José de Carvajal y Hué: el republicanismo liberal malagueño

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Descripción

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«José Carvajal y Hué» por Francisco Collado Campaña - Gibralfaro - Universidad de Málaga

N.º 79

ENERO-MARZO 2013

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JOSÉ CARVAJAL Y HUÉ:

EL REPUBLICANISMO LIBERAL MALAGUEÑO Por Francisco Collado Campaña

L

a época decimonónica es una de las más prolijas y ricas en cuanto a las grandes personalidades que Málaga ha aportado a la Historia. Muchas de ellas son bien conocidas por los ciudadanos en el nombre

de calles y barrios. Ahí están los Larios,

Heredia, Loring y Huelin. Sin embargo, ha habido otros que no han contado con su merecido recuerdo por parte de la urbe malacitana. Una de estas personalidades es la del político e intelectual, José Carvajal y Hué, al que le tocó vivir una de las épocas más críticas para la historia española.

Quién era Carvajal y Hué José Carvajal y Hué nació en el seno de una familia malagueña de clase media, un 8 de octubre de 1835, hijo de padre español [1] y madre extranjera. Su infancia marcaría decisivamente su impronta personal

y su ideario político y filosófico. Su padre fue un

liberal que llegó a ser perseguido por las autoridades, lo que hizo que sufriese la tortura, la persecución y el encarcelamiento en no pocas ocasiones. Como resultado de esta vida y de las calamidades sufridas, su padre fallecía cuando José contaba tan solo cuatro años de edad. Su madre, Magdalena Hué, mujer ilustrada y ciertamente preocupada por la formación del niño, lo envió a estudiar a Francia en 1844, donde cursa los estudios de Bachillerato en el Liceo Luis el Grande de Burdeos, de aquí se trasladará a Londres, lugares donde el joven Carvajal y Hué recibe una profunda formación en letras, humanidades y ciencias económicas; las tradiciones del parlamentarismo inglés y el republicanismo francés van a ser los dos de los pilares de su personalidad política.

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José Carv ajal y Hué, nacido en Málaga, hombre culto, polifacético intelectual, un humanista del s. XIX.

Un intelectual progresista Esta semblanza describe magnánimamente las cualidades de nuestro hombre. Con 16 años, regresa a Málaga y empieza a trabajar como tenedor de libros en varios comercios. Al establecerse la libertad de enseñanza, sus portentosas cualidades y un afán extraordinario de superación le llevan a Salamanca, donde, en muy poco tiempo, logra los títulos de Bachillerato, la licenciatura en Derecho y el doctorado en Derecho Civil y Canónico. Tenía Carvajal y Hué los dones de un humanista versado en distintos saberes y ramas del conocimiento, pues al saber que ya le propiciaban estos estudios, unía su conocimiento del inglés, francés, portugués, italiano, griego y latín; además, traducía ruso y sueco, y tenía un conocimiento del sánscrito, la antigua lengua hindú. De él se ha dicho que se necesitaría ser hombre de raro talento y profundo estudio para abrazar tantos temas heterogéneos y tantas materias. Su actividad profesional comienza como abogado en Málaga. Más tarde, las familias Heredia y Loring le contratan para que se responsabilice de la contabilidad y el tráfico del ferrocarril de Málaga y Córdoba [2], con el que estos emprendedores empresarios aspiraban a alcanzar los yacimientos de carbón de Sierra Morena. Mientras tanto, lleva una vida activa en defensa del librepensamiento, lo que le motiva a fundar la Academia de Juventud, que, más tarde, se convertirá en el Círculo Democrático de Málaga, donde perfila las líneas políticas del republicanismo conservador, que ya no abandonaría. Su actitud progresista le lleva a buscar una participación en la vida pública malagueña a favor de los valores democráticos. Con ese objetivo, ostenta la Presidencia de la Academia de Ciencias y Lectura, es vicedirector de la Sociedad de Amigos del País y funda la Caja de Ahorros de Málaga.

Carvajal y Hué, diputado por Ardales Su paso por la política vendrá de la mano de Castelar [3] y el círculo republicano de Rivero [4], y toma parte en la Revolución de 1868. En 1869 vuelve a la política activa animado por sus compañeros y resulta elegido diputado provincial por Ardales, pequeño municipio de Málaga. En 1872 pasa a Cortes y se convierte en diputado nacional por la circunscripción de Gaucín, municipio también malagueño, tras vencer al aristócrata Antonio de los Ríos por 4.500 votos. www.gibralfaro.uma.es/conomalaga/pag_1859.htm

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4.500 votos. En sus intervenciones en las Cortes puso de manifiesto sus dotes de gran orador, sus acertadas cualidades para las finanzas, su republicanismo convencido y un sincero espíritu religioso. Como resultado de su actividad, se reducen los gastos de la Diputación Provincial de Málaga en tres millones de reales, sin apenas modificar el funcionamiento de los servicios públicos. Con el ascenso de la I República el 11 de febrero de 1873 [5], es nombrado subsecretario de Gobernación con el gobierno de Estanislao Figueras, primer presidente del nuevo régimen, y ministro de Hacienda durante la presidencia de Francisco Pi y Margall, el tercero en presidir la recién nacida institución. Entre sus trabajos, se encuentran la ley de déficit, la solución de la deuda flotante, la consolidación del sindicato de acreedores y la unificación de las disposiciones referentes en materia económica con sus principales obras en la cartera ministerial. Durante este tiempo en Madrid, Carvajal y Hué recibe el Ministerio de Asuntos Exteriores hasta que es sustituido por Sagasta [6]. En esta cartera, consigue el rescate de las fragatas secuestradas por las tropas cantonales de Cartagena [7], el apresamiento de los buques Marie Louise y Grazelle, y la captura del Virginius, que transportaba armas para los independentistas en Venezuela y Cuba, así como el restablecimiento de las relaciones del Estado español con el Vaticano. También, a su paso por el Ministerio de Hacienda, queda patente su habilidad para el ajuste presupuestario.

Una gran figura del panorama cultural malagueño La vida pública de Carvajal y Hué en Madrid le sitúan entre una de las principales personalidades del momento. Fue miembro del Ateneo de Madrid, presidente de la Academia de Jurisprudencia de la Sociedad de Estudios Africanistas, decano del Colegio de Abogados de Madrid, director de la sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid y gran maestre del Gran Oriente de España en 1874. De joven, Carvajal y Hué colaboró en distintas cabeceras, como La Razón, y, entre los libros que publica, figuran Estudios críticos sobre la obra de Shakespeare (1870), Discurso sobre el posibilismo (1879) y España y Marruecos (1884) y El azar y su influencia en las cuestiones de Derecho (1886), publicación impresa del discurso inaugural del curso 1886 a 1887 de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Por lo que se puede considerar a Carvajal y Hué una de esas grandes figuras de la Málaga decimonónica, cuya actividad trascendió la misma ciudad y vincula esos valores democráticos y de la libertad del ciudadano con la misma ciudad que la vio nacer, en cuyo lema insigne están reconocidos esos mismos principios. Carvajal y Hué fallece en Málaga el 4 de junio de 1899. Sus restos mortales descansan en el cementerio de San Miguel, junto a los de su madre. __________ NOTAS 1. De su padre se tienen muy pocos detalles. Las fuentes consultadas no ofrecen más datos de los que facilitamos en este trabajo. 2. La construcción del ferrocarril Málaga-Córdoba es un claro intento de expansión del comercio de la ciudad de Málaga, por entonces muy próspero gracias a su puerto marítimo, pero a la vez necesitado de vías de comunicación hacia el interior de la península. Este trazado sirvió de base para la constitución de una de las más importantes compañías de ferrocarriles que operaron en territorio español, la Compañía de Ferrocarriles Andaluces, cuyos trazados se extendieron por toda Andalucía e incluso fuera de ella, hasta la disolución de la compañía en 1936. 3. Emilio Castelar y Ripoll (1832 – 1899). Político destacado, desarrolló también una notable carrera literaria. Licenciado en Derecho y en Filosofía, inicia su carrera política desde el periodismo, dejando manifiesta su ideología republicana y liberal. Sus críticas a la monarquía fueron motivo de su destitución como profesor de www.gibralfaro.uma.es/conomalaga/pag_1859.htm

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ideología republicana y liberal. Sus críticas a la monarquía fueron motivo de su destitución como profesor de la Universidad de Madrid. Participa en la Revolución de 1868, llamada «la Gloriosa», liderada por los generales Prim y Serrano y el almirante Topete, intervención que le vale a Castelar un escaño en las Cortes en las filas del Partido Democrático, donde defiende sus ideas republicanas. Con la renuncia de Amadeo I a la Corona en 1873 y la implantación de la I República ese mismo año, fue nombrado ministro de Estado durante el mandato del primer presidente republicano, Estanislao Figueras, y, en un momentos de zozobra en el gobierno, fue elegido presidente del Poder Ejecutivo republicano en septiembre del 1873, el cuarto y último de esta república, que se ve obligado a abandonar con el golpe de Estado del general Pavía del 3 de enero de 1874. Con la restauración monárquica en la figura de Alfonso XII, Castelar se traslada a París y, tras dedicarse más a su labor literaria, volvió a la política, de nuevo en posiciones republicanas. Fue presidente de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles desde 1877 a 1879. 4. Nicolás María Rivero (1814 – 1878). Político y periodista. Se licencio en Medicina a los 20 años, pero se inclinó por estudiar Derecho, que fue lo que ejerció. Diputado progresista (1847-1848), participó en la creación del Partido Democrático (1849). Fue miembro de la Asamblea constituyente de 1854 y en 1856 fundó La Discusión. En 1866 tomó parte en la sublevación del cuartel de San Gil. Tras la revolución de 1868, fue alcalde de Madrid. Ocupó la presidencia de las Cortes constituyentes entre 1869 y 1870, en las que ostentó la jefatura de los radicales. Posteriormente, 1870, fue ministro de Gobernación con el Gobierno de Prim y nuevamente presidente de las Cortes de 1872 a 1873. Proclamada la República en 1873, contribuyó a la ruptura entre radicales y federales y participó en la fracasada sublevación radical de Madrid (1873). 5. La Primera República se proclama el 11 de febrero de 1873 y es derrocada el 3 de enero de 1874 por el golpe de Estado del general Pavía. Durante sus 11 meses de vida pueden distinguirse 3 fases (la unitaria, la federal y la conservadora) y se sucedieron 4 presidentes (Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar). El período estuvo marcado por 3 conflictos simultáneos: la tercera carlista, la sublevación cantonal y la Guerra de los Diez Años. 6. Práxedes Mariano Mateo-Sagasta y Escolar (1825 - 1903). Político liberal, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, y profesor de su escuela en Madrid. Militó desde joven en el Partido Progresista, con el que participó en la Revolución de 1854. Ante la marginación de los progresistas del gobierno por parte de Isabel II, Sagasta promovió la estrategia del retraimiento (o sea, negativa a participar en las elecciones) y la preparación de una revolución para acceder al poder. Participó en dos intentonas fracasadas en 1866 (la del general Prim y la del Cuartel de San Gil) y en la que, finalmente, tuvo éxito y destronó a la reina en 1868 (llamada la «Gloriosa»). Entronizados de nuevo los Borbones en la figura de Alfonso XII en 1974, Antonio Cánovas del Castillo vio en Sagasta la figura más adecuada para conseguir la unidad de las dispersas fuerzas liberales y turnarse con él en el poder, que este aceptó. Desde entonces, Sagasta y su progresistas se turnaron en el poder con los conservadores de Cánovas: con fue su turno, presidió el Consejo de Ministros con Alfonso XII, la Regencia de María Cristina y con Alfonso XIII. Por el bien de España, Sagasta moderó mucho sus inclinaciones revolucionarias de la juventud, admitiendo no sólo la Constitución conservadora de Cánovas, sino también la manipulación sistemática de las elecciones para turnarse artificialmente en el Gobierno sin considerar la voluntad del electorado (cumpliendo así su compromiso con Cánovas en el supuesto Pacto del Pardo de 1885). Enfrentado frecuentemente con los militares reaccionarios y con los intereses inmovilistas de los plantadores cubanos, no consiguió implantar en las últimas colonias españolas (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) un régimen de autonomía que evitara la insurrección contra la metrópoli. Cuando ya era demasiado tarde y la rebelión colonial había estallado, fue llamado de nuevo al gobierno y sufrió el peor de sus tropiezos políticos: al complicarse la situación con la intervención militar de los Estados Unidos en contra de España, Sagasta aceptó ir a una guerra imposible de ganar. Terminada la guerra, tuvo que asumir la derrota y la pérdida de las colonias por el Tratado de París (1898), así como las repercusiones morales, políticas y económicas que la crisis provocó en la metrópoli. 7. Instaurada la Primera República, la impaciencia de los federalistas ante la lentitud en la aprobación del proyecto constitucional provocó el estallido de huelgas revolucionarias y la fundación de cantones independientes en el Levante y Andalucía. El cantonalismo triunfó dentro de la provincia murciana en Cartagena, Murcia, Jumilla, Caravaca, Cieza, Abarán, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea, Villanueva, Archena, Las Torres de Cotillas, Alhama, Lorca, Fuente Álamo y Pliego. Impotente ante aquella sedición civil, el presidente Pi i Margall presentó la dimisión. Las Cortes designaron nuevo presidente a Nicolás Salmerón, que logró erradicar, mediante el envío del ejército al mando del general Martínez Campos a las zonas sublevadas, los cantones independientes, excepto Cartagena. En Cartagena, los republicanos federales habían proclamado el cantón el 12 de julio de 1873 mediante la colocación de la bandera roja (símbolo revolucionario) en el castillo de San Julián y logró permanecer independiente del Gobierno central merced al poderío de la Flota nacional asentada en su puerto (cinco fragatas, dos vapores y una corbeta) y al sistema de fortificaciones de la ciudad costera. Los sublevados intentaron sin éxito la expansión de su territorio hacia el interior con incursiones por Hellín, Orihuela y Lorca, y utilizaron la Armada como instrumento de intimidación para financiar el mantenimiento del cantón a costa de los impuestos de las ciudades costeras de Alicante, Torrevieja, Águilas, Mazarrón, Vera y Almería. La Junta Revolucionaria creó el periódico El Cantón Murciano, para la difusión de sus ideas y noticias, y emitió el duro cantonal como moneda propia, aprovechando la riqueza mineral de la

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sus ideas y noticias, y emitió el duro cantonal como moneda propia, aprovechando la riqueza mineral de la región. Consciente de que aquel movimiento revolucionario independentista estaba abocado al fracaso, el presidente Salmerón presentó su renuncia al cargo por una cuestión moral («Abandonó el poder por no firmar una sentencia de muerte», puede leerse en el epitafio de su tumba). Las Cortes eligieron entonces a Castelar, quien, como nuevo presidente, instauró la República unitaria y consiguió la concesión de poderes extraordinarios del Parlamento para solucionar los graves problemas políticos, económicos y sociales del país, pero no lograr someter al cantón de Cartagena. El malestar, incertidumbre y el descontento que habían generado todas estas insurrecciones cantonales motivó al general Pavía a entrar en el Congreso y expulsar de él al Gobierno y a todos parlamentarios asistentes. Con el poder en la mano, el general Manuel Pavía encarga al general Francisco Serrano la formación de un nuevo Gobierno de unidad nacional. El general Serrano instauró una dictadura republicana y decretó la disolución de las Cortes Generales. El nuevo presidente consiguió la derrota definitiva del cantón de Cartagena mediante su conquista por el general José López Domínguez el 12 de enero de 1874. Los cantonalistas se rindieron tras un asedio continuado de seis meses y la destrucción de la mayor parte de la ciudad en los bombardeos. Los insurrectos se enfrentaron a penas de muerte o cárcel tras la entrada de las tropas. Los más afortunados, como el líder cantonal Antonio Gálvez Arce, lograron huir y exiliarse en Argelia o la concesión de una amnistía del Gobierno.

El golpe de Estado que llev a a cabo el general Manuel Pav ía puso fin a la ex periencia republicana el 4 de enero de 1 87 4, que es sustituida por una especie de dictadura conserv adora por el general Serrano, hasta que, en diciembre de 1 87 4, otro golpe de Estado en Sagunto proclama rey de España a Alfonso XII de Borbón, hijo de la desterrada reina Isabel II, iniciándose así un nuev o régimen en la Historia de España: la Restauración Borbónica.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS COLLADO, Francisco (2007): «Liberalismo y republicanismo en la decimonónica: José de Carvajal y Hué», en el Avisador Malagueño, 16.

Málaga

GARCÍA DE CORTÁZAR, Fernando [dir.] (2004): Memoria de España. Madrid: RTVE / Ed. Aguilar / Santillana E. G.

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Aguilar / Santillana E. G. GONZÁLEZ, José Luis (1997): «José Carvajal y Hué y el mitin del Teatro de La Alhambra de Madrid», en Isla de Arriarán, 10, 1997; pp. 199-208. La Voz Digital (2008): «La fuerza del talento (I)», en La Voz Digital. Noticia del 22/11/2008. (Consulta de 3 junio de 2013). PÁEZ GALIÁN, Ezequiel (1986): «José de Carvajal Hué», en Personajes en su Historia. Málaga: Ed. Arguval; pp. 169-172.

FRANCISCO COLLADO CAMPAÑA (Málaga, 1984). Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la UPO en Sevilla, Licenciado en Periodismo por la UMA, Máster en Política y Democracia por la UNED y Máster en la Unión Europea por el Instituto Europeo Campus Stellae. Ha participado en distintos grupos de investigación en el ámbito nacional e internacional y ha publicado distintos artículos, capítulos de libro y ponencias sobre élites políticas, comunicación política y teoría política. Es miembro fundador de la Asociación de Ciencias Políticas “Babel”, socio de AECPA, IAPSS y ALICE. También, ha desarrollado su labor como periodista en distintos medios de comunicación y en la Administración pública. Actualmente, está preparando su Memoria de Licenciatura (tesina) basada en un estudio sobre las élites locales en la Transición Política española baja la dirección de Salvador Parrador, realizando una estancia investigadora en el Instituto de Ciencias Sociais e Políticas de Lisboa.

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Año XII. II Época. Número 79. Enero-Marzo 2013. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2013 Francisco Collado Campaña. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones del texto, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Edición en CD: Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2013 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

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