Julia VICIOSO, Restauración y Latinoamérica. La Reconstrucción en la restauración. El caso del campanario de la Catedral Primada de América en Santo Domingo, in «Archivos de Arquitectura Antillana» 2 (Santo Domingo), septiembre 1996, pp. 31-33.

July 31, 2017 | Autor: Julia Vicioso | Categoría: Heritage Conservation, Colonial Latin American History
Share Embed


Descripción

ARCBIVC)S DE ARQUll'EC11JR1l AN'IDJANA Revista Internacional de Arquitectura, Urbanismo, Historia y Cultura en el Gran Cari be

Ano 1 / Numero 2 / Septiembre 1996

"Se trata, basicamente, de resolver el conflicto entre la arquitectura internacional, impersonaI y estandarizada y la arquitectura vernacula ... Ahora bien, es que las dos tendencias son realmente irreconciliables?" Marcello Piacentini

Bocetos del Arq. Mjguel Vi/a para el bloque de habitaciones del Hotel Capella Beach Resort en Juan Dolio, Rep. Dominicana.

Hotel Capella Beach Resort

Dos obras recientes

Miguel Vila Luna; Juan Dolio, Rep. Dominicana.

Bruno Stagno; San José, Costa Rica.

Aeropuerto Internacional de Punta Cana

Arquitectura para una latitud

. Oscar Imbert; Punta Cana, Rep. Dominicana.

Biblioteca y Plaza Comunal de El Mabito Emilio Martinez; Dorado, Puerto Rico.

National Minority AIDS Council Peter F. Hapstak, III, AIA; Washington D.C., EUA.

Bruno Stagno

La Habana siempre, siempre mi Habana Mario Coyula

Siete anotaciones para pensar la Arquitectura Latinoamericana Silvia Arango

Antigua Iglesia Parroquial de Barahona

Un capftulo que falta en la historia de la Arquitectura Latinoamericana

Gustavo Luis Moré; Barahona, Rep. Dominicana.

Emilio José Brea Garcia

1.\1.\1\

Restauraci6n y Latinoamérica

:n

ARCHIVOS DE ARQUITECTURA ANTILLANA "Cada uno de nosotros tiene el deber de vigilar el justo orden del paisaje terrestre, cada uno con su espiritu en sus manos, en la posicion que le compete, para evitar hacer /legar a nuestros hijos un tesoro menor que el legado por nuestros padres." William Morris

La reconstrucci6n en la restauraci6n: El caso del campanario de la Catedral Primada ·d e América en Santo Domingo Julia Vicioso

Si endo la restauracion una operacion orientada a asegurar en el presente la subsistencia de una obra de reconocido valor historico y artistico y su trasmision al futuro, nos encontramos frecuentemente enfrentando uno de los problemas conceptuales de la conservacion: las partes que anadir (reconstruir o completar, parcial o integralmente) . El problema de las partes anadidas se presenta generalmente, para los elementos que ya no existen actualmente (a completar), sea porque nunca fueron iniciados o completados por varios motivos (economicos, constructivos, proyectuales, etc.); sea por h~ber sido destruidos (de reconstruir) por motivos constructivos, por falta de mantenimiento o por motivos accidentales (terremotos, bombas, actos vandalicos varios, etc.)

La reconstrucci6n o terminaci6n de una estructura que falta se pudiera considerar una operaci6n al mismo niveI conceptual. Lo importante es el resultado final. Estas operaciones pueden presentar las siguientes alternativas: 1. - La reconstrucci6n en "esti/o n (la lIamada "restauraci6n esti/istica n) con materiales iguales y técnicas modernas. deducibles por analogia con otros monumentos simi/es estilistica y cronol6gicamente (Alcazar de Col6n en Santo Domingo o la piramide de Tenochtitlan en México) y/o por documentaci6n iconografica o de archivo. 2.- La reconstrucci6n con "formas simplificadas y diferenciadas· (campanario de la Plaza de San Marcos en Venecia). 3. - La reconstrucci6n por "anastilosis·, recomponiendo la unidad formaI de la obra usando 105 mismos elementos originales caidos (puente Santa Trinidad en Florencia, Italia). 4.- La reconstrucci6n en "modemo ambientadon, con nueva arquitectura, pero "ambientada n similarmente en lineas y volUmenes a las formas antiguas (Logia del Capitan en VICenza, Italia). 5.- La reconstrucci6n en forma "modema· con nueva arquitectura (Ias edificaciones del centro de la ciudad de Colonia, Alemania).

I

l

En el campanario de la Catedral de Santo Domingo tenemos un tipico caso de una parte de un monumento que no lIego a completarse, como ocurria algunas veces con las fachadas de las iglesias. Se lIego a construir solo el primer nivei de la torre que debia sostener las campanas de la catedral. Se trata de una maciza estructura en bloques rectangulares de piedra caliza, seguramente perteneciente a la fase originai de la construccion de la catedral (c.15201535) y que ahora sirve de base a una liviana estructura (espadana) que fue construlda quizas provisionalmente, para sostener las campanas. Es muy probable, que por la precaria condicion economica de la ciudad amurallada no se presentara la intencion de completar la imagen mutilada que presentaba el imponente ingreso occidental de la catedral. Hist6ricamente, las primeras nociones que tratan las partes que "anadir", buscan lograr obtener la recomposicion formai de una obra usando partes originales o la reproduccion no diferenciada de éstas. Este criterio fue codificado en Europa en el siglo XIX donde prevalec1a la posicion culturai de la teoria francesa. Se trataba principalmente de los estudios y los enunciados difundidos en Europa por Eugene

Emmanuel Viollet-Ie-Duc (1814-1879) , los cuales hablan determinado la corri ente conocida como "restauracion estillstica", una operacion que persigue devolver al monumento un estilo "que le es debido". Seria la version del siglo XIX del concepto de la "concinnitas" (término en latin sobre el mantener la armonia entre las partes) apto para definir la terminacion, por ejemplo, de la fachada de la iglesia medieval de Santa Maria Novella de Leon Battista Alberti , realizada en el 1450 siguiendo el estilo que ya tenia. El hecho de haber profundizado los conocimientos sobre la arquitectura gotica, habla lIevado a Viollet-Ie-Duc a completar una enorme cantidad de edificios goticos en Francia, "como deberlan haber sido", siguiendo criterios de analogia con otras obras similares, por esto hoy en dia en Francia, es casi imposible diferenciar las construcciones originales de las partes anadidas por Le-Duc. A grandes rasgos, estos conceptos de la "restauracion estillstica", en boga en Europa durante finales del siglo XIX e inicios del XX, condujeron a consecuencias consideradas, hoy en dia, desastrosas porque determinaron claramente varias destrucciones sistematicas. No hubo lugar para evaluaciones sobre la complejidad de muchos edificios que fueron inevitablemente alterados y aislados. Estas restauraciones realizadas en nombre de una unidad estillstica continuan aun en los palses de Europa del Este, y en muchas partes de América Latina, con reconstrucciones , terminaciones y sustituciones en gran escala de partes faltantes. Ni el ojo del simple observador ni hasta el del mas experto, una vez pasados algunos anos, puede darse cuenta de lo que es nuevo y de lo que ya existia, con la consecuente mezcla de lo falso con lo auténtico. Por otra parte, y en el mismo siglo XIX, tenemos la posicion cultural de la teoria inglesa que se basa ba en el absoluto respeto del estado en que se encontraba un monumento (una renuncia fatalista) . John Ruskin (1819-1900), de formacion literaria y critico de arte, fue el mayor representante de esta tendencia. La posicion de Ruskin era una concepcion de origen romantico, que consideraba la historia como un acto unico e irrepetible. Aludia al concepto de autenticidad, lo que se convirtio en la base del moderno concepto de restauracion de monumentos. Sin embargo, a pesar de su gran amor por los monumentos, aceptaba que éstos desaparecieran con el tiempo, afirmando que cada monumento debla conservarse como documento sin ser tocado . También exclula la consolidacion de algunas obras que estaban por caer (vision romantica de la ruina abandonada) prefiriendo, en la mayor parte de los casos, renunciar al peligro de tocar el monumento. En otras palabras, mientras Viollet-Le Duc prevela intervenir, muchas veces radicalmente, Ruskin sostenia la posicion limite de una absoluta y rigida conservacion. Dos posiciones entre un técnico erudito y un poeta que ha visto en la arquitectura, la relacion entre la ética humanista y la estética. La posicion conservadora de Ruskin tuvo menos seguidores que la de Le-Duc, pero en algunos casos fue util para frenar los excesos y las contrafacturas de la restauracion estilistica. Por ejemplo, fue provechoso en el caso de las protestas a la restauracion de Berchet del palacio lIamado "Fondaco dei Turchi" en Venecia (1895) y tuvo gran influencia sobre el libro Guerre aux demoliseurs de Victor Hugo publicado en Parls,con motivo de la terminacion en aquelIos anos,de la catedral de gotica de "Notre Dame". Pocos anos después y con el mismo esplritu critico, aparecen dos escritos contra un proyecto presentado para la reconstruccion del campanario de la Catedral de Santo Domingo: un ensayo de Pedro Henrlquez Urena "La Catedral" (Horas de Estudios, Paris 1910) Y una poesia del mejicano Alfonso Reyes (publicado por Flérida de Nolasco

Ensayos sobre Pedro Henriquez Urena, 1966, (ver apéndice final) . Se trata, como explica el mismo Henriquez Urena, de la influencia literaria de John Ruskin . Es interesante notar que a pesar de Urena haberse opuesto a la reconstruccion del campanario, en realidad, también él habla sido influenciado por los efectos fascinantes que ejercen las fieles reconstrucciones productos de la restauracion estilistica. El intelectual dominicano se lamentaba de que solo uno como Viollet-Ie-Duc seria capaz de realizar una tan fiel reconstruccion del campanario. Era el periodo en que la torre de la plaza de San Marcos en Venecia habla colapsado por problemas estructurales (1902) y se presentaban varios proyectos para su reconstruccion. Una década mas tarde en Italia, se comienzan a delinear teoricamente las consideraciones de caracter negativo de los enunciados de Viollet-Ie-Duc y de Ruskin con Camilo Boito (1836-1914), seguido de Gustavo Giovannoni (1873-1947) , codificandose la lIamada restauracion filologica o cientlfica. Estas ideas teoricas fueron expuestas en el primer Congreso de Ingenieros en Italia (1879 y sucesivamen te en eI1883) 'conocido como el primer documento a contener los criterios modernos de la restauracion. Para la restauracion filologica, el documento era el instrumento para poder operar una reconstruccion o una terminacion. Precedentemente, el documento era solo un instrumento. Las nuevas oposiciones a las teorlas de la restauracion estil1stica se proponian con criterios mas estrictos basados en la verdad historica. Cada fase del edificio se debia respetar, en lugar de operar las pseudo reconstrucciones ayudadas por interpretaciones analogicas. De este modo , el principio de la restauracion estil1stica, por el cual restaurar un edificio es completarlo de una forma en la que pudo "quizas nunca haber existido", viene reconocido como un criterio "anticientlfico" por las falsificaciones arbitrarias. En 1931 en Atenas, fue celebrada la primera conferencia internacional de restauracion , donde sobresal1an el italiano Gustavo Giovannoni, el espanol Torres Balbas y el francé.s Paul Leon. Fue reformulada una serie de once enunciados de caracter generai -de conceptos ya difusos en Europa- que fue lIamada la Carta de Atenas. Era el primer documento de caracter internacional sobre la restauracion que condujo a la definicion de la "restauracion cientlfica", legitimizando el poder completar un edificio de valor historico. Se trataba solo de tener que aplicar los criterios de la distincion entre el material originai y el anadido, y el de las formas simplificadas para las partes anadidas: "Que en las partes anadidas demostradas necesarias, o para obtener el consolidamiento, o para lograr una reintegracion total o parcial , o para poder usar practicamente el monumento, el criterio esencial que se debe seguir, ademas de limitar lo menos posible dichos elementos nuevos, debe ser el de darles un caracter de desnuda simplicidad y de corresponder al esquema constructivo; y que solo se pueda admitir en un estilo, el asemejar la continuacion de las lineas existentes en casos en que se trate de expresiones geométricas sin individualidad decorativa" (Carta de Atenas, art1culo 7). (*) La importancia de los criterios de la distinci6n y de la simplificaci6n han sido una gran contribucion a las modernas teorlas de la conservacion, porque como explicaba César Brandi, considerado el padre de la moderna teoria de la conservacion: "que la materia pueda ser la misma no es suficiente para autorizarnos a completar un monumento incompleto o danado, porque la historizacion que tomarla la materia para la nueva utilizacion, no debe resultar retrodatada, o se estarla cometiendo un falso historico ademas de estéti-

>

l ARCHIVOS DE ARQUITECTURA ANTILIANA

:12 Abajo izquierda: Catedral de Santo Domingo. Postal de inicios de siglo que muestra el campanario que nunca fue completado. A él se refirio aSI el Dr. Joaquln Balaguer en La Ciudad Romantica: "La Catedral de Santo Domingo, la vieja catedral sin torre, como la Victoria de Samotracia sin cabeza, es la mas pura interpretacion que se haya hecho del estilo gotico, con adobos del romanico y del renacentista, en tierra americana."

AI centro: Iglesia de San Giorgio in Velabro, en Roma. Foto tomada el dia de su reinauguracion (julio de 1996), luego de ser reconstrulda tras ser bianco de un atentado terrorista. Detalle del portico. A la derecha: Campanario de la Plaza de San Marcos en Venecia, reconstruldo después de su total colapso en 1902. Foto correspondiente a su actual proceso de restauracion (1996).

II i co". Las destrucciones provocadas en Europa por la Il Guerra Mundial (hacia el 1942-1945), a su vez, pusieron en crisis los enunciados sobre las partes a anadir, ya que junto con los problemas practicos de las reconstrucciones, los edificios tratados con "formas simplificadas y materiales diferenciados" tenian el triste aspecto de una maqueta en escala real. Ademas, se comenzaron a verificar importantes razones espirituales por la exigencia de tener que restituir la memoria, como queriendo cancelar el evento reciente que habia provocado el dano. En estos casos, una rigurosa vision del criterio de la autenticidad se proponia como abstracta e inadecuada. Fue, por ejemplo, el caso de la reconstruccion "donde era y como era" del centro de Varsovia, después de su destruccion durante la Il Guerra Mundial. Son ejemplares también los casos recientes de la reconstruccion "donde era y como era" de las partes destruidas de la iglesia paleocristiana de San Jorge al Velabro en Roma (destruida parcialmente por una bomba terrorista en junio de 1993) y la reconstruccion del interior del teatro La Fenice de Venecia (destruido por un fuego en enero de 1996). En la década del 50, entre las mayores autoridades de la restauracion en el mundo especialmente con Roberto Pane, seguido de Argan, Pica, Brandi, Bonelli, Papini, Longhi, De Angelis, Phillipot, Grassi, Zevi y Miarelli, se comienza a definir una de las mas recientes tendencias de la restauracion lIamada la "restauracion critica". Fue un concepto definido como acto critico y creativo, rigurosamente controlado por la comprension y la evaluacion critica. Caso por caso, ligado a la originalidad y a la irrepetibilidad de los acontecimientos historicos y de la cualidad artistica de cada obra. En otras palabras, la restauracion critica deberia acentuar el aspecto figurativo de la obra, respecto al aspecto historico y ademas, considerar la restauracion filologica o cient1fica, como carente de una interpretacion critica del valor artistico de la obra, por lo cual reconstruir es el peor de los males. Podemos citar a Renato Bonelli, uno de los principales representantes de la "restauracion critica" sobre el tema: ., "La i,ustificacion de la restauracion como operaclo.n que modifica el cuerpo propio de un edificio, implica refenrse a un determmado concepto de arte y de arquitectura y a la adhesion a un adecuado criterio historiografico, indis-

pensable fundamento teorico que, después del 1880, la restauracion habia tomado del retrasado positivismo de los arquitectos historicos y del pragmatismo empirico de los teoricos de la construccion [ ... ]. Esta fecha cae alrededor del 1944, cuando la restauracion filologica , impropiamente lIamada cient1fica, viene sustituida por la restauracion critica. [ .. .] es evidente que la preocupacion por todo lo que se pueda o deba anadir, por motivos de conservacion o de practica utilizacion, constituia una disminucion mas o menos evitable. Ahora es claro que en este campo -tan complejo por la variedad de casos- sea absolutamente imposible establecer verdaderas normas. Es también notable, del resto, que el uso de ciertos procedimientos, como aquellos que se basan en la admision de formas anodinas -porque se entiende que ellas "no disturban"- han sido y todavia son los peores. Con esto, bien entendido, no se quiere dar paso a encarar las novedades a todo costo, sino solo afirmar que el problema aludido es un problema justo - asi como aquel problema, que en notable medida se nos presenta en cada obra de restauracion, no se limite a un invisible consolidamiento estatico. Por norma generai, por consiguiente, no parece poder recomendarse otra cosa que no sea el tener siempre presente la mas absoluta discrecion como premisa para cualquier intervencion". Podemos concluir que es muy importante poder considerar y sobre todo el nosotros poder aprovechar la experiencia de la investigacion teorica y practica de los dltimos siglos en los paises europeos de fuerte tradici6n en el campo de la restauraci6n. Por ésto, pudieramos hablar de reconstruir o de completar una obra arquitect6nica de un cierto valor historico y estético, solo si se pudiese demostrar que es absolutamente necesario para la subsistencia presente y futura de la unidad formai (raz6n estética) y/o estructural de la obra, (razon técnica). La reconstrucci6n deberia ser hoy en dia limitada al minimo posible para evitar ulteriores danos materiales y estructurales en los edificios de valor hist6rico artistico, ademas de los estéticos, considerando que el tener que "proyectar" la reconstruccion de una estructura como la del campanario, seria una operacion bastante dificil y comprometedora. Por ésto, reintegrar la imagen de una obra artistica o arquitectonica, deberia limitarse a una serie de operaciones que no modifiquen directamente la realidad fisica de la obra, como lo pudieran ser el mantenimiento, el refuerzo estructural compatible o la

liberaci6n al minimo. En nuestro caso espec1fico, no tenemos los instrumentos para demostrar que reconstruir o completar el campanario de la Catedral de Santo Domingo sea una operacion necesaria para la unidad figurativa de su imagen, siendo ya la Catedral, estilisticamente, un palimpsesto formaI. Desde el punto de vista de la estabilidad estructural fue presentado recientemente un proyecto para la reconstruccion de la torre ante las autoridades de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, en ocasion de los trabajos de propuesta que intentaban demostrar que la reconstruccion del campanario era necesaria estaticamente para la supervivencia de la Catedral Primada de América. También en este caso, sin tener que abundar sobre el tema, se deberia profundizar un poco mas sobre la construccion de las estructuras tradicionales como la solida tipologia de catedral de casi 500 anos de edad, antes de efectuar propuestas que pudieran alterar irreversiblemente la imagen, la estructura y sobre todo la memoria de un monumento tan importante para la historia del continente. (*) Los enunciados de la primera Carta de la restauracion fueron revisados criticamente, primero en el Congreso de Venecia en 1964 (Carta de Venecia) y sucesivamente en diversas ocasiones a partir del 1972, pero con menor interés que las primeras ediciones, debido al caracter generai que limita los enunciados que proponen las famosas "cartas de la restauracion".

Apéndice

Catedral de cien blasones! Y como te quieren mal los que intentan con bai don es cubrir tus mutilaciones, Catedral! Cuan livianos los livianos que, al mirarte desigual, piensan en tenir los canos cabellos de los ancianos, Catedral! Y pues hay manos herejes, que hurgan la herencia inmortal que con tus manos proteges, No las dejes, no las dejes, Catedral! Pon un grito en tus campanas (Ah! de los usurpadores!) Y a las tierras quisqueyanas lIama a las sombras cristianas de aquellos conquistadores. Ellos escalen tus muros para prevenir la gesta,

I

ARCOIVOS DE ARQUITECTURA ANTILUNA revistan los pechos duros, y con los brazos seguros armen la tensa ballesta ... Alfonso Reyes citado por Flérida de Nolasco. Ensayos sobre Pedro Henr{quez Ureiia, 1966.

, "I

La Catedral No habléis de reconstrucciòn! clamaba Ruskin, el maestro de Las siete lamparas de la arquitectura. Lo que fue, por obra y gracia fe de hombres ya idos, de la fuerza y el saber de siglos ya muerde la tos, no puede, en el flujo perpetuo de las cosas, tornar a ser jamas. Lamentadlo, como Heraclito; celebradlo, si os seduce la ilusiòn del progreso; pero no soiléis en reproducir el pasado. (,No veis que, si fuera dable, reaparecerian los mundos extintos, al esfuerzo animador de los espiritus soberanos: los fecundos volverian a vivir en Atenas, los superficiales repoblarian Versalles? !Respetad lo antiguo! Conservadlo; hacedlo vivir contra la invasiòn destructora de la vejez; hacedlo vivir con vida propia; para elio, debéis ser sabios, en modo tal que cada toque vuestro sea timidamente fiel a la inviolada armonia del conjunto. No lo modernicéis, queriendo colocar !barbara labor! sobre la tragedia de los siglos la mascara irrisoria en una edad sin arte o sin fe; no lo adicionéis, pretendiendo completar la obra en que la edad pretérita dejò caer la mano cansada, como el héroe de Manzoni. !Sabed amar lo incompleto! La Victoria de la tracia Samos, la Afrodita de la roquena Melos, no os hablaran si no sabéis amar su mutilaciòn gloriosa. (,Seriais osados a retocar la incorregida Eneida, a terminar cuando abandono, iniciado apenas, la vida incalculable de Leonardo, cuanto dejò inconcluso la juventud atormentada de Shelley o de Chernier? !Amad la catedral sin torre! !Sabed amar la Catedral de Santo Domingo! Grave, si no austera; solemne, si no majestuosa, permanecera muda, en el abatido orgullo de sus cuatro siglos, si no sabéis admirar su vi da profunda. !Obra tipica en verdad! Como el mas antiguo monumento del dominio espanol en América, conserva en sus vigorosas Iineas, en sus masas poderosas, en su ornamentaciòn severa, el sello del siglo XVI. Cuando ella nacia, a su alrededor germinaba el impulso de las grandes conquistas; acaso recuerda el brio anheloso de Cortés, la piedad enérgica de Las Casas, la actividad multiple de Oviedo. Pobre y desconocida, puede, sin embargo, decirse clara hija del gran siglo castellano fuerte y sobrio. !Ay! No conserva mas prestigio pictòrico que La Virgen de la Antigua, con su rica tonalidad pardusca. Sus cuadros sagrados deberian ser obras de los precursores de Velazquez; su invocaciòn el "Cantemos al Senor", de Fernando de Herrera. No sufre delirios misticos; ni los derroches del estilo plateresco, ni las extravagancias del churrigueresco; ni la opulencia de oros y cedros que colmò los templos de México y el Peru. Sus vicisitudes han sido las mismas de la tierra desdichada que la sustenta. La prematura decadencia de la colonia la dejò sin torre; los piratas le arrebataron sus esculturas; la barbarie piadosa borrò la pintura sacra de sus columnas, destruyò la clasica silleria de su coro, manchò de amarillo sus muros exteriores y blanqueò su interior como sepulcro de fariseo; el fanatismo por la memoria del Descubridor la ha converti do en asilo de inartistica mole de marmol. (,Quéreis infligirle nueva afrenta? !Detén la mano, Caliban: ya es tiempo! (,Eres acaso el misterioso arquitecto, sabio en estilos romanticos y gòticos, evocador del viejo espiritu espanol, capaz de erigir, tras luengos anos de meditar, una torre digna del siglo de la conquista? (,Eres acaso el artista que sonò Rodenbach para restaurar a Brujas, desterrando de sus edificios poblados de silencio las profanadoras reformas modernas? (, Eres acaso Viollet-Ie-Duc, prodigio de la ciencia y de amor, que consagra toda su existencia a estudiar, ojiva tras ojiva, gargola tras gargola, y a completar, en los limites de lo sabiamente posible, los monumentos de la Francia medieval? No: eres siempre Caliban; ignoras hasta su incapacidad; ignoras que aun la labor del sabio se estima imperfecta; ignoras que si algo pudieras ensayar, en honra del viejo tempio, es limpiar sus muros, volviéndolos al natural color de la clasica piedra gris. !No habléis de torres! San Marcos de Venecia también esta sin torres; los arquitectos conocen de memoria, conservan en dibujo sus piedras todas; y sin embargo, !Cuanto se ha dudado para decidir que vuelva a alzarse, frente a la piazza lIena de aves blancas, la legendaria silueta del Campanile! Pedro Henriquez Ureila. Horas de Estudio, Paris 1910. Sobre la Catedral Primada de América, ver Luis E. Alemar, La Catedral de Santo Domingo. Santo Domingo, 1933. Erwin Walter Palm, Monumentos Arquitectonicos de la Espaiiola. Santo Domingo, 1955. Eugenio Pérez Montas. Republica Dominicana. Monumentos Historicos y Arqueologicos. México, 1984. Maria Ugarle, La Catedral de Santo Domingo. Santo Domingo, 1992. José Manuel Battle Pérez, La Portada de la Catedral de Santo Domingo. Santo Domingo, 1996. Julia Vicioso es una arquitecta con un doctorado en restauracion arquitectonica en la Universidad La Sapienza de Roma. La autora agradece a Elvira Cross-Frias (UNESCQ, Paris) y a Frank Moya Pons la orientacion de fuentes sobre Pedro Henriquez Urefia.

II

l

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.