Justificación y propuesta de diplomado en Ética Ambiental

July 3, 2017 | Autor: G. Salazar Cavazos | Categoría: Environmental Education, Environmental Ethics, Environmental Sustainability
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Descripción

UNIVERSIDAD DE MONTERREY DIVISIÓN DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES

Justificación y propuesta de diplomado en Ética Ambiental Programa de Evaluación Final

Asesor: Raúl H. Camacho Jasso PEF II

Gabriela Carolina Salazar Cavazos 10º semestre Mat. 205061 Licenciatura en Letras

San Pedro, Garza García, N.L. A 8 de Mayo de 2015

ÍNDICE INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..…7 ANTECEDENTES……………………………………………………………………10 METODOLOGÍA…………………………………………………………………….12 I. BREVE INTRODUCCIÓN ÉTICA…………………………………………….14 1.1 Definición de términos éticos aplicados a las ciencias ambientales…………………………………………………………………15 1.2 Fusión entre la Ética y Ciencias Ambientales……………………17 II. ÉTICA AMBIENTAL……………………………………………………………..20 2.1 Definiciones de Ética Ambiental…………………………………21 2.2 Raíces de la Ética Ambiental……………………………………..24 2.3 Principales pensadores y sus aportaciones……………………….27 2.3.1 Aldo Leopold………………………………….27 2.3.2 Lynn White Jr…………………………………30 2.3.3 J. Baird Callicot ………………………………32 2.3.4 Garrett Hardin…………………………………35 2.4 Ética Ambiental y antiguos paradigmas………………………….37 2.5 Ética Ambiental y normatividad………………………………….39

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III. JUSTIFICACIÓN DE DIPLOMADO………………………………………….43 3.1 Visión ecológica regional…………………………………………43 3.2 Antecedentes de cursos ecológicos……………………………….46 3.2.1 Cursos en Ecología……………………………46 3.2.2 Cursos en Ética Ambiental……………………49 3.3 La necesidad de introducir la Ética Ambiental………….………..51

IV. PROPUESTA………………………………………………………………54 4.1 Propuesta de diplomado…………………………………………..54 4.1.1 Proyecto……………………………………….54 4.1.2 Objetivos generales y específicos…………….57 4.2.3 Metas …………………………………………57 4.2 Sugerencias y notas para la realización del curso………………..61 4.3 Metodología………………………………………………………62 V. CONCLUSIONES…………………………………………………………………66 5.1 ¿Qué se espera del curso?………………………………..………66 5.2 Aportaciones y alcance……………………..……………………67

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5.3 Los beneficios de introducir la Ética Ambiental en nuestra sociedad………………………………………………………………….…68 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………..……………72

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El artefacto de la sociedad, incluyendo sus patrones políticos, sociales y económicos, son moldeados principalmente por lo que la masa de individuos en una sociedad cree, en un nivel sub-verbal, sobre quién son, sobre su relación con otras personas y con el entorno natural, y sobre su destino. -Lynn White Jr., Continuando las Conversaciones.

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Según Mark Twain, son dos los días más importantes en la vida de una persona; el día en que nace, y el día en el que descubre para qué. Desde corta edad me percaté de la profunda sensación de calidez y cariño que provocaba en mí el resto de los animales y las plantas con los cuales tuve oportunidad de convivir. Pronto todas las cosas por las cuales desarrollaba un gusto selectivo eran elegidos principalmente en cuanto a su relación con la naturaleza. Disfrutaba desde entonces cualquier encuentro con animales otros que humanos, y dedicaba mucho de mi tiempo aprendiendo todo sobre mis animales y plantas favoritos, sin embargo poseía una visión aún miope del verdadero alcance que podría tener ese amor por la vida en todas sus formas. Comencé a cuestionarme las razones por las cuales me sentía fascinada y enamorada de ciertas especies y me escandalizaba su cruel trato y me horrorizaba su muerte, sin embargo no parecía tener problema en aceptar la cruel muerte de otros al llevar un bocado de carne a mi boca. Me di cuenta entonces que la única diferencia entre los animales que amaba y los animales que comía radica en mi perspectiva. Poco a poco logré comprender la diferencia entre amar y poseer. He tenido la fortuna de entender la razón por la cual estoy aquí. Con la ayuda adecuada he logrado completar mi formación en licenciatura en Letras, eligiendo como área de concentración la Ética, y de manera más específica la Ética Ambiental. A pesar de tener la oportunidad de realizar mi formación profesional en alguna rama de las Ciencias Ambientales, entendí que a través de las humanidades podría tener un acercamiento a aquello que tanto amo desde una vertiente de la Filosofía, como lo es la Ética. Acercarme a la vida a través de la Ética despertó en mí un efervescente deseo de cultivar en los humanos el mismo amor por la vida que había sido sembrado en mí. Fue esa misma formación ética la cual me 6

llevó a rechazar fuertemente prácticas cotidianas que han llevado al humano a convertirse en conquistador, sosteniendo a la tierra como su esclava. Al observar el mundo con otros lentes, así como tener mayor comprensión de la crisis ambiental en la cual vivimos actualmente, me llevó a percatarme que aquello que he tenido la oportunidad de conocer es necesario compartir y hacerle proliferar. Comprendí entonces que tenía el poder de hacer algo, y por lo tanto la obligación moral de hacerlo, a través de concientizar a los jóvenes y adultos sobre la importancia de proteger la biosfera.

INTRODUCCIÓN La Ética Ambiental a nivel global es un área en pleno desarrollo; cada vez se suman más personas a esta necesidad de cambiar la visión acerca del valor del resto de criaturas que habitan la Tierra. Existe no solo la necesidad, sino la urgencia de educar al humano con la finalidad de reencontrar ese sentido de comunidad que se ha visto perdido al abandonar la vida tribal y desarrollar grandes sociedades, convirtiendo nuestra especie en una plaga que acaba con especies enteras. La humanidad está cegada por un deseo de ‘progreso’ económico, así como por la creencia de tener un poder absoluto sobre cualquier otra forma de vida en el planeta. El sufrimiento de otras especies, y aún del mismo ser humano es irrelevante, es inexistente, en aras de mantener un estilo de vida. La mayoría de los humanos se estremece al presenciar la muerte de un animal, sin embargo también prefiere desviar la mirada para no verse abrumados por un sentimiento de culpa al ingerir sus alimentos favoritos o utilizar vestidos y abrigos de pieles. Están en la 7

creencia de que a pesar de disfrutar la compañía de los animales, utilizarlos es no solamente una necesidad, sino un derecho. El mayor reto de la Ética Ambiental es que replantea paradigmas que han sido inculcados siglos atrás. Implica no solamente un ligero cambio de hábitos, sino un cambio verdadero de actitudes y valores con un enfoque cosmológico. Remover la creencia misma de que la especie humana, por poseer cualidades distintas al resto, tiene el derecho de utilizar y manejar a todas las especies a su gusto y disposición. Se está realizando grandes intentos por acercar a la comunidad a un interés genuino por la sustentabilidad y ecología. No obstante, la mayoría de esos acercamientos al tema, por buenos y fructíferos que sean, atienden la necesidad del cambio sostenible desde la perspectiva de la misma necesidad humana: se debe cuidar de los ecosistemas porque la humanidad los necesita para su supervivencia. Se cuida la biodiversidad porque si las extinciones continúan podría conducirnos hasta la desaparición de nuestra propia especie, así como se cuida la totalidad de nuestros recursos naturales. No se menosprecia el arduo trabajo y la buena intención del cuidado del medio ambiente, ya que se trabaja con el mismo objetivo. Sin embargo, la mayor diferencia radica en la razón por la cual se inculca tal cuidado, y eso, reitero, proviene de una visión cosmológica que precede siglos atrás. Se debe cuidar de la biodiversidad porque, como seres vivos, plantas y animales tienen tanto derecho de estar aquí como cualquier ser humano, respetándola y protegiéndola , pero sin controlar su existencia. Se deben cuidar no solo porque podría escasear para las siguientes generaciones humanas, sino porque la falta de estos afecta a otros seres vivos, quienes los

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necesitan tanto como los humanos. No se trata de hacer cambios para salvaguardar y proteger nuestra especie, sino propiciar el desarrollo de una consciencia ecológica en la sociedad. Todo ser vivo es merecedor de respeto, así como de tener un espacio en el planeta y de esta forma desechar la visión de la naturaleza y humanidad por separado, sino como parte de un mismo flujo de especies que cohabitan en la Tierra. A raíz de la problemática anteriormente planteada, se reconoce la necesidad de implementar una metodología de enseñanza sobre la Ética Ambiental a través de la propuesta de un diplomado, que pretende promover no sólo una visión, sino un cambio de hábitos, actitudes y valores en los participantes. Propiciar un estado de consciencia en que solamente de esta manera podrán continuar aprendiendo y llevar inmersa una visión holística y trascendente acerca de la vida en todo momento y circunstancia, así como un conocimiento más profundo del sentido de armonía, comunidad y sustentabilidad. Existe la necesidad de inculcar una visión ética acerca de la problemática ambiental actual y no sólo dirigirla a las necesidades humanas para asegurar la preservación como especie, sino del trato respetuoso que merece el resto de los seres abióticos y bióticos que cohabitan con nosotros en este planeta. Ahora más que nunca el mundo está en la necesidad de personas humanas capacitadas para ayudar a trascender la cosmovisión y el sentido holístico de nuestra existencia que propone la Ética Ambiental. Para lograr un bosquejo argumentativo de aquello que rodea la Ética Ambiental, debe revisarse distintos aspectos de la misma, tal como comprender sus raíces y el contexto en el cual nace. Es igualmente necesario presentar a los pensadores medioambientales que representan la más grande aportación a lo que este trabajo propone. Se presentan cuatro

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autores específicos que representan aquello que comprende la línea de pensamiento que este trabajo aborda y pretende promover. Posteriormente se presenta una serie de aspectos relativos a la Ética Ambiental que colaboran en el entendimiento de la visión ecológica global, nacional y local en cuanto a paradigmas que apoyan una visión medioambiental implícita, y otros que colaboran a la visión antropocéntrica y dominante de este. Del mismo modo se hace un recuento del impacto que tiene la normatividad sobre el impulso de esta reconstitución de valores y actitudes que se busca alcanzar. Antes de realizar la propuesta central, se revisa cuál es la real importancia y urgencia de introducir la Ética Ambiental en la sociedad contemporánea, seguido por una propuesta para contribuir de manera concreta a través de un diplomado, así como los alcances que se esperan del mismo.

ANTECEDENTES La Ética Ambiental es relativamente joven si se compara con otros campos de estudio. Nace a raíz del cuestionamiento del intelecto humano acerca de la superioridad de la raza humana por encima del resto de formas de vida en el planeta. Los interesados se cuestionan el antropocentrismo que ha llevado a suponer que el humano tiene supremacía sobre el resto de las especies. La primera vez que se habló de una Ética aplicada en forma directa a las Ciencias Ambientales fue en las conclusiones de las memorias de Aldo Leopold, tituladas Land Ethic, o Ética de la Tierra en su traducción al español, publicadas en 1949. No obstante, fue hasta la década de los setenta que comenzó a utilizarse la expresión de Ética Ambiental 10

para definir esta nueva y creciente rama de la Ética. En una economía capitalista, consumista y materialista que predomina en nuestra sociedad, la Ética Ambiental se detiene a cuestionar si verdaderamente tenemos el derecho de utilizar las especies de la Tierra a nuestro gusto y capricho. Al ser Monterrey una ciudad de desmedido crecimiento industrial, ha llegado a colocarse como la número uno en contaminación del aire en América latina. La población tiene mínimos conocimientos sobre el real impacto que sus actos cotidianos tienen sobre el ecosistema local. No se posee una visión real sobre la urgencia de reformar sus hábitos, con la finalidad de cuidar el hábitat en el que cohabitan con otras especies. Suponen la crisis ambiental en la cual nos encontramos inmersos es debido a mal gobierno, sin embargo ninguna ley cambiará el futuro ecológico si los ciudadanos no tienen una reforma de valores, donde la cuestión medioambiental esté directamente guiada por la Ética y actos morales que lleven a una convivencia que disminuya el impacto humano sobre el resto de los seres que comparten el territorio local. Es por esto que se reconoce la necesidad de educar a la población regiomontana en el cuidado y respeto del medio ambiente, de manera que la convivencia con el resto de criaturas que aún habitan en las localidades regias suceda de forma respetuosa y desinteresada del beneficio propio que se pudiese obtener de su preservación. Al indagar acerca de los cursos y diplomados en el área medioambiental que se ofrecen en Monterrey y su Área Metropolitana, se ha encontrado una enorme brecha entre la Ética y la Ciencia Ambiental. Por nombrar algunos de los cursos encontrados: Diplomado en Gestión del Medio Ambiente y Auditorías por la Universidad del Noreste; Diplomado en Negocios Sostenibles, Estrategia y Visión Global por el Tec de Monterrey; Diplomado en Auditoría Ambiental por el Tec de Monterrey; La UANL ofrece diversos posgrados como la Maestría 11

en Ciencias con Orientación en Manejo de Vida Silvestre y Desarrollo Sustentable, así como la Maestría en Ciencias con Orientación en Manejo y Administración de Recursos Vegetales. Si se analiza con detalle los planes de estudio de las licenciaturas, los diplomados y los posgrados, se observa que los cursos impartidos en las distintas universidades en la Zona Metropolitana de Monterrey principalmente han sido dirigidas al manejo responsable de recursos, al inicio de negocios sostenibles en materia económica, al estudio de la tierra para su ‘responsable’ explotación y aprovechamiento, entre otros. No obstante, las soluciones técnicas que tales universidades intentan presentar como respuesta a la crisis ambiental no lograrán una solución real al conflicto. Una reforma técnica no revertirá, ni mucho menos erradicará la situación medioambiental que vivimos. Únicamente una comprensión en un nivel sub-verbal, donde de manera intrínseca y con una comprensión total de la razón de nuestros actos y nuestra relación con el resto de la naturaleza podría tener la oportunidad de pausar la crisis, y en cierta medida revertirla. Es por esto que la propuesta que aquí se presenta atiende una visión medioambiental guiada por un sentido ético, donde se reconoce que la tecnología y la ciencia no son suficientes para atender no solo la crisis ambiental, sino la visión irrespetuosa, antropocéntrica y exclusiva del resto de los seres bióticos y componentes abióticos que cohabitan la Tierra.

METODOLOGÍA El presente trabajo tiene su base en conceptos, estudios y artículos como principal argumento teórico que sustentan y justifican no solo la validez, sino la urgencia de desarrollar 12

un diplomado en Ética Ambiental, dirigido a jóvenes y adultos en la Zona Metropolitana de Monterrey y la totalidad del territorio nacional. El material argumentativo que se utiliza ha sido seleccionado de manera específica para los fines que supone esta propuesta de proyecto. Se siguen los lineamientos y regulaciones dictados por el formato APA. De esta manera se asegura la totalidad de fuentes revisadas y de las cuales se hace referencia han sido debidamente citadas para otorgar total crédito a sus respectivos autores intelectuales. Todo el material argumentativo que no lleva una cita o debida mención en paráfrasis implica texto pensado y redactado por la autora del presente trabajo. El desarrollo de esta tesina va de lo general a lo particular. Se tomó la decisión de iniciar por una introducción y breve recuento de conceptos éticos a manera de asegurar un firme cimiento sobre el cual radica la principal y esencial diferencia entre las Ciencias Ambientales y la Ética Ambiental, cuya brecha este proyecto busca atender. Se realiza entonces la transición de la Ética a la Ética Ambiental. Se inicia recorriendo definiciones, antecedentes, pensadores de vital importancia para el sustento de este trabajo, antiguos paradigmas y normatividad ambiental. Posteriormente se presenta la justificación de la propuesta de diplomado, de tal manera que se evidencie la necesidad y urgencia de implementar un diplomado en Ética Ambiental. Posteriormente se realiza la propuesta de diplomado, seguido por los objetivos generales y específicos, así como las metas, el impacto esperado y las aptitudes y habilidades que obtendrá el alumno al hacerse partícipe del diplomado. Se presentan sugerencias, así como la metodología a utilizarse para una experiencia educativa óptima. Se finaliza con los resultados esperados a manera de conclusión.

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Se eligió esta secuencia por considerarse la más adecuada para la mejor absorción de la información presentada. Es necesario ofrecer previo a la propuesta todo el material que ha de sustentar el proyecto que se propone, así como presentar al lector una visión inicial sobre lo cual se basa la totalidad del curso que se busca implementar.

I. BREVE INTRODUCCIÓN ÉTICA Somos lo que hacemos. -Aristóteles La Ética es una rama de la Filosofía que estudia de manera racional a la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. La Ética ha estado presente desde la conjunción de las polis en la antigua Grecia, donde importantes filósofos emplearon su tiempo en encontrar aquello que habría de definir las características sociales evidentemente necesarias para encontrar un desarrollo armonioso entre los humanos. Según Camps ( 1999, pág. 139) el ‘bien’ se vivía. El bien era algo que tenía que ver con el comportamiento del individuo, que integra la afirmación de su personalidad en el del grupo humano al que pertenece. Por consiguiente ‘bien’, ‘bueno’ significaron una cierta utilidad para ese grupo. Los hechos de un individuo son buenos porque redundan en un beneficio colectivo. La Ética es aquello que ha permitido a los humanos vivir en sociedad de manera que el desarrollo fluya entre actos previamente razonados, más que por un breve impulso de naturaleza. Es precisamente por esto que la Ética es una rama que tuvo reconocimiento paulatino; requiere un esfuerzo agregado en el humano al pasar por un proceso racional, más

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que el actuar por su propio arranque de necesidad y deseo. No obstante, a pesar de significar un proceso de pensamiento y contemplación moral, es la Ética quien ha llevado a las sociedades contemporáneas a un momento histórico donde es ella misma la principal consideración para la toma de decisiones en aspectos individuales, locales, nacionales e internacionales.

1.1 Definición de términos éticos aplicados a las ciencias ambientales La Ética implica un pensamiento incluyente a todos los participantes de una sociedad, donde las decisiones de actos individuales son tomadas en la medida en que traiga consigo un beneficio universal. La sociedad moderna ha logrado una gran disociación del resto de la biodiversidad que habita en el planeta, por lo cual los humanos se consideran totalmente alejados del resto de la naturaleza, sin sentirse parte de un mismo flujo de especies cohabitantes. Es por esto que llega a encontrarse un punto ilógico en la aplicación de términos éticos aplicados a las Ciencias Ambientales. Términos como ‘deber’, o ‘justicia’ son definiciones que incluyen a la raza humana por haber sido desarrollados por ellos, y por esto la mayoría excluye al resto de los seres vivos, a los cuales consideran especies inferiores. De acuerdo con MacIntyre, ( 1981, pág. 76), cuando tan grande un rango como posibles problemas, incoherencias e ininteligibilidad parcial del discurso pre-filosófico, la acción y la investigación se hacen el objeto de investigación en la que las preguntas a responder son de la forma: ¿Cómo deben todos ellos ser entendidos a la luz de la mejor concepción unificada e integrada de la indagación racional adecuada poseída hasta ahora?

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Para aplicaciones del presente trabajo se requiere la consideración del uso de términos establecidos por los seres humanos que propongo extenderlos al resto de los biomas. Los términos son cuidadosamente seleccionados para provocar un sentido de inclusión de nuestros propios medios de cohabitación pacífica a la totalidad de biodiversidad en el planeta. De Aquino ( 1946, pág. 24), concibe la definición de justicia en cuanto virtud, como el hábito de dar a cada uno lo suyo, manifestado por una voluntad constante y perpetua de hacer esto. Por lo tanto, los principales aspectos que construyen una sociedad funcional bajo consideraciones éticas son todas aplicables a las Ciencias Ambientales. La definición de Justicia, como la previamente presentada por de Aquino, no tienen límites de especie, sino habla de una iniciativa de voluntad constante de vivir con virtud y dar a cada cual lo que por derecho es suyo. Sin embargo, eso lleva a cuestionar si el derecho es a su vez aplicable a seres ajenos a la especie humana. Según Significado y Concepto (2008), la palabra derecho proviene del término latino directum, que significa “lo que está conforme a la regla”. El derecho se inspira en postulados de justicia y constituye el orden normativo e institucional que regula la conducta humana en sociedad. La base del derecho son las relaciones sociales, las cuales determinan su contenido y carácter. Dicho de otra forma, el derecho es un conjunto de normas que permiten resolver los conflictos en el seno de una sociedad. Si el derecho fue ideado por el humano con la finalidad de resolver conflictos sociales, de tal forma que se facilite la cohabitación entre participantes de una sociedad basado en la justicia, ¿Qué hace del resto de especies otras que humanas tan inadecuadas para gozar de los beneficios logrados con el derecho, las normas y la consideración más básica de justicia? Al

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igual que el etnocentrismo, racismo y sexismo, la discriminación y exclusión del gozo de la justicia y el derecho hacia otras especies debe erradicarse. “El término ‘deber’ suele relacionarse con la ética y la moral ya que hace referencia a acciones o formas de comportarse que han sido socialmente establecidas como apropiadas o correctas para determinadas situaciones, acciones sin las cuales la sociedad podría en algún sentido perder su orden o su armonía.” (Definición ABC, 2007) El deber es de la misma manera un término acuñado por el humano, por lo cual algunos cuestionan su validez al ser aplicado a aspectos medioambientales. Por lo tanto, igual que otros términos delimitados previamente, el deber es uno que es menester ampliar su alcance. Es utilizado coloquialmente en casi cualquier situación, sin embargo conlleva harto significado detrás de una palabra que es utilizada con ligereza. Cuando se habla de formas socialmente establecidas como apropiadas para regular el comportamiento humano y así asegurar un orden en las sociedades, es posible ampliar la visión de sociedad a una incluyente de toda forma de vida cohabitando en la tierra.

1.2 Fusión entre la Ética y las Ciencias Ambientales Las Ciencias Ambientales son una disciplina científica que dirige su campo a la observación y estudio de la interacción humana consigo mismo y el resto de la naturaleza. Estudia la problemática ambiental y se dedica a realizar propuestas para el desarrollo sostenible de la sociedad. Observan una problemática ambiental que afecta y pone en riesgo la vida humana, por lo cual utilizan conocimientos basados en la Ciencia para encontrar un balance entre el desarrollo urbano de las sociedades humanas y el impacto que éstas tienen sobre el medio ambiente.

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La Ecología es una especialidad científica, una rama de la Biología la cual tiene como objeto de estudio la interacción humana con su entorno, incluyendo factores abióticos y bióticos.1 Busca mantener el bienestar del humano sin afectar ni alterar el equilibrio de los ecosistemas naturales. El término ‘Ecología’ se reconoce desde 1866, acuñado por el biólogo y filósofo alemán Ernst Haeckl. El término original es Ökologie, el cual proviene de dos vocablos griegos Oiko, que significa casa, y Logos, que significa estudio; por lo tanto significa el estudio de nuestra casa u hogar. La principal razón por la cual se considera necesario implementar la Ética en las Ciencias Ambientales es debido a que estas son principalmente consideradas en base al beneficio y necesidad humana de prestar atención y cuidado a los ecosistemas. No obstante, la Ética ofrece una perspectiva filosófica donde el actuar humano debe estar guiado por un previo proceso de razonamiento sobre los beneficios que traerá de forma universal, no sólo a la individualidad de la especie. “Casi un año antes de su lamentable fallecimiento, él se ocupaba de uno de sus temas favoritos: el trato poco natural del hombre hacia la naturaleza y de sus tristes resultados. Para ilustrar su punto de vista, Huxley nos contó cómo durante el verano anterior había vuelto al pequeño valle en Inglaterra donde viviera muchos meses felices en su infancia. Aquellas praderas deliciosas de su infancia se habían transformado hoy en terrenos cubiertos de arbustos porque los conejos, que antes controlaban su crecimiento excesivo, habían muerto

Factores abióticos son aquellos que influyen directamente en la vida, pero no poseen vida, como el clima y la geología. Los factores bióticos son todos los organismos vivos y sus hábitats. 1

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hacía tiempo a causa de una enfermedad, deliberadamente introducida por los agricultores locales para reducir la destrucción de los cultivos.” (White Jr., 2007, pág. 78 ) 2 Tanto Aldous Huxley3 como Lynn White Jr.4, entre otros muchos, incitan a cuestionarse no solo las medidas inmediatas aunque pudiesen parecer la opción más obvia y deseable para una reacción eficaz momentánea, sino a detenerse y reflexionar en la cadena de sucesos que esto traería consigo. Hemos llegado a un punto de control sobre las especies en que si no se hace algo por la protección del ambiente seguirá en decadencia y resultará en series de continuas extinciones. Por otro lado, existen acciones que de inmediato parecen ser la solución al problema, sin embargo largo plazo pudiesen desencadenar otra serie de factores que continuarían alterando el equilibrio ambiental. De una manera u otra el humano ha alterado de forma definitiva los ecosistemas, sin embargo para su protección sigue buscando controlar la existencia, lo cual permite la prolongación de sucesos no deseados por haber sido provocados de una manera no natural. Es precisamente por esto que la Ética se fusiona con las Ciencias Ambientales. No se trata meramente de calcular el impacto de nuestras acciones, sino del aprender sobre el derecho, la virtud y la justicia como conceptos extendidos hacia todos los seres que habitan los ecosistemas de la Tierra.

Artículo originalmente publicado con el título Historical Roots of our Ecological Crisis en Science 1967. Esta traducción fue preparada por José Tomás Ibarra, Francisca Massardo y Ricardo Rozzi. 2

Aldous Huxley (1894-1963). Novelista y ensayista inglés radicado en Estados Unidos desde 1937. Habló especialmente de los riesgos de la unión entre el poder y la ciencia. 3

Lynn White Jr. (1907-1987) fue profesor de filosofía medieval. Fundó el Center for Medieval and Renaissance Studies en la UCLA. 4

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II. ÉTICA AMBIENTAL De acuerdo con Leff (2004, pág. 224), es un proyecto de revisión y reconstrucción del mundo a través de estrategias conceptuales y políticas que parten de principios y fundamentos de una racionalidad ambiental que han sido desterrados y marginados por los paradigmas dominantes de la Ciencia. La Ética Ambiental lleva siglos practicándose de manera implícita, mucho antes de acuñarse como disciplina. Tribus con siglos de antigüedad que permanecen vivas hasta hoy son prueba latente de la existencia de la Ética Ambiental en diversos pueblos del mundo sin la necesidad de reconocerlo como término establecido. No obstante, es Aldo Leopold quien en 1949 utiliza por primera vez el término en anglosajón de una conciencia ambiental. De manera paulatina fue introduciéndose aún más los intereses ecológicos en el área de la Ética. A pesar de reconocer la urgencia de introducir la Ética en la cosmovisión ambiental global, el ecólogo Callicot (2012, pág. 30) también reconoce es casi imposible de lograr, como el alcanzar una sociedad utópica. No obstante, asegura que aunque una Ética Ambiental o social nunca se lleva a cabo de manera perfecta en la práctica, ejerce una fuerza muy real sobre ella. Los ideales influyen de manera perceptible sobre la conducta. Al imaginar, inculcar y luchar por alcanzar ideales morales, progresamos tanto individual como colectivamente y ganamos algo de terreno. Es tan poco probable que logremos una armonía completa y perfecta con la naturaleza como que lleguemos a establecer una sociedad utópica. La existencia de una Ética Ambiental puede orientar la conducta humana hacia ese objetivo. Se puede observar lo común de escuchar cómo personas desisten de implementar hábitos morales que incluyan seres otros que humanos; suficiente empresa es para muchos llevar una vida dentro de lo que dicta la moralidad para con los de su especie, mayor

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desagrado les causa extender tales limitaciones para el resto de la naturaleza. Tal como dicta Callicot, es probable que jamás se llegue a encontrar una armonía entre los humanos y otros que humanos, ya que el balance perdido es demasiado grande para enmendar por completo, sin embargo eso no es justa razón para dejar de lado los esfuerzos por llevar una convivencia lo más armoniosa posible. El principal factor que impide la enmendadura del equilibrio natural en el planeta es la plaga en la cual se ha convertido la especie humana. Los humanos han alcanzado un nivel de sobre-población que el planeta no puede neutralizar ni apaciguar. Por grandes que sean los esfuerzos de encontrar un equilibrio, la cantidad de humanos que habitan actualmente la Tierra no puede cohabitar sin provocar estragos a otras especies. Los avances tecnológicos han permitido que la longevidad se extienda como nunca antes, y se ha desarrollado un estilo de vida basado en el consumo, abasteciéndose de la naturaleza hasta exterminar especies enteras, y las que no las busca controlar. La Ética Ambiental no habla del correcto uso ni del control de la naturaleza, sino de implementar una línea de pensamiento de la forma más básica en la sociedad, donde ser ambientalmente responsable esté tan arraigado en el humano como cualquier otro hábito inculcado desde la infancia.

2.1 Definiciones de Ética Ambiental Aldo Leopold, en su Ética de la Tierra (1949, pág. 30), expresa la necesidad de incluir todos los seres vivos y ecosistemas como parte de una misma sociedad: La Ética de la

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tierra simplemente extiende las barreras de la comunidad, para así incluir tierras, aguas, plantas y animales, o colectivamente: la tierra. Fue con esta visión de Leopold como se inició este creciente fervor por restaurar el equilibrio entre los seres vivos, bióticos y abióticos, como parte de una misma tierra, como un flujo de cohabitación que debe basarse en el respeto y la Ética para realizar acciones que beneficien a una sociedad inclusiva, más allá de de la especie. Leopold observa la Ética extendida al medio ambiente como una señal de evolución de la raza humana. Afirma que regresar a una vida en comunión con el resto de la naturaleza es no solo causa, sino resultado del progreso en la visión e intelecto humano, al encontrar en su evidente razonamiento el respeto por todas las criaturas, así como un balance en la cohabitación que desembocará en un beneficio global. El buscar el bienestar de todos los ecosistemas y formas de vida regresará al bienestar humano por añadidura; sin embargo, al buscar ciegamente el beneficio humano como el único merecedor de vida y recursos traerá consigo consecuencias catastróficas. Una aproximación más ecléctica de la Ética Ambiental es proporcionada por el Standford Encyclopedia of Philosophy (2008), donde la Ética Ambiental es la disciplina filosófica que estudia la relación moral de seres humanos hacia, así como el valor y estado moral de, el ambiente y sus contenidos no-humanos. Es esta la definición más aceptada universalmente como lo que engloba la Ética Ambiental, a pesar de que existen escuelas y pensadores que desarrollan diversas líneas de pensamiento, todas poseen el mismo cimiento donde se habla de una disciplina que estudia las concepciones y el valor moral del humano y el resto de la naturaleza. En muchas definiciones se habla de seres ‘no humanos’, aunque es rechazado en ciertos pensadores

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debido a la forma de otorgar un nombre a través de la negación del otro. Por esta razón algunos optan por utilizar términos como seres ‘otros que humanos’, para rechazar una connotación negativa al hablar del resto de criaturas vivas en el ambiente, así como ecosistemas enteros que proporcionan y mantienen la vida de tales seres. Existen otros términos fuertemente arraigados al lenguaje contemporáneo que denotan en una visión construida por el antropocentrismo en el que se vive en gran parte del mundo. El utilizar terminología tal como lo es un ‘recurso natural’, o cuando se habla de ‘livestock’ en su término inglés, se observa una tendencia por considerar a las criaturas otras que humanas como medio para un fin, donde las únicas necesidades verdaderamente valiosas son las que sufre el humano, y el resto son meros recursos para satisfacer tales necesidades. Difícilmente se podrá crear una conciencia acerca del valor del resto de los biomas si se mantiene un léxico que denote superioridad y utilidad para referirse a ellos. Del mismo modo, es frecuente hablar y escuchar hablar sobre el humano y la naturaleza, como cuestiones totalmente ajenas. Es esto uno de los principales factores a erradicarse si se busca reencontrar el balance entre especies y geología a nivel global. El humano al abandonar la vida tribal desarrolló sociedades que paulatinamente se enajenaron del mundo natural. Eligieron alienarse al sentirse superiores del resto de las comunidades naturales que habitan la Tierra. La humanidad y la naturaleza son una sola y misma; la humanidad es parte de la naturaleza. Es necesario estar conscientes del fuerte lazo que posee la humanidad con la tierra y educar sin un sentido de alienación entre ambos. Si se siente como parte de uno mismo difícilmente se trataría al resto de la naturaleza como lo hace la humanidad, donde existirían regulaciones más inclusivas de la naturaleza como una misma sociedad, y no como un sujeto alienado de la especie propia.

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El vocabulario empleado cotidianamente para referirse a seres vivos otros que humanos, así como los ecosistemas, es factor en demasía influyente para la manera en la que los humanos observan el mundo. Si naturalmente se refiere a ecosistemas enteros como ‘recursos naturales’, se tratarán como meros recursos, al igual que se postergará el sentido de enajenación al hablar de ‘el humano y la naturaleza’ como sujetos en totalidad alienados. Para fines del presente trabajo se utilizará términos que conlleven un mayor sentido igualitario, mientras se rechazan concepciones comúnmente utilizadas para referirse al resto de la naturaleza, en pos de propiciar un sentido de comunidad y pertenencia entre humanos y el resto de la naturaleza.

2.2 Raíces de la Ética Ambiental El natalicio de la Ética Ambiental tiene lugar en la década de los 50, donde la filosofía encuentra una coyuntura con la ecología, a raíz de la necesidad de extender la moral al resto de la comunidad biótica. Nace como un esfuerzo para contrarrestar la crisis ambiental en que el mundo se encuentra sumergido desde una visión inclusiva de la Ética. “Una cosa es correcta cuando tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica. Es equivocada cuando tiende a lo contrario.” (Leopold, 2007, pág. 224-225). Es posible comprender la Ética desde una concepción filosófica y una ecológica. Para Leopold una Ética ecológica es la limitación a la libertad de acción en la lucha por la existencia, mientras que la Ética filosófica es una diferenciación de la conducta social de la antisocial.5 Por tanto la visión de la Ética empleada por Aldo Leopold al acuñar esta Aldo Leopold. La ética de la tierra. Edición especial, revista Ética Ambiental. Traducción de Francisca Massardo y Ricardo Rozzi. 5

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disciplina es aquella en la cual el humano limita su libertad de acción con la intención de cuidar y preservar los ecosistemas de la tierra, como parte de una sola comunidad biótica. Es posible considerar dos nacimientos de Aldo Leopold, en el segundo nace consigo el pensamiento de Ética Ambiental. De joven era cazador en un parque en Mississippi, donde disfrutaba de cazar venados y esporádicamente unos cuántos lobos, los cuales a la visión de los cazadores afectaban la población de venados disponibles para cazar; la montaña piensa de forma distinta. Para la montaña la falta de lobos que controlen la población de venados implica más pasteo que terminaría con comunidades enteras de arbustos y pastizales que modificarían severamente el flujo de la comunidad en la montaña. Tras encontrarse entre un grupo de cazadores frente a una loba y sus cachorros, no perdieron la oportunidad de vaciar sus cartuchos en una ráfaga de balas dirigidas al cuerpo de la loba. Lograron acercarse a ella antes de que hubiera dado su último respiro: “Alcanzamos a llegar donde la loba vieja a tiempo para ver en sus ojos moribundos un salvaje fuego verde que se extinguía. Allí me di cuenta, y desde entonces supe para siempre, que había algo nuevo para mí en esos ojos, algo que solamente ella y la montaña conocen.” (Leopold, 2007, pág. 14) Es en este punto clave donde nace la visión de la fusión ética medioambiental que Leopold defenderá por el resto de su vida. Hoy día el mismo rancho es preservado por sus hijos como un espacio donde las personas tienen la libertad de acercarse a vivir en comunión con el resto de la naturaleza y esparcir el legado de Aldo Leopold, en la esperanza de educar a las nuevas generaciones como agentes de cambio en las visiones ambientales, donde se busque un próximo equilibrio y cohabitación como una misma comunidad biótica.

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La historia de Leopold otorga una visión de las líneas de pensamiento que gobernaban el mundo, y lo hace hasta la fecha. La ecología se encontraba vigente desde el siglo anterior, sin embargo existía una visión más controladora del cuidado del ambiente. La ecología buscaba el adecuado cuidado de la naturaleza de manera que no escasee para las futuras generaciones humanas, mientras que Leopold busca una concepción del resto de la naturaleza como parte de una misma sociedad. El humano no posee la tierra, sino que el humano es parte latente de la tierra. Nace en un contexto donde el humano extrae lo que necesita de los ecosistemas, sin regresarle a ella lo que el resto de la naturaleza necesita para mantener el equilibrio. Donde siglos atrás el humano desarrolló sociedades tan distantes de sus inicios naturales que se sintió totalmente alienado de su madre. Desarrolla así una Ética de la tierra donde incita a la sociedad a pensar como la montaña. La montaña es un ser abiótico, sin embargo tiene la sabiduría de los años donde se ha desarrollado lentamente y posee el equilibrio perfecto para propiciar y preservar la vida de todos los seres bióticos que en ella habitan. El humano piensa en el efecto inmediato de matar una loba para preservar la población de venados, sin pensar en los efectos de extinguir las comunidades de lobos, donde existiría un pasteo excesivo, quebrando el frágil balance del hábitat y de sus habitantes. El humano no observa como la montaña, donde el humano no observa más allá de sus acciones inmediatas, buscando controlar, en lugar de permitir el flujo de especies que naturalmente poseen el equilibrio que propicia la montaña misma. Leopold dio lugar al desencadenamiento de una cultura de respeto y preservación, donde a su vez empapó de pasión por el resto de la naturaleza a muchos humanos alrededor del mundo, dando pie a muchos de convertirse en los principales pensadores de la Ética Ambiental, que han dejado, al igual que Leopold, un legado trascendental que permanece 26

vigente y simboliza un parte-aguas en el pensamiento ambientalista y los movimientos que este desemboca.

2.3 Principales pensadores y sus aportaciones Existe gran cantidad de pensadores que estudian la rama filosófica de la Ética Ambiental, del mismo modo se desarrollan muy diversas líneas de pensamiento alrededor del mundo. Como en otras disciplinas, existe variabilidad de escuelas de pensamiento según sus acercamientos al tema, y cada escuela posee sus principales pensadores e investigadores. Para fines de esta propuesta se proponen cuatro pensadores principales: Aldo Leopold, Lynn White Jr., J. Baird Callicot y Garrett Hardin. Fueron elegidos con uso estricto de los fines que busca la propuesta que se realiza en el presente trabajo por la línea argumentativa que los cuatro siguen.

2.3.1 Aldo Leopold Por ser quien da vida y forma a la Ética Ambiental, Aldo Leopold es quien realiza la mayor aportación en su apartado titulado The Land Ethic, dentro de su publicación A Sand County Almanac with Essays on Conservation from Round River. Aldo Leopold (1887-1948), ecólogo, ingeniero forestal y ambientalista estadounidense que impulsó el desarrollo de la Ética Ambiental contemporánea. Leopold es considerado el padre del manejo de áreas silvestres en Estados Unidos. Trabajó en el Servicio Forestal y fue más tarde profesor en la Universidad de Wisconsin. Poseedor de una extraordinaria capacidad de comunicación,

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escribió ensayos apelando el concepto de la tierra como un organismo vivo. Su obra más conocida es A Sand County Almanac, que culmina con el ensayo La Ética de la Tierra. Muere de un ataque al corazón combatiendo un incendio en los pastizales de un proyecto de restauración en Wisconsin6. Tras tener una experiencia frente a los ojos de una loba que cambió su vida, pasó el resto de sus días luchando por realizar un cambio en la visión de los humanos y la forma en que se relacionan con el resto de los seres vivos. Defendió hasta su muerte los ideales que desarrolló por años y cambiaron la forma en que muchos humanos observan al resto de la naturaleza. “Todos aspiramos a tener seguridad, prosperidad, comodidad, una vida larga y sin sobresaltos. El ciervo se esfuerza con sus patas ágiles, el vaquero con sus trampas y venenos, el estadista con su lápiz, la mayoría de nosotros con máquinas, votos y dólares. Todos aspiramos lo mismo: la paz en nuestros días. Un cierto grado de éxito en estos ámbitos parece necesario. Sin embargo, necesitamos de un modo de pensar más objetivo porque parece que demasiada seguridad genera solamente peligro en el largo plazo. Tal vez ese es el mensaje contenido en la máxima de Thoreau: ‘en lo salvaje está la salvación del mundo´. Tal vez ese es el significado oculto en el aullido del lobo, conocido hace mucho por las montañas, pero rara vez percibido por el hombre.” (Leopold, 2007, pág. 15) Existe gran sabiduría en la naturaleza, no sólo entre los seres bióticos, sino en su relación con los componentes abióticos que les otorgan vida. Entre los pensadores ambientalistas se refiere a los seres abióticos como un organismo vivo, compuesto de diversos órganos que en equilibrio logran el funcionamiento armónico que se requiere para la supervivencia de todas las especies. Es en sí un organismo auto-sustentable. La montaña Biografía recuperada de la traducción de La Ética de la Tierra, realizada por Ricardo Rozzi y Francisca Massardo en la revista de edición especial de Ética Ambiental. 6

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requiere de vida como de muerte en una red que preserva el equilibrio; la montaña sabe más allá del individuo y de sus necesidades más inmediatas, mientras que el humano piensa en soluciones que le beneficiarán, con una visión miope de los alcances de sus acciones más allá del resultado inmediato. La razón principal por la cual Leopold (2007, pág. 30) se ve en la necesidad de desarrollar una rama filosófica en coyuntura con las ciencias ambientales se debe a que observa una relación de poder entre el humano y el resto de la naturaleza. Del mismo modo, detecta una relación estrictamente económica, en la cual toma del resto de la naturaleza todo aquello que le beneficia, sin regresar a ella lo que el resto de la comunidad ecosistémica requiere para preservar la vida, llevando a pérdidas totales y extinciones secuenciales en múltiples especies bióticas de flora y fauna en el mundo, cuya desaparición está ligada directamente a actividad económica humana, tal como la caza y recolección excesiva. Leopold afirma que todas las éticas formuladas por el humano parten de la misma premisa en la cual el individuo es miembro de una comunidad, cuyas partes son interdependientes. Sus instintos lo incitan a competir por su lugar en esa comunidad, pero su ética lo incita también a cooperar. Es de esta manera en la cual propone extender la visión más primitiva y cruda de la Ética al resto de la comunidad biótica y abiótica, donde se comprende un sentido de competencia, pero sin olvidar también el sentido que le lleva a otorgar y regresar a la comunidad, y no sólo a tomar. Del mismo modo aclara que no busca impulsar un abandono total de la economía capitalista y consumista, sino afirmar el derecho del resto de la naturaleza de existir y en ciertos espacios conservar su existencia en su estado más prístino y natural. Consecuentemente, Leopold busca motivar un cambio visionario en el

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cual el humano pasa de ser conquistador de la comunidad de la Tierra, a un simple miembro y ciudadano de ella.

Actitud prevaleciente

Propuesta de la ética de la tierra

El ser humano como conquistador de la naturaleza

El ser humano como miembro de la comunidad biótica

La ciencia como instrumento para la conquista

La ciencia como guía o luz para la exploración del universo

La naturaleza como esclava

La naturaleza como un sistema ecológico al que pertenecemos

Fuente: Cuadro presentado por Ricardo Rozzi en la Revista Ambiente y Desarrollo Volumen XXIII, 2007, sobre la propuesta de la Ética de la tierra.

2.3.2 Lynn White Jr. Lynn White Jr. (1907-1987) fue un profesor en historia medieval de renombre internacional. Fue profesor en universidades como Princeton, Stanford y California. Fundó el Center for Medieval and Renaissance Studies en la UCLA. En 1967 publica la que se convertiría en su legado más importante hacia la Ética Ambiental, titulado Raíces históricas de nuestra crisis ecológica. Para fines del presente trabajo se hará uso de la publicación del texto en la Revista Ambiente y Desarrollo de CIPMA, traducida al castellano por José Tomás Ibarra, Francisca Massardo y Ricardo Rozzi. Lynn White, a pesar de dedicarse a la enseñanza de historia, tomó un gran interés por la relación que sostienen los humanos con el resto de la naturaleza. Revisa en este artículo la relación desde el medievo, la visión del cristianismo acerca de la posesión de la naturaleza,

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así como las repercusiones inmediatas de las acciones humanas y su huella ecológica al paso de los años. Cómo lo que podría parecer una acción favorable para el humano, se torna en un desastre ecosistémico. White Jr. (2007, pág. 78) refiere en el inicio de su artículo a Aldous Huxley, quien fue un novelista y ensayista inglés radicado en Estados Unidos desde 1937. Influyó grandemente en el pensamiento anarquista, criticó la sociedad contemporánea y los peligros de la unión entre el poder y la Ciencia. White Jr. relata cómo Huxley ilustraba sus críticas a la sociedad contemporánea remontándose a imágenes de su pasado, donde habla sobre sus felices veranos en Inglaterra. Habla de manera cruda sobre la poca información que se posee, y lo rudimentaria que es la preocupación por la conservación del medio ambiente. Tan desconocido resulta que en realidad nadie sabe con certeza qué es lo que debe hacerse, ni las medidas necesarias para restaurar un balance cosmológico. Utiliza para ilustrar el ejemplo de los bisontes europeos, los cuales su extinción se remonta al 1627, y se cree fue un simple caso de caza excesiva. Del mismo modo, habla sobre cómo las sociedades a partir de su desarrollo y expansión excesiva, así como desde los inicios de la tecnología moderna causaron cambios a los ecosistemas de los alrededores, incluyendo la explotación para conseguir minerales, hierro, deforestación excesiva y elementos requeridos para la fabricación de armas y cañones. La sociedad moderna ha heredado principalmente las evoluciones e inventos alcanzados por Occidente, a pesar de que muchas cosas fueron descubiertas en lugares como China y Japón. La relación con la tierra en un inicio era de reciprocidad y basada en una mera necesidad, más que un lujo. White Jr. (2007, pág. 82) describe cómo hacia fines del siglo VII A.C. se comenzó a desarrollar un tipo de arado nuevo que no solamente escarbaba el suelo, 31

sino que se valían de una cuchilla para romper de tajo la superficie de la tierra y volcarla completamente. Esta forma revolucionaria comienza a introducir una sensación de la tierra y el humano como dos excluidos, donde el humano es el amo y posee derecho de violentar y utilizar la tierra para obtener lo que desea. Al utilizar ahora arados alargados se unían familias y se recibía conforme a la aportación de sus arados, lo cual torna una visión de parcelas para alimentar las necesidades de una familia, en una de obtener del suelo tanto como la máquina de arado pueda producir. Lynn White Jr. plasma en su artículo una visión objetiva de cuándo, cómo y por qué el humano cambia su relación de cohabitación en una de dominante y explotador del resto de la naturaleza. A pesar de que acepta en total honestidad que desconoce la manera en la cual debe actuar el humano para lograr reconstruir la visión de comunidad, sí logra plasmar de dónde venimos y por qué se ha abandonado tal visión desde su área de mayor conocimiento en historia medieval.

2.3.3 J. Baird Callicot J. Baird Callicot es un filósofo estadounidense reconocido actualmente por ser de los más influyentes en el campo de Filosofía Ambiental y Ética. A Sand County Almanac, de Aldo Leopold es uno de los textos seminales de la Filosofía Ambiental, y Callicot es considerado como el principal líder exponente contemporáneo de la Ética de la Tierra de Leopold. Su obra más relevante para la Ética Ambiental es titulada Cosmovisiones de la tierra, publicada en 1994. Para fines del presente trabajo se utilizará la traducción al castellano realizada por Ricardo Rozzi.

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Callicot ha reflexionado, realizado extensa investigación y ha publicado hartos escritos sobre la necesidad de desarrollar e incorporar una Ética Ambiental que regule la conducta social e institucional humana. Su libro se titula Cosmovisiones de la tierra; un estudio de éticas ecológicas desde la cuenca del Mediterráneo hasta el desierto australiano, donde realiza un extenso recorrido planetario, y en él otorga una visión profunda y detallada de distintas comunidades y tribus alrededor del mundo y su forma de concebir la naturaleza y su relación en un nivel cosmogónico. Callicot (2012, pág. 27) asegura que desde la década de los años sesenta, los académicos occidentales que respondieron profesionalmente a la crisis ambiental de la civilización industrial han argumentado que en muchas culturas autóctonas y tradicionales existió una Ética Ambiental implícita, y en el cuerpo de su estudio bosqueja una variedad de ejemplos representativos de estas culturas. Es de esta manera en que Callicot comienza a realizar un recorrido planetario en el cual comprueba que existen aún pueblos y tribus que viven con una Ética Ambiental inmersa en sus sociedades, llevada de manera implícita aunque el término les parezca ajeno. Todas las culturas que investiga y presenta en su estudio son contemporáneas. No habla de culturas milenarias que cesaron de existir, sino grupos de humanos que permanecen hasta la fecha con un sentido de comunidad y cohabitación como el que la Ética Ambiental se esfuerza por desarrollar en nuestras sociedades modernas. Se ha revisado ya que son varios los pensadores quienes concuerdan en que fue la elaboración de sociedades en torno a nuevas tecnologías la causa principal de la alienación entre humanos y el resto de la naturaleza. Callicot aborda y da continuidad a dicha postura al presentar pueblos alejados de las sociedades modernas como nosotros las conocemos. De tal 33

manera que poseen un profundo sentido de pertenencia con su tierra, así como respeto y veneración por aquello que les provee de vida. Un ejemplo, dentro de las muchas culturas que presenta Callicot en su estudio, es la del totemismo Ojibwa. Es una tribu establecida desde hace aproximadamente 500 años en los alrededores del Lago Superior, desde Minnesota, E.U.A. hasta Ontario, Canadá. Es la tercer tribu más poblada en Estados Unidos, después de los Cherokee y los Navajo, con un aproximado de 104,000 habitantes. La tribu Ojibwa tiene una cosmología del mundo natural conocida como El gran espíritu, donde se cree toda planta, animal y humano están animados; son ser-espíritu que habita y comparte la tierra. Son conocidas como personas no-humanas y parte de una misma comunidad biótica; cada planta tiene su propia comunidad, hogar y familia, al igual que los humanos. Por esta razón el respeto es básico en cualquier cazador o recolector. La forma en que ellos consideran justo el obtener sus necesidades de otros seres es a través del comercio o intercambio de bienes; los animales intercambian su carne y su piel a cambio de objetos que únicamente los humanos pueden conseguir o realizar. Para los Ojibwa los animales pueden volver a la vida si se siguen ciertos requisitos, por lo cual tiene sentido que cambien su carne por artefactos humanos. Para que se complete el proceso de reencarnación se deben cuidar los huesos, sacarlos de la carne sin que se vean alterados o rotos, evitar que sean quemados o roídos por perros, además de regresarlos a su lugar de origen. Tienen un fuerte sentimiento de respeto y comunidad entre todos los seres, donde la caza y recolección es simplemente para saciar sus necesidades más básicas. Es este sólo uno entre tantos ejemplos que Callicot pone a nuestra disposición. Donde se da a la tarea de investigar las visiones cosmogónicas alrededor del mundo para percatarnos que una Ética Ambiental no es sólo posible, sino necesaria. Es instintivo sentirnos parte de 34

una comunidad natural, sin embargo las capacidades ilimitadas del humano le llevaron lejos de sus orígenes y eligió proclamarse amo y explotador de todo aquello en la naturaleza que pudiese serle de utilidad.

2.3.4 Garrett Hardin Garrett Hardin fue un ecólogo estadounidense reconocido principalmente por su obra titulada La tragedia de los comunes, publicada en 1968 en la revista Science. En ella advierte acerca de los conflictos de la sobre-población y la urgencia de tomar medidas al respecto. Discute y critica principalmente las soluciones técnicas que el mundo moderno está acostumbrado a tomar. Una solución técnica se refiere a aquellas que no implican un cambio de valores para lograr erradicar o disminuir un conflicto. Evidentemente el problema de sobre-población que aborda Hardin no entra en la categoría que puede ser abordado con soluciones técnicas. Según Hardin (2007, pág. 54), un mundo finito puede sostener una población finita; por lo tanto, el crecimiento poblacional debe eventualmente igualar a cero. Sin embargo, cuando esta condición sea alcanzada, ¿cuál será la situación para la humanidad? De este modo el autor explica la importancia de reconocer la finitud del mundo que habitamos, así como la necesidad de buscar una solución que lleve extenso análisis a manera de realizar un cambio a nivel cosmológico, ya que es la única manera en que puede abordarse el conflicto. Entonces Hardin (2007, pág. 55) afirma que la población óptima es menor que la población máxima. La dificultad de definir el óptimo es enorme y nadie lo ha abordado seriamente hasta la fecha. Por lo tanto según su teoría de la tragedia de los comunes, alcanzar 35

una solución aceptable y estable requerirá más de una generación de arduo trabajo analítico y mucha persuasión. Habiendo declarado esto en la década de los sesenta, se puede decir con seguridad que la sobre-población continúa siendo un conflicto que se eleva exponencialmente con el transcurso de cada año. Como indicó Hardin, las soluciones técnicas que se han propuesto en el mundo están destinadas a fallar, ya que no abordan el problema desde un sentido intrínseco en el cual se reforma la cultura humana. Se busca vivir con derechos ilimitados y creen la cantidad de bienes a los que tienen acceso son proporcionales a la cantidad de ganancias monetarias que obtienen, sin embargo los bienes inconmensurables no pueden ser comprados, y son estos los que aseguran la preservación de la especie humana junto con el resto de la naturaleza. Asimismo, aborda el problema de la contaminación a raíz de la sobre-población: “El análisis del problema de la contaminación como una función de la densidad poblacional deja al descubierto un principio moral que generalmente no es reconocido, a saber: la moralidad de un acto es una función del estado del sistema en el momento en que el acto se lleva a cabo.” (Hardin, 2007, pág. 58). De este modo, Hardin afirma que la crisis ecológica de contaminación está directamente relacionada con la cantidad de humanos que pobla la Tierra. Es imposible para el ambiente natural encontrar el equilibrio cuando los desechos y emisiones que produce el humano superan la capacidad del ambiente para disolverlos sin perturbar su funcionamiento orgánico. Entre más humanos, mayor la cantidad de desechos y emisiones. El estudio analítico realizado por Hardin es de gran valor para el contenido de esta propuesta, donde la problemática poblacional es una necesaria de resolver si se busca reencontrar un balance medioambiental. No obstante, tal como lo indica Hardin, esto solo 36

puede alcanzarse si se busca un cambio en un nivel más profundo que el técnico, en el núcleo de las sociedades y de cada individuo.

2.4 Ética Ambiental y antiguos paradigmas “Finalmente, Dios creó a Adán y, después de una reflexión, a Eva para evitar que el hombre estuviera solo. El hombre dio nombre a todos los animales, estableciendo de este modo su dominio sobre ellos. Dios planeó todo esto, explícitamente para beneficio y dominio del hombre bajo la regla: ningún elemento físico de la creación tenía otro propósito, excepto el de servir aquellos del hombre. Y aunque el cuerpo del hombre fue creado de arcilla, él no es simplemente parte de la naturaleza: fue creado a imagen y semejanza de Dios.” (White Jr., 2007, pág. 83) White Jr. (2007, pág. 83) asegura que el cristianismo es la religión más antropocéntrica que el mundo ha conocido, ya que el hombre comparte en cierta medida la superioridad de Dios, pero sobre la naturaleza. En total contraste con el paganismo y la mayoría de las religiones asiáticas, el cristianismo creó una brecha total entre el humano y el resto de la naturaleza, donde Dios le otorgó el derecho de explotarla en busca de su propio beneficio. Al destruir el animismo pagano, el cristianismo hizo posible la explotación de la naturaleza con indiferencia e insensibilidad hacia el resto de los seres. La mayoría de las religiones asiáticas, en contraste con el cristianismo occidental, poseen una visión más incluyente, donde muchos de sus dioses aún son venerados por similitudes con fuerzas y seres naturales. Se considera sagrada la vida en todas sus formas. Hoy día muchas religiones no son practicadas de forma muy ortodoxa, y el cristianismo ha 37

ganado mucho territorio alrededor del mundo, funcionando como influencia en la manera de concebir el mundo y nuestra relación con él. Del mismo modo, el desarrollo capitalista y la necesidad en muchas tierras asiáticas donde antes se mantenía una preservación religiosa del sentido de comunidad y sacralización de seres otros que humanos, ahora se ven obligados a unirse a ciertos comercios que atentan contra el respeto y vida de muchos seres, pero les protegen contra el hambre. Según White Jr., en muchas ocasiones cuando los humanos explican por qué hacen lo que quieren hacer es frecuente encontrarse con que otorgan razones culturalmente aceptables, y no necesariamente las razones reales. Del mismo modo, muchos científicos a través de los siglos describieron su labor como manera de continuar la visión de Dios, así como comprenderla. De ser así, la Ciencia occidental moderna fue forjada en una matriz de teología cristiana. “El dinamismo de la devoción religiosa, moldeada por el dogma judeocristiano de la creación, le dio el impulso.” (White Jr., 2007, pág. 84) Asimismo, asegura que más tecnología y más ciencia no resolverán la crisis ecológica en la cual el mundo contemporáneo se encuentra sumergido. La Ciencia y tecnología que conocemos nacieron de una visión cristiana respecto a la relación del humano con el resto de la naturaleza. A pesar de que la ciencia nos prueba parte de un proceso natural evolutivo, nos consideramos un fenómeno totalmente ajeno a los procesos del resto de la naturaleza, a la cual despreciamos y utilizamos para el más absurdo de nuestros caprichos. Esto gracias a la insensibilidad que el humano desarrolló en sus culturas, principalmente las occidentales, y se fue contagiando alrededor del mundo. Es así como, ilustra White, por casi dos milenios misioneros cristianos han cortado bosques sagrados ya que los consideran objetos de idolatría que se interponen en la imposición de la religión cristiana. 38

Para la mayoría de los ecólogos, el santo que ofrece una visión alternativa del cristianismo en cuanto a su relación con el resto de la naturaleza es San Francisco de Asís. “Francisco intentó deponer al hombre de su monarquía sobre la creación, y fundar una democracia entre todas las criaturas de Dios. Con él, hormiga deja de ser sólo una homilía para los holgazanes, las llamas de ser solo un signo de aspiración del alma hacia la unión con Dios; ahora ellos son la Hermana Hormiga, y el Hermano Fuego alabando al Creador a su manera, así como el Hermano Hombre lo hace en la suya.” (White Jr., 2007, pág. 85)

2.5 Ética Ambiental y normatividad La crisis ambiental en la cual se encuentra sumergido el planeta se debe en gran medida a la falta de regulaciones acerca del aprovechamiento de los ecosistemas para beneficio humano. Tiene apenas poco más de un lustro en que se comenzó a observar un alarmante decaimiento en los biomas, y desde entonces se ha abordado el tema desde una visión filosófica, después económica y financiera, sin embargo tomó aún más tiempo en que la normatividad tomara acción en la preocupación por proteger el medio ambiente. La normatividad juega un rol imprescindible en la lucha por los derechos del resto de los seres bióticos y componentes abióticos. Es por esta razón que de manera paulatina, pero consistente, alrededor del mundo se continúan observando nuevas leyes y regulaciones que protegen la vida y su espacio en el planeta. De la misma manera que se guardan los derechos más básicos de cada humano, y son protegidos por leyes internacionales en contra del abuso, maltrato, discriminación, entre otros, también deben protegerse los derechos más básicos de

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los seres otros que humanos. Se trata simplemente de extender la normatividad que exige respeto y equidad en todas sus formas a aquellos que cohabitan el planeta con los humanos. Pensar en leyes ambientales es una concepción que inicia en el siglo XX. En 1956 en Londres existió una crisis de smog a causa del creciente número de fábricas y la quema de carbón como una de sus principales fuentes de ingresos; es por esta razón que desarrolló de manera legislativa un acta Cielo Limpio, donde se estableció regulaciones básicas e inspectores para asegurar un límite de emisiones contaminantes. Fue esta una de las primeras actas en la historia mundial en implementar de manera legislativa el resguardo y protección medioambiental. La primera acta desarrollada de manera internacional es la Declaración de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano, firmada en 1972. Es en tal acta donde por primera vez se ofrece un acercamiento de la verdadera urgencia de realizar cambios y limitaciones al poder de acción del humano en pos de restaurar el equilibrio y preservar los ecosistemas naturales a manera de conservarlos, principalmente para futuras generaciones humanas. A pesar de ser esfuerzos relevantes en la lucha por la protección del medio ambiente, es necesario señalar que en dicha acta se plasma una visión de superioridad humana y la preocupación por proteger el ambiente es por sus beneficios a nuestra propia especie: “A nuestro alrededor vemos multiplicarse las pruebas del daño causado por el hombre en muchas regiones de la tierra, niveles peligrosos de contaminación del agua, del aire, de la tierra y de los seres vivos; grandes trastornos del equilibrio ecológico de la biosfera; destrucción y agotamiento de recursos insustituibles y graves deficiencias, nocivas para la salud física, mental y social del hombre, en el medio ambiente por él creado. Especialmente en aquel en que vive y trabaja.” (Declaración de Estocolmo, 1972, artículo 3º) 40

Si únicamente se hace uso de normas legales para la protección del medio ambiente en tanto al uso y beneficio del humano, difícilmente se encontrará el trasfondo ético y respetuoso del derecho de todos los seres a tener un espacio en la Tierra en sus propios hábitats y comunidades. En México se han desarrollado diversas normas y políticas en pos del uso responsable de la totalidad del suelo y todo lo que en él habita dentro del territorio nacional. El área principal de acciones para regular el responsable uso de los ecosistemas y geología mexicana está a cargo de SEMARNAT7. Entre otras normas desarrolladas por dicha secretaría, se encuentra la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, dentro de la cual se encuentran 204 artículos de regulaciones para la protección del Medio Ambiente. Ejemplo de la protección que busca es el artículo 1o, en el cual se dictamina lo siguiente: ARTÍCULO 1o.- La presente Ley es reglamentaria de las disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que se refieren a la preservación y restauración del equilibrio ecológico, así como a la protección al ambiente, en el territorio nacional y las zonas sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción. Sus disposiciones son de orden público e interés social y tienen por objeto propiciar el desarrollo sustentable y establecer las bases para: I.- Garantizar el derecho de toda persona a vivir en un medio ambiente sano para su desarrollo, salud y bienestar; II.- Definir los principios de la política ambiental y los instrumentos para su aplicación; III.- La preservación, la restauración y el mejoramiento del ambiente; 7

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales 41

IV.- La preservación y protección de la biodiversidad, así como el establecimiento y administración de las áreas naturales protegidas; V.- El aprovechamiento sustentable, la preservación y, en su caso, la restauración del suelo, el agua y los demás recursos naturales, de manera que sean compatibles la obtención de beneficios económicos y las actividades de la sociedad con la preservación de los ecosistemas; VI.- La prevención y el control de la contaminación del aire, agua y suelo; VII.- Garantizar la participación corresponsable de las personas, en forma individual o colectiva, en la preservación y restauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente; VIII.- El ejercicio de las atribuciones que en materia ambiental corresponde a la Federación, los Estados, el Distrito Federal y los Municipios, bajo el principio de concurrencia previsto en el artículo 73 fracción XXIX - G de la Constitución; IX.- El establecimiento de los mecanismos de coordinación, inducción y concertación entre autoridades, entre éstas y los sectores social y privado, así como con personas y grupos sociales, en materia ambiental, y X.- El establecimiento de medidas de control y de seguridad para garantizar el cumplimiento y la aplicación de esta ley y de las disposiciones que de ella se deriven, así como para la imposición de las sanciones administrativas y penales que correspondan. Es este un ejemplo entre otras leyes ambientales decretadas a manera federal para la protección y regulación del uso de suelo en el territorio nacional. Es necesario aclarar que a

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pesar de que México posee diversas leyes de protección ambiental, no tiene buenas regulaciones que aseguren el correcto cumplimiento de la ley, por lo cual tales normas no han marcado diferencia en los usos y manipulación de los ecosistemas contenidos dentro del territorio nacional. Esto sin mencionar las declaraciones de uso y posesión clara del resto de la naturaleza que cohabita dentro de los ecosistemas nacionales. Fue hasta el 2014 en que en México D.F. se decretó una ley contra el maltrato animal. En dicha ley es la primera vez que se observa un sentido de respeto y protección por la individualidad, dignidad y vida del que sufre de maltrato, aunque incluye sólo a un rango específico de animales, entre los cuales se encuentran aquellos que usualmente se mantienen como mascotas, y animales salvajes en cautiverio. No obstante, estas leyes no protegen de la crueldad a los animales que más sufren de abuso y maltrato, como lo son las vacas, gallinas, cerdos, y otros que se conciben meramente como alimento y sujetos para experimentos químicos, cosméticos, alimenticios, fármacos, entre otros.

III. JUSTIFICACIÓN DE DIPLOMADO 3.1 Visión ecológica regional Monterrey se convirtió con rapidez en una de las principales ciudades en el crecimiento y desarrollo industrial y empresarial del país, trayendo consigo grandes oportunidades económicas. A raíz de esto, la crisis ambiental que se sufre de manera regional ha aumentado de forma exponencial en las últimas dos décadas. Grandes oportunidades de empleo traen

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mayor número de residentes a la ciudad la cual, según censos realizados en el 2010, la Zona Metropolitana de Monterrey cuenta con 4, 15 millones de habitantes. Es conocida como la capital industrial de México. Es a raíz de esto que Monterrey comenzó a recibir una saturación de desechos que los basureros locales no pueden contener, al igual que rápidamente contaminó el aire con las emisiones de las crecientes fábricas. La sociedad regiomontana tiene pocos conocimientos del impacto real de sus acciones, por lo cual contribuyen a la contaminación arrojando desechos de manera cotidiana en las calles y espacios baldíos por toda la ciudad, ocasionando contaminación visual y mayores problemas de drenaje pluvial en temporada alta de lluvias. Cada vez se posee mayor conciencia de los estragos que se causan al ecosistema local, sin embargo en la mayoría de los casos las autoridades competentes otorgan prioridad al crecimiento económico, dejando la crisis ecológica a un lado. En el 2011 la OMS declaró a Monterrey como la ciudad con el aire más contaminado en toda América Latina. Dentro de los primeros 6 lugares de la lista se encuentran 3 ciudades principales de México. Los gobernadores de Nuevo León han hecho discursos y planes oficiales que se quedan en el aire: En mayo de 1998 el gobierno de Fernando Canales Clariond anuncia el nuevo programa Cielo Limpio, el cual fue integrado al Plan Estatal de Medio Ambiente 1995-2020 para realizar las acciones inmediatas de: forestación masiva, sistema de parques, conversión de la Fundidora en parque ecológico, semaforización para mejor flujo vial, verificación vehicular remota, reestructuración del transporte, auditorías ambientales, zonificación de industrias riesgosas (donde entran las pedreras) y solicitud a PEMEX de combustible de bajo nivel. A 5 años de distancia del 2020, es posible elevar la mirada y asegurar que más bien parece se empeñaron en desarrollar un programa de Cielo Sucio. 44

En enero de 2008 el entonces gobernador José Natividad González Parás acepta que las pedreras en Santa Catarina deben ser reubicadas, ya que se confirma que los habitantes sufren severas complicaciones de salud derivados de las partículas emitidas por la explotación de la montaña. Sin embargo, Natividad González no establece una fecha en la cual las pedreras deberán ser removidas. En marzo de 2013 el Ing. Fernando Gutiérrez Moreno, secretario de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado encabezado por Rodrigo Medina, solicita que las pedreras que operan en Nuevo León presenten una respuesta formal del tiempo que mantendrán su labor y su plan de abandono en un corto periodo de tiempo, lo cual tampoco fue cumplido. Las iniciativas no han sido cumplidas y las regulaciones planteadas han servido de nada, ya que la contaminación del aire ha aumentado exponencialmente desde que se realizó la implementación de Cielo Limpio. Una de las economías más importantes en la Zona Metropolitana son las pedreras que abastecen a compañías de cemento, como lo es CEMEX. Estas compañías violentan los cerros para obtener materiales de construcción, hasta dejar cráteres enormes en la configuración de la montaña. Además de haber ya causado un importante desequilibrio en el ecosistema montañoso, la mayoría de los seres que ahí habitaban ya no tienen hogar, han sido extintos de sus localidades o han buscado reubicarse. Son también estas compañías de las principales causantes de la contaminación y pobre calidad del aire; al explotar la montaña partículas quedan suspendidas en el aire, saturándose de este y causando una nube grisácea que causa enfermedades tras la exposición crónica a ellos.

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En octubre 2014 la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado pidió al alcalde de Santa Catarina que cese todo intento por remover las pedreras. Se desconocen las razones que llevaron a realizar esta petición Las autoridades competentes están conscientes de los riesgos y las afectaciones que traen las empresas y fábricas regionales, sin embargo tienen en mente mayores ganancias que mejorar la calidad del ambiente local y el respeto por las criaturas otras que humanas que aún habitan en las localidades regiomontanas. Esto significa un gran reto, ya que para alcanzar un cambio real se requiere abordar el tema en lo individual, local y nacional, lo cual implica gran apoyo y esfuerzo por parte no sólo de los ciudadanos, sino del gobierno.

3.2 Antecedentes de cursos ecológicos 3.2.1 Cursos de Ecología Desde su nacimiento la Ecología ha sido adoptada como una rama de la Biología que fue practicándose de manera cada vez más recurrente alrededor del mundo; la relación entre organismos vivos y su entorno, así como el correcto uso y manejo de los recursos que requiere el humano para la preservación tanto de nuestra especie como de la Tierra. Cuando inicialmente fue propuesto por Ernst Haeckl tenía una definición bastante distinta de lo que hoy se concibe como Ecología. Para Haeckl era el estudio de las relaciones entre organismos con su entorno, sin embargo en el transcurso de un siglo y medio se han propuesto distintas definiciones para constatar la amplitud que la rama de estudio ha tomado hasta hoy. De esta manera, hoy la Ecología se entiende alrededor del mundo como el estudio y análisis científico de las interacciones entre organismos y su entorno, tal como las 46

interacciones entre organismos y con su entorno abiótico. (Hoffman, 2015). Estos cursos son más comunes en países cuyo desarrollo les permite observar la actual crisis ambiental, así como aquellos que tienen los medios para educar a sus sociedades acerca de las interacciones entre organismos y humanos para su preservación. Entre los módulos disponibles en cursos ecológicos ofrecidos en universidades alrededor del mundo destacan los siguientes:

• Especiación y la evolución de diversidad

• Bio-control aplicado

• Economía de la conservación

• Evolución aplicada y manejo de

• Genómica y bioinformática

parásitos

• Evolución genómica

• Filogenética y evolución

• Biología de hongos

• Tópicos de estadística avanzada

• Demografía en la conservación

• Ecología y cambio global • Ecología de comportamiento


(Información recuperada del Imperial College of London). En lo nacional, México ha impulsado fuertemente su educación y la calidad de la misma, intentando avanzar a la par de las potencias mundiales en cuanto a procesos económicos, políticos, tecnológicos y sociales. Sería erróneo afirmar que no existen cursos ecológicos en México, ya que sí los hay, no obstante son mínimos y carecen de la calidad y soporte que el país requiere hoy día para sobrellevar su propia crisis ambiental en las principales ciudades.

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En la principal universidad del país, la Universidad Autónoma de México, solamente posee el Instituto de Energías Renovables para formar jóvenes con habilidades que tiendan a la conservación ambiental. Otros módulos ecológicos son vistos desde la facultad de economía o bien, en ingeniarías geofísicas y geológicas, aunque estos últimos se inclinan más hacia la explotación de recursos geológicos, y no a su preservación. No poseen una facultad de Biología. En Monterrey existen diversos módulos, cursos y diplomados principalmente para el manejo de suelos y recursos: • Diplomado en Gestión del Medio Ambiente y Auditorías por la Universidad del Noreste • Diplomado en Negocios Sostenibles, Estrategia y Visión Global por el Tec de Monterrey • Diplomado en Auditoría Ambiental por el Tec de Monterrey • Maestría en Ciencias con Orientación en Manejo de Vida Silvestre y Desarrollo Sustentable por la UANL • Maestría en Ciencias con Orientación en Manejo y Administración de Recursos Vegetales por la UANL Es bastante notorio que los cursos disponibles en ciencias ambientales en la Zona Metropolitana de Monterrey tienden claramente a tratar la ‘explotación responsable’ de la tierra y los recursos que el humano requiere para mantener el estilo de la vida contemporánea.

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3.2.2 Cursos en Ética Ambiental La Ética Ambiental se ha practicado por siglos en sociedades y tribus alrededor del mundo, aunque el término les parece ajeno. La convivencia respetuosa entre todas las partes de un ecosistema, hábitats y habitantes conviven en armonía sin la necesidad de reformar la visión de los ciudadanos; es algo inmerso en su cultura que aprehenden desde pequeños como parte esencial de sus comunidades. En cuanto a la Ética Ambiental desarrollada por Aldo Leopold, tomó al menos tres décadas en comenzar a ofrecerse cursos en forma a estudiantes e interesados. Reconstruir la visión que se posee del mundo desde siglos atrás es un proceso lento y complejo. Alrededor del mundo hoy día cada vez se ofrecen más cursos que promueven la coyuntura entre la Ética y las Ciencias Ambientales, aunque no suficiente para abastecer las necesidades de la actual crisis ambiental y fuerte antropocentrismo en el cual vivimos. Chile, al ser un país con ecosistemas únicos y endémicos de sus regiones, es uno de los países con mayor esfuerzo en la conservación de habitantes y hábitats, transformando los hábitos de sus ciudadanos. Al ser la única masa territorial en esas latitudes posee características y vida que no se asemeja a ningún otro punto en el planeta. Lleva extensas investigaciones sobre seres bióticos en sus entornos abióticos, luchan por su preservación y es uno de los países con mayor impulso de la Ética Ambiental. El Dr. Ricardo Rozzi uno de los principales promotores de esta rama de la Filosofía, con extensas investigaciones, tratados y conferencias a nivel mundial. Chile también posee grandes extensiones de áreas naturales

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protegidas para su preservación, así como posee ríos con las aguas más prístinas del planeta y por lo tanto busca conservar. Estados Unidos de América también es un país que, a pesar de que el gobierno no posee grandes iniciativas por atender la crisis ambiental, sí desarrolla diversos cursos y profesiones en las cuales los interesados pueden recibir educación de calidad y la preparación necesaria para abordar los conflictos ambientales con una visión ética y filosófica. Del mismo modo, España ofrece diversos cursos en universidades prestigiosas para preparar a sus alumnos en las visiones y los cambios de valores y actitudes cosmológicas que propone la Ética Ambiental. La mayoría de esos cursos, a pesar de poseer módulos y temáticas variantes, usualmente se titula como Ética Ambiental o Ética Medioambiental. En México la Ética Ambiental es poco conocida, por lo cual es difícil encontrar cursos que ofrezcan un acercamiento ecológico a través de una visión ética. Al revisar los planes de estudio en diversas universidades en el país no se encuentra algún curso que realice la coyuntura que aquí se busca abordar. Se han ofrecido cátedras y cursos de corta duración, sin embargo son escasos y muchos en instituciones que carecen de real contenido educativo para abordar el tema de manera abrasiva. Del mismo modo, en la Zona Metropolitana de Monterrey se encuentran escasas oportunidades de aprender sobre Ética Ambiental. Esto es causa de real preocupación por la pobre educación ecológica y ética que posee la mayoría de los ciudadanos en la localidad. Monterrey se encuentra en gran crisis ambiental; en ocasiones se observan acercamientos a soluciones por parte del gobierno, no obstante, todo está destinado a fallar si no nace desde el individuo. La cultura nacional y regional no otorga el pensamiento ético-ambiental necesario,

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y esto significa un gran deterioro en la salud del ecosistema regional y en todos los seres bióticos y abióticos que en él habitamos.

3.3 La necesidad de introducir la Ética Ambiental Según J. Baird Callicot (2012, pág. 30) en su obra Cosmovisiones de la tierra, afirma que aunque una ética ambiental o social nunca se lleva a cabo de manera perfecta en la práctica, ejerce una fuerza muy real sobre ella. Los ideales influyen de manera perceptible sobre la conducta. Al imaginar, inculcar y luchar por alcanzar ideales morales, progresamos tanto individual como colectivamente y ganamos algo de terreno. Es por esto que se toma la iniciativa de Callicot para asegurar que existe una necesidad real de introducir la Ética Ambiental en las sociedades. A pesar de afirmar que es tan poco probable que logremos una armonía completa y perfecta con la naturaleza como lo es construir una sociedad utópica, la existencia de una Ética Ambiental puede conducir la conducta humana hacia ese objetivo. Alcanzar una sociedad en real equilibrio con el resto de la naturaleza es poco probable, principalmente por la gran problemática que trae la sobre-población mundial. La naturaleza no da abasto para crear una red que funcione conforme a las leyes naturales. Asimismo, las sociedades capitalistas y consumistas que ha desarrollado el humano hacen de esa visión nada más que una utopía. No obstante, como asegura Callicot, la relevancia del tema está en conducir la conducta humana, así como sus valores y actitudes hacia el resto de la naturaleza para lograr una comunidad consciente del impacto que tienen sus acciones sobre los ecosistemas, y cómo tener un impacto positivo sobre ellos.

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Las razones por las cuales la población humana requiere hacer de la Ética Ambiental parte íntegra de su cultura es simple: • Según Textile Waste Diversion inc. se estima que de manera global son talados entre 3 y 6 billones de árboles anualmente. • De acuerdo con el Centro de Sostenibilidad y Comercio de la Universidad Duke, tan solo en Estados Unidos se produce 220 millones de toneladas de desechos anualmente. • Según la USDA, en el 2008 tan sólo en Estados Unidos se tuvo un conteo de los animales asesinados en granjas para obtener alimento, y los números ascienden de la siguiente manera: ganado: 35,507,500; cerdos: 116, 558, 900; pollos: 9, 075, 261, 000; gallinas: 69, 683, 000; pavos: 271, 245, 000. • De acuerdo a estudios realizados por la organización LCA, cada año mueren 50 millones de animales criados en granjas con la finalidad de vender sus pieles. Sin embargo, es difícil llevar un conteo exacto de la matanza de conejos, pero se estima alrededor de un billón de conejos son matados para obtener sus pieles. • Según un estudio realizado en el 2010 sobre la cantidad de desechos plásticos que terminan en el océano, publicado en la revista Science, se estima alrededor de 4.5 y 12.7 millones de toneladas métricas se han encontrado arrastradas a las costas marinas de 192 países. • Según estudios realizados por PETA, tan solo en Estados Unidos entre 3 y 4 millones de perros y gatos son sacrificados en refugios de animales anualmente.

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• De acuerdo a la organización Do Something, se estima 115 millones de animales, incluyendo ratones, ratas, perros, gatos, monos y aves, entre otros, mueren cada año tras ser utilizados en laboratorios en experimentos químicos, fármacos, alimenticios y cosméticos. Son estos sólo algunos datos y estadísticos que ilustran de manera más clara la urgencia de la necesidad por combatir la crisis ambiental, haciendo uso de una consciencia ética y acciones morales a manera de conducir la conducta humana hacia un futuro más sustentable, sostenible, responsable, respetuoso, equitativo e inclusivo junto con el resto de la naturaleza. A escala local, la necesidad de introducir la Ética Ambiental en la sociedad regiomontana nace de la escasa educación y consciencia ambiental que se posee en la población a nivel estudiantil, ciudadano, empresarial y gubernamental. Monterrey se convierte deprisa en capital industrial, y esto engrandece la necesidad de introducir una visión ética no sólo en los temas sociales, sino una incluyente del resto de seres bióticos y abióticos regionales. La Ética Ambiental no debe ser considerada una visión extraordinaria y poco alcanzable. No es tan solo un ideal de unos pocos, sino una necesidad real y totalmente perceptible que se desarrolló a raíz del antropocentrismo que rige en la visión global de la humanidad. No es un lujo, ni una cuestión dispensable, sino un cambio cosmológico que requiere replantear la posición del humano en la totalidad de la naturaleza, sus derechos y la manera en la cual se comporta con los seres otros que humanos que cohabitan en la Tierra.

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IV. PROPUESTA 4.1 Propuesta de diplomado

4.1.1 Proyecto Al ser un proyecto primeramente educativo, se atenderá la necesidad de inculcar una mayor consciencia ambiental. Por esta razón, la población directamente beneficiada serán aquellos jóvenes y adultos que se hagan partícipes de este diplomado. Se carece de un conteo específico ya que las personas directamente beneficiadas dependerán enteramente del sitio en el cual se imparta y la difusión del mismo, además de que busca ser un curso en constante innovación y permanencia. No obstante, se puede asegurar que entre mayor cantidad de participantes de manera directa, acrecentará significativamente la cantidad de beneficiados de manera indirecta. Esto se debe a que implica un proceso de replanteamiento y reconstrucción cultural en el cual los aprendizajes de una pequeña parte de la población pueden multiplicarse significativamente con sus acciones diarias, la transformación de empresas, costumbres, hábitos y enseñanzas a las nuevas generaciones. El proyecto es la justificación, propuesta y diseño de un diplomado en Ética Ambiental. En este, el participante recibirá por módulos la información cuidadosamente seleccionada para este curso, a fin de entregarle de manera íntegra una visión holística del humano, para así reconstruir nuestra visión cosmogónica y replantear nuestros hábitos y la manera en que afectan positiva o negativamente el hábitat y el resto de los habitantes en ellos.

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Al desarrollar un curso en Ética Ambiental, se adquiere la responsabilidad moral de elegir cuidadosamente el material que se ha de impartir, así como la forma en la cual se dará a conocer, a manera de asegurar que los participantes logren aprehender el material visto no únicamente para fines de un reconocimiento o certificado, sino para implementar en cada aspecto de sus vidas, dentro y fuera del lugar de aprendizaje. Al tener la oportunidad de diseñar el diplomado, existe un compromiso inicial de desarrollarlo de manera integral para la población específica a la cual se dirige. De esta manera es posible asegurar que el material a impartirse, así como la manera en la cual se implementa será la más adecuada para la mejor aprehensión del material. Del mismo modo, existe un compromiso moral en el cual se considera que el futuro de un creciente pensamiento ambiental está en proceso, y por tanto debe de tenerse especial cuidado y consideración en los temas a impartir, a manera de asegurar que el futuro incluyente y consciente impulsado por la Ética Ambiental sea provocado por los temarios y la manera en la que se extiende y aprende a través del diplomado en cuestión. En la actualidad, la Tierra se encuentra sobre-poblada por personas humanas que en su mayoría carecen de la consciencia ambiental necesaria para mantener el equilibrio en los ecosistemas en los cuales habitamos. Significa un problema de urgencia ya que atravesamos una etapa de crisis ambiental en la cual se han venido desencadenando una serie de extinciones secuenciales y biomas al punto del colapso. Desde mediados del siglo XIX se comienza a desarrollar lo que hoy comúnmente se conoce como Ecología, donde el humano revisa científicamente su existencia, la del resto de la naturaleza y la relación entre ambos. No obstante, a fines del siglo XX surge una efervescente necesidad de revisar los aspectos medioambientales desde una perspectiva ética.

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La Ética propone una visión mucho más inclusiva, respetuosa, justa y moralmente buena de la manera en la cual debe desarrollarse la relación entre humanos y el resto de la naturaleza. De esta manera, borra paulatinamente la visión de supremacía y enajenación, reestructurando la visión holística del humano y su papel en la Tierra. Donde el humano era conquistador de la Tierra, pasa a ser un simple miembro y ciudadano de ella. De manera nacional y regional la crisis ambiental no está siendo revisada ni atacada de manera contundente, ni se le ha otorgado la relevancia y urgencia que el problema en realidad supone. Con la creciente sobre-población en las principales ciudades, la falta de energías renovables, el precario transporte público que mueve a las personas a optar siempre por un auto privado, las fábricas que carecen de normas y regulaciones que limiten sus emisiones contaminantes, la falta de educación en consciencia ambiental donde los ciudadanos ignoran el real poder que tienen sobre el ecosistema y la contaminación en sus actos más cotidianos, entre muchos otros ejemplos, hemos alcanzado una situación de crisis ambiental. En el 2011 la OMS declaró a la Zona Metropolitana de Monterrey como la ciudad con el aire más contaminado en America Latina. A pesar de estar bien conscientes de la situación ambiental actual, el gobierno no está atendiendo el problema con la urgencia y relevancia debida. Este proyecto nace de la necesidad de educar al humano en la urgencia de reformar nuestras concepciones más básicas con un sentido íntegro, holístico y cosmogónico donde se replantea nuestro lugar en la Tierra, y la manera en la cual se puede lograr una con-vivencia de la manera más armónica posible a través de la enseñanza e inclusión de la Ética Ambiental como parte intrínseca y fundamental de nuestra cultura y hábitos como especie dominante.

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4.1.2 Objetivos generales y específicos • Generales Este proyecto pretende atender la brecha entre la Ética Cosmológica y las visiones ecológicas y sostenibles. Consecuentemente, busca dar a conocer el campo de la Ética Ambiental a jóvenes y adultos interesados en obtener una nueva visión ambiental a través de un diplomado que revisará los principios de la Ética y la Ética Ambiental, así como diversos temas de gran relevancia mundial contemporánea. • Específicos 1. Otorgar a los participantes una preparación que les ayude a cuestionar antiguas creencias y obtener una nueva visión con la cual atender los problemas ambientales actuales de una forma ética basada en el respeto y derecho a la vida. 2. Desarrollar el cuestionamiento y razonamiento, así como proponer nuevas ideas, ya que después de todo es un campo en desarrollo. Es de gran relevancia mencionar que no se pretende imponer una línea de pensamiento sobre los participantes del curso, sino otorgar los cimientos que cada persona desarrollará en sí. 3. Otorgar las bases para hacer de este diplomado un proceso continuo, de forma regular y en constante renovación y cambio para atender los conflictos ambientales de la manera más adecuada y con información de punta.

4.1.3 Metas Evidenciar y eliminar la brecha existente entre la Ética y las Ciencias Ambientales a través

de un diplomado, diseñado para educar y contribuir en la reconstitución de una persona humana preocupada por la biodiversidad, así como la con-vivencia y bienestar ambiental. 57

Este proyecto se compone de la justificación, propuesta y diseño de un diplomado en Ética Ambiental el cual se busca impartirse en las localidades regiomontanas. Al ser un curso diseñado principalmente para jóvenes y adultos, será promovido y diseñado de tal forma que pueda ser impartido en universidades y empresas con intereses afines a los que promueve este diplomado. El impacto esperado al hacer de éste un curso accesible se espera tenga una proyección en diversos niveles, tales como: • Ambiental: Al tratarse de un curso en Ética Ambiental, tendrá un impacto directo en la manera en que los ciudadanos regios atienden la actual crisis ambiental local. El diplomado promueve un cambio a nivel cosmológico, de tal forma que la manera en que los participantes observan el mundo al iniciar el curso será reformado a través de cada módulo. La crisis ambiental está directamente relacionada con la actividad consumista, indiferente y dominante de los humanos hacia los ecosistemas locales, de tal forma que si se reforma la visión holística de los participantes desembocará en una ciudad que no solo se preocupa, sino que se ocupa de formar una sociedad íntegra e incluyente del resto de los seres que cohabitan en las localidades. Al construirse una visión que reforma la manera de comprender y cohabitar en las localidades regias, impulsará del mismo modo una cultura en la cual el consumismo no sea el epicentro de vida de los habitantes humanos. Se disminuirá los gastos personales así como la basura emitida. • Social: El curso se basa enteramente en una reforma social. Antes de lograrse un verdadero y positivo impacto ambiental, supone un cambio social. Es por esta razón que la totalidad del curso va dirigida a impulsar una serie de cuestiones que guiarán a los participantes en la reforma de sus antiguas creencias y paradigmas, de tal forma que puedan 58

moldearse junto con la visión de la Ética Ambiental. Socialmente implica un paulatino, pero seguro cambio cosmológico, de forma que una generación tras otra lleven consigo una visión ambiental totalmente distinta a la que lleva nuestra generación y las anteriores. • Educativo: Este proyecto implica la justificación, propuesta y diseño de un curso en Ética Ambiental, por lo cual trae consigo un importante impacto educativo. Este curso sostiene como epicentro la premisa de que para alcanzar un cambio no solo real, sino duradero, es indispensable introducirlo en la sociedad a través de la educación. Busca una reforma educativa, donde la totalidad del curso se desenvuelva alrededor de la Ética, su aplicación en las Ciencias Ambientales, así como las estelas que ha dejado su impacto en las comunidades que comienzan a inculcar esta rama de la Filosofía y a abrazarla como parte de su cultura. • Político: El campo de la política es uno que se verá indirectamente afectado por la introducción de la Ética Ambiental en la educación de la sociedad regiomontana. Al tratarse de una reforma ambiental, social y educativa, la política no puede quedarse atrás en la búsqueda por una ciudad ambientalmente responsable y una sociedad íntegra y ética. Del mismo modo, no es posible avanzar sin la ayuda de un gobierno que coopere en la búsqueda hacia una ciudad sostenible y en equilibrada cohabitación en el ecosistema local. En los últimos años se han observado diversas reformas en las normas que regulan ciertas medidas de impacto ambiental; se espera continúen estas reformas para no solo medir el impacto de los contaminantes liberados al ecosistema, sino limitar la libertad de acción del humano para una óptima y ética convivencia. Al tomar este diplomado los participantes se verán envueltos por una incesante necesidad de replantear sus antiguas creencias y paradigmas. Al encontrarse con una nueva 59

visión del humano y el mundo en el que vive, lograrán reformar no solo sus creencias, sino sus hábitos y transformar de manera paulatina su impacto en el ecosistema local. Aquellos que decidan adentrarse en el mundo de la Ética Ambiental finalizarán el curso con nuevas aptitudes y habilidades que les ayudarán a reformar su vida en el ámbito personal y profesional: • La Ética Ambiental supone un continuo cuestionamiento de antiguas creencias, por lo cual lleva al participante a encontrarse en la necesidad de abrir su mente para aceptar la posibilidad de una nueva forma de observar el mundo que conoce, por esta razón desarrolla una fuerte habilidad para cuestionar toda nueva información que llegue a sus manos. • Esta forma de comprender el mundo implica una obligación moral de rechazar ciertos usos y costumbres cotidianos, por lo cual se deben buscar nuevas maneras de llevar a cabo las actividades diarias con un menor impacto ambiental negativo, lo cual desarrolla en la persona la habilidad de innovar y pensar fuera de los parámetros y la comodidad de lo conocido en lo personal como en el desarrollo profesional y empresarial. • Vivir con una Ética Ambiental implica tomar decisiones en base a lo que se considera moralmente correcto o incorrecto, por lo cual la persona desarrolla un fuerte sentido de convicción, disciplina y autocontrol para rechazar hábitos comunes y propiciar un nuevo estilo de vida. • Permite al participante estar a la vanguardia de un mundo sostenible y conforme a las nuevas regulaciones de impacto ambiental. Actualmente gobiernos y empresas a nivel internacional se encuentran en busca de profesionistas con un fuerte sentido de responsabilidad ambiental para regular el impacto en la biosfera, así como desarrollar el

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conocimiento de la sustentabilidad de los ecosistemas en proyectos de innovación, en pos de un futuro en el cual el ser humano armonice y sea congruente con el entorno ambiental. • Desarrolla un sentido de búsqueda de cohabitación por responsabilidad moral, más allá del beneficio económico que pudiese obtener de este, lo cual resulta en una persona guiada por la convicción. Más allá de crear personas interesadas en hacer de la responsabilidad ambiental un negocio, desarrolla personas que buscan a toda costa una sociedad ocupada por la óptima cohabitación en el ecosistema local.

4.2 Sugerencias y notas para la realización del curso El curso que propone este proyecto es uno que busca provocar una reforma cosmológica y holística en todo aquel que se haga partícipe del mismo, por lo tanto se sugiere se sigan las temáticas, lecturas, actividades y material previamente seleccionado para fines específicos del diplomado, de esta manera se asegura que los resultados tras participar del curso sean los óptimos y anticipados. El diseño final de este diplomado será desarrollado con visión específica para la población a la cual se atiende. De esta manera se asegura la óptima aprehensión de la visión ambiental que se expone, así como un desarrollo integral del curso ideado según las necesidades de la población asistente. Tal diseño incluye asimismo la totalidad del material a verse por módulos, de tal manera que el/la docente que imparta el curso tenga un fácil entendimiento de los conocimientos que deben ser impartidos, así como la manera en la cual debe realizarse, con un menor margen de error al incluir paso a paso la totalidad del diplomado en cada módulo. 61

Es justo hacer mención de las intenciones al impartir tal curso. A pesar de buscar reformar la visión holística del humano, es necesario obviar que no se propone imponer una línea de pensamiento sobre los participantes. Uno de los principales propósitos, del cual se ha hecho mención en diversas ocasiones, es otorgar la habilidad de cuestionar. Parte de la Ética Ambiental es demostrar con hechos contundentes la necesidad y la urgencia de guiar la actividad humana, sin embargo no se busca imponer ni forzar sobre el participante. Al cuestionar la forma en la que se entiende el mundo según fue enseñado e impuesto por generaciones anteriores lleva inexorablemente a una reforma. La herramienta más importante es el cuestionamiento, tanto para rechazar lo que ya se conoce como para aceptar nuevas creencias.

4.3 Metodología Al tratarse de un curso diseñado para jóvenes y adultos, los métodos educativos más adecuados para la correcta aprehensión del material deben dividirse entre la planificación, clases magistrales, clases prácticas, tutorías y evaluaciones. La planificación suele realizarse al inicio del curso, donde al alumno se le ofrece con anticipación el material a verse, así como la manera en la cual va a trabajarse durante la totalidad del curso, de tal manera que el participante pueda planear sus lecturas y las asignaturas con antelación. Para fines de este curso y por la duración de cada sesión se cree relevante ofrecer la planificación no solo al inicio del curso, sino al inicio de cada sesión, de tal manera que se observe un orden y seguimiento de la forma en la cual se fragmentan los módulos por sesiones, entre clases magistrales, prácticas y tutorías.

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Las clases magistrales constan de un docente que imparte la información principalmente teórica a los participantes del curso, en un rol de facilitador y supervisor del aprendizaje de sus alumnos. Esta sección del curso es de gran relevancia, ya que es en esta donde el alumno tendrá la oportunidad de familiarizarse con los conceptos, definiciones y las aportaciones en las cuales se basa la Ética Ambiental, de tal manera que puedan posteriormente ser aplicados por ellos en las clases prácticas y las discusiones previamente programadas, enfatizando el aprendizaje activo-participativo centrado en el alumno. Las clases prácticas, por otro lado, se basan principalmente en la aplicación directa de los conceptos previamente aprendidos. La manera en la cual se aplican tales conceptos consta de la presentación de conflictos ambientales de relevancia mundial contemporánea, a manera de observarlos desde la perspectiva de la Ética Ambiental, analizarlos y ofrecer posibles soluciones o líneas de comportamiento pertinentes para tratar tales conflictos. Esto puede realizarse asimismo a manera de evaluación para asegurar que los conceptos sean aprehendidos. Asimismo, la investigación bibliográfica, hemerográfica y en base de datos electrónicos con el fin de conducir los problemas actuales que aquejan a la biosfera es de suma importancia. Las tutorías son aquellas en las cuales el alumno tiene la oportunidad de realizar preguntas específicas que no hayan sido comprendidas durante la sesión. El/la docente tiene la obligación de responder cada cuestión, siempre y cuando sean pertinentes al material de clase. Las tutorías deben realizarse durante la parte final de la sesión, para asegurar que las dudas suscitadas durante la clase sean atendidas y resueltas para un óptimo aprendizaje del material. 63

Además de la aplicación de conceptos en las sesiones prácticas, se hará uso de evaluaciones escritas para calificar el aprendizaje en un nivel individual y grupal. La resolución de conflictos es de vital importancia para evaluar la aprehensión del material y la manera en la cual los participantes son capaces de aplicarlo a los conflictos contemporáneos. Se recurrirá a trabajos de equipo de manera esporádica con la finalidad de que los alumnos tengan la oportunidad de compartir y rebotar ideas con compañeros de curso, así como fomentar la discusión en un ambiente sano y de aprendizaje, para así enriquecer las perspectivas individuales y grupales. La metodología es de gran relevancia al llevar en sí el peso total del éxito o fracaso del diplomado. El/la docente deberá asegurarse al iniciar y al finalizar el curso que los métodos utilizados sean bien recibidos, y pueden sufrir ligeros cambios de acuerdo a las necesidades específicas del grupo para un mejor aprendizaje. Además, en un par de sesiones durante el transcurso del diplomado se deberá buscar la opinión de los alumnos acerca del curso, de tal manera que se evalúe el progreso obtenido, y la manera en la cual puede mejorarse la experiencia educativa para el resto del curso. Al iniciar el diplomado se entregará a los alumnos encuestas para evaluar sus expectativas del curso. Las encuestas deben ser algo similar a lo que se presenta a continuación: 1. Mencione de manera breve la razón por la cual decidió tomar este diplomado en Ética Ambiental. 2. Enumere y desarrolle cuáles son sus expectativas del curso y lo que espera obtener al finalizarlo.

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3. ¿Cuáles son sus expectativas sobre el/la docente? ¿Qué espera de él/ella? 4. ¿Cuáles son sus expectativas sobre sus compañeros de curso? 5. Describa su compromiso personal para asegurar su óptimo aprendizaje del material ofrecido a lo largo del curso. 6. Comentarios, sugerencias y peticiones especiales para obtener la mejor experiencia educativa posible.

Durante el curso, en un par de ocasiones debe cuestionarse de manera verbal la experiencia vivida hasta el momento, y obtener de los alumnos retroalimentación y sugerencias para mejorar su experiencia educativa en lo que resta del curso. Este proyecto busca otorgar un arquetipo de curso que tenga la cualidad de innovarse en cuanto a las necesidades de la población estudiantil y los conflictos ambientales a discutir, de tal manera que asegure su permanencia y proliferación. Por esta razón, al finalizar el diplomado se deberá realizar una encuesta al alumnado, con la finalidad de mejorar la calidad educativa de las siguientes generaciones por tomar el curso. La encuesta debe ser algo similar a lo que se presenta a continuación: 1. Desarrolle cuál fue su experiencia al tomar este diplomado. 2. ¿Cuáles son los aprendizajes más significativos que obtuvo a lo largo del curso? 3. ¿Se cumplieron sus expectativas?

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4. ¿Puede aplicar los conocimientos aprendidos en su vida personal y/o profesional? ¿De qué manera? 5. ¿Qué aptitudes, valores y habilidades cree haber desarrollado a raíz de su participación en este curso? 6. ¿Qué cree habría mejorado su experiencia educativa? 7. ¿Recomendaría este curso? 8. Comentarios o sugerencias para mejorar el diplomado para próximos participantes.

V. CONCLUSIONES 5.1 ¿Qué se espera del curso? A partir del proyecto que se plantea, se tienen expectativas diversas de los alcances que puede tener el curso si se desarrolla de manera exitosa. De forma similar a los impactos planteados previamente, se espera el curso tenga un importante alcance y una reforma positiva en la manera en la cual los habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey no solo observan, sino interactúan con el ecosistema local, y todos los habitantes en él. Se espera de este proyecto la capacidad de inculcar un sentido ético en las Ciencias Ambientales, y de manera más ambiciosa, introducirlo en la sociedad no solo a través de las personas que estudian o practican alguna rama de las mismas Ciencias Ambientales, sino en cualquier joven o adulto regiomontano. La única condición para ser partícipe de este

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diplomado es ser una persona humana interesada en ser parte de esta efervescente rama de la Filosofía, y de construir en comunión un futuro sustentable, incluyente y respetuoso de todos los seres bióticos y componentes abióticos del ecosistema en el cual habitamos. A través de la formación impartida en el diplomado se espera el participante finalice el curso con una visión emprendedora que le lleve no solo a aprender, sino a cultivar y transformar tales aprendizajes en hábitos que han de revertir su impacto negativo en el ecosistema local, y dondequiera que se desarrolle personal y profesionalmente. La Ética se basa en un incesante deseo de actuar conforme a lo que desembocará en un beneficio universal, y no proviene del deseo de evitar una sanción, sino de un genuino deseo de provocar en la totalidad de la sociedad el bien universal, y por tanto el buen vivir. De esta manera, al inculcar una consciencia ambiental percibida desde la Ética, se espera sembrar en el alumno no solo la capacidad de desarrollar negocios y productos sostenibles, sino un genuino deseo de ser parte de ese bien universal, en un nivel sub-verbal.

5.2 Aportaciones y alcance La principal aportación de este proyecto radica en la contribución por contrarrestar la actual crisis ambiental local y nacional. Toda reforma requiere iniciar por la educación; si no se tiene un conocimiento real de lo que sucede, las necesidades y áreas de oportunidad, difícilmente se logrará un cambio. La educación ofrece un plan de construcción de una sociedad que vive una cultura empapada de las propuestas de la Ética Ambiental. Esta es la mayor aportación del diplomado que aquí se propone; el fungir como herramienta de aprendizaje en la construcción de una sociedad conocedora de la crisis ambiental, y la manera

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en que puede transformar el impacto humano desde lo individual, hasta buscar convertirse en la totalidad de una sociedad. La presencia inexistente o poco efectiva de cursos locales en Ética Ambiental contribuye en la percepción de que la reforma ambiental que se requiere no es en realidad necesaria ni urgente. El presentar la visión ética de las Ciencias Ambientales implica una aportación significativa en la manera en la cual los habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey, y el país de forma general, perciben la necesidad y urgencia de frenar la actual crisis ambiental, y buscar educarse para contribuir en la reconstitución de una sociedad que se ocupe de las necesidades ecológicas de las localidades regias y en la totalidad del territorio nacional. Además de la reforma ecológica, el alcance social representa una de las mayores aportaciones de este proyecto. A pesar de parecer en primera instancia un curso ambiental de carácter teórico, genera un importante impacto en los participantes, quienes le transformarán en un aprendizaje práctico. Se espera a través del diplomado se penetre diversos niveles de la sociedad, donde en un futuro se obtenga una importante reforma a nivel cultural, educativo, empresarial y político.

5.3 Los beneficios de introducir la Ética Ambiental en nuestra sociedad El mundo como es conocido en la actualidad se encuentra sumergido en una fuerte crisis ambiental. Independientemente de si la mayor parte de la población se percata de ello o no, la Tierra se encuentra en una situación de alerta, conducida por la especie dominante: el

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ser humano. La crisis que se atraviesa supone un ejercicio indispensable de reforma y limitación a la libertad de acción del humano de manera urgente. La Ética Ambiental otorga la posibilidad de conducir la acción de las Ciencias Ambientales con un giro que tiene por motor el bienestar de todas las comunidades de seres bióticos y componentes abióticos que cohabitan en la Tierra. Como se tuvo la oportunidad de observar a lo largo del somero recorrido de los arquetipos que sostiene la Ética Ambiental que se realizó en el presente trabajo, se habla de una disciplina que busca impulsar el reconocimiento de que la reforma ambiental es una cuestión indudablemente necesaria y urgente. Su postergación por un período aún más prolongado de tiempo supone un hundimiento de carácter catastrófico en una era de crisis ambiental que será naturalmente imposible para el humano revertir. Al ser la raza humana la causa principal de este histórico decaimiento del equilibrio terrenal, es ella quien debe buscar en sus mismas posibilidades la manera en la cual ha de frenar el continuo descontrol y violenta perdición del balance natural en la Tierra. Ya que toma como empresa el alertar a los humanos de la importancia de atender la crisis ambiental, ofrece del mismo modo una respuesta no solo al por qué hemos llevado al mundo a tal punto crítico, sino una alternativa cosmológica que guía al humano en su recorrido por una recomposición de aquello que ha sostenido como paradigma a lo largo de siglos de historia. A pesar de no otorgar soluciones y alternativas científicas para contrarrestar la huella ecológica del humano, sí se ocupa de otorgar las soluciones no técnicas al conflicto, que son en realidad la raíz y cimiento de la reforma ambiental que se busca alcanzar. Las soluciones técnicas, según las describió Garrett Hardin, son aquellas que atienden el problema únicamente desde su superficie, sin un verdadero cambio de valores y actitudes. 69

La crisis ambiental es una que no puede ser atendida con soluciones técnicas, sino que debe procurarse el problema desde su misma base. Es por esta razón que diversos pensadores de la Ética Ambiental han dedicado gran parte de su trabajo a realizar un recuento histórico que ofrezca la raíz misma de la crisis ambiental, como lo realizó Lynn White Jr., quien encontró y narró las raíces históricas de nuestra crisis ecológica. A lo largo de siglos de historia de raza humana hemos podido percatarnos que los problemas tienden a disolverse únicamente cuando la solución se posiciona en un nivel subverbal, donde no son los levantamientos armados y belicosos los que ponen fin al conflicto, sino que cesan en el momento en que la mayor parte de la población no solo entiende, sino comprende la razón, y florece así una nueva era de reforma. Es por esto que nuestra sociedad se encuentra en una real necesidad de introducir la Ética Ambiental, y hacerle parte latente de nuestra educación y cultura. El remover las pedreras del Cerro de las Mitras, el prohibir los circos con animales, el promover normas que castiguen el maltrato animal, el sancionar la contaminación de aguas por parte de las fábricas, entre otras, son medidas sumamente necesarias para atender la crisis ambiental local, sin embargo, son soluciones técnicas que por sí solas no frenarán el conflicto. No es posible cambiar a alguien que desconoce el error en sus acciones, y por esta razón, aunque se haga intentos por regular a través de sanciones, quien no vea el mal en sus actos continuará cometiéndolos. De esta manera se concluye la urgente necesidad de instruir a la sociedad de la Zona Metropolitana de Monterrey en las líneas de pensamiento que promueve y defiende la Ética Ambiental. Con la finalidad de frenar el creciente desequilibrio ambiental, las extinciones secuenciales de actuales y antiguos cohabitantes endémicos de la zona, así como la alarmante 70

contaminación del aire, se propone tomar la acción inmediata de colaborar a través de la educación en la reconstitución de personas humanas preocupadas y ocupadas por la biodiversidad, la convivencia y el bienestar ambiental, transformando al humano no en conquistador de la Tierra, sino en un simple miembro y ciudadano de ella.

Yo, Gabriela Salazar, declaro que he realizado este Programa de Evaluación Final con estricto apego al Código de Honor de la UDEM. 71

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