Jóvenes y Trabajo en Internet

June 22, 2017 | Autor: José Cerón | Categoría: Cultural Sociology, Internet Studies, The Internet, Jóvenes, Poder, Trabajo
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Descripción

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”  

Jóvenes y Trabajo en Internet José Angel Cerón Hernández1 Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa

Resumen: La creación de valor en Internet, vista desde la noción de los “nuevos trabajos”, coloca a los jóvenes en un momento de transformación sin precedentes en la generación de valor y cultura. Y son éstos quienes, aprovechando este espacio, se colocan en lugares privilegiados, o no, donde el poder a través de manifestaciones simbólicas se hace presente. Esta ponencia tiene como objetivo el de presentar un acercamiento a la dinámica laboral de Internet a través de la Industria Creativa, y cómo, a través de ésta, forma parte en la construcción de símbolos culturales y de ejercicio de poder sobre los individuos y sus cuerpos. Palabras Clave: Trabajo en Internet, Industria Creativa, Poder, Cultura, Jóvenes. Abstract: Value creation on the internet, view from the notion of “the new jobs” offers young people a time of unprecedented change in the generation of value and culture. And taking advantage of this, young people are taking privileged places, or not, where the power of symbolic manifestations is present. The aim of this work, is to submit an approaching to the dynamic labor of Internet through the creative industry and how it takes part in the construction of cultural symbols and exerts power over people and their bodies. Key Words: Internet Working, Creative Industries, Power, Culture, Young people.

                                                                                                                1  Licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana. Ayudante de Posgrado en Maestría y Doctorado en Estudios Sociales, Línea Estudios Laborales. Contacto: [email protected]   1  

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”   Introducción Resulta complicado aún hoy, introducir a la discusión académica el concepto de “Trabajo en Internet”, a pesar de que es común ya incorporar el aspecto simbólico a los niveles de análisis de las esferas económicas, políticas o culturales. Si bien la noción de Trabajo No Clásico justifica la creación de valor en trabajos inmateriales, el Internet resulta todavía un campo de análisis sui géneris para ver nuevos trabajos. En este tono, resulta también intricado considerar que en el desarrollo de esta actividad tiene como uno de sus resultados, poder y creación de símbolos culturales, ya que todavía hay quien relega el aspecto cultural como secundario para el análisis de los fenómenos sociales. Es cierto que en la sociedad del conocimiento, el internet se ha vuelto el eje central para la informatización de todos los sectores sociales. Con ello surge la pregunta: ¿cómo podemos trazar un concepto de cultura de internet en jóvenes? Además de ¿quienes o qué construyen esta cultura?. ¿Serán estos jóvenes por sí solos, o trabajando en conjunto, capaces de colocarse en lugares privilegiados y generar poder? La sociedad de la información exige cada vez más el desarrollo de habilidades en el manejo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC's) para poder insertarse en el mundo laboral o relacionarse de forma “adecuada”. Con el surgimiento de internet, se manifiestan nuevos canales de flujo de dinero. Ante ello, los jóvenes están ante un nuevo panorama en el cual, el manejo de las TIC's no es una habilidad sobresaliente, sino un requisito primordial. Son ellos mismos quienes buscan alternativas para generar sus propios recursos mediante el uso intensivo del internet. Con ello, deciden crear contenidos susceptibles a ser rentabilizados en internet, haciendo de éste su sustento. Ante estas nuevas dinámicas de comunicación e interacción, nos encontramos ante un proceso de transformación en la generación de dinero y 2  

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”   cultura sin precedentes, lo que nos lleva a pensar en nuevas formas de ver las relaciones sociales y de empleo, distantes de las formas clásicas de la concepción de éstas. Los nuevos fenómenos de interacción entre actores en el contexto mundial actual hace pensar, no solamente en nuevas formas de valorización, sino a nuevas formas de interacción. A partir del giro cultural en las ciencias sociales, podemos decir que la Cultura no es exclusiva de la Antropología, es por ello que queremos en este trabajo abordar desde una perspectiva sociológica la cuestión del poder cultural de los jóvenes a través del acercamiento a elementos del trabajo en internet. Con la intención de presentar inquietudes conceptuales y metodológicas para poder comprender el fenómeno que se encuentra cada vez más presente en nuestra cotidianidad.

Jóvenes y Trabajo en Internet Los jóvenes tienen hoy un mayor nivel educativo que las generaciones precedentes a ellas, en promedio más años de escolaridad, una formación más amplia, y menor acceso al empleo que en otros tiempos duplicando o triplicando la desocupación de sus padres (Hopenhayn, 2008). Esto se vuelve un problema porque cada vez más vemos que los jóvenes, al estar más capacitados, aún así no obtienen empleos bien remunerados o relacionados con su formación. Vemos que hasta hace unos años, el uso de paquetes ofimáticos, el dominio de una lengua extranjera o tener educación superior eran componentes de un perfil laboral deseable, ahora son requisitos indispensables para tener un trabajo incluso de una calificación no muy elevada. Ante este panorama desolador en México y el resto de América Latina, donde la inserción laboral para los jóvenes resulta un problema para el desarrollo profesional de éstos, se ha iniciado un movimiento el cual, el uso intensivo de las 3  

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”   Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s) se ha vuelto parte de la creación de valor a través de las industrias creativas o en el proceso de producción manufacturero e industrial en sí. En la última década del siglo XXI, como parte de las crecientes innovaciones tecnológicas en el ámbito de la información (TIC’s), así como el proceso en el cual nuevas modalidades de trabajo y de transferencia de recursos a través de la producción simbólica, se manifiestan cada vez más nuevos canales en los cuales el flujo de dinero se presenta en formas de trabajo que emplean cada vez más este medio intensivo de información y tecnología (Castells, 1999). Visto como un nuevo canal de flujo de valor, el internet; que en última instancia se manifiesta en la forma de dinero, se ha vuelto objeto de gran interés por quienes desean obtener beneficios por los contenidos que ahí puedan crearse. Volviéndose así parte de las crecientes innovaciones tecnológicas en el ámbito de la información, haciendo que nuevas modalidades de trabajo y transferencia de recursos –monetarios o simbólicos- se manifiesten y sean parte de la cotidianidad para muchas personas en el globo. Con esta nueva dinámica, empresas, organizaciones civiles y estados nacionales, miren y apuesten al ciber espacio para ampliar su margen de acción. Para ello, su ingreso en las redes sociales se ha vuelto elemental para integrarse a estos nuevos procesos de interacción e intercambio cultural y económico. De este modo ha ocurrido que cada vez más surjan personas que deciden ser productores de contenido susceptible a ser rentabilizado en internet, cuyo medio de vida y principal fuente de ingresos provenga de esta medio. Ya sea insertando publicidad en los contenidos que producen, creando software o aplicaciones; realizando

compra

y

venta

de

artículos;

transmitiendo

contenidos

de

entretenimiento, y muchos más, siempre y cuando el intercambio de realice en el ciberespacio, es cuando se rentabiliza y se genera valor con el trabajo de una gran variedad de sujetos. (Cerón, 2015) 4  

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El uso de espacios cibernéticos ha tenido un gran impacto en el comercio de contenidos culturales, ya que funcionan como un ámbito e intercambio de contenidos y de información. Independientemente de las posibilidades de comerciar obra, estas plataformas permiten que los artistas accedan a redes de creadores y, por medio de la interacción, enriquezcan sus propios procesos creativos. (Gerber y Pinochet, 2013: 86) Industrias creativas a nivel global La economía creativa, que incluye productos audiovisuales, diseño, “new media”, artes, publicidad y artes visuales, es uno de los sectores que ha crecido rápidamente en la economía mundial. Es altamente adaptable en términos de los cambios generacionales, así como en la creación de trabajos y la exportación de ingresos. Entre 2002 y 2011, los países que desarrollan esta economía han tenido un crecimiento del 12.1% anual en exportaciones en bienes creativos. También El impacto de la cultura en la economía se fue demostrando estadísticamente en los últimos años. Para 2011, Unesco estimaba que las industrias culturales y creativas contribuían con el 3,4% del PBI mundial. También es importante el impacto en el comercio internacional de los bienes y servicios creativos, la quinta “mercancía” más transitada del planeta. (UNESCO, 2014). Como mensaje principal del Special Edition of the United Nations Creative Economy Report, que fue co-publicado por la UNESCO, señala que el intercambio mundial de los bienes crativos y los servicios han generado 624 mil millones de dólares en 2011, que sinifica el doble generado entre 2002 y 2010 en su conjunto. Al mismo tiempo, la creatividad y la cultura también han tenido un valor significativo no monetario que contribuye al desarrollo de la inclusión social, para dialogar y entender a grupos sociales subestimados (UNESCO, 2014) . Por supuesto, los valores que expresan la realidad sectorial varían de acuerdo a qué se esté midiendo. Un muy buen indicador es el PBI Cultural, que comprende el 5  

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”   valor generado por las actividades de las industrias del cine, la radio, la televisión, la música, las publicaciones periódicas y el libro junto a las de bibliotecas, archivos y museos y otras actividades culturales y “no culturales” (que en este nivel no resulta posible excluir, como las deportivas). Una de sus fortalezas es permitir comparaciones entre países. A pesar de que la noción de la industria cultural fue acuñada hace varias décadas, sus límites todavía no se encuentran del todo establecidos. Algunas definiciones institucionales han señalado que se trataría de industrias que “combinan la creación, la producción y la comercialización de contenidos intangibles y de naturaleza cultural, normalmente protegidos por copyright“ (Alianza Global para la Diversidad Cultural, UNESCO, 2006). Throsby (2011) señala que las industrias culturales que producen bienes y servicios culturales, siendo estos productos que exigen creatividad en su producción, transmiten algún tipo de significado en su contenido e incorporan, aunque sea potencialmente, algún elemento de propiedad intelectual. Lo creativo, para él, es cualquier rubro industrial en el que la creatividad esté presente. Throsby y Zednik (2010: 8) apuntan a una clasificación de los tipos de trabajo artístico que distingue en tres formas de ocupación: el “trabajo creativo” su práctica principal-, el “trabajo relacionado al arte” -donde se incluirían las labores de docencia, escritura o administración dentro del campo artístico- y el “trabajo no artístico" Entonces, ¿cómo podemos identificar y caracterizar en cierta medida a las personas que crean contenidos en internet?. Cabe señalar que en buena medida son los jóvenes quienes están apostando a este sector; sobre todo en el ciber espacio ya que éste provee de un campo en el que la creatividad puede ser expresada de forma libre ya que al tener una audiencia global, puede encontrar al espectador que esté dispuesto a adquirir lo creado o bien apreciarlo. Para ello los 6  

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”   veremos como emprendedores. Rowan (2010: 89) entiende a los emprendedores como aquellos profesionales que “entienden las estructuras del mercado sin perder, por ello, especificidad y dominio sobre el ámbito cultural”. En EU y en UK y otros países son llamados trendsetters por su capacidad de marcar tendencias; en Belgica, España y Francia se nombran emprendedores por el modo de auto organizarse al margen de las instituciones y grandes empresas, y en Francia se les dice intermitentes, aludiendo a la “discontinuidad continua” en la que se suceden “compromisos y proyectos (De Heusch et al, 2011; Florida, 2010; McRobbie, 2007; Rowan, 2010). Nestor García Canclini reflexiona sobre este tipo de trabajo cultural en jóvenes al cuestionarse que “¿Serán los individuos por sí solos capaces de superar las contradicciones del capitalismo si tienen suficiente iniciativa, capacidad de asociación, uso avanzado de las TICs y posicionarse en lugares privilegiados?” (García Canclini, 2013). De acuerdo en investigación reciente, es posible hablar de posiciones privilegiadas entre los productores de contenidos para internet; tal el caso de los Twitstars o YouTubers que obtienen grandes beneficios económicos y simbólicos entre los usuarios. Se ha demostrado que los ingresos de este tipo de creador pueden ser superiores a los $1,000 dólares mensuales. (Cerón, 2014) Los procesos culturales y políticos no deben reducirse a lo instituido y lo instituyente; son procesos vivos que se manifiestan a diferentes niveles de abstracción, que se transforman y reproducen en la acción social. El concepto aceptado será el de Economía Creativa, que es un concepto más amplio que el de “Industria Cultural”, como todas las producciones artísticas y culturales que por su unicidad dificultan su masificación. (Gerber y Pinochet, 2013: 86). Esto se puede contradecir al ver que productores, como los YouTubers, generan productos creativos y que también son masificados ya que cuentan con millones de reproducciones y suscripciones (Cerón, 2014). 7  

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No son suficiente los estudios sobre rating o consumo de tecnologías de la información sino un cruce de variables con la condición socioeconómica y sobre todo, y más importante, el nivel educativo y tipo de formación que han tenido. Sin embargo, el creciente consenso en torno a las potencialidades económicas de la cultura puede ser visto como la condición favorable para apostar a indagar sobre estos procesos, en tanto industrias culturales. Los modos "no convencionales” que así señalan los académicos que han estudiado el fenómeno de forma perimétrica sobre el trabajo en la edad digital, resulta que en la empiria no es posible nombrar la "no convencionalidad” ya que en la práctica es algo común y casi obvio para quienes lo practican. La razón en estas aseveraciones radica en que en la academia casi no hay reflexiones amplias y estudios profundos que sienten las bases para una conceptualización teórica que sirvan de sustentos para una gran oleada de estudios que están en proceso y que vendrán sobre este tema. Si se realizan estudios por trayectorias laborales, es posible notar que quienes se dedican a este tipo de trabajo -el análisis guiado por concepto de economía creativa- tienen desempeños brillantes y al mismo tiempo dosis de precariedad, inestabilidad y dificultades para vivir permanentemente en el proyecto o nunca consolidad nunca una carrera profesional.

Poder y creación de símbolos culturales en Internet Vivimos en una sociedad donde la formación, la circulación y consumo de saber es fundamental. Es tan importante la acumulación de capital como la acumulación de saber, y lo mismo ocurre con el funcionamiento de los mecanismos de poder, con los cuales ambas formas de acumulación establecen relaciones muy complejas y que deben llevadas a la reflexión y análisis. 8  

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El poder, para Foucault, no es una sustancia, es una de las formas que los individuos contraen para relacionarse. Esta noción de poder, se diferencia de otras concepciones de ésta como las definidas por la antropología, la sociología, el psicoanálisis o la filosofía y se encontró que en buena medida se había entendido al poder bajo una concepción jurídica; la noción de ésta estaba ligada a lo jurídico o lo político (Lechuga, 2008: 115). Para entender el poder, señala el pensador francés, éste debe ser visto como un conjunto de relaciones de fuerza, y hasta cierto punto, como una relación de guerra. Por tanto, los esquemas que deben ser utilizados para su análisis deben ser tomados desde los juegos de estrategia (Foucault, 1994). Del concepto de poder se desprende el de “poder positivo” que no es, en modo alguno, un instrumento represivo sino productivo, un poder inventivo y no conservador ya que no se reduce a decir “no”. Para Lechuga, el poder positivo de Foucault no es sino: (…) una relación estratégica ejercida por las diferentes fuerzas sociales que atraviesan los cuerpos y lugares en los que el poder inventa sus posibilidades de ejercicio conforme a diferentes sistemas de relaciones, conexiones, distribuciones, transmisiones (Lechuga, 2008: 117).

Este poder no es intercambiable, mucho menos se posee ya que este se manifiesta en todas las interacciones sociales de cierto modo que se vuelven asimétricas. Se encuentra en todas partes, no porque englobe todo, sino porque viene de todas partes (Lechuga, 2008: 118). No es ni una estructura, ni una institución, ni es una capacidad de la que unos están dotados y que otros carecen, “es el nombre que se le da a una situación estratégica compleja en una sociedad determinada” (Foucault, 1994). El individuo es un efecto del poder y, al mismo, tiempo en la medida en que lo es, es su relevo: el poder transita por el individuo que ha constituido ya que es un modo de actuar sobre las acciones de los otros “un modo de acciones sobre acciones” (Lechuga, 2008). 9  

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Las relaciones de poder no son malas en sí mismas, pues son las estrategias a través de las cuales los individuos intentan conducir sus conductas y determinar la conducta de los otros. No deben limitarse a la posibilidad de la violencia, pues son un conjunto de mecanismos y tecnologías cuya esencia no es prohibir, sino vigilar, controlar conductas, ocuparse del desarrollo de la gente en instituciones, y actuar sobre sus gestos, su manera de actuar, sus actitudes. Se encuentran en todos laos de la red social, en la que participan todos los miembros de un conjunto social (Foucault, 1994). Lo importante de los juegos de poder, que son recíprocos pero asimétricos, es aprender a evitar en ese juego de desigualdades los efectos de dominación. Por tanto, Foucault sugiere que para evitar caer en esta dominación es la resistencia, pues donde hay poder hay resistencia. El poder produce saber. Ambos (poder y saber) se implican entre sí, que no hay “relación de poder sin constitución correlativa de un campo de saber, ni de saber que no suponga y no constituya, al mismo tiempo, unas relaciones de poder” (Foucault, 1978). El poder ha demostrado que el poder no ha sido un estorbo para el desarrollo de esos saberes, sino condición para su funcionamiento y que esto, por su parte ha favorecido el ejercicio del poder; esta relación no son del tipo causa-efecto, sino vínculos en los que los saberes pueden acoplase a relaciones de poder, esto deviene en un nuevo tipo de coacción; la de la ciencia (Lechuga, 2008: 123). Los blog y los sitios donde te enseñan a crear cosas; como tutoriales para recetas u objetos bajo el concepto “hazlo tu mismo”, o realizar ciertas actividades; del cómo “bailar con tal estilo”, “ejercicios para tal parte del cuerpo”, pueden ser vistos en algunos casos (aunque son muchos) como la creación de formas de control del cuerpo a través de la cultura del internet. No eso posible enmarcarlo en una teoría, es el imperio de un relato (ejemplo de un blog de desórdenes 10  

IV  Seminario  sobre  estudios  de  Juventud  en  América  Latina   “Políticas,  espacios  y  resistencias  juveniles:  nuevos  retos,  nuevas  miradas”   alimenticios). Quizá no se hable de una institución de control del cuerpo, pero si de un ente colectivo, cuyo saber de poder se constituye por la contribución de diversos actores de conocimiento, que se forjan cobijados por el anonimato que provee la dirección IP anónima. Se sabe de la existencia de sitios web donde los creadores de contenido, que obtienen ingresos ya sea por anuncios publicitarios o de proveer servicios, mantienen estos espacios para que las personas puedan colaborar con saberes, acumulados a través de una memoria histórica fuera y dentro del internet, que son aplicables a los cuerpos. Véase sitios sobre cuidado del cuerpo, mantenimiento y embellecimiento; sitios donde te muestran cómo mejorar aptitudes y habilidades, información que es dada por personas que tienen cierto conocimiento sobre el tema y que lo comparten en estos espacios públicos. En la mayoría de los casos los usuarios no deben pagar nada, la publicidad que observan al ingresar provee a los dueños del sitio ingresos monetarios, para poder captar esta información. Esto con la finalidad de mejorar los rasgos antes citados, o bien, para poder satisfacer ciertas inquietudes con los cuerpos y que las contribuciones colectivas satisfacen. Sin embargo existen sitios que, con estas contribuciones, fomentan “anormalidades” como los “pro ana” (Pro Anorexia) o “pro mia” (Pro Bulimia) que te enseñan a realizar estos desórdenes. Para la web en general, es posible observar que existe una relación asimétrica entre unos usuarios y otros, marcada por la acumulación de saberes en cierto campo de internet; como conocimiento sobre ciertos temas en los diferentes sitios web, éstos generan diferenciación entre el resto de usuarios y esto deviene en posibles dominación ya que puede ser ejercida de forma no explícita. Ya que “la centralidad de la dominación no significa necesariamente centralidad en le discurso sobre esta; y a su vez, afirmarlo tampoco significa la ausencia de una consciencia de dominación” (Borgeaud, 2014)

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Conclusiones Es verdad que las transformaciones del mundo actual hacen tambalear las bases de la noción de multiculturalidad, que hace diferentes a las personas, sin embargo la mezcla cultural que genera la interacción en internet diluye cada vez más estas fronteras. Las actividades laborales que realizan los jóvenes en términos de culturales y creativos en internet da un claro ejemplo de las transformaciones en la creación de empleos y de valor a nivel global; volviéndose así una alternativa de empleo para jóvenes que cada vez más sufren el desempleo en las economías emergentes. Para algunos, el internet es una fuente de empleo para la obtención de ingresos y satisfacer las necesidades básicas. Para otros, es un escape al mundo, desde la que podemos ver cosas interesantes desde la seguridad de un dispositivo electrónico ya sea en una habitación del hogar o bien, en cualquier otro sitio. Nos permite convertir al monitor en una ventana cerrada que nos hace sentir “seguros” al momento de hacer lo que veteranos en la navegación web han hecho alguna vez al mirar al lado oscuro de la web. Un sub-mundo el cual el relato continuo que ofrece el blog da ejemplos en los cuales se ejerce un poder directo sobre los cuerpos. ¿Cómo se puede entender esta relación? ¿Es restrictiva? y si lo es, ¿positiva?. Consideramos que creativa pero no siempre en el sentido positivo. A medida de que la desigualdad económica parece inmutable, cierta rama de la investigación parece decantarse en las diferencias culturales ya que las innovaciones tecnológicas y neoliberales modifican el sentido de lo diferente y lo cultural. El ejercicio del poder se fortalece en un mundo interconectado.

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Bibliografía citada Borgeaud-Garcindia, Natacha (2014). En las grietas de la dominación. Argentina: Flacso, Teseo (70) Cerón, José. (2014). El YouTuber como trabajo no clásico. Identidad y Acción Colectiva. Tesina de Pregrado. México D.F.: Universidad Autónoma Metropolitana. ___________ (2015). Una breve mirada al trabajo en Internet. En Acontecer Mundial. Núm. 18, año 2. ISSN: 2347-0534 Florida, Richard. (2010). The great Reset: How new ways of living and working dive post-crash prosperity. Nueva York: Harper Collings ______________(2002), The rise of the creative class: and how it’s trnasforming work, leisure, community and everyday life. Nueva York: Basic Books Foucault, Michel. (1978). Vigilar y Castigar. Nacimiento de la Prisión. México: Siglo XXI Editores. _______________(1994). Dits et ecrits. Paris: Gallimard. Lechuga, Graciela. (2008). Foucault. México D.F.: Universidad Autónoma Metropolitana. Gerber y Pinochet. (2013). “Economías Creativas y economías domésticas en el trabajo artístico joven” en Garcia Canclini y Piedras. Jovenes creativos. Estrategias y redes culturales. México: Juan Pablos y UAM-I Hopenhayn, Martin. (2008). "Inclusión y exclusión social en la juventud latinoamericana” en Pensamiento iberoamericano. Inclusión y ciudadania: perspectivas de la juventud en Iberoamérica. Num. 3, 2da época, revista bianual. Throsby, David y Anita ZEDNIK (2010). Do you really expect to get paid? An economic study of professional artists in australia, en . UNESCO. (2014). Indicadores de la cultura para el desarrollo. Disponible en: http://es.unesco.org/creativity/ . Consultado el 25 de Julio de 2015.

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