecemos vínculos o alianzas estratégicas para que, por ejemplo, los colegios se articulen con institutos de educación superior de manera adecuada, lograremos una mayor cobertura a los jóvenes que no tienen posibilidades. Tratamos de alcanzar ese tipo de alianzas.

La idea es realizar un trabajo que articule instituciones no solo del distrito sino también fuera de este: «Hay que buscar otro referente, ya no solamente para establecer alianzas en Comas. Ya no se trata solo de Comas sino de alianzas con otros distritos y rubros», comenta el representante de la ONG. Como parte de esta estrategia de trabajo, se afirma que la municipalidad cumple básicamente un papel orientador y canalizador del desarrollo local.

Formulación del plan de acción El Plan de Acción del Distrito de Comas fue elaborado por la Mesa de Juventudes de manera concertada. Propone una lista de medidas que deben ser adoptadas y aplicadas por el gobierno local. 82

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Los objetivos estratégicos de esta propuesta de plan de acción son: • •

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Fomentar y consolidar espacios y mecanismos de participación juvenil en la vida política, social, económica y cultural en sus diferentes manifestaciones y ámbitos. Lograr la institucionalización de mecanismos, instrumentos y procedimientos de prevención, protección, atención, recuperación oportuna y eficaz de los jóvenes con conductas de riesgo. Establecer un sistema que brinde información veraz, actual y de calidad sobre la situación de los jóvenes del distrito. Brindar atención preferente a los jóvenes que se encuentran en particular situación de vulnerabilidad por razones socioeconómicas, étnicas, etarias o de discapacidad.

El plan considera la realización de diversas actividades por líneas de intervención para lograr los objetivos trazados por los lineamientos. Ospina comenta lo siguiente respecto del plan de acción: Este año hacemos determinadas actividades y el próximo otras y así sucesivamente. Cómo conseguimos esas actividades es lo que hay que buscar. Una manera es con financiamiento de la municipalidad y financiamiento de la propia mesa, de entidades del Estado y otras entidades existentes. Pero la cosa es establecer con claridad qué acciones son necesarias para desarrollar este documento en el aspecto general de oportunidades y desarrollo para jóvenes.

El plan de acción es concebido como una propuesta, pues se espera que el documento sea ampliado y hay expectativas de que la municipalidad se vincule a distintas organizaciones y también a las empresas. La creación en la municipalidad de una Subgerencia de Juventudes y el hecho de que esta tenga un plan operativo anual es visto con entusiasmo. Se espera que esta subgerencia desarrolle sus actividades en función del documento. La meta consiste en lograr que el trabajo de las entidades y ONG se articule a los lineamientos, y que «las acciones que se puedan hacer con los recursos que se tienen estén articuladas y no sean acciones sueltas».

2. Opiniones de los grupos organizados sobre el papel del municipio a. Ubicación y peso político de la institucionalidad juvenil Una de las demandas de la juventud es la institucionalidad de lo juvenil para que así la voz de los jóvenes tenga mayor peso al momento que se tomen decisiones en la municipalidad y para lograr cierto grado de autonomía y tener la posibilidad de realizar actividades concertadas. Los jóvenes perciben que es peligroso que todo el poder se concentre en el alcalde, aunque reconocen que es él quien debe estar a la cabeza en el organigrama municipal. MESA DE JUVENTUDES DE COMAS

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Nos dicen al respecto: «El alcalde debe ser la cabeza, pero como pantalla, porque que una persona lleve el poder es peligroso». Y añaden: Dentro del organigrama debe estar una persona que es elegida democráticamente y es el alcalde; después los regidores y luego la Oficina de Participación Juvenil (OPJ), que es como una instancia mayor ya que hay una mayor población juvenil.

Algunos jóvenes creen que debe haber una gerencia encargada de la toma de decisiones: «Me gustaría que hubiera una gerencia para tomar decisiones». Se plantea que no debe ser el alcalde, solo, quien tome las decisiones, sino que estas deben pasar por un consejo. Nos dicen sobre esto: «Dentro del consejo he puesto un representante sectorial y a la vez un representante de cada área juvenil».

b. Especialización o transversalidad Algunos jóvenes señalan que el tema de la juventud debe manejarse de una manera transversal. Así, señalan: La problemática que aqueja al joven está en la participación, la cultura, la educación, el medio ambiente y el empleo. Mi intención es que la subgerencia esté por ese lado; de repente interactuar en las áreas que tengan que ver con participación ciudadana.

Otros jóvenes opinan que debe existir un área especializada en el trabajo con los jóvenes: «Tener muchas áreas no va con mis ideas, sino deben centrarse en un área específica». Se considera que así se pueden aprovechar mejor los recursos y el capital humano. Señalan que «una oficina o departamento de jóvenes le da mayor fuerza». Los jóvenes temen que el trabajo se disperse por las áreas y que se pierda de vista aquel dirigido exclusivamente a ellos; también se quejan de la tendencia a programar para los jóvenes solo actividades deportivas. Se cree que si hay un departamento especializado se pueden monitorear las acciones en otros ejes temáticos.

c. Articulación y concertación Los jóvenes manifiestan que debe haber representantes juveniles que trabajen de manera conjunta con el municipio para lograr mejoras en las condiciones de vida de los jóvenes. Si bien se reconoce al alcalde como cabeza del organigrama, se demanda un trabajo conjunto entre este y los regidores, los administrativos y la sociedad civil: «Regidores, administradores. También un representante de gente joven y la sociedad civil como fiscalizador de que realmente se está articulando bien». También hay una preocupación por lograr un trabajo concertado entre los jóvenes organizados y los no organizados. Se piensa que la Mesa de Juventudes y la Gerencia de Juventudes (actual subgerencia) deben hacer un trabajo articulado, conjunto.

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Algunos opinan que la instancia de concertación y los representantes juveniles se deben encontrar en el distrito y no fuera de él.

d. Percepciones sobre el papel del gobierno local en materia juvenil Resulta una dificultad la constante descalificación de la Mesa de Juventudes por el gobierno local, que arguye la «falta de legitimidad» de aquella. Uno de los problemas centrales de la mesa es la poca difusión de sus actividades en la agenda pública local. Los jóvenes manifestaron que no son percibidos como actores de peso por el municipio y que si tuvieran un mayor respaldo público las negociaciones entre ambos serían más fáciles.

e. Participación juvenil en el municipio En general, los jóvenes perciben que su participación en el municipio es mínima. Consideran que este toma las decisiones prescindiendo de las opiniones y el sentir de la juventud: «Si no funcionan las gerencias que existen no es porque los chicos no quieran sino porque no hay trabajo con ellos, los dejan de lado». Otro señala: «Yo creo que si es un distrito democrático todos debemos participar en la toma de decisiones primordiales. Debería haber una asamblea general que comande el proyecto». Asimismo, los jóvenes tienen temor de ser manipulados por el municipio. Al respecto, se han hecho comentarios interesantes. Una joven señaló: Los jóvenes, por las ganas que tenemos de trabajar por el distrito, estamos expuestos a que el alcalde pueda aprovecharse para hacer una campaña política a su favor en las próximas elecciones. Nosotros nos vemos amenazados de ser utilizados por esas propuestas, porque ellos nos usan para que resalten que hicieron obras y nosotros no queremos porque en realidad nosotros trabajamos por el distrito.

Los jóvenes piensan que las decisiones deben ser tomadas por instancias juveniles como los consejos o mesas de concertación. Señalan que «debería haber consensos donde los jóvenes proponen un voto para tomar la decisión sobre algo».

f.

Evaluación del municipio

Pocos jóvenes valoran positivamente la gestión municipal en materia de juventud. Lo que sí se destaca es la voluntad de trabajo de los responsables del área de juventudes. No hay menciones a procesos de concertación, institucionalización o formulación de políticas. Se critica el hecho de que la municipalidad no haya elaborado planes a largo plazo, ni propuestas de políticas juveniles. Esto está relacionado con el activismo que ha caracterizado las labores del municipio, lo que no es visto con buenos ojos pues los jóvenes demandan un trabajo estructurado que tenga como horizonte el bienestar general del joven comeño, más allá de la creación de espacios de recreación o de deporte. MESA DE JUVENTUDES DE COMAS

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Por otro lado, hay quienes critican a la municipalidad por no contar con personas comprometidas con el trabajo con jóvenes, y porque su personal no está capacitado para esas labores. Esto último es visto como un impedimento que obstaculiza la relación entre el municipio y las organizaciones juveniles y el propio trabajo por los jóvenes. Todo ello ha creado un clima de desconfianza hacia la labor municipal, en especial hacia la figura del alcalde, quien es visto como una persona que solo hace promesas y no las cumple.

3. Percepciones de los jóvenes sobre las acciones municipales a. Talleres con estudiantes Frente la pregunta «¿Dónde se encuentran los jóvenes de Comas?», los asistentes a los talleres respondieron: haciendo deporte, estudiando; desempleados, en las calles vagando, en pandillas y cometiendo delitos. Llamó la atención el énfasis que pusieron en el problema del pandillaje y las drogas: El 50% de los jóvenes de Comas está en las calles haciendo pandillaje, delincuencia juvenil, y eso lo podemos apreciar todos, porque cuando salimos a las calles vemos a esos jóvenes que no hacen nada. En Comas los jóvenes quieren hacer deportes, pero lo que falta es el espacio para hacerlo. Hay delincuencia, pandillaje, todo eso. También hay gente que progresa y sale adelante. A todos los veo en las calles con una gran duda pensando qué van a hacer.

Estos testimonios dan cuenta de que los jóvenes del distrito de Comas carecen de oportunidades y de horizontes en sus vidas, pero también hay jóvenes que se encuentran trabajando por un futuro mejor, con más oportunidades y preparándose en academias e institutos. Frente a la pregunta «¿Qué puede hacer el municipio por los jóvenes de Comas?», estos respondieron que debería dar asesorías, así como organizar talleres para que ocupen su tiempo libre, amén de olimpiadas y campañas de salud y convenios. Lo que más preocupa a los jóvenes de Comas es la imposibilidad de encontrar empleo. Frente a esta problemática, sugieren convenios para que aquellos que hayan estudiado puedan conseguir puestos de trabajo en otros distritos. Al respecto, se dijo que la municipalidad podía organizar convenios con empresas para que los jóvenes de Comas puedan trabajar ahí: «Yo pienso que la municipalidad debería hacer convenios con empresas de Miraflores, La Molina, para que los alumnos de Comas que ya han terminado de estudiar puedan ser aceptados ahí». Otra de las demandas juveniles es por un mayor apoyo a las actividades deportivas; sostienen que esta es una buena forma de ocupar el tiempo libre del que disponen porque no pueden trabajar ni estudiar. 86

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El tercer tema que preocupa a los jóvenes es la educación. Al respecto, comentan: «El problema de Comas está en la ignorancia. Vemos que la mayoría salen del colegio con un nivel cultural muy bajo». La mayoría cree que la única manera de mejorar económicamente es mediante el estudio y la preparación; por ello les preocupa no tener los medios para costearse una educación superior. Ante la pregunta «¿Cómo evaluarían el trabajo del municipio con los jóvenes?» surgieron distintas respuestas: hay quienes ven con optimismo la labor del municipio y otros que piensan que la municipalidad no ha hecho nada por mejorar la situación del joven comeño: «Básicamente veo ganas de hacer bien las cosas. Es lo que trata de dar la impresión la municipalidad, aunque no siempre le sale, pero por lo menos veo una intención». Resultan interesantes las opiniones divergentes respecto del quehacer del municipio en materia ambiental: algunos jóvenes rescatan su preocupación por ella, mientras que otros señalan que no se hace nada. De otro lado, existen coincidencias en el tema del mejoramiento del recojo de basura: «Lo único que he notado es que el camión que recoge la basura pasa». No hay claridad respecto de la actuación del municipio, y las pocas actividades que realiza a favor de los jóvenes pasan al olvido porque no son debidamente difundidas. Frente a la pregunta de si se podían imaginar de acá a diez años, algunos muchachos se veían aún en Comas con sus casas propias, mientras que otros se imaginaban con una carrera en el extranjero, trabajando para grandes empresas o de manera independiente. También hubo jóvenes que no se proyectaron. En cuanto al ámbito afectivo, la mayoría se ve con familia; los que no lo hacían era porque se veían luchando por superarse y alcanzar sus metas. El grupo mostró tener grandes aspiraciones y muchas ganas de superarse mediante el estudio y el trabajo.

b. Talleres con beneficiarios de la Municipalidad Distrital de Comas Frente la pregunta «¿Dónde se encuentran los jóvenes de Comas?», los asistentes al taller respondieron: en las esquinas, perdidos en el pandillaje, en actividades culturales y en los deportes. Este grupo mostró una mirada más negativa de la realidad de los jóvenes del distrito. Así lo revelan los siguientes comentarios: Los jóvenes pierden el tiempo en drogas; de frente se van a las drogas. Es la falta de apoyo, creo, porque si tuvieran apoyo no creo que serían tan escasos para salir adelante.

La mayor parte de la juventud es ubicada en el camino de la vagancia y la desocupación. Los jóvenes explican que esto se da en muchos casos debido a la falta de oportunidades dentro y fuera del distrito. Frente a la pregunta sobre qué puede hacer el municipio por Comas, los jóvenes manifestaron lo siguiente:

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Yo pediría que hagan una casa de la juventud para que los pandilleros y los integrantes de las organizaciones juveniles estén en la casa y compartan experiencias y sepan relacionarse.

Otros piden un mayor apoyo a los deportes, ya que se estima que así los jóvenes se alejarían de las malas compañías y de los vicios. También consideran que el municipio debería dar charlas de capacitación a los pandilleros y realizar talleres con los desocupados y de orientación vocacional. Todas estas demandas son impelidas por la incertidumbre frente al futuro. En cuanto a la evaluación del trabajo del municipio con jóvenes comentan que se han organizado módulos de sexualidad y autoestima, se han construido parques para que se practique deporte, y se ha mejorado las áreas verdes y recreacionales. Sostienen que la comunicación fue mejor en la gestión anterior, y que la actual no tiene buenas relaciones con la ciudadanía, en particular con los jóvenes. Respecto de cómo se ven de acá a diez años, los jóvenes se proyectan como profesionales realizados, o empresarios con una familia y un buen nivel económico.

c. Taller con jóvenes desocupados del distrito de Comas Frente a la pregunta «¿Dónde se encuentran los jóvenes de Comas?», los asistentes al taller respondieron: en pandillas, haciendo deporte, estudiando, como desempleados, en los conciertos, en la playa, en las cabinas de internet, en la calle. Al respecto, comentaron: «Hay pandilleros que siempre paran tomando en la esquina». Este problema es considerado como uno de los más graves en el distrito. Señalan que la falta de oportunidades para salir adelante hace que la juventud esté en las calles: «Hay personas de mal vivir porque no hay trabajo». Hay una constante tendencia a explicar la violencia y el pandillaje como consecuencia de la carencia de oportunidades y la falta de atención. El problema de la drogadicción va de la mano con la falta de oportunidades y la escasa educación que aqueja a los pobladores del distrito. En este taller surgió por primera vez el tema de los conciertos. Algunos opinaban que eran lugares de riesgo: «Depende del lugar: si es un concierto ‘chicha’, ahí más que nada hay pandillaje. En un concierto de Alejandro Sanz, en cambio, las cosas son distintas, hay más seguridad». Esto nos hace pensar que la juventud relaciona a su distrito y a las actividades que se realizan en este con el peligro, mientras que asocian el concepto de seguridad con otros distritos. Otro de los temas que preocupa a los jóvenes comeños es el bajo nivel educativo de las escuelas del distrito: «No te brindan una buena educación. Uno quiere salir del colegio e ingresar a una universidad nacional, pero no puedes porque no te enseñaron». Frente a la pregunta de qué puede hacer el municipio al respecto, respondieron que este debería organizar talleres y crear institutos superiores para que los jóvenes ocupen su tiempo. Sugieren la formación de politécnicos: «De carpintería, electricidad, etcétera, para que salgan preparados. Faltan cosas manuales para que ocupen su tiempo».

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Los jóvenes creen que el municipio debe encargarse de promover oportunidades de trabajo y que los talleres serían una herramienta de gran ayuda para los jóvenes en la lucha por conseguir un empleo. En lo que respecta a las discotecas, los jóvenes opinan que debería haber más control en el ingreso y vigilar que no se les vendan bebidas alcohólicas. Consideran que las discotecas ponen en riesgo a los adolescentes, ya que ahí están expuestos a un sinnúmero de peligros. También se señaló que debe haber más talleres y centros de rehabilitación para drogadictos y pandilleros. La mayoría de los jóvenes manifiestan un profundo interés por la problemática de los pandilleros. Están a favor de una política de ayuda y no represiva, para contribuir a que se reinserten en la sociedad. Al ser preguntados sobre cómo evalúan la gestión de la municipalidad, varios jóvenes comentaron que no han escuchado nada del quehacer municipal. Otros sostienen que ha realizado pruebas psicológicas y que alienta a los jóvenes a practicar deportes. En términos generales, la mayoría no está enterada de lo que hace la municipalidad por los jóvenes y sienten que el municipio no se preocupa por ellos. En lo que atañe a cómo se ven de acá a diez años, los jóvenes imaginan una juventud más unida y más sana. Un distrito con más seguridad, talleres dirigidos a los jóvenes, una universidad en el distrito. Esperan que se promuevan convenios para gestionar becas. También anhelan ver una ciudad más limpia y que el municipio se encargue de ayudar a las personas que viven en las laderas de los cerros. Pocos se imaginaban viviendo en pareja. Solo esperan tener una profesión y mejorar económicamente.

4. Lecciones aprendidas a. Liderazgo y claridad en la concepción de lo juvenil La Mesa de Juventudes de Comas fue impulsada desde sus inicios por las ONG que trabajaban en el distrito y por el municipio. La Mesa de Juventudes de Comas es, en primera instancia, un espacio de concertación entre el municipio y la juventud. Este espacio es impulsado en un primer momento por el propio municipio a pesar de las pugnas en relación al abordaje del tema juvenil. Se percibe un problema de perspectiva, pues la mayoría de funcionarios no parece estar relacionada con el trabajo con jóvenes y desconoce la problemática de este sector. Los lineamientos de políticas locales de juventudes del distrito de Comas marcan un hito en cuanto a la concepción del trabajo con jóvenes. Se apuesta por proyectos que involucren el tema juvenil desde distintas áreas temáticas, resaltando el papel del joven como actor de cambio y beneficiario de políticas.

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La mesa ha logrado establecer los lineamientos de manera integrada al plan de desarrollo del distrito, herramienta de gran ayuda para el trabajo futuro de la mesa, que apuesta por una perspectiva de largo plazo y no solo por la simple realización de actividades. Esto se debe sin duda a la concepción de sus miembros, quienes no pierden de vista el objetivo de la mesa: consolidarse como espacio de creación de políticas. Actualmente, sin embargo, no se evidencia que el área de la municipalidad encargada del trabajo con jóvenes tenga una perspectiva integral de las problemáticas juveniles, ni que perciba a los grupos juveniles como actores de desarrollo.

b. Capacidades técnicas para desarrollar proyectos y lineamientos y conducir procesos El hecho de que la mesa no se haya desvinculado de las ONG que la apoyaban en un inicio facilitó su proceso de desarrollo, ya que estas brindaron la ayuda técnica en varias ocasiones, convirtiéndose en asesores claves en la elaboración de los lineamientos. Las ONG han desempeñado básicamente un papel de orientadoras proporcionando la ayuda técnica en la última etapa de elaboración. Los jóvenes consideran que la municipalidad tiene voluntad política de trabajar en conjunto en pro de la juventud, pero, al mismo tiempo, pareciera que esta voluntad se ha visto opacada por la falta de capacidades de los funcionarios del municipio. En palabras de los jóvenes: «Tienen la voluntad política, pero les falta capacidad para asumir».

c. Continuidad en los procesos políticos e institucionalización de la participación juvenil Los lineamientos representan un valioso aporte para el diseño de políticas locales de juventudes. Señalan, además, un norte de trabajo para el desarrollo de estas políticas. Los miembros de la mesa y las organizaciones los perciben como un eje que guía el trabajo en favor del desarrollo juvenil. El aspecto participativo prima en la presentación de los lineamientos. El hecho de que haya sido elaborado por jóvenes propicia que el documento sea reconocido por estos. Ellos consideran que recoge la problemática de la juventud comeña, lo que hace que su futura puesta en marcha sea vista con gran expectativa. Los representantes de las ONG manifiestan que la municipalidad no se ha involucrado desde un inicio con el proyecto de los lineamientos y que no se trata solamente de un problema de capacidades. Uno de ellos sostiene: «Si la municipalidad hubiera sido partícipe cuando fue convocada, creo que hace rato hubiera tenido más conocimiento del documento, digamos interés. Las instituciones públicas en general son poco proclives a trabajar con espacios de concertación». Para las ONG y para la mesa es clave la emisión de una ordenanza que asuma y reconozca el plan de lineamientos. Se han establecido diferentes mecanismos para lograrlo. En 2003 se nombró un interlocutor que, según representantes de las ONG, ha hecho más fluida la comunicación con el municipio. La instauración de la Subgerencia 90

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de Juventudes en 2004 permite contar con un espacio más legítimo para lograr que se asuma el documento como herramienta de orientación para el trabajo con los jóvenes.

d.

Organización y fortalecimiento interno de los grupos

Para elaborar el plan de lineamientos de políticas locales juveniles los grupos de jóvenes han tenido que empoderar a sus miembros, quienes han realizado un trabajo concertado en el proceso. Las escuelas de líderes han fortalecido a los grupos, que se han sabido acomodar a los cambios realizados por la nueva gestión sin perder de vista sus objetivos.

e. Cultura de la negociación Se evidencia una negociación política con las autoridades al momento de presentar el documento a la municipalidad. Un miembro de las organizaciones juvenil comenta: Era cuestión de negociar con el que ahora es subgerente de juventudes, en ese momento era área de juventudes, aunque ese proceso siempre es difícil; o sea, no es una cosa que avanza rápidamente.

5. Factores que hay que tener en cuenta Si bien es cierto que al principio se da una discusión sobre las imágenes de los jóvenes y su papel en el desarrollo local y la formulación de políticas, razón por la cual varias instituciones dejan la mesa, esto no conduce a una separación absoluta. En el caso de Comas, diversas instituciones que alguna vez participaron de la mesa continúan siendo entes de cooperación y coordinación, lo cual favorece el desarrollo de la mesa, que cuenta con ayuda técnica para elaborar sus proyectos. Comas dispone en la actualidad de un documento de lineamientos de políticas locales de juventudes gracias a que los miembros de la mesa tuvieron siempre claro adónde iban, es decir, su horizonte de trabajo: la creación de lineamientos que guíen el trabajo por los jóvenes en el distrito, dejando de lado el activismo. Una de las razones que explican el éxito es que la mesa ha percibido cercanas a las ONG, ya que muchos de los grupos juveniles impulsores de este espacio habían sido auspiciados por aquellas ONG miembros de la mesa. Ello ha hecho posible el trabajo conjunto entre los grupos juveniles y las organizaciones. Se busca realizar un trabajo articulado y concertado, y dejar de lado el activismo en el que se había embarcado la mesa desde sus primeros años. Esto implica una crítica a la labor anterior de la mesa y del municipio. El trabajo de elaboración de los lineamientos siguió un proceso armonioso. Esta labor fue apoyada por diversas ONG que trabajaron como facilitadoras. La voluntad política para apoyar el trabajo con jóvenes hizo que en un primer momento la mesa no se sintiera amenazada por el municipio y que, por el contrario, lo viera como un organismo de apoyo. MESA DE JUVENTUDES DE COMAS

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Sin embargo, se evidencia que luego la injerencia de lo político constituiría uno de los mayores obstáculos en la elaboración de los lineamientos. Con el cambio de gestión, por ejemplo, se desconoce el trabajo realizado en el Plan de Desarrollo del Distrito, puesto que el nuevo alcalde no quería que se atribuyese a la gestión anterior. La mesa, entonces, debió dedicar muchos esfuerzos para poder continuar con los documentos antes aprobados. Este tipo de actitud del municipio y el afán por desconocer los trabajos realizados en gestiones anteriores han dificultado en más de una ocasión la elaboración de un esbozo de políticas locales. Otro punto innovador es la visión de estos lineamientos sobre la juventud. El documento ve a los jóvenes como potencial humano, estableciendo líneas de acción dirigidas a fomentar su desarrollo. Ello configura una nueva perspectiva que deja de lado el paternalismo que reflejan la nueva Ley Orgánica de Municipalidades y la actitud del municipio que ven al joven como un agente en riesgo y no tanto como un actor de desarrollo. Por la división de funciones podemos colegir que la mesa operaba básicamente gracias a las iniciativas juveniles orientadas por las ONG y a sus recursos en coordinación con el municipio. Además de que la elaboración de los lineamientos fue participativa y armoniosa, estos se plantean como un reflejo de la juventud comeña, ya que han sido elaborados por los mismos jóvenes con la ayuda técnica de las ONG en la etapa final. Las ONG, por su parte, difieren de esta postura, y señalan haber tenido una mayor participación que la que le atribuyen los jóvenes. Desde esta perspectiva, no se trata de una mesa de concertación sino más bien de una mesa de juventudes con papeles diferenciados de sus miembros, pues los jóvenes tienen una función protagónica pero también hubo concertación en torno de algunas actividades. Una de las razones que interrumpe el desarrollo de la Mesa de Juventudes de Comas es que actualmente su relación con la municipalidad está marcada por la tensión. La nueva gestión tiene resistencias a trabajar con las ONG que desarrollaron los procesos de concertación en la anterior administración. El nuevo gobierno municipal ha tomado distancia de la mesa, en la medida en que percibe que esta había trabajado cerca de la gestión anterior. Finalmente, la nueva gestión encargada del trabajo con jóvenes no tiene un enfoque integral de la problemática juvenil, ni percibe a los grupos juveniles como actores de desarrollo. Esto dificulta el trabajo con la mesa.

6. Conclusiones • •

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La juventud comeña muestra interés por participar más en la toma de decisiones en el municipio, dado que esta representa un gran porcentaje de la población del distrito. Existen dos tendencias respecto de dónde deben ubicarse los jóvenes en el organigrama del municipio: una señala que debe haber una instancia especializada en el

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• •



tema juvenil mientras que la otra señala que el trabajo con jóvenes se debe realizar desde distintas áreas. Los jóvenes perciben en el municipio una mirada «adultocéntrica». Esto imposibilita que se vea al joven como actor de desarrollo y se le considere como un ciudadano de segunda categoría, sin respetar en muchos casos sus derechos. Este enfoque ha derivado en el activismo. El municipio se ha centrado en la realización de obras que, desde su punto de vista, tiene al joven como principal beneficiario. La elaboración de políticas y estrategias a largo plazo en beneficio de la juventud se ha dejado de lado y se ha priorizado las obras ligadas al uso del tiempo libre de los jóvenes. Los jóvenes temen ser utilizados políticamente por la municipalidad, lo cual ha generado un clima de tensión y desconfianza. Como consecuencia de esto el trabajo de concertación se ha dificultado. Los jóvenes sostienen que su voz no es escuchada ni tomada en cuenta en diversas ocasiones por los funcionarios de la municipalidad. Se critica la escasa comunicación entre la municipalidad y los jóvenes organizados, así como la poca capacidad de esta para propiciar la concertación. Hay un descontento generalizado respecto a las personas que trabajan en la municipalidad. Los jóvenes consideran que la municipalidad no cuenta con personal especializado en trabajar temas vinculados a la juventud. En términos generales, los jóvenes sostienen que la actuación municipal arroja un balance negativo.

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1. Descripción de la experiencia a. Del círculo de estudios a la Mesa de Juventudes A principios de los años noventa del siglo precedente, el Obispado y la Prefectura de Piura hicieron algunos intentos por encontrar soluciones a los problemas de la juventud, en especial el de la violencia. Así, emprendieron diversas actividades, pero con un enfoque sesgado que no recogía la visión de los propios jóvenes, razón por la cual no tuvieron mayor acogida y fracasaron. Cuando, en septiembre de 1987, Diaconía para la Justicia y la Paz, institución que pertenece al Arzobispado de Piura y Tumbes, empezó a trabajar a favor de los derechos humanos, los primeros en acercarse fueron los jóvenes, pues ellos habían sido actores y víctimas de la violencia que sacudió al país en los ochenta y parte de los noventa. Así, a partir de 1992 desarrollaron el Área de Promoción, que impulsó programas para docentes, mujeres y jóvenes. Con tal fin se contrató a Marita Orbegoso, a quien se le encargó la formulación de proyectos para jóvenes. Ella nos dice al respecto: A mí me dijeron que había ‘armar’ algunos proyectos para jóvenes, y que nuestro público inmediato eran los jóvenes de la parroquia. Entonces me acerqué al responsable de la Pastoral Juvenil para conocer cómo era el trabajo y encontramos muchos desencuentros que yo creía que iban a quedar ahí.

La Pastoral Juvenil realizaba entre los jóvenes una labor básicamente de catequesis y evangelización. Para evitar conflictos, el obispo decidió que el Área de Promoción de Diaconía trabajase con los jóvenes de los barrios, mientras que la Pastoral Juvenil se dedicaría sobre todo a los jóvenes de las parroquias. 94

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Por entonces Diaconía desarrollaba su labor con alrededor de 150 jóvenes de diversas zonas urbanas y rurales de Piura, Sullana y Tumbes, pero a partir de 1996 dio un giro hacia el trabajo con jóvenes urbanos. Al principio las actividades centrales fueron el curso de Formación de Líderes Cristianos y la asesoría para la constitución de grupos juveniles. Las organizaciones juveniles realizaron así muchas actividades exitosas pero con un impacto público débil. Luego se invitó a un grupo de jóvenes egresados de los cursos de formación a conversar sobre diferentes temas de la realidad social, como resultado de lo cual se conformó un círculo de estudios que se fue consolidando poco a poco. Marita Orbegoso lo relata así: Formamos los grupos de estudios y allí les fuimos poniendo nombres. Comenzamos a hacer planes de estudios, porque necesitaban prepararse más. En ese momento los temas eran muy locales y se referían mucho a la relación con los amigos, la familia y hasta la comunidad. Pero el aspecto más político, ese tipo de trabajo en redes en los que ellos tenían experiencia previa, no había cuajado, y quedaban las ganas de continuarlas.

En 1997 este grupo adoptó el nombre de «Clave Juvenil», y estaba compuesto básicamente por universitarios, alumnos del Pedagógico y algunos jóvenes de organizaciones de base. Diaconía auspició y apoyó a este grupo por un tiempo, en el que se realizaron charlas y se organizaron eventos. Algunos años después, sin embargo, el grupo cobró autonomía y desempeñó un papel protagónico en la constitución de la Mesa de Juventudes. «Clave Juvenil» está aún activo y se dedica a la formación de nuevas generaciones de líderes. Para impulsar la formación de redes de jóvenes, Diaconía dividió la ciudad de Piura y Castilla en cuatro cuadrantes: oeste, noreste, Castilla y noroeste. La idea era articular a los diferentes grupos de jóvenes alrededor de actividades centrales. Las más importantes se desarrollaban en el mes de septiembre, cuando se realizaban campeonatos deportivos, paneles, foros y serenatas juveniles. En 1995 se creó la Red de Organizaciones Juveniles de Piura y Castilla, que aglutinaba a otras redes de Piura y que dio pie a un intento por constituir una red regional. La escasa autonomía de los grupos juveniles, empero, impidió la sostenibilidad de este proceso, razón por la cual el intento fracasó. Diaconía percibía entonces que la conformación de redes juveniles no era la ruta adecuada para alcanzar el impacto público que buscaba. Marita Orbegoso lo recuerda así: Si bien habían surgido organizaciones, redes de jóvenes, eso como que se había convertido en una alternativa que era muy buena durante un tiempo, pero después nuevamente se deshacía. Cuando yo llegué ya se habían dado tres procesos de redes.

El fracaso de este esfuerzo llevó a Diaconía a crear en 1997 una instancia de coordinación entre las instituciones juveniles y aquellas de los sectores público y privado. MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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Cuando Diaconía se propuso involucrar a toda el área metropolitana de Piura, cayó en la cuenta de que no podían, por sí solos, resolver el problema de los jóvenes. Dice al respecto Orbegoso: «Necesitábamos tener el título del Estado, necesitábamos tener relación con las empresas, con los medios de comunicación». Al parecer, la apuesta de Diaconía por formar redes no despegaba por la imposibilidad de articularlas. Además, su impacto público era todavía muy débil. Edward Gómez, último coordinador de la mesa, expresa así esa limitación: Después de haber trabajado en redes ya comienza a surgir la idea de por qué no unir a estas redes a instituciones que puedan apoyarlas. Ya de alguna manera teníamos el apoyo de algunas instituciones, pues perciben que pueden rendir más frutos las alianzas con las instituciones para potenciar la incidencia en el espacio público. Por ello en 1996 convocaron a una serie de instituciones públicas y privadas y conformaron la Mesa de Juventudes Urbana.

La constitución de la mesa fue un proceso interesante: se realizaron reuniones con los representantes de las instituciones que trabajaban con jóvenes o interesadas en la solución de los problemas de estos, quienes fueron convocados a título individual. Esas reuniones recibieron el nombre de Talleres de Problemática Juvenil Urbana. En mayo de 1997 se realizaron dos talleres distintos para hacer un diagnóstico de los problemas de la juventud urbana: uno con agrupaciones juveniles y el otro entre instituciones. A este último asistieron 36 representantes que concluyeron que las principales demandas juveniles eran el trabajo y la seguridad ciudadana. En el taller de los jóvenes, sin embargo, la demanda más importante fue la participación. Por último, se realizó una reunión entre los delegados de las organizaciones juveniles y los de las instituciones. En ella se presentaron las conclusiones de las sesiones previas y se contrastaron sus diferentes percepciones respecto de la juventud. Una participante que vivió esta experiencia nos dice: Mientras las instituciones pensaban que la solución estaba por el lado de la recreación, los jóvenes manifestaban que el desarrollo iba más por las capacidades, por cómo podían obtener más espacios de capacitación, y cómo se podrían involucrar más en sus comunidades.

Como la visión de los jóvenes sorprendió a las instituciones, se discutió la necesidad de crear un espacio de coordinación, idea que Diaconía venía madurando desde antes de la reunión.

b. Haciendo que la mesa funcione La mesa fue definida como un espacio multisectorial en el que habrían de participar agrupaciones juveniles, ONG, instituciones privadas y organismos del Estado. En ningún momento se pensó como un espacio de fortalecimiento de las organizaciones juveniles, aunque algunas de las actividades se dirigían al desarrollo de sus capacidades. Se 96

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apostó entonces por crear una instancia intersectorial para concertar y articular acciones a favor de los jóvenes. En las primeras reuniones se definieron los enfoques y los conceptos. Se trabajó temas de autoestima y desarrollo urbano, y se subrayó el carácter plural de la vivencia juvenil. Como resultado de estas primeras sesiones se le dio a la iniciativa el nombre de Mesa de Juventudes. Al principio la mesa se reunía una vez por semana, pero este ritmo resultó muy intenso para las instituciones. Luego, en 1999, fueron creadas las comisiones de trabajo, y se estableció que se realizarían dos asambleas anuales. Cada una de las cuatro comisiones (Participación, Economía, Educación y Salud) elaboró un plan de trabajo que se inició en el 2000. La Mesa de Juventudes comenzó sus labores en 1997 con la participación activa de algunas organizaciones juveniles entre las que destacaba «Clave Juvenil», a las que se sumaron la Segunda Fiscalía de Familia, el Juzgado de Familia, la Universidad Nacional de Piura, el Instituto Pedagógico-Piura, las Direcciones Regionales de Educación y Salud, el diario El Tiempo, Radio Cutivalú y Radio RRC, entre otras. Las primeras actividades de la Mesa de Juventudes estuvieron orientadas a fortalecer la formación interna alrededor de varios ejes; entre ellos, identidad, violencia juvenil y servicio militar obligatorio. Sin embargo, también se tuvo que lidiar con algunas debilidades de las instituciones. Dice una participante de la experiencia: Muchas de las instituciones no contaban con las herramientas metodológicas necesarias para hacer este trabajo con jóvenes. Nos encontrábamos con instituciones que convocaban a talleres y sus talleres eran charlas. Entonces eso también fue importante para la institución.

En un proceso gradual, algunas instituciones cambiaron sus enfoques paternalistas para adoptar uno más relacionado con el desarrollo. Al principio eran proclives a percibir a la juventud como una fuente de riesgos, motivo por la cual proponían actividades como la realización de campeonatos deportivos y de recreación en general. Pero después se vieron obligadas a adoptar una perspectiva distinta, pues se tropezaron con jóvenes que no solo demandaban sino que también proponían. El trabajo con las instituciones significó una gran inversión de tiempo porque sus representantes eran cambiados constantemente. Mercedes Alarcón, entonces representantes de Diaconía a la mesa, lo relata de esta manera: Un problema era también que no contábamos con la misma persona de las instituciones en la mesa; cambiaban: iba uno, iba otro; siempre había que estar nuevamente contándole el rollo de la importancia de la mesa y de que se sienten a concertar con jóvenes.

Después las actividades se orientaron a los jóvenes de barrio, no necesariamente organizados. La modalidad consistía en «invitar a un taller de sexualidad en el centro de salud María Gorriti, y venían todos los chicos que querían». Entre 1998 y 1999 se realizaron talleres de autoestima y actividades recreativas con jóvenes de Castilla y del sector MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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oeste (zona de San Martín), donde había problemas de pandillaje. En el año 2000 se llevó a cabo una campaña de conservación del medio ambiente llamada «Despapélate». Además, se organizaron talleres sobre procesos electorales, autoestima y sexualidad. La modalidad de trabajo de la mesa se basaba en una división inicial de las labores: mientras las instituciones aportaban los recursos y la asesoría técnica, los jóvenes se ocupaban de realizar las actividades. Así: Cada institución traía lo suyo; una se encargaba del refrigerio, otra de los materiales impresos, los plumones o papelotes. Cada cual iba compartiendo lo que tenía con la institución, y las organizaciones juveniles asumieron la ejecución de las actividades que se realizaron.

Aunque esta modalidad de trabajo resultó útil y permitió dinamizar la mesa, luego fue cuestionada por algunos jóvenes. Es necesario subrayar que no existía una partida fija para las actividades de la mesa: los fondos se gestionaban según los planes de acción diseñados, y los jóvenes asumían muchas veces las tareas de gestión del financiamiento. Los grupos juveniles venían realizando desde 1994 actividades a favor de otros jóvenes, especialmente durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Esta costumbre fue retomada por la mesa que concentraba sus actividades en esos meses, con una participación muy activa de sus miembros. Dice al respecto Edward Gómez: Se había encontrado el motor con el que podemos mover algo conjuntamente. Un tema que pasaba por todos era el mes de la juventud; entonces eran los meses en los que la gente no renegaba por tener reuniones continuas.

Para estas actividades se contaba con los recursos que proveían las organizaciones, pero también se pedía a las empresas que colaboren donando los premios o refrigerios y materiales. Pero en la práctica Diaconía aportaba el 60% o 70% de los recursos que se invertían en la Mesa de Juventudes. En sus primeros años la coordinación de la mesa recayó en las instituciones; luego, a partir de 2000, fue la organización «Clave Juvenil» la que asumió esta tarea. Sin embargo, Diaconía era la que realizaba las convocatorias y sostenía logísticamente las reuniones. En lo que se refiere a la participación de las instituciones en la mesa, el mejor momento fue tal vez el segundo semestre de 1999, cuando formaban parte de ella veinte instituciones; entre las más importantes, la Defensoría del Pueblo, la Municipalidad Provincial de Piura, la Prefectura de Piura, la Dirección Regional de Salud, la Dirección Regional de Educación, la Dirección Regional de Trabajo, ProJoven, la Cámara de Comercio, el Centro Ñari Walac, el CIPCA (Centro de Investigación y Promoción del Campesinado), el Instituto del Ciudadano-Piura, el Movimiento Solidaridad Nacional, el Centro Juvenil Bosconia, la Universidad Nacional de Piura, el Instituto Superior Pedagógico de Piura, el colegio La Libertad, la Escuela Superior de Música, la asociación Amigos de la Biblioteca, Radio Cutivalú y Diaconía. En el año 2001 se integrarían las instituciones del Estado como Cooperación Popular (dependiente del antiguo Promudeh) y el entonces Comité Transitorio de Administración Regional (CTAR). En el año 2002 la mesa llegó a aglutinar a 23 organizaciones juveniles y 16 instituciones de la región. 98

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c. Incidencia en lo público Desde su instalación, la mesa se convirtió rápidamente en un referente público; diversas personalidades e instituciones acudían a ella en busca de información y asesoría en materia juvenil. Marita Orbegoso relata: Como en 1998 recrudecieron las pandillas, el obispo nos invitó a una reunión en la Prefectura y allí fue donde tuvimos más presencia, porque ellos pretendían tener una esquema más vertical y definitivo, y nosotros planteamos otro tipo de esquema. El obispo nos pidió hacer un proyecto con las pandillas.

En una de las asambleas anuales de la Mesa de Juventudes se decidió impulsar, en coordinación con la Municipalidad de Piura, el Mes de la Juventud, relacionándolo con el tema de la democracia. A partir de entonces esta fecha se ha institucionalizado y hoy constituye una de las actividades centrales de la mesa. En el 2001 se desarrolló el tema de la ecología usando el lema «Píntalo de verde». También se realizaron seminarios-talleres, pasacalles, marchas, mesas informativas, la serenata juvenil, el concurso de murales, entre otras. En el 2001 las actividades de la mesa estuvieron vinculadas sobre todo a los procesos políticos. A partir de la Mesa de Juventudes se desarrolló una campaña de educación electoral y un conversatorio con candidatos al Congreso por Piura, que fue transmitido por Canal N en febrero. Además, diversas organizaciones participaron en la discusión sobre la ley del CONAJU. En general, la mesa fue un referente para los movimientos y procesos sociales: se la invitó a participar del Colectivo Nacional Tambo Grande, en las consultas sobre descentralización y en la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Su actividad de mayor incidencia política fue tal vez cuando, en 2001, los regidores decidieron incrementar sus dietas, a pesar de la oposición de la ciudadanía. Ante ello, el 22 de febrero las agrupaciones juveniles se presentaron en la sesión del concejo con un memorial, un video y carteles en los que mostraban su rechazo a tal medida. Los medios de comunicación y la población se sumaron a la demanda juvenil y el tema tomó posición en la agenda pública, al punto que evitó que el aumento prosperase. De otro lado, una de las experiencias poco satisfactorias de la mesa fue el encuentro en el que se debía elegir a su representante ante el CONAJU: aunque los grupos juveniles tuvieron un protagonismo interesante en el período de consultas y «Clave Juvenil» fue invitada a la audiencia en el Congreso en Lima y se la incluyó como parte del comité organizador, en el citado encuentro se produjo un desacuerdo entre los encargados de organizarlo y la mesa. Respecto de la relación entre la mesa y los medios, esta fue fluida, pues tres de sus miembros eran precisamente medios de comunicación. Incluso, en su sección de los miércoles titulada «Llámalo como quieras», dedicada a la juventud, el diario El Tiempo informaba sobre las actividades de la mesa y publicaba colaboraciones de algunos de sus miembros. Cuenta al respecto Edward Gómez:

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Ahí seguimos escribiendo nosotros como «Clave Juvenil». Sale los sábados y estamos un poco retomando esta tarea. Nos dan una columna. Tenemos un grupo de cuatro personas que sacamos un artículo mensual cada uno. Escribimos un artículo por semana.

Además, se buscaron espacios en las emisoras para que los jóvenes y sus acciones tuvieran visibilidad pública y pudiesen revertir los estereotipos de la ciudadanía respecto de la juventud. En palabras de Mercedes Alarcón: «A través de Radio Cutivalú, que tenía un programa que se llamaba ‘Esquina 700’ dirigido a jóvenes, yo acompañaba los lunes e invitamos a jóvenes para que nos cuenten sus experiencias».

d. Articulaciones y conflictos en la mesa Uno de los mayores logros de la mesa fue la articulación de esfuerzos y recursos entre sus miembros. Así, por ejemplo, el Ministerio de Salud, a través del Programa de Salud Escolar y Adolescente , realizó una serie de actividades con apoyo y participación de las organizaciones juveniles. La misma Mercedes Alarcón nos dice: Los centros de salud y los grupos que estaban cercanos a ellos son los que convocaban a las capacitaciones, en las que participaban los jóvenes de las organizaciones y el Ministerio de Salud; además, este hacía su trabajo con la garantía de que, como iba dirigido a jóvenes, de alguna manera iba a lograr un efecto multiplicador.

Lo mismo ocurrió con el programa ProJoven del Ministerio de Trabajo, que amplió su convocatoria y localizó mejor su intervención gracias al apoyo de los jóvenes. La mesa facilitaba además la interlocución entre estos y las instituciones; así, por ejemplo, les brindó acceso a recursos de los que ellas no disponían para su trabajo con jóvenes. Maruja Joo, representante del municipio ante la mesa, nos lo explica del siguiente modo: Yo venía apoyando a los jóvenes a través de la mesa y bueno, cualquier cosa, cualquier necesidad que tuvieran ellos de la municipalidad venían donde mí. Entonces yo gestionaba por ahí y se les autorizaba y se les apoyaba en lo poco que se podía, porque no había una oficina, ni ninguna dependencia desde la cual se les pudiera apoyar más seriamente.

Este acceso directo a las instituciones a través de la mesa permitió que las actividades de los grupos juveniles tuvieran el apoyo logístico y una capacidad de gestión inusual para los jóvenes. Otras instituciones suelen tocar puertas por mucho tiempo sin resultados positivos. Otro triunfo de la mesa fue la institucionalización de algunas propuestas que surgían de la iniciativa de sus miembros. Así, se logró que el municipio reconociera el Mes de la Juventud, y que el Ministerio de Salud incluyera en su presupuesto y su plan anual rubros que tenían que ver con la mesa. Dice al respecto Marita Orbegoso:

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En la Municipalidad de Piura logramos establecer una especie de ley de cuotas. Como se iban a realizar varias actividades de construcción en la ciudad, conseguimos algo así como que de cada obra que se construya el 30% debe ser con mano de obra joven.

Con el sector Educación no se pudieron articular muchas actividades ni incidir en sus políticas, debido a la renuencia de la Dirección Regional. Por otro lado, las relaciones entre los miembros de la mesa fueron muy armoniosas, aunque al principio debieron enfrentar el trato vertical al que estaban acostumbrados las autoridades y funcionarios. En palabras de Marita Orbegoso: «Hay gente que piensa que es una falta de respeto, que no lo ve como una estrategia de acercamiento para mejorar las relaciones. Yo creo que puede ser eso y también la falta de entrenamiento». De hecho, algunas instituciones pidieron reuniones solo entre ellas, y los jóvenes se sentían más a gusto cuando trabajaban entre sus pares. Sin embargo, esto no representó un obstáculo para el funcionamiento de la mesa. En 1997 los jóvenes de todo el país fueron protagonistas de las protestas contra la destitución de algunos miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales. Había entonces un clima enrarecido y una severa oposición a la reelección presidencial, lo que generó una gran polarización social. Sin embargo, ello no provocó conflictos internos en la Mesa de Juventudes. Marita Orbegoso relata: Nosotros tuvimos bastante cuidado cuando convocamos a la gente. No solo gente que trabajaba en el municipio sino que eran muy amigos y a veces hasta se filtraban cosas que eran críticas del Estado en las reuniones y nunca los sentimos como enemigos.

No fue sino hasta 2001 cuando algunos de los grupos juveniles de la mesa se reunieron por separado para fortalecer una oposición a la forma como se la estaba conduciendo. Se trataba de un grupo de jóvenes no organizados que luego constituirían la agrupación JODE (Jóvenes Organizados Defendiendo la Ecología). Entre otras cosas, se cuestionaba el protagonismo de las instituciones y el que por lo general los jóvenes apoyasen las actividades de estas, mientras que las instituciones no siempre apoyaban las actividades de los jóvenes. Edward Gómez explica: «Lo que pasa es que a veces viene una determinada institución, pone el punto que le interesa; entonces las organizaciones bailan al ritmo de las instituciones». Mercedes Alarcón reconoce que muchas veces Diaconía tenían un liderazgo técnico y propositivo y que esa claridad en la conducción de la mesa sirvió para encaminar las acciones. Según ella, llevaban las propuestas elaboradas y las sometían a la opinión de los miembros por una razón práctica: «Si nosotros llevábamos algo, siempre era en calidad de propuesta, porque empezar a trabajar sobre nada era pérdida de tiempo. Se llevaba algo escrito y se planteaba y se empezaba a trabajar». Por otro lado, Maruja Joo señala que las señales de malestar aparecieron en los meses anteriores, cuando se convocó a reuniones sin la debida participación de los jóvenes, de manera que en estas solo estuvieron presentes las instituciones. Ella lo expresa de esta manera: MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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Con decirte que estaban las instituciones y los jóvenes no estaban; o sea, nadie se había encargado de motivar a los jóvenes y llamarlos. La mesa es de ellos, no de los políticos ni de las instituciones que ya se estaban peleando por estar dentro de ella. Es un botín querido; el trabajo con los jóvenes es un botín para los políticos.

En el fondo, lo que generó malestar entre los jóvenes fue la falta de financiamiento de las actividades que se realizaban por iniciativa de ellos. Al principio los jóvenes apoyaron cuanto evento se propuso en la mesa, pero con el tiempo vieron cómo muchos de sus planteamientos eran dejados de lado. Edward Gómez lo recuerda así: Comienza a desgastarse un poco la misma mesa. Llega un momento en el que no tener recursos comenzó a generar eso de si estamos haciendo la tarea de una institución puntual como tal o es que era la razón de ser de la mesa. Entonces esa es una especie de conflicto.

También se criticó que las instituciones hicieran prevalecer siempre sus posturas. Mercedes Alarcón aportó este otro ángulo: No había presupuestos específicos para lo que se estaba planteando. Entonces si la Mesa de Juventudes requería una actividad, tenía que asumir lo de un taller, dado que ya lo tenían programado para la capacitación de líderes juveniles y parece que realmente tuvieran un programa pensado para jóvenes.

Por lo tanto, las instituciones sacaban sus presupuestos y apoyos de otros rubros, pero, además, les fue muy difícil incluir en su planificación las actividades de la mesa. Para Marita Orbegoso, el conflicto expresaba un desbalance de poder, en la medida en que estos jóvenes percibían que muchos de los grupos ya tenían una sólida formación y vínculos muy fuertes con las instituciones presentes, pues se reunían con ellas para capacitaciones y discusiones, mientras que los grupos no organizados no tenían formación y se sentían discriminados. En todo caso, la incorporación de estos grupos significó un desequilibrio en las relaciones de poder en la mesa. Por otro lado, el hecho de que estos jóvenes realizasen reuniones sin informar de ello a la mesa dio pie a un conflicto con la representante de Diaconía. Según Marita Orbegoso: «El problema es cuando eso se hace de espaldas; esas cosas se hablan en asambleas. Además, en las últimas reuniones estaban solo los jóvenes, no las instituciones, para decir que por las instituciones no hablaban». Pero también es cierto que, al no disponer de recursos para realizar sus actividades, los jóvenes terminaban apoyando aquellas para las que las instituciones sí los tenían, y que eran las que figuraban en sus planes institucionales. El presupuesto definía la agenda que la mesa llevaba a la práctica. Lo cierto es que a raíz de eso Diaconía decidió que los jóvenes propusieran una salida al conflicto: «Y la solución que plantearon fue que Diaconía dejase la dirección, y la dejamos, y fueron ellos los que asumieron la coordinación de la mesa», dice Mercedes Alarcón. Finalmente, el conflicto no prosperó y estos jóvenes no organizados se constituyeron en un grupo más de la Mesa de Juventudes, como resultado de un manejo directo del conflicto por Diaconía.

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e. Debilitamiento de la mesa A partir de 2002 las reuniones de la Mesa de Juventudes se hicieron más espaciadas, en parte porque los cambios en las instituciones públicas impedían la continuidad de los representantes, en parte porque el proyecto Diaconía había terminado y sus coordinadoras dejaron de impulsarla. Por otro lado, la dinámica juvenil se alimentaba del clima de movilización contra la dictadura y de la lucha por la vuelta a la democracia, y cuando estos procesos se debilitaron también se apagaron algunas de las motivaciones. Como ya se ha anotado, la mesa fue impulsada desde sus inicios por Diaconía, que realizaba la convocatoria y las coordinaciones, enviaba las cartas y tenía una fuerte presencia en su funcionamiento. Mercedes Alarcón afirma: En algún momento sentimos que nos pesaba; era una responsabilidad bastante grande. Las otras instituciones veían que lo natural era que Diaconía como institución promotora realice la convocatoria; era quien pensaba las agendas y tenía que hacer ese tipo de cosas.

Desde el año 2001 la coordinación descansó en las organizaciones juveniles: primero en «Clave Juvenil» y en 2002 en el responsable del Centro Loyola (cuyo representante pertenecía a «Clave Juvenil»), lo cual en cierto modo afectó la dinámica de la mesa. Según Inés López, actual presidenta de «Clave Juvenil»: «Tuvo algo que ver, porque las instituciones confiaban o sentían seguridad para trabajar con los jóvenes, por su presencia, y de alguna manera Diaconía se volvía el respaldo de las organizaciones». Es curioso que en 2003 los mismos jóvenes no hayan retomado las reuniones ni convocado a las sesiones para la elaboración del plan. Al parecer, hubo un desgaste propio de las organizaciones, además de que muchos de sus líderes ingresaron a trabajar en instituciones públicas y privadas o se dedicaron a sus estudios. Otro factor que explicaría la inercia de la mesa fue el malestar de algunos jóvenes por no poder conseguir financiamiento para las actividades de las agrupaciones juveniles, y porque la agenda de la mesa estaba manejada por las instituciones. Edward Gómez lo expresa así: Las instituciones te ponían la agenda, y yo creo que eso no tiene que pasar. Los jóvenes tienen que elaborar la agenda, y desde ahí ver qué decisiones pueden ayudar a eso. Lo que tendría que haber es una coordinación, tendría que haber un espacio entre iguales. Las instituciones no tendrían que poner las agendas de trabajo a estos espacios, porque si no comienzan a ser mesas de tal institución o de tal otra, pero no la mesa de los jóvenes, que es lo que se quiere.

Un factor que influyó para atenuar la participación de las instituciones en la mesa tiene que ver con la promulgación de la ley del CONAJU. Dice al respecto Maruja Joo: «Fue precisamente a raíz de que se creó el CONAJU; ahí fue la decisión, porque antes del CONAJU la mesa estaba funcionando con algunas cositas que había que puntualizar». Al parecer, la creación de esta nueva institución generó expectativas en que ella se encarMESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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garía de liderar los procesos de concertación y la articulación entre los diferentes programas del Estado; por tanto, las instituciones la vieron como un proceso por el cual los jóvenes tendrían participación directa en el Estado. El hecho es que en junio de 2003 la Mesa de Juventudes entró en receso. En virtud de que no existía una coordinadora de juventudes, los jóvenes no tenían una dinámica propia más allá de la mesa y, por lo tanto, hoy no coordinan con otros grupos juveniles. Si bien Diaconía pretende retomar las reuniones de la Mesa de Juventudes, su actual proyecto apunta más bien a desarrollar la participación de los colectivos de jóvenes en los procesos de concertación local previstos en la ley, como la participación en los presupuestos participativos o en los comités de desarrollo.

f.

Mesas, redes y municipios en Piura

La intervención de la Municipalidad Provincial de Piura en el tema de la juventud fue baja. Durante la gestión municipal del Apra (1994-1998) existía un espacio, al lado del teatro municipal, donde un responsable aglutinaba a un grupo de jóvenes vinculados a ese partido político. Maruja Joo lo relata así: «En realidad había un dirigente que trabajaba en la municipalidad. Él y todos los chicos que conformaban ese grupo eran partidarios de la calle. Entonces era un ‘grupete’ con consignas y todo». Realizaban pocas actividades públicas; buscaban, sobre todo, aglutinar una red de organizaciones, y sus principales acciones giraban alrededor de reuniones plenarias. Edward Gómez, quien participó de algunas sesiones, explica: «Tenían una especie de plenarios de jóvenes y unos círculos de discusión. Por septiembre también hacían sus parlamentos juveniles. Tenían ya su gente partidaria». Por su parte, Maruja Joo refiere al respecto: Con el apoyo de la cooperación holandesa se construyó un local que estaría destinado a ser la Casa de la Juventud, donde los jóvenes tendrían espacios para talleres y reuniones y podrían realizar actividades culturales. Sin embargo, nunca fue utilizado para eso. Después organizaron unos departamentos infantiles, pero eso no era nada específico para jóvenes, como tampoco hubo nada específico para niños.

Durante el período 1999-2002, cuando una lista independiente ganó las elecciones para la Municipalidad Provincial de Piura, la principal dificultad fue la falta de voluntad política. En primer lugar, los que encabezaban la lista no comprendían la importancia del trabajo con los nuevos actores. La regidora de esa agrupación Maruja Joo lo resume así: El alcalde de Piura es una bellísima persona, pero la gente que convocó y que fuimos en su lista realmente cambió poco; como que se habían quedado en el pasado. Ahora tú estás enterado de que Piura es uno de los departamentos donde más desequilibrio de género hay; es increíble. Entonces el tema no pasaba por la cabeza. 104

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Otra dificultad consistió en que la experiencia anterior fue sumamente partidarizada y los funcionarios no sabían cómo incorporar el tema de la juventud en el trabajo municipal. Según la propia Maruja Joo: En la experiencia anterior a los jóvenes no se les había argumentado el trabajo con los jóvenes por ser jóvenes sino por ser partidarios. Entonces esas dos razones fueron creo las que no dejaron que se creara y se organizara desde la municipalidad.

g. Jordepaz, la Mesa Técnica de Juventudes y la Municipalidad de Morropón En Morropón la experiencia se inició por iniciativa de un grupo de jóvenes de la Parroquia de Shaman, quienes realizaron una acción social a favor de los ancianos de Santa Rosa. Como esta actitud incomodó al alcalde, los jóvenes decidieron, en enero de 2002, formar la asociación Jóvenes Organizados por el Desarrollo y la Paz (Jordepaz). Al principio solo cinco jóvenes decidieron dejar la parroquia, pero conforme pasó el tiempo se constituyó un grupo de 45 personas. Lo que pretendían era llevar a cabo sus iniciativas de manera independiente, según lo revela el siguiente testimonio de uno de los jóvenes que participó de esta experiencia: Una de las dificultades en la parroquia para poder conseguir nuestras cosas era que nosotros no éramos autónomos; igual pasaba en la JAP [Juventud Aprista Peruana]: nosotros éramos un grupo de jóvenes pero siempre teníamos que estar informando en la parroquia al párroco y en el partido; entonces prácticamente no nos dejaban trabajar. Este era un impedimento para trabajar de la mejor manera. Necesitamos ser una institución autónoma.

En las zonas rurales las instituciones son por lo general más rígidas y verticales con los jóvenes, lo que impide que estos desarrollen su liderazgo. Jordepaz se organizó sobre la base de las siguientes comisiones: Educación, Cultura y Deportes; Producción y Servicios; Derechos Humanos; Imagen Institucional; Salud, y Medio Ambiente. Cada una de estas comisiones recibió el encargo de elaborar un plan de trabajo. Lo primero que hicieron después de fundar Jordepaz fue tocar las puertas del alcalde Julio Grandón, pero, como en tantas otras experiencias, no encontraron acogida. Miguel Montenegro, responsable de la Mesa de la Juventud, cuenta: Nuestras ideas o propuestas casi nunca fueron escuchadas. Siempre veníamos acá a proponer nuestros proyectos, nuestras ideas, y nos decían que no había presupuesto, que no podían ayudarnos, que sería otro día. Total, casi nunca nos apoyaron.

El cambio de autoridades en 2003 significó para este grupo de jóvenes la posibilidad de establecer una relación distinta con el nuevo alcalde, señor Carlos Ramos. El propio Montenegro refiere al respecto: MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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Ahora con esta comuna nueva que ha ingresado el año pasado el apoyo es total. Tenemos todas nuestras actividades que hemos realizado en el 2003. Se invirtieron por lo menos unos 5.000 soles de los cuales 3.000 soles fueron de la municipalidad. Nos apoyaron con combustible, refrigerio; todo eso para diferentes talleres.

Sin embargo, él mismo relata que muchas de las decisiones que se toman para apoyar las actividades de los jóvenes necesitan la aprobación del concejo. Y ocurre que algunos regidores, especialmente la responsable de la Comisión de Juventud, se niega a apoyarlos. La oposición, en cambio, sí los respalda. Actualmente esta organización juvenil cuenta con 14 filiales en los caseríos de Morropón, donde se ha capacitado a los jóvenes en temas relacionados con la organización, el liderazgo, la autoestima y los valores. Cada agrupación eligió su junta directiva. Apuestan por realizar un trabajo que vaya más allá del centro urbano y llegue hasta los caseríos. Al respecto, Miguel Montenegro dice: Nosotros hacemos más que todo trabajo descentralizado. Si bien es cierto hemos centralizado muchos talleres, no todos han sido acá en Morropón. Ha habido en diferentes caseríos de donde vienen las organizaciones que integran la Mesa Técnica de Juventud.

A partir de julio de 2003 se decidió formar la Mesa de Diálogo Permanente de la Juventud, que aglutinaba a los jóvenes de parroquias, partidos políticos y organizaciones. Esta iniciativa llegó a oídos de la Mesa Técnica de Juventud1, que los ayudó en la convocatoria y logró una participación de quinientos jóvenes. En este evento se nombró a la junta directiva de la Mesa Técnica, conformada por 45 jóvenes. La Mesa Técnica de Juventud de Morropón ha ampliado y desarrollado el trabajo iniciado por Jordepaz. Sus principales esfuerzos se concentraron en fortalecer las organizaciones juveniles y formar los comités en los caseríos, para lo cual organizaron charlas y actividades de capacitación con el apoyo de instituciones como ALAJA. Asimismo, han formado una academia de fútbol y donado calaminas y, con el apoyo de Emaús, entregado ropa a personas de escasos recursos. También han regalado ochenta paquetes de útiles escolares a los niños y capacitado a profesores con apoyo de la institución Ñadahuayacuy. En esa misma línea, han realizado talleres de capacitación a 25 parejas de jóvenes (madres y padres de familia) sobre planificación familiar, nutrición, derechos reproductivos, enfermedades de transmisión sexual y sida. A pesar de que el apoyo proviene de una iniciativa de un congresista, la relación con las otras instituciones públicas como ProJoven, la Mesa de Lucha contra la Pobreza, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación es prácticamente nula. Incluso la relación con el CONAJU es incipiente.

1

Esta mesa técnica es auspiciada por el congresista J. Peralta y está apoyando la conformación de mesas en Paita, Colán, Salinas y Piura.

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La Mesa Técnica se concentra en la elaboración de proyectos productivos que generen trabajo para los jóvenes y que los ayuden a involucrarse más con la problemática social de la comunidad. La mesa trabaja con planes anuales, pero todavía no ha elaborado una política local de juventudes. A partir de 2005 está prevista la realización de un plan estratégico de dos años.

h. La Pastoral Juvenil de Chulucanas y el municipio provincial En 1999, el CIPCA y la Municipalidad de Piura firmaron un convenio para ejecutar un programa de formación de líderes para el desarrollo local. En este programa participaron 25 jóvenes de Chulucanas. Pero el trabajo se quedó en la etapa del empoderamiento y no pudo avanzar más. Al respecto, Elio Chiroque, actual director de la subregión de Chulucanas, afirma: Al final nos dimos cuenta de que tiene que ser un proyecto un poquito más integral; o sea, faltó que los jóvenes fueran capacitados en un período bastante consistente como para formar a jóvenes líderes, jóvenes con ideas muy a futuro, con buenas ideas.

Aunque el proyecto logró algunos avances, luego los jóvenes no tuvieron recursos para llevar a la práctica las propuestas que surgieron. A diferencia de lo que ocurre en las grandes urbes, los recursos que la gestión puede movilizar aquí son muy escasos. La capacitación impartida no derivó de manera directa en un proceso de participación juvenil, pero algunos jóvenes continuaron con la inquietud de realizar acciones por la comunidad, más allá de lo que acostumbraba a hacer la Pastoral Juvenil: Empezamos a interesarnos por cosas que no sean de la Pastoral Juvenil y no solo preparar para la confirmación o la comunión, sino que nos motivó a participar en la elaboración del plan estratégico para la provincia, el plan general.

A este impulso inicial se le sumó un proyecto de la Escuela Ruiz de Montoya, que realizó un curso avanzado para jóvenes líderes al cual asistieron algunos de los que ya habían participado en las actividades de capacitación organizadas por el CIPCA. Después del curso algunos muchachos de la parroquia decidieron sumar los esfuerzos de los jóvenes que venían participando de las parroquias Santa Mónica Catedral y Jesús Obrero. Según Martín Vidal: «En Chulucanas hay tres parroquias y cada parroquia tiene su movimiento juvenil, y los jóvenes como que andábamos sueltos. Los jóvenes hacían actividades dispersas, y no había capacidad de convocatoria». La suma de tales iniciativas podría darles la fuerza suficiente como para plantear propuestas al municipio provincial e iniciar un proceso de participación juvenil por el desarrollo de Chulucanas. Así, en 2001 se constituyó una comisión local de la pastoral. Una de sus primeras actividades fue la elaboración de un documento que llamaron «Plan de inserción juvenil de Piura», en la que participaron jóvenes de Morropón, Buenos Aires, Chulucanas y de la propia Piura. Este documento presentaba un diagnóstico MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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de la juventud y proponía la realización de cuatro actividades: joven y proyecto de vida, joven y sexualidad, joven y familia y participación ciudadana. El proyecto fue presentado al municipio y contaba con el apoyo de la alcaldesa de entonces. El monto que el municipio debería aportar para la ejecución de dichas actividades era de 4.000 soles. Luego se realizó una sesión de concejo para que los jóvenes explicasen en qué consistían las actividades propuestas en el documento, y finalmente los regidores lo aprobaron en agosto de 2002. Pasado un tiempo, los funcionarios del municipio argumentaron que no disponían del dinero que se requería, lo que, a juicio de Vidal, no era verdad. Lo cierto es que estos jóvenes tuvieron que asistir nuevamente a una reunión de concejo para demandar el cumplimiento del acuerdo. Al final se les entregó solo el 25% del monto aprobado, pero en vista de que el municipio había incumplido su acuerdo el obispo de Chulucanas apoyó con el 75% restante. Por último se desarrolló el Programa de Formación de Líderes para el Desarrollo Local, pero como se estaba impulsando la vacancia contra la alcaldesa esta oficina se dedicó a formar las juntas vecinales para defenderla. En alcalde de la gestión anterior (1999-2002) había sido revocado porque tenía asuntos pendientes en el Poder Judicial, y su cargo fue ocupado por Clara Vaca, quien apoyó a los jóvenes. Sin embargo, ella debió enfrentar una fuerte oposición en el municipio y finalmente se vio obligada a retirarse y dar paso a un tercer alcalde. Todo esto generó una enorme precariedad institucional, además de una discontinuidad en el trabajo de lobby con las autoridades.

i.

Planes y políticas de juventud en Piura

La Mesa de Juventudes, por su parte, tampoco había logrado cristalizar un trabajo en materia de políticas de juventud, y tampoco elaboró planes estratégicos para sus actividades. En sus seis años de funcionamiento la mesa operó sobre la base de los planes de las cuatro comisiones que se integraban a un plan general de las acciones transversales. Sin embargo, no existía un plan maestro que pudiera fijar metas de mediano plazo y asegurar la sinergia en la solución de algunos problemas críticos. A su vez, la Escuela Ruiz de Montoya había puesto en marcha un proyecto que apoyaba la formulación de políticas locales para la juventud. Respecto de esta iniciativa, dice Mercedes Alarcón: Fue un curso bastante avanzado de jóvenes. Estuvieron presentes jóvenes de Piura, Sullana, Paita, Bajo Piura, Morropón y Chulucanas, y con ellos sí se trabajó políticas para jóvenes que fueron presentadas al final de este curso a las instituciones públicas.

Esta experiencia fue apoyada por Diaconía, pero no permitió las actividades de la Mesa de Juventudes. De hecho, en 2002, en pleno proceso de elaboración de los planes estratégicos, lineamientos o políticas de juventud, surgió la convocatoria al CONAJU.

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2. Percepciones sobre la institucionalidad pública juvenil Los resultados que a continuación presentamos se sustentan en opiniones recogidas por los jóvenes que participaron del taller de Chulucanas. Se optó por realizar el grupo de debate en esta zona para obtener una información más amplia sobre la realidad del departamento de Piura, en particular de la zona rural. El estudio del proceso de la Mesa de Juventudes fue exhaustivo y rico; por lo tanto, consideramos innecesario abundar en las opiniones de los grupos organizados en la ciudad de Piura. No obstante, para fines comparativos hemos incluido opiniones de los entrevistados y participantes de las zonas urbanas y de las rurales.

a. Institucionalidad juvenil en el municipio Los jóvenes tienen diversas visiones acerca de cómo debe ser la institucionalidad juvenil al interior del municipio. Su visión de cómo debe ser el municipio también varía entre unos y otros. Algunos son de la opinión de que el alcalde y la alcaldía deben ser una instancia ejecutiva que no debe decidir por sí misma qué acciones se van a ejecutar. Eso correspondería a un Consejo de Coordinación Local (CCL), una suerte de asamblea en la que estén presentes las principales organizaciones del distrito, que serían las encargadas de desarrollar un plan estratégico elaborado participativamente. El objetivo es que la asamblea y el plan reflejen las necesidades prioritarias, pues perciben que la actual forma de representación política en el municipio expresa más bien los intereses particulares de los grupos de poder y del entorno del alcalde, y da pie a la corrupción. Al respecto, uno de los participantes argumentó: La mayor parte del gobierno municipal está desprestigiada, porque la ley le da demasiado poder y poco poder, en cambio, a la ciudadanía que participa. Este consejo de coordinación se convertiría en un ente más fiscalizador, gestor, y debemos darle un poco más de poder decisivo.

Ciertamente, en este modelo las organizaciones juveniles deben ser parte de ese CCL, y, al igual que las demás organizaciones de la provincia, deben proponer acciones que serán ejecutadas por las comisiones de acuerdo con el plan estratégico. Por lo tanto, no apuestan por crear una institucionalidad especial para los jóvenes, sino por que su inserción en el municipio sea parte de un proceso participativo de todas las organizaciones en general. Otro modelo propuesto, menos radical, apunta a que exista un consejo provincial cuyas decisiones se sustenten en asambleas consultivas, de manera tal que pueda recoger las opiniones e intereses de los pobladores. De uno u otro modo, hay una demanda para que la municipalidad impulse procesos de consulta y participación en las decisiones. Sin embargo, no todos están de acuerdo con que la alcaldía no sea una instancia ejecutiva. Uno de los participantes señaló: MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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Me gustaría que el alcalde tenga ejecución de gobierno. Se supone que alguien elige a un grupo para que gobierne; por ejemplo, la sociedad quiere ir al CCL para cogobernar. Por eso dicen que tenemos mayoría en el CCL, porque el rol de la sociedad civil es distinto al rol del gobierno.

Según este punto de vista, la sociedad civil no debería decidir sobre los asuntos públicos, pues esto es competencia de las autoridades elegidas por voto directo. La vigilancia estaría, así, en manos de las contralorías. El objetivo debe ser que los gobiernos municipales sean democráticos, de manera que no sea necesario darle atribuciones de vigilancia a la sociedad civil.

b. Participación juvenil en la institucionalidad pública Cuando los jóvenes proponen procesos transversales deben enfrentarse a la dificultad de que el tema de la propia participación de los grupos juveniles encaje en la gestión de programas y proyectos para los jóvenes. Unos resuelven esta dificultad creando consejos o asambleas en los que ellos están presentes junto a otros grupos de base. Sin embargo, otros ubican al movimiento juvenil en instancias de participación ciudadana o de planeamiento. Otro tópico presentado por los jóvenes es el acceso a la toma de decisiones. En este modelo la preocupación es la incidencia: de lo que se trata es de incidir en el alcalde, que es quien tiene la última palabra en el municipio. Se busca asegurar que aquellas propuestas de los jóvenes de las organizaciones juveniles sean canalizadas por el sistema municipal. La mayoría de organigramas propuestos pone el énfasis en los espacios de concertación entre la sociedad civil y la municipalidad. Algunos sugieren asambleas que estén por encima del alcalde; otros apuestan por CCL que tengan una relación directa con el alcalde. Pero en todos los casos el tema de la participación y la concertación cobra una enorme presencia en los imaginarios de gobierno de los jóvenes.

c. Modalidad de intervención del municipio en la problemática juvenil La mayoría de organigramas apostó por que el municipio reconociese un espacio a los temas de juventud, por que la participación de los jóvenes se dé en el marco de la participación del resto de actores de la sociedad civil. Por lo tanto, no presentaron propuestas que tuviesen como fin resolver únicamente los problemas de los jóvenes, es decir, que se abocasen por ejemplo a la lucha contra las pandillas, las drogas o el embarazo adolescente. Al respecto, uno de los entrevistados de la zona rural afirmó: No se trata mucho el tema del pandillaje, que involucra a la juventud. Aquí en Chulucanas ese no es un problema grave. Lógicamente, aquí hay también problemas como el de la drogadicción, pero no tiene la dimensión que alcanza en otras ciudades.

Existe entonces una propuesta por un enfoque que integre la problemática juvenil a los temas del desarrollo. Al mismo tiempo, expresan la distancia que debe guardarse 110

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respecto del municipio. Hay una preocupación por llevar a cabo procesos de cogestión con el municipio: casi todas las propuestas ponían el énfasis en la necesidad de generar ideas y planes estratégicos o de vigilancia, mientras que se manifiesta una enorme reticencia a participar de la ejecución: Cuando Sandoval [un funcionario municipal] nos invitó a hacer proyectos, la reacción fue: ‘No queremos ser parte de la municipalidad’. Queremos mantenernos independientes, pero, a la vez, desarrollar la capacidad de dirigencia política y que, como sociedad civil, no seamos parte de la estructura de la municipalidad.

En Chulucanas, por ejemplo, la percepción de la escasez de recursos es muy clara, razón por la cual ven inviable la inclusión de una institucionalidad juvenil: «En la municipalidad no debe haber tantas oficinas: de la mujer, de la juventud, etcétera. Más necesitamos recursos, y como son bajos debemos ver la integración; quizá se puede pedir en sociedades complejas como Piura». En ese sentido, la integración del trabajo con los jóvenes en las distintas áreas temáticas se considera una solución a las limitaciones y posibilidades de las municipalidades rurales. Además, la opción que propone trabajar solo con los jóvenes no es percibida como un proceso integrador del joven al desarrollo local: De ninguna manera yo me inclino a un espacio de jóvenes solos; yo me inclino a un espacio integrado, quizá porque vemos que la juventud es una etapa que se prepara para otra y entonces los jóvenes se van preparando en los espacios que ahora tienen los adultos.

Una idea dominante es que los jóvenes deben participar del desarrollo local, y los procesos de empoderamiento de los jóvenes apuestan por su desarrollo como actores y su compromiso con la realidad local más que por la solución de sus propios problemas. En las zonas rurales esta percepción está mucho más presente: las mismas acciones priorizadas se inclinan por la ayuda a las actividades de desarrollo económico de otros actores, como en el caso de Morropón, lo cual evidenciaría una ausencia de perspectiva generacional pero también una voluntad por integrar al joven al desarrollo.

d. Líneas de trabajo con jóvenes No existe una propuesta de desarrollo de líneas específicas de trabajo con los jóvenes, pero sí por la transversalidad: cada una de las áreas de trabajo del municipio debería incorporar a sus actividades a los jóvenes como beneficiarios. Uno de los participantes de Chulucanas lo expresa de esta manera: «Eso va en el desarrollo de la estructura económica, no solo jóvenes sino en todo el sector: generar la inversión privada y la inversión pública bien gestada pero concentrada en mujeres y jóvenes». También en el distrito de Morropón, donde hay más zonas rurales que en Chulucanas, la perspectiva de trabajo está más relacionada con la promoción de actividades económicas de apoyo a las acciones del municipio. Dice al respecto Miguel Montenegro: MESA MULTISECTORIAL DE JUVENTUDES DE PIURA Y MORROPÓN

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Las diferentes actividades que nosotros hacemos, como es pintado de parques, limpieza de canchas deportivas, limpieza de calles, recojo de inservibles, son maneras de apoyar al joven y de incentivar, porque el joven tiene que encontrarse con la problemática de su comunidad, de su pueblo.

Hay mucho interés por que los jóvenes tomen conciencia de los problemas del desarrollo de su localidad, y en este proceso la estrategia principal está dirigida a que, a través de las actividades, los jóvenes se acerquen a la realidad para conocerla y actuar sobre ella. También se propuso la formación de un área que se ocupase de algunos problemas específicos, como el trabajo y la educación: «Acá en Chulucanas la mayor parte de jóvenes son mototaxistas. Cuando se les pregunta por las actividades necesarias para su desarrollo, lo primero que dicen es calidad en la educación, y luego el tema del trabajo». En Piura, por el contrario, algunos jóvenes de la organización perciben que la actuación del municipio no es capaz de aglutinar a los jóvenes. Edward Gómez lo expresa así: Las municipalidades tienen unas iniciativas que a las organizaciones no nos parecen bien, porque las municipalidades no tienen por qué crear espacios; las municipalidades no tienen que hacer su mesa de juventud; la municipalidad tendría que ser un miembro más de la mesa.

e. Transversalidad e intersectorialidad Algunos de los participantes pensaban más bien que el tema de la juventud debía atravesar todo el municipio; es decir, que en cada una de las direcciones se ejecuten líneas de trabajo con jóvenes y también con otros actores: «No puse el tema de juventudes como un departamento aparte, porque me parece que en cada área todos los sectores están incluidos: mujeres, niños, jóvenes, ancianos, etcétera». Se propone, entonces, que todo el trabajo con actores específicos sea transversal a la intervención del municipio, y que la conducción de las áreas recaiga en la especialidad sectorial. Uno de los temas ausentes en las propuestas de los jóvenes ha sido el de la intersectorialidad, quizá por la debilidad de las instituciones en las zonas rurales y la enorme centralidad del municipio en el desarrollo.

f.

Estrategias de negociación con las autoridades

En las zonas rurales la estrategia prioritaria es la negociación directa con el alcalde: Esta negociación empieza cuando los jóvenes organizados piden una reunión y conversan con el alcalde de sus problemas para, de esa manera, priorizar ante todo los problemas con los jóvenes y junto con el alcalde buscar una solución aparte.

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Otra de las estrategias planteadas consiste en ganar legitimidad recogiendo demandas y necesidades de la población para luego traducirlas en proyectos: Debemos tener presencia en la sociedad, ser un ente que está allí para elaborar propuestas de la comunidad mediante la convocatoria. También, tener un cartel de iniciativas, necesidades y luego elaborar propuestas y canalizarlas con las autoridades.

Esto da pie a una mayor credibilidad y un mayor respaldo en las organizaciones juveniles y, por lo mismo, fortalece su capacidad de negociación con el municipio. Además, supone un trabajo de lobby con los regidores para incorporar los ajustes al proyecto y asegurar su inclusión en la agenda del concejo. Desde otra perspectiva, se propuso también la idea de fortalecer las agrupaciones juveniles para tener mayor capacidad de negociación y propuesta: Yo diría que se creara una especie de plataforma de las organizaciones juveniles y de allí discutir, analizar y hacer una suerte de propuesta o como se llame; a partir de allí formar una comisión multisectorial: salud, educación y todo para conversar sobre la base de lo decidido.

La idea es tener incidencia política a partir de una plataforma de organizaciones que sustente su trabajo en proyectos y propuestas.

g. Voluntad política y credibilidad Otra de las dificultades que enfrentan las experiencias juveniles es la poca continuidad en las políticas ediles, pues en los municipios rurales, dadas su débil estructura y la escasez de recursos, la institucionalización de políticas es muy difícil. Según Elio Chiroque: «El cambio de autoridades locales, ya que de un período a otro cambian alcaldes, cambian regidores, y todos no tienen la misma idea, el mismo pensamiento; entonces eso un poco que frustró la propuesta, el proyecto». Por ello, la elección de nuevas autoridades significa muchas veces que todas las gestiones realizadas para apoyar las actividades a favor de la juventud vuelvan a cero. Por otro lado, según Edward Gómez la mayor preocupación en las zonas urbanas es el temor a la manipulación política de las actividades que se realizan con los jóvenes: «Al final las iniciativas de los mismos municipios se pueden prestar a una cuestión mucho más político-partidaria local». Otro punto álgido es la dificultad para compatibilizar la agenda y proyectos de los jóvenes con los de las instituciones. La voluntad política existe, pero a veces no es consultada o se cierra en ciertos intereses o temáticas. El mismo Edward Gómez lo expresa así: Las instituciones públicas —los ministerios, las direcciones regionales— responden a veces a objetivos que ellos tienen y desde su visión: el tema de la sexualidad hay que trabajarlo por acá, el tema del trabajo hay que trabajarlo por

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allá; o sea, como que tienen su propia visión, muchas veces desvinculada de lo que los jóvenes realmente están esperando y hasta a veces peleándose a un mismo público.

3. Lecciones aprendidas •



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La experiencia de la mesa multisectorial ha tenido de positivo que la relación de los jóvenes con las autoridades no ha dependido únicamente del alcalde, como en el caso de las mesas impulsadas por los municipios. La suma de voluntades de las distintas instituciones impulsó las actividades y garantizó su continuidad. La mesa multisectorial permitió a los grupos juveniles una mayor interlocución con el mundo público y, al mismo tiempo, brindó acceso a una serie de recursos e instituciones para la negociación y gestión de actividades. El apoyo económico a las actividades juveniles es un paso esencial en un modelo de concertación, pues el desbalance de poder opera en contra de ello. Para la constitución de la Mesa de Juventudes fue clave la selección de personas que tenían una especial motivación a favor de los jóvenes. Esto generó que dedicaran recursos y tiempos institucionales para impulsar las actividades. Las instituciones no contaban con presupuestos específicos para el trabajo con jóvenes, razón por la cual se aprovecharon los destinados a otras actividades. La incorporación de los medios como miembros de la mesa fue clave; además, el uso de estos y las acciones públicas fueron importantes para el posicionamiento de la mesa como referente en el tema y de los jóvenes como actores políticos en el ámbito local. Fue crucial para el éxito de la mesa la claridad conceptual y técnica de Diaconía, que impulsó la mesa y contribuyó de manera decisiva a darle continuidad y orden y generar procesos colaborativos. El desarrollo de una suerte de dependencia de las demás instituciones de las iniciativas de Diaconía y también de sus recursos fue un factor desmovilizador: cuando esta dejó la coordinación y las representantes salieron de Diaconía se produjo un vacío que no fue posible llenar. La voluntad política de los alcaldes de los municipios de zonas rurales es clave, pues de ellos depende que las experiencias crezcan y los grupos alcancen mayor incidencia.

4. Conclusiones •



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La Mesa de Juventudes se constituyó en un referente para el trabajo con jóvenes: tuvo una presencia pública importante y cumplió un papel central en la generación de actividades a favor de los jóvenes. La mesa hizo posible el logro de reales procesos de concertación y sinergia entre sus distintos miembros y, al mismo tiempo, permitió influir en algunas políticas públiJUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES







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cas institucionales. En ocasiones se consiguieron articulaciones positivas entre el Estado y los grupos juveniles. Al principio algunas instituciones públicas que participaban en la mesa no comprendían la importancia de la juventud, lo que hace pensar en la necesidad de realizar un trabajo interno de capacitación. La falta de presupuesto para las labores que debían realizar los grupos juveniles generó cuestionamientos respecto de que la mesa está orientada a cumplir las actividades de las instituciones. A esto se sumó la ausencia de un espacio de coordinación o fortalecimiento de las organizaciones juveniles. Por lo general las instituciones no tenían metodologías específicas para el trabajo con jóvenes. Le daban prioridad a las charlas y seminarios, lo cual no encajaba con las expectativas de los jóvenes. Existe mucha movilidad y cambios en las agrupaciones juveniles; además, el tiempo queda corto para desarrollar planes de largo y mediano plazo. La renovación de liderazgos juveniles está programada. Los líderes tienden a «envejecer» rápidamente, y la inversión en su formación se pierde cuando se casan, conviven o adquieren otras responsabilidades. El proceso de formación tiende a ser permanente, pues nuevas promociones de jóvenes requieren las mismas capacitaciones cada año. La promoción de liderazgos juveniles tiene frutos a mediano plano, en virtud de que muchos de estos jóvenes se encuentran dirigiendo proyectos, realizando asesorías a municipios o trabajando en ministerios e instituciones públicas, pero con una visión distinta de renovación del servicio público. En los municipios rurales las actividades de jóvenes y para los jóvenes no se concentran en sus problemas: no hay una perspectiva generacional. Los temas de desarrollo están mucho más presentes en estos municipios. En Chulucanas, la precariedad de la institución municipal y la falta de voluntad política son los dos factores que obstaculizan el desarrollo de experiencias de mayor envergadura. En Morropón, por el contrario, las facilidades brindadas por el municipio distrital han permitido un crecimiento de las acciones de los jóvenes y su involucramiento en los procesos de desarrollo.

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Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén

1. Presentación de la experiencia a. Tomar la iniciativa Entre 1998 y 1999, el Instituto de Promoción Juvenil Solidaridad y Desarrollo de Jaén llevó a cabo varias reuniones con grupos juveniles de esta ciudad con el fin de organizar el Primer Encuentro de Organizaciones Juveniles de Jaén, que se realizó en noviembre de 1999. En este encuentro se decidió conformar la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén. Uno de sus participantes lo recuerda así: A mí me convocó un compañero de clase del Pedagógico, para ver de qué manera podíamos trabajar el tema de las juventudes. Comenzamos creando el Instituto Juvenil y Social INFOJAT en Jaén, con el apoyo de un organismo de Lima que en este momento se me va de la memoria. Luego se conformó el comité directivo y se empezó a trabajar sobre capacitación de la juventud. Después se ha extendido hasta convocar la Mesa de Trabajo de Juventudes. Coincidentemente asumió el gobierno el doctor Valentín Paniagua y empezó el proceso de concertación. Habrá sido más o menos el 2001. Hubo algunos encuentros en el ámbito de Jaén e interprovinciales, con la participación de Bagua y San Ignacio. Así, en los procesos electorales fueron sacando algunas propuestas de la juventud. Recogieron las aspiraciones de la juventud para proponerlas a los candidatos presidenciales y candidatos a congresistas.

En el año 2000 se organizó el Segundo Encuentro Provincial. Luego se celebraron dos encuentros subregionales hasta llegar al Primer Encuentro Regional, que se realizó en 2001.

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Estas actividades contaron con el apoyo del regidor Gallardo (1998-2002), el funcionario Wálter Prieto, el Instituto de Promoción Juvenil Solidaridad y Desarrollo de Jaén, el Instituto de Publicaciones, Educación y Comunicación (IPEC) y de diversas empresas privadas. Gracias a la participación del Centro de Promoción del Niño, Adolescente y la Mujer (CEPRONAM), la mesa contó con el apoyo de la organización Tierra de Hombres, que donó el dinero para realizar algunos eventos. Los jóvenes que participaron en este espacio tienen también sus opiniones respecto de la experiencia, y recuerdan los inicios de la mesa de la siguiente manera: La Mesa de Trabajo de Juventudes se impulsó hace cinco años. Fue una inquietud de un grupo de jóvenes que quisimos organizarnos y ponernos en contacto con las otras agrupaciones juveniles. Al principio tuve la oportunidad de participar en la organización de la Mesa de Juventudes. Me movilicé con la gente que buscó el cambio para organizar eso en 1998 ó 1999. Se hicieron buenas acciones, mesas redondas; incluso la Mesa de Juventudes tomó parte en las problemáticas de la ciudad: cuestiones de arborización, limpieza y muchas cosas más.

El trayecto que debió recorrer la mesa hasta lograr su institucionalización ha sido largo y trabajoso: La mesa llegó a inscribirse y ser una institución. Hemos tenido que caminar de sol a sol recogiendo firmas de la población para ser aceptados; hemos tenido que caminar sin un centavo en el bolsillo y muchas veces nos han cerrado las puertas. Esa es la realidad. Ese trabajo nos ha demorado como un año. Luego hemos tenido que elaborar proyectos para ayudar a los jóvenes. Ha sido difícil, porque pensaban que nuestro trabajo era con fines políticos. Nosotros hemos llegado a consolidar ideas de diferentes chicos, culturas y realidades, y tenemos conclusiones y proyectos elaborados, trabajo hecho. Nos falta un empujoncito para comprometernos con este trabajo para poder lograr las metas. La mesa está inscrita en el Instituto de Jóvenes en Lima.

b. Conformación del primer consejo directivo La directiva de la mesa se instaló en el 2001, en pleno desarrollo de un evento: Había asesoría. Cada persona tenía un cargo, pero dentro de la mesa había un coordinador, un secretario de derechos humanos, de medio ambiente y de todas las funciones. Entonces cada coordinador tenía una función en la mesa y también un objetivo y un proyecto trazado que cumplir en un año. Pasado el año nos reuníamos ya que al final se evaluaba.

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c. En busca de un espacio físico Contar con un local es importantísimo para que una organización pueda tener continuidad, y carecer de él ha sido justamente la principal dificultad que ha debido enfrentar la mesa. Según Segundo Estela, de la Mesa de Trabajo de Juventudes: En el foro que organizamos los candidatos a la alcaldía se comprometieron a dar un local para los jóvenes. Nosotros tenemos pruebas, tenemos el video, todo. Entonces salió elegida esa persona que se había comprometido, y hasta había firmado su promesa. Pero hizo lo mismo que hacen todos los políticos: hablan, hablan y hablan y al final todo es mentira. Entonces nos cansamos de pedir un local, y no nos lo dieron. Las organizaciones se debilitaron y al final se quedaron unos cuantos. Entonces la Juventud Obrera Cristiana (JOC) prestaba su local para que la mesa se reúna.

d. Altas y bajas de la participación La mesa contó en sus inicios con la participación de muchas agrupaciones que luego se fueron retirando. Como espacio de articulación y concertación, convocó a 17 organizaciones juveniles. Entre ellas se encuentran la JOC, grupos de jóvenes colaboradores que trabajaban con niños en CEPRONAM, Paradigma, el Instituto de Promoción Juvenil, Sangre Joven, la Escuela de Líderes, gente de la universidad y del Pedagógico, maestros, jóvenes independientes y organizaciones ligadas a la Iglesia. Loyola Sampértegui, directora de CEPRONAM, lo recuerda así: Había grupos de jóvenes colaboradores que trabajaban con niños. Era nuestro grupo de CEPRONAM; otro grupo era de danzas. Esos jóvenes se reunieron e hicieron un evento en el Pedagógico. Allí también estaban Bambahuas y San Ignacio de Jaén y se formó la junta directiva, allá por 2001.

A su turno, Segundo Estela, de la Mesa de Trabajo de Juventudes, manifiesta lo siguiente: Cuando recién ingresé estaban la JOC, Paradigma, el Instituto de Promoción Juvenil, Sangre Joven, la Escuela de Líderes. Después llegaron a formar parte de la mesa algo de 16 organizaciones juveniles; inclusive las que están bien ligadas a la Iglesia. Pero no sé: hubo un momento en quizá la Iglesia no creyó tan importante que se metan de lleno en la política; tenía sus razones y los alejaron.

Fernando Fernández, otro de los iniciadores, recuerda: Estuvieron Joselito Fernández, profesor del colegio Andrés Matamoros; Iván Fernández Olguín, otro profesor que hoy ya está fuera de Jaén; la representante de la JOC; los grupos juveniles de la parroquia y algunos simpatizantes de agrupaciones políticas.

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En la reunión con los grupos organizados se recogió también el siguiente testimonio: El trabajo de juventudes no se quedó aquí en Jaén, sino que hemos tenido la participación de jóvenes de Chachapoyas, de Trujillo, de Lambayeque. Ahora el trabajo de la Mesa de Juventudes es algo pequeño, pero convoca más a una red bien grande de participación de jóvenes de diferentes lugares.

Más adelante, la carencia de un local propio, los cambios en la coyuntura política, el incumplimiento de las promesas electorales y el retiro de líderes de las diferentes organizaciones desestabilizaron la mesa. Segundo Estela dice al respecto: Después del último evento las organizaciones de jóvenes han decaído. Sus líderes quizá no se percataron de la necesidad de formar semilleros para que surjan otros líderes capaces de seguir conduciendo sus organizaciones. Ellos [los líderes] han salido en busca de nuevas perspectivas porque han hecho su formación. Ellos se buscan una meta: lo que han hecho es salir a estudiar y por cuestiones de trabajo. Entonces, los que quedaron como responsables de sus organizaciones han ido decayendo y a las finales la mesa se ha desorganizado. Y además por la desatención de las autoridades de la provincia, que no nos dieron un local.

Otro de los muchachos que participó de la experiencia refiere: Yo participé en la Mesa de Juventudes, pero por motivos de trabajo y estudios dejé de hacerlo, y otro de mis compañeros fue igual. Era difícil por la falta de colaboradores. Es un trabajo social y un trabajo voluntario. Por eso yo dejé de participar.

e. Las actividades: logros y frustraciones En 2001, durante la época de las elecciones para el municipio provincial, se realizaron dos foros de debate con los candidatos. Como suele ocurrir, todos los aspirantes se comprometieron a apoyar a los jóvenes, pero quienes ganaron las elecciones olvidaron muy pronto su promesa. Según Fernando Fernández: Se ha trabajado el panel-foro con los candidatos y autoridades locales y nacionales. De allí hay acuerdos; hay actas, incluso. Sería bueno que se revisen esas actas, para ver algunos compromisos ya asumidos por los candidatos que no se cumplieron.

También se llevaron a cabo cuatro eventos de formación de jóvenes sobre liderazgo, capacitación en vigilancia ciudadana, cómo lograr protagonismo. Dice al respecto Segundo Estela, de la Mesa de Juventudes: Se daba formación acerca de cómo hacer su propio protagonismo, su liderazgo como jóvenes, ubicarlos en un punto en el horizonte para seguir y no decaer. Esta MESA DE TRABAJO DE JUVENTUDES DE JAÉN

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formación se daba con jóvenes que ya conocían mucho al respecto y también con personas que conocían sobre liderazgo juvenil. Se invitaba a dar los talleres a personas que compatibilizaban con la idea del joven.

Sobre este mismo asunto, dice Fernando Fernández: Un evento se hizo en el 2001 con el doctor Paniagua. Y después el otro foro fue con los candidatos a los gobiernos locales. Se llegó incluso a suscribir un acta para participar con una candidatura única para sacar un representante de Jaén al Congreso de la República, lo cual no prosperó porque al inicio todos suscribieron el acta, pero los que no tenían mucha representación o mucha simpatía no lo aceptaron. Al final el acuerdo fue tirado al tacho.

En todas estas actividades se tomaron acuerdos, pero una vez que los candidatos ganadores asumieron sus cargos se olvidaron de ellos. En palabras de un joven: Por ejemplo, en la última gestión teníamos a un representante que siempre nos acompañaba, que siempre estaba allí. Él estaba involucrado con el trabajo, pero cuando llegó a ser una autoridad se olvidó de esa participación.

En 2002 se realizó el último evento. Luego algunos jóvenes permanecieron en la mesa y se reunían esporádicamente con el afán de dar continuidad a este espacio. A pesar de su deseo de seguir realizando actividades, no conseguían financiamiento porque las organizaciones, al verificar que tenían poca convocatoria, no los apoyaban. Según Segundo Estela: Se buscaba el financiamiento a través de un proyecto. Los jóvenes se organizan sin fines de lucro, solo por estar organizados y buscar una mejora de la sociedad. Entonces, para contar con los medios para hacer un evento grande, se hizo un proyecto con el cual buscar financiamiento. A nosotros nos ha estado apoyando Tierra de Hombres, pero cada vez menos.

f.

Consecución de los objetivos

El objetivo de la mesa era agrupar a los jóvenes que estaban disgregados en diferentes organizaciones para que trabajasen en forma conjunta y lograsen convertirse en actores protagónicos en Jaén. Cuenta al respecto Fernando Fernández: «Ver las necesidades que tenían los jóvenes y luego de una manera concertada hacer propuestas a las autoridades locales y al gobierno central para poder exigir que atiendan a la juventud». A su turno, Segundo Estela añade: Había que organizar a los jóvenes que estábamos dispersos en un sinnúmero de organizaciones. Se veía que si se trabajaba desunidos no se iba a llegar a nada. Y si el objetivo de los jóvenes es el mismo, entonces se debe trabajar en conjunto. Esa fue la idea: hacer el protagonismo de los jóvenes de Jaén, pero en una sola organización. 120

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Los jóvenes no organizados también dan sus opiniones sobre los objetivos de la mesa: El objetivo más claro es tratar de involucrar a las diferentes organizaciones y también a los jóvenes que no están organizados porque de manera conjunta se pueden lograr objetivos más concretos.

Después del último evento las organizaciones de jóvenes decayeron; sus líderes no formaron seguidores capaces de conducirlas. Además, en un momento la Iglesia creyó que no era tan importante que las organizaciones juveniles participaran en la mesa, y retiraron a sus representantes. Por otra parte, los miembros de la junta directiva abandonaron la mesa y no se nombró una nueva directiva.

g. El trabajo en el tema juventud Los jóvenes no se sienten valorados como ciudadanos. Dicen que los adultos consideran que les falta experiencia para poder participar y plantear propuestas. Sin embargo, ellos se sienten capaces de participar activamente en diferentes espacios, como el social y el político: En la Mesa de Trabajo de Juventudes se consideraron esos esquemas equivocados que se tiene de los jóvenes, que los jóvenes se deben preparar y al final asumir un cargo de responsabilidad. Pero los jóvenes sí tienen las habilidades y pueden desempeñarse en la sociedad. Queríamos romper esos viejos paradigmas para poder integrarnos a la sociedad civil organizada. Nosotros hemos ganado un espacio en la mesa. Ahora lo que nos falta es la unificación de las agrupaciones para poder emprender el trabajo. La mesa va a representar al conjunto de agrupaciones de los jóvenes de diferentes lugares. Van a poder hablar y debatir como lo estamos haciendo. La participación política debe ser una participación que también involucre a la juventud. La mesa quiere impulsar líderes para llegar a gobernar con una mentalidad muy diferente, pensando en el cambio, en el bienestar de la sociedad; líderes que se preocupen por todos. Es muy importante que los jóvenes participen en la sociedad.

h. Difusión de la Mesa de Trabajo La Mesa de Trabajo de Juventudes ha proyectado una buena imagen, al punto que ha enviado a jóvenes a eventos nacionales e internacionales. Aún recibe invitaciones, pero no puede seguir mandando delegados si la organización no tiene representatividad: «No solamente hemos tenido participación local y nacional, sino también internacional. Tenemos dos jóvenes que salieron en representación del país a Cuba y Colombia». En el ámbito local, muchos jóvenes conocen la existencia de la mesa porque han acudido a algún evento:

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Yo tengo conocimiento de la Mesa de Trabajo de Juventudes porque he asistido a sus conferencias, a sus talleres, donde invitaban a ponentes de otros lados y se discutía sobre la situación actual, la realidad de los jóvenes y todo eso.

La Mesa de Trabajo de Juventudes sostiene que ha difundido sus actividades a través de la radio. Al parecer, no hay compatibilidad entre el trabajo de difusión realizado y el impacto logrado, pues los jóvenes dicen no conocerla. Veamos al respecto los siguientes testimonios: Nosotros hemos hecho bastante difusión por radio de los eventos. Hemos invitado a los jóvenes a participar. Ustedes pueden preguntar. Hemos invitado a los políticos y saben de la existencia de la Mesa de Trabajo de Juventudes, porque la puerta estaba abierta también para ellos. No tenía conocimiento de la Mesa de Trabajo de Juventudes. Nosotros somos jóvenes de grupos juveniles que estamos en Radio Marañón. Yo tampoco conocía este movimiento. Veo acá que la principal problemática es la falta de comunicación; quizá hay tantas organizaciones, tantos grupos, que entre ellos no se comunican.

Otro aspecto puesto de relieve por los participantes de la mesa es la necesidad del uso adecuado de los medios de comunicación, aunque reconocen que sus costos son muy elevados: Quizá el principal inconveniente es el factor económico: si necesitamos difundir algo, nos va a costar. Por eso, si queremos aparecer en los medios necesitamos ayuda. Yo pienso que haría falta el apoyo de los medios de comunicación para difundir la idea, llamar a la juventud provincial y distrital y dar a conocer los objetivos que perseguimos.

i.

Reconocimiento de las dificultades

Una dificultad que ha debido enfrentar la mesa es la falta de constancia de algunos grupos en las actividades realizadas. Los jóvenes no habrían tenido la responsabilidad requerida para continuar una actividad y organizar sus tiempos entre los diversos quehaceres: Lo que nos pasó fue que la mayoría llegamos a ser profesionales y empezamos a trabajar fuera, en el campo, en diferentes lugares. Por eso algunos días no hemos podido reunirnos.

El padre Paco Mugirá, director de Radio Marañón, afirma a este respecto: «Yo los he invitado a la mesa de concertación y han venido dos o tres veces, pero luego dejaron de venir y nadie se preocupó por volver. A nadie le importó». 122

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Por otra parte, se podría afirmar que los jóvenes necesitan de un liderazgo externo para animarse a conformar una agrupación. Sobre esto, dice el propio padre Mugirá: Yo creo que necesitan alguien de fuera. Sería fácil hacer una cosa buena con jóvenes, porque están con todas las ganas, y es otra cosa trabajar con jóvenes. La gente tiene que tener alguna especialización con jóvenes, no solamente llevarse bien con ellos.

j.

La Mesa de Trabajo hoy

La falta de local atentó contra la continuidad de la mesa en el 2003. Además, como ya se mencionó, no podían pedir financiamiento en razón de su escaso número de miembros. Pero ello no ha desanimado a los jóvenes. Afirma al respecto Segundo Estela: Hay muchas ganas de reactivar la mesa, y creo que se va concretar de nuevo, porque ahora estamos también varios jóvenes. Por ejemplo, yo no estuve en la fundación de la mesa; entré después. Muchos seguimos aquí en Jaén y queremos reflotarla. Volver a convocar a las personas que han estado en la Mesa de Trabajo de Juventudes y buscar quizá nuevas perspectivas, nuevos proyectos y nuevas miras.

Los jóvenes de Jaén siguen viendo a la mesa como un espacio importante, como una posibilidad de cambiar su situación: La Mesa de Trabajo de Juventudes es el espacio de articulación de las agrupaciones juveniles. El año pasado decayó en lo que es la participación de los jóvenes y la promoción de las organizaciones juveniles en la ciudad. Nosotros hemos venido trabajando con Manthoc, Juventud Obrera, un grupo de jóvenes llamado «Mirando la Luz» y otros que el año pasado, según los dirigentes, sufrieron una caída, pero este año tenemos un plan de acción, un plan de trabajo anual.

Sin embargo, su imagen hacia fuera se ha debilitado y ya no es reconocida como un espacio representativo: Como las organizaciones que formaban parte de la mesa se han debilitado, ya no es representativa. Cómo va a estar reuniéndose solo uno. Se supone que se tiene que avisar a toda la masa juvenil que hay aquí en Jaén, no solo a unos cuantos.

Los líderes que formaron la mesa están deseosos de reflotarla, inspirados en esas ganas que tienen muchos jóvenes de verse representados por ella. Creen necesario seguir impulsando su desarrollo y recuperar ese espacio representativo de la juventud. El diálogo es constante y las reuniones continúan. Hay agrupaciones que persisten y cuentan su satisfacción con la experiencia. Así lo revela el testimonio de Herrines Rojas: Participo en «Juventudes Cristianas», que pertenece a la Mesa de Trabajo de Juventudes. La experiencia que he ganado es muy importante porque se llegó a MESA DE TRABAJO DE JUVENTUDES DE JAÉN

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trabajar en espacios donde los jóvenes podían hacer escuchar su voz, en espacios políticos donde se toman las decisiones. El estigma es que por el hecho de ser jóvenes no están preparados; por eso se margina a los jóvenes. Eso es lo que hay que trabajar: ser actores sociales.

2. El papel de los municipios en el ámbito de lo juvenil a. Lo que se espera de la municipalidad Los jóvenes organizados piensan que la municipalidad debería apoyar a las organizaciones o instituciones de adultos para que estas, a su vez, puedan hacer lo propio con las de los jóvenes. Al parecer, una demanda de los jóvenes es tener acceso a recursos que les permitan dar continuidad a sus organizaciones. Así lo sugiere el siguiente testimonio: Todo depende de nuestro compromiso, pero ya con apoyo de instituciones. Nosotros necesitamos ese apoyo, ya que somos jóvenes y estamos escasos de empleo. Necesitamos ese aporte, que nos ayuden para nosotros ayudar también.

A partir de sus propias necesidades, los jóvenes proponen crear un espacio como la Casa de la Juventud: «Es necesario contar con un lugar apropiado donde los jóvenes de distintas ideologías, de distintas etnias, se reúnan para compartir, para educarse entre ellos». Además, sería responsabilidad de la municipalidad realizar acciones para que los jóvenes «ocupen su tiempo libre»: talleres o cursos de vocación profesional, campañas antidrogas, de información sobre el sida, etcétera. Estas actividades serían difundidas por los medios de comunicación. Para estos jóvenes, esta sería una forma de favorecer la organización juvenil, aunque sus objetivos sean recreacionales: «La municipalidad debería realizar actividades que logren organizar a los jóvenes; por ejemplo, excursiones para conocer lugares de la zona y hacer ecoturismo». Por otro lado, y de manera coincidente, jóvenes organizados y no organizados resaltan la importancia de la educación. Así, unos y otros afirman que la municipalidad debería brindar apoyo en esta área, y no solo en lo que respecta a escuelas, sino también con la realización de actividades que favorezcan la formación en diferentes temas y la organización de campañas de educación vocacional: Los gobernantes deben preocuparse por una educación para todos. Sabemos que hay muchos niños que no reciben educación, y el gobierno local debe preocuparse por que todos los niños tengan acceso a la educación.

También se considera importante que la municipalidad se encargue de temas como la salud y la seguridad ciudadana. Al respecto, se propone sobre todo que ejerza un «control de vicios», riesgo cotidiano en la vida de los jóvenes:

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La municipalidad debe poner un límite de hora a los bares, hasta las 12 de la noche, y que ninguno de los clientes salga mareado. No deben dejar entrar a menores de edad. Otra idea sería que cierren los bares porque hay demasiados en la ciudad, donde se ve a menores de edad consumiendo alcohol. Y si ven que alguien sale mareado, impedir que vuelva. Debemos preocuparnos por que las instituciones de salud, el hospital, tengan abastecimiento para toda la provincia. Tenemos también los problemas sociales; hemos considerado que los gobernantes deben preocuparse por los problemas de alcoholismo y drogadicción en la localidad.

b. Aspectos positivos y negativos de la municipalidad Para los jóvenes, son pocos los aciertos de la gestión municipal. Uno de ellos es la mejora de la infraestructura, aunque tampoco son muchos los casos. Otro aspecto resaltado por los jóvenes que asisten a sus cursos es el apoyo que les ofrece el Instituto Nacional de Cultura (INC). Los aspectos negativos mencionados fueron, como era de esperarse, más numerosos: promesas incumplidas, manipulación de los jóvenes por la municipalidad, escasa preocupación por la realidad y los problemas de la juventud, y falta de espacios para los jóvenes, sobre todo para aquellos que viven en las zonas rurales.

c. Estructura de la municipalidad Se sugiere una estructura que permita la relación entre el alcalde, los regidores, los asesores y los jóvenes representantes de las organizaciones. La propuesta es que el alcalde sea alimentado por las ideas de los regidores y los jóvenes. Además, estos últimos creen que los asesores deberían ser de la propia provincia. Consideran importante, también, la presencia de los representantes de las diferentes organizaciones de jóvenes en las sesiones del concejo: Nosotros hemos considerado al alcalde, después a los regidores, elegidos por el pueblo. También proponemos que los asesores sean de nuestra propia provincia, y ahora consideramos de vital importancia que en esta organización estén los jóvenes con un representante en las sesiones del concejo. En el centro de todo deben ir los gobernantes: el alcalde y los regidores. Luego tenemos a los jóvenes en representación de la Mesa de Juventudes, quienes representarían a todas las agrupaciones juveniles. Los mecanismos de desarrollo sostenible están dados por el consejo de gobernantes, quienes tienen que preocuparse por mejorar la situación de vida de toda la población.

Pareciera que los jóvenes organizados han pensado en el perfil de los nuevos políticos, caracterizados por ser, además de jóvenes, concertadores y de mente abierta.

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Lo que nosotros hemos puesto como un perfil es el modo de trabajar, la mentalidad distinta y no pasiva. Buscamos personas solas, personas que tienen experiencia para asesorar, darnos algunas cuotas. Nosotros pedimos que los gobernantes no sean de edad. Queremos personas jóvenes y de experiencia que pueden apoyar.

«El pueblo también es importante», afirman los jóvenes, reconociendo que este es el sustento de los gobernantes elegidos. Entonces, el pueblo también debería tener un canal que le permita comunicarse con la municipalidad: Nosotros sugerimos un organigrama en el que los gobernantes elegidos por el pueblo ocupen el centro. Los gobernantes no se preocupan por la juventud tanto como lo hacen los mismos jóvenes. Debemos organizarnos para tener una entrada que permita llegar a los gobernantes con voz y voto para llevar la inquietud de todos los jóvenes.

En este sentido, el pueblo debería aprender a elegir a sus gobernantes: «La población debe saber elegir, porque elegimos a la persona con menos práctica, a personas improvisadas en política».

3. Percepción de los jóvenes sobre las acciones municipales a. Inacción del municipio Se afirma que la municipalidad no ha realizado actividades a favor de los jóvenes. Más bien se reconoce el trabajo de otras instituciones, como por ejemplo Radio Marañón: «Quien se preocupa es Radio Marañón, porque cada año hace eventos sobre las drogas, sobre el sida». Además, al parecer la municipalidad no hace ni tiene planeadas actividades que favorezcan a los jóvenes: Una vez fui a entrevistar al alcalde y le pregunté qué planes tenía para los jóvenes, y no me supo responder. Nos dijo que tenía planes, pero que aún no estaban completos. Y le propuse que cree una casa de la juventud, y me dijo ‘buen punto’. Eso se trasmitió en la radio, se comprometió. Se ve que allí al joven lo deja de lado.

Merece destacarse que los jóvenes no organizados reconocen su falta de perseverancia para solicitarle a la municipalidad los espacios que necesitan. En contraste, los jóvenes organizados sí realizan diversas acciones para conseguir esos espacios: La municipalidad no hace nada sino solo Radio Marañón. Yo pienso que aquí estamos a la par: nosotros no pedimos espacio y la municipalidad no nos invita a su espacio. Hasta donde yo sé, no lo hemos solicitado.

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El año pasado iniciamos un proceso para reclamar que cumplan sus promesas. Le enviamos un oficio a la municipalidad, al señor Jaime Vílchez Oblitas, pidiéndole la casa de la juventud. Ese tema lo tocaron cuando estaban en campaña. Todos los candidatos prometían, pero hasta ahora nada. Queremos seguir con eso porque es una promesa y la tienen que cumplir.

La municipalidad, a su turno, señala que realiza actividades a favor de los jóvenes, como las vacaciones útiles. Pero también reconoce el incumplimiento de sus promesas en el trabajo con jóvenes, conforme se aprecia en la siguiente declaración de Fernando Fernández: He sido delegado por el alcalde para presidir el Comité Multisectorial de Prevención de Uso de Drogas de Jaén. Hemos capacitado, hemos dado charlas preventivas a los jóvenes de secundaria, asesorados por Devida. Además, aparte de las vacaciones útiles, estamos realizando un campeonato de fútbol con 32 equipos de jóvenes. Quisiéramos hacer más. Vamos a estar al tanto y vamos a hacer un mea culpa por no haber cumplido hasta la fecha en el trabajo con jóvenes. Quisiéramos que también decidamos, porque yo creo que ha habido un cuestionamiento hacia las autoridades. Lo asumimos con responsabilidad. De repente apenados de no poder cumplir con todo lo que hemos propuesto a la juventud, pero quisiéramos tener una relación más fluida con ellos y poder apoyarlos en la medida de nuestra disponibilidad.

b. Identificación de la realidad de la juventud La situación de la juventud peligra por el entorno en el que vive, marcado por la violencia. Al parecer son constantes los robos y los pleitos callejeros como producto de las borracheras. Hay un número exagerado de discotecas, que no controlan el ingreso de menores de edad y el consumo de bebidas alcohólicas por estos. Muchas veces el consumo de los menores es incitado por un adulto y se siguiere que las discotecas son centros de consumo de drogas: El robo existe por acá y lo cometen jóvenes y adolescentes con malas costumbres. Cuando los jóvenes se emborrachan a veces quiebran botellas y se pelean. En las discotecas pueden poner droga en la bebida de los chicos y las mujeres.

c. La realidad de los jóvenes es un problema social Al señalar estas situaciones los jóvenes quieren resaltar su vulnerabilidad frente a las influencias externas: Los jóvenes ingieren alucinógenos y fuman. Quizá no lo veamos tanto acá en Jaén, pero lo hacen a escondidas y no sabiendo que se están haciendo daño ellos y se lo están haciendo a sus familiares.

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Los jóvenes de hoy están desorientados, manipulados por el grupo de amigos que hacen una invitación a los demás jóvenes para que se acerquen a hacer también las cosas que ellos hacen, como ir a las discotecas, fumar o consumir alcohol. Hay adultos que ofrecen licor a los jóvenes y hay unos que no aceptan tomar, mientras otros sí. Los adultos a veces también influyen en la desorientación del niño y hay varios acá que sí toman y fuman.

Sin embargo, se reconoce que los jóvenes se apoyan entre sí para el estudio y para realizar actividades sanas: «Hay amigos buenos y malos. Amigo bueno es el que te apoya, te da consejos para que estudies; y amigo malo es el que te dice que pierdes el tiempo estudiando». Se reconoce que uno de los principales problemas de la juventud es la falta de ambientes sanos para divertirse.

d. ¿Los jóvenes participan? Al parecer, la organización de los jóvenes requiere el liderazgo de una persona mayor externa al grupo. Siempre se menciona el apoyo de terceros a las labores que los jóvenes quieren realizar, y la urgencia de contar con el apoyo de instituciones. Se agrega además la necesidad de formar líderes y de promover la participación voluntaria de los jóvenes. Los jóvenes no organizados no manifiestan una actitud de participación voluntaria y espontánea. En todo momento mencionan la necesidad de apoyo de organizaciones e instituciones que supervisen y motiven la organización juvenil. En contraposición a esta falta de independencia en la participación, los jóvenes organizados consideran que ellos pueden trabajar para el desarrollo del país. En este sentido, se reconoce en la mesa un esfuerzo de los jóvenes por colaborar con este desarrollo, y se considera necesario consolidar el trabajo de las organizaciones, sea a través de la mesa, sea por medio de la creación del Consejo de Juventudes. Todo depende de nosotros los jóvenes. Hay que ser optimistas y empezar a trabajar. Yo creo que es importante que exista la comunicación o la participación de los jóvenes, ya que se logra oír las necesidades de los jóvenes y eso también impulsa el desarrollo de la sociedad. Como dicen mis compañeros, es necesaria la integración juvenil, y de esa manera vamos a formar parte de grupos que están optando por el cambio y mejora de la sociedad.

El aspecto más importante de la participación radicaría en la posibilidad de expresar las propias ideas de los jóvenes, a modo de aprendizaje en la acción de opinar. Según dicen los jóvenes, siempre que hay oportunidad se deben expresar las ideas:

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Si a nosotros como jóvenes se nos presenta la oportunidad de expresar lo que sentimos, lo que tenemos en mente, por qué desaprovecharla. Si existen tantos grupos, por qué no exponer, transmitir lo que estamos viviendo ahorita.

Los jóvenes que ya participan lo hacen en diferentes espacios, no necesariamente políticos. Al parecer, la parroquia sería también un espacio y una oportunidad para la participación de los jóvenes: No conozco la Mesa de Trabajo de Juventudes, pero en la parroquia yo soy la coordinadora de 25 jóvenes que formamos la comunidad «San Francisco de Asís» y trabajo con ellos. Nos reunimos los domingos. Tratamos temas de la sociedad, temas que se refieren a lo que vivimos. Aparte, integro la pastoral juvenil acá en Jaén y también tenemos un espacio en Radio Marañón que sale los domingos de 9 a 10 — «Voces de Esperanza»—, donde tratamos temas de valores y formación cristiana.

Aquellos jóvenes que no participan en organizaciones expusieron sus razones de la siguiente manera: Yo no tengo tiempo, porque me dedico más a mi casa; cuido a mis hermanitos mientras mis hermanos trabajan. Mi motivo es que no tengo conocimiento de que hay grupos juveniles acá en la ciudad. Sería bueno participar, pero hay personas que no tienen el valor para eso. Claro, sienten vergüenza y no conocen cómo es la participación. Soy estudiante y tengo que hacer las actividades del colegio, pero también de paso casi no conozco a las agrupaciones juveniles.

Los jóvenes que participan en agrupaciones resaltaron la responsabilidad que conlleva esta decisión, además de diversos aspectos positivos: Si estoy trabajando y estudiando me doy un tiempo para ayudar a la organización a la cual pertenezco; desde que he aceptado un cargo mi responsabilidad es ayudar a la organización. Para mí lo positivo es que formamos parte de la problemática, nos identificamos con la problemática en la sociedad y esto nos ayuda a tomar acuerdos y en muchos casos a llevarlos a cabo. Lo positivo es que nos permite relacionarnos y expresar nuestras ideas. Sería bueno que los jóvenes se vayan educando en diferentes aspectos (social, político, económico), que participen en la vida social de su país.

Los aspectos negativos de la experiencia se centrarían en la falta de acción o el quedarse solo en las intenciones:

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Lo negativo es que muchas de las ideas que tocamos aquí se quedan en el olvido, solamente es una voz que se lleva el viento. Lo negativo es que a las autoridades no les gusta. Lo negativo es la falta de apoyo económico y la falta de apoyo de las autoridades locales y nacionales. Muchas veces por esta falta de apoyo los jóvenes se desaniman.

La participación, entonces, debe ser concertada, para reunir las opiniones de la mayoría y encontrar soluciones a la realidad de los jóvenes. Una expresión del grupo de jóvenes organizados muestra claramente esta idea: Yo creo que el mejor modelo sería la concertación de todos los grupos que existen acá en la provincia. Hay un dicho que dice: «La unión hace la fuerza». Así nuestra voz va a tener más fuerza. Los adultos dicen muchas veces que los jóvenes somos el futuro de nuestra nación y que estamos en la etapa de formación. Esto es erróneo. Como dije, la mayoría de la población peruana son jóvenes y nosotros debemos ser los actores principales del desarrollo de nuestra nación, tomar las riendas de nuestra nación.

e. Un futuro mejor en manos del municipio Llama la atención que los jóvenes visualicen un futuro con mejoras a raíz de la intervención de la municipalidad para cambiar radicalmente la realidad de la juventud, como el control o cierre de discotecas y bares que corrompen a los menores de edad, la generación de fuentes de trabajo para los jóvenes profesionales de la zona, la creación de espacios de esparcimiento y de centros o institutos de estudios superiores. Estos cambios son expresados así: El alcalde debe dar más apoyo a los adolescentes, clausurar los centros prohibidos. Debe haber campos de esparcimiento, canchas de fútbol, piscinas. En diez años Jaén debería tener más lugares para desarrollarse, como bibliotecas. Los bares deberían ser clausurados. Me gustaría que Jaén tenga líderes buenos que orienten a los jóvenes para que estos puedan tener valores, que practiquen la reforestación, la ecología y todo eso. Lo que necesitamos los jóvenes de Jaén es una universidad estatal, porque hay demasiados lugares como discotecas o bares que no ayudan a desarrollar a los jóvenes para nada. Jaén, como una de las provincias más importantes y eje ideal, está en continuo desarrollo, y cada vez se expande más. Yo quisiera ver a Jaén dentro de diez años como el Jaén que fue antes: una ciudad característica de la selva, con áreas verdes, rodeada de árboles.

130

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

f.

Lo que los jóvenes esperan

Los aspectos mencionados para el futuro de Jaén se relacionan directamente con las aspiraciones personales de los jóvenes: estudio y trabajo. En el ámbito personal, los jóvenes quieren estudiar, apoyar a la familia y, en menor grado, participar de agrupaciones. Yo estudiaría para ser profesional y ayudar a mi familia. También quizá con el tiempo me una al grupo para dar apoyo. Podría comprar una casa para vivir, cosas que necesitamos en la casa. Yo más adelante quisiera ser una profesional, ayudar a mis padres y ayudar en los centros de rehabilitación, a los alcohólicos, dar más apoyo; en caso de materiales, comprar mis cosas, tener algo y no estaría casada.

4. Lecciones aprendidas a. Liderazgo y claridad en la concepción de lo juvenil Se podría decir que los jóvenes de Jaén no han desarrollado aún sus capacidades de liderazgo, pues dependen siempre del apoyo de terceros (personas o instituciones). Además, la mayoría de jóvenes no se perciben como protagonistas de su propio desarrollo, sino como sujetos de apoyo, percepción compartida por adultos y funcionarios, y que se refleja en las acciones desarrolladas o planificadas por la municipalidad para el uso del tiempo libre pero no como espacios de participación juvenil.

b. Capacidades técnicas para desarrollar proyectos, lineamientos y conducir procesos Hay capacidad para iniciar procesos, pero los jóvenes no están aún maduros como para darles continuidad, sobre todo para transferir responsabilidades y formar líderes que puedan asumir cargos directivos.

c. Continuidad en los procesos políticos e institucionalización de la participación juvenil La coyuntura política ha permitido en Jaén la formación de agrupaciones. Los candidatos a cargos han realizado promesas que no cumplieron, reforzando el escepticismo de los jóvenes respecto de las posibilidades de logros y cambios a través de la política.

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d. Organización y fortalecimiento interno de los grupos y las coordinadoras juveniles El funcionamiento de la mesa ha dependido de la coyuntura política y, en definitiva, de las condiciones de infraestructura. Un punto neurálgico ha sido la falta de un local fijo para llevar a cabo las reuniones de la mesa. Ante esta situación, la mesa se debilitó y con ella las organizaciones que la conformaban. Los jóvenes sienten que este organismo ya no es representativo de la juventud. Sin embargo, la inconstancia de los jóvenes pareciera deberse a otros factores que van más allá de la falta de un local propio. Ante las posibilidades de apoyo de instituciones y de adultos, no se observa constancia de los jóvenes para mantener los contactos.

e. Cultura de la negociación y falta de tolerancia Si bien los jóvenes han persistido en recordarles a los políticos sus promesas, no se podría hablar de logros al respecto. Los jóvenes no manejan estrategias de negociación ni de tolerancia a la frustración frente a estos incumplimientos, pues al no tener respuestas han dejado los trámites inconclusos y no han hecho valer sus derechos ciudadanos.

f.

Relación con el espacio público y uso de medios y estrategias de incidencia en lo público

Aun cuando los participantes de la mesa declaran haber difundido su trabajo, este no ha tenido impacto, pues los jóvenes de organizaciones y aquellos que no participan en grupos desconocen la experiencia. La mayoría señala que la razón es la falta de recursos, dado el alto costo que implica difundir sus logros en los medios de comunicación.

5. Fortalezas y debilidades de la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén a. Persistencia y convicción en ideales La mayor fortaleza de los jóvenes es su convicción y la persistencia para proseguir con sus proyectos, en este caso la Mesa de Trabajo de Juventudes. Aun con las dificultades que han debido afrontar, como la carencia de local propio y de apoyo efectivo de organizaciones y de la municipalidad, los jóvenes han seguido reuniéndose y trabajando para la mesa, incluso cuando algunos miembros que impulsaron originalmente este espacio se retiraron.

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b. Fortalecimiento intragrupal e intergrupal pendiente Los jóvenes no se han cohesionado como grupo. Ante la partida de algunos líderes, el grupo gestor de la mesa ha quedado desmembrado y muchas agrupaciones que la conformaban se han retirado. Sin embargo, se podría afirmar que quedan algunos jóvenes organizadores de la experiencia con ímpetu y recursos para reflotarla.

c. Capacidades de concertación y negociación inmaduras Las capacidades de negociación de los jóvenes se encuentran en proceso de crecimiento. Faltaría que desarrollen sus capacidades de tolerancia ante la frustración por la falta de respuesta y apoyo del municipio y de las organizaciones. Pero, además, deberían capacitarse en estrategias para encontrar las vías adecuadas de comunicación y concertación.

6. Conclusiones •







La iniciativa de la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén partió de la coyuntura política, razón por la cual este espacio no ha tenido continuidad y menos aun representatividad entre los jóvenes. La mayoría de ellos desconocen la existencia de este espacio. Los jóvenes iniciadores que aún permanecen en la ciudad de Jaén están haciendo esfuerzos por dar continuidad y reconocimiento a la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén a pesar del retiro o abandono de buen número de jóvenes que participaron al comienzo. Existe voluntad de las instituciones públicas y privadas para reflotar la Mesa de Trabajo de Juventudes de Jaén, por la importancia que se está dando en Jaén al tema de la juventud. Los jóvenes de Jaén necesitan de la influencia externa, sea que esta provenga de una persona o de una agrupación de personas adultas, para animarse a participar en un espacio como la mesa. Se percibe una ausencia de líderes jóvenes que dirijan una experiencia como esta.

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Comité Multisectorial de Apoyo a los Adolescentes y Jóvenes de Juli (Puno)

1. Descripción de la experiencia a. Tomando la iniciativa Cuando la cooperación técnica alemana (GTZ) y el Ministerio de Salud (Minsa) llevaron a cabo en Juli, Puno, el Proyecto de Salud Integral del Adolescente y Prevención del VIH SIDA para «brindar servicios diferenciados para adolescentes», cayeron en la cuenta de que el sector Salud, por sí solo, no podía abarcar toda la problemática de los adolescentes y los jóvenes. Fue entonces cuando empezaron a desarrollar estrategias de manejo multisectorial. A partir de ese momento la GTZ inició un trabajo de cogestión al que invitó a diversas instituciones del Estado. Efraín Hurry Grandavillas, del Departamento de Relaciones Públicas de la Municipalidad de Chuquito, dice: El Programa de Atención en Salud Integral para el Adolescente y Prevención del VIH-Sida de la región de salud y la GTZ de Alemania nos invitaron a participar en unos talleres. Ellos querían hacer extensiva la elaboración de políticas de apoyo a las juventudes con todas las instituciones locales. En el transcurso de los talleres se fue conceptualizando que definitivamente ellos [los funcionarios] se sentían excluidos de la participación de la problemática.

El coordinador multisectorial del Proyecto de Salud Integral del Adolescente y Prevención del VIH SIDA de la GTZ, Carlos Cabezudo, comenzó así a desarrollar una estrategia que buscaba que las instituciones que trabajaban con adolescentes, las coordinadoras de base y la comunidad ayudaran a manejar el Centro de Desarrollo Juvenil (CDJ), y con tal fin organizó reuniones y talleres de trabajo. Se buscó también el concurso de agrupaciones juveniles, las cuales fueron difíciles de ubicar. A su turno, el gobernador Jorge Maquera Chambilla señala: 134

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Hemos tenido reuniones con todas las autoridades para establecer relaciones con las comunidades y los barrios y convocar a todos los jóvenes para que el proyecto apoye a los jóvenes. Encontramos a una psicóloga que daba orientación a los jóvenes sobre violencia familiar.

La cogestión fortaleció estas relaciones y se llegó a tener una reunión mensual. Se logró también que la municipalidad pagase un psicólogo para el CDJ. A partir de 2003 ya no se habla de cogestión sino de multisectorialidad. Ese mismo año el proyecto inició su segunda fase y cambió su nombre por el de Proyecto de Salud Integral del Adolescente con VIH-Sida. Los centros de servicios diferenciados se convierten en centros de desarrollo juvenil. Dice al respecto Willy Aquiles, subprefecto de Chuquito: El 23 de enero de 2002, cuando asumí la subprefectura, encontré en mi despacho un oficio invitándome a una reunión del comité de cogestión organizado por el Proyecto GTZ a través del Ministerio de Salud. Fue entonces cuando me comprometí a ver políticas de jóvenes y especialmente los problemas que pasaban con la adolescencia. Se trabajó inicialmente como comité de cogestión.

b. Preparación para asumir el COMAAJ Todos los representantes de las instituciones que conformaban el Comité Multisectorial de Apoyo a Adolescentes y Jóvenes de Juli (COMAAJ) se capacitaron a lo largo del año en la creación de políticas para la juventud de acuerdo con las características de los jóvenes y adolescentes de la región. Además, el COMAAJ toma a su cargo la tarea de elaborar un plan estratégico 2003-2010 con la participación de los jóvenes. Dice sobre este asunto Ana Moreno, coordinadora de GTZ-Puno: «El coordinador de GTZ, Carlos Cabezudo, venía cada dos meses, daba una charla para ayudar a seguir el proceso y el grupo realizaba una tarea de interfase». A su turno, Jorge Maquera Chambilla señala: Desde Lima viene un capacitador y nos dice cómo debemos planificar el plan estratégico de los jóvenes del 2003 al 2005, y luego nos proyectamos hasta el 2010. Es el Proyecto GTZ. Siempre tenemos reuniones donde nos dan a conocer cómo hacer el proyecto, cómo nos podemos presentar a la sociedad y a los jóvenes. Ellos nos asesoran.

El proceso avanzó en forma paulatina hasta llegar a lo que se tiene hoy: un comité asesor reconocido por ordenanza municipal, con estrategias y un plan operativo para el 2004 que convoca a los jóvenes y adolescentes a trabajar por su sector.

c. Un espacio físico Como era indispensable que el COMAAJ contase con un local propio, el Minsa le cedió un espacio en el hospital. Según Jorge Maquera Chambilla:

COMITÉ MULTISECTORIAL DE APOYO A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE JULI

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Nosotros hemos asistido a las reuniones convocadas por GTZ y el Minsa, donde hemos tenido que apoyar al hospital para que pueda brindar un local. Pero como ese local no es el más apropiado estamos pidiendo al señor alcalde que nos ceda otro para poder tener reuniones multisectoriales permanentes.

Luego la municipalidad brindó un local para la participación juvenil y se ha comprometido a construir otro.

d. Los que participan en el COMAAJ Conforman el COMAAJ el CDJ, el Instituto Nacional de Bienestar Familiar (INABIF), el sector Educación, la Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente (Demuna), la municipalidad, la gobernación, la Subprefectura, el Pedagógico, Reprosalud y EsSalud. Los jóvenes participan por medio de una sola organización que no es representativa y no toma parte en la planificación del objetivo. A pesar de que fueron invitadas, no participaron otras organizaciones juveniles, razón por la cual la GTZ se ha propuesto asesorar a jóvenes que estén dispuestos a conformar agrupaciones que deseen participar en el proceso de desarrollo. Los jóvenes que asistieron a estas reuniones multisectoriales dieron sus opiniones y plantearon sus problemas y pedidos. Desde la gestión del doctor Estrada los regidores y otros funcionarios del municipio siempre se han hecho presentes. Cada vez son más los que están a favor del trabajo por los jóvenes. Sin embargo, se percibe desconfianza entre autoridades y jóvenes, sobre todo en lo que respecta a la fiscalización que estos ejercerían sobre aquellas. Sobre el tema dice Jorge Maquera Chambilla: Siempre hay desconfianza entre las autoridades y los jóvenes. Al ver que los jóvenes organizados van a tener derecho a fiscalizar, a pedir, siempre va a haber una desconfianza de las autoridades; no solamente del alcalde, también de sus regidores. En la reunión de los regidores se aprueban los presupuestos y en esas reuniones no se está priorizando a los jóvenes. El alcalde está a favor de los jóvenes, y hay regidores que son adultos y que están pensando en su época, no el futuro. Hay tres regidores que se oponen a dicho apoyo.

Además, no se difunde con la amplitud necesaria lo que se está trabajando. Son muy pocos los jóvenes que muestran interés, problema que se agrava en el caso de aquellos que no están organizados. De manera que es necesario reflexionar para encontrar la forma de que el plan estratégico comprometa a la población juvenil.

e. Conformación del primer Consejo Directivo En octubre de 2003 se realizaron talleres para conformar la primera directiva regional del Comité Multisectorial de Apoyo a los Adolescentes y Jóvenes, y en ellos se elaboraron el plan estratégico y los estatutos. En enero de 2004 juramentaron las autoridades de la

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

citada directiva: el alcalde, quien la preside, el subprefecto, el representante del hospital, el representante del Área Descentralizada de Educación (ADE)1 y el del Pedagógico. De acuerdo con los estatutos, este comité está constituido por un presidente (el alcalde), un vicepresidente (el prefecto), un secretario de actas y dos vocales (dos regidores).

f.

Llevar a la práctica los objetivos

El objetivo principal del COMAAJ es desarrollar políticas para la juventud. Con tal fin, convoca a los jóvenes para conocer su punto de vista, pues son ellos los que deben ponerse al frente de esta iniciativa. Ana Isabel Moreno, coordinadora del Proyecto Salud Integral del Adolescente de GTZ, nos cuenta: La juventud tenía una organización muy pequeña que sí participó en el proceso, pero que no representaba la opinión de los jóvenes. Según los comentarios de la misma gente, eran los chicos de la clase social alta, por lo que no tenían la aceptación de sus propios compañeros. Ahora estamos en el proceso de organización de un referéndum abierto para formar una organización juvenil con la juventud del lugar. Solamente participó un grupo en la elaboración de los estatutos. A los chicos del CDJ se los invitó, pero por las rencillas entre los adolescentes no hubo mayor participación. Una idea diferente a lo que se gestó era la cogestión del CDJ.

Y Efraín Hurry Grandavillas añade: «Estamos en la idea de asesorar en la conformación de las agrupaciones juveniles que deseen participar en el proceso de desarrollo».

g. Realización de actividades y obtención de logros El eje en torno del cual han girado las actividades ha sido la institucionalización del COMAAJ. Así, el principal logro consiste precisamente en la conformación de este organismo con el compromiso de las instituciones estatales. Un segundo logro es la conformación de la primera directiva y la aprobación de los primeros estatutos y reglamentos. Además, se ha conseguido atraer a los jóvenes con la finalidad de que tomen decisiones y actúen como fiscalizadores de la labor de las instituciones. Finalmente, es un logro que los jóvenes se estén organizando para participar directamente en la sociedad. Por otra parte, las autoridades e instituciones han empezado a tomar conciencia de la problemática de la juventud. Se busca impulsar actividades de dos tipos: «intelectuales», referidas a la elaboración de políticas para la juventud, y prácticas (contra el sida, festivales juveniles, etcétera), en la medida en que los intereses de la juventud puneña tienen hoy un carácter integral, pues incorporan la educación, la salud y el esparcimiento. Dice sobre esto Ana Isabel Moreno:

1

Anteriormente denominada USE.

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La migración a la capital es altísima. Aquí se están envejeciendo porque no encuentran las oportunidades que encuentran en la ciudad. Un chico de hoy quiere internet para tener acceso a la información. Si lográramos darles las cosas que necesitan no habría esa migración: el desarrollo sería local.

Luego, Carlos Cabezudo señala: «Lo importante ha sido hacerles entender que primero se reúnan para desarrollar lo programático, y a partir de ello elaborar o pensar las actividades». Finalmente, otro logro relevante es el registro de referencias. A través de este sistema, cuando una persona de una organización o proyecto acude a una institución, se registra el motivo por el que asistió y el diagnóstico de su caso, de modo que, si es transferida a otra institución, los procesos no se repiten, pues se hace uso del registro. Según el propio Carlos Cabezudo: «El mejor logro es el sistema de referencias que hemos establecido. Esto además se piensa implementar en las experiencias en otras provincias».

h. Difusión de la experiencia Las convocatorias a las reuniones en las que se conformó la directiva del COMAAJ han sido difundidas a través de los medios de comunicación escrita y hablada. Sin embargo, el impacto de esta difusión no se observa en los jóvenes que participaron en el estudio. Aun cuando se trató, en un caso, de jóvenes organizados, la gran mayoría no conocía la experiencia del COMAAJ: Desde el mismo día que ha sido constituido debería ser dicho en acto público. Ha sido en un local donde no han convocado al más importante: el joven. Yo en ese momento pensaba que era un comité multisectorial de apoyo a la juventud, pero sin la juventud. Así lo entendía: se reúnen entre autoridades. Yo no sé si ellos entienden cuál es el problema de la juventud.

Algunos jóvenes expresaron opiniones negativas acerca del COMAAJ y de las organizaciones de adultos: Todo se queda en palabras. Me gustaría que hubiera hechos. Lamentablemente, hemos visto en el muestreo que la mayoría no conoce al COMAAJ. Creo que es un error grande y se debería difundir a los jóvenes, a los que estamos interesados. Los jóvenes estamos llanos a organizar, apoyar y poder trabajar con alguna institución del Estado o de la sociedad. Lo más triste es que las organizaciones juegan con la juventud que realmente quiere resaltar y levantar su nivel. En ese caso las oportunidades no existen, y si las hay están entre ellos [las instituciones]. Nosotros los jóvenes debemos trabajar ahora no para pedir sino para buscar alternativas de solución y romper ese caparazón.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

i.

Identificación de las dificultades

La principal dificultad es la ausencia de grupos juveniles. Al respecto, el COMAAJ está promoviendo su conformación para que los jóvenes se sientan representados. Dice al respecto Carlos Cabezudo: «Los jóvenes no se sienten representados en el CONAJU. Por eso es mejor que ellos mismos nombren a sus representantes de modo que se sientan identificados».

j.

La COMAAJ hoy

El trabajo se está desarrollando satisfactoriamente: se han organizado grupos, han recibido capacitación, son conscientes de la dificultad de trabajar el tema juventud y están incorporando a los jóvenes a este proyecto.

k. El papel de los municipios en materia de juventud Los jóvenes de grupos organizados demandan que el alcalde conozca la realidad y la problemática de la juventud. Además, señalan que los funcionarios públicos deberían capacitarse para desenvolverse adecuadamente: El alcalde debe primero conocer nuestra realidad y convivir en nuestro medio ambiente. Nosotros somos aimarahablantes y nuestra autoridad debe adecuarse a nuestra realidad. Debe conocer el mundo. Tiene otra mentalidad. Se debe captar profesionales de nuestra zona y que produzcan en nuestra zona. Lamentablemente, a los funcionarios que están dirigiendo la municipalidad y otros lugares les falta un aspecto importante, las relaciones humanas, ya que no saben tratar a la persona; la ridiculizan, la menosprecian. Sin esto no hay convivencia.

Además, se observa en los jóvenes demandas específicas hacia la municipalidad, referidas principalmente a la educación: El problema es social: se puede dar a la juventud becas, pero no las dan, a pesar de que las han prometido. Estamos llanos a demostrar la calidad profesional de los sectores más pobres. Los que conocen más la realidad son los que viven acá. Los que tienen el poder no la conocen. Darnos la oportunidad de tomar cursos vacacionales con una economía muy baja. Una academia cuesta más o menos cincuenta u ochenta soles; se debe bajar el precio; no se puede pagar más. Los jóvenes que vienen del campo no tienen dinero, no hay equidad. Creo que la municipalidad debería dar mayor prioridad a la parte educativa, para el bien del pueblo mismo; de repente otorgando becas al extranjero para que después vuelvan al pueblo y levanten su desarrollo. Se puede hacer convenios, pero en muchas ocasiones no dan importancia. COMITÉ MULTISECTORIAL DE APOYO A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE JULI

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La mayoría de los jóvenes no organizados aluden al deber del alcalde de dar respuesta a la problemática juvenil, centrada según ellos en la falta de espacios para la juventud y en el escaso apoyo a su educación. La municipalidad, creen, debería otorgar becas, mejorar los locales educativos y el nivel de la educación, pues los jóvenes que terminan la escuela en Puno no pueden competir con aquellos que estudian fuera. Complementariamente, la municipalidad debería esforzarse en generar empleo. Esta última es una demanda permanente y que atraviesa todos los temas de discución: Lo que actualmente aqueja es el desempleo. No hay un campo donde uno puede desempeñar la capacidad que tiene. Otro tema importante es que, en vista de que hay desempleo, muchos de los jóvenes se dedican al alcoholismo, la prostitución y otros más, y esos son los problemas que crecen a diario. Lo que la municipalidad debe hacer es apoyar a los jóvenes. La mayoría somos estudiantes. En alguna oportunidad yo acudí al municipio. Se les debe dar trabajo [a los jóvenes] en las vacaciones de enero, febrero y marzo. Se debe dar oportunidad de trabajo para comprar lapiceros, cuadernos.

Los jóvenes se muestran críticos hacia el alcalde y los funcionarios, quienes, dicen, no conocen ni se interesan por conocer su realidad. Asimismo, se sienten relegados y discriminados, como lo testimonia un joven: «Hay un Consejo de la Juventud. De alguna u otra manera se le debe dar una parte importante en el aspecto económico. La juventud no va a hacer nada si no se le da ese campo. Vamos a seguir relegados y no vamos a desarrollarnos».

l.

Aspectos positivos y negativos de la municipalidad

Dentro de los aspectos positivos de la labor de la municipalidad, los jóvenes señalan las diversas obras que ha desarrollado, en especial los parques; también el apoyo al deporte. Como en todas las experiencias analizadas, los aspectos negativos mencionados son mayores en número y variedad. Lo esencial es la falta de capacidad para escuchar las opiniones de los jóvenes acerca de los problemas que los afectan y sus propuestas de solución. Señalan específicamente la ausencia de diálogo entre el alcalde y los jóvenes. Tampoco se sienten apoyados en el ámbito laboral, y afirman incluso que los profesionales de la zona son discriminados: Una vez en una reunión el pueblo le preguntó al alcalde por qué traía profesionales de afuera habiendo aquí profesionales. ¿En quién iba a confiar? Así nos ha despreciado. Es verdad lo que dicen que en esta localidad existe rechazo. El alcalde trae trabajadores de otros departamentos y provincias, cuando acá existen muy buenos profesionales de diferentes ramas, que podemos trabajar mejor en la municipalidad. Esa gente no conoce nuestra realidad, qué obra se puede hacer y cuál no.

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Es muy lamentable lo que hace el alcalde para dar un puesto de trabajo. Hoy he ido a la municipalidad y hay mucha gente desconocida. Cuando los saludo ni me escuchan; qué tipo de personas traen. Lo único que saben decir es «no tengo tiempo, hermanito», y se encierran. Si se piensa que aquí no hay profesionales buenos debería traer unos de modelo para que los de acá aprendan. Una vez que las personas de aquí aprendan el otro se debe regresar a su lugar; así se mantiene la confianza en el pueblo.

Otro aspecto negativo destacado por los jóvenes es que el alcalde y los funcionarios municipales no valoran a los jóvenes y sus opiniones. De igual manera, observan una clara intención de manipularlos, sobre todo en las coyunturas electorales: En todo momento los partidos que se van formando quieren trabajar con los jóvenes. Es básico: los jóvenes son más inquietos. Pero al alcalde no le conviene mucho eso, porque los jóvenes después reclaman. Por eso el alcalde no quiere convocarlos. «Que los jóvenes se organicen», dice, pero que no digan nada.

m. Estructura de la municipalidad En virtud de la importancia de la participación de los jóvenes en los espacios públicos, se piensa en una estructura edil en la que municipalidad ocupe el centro, pero con una dinámica circular que permita la interrelación con el pueblo, las instituciones de base y la juventud. Así los jóvenes podrían hacer llegar sus propuestas: Yo creo que actualmente está de moda la gobernabilidad, que no son los partidos políticos sino algo parecido. Que el gobierno municipal no trabaje solo, sino con las organizaciones de base, con la juventud. Yo creo que los jóvenes pueden hacer llegar sus propuestas; las instituciones, igual, como también las organizaciones y el pueblo.

2. Percepciones de los jóvenes sobre las acciones municipales a. Reconocimiento de las acciones de la municipalidad Los jóvenes no organizados no muestran mucho conocimiento acerca de lo hecho por la municipalidad, ni tampoco de la coyuntura política. Por su parte, los jóvenes organizados consideran que la municipalidad no se preocupa por la realidad del pueblo, y mucho menos por la problemática de los jóvenes. Esta impresión es producto de las diversas coyunturas electorales, percibidas por los jóvenes como épocas en las cuales los políticos prometen: «Los partidos políticos buscan lo que les conviene a ellos; y el interés del pueblo, nada. Buscan el interés propio y prácticamente la juventud está olvidada. Hay desempleo y no se ven soluciones».

COMITÉ MULTISECTORIAL DE APOYO A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE JULI

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b. Identificación de la realidad de la juventud Los jóvenes se ven a sí mismos desarrollando sus actividades cotidianas en sus pueblos, comunidades y barrios, relacionadas con el deporte, la recreación y el trabajo (pesca, ganadería, agricultura, crianza de aves). Otras actividades se vinculan básicamente a la educación, tema primordial para los jóvenes que participaron en este estudio: Uno está estudiando; el otro está jugando con su pelota y con su perrito. Hay jóvenes que realmente se preparan en instituciones en todos los niveles. Pero cuando salen no encuentran trabajo. Yo terminé hace dos años atrás mis estudios de pedagogía y actualmente no hay trabajo. Lamentablemente estamos así. Por eso tenemos que crear cosas que generen ingreso económico.

Otra característica de la cotidianidad de los jóvenes son los vicios a los que están expuestos constantemente, sea por imitación, sea por invitación: «Hoy en día la juventud se está dedicando al alcoholismo, la drogadicción y la prostitución».

c. La realidad de los jóvenes es un problema social La problemática más mencionada es la pérdida de identidad cultural, que los jóvenes atribuyen a la alienación provocada por la influencia de los medios de comunicación: «Las costumbres de nuestras comunidades están en extinción. Incluso algunos niegan ser de este lugar. Si uno de una comunidad se va a la costa, no dice que es de la comunidad; simplemente dice que es de Puno». El estudio, actividad principal —real o solo deseada— de los jóvenes, es considerado como un problema, en tanto les permite desarrollar sus habilidades, capacidades, intereses y, sobre todo, acceder a un empleo. Sin embargo, muchos jóvenes carecen de los recursos para estudiar; y cuando lo logran, con muchos sacrificios, ven limitadas sus posibilidades laborales. Entonces, el estudio está ligado a la problemática del desempleo. En ambos casos la frustración del joven lo puede conducir a vicios como el alcohol y las drogas: El joven, por necesidad, quiere seguir estudiando, hacer algo, pero no tiene los recursos necesarios. Si alguien le puede dar trabajo, pues apoya. Aquí por ejemplo hay jóvenes que vienen de la universidad y le piden al alcalde un trabajo, pero este les dice que no quieren gente sin experiencia.

d. Participación de los jóvenes La mayoría de los jóvenes tienden a decir que «no son escuchados», realidad que es presentada por ellos como un límite a su actuación en diversos ámbitos. En el caso de la participación en agrupaciones o en espacios públicos, la falta de escucha es la excusa perfecta para justificar la inacción. Pareciera que los jóvenes ya están acostumbrados a esta realidad: 142

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Sí, es cierto: a veces la sociedad misma no nos comprende lo que queremos plasmar. Si eres joven no sabes la realidad. Muchos jóvenes somos analistas, pensamos qué necesidades tiene nuestra comunidad. No es que no seamos capaces; sí somos capaces. Debemos buscar una alternativa. Queremos ser parte de la organización. Yo tuve una oportunidad de ser secretario. No te dan el apoyo suficiente: «Haz, pues; qué vas a hacer», me dijeron. Tenía 22 años. Muy triste. Nos dicen que no somos capaces. Pero sí tenemos facultad para aportar a este país, que necesita de nosotros.

La no participación se sustenta también en la falta de tiempo y, en muchos casos, de conocimiento de la existencia de agrupaciones juveniles. Sin embargo, se reconoce en la participación una posibilidad para que los jóvenes logren respuestas por medio de movilizaciones, paralizaciones, huelgas, etcétera. Aunque este tipo de actitudes son reconocidas como menos efectivas que la organización: «Para obtener esas ayudas debemos movilizarnos, hacer paros, huelgas; pero nunca nos oyen. Debemos hacer algo más efectivo, algo que resulte. En primer lugar, tenemos que unirnos todos». A pesar de las dificultades, los jóvenes manifestaron estar dispuestos a participar. Pero para ello es primordial contar con información acerca de los objetivos de las agrupaciones y los eventos. En el caso del COMAAJ es necesario, además, que los jóvenes sientan que los adultos confían en ellos y que toman en cuenta sus opiniones y propuestas. Es preciso revertir el escepticismo que invade a los jóvenes ante la ausencia de escucha por parte de los adultos: Las iniciativas que podamos tener son buenas, pero yo dudo que las tomen en cuenta. A pesar de que nosotros integramos la comisión, tenemos propuestas y conocemos el sentimiento de la población del distrito, dudo que nos escuchen y nos hagan caso. Yo creo que esto va a ser igual por muchos años más. La participación sería bonita. Con nuestra participación se lograrían muchas cosas, pero como va a perdurar nos van a condicionar.

Por otra parte, existen dificultades que podrían limitar la participación del joven. Dada la enorme presión económica que padecen, se ven en la necesidad de trabajar o, más aún, de generarse sus propias fuentes de trabajo, lo que acorta el tiempo necesario para la participación. Por ello, los jóvenes necesitan apoyo para organizarse. Al respecto, manifiestan lo siguiente: «Vamos a seguir relegados y no vamos a desarrollar. Lo que las instituciones deben hacer es promover la participación de la juventud en las decisiones económicas».

e. Idealización del futuro El futuro visualizado por los jóvenes es siempre uno de satisfacción de las necesidades básicas: salud, limpieza, electrificación, centros educativos, hospitales, carreteras, agua potable, teléfonos. Pero también ven la necesidad de espacios de esparcimiento y de COMITÉ MULTISECTORIAL DE APOYO A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE JULI

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comunicación que los integren dentro su ámbito y con otras comunidades: parques, ríos, lagunas, piscinas para entrenar, cabinas de internet, centros de comunicación, radioemisoras para expresar las ideas a la población. Y, finalmente, en las zonas rurales se señaló la necesidad de contar con veterinarios, una central agraria, una mejor plaza, entre otras. La municipalidad debe construir una plaza, poner teléfonos, cabinas de internet. También centros educativos, parques para divertirnos y vivir sanos y saludables; hospitales para ir a sanarnos, lugares para caminar, ríos, lagunas, animales y agua potable. Queremos piscinas para entrenar, un centro de comunicación, una radioemisora para expresar las ideas a la población, un centro del agro. Que el municipio ponga una veterinaria para ayudar a toda la zona rural, para que mejoren sus animales y mejore lo económico. También electrificación.

f.

Lo que los jóvenes esperan que su vida

Los jóvenes no organizados se proyectan terminando su educación secundaria y viendo la posibilidad de seguir una carrera técnica o universitaria. Las más mencionadas fueron computación, aduanas, educación y enfermería; pero siempre acompañadas de algún trabajo que les provea recursos para lograr sus objetivos. Por otra parte, expresan su deseo de constituir negocios o microempresas para desarrollarse económicamente, tener una casa y una familia. Algunos jóvenes quieren que la agricultura prospere, para que sus productos tengan salida y su venta les permita mejorar su situación económica: Estudiar y trabajar. Me gustaría estudiar computación. Yo trato de estudiar, tener un título y poder ingresar a un trabajo del Estado; tener una familia y seguir estudiando. Actualmente estoy estudiando. Quiero acabar y encontrar trabajo y así poder tener algo: un carro, una casa.

Esperan además que mejoren las condiciones del campo, para poder seguir viviendo en su lugar de origen: «Lo que quiero es que las instituciones compren nuestras cosas, pero a precios justos. Acá nadie nos compra. No hay precio justo. Si hay precios justos podemos avanzar así como el país vecino, Chile». Los siguientes testimonios aluden también a algunas aspiraciones futuras de los jóvenes: Quiero ser político. Sí, quiero tener casa propia. Y como quiero ser político, quiero construir municipio. Quiero ser aduanero; muchos carros. De acá a unos cuantos años más quiero tener mi casa, mis negocios. Mi casa terminada. Quiero ser un microempresario, organizarnos con los grupos. En términos personales, tener un carro. 144

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Mi meta es ser líder y de esa manera organizar a diferentes organizaciones de base; coordinar con ellos y buscar el desarrollo de mi pueblo. Mi deseo es tener una empresa. Yo pienso tener un negocio, una tienda. Y mi casa. Yo estoy estudiando enfermería. Quiero seguir estudiando.

3. Lecciones aprendidas a. Liderazgo y claridad en la concepción de lo juvenil El tema de la juventud fue asumido inicialmente por la GTZ, que vio la necesidad de realizar un trabajo conjunto entre instituciones públicas y privadas para desarrollar actividades a favor de los adolescentes y jóvenes hombres y mujeres, tanto en aspectos de salud como de su desarrollo integral. Ante el desconocimiento de la realidad de la juventud, fue primordial el tratamiento de las políticas de juventud. Sin embargo, en esta preocupación los adultos no incluyen la opinión de los jóvenes. Pareciera que el COMAAJ es consciente de la ausencia de jóvenes en el trabajo que realiza y toma la iniciativa de convocarlos e incluirlos en sus planes. Pero los adultos consideran que los jóvenes son sujetos de ayuda y no actores o protagonistas.

b. Capacidades técnicas para desarrollar proyectos, lineamientos y conducir procesos La capacidad organizativa del COMAAJ se ubica en una organización externa: la GTZ. Esta aseveración se sustenta en el trabajo realizado por esta institución, que monitorea desde Lima el trabajo realizado en Juli y visita frecuentemente la zona para realizar capacitaciones.

c. Continuidad en los procesos políticos e institucionalización de la participación juvenil Al parecer, la coyuntura política ha trastocado el proceso de la cogestión y del COMAAJ. Sin embargo, la participación activa de la municipalidad ha permitido seguir adelante con los proyectos pese a los cambios de funcionarios. Se podría decir que el actual alcalde está apoyando al comité; y que los regidores, que estaban en desacuerdo, también han empezado a contribuir con el proyecto.

d. Organización y fortalecimiento interno de los grupos y las coordinadoras juveniles y multisectoriales Las instituciones que conforman el COMAAJ se encuentran trabajando conjuntamente, y cuentan con recursos para gestionar sus demandas. Sin embargo, al parecer siempre está presente el eje conductor de la GTZ. COMITÉ MULTISECTORIAL DE APOYO A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE JULI

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En cuanto a los jóvenes ausentes, son el centro del trabajo del COMAAJ. Empero, se puede afirmar que no han sido los jóvenes los protagonistas de la conformación de dicho comité. En general, se observa poca organicidad en los grupos juveniles y desacuerdos entre los pocos que existen. Por ello el COMAAJ tiene entre sus objetivos incentivar la organización de los jóvenes. Respecto de los jóvenes, se aprecia que logran organizarse en torno de un objetivo específico, que en el caso de Juli fue la convocatoria del CONAJU para nombrar a un representante.

e. Cultura de la negociación y falta de tolerancia Los adultos de las instituciones que conforman el COMAAJ sí son capaces de negociar. El comité ha alcanzado logros en materia de negociación entre las instituciones y el alcalde. Sin embargo, no se podría decir lo mismo respecto de la tolerancia, pues no la poseen con los jóvenes y su participación en medios de concertación.

f.

Relación con el espacio público y uso de medios y estrategias de incidencia en lo público

Los medios no han sido efectivos, pues no se encontró impacto en los jóvenes entrevistados respecto de la existencia y el trabajo del COMAAJ.

4. Factores que hay que tener en cuenta e a. Fortalecimiento intragrupal Los representantes de las organizaciones que conforman el COMAAJ se encuentran involucrados con el tema del fortalecimiento y mantienen una comunicación fluida entre ellos.

b. Apertura a las capacitaciones para el buen desempeño del COMAAJ Los funcionarios demandan y están abiertos a las capacitaciones que les brinda la GTZ.

c. El modelo no contempla la participación de jóvenes o grupos juveniles El COMAAJ se conformó con la finalidad de trabajar por los jóvenes y para los jóvenes, principalmente en la elaboración de políticas de juventud. Sin embargo, no se habrían considerado las opiniones de los jóvenes respecto de su problemática y para la toma de decisiones. Por otro lado, los funcionarios aún perciben a los jóvenes como sujetos de ayuda y no como personas capaces de tener protagonismo y proponer soluciones. 146

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

d.

Falta de capacidad de concertación con los jóvenes

Las instituciones que conforman el COMAAJ se vinculan entre ellas pero no logran concertar efectivamente con los jóvenes. Por otra parte, no existen grupos organizados de jóvenes. El COMAAJ ha hecho intentos por revertir esta situación, pero dicha tarea no correspondería a sus fines, objetivos o actividades.

e. Desconfianza y temor frente a la capacidad los jóvenes Hay temor de la función fiscalizadora que pudieran cumplir los jóvenes frente a las acciones de la municipalidad y de otras instituciones del Estado.

f.

Necesidad de un gestor externo como motivador para el funcionamiento del COMAAJ

Existe una evidente necesidad de continuar fortaleciendo las capacidades de los integrantes del COMAAJ. Hay una marcada tendencia a reunirse o a actuar solo cuando la convocatoria viene de fuera (por ejemplo de la GTZ).

5. Conclusiones •





La temática de la juventud ha cobrado importancia en Juli gracias al trabajo de la GTZ y la conformación del COMAAJ, que se preparan continuamente en temas de juventud, organización, gestión y políticas. El COMAAJ aún no es un espacio representativo de la juventud de Juli, por cuanto está conformado solo por instituciones del Estado y cuenta actualmente con la participación de una ONG. Si bien la COMAAJ no es una iniciativa de la juventud, el hecho de que instituciones y adultos se preocupen por el tema es un buen comienzo, que puede favorecer el establecimiento de espacios en los cuales la juventud pueda participar de una manera más activa. Los jóvenes de Juli empezaron a organizarse solo a partir de la constitución del COMAAJ, lo que muestra la buena influencia de una experiencia que no nace de los propios jóvenes si no más bien de adultos y organizaciones.

COMITÉ MULTISECTORIAL DE APOYO A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE JULI

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Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho

1. Descripción de la experiencia a. Tomando la iniciativa La Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho (MCJA) surgió gracias a la iniciativa de un grupo de jóvenes organizados que sentían la necesidad de contar con un espacio que les permitiese participar en la vida de su comunidad. Al respecto, dice Yovana Vera, una antigua integrante e impulsora de la MCJA: Lo de la mesa fue una propuesta de un grupo de jóvenes que en un momento determinado tuvimos la necesidad de contar con un espacio mayor; o sea, era un conjunto de jóvenes que estaban organizados y que al final lograron constituir una mesa temática que coincidió con el tiempo de participar en el Plan de Desarrollo de Ayacucho. Se constituyó primero una mesa temática de jóvenes y esta después dio lugar a este espacio mayor que es la MCJA, antes de la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza (MCLCP).

Pareciera entonces que los orígenes de la MCJA se remontan a la constitución de una mesa temática que elaboró el Plan de Desarrollo de Ayacucho y que fue antes la Red de Juventudes para el Desarrollo de Ayacucho. Esta última, más la Coordinadora de Juventudes, la Federación Universitaria, la Red de Líderes Adolescentes, la Coordinadora de Trabajo con Mujeres de Ayacucho (Red Nacional de Promoción de la Mujer, COTMARNP) entre otras importantes y numerosas organizaciones, se reunieron para formar la MCJA. La propia Yovana Vera nos dice al respecto:

148

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

La MCJA surgió a partir de la propuesta de las organizaciones juveniles de movilizarnos y trabajar conjuntamente para dotarnos de un instrumento elemental para actuar con acierto en la construcción de un futuro mejor para Ayacucho. Este instrumento es el Plan Estratégico de Desarrollo Departamental y debíamos elaborarlo desde todos los rincones y con todos los actores sociales y políticos de nuestra comunidad ayacuchana, sin discriminaciones arbitrarias y excluyentes. Se ha logrado avanzar en el establecimiento de una relación interinstitucional de concertación y con voluntad de propuesta, que mantenga continuidad y permanencia, de la que surgieron las llamadas Mesas de Concertación por el Desarrollo. Una de ellas es la relativa al tratamiento de los problemas de la juventud.

De acuerdo con los antecedentes revisados, la MCJA se constituyó antes que la MCLCP, de la cual, además, no forma parte. Sin embargo, el recuerdo de algunas personas mayores no es muy preciso respecto de las fechas de conformación de una y otra, y se refiere como antecedente de la conformación de la MCJA la convocatoria e iniciativa de la MCLCP. Gloria Huamaní, administradora de la Red de Promoción de la Mujer, cuenta: «Hay una mesa de jóvenes para la coordinación. Hay otra mesa que es más grande, la Mesa de Lucha contra la Pobreza». Jaime Galdós, secretario técnico de la MCLCP, añade: Consideramos que deberían estar presentes las juventudes. Entonces, como era gobierno regional convocábamos a todos en la región, a todas las redes de jóvenes, para dar origen a esto que llamamos Mesa de Concertación por la Juventud de Ayacucho. Y a partir de esto se fundó la MCJA.

Lo que sí está claro es que la MCJA es el resultado de un largo proceso. Así lo afirma Gloria Huamaní: «La verdad es que la MCJA tiene como cuatro o cinco años. No recuerdo exactamente la fecha, pero yo le digo que ha sido todo un proceso». Además, el trabajo de constitución de la mesa contó con el concurso de personas expertas en diferentes temas, quienes apoyaron con consejos y con la donación de materiales impresos. Según Huamaní: Tenemos una biblioteca especializada en género. Entonces hemos ayudado más en lo que es consejería y con algunos apoyos que ellos nos han pedido. También nos han pedido elaborar propuestas desde nuestras ideas, desde nuestra visión, para fortalecer esas ideas que ellos han planteado. Poner de nuestra experiencia de acuerdo a la realidad de nuestra zona. Nosotros tratamos de centrarlos. Entonces ellos recogen opiniones y las contrastan. La idea es que ellos tienen cierta apertura, son conscientes de las acciones que vienen realizando. Tienen su propia posición y propuestas claras desde los jóvenes, y eso creo que es importante para que nosotros, a partir de esas propuestas, apoyemos para fortalecer sus iniciativas.

b. Instalación oficial de la MCJA En julio de 2001 se realizó una conferencia de prensa para presentar a la MCJA a la ciudadanía de Ayacucho. Dice al respecto el Informe de la MCJA: MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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La Mesa de Concertación de Juventudes de Ayacucho se instaló y juramentó oficialmente el 16 de julio de 2001, en un acto público realizado en el local de la Cámara de Comercio de Ayacucho, con la presencia de autoridades públicas del departamento y jóvenes integrantes de las diversas organizaciones juveniles de la ciudad.

c. Asignación de un local Gracias al apoyo del prefecto del departamento se consiguió un local para el funcionamiento permanente de la MCLCP y otro, contiguo al anterior, para la MCJA. Este hecho creó confusiones acerca de la relación entre ambas. En sus inicios la MCJA estuvo constituida por 36 organizaciones de jóvenes. Los jóvenes que participaron de este proceso refieren que el hecho de contar con un local le permitió a la MCJA funcionar regularmente y construir una imagen. Sin embargo, pareciera que hubo carencias —la más notoria, la falta de energía eléctrica— que limitaron su crecimiento institucional: Así como hay instituciones que nos abren las puertas, también hay algunas que nos las cierran y muchas veces nos limitan. Usted ha podido palpar la realidad que hay en la mesa; por ejemplo, carece de luz eléctrica. Más bien sería bueno tener una pequeña computadora donde podríamos hacer nuestros trabajos y tener más participación con diversas instituciones. Pero una de las grandes fortalezas que he visto es que ellos [los de la MCLCP] nos permiten desenvolvernos, nos dan autonomía. Por lo menos así nos hacemos conocer en diversas instituciones y abrimos un poco más el espacio. A la MCLCP siempre llegan documentos de diferentes instituciones y ellos nos hacen partícipes de la problemática social para desarrollar proyectos y para ver si nos pueden ayudar en algo.

d. Participación de organizaciones en la MCJA Para el buen funcionamiento de la MCJA se consideró necesaria la participación de instituciones públicas y de organizaciones no gubernamentales que trabajaban en el tema de la juventud en diversos ámbitos, como educación, salud y trabajo. Así empezaron a participar en la MCJA la Oficina Descentralizada de Procesos Electorales (OPDE), la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri), el Instituto Nacional de Bienestar Familiar (INABIF), entre otras. Otro aspecto importante fue la consolidación de grupos o la unificación de varios de ellos para poder participar en la mesa, lo que da cuenta de la influencia positiva de este espacio en las agrupaciones juveniles.

e. Conformación del primer Consejo Directivo A partir de una asamblea se constituyó el Comité Electoral, y el viernes 11 de enero de 2002 se realizó la elección, previo debate, del primer Consejo Directivo de la MCJA. Dice al respecto el Informe de la MCJA: 150

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Se constituye en asamblea, como consta en actas, el Comité Electoral, quien se encargaría de llevar la iniciativa de elección del Consejo Directivo, acto que fue postergado muchas veces por diversos factores entre los cuales estuvo la falta de convocatoria, la falta de interés de las organizaciones juveniles, discusiones por las bases para la elección establecidas por el Comité Electoral y otros aspectos considerados domésticos y no de mucha importancia como rencillas y desacuerdos entre integrantes de los diversos grupos juveniles participantes.

Se acordó que fueran seis representantes de las organizaciones juveniles: cuatro de las organizaciones públicas —educación, salud, etcétera— y dos de ONG. En el proceso, las instituciones públicas y las ONG fueron dejando que los jóvenes se articulasen por su propia cuenta a la mesa. Así, poco a poco la MCJA se fue quedando sola, con la participación exclusiva de jóvenes y sin el apoyo de ninguna institución. Por acuerdo de las organizaciones juveniles participantes en la MCJA y a partir de los planes iniciales se crearon espacios de debate continuo y permanente sobre diversos temas: jóvenes y política, medios de comunicación, principios, valores y empleo. En estos debates participaron también la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y Cooperación Popular (Coopop-Ayacucho). Se incluyeron además otros temas, como derechos humanos, formación de líderes y gestión empresarial.

f.

Establecimiento de las áreas de trabajo

Las áreas de trabajo de la MCJA se fueron estableciendo desde enero de 2001, conforme las organizaciones juveniles se integraban a la mesa, de manera que para diciembre del mismo año, ya constituida oficialmente la mesa, se contaba con las siguientes: Derechos Humanos (con el grupo Ama Qonqanapaq), Formación de Liderazgo (con el Frente Único Regional, FUR), Comunicaciones (con la Red Inter-Quórum), Sociocultural (con la Red de Jóvenes por el Desarrollo de Ayacucho, RJPDA), Educación (con el Círculo de Estudios CC. SS.), Ecología y Medio Ambiente (con CEICAR), Gestión Empresarial (con Jóvenes en Acción) y Formulación de Proyectos.

g. Realización de actividades y logros obtenidos Además de otras actividades, la MCJA realizó jornadas de capacitación en descentralización, Ley del Trabajo y Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Asimismo, algunos jóvenes participaron como voluntarios en la CVR, en la elaboración de un plan de salud y en actividades como la recolección de libros para las comunidades. La MCJA ha logrado mantenerse como organización y cohesionarse en torno de la elaboración de propuestas. Ha surgido entonces una red de organizaciones juveniles con expresión orgánica en una sociedad como Ayacucho, donde la mayoría de la población son jóvenes, muchos de ellos campesinos o comuneros. Otro logro alcanzado por los jóvenes es que diversos funcionarios de entidades públicas están considerando la importancia de que participen en los espacios locales. Al respecto, dice Carlos Aedo, de la Oficina de Participación Ciudadana de la municipaliMESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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dad: «El papel que deben cumplir los jóvenes debe ser propositivo y también participativo dentro del proceso de desarrollo, porque son la mayoría de la población». Y Eleodoro León, de Coopop, añade: Yo creo que los jóvenes tienen que participar necesariamente en los gobiernos locales. ¿Por qué? Porque es un sector muy dinámico. Además, porque la mayoría son jóvenes. Y ese sector tendría inclusive la fuerza, el profesionalismo, el deseo de aportar muchas alternativas de solución en los gobiernos, principalmente locales, como son los distritos y las provincias. Desde ya, nosotros que trabajamos en el fortalecimiento del desarrollo local involucramos a los jóvenes en todas las actividades.

h. Llevar a la práctica los objetivos La MCJA es un organismo de base de los jóvenes de diferentes organizaciones. Dice al respecto Yovana Vera: La MCJA es una instancia de coordinación y concertación donde confluyen las organizaciones de adolescentes y jóvenes del departamento de Ayacucho, comprometidas con la atención de los problemas de la juventud, con la finalidad de elaborar propuestas concertadas y unificar fuerzas en la ejecución de acciones orientadas a promover y apoyar la organización y participación activa de la juventud en todos los campos e instancias vinculadas con el desarrollo del departamento y el país.

Para un grupo de jóvenes la MCJA es un espacio de representación de todos los jóvenes de Ayacucho; otros, los no organizados, creen que el objetivo de la MCJA es la realización de actividades relacionadas con la vigilancia ciudadana. Las expresiones vertidas en las reuniones llevadas a cabo con los jóvenes no organizados dan cuenta de su lectura de los objetivos de la MCJA: Yo pienso que la MCJA es una representación de grupos que existen en Ayacucho en la cual se tratan temas relacionados con lo juvenil, lo social y el desarrollo de la región y del departamento. Yo tengo entendido que la MCJA viene a ser un espacio que capta a los líderes de diferentes organizaciones para poner en marcha distintos proyectos. Este trabajo se da a nivel de jóvenes más que nada. También busca la motivación de estos y de sus organizaciones. Generalmente agrupa a jóvenes que puedan hacer una vigilancia a todos los servicios públicos.

Los jóvenes organizados que se relacionan directamente con la MCJA opinan que el protagonismo de los jóvenes se da en varios niveles. Las siguientes declaraciones nos dan una idea de lo que piensan:

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

La mesa es un espacio que reúne tanto organizaciones juveniles como jóvenes naturales que no están organizados para tratar de formarlos, para decirles que hay tales eventos y tales formas de participación. La mesa en cierto manera respeta la autonomía que pueda tener cada organización. Su labor es un poco llamarlos, concertarlos e informarles de qué manera los jóvenes pueden participar. Tratamos de que intervengan todos, inclusive los de los partidos políticos. Ya ha habido una experiencia en que estuvieron acá dentro de la mesa, pero creo que lamentablemente, por la idiosincrasia de los mismos jóvenes, eligieron a un representante del Consejo de Participación de la Juventud y de ahí se fueron.

Al parecer, la participación de los jóvenes en este espacio está determinada por su nivel de información o desinformación. Ante esta realidad, la MCJA pretende dar una respuesta, orientando su quehacer hacia el ejercicio de los derechos y la ciudadanía.

i.

Efectos de la difusión

A juzgar por las declaraciones de los jóvenes no organizados entrevistados, se podría decir que los medios de difusión empleados por los jóvenes organizados en la MCJA han sido efectivos: «En las noticias, afiches pegados por las calles diciendo ‘Mesa de Concertación’, para así tener un conocimiento de qué es, a qué se dedica, cuál es su misión, su objetivo».

j.

Introducción del tema juventud

El tema juventud ha sido incorporado en la agenda regional. Los jóvenes han logrado participación, opinión y decisión. Un ejemplo de ello es su presencia en la Conferencia Nacional sobre Desarrollo Social (CONADES). También han establecido relaciones con redes nacionales de juventudes, lo que de hecho los ha fortalecido. Por otra parte, las experiencias previas de aquellos jóvenes que hoy se desempeñan en la política han permitido introducir el tema y el interés por la juventud. Dice al respecto Jaime Galdós: Las experiencias de organización usualmente parten de los espacios universitarios o estudiantiles, donde hay una cohesión o una relación fluida más o menos permanente. Pero la juventud no estudiantil, en el ámbito no universitario, no tiene un nexo orgánico. En estos últimos casos las agrupaciones están conformadas por integrantes de barrios o de una comunidad, pero no logran dar origen a una instancia. Ahora hay experiencias importantes de jóvenes que estudian en la universidad o han egresado pero que están preocupados por organizar a jóvenes de su distrito, de sus provincias, y dan origen a asociaciones juveniles que en algunos casos han participado en procesos electorales como integrantes de listas y que hoy tienen responsabilidades y hasta han llegado a ser acaldes. Entonces, esas experiencias previas les permiten poner mayor atención hoy en la juventud de su distrito o provincia. Pero, en general, la juventud adolece de falta de organizaciones, de estructura organizativa, de procesos organizativos extensos, sobre todo en el ámbito rural. MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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k. Dificultades enfrentadas Una de las principales dificultades que han debido enfrentar los jóvenes de la mesa ha sido la escasez de recursos y la falta de apoyo logístico y económico de la municipalidad y otras instituciones. Otro obstáculo es la debilidad de muchas de las agrupaciones juveniles, déficit resuelto en parte con la constitución de la MCJA. Sin embargo, esta última fue una carencia notoria a la hora de participar en otros espacios como el CONAJU. Así lo recuerda Eleodoro León: Todos conocemos que por factores económicos los jóvenes no formalizan sus organizaciones; tienen años de funcionamiento, de trabajo, pero no son formales. Entonces hay ochenta o noventa organizaciones de jóvenes en Ayacucho, de las cuales solo han podido inscribirse en el CONAJU más o menos diecisiete.

Merece destacarse lo expresado por un funcionario público Carlos Aedo, que incidió en que el municipio debía brindar sobre todo apoyo económico y en la programación de trabajos con jóvenes: Yo creo que se tiene que presupuestar para actividades juveniles, proyectos para organizaciones juveniles que tengan que ver con el desarrollo humano y productivo. No hay un plan específico para trabajar con jóvenes. Entonces de repente estamos a la espera de las actividades de los jóvenes para ir a potenciarlas. No lo hacemos porque no hay recursos.

Por otro lado, la coexistencia de la MCJA y el CONAJU ha creado un dilema en cuanto a la representación de los jóvenes y de las agrupaciones juveniles. Dice sobre esto Jaime Galdós: «Hay una dificultad, porque la MCJA es la organización que está presente en la MCLCP. Después se ha creado el CONAJU, que tiene su organización. Entonces, ¿cuál de los dos [la MCJA o el CONAJU] representa a la juventud?».

l.

La MCJA hoy

Numerosas organizaciones que conformaban la MCJA han dejado de ser parte de ella; incluso muchas carecen hoy de organicidad, como consecuencia de los sucesivos cambios de coyuntura. A pesar de que ha quedado aislada de la sociedad civil, la MCJA tiene todavía representatividad, pues aún es invitada a diferentes eventos. Además, se sigue reuniendo con la finalidad de elaborar estrategias para concertar nuevamente con organizaciones públicas y privadas. Ahora último está trabajando de manera descentralizada, pero su labor no alcanza la repercusión que ellos quisieran, porque para difundir sus propósitos y actividades se necesitan recursos económicos. Sus carencias logísticas le impiden funcionar más eficazmente:

154

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

También considero que una vez fortalecida la implementación respectiva ya vamos a empezar con los espacios que pudieran existir que trabajan con jóvenes para, a partir de hoy, elaborar sus planes operativos anuales para el trabajo de región y la descentralización de la mesa. De ahí hay que llegar a ese nivel de organización para que ya se empiecen a elaborar las políticas regionales de jóvenes. Inclusive se puede hacer la vigilancia para que estas se cumplan y tener capacidad de respuesta frente a la problemática juvenil.

Uno de los participantes en la conformación de la mesa, opinó que la MCJA debería tomar en cuenta también los aspectos políticos: En este momento la cosa es tener un poco más de visión política; no meramente una política asistencial sino una política partidaria. Incluso en este momento se está teniendo bastante politización con el CONAJU, que obedece a una propuesta política partidaria de Perú Posible, del partido que está en el gobierno. Sería bueno que al igual que ese partido puedan ingresar a esta mesa otras propuestas políticas.

2. El papel de los municipios respecto de la juventud a. Lo que se espera de la municipalidad Si bien los jóvenes reconocen que la municipalidad está cumpliendo en parte con incentivar la participación de los jóvenes, no están satisfechos con las acciones que está realizando. Así, se alude al «apoyo a los espacios existentes de la sociedad civil» como una de las funciones ideales y primordiales que debería cumplir la municipalidad: Si ya existen espacios, el objetivo del municipio debe ser fortalecer esos espacios, como lo manda la ley. De igual manera se está haciendo ahora con el gobierno regional, y este debe aprender a respetar los espacios de la sociedad civil.

Los jóvenes sienten influencias negativas que hacen que la municipalidad deje de apoyar a las organizaciones ya existentes, influencias que limitarían o retrasarían el desarrollo de las organizaciones juveniles: Lógicamente que la ley le permite al poder asumir sus propias responsabilidades; eso no se puede negar ni se le puede impedir. Pero también tiene que ser consciente, más que todo por una cuestión ética y de moral participativa, de que hay organizaciones juveniles que también merecen el respeto y también pueden sugerir si quieren o no quieren tal o cual acción. El asunto está en que estos problemas no nos permiten avanzar mucho. Ahora que estamos próximos a elecciones esto seguramente se va a multiplicar, y este tipo de intereses hacen que la sociedad civil, y los jóvenes como parte de ella, se fraccionen más. MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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Los jóvenes no organizados conciben el papel de la municipalidad en función de sus necesidades cotidianas. La mayoría opina que el municipio debería realizar actividades dirigidas especialmente a ellos, como talleres de autoestima, de liderazgo, de toma de decisiones, de creatividad y de manualidades, así como crear centros de rehabilitación y dar servicios psicológicos, todo esto con un enfoque de desarrollo humano integral. Estos jóvenes demandan espacios para ellos y que se ponga énfasis en el uso del tiempo libre en actividades que luego les faciliten conseguir un empleo. Sus planteamientos denotan que esperan un papel protector o paternalista de la municipalidad, que sería la principal responsable de la realidad que hoy viven. Por el contrario, los jóvenes organizados le dan prioridad a la participación frente a las actividades.

b. Aspectos positivos y negativos de la gestión municipal Los jóvenes reconocen como un aspecto positivo la formación de los Consejos de Coordinación Local (CCL) y las ganas de la municipalidad de trabajar con los jóvenes. Pero los aspectos negativos los superan. Los jóvenes se sienten utilizados por la municipalidad, pues piensan que son llamados solo para que parezca que tienen presencia en el municipio, cuando en realidad sus opiniones no son tomadas en cuenta: En Ayacucho hay muchas organizaciones juveniles, y varias cuentan con presupuestos y libros de actas, aunque algunas son todavía informales El problema es que la municipalidad o la región se aprovechan de estas instituciones para poder manipular. Muchas organizaciones tienen sus subidas y bajadas, y eso aprovechan las autoridades y otras personas.

Otros aspectos negativos mencionados son el fracaso en la coordinación con los jóvenes debido a las diferencias de ideas, la poca sensibilidad de las personas que ocupan cargos de responsabilidad, la escasa confianza en los jóvenes, la mala administración de los ingresos, la ausencia de consulta a los jóvenes para determinar las acciones que hay que llevar a cabo, y el desconocimiento de los modos adecuados para trabajar con los jóvenes. Esto explicaría la desconfianza de los jóvenes en el municipio: Por ejemplo, nos invitan a participar de la formación del Instituto Regional de la Juventud organizado por el gobierno regional. Nos dijeron: «Den sus opiniones, sus inquietudes», y se las dimos a conocer, pero como no estábamos a favor, nos han excluido. Ellos sí querían llevar a cabo la creación del Instituto Regional. Entonces, convocaron a los jóvenes o a aquellas organizaciones que estaban con ellos. Si no estás de acuerdo con el pensamiento de ellos, te excluyen. Creo que los jóvenes están optando por hacer acciones por sí mismos, viendo principalmente como aliadas a instituciones que apoyan sin pedir nada a cambio, como sí lo hace la municipalidad, que pretende que pertenezcamos a ellos y que nos sometamos a sus decisiones. Esta desconfianza también trae decepciones a los jóvenes, que por eso se alejan, se asquean con lo que pasa y eso, creo, es un paso hacia atrás. 156

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Los jóvenes de la ciudad de Ayacucho tienen conciencia de los derechos que los amparan como jóvenes y como ciudadanos. Además, saben distinguir las diversas coyunturas políticas (elecciones, por ejemplo). En épocas electorales las autoridades locales, provinciales y regionales realizan acciones que denotan su falta de consideración por los jóvenes y sus opiniones. Un joven opina al respecto: ¿Qué es lo que se ha planteado? Nosotros hemos planteado trabajar todas estas propuestas que hace el municipio, el gobierno regional; analizarlas y justamente conversar con ellos. Nos hemos sentado con el gobierno regional para discutir el tema del CONAJU, porque esa fue la primera coyuntura. Luego de haber señalado todos esos puntos y de haber pasado esa etapa viene el asunto de la Mesa de Juventudes Provinciales, donde también tuvimos que discutir y conversar con ellos.

c. Estructura de la municipalidad Los jóvenes organizados conciben una estructura municipal que asigna a la MCJA un lugar importante en la relación municipalidad–sociedad civil. Por ello el organigrama que proponen incluye a los jóvenes como uno de los actores fundamentales: La municipalidad ha querido crear una Oficina de la Juventud, pero esta no ha tenido los efectos esperados. El gobierno regional está lanzando esa propuesta y quiere hacer su Instituto Nacional de la Juventud. Ahora los jóvenes queremos trabajar por los jóvenes, y esta propuesta tiene que nacer de nosotros. La participación de los jóvenes como parte de la sociedad debe ser más efectiva, porque muchas veces a los jóvenes los dejan de lado y nos utilizan para protestas o para alzar la voz.

La estructura propuesta pone el énfasis en la relación entre la municipalidad y la mesa en tanto vínculo de una institución pública con organizaciones privadas. Entonces, la relación se establece entre el gobierno regional, la municipalidad, las ONG y otras instituciones públicas y privadas que confluyen en la mesa. En opinión de los jóvenes organizados, en la MCJA deben de tomarse los acuerdos, y para ello es necesario el diálogo. El gobierno regional debería tener una secretaría técnica de jóvenes encargada de coordinar acciones concretas. De igual manera, la municipalidad debe de contar con una oficina de juventud funcional. Y así, toda organización debería tener una secretaría u oficina dedicada a los jóvenes, con personal estable, para que esas personas participen en la mesa coordinando con los jóvenes y con las organizaciones juveniles. Los jóvenes organizados muestran un gran ímpetu por participar y, sobre todo, por establecer el protagonismo de la MCJA en la concertación. Esta actitud respondería a su escasa capacidad de negociación y a la poca tolerancia frente a los cambios coyunturales. Sin embargo, permanece la desconfianza de un cambio efectivo a favor de la participación de los jóvenes:

MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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Habría que buscar de repente en la manera como se hace el organigrama que nuestra participación como jóvenes, como parte de la sociedad, sea más efectiva, porque muchas veces a los jóvenes los dejan de lado. Dicen «vamos a recurrir a ellos para protestas o para alzar la voz», pero si se trata de la toma de decisiones o para dar autoridad, son pocas las instituciones que nos hacen caso.

3. Percepción de los jóvenes sobre las acciones municipales a. Reconocimiento de las acciones de la municipalidad Los jóvenes no organizados han escuchado comentarios acerca de que la municipalidad ha ejecutado proyectos de desarrollo de jóvenes, pero no tienen un conocimiento claro ni directo de estos. Por el contrario, los jóvenes organizados mostraron un gran conocimiento al respecto y mencionaron en primer lugar la creación del CCL.

b. Participación ciudadana y CCL Los jóvenes organizados reconocen la incorporación del tema de la participación de la ciudadanía a través del CCL, donde los jóvenes tienen alguna representación. Así, los jóvenes han desarrollado la idea de utilizar ese espacio como vínculo entre la municipalidad y la mesa: Y ahora se ha incorporado la participación de la ciudadanía, que es el CCL. Con la participación de la ciudadanía a través del CCL los jóvenes tienen alguna representación, algún espacio de participación directa en la municipalidad. La mesa como colectivo ha participado para poder postular al Consejo de Coordinación Regional, pero por cuestiones de los tiempos de funcionamiento, de los años que te piden, los tres años mínimo, no se pudo. Pero en cuestión del gobierno local, con el municipio y el CCL sí hemos postulado cada miembro de la organización. Los que han ingresado al CCL son los de organizaciones juveniles, y soy yo el que está asumiendo como miembro del CCL. Entonces, este proceso nos permite poder establecer un canal para estabilizar las propuestas en ese espacio de concertación y participación, y poder ver qué mecanismos se pueden implementar, qué mecanismos pueden proponer los jóvenes, no solamente como jóvenes sino también como ciudadanos ante la construcción de las nuevas políticas provinciales, regionales y por ahí incidir básicamente en las necesidades de la población.

Los jóvenes no organizados, en cambio, no conocen el tema. Al parecer, su no participación en agrupaciones juveniles limita sus posibilidades de acceso tanto a la información como al ejercicio de sus derechos ciudadanos.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

c. La desconfianza permanece La relación entre la municipalidad y los jóvenes está atravesada por la desconfianza. En opinión de los adultos entrevistados, los jóvenes desconfían de la municipalidad y del gobierno regional, y viceversa; inclusive se reconoce que hay desconfianza entre el gobierno regional y la municipalidad. Los jóvenes sustentan esta desconfianza en la continua manipulación de que son objeto por parte la municipalidad, en especial en las coyunturas electorales. Los jóvenes declaran que la municipalidad no respeta ni fortalece el espacio que ya existe para ellos en la MCJA, y que intenta continuamente crear otros que respondan a los intereses de la municipalidad y no a los de los propios jóvenes, los que no han tenido éxito: Ha habido ya una experiencia de la municipalidad. La municipalidad ha querido tener una Oficina de la Juventud, pero no ha tenido los efectos esperados. Ha habido intentos por imponer lo que ellos van a hacer y van a tratar de manejar. Esa propuesta creo que no funciona. En el gobierno regional están lanzando esa propuesta de su Instituto Nacional de la Juventud, y en la municipalidad tenemos una que ya fracasó, ya estuvo trabajando con jóvenes pero al final desertó, o sea, terminó en nada.

Al parecer la municipalidad trató de formar la Casa de la Juventud. Algunos jóvenes respondieron a esa convocatoria, pero al ver que era una instancia similar a la MCJA se retiraron. Se dice también que la municipalidad intentó crear una mesa de concertación de juventudes en el municipio. Pero la municipalidad no difunde información acerca de procesos que debieran incluir la participación de los jóvenes. Son acciones como estas las que alimentan la desconfianza de los jóvenes: La falta de conocimiento sobre estos procesos que se vienen desarrollando (como el CCL) o de repente el poco interés que les dan los jóvenes también generan desconfianza. La municipalidad nos convocó. Pienso que han querido aprovechar que éramos la población beneficiaria. Ellos lograron obtener un proyecto, «Sembrando Democracia», que era exclusivamente para jóvenes. En este proyecto los jóvenes, no sé de qué manera, han sido beneficiados, pero ya ha sido ejecutado y ya terminó el período del proyecto. Entonces eso nos genera desconfianza con la municipalidad: que simplemente van a utilizarnos una vez más y nos van a llamar, van a sacar provecho, y de repente van a beneficiar a la gente de su entorno.

Los jóvenes no organizados, por su parte, mostraron escepticismo respecto del apoyo de la municipalidad a sus demandas. Carlos Aedo, uno de los funcionarios del municipio entrevistados, explicó de la siguiente manera los motivos por los que los jóvenes desconfían de la municipalidad: Yo he visto que hay numerosas ONG que hacen muchas cosas a nombre de ellos [de los jóvenes]. Las autoridades que han trabajado anteriormente, y me consta, MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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han llamado a los jóvenes para ciertas cosas puntuales. No los toman en cuenta para elaborar los planes de desarrollo. Entonces, ahora, a pesar de que se está haciendo la promoción sobre participación ciudadana, que hablamos de deberes y derechos, es difícil cambiar esa mentalidad, a pesar de que esta gestión tiene el propósito de ser bastante participativa y concertada.

d. Identificación de la realidad de la juventud Los jóvenes describen su realidad a través de su vida cotidiana, donde destacan actividades como el estudio —o el deseo de estudiar— y las dificultades de esta etapa de la vida. Aluden también a factores «negativos» como el alcoholismo, la superficialidad y el desinterés de los jóvenes por la realidad local y nacional. El siguiente testimonio da cuenta de esto: «Yo creo que existe falta de orientación y carencia de recursos económicos, porque a veces uno desea estudiar y al salir, al egresar, no encuentra trabajo». Los jóvenes huamanguinos se refieren también del trabajo de la tierra, sobre todo en aquellos casos de migrantes rurales, quienes tienen que viajar a la ciudad para realizar estudios y en algunos casos se ven obligados a regresar a su lugar de origen por falta de oportunidades laborales: Lamentablemente se ve en el país que la carencia económica hace que los jóvenes trunquen todos sus sueños, por la falta el apoyo económico. Ellos pueden salir, pueden superarse, pero para eso necesitan apoyo. No hay suficiente motivación del mismo joven. No hay apoyo del mismo gobierno a los jóvenes.

e. La realidad de los jóvenes es un problema social En opinión de los jóvenes, la problemática juvenil que la municipalidad debiera enfrentar es principalmente la falta de oportunidades laborales y el hecho de que no están surgiendo líderes jóvenes que sean capaces de encontrar soluciones viables a su realidad. Pero también los siguientes testimonios muestran que la superación de las dificultades que enfrentan depende del propio esfuerzo de los jóvenes: Uno de los problemas centrales es el trabajo, la falta de empeño, del esfuerzo que debe poner uno mismo. Me parece que hoy en día nos hemos acostumbrado solamente al facilismo de querer un trabajo de la noche a la mañana y no esmerarse, no esforzarse un poco más para lograr lo que uno se propone. Es una gran debilidad que parece los jóvenes mismos la tenemos y eso falta superarlo. Otro de los problemas de los jóvenes es la incapacidad para ejercer liderazgos. Yo pienso que cada joven está en posibilidades de hacerlo, pero no lo están ejerciendo.

Otro problema que la municipalidad debiera enfrentar es la renovación de valores, pues la globalización y el acceso a información a través de diversos medios estarían propiciando la pérdida de identidad cultural y personal de los jóvenes: 160

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La identidad cultural de los jóvenes deja mucho que desear. Piensan ser otro que no son, y eso es lo que está pasando ahorita en nuestra realidad: participan de otras culturas y otras costumbres, y parece que se avergüenzan de su propia cultura. Los medios de comunicación masiva transmiten bastante alienación respecto a otras culturas: la moda, eso de fijarse más en el aspecto externo de la persona y no en el interno. Siempre aparecen los vicios, especialmente el alcoholismo. En el departamento de Ayacucho se han incrementado los locales de venta y consumo de alcohol a los que los jóvenes van todos los fines de semana. Cuando los jóvenes salen del sector rural hacia el urbano se encuentran con una realidad muy diferente y se olvidan de sus costumbres, de dónde han venido. Muchos se avergüenzan por el simple hecho de decir que su pueblo pertenece al sector rural. Mucho pasa eso, yo lo he palpado.

Los jóvenes muestran preocupación por sus propias actitudes, como cuando convierten una actividad a todas luces positiva en su contrario. Un ejemplo de ello sería el desproporcionado interés y la enorme cantidad de horas que le dedican al deporte: «Los jóvenes también dan importancia al deporte, como una forma de distraerse; pero muchos también ya exageradamente, o sea, más se inclinan al deporte que al estudio». Dentro de estas actitudes se incluirían también el desinterés por la situación de sus pares y por la realidad cotidiana local y nacional: «Como dicen, a los jóvenes solo les interesa lo individual, no lo colectivo; no se preocupan por saber qué cosa está pasando en el departamento, la región o el país. Casi no tienen preocupación de eso. Solo algunos jóvenes tienen conciencia». Se observa que los jóvenes consideran superficiales los aspectos afectivos. Tal es el caso de los intentos de suicidio o la escasa autoestima.

f.

¿Los jóvenes participan?

La participación fue valorada positivamente tanto por los jóvenes no organizados como por los jóvenes organizados. Ambos grupos consideraron la participación como una posibilidad de acción y desarrollo de temas de interés de los jóvenes: Me parece muy importante la organización entre ellos, aunque sea un grupo reducido, y cada vez contagiando así a otras personas para que se organicen. O sea, es un espacio para tomar conciencia de cómo estamos. Como organización los jóvenes tienen muchas potencialidades, muchas ganas, porque somos jóvenes. Y entonces yo sé que saldrían propuestas muy interesantes. O sea, cada uno de nosotros tiene muchas cosas creativas, proyectos de desarrollo, y me parece que organizándonos podríamos cambiar esto aunque sea un poquito. Yo creo que es muy importante que haya estas organizaciones donde los jóvenes darían a conocer sus problemas y llegarían a conocerse. Hay que realizar talleres para concientizar a las personas y hablar de los diferentes problemas que aquejan a los jóvenes. MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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La participación en agrupaciones también tendría desventajas. La primera que resaltan los jóvenes no organizados es la posibilidad, expresada como certeza, de que no serían escuchados por los adultos: Muchas veces la opinión de los jóvenes no cuenta. Por ejemplo, dicen que una persona mayor, por tener más experiencia, expresa una opinión correcta. A los jóvenes no nos hacen mucho caso; nos excluyen. Más se basan en la experiencia de los mayores y no nos dejan participar.

Además, la convivencia en grupo siempre lleva a enfrentamientos. Algunos son vistos como dificultades, y otros son rescatados como una experiencia provechosa para generar ideas: Pero también en estos talleres podrían surgir entre los mismos jóvenes ciertas diferencias, discrepancias que podrían llevar a ocasionar un pleito fuerte. Hay mucho individualismo y es difícil trabajar así. Yo le veo a la participación más aspectos positivos que negativos. Los aspectos negativos me parecen mínimos: las discrepancias de ideas. De hecho, eso siempre va a haber en toda organización, pero de esos desniveles de opinión siempre surge algo bueno.

Negativas podrían ser más bien ciertas limitaciones, como la falta de tiempo por las diversas actividades que deben realizar los jóvenes. Y en algunos casos porque los padres no permiten la independencia de sus hijos o los sobreprotegen. La mayoría reconoce en la participación una posibilidad de desarrollo personal ideal para los jóvenes, y reduce al mínimo cualquier aspecto negativo que esta pudiese conllevar. Los jóvenes organizados opinan sobre los no organizados que su no participación se sustenta en su desinterés frente a la realidad, o la explican por el hecho de que muchos jóvenes desconocen la existencia de diferentes agrupaciones: ¿Por qué no participan los jóvenes? Creo que es por el factor tiempo. Pero hay otros jóvenes que tratan de obviar la realidad y vivir algo pasajero; dedican su tiempo a otras cosas. Yo creo que hoy en día recién se están abriendo espacios en donde los jóvenes podrían aportar. Tal es el caso del CCL, de la municipalidad. Al margen de que existen otros espacios, los jóvenes todavía se sienten escépticos y no quieren participar en dichos espacios. En muchos lugares no se da importancia a que el joven participe; por ejemplo, yo estudié en la selva. Y en ese tiempo había reuniones sobre los problemas de la coca, situaciones que pasaban, y no se daba lugar a que el joven participe.

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g. Idealización del futuro La mayoría de jóvenes que se encuentran estudiando se proyectan ejerciendo su carrera y, a través de ella, alcanzando metas personales y familiares. Para ellos es importante lograr establecerse en un lugar (casa) y tener una familia, así como ayudar a la propia familia y a la comunidad: En el futuro me veo ejerciendo la carrera; poder apoyar al que necesita, poder aconsejar, tener un trabajo estable, formar una familia. En lo material para mí lo principal sería una casa, porque sin una casa creo que sería un peligro tener hijos. Pienso seguir mis estudios, especializarme en lo que es mi carrera, y de alguna manera contribuir a la sociedad, aportar para el cambio de la sociedad; algo para mi pueblo, para mis semejantes. En cuanto a lo material, tal vez primero tener un trabajo seguro. De acá a cinco años ya tengo todo planificado: estoy buscando una maestría en gerencia social y eso va a ser posiblemente a través de una beca a Brasil. Pero de acá a diez años pienso formar una asociación con participación de profesionales, que ya estamos empezando desde ahora. Una organización, una asociación o algo así que tenga una injerencia social y carácter nacional.

Algunos jóvenes muestran vocación de servicio y grandes deseos de ayudar a la comunidad: a través de la consejería a personas maltratadas o a parejas; construyendo un albergue para niños; creando una institución que se encargue de velar por el buen funcionamiento de las políticas sociales. Así lo declaran: Uno de mis objetivos es formar un albergue para niños abandonados. Es una de las cosas que siempre he soñado. Otra cosa es que como mi carrera es ayudar mucho a las personas, yo voy a dar mucha importancia a la proyección social y voy a ayudar así a jovencitos, a niños, a viejitos; siempre voy a ayudar con lo que pueda.

h. Lo que esperan los jóvenes en sus vidas Los jóvenes tienen necesidad de que se reconozcan las acciones que desean desarrollar a favor de la comunidad: A mí me gustaría que valoren el trabajo que hacemos y que lo sepan aprovechar. Me gustaría ver a la gente contenta de ver el esfuerzo que uno hace y que también reconozca el esfuerzo que uno hace para que el pueblo ayacuchano se supere.

Por otra parte, no se visualizan como personas casadas. Este sería un proyecto a largo plazo. Más bien se ven en procesos de desarrollo profesional y de identificación con sus pares a través de la organización: MESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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En cuanto a mi realización personal de tener una familia, también, sí, pero no mucho; todavía no lo veo mucho. Los jóvenes tienen que agruparse, organizarse para llevar adelante sus cosas, tener un trabajo, una visión de la vida.

4. Lecciones aprendidas a. Liderazgo y claridad en la concepción de lo juvenil Los adultos reconocen la importancia del tema juventud y hacen intentos por incluir a los jóvenes en los planes de trabajo. Pero, como se observa en algunas experiencias, esta inclusión parte de ver a los jóvenes más como beneficiarios que como actores o protagonistas. El enclaustramiento en el protagonismo del adulto opaca o niega las iniciativas que los jóvenes desarrollan. Este protagonismo se sustenta, al parecer, en la percepción que algunos adultos entrevistados tienen acerca de la incapacidad de dirección que ellos mismos atribuyen a los jóvenes. A pesar de que existe un espacio de jóvenes y dirigido por jóvenes, la MCJA, se desconocen sus virtudes.

b. Capacidades técnicas para desarrollar proyectos, lineamientos y conducir procesos Si bien muchos jóvenes no han desarrollado a plenitud sus capacidades técnicas, cuentan con la apertura necesaria para solicitar el apoyo que requieren de personas y organizaciones. En este aspecto los jóvenes son propositivos. Pero la experiencia estaría señalando también que los jóvenes aún no han elaborado proyectos efectivos.

c. Continuidad en los procesos políticos e institucionalización de la participación juvenil El tema de la política parece ser aún controversial para los jóvenes. No hay costumbre de actuar políticamente, ni de asumir un dogma político. Sin embargo, de ser así, los jóvenes esperarían que intervengan en una mesa de concertación diversas posturas ideológicas para permanecer en democracia. Tal vez la municipalidad juega un papel importante en el significado que los jóvenes dan a la política, debido a la discontinuidad en el apoyo que los alcaldes y funcionarios dan a los proyectos juveniles, en este caso a la MCJA. Ahora: según Carlos Aedo, el papel que cumple la Municipalidad Provincial de Huamanga, que forma parte de la mesa, es de apoyo en algunos aspectos, una suerte de colaboración mutua entre la MCJA y la municipalidad. Si bien la municipalidad muestra voluntad de trabajar con jóvenes, no se observa una trayectoria que dé fe de esta. El hecho de que no tenga una oficina o un área específica dedicada a jóvenes, estaría dando cuenta de las limitaciones de la municipalidad en el trabajo del tema juventud. Sin 164

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embargo, pareciera que «Participación Vecinal» es un área que trabaja con organizaciones de vecinos en la medida en que considera que las organizaciones juveniles son parte de ellas. Por otro lado, hay un área de cultura que trabaja en el nivel macro con diferentes sectores e incluye organizaciones juveniles. Pero, al no existir un presupuesto destinado al trabajo con jóvenes, no se puede decir que hay un interés real en el tema. Se podría señalar como aspecto favorable que ya se realizó la elección de representantes para el CCL, aunque este todavía no está marchando. Se ha manifestado que otra de las dificultades en la relación entre la municipalidad y los jóvenes es la marcada desconfianza de estos respecto de aquella, que se explicaría por las diferentes experiencias de relaciones desiguales. Esta desconfianza podría limitar el avance del tema juventud desde ambas aristas: municipalidad y MCJA. Una situación que estaría dando muestra de esta dificultad es la presencia del CONAJU. Aun cuando hay un representante juvenil a través del CPJ, que pertenece a la MCJA, se diría que hay dificultades que provienen de la indefinición respecto de quién representa a los jóvenes de Ayacucho: el CONAJU o la MCJA.

d. Organización y fortalecimiento interno de los grupos Los jóvenes muestran una gran capacidad para agruparse en torno de diferentes fines y en diversos ámbitos. Uno de ellos es el universitario, donde, por motivos de estudio e intereses comunes, los jóvenes conforman agrupaciones que permanecen por lo menos durante la duración de su carrera. Fuera de los claustros universitarios, hay también muchos motivos que impulsan a los jóvenes a agruparse, sea en la parroquia o iglesia, en la comunidad de origen, en el barrio de residencia, etcétera. Estas experiencias organizativas han derivado en algunos casos en la participación en espacios públicos y políticos. Esto estaría demostrando la importancia de la participación juvenil en agrupaciones y, a través de estas, en los espacios públicos para la formación personal y el ejercicio de la ciudadanía. En la coyuntura de la conformación de la MCJA, las organizaciones juveniles, y los jóvenes en general, unificaron sus grupos con la finalidad de conformar otros más numerosos y, por ende, más representativos y con mayor organicidad. Aparentemente, hay una cohesión intragrupal y cierto nivel de concertación intergrupal, pero no así capacidad de concertación o negociación con grupos diferentes de los propios, que representen al Estado o a instituciones privadas organizadas dirigidas por adultos. Algunos adultos entrevistados para este estudio interpretan esta situación como que los jóvenes actúan con «independencia», y no perciben en esta realidad la carencia de capacidad para negociar o la falta de tolerancia de los jóvenes para con los mayores. Cuando se constituyó el CPJ-CONAJU-Ayacucho, al parecer no todas las organizaciones juveniles ya existentes en la región participaron de la elección del representante regional por cuanto, según informa el personal de Coopop, entidad que brinda apoyo logístico, la mayoría de los grupos no se encontraban constituidos formal y orgánicamente. Entonces, se podría decir que las agrupaciones juveniles no tienen aún la maduMESA DE CONCERTACIÓN DE JUVENTUDES DE AYACUCHO

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rez suficiente para continuar sus procesos de conformación hasta llegar a su institucionalización.

e. Cultura de la negociación y falta de tolerancia Los jóvenes tienen una posición personal, y muy particular, frente al mundo. Se observa un respeto por esta posición particular y cierto apoyo de organizaciones o personas adultas para orientarlos. Sin embargo, se podría decir que esta actitud de los adultos no contribuye a que los jóvenes acepten ideas y posturas diferentes de las propias.

f.

Relación con el espacio público y uso de medios y estrategias de incidencia en lo público

A pesar de que la MCJA es conocida en Ayacucho tanto por los jóvenes organizados como por los no organizados, no se ha recurrido a los medios de comunicación para publicitar la imagen lograda por la mesa. Incluso quienes participaron en su conformación no tienen recuerdos claros de la fecha en la que se instauró, aun cuando se hizo en una conferencia de prensa. Se habría desperdiciado entonces la posibilidad de ampliar la difusión de tan importante iniciativa.

5. Factores que hay que tener en cuenta a. Fortalecimiento intragrupal e intergrupal Los jóvenes cuentan con excelentes recursos para relacionarse entre ellos, aun cuando formen parte de diferentes grupos. Se ha podido observar que se mantienen relaciones entre personas y grupos que en un pasado tuvieron discrepancias. Esta capacidad podría ser la base para fortalecer relaciones más allá de sus grupos de pares.

b. Persistencia en la defensa de sus derechos Los jóvenes organizados conocen sus derechos y deberes como ciudadanos y están informados de sus posibilidades de participación en los espacios públicos. En este sentido, saben defenderse y hacerse escuchar cuando sus derechos no son considerados y respetados.

c. Capacidad de concertación Los jóvenes no tienen recursos para concertar con instituciones estatales y no gubernamentales, razón por la cual la MCJA funciona hoy como una coordinadora de agrupaciones juveniles. Existe la necesidad de revertir esta carencia para que los jóvenes sean capaces de concertar tanto con los grupos juveniles que no están asociados como con las entidades o instancias que no agrupan solo a jóvenes.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

d. Intolerancia e ingenuidad política La política es vista por los jóvenes como incompatible con la organización juvenil. Se asocia la coyuntura política con promesas incumplidas. No hay aún un buen manejo de las relaciones con las agrupaciones políticas ni tolerancia con aquellos jóvenes que pertenecen a ellas o sostienen su discurso.

6. Conclusiones •



• • •

Es de resaltar que la iniciativa de la MCJA ha partido de los jóvenes ayacuchanos y de sus agrupaciones, lo que ha favorecido el logro de su objetivo principal: el protagonismo. Una debilidad radica en que este espacio ha derivado en una especie de coordinadora de agrupaciones juveniles, por cuanto las instituciones públicas y privadas han retirado a sus representantes. La continuidad y el ímpetu de los jóvenes permiten que la MCJA permanezca y sea reconocida como un espacio representativo de la juventud. Las actividades de la juventud ayacuchana se orientan al trabajo claro y con conocimiento a favor de la creación de políticas de juventudes. Hay un particular activismo de los jóvenes, quienes apoyan en diferentes encuentros a los que son invitados en reconocimiento por su labor.

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La AROJUL y la Mesa Multisectorial por la Juventud Loretana

1. Descripción de la experiencia a. Preparación de la participación juvenil A partir de las audiencias de discusión de la ley del CONAJU, algunos grupos juveniles se reunieron y tomaron contacto unos con otros. Tras la elección de la representante al CONAJU, en noviembre de 2002 se acordó la formación de una coordinadora de alcance regional que sirviese como una instancia en la que la representante pudiese presentar propuestas que luego serían llevadas a la plenaria del Consejo de Participación de la Juventud (CPJ). Uno de los participantes lo resume así: Había una necesidad de unificar las asociaciones juveniles para hacer trabajos con mayor objetividad, y ese es el espíritu que se mantiene: unir criterios y, sobre todo, identificar problemas que abarquen una visión regional.

Esta propuesta canalizó el malestar entre los asistentes respecto de que el sistema del CONAJU no garantizaba por sí mismo el desarrollo de condiciones favorables a los jóvenes. En opinión de María Victoria Pinasco: Algunos perciben que había muy poca sostenibilidad, y lo que nosotros buscamos es la sostenibilidad; es que si nosotros logramos asociar grupos, logramos conformar colectivos, y para que realmente se logre el objetivo, surge entonces la idea de la AROJUL.

En las primeras sesiones se reunieron cinco personas representantes de otras tantas organizaciones; a la segunda asistieron diecinueve, y a la tercera veintiocho. En esta 168

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

última se acordó formar la Asociación Regional de Organizaciones Juveniles de Loreto (AROJUL), que actualmente tiene veintitrés miembros, de los cuales quince asisten a las reuniones mensuales. El Comité Directivo sesiona semanalmente. La Asociación se propuso desarrollar un plan de trabajo participativo con la presencia de las organizaciones juveniles. Para ello convocó a un taller de planificación con la finalidad de articular las actividades de la representante elegida para el CPJ. El Comité Directivo de AROJUL funciona como una suerte de comité consultivo de la representante del CPJ y, al mismo tiempo, es el que establece las directivas que la representante lleva al CONAJU. La AROJUL se define como una coordinadora que promueve la participación juvenil. En esa línea ha apoyado la constitución de otras dos coordinadoras juveniles en otros distritos de Maynas: una en San Juan y la otra en Iquitos; y están en proceso de consolidación otras coordinadoras en las provincias de Nauta, Yurimaguas y Requena. El propósito es consolidar un plan regional con los representantes juveniles de todas las provincias. Por otro lado, ha apoyado a algunos grupos juveniles de distritos de las zonas ribereñas —Genaro Herrera, Maquia, Bagazán e Iberia (Tapiche)—, los que posteriormente se integraron a la AROJUL. A futuro esperan formar coordinadoras en otras regiones y distritos y aspiran a que sea la AROJUL la que las articule. Muchas coordinadoras se colocan ante la necesidad de elegir entre hacer planes que engloben las actividades de sus grupos miembros, realizar más bien actividades diferentes de las de sus miembros, pero de mayor impacto, o ser solo instancias de consultas y propuestas. Algunos de los conflictos presentes en las coordinadoras se originan en la confusión entre esas diferentes funciones. En su caso, la AROJUL busca cumplir el papel de una coordinadora que da servicios a sus afiliados, para no constituirse en una instancia de ejecución. La AROJUL apuesta así por reforzar la especialización temática de los grupos juveniles que participan en ella y fortalecer su quehacer sin generar una duplicidad de actividades, con lo cual se refuerza la capacidad de elaborar propuestas de dichos grupos y, por lo tanto, de la propia AROJUL. Juan José, uno de sus miembros lo relata de esta manera: La AROJUL es un colectivo de organizaciones que apuestan por las propuestas y que no es activista. Porque cada organización tiene sus actividades y la idea que nosotros tenemos no es llenarnos de actividades sino que cada organización consolide una visión clara de lo que quiere hacer o quiere ayudar a hacer.

La AROJUL apuesta entonces por el desarrollo de un Plan Regional de Juventud. Sin embargo, no dispone de un plan estratégico y tampoco está en su horizonte el desarrollo de un documento de lineamientos que le permita establecer prioridades y reorientar sus acciones. En principio se dedica al fortalecimiento de los grupos juveniles y al suyo propio como coordinadora. A partir de este año tiene previsto un encuentro regional en el que deben participar las coordinadoras distritales y en el cual se busca desarrollar un plan anual. LA AROJUL Y LA MESA MULTISECTORIAL POR LA JUVENTUD LORETANA

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b. En busca de la concertación A raíz de un taller realizado por la AROJUL en agosto de 2003 para conocer los avances de las direcciones de los ministerios respecto del CONAJU, se constató que muchas de estas tenían programas e iniciativas en materia juvenil, pero que no conocían el CONAJU. Entonces, el secretario técnico de la Mesa de Lucha Contra la Pobreza, en coordinación con la representante al CPJ, sugirió la idea de formar una mesa intersectorial sobre la base de la iniciativa que la mesa aludida promueve para el desarrollo de diversos espacios multisectoriales de concertación. La idea fue aceptada por la mayoría. Al final de la reunión se firmó un acta de conformación de la mesa. Luego se planificó y convocó a un taller para exponer e intercambiar los planes de trabajo para 2004, con la participación del sector público, diversas ONG y organizaciones juveniles.1 Asistieron por el Estado los representantes y responsables de programas relacionados con jóvenes de los ministerios de Trabajo (ProJoven), Educación (Oficina de Tutoría y Prevención Integral), Salud (Oficina de Salud del Adolescente) y de la Mujer y el Desarrollo Social (Cooperación Popular), además del gobierno regional (Subgerencia de Desarrollo Social), del Instituto Municipal de la Juventud (IMJUV) y del Municipio Provincial de Maynas. La coordinadora empezó reuniéndose cada quince días y el pleno cada mes. El funcionamiento fue óptimo hasta diciembre de 2003. Aunque muchos de los esfuerzos de la mesa multisectorial fueron dedicados a la elaboración de su reglamento interno, este proceso quedó trunco por el descabezamiento de la mesa directiva. La principal actividad desarrollada por la mesa fue tal vez la realización del megaevento juvenil en coordinación con la AROJUL y el CONAJU, que corrió con la mayor parte de los gastos del encuentro. El megaevento comprendió tres actividades: el taller de difusión sobre el sistema CONAJU, que contó con la participación de la presidenta del CNJ, Carmen Vegas Guerrero; una feria de información que duró dos días, donde las instituciones presentaban sus planes y programas a favor de los jóvenes y en la que participaron instituciones públicas, ONG y organizaciones de la mesa, además de otras que no pertenecían a ella; y, por último, los jóvenes de cuatro distritos de las riberas que acompañaban los procesos de organización de los grupos juveniles y los distritos de San Juan y de Iquitos participaron en un taller de capacitación sobre formulación de planes de trabajo. En enero de 2003 hubo un cambio de responsables en muchas instituciones públicas, y esto afectó a la mesa multisectorial: Hasta entonces el coordinador de la mesa multisectorial era el representante de ProJoven, del Ministerio de Trabajo, y cuando lo cambian y nombran a otro representante ya no es el mismo ímpetu, la misma calidad, las mismas ganas, la misma visión, el mismo involucramiento con el trabajo multisectorial de los jóvenes.

1

Como parte de la sociedad civil participaron AROJUL, JEC, JOC, KAS, Nauman, Restriga Kids, Pastoral Juvenil, Asociación Cultural San Juan, Grupo Cultural Danza, UNAC, Manguare, CITEL, Círculo de estudiantes, Jóvenes a la obra (Perú Posible), Perú jóvenes (JAP), Rotarac, OIPA.

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Lamentablemente, el coordinador regional de la mesa, Marco Lozano, representante de ProJoven, no fue el único al que cambiaron; también el vicepresidente del IMJUV, Jimmy Hernández, dejó su cargo en el Municipio de Maynas. Una joven lo expresa así: Es bien difícil trabajar con ellos, muy difícil lograr que se conecten a nosotros. Por ejemplo para poder conectarnos con el IMJUV había una buena disposición por parte del coordinador, pero el problema era que lo paraban cambiando a cada rato. No sabemos con cuál coordinador: primero había uno, después otros dos, después fueron tres.

El hecho es que la mesa quedó descabezada y las instituciones no nombraron a los representantes que debían reemplazar a los que salieron. Esto desilusionó a los jóvenes más acostumbrados a las actividades, a ver cosas concretas, y generó la desconfianza en los procesos de mediano plazo como son los procesos concertados. Seguramente esto último condujo a los jóvenes que estaban en la mesa directiva a renunciar a su participación. Una representante de la JOC (Juventud Obrera Católica) dejó el cargo porque se le presentó otra oportunidad de trabajo. Similar suerte corrieron los vocales de la Konrad Adenauer, que, por razones de estudios, no asistieron más. Una representante ante la mesa nos dice: No existía compromiso de las instituciones sino que ellos estaban allí por voluntad propia; y cuando ellos salen la institución no se preocupa de apoyar este proceso. Había un desinterés de participar en un espacio como este e ignorancia de los funcionarios públicos.

Roberto Cunibertti, secretario técnico de la Mesa de Lucha contra la Pobreza, agrega: Hay mucha gente que no cree en el proceso. Ese es un trabajo de sensibilización, de información, de capacitación sobre este mecanismo que es el participativo; es el ideal y no está todavía metido como el mecanismo ideal de desarrollo de todo tipo de tema, en este caso de los jóvenes.

A pesar de que el proceso se truncó, los jóvenes manifiestan que se avanzó en el conocimiento de las actividades que realizan el Estado y la sociedad civil y cómo funciona cada uno. Hoy apuestan por reflotar la mesa multisectorial. En la primera experiencia ellos querían que la coordinación recayese en la sociedad civil, en tanto que percibían que las instituciones gubernamentales no tenían voluntad política ni sabían hacia dónde conducir el proceso: «Siempre al Estado hay que exigirle, hay que arrastrarlo, y por arrastrar al Estado no se avanza, se nota mucho desinterés», indica Cunibertti. Lo que se discute ahora es la necesidad de ejercer presión sobre las instituciones del Estado a partir de las iniciativas juveniles usando a la prensa para convocar y generar compromisos para impulsar la mesa multisectorial sin llegar al enfrentamiento y al conflicto.

LA AROJUL Y LA MESA MULTISECTORIAL POR LA JUVENTUD LORETANA

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c. Del modelo Casa de la Juventud al Instituto Municipal de la Juventud La relación de las agrupaciones juveniles con el Municipio Provincial de Maynas ha sido escasa. El proyecto de la Casa de la Juventud fue propuesto al alcalde en el 2000 por el grupo «La Restinga», que además le ofreció su local para que fuese usado como espacio de los jóvenes: Terminamos proponiendo el proyecto que era algo así como la Casa de la Juventud y lo estábamos ofreciendo porque en ese entonces no teníamos absolutamente ningún presupuesto. Se les presentan más propuestas, pero como tienen el presupuesto y no tienen ni el más mínimo criterio técnico, se aprovechan de tu idea. Además no lo hacen bien y gastan a través de ella.

Sin embargo, el municipio decidió implementar por cuenta propia La Casa de la Juventud, que se instaló el 15 de junio de 2002 cuando faltaban seis meses para el fin de la gestión; es decir, pasaron dos años para que se cristalizase una instancia a favor de la juventud. Es probable que la decisión política de formar la Casa de la Juventud tuviera que ver con las elecciones municipales que se iban a realizar en noviembre de ese año. La Casa de la Juventud surgió como un espacio que brindaba apoyo a los jóvenes para incrementar sus capacidades y habilidades. Según su encargado, la propuesta buscaba apoyar a los jóvenes para su inserción competitiva en la sociedad a través de capacitaciones: La Casa planteaba dos pilares básicos: uno era el educativo, con las capacitaciones técnicas, y el otro era el del encuadramiento económico de los jóvenes, también a través de seminarios y gestiones de financiamiento.

No obstante, la realidad fue otra, pues se le asignó un pequeño local a media cuadra del malecón y de la plaza de armas. La Casa de la Juventud no disponía de un presupuesto propio; el municipio solo financió el sueldo del responsable. En cambio, por medio de un convenio con la Embajada de Alemania, se logró la donación de cinco computadoras que se usaron para dar clases de informática e inglés, y el cobro servía para financiar el funcionamiento de la Casa. Esto significaba una permanente situación de carencia que impedía realizar actividades de mayor envergadura lejos del local. También se ofrecían algunos servicios como acceso a internet y escaneos, se apoyaban tesis y se brindaba el uso de las computadoras. Todas las actividades tenían un sentido «práctico». La falta de voluntad política del municipio era evidente, y no dudó en aprovecharse de los recursos de la Casa de la Juventud: Al iniciar me pusieron cinco máquinas nuevas. Cuando la gente vio que eran máquinas nuevas se quisieron llevar tres. Yo les dije: «¡Como se lleven las máquinas eso va a salir en la prensa! Esto ya está implementado y si se llevan quien va a reventar va a ser la gestión. Si quieren llevarse las máquinas, me cambias por unas que estén operativas». El gerente llamó y le dije lo mismo. El alcalde llamó

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

y le dije: «Bien, pero tienen que traerme unas máquinas», y ya me trajeron las máquinas y recién se llevaron las tres, cosa que no me quedé sin máquinas.

A pesar de esta precariedad económica, se logró institucionalizar los viernes empresariales, días en que se daban charlas de gestión de empresas. Los sábados se realizaban las noches culturales: se pasaban películas y había clases de danza. Hacia el final de la gestión, en noviembre de 2002, se inició un proceso de acercamiento a los grupos juveniles. La finalidad era armar una red a partir de un encuentro juvenil regional realizado en octubre. La iniciativa no prosperó y no fue continuada por la siguiente gestión. La experiencia de la Casa de la Juventud se sustentaba en actividades de pequeña escala, marcadas por cierto asistencialismo y condenadas a la supervivencia, sin una clara incidencia en el mediano plazo; sin planes estratégicos ni proyectos de desarrollo, dependía básicamente de la fuerza y voluntad que su coordinador le había puesto al trabajo: La experiencia acaba cuando yo me retiré, el 5 de enero de 2003, y tuve que dejar la Casa a la jefa de cooperación internacional. Cuando regresé de una capacitación de Lima fui a ver la Casa porque me interesaba saber cómo estaba y no había computadoras.

Con la nueva gestión en la alcaldía provincial, a partir de septiembre de 2003 la Casa de la Juventud pasó a ser el IMJUV, que depende directamente de la alcaldía y es un órgano descentralizado de la Municipalidad de Maynas.2 Está compuesto básicamente por dos secretarias y dos promotores. El citado instituto busca congregar a una serie de instituciones privadas que puedan colaborar en la solución de los problemas de la juventud.

d. El IMJUV y la coordinadora juvenil El IMJUV tiene como objetivos desarrollar políticas, planes y proyectos, y la coordinación interinstitucional a favor de la juventud. Una de sus líneas centrales de acción es el fomento del empleo juvenil en los asentamientos humanos. Se propuso constituir una comisión de organizaciones juveniles y aglutinarlas formando una suerte de sistema metropolitano. El directorio que debía tomar las decisiones estaría conformado por seis personas: tres elegidas por el municipio y las otras tres por las organizaciones juveniles inscritas. Ellos esperaban que las coordinadoras como la AROJUL o la mesa multisectorial se inscribiesen en el IMJUV una vez que los estatutos fueran aprobados. Eso es percibido por los jóvenes organizados como positivo:

2

En otros municipios que están a cargo de miembros del Apra también se formaron estos institutos para la juventud que dependen directamente del alcalde y no de ninguna área o instancia.

LA AROJUL Y LA MESA MULTISECTORIAL POR LA JUVENTUD LORETANA

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Las organizaciones juveniles necesitan un soporte económico, logístico y técnico; de esta forma la municipalidad va a permitir que de alguna manera los jóvenes puedan participar con los gobiernos locales.

No obstante, no descartan que la creación del IMJUV tenga fines partidarios y que a través de él se busque captar a los jóvenes. Frente a tal posibilidad los miembros de la AROJUL asumen una actitud de vigilancia, observando si el municipio cumple o no las promesas realizadas. Los miembros del IMJUV también cambiaron, y la elección de sus responsables no respondió del todo a criterios técnicos. Se elige a aquellas personas vinculadas a la organización partidaria que han tenido un trabajo en las universidades o con grupos juveniles. Percibimos que no se manejan propuestas más integrales de desarrollo juvenil y que se apuesta a que la participación de los jóvenes sea la fuente de tales propuestas. En septiembre de 2003 el personal asignado al IMJUV trabajó un proyecto de estatutos que al parecer fue realizado sin la participación de los grupos juveniles. Por su parte, la AROJUL ofreció al municipio la realización de talleres participativos para la elaboración del estatuto, iniciativa que no fue aceptada. Un testigo de la experiencia afirma: «La principal dificultad es que el municipio ve a la AROJUL como un problema, como algo peligroso». De hecho, nuestra observación nos permitió constatar que el personal que está a cargo del IMJUV no tiene el mismo nivel de claridad respecto de la problemática juvenil que los encargados de la AROJUL y, por lo tanto, los miran como competencia. Los estatutos fueron presentados al alcalde en una reunión de concejo, pero su aprobación está pendiente hasta la fecha. Mientras tanto, el IMJUV no tiene un presupuesto propio. Actualmente está realizando actividades y haciendo requerimientos a la Gerencia de Administración. Los recursos asignados al IMJUV son realmente bajos; el equipamiento con que cuenta es precario y prima la informalidad, como lo narra su responsable: «La coordinación se realiza desde enero, pero a mí no me han entregado un memorando o algún documento que me hiciera aparecer como coordinadora. Así funciona el IMJUV». Tampoco tiene un plan anual de trabajo; sus actividades se programan mensualmente y son visadas por el asesor del alcalde y el gerente general. Ha brindado orientación vocacional y realizado carreras de ciclismo, entre otras actividades. A pesar de estas limitaciones, la capacidad operativa del municipio provincial es considerable. Así, se realizó el encuentro «Maynas Jóvenes», al que invitaron a colegios particulares y estatales de la zona y a universidades y agrupaciones políticas y religiosas, logrando congregar cerca de quinientas personas. A juicio de la coordinadora, esto se obtuvo gracias al apoyo que el municipio recibe de los medios: La ventaja que tenemos allí es que podemos llegar fácil a través de los medios de comunicación ya sea escrita o radial y que cualquier trabajo, evento o actividad que uno pueda realizar siempre nos dan luz verde a comparación de otras partes.

También señala que el municipio solo aportó los refrigerios y materiales; el resto se consiguió por apoyos y donaciones: «Tienes que tener en cuenta que no existe capacidad económica», enfatizó la coordinadora. 174

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

La AROJUL enfrenta limitaciones logísticas y de recursos para el fortalecimiento de los grupos regionales, y ve en el municipio una oportunidad —aunque llena de espinas— para que sus objetivos se cumplan. Lamentablemente, la responsable del municipio entrevistada no tiene la misma claridad sobre los objetivos de la participación y el fortalecimiento de la ciudadanía. La aprobación del estatuto significaría un presupuesto propio mayor, y, sin duda, un mayor peso político. Por ello, la actual coordinadora percibe que existen presiones desde dentro y fuera para hacerse cargo del IMJUV: Hay una ambición por tener el cargo dentro del IMJUV. Eso es lo que estoy percibiendo por parte de las que están en mi entorno, y otras personas que pueden inquietarse por el tema de IMJUV porque saben que allí va a haber un manejo de presupuesto considerable.

De hecho, la AROJUL apuesta por participar en los espacios que puedan abrirse para la juventud; y si es en el IMJUV, están dispuestos a apoyarlo. Por ahora tienen en la mira tomar parte en el presupuesto participativo o en el CCL, donde ya hay un representante de la AROJUL, aunque su balance de esta participación no es del todo optimista, como se aprecia en el siguiente testimonio: Respecto al CCL las propuestas de los jóvenes no son tan tomadas en cuenta, de repente porque no tienen propuestas que tengan ideas o visiones provinciales. No encajan en lo que es construcciones, refacción de colegios, creación de más puestos de trabajo, parques, etcétera. La gente tiene miedo de perder sus cargos; cuando ven a un joven líder que se expresa bien, expone propuestas y todo, hay un temor político que él pueda ser líder y pueda sacar presupuesto de todos lados.

Este testimonio nos muestra que existe dificultad para incorporar a actores juveniles que tienen una temática propia en una dinámica en la que prima el apoyo a las iniciativas tangibles y observables, y el desarrollo humano no es tan valorado como las construcciones y la habilitación urbana. Además, la visibilidad de los problemas juveniles se diluye cuando se piensa en una escala más pequeña.

e. Incidencia en lo público La AROJUL preparó un plan de trabajo anual con talleres de sensibilización y visitas a las provincias para apoyar en la formación de coordinadoras. Dicho plan, cuyo cumplimiento demandaba un gasto de 12 mil nuevos soles, fue presentado al gobierno regional. La respuesta fue insólita: si quería ver realizadas sus propuestas, la AROJUL debía incorporarse a la juventud del partido que conducía el gobierno regional. La reacción de la AROJUL fue denunciar tal propuesta —por lo demás, una práctica común en Loreto— en los medios.

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Algo similar ocurrió con la inscripción de la AROJUL en la Municipalidad de Maynas. Habían pasado seis meses desde el trámite de inscripción y, extrañamente, este era continuamente postergado. Solo se hizo efectiva cuando la AROJUL protestó a través de los medios. Una de las principales dificultades que enfrenta la AROJUL para llevar a cabo sus actividades es la falta de apoyo logístico —personas que puedan aportar en el desarrollo de capacidades en los jóvenes— y de recursos para poder operar en el ámbito regional como se lo han propuesto, pues el seguimiento a los grupos juveniles ribereños y de las otras provincias genera gastos de transporte. Además, las instituciones que trabajan con jóvenes solo apoyan actividades, no procesos. De hecho, la formación de la AROJUL ha significado para algunas organizaciones ampliar su radio de acción y pasar a tener visibilidad pública e interlocución política con distintas instituciones de la sociedad civil. Una mujer que integra la Asociación afirma: Antes mandábamos solicitudes pidiendo cierto apoyo, pero nunca se nos concedió; pero desde que formamos parte de una red de asociaciones, que formamos parte de la mesa, yo estoy siendo más conocida a nivel social.

Sin duda, las organizaciones han crecido en términos de su articulación con las instituciones del Estado y sus líderes han ganado presencia pública.

2. Percepción sobre la participación de los jóvenes y papel de los municipios frente a la problemática juvenil a. Institucionalidad juvenil en el municipio Una de las principales preocupaciones de las organizaciones juveniles está relacionada con la toma de decisiones. Por su experiencia negociando con los municipios, estas señalan que las decisiones están concentradas en el alcalde. Por lo tanto, afirman que la institucionalidad juvenil debe garantizar que las decisiones que se tomen en las instancias encargadas de trabajar con los jóvenes dependan o estén muy relacionadas con la alcaldía. Por ello, en muchos organigramas planteados se ha puesto énfasis en que los institutos, consejos, direcciones o casas de la juventud dependan del alcalde. Otra de las preocupaciones se refiere a que las acciones y coordinaciones con las otras instancias del gobierno municipal pasan por un tamiz político; la lucha interna entre los diversos grupos impide a veces que las decisiones que atañen a los jóvenes se tomen con prontitud: A veces cuando se somete al Consejo de Regidores hay el peligro de que estas decisiones demoren o se politicen, o a veces hay mayorías en el Consejo de Regidores y hay problemas: las iniciativas pueden ser un peligro tal vez para las políticas del partido político o no son políticas que generan adelanto en el municipio. 176

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Otros jóvenes fueron más allá: propusieron un modelo en el cual la figura del alcalde quede supeditada a la participación de la sociedad civil, en tanto que perciben que los intereses de la población no son recogidos por las autoridades y se actúa según intereses particulares. Así, apuestan a que la participación juvenil se pueda plasmar en asambleas en las que estén presentes todos los estamentos sociales: En los comités vecinales estamos en contacto con la gente, y quiénes mejor que ellos para recoger todas las inquietudes, dificultades y problemas que siempre hay en la comunidad. No toda la vecindad en su conjunto sino un grupo representante como hay en las universidades: la Asamblea, el Consejo y todo eso, que están sobre el rector. Después vendría el alcalde, que sería un ejecutor. Luego vendría su sucesor, porque el alcalde también tendrá que ausentarse en alguno u otro momento.

Estamos frente a un modelo participacionista basado en consejos representativos de las organizaciones populares. A diferencia de otras épocas, estas propuestas están disociadas de todo tipo de ideología y se sustentan más bien en aspectos prácticos. Por otro lado, en los organigramas propuestos encontramos que la mayoría de los jóvenes aboga por instancias específicas y especializadas en la problemática juvenil, como pueden ser direcciones o departamentos, según la nomenclatura empleada. Uno de los jóvenes dice al respecto: Yo considero que se debe modificar la Ley Orgánica de Municipalidades y Gobiernos Regionales poniendo la Dirección de Juventudes, crear la Dirección de Juventudes y la División Regional de Juventudes. Creo que insertando un artículo de ese tipo se va a poder, por ley, implementar una dirección.

Está claro que hay una apuesta por la centralización de las acciones a favor de los jóvenes en una sola instancia, aunque en menor medida también se propone que la transversalidad de las políticas se realiza cuando otras direcciones más amplias, como las de desarrollo humano, las articulan con las otras intervenciones, como ocurre con los niños y las mujeres. Sin embargo, la demanda más sentida de los jóvenes es la de espacios exclusivos para la negociación, el diálogo y el fortalecimiento de sus organizaciones.

b. Participación juvenil en la institucionalidad pública En otro organigrama elaborado por los jóvenes podemos apreciar el énfasis que se pone en que su voz esté presente en la toma de decisiones por el municipio. Ellos perciben que no es suficiente con que las alternativas en materia de juventud sean viables: pretenden además que las opiniones de los jóvenes sean vinculantes con las decisiones que se tomen en este ámbito. A ese respecto, algunos proponen la formación de un consejo de la juventud; otros, de un consejo asesor o una asamblea. Lo cierto es que la experiencia demanda que la participación de los jóvenes en los gobiernos locales sea directa, que haya una mayor LA AROJUL Y LA MESA MULTISECTORIAL POR LA JUVENTUD LORETANA

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presencia de las organizaciones populares en las decisiones. Estas propuestas surgen de una actitud muy práctica que tiene que ver con el acceso a la toma de decisiones con mayor capacidad para orientar y vigilar las políticas municipales, evitando de este modo la corrupción o el predominio de los intereses particulares en las decisiones sobre asuntos de interés público.

c. Modalidad de intervención del municipio en problemáticas juveniles Algunos jóvenes plantearon que el municipio no debe trabajar de manera directa en la solución de los problemas juveniles, sino que esta intervención se debe realizar a través de los propios grupos juveniles, pues argumentan estar más capacitados y manejar mejor los temas y enfoques de desarrollo de la juventud que muchos de los responsables nombrados por los municipios. La modalidad de intervención que proponen se basa en la ejecución de pequeños proyectos a cargo de los grupos juveniles: Eso haría que los jóvenes ejecuten sus propios proyectos juveniles, mas no ligados a las instituciones del municipio o a otras instituciones en las que hoy en día se delegan.

Esta propuesta resulta interesante en la medida en que la intervención de los jóvenes se centraría en líneas prioritarias y no en los fondos concursables que muchas veces no ubican con claridad la intervención. Otros se inclinan por que el municipio desarrolle un plan de acción propio: Yo pienso que el tema juvenil debería ser parte integrante del plan político, o sea, el alcalde o la alcaldía no deben ver cómo brindar un apoyo o algo, sino que deben ser parte de la política, o sea, la alcaldía debe tener sus proyectos.

En cierto modo perciben que la participación del alcalde garantizará un esfuerzo de mayor envergadura a favor de los jóvenes, aunque fueron categóricos en señalar que los proyectos y programas juveniles impulsados desde las instancias del gobierno municipal debieran ser consultados con los jóvenes: «También yo creo que el municipio debe preguntar a los jóvenes qué es lo que ellos desean». (Hay que tomar en cuenta, por ejemplo, que los estatutos aprobados en el IMJUV no fueron concertados con las agrupaciones juveniles.) Para algunos jóvenes no son suficientes las consultas sobre las políticas y los planes que se van a aplicar, sino que demandan espacios más sostenidos como las mesas de juventud: «Beneficiosa para el municipio y para los jóvenes sería una mesa de concertación entre jóvenes y municipio, o sea, debatir todo el plan de trabajo del municipio y también de los jóvenes». Con ello apuestan a que los jóvenes tengan una participación más continua en las decisiones y también a articular a otros actores en la dinámica local sumando esfuerzos y recursos entre el alcalde, los representantes juveniles y de organizaciones empresariales que puedan darle una mano a la juventud y no solamente utilizarla en determinada 178

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coyuntura política: «Llegar adonde están y ya en la mesa de diálogo, en la mesa de concertación, acordar conjuntamente para poder organizar lo que es un proyecto, un plan de trabajo». En estas propuestas los jóvenes subrayan que las mesas deben producir resultados concretos e inmediatos: Un plan de trabajo, pero quizá a un futuro inmediato, no a largo plazo, porque muchas veces el joven se siente defraudado de eso. Entonces, debe ser a corto plazo, a un futuro inmediato, porque así el joven se siente que es útil y que no ha sido utilizado simplemente.

La opción de trabajar políticas de juventud de largo plazo tiene sus dificultades, en tanto que la demanda de estos jóvenes apunta a ver resultados tangibles en corto tiempo y están más familiarizados con las actividades prácticas que con la elaboración de documentos y políticas. Esta es una dificultad seria cuando de lo que se trata es de buscar cambios concertados para solucionar los problemas de los jóvenes. Sin embargo, ellos son conscientes de que sus trabajos no pueden tener por sí mismos una incidencia significativa en los indicadores locales, pues la gran mayoría de las organizaciones desarrollan cierto tipo de actividades: Como en el caso de los grupos que desarrollan lo que es salud sexual y reproductiva, haciendo siempre las mismas cosas, haciendo ciertos muestreos, pero a veces esos muestreos no llegan a las grandes mayorías.

No obstante, es difícil ir a contracorriente de las características propias de las agrupaciones juveniles, sobre todo si tenemos en cuenta que la participación de los jóvenes en los grupos tiene un proceso natural de caducidad determinado por la edad de sus participantes y su paso a otro ciclo de vida.

Ejes temáticos en el trabajo de juventudes No todos los grupos juveniles tienen claridad respecto de la necesidad de trabajar líneas de intervención; de hecho, algunos solo mencionan listas de actividades en diferentes áreas. Entre las líneas de intervención que se han mencionado destacan: •

El desarrollo y capacidad de liderazgo y empresa. Alrededor de esta línea se agrupan todas las actividades que tienen que ver con el empleo y la empleabilidad. Algunos se inclinan por la creación de empresas: «Poder preparar a los jóvenes para que afronten lo que va a ser ya en el ambiente económico, para que puedan crear empresas personales y solventarse económicamente». Otros, más bien, apuestan por la formación y capacitación en temas empresariales o relacionados con la mercadotecnia: Hay que fomentar en los jóvenes una cultura de trabajo, de desarrollo. Que se incentive desde muy niños el trabajo y el desarrollo: eso sería lo primordial, y también los proyectos, proyectos de talleres, capacitación.

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El deporte. Las actividades deportivas fueron mencionadas en varias ocasiones, y casi todas alrededor de campeonatos deportivos. La mayoría mencionó el fomento de las disciplinas con la idea de reducir los tiempos de ocio de los jóvenes y, por lo tanto, aminorar sus posibilidades de involucrarse en problemas. La cultura. Desde la mirada de los jóvenes, la cultura es la línea de acción que presenta una mayor cantidad de ángulos. Las actividades culturales son percibidas como un modo de minimizar el riesgo, como una manera de humanizarse y adquirir conocimientos y como una forma de recuperar las tradiciones y preservarlas: «sería rescatar lo nuestro, la sabiduría popular, las danzas, los bailes, las canciones».

En algunas ocasiones la cultura también ha sido propuesta como una línea de trabajo que, como el deporte, mantiene a los jóvenes alejados de los riesgos. Así lo resume uno de los jóvenes participantes: Proponemos lo que es cultura y deporte. Yo creo que cultura y deporte deben ir de la mano; es una opción para los jóvenes, para que no se vayan por el camino de las drogas o estén sin hacer nada.

Otras propuestas mencionan el aspecto formativo de la cultura, relacionado con la adquisición de conocimientos: «Variedades culturales, educación, bibliotecas, teatro, otro tipo de manifestaciones culturales que tienen los jóvenes en las diferentes organizaciones». •



Área de salud. En esta área están presentes dos temas: la educación sexual y la prevención del embarazo adolescente. Las actividades priorizadas fueron las charlas sobre sexualidad. Medio ambiente y salubridad. Especialmente en Maynas, el cuidado del medio ambiente está relacionado con diversas actividades productivas y con el turismo. Eso es parte de las demandas de acción de los jóvenes: Estaría el área de control de recursos naturales y fauna silvestre, el área de turismo. El medio ambiente está ligado a lo que es turismo, protección al turismo; la salubridad también, porque si tenemos una ciudad limpia es acogedora, es atractiva; y el área de control de calidad del agua de los ríos, porque el medio ambiente no solamente son los bosques; el medio ambiente es todo: el aire que respiramos, las aguas que bebemos.

En algunos casos los problemas juveniles álgidos —la drogadicción, el embarazo adolescente, por mencionar solo dos— no merecen la intervención de los municipios, que se inclinan más bien por dar oportunidades a los jóvenes, reducir el tiempo libre o minimizar los riesgos a través de la capacitación para el empleo, los deportes y las actividades culturales. Esto quiere decir que la forma de tratar estos problemas responde a la idea de que hay una relación mecánica entre el tiempo libre y la falta de oportunidades con las tendencias juveniles a favor del consumo de drogas, el riesgo de contagio sexual o de embarazos no deseados. 180

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d. Transversalidad e intersectorialidad La mayoría de los jóvenes puso énfasis en la necesidad de institucionalizar una instancia en el gobierno local que canalice las actividades a favor de los jóvenes, pero fueron pocos los que mencionaron la relación que debía haber entre esas instancias y otras que forman parte del municipio. Entre las mencionadas está la necesidad de vincularse con la instancia municipal que vela por la salud, el bienestar social y el transporte, pues creen que en esos temas hay mucho que hacer por los jóvenes. Además, son conscientes de que un enfoque que se restrinja a lo juvenil no es suficiente, pues se necesita de la especialización para solucionar estos problemas. Lo mismo sucede respecto del tema de la intersectorialidad: algunos jóvenes tienen clara la relación que debería existir entre las acciones del municipio local y las de los programas de los diferentes sectores de los ministerios, aunque no todos tengan la misma claridad sobre la necesaria articulación entre ambas: «Sobre todo que vaya estructurado en un plan de trabajo o un plan que está ligado al Ministerio de Salud, Educación, Trabajo; en estrecha coordinación con ellos».

e. Estrategias de negociación con las autoridades Una de las principales estrategias planteadas por los jóvenes de Iquitos se refiere al uso de los medios de comunicación como forma de presión social: Ir a la radio, a la televisión. Eso creo que sería la mejor estrategia hoy en día, porque en todos lados se está viendo eso. Una persona denuncia a alguien del Estado y al toque le hacen caso. Entonces yo creo que eso por ahora sería la mejor estrategia para que nos hagan caso.

Hay que tener en cuenta que la radio en Iquitos cumple un papel muy activo en la interlocución política a través de las denuncias. Los grupos políticos usan los medios con cierta frecuencia para buscar impactar en los que toman decisiones. Otra estrategia mencionada por los jóvenes es la de buscar a algún funcionario o autoridad local interesado en el tema, dispuesto a «gestionar» actividades o entrevistas para los jóvenes: En el municipio hay algunos regidores jóvenes que han estado organizando algunos planteamientos con jóvenes. Entonces, hay que utilizar a ese tipo de representantes para poder tener representatividad.

Muchos de los primeros acercamientos de los jóvenes al gobierno municipal se realizan por medio de estos agentes de la política, quienes a su vez pueden ganar así notoriedad, pues en el municipio los funcionarios o regidores que tienen una base social son bien vistos.

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f.

Voluntad política y credibilidad

Los jóvenes de los grupos organizados son conscientes de las dificultades que se presentan cuando se trabaja con los gobiernos locales; de hecho, creen que «la misma municipalidad crea en apariencia los espacios juveniles; entonces, mediante esos espacios juveniles ellos justifican que ya los tienen, pero simplemente no los ejecutan, están allí no más de pantallita y ese es el problema». Muchos de estos jóvenes ya pasaron por la experiencia de las elecciones municipales, por lo que tienen claro que: Los jóvenes únicamente son utilizados en los meses de campañas políticas porque sirven prácticamente para asegurar las elecciones; solo en ese momento se acuerdan de la juventud: crean comités de juventudes, direcciones de cultura, deporte, secretaría, y hacen infinidad de actividades que tienen que ver con lo que es juventudes. Pero al momento de asumir los cargos públicos estos espacios quedan anulados y no se ve en los municipios una clara intención de apoyar a los jóvenes.

La propuesta de algunos se orienta al fortalecimiento de las agrupaciones juveniles: «Nosotros nos organizamos y hacemos proyectos o ideas, como se quiera decir; así se va a sentir la fuerza, o sea no vamos a estar en plan de niños quejumbrosos nomás, no». Piensan que la fuerza y volumen de las coordinadoras y agrupaciones será un factor que influirá en la toma de decisiones, pues eso les dará mayor visibilidad pública y capacidad para negociar y presionar a la autoridad para que cumpla sus promesas electorales.

3. Lecciones aprendidas •





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En cuanto al modelo de la AROJUL, percibimos que resulta más viable cuando se plantea objetivos claros y compartidos, pues está definida como un espacio para ganar presencia pública y tener incidencia en las políticas de juventud. El factor crítico está dado porque su articulación es posible en tanto permita a sus miembros ampliar sus campos de acción, visibilidad pública, interlocución política y, en menor proporción, acceso a recursos. En la medida en que la coordinadora facilita beneficios tangibles y concretos a sus miembros, se hace necesaria y se valora. La AROJUL no tiene un peso político lo suficientemente significativo como para sostener por sí sola el proceso de concertación y empujar a los organismos gubernamentales, al mismo tiempo que se fortalece e impulsa coordinadoras provinciales. Sus escasos recursos limitan mucho su crecimiento y su propuesta de desarrollar una coordinadora regional. En el caso de la mesa multisectorial, el factor crítico radica en las condiciones y maduración de la temática juvenil en las instituciones gubernamentales. La poca importancia asignada por estas a los planes y presupuestos de aquella no abona a favor de la articulación de los trabajos en materia juvenil. A esto se suman su escaso conocimiento de la ley del CONAJU y la rotación del empleo en estos organismos, aunque no se debe dejar de mencionar que en algunos casos los representantes no tienen la capacidad técnica para conducir procesos. JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

4. Conclusiones • •

















Resulta rescatable la articulación entre la representación al CONAJU y la coordinadora juvenil, en la medida en que ambas se alimentan entre sí. La constitución de la AROJUL responde a la necesidad de fortalecer la dimensión pública de los grupos juveniles para ganar visibilidad y ampliar los espacios de negociación. Una dificultad presente en los procesos de concertación originados en las instituciones públicas es su incapacidad para hacer madurar propuestas para los jóvenes; y cuando ocurren, toman demasiado tiempo. Esto da pie a constantes cambios de sus representantes, lo que impide la continuidad del proceso concertador. Es necesario subrayar la precariedad de la institucionalidad pública que cambia representantes, y la poca importancia que el sector gubernamental le da a la participación juvenil, lo que afecta a la mesa intersectorial. Esta ha sido la causa principal para que el proceso de concertación se trunque. La escasa atención otorgada por el Estado a la problemática juvenil y a los grupos organizados determina que no se generen nuevos proyectos sostenibles a favor de los jóvenes. Es evidente la carencia de dirección y liderazgo de las instituciones públicas en materia juvenil. Esto abre el interrogante de quién debe ser el encargado de alimentar o calificar los procesos de reflexión y desarrollo de propuestas en este ámbito. Las ONG tampoco están cumpliendo ese papel en Loreto. La participación de los grupos juveniles en la AROJUL y en la mesa multisectorial les permitió ganar visibilidad pública, articularse a otras instituciones y grupos, tener presencia en medios y, en pocos casos, acceder a recursos. Es importante la apuesta de la AROJUL por participar de los espacios de concertación nuevos, como el CCL y el presupuesto participativo, aunque estos no sean del todo receptivos a la participación juvenil, ni las lógicas temáticas encajen con otras que se sustentan en lo territorial, donde las problemáticas juveniles pierden fuerza. Es importante resaltar el uso que se hace de los medios y las estrategias de presión política que la AROJUL desarrolla en el espacio público, situación que no observamos en otras experiencias. Estas estrategias son un instrumento importante para su negociación política, pues le permiten ser un interlocutor válido y ampliar su visibilidad pública. El gobierno municipal es errático en sus propuestas a favor de la juventud, y cambia de modalidad sin recuperar los aportes de las gestiones anteriores. Hay una clara falta de voluntad política que se traduce en carencia de recursos. Las dos últimas gestiones crearon instituciones que funcionaron precariamente, con una baja incidencia en los múltiples problemas de los jóvenes, y se preocuparon solo por el tema del empleo. En el mediano plazo, es previsible que, si las propuestas del IMJUV prosperan, significarán una superposición de iniciativas a favor de la juventud, con diferentes énfasis políticos y técnicos, lo que hace aun más necesario el fortalecimiento de la mesa multisectorial para que esté en capacidad de articular estas iniciativas.

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Grupo Agroecológico Chulklachaqui y el Municipio Provincial de Picota

1. Descripción de la experiencia a. Entre la ecología y la pedagogía En 1998, la pasantía de un grupo de estudiantes canadienses que llegó a Picota (departamento de San Martín) generó la oportunidad para organizar una serie de eventos relativos al cuidado del medio ambiente. En coordinación con el municipio y el IPDA (Instituto para el Desarrollo Amazónico) fueron seleccionados cinco estudiantes de la sección agropecuaria del Instituto Pedagógico de Picota para presentar las características de la situación ambiental de la localidad. Esta experiencia dejó motivados a los alumnos y se formó el Grupo Agroecológico Chulklachaqui, cuyo primer coordinador fue Jonhy Acevedo. Tres meses después ocupó ese cargo Gustavo Cárcamo. Uno de los factores que, según Cárcamo, incidió en la formación del grupo fue el tipo de liderazgo que ejercieron, pues algunos de ellos tenían una experiencia educativa fuera de Picota y, por lo tanto, nociones de participación que contrastaban con la formación vertical que recibían en el instituto pedagógico: Nuestra fortaleza es que nosotros teníamos ya un contexto más amplio de la problemática, porque varios habíamos estudiado en Tarapoto y luego pasamos allá y ya teníamos otra noción. Era más fácil.

Por ello, supieron utilizar su formación universitaria de manera participativa, transformaron la forma como se enseñaban los cursos de pedagogía y enfrentaron a las autoridades cuando estas impedían la incorporación de actividades o temas relacionados con el medio ambiente. 184

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Una integrante del grupo refiere que su experiencia en la capital le permitió ver las cosas desde otra perspectiva: Yo he vivido en la ciudad de Lima; no soy de allí pero he vivido. Ha sido un cambio abrupto haber venido a la selva. El lugar donde vives tiene mucho que ver en cómo repercuten las cosas y tú las destruyes.

Así, pues, el conocer otras realidades para revalorar lo propio o tener experiencias modernizantes permite a estos jóvenes desarrollar rápidamente un liderazgo y tener visiones más amplias. La primera línea de acción de este grupo juvenil fue el ecoturismo. Desde sus inicios el grupo recibió un apoyo sostenido de la gestión de Neyro Delgado, entonces alcalde del Municipio Provincial de Picota. Ángel Paredes, en aquel tiempo director de obras, describe los primeros pasos de Chulklachaqui: Este grupo de jóvenes se formó gracias al apoyo de la municipalidad. Recibieron apoyo, tal vez no económico, pero sí en la parte logística; en los materiales que ellos necesitaban. Ellos se iniciaron rescatando el valor cultural de las cataratas de Chambira.

El primer proyecto que llevaron adelante fue la rehabilitación del camino de acceso a las cataratas de Chambira, que quedan a 60 kilómetros de Picota, pues llegar a ellas era muy difícil y hasta peligroso. La municipalidad les proporcionó los materiales: lampas, machetes, alambres, clavos y martillos, con los que construyeron barandas para que los visitantes no corran el riesgo de caer al abismo. En 1998 se realizó la segunda incursión a las cataratas de Chambira, con el objetivo de señalizar los caminos. Así, se instalaron carteles a lo largo de la carretera para facilitar el acceso a las cataratas. Asimismo, en coordinación con la Municipalidad Provincial de Picota se desarrollaron talleres dirigidos a sensibilizar a organizaciones y líderes en torno del tema del medio ambiente.

b. El medio ambiente y la concertación como actividad Neyro Delgado, quien en su primer período (1994-1998) instituyó un modelo concertado de la gestión (impulsó un presupuesto y un plan estratégico participativos), fue clave para el despegue del grupo, pues le brindó apoyo y de cierta forma apadrinó su incursión en el espacio público. Como parte de las actividades realizadas en forma conjunta con el municipio, en 1998 se realizó el concurso «Chicha Chulla», dirigido a los escolares de la zona. Su propósito era incentivar su preocupación por el medio ambiente. En 2001 se publicó la revista Chulklachaqui, con el objetivo de difundir conocimientos y experiencias en temas relacionados con el medio ambiente. La revista se distribuía en centros educativos y entre autoridades de la provincia. GRUPO AGROECOLÓGICO CHULKLACHAQUI Y EL MUNICIPIO PROVINCIAL DE PICOTA

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Luego el grupo Chulklachaqui extendió su ámbito de acción a la región y capacitó a otros grupos de diversas provincias en materia de ecología y medio ambiente. Wínder Miranda, presidente del Consejo de Estudiantes del instituto pedagógico, afirma: «Se dedicaban mayormente a la defensa de los bosques y han tenido buena tendencia en lo que es participación y acciones para el bien de Picota. Sus obras están reconocidas no solamente en provincias sino ya a nivel nacional». Ciertamente, los problemas juveniles que se presentan en Picota no son los mismos que los que padecen los jóvenes de las grandes urbes: no hay drogadicción ni pandillas. Por ello, la fuerza para movilizar a los jóvenes era, según Gustavo Cárcamo, la actividad ambiental. Por estas fechas, diversas instituciones (AMRESAM, ITDG, IDPA, CEDISA)1 brindaron su apoyo a proyectos relacionados con el medio ambiente. El eje de las labores del grupo era un modelo de trabajo interinstitucional que se apoyaba en la coordinación y concertación con instituciones públicas y privadas. Por ejemplo, los planes anuales del municipio incluían acciones planteadas por el grupo Chulklachaqui. Además, las relaciones con el alcalde eran directas, y él personalmente se ocupaba de la coordinación con el grupo juvenil. En 2002 se trabajó con IDPA e ITDG el proyecto relativo al riesgo de desastres. En él el grupo asumió una función diferente: la de facilitador y capacitador del proyecto. A raíz de la visita del biólogo Roy Vail y del estudio sobre la «Corona de los Ángeles», el grupo convence al municipio para que declare reserva municipal el Bosque del Quinizal, de 12.900 kilómetros de vegetación. El biólogo entrega además dinero que es utilizado para hacer visitas al bosque, así como aparatos GPS y también dona computadoras para el grupo Chulklachaqui. Una integrante del grupo acota: El señor Roy Vail, de Estados Unidos, nos apoya y asesora. Él es la persona en quien se ha inspirado el grupo. Si no hubiese sido por él, tampoco existiría. Él vino una vez de visita acá a la provincia y se fue a recorrer el valle. Fue él quien motivó a la asociación a que se convirtiera en lo que es.

El municipio también colaboró con el grupo proveyendo el acceso a internet, mediante el cableado y la instalación de la línea en el área que ocupaban los jóvenes de Chulklachaqui en el Instituto Superior Pedagógico. El propósito del municipio era implementar diez cabinas para los jóvenes, pero no contó con la aprobación del concejo, el que se opuso a algunas iniciativas en favor de los jóvenes. A partir de 2002 se han realizado diferentes actividades con el apoyo de AMRESAN, ITDG y CIMA (Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales) y gracias a un convenio con la Embajada de Finlandia, como la publicación del segundo número de la revista Chulklachaqui, la propuesta de Chulklachaqui de «Áreas de conservación municipal» y la administración del parque Cordillera Azul. 1

Asociación de Municipalidades de la Región San Martín, Soluciones Prácticas para la Pobreza, Instituto para el Desarrollo y la Paz Amazónicas, Centro de Desarrollo e Investigación de la Selva Alta, respectivamente.

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c. Institucionalización y plataforma de la participación juvenil A lo largo de la experiencia, el grupo no desarrolló políticas de juventud, ni institucionalizó la participación juvenil en el municipio. De hecho, no se contaba con una comisión municipal que viera el tema de los jóvenes, aunque sí se conversó sobre la oportunidad de conformar dicha comisión: «Incluso los regidores habían discutido sobre la formación de una comisión de apoyo a los ancianos, jóvenes y ver la manera de impulsar algún proyecto, pero se quedó ahí» (Ángel Paredes). El tema agroecológico era el centro de las acciones del grupo Chulklachaqui. Las demandas y preocupaciones sobre problemáticas juveniles específicas, en cambio, no estaban muy presentes, razón por la cual no se aglutinó a los demás jóvenes. Sin embargo, a la luz de los resultados, Gustavo Cárcamo señala: Ahora que nos damos cuenta, quizá una debilidad fue no articular a los demás grupos juveniles en lo que estábamos haciendo y de lleno, a nivel de gabinetes, a nivel de todas las direcciones serias. Sí, creo que fue una debilidad, pero en ese momento no nos dimos cuenta.

Otro tema relevante de esta experiencia es la falta de apoyo de las instituciones a las ideas y proyectos de los jóvenes de zonas rurales. El mismo Gustavo Cárcamo lo expresa así: Nuestra debilidad es que falta un asesoramiento permanente y consolidar propuestas de los jóvenes, que exista una institución o una ONG para consolidar experiencias y plantear diversos proyectos, y una vez que salen los proyectos pueden ser gestionados por ellos.

De hecho, las instituciones que se acercaron a los jóvenes lo hicieron para capacitarlos para sus propios proyectos y ejes temáticos; además, los empleaban como una fuente de mano de obra para cumplir sus actividades a bajo costo. Actualmente el grupo está realizando actividades con otros municipios, como el convenio con el Municipio de Tingo de Saposoa, y ha implementado viveros municipales.

d. Cambio de gestión municipal y desmontaje de los procesos concertados En 2003, la nueva administración de la municipalidad distrital percibe los procesos de concertación y a los grupos que participaron —como el grupo Chulklachaqui— como parte de la gestión pasada, y desactiva todo tipo de apoyo. Al mismo tiempo, algunos miembros del grupo pasan a trabajar a AMRESAM, lo que agrava esta situación. A pesar de que los nuevos responsables del grupo presentaron iniciativas al municipio, este no acogió ninguno de los proyectos. Aun cuando en los comicios de 2003 una regidora fue elegida en su calidad de joven y de que en su discurso electoral el actual alcalde prometió apoyar a los jóvenes, nada de esto se ha concretado y aun no existe una comisión de la juventud. GRUPO AGROECOLÓGICO CHULKLACHAQUI Y EL MUNICIPIO PROVINCIAL DE PICOTA

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La propuesta de la regidora Iris Chuquimango, actual encargada del trabajo con jóvenes, consiste en desarrollar actividades en torno de una Casa de la Juventud, pues se dispone de un local municipal; lo que falta es dotarlo de libros y computadoras. La idea es hacer una suerte de centro recreacional, un espacio donde los jóvenes puedan recibir cursos y talleres, por ejemplo, para aprender danzas típicas y computación. También se ha presentado un proyecto para instalar un taller de costura con la finalidad de dar ocupación a los jóvenes, quienes producirían polos deportivos. Con tal fin, se ha solicitado a Aduanas la donación de máquinas de coser, para, en palabras de Iris Chuquimango, «que los jóvenes aprendan lo que es costura y para que ellos mismos hagan la propaganda y vendan los uniformes deportivos». La misma regidora ha propuesto también convocar a los grupos juveniles al espacio de la casa para que dialoguen y se fortalezcan, pues según ella: Los jóvenes ahorita están dispersados, no hay conversaciones entre agrupaciones juveniles; por ejemplo, Chulklachaqui no se relaciona con Gonzalo Villavicencio, o el Consejo Estudiantil no se relaciona con Jóvenes en Acción, ni estos con el CAPP. Ni siquiera saben que existen estos grupos juveniles.

Sin embargo, todavía no se los ha convocado a ninguna reunión, y no existe aún un plan de trabajo. Solo hay muchas ideas y algunos proyectos. Además, la propia regidora cuenta que no ha encontrado apoyo en su propio municipio: Yo tengo una gran esperanza de que a los jóvenes se les reúna y se trabaje con ellos; así vamos a lograr mucho, pero quizá por parte del alcalde no hay esa confianza.

Para la regidora, de lo que se trata es de realizar acciones para que el alcalde tome conciencia de la necesidad de apoyar a los jóvenes: Ese es el problema, o quizá invitan al alcalde y este no va; delega a algún regidor y no sabe que los jóvenes necesitan apoyo. Yo sé que si los convocan a una reunión de jóvenes y van, van a ver que los jóvenes necesitan apoyo y así van a priorizar el problema, ya que son la esperanza del pueblo. Quizá desde ahí comiencen a tomarlos en cuenta, aunque hay alcaldes que no le dan importancia a los jóvenes. Yo sé que los jóvenes sí responden.

2. Percepciones sobre la institucionalidad pública juvenil a. Institucionalidad juvenil en el municipio Existen diferentes visiones respecto de cómo debe ser la institucionalidad pública juvenil. Algunos concibieron el trabajo con jóvenes en el municipio como parte de las actividades que desarrolla la Demuna (Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente);

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otros lo hicieron como parte de una oficina de promoción de derechos donde también estaría presente el trabajo con las mujeres y los ancianos. No percibimos una demanda específica por trabajar el tema desarrollando una institucionalidad propia de los jóvenes. No hay tampoco en los planes del municipio una comisión de regidores que se ocupe del asunto. En los organigramas elaborados por quienes participaron en los grupos focales se percibe la demanda por una mayor articulación de las organizaciones de base con las decisiones que se toman en el gobierno local; pero, a diferencia de otras ciudades, en Picota no se puso tanto énfasis en que estas organizaciones tengan un acceso directo a las decisiones del alcalde, o que el alcalde se supedite a las decisiones de un consejo de organizaciones juveniles (como el sugerido por los jóvenes de Chulucanas). En este caso, la presencia de las organizaciones de base aparece como una relación sostenida con el Consejo de Regidores. Se planteó la necesidad de una Oficina de la Juventud, aunque esta sería parte de la Dirección de Proyección Social. En el resto de organigramas presentados solo se consignan una serie de actividades que no constituyen líneas de acción. Además, la propuesta pone énfasis en la necesidad de articular la participación de las organizaciones de base con el alcalde. Por lo tanto en Picota los jóvenes no perciben la necesidad de una institucionalizad política juvenil.

b. Líneas de trabajo con jóvenes Los participantes demandaron sobre todo actividades de capacitación . Fueron pocos los que plantearon líneas de trabajo. Algunas de las demandas de los jóvenes tienen que ver con el fortalecimiento de las organizaciones juveniles, la creación de una escuela para padres que brinde orientación sobre paternidad y crianza de niños, y el acceso a internet, pues actualmente no se dispone de ese servicio. Las empresas que lo brindaban cerraron, y la anterior gestión municipal tenía un proyecto de cabina pública municipal, pero fue rechazado por el concejo. También se percibe que la educación no tiene un buen nivel ni está en capacidad de ofrecer muchas opciones a los jóvenes: Hay que ver en qué nivel está la educación acá en Picota. Generalmente estamos en un nivel muy bajo; nos falta mucho lo que es la lectura, investigación, y para eso hace falta la internet, para informarnos y hacer investigaciones.

Además, se propusieron una serie de actividades en salud y educación, pero desde un punto de vista más asistencialista: «Se podría canalizar ayuda por ejemplo en un pedagógico para jóvenes que quieren estudiar y no tengan recursos, o en el caso de que uno de ellos pierda a sus padres». Las demandas de los jóvenes estuvieron más relacionadas con su ciclo de vida, la autoestima, el futuro y los proyectos de vida. Las problemáticas de los jóvenes suelen ser tratadas de manera individual, y su solución por medio de la consejería: «La superación GRUPO AGROECOLÓGICO CHULKLACHAQUI Y EL MUNICIPIO PROVINCIAL DE PICOTA

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en los momentos en que están en problemas como embarazos prematuros o embarazos no deseados, con la organización como apoyo, que traten de buscar una salida para que ellos sobresalgan». También se mencionó la idea de desarrollar acciones en el ámbito de la cultura, entendida como la promoción del bagaje histórico y cultural por medio del aprendizaje de danzas típicas. Finalmente, se demandaron talleres de reforestación y deforestación: «Se debe tomar en cuenta el tema de reforestación y deforestación, y ver por qué otros vienen sacando las riquezas de nuestro pueblo y nos dejan pobres».

c. Estrategias de negociación con las autoridades Se percibe que las autoridades actuales no están dispuestas a escuchar a los jóvenes; incluso algunos de ellos ya pasaron por la experiencia de tocar las puertas del municipio o pedir una reunión con el alcalde, pero no tuvieron éxito o hubo una demora de meses para concretarlas. Uno de los jóvenes lo testimonia de este modo: En varias oportunidades presenté muchas ideas, sugerencias, tanto verbales como escritas. Solicité una pequeña reunión con la persona encargada aquí en la municipalidad, y hasta ahora no se ha dado. Yo puedo decir que voluntad no existe.

Los jóvenes plantearon que la estrategia para acceder a las autoridades y hacerles llegar sus demandas consistía en buscar intermediarios, pues es muy difícil que el alcalde se interese por los temas juveniles. Otra de las estrategias propuestas es la conformación de una coordinadora que congregue a las distintas agrupaciones de Picota, que fortalezca las organizaciones de manera que puedan trabajar en conjunto y así lograr un mayor impacto público. También se dijo que una salida a la escasa articulación con las autoridades es la búsqueda de instituciones que ayuden y financien actividades juveniles. Se subraya a este respecto la necesidad de que estas instituciones no dejen los procesos truncos y se «comprometan a ayudar hasta el final y que lo hagan con documentos para que los respalden y no los dejen a medio camino, para que así ya no los manipulen».

d. Voluntad política y credibilidad Los jóvenes reconocen que están presentes en los discursos, pero en la práctica no se les presta mayor atención, ya que, a decir de uno de los participantes, «para poder hablar con el presidente regional es muy difícil; necesitaríamos un intermediario para llegar a ellos». También se criticó la poca claridad de los candidatos y alcaldes respecto de qué hacer en materia de juventud. Aunque muchos prometen que los jóvenes tendrán espacio para la participación, desconocen la manera de llevar adelante procesos o, una vez en la alcaldía, no saben qué hacer. Al respecto, dice Gustavo Cárcamo: 190

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Es a veces la negligencia de las autoridades porque simplemente no interiorizan como suyo el problema. Esa es la visión muy estrecha de las autoridades que han llegado al poder sin tener una idea clara de lo que quieren hacer, solamente por la politiquería de querer tener.

Perciben, además, que la actuación de los políticos está orientada únicamente a la realización de obras —canaletas, cunetas, semáforos, pavimentación y parques—, obras que sean visibles a los ojos de los vecinos y les aseguren su apoyo para una posible reelección. Eso ocurre en detrimento de los recursos necesarios para los temas de desarrollo humano. Lamentablemente, los mismos pobladores juzgan la gestión de los alcaldes en función de las obras de cemento. Dice al respecto Gustavo Cárcamo: Exigen del gobierno local la infraestructura y ellos mismos hacen que se prioricen actividades de infraestructura y se dejen a un lado las actividades sociales, culturales, ambientales, lo que no les permite muchas veces a las autoridades tomar decisiones de este tipo.

La politización de los cargos públicos es otra de las preocupaciones de los jóvenes, quienes perciben que la selección de los funcionarios obedece a cuotas partidarias y no a un criterio técnico.

3. Lecciones aprendidas •







La movilización en torno de un problema nuevo y experimentado por los jóvenes generó participación y aglutinó voluntades, pero la preocupación por la temática agroecológica no fue suficiente para impulsar procesos sostenibles de participación juvenil. Hizo falta incorporar una perspectiva generacional para garantizar la sostenibilidad del proceso de concertación. La perspectiva pragmática de las acciones favoreció su articulación con las autoridades y su posicionamiento en la opinión pública local. Sin embargo, esa misma naturaleza pragmática del grupo juvenil dificultó la preocupación por institucionalizar procesos de participación, ya que sus objetivos estaban anclados en la ejecución de actividades, en la movilización y la obtención de resultados tangibles, lo que llevó a que se deje de lado la apuesta por la continuidad teniendo en cuenta los cambios en los gobiernos locales. Otro de los aspectos abandonados atañe a la educación ambiental. La mayoría de actividades tuvieron relación con la recuperación y preservación, dejando de lado las acciones de largo plazo, como la cultura de la población respecto del medio ambiente. La necesidad de desarrollar un trabajo a mediano y largo plazo fue un aspecto que se descuidó. La relación con el municipio se apoyó en el trabajo de un solo grupo, sin buscar una articulación con los demás grupos juveniles para crear una red que permitiese ampliar el campo de acción del municipio en las problemáticas juveniles.

GRUPO AGROECOLÓGICO CHULKLACHAQUI Y EL MUNICIPIO PROVINCIAL DE PICOTA

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El respaldo de alguna institución a los grupos juveniles es decisivo; sin el apoyo de la alcaldía a las actividades de Chulklachaqui difícilmente la experiencia hubiera alcanzado la envergadura que tuvo, y el grupo no se hubiera empoderado.

4. Conclusiones • • • •



• •

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La movilización de los jóvenes en torno de la protección del medio ambiente fue amplia y se produjeron procesos de participación juvenil importantes. La articulación con las autoridades fue un proceso de concertación fluido que favoreció el crecimiento del grupo y la ampliación de sus actividades. El grupo Chulklachaqui desarrolló un modelo de participación juvenil que logró ‘exportar’ a otros distritos de la provincia de Picota. Gracias a sus actividades en favor del medio ambiente, el grupo Chulklachaqui tuvo un posicionamiento público destacable tanto en la provincia cuanto en la región e incluso fue conocido a escala nacional. No hubo la preocupación por plantear una plataforma que impulsase la atención de los problemas generacionales. En la medida en que la participación de los jóvenes en el municipio era fluida, se asumió que estaba resuelta; sin embargo, con la nueva gestión se evidenció que tal supuesto era erróneo. No existió una preocupación por el largo y mediano plazo que favoreciera la institucionalización del tema de la educación ambiental en el municipio. Los medios de comunicación fueron utilizados solo para apoyar los procesos de participación o para informar de las actividades. Sin embargo, no se usaron como estrategia de sensibilización o de educación ambiental.

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Consejo Distrital Juvenil en el Municipio Distrital de La Banda-Shilcayo

1. Descripción de la experiencia a. Organización juvenil por el medio ambiente En 1998 se creó el Centro Peruano de Turismo Juvenil (CPTJ) en la zona urbana del distrito de La Banda-Shilcayo, en la provincia de San Martín. Su objetivo original fue difundir el potencial turístico del distrito e iniciar excursiones con jóvenes a zonas como las cataratas, las lagunas y las cascadas, para que valoren estos atractivos locales y tomen conciencia de la necesidad de cuidar el medio ambiente. La agrupación estaba compuesta básicamente por jóvenes profesionales egresados y estudiantes de carreras afines a la agricultura. El CPTJ presentó al municipio de La Banda-Shilcayo dos proyectos de señalización de los lugares turísticos y conservación del medio ambiente. Sin embargo, las autoridades nunca le respondieron. Luis Neyra, impulsor del CPTJ, opina que el municipio estuvo más preocupado por realizar obras que le permitiesen asegurar su reelección que por generar una inversión que potencie el desarrollo. Estas obras se circunscribían a la pavimentación de calles y cunetas en el centro de la ciudad, de manera que las zonas periféricas y rurales del distrito quedaron en el más completo abandono. La experiencia negativa con las autoridades municipales creó conciencia de la necesidad de aglutinarse y ganar fuerza con otras agrupaciones para ser tomados en cuenta. Así, en mayo de 2000 se conformó el Consejo Distrital Juvenil (CDJ), que agrupó a 14 grupos de jóvenes. Las organizaciones eran de diversa índole: había grupos de turismo, teatro, música, folclor, desarrollo juvenil y danza. Se trataba de un amplio colectivo en el que participa-

ban incluso jóvenes vinculados a partidos políticos como Vamos Vecino, Acción Popular y el Apra.

b. Movilización de jóvenes en torno de la ecología Otro de los objetivos del CDJ era conseguir financiamiento para las actividades que realizaban las agrupaciones juveniles. En efecto, obtuvieron algunos apoyos sustantivos de la Fundación Friedrich Ebert, del CTAR-San Martín (Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región San Martín) y de AMRESAM (Asociación de Municipalidades de la Región San Martín). Una de las actividades más importantes fue la campaña de recojo de residuos sólidos, que contó con una mayoritaria participación de jóvenes y de la población para la limpieza ribereña. También se realizaron eventos de capacitación y planificación estratégica y se instruyó a los gobernadores de las zonas rurales en temas de conservación y ecoturismo. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados por el CDJ, el apoyo del municipio se redujo a su sola presencia en las inauguraciones.

c. Tentando suerte en la política Las relaciones con el gobierno distrital se enfriaron aun más cuando el CDJ ganó credibilidad y, según Neyra, se convirtió en un potencial competidor electoral. Finalmente, en enero de 2002 el Consejo optó por postular a su presidente (el mencionado Luis Neyra) al cargo de alcalde de la Municipalidad de La Banda-Shilcayo. Esto generó una presión tanto interna cuanto externa, pues el colectivo se dividió y los grupos políticos buscaron «jalar» a sus filas e incluir en sus listas a los jóvenes que habían participado de la experiencia. De hecho, uno de los regidores resultó elegido por su vinculación con las agrupaciones juveniles y el CDJ. Sin embargo, a juicio de Neyra, el alcalde Salas presionó a AMRESAM para que se abstuviese de apoyar las actividades del CDJ en la medida en que su presidente estaba postulando a la alcaldía, razón por la cual se cortaron los fondos para la continuidad de las acciones del colectivo. El 18 de noviembre de 2002 el candidato Luis Neyra obtuvo el tercer lugar en las elecciones municipales, y para entonces ya el CDJ se había disuelto y dividido. Hoy está trabajando en una propuesta para formar un consejo más amplio que incluya a las agrupaciones juveniles de las zonas rurales.

d. Percepción del papel del municipio Los jóvenes organizados subrayan la necesidad de contar con voluntad y compromiso políticos para favorecer las propuestas de concertación, por lo que centran su atención en la relación directa con el alcalde para asegurar que los acuerdos y decisiones se cumplan. Sienten que de otro modo los acuerdos tomados con funcionarios o regidores no tienen el peso suficiente como para llevarse a la práctica. 194

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El papel que se le asigna al municipio es el de canalizador de los recursos en apoyo a las actividades que los jóvenes realizan en cada uno de sus grupos. Están ausentes las funciones de promoción directa del desarrollo, como salud sexual, empleo, entre otras. A lo sumo se le demanda que apoye en el fortalecimiento de los grupos juveniles, por considerar que es un requisito para un paso posterior: su protagonismo social y su capacidad de influencia. Hasta la fecha no han podido constituir una coordinadora de grupos por fuera de las convocatorias que el municipio realizó para la elección del representante del CONAJU, y no guardan con este último una relación orgánica.1

2. Percepciones sobre la institucionalidad pública juvenil a. Institucionalidad juvenil en el municipio Se puso énfasis en modelos de trabajo en los que los jóvenes estarían presentes en diversas instancias; así, por ejemplo, tendrían una representación en el Consejo de Regidores y una participación directa en las decisiones del alcalde, pues se percibe que «más viable es trabajar en una relación consejo-alcaldía, porque esta es la que toma las decisiones. Lo que se busca es que las ideas sean escuchadas y se pongan en práctica». Además, tendrían un lugar en el Consejo de Coordinación Local o como representantes de cada grupo residencial. Un organigrama presentado en los grupos focales propuso una instancia que dependa del alcalde y en la que estén presentes tres instancias de representación de las organizaciones populares: el Consejo de Coordinación Local, la Junta de Delegados Vecinales y las organizaciones de jóvenes. Además, los jóvenes muestran preocupación por estar cerca de las instancias de toma de decisiones. Por ejemplo, en uno de los modelos presentados se propone que sean la alcaldía y la gerencia las encargadas de apoyar a los jóvenes. Un joven lo expresó de este modo: «Nosotros podemos trabajar junto con la alcaldía, poner proyectos, trabajar junto con ellos como los regidores, como los asesores, para así hacer llevar lo que los jóvenes queremos hacer y poner nuestra capacidad».

b. Participación juvenil en la institucionalidad pública La mayor parte de propuestas tiene a las organizaciones juveniles como actores principales de las actividades de los jóvenes, y demandan espacios donde estos puedan incidir en las problemáticas distritales:

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Los grupos insistieron mucho en la necesidad de la devolución de la información para que de esa manera se pueda influenciar en el municipio.

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La idea es que las decisiones políticas y económicas puedan tener participación activa con la representación de los jóvenes organizados y que los jóvenes tengan su propio espacio para participar en las decisiones políticas del distrito. Las decisiones que hoy se toman van a ser para vivir el mañana.

Se reclaman, por lo tanto, espacios abiertos al protagonismo de los grupos organizados con relación a toda la comunidad y no solo con los jóvenes.

c. Modalidad de intervención del municipio en la problemática juvenil Algunos jóvenes prefieren que el municipio sea un organismo que facilite el acceso a recursos y respalde las iniciativas de los jóvenes. Están a favor de presentar proyectos al alcalde para que este apoye «las coordinaciones de actividades; queremos contar con el apoyo de ellos no necesariamente económico, o sea, si hay un grupo que quiere hacer una actividad de capacitación que nos den las facilidades para poder realizarla». Ciertamente, la ejecución estaría en manos de los jóvenes. Se puso mucho énfasis en el respeto de los derechos de los grupos que participarían, especialmente en lo que se refiere a escuchar sus opiniones y tomarlas en cuenta. Asimismo, se percibe mucho recelo sobre el uso político que las autoridades quieran darle al trabajo juvenil. Por otro lado, existe conciencia de que los recursos municipales son escasos. Por ello la propuesta apunta a que el municipio se convierta en un canalizador de fondos a favor de los jóvenes y busque que las ONG y organismos gubernamentales aporten en pro de las iniciativas juveniles. En diversas ocasiones se mencionó también la necesidad de que la alcaldía cree una Casa de la Juventud como un modo de garantizar la continuidad del apoyo a los jóvenes: Aun si en cualquier momento el alcalde no quiere trabajar con los jóvenes, independientemente de la municipalidad ya va a haber una Casa de la Juventud, que va a poder seguir adelante. Vamos a estar formados, fortalecidos.

d. Líneas de trabajo con jóvenes El apoyo y la promoción de las organizaciones de jóvenes son dos de las principales preocupaciones al momento de definir el papel del municipio respecto de estos. Ciertamente, esto tiene que ver con que los jóvenes consideran que el municipio no debería hacerse cargo de la intervención directamente sino más bien apoyar a los grupos juveniles que ya están desempeñando una labor. Desde este punto de vista, las acciones planteadas apuntan en dos direcciones: en una primera etapa, a fortalecer los grupos juveniles por medio de la realización de campamentos, pasantías, talleres, capacitaciones, etcétera; y, en un segundo momento, a ayudarlos con recursos en su labor de promoción de la cultura, la danza, la salud y la ecología.

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La idea es que el municipio refuerce el papel de los jóvenes como promotores del desarrollo humano. Ellos señalan, por ejemplo: Podemos trabajar en escuelas de padres, haciendo un diagnóstico para ver la realidad y saber cómo están los padres de familia y los problemas que tienen. Proporcionarles películas de acuerdo con los temas que se van a tratar; por ejemplo: delincuencia, violencia familiar, etcétera.

Los jóvenes no quieren circunscribirse solo a la problemática juvenil, sino abordar una serie de problemas como actores del cambio. Uno de los jóvenes lo plantea de este modo: Considero que los jóvenes deben ver la problemática de la ciudad en general desde diferentes puntos de vista: desarrollando capacidades, hacer vigilancia ciudadana, apoyo social a mujeres y los múltiples programas que tiene la municipalidad. Trabajar en conjunto y no específicamente en un determinado problema.

A diferencia de otras experiencias, en este caso no se demanda el tratamiento de los problemas juveniles clásicos como el trabajo, la drogadicción, la salud sexual y la salud reproductiva, sino que se apuesta a ampliar la labor que ya desempeñan los jóvenes a favor del desarrollo humano y el desarrollo social en general.

e. Transversalidad e intersectorialidad En ningún momento se planteó directamente la idea de transversalidad o de intersectorialidad, lo que se debe a que los jóvenes perciben que el municipio no debiera actuar directamente a favor de ellos, salvo para fortalecer sus agrupaciones juveniles y apoyarlas con recursos para actividades. La transversalidad residiría más bien en las acciones que los grupos juveniles desarrollarían para la comunidad, en tanto que se proponen diversas líneas de trabajo (multitemáticas).

f.

Estrategias de negociación con las autoridades

No se han desarrollado estrategias de negociación con las autoridades. Existe la preocupación de que el gobierno municipal realice acciones a favor de los jóvenes, pero desde nuestro punto de vista algunas demandas plantean que el propio alcalde difunda por los medios de comunicación la problemática de los jóvenes organizados, o que los convoque para reunirse y formar una coordinadora juvenil, lo que significa esperar que la organización venga de arriba eludiendo así la responsabilidad de coordinar que les compete a las organizaciones juveniles. Al respecto, uno de los entrevistados señala: La municipalidad juega un papel muy importante en ser promotor y reunir y concertar las reuniones de jóvenes con la finalidad de hacer pasantías donde se CONSEJO DISTRITAL JUVENIL EN EL MUNICIPIO DISTRITAL DE LA BANDA-SHILCAYO

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pueda intercambiar ideas y ver la posibilidad de aplicar lo aprendido en sus organizaciones.

Se discutió, asimismo, la necesidad de constituir una mesa de concertación y diálogo entre los grupos juveniles y la municipalidad. Sin embargo, se espera que la autoridad sea el motor de la iniciativa, y no hay claridad respecto del papel que desempeñaría dicha mesa. Se apuesta más por una mesa capaz de articular las experiencias juveniles que por una que sea un espacio de coordinación y concertación con la autoridad: Que cada una de sus organizaciones cuente sus experiencias. Es interrelacionar ideas, y buscar los puntos en común de las problemáticas de los jóvenes y juntos buscar alternativas independientemente con organizaciones privadas o no privadas.

Entre los jóvenes que participaron no se percibe una vocación de liderazgo y de poder. Hay, sí, una suerte de expectativa de que el alcalde les resuelva los problemas de articulación y fortalecimiento de sus organizaciones y les brinde espacios de concertación, sin tener en cuenta que eso supone un proceso de lucha, de presión y negociación. A juzgar por otras experiencias, se requiere un liderazgo fuerte de las organizaciones juveniles.

g. Voluntad política y credibilidad Es curioso que se demande a la alcaldía que asuma una función promotora más decidida de los procesos organizativos de los jóvenes; pero, al mismo tiempo, se pone mucho énfasis en la necesidad de que los jóvenes vigilen las acciones del alcalde: Los jóvenes debemos fiscalizar a nuestro alcalde, para ver si está trabajando bien o no, porque todo lo que ellos realizan nos afecta a nosotros como jóvenes, o a través de los delegados que forman parte del consejo organizado, y que todo esto sea vigilado por integrantes de esas organizaciones.

Al parecer, existe una gran desconfianza en la figura de los alcaldes por el actual desprestigio de la mayoría de ellos; sin embargo, todavía se les demanda una actitud paternalista, que acompañen las actividades y los reúnan, aun cuando dichas acciones podrían y deberían ser realizadas por los jóvenes por iniciativa propia, porque de ese modo marcarían su independencia del poder municipal. La desconfianza en el gobierno municipal puede deberse a lo ocurrido en el último proceso electoral, en que uno de los grupos juveniles lanzó a un candidato a la alcaldía. Esto dio pie para que las demás agrupaciones buscasen articular a los grupos juveniles o apoyasen la formación de agrupaciones nuevas para fortalecer sus propias candidaturas. Como resultado, los grupos juveniles se encuentran divididos por sus diversas simpatías políticas. Uno de los jóvenes relata esta desconfianza a partir de la experiencia que se trató de impulsar en torno de la Semana de la Juventud, cuando aceptaron responsabi198

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lidades pero los resultados fueron magros: «Muchos de nosotros no estamos identificados con nuestra municipalidad, no la apoyamos. También quedamos en inscribir a niños y jóvenes en nuestros distritos o zonas y no se dio el apoyo».

3. Conclusiones •





• • • •





Los funcionarios y algunos líderes entrevistados ven a los jóvenes como actores del desarrollo económico. No se percibe acción alguna en la prevención y tratamiento de los problemas juveniles clásicos (salud sexual y reproductiva, delincuencia juvenil, educación, etcétera). La pugna política atraviesa el protagonismo de los jóvenes. La práctica pública de estos es percibida como política en los procesos eleccionarios. Del mismo modo, la inclusión de los jóvenes en las listas y durante su movilización, así como la discusión de temas juveniles, han sido claves en las últimas elecciones. De hecho, algunos políticos buscan influenciar a los grupos ya existentes y promueven otros grupos afines a sus gestiones o tendencias para tener una presencia en el espacio político local. Uno de los factores de éxito de la experiencia del CDJ ha sido la articulación entre el quehacer de los grupos juveniles y el quehacer de su profesión en torno de la ecología. Muchos de estos jóvenes pasaron por experiencias de capacitación en liderazgo auspiciadas por instituciones de Lima y de San Martín. Respecto de los jóvenes, uno de los principales nudos es la disociación entre el tema de la capacitación para el liderazgo y la falta de apoyo a actividades de desarrollo. Los grupos juveniles nacieron bajo la premisa de la necesidad de la acción pública en relación a diferentes problemas; por lo tanto, su principal objetivo está signado por el hacer más que por la negociación. Es la búsqueda de soluciones concretas e inmediatas lo que mueve la actividad de estos grupos. No recogimos evidencia de que la problemática de la juventud sea un norte o una preocupación de las autoridades y de los grupos juveniles. Más bien, creemos que su actoría está orientada a la solución de problemas que involucran a toda la comunidad. Una de las principales dificultades percibidas es que los políticos desconfían de la capacidad de los jóvenes para hacer bien las cosas y dar un buen uso al dinero; por otro lado, los consideran como potenciales rivales políticos, razón por la cual tratan de captarlos o neutralizarlos.

CONSEJO DISTRITAL JUVENIL EN EL MUNICIPIO DISTRITAL DE LA BANDA-SHILCAYO

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Anexo metodológico

I.

Planteamiento del problema

La mayoría de las experiencias de participación de los jóvenes en espacios locales se desarrollan en la capital y a iniciativa de los propios grupos juveniles. La participación de los jóvenes en los espacios locales no tiene una normatividad específica. El presente estudio trata de recuperar información clave para identificar procesos participativos.

II. Premisas metodológicas del estudio 1.

Percepciones sobre la participación

El estudio buscó conocer los alcances y límites que los jóvenes y funcionarios municipales atribuyen a la participación juvenil, así como entender si esta construye ciudadanía, permite el empoderamiento de los grupos juveniles y de los jóvenes anónimos.

2.

Ciclo de vida de la participación

Se trata de identificar en qué momento se dan las experiencias de participación. Para muchos el diseño estratégico debe ser un proceso participativo; para otros, el planeamiento de las acciones es el punto central de la participación. En cambio, otros reducen la participación a la incorporación de los jóvenes en la ejecución de las acciones. Finalmente, a veces solo se atribuye a los jóvenes un papel en la evaluación de los programas y servicios que se les brindan. La participación juvenil es entendida por algunos funcionarios como el proceso en el que los jóvenes acceden en su calidad de beneficiarios de acciones y servicios.

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

3.

Papel de la participación en el proceso de intervención

Las diferencias de opinión respecto del papel que deben desempeñar los jóvenes en los procesos participativos generan muchos de conflictos. Algunas mesas de concertación recogen las opiniones, observaciones y sugerencias de los jóvenes, que no son vinculantes con las decisiones que se toman. Por el contrario, muchos grupos juveniles asumen que la participación debiera permitirles un mayor poder de decisión e influencia en los asuntos que les competen. Otros grupos proponen que la participación debiera darse en la coejecución de las acciones a favor de los jóvenes, o, en general, del desarrollo local. Finalmente, la participación es entendida también como la intervención en las tareas de vigilancia ciudadana, propuesta que no agrada a las autoridades.

4.

Enfoques prioritarios

Muchos de los procesos de participación se ven entorpecidos, pues los enfoques con los que se desarrollan no incorporan las desigualdades e inequidades existentes. Las perspectivas de género, generación y multiculturalidad reconocen estas diferencias y favorecen una mayor participación de los grupos excluidos e invisibilizados en la gestión pública.

III. Metodología El estudio aplicó tres instrumentos de recolección de datos: los talleres lúdicos, las entrevistas semiestructuradas y los grupos de debate (véase la parte final del anexo).

1.

Desarrollo de «estudios de caso narrativos»

Aplicando la metodología de «reconstrucción narrativa» elaborada por M. Barzelay, que busca el análisis de prácticas inteligentes de gestión pública, se identificó cómo se implementaron las experiencias de participación y los distintos significados construidos por los actores comprometidos. Se realizaron 57 entrevistas a alcaldes, regidores, funcionarios y ex funcionarios, consultores de ONG y líderes juveniles relacionados con las experiencias de participación juvenil en cada distrito.

2.

Metodologías participativas y lúdicas

Para recoger el punto de vista de los jóvenes no organizados se desarrolló la llamada «grafichanga», metodología lúdico-participativa que aprovecha la expresividad oral, gráfica e icónica de los participantes.

3.

Grupos de debate y discusión

En la discusión de los participantes se puso especial atención en que expliciten concepciones, sentidos comunes y hábitos que usualmente no son expresados por ellos.

ANEXO METODOLÓGICO

201

IV. Esquema de la investigación

Pauta de las entrevistas con especialistas Cuestionario B.1 Participación

¿Cómo ha sido la participación de los jóvenes?

Procesos Mecanismos Espacios

¿En qué fase/momento participaron los jóvenes?

Planeamiento Ejecución Evaluación

¿Cómo debería darse la participación de los jóvenes en el gobierno local? (papeles ideales)

Coejecutor Consultivo Vigilante



202

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

E.1 Diseño de la experiencia

Por precisar

¿De quién surgió la idea de hacer la experiencia?

Fecha/instituciones

¿Qué objetivos perseguía el desarrollo de una mesa/ programa/instancia? ¿Por qué se decidió por la modalidad mesa/programa/ instancia? ¿Qué modelos se tuvieron en cuenta? ¿Cuáles eran los objetivos que perseguía la creación de una mesa de juventud? ¿Cómo participaron los jóvenes en la conformación de la mesa/programa/instancia?

Fueron consultados, invitados

¿Cómo participaron las ONG en la conformación de la mesa/programa/instancia? ¿Cuál fue el papel del municipio/región al inicio de la mesa?

E.2 Funcionamiento e implementación ¿Quiénes participan de la mesa/programa/instancia?

ONG, no organizados

¿Cómo funciona la mesa/programa/instancia? ¿Cuáles fueron las principales actividades desarrolladas?

Fechas

¿Quiénes participaron? ¿A quiénes estaban dirigidas? ¿Tienen un tipo de planeamiento (planes anuales, planes estratégicos)?

Pauta de trabajo de los talleres «grafichangas» con jóvenes 1. • • • •

Objetivos Recoger información de los jóvenes ‘de a pie’ sobre su problemática. Conocer cuál es su percepción sobre el papel del municipio con relación a los problemas juveniles. Evaluar cómo perciben las actividades que el municipio desarrolla a favor de los jóvenes. Conocer la percepción que sobre su desarrollo personal tienen los jóvenes.

2. • • •

Preguntas de investigación ¿Cuáles son los problemas juveniles identificados en los distritos estudiados? ¿Cuál es el papel que atribuyen al municipio en la solución de estos problemas? ¿Cuál es su demanda en términos de líneas de acción y servicios para los jóvenes? ▲

ANEXO METODOLÓGICO

203

3. Metodología Se usará la «grafichanga»* como metodología lúdico-expresiva para el desarrollo de los talleres.

Pauta de trabajo con los grupos de jóvenes líderes 1. Objetivos • Cuál es el modelo de gestión ideal que los jóvenes tienen de la política de juventud. • Conocer la opinión de los líderes jóvenes respecto de la actuación del municipio en el tema de juventud. • Evaluar cuáles son los límites y ventajas de la participación. • Conocer la percepción que sobre su desarrollo personal tienen los jóvenes 2. Ítemes de investigación Modelos de gestión local de las PP de juventud • Públicos prioritarios • Modelos de gestión • Visión transversal de las políticas • Procesos de participación ideales Evaluación de la gestión del municipio • Valoración de las actividades implementadas • El modelo de la mesa como concertación 3. Metodología • Rediseñando el municipio. Dibuja el organigrama. • Discutir la mesa de juventud como espacio de concertación • Acciones positivas del Municipio acciones negativas tarjetas.

* La «grafichanga» consiste en empapelar un espacio sin sillas de pared a pared. Luego se pide a jóvenes que escriban todo lo que se les ocurra en relación a determinados temas. Este debe ser un momento de diversión y expresión donde pueden pintar, dibujar, escribir usando diferentes materiales (spry, recortes, etc.). Después se hacen las preguntas con relación a lo que dibujaron (se graba todo el resto de la sesión). La idea es que se desarrolle un debate y discusión entre los participantes con una mínima presencia del moderador, quien se limitará a contrastar opiniones, dar la palabra a los que no opinan, encauzar la discusión, etc.

204

JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

Acuerdo Nacional∗ Conscientes de nuestra responsabilidad de alcanzar el bienestar de la persona, así como el desarrollo humano y solidario en el país, los representantes de las organizaciones políticas, religiosas, de la sociedad civil y del Gobierno, sin perjuicio de nuestras legítimas diferencias, hemos aprobado un conjunto de políticas de Estado que constituyen un Acuerdo Nacional, a cuya ejecución nos comprometemos a partir de hoy. Las políticas que hemos acordado están dirigidas a alcanzar cuatro grandes objetivos: 1.

Democracia y Estado de Derecho Convenimos en que el Estado de Derecho y la democracia representativa son garantía del imperio de la justicia y de la vigencia de los derechos fundamentales, así como un aspecto esencial conducente a lograr la paz y el desarrollo del país.

2.

Equidad y justicia social Afirmamos que el desarrollo humano integral, la superación de la pobreza y la igualdad de acceso a las oportunidades para todos los peruanos y peruanas, sin ningún tipo de discriminación, constituyen el eje principal de la acción del Estado.

3.

Competitividad del paÌs Concordamos que para lograr el desarrollo humano y solidario en el país, el Estado adoptará una política económica sustentada en los principios de la economía social de mercado, reafirmando su papel promotor, regulador, solidario y subsidiario en la actividad empresarial.

4.

Estado eficiente, transparente y descentralizado Afirmamos nuestra decisión de consolidar un Estado eficiente, transparente y descentralizado al servicio de las personas, como sujetos de derechos y obligaciones.

Finalmente, nos comprometemos a establecer los mecanismos de seguimiento necesarios para institucionalizar el cumplimiento de las veintinueve políticas de Estado del Acuerdo Nacional, mediante la convocatoria a reuniones periódicas nacionales y regionales del Acuerdo Nacional, el establecimiento de una secretaría técnica autónoma, la creación de una oficina estatal de apoyo y enlace, y su difusión permanente a la sociedad en su conjunto. En testimonio de lo cual este Acuerdo Nacional que ahora suscribimos tiene carácter vinculante, comprometiéndonos a observarlo y cumplirlo durante los próximos veinte años. Suscrito en la ciudad de Lima, siendo Presidente de la República don Alejandro Toledo Manrique, a los veintidós días del mes de julio del año dos mil dos. Presidente Constitucional de la República Alejandro Toledo Manrique Acción Popular

Concilio Nacional Evangélico del Perú

Frente Independiente Moralizador

Confederación General de Trabajadores del Perú

Partido Aprista Peruano

Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas

Perú Posible

Conferencia Episcopal Peruana

Somos Perú

Coordinadora Nacional de Frentes Regionales

Unidad Nacional

Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza

Unión por el Perú

Sociedad Nacional de Industrias

http://www.acuerdonacional.gob.pe ∗ Versión resumida del documento presentado en la ceremonia de suscripción solemne del Acuerdo Nacional, celebrada en Palacio de Gobierno. ANEXO METODOLÓGICO 205

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JUVENTUD Y GOBIERNOS LOCALES

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